Vous êtes sur la page 1sur 17

Teoría y metodología de la

Historia de la Filosofía
Resumen
Primer Cuatrimestre

Javier Jurado

La historia de la Filosofía como hermenéutica


Diego Sánchez Meca

Universidad Nacional de Educación a Distancia

Teoría y metodología de la historia de la filosofía – Javier Jurado González 1


ÍNDICE
1. Aristóteles: La Historia de la Filosofía como explicación retrospectiva de un proceso teleológico 3
2. Kant: La Historia de la Filosofía como sistematización de los hechos de la razón y su progreso 5
3. Hegel: La Historia de la Filosofía como desarrollo dialéctico del Espíritu. 7
4. Dilthey: La Historia de la filosofía como articulación empírica de las concepciones del mundo 10
5. La Historia de la filosofía como historia filológica y como historia social 12
6. Historia de la Filosofía, Historia de las Ideas, Historia de las Mentalidades. 15

Teoría y metodología de la historia de la filosofía – Javier Jurado González 2


1. ARISTÓTELES: LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA
COMO EXPLICACIÓN RETROSPECTIVA DE UN
PROCESO TELEOLÓGICO
1. Ya Platón había mantenido una especie de diálogo con los filósofos que le precedieron, pero como
apunta Jaeger es Aristóteles el que constituye el verdadero comienzo histórico de la historia de la
filosofía:
o Además de elaborar su sistema concibió su propia posición en la historia de la reflexión
filosófica.
o Vio en su obra el resultado de una evolución exclusivamente dependiente de su propia ley.
o La novedad es recurrir así a la historia como instancia legítima en el proceso de búsqueda de la
verdad.
2. Pero no existe consenso sobre el papel que Aristóteles otorga al pasado filosófico en su obra:
o J. B. McDiarmid se resiste a considerar a Aristóteles como un historiador de su filosofía: trata
al resto como material previo para elaborar lo que él considera definitivo. Así también lo creyó
H. Cherniss que duda de que en la recogida aristotélica se pueda distinguir entre las doctrinas y
las interesadas interpretaciones que dio el Estagirita.
o W. K. C. Guthrie cree por su parte necesario rehabilitar la fiabilidad de Aristóteles como
historiador.
o Este disenso se clarifica con la idea de P. Aubenque que considera en Aristóteles dos formas
distintas de entender la historia de la filosofía, entre las que evoluciona: de una concepción
finalista y optimista a otra dialéctica y relativamente pesimista.
3. Aristóteles – en oposición a Platón que se burlaba de esa pretensión sofista – traslada la idea sofista del
progreso de las técnicas y conocimientos humanos a la concepción de la historia de la filosofía como un
crecimiento acumulativo hasta la teoría última en la que cobran sentido los esfuerzos pasados.
o Para ello, se vuelve a cada uno de los autores del pasado para encontrar en ellos un aspecto
parcial de su propia teoría (Metafísica).
o Su postura es novedosa frente a la de Platón que desdeña a los que no son grandes pensadores:
Aristóteles rehabilita todas las aportaciones, incluso aquellas más superficiales.
4. La comprensión es retrospectiva pues el todo, cronológicamente posterior, es mayor que las partes,
anteriores:
o Pero esto implica la grave dificultad de asumir que los pensadores han sido ajenos e incapaces de
descubrir la verdad que se realizaba a través de ellos, vista sólo de forma unilateral.
o Así se consolida la distinción aristotélica entre lo que los filósofos quieren decir y lo que de
hecho dicen.
o También se consolida la recomendación de atenerse más bien al espíritu que a la expresión literal
de sus palabras.
5. El proceso teleológico de las filosofías hacia sistemas finales de Aristóteles no concluye en un sistema
último absoluto al estilo de Hegel. Entonces:
o ¿Qué tipo de teleología implica esta historia de la filosofía?

