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Según, Casal (2005), “el origen social de la lengua supone una nueva
implicación…ésta es la comprensión de significados”. El primer paso hacia la
descontextualización de las palabras del contexto semántico-pragmático sería
el primer paso hacia la generalización, el reconocer aquellos aspectos de la
realidad que se dan más a menudo en la vida del estudiante (Vila, 1987).
Existirían tres motivos por los que el uso de la lengua materna resulta positivo:
1) al permitir un apoyo para ir adquiriendo el nuevo conocimiento (como
andamiaje)
2) permite establecer la intersubjetividad, al poder compartir aspectos de
sus definiciones con otros compañeros que comparten la misma lengua
materna
3) se utilizaría como habla privada, como reflexión del propio aprendizaje.
Otro factor cultural que resulta conveniente para los estudiantes saber es
la existencia de un lenguaje corporal común en muchas culturas. Sin embargo,
puede haber expresiones que no poseen significado en otra cultura, o incluso,
pueden resultar ofensivas.
Según Aitchison (1999), el registro puede ser definido como las reglas
del juego que deben ser aprendidas para ser capaces de expresarnos
correctamente. En la clase de inglés, los registros usados corresponden a
situaciones informales, puesto que el contexto será siempre amistoso.
Llegados a este punto, se podría uno preguntar el fin con el que usamos
el lenguaje. La primera respuesta podría ser: para comunicar ideas y
sentimientos. Pero, esta respuesta podría considerarse demasiado simplista,
puesto, como nos han mostrado los estudios de los lingüistas, existen otras
funciones del lenguaje. Por ejemplo, los saludos no comunican ninguna idea,
son simplemente expresiones de cortesía de vital importancia que el ser humano
usa para mantener sus relaciones sociales, y también deben ser incluidos
en la adquisición de una segunda lengua.
Para Halliday (1979) el lenguaje tiene una serie de funciones: una función
ideacional, que enfatiza el lenguaje como un instrumento con el que nos
representamos el mundo, usamos el lenguaje para conceptualizar el mundo; la
función interpersonal, en la que el lenguaje se concibe como un instrumento
de transacción por el que nos representamos a otras personas, usaríamos el
lenguaje como medio para establecer y mantener relaciones sociales; y una
función textual, la cual considera el lenguaje como un instrumento de
comunicación con el que construimos frases de forma cohesionada y
coherente.
Hoy en día, la enseñanza de lenguas extranjeras ha incorporado el
potencial comunicativo y funcional en la enseñanza. La enseñaza de lenguas
se centra en el perfeccionamiento comunicativo, más que en el dominio de
estructuras. Por lo que existen una serie de implicaciones que se pueden
derivar de esta forma de ver el lenguaje: el lenguaje que se presenta a los
estudiantes debe estar contextualizado en situaciones realistas y naturales, se
espera que los estudiantes interactúen entre ellos a través del trabajo de
parejas o de grupo, para que puedan tener experiencias comunicativas, y, los
currículums académicos deberían estar organizados alrededor de nociones y
funciones que los estudiantes necesitan para poderse comunicar de forma
satisfactoria, tales como expresiones de gustos, identificar, aceptar o declinar
invitaciones, etcétera.
Aunque es cierto que hay etapas en las que las habilidades son tratadas
de forma individual, para que los estudiantes se puedan concentrar en esa
determinada capacidad, el centro de interés puede cambiar más tarde a otra
habilidad. Por ejemplo, los estudiantes involucrados en una actividad oral
comunicativa tendrán que hacer algo de escritura y lectura para conseguir la
tarea.
Como en toda técnica, además de las ventajas mencionadas, existen una serie
de desventajas (Brewster, 1992):
- Se puede llegar a necesitar mayor tiempo para realizar ciertas tareas. Es
necesario un entrenamiento en la organización del tiempo y que los
alumnos aprendan a autorregularse.
- Habrá más ruido en el aula, algo que es natural, puesto que los
estudiantes deben interactuar con sus compañeros, y para ello,
hablarán, discutirán y llegarán a acuerdos. Para evitar que ese ruido
impida trabajar a los miembros de otros grupos es necesario aprender a
interactuar de forma ordenada, por ejemplo, respetando el turno de
palabra.
- Puede que usen la lengua materna en exceso. Para ello las tareas
asignadas deben requerir un uso gradual de la lengua meta, de forma
que los alumnos poco a poco adquieran más seguridad en la lengua que
quieren aprender y utilicen sólo auxiliarmente la lengua madre.
Las funciones del profesor son múltiples aunque ello no significa que sea
el protagonista de la enseñanza en el aula de inglés. Algunas de las funciones
del profesor en el aula son las siguientes (Underwood, 1987):
- Organizador. El profesor facilita los procesos de comunicación entre los
estudiantes. Organiza las actividades comunicativas y las interacciones
entre los estudiantes.
- Animador. El profesor debe asegurarse de que, una vez que la actividad
ha comenzado, todos los estudiantes están trabajando e implicados en
la tarea encomendada. Los estudiantes deben recibir ánimos, les gusta
saber que lo están haciendo bien. Pero debe hacerlo en el momento
adecuado, y a nivel grupal, puesto que también es responsabilidad del
grupo llegar a autorregularse y a realizar las críticas y alabanzas entre
sus miembros.
- Consultor. El profesor debe estar disponible si los estudiantes necesitan
consultarle alguna cuestión acerca de la tarea asignada.
