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Introducción

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa y contagiosa causada por el mycobacterium


tuberculosis (basilos de Koch). Esto significa que las personas que conviven dentro y fuera de su
domicilio con un paciente que tiene tuberculosis, especialmente con la forma pulmonar pueden
infectarse.

Para sospechar tuberculosis debe realizarse una historia clínica completa, debe considerarse
antecedentes epidemiológicos (contacto con enfermos de tuberculosis pulmonar), lugar de
procedencia, cuadro clínico sugestivo y explicación física del padecimiento.

Tuberculosis

Enfermedad transmisible crónica, causada por una micobacteria.

La infección primaria por lo común pasa clínicamente inadvertida, apareciendo una sensibilidad
a la tuberculina al cabo de unas cuantas semanas. Las lesiones primarias generalmente se
vuelven inactivas sin dejar alteraciones residuales excepto calcificaciones de los ganglios
linfáticos pulmonares o traqueo bronquiales.

Agente infeccioso

El bacilo de la tuberculosis o de Koch. (Mycobacterium tuberculosis).

Otros agentes como el Mycobacterium bovis, producen con menor frecuencia la enfermedad.

Reservorio

El hombre y el ganado vacuno.

Fuente de Infección

Las secreciones pulmonares (catarro, esputo, flema) de los individuos enfermos con afección
pulmonar son la fuente de infección más importante a través de las gotitas de saliva al toser
principalmente.

La leche del ganado vacuno enfermo puede ser causa de la tuberculosis, especial de la vía
digestiva gracias a la pasteurización de la leche, esta infección es poco común.

Periodo de incubación

Alrededor de 4 a 12 semanas, desde el momento de la infección hasta la aparición de las lesiones


de la infección primaria. Sin embargo pueden transcurrir años hasta que esta infección primaria
llegue a evolucionar hacia una forma de tuberculosis pulmonar o extrapulmonar activa.

Modo de transmisión

La infección se produce casi exclusivamente a través del aparato respiratorio, por aparición de
los bacilos contenidos en las gotitas de saliva procedentes de los individuos enfermos.

Susceptibilidad
Todos los seres humanos son susceptibles a la infección tuberculosa.

Clasificación de casos de tuberculosis

La clasificación toma la localización de la enfermedad (pulmonar o extrapulmonar) y la


positividad de la basiloscopía en las formas pulmonares.

Se debe realizar baciloscopía de esputo en los casos con presunta TB extrapulmonar y que
además sean sintomáticos respiratorios.

Tipos de Tuberculosis

Tuberculosis Pulmonar:

Generalmente surge por reactivación de un foco latente que quedó de la infección inicial.

Sin tratamiento sigue un curso variable, con exacerbaciones; con la quimioterapia apropiada casi
siempre se cura. El estado clínico depende mas bien de la presencia o ausencia de báculos de
los bacilos tuberculosos en el esputo, y también de la naturaleza de los cambios en la radiografía
de tórax.

Tuberculosis Extrapulmonar:

Es menos común que la pulmonar, incluye meningitis tuberculosa, tuberculoso hematógena


aguda (miliar), que afecta los ganglios linfáticos, pleura, pericardio, riñones, huesos,
y articulaciones, laringe, piel, intestinos, peritoneo u ojos.

Diagnósticos de la Tuberculosis

Tiene como objetivo principal la detección oportuna y precoz, a través de la basiloscopía de los
casos basiliferos (que son aquellos pacientes que eliminan bacilos en el esputo) de tal forma a
instituirles un tratamiento adecuado y lograr que dejen de ser infectantes en la brevedad
posible.

La población hacia quien está orientada la detección de casos la constituyen los llamados
respiratorios: individuos de 15 años o más con tos y expectación de 15 días o más.

