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El aprendizaje por competencias conlleva a modificar la educación, abandonando

el enfoque tradicional basado en la transmisión pasiva de conocimientos, para así


alcanzar un enfoque de formación integral que promueve competencias para la
vida y abarca múltiples dimensiones del saber.

Los estudiantes se vuelven más activos y se elimina el hecho de que solo iban
como receptores a una clase, es decir, se promueve la participación del alumno en
el aula. El aprendizaje basado en competencias permite a los estudiantes tomar
decisiones en base a lo que ya conocen y dominan, lo que fomenta un constante
desarrollo y la adquisición de conocimientos y habilidades.

Latinoamérica ha seguido esta moda o tendencia, y ya son muchas las


instituciones que han implementado el aprendizaje por competencias porque se ha
demostrado que es una buena herramienta para ayudar a la formación de los
jóvenes como profesionales y ciudadanos.

No obstante, pienso que el aprendizaje por competencias no se está


implementado de la mejor manera o de la manera correcta, y entonces aludo a lo
que dice el profesor Samuel González – Arizmendi, existe la estigmatización de
disciplinas, parece ser que algunas áreas tienen más importancia que otras, así
que uno se pregunta el motivo por el cual química o física tienen más relevancia
que la ética u otra materia, como lo mencionaba el profesor. Entonces, pienso que
desde aquí se comienzan a ver unos baches en la educación porque se está
priorizando en algunas cosas más que otras, de las escuelas están saliendo
personas con gran conocimiento en las matemáticas o química, pero también con
un gran vacío al momento de vivir en sociedad.

Acepto que el profesor Arizmendi tiene un derroche de razón, es que el mundo no


solamente necesita matemáticos y químicos, necesitamos personas capaz de vivir
de en sociedad, capaz de integrarse y entender al otro, necesitamos personas
sensibles con el mundo que nos rodea.

Ahora, en nuestro país se tienen la idea errónea de que una persona es


competente cuando termina sus estudios y tiene un gran conocimiento en áreas
de las matemáticas, pero eso es solo un estigma que ha estado con nosotros
siempre, y que, infortunadamente vamos marcando en los estudiantes desde los
primeros inicios en la educación hasta la universidad. Considero necesario
cambiar ese pensamiento y metodología, ya que creo que una persona se le
puede llamar competente cuando no solo acierta en muchas áreas, sino cuando
también es capaz de vivir en comunidad.

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