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AVISO IMPORTANTE:

Se hace del conocimiento de los interesados que las


preguntas que integraron el cuestionario que se aplicó en
la primera etapa del Decimosexto Concurso Interno de
Oposición para la designación de Jueces de Distrito, no
volverán a utilizarse en algún otro concurso y, por
consiguiente, serán dadas de baja de la base de reactivos
del Instituto de la Judicatura Federal.

“Por la excelencia en la impartición de justicia”


JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

1. Con el fin de reducir los niveles de contaminación, en una ley estatal se establece que los vehículos
que se utilicen para la prestación del servicio público de transporte en rutas urbanas no deben exceder
de diez años de antigüedad.

Se promueve un juicio de garantías en contra de la orden de detener vehículos que presten el servicio
público de transporte con más de diez años de antigüedad con fundamento en la disposición antes
precisada. En este caso, ¿se reúne el requisito del artículo 124, fracción II, de la Ley de Amparo para
conceder la suspensión?

A. No, porque se vulneran disposiciones de orden público y se sigue perjuicio al interés social.
B. Sí, porque no se vulneran disposiciones de orden público ni se sigue perjuicio al interés social.
C. Sí, porque en el caso concreto no se vulneran disposiciones de orden público ni se sigue perjuicio al
interés social, en tanto que no está acreditado que el vehículo de más de diez años de antigüedad
produzca un daño superior al ambiente al que producen los vehículos más recientes.

Justificación:

No. Registro: 179727


Jurisprudencia
Materia(s): Administrativa
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XX, Diciembre de 2004
Tesis: 2a./J. 166/2004
Página: 545

SUSPENSIÓN EN AMPARO. DEBE NEGARSE CUANDO EL CONCESIONARIO DEL SERVICIO


PÚBLICO DE TRANSPORTE LA SOLICITE CONTRA LA DETENCIÓN DEL VEHÍCULO QUE
UTILIZA PARA SU PRESTACIÓN, POR NO CUMPLIR LOS REQUISITOS LEGALES EXIGIBLES
(ARTÍCULO 70 DE LA LEY DEL TRANSPORTE PARA EL ESTADO DE PUEBLA). El mencionado
precepto establece que los vehículos que se utilicen para la prestación del servicio público de transporte en
rutas urbanas no deben exceder de diez años de antigüedad, con lo cual se persigue proteger el interés
colectivo y tutelar el orden público, ya que además de buscar la seguridad de los pasajeros y la disminución
de accidentes, tiende a reducir el impacto ambiental. Ahora bien, si la protección al medio ambiente y la
preservación del equilibrio ecológico son de interés social y utilidad pública, conforme a los artículos 1o., 2o.,
3o., fracción XIX, 4o. y 7o., fracciones II, III y VII, de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la
Protección al Ambiente, que están obligadas a cumplir, entre otras, las autoridades estatales, es indudable que
si los concesionarios reclaman la detención de vehículos destinados al transporte público que no reúnan los
requisitos legales previstos, debe negarse la suspensión del acto reclamado conforme al artículo 124, fracción
II, de la Ley de Amparo, ya que de lo contrario se causaría perjuicio al interés social, pues la sociedad está
interesada en que la prestación del servicio público de transporte se realice en condiciones de seguridad y
ocasionando el menor impacto ambiental.

Contradicción de tesis 132/2004-SS. Entre las sustentadas por el Tercer y Primer Tribunales Colegiados,
ambos en Materia Administrativa del Sexto Circuito. 27 de octubre de 2004. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: Genaro David Góngora Pimentel. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretario: Alberto Díaz
Díaz.

Tesis de jurisprudencia 166/2004. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
cinco de noviembre de dos mil cuatro.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

2. La Ley de Amparo, en su artículo 212, establece que con la finalidad de tutelar a los núcleos de población ejidal
o comunal y a los ejidatarios y comuneros en sus derechos agrarios, así como, en su pretensión de derechos, a
quienes pertenezcan a la clase campesina, se observarán las disposiciones del libro segundo, entre otros, en los
juicios de amparo en los que (fracción III) la consecuencia sea no reconocerles o afectarles en cualquier forma
derechos que hayan demandado ante las autoridades, quienes los hayan hecho valer como aspirantes a ejidatarios
o comuneros. Asimismo, el diverso artículo 216 dice que en caso de fallecimiento de ejidatario o comunero que sea
parte en un juicio de amparo, tendrá derecho a continuar su trámite el campesino que tenga derecho a heredarlo
conforme a las leyes agrarias.

Por su parte, la Ley Agraria, en su artículo 17, dispone que el ejidatario tiene la facultad de designar a quien deba
sucederle en sus derechos sobre la parcela y en los demás inherentes a su calidad de ejidatario, para lo cual
deberá elaborar una lista de sucesión. Y el artículo 18 del propio ordenamiento señala que cuando el ejidatario no
haya designado sucesores, los derechos agrarios se transmitirán de acuerdo al siguiente orden de preferencia: I.
Al cónyuge; II. A la concubina o concubinario; III. A uno de los hijos del ejidatario; IV. A uno de sus
ascendientes; y V. A cualquier otra persona de las que dependan económicamente de él.

Durante la tramitación de un juicio agrario fallece el ejidatario, cuyos derechos están en disputa, sin que éste
haya realizado la designación de sucesores. Julián Robles Aldama, en su carácter de hijo del de cujus (cuestión
que está acreditada fehacientemente en autos), promueve juicio de amparo indirecto en defensa de los derechos de
la sucesión. ¿Está legitimado para acudir al juicio de amparo?

A. Sí, porque cualquiera de las personas mencionadas en el artículo 18 de la Ley Agraria, que acredite el vínculo
con el de cujus, cuenta con una expectativa de derecho a su favor que lo coloca como aspirante a ejidatario y
como tal tiene legitimación para acudir al amparo en defensa de los derechos de la sucesión.
B. No, ya que el quejoso debió demostrar en el juicio de amparo que tenía el carácter de sucesor preferente, a fin
de estar en condiciones de defender una posible expectativa de derecho a su favor, lo que no aconteció en la
especie; de ahí que carezca de legitimación.
C. Sólo tendría legitimación para acudir al amparo si acredita tener la representación legal de los posibles
herederos.

Justificación: Registro No. 160464, Décima Época, Instancia: Segunda Sala, Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Libro IV, Enero de 2012, Tomo 4, Página: 3048, Tesis: 2a./J. 87/2011 (9a.), Jurisprudencia,
Materia(s): Común.- AMPARO AGRARIO. CUALQUIERA DE LAS PERSONAS MENCIONADAS EN EL
ARTÍCULO 18 DE LA LEY AGRARIA QUE ACREDITE EL VÍNCULO CON EL EJIDATARIO FALLECIDO
TIENE LEGITIMACIÓN PARA PROMOVER JUICIO DE GARANTÍAS CONTRA ACTOS QUE PUEDAN
AFECTAR LOS DERECHOS DE LA SUCESIÓN. Conforme a los artículos 212 y 216 de la Ley de Amparo,
tratándose del juicio de garantías en materia agraria, en el que se reclamen actos que puedan afectar derechos agrarios
individuales, los herederos aspirantes a ejidatarios cuentan con legitimación para defender la sucesión agraria del
ejidatario fallecido. Luego, si durante la tramitación de un juicio agrario fallece el ejidatario cuyos derechos están en
disputa, y éste no hubiere realizado la designación de sucesores, cualquiera de las personas mencionadas en el
artículo 18 de la Ley Agraria, que acredite el vínculo con aquél, cuenta con una expectativa de derecho a su favor
que lo coloca como aspirante a ejidatario y como tal tiene legitimación para acudir al amparo en defensa de los
derechos de la sucesión.- Contradicción de tesis 440/2010. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero
del Tercer Circuito y Primero del Sexto Circuito, ambos en Materia Administrativa. 27 de abril de 2011. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Sergio A. Valls Hernández. Secretario: Miguel Ángel
Antemate Chigo.- Tesis de jurisprudencia 87/2011. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del once de mayo de dos mil once.

En la ejecutoria de la que derivó la anterior tesis de jurisprudencia, se sostuvo, en lo que interesa: “…En este
supuesto, se aprecia la voluntad del ejidatario para designar a su sucesor proporcionando los nombres de aquellas
personas que pueden sucederle y en el orden de preferencia que elija, que pueden ser la cónyuge, la concubina, los hijos,
los ascendientes, o cualquier otra persona.

En tanto, en el segundo caso, esto es, cuando el ejidatario no haya hecho designación de sucesores, o cuando ninguno de
los señalados en la lista de herederos pueda heredar por imposibilidad material o legal, los derechos agrarios se
transmitirán de acuerdo con el orden de preferencia establecida por el artículo 18 de la Ley Agraria.

De ahí que, mientras tanto se realiza la designación del heredero de los derechos agrarios, cualquier persona que acredite
encontrarse en el orden de preferencia establecido en el artículo 18 de la Ley Agraria en relación con el ejidatario
fallecido, goza con una expectativa de derecho, dada su aspiración a que le sea reconocida su calidad de ejidatario, por
sucesión; esto es, la posible titularidad de los derechos ejidales, depende del procedimiento de designación que deba
realizarse conforme lo establece la Ley Agraria, para que, en su caso, se adquieran tales derechos por sucesión.

Por tanto, cualquiera de esas personas puede acudir al juicio de amparo a efecto de defender los derechos individuales
que en vida pertenecieron al titular de los derechos agrarios, puesto que gozan de una expectativa de derecho, como
aspirantes a ejidatarios; siempre y cuando las gestiones legales que se realicen provengan de cualquier persona que
acredite encontrarse en el orden de preferencia establecido en el artículo 18 de la Ley Agraria en relación con el
ejidatario fallecido, sea con el objeto de proteger los derechos que en vida pertenecieron a éste, y que pudieran verse
afectados por algún acto de autoridad…”
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

3. En un amparo la quejosa señala como actos reclamados: a) el ilegal emplazamiento al juicio laboral en el que
fue señalada como demandada; y b) el laudo condenatorio dictado en su contra en dicho procedimiento (el cual
reclama por vicios propios). La peticionaria de garantías formula conceptos de violación respecto de ambos actos.
El Juez de Distrito al que se turnó el asunto, antes de dictar sentencia analiza los autos del juicio laboral, y
advierte que la quejosa carece de razón en los argumentos que expresó respecto de los dos actos que reclamó. En
este supuesto, de conformidad con el último criterio jurisprudencial de la Suprema Corte, ¿cómo debe proceder el
juzgador federal al emitir su fallo?

