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MAYO
ORIENTACIONES PARA LA ORACIÓN 2012
INHABITACIÓN DE LA TRINIDAD
En ti están todas mis fuentes… (Salmo 86,7)
Vendremos a él y haremos morada en él… (Jn 14,23)
La Trinidad en nosotros constituirá y formará el primer Hogar en el cual nacen a la vida
los hijos de Dios, al calor de su Amor (CFMVD 58.
OBJETIVO DEL TEMA: Ayudar a los miembros de la Familia Misionera VD y personas que participan
de la espiritualidad Verbum Dei a conocer y convivir con la Familia Trinitaria: Padre, Hijo, y Espíritu
Santo. Y que en convivencia con nuestro Dios UNO y TRINO, podamos vivir y convivir nuestra
identidad de hijos y de hermanos, de la mano de María, nuestra Madre. Con la Trinidad hacer posible
su proyecto de familia universal.
[[En este tema hemos querido poner en contacto a los miembros del VD con textos muy especiales de nuestro
fundador Jaime Bonet. Somos conscientes que el lenguaje no siempre es fácil, y aún menos cuando hay que
traducurlo a otras lenguas. Dejamos a discernimiento de los responsables de cada comunidad el método para
trabajarlos y hacerlos asequibles a los miembros laicos de la Familia VD]]
1
INTRODUCCIÓN: UN POCO DE HISTORIA
No olvidemos que necesitamos el traje de fiesta para entrar en el banquete de la Trinidad. Desbordo
de gozo con el Señor porque me ha vestido un traje de gala… Y pidamos humildemente lo que él
mismo nos ofrece: Grita de júbilo, estéril que no das a luz… ensancha el espacio de tu tienda, no te
detengas, porque tus hijos heredarán naciones… y un pueblo de Dios formarás. Estamos ante un Dios
desbordante e incontrolable. Pero, a la vez, un Dios que todo lo controla amorosamente, porque no se
le ha ido el mundo de las manos…
2
I. LA SANTÍSIMA TRINIDAD. SÍNTESIS TRINITARIA DE JAIME BONET
SANTUARIO DE LA TRINIDAD…
Todo nuestro ser, dedicado por nuestra consagración total y exclusiva al culto de Dios, Uno y Trino5,
será el santuario más venerado y querido de perpetua adoración a la Trinidad Santísima realmente
presente en nosotros mismos. Es el monte santo en donde El quiere que le adoremos en espíritu y en
verdad6.
TEMPLO PREFERIDO…
Por la vivencia de nuestra consagración a la Trinidad somos el templo preferido de Dios, levantado en
nosotros mismos, no por mano de hombre sino por la mano del mismo Dios; construido no de piedras
preciosas de oro y de plata sino labrado en nuestra propia carne y sangre, con El escogida y con El
mismo amasada y unida en un sólo edificio en la estructura firme de su inmutable amor. Estamos en Dios
si realmente estamos en nosotros mismos -en nuestra identidad cristiana-; y estamos en nosotros
mismos cuando vivimos realmente nuestra consagración al Dios vivo que habita en nosotros.
EL PRIMER HOGAR…
La Trinidad en nosotros debe ciertamente constituir y formar el primer hogar, en el que nacen a la
Vida los hijos de Dios al calor vital de su Amor. Es la gran escuela de oración de los verdaderos discípulos
de Cristo. Ahí irrumpe dentro de nosotros mismos el surtidor de agua viva que salta para vida eterna de
muchos7; y los ríos abundantes que recorrerán la tierra haciendo brotar, a su paso, la Vida misma de
Dios en el corazón de los hombres.
1
Gn 28,17.
2
Hch 17,28.
3
Cf. Jn 17,21.23; 1 Cor 3,16; 6,19; 2 Cor 6,16.
4
Is 56,7.
5
Cf. Rm 12,1.
6
Cf. Jn 4,24.
7
Cf. Jn 4,14.
8
Cf. Sal 90,4; 2 Pe 3,8.
3
LLEVAMOS A BORDO AL PEREGRINO DEL AMOR…
En nuestro peregrinar por la tierra, llevamos a bordo al peregrino del Amor que está con nosotros
siempre. Llevamos a los que nos llevan, nos crean y nos recrean colmándonos con su triple amor. Nos
piden que lo compartamos con los Tres y con todos los hermanos. Los tres compañeros que comparten
con nosotros su pan y su vida, por su cuenta jamás se apartan de nosotros. El diálogo con Dios, la vida
de oración, es, ciertamente, el medio habitual, normal y propio del cristiano; constituye la mejor
herencia, lote y patrimonio9, el alimento y vida más rica y sustanciosa para el corazón del hombre. La
presencia amorosa de la Trinidad marca el ritmo de nuestro vivir en una tonalidad totalmente nueva y
transcendente. Su compañía es inefablemente rica y amena en cualquier camino y encrucijada de este
mundo. Es el verdadero "viático" permanente, el mejor compañero de viaje.
9
Cf. Sal 16,6.
10
Cf. Sal 37,7.