Teoría y metodología de la historia de la filosofía – Javier Jurado González 3


o ¿Cuál es la necesidad del proceso y qué relación se mantiene entre historia de la verdad y la
historia real?
6. La reflexión de Aristóteles le conduce a pensar en aquellos que niegan esa intención de verdad, lo que
supone un grave reto para la creencia en un progreso lineal del pensamiento.
o Hay que atender a un orden de verdad entre las doctrinas que no corresponde al cronológico.
o Es preciso admitir un tiempo diferente para cada problema.
o Imaginarse el pasado retrospectivamente con referencia al propio sistema se convierte en una
génesis ideal, con una causalidad entre ideas ficticia. La historia consigue unidad y continuidad a
costa de ser creíble.
7. Es preciso por tanto explicar el porqué de la sucesión de ideas: Factores que la originan, motivos de que
unas prevalezcan sobre otras y cómo conjugar esta sucesión genética con su consideración retrospectiva o
estructural:
o Ambas son difícilmente conjugables, porque la historia genética no puede garantizar la unidad y
corre el riesgo de acentuar en exceso la insuficiencia de las realizaciones y su distancia respecto a
las intenciones.
o Cualquier sistema terminal desde el punto de vista teleológico también quedaría dentro de esta
esfera de intenciones insatisfechas: escepticismo sobre una explicación genética apoyada en ese
supuesto sistema terminal.
8. Para salvar la unidad de la historia sin recurrir a un fin, Aristóteles replantea la historia de la filosofía
como la historia de los problemas.
o Cada filósofo incorpora a la situación contemporánea los problemas que hacer progresar.
o Se retorna así a su estructura dialógica – diálogo con la tradición, en Platón.
o La historia de la filosofía no es de acumulación o devenir de la verdad sino el espacio temporal
comunicativo: el tiempo no jerarquiza sino ofrece la posibilidad de este diálogo.
9. Pero esto no supone renunciar a la idea de progreso, que ya no será acumulativamente lineal, sino
dialéctico: paulatina aproximación a la verdad en virtud de las vicisitudes de la discusión.
o El tiempo de este proceso no es homogéneo sino que obedece a sus períodos de maduración y
crisis.
10. Aubenque considera que esta evolución en Aristóteles se debe a su cambio de actitud respecto a la
existencia de una verdad absoluta al horizonte.
o El Estagirita no renuncia nunca del todo a esta concepción, pero muestra sus dudas de que la
filosofía tenga un final efectivo.
o La historia de la filosofía no es la distancia acortada entre el hombre y las esencias, sino el
despliegue de vacilaciones y contradicciones por el que debe pasar cada filósofo.
o Su utilidad: acortar mediante la experiencia de los esfuerzos pasados los años de aprendizaje de
los filósofos posteriores.
o Su limitación: indicando los errores conocidos que deben evitarse no revela ninguna vía
definitiva, que cada filósofo debe de nuevo tratar de indagar.

Teoría y metodología de la historia de la filosofía – Javier Jurado González 4


2. KANT: LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA COMO
SISTEMATIZACIÓN DE LOS HECHOS DE LA RAZÓN
Y SU PROGRESO
1. Al final de su Crítica de la razón pura, Kant concibe bajo el título de Historia de la razón pura la historia de la
filosofía como una parte integral de la filosofía crítica pero desde el punto de vista trascendental, no
empírico, posible por la naturaleza orgánica del desarrollo histórico de la razón misma.
2. El concepto de historia de la filosofía en Kant está marcado por el trascendentalismo.
o En la historia de la filosofía se unen filosofía e historia, se da el encuentro privilegiado entre el
devenir efectivo de la razón y su historización concreta.
o La historia filosófica de la filosofía no es, para Kant, empírica sino racional, posible a priori: sus
hechos provienen de la naturaleza de la razón humana, no del relato histórico.
3. Pero la historia no puede deducir a priori las situaciones históricas sino desvelar en ellas las estructuras de
la razón que en ellas se desarrollan.
o Para ello es imprescindible realizar una reelaboración de los datos empíricos que dejan de ser
contingentes presidida por la idea de finalidad.
o La historia de la filosofía se constituye como sistema: el todo no está amontonado sino articulado
por un concepto a priori que unifica la multiplicidad de doctrinas encaminándolas a un fin
racional.
o A esta vertiente a priori, luego le sigue la historia empírica que establece las relaciones de
causalidad.
4. En la historia empírica nunca coincide lo ideal y lo empírico, el deber ser con el ser. En caso de
alcanzarse, la historia llegaría a su fin.
o Pero en la historia filosófica de la filosofía, para Kant, esto sí sucede en la filosofía crítica, porque
se fija como objetivo el análisis a priori de toda experiencia posible, y su objeto es ideal, pero ella
misma es una actividad real: a diferencia del pasado filosófico, la idea reguladora además de ser
pensada teóricamente, se alcanza prácticamente.
o La filosofía crítica kantiana se propone así como una especie de paz perpetua entre filósofos, que
sin pensar en un fin de la historia, cumplen con ella el devenir de la reflexión: es posible totalizar
lo empírico de la historia de la filosofía no inductivamente sino a partir de sus principios.
5. Kant descarta que las matemáticas pudieran servir para construir la historia filosófica, porque no es
posible deducir a priori la contingencia de lo empírico.
o Por ello, lo que queda es la hermenéutica de la historia empírica tomando la finalidad de la razón
como hilo conductor.
o La imperfección o el error de las doctrinas pasadas no es óbice para ver en ellas la
intencionalidad sistemática.
o Las filosofías pasadas son momentos del proceso desarrollado hasta la filosofía crítica, y para
construir una historia sobre ellas, el criterio cronológico no es el importante.
6. La filosofía crítica es así privilegiada porque desde ella pueden comprenderse mejor las grandes filosofías
del pasado mejor de lo que ellas se comprendieron.