- Monitor. El profesor debería observar el trabajo que cada grupo está
realizando y registrarlo mediante anotaciones. En determinadas
circunstancias puede ser necesario que el profesor intervenga para
corregir errores recurrentes.
1.6 Consecuencias del uso del Aprendizaje Cooperativo en la Enseñanza
de Inglés como lengua extranjera
Uno de los motivos por los que resulta más adecuado el uso del
Aprendizaje Cooperativo en el aprendizaje de segundas lenguas, según Jacobs
(1988), McDonell (1992) o Crandall (1999), entre otros, es la frecuencia de
comunicación que se da entre los alumnos como consecuencia de la
necesidad de intercambiar información, en orden a conseguir las metas
propuestas. Igualmente, el entablar interacciones cara a cara con sus
compañeros de grupo, promueve la utilización de la lengua de una forma más
creativa que cuando simplemente tienen que hablar delante del resto de la
clase (Casal, 2005).
Long (1985), ya estableció una serie de ventajas del uso del Aprendizaje
Cooperativo en el aprendizaje de lenguas, como a continuación se señalan:
- el trabajo en grupo aumenta las oportunidades de practicar la
lengua objeto de estudio
- mejora la calidad de las conversaciones entre alumnos ya que la
comunicación cara a cara que se da en un grupo pequeño es una
situación natural de comunicación
- es el primer paso hacia la individualización de la educación
- promueve una atmósfera afectiva positiva
- motiva a los alumnos
Entre los modelos de Aprendizaje Cooperativo aplicado a la enseñanza
del inglés como lengua extranjera cabe destacar el modelo de Bejarano (1994),
denominado como “Un trabajo en grupos integrado”, en el que se realizó con
éxito un experimento en el que participaron alrededor de treinta grupos
(Bejarano, 1994). Según Bejarano, los resultados en el aprendizaje de una
segunda lengua están influidos por una serie de factores, tales como:
- el aprendizaje anterior
- cuestiones relacionadas con las capacidades personales
- factores afectivos como la personalidad: as actitudes, la
motivación y la ansiedad
- las oportunidades ofrecidas al estudiante para aprender
3.8.1 Introducción
5) La Educación de Lenguas
6) La Educación de Deportes
7) La Educación de Adultos
La competencia matemática
- tomar decisiones
- actuar
- extraer conclusiones
Los estudiantes deben adquirir las habilidades que les permitan llevar a
cabo sus actividades diarias independientemente dentro de su familia y
ambiente social y comprender los rasgos fundamentales de su entorno físico,
social y cultural. Deben aprender a valorar la salud del cuerpo y la higiene, así
como la conservación de la naturaleza y del entorno. Deben usar la educación
física y los deportes para impulsar su propio desarrollo personal.
Estas habilidades están divididas en una serie de objetivos educativos
que están íntimamente relacionados unos entre otros y que al mismo tiempo
constituyen la continuación de aquellos adquiridos en la Educación Infantil. Los
objetivos tienen una triple perspectiva (conceptual, procedimental y actitudinal),
y están organizados en áreas sin perder de vista su naturaleza global. Todas
las áreas contribuyen al desarrollo de las habilidades mencionadas en los
objetivos generales de este nivel.
Tal y como señala el R.D. 1513/2006, “el Marco común europeo, define
los diferentes estadios del desarrollo de la competencia comunicativa en una
determinada lengua, en función de la capacidad del alumnado para llevar
acabo un conjunto de tareas de comunicación que exigen acciones para el
cumplimiento de una finalidad comunicativa concreta en un contexto científico”.
Además el Marco delimita lo que implica una situación comunicativa, puesto
que, “requiere la utilización del lenguaje oral y escrito y el uso de recursos y
estrategias de comunicación, lingüística y no lingüísticas, pertinentes al
contexto en el que tiene lugar”. Así, el objeto del área será el aprendizaje de las
destrezas discursivas que pueden darse en contextos diferentes.
Se consideran tareas puesto que las acciones las realizan una o más
personas que deben utilizar estratégicamente sus competencias específicas
para obtener un resultado concreto. Este enfoque que está basado en la acción
tiene en cuenta los recursos cognitivos, emocionales y volitivos, además de
una serie de capacidades propias que el individuo emplea como agente social.
- Las competencias generales son a las que se puede recurrir para realizar
acciones de todo tipo, incluso lingüísticas, aunque no están relacionadas
directamente con la lengua.
- El ámbito incluiría los sectores amplios de la vida social en los que actúan los
agentes sociales.
Una de las formas para llevar a cabo este deseo ha sido la creación de
programas de educación bilingüe en los que los alumnos reciben una serie de
asignaturas en la lengua extranjera. Este tipo de programas se han venido
realizando desde los años sesenta en varios países de la Unión Europea. Sin
contar con los programas de inmersión de lengua que se han llevado a cabo
durante estos años en las Comunidades Autónomas que tienen una lengua
autonómica (Lasagabaster, 2001; Lasagabaster, 2005), en el resto de España
ha sido algo novedoso.
Existe una alta coordinación entre todos los profesores, así, por ejemplo,
los profesores de español y el profesor del proyecto realizan la planificación de
las lecciones conjuntamente para garantizar que se cubrirán los contenidos del
currículum de forma integrada.
1.8.7 diseñar las herramientas prácticas para que los alumnos compartan
objetivos y se fomente la autonomía y eficiencia.
1.8.10 cronometrador
1.8.12 portavoz