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Recinto Cibao Oriental, Nagua.

Asignatura

Fundamentos Filosóficos E Históricos De La Educacion Dominicana

Tema:

La Educacion Colonial en Santo Domingo

Participante:

Amildys Ureña taveras 16-4145

Facilitador:

Licda. Yomali Jiménez

Fecha:

29 De Mayo Del 2017


1.- Presentación de un informe que incluya de manera cronológica los
aspectos más significativos de la educación en la isla de Santo Domingo
durante la época colonial

1492-1844., tomar en cuentas los tópicos especificados en el contenido


del tema:

- Aprestos educativos de la Sociedad Taína

- Aportes Españoles al Sistema Educativo Colonial

-Herencia francesa en la Época Colonia

- Cambios educativos durante la Ocupación Haitiana 1822-1844

En 1492: Cuando los españoles inician el proceso de colonización en la isla de


Santo Domingo, ya existía un sistema educativo entre los indios. En el que
predominaba el trabajo manual como necesidad nacida de las contingencias de
la vida, que obligan al hombre a buscar un método natural que facilite el
desenvolvimiento de su existencia. Así tiene origen entre los indígenas un
sistema educativo; suceso que viene a ser como el inicio de la civilización en
los pueblos.

Los conquistadores españoles trajeron a las ameritas todo el acervo de su


cultura e implantaron en la colonia de Santo Domingo el sistema educativo de
la Madre Patria, esforzándose en adaptarlo a las necesidades ambientales del
Nuevo Mundo.

La cultura española de la época estaba influenciada en el periodo de la Edad


Media y el sistema educativo que trasplantaron a la colonia fue producto de esa
cultura.
Vemos como la cultura española estaba influenciada por la cultura gr45iega, la
cual estaba movida por el ideal de platón, basada en el sentido de dar al
cuerpo y al alma la mayor belleza que fueron posibles, esto fue hasta la
aparición del cristianismo.

La España cristiana medieval practica los principios pedagógicos del


Escolasticismo. Los centros de enseñanza de esos tiempos son los conventos
y las escuelas catedralicias. Los monasterios prestaban gran beneficio a la
cultura, Los monjes son quienes trabajaban en los manuscritos y formación de
los libros que luego sirven de instrumento de investigación y de enseñanza y
son utilizados en la formación de las primeras bibliotecas; algunas de las
cuales se conservan aun en catedrales y conventos.
En 1505: empieza la enseñanza escolar en el colegio que funda Fray Hernán
Suárez en el Convento de la Orden de San Francisco, en la ciudad de Santo
Domingo. En acatamiento de las normas educativas que dicta España, los
religiosos deben enseñar “la doctrina cristiana, a confesarse, a leer y a
escribir”, lo necesario para la buena realización de la vida de esa época.
En 1513: la corona Española dispone que se enseñe latín a los indios
escogidos de las Antillas. Esta disposición deja ver hasta qué grado se ha
extendido la cultura de aquella época.

En 1538: La primera Universidad en América fue fundada el 28 de octubre de


1538 con el nombre de Santo Tomas de Aquino, hoy la UASD; la cual fue en
sus inicios un colegio creado por los curas de la Orden de los Dominicos en
1510.

Para mediados del siglo XVI, nuestra isla era el centro de mayor actividad
civilizadora de América y por tanto fue llamada “La Atenas del Nuevo Mundo.
En 1795: El 22 de julio de 1795 se celebró el tratado de paz en Basilea, donde
es cedida la parte oriental de la isla al dominio de Francia.
Este acontecimiento histórico da lugar a que muchas de las principales familias
dominicanas abandonen el territorio de la parte española para radicar en otros
puntos de América. La despoblación produce la decadencia en todos lo
ordenes, y muy especialmente en las actividades de carácter cultural.

La ocupación de los franceses en la isla llevo al país a la barbarie. Fueron


cerradas las escuelas, sustituidas por institutos docentes con el título de
“colegios normales”, servidos en su mayoría por profesores franceses.
En 1823: fue clausurada la Universidad y se obligó al estudiantado al servicio
militar. Se prohibió totalmente toda publicación impresa, clausurando nuestros
primeros periódicos y además la prohibición del idioma español en actos
oficiales.