A. Debe declarar infundados los conceptos de violación en los que se planteó el ilegal emplazamiento y, por otra
parte, declarar inoperantes los argumentos formulados en contra del laudo, ya que al acreditarse que la quejosa
fue debidamente llamada al procedimiento natural, es inconcuso que estuvo en aptitud de impugnar el laudo en
el amparo directo.
B. Debe analizar todos los conceptos de violación y al advertir que no asiste razón a la quejosa en cuanto a las
cuestiones que en ellos plantea, debe negar el amparo solicitado ya que jurídicamente la demanda de amparo no
puede dividirse.
C. Al estar en presencia de una jurisdicción escalonada debe declarar infundados los conceptos de violación que se
formulan en relación con el indebido emplazamiento y negar el amparo respecto de este acto. Por otra parte, al
resultar incompetente para resolver sobre el laudo, por tratarse de una resolución definitiva, debe remitir el
asunto al Tribunal Colegiado de Circuito correspondiente, para que asuma su competencia y resuelva lo
pertinente.

Justificación: Registro: 164073. Novena Época. Instancia: Pleno. Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta. XXXII, Agosto de 2010. Materia(s): Laboral. Tesis: P./J. 70/2010. Página: 9.-
EMPLAZAMIENTO. SI EN AMPARO INDIRECTO SE IMPUGNA SU ILEGALIDAD O AUSENCIA EN UN
JUICIO LABORAL, ASÍ COMO EL LAUDO RESPECTIVO, OSTENTÁNDOSE EL QUEJOSO COMO
PERSONA EXTRAÑA POR EQUIPARACIÓN, Y EL JUEZ DE DISTRITO RESUELVE QUE AQUÉL FUE
LEGAL, SE DEBE ATENDER A LA DEFINITIVIDAD DE LA RESOLUCIÓN RECLAMADA PARA
DECIDIR LO CONDUCENTE (MODIFICACIÓN DE LA JURISPRUDENCIA P./J. 121/2005). Cuando el
quejoso no fue emplazado al juicio laboral o fue citado en forma distinta de la prevenida por la ley, se le equipara a una
persona extraña a juicio, por lo que podrá impugnar su ilegalidad o ausencia a través del amparo, el cual compete
conocer a un Juez de Distrito, conforme a los artículos 107, fracción VII, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y 114, fracción V, de la Ley de Amparo, y podrá reclamar simultáneamente el laudo como acto
destacado. Así, una vez que se ha decidido la legalidad del emplazamiento reclamado, para determinar la consecuencia
legal correspondiente en relación con los conceptos de violación en contra de las sentencias, laudos o resoluciones que
pongan fin al juicio, se deben diferenciar dos supuestos: a) que carezcan de definitividad; o b) que se trate de
resoluciones definitivas, respecto de las cuales no proceda recurso ordinario. En el primer supuesto, el Juez de Distrito
deberá declarar inoperantes los conceptos de violación aducidos en contra de dicho acto, dado el impedimento técnico
para su análisis al no haberse agotado el principio de definitividad, pues, al advertir que el quejoso no es extraño al
procedimiento, la falta o indebida defensa que tuvo durante éste sólo le es imputable a él; de ahí que al determinarse la
legalidad del emplazamiento, debe considerarse que el peticionario de garantías estuvo en posibilidad legal de hacer
valer los medios de defensa procedentes en contra de las resoluciones que le causaron algún perjuicio. En el segundo
supuesto, al tratarse de una resolución definitiva que pone fin a un juicio tramitado por un tribunal del trabajo, conforme
al artículo 107, fracción III, inciso a), de la Ley Suprema, sí pueden ser susceptibles de análisis los conceptos relativos al
laudo, bien sea por vicios propios o por violaciones procesales, supuesto en el cual el Juez de Distrito deberá negar el
amparo por cuanto hace al emplazamiento y, al resultar incompetente para resolver sobre el laudo, deberá escindir la
demanda y remitir el asunto al Tribunal Colegiado de Circuito correspondiente, para que asuma su competencia y
resuelva lo pertinente. Lo anterior, en el entendido de que al estar en presencia de una "jurisdicción escalonada", el
trámite de la competencia está supeditado a la firmeza de la determinación tocante al emplazamiento y que el trámite
inicial de la demanda como amparo indirecto, no implica la posibilidad de ofrecer nuevos medios de prueba en relación
con el laudo, ya que la materia se circunscribe a los actos competencia del Juez de Distrito, de manera que, en todo caso,
el Tribunal Colegiado de Circuito deberá ceñirse a lo dispuesto en el artículo 78 de la Ley de Amparo, apreciando el
laudo tal como aparezca probado ante la responsable. Finalmente, es importante precisar que la declaratoria de
incompetencia del Juez de Distrito y su remisión al Tribunal Colegiado de Circuito no prejuzga sobre la procedencia del
amparo respecto del laudo, incluyendo el cómputo para la oportunidad de la demanda; pues, al ser la competencia de
análisis previo y preferente, corresponderá al Tribunal Colegiado su estudio por ser competente para pronunciarse sobre
este aspecto.

Solicitud de modificación de jurisprudencia 6/2007-PL. Magistrado presidente del Tribunal Colegiado en Materia de
Trabajo del Segundo Circuito. 21 de junio de 2010. Mayoría de nueve votos. Ausente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.
Disidente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Luis María Aguilar Morales. Secretaria: Jesicca Villafuerte
Alemán.- El Tribunal Pleno, el doce de julio en curso, aprobó, con el número 70/2010, la tesis jurisprudencial que
antecede. México, Distrito Federal, a doce de julio de dos mil diez.

Nota: La tesis P./J. 121/2005 citada, aparece publicada con el rubro: "EMPLAZAMIENTO. SI EN AMPARO
INDIRECTO SE IMPUGNA SU ILEGALIDAD O AUSENCIA EN UN JUICIO LABORAL, ASÍ COMO EL LAUDO
RESPECTIVO, OSTENTÁNDOSE EL QUEJOSO COMO PERSONA EXTRAÑA POR EQUIPARACIÓN, Y EL
JUEZ DE DISTRITO RESUELVE QUE AQUÉL FUE LEGAL, DEBE CONSIDERAR INOPERANTES LOS
CONCEPTOS DE VIOLACIÓN ENDEREZADOS CONTRA EL LAUDO, Y NO REMITIR LA DEMANDA A UN
TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO PARA QUE CONOZCA DE ELLOS." en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXII, octubre de 2005, página 6.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

4. Para efectos del juicio de amparo y según la jurisprudencia de la Corte, se considera que tiene interés
jurídico para impugnar la declaratoria de procedencia de retiro del servicio activo de un miembro del
Ejército mexicano:

A. Únicamente el militar.
B. Tanto el militar como sus familiares.
C. Tanto el militar como sus familiares, estos últimos siempre que la declaratoria tenga como
consecuencia la pérdida del derecho a recibir asistencia médica.

Justificación:

No. Registro: 179540


Jurisprudencia
Materia(s): Administrativa
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Enero de 2005
Tesis: 2a./J. 200/2004
Página: 542

MILITARES. SUS FAMILIARES CARECEN DE INTERÉS JURÍDICO PARA IMPUGNAR EN


AMPARO LA DECLARATORIA DE RETIRO DEL SERVICIO ACTIVO. La Suprema Corte de Justicia de
la Nación ha sostenido que conforme a los artículos 107, fracción I, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, 4o. y 73, fracción V, de la Ley de Amparo, para tener por acreditado el interés jurídico
para efectos del juicio de amparo, se requiere que el acto de autoridad reclamado lesione de manera directa el
derecho del que se es titular. En ese sentido, los familiares -cónyuge, concubina o concubinario, hijos y
padres- de los miembros del Ejército, Armada y Fuerza Aérea Mexicanos carecen de interés jurídico para
impugnar en amparo la declaratoria de procedencia definitiva de retiro del militar de que se trate, aun cuando
ello pueda traer como consecuencia la pérdida de su derecho a recibir asistencia médica por parte del Instituto
de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas, pues si bien es cierto que tienen derecho a la
protección de la salud consagrado por el artículo 4o., tercer párrafo, de la Constitución Federal, también lo es
que estos beneficios de seguridad social derivan de los que goza el militar, único que puede impugnar la
declaratoria de retiro.

Contradicción de tesis 119/2004-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Cuarto, Décimo y
Décimo Primero, todos en Materia Administrativa del Primer Circuito. 1o. de diciembre de 2004. Cinco
votos. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretaria: Georgina Laso de la Vega Romero.

Tesis de jurisprudencia 200/2004. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
ocho de diciembre de dos mil cuatro.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

5. ¿Qué constancia o constancias son necesarias para que un juez de distrito tenga por acreditada la
causa de improcedencia prevista en el artículo 73, fracción XIV, de la Ley de Amparo, consistente en
que se esté tramitando ante los tribunales ordinarios algún recurso o defensa legal propuesta por el
quejoso que pueda tener por efecto modificar, revocar o nulificar el acto reclamado?

A. Basta que el juez federal tenga a la vista la constancia de la que se desprenda que el quejoso interpuso
el medio ordinario de defensa en contra del acto que también se reclama en el juicio de amparo.
B. Es necesario que el juez federal tenga a la vista las constancias de las que se desprenda que el medio
ordinario de defensa propuesto por el quejoso se admitió y se encuentra en trámite.
C. Basta que el juez federal tenga a la vista el oficio en el que la autoridad responsable afirme que el
quejoso interpuso el medio ordinario de defensa y que éste se encuentra en trámite.

