Vous êtes sur la page 1sur 37

Origen de la agricultura Entre 10 000 y 9 000 AP la mega fauna terminó por desaparecer y

quedaron bien establecidas las selvas en las tierras bajas (0 a1500 msnm), las selvas bajas
caducifolias en las planicies, y las medianas perennifolias en el lecho de los ríos. El perio
do de sequía agudo y prolongado durante la primavera también quedó bien estableci do
(Metcalfe, 2006; Pi per no et al., 2007). Los registros paleoeco ló gi cos mues tran una gran
acu mu la ción de car bón des de el su roes te de Me soa mé ri ca has ta la cos ta sur de Pa
na má, en tre 10 000 y 7 000 AP, lo que in di ca el uso sis te má ti co del fue go, ya que tal
acu mu la ción no es ex pli ca ble por la in ci den cia cí cli ca na tu ral del fue go aso cia da
con los hu ra ca nes. Asimis mo, es - tos re gis tros de no tan la pre sen cia y acu mu la ción
de po len de pas tos del gé ne ro Zea ha cia la por ción oes te (Pi per no, 2006; Pi per no et
al., 2007). La sel va baja ca du ci fo lia en el oes te de Me soa - mé ri ca cons ti tu ye uno de
los eco sis te mas más di - ver sos en el neo tró pi co, tan to en plan tas como en

Agricultura en la Antigua Grecia


La agricultura era la base de la economía de la antigua Grecia. Cerca del 80 % de la
población se dedicaba a esta actividad. Siendo una excelente tarea para el ciudadano común,
dio a luz a un estilo de vida y a unas costumbres que persistieron por toda la antigüedad
Exceptuando las ciudades de la costa de Asia Menor, Grecia presentaba unas condiciones
naturales relativamente homogéneas. Las montañas ocupaban el 80 % del espacio disponible,
y la friolera del 90 % en las islas del Egeo. Esto redujo de forma significativa el espacio
disponible para la agricultura y la cría de animales. El único suelo que quedaba era de pobre
calidad, seco y duro. Solo unos pocos terrenos como los de Mesenia se consideraron fértiles.
El clima mediterráneo se caracteriza por presentar dos estaciones: una seca y calurosa, desde
abril hasta septiembre, en la que las cuencas de los ríos tienden a secarse. La segunda es
húmeda y está marcada por violentas tormentas de lluvia traídas por vientos del oeste, con
temperaturas medias que impiden la formación de escarcha. Hay variedades de este clima. En
las montañas los inviernos eran rigurosos y la nieve abundante. En el Ática, las Cícladas, el
sur del Peloponeso y Creta, el clima era más árido que en el resto de Grecia.

Productos derivados
De la granja

Durante la parte más antigua de la historia griega, como se muestra en


la Odisea, la agricultura griega -y su dieta- estaba basada en
cereales: cebada(κριθαί / kritaí), trigo (πύρος / pýros), y, menos
frecuentemente, mijo. El término general (σῖτος / sitos), traducido
normalmente por "trigo", puede de hecho designar cualquier tipo de grano
de cereal. En realidad, el 90% de la producción de cereal era cebada.
Incluso si los antiguos griegos estaban al tanto de que el trigo poseía un
mayor valor nutricional, cultivar cebada era más fácil y a la vez más
productivo. Se ha intentado varias veces calcular la producción de grano en
el Ática, pero los resultados no han sido concluyentes.
En poco tiempo, la demanda de grano sobrepasó las capacidades de su
producción. La "estrechez" de la tierra (στενοχωρία / stenokhôría) también
explica por qué los griegos formaron colonias en el extranjero, y la
importancia que los asentamientos (cleruquías) en Asia Menor tendrían para
el imperio ateniense al controlar las provisiones de grano.
Por otra parte, la tierra griega era ideal para los olivos, que proporcionaban
comida y aceite de oliva. La plantación de olivos data de la antigua Grecia.
Plantar olivos era invertir a largo plazo: éstos tardan más de veinte años en
dar fruto, y dan fruto dos años de cada tres. Las viñas también sobreviven
en tierra seca, pero demandan muchos cuidados. Se plantan viñas desde
la Edad del Bronce.
Estas plantaciones base aumentaron con el cultivo de vegetales
(col, cebolla, ajo, lentejas, garbanzos, judías) y frutos
(higo, almendra, granada). También se producían especias
(salvia, menta, tomillo, ajedrea, orégano, etc.), así como plantas semilleras
como la linaza, el sésamo y la amapola.

La cría de animales, vista sobre todo como un signo de poder y riqueza en


las obras de Homero, no estaba de hecho muy desarrollada debido a las
limitaciones del terreno. Mientras que la [[]] estaba familiarizada con
el pastoreode rebaños, esto se redujo rápidamente como resultado de la
expansión geográfica a un terreno menos apropiado.
Las cabras y ovejas pronto llegaron a ser la inversión más común, al ser
menos difíciles de criar y proporcionar carne, lana y leche (normalmente
para hacer quesos). También se criaban pollos y gansos. Los bueyes casi
nunca se usaban como animal de carga, pero ocasionalmente servían en
los sacrificios de animales o hecatombes. Los burros, mulas y demás sí que
se criaban como animal de carga.
Finalmente, se criaban caballos en las llanuras de Tesalia y Argólida; era un
animal de lujo, y su posesión significaba aristocracia, debido a que eran
muy costosos por el escaso número que se criaban (la mayor parte de
Grecia estaba y está formada por colinas y sierras escarpadas, que son
poco adecuadas para la cría de caballos y otros equinos). Según Plinio el
Viejo, la alfalfa fue introducida en Grecia alrededor del 490 a. C., durante
la Primera Guerra Médica,1 posiblemente en forma de semillas llegadas con
el forraje de la caballería persa. Pasó a ser un cultivo habitual destinado a la
alimentación de los caballos.2 Las nubes, una comedia de Aristófanes el
año 423 a. C., ilustra ampliamente cómo los atenienses presumían de
caballos hasta el punto de la presunción: Fidípides, el hijo del protagonista,
es adicto a las carreras de caballos y por ello arruina a su padre
Estrepsíades.
La mayoría de los granjeros criaban algunos animales, como aves de
corral u otros animales de pequeño tamaño que pastaban en páramos o
comían las sobras de la comida. A veces se combinaban las actividades
propias de la granja con las de la ganadería, y muchos se especializaron en
esta última. Una inscripción menciona a un tal Eubolo de Elatia, en Focea,
que poseía 220 caballos y cabezas de ganado y al menos 1000 ovejas y
cabras. Los rebaños de ovejas se trasladaban entre los valles en invierno y
a las montañas en verano. Existían impuestos especiales para el paso de
los rebaños en las ciudades.
Otros productos
Se usaba muy frecuentemente la madera, principalmente para uso
doméstico; las casas y los carros estaban hechos de este material así como
el arado. En los grandes bosques griegos situados en las montañas
pastaban cabras, y además en allí se producía carbón de leña. Pronto
faltaron árboles y hubo que importarlos para la fabricación de
barcos (véase trirreme).
Finalmente, la apicultura producía miel, el único sustituto del azúcar que
conocían los griegos. También se usaba en las medicinas y en la
producción de aguamiel.

Trabajo agrícola

Los Trabajos y días de Hesíodo (siglo VIII a. C.) y


la Economía de Jenofonte (siglo IV a. C.) nos proporcionan información
valiosa acerca del cultivo de la tierra.
La cosecha de la oliva tenía lugar desde finales del otoño hasta principios
del invierno, ya fuera a mano o con un bastón (ver ilustración). Entonces se
colocaban en cestas y se dejaban fermentar por unas cuantas semanas
antes de ser prensadas. La prensa de tornillo, aunque Plinio el Viejo la
llamaba prensa griega(XVIII, 37), fue un invento romano algo más tardío, del
siglo II a. C. El aceite se conservaba en vasijas de terracota para usarlo
durante el año. Esta también era la época de la poda de árboles y vides, y
de la cosecha de legumbres.
La primavera era la estación lluviosa, y los granjeros aprovechaban la lluvia
para preparar las tierras de barbecho. En efecto, practicaron una rotación
bienal de cosechas, alternando de año en año entre barbecho y cultivos.
Los intentos de introducir una rotación trienal de cosechas,
usando legumbres en el tercer año, no salieron bien dada la pobreza del
suelo griego, la falta de mano de obra y la ausencia de maquinaria. Los
griegos no usaban estiércol, posiblemente debido al poco
ganado bovino que poseían. De hecho, el único abono eran las malas
hierbas devueltas de nuevo a la tierra durante el período de preparación de
barbecho.
En el verano, la irrigación era imprescindible. En junio, cosechaban con
hoces, pues no utilizaban guadañas. El trigo era trillado por los animales:
bueyes, burros y mulas lo pisoteaban. El grano resultante se almacenaba, y
éste lo utilizaban las mujeres y esclavos para molerlo y hacer pan.
El otoño era la estación más importante. A principios de esta estación se
cortaba la madera para preparar los suministros de leña para calefacción: si
el invierno era suave en la costa, era más duro en las zonas montañosas.
También se preparaba la tierra para sembrar la nueva cosecha,
deshaciendo la costra reseca que se había formado durante el verano en
las tierras de barbecho. Esto se hacía en tres pasos : se araba la tierra con
el arado de madera, ya que el arado con reja de hierro no era habitual.
Una azada de dos dientes (dikella) y un mazo completaban el equipo
necesario para romper los terrones y preparar la tierra. Se sembraba a
continuación con la técnica de a voleo (repartiendo las semillas en los
surcos con la mano ), en el barbecho del año anterior. Era también la época
de la vendimia. Los racimos son estrujados con los pies en grandes tinas y
el mosto se dejaba fermentar en tinajas.

Entre Hesíodo y Jenofonte, pasaron casi cuatro siglos, sin que se tenga la
percepción de que hubiera alguna mejora en los métodos de trabajo
agrícola durante ese tiempo. Las herramientas siguen siendo mediocres y
ningún invento facilitaba el trabajo humano o animal. Habrá que esperar a
que los romanos inventaran el molino de agua, que sustituiría la fuerza
muscular por la energía hidráulica. Ni el riego, ni el abonado de las tierras o
la ganadería progresaron. En general, los rendimientos eran pobres. Sólo
en las tierras muy ricas, como la de Mesenia, toleraban dos cosechas
sucesivas.