En 1838: Juan Pablo Duarte, fundó una sociedad secreta llamada La Trinitaria
para intentar conseguir la independencia de Haití, más tarde se añadirían a
esta sociedad Matías Ramón Mella y Francisco del Rosario Sánchez.
En 1843: se aliaron con un movimiento haitiano cuyo objetivo era el
derrocamiento de Boyer. Al revelarse a sí mismos como revolucionarios que
trabajan por la independencia dominicana, el nuevo presidente de Haití,
De 1795 a 1844: la isla sufre graves trastornos. Consecuencias: la porción
francesa, Saint-Domingue, se hace independiente bajo el nombre de Haití
(1804); la porción española, Santo Domingo, se hace independiente en 1821, la
invaden los haitianos, recobra la independencia en 1844, y toma el nombre de
República Dominicana.
Durante esos cincuenta años de convulsión hubo emigraciones numerosas,
principalmente a Cuba, adonde los dominicanos llevaron la cultura entonces
superior de Santo Domingo: "para el Camagüey y Oriente -dice el escritor
cubano Manuel de la Cruz- fueron verdaderos civilizadores". De las familias
emigrantes proceden José María Heredia, el gran poeta de Cuba (y después su
primo y homónimo el poeta cubano-francés) y Domingo del Monte, que presidió
durante años, con su cultura amplísima, la vida literaria de Cuba.

Nativos de Santo Domingo eran, entre los muchos hombres de letras que
pasaron la mayor parte de su vida fuera de su patria, José Francisco Heredia
(1776-1829), cuyas Memorias sobre las revoluciones de Venezuela (1810-
1815) cuentan entre los mejores libros históricos del período de luchas en favor
de la independencia de América (era el padre del "Cantor del Niágara); Antonio
del Monte y Tejada (1783-1861), que escribió con elegante estilo una Historia
de Santo Domingo (I, La Habana, 1853; completa, Santo Domingo, 1890-1892).

Esteban Pichardo (1799-c. 1880), geógrafo y lexicógrafo, autor del primero -y


uno de los mejores- entre los diccionarios de regionalismos de América;
Francisco Muñoz Del Monte (1800-c. 1865), poeta y ensayista de buena cultura
filosófica; el naturalista Manuel de Monteverde (1795-1871), según el ilustre
cubano Varona "hombre de estupendo talento y saber enciclopédico", que entre
otras cosas escribió unas deliciosas cartas sobre el cultivo de las flores;
Francisco Javier Foxá (1816-c. 1865).

El primero en fecha entre los dramaturgos románticos de América, con Don


Pedro de Castilla (1836) y El templario (1838): la noche del estreno del primer
drama fue "célebre en Cuba como la del estreno del Trovador en Madrid"; José
María Rojas (1793-1855), periodista y economista, fundador de una casa
editorial en Caracas.

José Núñez de Cáceres (1772-1846), jurista, periodista y poeta, que proclamó


la independencia y presidió el Estado en 1821: había sido antes rector de la
Universidad de Santo Tomás de Aquino. Contemporáneo de ellos es el egregio
pintor Théodore Chassériau (1819-1856), nacido en Santo Domingo bajo la
dominación española.
Cuando, después de 1844, la República Dominicana trata de organizarse y
asentarse, la obra es lenta y sólo empezará a dar frutos visibles treinta años
después. La cultura se reconstruye poco a poco; le da grande impulso, desde
1880, con nuevas orientaciones, el eminente pensador puertorriqueño Eugenio
María Hostos (1839-1903). La literatura había empezado a levantarse con Félix
María del Monte (1819-1899), autor precisamente del Himno de guerra contra
los haitianos (1844), poeta y orador.

Tanto él como Nicolás Ureña de Mendoza (1822-1875) y José María González


Santín (1830-1863) escriben con sabor y delicadeza sobre temas criollos,
campesinos o urbanos (desde 1855). Javier Angulo Guridi (1816-1884)
introduce los temas indios con su drama Iguaniona (escrito en 1867) y su
romance Escenas aborígenes, y los temas de la leyenda local con novelas
como La ciguapa y El fantasma de Higüey. Su hermano Alejandro (1818-1906)
escribió principalmente sobre temas filosóficos y políticos.

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