NUEVAS EVIDENCIAS
CASO A B I E R T O
NUEVAS REVELACIONES OBLIGAN A REABRIR EL CASO ADAMSKI. MEDIO SIGLO
DESPUÉS DE LA MUERTE DEL CONTACTADO OVNI, APARECEN NUEVAS FOTOGRAFÍAS
QUE APUNTAN A LA VERACIDAD DE SUS ENCUENTROS CON EXTRATERRESTRES. UN
ASUNTO QUE HA AGITADO LOS PILARES DE LA UFOLOGÍA INTERNACIONAL.
TEXTO: MANUEL CARBALLAL
eorge Adamski nació en Polonia en
G 1891. En 1893 su familia emigró a Nueva
York. Como muchos otros inmigrantes,
aprendió a sobrevivir haciendo pequeños
trabajos eventuales, hasta que en 1913 se alistó en
el ejército. En 1917 se casó con Mary Shimbersky.
No tuvieron hijos. Tras licenciarse, el matrimonio se
trasladó al oeste y Adamski continuó enlazando tra-
bajos diversos y a principios de los años 30 fundó
la Orden Real del Tíbet. Adamski se benefició de
la Ley Seca, obteniendo un permiso del Gobierno
para fabricar vino con la excusa de ser utilizado para George Adamski,
fines religiosos de su congregación. Gracias a esto el norteamericano
amasó una buena fortuna. En aquella época impar- de origen polaco que
tía, además, clases privadas de filosofía oriental y pasó a la historia
sus alumnos se referían a él como «profesor», título como el primer ser
no oficial que conservó siempre. humano que afirmó
En 1940 se establece con su esposa y algunos haber contactado con
seguidores en un rancho cerca del Monte Palomar. extraterrestres.
Gracias a las donaciones de una de sus alumnas,
Alice K. Wells, construyeron un camping al que
bautizaron como Palomar Gardens, y un pequeño
restaurante. Cuando en 1947 se pone de moda
el asunto de los «platillos volantes», Adamski lo
incorpora en sus conferencias esotéricas, afirman-
do haber observado No Identificados en muchas
ocasiones sobre su finca. Aunque en 1946 ya
aseguraba haber visto un OVNI, el 29 de mayo de
1950 tomó su primera fotografía de una formación
de seis platillos que, años después, en 1978, se
incluirían en una emisión filatélica de Grenada.
El 20 de noviembre de 1952, Adamski y varios
interesados en los «platillos» realizan una excursión
al desierto central de Arizona buscando ser testigos
de avistamientos. En un momento determinado,
avistan un objeto fusiforme en el cielo, similar a un
cigarro puro y detienen los coches. Adamski tiene
la intuición (o eso afirma) de que algo va a ocurrir y
le pide a sus acompañantes que le dejen internarse
solo en el desierto. En la distancia, sus amigos ven
a través de unos prismáticos cómo el «profesor»
se encuentra con alguien entre las rocas. Más tarde
firmarían declaraciones ante notario ratificando el
encuentro y el avistamiento.
Cuando Adamski regresa al grupo, visiblemente
excitado, relata que ha tenido un primer encuentro
con Orthon, un extraterrestre llegado del planeta
Venus. Uno de sus acompañantes saca moldes
de escayola de las huellas dejadas por el supuesto
venusiano, en las que se aprecian unos extraños
símbolos impresos en la suela de sus botas…
Adamski fue el primer ser humano en declarar
públicamente que estaba en contacto con extra-
terrestres. Y aunque ya existían cientos de fotos
de supuestos OVNIs, las naves «tipo adamski» se
convirtieron en la imagen arquetípica del platillo
volante real que se instaló en el inconsciente colec-
tivo. Un tipo de platillo volante que muchas otras
personas aseguraron haber visto y fotografiado en
diferentes puntos del planeta.
 EL OVNI DE
ADAMSKI
SU FORMA SE
CONVIRTIÓ EN EL
REFERENTE DE
LOS PLATILLOS
VOLANTES
UFOLOGÍA

¿UNA FALACIA? de Adamski es evidente, y para 1965, en Silver Spring, Maryland,

La primera vez que escuché
hablar del «profesor» George
Adamski fue a Antonio Ribera,
pionero de la ufología española.