Propiedades agrícolas

Labrador. Copa con banda ática de figuras negras, alrededor de 530 a. C. Museo del
Louvre.
Las propiedades agrarias son poco conocidas, salvo en el caso de Atenas o
de algunas ciudades donde las fotografías aéreas han revelado rastros de
delimitaciones de terrenos. Desde el período Arcaico la tierra pertenecía a
los grandes terratenientes, como los Eupátridas en Ática. Incluso las
propiedades pueden variar de una región a otra: en Ática, las tierras están
muy parceladas, mientras que las de Tesalia se encuentran poco divididas.
Desde el siglo VIII a. C., surgieron tensiones entre los grandes
terratenientes y los pequeños agricultores, para los que cada vez era más
difícil sobrevivir. Estas tensiones se explican probablemente por el
crecimiento de la población debido a la disminución de la mortalidad,
agravada por la práctica del reparto equitativo de la tierra en el momento de
las sucesiones ( herencias ) (como se demuestra en la obra
de Homero y Hesíodo). En Atenas, la crisis se resolvió con la llegada al
poder de Solón ( -594 ), que prohibió la esclavitud por deudas y tomó
medidas para ayudar a los pequeños agricultores. Al preparar las bases
para la distribución del poder, sin embargo, fundamentó su censo de clases
en la producción agrícola.
En el siglo V a. C., siempre en Atenas, la práctica de la liturgia, obligando a
los más ricos a garantizar los servicios públicos, llevó a una reducción de
las principales propiedades. Se estima que la mayoría de los ciudadanos de
rango hoplítico poseían alrededor de 5 hectáreas de terreno. Sin embargo,
también sabemos que en el 403 a. C., la Asamblea ateniense rechazó la
propuesta de Phormisios encaminada a limitar los derechos políticos a los
terratenientes. De acuerdo con Dionisio de Halicarnaso, que se refiere a
este caso, esto hubiera llevado a privar a 5000 ciudadanos de sus
derechos, lo que representaría del 20 al 25 % del conjunto de los
ciudadanos. En Esparta, «la reforma de Licurgo» más radical, llevó a una
división de la tierra en lotes (kleroi) iguales de (10 a 18 hectáreas),
distribuidos a todos los ciudadanos. En otros lugares, los tiranos llevaron a
cabo la redistribución de las tierras confiscadas a los enemigos políticos
ricos.
Desde el siglo IV a. C., sin embargo, hay una concentración de
propiedades, incluyendo Esparta donde, según Aristóteles (política, II, 6,
1415), «la tierra está en pocas manos». Es difícil representar con exactitud
esta declaración porque tenemos muy pocos datos sobre las propiedades.
De acuerdo con Moses Finley3 los datos, publicaciones e inscripciones, se
reducen a cinco citas:

 La propiedad de un cierto Phainippos, del que se sabe que sus tierras


tienen 180 y 400 hectáreas, (pseudo-Demóstenes, 42, 5, ( 330 a. C.);
 Propiedad de Alcibíades ( 450-404 antes de Cristo. ), una extensión de
28 hectáreas (Platón, Alcibiades I, 123c);
 La propiedad de un hombre llamado Aristófanes (distinto del autor
cómico), una extensión de 28 hectáreas también, confiscada el (
390 a. C. ) por el Estado ateniense (Lisias, 19, 29);
 Una tierra donada al final del siglo V por el Estado ateniense a Lisímaco,
hijo de Arístides, con una extensión de 18 hectáreas;
 Una propiedad de 5,5 hectáreas, citada como ejemplo por el
orador Iseo por su pequeño tamaño (V, 22).
Los grandes dominios aristocráticos griegos son pequeños comparados con
los grandes latifundios romanos.
Si bien muchos autores griegos del período Arcaico hasta el período
helenístico, se quejan de los «nuevos ricos» que manejan mucho dinero, la
tierra está íntimamente ligada a la idea de la riqueza. El padre
de Demóstenes posee 14 talentos y como bienes raíces sólo tiene su casa,
pero es una excepción. Cuando el banquero Pasión hizo su fortuna, se
apresuró a comprar tierras.
Por último, una parte significativa de la tierra griega es pública y / o sagrada.
Cada ciudad posee tierras y se estima que en Atenas, en el período clásico,
estas tierras representaban una décima parte de las tierras agrícolas. Eran
propiedades de la propia ciudad, de una división administrativa (por
ejemplo, en Ática, un demo) o un templo. Se arrendaban a particulares y la
mayoría solían ser muy ricas.

Fuentes antiguas
Los Geoponici (forma latinizada del griego Γεωπονικοι ) es un término que
incluye a los autores griegos y romanos que trataron en sus obras de la
ganadería y la agricultura. Muchos libros y compilaciones (los Geoponici)
destinadas a la mejora de las técnicas agrícolas y ganaderas son
considerados por los griegos como tratados de economía.

LA AGRICULTURA Y LA GANADERÍA EN
LA SOCIEDAD ROMANA
Tanto la agricultura como la ganadería fueron un pilar muy importante para los romanos
ya que, como todos sabemos, el pueblo romano era un pueblo bélico que poseía un gran
ejército y que conquistaba una gran cantidad de nuevos territorios, lo que provocaba un
aumento de la población. Como consecuencia directa, ese ejército y ese gran número de
habitantes debían ser alimentados, lo que exigía que la sociedad romana tuviera un
sistema agrario potente. Si se observa la evolución del sistema agrario romano con la
evolución de la propia sociedad romana, desde el inicio de la Monarquía hasta la caída del
Imperio, se ve claramente como ambas van a la par.
EL SISTEMA AGRARIO DE LA MONARQUÍA (753 Ac – 509 Ac)
En sus inicios la ciudad de Roma poseía muy poco territorio a su alrededor. Estas tierras eran
propiedad del Rey que las dividía entre los ciudadanos de Roma y se las entregaba como
usufructo, es decir, las tierras eran del Rey pero éste se las concedía a los habitantes para que las
trabajasen para obtener productos. Parte de estos productos debían ser entregados al Rey como
método de pago por utilizar sus tierras. Las tierras que poseía cada familia de romanos no podía
exceder de los 5.500 metros cuadrados, y el Rey se debía encargar de que cualquier familia
romana, por muy pobre que fuera, poseyera al menos una pequeña parcela de tierra, garantizando
que se pudiera autoabastecer en caso de falta de dinero para comprar alimentos.
El sistema cambió con la llegada de la propiedad privada. Debido a una crisis económica, la
Monarquía se vio obligada a vender casi todas las tierras que poseía a los ciudadanos romanos.
Los ciudadanos de clase alta y media se pudieron permitir comprar más tierras además de las que
ya poseían, que pasaron a ser de su propiedad, mientras que los ciudadanos de clase baja se
quedaron sin tierras y se vieron obligados a trabajar en los campos que los mismos ciudadanos de
clase alta les habían arrebatado, a cambio de dinero o alimentos con los que sobrevivir.

EL SISTEMA AGRARIO DE LA REPÚBLICA (509 Ac – 27 Ac)


La República supuso un cambio en la sociedad romana muy grande, y como ya hemos dicho
anteriormente, cuando cualquier cambio importante en la sociedad romana también observamos
un cambio en su sistema agrario. En este caso el cambio se produjo a partir de la llegada masiva
de esclavos como consecuencia de los múltiples prisioneros de guerra que hacían los soldados
romanos al conquistar nuevas tierras. Como consecuencia los propietarios agrarios se dividieron
en tres grupos:
- Los Latifundistas, los Minifundistas en Roma y alrededores, y los Minifundistas en el extranjero.

LOS LATIFUNDISTAS
Los ciudadanos de clase alta que poseían grandes cantidades de tierra tenían dinero como para
poseer más tierras, pero no las poseían porque no encontraban gente suficiente como para
mantenerlas. Eso cambió con la llegada de esclavos, ya que por fin podían comprar la mano de
obra que quisieran. Los propietarios consiguieron más tierras comprándoselas a las familias de
clase media que se marchaban a las tierras recién conquistadas en busca de una vida mejor.
Como consecuencia todos los alrededores de roma estaban cubiertos de grandes extensiones de
campo que estaban repartidas entre pocos propietarios que tenían mucho poder económico. Estos
propietarios simplemente ejercían la función de ser los amos del terreno y en ocasiones de invertir
dinero en la explotación para mejorarla. Los que verdaderamente se encargaban de dirigir y
organizar las explotaciones eran los capataces, que normalmente eran amigos de la familia que
poseía el terreno pero que no tenían tanto poder económico.
En estas plantaciones se solían cultivar productos que pudieran aguantar bastante tiempo sin ser
consumidos como por ejemplo el vino, el trigo o el aceite. El producto que se obtenía se iba
guardando en almacenes hasta que se acabara la temporada de cosecha, en ese momento parte
de la cosecha se vendía, otra parte se la quedaba el amo del terreno para consumo propio, otra
parte se la quedaba el capataz, nuevamente para consumo propio y para alimentar a los
trabajadores de la plantación, y una última fracción de la cosecha debía ser entregada al Estado a
modo de impuesto.
En el medio de las plantaciones se ubicaba la Villa Rustica, que era el centro neurálgico de la
plantación. Esta villa se dividía en dos partes: La parte de los trabajadores, y el edificio de los amos
del terreno. En la parte de los trabajadores encontrábamos los almacenes (silos, graneros, etc.),
los recintos para animales (pocilgas, gallineros, cuadras, etc.), la casa del capataz y su familia y el
edificio de los trabajadores (esclavos o ciudadanos libres empobrecidos), uno o varios hornos para
hacer pan, pozos de agua, y talleres de artesanías. Además esta parte de la casa contaba con un
pequeño huerto con vegetales y árboles frutales, pero los productos que se obtenían de
dicho huerto no eran usados para venderlos, si no para consumo propio de los habitantes
de la villa. En ocasiones, si la villa se hacía muy grande porque había muchos
trabajadores se construían pequeños altares en los que honrar a los dioses, para que los
habitantes de la plantación pudieran cumplir con sus obligaciones religiosas.
La otra parte de la villa era la “casa de campo” de los amos del terreno. La familia de clase alta que
poseía las tierras vivía todo el año en Roma o en grandes ciudades, que a menudo estaban un
poco lejos de las plantaciones. La casa de la villa les servía de alojamiento en verano, ya que en
esa estación del año los romanos adoraban retirarse al campo ya que hacía más fresco que en la
ciudad. Sumando todas las partes de la villa deducimos que eran bastante grandes, al menos la
mayoría. En ocasiones las villas eran tan bulliciosas y había tal cantidad de edificios que parecían
pequeñas ciudades.

LOS MINIFUNDISTAS DE ROMA


Los minifundistas de Roma o de otras grandes ciudades de alrededor de Roma eran familias de
clase media que, en vez de trasladarse a los territorios recién conquistados, se quedaban con sus
vidas humildes sabiendo que jamás tendrían el dominio que tenían los grandes terratenientes. Sus
plantaciones eran pequeñas, y se situaban cerca de sus viviendas, lo que daba a lugar a pequeñas
masías, que eran como las villas de los latifundistas pero a menor escala. El territorio se dividía en
dos: la parte edificada y la parte de cultivo. La parte edificada poseía la casa de la familia, un
pequeño establo y un pequeño almacén. La parte cultivada normalmente se dividía en dos, la parte
de los productos perecederos (frutas, vegetales, hortalizas) y la parte de los no perecederos
(olivos, viñas, etc.).
Como podemos deducir, la producción de estas plantaciones era mucho menor que la de los
latifundios. La mayoría de la cosecha se destinaba a la venta en la ciudad más cercana, aunque la
familia propietaria se quedaba una parte para consumo propio.