Síntomas de la Tuberculosis

Los síntomas más frecuentes de la tuberculosis de localización pulmonar son la tos y la


expectoración que duran más de 15 días, no responden a tratamientos sintomáticos ni a
antibióticos comunes de amplio espectro y pueden iniciarse simulando un estado gripal. Además
puede acompañarse de síntomas generales como sensación febril de predominio nocturno
(diaforesis nocturna), inapetencia (anorexia), pérdida de peso y cansancio fácil (astenia). Pueden
presentarse otros síntomas de intensidad variable según los casos: hemoptisis, dificultad
respiratoria, opresión o dolor torácico, etc.

Pruebas a realizar
Ante un paciente con sospecha de tuberculosis en el nivel periférico de le debe realizar siempre
un seriado de tres basiloscopias de esputo. Si estas son positivas, se asume el diagnóstico y se
pasa al Programa Nacional de Tuberculosis para iniciar el tratamiento, la actividad a seguir si
estas basiloscopias son negativas es variable en función de los recursos y métodos diagnósticos
posibles.

Funciones y actividades de enfermería en la detección precoz, tratamiento y seguimiento de los


casos.

La enfermería tiene un papel bien definido en la lucha contra la enfermedad, que esencialmente
es la capacitación, la supervisión, la planificación y la evaluación de las actividades atribuidas a
enfermería.

 Apoyará el cumplimiento de las funciones y calidad del servicio a través de la


supervisión, monitoreo, evaluación.

 Elaborará calendario y pautas de supervisión.

 Realizará visitas de supervisión.

 Elaborará informe de supervisión.

 Participará en el control del tratamiento estrictamente supervisado (TAES)

TRATAMIENTO

El tratamiento de la tuberculosis se realiza con combinaciones de fármacos antituberculosos,


haciendo eficaces las pautas de 10 meses de tratamiento, 6 en la primera fase de tratamiento y
4 meses en la segunda fase.

La tuberculosis es curable, pero es necesario un diagnóstico temprano (acudir inmediatamente


al médico), ya que es una enfermedad grave si no se sigue el tratamiento adecuado. En seguida,
es indispensable no abandonar el tratamiento dado por el médico porque, al suspender el
tratamiento, esta enfermedad empeora rápidamente y se favorece la proliferación de bacilos
resistentes a los medicamentos.

CONCLUSIONES

La tuberculosis sigue siendo un gran problema de salud en la mayoría de los países del mundo.

Pero en nuestro país, la tasa de incidencia de ésta enfermedad registra un paulatino y sostenido
descenso si comparamos con la situación hace más de 10 años y la actual; la mortalidad presenta
altibajos, sin embargo continúa siendo un problema importante, especialmente en las
poblaciones indígenas y rurales en áreas de difícil acceso y por atacar a las personas en la etapa
más productiva de sus vidas, es decir, entre los 15 y 59 años de edad, produciendo invalidez y
ausentismo laboral importante, con la consiguiente pérdida económica para el país.

LA TUBERCULOSIS BOVINA

La tuberculosis bovina es una enfermedad crónica de los animales provocada por la

bacteria Mycobacterium bovis (M. bovis), un bacilo perteneciente al género

Mycobacterium, que guarda una estrecha relación con las bacterias causantes de

las tuberculosis humana y aviar.

Aunque se considera que el verdadero hospedador del M. bovis es el ganado

vacuno, también se ha descrito la enfermedad en muchos otros animales

domésticos y no domésticos. M. bovis ha sido identificada en búfalos, bisontes,

ovejas, cabras, caballos, camellos, cerdos, jabalíes, ciervos, antílopes, perros,

gatos, zorros, visones, tejones, hurones, ratas, primates, llamas, cudúes, elanes,

tapires, alces, elefantes, sitatungas, órices, addaxes, rinocerontes, zarigüeyas,

ardillas de tierra, nutrias, focas, liebres, topos, mapaches, coyotes y varios

depredadores felinos como el león, el tigre, el leopardo o el lince.