Justificación:

No. Registro: 206097


Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
83, Noviembre de 1994
Tesis: 1a./J. 19/94
Página: 13

APELACIÓN EN MATERIA PENAL, CAUSAL DE IMPROCEDENCIA. PREVISTA EN LA


FRACCIÓN XIV, DEL ARTICULO 73 DE LA LEY DE AMPARO. La fracción XIV, del artículo 73, de
la Ley de Amparo, establece la causal de improcedencia del juicio de amparo, en la hipótesis de que se esté
tramitando ante los tribunales ordinarios algún recurso que tenga por efecto modificar, revocar o nulificar el
acto reclamado; por otra parte, la jurisprudencia número 942, visible a fojas 1541 del Apéndice al Semanario
Judicial de la Federación 1917-1988, establece que tal causal debe estar plenamente demostrada y no inferirse
a base de presunciones; en esas condiciones, si al notificarse al procesado y luego quejoso, el auto de formal
prisión, manifiesta escuetamente "APELO", sin existir ninguna otra constancia de que se admitió o esté en
trámite tal recurso ordinario, resulta incuestionable que esta causal no está acreditada plenamente; con mayor
razón, si de acuerdo con lo dispuesto en el segundo párrafo del artículo 149 de la ley de la materia, la
autoridad responsable al rendir su informe justificado, debió acompañar las constancias necesarias para
apoyar la improcedencia del juicio, ya que el trámite del recurso no debe justificarse sólo con la constancia de
que se interpuso el mismo, sino con todas aquellas que justifiquen su admisión para su trámite.

Contradicción de tesis 4/94. Entre las sustentadas por los Primer y Segundo Tribunales Colegiados del Sexto
Circuito. 8 de agosto de 1994. Unanimidad de cuatro votos. Ausente la Ministra Clementina Gil de Lester.
Ponente: Ministro Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez. Secretario: Jorge Ojeda Velázquez.

Tesis de Jurisprudencia 19/94. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal, en sesión privada
celebrada el tres de octubre de mil novecientos noventa y cuatro, por unanimidad de cinco votos de los
Ministros: Presidenta Victoria Adato Green, Luis Fernández Doblado, Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez,
Clementina Gil de Lester y Samuel Alba Leyva.

Nota: Esta tesis también aparece en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1995, Tomo II,
Materia Penal, Primera Parte, tesis 27, página 16.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

6. Diga en qué caso el ofendido puede impugnar mediante el juicio de amparo indirecto la resolución
por la que el Ministerio Público desiste de la acción penal.

A. En ningún caso.
B. En todos los casos.
C. Sólo cuando el desistimiento de la acción penal se relacione con un delito en el que esté de por medio
el derecho del ofendido a reclamar la reparación del daño.

Justificación:

No. Registro: 188386


Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Noviembre de 2001. Tesis: 1a./J. 85/2001. Página: 17

ORDEN DE APREHENSIÓN. ES IMPROCEDENTE EL JUICIO DE AMPARO EN CONTRA DE


LA RESOLUCIÓN JURISDICCIONAL QUE NIEGA SU LIBRAMIENTO. Si bien es cierto que con la
reforma al antepenúltimo párrafo del artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
que entró en vigor el primero de enero de mil novecientos noventa y cinco, se reconoció el derecho del
querellante o denunciante, de la víctima del delito, de los familiares de ésta o de los interesados legalmente,
de impugnar jurisdiccionalmente las resoluciones del Ministerio Público sobre el no ejercicio o desistimiento
de la acción penal y que en concordancia con tal reforma se incluyó dentro del artículo 10 de la Ley de
Amparo la procedencia del juicio de amparo contra dichas determinaciones, también lo es que de ello no
puede colegirse que la resolución jurisdiccional que niegue el libramiento de la orden de aprehensión pueda
ser materia del juicio de garantías. Lo anterior es así, porque al ser ésta un acto de autoridad jurisdiccional, no
responde a los motivos que dieron origen a la citada reforma, consistentes en erradicar el monopolio del
ejercicio de la acción penal a cargo del referido representante social, sujetando su actuar a la revisión de una
autoridad jurisdiccional, a fin de otorgar mayor certeza jurídica al gobernado dentro de un proceso penal,
evitando la impunidad. Además, pretender lo contrario, no sólo implicaría atentar contra lo dispuesto en el
mencionado artículo 10 y contradecir el criterio ya definido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación que
otorga la posibilidad al ofendido o a las personas que conforme a la ley tengan derecho a la reparación del
daño o a exigir la responsabilidad civil proveniente de la comisión de un delito, de promover juicio de amparo
únicamente contra actos que emanen del incidente de reparación o de responsabilidad civil y contra actos
surgidos dentro del procedimiento penal, relacionados inmediata y directamente con el aseguramiento del
objeto del delito y de los bienes afectos a la reparación o a la responsabilidad civil, sino también autorizar al
ofendido o a los sujetos legitimados por extensión para hacer uso de una instancia vedada para ellos.

Contradicción de tesis 7/2000-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Décimo
Segundo Circuito, Segundo Tribunal Colegiado del Octavo Circuito, Segundo Tribunal Colegiado del Sexto
Circuito (actualmente Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito), Primer Tribunal
Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito y el Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito. 13 de junio
de 2001. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Juan N. Silva Meza. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Secretaria: Eunice Sayuri Shibya Soto.

Tesis de jurisprudencia 85/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de quince de
agosto de dos mil uno, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros: presidente en funciones
Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de
García Villegas. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

7. En un juicio de amparo en que se reclamó la inconstitucionalidad de una ley tributaria que establece
un impuesto que grava bienes inmuebles, se concedió la protección constitucional. Cuando se inicie el
procedimiento de ejecución del fallo protector y existan pretensiones de la parte quejosa en el sentido
de que se le restituyan, además del pago del impuesto que efectuó con motivo del primer acto de
aplicación, otros pagos fundados en la norma declarada inconstitucional comprendidos dentro del
periodo que va desde la fecha en la que se suscitó dicho primer acto y hasta el día en que causó estado
la sentencia definitiva, el órgano jurisdiccional deberá proceder en los siguientes términos:

A. No deberán ser materia del procedimiento de ejecución de sentencia los pagos efectuados en
cumplimiento de la norma declarada inconstitucional sino solamente el que motivó la tramitación del
juicio de amparo, por lo que deberá limitarse a ordenar únicamente la devolución de las cantidades
erogadas con motivo del primer acto de aplicación.
B. Deberán ser materia del citado procedimiento tanto el pago que constituye el primer acto de
aplicación, como los pagos que la parte quejosa realizó con posterioridad y hasta que causó ejecutoria
la sentencia, siempre que sean respecto del mismo bien inmueble que originó dicho primer acto de
aplicación reclamado.
C. Deberán ser materia del procedimiento de ejecución de sentencia tanto el pago que constituye el
primer acto de aplicación, como los demás pagos efectuados en cumplimiento de la norma declarada
inconstitucional hasta el día en que causó estado la sentencia definitiva, incluso los que se hubiesen
generado por una causa distinta de la que originó el primer acto de aplicación reclamado, es decir,
respecto de otros bienes inmuebles propiedad de la quejosa.

Justificación: Registro: 166796. Novena Época. Instancia: Pleno. Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta. XXX, Julio de 2009. Materia(s): Administrativa. Tesis: P./J. 73/2009. Página:
64

SENTENCIAS DE AMPARO. PARA OBTENER SU CUMPLIMIENTO, EL JUZGADOR DEBE


SUJETAR AL PROCEDIMIENTO OFICIOSO TODOS LOS ACTOS DE APLICACIÓN DE LA LEY
TRIBUTARIA DECLARADA INCONSTITUCIONAL EMITIDOS HASTA ANTES DEL DICTADO
DE LA SENTENCIA DEFINITIVA. Toda aplicación de una ley declarada inconstitucional debe verse
afectada con la protección constitucional otorgada al quejoso, de forma que el órgano jurisdiccional que
conozca del amparo debe obligar oficiosamente a la autoridad administrativa a declarar la insubsistencia tanto
del primer acto de aplicación, como de los demás actos dictados hasta antes de ser pronunciada la sentencia
definitiva. Lo anterior es así, porque una vez firme la sentencia protectora, sus efectos deben retrotraerse para
dejar insubsistente la primera afectación reclamada e irradiar esa protección en favor del quejoso respecto de
todo acto de fecha posterior a esa primera aplicación, suscitado durante el curso del juicio. Por tanto, si la
quejosa plantea la insubsistencia de otros pagos fundados en la norma declarada inconstitucional,
comprendidos dentro del periodo que va desde la fecha en la que se suscitó el primer acto de aplicación hasta
el día en que causó estado la sentencia definitiva, el juzgador primario debe incluirlos dentro de sus gestiones
para obtener el cumplimiento de la sentencia, e incluso, los que se hubiesen generado por una causa distinta
de la que originó el primer acto de aplicación reclamado, tal como acontece, tratándose de impuestos reales,
cuando se demuestra la propiedad de otros bienes sobre los cuales se ejerció la misma facultad impositiva
estimada violatoria de garantías. Esta conclusión se obtiene porque el quejoso no está obligado a impugnar
cada uno de los pagos de la contribución reclamada, en atención a que el juicio de amparo sólo procede contra
el primer acto de aplicación, y en congruencia, al obtener la protección, tiene el correlativo derecho a exigir la
devolución de lo que hubiera enterado por concepto de ese tributo durante el lapso en que transcurrió el
juicio, trátese o no del mismo bien mueble o inmueble que generó el primer acto de aplicación, cuando el
asunto verse sobre impuestos reales, ya que de lo contrario el contribuyente hubiera tenido que promover
tantos juicios como bienes gravados tuviera en propiedad, lo cual desnaturalizaría el principio en materia de
amparo contra leyes que sanciona, con la improcedencia del juicio, la impugnación de ulteriores actos de
aplicación diversos al primero.

