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Agustín Hernández Navarro es un

arquitecto mexicano nacido en la Ciudad de


México en 1924. Hermano de Amalia
Hernándezfamosa bailarina y
coreógrafa mexicana. Realizó sus estudios
en la Escuela Nacional de Arquitectura,
obteniendo su título profesional el 29 de junio
de 1954. Su tesis de fin de carrera, atrevida,
innovadora y original, marca lo que será su
vida como arquitecto. Encasillada por
algunos autores como arquitectura
emocional pero su obra se centra en la
valoración de elementos de la cultura local en
una práctica absolutamente moderna de la
disciplina debido a su forma de pensar. Por
ese entonces, el estilo internacional tomo
mucha fuerza, tanto en diseñadores como en
empresarios y clientes. Fue así como inició
entonces Agustín Hernández dentro de la
corriente estilística en boga, encontrando
paulatinamente una forma de expresión más
personal.
Su placer por adentrarse en las raíces del
pasado mexicano lo ha llevado a crear
edificios como el del Colegio Militar, inspirado
en las zonas arqueológicas de Monte Albán y Teotihuacan. Por otro lado, realizó una serie de
residencias en la Ciudad de México, dónde experimenta con diversos módulos tanto en diseño
de plantas como en alzados; de éste modo surge la casa Silva (1969), casa Hernández (1970),
casa Álvarez (1976), casa Nekelmann (1979), entre otras.
Dentro de la arquitectura escultórica, se puede señalar a Agustín Hernández como el arquitecto
más audaz y renovador, insertado dentro de un acercamiento a los valores plásticos de la cultura
mexicana, en especial aquellos que provienen del pasado precolombino. En su arquitectura
también se percibe una inspiración en el pasado a través de construcciones modernas en las
que el simbolismo desempeña un papel primordial, en ocasiones hace uso de glifos e imágenes
prehispánicas para desarrollar elaboradas conceptualizaciones en un vaivén de asociaciones
culturales y técnicas que dan como resultado construcciones cargadas con un profundo
sentimiento espiritual y espectaculares ardides tecnológicos.
Casa Amalia Hernández. Esta casa la construyó
para su hermana, es genial ver como los muros
y la losa forman uno solo. Se trata de una
construcción con una complejidad volumétrica
que combina diversas alturas, interiores curvos
y, en sus fachadas, un módulo prismático
triangular en el que se generan bóvedas que
mantienen el equilibrio entre sus formas para
enriquecer el lenguaje arquitectónico.
Comenzaba la década de los sesenta, y
después de haber fundado el Ballet
Folklórico de México en 1952, surge
en Amalia Hernández la necesidad de
enriquecer nuevamente la danza en
nuestro país, esta vez, con la creación de
un espacio educativo. Es así como Amalia
Hernández decide construir un espacio que
cubiera con todos los requisitos de una
escuela formal. Para llevar a cabo tan
importante tarea, fue necesario el talento y
la visión extraordinaria del arquitecto
Agustín Hernández, hermano de Amalia.
En 1966 comienza la construcción de la escuela y dos años más tarde, el 26 de marzo
de 1968, el entonces presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz inauguró la Escuela
del Ballet Folklórico de México. El edificio es, hasta la fecha, una construcción
vanguardista por su diseño arquitectónico, que incluso se adelantó a los estilos en
tendencia de la época. Agustín Hernández retomó elementos inspirados en el pasado
prehispánico de México a partir de las formas trapezoidales y escalonadas que
recuerdan el talud y el tablero, ambos recursos estructurales y estéticos de las
pirámides mayas.

Casa al aire

 Arquitectos
Agustín Hernández
 Ubicación
Mexico City, México
 Año Proyecto
1991
Esta extraña y sofisticada obra de arquitectura, como una monumental y provocativa
escultura ultra-moderna, es en realidad una vivienda familiar de diseño vanguardista
del arquitecto mexicano Agustín Hernández, conocido por su estilo de Arquitectura
Escultórica.

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