En 1987 Javier Sierra y servidor
lo visitamos por primera vez en
su casa de Sant Feliu de Codines
(Barcelona) y, desde entonces,
cada vez que visitaba a Ribera
acompañado de otros jóvenes
ufólogos de mi generación, como
Pedro Cantó o Nacho Cabria,
Ribera siempre nos mostraba
orgulloso el modelo a escala de
los platillos volantes fotografiados
por Adamski en los años 50. No
obstante, el ufólogo mantenía un
prudente escepticismo sobre el
Caso Adamski –como todos–,
pero siempre que el tema salía
a colación, nos recordaba las
fotografías tomadas en Inglaterra
por Stephen Darbishire y Adrian
Myers, de 13 y 8 años respec-
tivamente, el 15 de febrero de
1954. El parecido con las fotos
Ribera eso siempre puntuó a
favor del «profesor»: «¿Cómo es
posible que unos niños ingleses
fotografíen las mismas naves que
Adamski, casi al mismo tiem-
po…?», sentenciaba.
Sin embargo, mi interés por
el caso concluyó poco después,
cuando, a principios de los 90,
Manny Fernández, del Ufo Pho-
toanalytical Team de Nueva York,
se ofreció a enviarme una copia
de la única filmación tomada
por el polaco. Tuve que esperar
OVNI DE semanas hasta que el paquete
DARBISHIRE cruzó el Atlántico. Pero no iba a
EL NO ser tan sencillo. Era un vídeo VHS
IDENTIFICADO QUE en sistema NTSC americano,
FOTOGRAFIARON imposible de visionar en los VHS
DOS NIÑOS ERA Pal europeos, así que fue una
COMPLETAMENTE pequeña aventura conseguir un
SIMILAR A cambio de formato. Y cuando por
LOS PLATILLOS fin, tras un mes de espera, pude
FOTOGRAFIADOS ver la famosa película de 8 mm
POR ADAMSKI. tomada por Adamski y Madelei-
ne Rodeffer el 26 de febrero de
Izquierda, George Hunt tomando los moldes de escayola de las
huellas dejadas por Orthon. Arriba, los diseños de Townsend
Brown, sorprendentemente idénticos a los platillos de Adamski.
concluí que aquello era una maldi-
ta tomadura de pelo. Y no volví a
interesarme por ello hasta 2012.
Ese año nuestro compañero
Scott Corrales publicó un turba-
dor artículo en el que recogía nue-
vas informaciones de los ufólo-
gos Jerome Clark y Ray Stanford
sobre Adamski. Stanford leyó el
primer libro de Adamski con 15
años. Le escribió, como miles de
lectores, y éste le contestó. Se
conocieron en 1956 y durante
años Stanford visitó en muchas
ocasiones al contactado en su
restaurante de Palomar Garden.
En una de esas visitas, junto a su
hermano Rex, Adamski le confe-
só que su Orden del Tíbet era un
fraude para justificar la venta de
alcohol durante la Ley Seca: «Era
un montaje. Oigan, lo importante
era hacer el vino. Se suponía que
íbamos a celebrar ritos religiosos.
Podíamos hacer nuestro propio
vino y las autoridades no podían
interferir con nuestra religión.
¡Pude hacer suficiente vino para
la mitad del sur de California! De
hecho, yo era el contrabandista
más importante de estos lares.
Entonces llegó este Roosevelt
y levantó la Prohibición». Desde
entonces, lógicamente, Ray Stan-
ford se convirtió en un severo
crítico del «contactado».
Pese a ello, en un artículo
Stanford afirmaba: «Adamski se
lo inventó en gran medida, pero
también llegué a conocer a su
técnico fotográfico, el difunto
Norman S. Kossuth, un hombre
bueno y sincero. Una noche,

ADAMSKI Y LOS SERVICIOS DE INTELIGENCIA

Gracias al Acta de Libertad de Información, actualmente podemos consultar millones de documentos descla-
sificados por la CIA y el FBI. Y en esos archivos encontramos numerosas referencias a Adamski. Para los más
escépticos, el interés de los servicios de inteligencia se limitaba a las incendiarias declaraciones del contac-
tado sobre la filosofía «comunista» y radicalmente pacifista de «sus» extraterrestres. En plena Guerra Fría, J.
Edgar Hoover estaba obsesionado con lo que él denominaba «la amenaza comunista», y ordenó espiar a cien-
tos de miles de ciudadanos americanos. George Adamski, que alcanzaba cada vez más proyección mediática,
era un objetivo lógico de su oscuros interés.