Contradicción de tesis 36/2007-PL. Entre las sustentadas por la Primera y la Segunda Salas de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación. 30 de abril de 2009. Unanimidad de diez votos. Ausente: Sergio Salvador
Aguirre Anguiano. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretario: Alfredo Villeda Ayala.

El Tribunal Pleno, el quince de junio en curso, aprobó, con el número 73/2009, la tesis jurisprudencial que
antecede. México, Distrito Federal, a quince de junio de dos mil nueve.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

8. Al resolver la apelación contra la sentencia de un juicio civil, el tribunal de alzada ordena la


reposición de un procedimiento, con la finalidad de que se integre debidamente la relación procesal,
puesto que advierte la existencia de un litisconsorcio pasivo necesario. Respecto de esta sentencia, el
juicio de amparo indirecto:

A. Es improcedente, porque la resolución impugnada es una sentencia definitiva para efectos de la


procedencia del amparo directo, en términos del artículo 46 de la Ley de Amparo.
B. Es procedente, porque se trata de un acto procesal de ejecución de imposible reparación.
C. Es improcedente, porque la resolución impugnada es un acto que le pone fin al juicio, al ordenar que
se reintegrara la relación jurídica procesal.

Justificación:

No. Registro: 179548


Jurisprudencia
Materia(s): Civil
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Enero de 2005
Tesis: 1a./J. 106/2004
Página: 199

LITISCONSORCIO PASIVO NECESARIO. LA RESOLUCIÓN DE SEGUNDA INSTANCIA QUE


DEJA INSUBSISTENTE LA SENTENCIA DE PRIMER GRADO Y ORDENA REPONER EL
PROCEDIMIENTO PARA INTEGRARLO, ES UN ACTO CONTRA EL QUE PROCEDE EL
AMPARO INDIRECTO. La resolución de segunda instancia que deja insubsistente la sentencia de primer
grado y ordena reponer el procedimiento de un juicio natural, para efecto de integrar el litisconsorcio pasivo
necesario, no es un acto definitivo contra el que procede el amparo en la vía directa, porque no pone fin al
juicio, de manera que su impugnación sólo podría efectuarse en la vía indirecta. Para ello, sin embargo, se
requiere que dicho acto satisfaga el atributo de ser de imposible reparación. Y en efecto, constituye un acto
procesal equiparable a los de imposible reparación, contra el cual procede el amparo en la vía indirecta,
porque afecta en grado predominante o superior a la parte que obtuvo una sentencia con la que está conforme,
pues por virtud de la resolución de alzada, se encuentra con que queda insubsistente aquel fallo, para llamar a
un sujeto hasta ese momento ajeno a la litis, y que eventualmente puede no ser un litisconsorcio pasivo
necesario, con lo que el nuevo juicio que se instaure podría, a la postre, ser inútil. Además, atendiendo a los
efectos concretos que en cada caso resulten de la reposición del procedimiento, podrían existir consecuencias
de imposible reparación que también hagan mérito para la procedencia del amparo indirecto, tales como 1) el
que por virtud de la orden de reponer el procedimiento se nulifiquen actuaciones procesales ya practicadas,
como el desahogo de pruebas que, ya para el nuevo juicio que se instaure, podría ser imposible que se
desahogaran de vuelta (piénsese, por ejemplo, en el fallecimiento de testigos que ya rindieron testimonio o la
destrucción de documentos), o 2) los requerimientos, bajo apercibimientos graves como el de desechar la
demanda, formulados a la actora de cumplir con ciertas conductas al momento de reponer el procedimiento.

Contradicción de tesis 63/2003-PS. Entre las sustentadas por el Noveno Tribunal Colegiado en Materia Civil
del Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito. 8 de septiembre
de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Miguel Bonilla
López.

Tesis de jurisprudencia 106/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha
veintisiete de octubre de dos mil cuatro.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

9. Se promueve amparo indirecto en el que se señala como acto reclamado la resolución que impuso al
quejoso una sanción consistente en la suspensión temporal en sus funciones como servidor público. En
la demanda de amparo el quejoso solicita la suspensión del acto reclamado. La medida cautelar:

A. Resulta procedente.
B. Debe negarse.
C. Debe concederse, sólo en el caso de que la suspensión temporal del quejoso, en sus funciones como
servidor público, exceda de seis meses.

Justificación:

No. Registro: 181659


Jurisprudencia
Materia(s): Administrativa
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIX, Abril de 2004
Tesis: 2a./J. 34/2004
Página: 444

RESPONSABILIDADES ADMINISTRATIVAS. SUSPENSIÓN EN EL JUICIO DE AMPARO. SÓLO


PROCEDE CONCEDERLA CONTRA LA SANCIÓN DE SUSPENSIÓN TEMPORAL DE
SERVIDORES PÚBLICOS, NO ASÍ EN RELACIÓN CON EL CESE, PUES EN ESTE ÚLTIMO
CASO SE AFECTA EL INTERÉS PÚBLICO. La sanción que se impone al aplicar la Ley Federal de
Responsabilidades de los Servidores Públicos, consistente en la suspensión temporal en el cargo, no tiene por
objeto salvaguardar el servicio de manera directa, de ahí que sea patente que el interés público no se ve
afectado al otorgarse la suspensión provisional del acto, pues de cualquier manera, una vez ejecutada la
sanción, aquél se reincorporará a sus funciones en las mismas condiciones en que venía prestando el servicio,
aunado a que en esta hipótesis, de no otorgarse la medida cautelar y permitir que la suspensión temporal se
ejecute, se causarían al servidor público daños y perjuicios de difícil reparación, pues su imagen se vería
desacreditada, aspecto que no se repararía, ni aun obteniendo sentencia favorable en el juicio de amparo.

Contradicción de tesis 115/2003-SS. Entre las sustentadas por el Séptimo Tribunal Colegiado del Primer
Circuito, Segundo Tribunal Colegiado del Cuarto Circuito, Décimo Tercer Tribunal Colegiado del Primer
Circuito y Tercer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, todos en Materia Administrativa. 17 de marzo de
2004. Cinco votos. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretaria: Claudia Mendoza Polanco.

Tesis de jurisprudencia 34/2004. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
veintiséis de marzo de dos mil cuatro.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

10. En un juicio de garantías indirecto promovido contra el libramiento de una orden de aprehensión,
¿cómo debe calificarse el acto reclamado, si cuando éste se emitió la acción penal se encontraba
prescrita?

A. Inconstitucional, sólo en el caso de que la responsable haya abordado dicho tópico al emitir el acto
reclamado y hubiese determinado que no se encontraba extinta la acción persecutoria.
B. Inconstitucional, sólo en el caso de que tal cuestión haya sido alegada por el quejoso en sus conceptos
de violación, independientemente de que la responsable haya estudiado o no expresamente lo relativo
al tema de que se trata.
C. Inconstitucional en todos los casos.

Justificación:

No. Registro: 192973


Jurisprudencia. Materia(s): Penal
Novena Época. Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
X, Noviembre de 1999. Tesis: 1a./J. 62/99. Página: 316

PRESCRIPCIÓN, EL JUEZ DE AMPARO DEBE ANALIZARLA CUANDO SE RECLAMA LA


ORDEN DE APREHENSIÓN. POR SER FIGURA PROCESAL DE ORDEN PÚBLICO, SU
ESTUDIO ES PREFERENTE Y OFICIOSO. Al combatir el libramiento de una orden de aprehensión
como acto reclamado en el juicio de garantías, el quejoso está compareciendo ante los órganos de la autoridad
pública en relación con el mandamiento de captura que se está reclamando y siendo la prescripción una figura
procesal de estudio preferente y oficioso, el Juez de Distrito tiene la obligación de analizar tanto la legalidad
del acto reclamado como los aspectos de competencia, requisitos de procedibilidad, causas de extinción de la
acción penal, etc., obligación que en tratándose del juicio de garantías en materia penal, es más amplia, dado
que el artículo 76 bis, fracción II, de la Ley de Amparo previene la suplencia de la queja aun la total, en
beneficio del reo, es decir, ante la ausencia de conceptos de violación, por lo que si la violación alegada en
agravio del quejoso, consiste en no haber cumplido la autoridad responsable con la obligación de declarar de
oficio y aun sin haberse hecho valer, la extinción de la acción penal por prescripción, ya que antes de emitir
un mandamiento de captura el Juez responsable, debe percatarse si la acción penal se encuentra o no prescrita,
en virtud de que, de darse el primer supuesto, si se libra la orden de aprehensión, el acto deviene
inconstitucional y conforme lo dispone el artículo 78 de la Ley de Amparo, el acto debe analizarse tal y como
aparezca probado ante la responsable, esto es, a no allegarse de más pruebas que le permitan conocer los
hechos, que de aquellas que formen parte de la averiguación previa. Por otra parte, en relación al amparo
directo, la propia ley de la materia, en su artículo 183, exige que el tribunal supla la deficiencia de la queja
cuando estando prescrita la acción penal, el quejoso no la alegue; al existir la misma razón jurídica en el
amparo indirecto, no hay obstáculo para realizar su estudio, sobre todo si lo alega el quejoso y las constancias
en que se apoya el acto reclamado son aptas y suficientes para dicho examen.

Contradicción de tesis 61/98. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Segundo Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito. 19 de mayo de 1999. Cinco votos.
Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Germán Martínez Hernández.

Tesis de jurisprudencia 62/99. Aprobada por la Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación,
en sesión de veinte de octubre de mil novecientos noventa y nueve.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

11. En un juicio de amparo indirecto, las autoridades responsables, aducen, en sus informes
justificados, que se actualizan las causas de improcedencia previstas en las fracciones XI y XVII del
artículo 73 de la Ley de Amparo. Sin embargo, omiten expresar las razones que justifiquen la
actualización de dichas hipótesis normativas. En este supuesto, el juzgador federal:

A. En todos los casos deberá analizar las causas de improcedencia invocadas.


B. No está obligado a analizar las causas de improcedencia invocadas.
C. Sólo deberá analizar las causas de improcedencia invocadas cuando sean de obvia y objetiva
constatación; en caso contrario, deberá motivar el porqué está impedido para analizarlas.