Teoría y metodología de la historia de la filosofía – Javier Jurado González 5


o La tarea hermenéutica del historiador de la filosofía es así muy difícil, porque no basta con
explicarla a partir de la descripción que hace de su doctrina cada autor, sino desde la idea fundada
en la razón.
7. Kant señala tres grandes oposiciones históricas que su filosofía crítica habría conseguido reconciliar:
o Sensualismo/intelectualismo, con Epicuro y Platón como estandartes, que versa sobre el objeto
del conocimiento racional, para unos sólo los objetos sensibles, para otros sólo los inteligibles.
o Empirismo/noologismo, con Aristóteles y Platón como estandartes, que versa sobre el origen
del conocimiento, para unos sólo en la experiencia y para otros sólo en la razón.
o Escepticismo/dogmatismo, con Hume y Wolff como estandartes, que versa sobre el método
científico.
8. Kant consideraba que su filosofía crítica superaba esas tres oposiciones
o Sensualismo-intelectualismo quedaba superada porque:
ƒ Los juicios sintéticos a priori relacionan las condiciones a priori de la intuición, la síntesis
de la imaginación y la apercepción trascendental de su unidad con el conocimiento
empírico en general.
ƒ En los juicios sintéticos a priori, las condiciones de posibilidad de la experiencia en
general constituyen las de los objetos de la experiencia y por ello poseen validez objetiva.
o Empirismo-noologismo quedaba superada porque aunque todo conocimiento empiece por la
experiencia no por eso procede todo él de la experiencia (giro copernicano kantiano).
o Dogmatismo-escepticismo, pues al paso del infantil dogmático que se aferra a la razón, le sucede
el paso del escéptico que cuestiona al primero por la experiencia. Hace falta un tercer paso,
maduro y viril, que se apoye en los juicios firmes y de probada universalidad y que someta a
examen a la razón misma, evaluando sus límites – filosofía crítica.
9. La filosofía crítica, pues, permite que diversas doctrinas filosóficas enfrentadas se vuelvan comprensibles.
o Es posible con ella observar un desarrollo necesario y un orden inteligible en el pasado filosófico.
o El progreso paulatino de racionalización en función de la idea reguladora de finalidad no será
visto, como en Hegel, como el despliegue del Espíritu absoluto.
o La historia de la filosofía forma parte de la filosofía trascendental al observarse en ella el
despliegue del sistema de la razón y su realización en la historia autoconcebido por fin en la filosofía
crítica.

Teoría y metodología de la historia de la filosofía – Javier Jurado González 6


3. HEGEL: LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA COMO
DESARROLLO DIALÉCTICO DEL ESPÍRITU.
1. Con el impulso de la idea de continuidad (pasado, presente, futuro) de Leibniz, Kant había construido la
historia de la filosofía desde la noción ordenadora de progreso. Pero con Hegel la conciliación entre
filosofía y su recorrido histórico alcanza su cénit.
o La sucesión de sistemas filosóficos es la misma que las definiciones de la Idea en dirección lógica.
o Esta correspondencia deja sin efecto el concepto superficial y escéptico de la historia.
2. Lo que preocupa no es la historia externa de la filosofía, que no aparece como una verdad eterna:
o Aparece como espectáculo de cambios incesantemente renovados, a diferencia del progreso de la
ciencia que es acumulativo.
o Ahora bien, la historia de la filosofía no puede ser la colección de diversas opiniones (Meinung),
muertas, refutadas, y espiritualmente liquidadas.
3. Caben dos actitudes ante la historia de la filosofía: o bien atender a la diversidad de sistemas filosóficos en
detrimento de la unidad de la filosofía o bien subrayar su unidad comprometiendo sus avatares históricos.
o Hegel opta por identificar la filosofía con el sistema unitario en el que se recapitula la verdad de
su historia.
o Su sistema es la síntesis de los anteriores, resultado necesario de la evolución dialéctica.
o Las distintas filosofías son una misma en diverso grado de desarrollo, y cada uno de sus
principios ramas de un mismo y sólo todo.
4. Esta unidad de la filosofía no es abstracta sino concreta, múltiples y diversas mediaciones históricas de la
evolución de la Idea racional.
o Es preciso para conocer este proceso dialéctico y necesario hasta lo universal que unifica las
figuras del pensamiento.
o Esta teleología del espíritu no deja lugar a la contingencia y hace del desarrollo histórico algo
lógicamente necesario.
5. No es el espíritu subjetivo de cada pensador el que trabaja en la realización del sistema, sino el espíritu
objetivo, cuya esfera espiritual va creciendo como un río poderoso.
o La culminación será la automanifestación de la verdad tal y como Dios la ve.
o Así Hegel enlaza la historia de la filosofía con su doctrina en la Ciencia de la Lógica.
6. El proceso de la verdad es de enriquecimiento en determinaciones:
o Lo más concreto en lo natural es lo primigenio.
o No obstante, en el pensamiento, ocurre al contrario: las primeras filosofías son más pobres y
abstractas, y en el proceso histórico la verdad se va determinando, superando su alteridad, hasta
poder llamarse Idea, cuando abarca su propio devenir.
7. La filosofía conoce el proceso de la Idea, pero al mismo tiempo afirma su identidad como pensar
conceptual: la filosofía es el saber del objeto, y al mismo tiempo el saber del saber del objeto.
o Este progreso es de un único concepto que se autotrasciende: lo concebido implica la
concepción del concepto.