Para otros, como Paco Máñez, sin embargo, la relación de Adamski con la Inteligencia de la Armada, la CIA
o el FBI, no era fruto de la casualidad. Como tampoco que el coautor de su primer libro –y prologuista del
segundo– fuese un sobrino de Churchill. En su opinión, tras el caso Adamski se ocultaba una operación de Documento
guerra psicológica. Pero lo cierto es que el polaco siempre intentó utilizar los archivos del Gobierno para legi- desclasificado
timar su contacto. Aún hoy, en la web de su Fundación se mantiene el «informe especial nº 14» del Proyecto del Gobierno
Libro Azul, que haría alusión a un avistamiento OVNI protagonizado el 20 de noviembre de 1952 por un piloto estadounidense
de un B50 5626 Lockheed: el mismo día de su supuesto primer encuentro con Orthon. ¿Casualidad? sobre Adamski.

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Kossuth me llevó a su aparta-
mento, con algunos amigos, y
nos mostró todo el archivo a color
que Adamski supuestamente
había tomado de OVNIs. En un
momento dado, nos enseño una
película y dijo que, una vez, cuan-
do los OVNIs pasaron a plena
luz del día, pudo ver a Adamski
tomando fotos. Ahora bien, estoy
tan seguro como puedo estarlo
de que Kossuth no mintió sobre
eso. Aún así, Norman nos presen-
tó otras películas que francamen-
te consideraba como trucadas
por Adamski».
Y no solo eso. El veterano
ufólogo científico relata cómo
conoció a varios de los testigos
que acompañaban al polaco en
su primer encuentro con Orthon,
quienes le contaron lo que vieron.
Ante la pregunta de si Adamski
podía tener un cómplice agaza-
pado entre las rocas para recrear
el encuentro con Orthon, afirma:
«Williamson jura, mientras maldi-
ce a Adamski con cada resuello,
que éste no les dijo dónde ir ese
día. Betty, la esposa de William-
son, me lo confirmó antes de
morir. Una vez que llegaron al
desierto, Adamski dijo que tenía
la sensación de que Williamson
era el que tenía que dirigirlos.
Williamson me dijo que así lo hizo
y que él fue el que eligió el lugar a
donde acabaron. Así que, ¿cómo
habría podido Adamski decirle a
su cómplice donde encontrarse
con él, si suponemos que Orthon
era en efecto su cómplice?
Supongo que es posible que por
una muy grata casualidad, algún
paseante le diera los buenos días.
Pero siguen la dudas. ¿Qué hacer
con la nave nodriza que vieron?
Betty juró haberla visto. Lo único
que sé es que mis contactos con
Betty me dejaron con la impre-
sión de que se trataba de una
mujer que no mentiría sobre esto.
(…) Yo diría que es muy posible
que exista un grano de verdad
en las afirmaciones de Adamski.
Un grano muy diminuto, que
conste».
Y esa duda, la de que todo el
caso Adamski y por extensión
todo el fenómeno contacto sea
un gran fraude salpicado de
medias verdades, se instaló para
siempre en la comunidad ufológi-
ca. E incluso un investigador tan
LA
FOTO
UNA DE LAS
IMÁGENES afín a la hipótesis extraterrestre
CLÁSICAS como J.J. Benítez, escribió: «¿Y
TOMADAS POR si Adamski tuviera razón? Me he
GEORGE ADAMSKI hecho esta pregunta en muchas
QUE MUESTRA ocasiones. Y debo reconocer
UN OVNI TIPO que no sé qué pensar. No tengo
CIGARRO-PURO. pruebas de peso que borren mi
AHORA HAN SIDO desconfianza, pero tampoco quie-
SOMETIDAS A ro caer en el fanatismo pseudo-
UN AVANZADO científico de aquellos que niegan
PROCESO DE estos posibles contactos con
TRATAMIENTO seres del espacio, sin conceder
DIGITAL QUE OBLIGA siquiera la oportunidad de una ex-
A REABRIR EL CASO. posición abierta de los hechos».
Sin embargo, para la mayoría
de la comunidad ufológica no ha-
bía duda: las fotos eran un fraude.
TODOS CONTRA ADAMSKI
En 1953 Adamski publica su
primer libro: Flying Saucers Have
Landed, que se convierte en
bestseller, y lo hace rico y céle-
bre. En él se reproducen varias de
sus fotos, las actas notariales de
los testigos de su encuentro con
Orthon y las extrañas huellas que
éste habría dejado en el suelo y
de las que tomaron moldes de
escayola. El coautor, Desmond
Arthur Peter Leslie, no era un
cualquiera. Héroe de la II Guerra
Mundial como piloto de com-
Tras la publicación de sus fotografías, las naves
«tipo Adamski» se convirtieron en la imagen
arquetípica del platillo volante real, que
se instaló en el inconsciente colectivo
UFOLOGÍA
bate de la RAF, fue uno de los
pioneros de la música electrónica
y su padre era primo hermano de
Churchill. Obviamente, esto ayu-
dó a dar más credibilidad al libro.