Justificación:

No. Registro: 174086


Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Octubre de 2006
Página: 365
Tesis: 2a./J. 137/2006
Jurisprudencia
Materia(s): Común

IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO. CUANDO SE INVOCA COMO CAUSAL ALGUNA DE


LAS FRACCIONES DEL ARTÍCULO 73 DE LA LEY DE LA MATERIA, SIN EXPRESAR LAS
RAZONES QUE JUSTIFIQUEN SU ACTUALIZACIÓN, EL JUZGADOR DEBERÁ ANALIZARLA
SÓLO CUANDO SEA DE OBVIA Y OBJETIVA CONSTATACIÓN. Por regla general no basta la sola
invocación de alguna de las fracciones del artículo 73 de la Ley de Amparo para que el juzgador estudie la
improcedencia del juicio de garantías que plantee la autoridad responsable o el tercero perjudicado, sin
embargo, cuando aquélla sea de obvia y objetiva constatación; es decir, que para su análisis sólo se
requiera la simple verificación de que el caso se ajusta a la prescripción contenida en la norma, deberá
analizarse aun sin el razonamiento que suele exigirse para justificar la petición, toda vez que en este
supuesto bastará con que el órgano jurisdiccional revise si se trata de alguno de los actos contra los
cuales no proceda la acción de amparo, o bien si se está en los supuestos en los que conforme a ese
precepto ésta es improcedente, debido a la inexistencia de una pluralidad de significados jurídicos de la
norma que pudiera dar lugar a diversas alternativas de interpretación. Por el contrario, si las partes
hacen valer una causal de improcedencia del juicio citando sólo la disposición que estiman aplicable, sin
aducir argumento alguno en justificación de su aserto, no obstante que para su ponderación se requiera del
desarrollo de mayores razonamientos, el juzgador deberá explicarlo así en la sentencia correspondiente de
manera que motive las circunstancias que le impiden analizar dicha causal, ante la variedad de posibles
interpretaciones de la disposición legal invocada a la que se apeló para fundar la declaración de
improcedencia del juicio.

Contradicción de tesis 142/2006-SS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en Materias
Administrativa y de Trabajo del Décimo Sexto Circuito y el Quinto Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito. 8 de septiembre de 2006. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Margarita
Beatriz Luna Ramos. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretaria: Hilda Marcela Arceo Zarza.

Tesis de jurisprudencia 137/2006. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
veintidós de septiembre de dos mil seis.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

12. La parte demandada en un juicio civil (en su carácter de tercero extraño por equiparación)
promueve amparo indirecto en contra del emplazamiento y todo lo actuado en ese juicio, incluidas sus
consecuencias jurídicas. Tomando en consideración que los bienes materia del juicio natural han sido
adjudicados a un tercero adquirente de buena fe, diga si es procedente el juicio de garantías.

A. Sí es procedente el juicio de garantías.


B. No es procedente, porque el acto reclamado se consumó de manera irreparable, en tanto que la
sentencia que en su caso conceda el amparo, no podrá restituir al quejoso en el goce de la garantía
individual violada.
C. Sólo será procedente si la adjudicación de los bienes no ha sido inscrita en el Registro Público de la
Propiedad.

Justificación:

Registro No. 167343


Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIX, Abril de 2009
Página: 11
Tesis: P./J. 25/2009
Jurisprudencia
Materia(s): Común

TERCERO EXTRAÑO A JUICIO. PROCEDE EL JUICIO DE AMPARO PROMOVIDO POR ÉSTE


RESPECTO DE UN JUICIO EN EL CUAL NO SE LE ESCUCHÓ AUN CUANDO LOS BIENES
MATERIA DE ÉSTE SE HAYAN ADJUDICADO A UN TERCERO ADQUIRENTE DE BUENA FE.
La fracción IX del artículo 73 de la Ley de Amparo, interpretada a contrario sensu, en relación con el artículo
80 del propio ordenamiento legal, permite afirmar que el juicio de garantías persigue una finalidad práctica, lo
cual condiciona su procedencia a la posibilidad de que la sentencia que en él se dicte pueda producir la
restitución al agraviado en el pleno goce de la garantía individual violada. Por ello, la adjudicación de un bien
a favor de un tercero adquirente de buena fe, no puede considerarse como un acto consumado de manera
irreparable en virtud de que (i) existe tanto la posibilidad material como jurídica de restituir al quejoso en el
goce de la garantía violada y, (ii) el tercero adquirente con la calidad antes mencionada cuenta con los medios
legales idóneos para defenderse ante un posible desposeimiento jurídico de un inmueble justamente adquirido
por título oneroso. Por lo anterior, resulta procedente el juicio de amparo promovido por un tercero extraño a
juicio aun cuando los bienes materia del juicio natural respectivo hayan sido previamente adjudicados a un
tercero adquirente de buena fe.

Contradicción de tesis 10/2008-PL. Entre los criterios sustentados por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Sexto Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito. 27
de octubre de 2008. Once votos. Ponente: Sergio A. Valls Hernández. Secretario: Gustavo Ruiz Padilla.

El Tribunal Pleno, el veintiséis de marzo en curso, aprobó, con el número 25/2009, la tesis jurisprudencial que
antecede. México, Distrito Federal, a veintiséis de marzo de dos mil nueve.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

13. Se promueve un juicio de amparo en el que se tilda de inconstitucional una ley de carácter fiscal,
por infringir la garantía de audiencia prevista en el artículo 14 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos. En este supuesto, conforme a la jurisprudencia de la Corte, para
determinar si la ley reclamada respeta la citada garantía constitucional:

A. El juez federal no sólo debe analizar la ley reclamada, sino también debe apreciar el contenido de las
demás normas aplicables al caso, aunque éstas no sean específicamente impugnadas por el quejoso.
B. El juez federal sólo debe analizar la ley reclamada y, con base en ese análisis, determinar si vulnera o
no la garantía de audiencia.
C. El juez federal además de la ley reclamada, también puede apreciar el contenido de las demás normas
aplicables al caso, siempre y cuando el quejoso aluda a éstas en su demanda de amparo, aunque no las
reclame en forma destacada.

Justificación:

No. Registro: 172606


Jurisprudencia
Materia(s): Constitucional
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Mayo de 2007
Tesis: 2a./J. 88/2007
Página: 850

AUDIENCIA. PARA DETERMINAR SI LA LEY RECLAMADA RESPETA ESTA GARANTÍA,


DEBE EXAMINARSE EL CONTENIDO DE LAS NORMAS APLICABLES. Si al impugnarse la
constitucionalidad de una ley, el quejoso manifiesta que ésta viola la garantía de audiencia prevista en el
artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por no contener un procedimiento de
defensa contra actos de autoridad que lo priven de derechos, el estudio de este aspecto debe efectuarse
apreciando el contenido de las normas aplicables, aunque no sean las específicamente reclamadas.

Amparo en revisión 234/2001. Gerardo Olmos Urdiales. 26 de abril de 2002. Cinco votos. Ponente: José
Vicente Aguinaco Alemán. Secretaria: Constanza Tort San Román.

Amparo en revisión 434/2004. María del Rocío Cruz Acosta y otros. 2 de julio de 2004. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano.
Secretaria: Alma Delia Aguilar Chávez Nava.

Amparo en revisión 273/2004. Matilde Arce Machuca y otros. 6 de agosto de 2004. Cinco votos. Ponente:
Juan Díaz Romero. Secretaria: Silvia Elizabeth Morales Quezada.

Amparo en revisión 1050/2004. Felipe de Jesús Vázquez Ramírez. 22 de octubre de 2004. Cinco votos.
Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: Alberto Miguel Ruiz Matías.

Amparo en revisión 75/2005. BBVA Bancomer, S.A. y otra. 25 de febrero de 2005. Cinco votos. Ponente:
Genaro David Góngora Pimentel. Secretario: Javier Arnaud Viñas.

Tesis de jurisprudencia 88/2007. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
veinticinco de abril de dos mil siete.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

14. Se promueve amparo indirecto en contra de una resolución emitida en un juicio de prescripción. Al
proveer sobre la demanda, el juez de Distrito advierte que el quejoso no firmó al pie de la última hoja
con la que termina el texto, sin embargo, también aprecia que la firma manuscrita de aquél aparece en
una hoja anexa a la demanda. En este supuesto, el juzgador:

A. Debe admitir la demanda, sin que pueda formular prevención alguna.


B. Debe prevenir al quejoso, sólo si tiene dudas respecto a la identidad y voluntad del propio impetrante
para presentar la demanda de amparo.
C. Debe desechar la demanda, pues no existe instancia de parte agraviada, ya que el artículo 204 del
Código Federal de Procedimientos Civiles, en lo que interesa, establece:”…Se entiende por
suscripción la colocación, al pie del escrito, de las palabras que, con respecto al destino del mismo,
sean idóneas para identificar a la persona que suscribe…”.