LOS MINIFUNDISTAS DEL EXTRANJERO


A medida que las tropas iban conquistando nuevos territorios, estos debían ser ocupados por
ciudadanos romanos o por soldados retirados, haciendo que el territorio recientemente conquistado
se neutralizara y se amalgamara rápidamente dentro de la cultura romana para evitar posibles
insurrecciones. En Roma y sus alrededores se impulsaba que la gente de clase media o baja que
no tenía un futuro viajara y se estableciera en esos nuevos territorios. Para ello se les prometía que
allá dónde fueran poseerían tierras que les serían entregadas de manera gratuita. De esta manera,
las familias pobres dejaban todo lo que tenían para arriesgarse marchando hacia un futuro incierto.
Se establecían de la misma manera que lo hacían los minifundistas de Roma, pero en este caso en
ciudades lejanas. La mayoría de estas familias triunfaban en el extranjero, sobre todo las primeras
que se marcharon, ya que se encontraron con tierras vírgenes, con gran capacidad de explotación
y además como los territorios a los que iban eran territorios conquistados bélicamente, en esas
zonas había gran número de prisioneros de guerra. Los jefes del ejército vendían estos prisioneros
muy baratos a los minifundistas, ya que tener a dichos prisioneros esclavizados y trabajando
constantemente les permitía tenerlos controlados y, de nuevo, evitar insurrecciones. Gracias a
estos esclavos conseguían más beneficios, con dicho beneficios conseguían más tierras y más
esclavos, y así conseguían una gran fortuna. Aunque ya hemos mencionado que era un viaje
arriesgado, ya que dejabas todo lo que tenías atrás y no estaba asegurado que en el nuevo
territorio hallaras fortuna. Muchas familias que marcharon se arruinaron y se tuvieron que poner a
disposición de familias adineradas que los protegieran.
Estos propietarios ejercían una fuerte competencia contra los propietarios romanos, ya que
muchos de los productos que cultivaban en las nuevas tierras eran, o bien de mejor calidad, o bien
más baratos que los que se vendían en Roma. Este es el caso de las ciruelas y aceitunas de
Hispania, el vino de la Galia, el trigo de Sicilia y Egipto, entre otros.

LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS


Los fuertes cambios de la sociedad durante la República también influían en la agricultura como
hemos dicho antes. Los agricultores se esforzaban por idear nuevas técnicas o inventos que
permitieran producir más de forma más rápida barata, si a eso le sumas la llegada de inventos
nuevos de culturas lejanas que llegaban como producto de las conquistas se produce una
explosión de nuevas invenciones y herramientas que facilitaban el trabajo, es el caso de la
segadora (heredada por las tribus galas), los nuevos sistemas de regadío (heredados por las tribus
del norte de África), tipos de arado, tipos de molino, etc. Aunque hay que admitir que el invento
más importante para la agricultura mundial a lo largo de los siglos y hasta nuestros tiempos fue
invención suya, el “arado romano”.

EL SISTEMA AGRARIO DEL IMPERIO (27 Ac – 476 Dc)


La llegada del imperio significó la llegada de la paz y de una cierta tranquilidad para la sociedad
romana, que se estabilizó. La agricultura siguió prácticamente igual que cuando finalizó la
República durante toda la época imperial, ya que el sistema establecido ya les iba bien y las
tecnologías ya se habían desarrollado mucho durante los siglos anteriores. Cabría destacar que,
cerca del momento de la caída del Imperio, los grandes terratenientes, ante la incertidumbre y el
miedo a perder dinero, decidieron dividir sus enormes parcelas y vendérselas a familias de clase
media.

¿QUÉ SE CULTIVA?
Los agricultores romanos se aprovechan de la gran variedad de especies que ofrece el terreno
mediterráneo y cultivan productos de todo tipo. Los cereales son uno de los pilares básicos de su
agricultura, cereales como el trigo, la cebada, la avena o el mijo. Plantan numerosos olivos y viñas.
También se ocupan de los árboles frutales: sobretodo higueras, manzanos, ciruelos y perales, y de
las hortalizas: coles, lechugas, zanahorias. Además también se ocupan de las legumbres: lentejas,
habas, y de los campos de especias, ya que la diversidad de especias mediterráneas es un pilar
básico de la cocina romana.

LA PREPARACIÓN DE LA TIERRA
Para labrar la tierra los agricultores romanos utilizan un arado tirado por bueyes. La labranza se
realiza en tres pasadas: La primera para remover la tierra y arrancar malas hierbas, la segunda
para airear la tierra y permitir que la lluvia penetre en la tierra, y la tercera y última para realizar los
agujeros donde se sembrarán las simientes. La labranza se hace con la ayuda de bueyes, caballos
de carga o mulas.

LOS CULTIVOS MÁS IMPORTANTES


Toda la agricultura era muy valorada por los romanos como un pilar básico de su sociedad, pero
algunos productos agrícolas era más importantes que otros. Los productos básicos eran:
 TRIGO: Era el cultivo más extendido. Para los cultivadores de este cereal, el verano es
importante, ya que es cuando se realiza la siega. El trigo es cortado con guadaña o con
segadora (invento galo), esta última funcionaba con la ayuda de algún animal de carga. El
siguiente paso es separar los granos de la vaina, para eso las espigas se extienden en el suelo
de la villa y son pisoteadas por esclavos y bueyes. Esos granos son llevados al molino para
fabricar harina. Las ruedas de los molinos giran gracias al esfuerzo de esclavos, animales o,
en raras ocasiones, gracias a la fuerza hidráulica. Con esa harina se fabrica pan, pieza clave
de la alimentación romana, de ahí la importancia del trigo.
 UVA: Los romanos son grandes amantes del vino. Lo descubrieron de la cultura griega y lo
importaron a su país por su sabor y su capacidad de “alegrar” la vida. En otoño, los viticultores
recogen las uvas. Estas se introducen en grandes recipientes parecidos a pequeñas piscinas y
tres o más esclavos se introducen en ellas. Con sus pies y ayudados de bastones aplastan los
granos extrayendo su zumo. Normalmente la pisada de uvas se hacía al son de la flauta o del
tambor, para que un simple trabajo se convirtiera en una alegre danza que animaba a los
esclavos a pisar más rápido y más fuerte. El jugo recolectado se deja fermentar hasta que el
azúcar se convierte en alcohol. El vino es transportado en ánforas de barro o en barriles de
madera (nuevamente, invento galo) hasta los mercados de las grandes ciudades. Otra cosa
que le suma importancia al vino es que de él se extrae el vinagre, que aparece en una gran
cantidad de recetas romanas.
 ACEITE: La recolección de las aceitunas se hace a través del típico vareo. Los esclavos, con la
ayuda de largos palos, se dedican a varear las ramas de los olivos para arrancar las aceitunas,
que caen al suelo. Estas son recogidas y se llevan a los lagares de piedra, movidos a mano,
donde se prensan y se les extrae el aceite. Su masiva elaboración era clave debido a que,
naturalmente, se usaba en la cocina, y a que con este se alimentaban las lámparas que
proporcionaban luz.
 MIEL: La apicultura estaba muy extendida entre los romanos ya que poseía una gran
importancia para ellos. Los romanos no conocían ni la remolacha ni la caña de azúcar, por esa
razón la miel era tan valorada, porque era el único edulcorante conocido. Además, de los
panales se extraía cera, crucial para la elaboración de velas o las famosas tabela cerae, tablillas
de cera en las que se escribía.

LA GANADERÍA
La ganadería, como consecuencia de la gran importancia de la agricultura, también ganaba un
puesto de vital importancia en la sociedad romana. Los propietarios de ganado se podían
diferenciar entre los propietarios que tenían más de un tipo de ganado (la mayoría) y los que se
especializaban en tan solo un tipo de ganado, por ejemplo los équites, que eran ciudadanos
adinerados que se encargaban de cuidar a grandes grupos de caballos para cuando fueran
necesitados para la guerra, estos estuvieran listos y sanos. A cambio de este trabajo, el Estado
libraba a los équites de tener que pagar determinados impuestos. La mayoría de los ganaderos
compaginaban esta actividad con la agricultura en mayor o menor medida.
La vida del esclavo pastor era una de las mejores que un esclavo podía tener, ya que cuando
llegaba la temporada de los buenos pastos, en primavera y verano, mientras sus compañeros se
quedaban trabajando de sol a sol en los campos él se marchaba con sacos de provisiones y con su
ganado a lugares lejanos donde los pastos fueran verdes y frescos, para regresar a principios de
otoño, cuando se efectuaban las matanzas y se esquilaba a las ovejas.
Al igual que en la agricultura, el terreno mediterráneo ofrecía a los romanos muchas especies con
las que llevar a cabo la ganadería y obtener un buen producto. Los tipos de ganado eran:
 Ganado bovino (vacas, bueyes): Se utilizaban para tirar de los arados, para prensar los granos
de cereal, para obtener carne y leche.
 Ganado ovino (ovejas): Se utilizaban para obtener carne y lana.
 Ganado porcino (cerdos): Se utilizaban para obtener carne.
 Ganado caprino (cabras): Se utilizaban para obtener leche.
 Ganado equino (caballos): Se utilizaban para tirar de arados y carruajes y para la guerra.
 Avicultura (Aves): Se criaban todo tipo de aves: patos, gallinas, ocas, gansos, etc.
 Cunicultura (Conejos): Se utilizaban para obtener carne.
 Apicultura (Abejas): Se utilizaban para obtener cera y miel.

OTOÑO, EL MES DEL TRABAJO


Para los agricultores romanos otoño era el mes que poseía más cantidad de trabajo, ya que casi
todas las actividades más importantes se llevaban a cabo durante ese mes. En otoño se hacían las
matanzas, era el momento de embutir y preservar la carne, se esquilaba a las ovejas, se recogía la
uva y se prensaba, se vareaban y prensaban las aceitunas, se segaba el trigo, todo debía estar
listo antes de la llegada del invierno. En los demás meses del año los trabajadores construían o
reparaban las instalaciones, arreglaban o renovaban sus herramientas, preparaban y sembraban
las tierras, tejían cestos o telas, fabricaban nuevas colmenas, y además, dependiendo de las
necesidades, los esclavos realizaban artesanías como la forja, la carpintería o la alfarería. Por eso
se podría decir que todo agricultor romano era agricultor a la vez que artesano.

