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Que es la resitencia cortante

Resistencia al corte de los suelos (1): el criterio de rotura


de Mohr – Coulomb
Publicado el 18 enero, 2013 por frankie
3: Resistencia al corte de los suelos
3.1: Criterio de rotura de Mohr – Coulomb
3.1.1. Introducción: fuerzas que actúan sobre el terreno
Resulta necesario realizar una cierta introducción general sobre las fuerzas que
actúan en el terreno, para poder definir posteriormente los descriptores
geotécnicos que se refieren a la resistencia al corte del suelo.

Las solicitaciones a las que está sometido el terreno derivan de un origen


fundamental: el campo gravitatorio. No obstante, es tradicional dividirlas en dos
clases, en función de la persistencia o no de las mismas. Así, se acostumbran a
considerar los siguientes grupos de fuerzas:
– Gravitatorias, en sentido estricto, causantes de las acciones derivadas de las
masas consideradas permanentes: peso propio del terreno, sobrecarga litostática,
empujes de confinamiento, empujes hidrostáticos…
– Cargas externas, generadas por masas cuya actuación se considera variable en
el análisis geotécnico: sobrecargas debidas a una cimentación, empujes que se
generan por la inestabilidad en un talud, gradientes hidráulicos…
En un concepto fundamental tal vez algo simplista, los problemas a resolver en
geotecnia se resumen en la determinación de la relación entre las tensiones
externas y la deformación del terreno o, llegado al extremo, su capacidad última en
rotura.

Dado que, también en sentido estricto, el suelo es un material anisótropo,


heterogéneo, y cuya deformabilidad no se adecúa al modelo de la elasticidad, el
problema podría resultar en exceso complejo para abordar soluciones en la
mayoría de los casos cotidianos que debe resolver la ingeniería geológica. Por esta
razón es razonable adoptar una aproximación simplificada, y considerar en ciertas
ocasiones que el suelo se comporta de forma asimilable al modelo de deformación
elástica, que dentro de ciertos límites el suelo puede considerarse homogéneo, y
que sus propiedades mecánicas pueden estimarse independientes de la dirección
de los esfuerzos aplicados.

Muy posiblemente estas tres simplificaciones permitan resolver la gran mayoría de


problemas geotécnicos habituales, sin que el error que de las mismas se deriva
penalice de forma sensible la seguridad de la obra o el coste de la misma.

3.1.2. Resistencia al corte de los suelos: criterio de Mohr – Coulomb,


ángulo de rozamiento y cohesión
Tal vez la contribución más relevante de Charles A. de Coulomb se relacione con su
ámbito de físico teórico al postular la ley de interacción (atracción / repulsión)
entre cargas eléctricas; no obstante, el trabajo cotidiano del Coulomb versaba sobre
aspectos más mundanos del conocimiento. Como ingeniero militar participó en el
diseño de varias fortalezas, ocupándose de forma reiterada del proyecto de
estructuras de contención.
Basándose substancialmente en trabajos precedentes de Gullaume Amontons sobre
el rozamiento entre sólidos, Coulomb propuso una teoría para explicar la presión
de tierras sobre un muro, publicada en 1776, que enfoca el problema de empujes
sobre muros considerando que los mismos se pueden asimilar a unas cuñas de
falla.
El fundamento de dicho trabajo consiste en valorar la resistencia al corte del suelo
en base a la siguiente expresión:

τ = c + σ tg φ

o, lo que es lo mismo, que la resistencia del suelo ante el esfuerzo cortante es la


suma de su cohesión y del rozamiento en el plano de rotura, y que tal
rozamiento viene determinado por el producto de la tensión normal ([1]) a dicho
plano por la tangente del ángulo de rozamiento interno del material.

Si bien el concepto cohesión ([2]) es intuitivamente asimilable, el concepto


rozamiento requiere probablemente una pequeña reflexión adicional. Nótese que la
fuerza de rozamiento depende de la existencia de una tensión perpendicular a la
fuerza tangencial o de corte, y que en caso que dicha fuerza normal fuese nula, el
rozamiento sería también nulo (sea cual fuere el ángulo de rozamiento interno).
Conviene ahora aclarar de forma sucinta el concepto “ángulo de rozamiento
interno”.