El nombre de “tuberculosis” proviene de los nódulos, llamados “tubérculos”, que se

forman en los ganglios linfáticos del animal afectado.

Es una importante zoonosis (puede transmitirse al ser humano) y es una

enfermedad de declaración obligatoria.

PATOGENIA

En animales sin contacto previo con la tuberculosis:

• Foco primario o infección primaria:

Se originan reacciones tisulares en el punto en el que se asienta la bacteria.

• Complejo primario

Las lesiones del primer asentamiento (órgano de entrada) también aparecen

en los nódulos linfáticos regionales. Según su localización:

- complejo primario respiratorio (pulmones + nódulos).

- complejo primario digestivo (intestino + nódulos).


- complejo primario oronasal (tonsilas + nódulos).

• Si se detiene la evolución del complejo primario, éste se encapsula, y los

focos caseificados se calcifican por la precipitación de sales cálcicas.

• Generalización precoz

Si las defensas inmunitarias del animal son insuficientes, la infección se

extiende rápidamente a partir del foco primario vía linfohematógena. Puede

producirse una difusión intracanicular cuando penetra en los bronquios, el

intestino, las vías biliares, etc.

El cuadro más frecuente es la tuberculosis miliar, con formación de

tubérculos de edad semejante en diferentes órganos, principalmente en

pulmones, riñón, hígado y bazo.

En animales con contacto previo con la tuberculosis:

El animal que ya posee inmunidad, adquirida durante la primera infección,

responde a un nuevo contagio de forma diferente. El nuevo contagio puede deberse

a bacterias que penetran desde el exterior y a focos primarios hasta entonces

inactivos.

El conjunto de reacciones recibe el nombre de complejo postprimario. Sólo hay

difusión intracanicular (no linfohematógena), por lo que se puede originar

tuberculosis crónica en un órgano concreto (sin caseificación) sin que se produzcan

lesiones tuberculosas en los nódulos.

CONTAGIO

La enfermedad es contagiosa y se propaga por contacto con animales domésticos o

salvajes infectados.

La vía de infección habitual es la respiratoria, por inhalación de las gotículas

infectadas que un animal enfermo ha expulsado al toser o al respirar (el riesgo es

superior si están confinados).

Otra vía de infección es la vía digestiva:

• Los terneros lactantes y el hombre se contagian al ingerir leche cruda


procedente de vacas enfermas.

• Los animales ingieren saliva u otras secreciones del animal infectado (por

ejemplo, en comederos o bebederos contaminados).

Las vías de transmisión cutánea, congénita y genital son inusuales.

La enfermedad se disemina principalmente por el desplazamiento de animales

domésticos infectados asintomáticos y el contacto con animales salvajes infectados.

Un solo animal puede transmitir la enfermedad a muchos otros antes de manifestar

los primeros signos clínicos.


SÍNTOMAS Y LESIONES

La tuberculosis suele ser de curso crónico, y los síntomas pueden tardar meses o

años en aparecer. Generalmente, se manifiestan signos inespecíficos (caída de la

producción lechera y deterioro del estado general de salud).

Los signos clínicos que pueden manifestarse durante la enfermedad son muy

variados, al igual que la gran variedad de lesiones, pudiendo observarse:

• debilidad progresiva.

• pérdida de apetito.

• pérdida de peso.

• fiebre fluctuante.

• tos seca intermitente y dolorosa.

• aceleración de la respiración (taquipneas), dificultad de respirar (disnea).

• sonidos anormales en la auscultación y percusión.

• diarrea.

• ganglios linfáticos grandes y prominentes.

• a la larga, muerte.

A veces, sin embargo, la bacteria permanece en estado latente en el organismo

hospedador sin desencadenar la enfermedad.

La necrosis por caseificación de las lesiones tuberculosas es frecuente, precoz y

abundante. Muestra una consistencia pastosa y un color amarillento, variables

dependiendo del grado de calcificación de la lesión. Con el tiempo, pueden seguir


distintos caminos:

• Estabilización: sin modificación aparente durante un largo periodo (lesiones

enquistadas).