La importancia de la agricultura en Mesoamérica:


En las primeras civilizaciones en todo el mundo, la invención de la agricultura trajo
consigo la fuente de energía utilizada para sostener a los pueblos y crear la
propiedad y el poder. En la práctica, casi la mitad de la actual población mundial
vive directamente de la producción de alimentos. Pero, partiendo del poder que la
agricultura otorga a la gente ¿por qué los granjeros cedieron la autoridad sobre
sus vidas a dirigentes que exigían trabajo, impuestos y conscripción militar entre
otras cosas? La relación entre los dirigentes políticos y las elites por un lado, y la
gran mayoría de personas por otro, constituye una negociación constante en la
civilización. Los dirigentes deben justificar de forma continua su autoridad
proporcionando beneficios concretos o convenciendo al pueblo para que confíen
emocional e intelectualmente en su papel. Normalmente, llevan a cabo lo último
estableciendo y sosteniendo creencias y valores compartidos. En la Biblia, el
profeta Samuel advirtió al pueblo de Israel que un rey les gravaría con impuestos,
enviaría a sus hijos a morir en batallas y tomaría a sus hijas como criadas. Ellos
de todos modos querían un rey, en primer lugar para consolidar las tribus
militarmente y llevarles a la victoria sobre sus enemigos en Canaán. Por el
contrario, el faraón del antiguo Egipto era considerado divino. El faraón era el
responsable principal de la prosperidad de la agricultura, que mantenía
mágicamente haciendo que el río Nilo creciera para irrigar y fertilizar los campos.
Los faraones también pusieron en marcha proyectos de irrigación para extender la
zona en la que crecieran los cultivos. Cuando el río dejó de crecer y la sequía
cubrió el norte de África en el III milenio a.C., el gobierno de los faraones fue
derrocado por las turbas hambrientas. Los gobernantes, por tanto, proporcionan
un importante servicio a aquellos a quienes gobiernan. Aunque el pueblo pueda
concederles ciertos poderes individuales, se beneficia del poder colectivo que
otorga a sus gobernantes. Mientras se sostenga el poder colectivo, el pueblo sigue
a sus dirigentes. Las antiguas civilizaciones de Mesoamérica (una región que
corresponde hoy en día a México y a la mayor parte de Centroamérica)
proporcionan un ejemplo más de cómo y por qué el pueblo cambia a sus
gobernantes para mantener su forma de vida.
Alrededor del año 300 a.C. los valles secos y fríos y los bosques tropicales
húmedos de la antigua Mesoamérica estaban moteados de granjas y pueblos. Los
gobernantes habían presidido durante siglos los centros ceremoniales en las
montañas y en los llanos. Desde la primera gran civilización de la zona, la olmeca
(c. 1500-c. 600 a.C.) hasta sus civilizaciones sucesoras en las actuales repúblicas
de México y Guatemala, la agricultura organizaba el trabajo social, determinaba la
propiedad y generaba riqueza. El mundo mesoamericano era eminentemente
agrícola. Su pueblo no sólo contaba con la agricultura para alimentarse, sino
también dependía de los productos agrícolas para su comercio, relaciones e
instituciones políticas. Los primeros gobernantes de Mesoamérica pretendían serlo
por mandato divino, pero justificaban la existencia de sus gobiernos basándose en
razones prácticas. Establecían redes comerciales e intercambios con iguales.
Cuando la sequía o enfermedades de las plantas amenazaban con la escasez, el
pueblo de Mesoamérica podría haber confiado en sus reyes para importar la
comida que les permitiese sobrevivir. Y gestionaban la prosperidad agrícola
enfocándola a programas públicos que creaban formas de producción mejores y
más intensivas. El gobierno, con estas acciones, constituía una forma de reducir
los riesgos inevitables que afrontaban los granjeros y sus cultivos.
Un mundo de granjeros:
Para entender el auténtico significado de las civilizaciones agrícolas que
dominaron Mesoamérica, debemos entender primero qué tipo de campesinos las
formaban, y cuáles eran sus cultivos principales. Pero ¿cómo podemos saber lo
que cultivaban estos pueblos en épocas antiguas? Aunque las plantas han
desaparecido hace mucho tiempo, los arqueólogos pueden detectar sus restos
mediante varios métodos. Excavando zonas donde la gente vivía y cultivaba, los
arqueólogos encuentran restos carbonizados de sus cosechas. Además, los
análisis microscópicos de muestras de tierra tomadas de las excavaciones,
pueden detectar el polen generado por especies concretas de plantas. En suma,
algunas plantas producen minúsculos objetos minerales llamados fitolitos en el
lugar donde crecieron. Estos minerales permanecen en la tierra donde pueden ser
detectados más tarde. Con estos indicios, surge un 'menú' común de los
principales alimentos de la región. Los mesoamericanos eran campesinos
notables. Las plantas que cultivaban incluían no sólo las de uso corriente como el
maíz, los frijoles, y la calabaza, sin también una amplia gama de otras verduras y
frutas populares, como los tomates, los aguacates y la piña. Producían también
una serie de plantas comestibles menos familiares, como el amaranto, una de las
plantas favoritas de los aztecas y el mamey, un árbol frutal tropical. También
cultivaban chiles, que es uno de los condimentos más ampliamente utilizado en
todo el mundo hoy en día y una fuerte muy valiosa de vitaminas. Al igual que
existía un menú común de comidas favoritas, también había un mercado común
mesoamericano para los productos agrícolas comercializables. El algodón era un
importante cultivo y se intercambiaba en toda la región en forma de ropa tejida y
bordada. Semillas de cacao, utilizadas para hacer chocolate, eran domesticadas
en los bosques de las tierras bajas y en las márgenes de los ríos en la península
de Yucatán. El chocolate tenía tal demanda en todo el periodo, que la semilla del
cacao constituía una moneda de cambio. Otros cultivos especializados, como el
maguey, un cacto utilizado para hacer un tipo de cerveza, también eran objeto de
comercio. En resumen, los mesoamericanos comercializaban los cultivos para
intercambiar por productos no agrícolas tales como la obsidiana volcánico y las
piedras preciosas verdes, utilizadas en decoración, joyería y como numerario.
Comida a cambio de cultura:
La enorme variedad y valor de las plantas que los mesoamericanos domesticaron
permitió la fundación durante 3.000 años de civilizaciones soberanas. Las plantas
no solamente alimentaron a las crecientes poblaciones y aprovisionaron su
economía, sino que influían en lo que pensaban los mesoamericanos respecto al
poder político y al orden social de la civilización. Conocemos esto por la imaginería
vegetal, los símbolos de la lluvia y otros temas relacionados con la agricultura
abundan en el arte público encargado por los reyes y otras elites. Los artistas y
artesanos olmecas y de las civilizaciones que les sucedieron desarrollaron una
magnífica muestra de imágenes y símbolos que no sólo ilustraron creencias
religiosas sino que reforzaban estas creencias emocional e intelectualmente en la
población en general. Los olmecas y los pueblos mayas de las tierras altas
esculpieron grandes esculturas y estelas (piedras erectas que retrataban a sus
reyes, dioses y escenas mitológicas). En las tierras bajas mayas modelaban y
pintaban imágenes de los dioses y reyes en estuco y sobre los laterales de las
pirámides y los templos. En todas las zonas de Mesoamérica, los artistas
esculpieron pequeñas imágenes en piedras preciosas verdes, conchas y otros
materiales. En suma, los alfareros modelaban, labraban y pintaban imágenes
sobre vasijas de cerámica. Para comprender lo que significan estas imágenes, los
arqueólogos buscan indicios al tiempo que buscan indicios en el suelo para
determinar lo que cultivaban los mesoamericanos. Desentrañar el significado de
las imágenes y los símbolos requiere vincularlos a las ideas. A veces las imágenes
son directamente representaciones de fenómenos naturales, como gotas de lluvia
cayendo de las nubes o representaciones del maíz. Pero los arqueólogos a
menudo deben trazar una imagen o símbolo de un tiempo lejano para un símbolo
similar utilizado siglos más tarde y cuyo significado es conocido por las
declaraciones escritas o por las explicaciones orales recopiladas por los
españoles. El dibujo que emerge de estas imágenes es el de una sociedad rica y
compleja, dominada por la agricultura. Las antiguas civilizaciones de Mesoamérica
eran, como cualquiera de las civilizaciones antiguas, grandes sociedades
integradas por miles de individuos administrados por gobiernos formados por
especialistas políticos, religiosos y militares. En el caso de los olmecas, y
posteriormente los mayas de las tierras bajas, que emergieron en el 500 a.C. tras
un largo período de desarrollo, tenemos la evidencia de que estos gobiernos
estaban encabezados por individuos ejemplares llamados K'ul Ahaw (‘Señores
Santos’). Estos gobernantes legitimaban su autoridad no sólo poniendo en marcha
servicios reales para la plebe, tales como la seguridad militar y la administración
pública, sino también apelando a las creencias religiosas y valores comunes que
eran la justificación de que su autoridad era divina. Los reyes de la antigua
Mesoamérica eran considerados seres mágicos o chamánicos, capaces de
transformarse en jaguares, pájaros y otros seres sobrenaturales. Con esa forma,
luchaban contra sus enemigos, ofrecían sacrificios a los dioses y hablaban con
sus antepasados. Sin embargo, dada la importancia de la agricultura para estos
pueblos, la tarea religiosa más importante de los reyes era asegurar que lloviera
en su tiempo y que las cosechas prosperasen. La agricultura aparece de forma
destacada en la mitología maya. Los mayas creían que el mundo había sufrido
varias destrucciones y renovaciones. La última renovación, después de una gran
inundación, la lograron los antiguos dioses, liderados por un dios llamado Hun-Ye-
Nah (Un Maíz [revelado]), denominado asimismo Seis-Señor-Cielo. Este dios
permitía que le sacrificaran los dioses de muerte para que pudieran renacer en
forma de planta de maíz. La Señora-Diosa-Blanca, la diosa madre, modeló la
carne de los primeros seres humanos a partir de la pasta de las semillas de Un
Maíz. Sin embargo, el origen de su mundo se debía directamente a uno de sus
más importantes cosechas y alimentos. A través de la historia de la civilización, los
soberanos mayas se autorretrataron como este dios y su compañero, Chac, el
dios jaguar de la lluvia y de la guerra. Utilizando este sistema de creencias
compartidas, los reyes mayas legitimaban además su autoridad. Aunque los
mayas no sólo se dedicaban a la agricultura, sino que usaban las experiencias
diarias de siembra, recolección y preparación de la comida como sus más
sagradas metáforas para el poder religioso y político.
Las montañas de la creación:
Incluso las grandes pirámides mayas, decoradas con elaborada imaginería
religiosa, están directamente ligadas a la agricultura. En un episodio de la historia
de la creación de los mayas, el dios Un Maíz renace retoñando sobre una
montaña sagrada. Las tierras altas mayas tenían montañas reales, algunas de las
cuales eras volcanes majestuosos. Estas montañas, por otra parte, estaban
distantes de las tierras bajas mayas y solamente se llegaba a ellas después de
largas jornadas a través de espesos bosques. De este modo los mayas de las
tierras bajas construyeron montañas artificiales casi con la forma de pirámides
sagradas, que son llamadas literalmente 'montañas' en los glifos mayas. Había
montañas de alimento, a las que se referían como 'montaña de auténtico maíz
verde'. Había montañas desde las que las almas eran traídas del mundo de los
dioses y antepasados para nacer en este mundo. Sobre todo, sin embargo, los
mayas utilizaban sus pirámides y los templos elevados como lugares donde
coronaban a sus reyes y sitios donde los reyes intentaban comunicarse con
dioses, sacrificaban a sus enemigos y bailaban con las reinas, las cortesanas y
sus vasallos en las grandes fiestas públicas. Los campesinos mayas de las tierras
bajas construyeron plataformas de estuco como lugares de adoración desde al
menos el 700 a.C., durante el apogeo de la civilización olmeca. Durante dos siglos
construyeron grandes pirámides de 18 m de alto, en centros ceremoniales en los
bosques escondidos del norte de El Petén (Guatemala), en lugares que ahora se
llaman Nakbe, Guiro y Tintal. Pero el mayor centro de estos en la región era El
Mirador, fundado probablemente en el 500 a.C., pero la mayoría de sus pirámides
fueron construidas entre el año 200 a.C. y el 200 de nuestra era. El Mirador era la
mayor y probablemente la más poderosa capital religiosa y política de toda
Mesoamérica entre el año 200 a.C. y el año 100 de nuestra era. El mayor grupo
arquitectónico de El Mirador es El Dante, de 300 x 250 m en su base, y que se
eleva en una serie de inmensas plataformas y pirámides hasta una altura de más
de 60 m. El Dante mira hacia el oeste, en dirección a otra gran pirámide, El Tigre,
a unos 2 km de distancia. Con unas dimensiones de 126 x 135 m en su base y 55
m de altura, El Tigre es seis veces más grande que la pirámide más alta de la gran
capital maya de Tikal, que floreció mucho después. Alrededor de estas grandiosas
pirámides de El Mirador hay más pirámides y decenas de palacios y templos. Los
mayas en ocasiones llamaban a sus pirámides casas mágicas, haciendo
referencia a un dios que jugaba un papel fundamental en la historia de la creación.
El origen de la magia de Un Maíz era un dios llamado Itzamná (‘casa mágica’),
que le ayudaba a renacer a través de una muerte sacrificial. Este antiguo dios a
veces adquiría la forma de un guacamayo escarlata conocida como Itzam-Yeh
(‘donador de magia’). (La palabra que significa mágico, Itz, designaba también a la
lluvia y al dulce néctar de las flores, imágenes de las almas para los mayas. De
este modo, Itzam-Yeh traía el poder de la lluvia y abría el camino para que las
almas se reencarnaran). Durante el último periodo en la crisis de la civilización
maya, este mismo guacamayo decoraba los templos y los sepulcros que utilizaban
los reyes para sus coronaciones y otras ocasiones importantes. Estos templos y
sepulcros de la última etapa eran llamados Itzamná y también Kunil (‘casa de los
conjuros’). Eran lugares donde los reyes ponían en práctica sus poderes
sobrenaturales. De este modo, por tanto, los templos de la era anterior fueron
utilizados de la misma manera en las posteriores. Los templos mayas más
antiguos estaban también decorados con máscaras gigantes, que representaban a
los jaguares de la guerra y la lluvia. Que las guerras pudieran ser provocadas por
la ausencia de lluvia puede resultarnos una idea extraña, pero para los
mesoamericanos no lo era. De hecho, la relación entre la guerra y la lluvia se
remonta a los olmecas, que modelaban esculturas que representaban a los reyes
como jaguares mágicos desmembrando a sus enemigos, en un caso mientras la
lluvia caía del cielo. El sacrificio humano, por tanto, era la conexión. Los
mesoamericanos practicaban el sacrificio humano para que lloviese y con otros
propósitos sagrados desde por lo menos el tiempo de los olmecas. Las víctimas
más importantes que se sacrificaban, eran sin embargo nobles enemigos
capturados en combate. Los dirigentes políticos locales actuaban como chamanes
que traían la lluvia nutricia; los dirigentes de los enemigos que también actuaban
como chamanes, eran a menudo acusados de traer la sequía y la enfermedad. El
sacrificio por tanto no sólo era ofrecer una vida preciosa a los dioses, sino una
forma de neutralizar la magia diabólica del enemigo. La guerra, por tanto, podía
precipitarse debido a fenómenos que ocurrían naturalmente y por la necesidad de
controlarlos para el beneficio de la agricultura.
Obras públicas:
Si los reyes mayas eran la encarnación espiritual de las cosechas vitales y la
lluvia, también sostenían a sus pueblos de modos más prácticos, como
ocupándose de la construcción de obras públicas. En Cerros, una ciudad y centro
ceremonial que se encuentra en el actual Belice, los habitantes cavaron canales y
diques de drenaje para administrar el agua de lluvia y mediante un sistema de
depósitos. Estos depósitos permitían que la gente permaneciera en la zona
durante la estación seca cuando escaseaba el agua potable. En las cercanías de
Cerros, se construyeron terrazas sobre las tierras pantanosas y se regaban los
cultivos mediante diques y acequias. En otras zonas de las tierras bajas, como en
Edzná, en Campeche, los mayas crearon canales muy grandes que se extendían
a lo largo de centenares de metros. Estos proporcionaban agua para beber y para
regar. En el centro de la península de Yucatán, en El Mirador, cerca de los
pantanos se extraían ricas tierras negras que los granjeros utilizaban para crear
campos productivos y jardines en las tierras más altas de la ciudad y de la zona
cercana. En la ciudad de Tikal, el pueblo represaba con drenajes naturales en las
colinas del centro de la ciudad para crear una serie de cisternas. Y en las ciudades
construidas sobre colinas, como Caracol, en Belice, se levantaron docenas de
kilómetros cuadrados de terrazas alrededor de las casas de los habitantes, y se
usaron como jardines.
Los últimos periodos mayas:
Los primeros mayas de las tierras bajas establecieron una civilización
enormemente próspera. Construyeron centros y ciudades en todas partes, desde
las lejanas llanuras del norte de Yucatán a los profundos bosques del sur en El
Petén y en las colinas y montañas de Guatemala y Chiapas. Durante el final de
esta primera etapa, los mayas construyeron pirámides más grandes que las que
construirían después. El avance más significativo de la sociedad maya, sin
embargo, fue la proliferación de la escritura pública sobre los monumentos y
edificios y la creación de un importante arte en torno al año 200 de nuestra era. Y
con la escritura llegaron algunas instituciones nuevas e innovadoras, en particular
las dinastías reales. Estas aportaciones marcaron el fin de una era y el principio de
otra. Los reyes de épocas anteriores eran claramente poderosos y seguramente
se las arreglaron para que sus hijos les sucedieran. Pero las reglas formales para
la sucesión dinástica aparecen al mismo tiempo que los primeros textos públicos.
Las dinastías reales, traspasando el poder por línea masculina de generación en
generación, crearon oportunidades de fortalecer alianzas entre las familias reales
y los reinos. También propiciaron oportunidades para hacer duradera la
enemistad. A lo largo del último período, las tierras bajas mayas se vieron
gradualmente implicadas, durante mucho tiempo entre miembros de dos grandes
alianzas con conflictivas ambiciones imperiales. El estudio de este período ha
planteado a los investigadores preguntas difíciles. ¿Desbarataron los conflictos
armados la agricultura que proporcionaba alimentos y relaciones comerciales a los
reinos? ¿O fueron los periodos de sequía y hambre los que propiciaron las guerras
en busca de víveres y tributos? Cualquiera que sea la combinación de
circunstancias, la civilización desapareció en grandes zonas de las tierras bajas en
el siglo IX d.C. Y con el final de la civilización llegó la caída de la producción
agrícola sostenible. (David A. Freidel)