El postulado general del modelo de Coulomb propone un criterio de rotura que se


representa en el plano σ – τ (esfuerzo normal y esfuerzo tangencial
respectivamente) por dos rectas que se denominan “rectas de resistencia
intrínseca” del suelo, tal como muestra la siguiente figura:
La combinación de tensiones normales y tangenciales que esté comprendida entre
las dos rectas corresponde a un estado de tensiones posible en el que puede
encontrarse el suelo. Los puntos que resulten de combinaciones de tensiones
situadas en las rectas corresponden al límite de rotura, y los exteriores definirán
estados de tensiones más allá del límite de rotura y por lo tanto en los que no puede
encontrarse el suelo.

Resulta evidente que para un caso en que el valor de la tensión normal (σ) fuera
nulo, la fuerza resistente debida al rozamiento sería también nula, y que por lo
tanto la única fuerza responsable de la resistencia del suelo sería la cohesión, que
toma en consecuencia el valor de la ordenada en el origen de la gráfica σ – τ.

A partir de este punto, el incremento de σ conlleva un incremento directamente


proporcional de la resistencia al corte que se suma a la cohesión, y cuyo valor es
igual al producto del valor de σ en cada punto por la tangente del ángulo que forma
la recta de resistencia intrínseca del suelo con el eje σ. Dicho ángulo se denomina,
pues, ángulo de rozamiento interno.

Una analogía mecánica sencilla que permite visualizar el significado de este


ángulo de rozamiento interno consiste en considerar un plano inclinado de
inclinación variable (tal cual el plano de rotura) sobre el cual se dispone un
sólido (pongamos de una geometría regular… un paralelepípedo por ejemplo);
partiendo de la horizontal, se incrementa progresivamente el ángulo del plano
inclinado hasta que el sólido inicia el deslizamiento:
El vector peso puede ser descompuesto en dos vectores en relación al plano: a
(paralelo al plano, y correspondiente a la fuerza tangenciáo) y b (perpendicular al
mismo, correspondiente a la fuerza normal.) Si a supera a la fuerza de rozamiento
(b · tg φ), el cuerpo iniciará el deslizamiento pendiente abajo cuando la inclinación
del plano sea i = φ.
Esta teoría general de sólidos podemos extenderla a los suelos considerando que el
rozamiento entre granos aislados corresponde al ángulo φ. No obstante, la
movilización de los granos a pequeña escala no depende solo de su rozamiento
mutuo, si no de la traslación necesaria entre las partículas para posibilitar el
movimiento relativo de dos masas de suelo que deslizan una respecto a la otra,
separadas por una superficie de rotura (debido a lo cual el rozamiento interno del
suelo es superior al rozamiento entre partículas).

Por esta razón, la forma en la que las partículas que forman el suelo se encuentren
dispuestas unas respecto a otras (el empaquetamiento) es un factor fundamental
en el valor del rozamiento interno del mismo: cuanto más compacto sea dicho
empaquetamiento (y por tanto, cuanto más denso sea el suelo), mayor será su
rozamiento interno, y en consecuencia su resistencia al corte.

[1] perpendicular al esfuerzo cortante

[2] entendida en sentido estricto como la fuerza que mantiene la unión de las
partes constituyentes de un todo, y para el caso de suelos, la fuerza que atrae entre
sí a las partículas que lo conforman.
Mecánica de suelos – Resistencia al
corte de los suelos
2 de enero de 2012 Publicado por Monica González

La propiedad de los suelos soportar cargas y conservar su estabilidad, depende de la


resistencia al corte de los suelos. Cualquier masa de suelo se rompe cuando esta resistencia
es superada.

Leonards define la resistencia al corte, siendo como la “tensión de corte sobre el plano de
ruptura”, en el momento de la ruptura.

Haefeli afirma que “entre las tres propiedades principales de un suelo la compresibilidad, la
permeabilidad y la resistencia al corte; la más importante y más difícil de determinar
experimentalmente es esta última” las dos primeras propiedades son independientes de la
tercera la resistencia de corte depende no solamente de la permeabilidad, sino también de la
compresibilidad del suelo.
De acuerdo con la ecuación de Coulomb: t = c+s.tg f se puede afirmar que la resistencia al
corte de un suelo se compone básicamente de dos componentes: la cohesión y el ángulo de
rozamiento entre las partículas.
Se considera ángulo de rozamiento interno de un suelo, al ángulo que las partículas hacen
entre sí debido a las fuerzas de rozamiento. La cohesión resulta de la presión capilar del agua
contenida en los suelos. Puede también deberse a las fuerzas electroquímica de atracción de
las partículas de arcilla.

