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BORGES, JESICA EVA

LA ERA DEL ÑANDU


En 1986 científicos anunciaron en un popular programa de televisión (“La noticia
rebelde”) que el científico argentino Juan Carlos Vidal (investigador del CONICET)
había descubierto una droga para el tratamiento del cáncer, la crotoxina. Dicha
droga era extraída del veneno de la serpiente cascabel; aparentemente un
tratamiento de tres meses generaba que los tumores cancerígenos desparecieran.
El problema surgió cuando el CONICET tomó conocimiento de que la droga
estaba siendo suministrada, en forma gratuita, a pacientes con cáncer, por lo cual
decidieron suspender la provisión del veneno para la elaboración de la crotoxina.
Esto indignó a los médicos y pacientes, los cuales estaban convencidos del éxito
de la droga y decidieron recurrir a los medios de comunicación.
En la entrevista los científicos mencionaron que el director del CONICET había
interrumpido el suministro del veneno, afirmando que esto era producto de un
sabotaje de los laboratorios, ya que su descubrimiento implicaba una competencia
contra sus intereses económicos, provocando el enojo de los televidentes y
haciendo de público conocimiento la existencia de una “cura contra el cáncer”.
El Dr. Vidal se convirtió en un personaje de interés para la sociedad, todos querían
saber quién era el científico argentino que había encontrado la droga milagrosa,
pero él no daba entrevistas ni declaraciones, lo cual aumentaba el misterio y la
incertidumbre en las personas.
El Ministerio de Salud, ante la repercusión mediática, formó una comisión de
oncólogos para determinar el real efecto de la crotoxina. La comisión concluyó que
el tratamiento en nada favorecía la cura de tumores cancerígenos; todo era un
engaño, incluso descubrieron que los datos habían sido falsificados por el Dr.
Vidal para hacer creer la eficacia de la droga. Finalmente el Ministerio de Salud
decide prohibir su uso. Pero estas conclusiones no convencían a los pacientes, lo
cual originó un mercado negro de crotoxina, llegando a pagar grandes sumas de
dinero por ella.
Con el tiempo y ante la falta de pruebas concretas el tema fue perdiendo
relevancia hasta desaparecer de los medios.
En 1987 el ciclo educativo “Ciencia y Conciencia”, auspiciado por la Secretaría de
Ciencia y Técnica de la Nación y conducido por Magdalena Ruiz Guiñazú, emitió
un documental llamado “La era del ñandú”, dirigido por Carlos Sorín y escrito por
Alan Pauls. El documental relataba la historia de la droga BIO-K2 descubierta por
el misterioso Dr. Kurtz, la cual provenía de los huevos del ñandú y cuyo efecto
podía alargar la vida de las personas en un 70%.
Por supuesto todo se trataba de una mentira, de una parodia a lo acontecido con
la crotoxina, pero la seriedad de quien auspiciaba el programa, su conductora y los
profesionales que aparecieron en el documental le dieron total veracidad.
Todo empieza como un rumor, nadie sabe nada concreto, se divulgaron
numerosas y contradictorias versiones (algunos decían que se trataba de un
polvo, otros de un deporte, de ventosas, de un baile, etc), pero pese a la vaguedad
de la información, los medios empiezan a darle pequeños espacios a al “noticia”.
Varios profesionales dan su testimonio, entre ellos un falso sociólogo que afirma
que para que un rumor sea exitoso, es decir para que circule, necesita de tres
condiciones: primero, tiene que venir de una fuente más o menos autorizada,
segundo, la información que aporta el rumor tiene que ser algo novedoso y al
mismo tiempo los suficientemente verosímil para que las personas lo crean,
tercero, la información tiene que concernir directamente a la vida de las personas.
Los tres extremos se habían dado con la BIO-K2.
Se pueden percibir varias similitudes en el documental con el caso de la crotoxina.
Un ejemplo es el ciclo televisivo “La noticia ya!”, que prepara un programa
especialmente sobre la BIO-K2. Asisten dos científicos que trabajan con el Dr.
Kurtz y afirman que la droga prolonga la vida humana en un 70%, que se podría
vivir más de 100 años sin problemas. Otra similitud es la misteriosa figura del Dr.
Krutz, a quien nadie había visto. Los periodistas trataron de entrevistar a la madre,
luego apareció una hija. También aparece un mercado negro de la droga, la cual
se cotizaba a precios incalculables.
La voz en off del documental menciona que la televisión “siempre atenta los