AGRICULTURA MAYA

Los mayas eran una sociedad agraria que dependía en gran medida de las actividades
agrícolas para su suministro anual de alimentos, la tierra en las regiones mayas no era
exactamente propicia para la agricultura, pero los mayas la cultivaban usando varios
métodos, utilizaron el método de corte y quema para hacer campos cultivables después de
un período de abandono y también utilizaron terrazas elevadas cerca de áreas pantanosas.

La mayoría de los hogares mayas tenían un huerto personal para cultivar vegetales,
mientras que los cultivos principales, como el maíz, se cultivaban en las afueras de una
ciudad, los mayas dependían del agua de lluvia para sus necesidades agrícolas y construían
depósitos de piedra para almacenar agua de lluvia con el fin de utilizarla en tiempos de
sequía, el maíz fue el principal cultivo cultivado por los agricultores mayas, mientras que
también crecieron muchos tipos de verduras, frutas y productos exóticos como el cacao.
(ver articulo: Agricultura Itinerante)
La naturaleza no facilitó las cosas para los mayas: en muchos lugares tuvieron que luchar
contra la sequía, en otros lugares los humedales atravesaron su área de asentamiento, sin
embargo, un extenso sistema de zanjas de drenaje también les permitió cultivar tierras en
las marismas, dicen los arqueólogos, esta es la única forma en que el pueblo
centroamericano pudo alimentarse durante su fase máxima: al comienzo del primer milenio.

Al parecer, el Maya lanzó la excavación de barro en la superficie entre los canales y se


utiliza el aumento de los campos seguidos para el cultivo de maíz, aguacate y hierbas no
identificados, la agricultura y la ingeniería hidráulica de los mayas serían entonces a nivel
técnico con el que no tenía nada que esconder detrás de la arquitectura monumental mucho
más prominente.

Resumen
Los mayas eran una sociedad agraria que dependía en gran medida de las actividades
agrícolas para su suministro anual de alimentos, la tierra en las regiones mayas no era
exactamente propicia para la agricultura, pero los mayas la cultivaban usando varios
métodos, utilizaron el método de corte y quema para hacer campos cultivables después de
un período de abandono y también utilizaron terrazas elevadas cerca de áreas pantanosas.

La mayoría de los hogares mayas tenían un huerto personal para cultivar vegetales,
mientras que los cultivos principales, como el maíz, se cultivaban en las afueras de una
ciudad, los mayas dependían del agua de lluvia para sus necesidades agrícolas y construían
depósitos de piedra para almacenar agua de lluvia con el fin de utilizarla en tiempos de
sequía, el maíz fue el principal cultivo cultivado por los agricultores mayas, mientras que
también crecieron muchos tipos de verduras, frutas y productos exóticos como el cacao.
(ver articulo: Agricultura Itinerante)
La naturaleza no facilitó las cosas para los mayas: en muchos lugares tuvieron que luchar
contra la sequía, en otros lugares los humedales atravesaron su área de asentamiento, sin
embargo, un extenso sistema de zanjas de drenaje también les permitió cultivar tierras en
las marismas, dicen los arqueólogos, esta es la única forma en que el pueblo
centroamericano pudo alimentarse durante su fase máxima: al comienzo del primer milenio.
Al parecer, el Maya lanzó la excavación de barro en la superficie entre los canales y se
utiliza el aumento de los campos seguidos para el cultivo de maíz, aguacate y hierbas no
identificados, la agricultura y la ingeniería hidráulica de los mayas serían entonces a nivel
técnico con el que no tenía nada que esconder detrás de la arquitectura monumental mucho
más prominente.

El maíz, los frijoles y las calabazas permitieron el uso agrícola óptimo de sus tierras
cultivables y proporcionaron a la población una mezcla de alimentos altamente
nutritiva, esta agricultura fue la base de la cultura de los mayas, el «hombre de
maíz», lo que hizo posible un aumento significativo de la población, el cacao
también jugó un papel importante, era de gran importancia para las ceremonias
ceremoniales de la élite y era una mercancía tan codiciada que los granos de cacao
servían como moneda.

Los mayas cultivaban en campos más altos conectados por canales, en campos
adosados o en suelos forestales despejados, algunas de estas áreas agrícolas todavía
existen en la actualidad, sembraron maíz, mandioca, semillas de girasol, algodón y
otros cultivos, con maíz como cultivo principal y cultivo básico.

Para los mayas, la producción confiable de alimentos era tan importante para su
bienestar que estrechamente vinculaban el ciclo agrícola, la astronomía y la religión,
en honor a los trabajadores calificados, se llevaron a cabo rituales y ceremonias
importantes; desde los apicultores hasta los pescadores y el maíz, el principal
alimento mesoamericano, incluso tenía su propio dios.