Los parámetros de cohesión y ángulo de rozamiento de un suelo no son constantes de


material. En la determinación experimental de la resistencia al corte de los suelos hay que
reproducir en la práctica tantas veces cuando sea posible, las condiciones a que será sujeto
en la realidad por la obra a implantar

Tipos de ensayo de corte


La resistencia al corte de un suelo es habitualmente determinada en laboratorio por uno de los
siguientes ensayos:
 ensayo de corte directo
 ensayo de compresión triaxial
 ensayo de compresión simple
Las muestras utilizadas para estos ensayos o bien son indeformadas o entonces siendo
deformadas, deben reproducir las condiciones se pretenden alcanzar en la obra.

Clasificación de los ensayos de corte triaxiales


Para reproducir diferentes condiciones de solicitación existentes en los macizos que se
encuentran en la vida real, los ensayos de corte se clasifican en tres grupos principales:

 ensayos lentos, o con drenaje


 ensayos rápidos, o sin drenaje
 ensayos rápidos o con pre consolidación
en los ensayos lentos con drenaje las tensiones s3 y s1 son aplicadas lentamente y con la
válvula abierta, para disipar constantemente la atención neutra.

En los ensayos rápidos y sin drenaje, las tensiones s3 y s1 son aplicadas rápidamente y con la
válvula cerrada.

En los ensayos con pre consolidación, la tensión s3 es aplicada lentamente y la tensión s1


aplicada rápidamente.

En cualquiera de los ensayos de compresión triaxial la tensión principal puede crecer o


decrecer durante corte como es el caso de una excavación o de un terraplén.
Figura: Evolución de los estados de tensión en situación de terraplén o excavación
Los valores de la cohesión y el ángulo de rozamiento de un suelo, no son parámetros
constantes del suelo pero si coeficientes empíricos que pueden variar en largos intervalos
para un mismo suelo conforme las varias y posibles condiciones de pre compresión, drenaje y
otras variables.

Ensayos de caracterización de la resistencia al corte de los suelos


1) Ensayos de laboratorio
1. Triaxial
2. Corte Directo
3. Corte directo simple
a) Ensayo triaxial: permite el control de las tensiones totales, tensiones efectivas,
tensiones neutras y deformaciones durante el corte.
– Ensayo consolidado no drenado (CU): son conocidos por ensayos rápidos;

– ensayo consolidado drenado (CD): el drenaje es permanente (siempre ocurre drenaje).


La tensión neutra es siempre nula. No se genera exceso de tensión neutra.

De esta forma las tensiones totales son iguales a las tensiones efectivas. Este ensayo se
considera un ensayo lento.
Ventajas del ensayo triaxial:

– permite el control del drenaje

– no hay ruptura progresiva

– permite el ensayo en diversas trayectorias

Desventajas del ensayo triaxial:

– dificulta en el moldeado de probetas de arena

b) Ensayo de corte directo: durante el ensayo se pueden realizar lecturas

– deformación horizontal

– deformación vertical

– fuerza cortante aplicada

Este ensayo tiene ventajas en arenas y cuando conocemos el plano donde ocurre la ruptura.
El plano de ruptura está previamente definido. La ruptura es progresiva, sucede inicialmente
en el borde de la caja y avanza hacia el centro. No hay control del drenaje.

2) Ensayos de campo
a) ensayo Vane test: consiste la rotación, a una velocidad estándar de un molinillo
(conjunto de cuatro láminas introducidas en el suelo a profundidad pretendida que gira y
permite obtener un diagrama entre el momento torsor aplicado y el ángulo de rotación.

Sondaje a percusión: ensayo de penetración dinámica (SPT); permite medir la resistencia del
suelo a medida que va siendo perforado.
https://www.youtube.com/watch?v=gyv0e3y-wM4

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