estímulos colectivos, y no tardó en tomar cartas en el asunto”. El sociólogo
menciona que cuando los medios toman un rumor lo convierten en noticia, lo
ascienden al rango de una noticia digna de interés.
Los medios tomaron un tema científico y lo convirtieron en algo sentimental;
hicieron de la BIO-K2 la preocupación dominante en la sociedad, ya no se hablaba
de otra cosa que no fuera la BIO-K2.
En definitiva, el documental evidencia la manipulación que pueden hacer los
medios de comunicación y las falsas noticias que pueden crear. También se
puede ver el ciclo que tiene este tipo de noticia: empieza como un rumor, los
medios le dan espacio y toma veracidad, incesantemente cubren páginas de
diarios y programas de televisión con el tema, buscan exprimirlo hasta la última
gota, hasta el cansancio, y de a poco el tema deja de estar en su agenda, dando
lugar a otra noticia, la cual sigue el mismo ciclo. La verdad de los hechos queda en
un segundo plano, solo se busca el interés del público exagerando lo sucedido, y
creando expectativa en lo que sucederá.
En una entrevista realizada a Carlos Sorín, él cuenta que “la gente creía que iba a
ver un programa serio. En ese momento, la TV tenía una credibilidad enorme: lo
que decía era verdad. No había ciclos como `CQC’ o `Videomach’. Como el ciclo
apeló a una forma documental en blanco y negro, la gente le otorgó veracidad.
Pero era una historia de ficción delirante”. Todo esto nos hace pensar sobre la
libertad de prensa y sus alcances, sobre la información que llega a nosotros.
En el fallo Ponzetti de Balbin de 1984 (en el cual se demanda a la editorial
Atlántida S.A. por la publicación de fotos del político Ricardo Balbín sin su
autorización), la Corte establece que “la prensa pasó a ser un elemento integrante
del Estado constitucional moderno, con el derecho e incluso el deber de ser
independientes a la vez que responsable ante la Justicia de los delitos o daños
cometidos mediante su uso…” y que no existe, en la CN, “el propósito de asegurar
la impunidad de la prensa. Si la publicación es de carácter perjudicial…no pueden
existir dudas acerca del derecho del Estado para reprimir o castigar tales
publicaciones sin mengua de la libertad de prensa”.
Además describe tres aspectos sobre la libertad de prensa:
 Derecho industrial o comercial a la prensa: es el derecho que tienen las
empresas que manejan los medios de comunicación a ejercer su industria o
comercio.
 Derecho individual a la información: es el derecho que tiene el individuo de
poder expresar sus pensamientos a través de la publicación de ideas de
cualquier tipo.
 Derecho social a la información: es el derecho a buscar y recibir
información.
En cuanto a su dimensión institucional, el ejercicio de la libertad de prensa no es
absoluto, pero tiene un valor jerárquico superior al que tienen los derechos
subjetivos individuales o sociales, los que pueden ser perjudicados con motivo de
su ejercicio.
Debido a su relevancia los constituyentes no solo la tipificarla como una libertad
individual sino que consideraron necesario rodearla de una protección superior.
La libertad de prensa no se agota en su ejercicio, sino que además fue
establecida como un instrumento indispensable para asegurar las demás
libertades y permitir el desarrollo de la democracia.
Es así como la Constitución Nacional dispone la prohibición de la censura previa
(art. 14), que el Congreso no dictará leyes que restrinjan la libertad de imprenta o
establezcan sobre ella la jurisdicción federal (art. 32) o que no podrá afectarse el
secreto de las fuentes de información periodísticas (art.43).
Todo lo antes mencionado nos hace notar el impacto que tiene en nuestra vida la
libertad de prensa y la importancia de que esa libertad no sea impune, que no
domine el resto de los derechos individuales o sociales (pese a la prohibición de la
censura previa).
Podemos pensar en numerosas noticias falsas que, con más o menos relevancia,
han sido tratadas como verdaderas por los medios de comunicación. Esto,
sumado a la rapidez con que se pasa de una noticia a la siguiente, nos hace dar
cuenta de que el real interés tal vez ya no sea informar, sino manipular a las
personas receptoras de esa información; incluso la aparición de internet como un
nuevo medio de comunicación ha sido un lugar propicio para generar este tipo de
noticias.

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