Teoría y metodología de la historia de la filosofía – Javier Jurado González 7


o Tomando como principio fundamental la razón absoluta, se descubre que la esencia del mundo
es la del espíritu que filosofa.
o Su tesis es metafísica, y no se prueba, sino que se demuestra en sus consecuencias como larga
serie de grados objetivos.
o Hegel recurre a la Fenomenología del Espíritu para determinar en qué sentido se identifican y se
diferencian el desarrollo de la Idea y la filosofía: qué nivel de desarrollo del espíritu corresponde a
cierta altura de la historia de la filosofía.
8. Hegel no deja de señalar la diferencia de su pensamiento respecto de Kant, cuyo sistema abstracto y
estático asfixia al espíritu especulativo de la filosofía trascendental y mortifica la idea de la razón.
9. También se diferencia de Fichte que habría establecido en su pureza el concepto de razón y
especulación, pero habría identificado a ésta con la conciencia pura, erigiéndola en principio bajo una
figura finita.
o Hegel se opone a ello rehaciendo originalmente el análisis de Fichte de la doble serie de la
reflexión de la conciencia común y la reflexión filosófica. Según Fichte:
ƒ La reflexión natural se eleva hasta el hecho necesario del yo como determinado por el
no-yo.
ƒ La reflexión filosófica sigue con calma el movimiento de los acontecimientos sin
imponerse leyes.
ƒ Fichte lleva así a la conciencia el saber del saber, objeto propio de la filosofía,
cumpliendo con la filosofía kantiana.
o Hegel, que se hace eco de esta distinción en la oposición del für es (para la conciencia) y el für uns
(para nosotros), le critica haber supuesto una determinación de la filosofía como conciencia
artificial: La deconstrucción de la ilusión se da como proceso interior a la conciencia finita misma,
y no por una conciencia filosófica que reflexiona sobre aquélla. La distinción debe superarse en el
saber absoluto como concepto del concepto.
10. Hegel considera el automovimiento de lo concreto sobre la base de su idea de progreso:
o Lo concreto es simple pero al mismo tiempo distinto, contradicción que da lugar a las
diferencias.
o La verdad es automovimiento y en él quietud: la diferencia siempre tiende a desaparecer.
o El proceso de desarrollo la Idea y su determinación son el mismo, realizados hacia dentro, como
interiorización.
11. La historia de la filosofía es así una evolución como determinación de la Idea y actualización de la verdad,
identificando a la filosofía como begreifendes Denken (pensamiento comprensivo).
o Este movimiento no es una progresión lineal hacia el infinito abstracto, al estilo kantiano.
o Las etapas anteriores no son falsas, sino momentos en la evolución que, al modo de una espiral,
vuelve una y otra vez sobre sí misma.
o Las filosofías posteriores no reintegran en sí a las anteriores en sus fórmulas explícitas pero sí en
los principios de sus sistemas, a través del vocablo Aufhebung (asumir, simultáneamente suprimir,
conservar y elevar).

Teoría y metodología de la historia de la filosofía – Javier Jurado González 8


o Las filosofías anteriores son superadas como sistemas por su unilateralidad, quedando integradas
como momentos: al expresar la totalidad de la Idea se cancela a causa de esta unilateralidad,
uniéndose con la determinación opuesta que le faltaba.
o Lógica e Historia se justifican mutuamente: no es historiador sino el que es antes filósofo. A
diferencia de la historia universal, en la de la filosofía se ilumina la ley de su curso histórico
universal desde dentro.

Teoría y metodología de la historia de la filosofía – Javier Jurado González 9


4. DILTHEY: LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA COMO
ARTICULACIÓN EMPÍRICA DE LAS
CONCEPCIONES DEL MUNDO
1. Tras la pérdida de vigencia del hegelianismo, la historia de la filosofía tendió a imponerse como
especialidad histórica.
o En Francia destacaron Renouvier, Boutroux, Delbos, Brunschwig,… donde la historiografía
se caracterizó por una desconfianza respecto a la filosofía (identificada con la filosofía hegeliana
de la historia, o las especulaciones de Spengler o Toynbee) orientando su preocupación a la
práctica del historiador.
o En Alemania, no obstante, donde destacaron Windelband, Rickert, Jaspers y
emblemáticamente Dilthey con su obra Lebensphilosophie, se mantiene la cuestión de si es o no
posible la unión entre filosofía e historia de la filosofía. La filosofía de la historia se caracteriza así
por un profundo escepticismo, con grandes objeciones y críticas al proyecto sistemático de
Hegel, pero que demanda un nuevo tipo de consideración teórica plausible de la historia.
2. Dilthey reconoce que es preciso dar fundamentación gnoseológica a la conciencia histórica como sujeto
de las ciencias del espíritu:
o No puede recurrirse a la inexistente conciencia ahistórica, que no es sino mera cosificación de
una abstracción metódica.
o Pero no es posible comprender cómo puede sistematizarse las experiencias históricas en una
historia universalmente válida, para que el relativismo no acampe: todos los elementos de la
sistematización pertenecen a la misma historia que ha de ser sistematizada.
o El material histórico, como tal, no ofrece base empírica alguna para trazar las conexiones entre
los fenómenos históricos y sostenerlas con argumentos científicos sin recurrir a teorías filosóficas
materiales de base.
3. Rechazada la vía dogmática y tratando de evitar el relativismo escéptico, no queda más vía que la de
fundamentar la validez científica de la sistematización histórica: mantener actitudes apropiadas frente al
material histórico. El historicismo expresa así:
o El desplazamiento de interés por el cambio frente al sistema, diacronía frente a la sincronía.
o La decisión de buscar solución al problema de la inteligibilidad del mundo histórico desde la
reforma de epistemología, condicionada por la apoteosis de la historia en el siglo XIX alemán, y
el auge del positivismo que, al estilo de las ciencias naturales, impone el tipo de explicación
empírica.
4. El propósito de Dilthey es por tanto proporcionar al conocimiento histórico un carácter científico
comparable al de las ciencias de la naturaleza. Su proyecto tratará de dotar de metodología y
epistemología a las ciencias del espíritu, separando la oposición entre explicación natural y comprensión
del espíritu, que acabará arrojándola al conflictivo ámbito de la intuición psicológica.
5. Su punto de partida es el mismo de Hegel: antinomia entre la pretensión filosófica de verdad universal y
la conciencia histórica de la relatividad de toda construcción humana.
o A diferencia de Hegel, que concluía en su propio sistema, Dilthey obligado por la conciencia
histórica, reconoce un límite irrebasable para la cientificidad de la historia.