• Calcificación: las sales cálcicas precipitan sobre el caseum (pueden persistir

bacterias en latencia).

• Reblandecimiento: los focos caseosos se ablandan y posteriormente se

licuan.

EFECTOS

La tuberculosis tiene importantes repercusiones económicas, debido a las pérdidas

en la producción de leche, los decomisos de animales en mataderos, la prohibición

del movimiento de los animales y por las campañas de control y erradicación.

Aunque M. bovis no es el principal causante de la tuberculosis en el hombre (es M.

tuberculosis), las personas pueden contraer la tuberculosis bovina al beber leche

cruda de vacas enfermas o al inhalar gotículas infectivas. Se calcula que en ciertos

países hasta un 10 % de los casos de tuberculosis humana son debidos a la

tuberculosis bovina.

Hoy en día, en muchos países desarrollados se ha reducido o eliminado la

tuberculosis bovina, pero en países subdesarrollados sigue siendo una importante

enfermedad del ganado vacuno y la fauna salvaje.

DIAGNÓSTICO

Diagnóstico clínico

Es de escasa importancia en la especie bovina. Hay que vigilar a los animales con

lesiones graves, negativos a la tuberculina, que permanecen en el establo y

presentan adelgazamiento y síntomas respiratorios. También hay que vigilar a los

animales que presentan un descenso de la producción de leche.

Se puede confundir con:

• Abscesos pulmonares por neumonía por aspiración.

• Perineumonía contagiosa bovina (enfermedad con afectación pulmonar).


• Enfermedades de las vías respiratorias superiores.

• Actinobacilosis (enfermedad producida por una bacteria).

• Leucosis bovina (enfermedad que desarrolla tumores).

• Mastitis (inflamación de mama).

Diagnóstico de laboratorio

• Prueba de la tuberculina: método clásico que consiste en medir la reacción

inmunitaria tras la inyección intradérmica de una pequeña cantidad de

antígeno.

• Cultivo de bacterias en laboratorio: diagnóstico definitivo, cuyo proceso

exige, por lo menos, ocho semanas.

• Otras pruebas diagnósticas: coloración de Ziehl Neelsen, histopatología,

prueba de γ-Interferon, detección de anticuerpos (ELISA) y reacción en

cadena de la polimerasa (PCR).

TRATAMIENTO

• Rara vez se trata a los animales infectados, porque además del peligro de

contagio, resulta muy caro y prolongado, y porque el gran objetivo último es

erradicar la enfermedad.

• Los animales infectados se sacrifican.

• La pasteurización de la leche de animales infectados a una temperatura

suficiente para matar a las bacterias impide que la enfermedad se propague

al hombre.

• En el hombre, la enfermedad se trata con antimicrobianos.

PREVENCIÓN

El método habitual para controlar la tuberculosis consiste en una prueba individual

de detección seguida del sacrificio de los animales infectados.

También han resultado muy útiles para contener o eliminar la enfermedad los

programas de erradicación consistentes en:

• Examen postmortem de la carne.


• Medidas intensivas de vigilancia (incluida la inspección de explotaciones).

• Realización sistemática de pruebas individuales en los bovinos y eliminación

de los animales infectados o que hayan estado en contacto con la infección.

• Minimización del tiempo de permanencia de los animales positivos en las

explotaciones afectadas.

• Control de los desplazamientos de los animales.

En los exámenes postmortem se buscan tubérculos en los pulmones y ganglios

linfáticos. La detección de los animales infectados impide que su carne entre en la

cadena alimentaria.

Los animales no se vacunan, ya que las vacunas existentes presentan una eficacia

variable e interfieren en la realización de pruebas destinadas a erradicar la

enfermedad. En humanos, sí se practica la vacunación.

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