11
Cf. GS 19 y 22.
4
puede ser realización y manifestación del amor plenificante y liberador para todos los hermanos.
12
Cf. Lc 12,49.
13
Cf. Rm 5,5.
14
Cf. Hch 2,3.
15
Cf. Is 54,2.
5
II. POESÍAS DE JAIME BONET
LA INHABITACIÓN DE LA TRINIDAD
6
III. EXAMEN CON LAS TRES PERSONAS DE LA SANTISIMA TRINIDAD Y MARIA
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, con María, mi Madre amantísima, yo os adoro, os
doy infinitas gracias, os amo con toda mi capacidad de amar, con todo el amor que continuamente me
estáis regalando. Os entrego y consagro perpetuamente todo mi ser para convivir, ya para siempre, en
vuestro Amor, en diálogo eterno de íntima comunión.
Padre, Hijo y Espíritu Santo, ¿voy aprendiendo a dialogar íntimamente con cada uno de vosotros?
¿Voy percibiendo, aceptando y asimilando vuestra Palabra, Verdad y Vida, vuestros mandamientos,
consejos, insinuaciones y deseos, lo que más os agrada y es más perfecto y puro en mí, para irme
nutriendo más y más de vuestra misma Vida-Amor? ¿Sé mantenerme en este trato íntimo, círculo vital
de amor, que habéis querido establecer conmigo en mí mismo, deseando que participe plenamente y
comparta con Vosotros el convite de vuestra misma Vida y felicidad? ¿Me sé y me siento familiar
vuestro, abierto, cada día más, a vuestro Amor, con afecto filial, fraterno, esponsalicio, profundo, total y
transformante en vuestra Hoguera de Amor?
Padre, ¿me sé y me siento de verdad hijo tuyo, verdaderamente hermano de todos los hombres,
igualmente hijos tuyos? ¿Te amo y les amo con todas las consecuencias en tu mismo Amor?
Jesús, Hijo unigénito del Padre, primogénito entre todos los hombres, nuestros hermanos, ¿me sé
hermano tuyo de sangre? Y en Ti y contigo, ¿me siento hermano de todos los hombres y vivo y convivo
en Ti, como miembro responsable de tu vida y salud en todo tu Cuerpo, la Iglesia?
Espíritu Santo, Amor personal del Padre y del Hijo, Señor y Dador de Vida, Esposo, amante de mi
alma y de la Iglesia toda, ¿es ya tuyo todo mi ser y vida, todo mi amor, para compartir Vida y santidad
en toda la Iglesia? ¿Colaboro con toda fidelidad en tu labor de santificación y perfección en mí y en los
demás, en el transplante de tus dones y frutos, a cambio de los frutos de la carne, para ser cada día
más Jesús, imagen viva del Padre ante los hombres?
Padre, Hijo, Espíritu Santo y Madre querida de la Iglesia, ¿podéis ya contar conmigo para la
constitución y formación de todo el Hogar: Redención y santificación de todos vuestros hijos, mis
hermanos?
¿Vivo ya la consagración y dedicación de toda mi persona -mente, corazón y fuerzas- en plena
participación en vuestra Vida y actividad de Amor eterno y universal?
¿Es mi cuerpo vuestra morada habitual, digna y santa, centro de todos vuestros amores, casa de
oración y de comunicación con todos vuestros hijos, miembros de Jesús? ¿Es mi vida lugar de encuentro
de vuestros amigos, escuela de oración y Vida, cenáculo de "conocimientos" vivenciales y experiencias
de vuestro Amor hasta el extremo?
Padre, Hijo y Espíritu Santo, ¿esta convivencia con Vosotros, manantial vivo de inefable amor en mí
cada día más consciente y creciente, va transformando todo mi ser en vuestro mismo Amor? ¿Veis ya en
mí vuestra imagen limpia y genuina, el rostro de Jesús visible y cercano a todos los hombres?
7
gozosa y espontáneamente esta vida comunitaria con Vosotros en la comunidad de hermanos, para
irradiarla y fundamentarla sólo en vuestro Amor?
Padre, Hijo, Espíritu Santo, ¿soy ya ante los hombres sacramento de vuestro Amor trinitario,
fermento de vuestro Reino en el mundo? ¿Constituye ya todo mi ser un grito de resurrección y de
esperanza, un mensaje vivo de la Buena Nueva del Reino y un cántico feliz de gloria a Ti, Padre, Hijo y
Espíritu Santo? ¿Pondero, gusto y saboreo, al unísono con María, vuestra inhabitación en mí con un
Magnificat sin fin, lleno de júbilo y gratitud? ¿Reconstruyo y restauro en multitud de corazones vuestra
morada y convivencia para nuestra plena alegría común?
Introdúceme, Madre, entre los coros de los ángeles y bienaventurados del cielo para que, unido a los
santos e hijos de Dios en la tierra y a la creación entera, pueda mi corazón incesantemente cantar a la
Adorable Trinidad: Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de
vuestra gloria. Hosanna en las alturas. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. En el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.