Teoría y metodología de la historia de la filosofía – Javier Jurado González 10


o Para hallar la verdad es preciso identificar empíricamente aspectos comunes entre los sistemas, y
para ello es preciso conocer ya de antemano esa verdad: conforme apunta Gadamer, sujeto y
objeto tienen la misma categoría ontológica y pertenecen al mismo movimiento histórico, es
decir, el problema de la sistematización del conocimiento histórico está vinculado al de la
relación comunicativa de los hombres entre sí, problemática teórica y prácticamente.
6. Pero Dilthey empujado por el ideal científico de la Ilustración cartesiano-racionalista no entiende la
reflexión desde la pertenencia del sujeto a la historia misma y enfrenta y separa al sujeto de su objeto:
Entenderá entonces la certeza de las ciencias del espíritu como certeza vital de la vivencia psicológica
liberada de prejuicios y dogmatismos.
7. La historia de la filosofía es un todo que se compone de puras singularidades, autores y pensamientos,
sobre los que la tarea del historiador es encontrar ciertos rasgos afines. Así concibe los tres famosos tipos
diltheyanos o cosmovisiones para englobar el conjunto de las filosofías: naturalismo, idealismo de la
libertad e idealismo objetivo.
o Toda cosmovisión constituye un complejo de ideas y tendencias referidas al problema del sentido
del mundo, para encontrar en ella ideales, valores y principios con los que dirigir la vida que
también se imprimen a la historia y la cultura.
o La cohesión interna de la cosmovisión implica mutuamente los aspectos afines y excluye los
heterogéneos: esta diferenciación permite establecer los tipos que comprenden la índole
espiritual de los sistemas.
8. Dilthey, sin embargo, no puede sustraerse del criterio unificador último para el que el material histórico
no ofrece base empírica alguna y falsea su idea inicial de la conciencia histórica ofreciendo una referencia
unitaria a partir de la filosofía de la vida (Lebensphilosophie).
o Así, los tres tipos de cosmovisiones, irreductibles entre sí, se acaban integrando en el contexto
unitario de la metafísica de la vida, como última raíz de toda concepción del mundo.
o Las concepciones del mundo expresan actitudes distintas que la vida adopta, y en cuyo
despliegue temporal se sitúa como referencia objetiva última de las filosofías.
9. Como señala Gadamer, Dilthey viene finalmente a sustituir el saber absoluto hegeliano por la conciencia
histórica cuando, por su propia condición, no puede ocuparlo: La conciencia histórica se convierte así en un ideal
utópico que contiene en sí mismo una contradicción.
o La comprensión de todos los aportes de comprensión, frente a cada subjetividad de la vivencia,
objetiva la vida como principio regulador.
o En este caso, se plantea cómo es posible el saber científico en este ámbito de objetos: el ascenso
a lo universal sólo es posible al individuo en el contenido vivencial singular que le es dado en su
comprensión, es decir, en cuanto se da en él la presencia de lo universal que es la vida.