Una sociedad agrícola, el 90% de la población maya estaba involucrada en la


agricultura, el manejo de la tierra y los recursos naturales trajo una cosecha
confiable y una dieta variada, lo que permitió el crecimiento económico, esto
permitió el florecimiento de la cultura maya, pero el uso excesivo eventual, una
población en constante crecimiento y períodos prolongados de sequía pueden haber
sido factores en el colapso final de la civilización maya.
Tipos de Agricultura Maya
Los mayas vivían en una región que no era muy hospitalaria para la agricultura, sin
embargo, subsistieron por completo en sus productos agrícolas, para lograr esto, los mayas
implementaron muchos métodos innovadores y tomaron muchas medidas para asegurar que
pudieran cultivar suficientes cosechas cada año, estos incluyen métodos como cortar y
quemar cuando se usan campos para cultivo y depósitos de piedra para almacenar agua, el
cultivo más ampliamente cultivado en las regiones mayas fue el maíz, siendo el maíz la
dieta básica maya.

El Agua
Las áreas habitadas por los mayas se han descrito de diversas maneras como bosques
tropicales y desiertos estacionales, porque aunque estas áreas tenían una capa gruesa de
vegetación, el suelo no era lo suficientemente fértil para el cultivo adecuado y requería
lluvia cada año, los mayas resolvieron estos problemas llevando a cabo varios métodos
innovadores.

Entre ellos destaca la construcción de depósitos subterráneos de piedra, estos depósitos


estaban revestidos con piedra caliza para detener cualquier filtración, durante las
temporadas de lluvia, los mayas almacenaban agua en los embalses y si comenzaba una
estación seca más tarde, extraían agua de los embalses para cultivar los cultivos.
La Tala y Quema
La tala y quema era un método común utilizado por los mayas cuando cultivaban los
campos, la región maya tenía una fina capa superior de suelo, después de dos cosechas
consecutivas, esta capa se agotó y los mayas tuvieron que abandonar el campo y trasladarse
a otra parte de la tierra, el campo abandonado se dejó solo durante un período de hasta
cinco años.

Luego, los mayas cortaron la vegetación que se crió en ella mientras tanto, y se secó la
vegetación, los restos quemados de la vegetación devolvieron a la tierra los minerales y
nutrientes necesarios para una cosecha adecuada, los mayas fueron capaces de volver a
cultivar el campo por otros dos años consecutivos.

Herramientas de Agricultura
Los mayas no tenían herramientas de metal, y la mayoría de sus herramientas agrícolas
estaban hechas de piedra y madera, cuando tuvieron que cortar la vegetación en un campo
para secarla y quemarla, normalmente usaban hachas de piedra, estas hachas comprendían
un largo árbol de madera y en su extremo, una pieza de piedra afilada se adjuntó.

El hacha fue efectiva para derribar plantas más pequeñas pero no fue útil contra árboles
más grandes y más fuertes, para plantar las semillas, los mayas usaban palos de madera
simples, cavaron pequeños agujeros en el campo y luego colocaron las semillas en el
agujero antes de regar el campo.
Principales Cosechas
Mientras que los mayas cultivaban una gran variedad de cultivos, el maíz era su principal
producto, los mayas producen cantidades suficientes de maíz para alimentar a toda su
población ya que era una dieta básica que se consumía a diario, los mayas machacan el
maíz en una pasta después de remojarlo en lima y hacer tortillas de este piso.

El maíz también se consumía como una bebida y una especie de gachas, la mayor parte de
la tierra cultivable alrededor de las ciudades mayas se usó para cultivar este cultivo
primario, además del maíz, los mayas también tienen muchas verduras como tomates y
patatas, los pimientos chile también fueron cultivados por los mayas y era un ingrediente
aromatizante común, entre las frutas cultivadas por los mayas se encontraban la papaya, la
guayaba y el aguacate.

Técnicas
La forma en que los mayas cultivaron sus cosechas y prepararon su campo es mediante el
uso de una técnica llamada milipa, la forma en que lo hicieron es cortando los árboles que
limpian la tierra, luego quemando los árboles y usando las cenizas como fertilizante, sin
embargo, algunos científicos dicen que esto no podría ser porque la técnica de tala y quema
solo duraría un par de años y en tres o cinco años la tierra sería básicamente inútil.

Entonces tendrían que mudarse a un lugar diferente para encontrar tierra nuevamente o
buscar otro lugar donde pudieran sembrar sus cultivos, como los mayas eran tan hábiles
agricultores, siempre sobresalían en el uso del sistema agrícola de la milpa para plantar sus
cultivos, la mayoría de las poblaciones de mayas en regiones densamente boscosas son los
lugares donde se encontraría el mayor uso de la milpa.
Uno de los otros alimentos que cultivaron cuidadosamente fueron los granos de cacao, al
cultivar estos frijoles, tomaron control cuidadoso del crecimiento y la sombra para que
crezcan perfectamente, algo que se extendería a lo largo de los mayas sería una herramienta
de molienda, ya que los utilizaron para moler tortillas y también para moler los granos de
cacao en polvo que se usa para hacer chocolate caliente.

La calidad y cantidad de terrenos alrededor de las ciudades mayas varía según la


ubicación, en las tierras bajas, el suelo era relativamente fértil pero estaba
restringido a áreas pequeñas, una técnica para aumentar la fertilidad del suelo ha
sido el uso de campos elevados, especialmente cerca de cursos de agua y llanuras de
inundación, en estos sitios, a veces se construían terrazas con paredes de piedra para
recoger fértiles depósitos de barro.

Los bosques se limpiaron para proporcionar espacio para la agricultura, pero estas
áreas disminuyeron rápidamente en fertilidad y requirieron técnicas de tala y quema
para cosechar la tierra después de dos años, lo que luego requiere un promedio de
otros 5-7 años para replantar, listo para rejuvenecer una necesidad similar de
rejuvenecer los campos era común en los sitios de Highland, donde la tierra tenía
que dejarse vacía por hasta 15 años.

Para maximizar la productividad, se plantaron plantas como frijoles y calabaza en


áreas de maíz para que los frijoles pudieran trepar los tallos de maíz y la calabaza
ayudara a la erosión del suelo, estas ciudades sin acceso a grandes áreas aptas para la
agricultura podrían comerciar con ciudades productivas, por ejemplo, los esclavos,
la sal, la miel y los bienes valiosos como los metales, las plumas y las conchas se
vendían a menudo por productos vegetales.

Cómo se han distribuido lotes de tierra más grandes, cómo pasaron las tierras de
cultivo entre generaciones y el nivel de administración estatal en la producción
agrícola aún no están claros, sin embargo, se sabe que muchas casas privadas mayas
habrían cultivado alimentos en pequeños jardines, especialmente vegetales y frutas,
después de la cosecha, la comida se almacenó en sitios pesados de madera sobre la
tierra y subterráneos.
La gestión del agua se convirtió en otra necesidad, especialmente en algunas
ciudades mayas durante inviernos secos y veranos calurosos, el agua se creó en
sumideros de cuevas derrumbadas, las cisternas también fueron excavadas,
usualmente en forma de botella y construidas con delantales de yeso ancho alrededor
de sus entradas, para maximizar la recolección de agua de lluvia.

Cultivos
Como cualquier civilización, los mayas tenían que satisfacer sus necesidades alimenticias,
este último se utilizó principalmente en la agricultura para lograr esto en primer lugar, los
mayas comenzaron con el cultivo de maíz, frijoles y calabazas, con el tiempo, se
agregarán chile, diversas cucurbitáceas y plantas no comestibles como el algodón. (ver
articulo: Agricultura Intensiva)
El maíz era un alimento básico en su dieta porque se lo comía a la plancha sobre una piedra
caliente y era la base de la masa utilizada para formar tortillas en las que ponían carne, puré
de frijoles, pimientos triturados o filetes de pescado, estas tortillas y tamal compuso el 60%
de las calorías diarias de un maya, también se cultivaban papayas, cocos, guayabas y
plátanos dependiendo del territorio.

La silvicultura también se practicaba, es decir, cultivaban plantas medicinales como flores


de azahar utilizadas para calmar las tensiones, eucaliptos para aliviar la tos, bálsamo de
limón para relajar los músculos, también se cultivaron en los jardines de cada casa entre las
especias y algunos alimentos.

Posteriormente, el cacao fue simbólico para los mayas, sirvió principalmente para constituir
la bebida de los dioses, este último debía beberse en una taza con jeroglíficos sagrados que
indicaban si el cacao utilizado era amargo, dulce, afrutado o mezclado con harina de maíz,
esta bebida se bebía en recepciones oficiales, bodas y rituales y tenía un gran valor de
mercado, el cacao fue encontrado en la tierra maya que aparece en la costa del pacífico, al
norte de Belice y las tierras bajas de Tabasco bebida popular.

En cuanto a las técnicas agrícolas, utilizaron fertilizantes fecales compuestos de


excrementos humanos y de ganado, los mayas lograron desarrollar un sistema de riego
bastante efectivo que consistía en desviar corrientes cercanas y crear embalses, esta agua se
distribuyó a través de terrazas simples organizadas alrededor de una colina, también se
usaron terrazas de campos naturales irrigados por canales hasta las laderas empinadas que
mantenían el agua hacia abajo en la reserva.

La tierra cultivable se dividió en parcelas y cada una de ellas podía cultivarse durante tres
años, pero tenía que estar en barbecho (sin cultivar) durante cinco años para permitir que la
vegetación volviera a crecer, antes de ser cultivado, cada parcela de tierra fue quemada
antes de la temporada de lluvias para que las cenizas ingresen a la tierra y actúen como
fertilizante, las tierras que iban a ser cultivadas fueron bendecidas con invocaciones e
incienso en sus cuatro esquinas, todo este proceso se llama agricultura en Milpa.

La caza permitió a los mayas complementar su dieta, se utilizó una pistola de aire para
matar aves como perdices y codornices o lanzas para la caza mayor (monos, ciervos,
conejos, chanchos de monte, armadillos y tapires) o trampas para atrapar animales durante
la noche, también se practicaba la pesca con redes o líneas de anzuelo, así como el
mantenimiento de pavos y perros rollizos y sin pelo.
Culturas y Comida
El maíz fue uno de los cultivos más importantes, pero también los tubérculos como
la mandioca, los frijoles, la calabaza, el amaranto y el chile eran pimientos, el maíz
se cocina generalmente en agua y cal y se come como una papilla con chiles
mezclados para el desayuno o una masa para hornear en una piedra plana como
tortillas o pan plano y como tamales, llenada y horneado en las hojas.

Los animales que fueron cazados son venados, pecaríes, pavos, codornices, patos,
monos araña, monos aulladores, tapires y armadillos, los perros también fueron
engordados y comidos en maíz.

Las redes fueron utilizadas para ayudar a la captura de peces: cormoranes de cuello
fueron sometidos a la pesca porque no podía tragar los peces más grandes, la carne y
el pescado generalmente se cocinaban en guisos, junto con varios vegetales y
pimientos, el pescado fue salado y secado o frito sobre el fuego abierto.