Justificación:

No. Registro: 176725


Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Noviembre de 2005
Página: 11
Tesis: 1a./J. 128/2005
Jurisprudencia
Materia(s): Común

DEMANDA DE AMPARO. PARA TENER POR MANIFIESTA LA VOLUNTAD DE PROMOVERLA,


LA FIRMA O FIRMAS PUEDEN ESTAMPARSE EN HOJAS ANEXAS. El artículo 204 del Código
Federal de Procedimientos Civiles establece que por suscripción de un documento, se entiende la colocación,
al pie del escrito, de las palabras que con respecto a su destino sean idóneas para identificar a la persona que
suscribe; sin embargo, tratándose de la demanda de garantías, la firma correspondiente puede ser plasmada en
hojas anexas, pues el hecho de que la misma no se imprima al pie de la última hoja con la que termina el texto
de la demanda sino en una o varias anexas, no significa que no existe el propósito de promover tal demanda,
ya que al haberse acompañado al escrito relativo forma parte de ella y constituye el signo expreso e
inequívoco de su voluntad, máxime si se toma en cuenta que el documento que contiene la demanda
constituye un todo integral, salvo prueba en contrario, esto es, mientras no se demuestre que la firma de que
se trata no fue puesta del puño y letra del titular de la demanda o de su representante. Además, en el caso de
que el Juez o el tribunal del conocimiento tengan dudas respecto a la identidad y voluntad del quejoso
para promover la demanda de garantías, podrá prevenirlo para que ratifique o haga la aclaración
correspondiente, de acuerdo con los artículos 146 y 178 de la Ley de Amparo, respectivamente.

Contradicción de tesis 112/2005-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Tercer Circuito y el Octavo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito. 29
de junio de 2005. Cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo;
en su ausencia hizo suyo el asunto José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Rogelio Alberto Montoya Rodríguez.

Tesis de jurisprudencia 128/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha
treinta y uno de agosto de dos mil cinco.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

15. Se promueve amparo indirecto contra la orden de arraigo domiciliario decretada en contra del
quejoso por un juez de procesos penales federales. En la demanda se solicita la suspensión del acto
reclamado. El juez de Distrito negó la medida cautelar solicitada. En este caso, ¿cómo califica el actuar
del juzgador federal?

A. Jurídicamente correcto, dado que conceder la suspensión de la orden de arraigo domiciliario,


implicaría contravenir disposiciones de orden público, así como el interés social, ya que la sociedad
está interesada en el esclarecimiento de las conductas o hechos posiblemente constitutivos de delito.
B. Jurídicamente correcto, dado que de concederse la suspensión, se contravendría los dispuesto en el
artículo 138 de la Ley de Amparo, pues se impediría la continuación del procedimiento penal.
C. Jurídicamente incorrecto, pues la orden de arraigo domiciliario es un acto que afecta y restringe la
libertad personal que puede ser susceptible de suspensión, en términos de lo dispuesto por los
artículos 130 y 136 de la Ley de Amparo, si para ello se cumplen los requisitos exigidos por la misma
ley.

Justificación:

No. Registro: 192829


Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
X, Noviembre de 1999
Tesis: 1a./J. 78/99
Página: 55

ARRAIGO DOMICILIARIO, ORDEN DE. AFECTA LA LIBERTAD PERSONAL. La orden de


arraigo domiciliario prevista por el artículo 133 bis del Código Federal de Procedimientos Penales, antes y
después de su reforma mediante decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación de fecha ocho de
febrero de mil novecientos noventa y nueve, al obligar a la persona en contra de quien se prepare el ejercicio
de la acción penal siempre y cuando exista el riesgo fundado de que se sustraiga a la acción de la justicia, a
permanecer en un domicilio bajo la vigilancia de la autoridad investigadora y persecutora, trae como
consecuencia la inmovilidad de su persona en un inmueble, por tanto, es un acto que afecta y restringe la
libertad personal que puede ser susceptible de suspensión en términos de lo dispuesto por los artículos
130, 136 y demás relativos de la Ley de Amparo, si para ello se cumplen los requisitos exigidos por la
misma ley.

Contradicción de tesis 3/99. Entre las sustentadas por una parte, por los Tribunales Colegiados Cuarto en
Materia Penal del Primer Circuito y Primero del Décimo Octavo Circuito y, por otra, por el Primer Tribunal
Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito. 20 de octubre de 1999. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: Ministro Juan N. Silva Meza. Ponente: Juventino V. Castro y Castro. Secretario: Óscar Mauricio
Maycott Morales.

Tesis de jurisprudencia 78/99. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de veinte de
octubre de mil novecientos noventa y nueve, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
presidente Humberto Román Palacios, Juventino V. Castro y Castro, José de Jesús Gudiño Pelayo y Olga
Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: Ministro Juan N. Silva Meza.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

16. El licenciado Ernesto M., Secretario de Juzgado autorizado por el Consejo de la Judicatura
Federal, para fallar asuntos en términos del artículo 161 de la Ley Orgánica el Poder Judicial de la
Federación, presidió la audiencia constitucional celebrada en un juicio de garantías. El cúmulo de
trabajo del juzgado impidió a dicho secretario dictar la sentencia el mismo día en que inició la
audiencia constitucional, por lo que sólo firmó el acta junto con el secretario de acuerdos, después de
concluido el periodo de alegatos. En este supuesto, Ernesto M.:

A. Podrá dictar la sentencia en ese amparo con posterioridad, sólo si lo hace dentro del término que
comprende la autorización, ya que si dicho periodo ya transcurrió y ya está en funciones el juez
titular, únicamente éste deberá dictar la sentencia.
B. Deberá dictar la sentencia en ese amparo con posterioridad, aunque lo haga fuera del término que
comprende la autorización, pues sólo así se respetan los principios procesales de continuidad, unidad
y concentración que rigen la tramitación de la audiencia constitucional.
C. En ningún caso podrá dictar la sentencia en ese amparo con posterioridad.

Justificación:

No. Registro: 194091. Novena Época. Instancia: Pleno. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta. IX, Abril de 1999. Página: 30. Tesis: P./J. 36/99. Jurisprudencia. Materia(s): Común

SECRETARIO AUTORIZADO COMO JUEZ PARA RESOLVER EN JUICIOS DE AMPARO. PUEDE


VÁLIDAMENTE PRONUNCIAR SENTENCIAS SI PRESIDIÓ CON ESE CARÁCTER LA AUDIENCIA
CONSTITUCIONAL Y AÚN NO CONCLUYE EL PERIODO DE LA AUTORIZACIÓN. De acuerdo con
los artículos 107, fracción VII, de la Constitución Federal y 155 de la Ley de Amparo, el trámite de la
audiencia constitucional está regido por los principios procesales de continuidad, unidad y concentración, la
que se integra, entre otros actos, con la sentencia, con la que culmina dicha audiencia. De esas disposiciones y
principios, deriva que el secretario autorizado por el Consejo de la Judicatura Federal para fallar los asuntos
de amparo en los términos del artículo 161 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, debe dictar
la sentencia el mismo día en que se celebre la audiencia constitucional; y por excepción, si el cúmulo de las
labores y atenciones que demanda el juzgado impide al secretario, en funciones de Juez, dictar la sentencia el
día de la audiencia, debe firmar el acta relativa junto con el funcionario judicial que funja como fedatario, a
fin de cerrar formalmente el periodo de la audiencia ese mismo día. En esta última hipótesis, el secretario
autorizado podrá, válidamente, dictar la sentencia correspondiente con posterioridad, a condición de
que se encuentre dentro del tiempo que comprende la autorización, pues si dicho periodo ya
transcurrió y, por ende, ya está en funciones el Juez titular, sólo a éste corresponderá dictar la
sentencia respectiva, en el caso de que el acta de la audiencia esté levantada y formalmente cerrada. En
el supuesto de que el secretario autorizado, sin haber dictado la sentencia en los términos anteriores,
tampoco firme con su fedatario el acta de la audiencia constitucional, ante la falta de constancia que
pruebe su formal existencia, la audiencia deberá reponerse por el titular, independientemente de la
responsabilidad que pueda resultar al secretario autorizado. El criterio que asume este Tribunal Pleno,
además de que respeta los principios procesales que rigen la audiencia constitucional, circunscribe la
actuación del secretario al tiempo estricto en que se le otorgó la autorización, con lo cual se acata el acuerdo
del Consejo de la Judicatura Federal y se evita la inconveniencia jurídica de que en un momento dado
existan dos Jueces en un mismo juzgado, si se permite que el secretario autorizado dicte la sentencia
después de vencida su autorización, en asuntos en los que había presidido, con ese carácter, la
audiencia.

Contradicción de tesis 28/96. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo en Materia Civil
del Tercer Circuito y Octavo en Materia Civil del Primer Circuito. 7 de diciembre de 1998. Unanimidad de
diez votos. Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretaria: Ma. del
Socorro Olivares de Favela.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el diecinueve de abril en curso, aprobó, con el número
36/1999, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veinte de abril de mil novecientos
noventa y nueve.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

17. Al dictar sentencia en un juicio de amparo promovido en contra de un auto de formal prisión, el
juez de Distrito advierte que el acto reclamado carece de fundamentación y motivación, y por tal
motivo concede la protección constitucional. Al precisarse los efectos de la concesión de amparo ¿debe
ordenarse a la autoridad responsable que deje insubsistentes las actuaciones posteriores al auto de
formal prisión?

A. Sí, debe ordenarse a la autoridad responsable que deje insubsistentes las actuaciones posteriores al
auto de formal prisión, pues si éste resultó inconstitucional, es evidente que aquéllas no podían
practicarse.
B. No debe ordenarse a la autoridad responsable que deje insubsistentes las actuaciones posteriores al
auto de formal prisión.
C. Debe ordenarse a la autoridad responsable que deje insubsistentes las actuaciones posteriores al auto
de formal prisión que se hayan realizado a petición del Ministerio Público, pero que deje subsistentes
aquellas que se hayan desahogado a petición del quejoso.

Justificación:

No. Registro: 200030


Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
IV, Octubre de 1996
Tesis: P./J. 59/96
Página: 74

ORDEN DE APREHENSIÓN Y AUTO DE FORMAL PRISIÓN. EFECTOS DEL AMPARO QUE SE


CONCEDE POR FALTA O DEFICIENCIA DE FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN DE ESAS
RESOLUCIONES. Tratándose de órdenes de aprehensión y de autos de formal prisión, el amparo que se
concede por las indicadas irregularidades formales, no produce el efecto de dejar en libertad al probable
responsable, ni tampoco el de anular actuaciones posteriores, sino que en estos casos, el efecto del amparo
consiste en que la autoridad responsable deje insubsistente el acto reclamado y con plenitud de jurisdicción
dicte una nueva resolución, la cual podrá ser en el mismo sentido de la anterior, purgando los vicios formales
que la afectaban, o en sentido diverso, con lo cual queda cumplido el amparo. De ahí que en la primera de
esas hipótesis las irregularidades formales pueden purgarse sin restituir en su libertad al quejoso y sin
demérito de las actuaciones posteriores, porque no estando afectado el fondo de la orden de aprehensión o de
la formal prisión, deben producir todos los efectos y consecuencias jurídicas a que están destinadas.