Teoría y metodología de la historia de la filosofía – Javier Jurado González 11


5. LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA COMO HISTORIA
FILOLÓGICA Y COMO HISTORIA SOCIAL
1. A lo largo del XIX la historia se consolida como ciencia y se concreta la misión y metodología del
historiador.
o La tendencia inicial es la del positivismo, contra la que reaccionaría la corriente marxista, o ya en
el siglo XX, el idealismo crociano, el culturalismo de Weber, Spengler y Toynbee, y la
reelaboración del materialismo con la que hacia los años cuarenta se dará su ocaso.
o La idea que se consolida rechazando todo espíritu de sistema absorbente al estilo de Hegel es la
de considerar que la historia de la filosofía no es más que una especialidad histórica que debe
compartir criterios con las demás historias.
o De cada uno de los presupuestos epistemológicos de las diferentes corrientes se configuran
diferentes tipos de historias de la filosofía.
2. La historiografía positivista resume su objetivo en la frase de 1824 de Ranke: mostrar los hechos como
acontecieron en realidad.
o Con gran resonancia en Alemania, Gran Bretaña y Francia, quedan formulados sus principios
sistemáticamente con Langlois y Signobos.
o Los oponentes a este tipo de historia la calificaron de historia evenemencial (Lacombe, Simiand) y
de historia historizante (Berr, Fèbvre, Braudel) al insistir sobre todo en los hechos, individuales e
irrepetibles, preocupándose por la objetividad y la fidelidad a los textos y monumentos.
o Esta tendencia es contraria a que el historiador plantee problemas, formule hipótesis y reelabore
el pasado, lo que traicionaría la objetividad haciendo penetrar en su ciudad el caballo de Troya de la
subjetividad como diría Fèbvre.
o La historia así se convierte en una recopilación de la mayor cantidad posible de datos irrefutables
y objetivos, consolidando historias áridas, obras de aprendices de historiadores, sabedores de
cada vez menos, en el océano de datos, fetichistas de los hechos y de los documentos.
o Así, aunque la historiografía positivista contribuyó a la conquista de los métodos rigurosos e
idóneos de la investigación histórica, los medios del trabajo historiográfico pasaron en ella a
convertirse en su fin último.
3. Victor Delbos ya señalaba en 1917 los rasgos de la historiografía filosófica sometida a los imperativos
positivistas:
o Ubicado el objeto de su estudio – las doctrinas filosóficas – el historiador no podría realizar
reconstrucciones a priori en lo referente a su significación, desarrollo interno ni encadenamiento.
o Para las doctrinas de las que no hay textos directos, el historiador debe recopilar con precisión y
cuestionar la autenticidad de los documentos indirectos transmitidos, siguiéndolos con fidelidad.
o Resulta muy importante discriminar los textos más relevantes que reproducen su doctrina, a
reconstruir para revelar lo que han sido realmente, para lo que se exige la difícil tarea de
introducirse en el significado de las palabras y conceptos analizando el uso de términos en
diferentes textos.
o Cabe además reproducir la inteligencia del filósofo tal y como se traduce lógica y orgánicamente
en su doctrina, dejando en segundo término su biografía, formación o correspondencia, para

Teoría y metodología de la historia de la filosofía – Javier Jurado González 12


centrarse en las causas internas y tendencias individuales, que han de ser comprendidas apelando
a una simpatía que permitiría al historiador acceder a la singularidad irrepetible del otro,
cuidándose en ello de no proyectar subjetividad alguna en la investigación.
4. La profunda huella de la corriente positivista se trasluce en manuales y textos actuales, centrados en la
descripción de datos y la exploración minuciosa que no bastan para hacer filosofía: al dedicarse con
exclusividad al detalle, el historiador de la filosofía se pierde en él, al tomarse demasiado en serio las
exigencias positivistas y hacer de lo que debería ser una fase previa el fin último, logrando en el mejor
caso monografías en serie, pero no una historia.
5. Los presupuestos del materialismo histórico generan otra corriente en la interpretación de la historia de la
filosofía.
o Aunque Marx y Engels no desarrollaron en su obra una teorización expresa de la historia, su
impacto desembocó en un gran esfuerzo por reformular los principios marxistas sobre la
concepción de la historia.
o En las tesis del materialismo histórico, Marx propugna que el único sujeto de la historia es la
sociedad en su estructura económica, oponiéndose a la doctrina de Hegel del espíritu totalizante:
ƒ La estructura económica de la sociedad (su praxis material) es la base real y la que
determina la superestructura jurídica y política (ideas).
ƒ La conciencia de los hombres no determina su ser, sino su ser social es el que determina
su conciencia.
o Las relaciones de producción determinan y se autodeterminan, siendo base de las
superestructuras (formas de derecho y del estado, la moral, la religión, la filosofía, formas de
conciencia,…) que son su reflejo o sombra, y que participan sólo indirectamente de su
historicidad.
o La crítica intelectual no basta para resolver y neutralizar las formas y los productos de la
conciencia, transformándolos o desvelándolos, sino que es precisa la revolución para que se dé la
destrucción práctica de las relaciones sociales existentes.
o Marx admite el progreso de la historia dirigido hacia una forma final y recapituladora, pues las
fuerzas productoras que se dan en la producción burguesa producen al mismo tiempo las
condiciones para la solución del antagonismo que suponen.
o La discusión sobre estos asistemáticos principios de Marx y Engels fueron muy discutidos:
ƒ Primero pasaron por una etapa dogmática y rígida en lo referente a la sucesión
determinista de los modos de producción y la comprensión mecanicista de la historia
ƒ Después pasaron a otra etapa de comprensión más flexible en la que las relaciones entre
infraestructura y superestructura albergaban implicaciones dialécticas procedentes de la
libertad humana.
6. Esta orientación marxista ha tomado la filosofía como reflejo de las condiciones socioeconómicas en que
se gestó, llevando a la historia de la filosofía a ser mera historia externa en el sentido de Bréhier.
o Pero sería reduccionista considerar que toda historia marxista de la filosofía explica unos
fenómenos a partir de otros de clase diferente.
o La dependencia de las doctrinas filosóficas respecto a la base económica es algo complejo,
indirecto y encubierto, cuyo esclarecimiento no es objeto sino resultado del trabajo del
historiador marxista.