La fruta que se consume incluye guayaba, papaya, aguacate, chirimoya, beber un


chocolate espumoso y miel también fueron postres populares, otra bebida muy
popular fue la cerveza, conocida por los mayas como Chihy de jugo de agave
fermentado.

El níspero y la nuez de pan eran árboles importantes utilizados por los mayas para su
madera, la calabaza se cultivó para hacer que el recipiente de la concha sea duro
pero ligero, el copal se valoró por su resina, que se quemó como incienso y se usó en
caucho, después de todo, el algodón también se cultivó.

El Maíz
Una de las deidades mayas más importantes, tal vez la más importante, fue el Dios del maíz
joven, usualmente representado con una cabeza en forma de mazorca de maíz, podría
aparecer en la mitología maya como el dios creador, descendiendo al inframundo, se
zambulló con el árbol del mundo, el centro de la tierra, y corrige los cuatro puntos
cardinales.
Otros alimentos importantes además del maíz tenían sus propios dioses, era considerado el
dios del cacao y tan vital era el agua, las plantas, que el dios maya alcanzó un significado
especial, especialmente en tiempos de lluvia de sequía, para maximizar la productividad,
las plantas se plantaron juntas como frijoles y calabaza en las áreas de maíz.

Sistema
La agricultura y la recolección de alimentos eran una parte central de la vida cotidiana, los
mayas tenían una economía sofisticada capaz de apoyar a los especialistas y un sistema de
comerciantes y rutas comerciales, mientras que los mayas no desarrollaron moneda
acuñada, usaron varios objetos, en diferentes momentos, como «dinero», estos incluyen
perlas de piedra verde, granos de cacao y campanas de cobre.

En última instancia, el poder de los reyes dependía de su capacidad para controlar los
recursos, los gobernantes mayas administraron la producción y distribución de productos de
estatus utilizados para mejorar su prestigio y poder.

También controlaron algunos productos básicos (no locales) que incluían recursos
cotidianos críticos que cada familia necesitaba, como la sal, dijo señalando que con el
tiempo Maya los gobernantes manejaban porciones cada vez más grandes de la economía,
los gobernantes mayas no gobernaron solos, sino que fueron atendidos por asistentes y
consejeros que ocasionalmente aparecen en el arte maya.
Los trabajadores mayas estaban sujetos a un arancel laboral para construir palacios, templos
y obras públicas, un gobernante con éxito en la guerra podría controlar a más trabajadores y
exigir tributo a los enemigos derrotados, aumentando aún más su poder económico.

Como los mayas siempre usaban la técnica de tala y quema, no siempre era bueno para
ellos porque siempre estaba gravando la tierra en la que la usaban, una de las formas en que
los estudiosos creen que los mayas vencieron este problema tenía que ver con el agua, creen
que como no podían usar el agua subterránea usaban el agua de lluvia para mantener la
tierra nutrida y continuar cultivando porque si no lo hacían, morirían muy rápido por
hambre.

La tierra nutrida y ademas regar sus cultivos para satisfacer las demandas de las ciudades
porque era un trabajo de los agricultores despertarse siempre en la mañana para cosechar
los cultivos. A pesar de todos los esfuerzos de los mayas, sin embargo, siempre hubo causa
para causar más deforestación y encontrar nuevas tierras para cultivar porque a pesar de que
regaron la tierra, no pudieron evitar que la erosión sucediera y muy pronto tuvieron que
buscar otro lugar.

Para cultivar sus cultivos una de las muchas cosas grandiosas que hubo acerca de la
agricultura maya fue su habilidad para domesticar plantas y usarlas como alimento en lugar
de la comida normal que comían, por ejemplo, varios cultivos de raíces y frutas de los
árboles que dan fruto, entonces todavía tendrían una gran comida nutritiva pero no lo
suficiente como para mantenerlos en funcionamiento para siempre. (ver
articulo: Agricultura Extensiva)
Sin embargo, aunque la mayoría de estas plantas domesticadas no pudieron mantenerlas por
mucho tiempo, se logro domesticar el maíz y podía mantener a los mayas alimentados
durante un largo período de tiempo porque hacían de todo, desde comer los granos hasta
comer un tamal haciéndolo con maíz.

Algunas otras cosas que hacen son tortillas y burritos con frijoles y chiles dentro de ellos,
como los mayas son tan hábiles en la agricultura, podrían crear lugares para cultivar donde
otros agricultores no tendrían suerte en todos los cultivos. (ver articulo: Agricultura
Ecológica)

Comercio
Si bien la agricultura era la base de la civilización maya, el comercio era igualmente
importante. Durante el período preclásico temprano, los mayas que vivían en pequeñas
aldeas que eran algo autosuficientes, sin embargo, cuando los mayas comenzaron a
construir sus grandes ciudades, solo el comercio les habría traído los bienes esenciales que
necesitaban, como la sal y la obsidiana.

Los mercaderes mayas comerciaban con dos tipos de bienes, artículos de subsistencia y
artículos de lujo, los artículos de subsistencia eran los que se usaban todos los días, como la
sal, especialmente necesarios en climas cálidos, alimentos, ropa y herramientas, los
artículos de lujo eran esas cosas que la realeza y los nobles solían exhibir a sus ricos y
poderosos, estos incluyen jade, oro, hermosas cerámicas, joyas y trabajos de plumas.

Las grandes ciudades con grandes poblaciones necesitaban alimentos traídos a los
mercados, la mayoría de la comida fue cultivada por agricultores que vivían fuera de la
ciudad, sin embargo, lo que no creció cerca tuvo que ser traído a través de comercio o
tributo, la mayoría de los productos alimenticios se comercializaban a nivel regional o en
los mercados locales.
Los artículos de lujo, por otro lado, estaban más a menudo involucrados en el comercio de
larga distancia, los valores e ideas culturales también habrían viajado junto con los
comerciantes, que es la forma en que las diversas culturas en Mesoamérica se influenciaron
mutuamente.

Los productos alimenticios introducidos en el mercado incluyeron pavos, patos, perros,


pescado, miel, frijoles y frutas, los granos de cacao se usaban como moneda, pero también
para hacer chocolate, una bebida que los ricos disfrutaban principalmente, los comerciantes
intercambiaban granos de cacao a lo largo de Mesoamérica no solo en las tierras mayas
sino también a los olmecas, zapotecas, aztecas y otros lugares.

Los comerciantes también comerciaban con materias primas como jade, cobre, oro, granito,
mármol, piedra caliza y madera, los productos manufacturados incluían textiles,
especialmente telas bordadas, prendas de vestir, capas de plumas y tocados, papel, muebles,
joyas, juguetes y armas, especialistas como arquitectos, matemáticos, escribanos e
ingenieros también vendieron sus servicios en el mercado.

Durante el período preclásico, los comerciantes y los artesanos que fabricaban bienes para
el mercado de lujo formaron una nueva clase media donde antes solo había nobles y
plebeyos. A medida que el comercio se hizo más importante también lo hizo el poder de los
comerciantes que facilitaron ese comercio.

Los comerciantes de larga distancia llevaron sus productos a lo largo de rutas comerciales
establecidas que cubrían México al norte a lo largo de Centroamérica e incluso hasta
Sudamérica y Cuba y otras islas del Caribe, como no había animales de tiro, como caballos
o bueyes, ni vehículos con ruedas, todos los comerciantes de larga distancia viajaban a pie
o en barco, los porteadores contratados llevaban la mercadería en una canasta grande sobre
sus espaldas, facilitada por parte del peso que llevaba una diadema llamada mecapal.

Algunas ciudades-estado mayas se convirtieron en centros comerciales a lo largo de


importantes rutas comerciales. Tikal, por ejemplo, no era rico en recursos naturales, pero se
enriqueció gracias a su capacidad de facilitar el comercio al resto de las ciudades mayas
guatemaltecas. Tikal, Copán y Cancuen desarrollaron sus economías operando como los
principales centros de comercio.

Además de la ruta comercial en tierra, también se realizó un comercio marítimo importante,


los taínos de la isla caribeña de Cuba y los quechuas de América del Sur comerciaron con
los mayas por los granos de cacao, grandes canoas comerciales con capacidad para 20
personas, así como una gran cantidad de bienes comerciales, viajaban hacia arriba y hacia
abajo en las costas.

LA AGRICULTURA TRASHUMANTE

se define como un tipo de pastoreo en continuo movimiento, adaptándose


en el espacio a zonas de productividad cambiante. Se diferencia
del nomadismo en tener asentamientos estacionales fijos y un núcleo
principal fijo (pueblo) del que proviene la población que la practica.1 Se
calcula que esta actividad, sumada a la de la ganadería nómada, ocupa a
unos 100-200 millones de personas en el mundo;2 los terrenos explotados
bajo estos sistemas representan aproximadamente 30 millones de km², o el
doble de las tierras dedicadas a la agricultura.

Bases ecológicas

Vaca de pura raza avileña negra ibérica, de carne excelente, cuyos rebaños aún
practican la trashumancia a través de la Cañada Real Leonesa Occidental.5
La práctica de la trashumancia tiene su base en dos fenómenos naturales
relacionados entre sí: las diferencias en producción primaria provocadas por
las estaciones y la migración animal.
Las diferencias climáticas entre estaciones provocan una producción
primaria diferencial que generalmente es más dura entre invierno y verano,
aunque en latitudes tropicales la diferencia puede estar entre la estación
seca y la húmeda. En ocasiones, existen áreas con productividad primaria
elevada durante todo el año que están relativamente próximas a zonas con
productividad localizada durante sólo una época del año. En ese caso, la
trashumancia tiene una doble lógica: por una parte, se puede dejar
descansar o segar el pasto durante un tiempo allí donde crece todo el año,
aumentando la reserva de biomasa para otras estaciones; por otra parte, se
ha observado que los pastos de zonas con fuerte sequía estacional son más
nutritivos que aquellos que disponen de precipitación todo el año,6 llegando
incluso los herbívoros a ajustar sus épocas de parto para estar en
estos pastizales altamente nutritivos. Ejemplos de esta situación pueden ser
ciertos sistemas tropicales con zonas de clima ecuatorial y otras de clima
monzónico, o bien sistemas de zonas templadas con áreas de valle, donde
el frío no es tan intenso como para detener el crecimiento vegetal, y áreas
de montañacubiertas de nieve en invierno.
En otros casos, en ciertas zonas la productividad primaria alcanza picos de
producción en invierno y en verano se reduce prácticamente a cero. En
otras zonas relativamente próximas el patrón de productividad es el inverso,
sin producción en invierno pero con picos de producción en verano. Es el
caso de muchos sistemas mediterráneos,7 ya sea por trashumancias de
corta distancia o trasterminancias, implicando transiciones montaña-valle, o
trashumancias largas como la existente entre las dehesas de Extremadura y
la Cordillera Cantábrica. La variabilidad climática del mediterráneo y, en
especial, la intensa sequía estival ha hecho que históricamente la
trashumancia haya sido muy importante en la región.8
Las migraciones de herbívoros salvajes son muy comunes en el mundo,
especialmente en aquellas regiones con condiciones climáticas
cambiantes.9 Sin embargo, la migración implica tanto un gran gasto
de energía como correr riesgos que los animales sedentarios no confrontan,
así como la adquisición de caracteres evolutivos como la capacidad de
orientación.10 Sin embargo, observamos que en pastizales los herbívoros
migratorios superan en un orden de magnitud a los sedentarios.11 La causa
está en que la capacidad de carga del ecosistema viene dada por la
cantidad de alimento en los periodos de escasez, aunque escapar
de depredadores, por lo general no migratorios, también podría contribuir a
las ventajas de la migración.12 Esta lógica ecológica habría sido seguida por
los antecesores de los herbívoros domésticos,13 cuyas poblaciones habrían
sido sustituidas y desplazadas paulatinamente por las de sus descendientes
domésticos que les habrían conducido a la extinción, de forma paralela a
como se ha observado en tiempos recientes con los renos.14 Las trazas de
esas rutas seguidas por los herbívoros salvajes serían aún hoy visibles en
los caminos ganaderos conservados hasta el presente.15
Los cazadores convertidos en ganaderos habrían usado así el conocimiento
ecológico de los animales para mantener cabañas ganaderas más grandes.
Esta misma lógica es la que ha mantenido hasta hoy en día la trashumancia
en algunos países desarrollados.
En resumen, la trashumancia deriva de la lógica económica y ecológica de
aprovechar picos de productividad que existen en lugares y momentos
diferentes, y de la existencia de migraciones de herbívoros salvajes
previamente a la domesticación de los ungulados domésticos, que
proporcionó el conocimiento para llevarla a cabo.

