¿Cómo se concibe el Espacio y el Tiempo y qué relación tiene esto con la manera
en que se construye conocimiento?
David Alejandro Ibarra Parada
Immanuel Kant intentaba fundamentar
su ciencia metafísica en principios
puros a priori, para ello utiliza el
método trascendental en la búsqueda de
estos principios. En este ensayo
abordare el tema del espacio y el tiempo
en Kant, y de cómo cumplen una
función de formas puras a priori de la
sensibilidad, de tal manera es posible
organizar las impresiones sensibles, y
dar una razón del por qué anteceden al
conocimiento sensible, realizando así
una búsqueda en ellos la universalidad y
necesidad para demostrar su efecto.
Siendo así el objetivo principal de este
ensayo es buscar darle un sentido
directo a la manera como se relacionan
la concepción de tiempo y espacio y la
construcción del conocimiento, de una
manera interiorizada.
Si la necesidad y universalidad de
nuestros conocimientos no puede
proceder de la experiencia, el
conocimiento no podrá explicarse como
una adecuación del espíritu, del sujeto, a
los objetos, como se podría suponer
antes de basarnos de la estética
trascendental de Kant y tomando como
base esta lectura la cual nos indica que
entendimiento no es una facultad
Universidad Pedagógica Nacional
Facultad de Ciencias
Departamento de Física
Enseñanza de la Física
pasiva, que se limite a recoger los datos
procedentes de los objetos, sino que es
pura actividad, configuradora de la
realidad. (Fouce, 2001)
Ahora bien para lograr dar una conexión
entre estos conceptos es necesario
hablar, de cómo el sujeto tiene la
capacidad de interactuar con un medio y
los objetos que están en este, es decir
las intuiciones sensibles, si no son
pensadas a través de un concepto, no
nos ofrecerían conocimiento alguno, por
ende equivaldrían a un torrente sin
conexión de sensaciones.
En el caso de los objetos que nos
representamos como exteriores a
nosotros, como una mesa o una casa,
por ejemplo, podemos prescindir de
cualquier representación sensible, es
decir el tamaño, forma, y color, pero no
podemos prescindir de representárnoslo
como algo en el espacio. De modo
similar, por lo que respecta a la
intuición de los estados internos del
sujeto podemos prescindir de todas sus
características excepto de
representárnoslos en relaciones de
tiempo. ¿Qué son el espacio y el
tiempo?
El espacio no puede entender como una
cosa, ya que las cosas existen en el
espacio; si lo consideramos como una
cosa tendríamos que concebir otro
espacio que lo contuviese, y así
indefinidamente, lo que resulta absurdo.
El espacio tampoco puede ser un
concepto empírico, dado que para
representarme un objeto debo
presuponer de antemano el espacio; por
lo tanto, el espacio no puede proceder
de la experiencia, sino que la precede.
Si no procede de la experiencia ha de
ser una representación a priori,
independiente de la experiencia.
En este orden de ideas lo mismo sucede
con el tiempo, dado que este no puede
ser un concepto empírico ni discursivo,
y precede a toda experiencia del sentido
interno, por lo que ha de ser
necesariamente una intuición pura y a
priori, la condición de posibilidad de
todas las representaciones que se
pueden dar en el sentido interno.
Como logramos ver anteriormente, la
sensibilidad es la fuente de todas
nuestras intuiciones. Si prescindimos de
la sensibilidad, dice Kant, no podemos
tener intuición alguna. La construcción
del conocimiento no es una facultad que
nos permita intuir, es decir, establecer
una relación directa con un objeto; y
dado que no hay otra forma de conocer,
fuera de la intuición, que la conceptual,
resulta que la manera de conocer es de
forma conceptual, discursiva. La
sensibilidad suministra las intuiciones
del conocimiento.
En la sensibilidad existen pues
estructuras anteriores a la experiencia
que permitirían así las representaciones,
y necesariamente estas estructuras tiene
que ser a priori, es decir que no
contengan ningún elemento de la
experiencia. Para llegar a estas
estructuras usara el método
trascendental buscando la universalidad
y la necesidad de sus formas, quitando
de ella toda experiencia posible, y que
dejando en descubierto la pura
estructura, la pura formalidad de la
sensibilidad. Estas formas a priori o
formas puras de la sensibilidad según
Kant son el espacio y el tiempo, que no
proceden de la experiencia, ni son cosas
en sí, pero son los que lo hacen posible
en nuestro intelecto. Estas formas de la
sensibilidad, a la vez que aportan la
necesidad y la universalidad a los
juicios sintéticos a priori, dan como
resultado el que el objeto
experimentado nunca puede ser el
objeto tal como es en sí mismo, sino
como es captado por la sensibilidad
humana. La sensibilidad aparece como
pasividad, puramente receptiva, abierta
al objeto al que recibe, por medio de sus
intuiciones puras, como fenómeno.
(jelpalafox, 2012)
Para concluir Kant indica en la estética
trascendental que, el espacio y el tiempo
no son rasgos que las cosas tengan
independientemente de nuestro
conocimiento de ellas; el espacio y el
tiempo son las formas a priori de la
Sensibilidad externa o mejor dicho
percepción de las cosas físicas y el
tiempo la forma a priori de la
Sensibilidad interna podemos decir que
estas representaciones no tienen un
origen empírico, es decir no se extraen
de la experiencia sensible, sino que son
su condición de posibilidad. Gracias a
estas formas de la Sensibilidad, el sujeto
cognoscente estructura las sensaciones
proyectando todo lo conocido en la
dimensión espacio– temporal es decir
logra realizar una construcción del
conocimiento.

En conclusión el tiempo y el espacio no

son realidades independientes del sujeto
cognoscente sino Formas a priori de la
Sensibilidad, formas que el psiquismo
impone a todo aquello que pueda ser
conocido. Para que un objeto pueda ser
percibido debe someterse a las
condiciones formales que impone la
Sensibilidad el tiempo y el espacio,
circunstancia que precisamente hace
posible el conocimiento sintético a
priori. (Olleta, 2015).

Bibliografía
Fouce, J. M. (3 de Diciembre de 2001).
Webdianoia. Obtenido de
https://www.webdianoia.com/ind
ex.html

jelpalafox. (3 de Octubre de 2012). Formas

puras “a priori” de la sensibilidad:
Espacio y tiempo.

Olleta, J. E. (2015). Historia de la Filosofía.

Volumen 2: Filosofía Medieval y
Moderna. .