Contradicción de tesis 20/95. Entre las sustentadas por el Primero y el Segundo Tribunales Colegiados del
Noveno Circuito. 10 de octubre de 1996. Unanimidad de once votos. Ponente: Humberto Román Palacios.
Secretarios: Manuel Rojas Fonseca y Angelina Hernández Hernández.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el catorce de octubre en curso, aprobó, con el número
59/1996, la tesis de jurisprudencia que antecede. México, Distrito Federal, a catorce de octubre de mil
novecientos noventa y seis.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

18. El artículo 29 del Código Fiscal de la Federación, que establece la obligación a cargo de los
contribuyentes con local fijo, consistente en registrar en las máquinas de comprobación fiscal el valor
de las actividades comerciales que realicen con el público en general:

A. Trasgrede la garantía de audiencia prevista en el artículo 14 constitucional, pues dicha obligación


constituye un acto de privación impuesto unilateralmente por el Estado.
B. No es violatoria de la garantía de audiencia prevista en el artículo 14 constitucional, pues no se
traduce en un acto de privación en contra del contribuyente, sino en una prestación de hacer.
C. Trasgrede la garantía de audiencia, por violar el principio de equidad tributaria.

Justificación:

No. Registro: 199452


Jurisprudencia. Materia(s): Administrativa, Constitucional
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: V, Febrero de 1997. Tesis: P./J. 9/97. Página: 98

MÁQUINAS REGISTRADORAS DE COMPROBACIÓN FISCAL. EL ARTÍCULO 29 DEL


CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN NO VIOLA LA GARANTÍA DE AUDIENCIA PREVISTA
EN EL ARTÍCULO 14 CONSTITUCIONAL. El artículo 29 del Código Fiscal de la Federación, al
establecer que los contribuyentes con local fijo tienen la obligación de registrar el valor de los actos o
actividades que realicen con el público en general en las máquinas de comprobación fiscal, no viola la
garantía de audiencia prevista en el segundo párrafo del artículo 14 constitucional, pues su propósito
fundamental no es el de imponer a esta clase de contribuyentes un acto de privación, sino una prestación de
hacer, que se instrumenta a opción de los obligados, mediante dos mecanismos; en uno, derivado de la
relación de este artículo con el 53-C de la Ley Federal de Derechos, el particular recibe de la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público la máquina respectiva y está obligado a pagar los derechos fiscales que por los
conceptos de asignación y uso se previenen; en el otro, derivado de aquel precepto en relación con el 29-A del
reglamento del citado código, el obligado adquiere la máquina de los fabricantes o importadores autorizados
por esa dependencia. En el primer supuesto, el acto de privación no deriva del deber de adquirir la máquina,
pues ésta se les asigna para su uso por la secretaría, sino de su obligación de pagar los derechos respectivos,
razón por la cual se satisface la garantía de audiencia conforme al criterio excepcional que en materia
impositiva ha sostenido este órgano colegiado, pues la determinación del crédito derivado de la aplicación de
tales preceptos, podrá ser combatida en el recurso administrativo de revocación o en el juicio contencioso-
administrativo con arreglo a los artículos 2o., fracción IV y 117, fracción I, del propio ordenamiento en
relación con el 23, fracción I, de la Ley Orgánica del Tribunal Fiscal de la Federación. En el segundo
supuesto, la adquisición de la máquina directamente de sus fabricantes o importadores en ejercicio de la
opción concedida por las normas reclamadas a los contribuyentes que, por estimarlo favorable a sus intereses,
prefieren sustraerse del programa de asignación a fin de elegir la maquinaria más idónea y útil para sus
objetivos empresariales, no implica, obviamente, un acto de privación impuesto unilateralmente por el Estado
respecto del cual debiera observarse la garantía de audiencia previa, pues el pago del precio deriva de un
contrato celebrado en ejercicio de la voluntad del contribuyente que no se traduce en una disminución
patrimonial, sino en el ingreso a su peculio de un bien.

Amparo en revisión 394/93. Central de Pinturas y Vidrios, S.A. de C.V. 2 de septiembre de 1993. Mayoría de
dieciséis votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretaria: Adriana Campuzano de Ortiz.- Amparo en revisión
934/93. Grupo Asociado Internacional, S.A. de C.V. 27 de febrero de 1995. Unanimidad de once votos.
Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Sergio Eduardo Alvarado Puente.- Amparo en revisión 1444/95.
Superetes Comercial, S.A. de C.V. 4 de noviembre de 1996. Unanimidad de once votos. Ponente: Guillermo
I. Ortiz Mayagoitia. Secretario: Oscar Germán Cendejas Gleason.- Amparo en revisión 2061/95. Dolores
Solloa Junco y otro. 4 de noviembre de 1996. Unanimidad de once votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre
Anguiano. Secretaria: Luz Cueto Martínez.- Amparo en revisión 283/96. Maderas y Triplay del Golfo, S.A.
de C.V. 4 de noviembre de 1996. Unanimidad de once votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano.
Secretaria: Rocío Balderas Fernández.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el veinte de enero en curso, aprobó, con el número 9/1997,
la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veinte de enero de mil novecientos noventa y
siete.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

19. Mediante una reforma legislativa, se incrementó la tasa de un impuesto del 10% al 12%.
Inconforme con dicho incremento, un contribuyente obligado al pago de ese impuesto y, por
consecuencia, de esa tasa, promueve juicio de amparo en el que plantea la inconstitucionalidad de la
modificación legislativa. Aduce que ese incremento resulta contrario a la garantía de irretroactividad
de la ley, prevista en el segundo párrafo del artículo 14 constitucional, porque afecta una situación
jurídica creada conforme a la legislación anterior (pagar el 10%). Conforme al criterio de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, diga si es jurídicamente correcto el planteamiento formulado en el
concepto de violación.

A. Sí, es correcto por las razones que aduce.


B. No. Es incorrecto.
C. Sí, es correcto, suplido en su deficiencia, ya que el incremento a la tasa del impuesto sí resulta
contrario a la Constitución, pues vulnera la garantía de retrospección de la ley, prevista en el artículo
14 de la carta magna.

Justificación:

No. Registro: 192855


Jurisprudencia. Materia(s): Constitucional, Administrativa
Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
X, Noviembre de 1999. Tesis: P./J. 105/99. Página: 27

CONTRIBUCIONES. LAS LEYES QUE LAS INCREMENTAN NO VIOLAN LA GARANTÍA DE


IRRETROACTIVIDAD. Esta garantía, consagrada en el artículo 14 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, consiste en que una ley no puede contener disposiciones que regulen hechos acaecidos
con anterioridad a su vigencia o afectar derechos adquiridos; el Congreso de la Unión, en ejercicio de la
potestad tributaria que la propia Constitución le confiere, anualmente determina las contribuciones del año
fiscal correspondiente, y cuando las incrementa hacia el futuro, es claro que no afecta situaciones anteriores y
los particulares no pueden alegar violación a dicha garantía, porque no tienen el derecho adquirido para pagar
siempre sobre una misma base o tasa, ya que contribuir al gasto público es una obligación de los mexicanos
consagrada en el artículo 31, fracción IV, constitucional, y no un bien que ingrese al patrimonio del
contribuyente.

Amparo en revisión 1804/98. Servicios Administrativos Elamex, S.A. de C.V. 26 de octubre de 1998.
Unanimidad de nueve votos. Ausentes: José Vicente Aguinaco Alemán y Juan N. Silva Meza. Ponente: José
de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Mario Flores García.

Amparo en revisión 1796/98. Delphi Ensamble de Cubiertas Automotrices, S.A. de C.V. 26 de octubre de
1998. Unanimidad de nueve votos. Ausentes: José Vicente Aguinaco Alemán y Juan N. Silva Meza. Ponente:
Mariano Azuela Güitrón. Secretario: Andrés Pérez Lozano.

Amparo en revisión 1782/98. Zenco de Chihuahua, S.A. de C.V. 26 de octubre de 1998. Unanimidad de
nueve votos. Ausentes: José Vicente Aguinaco Alemán y Juan N. Silva Meza. Ponente: Juan Díaz Romero.
Secretario: Jacinto Figueroa Salmorán.

Amparo en revisión 1443/98. Hielería Juárez, S.A. de C.V. 29 de octubre de 1998. Unanimidad de ocho
votos. Ausentes: José Vicente Aguinaco Alemán, José de Jesús Gudiño Pelayo y Juan N. Silva Meza.
Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretario: Salvador Castro Zavaleta

Amparo en revisión 1621/98. Unicopy Corporación de México, S.A. 29 de octubre de 1998. Unanimidad de
ocho votos. Ausentes: José Vicente Aguinaco Alemán, José de Jesús Gudiño Pelayo y Juan N. Silva Meza.
Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretario: Rafael Coello Cetina.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el veintiséis de octubre en curso, aprobó, con el número
105/1999, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintiséis de octubre de mil
novecientos noventa y nueve.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

20. El artículo 50, párrafo segundo, del Reglamento General de Deberes Militares, establece: “El
arresto es la reclusión que sufre un militar por un término de 24 horas a 15 días en su alojamiento,
cuartel o en las guardias de prevención; entendiéndose por alojamiento la oficina o dependencia militar
donde presten sus servicios los interesados”. Dicho precepto, al establecer como medida disciplinaria el
arresto hasta por quince días:

A. Vulnera el artículo 21 constitucional, que prohíbe el arresto administrativo superior a 36 horas,


porque ese arresto no está comprendido en el fuero de guerra.
B. No vulnera el artículo 21 constitucional, que prohíbe el arresto administrativo superior a 36 horas,
pues dicho arresto se encuentra comprendido en el fuero de guerra.
C. Vulnera el artículo 21 constitucional, que prohíbe el arresto superior a 36 horas, porque aun cuando
dicho arresto esté comprendido en el fuero de guerra, dicho fuero no es una excepción a lo dispuesto
en el citado precepto constitucional.

