De acuerdo con el planteamiento, se reconoce que las empresas se encuentran en un
entorno de competitividad y globalización. De acuerdo con Abrego, Sánchez y Medina (2017) los sistemas de información (SI) son uno de los componentes más relevantes del entorno actual de negocios, que ofrecen grandes oportunidades de éxito para las empresas, ya que cuentan con la capacidad de reunir, procesar, distribuir y compartir datos de forma oportuna y de manera integrada; por tanto, podemos afirmar que con ese proceso de datos se potencializa el sistema abierto que deben tener las empresas para interactuar eficazmente con su medio porque ayudan a estrechar las brechas geográficas, permitiendo a los empleados ser más eficientes, lo cual se refleja en una mejora de los procesos, de la gestión, y del manejo de la información, dando como resultado un impacto positivo en la productividad y competitividad de las empresas. Pilar y Rodríguez (2017) citan en uno de sus artículos a Richard Scott (2004) porque este describe el surgimiento de la “teoría de sistemas abiertos”, durante la década de los 1960s, como uno de los más importantes cambios en la sociología organizacional. Desde este periodo en adelante, los estudios de organizaciones han incluido al entorno y los procesos de construcción de límites llevados a cabo por organizaciones como factores cruciales en sus análisis, y lo han hecho de diferentes maneras. Los enfoques económicos han centrado sus explicaciones en la capacidad de una organización para gestionar transacciones en formas efectivas de costos, enfatizando así la toma de decisiones interna de una organización en su relación con su entorno. De esta manera se afirma que una empresa no se puede comprender como un sistema cerrado porque sería lo mismo que tener una venda en los ojos. Las organizaciones actuales enfrentan ambientes de negocios más complejos y dinámicos, como quizás en ningún otro momento de la historia. Si una organización intenta crear políticas específicas para todas las situaciones posibles en un ambiente tan dinámico, el resultado sería con muy poco sentido práctico; por ello la importancia de ver el sistema abierto y la cultura con en enfoque estratégico. Parafraseando a Gonnet (2013) la organización no puede sumergirse en la comunidad ni subordinarse a los fines de ésta. Su cultura tiene que trascender a la comunidad (…) Si la cultura de una organización choca con los valores de la comunidad en la que trabaja, la organización debe prevalecer, de lo contrario no aportará nada a la sociedad”. Con lo anterior, considero que es más conveniente que las empresas tengan un sistema abierto para una adecuada retroalimentación de los procesos; ya que un sistema cerrado se cierra a nuevos conocimientos y esto se entiende como un freno al verdadero desarrollo y al crecimiento eficaz de todos los ámbitos empresariales. Abrego Almazán, D., Sánchez Tovar, Y., & Medina Quintero, J. M. (2017). Influencia de los sistemas de información en los resultados organizacionales. Contaduría y Administración, 62(2), 303–320. Pilar Opazo, M., & Rodríguez, D. (2017). Repensando los límites de las organizaciones por medio de la teoría de sistemas organizacionales de Niklas Luhmann. Revista MAD, (36), 21–37. Gonnet, J. P. (2013). La observación de la cultura en sistemas organizacionales. Una hipótesis. Revista MAD, (28), 34–46.