Extensión en el mundo
África
Las zonas semiáridas de África han sido aprovechadas en régimen de
trashumancia los últimos milenios por grupos como los Fulani en la
región oeste, los Masai al este, diversos grupos pastoralistas en torno
al lago Turkana o los Jie en Uganda. Sin embargo, en los últimos años
estas zonas han sufrido cambios de uso provocados por el establecimiento
de administraciones post-coloniales.16 Las administraciones han buscado, y
en muchos casos conseguido, el asentamiento de muchos grupos nómadas
en torno a pozos de agua, provocando crisis ecológicas y humanitarias por
el uso insostenible y posterior agotamiento de los pastos.17
En África Oriental la trashumancia sigue activa en la zona del Sahel.18 Así
mismo, en el Magreb existen sistemas trashumantes de montaña asociados
a la cultura bereber y sistemas de llanura en zonas más áridas practicados
por población de origen árabe.
América
En la actualidad, el pastoreo trashumante se practica, al menos, en EE.
UU.,19 la Argentina, en Chile, en el Perú y en Bolivia,20 así como en
el Pantanal brasileño.21 Principalmente implica el movimiento de cabezas
de vacuno en el Pantanal y parte de Argentina, mientras que
los camélidos se usan más en el Altiplano. Los chivos forman gran parte de
la trashumancia del norte neuquino y del sur de Mendoza, mientras que la
oveja es usada en las llanuras patagónicas. La trashumancia
en Suramérica es propia tanto de ganaderos indígenas como criollos.
Fue practicada por un pueblo originario de Argentina y Chile
llamado Diaguitas mucho antes de la llegada de los españoles a la región.
Actualmente la trashumancia es aún practicada por poblados ganaderos en
el Norte Chico de Chile. Y los Mapuches que viven en la zona sur de
Neuquén practican lo que llaman la "veranada" y la "invernada",
desplazándose con su ganado hacia las tierras bajas sin nieve en el
invierno, y regresando a terrenos más cercanos a las cumbres, en verano.
donde crecen pastos y brotes tiernos luego de las nevadas.
Asia
El Himalaya crea condiciones óptimas para la trashumancia tanto en su
vertiente sur, donde Nepal presenta una amplia variedad de pueblos
pastores, como en la norte, donde el Tíbet es posiblemente el máximo
exponente de la trashumancia de montaña en China. En ambos casos, la
utilización del yak es fundamental para adaptarse a las condiciones locales.
La región del Altái, la cordillera del Pamir o el Karakorum, el Hindú Kush,
el Cáucaso, las montañas de Anatolia o los montes Zagrosson otros
ejemplos de montañas que albergan grandes sistemas trashumantes. En el
caso de los montes Zagros, la evidencia arqueológica sugiere que son el
origen de las primeras trashumancias.
Asia también tiene grandes ecosistemas áridos, en algunos de los cuales se
han establecido sistemas de producción trashumantes, como en Mongolia o
en Asia Central, mientras que las economías asociadas a los renos también
presentan movilidad trashumante.
Europa
La trashumancia europea es la más y mejor documentada. Esto viene dado
tanto por la tradición milenaria existente como por el desarrollo
económico europeo y la elevada inversión en investigación. De hecho, en
España fue nombrada Patrimonio Cultural Inmaterial en 2017.22
La trashumancia en Europa se concentra en la actualidad en los sistemas
montañosos,23 pues el continente presenta en general climas húmedos y la
lógica económica de la producción móvil es más fuerte en sistemas de
producción vegetal marginal. Las montañas con práctica importante de la
trashumancia incluyen Escandinavia, los Alpes, los Cárpatos, los Balcanes y
las montañas de la cuenca mediterránea.
Oceanía
Los Alpes australianos tienen una importante tradición trashumante, dada la
importancia económica del pastoreo en el país y las condiciones favorables
que dichos montes presentan para la práctica trashumante. La práctica
extendida durante los siglos XIX y XX es atestiguada por las antiguas
chozas y vías pecuarias (stock routes) que aún quedan en la zona.24
El carácter árido del Outback australiano ha forzado a la industria ganadera
local a adoptar sistemas móviles a partir de concepciones inicialmente
sedentarias.25 En esta adaptación, el papel de la cultura aborigen fue
fundamental, al aportar un íntimo conocimiento de los recursos naturales en
la geografía local; por otro lado, el cambio de modo de vida desde la caza y
la recolección hacia el pastoreo representaba para los aborígenes una
transición mucho menos traumática que hacia la agricultura, al adaptarse su
sistema cultural mucho mejor a los conocimientos requeridos.26

Importancia económica y social y problemas


Dada la dificultad de distinguir entre trashumancia y ganadería en general,
es también complicado distinguir su importancia económica. No obstante, se
puede realizar una distinción sobre la base de su práctica tradicional,
el pastoralismo, que implica movimientos trashumantes o nómadas, y
el ranching o explotaciones comerciales modernas.3 En ese caso, podemos
excluir la trashumancia del continente americano y de Oceanía.
Observamos entonces que la importancia económica medida en producción
de bienes de mercado es muy pequeña en países industrializados,
como España, no superando el 0,2% del PIB. En países en vías de
desarrollo, sin embargo, puede alcanzar el 30% en Mongolia, el 20%
en Kirguistán o el 10% en Mali.
A la importancia económica del pastoralismo también hay que sumar los
valores no cuantificados por el mercado, que pueden exceder el valor
monetario con creces.28 En esta categoría entran valores económicos
indirectos, como puede ser la protección contra incendios, la mitigación de
emisión de gases de efecto invernadero o de la erosión. Pero también
entrarían valores incuantificables monetariamente, como puede ser la
protección de la biodiversidad o los valores culturales asociados, que se
perderían definitivamente si la trashumancia desapareciera y que no
podrían ser repuestos mediante ninguna inversión económica. La influencia
de la transhumancia en las artes, sobre todo en la pintura, con pintores de
proyección internacional como Troyon o Albert Charpin, que dedicaron su
trabajo a exponer esta población en sus escenarios naturales con los
animales habituales, le dio un valor agregado a esta práctica. Un valor
indirecto que a menudo se tiene poco en cuenta es el mantenimiento de
infraestructuras rurales, especialmente importante en el caso de ganados
móviles. La presencia de infraestructuras y población en el medio rural hace
que exista la posibilidad de dar otro tipo de servicios, como turismo o apoyo
al transporte por carretera (por ejemplo un taller mecánico para
reparaciones de urgencia).29
Los problemas enfrentados a nivel mundial tienen que ver con
la intensificación del sector primario y con el envejecimiento y el abandono
de las comunidades rurales. La búsqueda de una productividad más alta en
detrimento de la calidad provoca el abandono de prácticas tradicionales.
Esta tendencia es general cuando ocurre el desarrollo económico de los
países, lo que provoca el abandono rural.29 Si a esto le sumamos el bajo
prestigio social de la profesión ganadera30 tenemos como consecuencia un
éxodo de las personas jóvenes del campo y un envejecimiento en la
profesión por falta de relevo generacional.31 Lo grave de esta crisis por
envejecimiento es que la trashumancia tiene una gran componente de
aprendizaje tradicional de padres a hijos32 cuya cadena de transmisión, una
vez rota, es irrecuperable.29

Tipos de trashumancia
La trashumancia se suele clasificar sobre la base de su longitud o bien
sobre la base de dónde está ubicado el núcleo principal de residencia de la
población que la practica.

Trashumancia en España

En España, la trashumancia es el paso del ganado y sus pastores de


las dehesas de verano a las de invierno, o viceversa. En España este
movimiento de ganado se realiza mediante un sistema de caminos que
reciben el nombre de vías pecuarias o cañadas en Castilla y
León o Extremadura, cabañeras en Aragón y Navarra (donde también se
usa el término vascuence de ardebideak), azagadores en la Región de
Murciay en la Comunidad Valenciana (donde también se usa el término
en lengua valenciana de assagadors), carrerades en Cataluña, etc. Es un
método extensivo de sistema agrario ya que se trabaja únicamente con
ganado, sin parcelas, en grandes extensiones de terreno que van variando
para no producir la desertificación por sobrepastoreo (único problema
ambiental que presenta). La tecnología históricamente ha sido muy
rudimentaria, ya que las explotaciones se encuentran lejanas a los pueblos,
aunque en los últimos años se ha visto beneficiada por los avances
en telefonía móvil y GPS. Históricamente trabajaban con el ganado para
consumo propio, dado que el mayor valor añadido se obtenía de la venta de
la lana. Este comercio daría origen a la Mesta. El Honrado Concejo de la
Mesta lo creó el rey Alfonso X el Sabio en 1273. Era una organización
ganadera que trataba de organizar los rebaños trashumantes. Esta
organización no desapareció hasta el siglo XIX. La caída del precio de la
lana34 en los últimos tiempos ha hecho que hoy en día la actividad sea
sustentada por la venta de carne. El territorio es generalmente propiedad
del estado y la fuente de energía utilizada es el fuego.
Históricamente, la trashumancia en España se ha realizado a pie, pero a
partir de mediados del siglo XIX se introduce el ferrocarril. Éste comenzaría
a ser a su vez substituido por el camión cincuenta años más tarde, pero la
trashumancia aún era mayoritariamente realizada a pie hasta los años
1950.34
Recientemente, las localidades de Malpartida de Cáceres (Cáceres), Oncala
(Soria) y Guadalaviar (Teruel) han creado museos dedicados a la
trashumancia.
También se denomina con este término al movimiento de colmenas de una
localización a otra. La apicultura trashumante es la que realizan los
apicultores que movilizan sus colmenas según un gradiente térmico que
repercute sobre la floración de interés apícola (flora apícola), pudiendo ser
este gradiente:

Vous aimerez peut-être aussi