En 1955 Adamski publica su
segundo libro: Inside the Space
Ships. El «profesor» relata sus
experiencias OVNI después del
primer encuentro con Orthon, y
a continuación cómo en sus nue-
vos contactos llega a entrar en las
naves y a viajar a otros lugares del
universo. Pero esta vez no hay
testigos, actas notariales, moldes
ni nada parecido a una evidencia.
Solo su relato. Un relato impre-
sentable. Habla de nuevos viajes
al desierto y visitas a las naves,
donde recibiría –afirma– dife-
rentes informaciones místicas y
científicas. Todas falsas.
Lo que Adamski dice que le
contaron los extraterrestres sobre
la vida en Venus, Marte, Saturno
e incluso la Luna, quizás podía
colar en 1955, pero después de
la exploración espacial de los
últimos 65 años, es inaceptable.
En cuanto a la tecnología extrate-
rrestre… todo en su relato suena
demasiado humano. Las naves
tienen palancas, botones, puertas
91
UFOLOGÍA
El tratamiento
digital de las
fotografías
tomadas por
Adamski –sobre
estas líneas–,
ha revelado
imágenes de
un platillo y del
humanoide.
correderas; incluso una enorme y
absurda lupa en la parte inferior,
con la que pueden ver lo que ocu-
rre bajo ellos. Y ante una descrip-
ción tan zafia, los ufólogos solo
se centraron en averiguar cómo
había falsificado las fotos. Todos
presuponíamos que tenían que
ser tan falsas como sus relatos,
pero quizá pecamos de soberbia.
En septiembre de 1975, Ken
Rogers, presidente de la British
UFO Society, anunció que las
fotos de las naves venusianas
estaban hechas usando la
parte superior de un enfriador de
botellas que un asociado había
descubierto casualmente en un
restaurante italiano de Londres. El
descubrimiento apareció publica-
do en la FSR nº 3-4, volumen 21.
Pero pocos días después, Frank
Nicholson, ingeniero de refrigera-
dores, fue entrevistado en la BBC
Radio News reconociendo que él
era el diseñador del ingenio, y que
se había inspirado en las fotos de
Adamski para crearlo y no al revés.
Rogers no fue el primero. Antes
y después de él otros afirmaron
haber descubierto «el truco»
92
del polaco. Ya en 1954 la revista
Yankee publicó una comparativa
de las fotos del contactado con
una maqueta realizada con un
tapacubos de un coche Chrys-
ler y tres pelotas de ping pong.
La revista Saucer News, de
Jim Mosley, dedicó un número
especial al «descubrimiento». En
1969, Frank Edwards escribió en
ERIK OLSEN
Este fotógra-
su libro Platillos Volantes, aquí y
ahora: «Tras 8 años de pacientes
investigaciones, finalmente llegué
fo y analista a la conclusión de que su nave
danés ha sido el espacial era en realidad el extremo
responsable de superior de una aspiradora fabrica-
los reveladores da en 1937».
hallazgos en las En 2012, Joel Carpenter llegó
imágenes, tras a la conclusión de que las fotos
recibir el encargo de Adamski se hicieron utilizando
de la Fundación una lámpara de gasoil Sears. La
Adamski para su empresa de candiles americana
restauración. comercializó varios diseños, muy
parecidos a las fotos del polaco.
Un sombrero de golf, un come-
dero de gallinas, naves nazis
Haunebu, un tapón de radiador,
latas humidificadoras de tabaco,
lámparas de quirófano, de teatro,
tapas de cacerolas, tapaderas
coronadas con una tetina de bibe-
rón… Se han ofrecido todo tipo
de explicaciones al fraude, pero
ahora, nuevas evidencias dan un
giro de 180 grados al caso.