Teoría y metodología de la historia de la filosofía – Javier Jurado González 13


ƒ En realidad pretende reintegrar la historia de la filosofía en la realidad concreta de una
época determinada sin abstraerla de su contexto.
ƒ Según Lukács, la aportación del historiador marxista sobre el científico burgués no es el
predominio de los motivos económicos sino el punto de vista de la totalidad heredado
de Hegel y transformado por Marx.
o La historia de la filosofía se desarrolla como mecanismo selectivo de carácter social del peso
específico que atribuir a cada filósofo que forma parte de esa historia
ƒ La producción de cada filósofo se relaciona íntimamente con los problemas y
mentalidad de su época.
ƒ Como señala Goldmann, para construir una nueva visión del mundo no basta un solo
hombre, sino un gran número de esfuerzos alineados a lo largo de generaciones que
acaban por expresarse de forma explícita y consecuente en la obra de un hombre.
o Lukács insiste en la dimensión sociológica como aspecto fundamental en las visiones del
mundo:
ƒ Considera que las visiones típicas del mundo – racionalismo, empirismo, panteísmo,
misticismo intuicionista, individualismo voluntarista, visión trágica, posición dialéctica
idealista o materialista – deben ser desarrolladas para comprender todo su significado en
conjunto y el de las aportaciones individuales.
ƒ Sin caer en el reduccionismo, los fundamentos sociales y económicos son los únicos que
permiten comprender el contenido más significativo del pensamiento estudiado.
7. Pero si no se debe limitar la historia de la filosofía a una investigación puramente inmanente de las
relaciones entre los problemas filosóficos – que conduciría a una deformación idealista – tampoco deben
producir reduccionismos sociologistas del pensamiento filosófico:
o Este reduccionismo es el que Danto define como explicar un tipo de fenómenos por referencia a
fenómenos de otro tipo diferente.
o Así ocurriría en diversos casos, como por ejemplo:
ƒ A. Hauser, al interpretar en la filosofía de Platón pura ideología de la clase aristocrática
ateniense de la época
ƒ R. Garaudy que interpreta la Summa theologica de Tomás de Aquino como reflejo del
sistema feudal.
ƒ L. Goldmann deriva la supuesta ideología trágica de Pascal de la situación de la
burguesía de toga de la Francia absolutista.
ƒ Vernant considera que la filosofía griega es una forma cultural producto del nuevo
orden social y político que sucede en Grecia al orden micénico.

Teoría y metodología de la historia de la filosofía – Javier Jurado González 14


6. HISTORIA DE LA FILOSOFÍA, HISTORIA DE LAS
IDEAS, HISTORIA DE LAS MENTALIDADES.
1. Bajo la influencia del marxismo, la historia de la filosofía ha superado la estrechez de limitarse a mirar los
sistemas filosóficos:
o Así se ha abierto a ámbitos más generales: económico, religioso, político, técnico,…
o Y ha desarrollando una autocomprensión como historia de movimientos sociales y no de figuras
individuales, historia de procesos de larga duración, y no de hechos puntuales, historia total.
2. Pero esta pretensión debe también examinarse, para que, aun rebasando los límites de las ideas filosóficas,
no se rebasen las ideas en general, lo que ha venido a llamarse la historia de las ideas desarrollada a partir
de los impulsos de A. O. Lovejoy de la revista Journal of the History of Ideas de 1940.
o Frente al reduccionismo sociológico de ciertas tentativas marxistas, se elaboran explicaciones
heterogéneas en cuanto al contenido, pero no de las formas de la razón humana especificadas en
categorías (económica, política, física, matemática,…).
o Las historias externas sólo pueden serlo porque existe alguna semejanza racional entre lo que le
es externo y lo que les es propio.
o Como desarrolla Bréhier, las influencias entre ideas filosóficas y no filosóficas, objeto de la
historia de las ideas, establece bidireccionalmente estas influencias en el devenir de la filosofía,
aun gozando de cierta autonomía en cada campo.
o La propuesta de Lovejoy es establecer una rama del saber autónoma, más amplia que la historia
de la filosofía, como investigación interdisciplinar que supere la atomización de los distintos
géneros historiográficos que le serían auxiliares, perdiendo la unilateralidad de cada uno.
o El objetivo es el de abordar la historia del pensamiento humano no sólo en el sentido
intelectualista sino también en su sentido emotivo, estético, expresivo y práctico.
o Como observa P. O. Kristeller frente a la “historia del espíritu” (Geistesgeschichte) las Ideas en
plural sugieren pensamientos con una particular relación que no responde a conexiones lógicas o
históricas.
3. La historia de las mentalidades constituye por su parte un planteamiento enriquecedor desarrollado a
partir de la historia social tradicional.
o Impulsada por psicología social, se incardina en la investigación de la escuela francesa de
Annales, promocionada por L. Fébvre, G. Duby, R. Mendrou, J. Le Goff, F. Braudel, M.
Vovelle, etc.
o Se caracteriza por:
ƒ Estar íntimamente relacionada con las ciencias humanas como la Etnología
ƒ Vincularse con corrientes de pensamiento como el Estructuralismo.
ƒ Aplicar metodológica de técnicas de cuantificación.
ƒ Exigir la renovación de los modos operativos de tratar el material documental.
o Desde nuevas perspectivas de análisis retoma las fuentes tradicionales de la historia y profundiza
en otras nuevas como la hagiografía, los monumentos artísticos, textos literarios, formas de

