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Incluso las grandes compañías padecen de fugas que merman sus ganancias,
pero usted puede taparlas.
Reseña
¿Su compañía es un cubo con un agujero? Diferentes problemas, grandes y
pequeños, pueden generar agujeros en las utilidades de su organización. El
consultor y coachHoward M. Shore da cuenta de cómo y cuándo surgen estos
problemas y explica cómo tapar las 15 fugas más frecuentes que se relacionan con
personas, estrategia y ejecución. Sus perspicaces consejos abordan las realidades
de los negocios en un tono práctico y ameno. getAbstract recomienda el manual
de Shore como una útil lista de cosas por hacer para líderes de negocios.
Resumen
Los negocios son cubos con fugas
Todas las empresas son cubos con fugas, y tapar las fugas es un trabajo de nunca
acabar. Los presidentes del consejo, dueños y líderes séniores deben plantearse
dos preguntas: 1) ¿La empresa está ignorando una mala estrategia de negocios?,
y 2) ¿La empresa está trabajando para ganar o simplemente para no perder?
Otros dos factores fundamentales diferencian a las empresas buenas de las malas:
la calidad de sus empleados y una cultura corporativa positiva y dinámica. La
mayoría de las fugas ocurren en esas dos áreas. Para eliminarlas, contrate y
desarrolle a los mejores empleados y promueva una cultura robusta y
energizante. Como terminan por aprender todos los líderes de negocios, es
mucho más fácil llenar el cubo que mantenerlo. Llenarlo requiere la estrategia
correcta y un liderazgo fuerte.
“El paradigma del liderazgo en el que los líderes acaparan toda la información,
necesitan tomar todas las decisiones y decirle a todo el mundo qué hacer ya no
funciona en el mundo de los negocios de hoy”.
Conforme actualice su estrategia, fije prioridades y objetivos. Insista en
estándares altos y resultados logrados para cada empleado y cada año eleve los
estándares y las metas. Querrá minimizar el gasto y el tiempo necesarios para
adquirir nuevos clientes, cerrar más tratos nuevos, reducir errores, organizar al
equipo de más alto desempeño de su industria, mejorar la calidad de los
productos, así como de los márgenes brutos de su empresa, en particular por los
gastos de salarios existentes.
1. Un liderazgo pobre
Los empleados de nivel A cumplen con sus objetivos y son ejemplo de los valores
nucleares de su compañía. Los empleados de niveles B y C son de bajo
desempeño. Incluso los mejores líderes no pueden convertir a empleados B o C
en A. Los líderes efectivos tratan de contratar sólo empleados A, para empezar.
Aún cuando trate de controlar los gastos salariales –el mayor factor de costo en
la mayoría de las empresas– luche por reclutar y retener sólo al mejor personal.
“No asuma que todos los costos fijos son en realidad fijos. Comprenda qué tanto
es discrecional […] Podría tener a gente que posiblemente pueda eliminar si las
cosas se ponen duras, beneficios y prestaciones que son buenas pero
innecesarias […] así como tareas que puedan realizarse de maneras diferentes”.
Las acciones sin sentido son lo mismo que ninguna acción en absoluto. Cada
compañía necesita un propósito importante que motive a sus empleados. Aunque
toda empresa existe para hacer dinero, no debería ser su propósito.
Hacer que sus productos o servicios sean únicos es una meta casi imposible.
Mejor, ofrezca productos o servicios inusuales y concéntrese en resolver los
problemas de sus clientes de una manera especial.
“Su cultura tiene un impacto directo en la rotación […] Si no crea una cultura
sólida, probablemente no atraiga a personal de calidad”.
Para desarrollar una propuesta de valor distintiva, salga al campo, entreviste a
los clientes, averigüe qué es importante para ellos y qué es lo que quieren de sus
productos o servicios. Así, les dará lo que quieren. Asegúrese de que lo que ofrece
es inusual y que no sólo sea su mensaje de marketing.
“Lo bien que los empleados tomen decisiones y actúen en sus trincheras
determinan la rentabilidad y el ritmo de crecimiento de una empresa”.
El éxito requiere de una comunicación clara con sus clientes, empleados y demás
personas relacionadas. Una mala comunicación crea grandes fugas. Para
corregirla, aplique la filosofía SMART (por sus siglas en inglés):
“Los grandes líderes se retan entre sí para lograr el éxito y poseen rasgos de
personalidad de desempeño que incluyen la curiosidad, la humildad, la visión,
el autocontrol, el empuje y la pasión”.
Ponga atención a los ingresos y balances para seguir las métricas más
importantes: ventas, costo de bienes vendidos, márgenes brutos, gastos
generales, costos salariales, utilidades, cuentas por cobrar, inventarios, tareas en
progreso, cuentas por pagar y efectivo. También considere las medidas
principales, como la lealtad, la eficiencia laboral y demás. Monitoree una o dos
cifras que designe como críticas. Para saber qué estadísticas seguir, averigüe la
debilidad básica de su modelo de negocio e identifique la debilidad operativa
principal de su empresa. Identifique por qué pierde clientes y qué lo previene de
obtener nuevos.
Las juntas precisas le permiten monitorear los avances que se han realizado en
varios frentes. Las mejores juntas tienen que ver con decisiones por tomar,
discernir un conflicto, se centran en propósitos y no en agendas, duran el tiempo
necesario, empiezan a tiempo e incluyen a las personas correctas.
Sobre el autor
El coach de negocios y ejecutivos Howard M. Shore fundó el Activate Group
después de 20 años de ocupar puestos de liderazgo en la iniciativa privada.