¿Y si fuera verdad? A principios
de 2019 y gracias a la intermedia-
ción de Debora Goldstern, recibí
un artículo del investigador Michel
Zirger. Éste, de origen francés
pero afincado en Japón, acaba de
remover los cimientos de la comu-
nidad ufológica al publicar varios
libros reinvestigando la historia
de Adamski y aportando nuevas
evidencias. Tras conocer en Japón
a George Hugh Williamson, el
autor de los moldes de escayola
de las huellas de Orthon, y escribir
su biografía, Zirger decidió reabrir
el caso del polaco. Y entre sus
nuevas aportaciones, las más tur-
badoras son las imágenes descu-
biertas por el fotógrafo y analista
danés Rene Erik Olsen, ocultas
en las viejas fotos desechadas por
Adamski y tratadas digitalmente
por Olsen. Éste había recibido
de la Fundación Adamski varios
negativos de las imágenes origi-
nales para su mejora digital. Entre
ellas, algunas tomadas el histórico

Al someterlas a modernos procesos
de tratamiento, Olsen descubrió a
«una persona» que coincide
con la descripción de Orthon
20 de noviembre de 1952 y que
nunca se habían utilizado. Simples
fotografías del desierto. Pero al
someterlas a modernos procesos
de tratamiento de imágenes,
Olsen descubrió una «persona»,
que coincide con la descripción
que hace Adamski del supuesto
extraterrestre Orthon… ¿una
pareidolia? ¿una coincidencia?
Además, en otra de las instantá-
neas se aprecia un platillo volante
despegando.
Parece razonable eliminar la
hipótesis del fraude, porque si
Adamski hubiese sabido que tenía
una supuesta foto de Orthon,
la habría utilizado como aval de
su relato, pero nunca lo hizo. El
español José Antonio Caravaca
UFOLOGÍA
su libro Historias aeronáuticas
que nos hicieron creer en OVNIs.
Turbado por la hipótesis que yo
había lanzado en 1995 en OVNIs y
pilotos sobre el origen militar de al-
gunos incidentes ufológicos, había
realizado su propia investigación
de la historia aeronáutica no con-
vencional y el fenómeno OVNI.
Máñez asombró a la audiencia al
presentar una investigación que
dibujaba una percepción muy dife-
rente de la ufología, incluyendo el
caso Adamski.
En dicho libro, Máñez desarro-
lla la historia de los aviones de
Imagen del ala circular, alas volantes y otros
supuesto extraños artefactos aéreos cons-
venusiano Orthon, truidos desde principios del siglo
con el que Adamski XX en varios países. En cuanto a
se encontró en 1952 Adamski, se concentraba en los
y que ha revelado trabajos del ingeniero americano
el moderno proceso Thomas Townsend Brown, que
de tratamiento de comenzó a realizar experimentos
imágenes por parte sobre la relación entre los campos
de Olsen, lo que ha eléctricos y la gravedad en 1940.
reabierto el debate Pionero de la electrohidrodinámi-
sobre la veracidad ca, Brown concluyó que la forma
del caso. discoidal era la más óptima para
crear una nave de propulsión
electrohidrodinámica, y existen
muchas fotos de sus modelos de
«platillos volantes» en laboratorio,
antes incluso de que en 1947
Kenneth Arnold popularizase el
término.
Brown comenzó sus investiga-
ciones en el Laboratorio de Inves-
tigación Naval en Anacostia en
1931 y siempre estuvo vinculado
al ejército. Adamski también men-
ciona en sus libros su relación con
la armada de EEUU, y para Máñez
no puede ser una casualidad que
consultó a Olsen sobre el resulta- algunos de los modelos utilizados
do de sus análisis, y éste asegura por Brown en sus experimentos
que, a su juicio, son reales. Zinger sean absolutamente idénticos a
critica a los pioneros de la ufología las fotos del polaco: «Si Adamski
americana que siempre conside- plagió los diseños de Brown, ¿por
raron un tabú el caso Adamski. qué el científico no lo demandó
¿Cómo encajar estas nuevas evi- cuando se hizo rico y famoso
dencias en nuestra visión racional con sus fotos?», apunta. Máñez
del fenómeno OVNI, conociendo sugiere que el polaco pudo ser
sus antecedentes como falso gurú partícipe de algún tipo de experi-
y la falsedad de las revelaciones mento psicológico del ejército para
astronómicas que le dieron sus ocultar desarrollos experimentales
contactantes en los años 50? Solo con el mito extraterrestre, hasta
se me ocurre una explicación. que se les fue de las manos. Lo
que explicaría por qué la tecnolo-
¿Y SI NUNCA FUERON gía de los venusianos de Adamski
EXTRATERRESTRES? se parece más a la de un labora-
En 1999, el investigador Paco torio puntero de experimentación
Máñez tuvo la amabilidad de militar que a la que suponemos a
invitarme a presentar en Valencia los extraterrestres.
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