Teoría y metodología de la historia de la filosofía – Javier Jurado González 15


educación, códigos jurídicos y todo lo que permite reconstruir el universo social, intelectual y
moral de las sociedades.
o Este proyecto decide romper con la historia historizante
ƒ Ésta, con cariz positivista, narra con rigor cronológico los hechos, exaltando las grandes
figuras singulares, los acontecimientos puntuales, los hechos protagonizados por las
élites políticas,… desdeñando el papel de las clases subyacentes, ni las dinámicas sociales
y mucho menos fenómenos de orden cultural.
ƒ Además, desvincula completamente el pasado con el presente, repudiando la
contemporaneidad y, en aras de la pretendida objetividad, considera cualquier intento de
interpretación como mera especulación.
o La historia de las mentalidades, por el contrario, pretende resaltar la importancia de lo colectivo
sobre lo individual, sin dejar nunca de comprender el contexto, siendo punto de conjunción de lo
individual y lo colectivo, el tiempo largo y el cotidiano, lo inconsciente y lo intencional, lo
estructural y lo coyuntural, lo marginal y lo general.
o La historia de las mentalidades revela el contenido impersonal del pensamiento que escapa a los
sujetos siendo a la Historia de las Ideas como la Historia de la cultura material lo es a la
económica en palabras de Le Goff.
4. La historia de las mentalidades intenta así perseguir una historia total que no sea la suma de ecléctica de
erudiciones sino el procesamiento de una gran cantidad de información con un nuevo modelo
epistemológico alternativo que no destruye los anteriores.
o La especialización cabe, pero en el marco de no escindirse puesto que no existe una historia
económica y social per se, sino una historia.
o Los estudios especializados son la condición de la historia total, sobre los que la historia de las
mentalidades desplegaría su metodología para articular e intercompenetrar sus datos, con el
propósito integrador opuesto al atomismo y dispersión positivista.
5. Así, la historia de la filosofía sería una historia especializada que precisa de un contexto imprescindible.
o Es preciso así establecer su relación con el resto de componentes de su contexto, de los que
depende para su propio estatuto epistemológico y la especificación de su objeto: la filosofía
misma como forma de cultura.
o Pero la filosofía, a pesar de estar vinculada al resto de formas culturales y de insertarse en los
procesos generales de la historia, no se reduce a aquéllas ni se diluye en éstos.
6. El problema se encuentra en articular internamente esta relación entre la filosofía y el resto de formas de
conciencia objetiva sin caer en el reduccionismo que propone extrañas conexiones entre fenómenos de
clases diferentes: No puede admitirse que las ideas filosóficas son subproducto de las científicas,
interpretando a Descartes, Aristóteles o Leibniz en función de sus descubrimientos matemáticos o
biológicos:
o Lo esencial de la filosofía no sería filosófico y se diluiría en las diversas ciencias, atribuyendo a
éstas una prioridad genética contra la teoría tradicional de la prioridad filosófica sobre las
ciencias.
o Pero también esta posición es reduccionista, al dibujar un panorama menguante para una
filosofía abocada a la extinción, sin objeto propio a repartir entre las ciencias, como pre-ciencia o
ideología.

Teoría y metodología de la historia de la filosofía – Javier Jurado González 16


7. No puede tampoco generalizarse la idea de que las ideas filosóficas son producto refinado de las ideas
míticas y religiosas, como defiende F. M. Conford, y como pretende hallar en el ejemplo del mito de la
vitalidad fluida repartida en los dominios naturales heredado y transformado por los presocráticos en su
physis.
o Esta herencia sería no sólo en ideas si no también en modelos de pensamiento, como por
ejemplo la concepción dominante de un cierto orden en la naturaleza debido a un destino,
justicia o ley.
o Conford se plantea el estudio de la filosofía presocrática en el análisis del material religioso al
estilo de Jaeger que concibe la filosofía como integración y profundización continuista de la
tradición mítico-religiosa.
8. La historia de la filosofía quedaría reducida a la historia de la ciencia o la de las religiones, pero ello carece
de tanto sentido como que el texto de referencia se redujera al correspondiente contexto:
o Es cierto que la historia de la filosofía como historia interna carece de sentido sin asumir la
conexión de las ideas filosóficas con las que no lo son e incluso con el contexto artístico,
religioso, científico…
o Pero también es cierto que la historia de la filosofía debe permanecer como estudio especializado
evitando los reduccionismos, que en lugar de fomentar intercambios recíprocos, fomentan más
bien jerarquías sin sentido.
ƒ La historia de la filosofía podrá aportar luz de forma insustituible a la historia de las
ideas y de las mentalidades más comprensivas y totalizantes.
ƒ A su vez, la historia de las ideas y de las mentalidades aportarán a la historia de la
filosofía una contextualización valiosísima, rompiendo todo el hermetismo al que
aspiraría una historia interna.
o El contexto cultural del que precisa la historia de la filosofía para una mejor y más amplia
comprensión de sus cuestiones resulta más completo proporcionado por la historia de las
mentalidades que su consideración como campo de investigación en la historia de las ideas, al incluir
tanto la producción conceptual como la cultura material.

Teoría y metodología de la historia de la filosofía – Javier Jurado González 17

Vous aimerez peut-être aussi