Propuesta pedagógica: “La Primera Guerra Mundial”

La Historia, tal como fuera definida alguna vez por el historiador británico Edward Gibbon, era el registro
ordenado de las grandes tragedias de la humanidad. En forma más literaria, el geógrafo alemán Leopold von
Ranke señalaba que los tiempos felices de la humanidad se correspondían con las páginas vacías en los libros
de Historia. A más de un siglo de ambas frases, ninguna ha perdido actualidad.
Entre los acontecimientos más relevantes del siglo XX, la referencia primera e ineludible apunta hacia
las dos conflagraciones mundiales. Difícil obviarlo, entre ambas arrojan un saldo de aproximadamente 80
millones de muertos, e innumerables heridos cuya vida cambiaría para siempre. Si nos detenemos en la I
Guerra, la llamada hasta hoy Gran Guerra o la madre de todas las batallas, sus legados son tan disímiles que
baste señalar que cambiaron el curso del siglo XX y la humanidad. La Revolución Rusa, la Segunda Guerra
Mundial y, por qué no, la Guerra Fría son algunos de sus hijos y nietos.
Comprender, entonces, las razones que llevaron a la misma no parece tarea vacua. La razón inmediata
parece fácilmente rastreable: el asesinato de Francisco Fernando, heredero a la corona austrohúngara, en
Sarajevo. Pero la pregunta es por qué el asesinato de un heredero al trono de un imperio en franca
decadencia, en la capital de un territorio alejado del centro de poder europeo, terminó desencadenando un
conflicto tan destructivo.
Aprovechando la posibilidad que presta un contexto tan interesante, en el espacio de Historia,
correspondiente a los cursos de 4 SOC y 4 ECO B, se les presentó la propuesta de acercarse a dicho
interrogante de una manera diferente. Divididos en grupos, cada uno debería asumir la postura de alguno de
los países desencadenantes de la conflagración. La propuesta consistía en indagar las razones que esbozó
cada nación interviniente para excusarse de la responsabilidad del conflicto. En la fecha designada,
procederían a simular un debate en donde dispondrían de unos minutos iniciales para exponer su postura en
un alegato, respetando la consigna de ser embajadores de su país en agosto de 1914, y luego una discusión
libre, donde deberían intentar sostener exitosamente las razones de su país, en simultáneo a desbaratar las
de la alianza rival.
Atento al interés que despertó dicha actividad en muchos de los grupos involucrados, surge la presente
propuesta. El proyecto consiste en realizar un debate interescolar en conjunto con los cuartos años del
colegio María Auxiliadora de Almagro, donde se realizó una actividad semejante. Para eso, se seleccionó
entre los cuatro cursos que realizaron internamente el debate, los grupos que mejor representaron a cada
uno de los respectivos países. El objetivo es no sólo continuar favoreciendo el interés y el estudio de la
historia, sino también incentivar en el alumno el desarrollo de ciertas capacidades fundamentales como son
la expresión oral, la exposición ordenada y razonada de argumentos y la retórica, entre otros.