Justificación:

No. Registro: 180400


Jurisprudencia
Materia(s): Constitucional, Administrativa
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XX, Octubre de 2004
Tesis: 2a./J. 153/2004
Página: 373

ARRESTOS POR FALTAS CONTRA LA DISCIPLINA MILITAR. NO ES APLICABLE EL LÍMITE


TEMPORAL DE TREINTA Y SEIS HORAS QUE PARA LOS ARRESTOS POR INFRACCIONES A
LOS REGLAMENTOS GUBERNATIVOS Y DE POLICÍA PREVÉ EL ARTÍCULO 21 DE LA
CONSTITUCIÓN FEDERAL. Del artículo 13 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
se advierte que el fuero de guerra es una jurisdicción especializada que comprende el conocimiento tanto de
los delitos como de las faltas contra la disciplina militar y, por ende, a todas las autoridades legalmente
facultadas para intervenir en tales asuntos e imponer las sanciones que correspondan (penas o correctivos
disciplinarios), y no sólo a las que señala el artículo 28 de la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea
Mexicanos, a saber, el Supremo Tribunal Militar, la Procuraduría General de Justicia Militar y el Cuerpo de
Defensores de Oficio. En ese sentido, aun cuando la Secretaría de la Defensa Nacional puede ser considerada
como una autoridad administrativa, en virtud de que pertenece a la Administración Pública Federal
Centralizada, es indudable que al ejercer la facultad que le fue conferida para organizar, equipar, educar,
capacitar y desarrollar a las Fuerzas Armadas de tierra y aire, así como para conocer y sancionar, por
conducto de las autoridades castrenses competentes, los delitos y faltas contra la disciplina militar, se
constituye como un órgano del fuero de guerra, por lo que tratándose de arrestos por faltas contra la
disciplina militar, no resulta aplicable el límite temporal de treinta y seis horas que el artículo 21 de la
Constitución Federal prevé para los arrestos por infracciones a los reglamentos gubernativos y de
policía, en tanto que dicho fuero constituye una excepción a los principios consagrados en el primer
párrafo del citado precepto constitucional.

Contradicción de tesis 117/2004-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Cuarto y Décimo en
Materia Administrativa del Primer Circuito. 1o. de octubre de 2004. Cinco votos. Ponente: Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia. Secretaria: Georgina Laso de la Vega Romero.

Tesis de jurisprudencia 153/2004. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
ocho de octubre de dos mil cuatro.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

21. El Código Federal de Procedimientos Civiles, en su artículo 4º. establece: “Las instituciones,
servicios y dependencias de la Administración Pública de la Federación y de las entidades federativas,
tendrán dentro del procedimiento judicial, en cualquier forma en que intervengan, la misma situación
que otra parte cualquiera; pero nunca podrá dictarse, en su contra, mandamiento de ejecución ni
providencia de embargo, y estarán exentos de prestar las garantías que este Código exija de las partes.-
-- Las resoluciones dictadas en su contra serán cumplimentadas por las autoridades correspondientes,
dentro de los límites de sus atribuciones…”

La parte actora en un juicio civil promueve juicio de amparo indirecto en contra de la demandada
Comisión Federal de Electricidad, de quien reclama la omisión de dar cumplimiento a la sentencia
condenatoria en dicho juicio.
El juicio de amparo:

A. No es procedente, ya que la omisión reclamada no constituye un acto de autoridad para efectos del
juicio de amparo, en tanto que no existe una relación de supra a subordinación entre la Comisión
Federal de Electricidad demandada y el quejoso.
B. Es procedente, porque en el caso planteado la omisión reclamada constituye un acto de autoridad para
efectos del juicio de amparo.
C. No es procedente, porque en el ordenamiento procesal se prevé la posibilidad de incumplimiento a
una sentencia condenatoria por parte de los órganos estatales, de ahí que la omisión de la autoridad
demandada no esté sujeta a control jurisdiccional alguno.

Justificación:

Registro No. 161652, Novena Época, Instancia: Segunda Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, XXXIV, Julio de 2011, Página: 448, Tesis: 2a./J. 85/2011, Jurisprudencia, Materia(s): Común

DEPENDENCIAS DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA FEDERAL O DE LAS ENTIDADES


FEDERATIVAS. LA OMISIÓN EN DAR CUMPLIMIENTO A UNA SENTENCIA
CONDENATORIA DICTADA EN UN JUICIO EN EL QUE FIGURARON COMO DEMANDADAS,
CONSTITUYE UN ACTO DE AUTORIDAD PARA EFECTOS DEL AMPARO (ARTÍCULO 4o.
DEL CÓDIGO FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS CIVILES). La excepción al principio de igualdad
procesal consagrado en el artículo 4o. del Código Federal de Procedimientos Civiles a favor de las
dependencias de la Administración Pública de la Federación y de las entidades federativas al disponer que
nunca podrá dictarse en su contra mandamiento de ejecución ni providencia de embargo, no significa la
posibilidad de incumplimiento a una sentencia condenatoria por parte de los órganos estatales, sino que
parte de que la entidad estatal cumplirá voluntariamente, por lo que es innecesario acudir a la vía de apremio,
lo que así se señala en el segundo párrafo de dicho precepto, al establecer que las resoluciones dictadas en su
contra serán cumplimentadas por las autoridades correspondientes, dentro de los límites de sus atribuciones.
Sin embargo, en caso de que tal cumplimiento voluntario no se dé, dicha omisión constituye un acto de
autoridad que puede combatirse en el juicio de amparo, pues se surten las condiciones para considerar al ente
estatal como autoridad en virtud de que: a) Se encuentra colocado en un plano de desigualdad frente al
particular, atendiendo precisamente a su calidad de órgano del Estado, pues se le otorga el privilegio de no ser
sujeto a ejecución forzosa; b) Tal prerrogativa deriva de la ley, pues ésta responde al cumplimiento voluntario
del órgano estatal; c) El uso indebido de ese beneficio implica transgredir la obligación legal de cumplimiento
voluntario y afecta la esfera legal del particular porque le impide obtener la prestación que demandó en el
juicio en que se dictó sentencia a su favor; y d) La actitud contumaz de la autoridad coloca al particular en
estado de indefensión ante la imposibilidad de lograr por las vías ordinarias la justicia que mandata el artículo
17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Precedentes: Contradicción de tesis 422/2010. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Cuarto del Décimo Segundo Circuito y el Octavo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito. 27
de abril de 2011. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Sergio
Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Lourdes Ferrer Mac-Gregor Poisot.

Tesis de jurisprudencia 85/2011. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
cuatro de mayo de dos mil once.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

22. La falta de informe justificado de la autoridad responsable:

A. Exime al quejoso de la obligación de acreditar que el acto reclamado afecta su interés jurídico.
B. No exime al quejoso de la obligación de justificar su interés jurídico.
C. Implica, en todos los casos, que se tenga por acreditada la inconstitucionalidad del acto reclamado.

Justificación:

No. Registro: 206321


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Octava Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
84, Diciembre de 1994
Tesis: 2a./J. 23/94
Página: 20

INTERÉS JURÍDICO EN EL AMPARO. OBLIGACIÓN DE PROBARLO AUNQUE OPERE


PRESUNCIÓN DE CERTEZA DE LA EXISTENCIA DEL ACTO RECLAMADO POR FALTA DE
INFORME. La presunción de existencia del acto reclamado por falta de informe justificado de las
autoridades responsables, prevista por el artículo 149 de la Ley de Amparo, no exime al quejoso de la
obligación que tiene de acreditar que el acto que reclama afecta su interés jurídico, ya que de no hacerlo el
juicio de garantías resulta improcedente y debe sobreseerse en términos de la fracción V del artículo 73, y
fracción III del artículo 74 de la Ley de Amparo.

Amparo en revisión 5185/76. Timoteo Priego Suárez. 16 de abril de 1980. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: Carlos del Río Rodríguez. Ponente: Eduardo Langle Martínez. Secretario: José Luis Gómez Molina.

Amparo en revisión 309/83. Comité Particular Ejecutivo Agrario de la Primera Ampliación de Ejidos del
Poblado denominado "Tres de Mayo", antes el Zapote, Municipio de Escuintla, Estado de Chiapas. 14 de
mayo de 1984. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Carlos del Río Rodríguez. Ponente: Atanasio González
Martínez. Secretario: Sergio Torres Eyras.

Amparo en revisión 6429/84. Constructora Raudales, S. A. 3 de junio de 1985. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: Carlos del Río Rodríguez. Ponente: Atanasio González Martínez. Secretario: Mario Pérez de León
E.

Amparo en revisión 2007/88. Compugraphic de México, S. A. 24 de abril de 1989. Cinco votos. Ponente:
Atanasio González Martínez. Secretaria: Amanda R. García González.

Amparo en revisión 1001/94. Jaime Garnica Santoyo y otros. 10 de octubre de 1994. Unanimidad de cuatro
votos. Presidente: Atanasio González Martínez quien hizo suyo el asunto en ausencia del ponente Noé
Castañón León. Secretario: Sergio Eduardo Alvarado Puente.

Tesis de Jurisprudencia 23/94. Aprobada por la Segunda Sala de este alto Tribunal, en sesión privada de
dieciocho de noviembre de mil novecientos noventa y cuatro, por unanimidad de cuatro votos de los señores
Ministros: Presidente: Atanasio González Martínez, José Manuel Villagordoa Lozano, Fausta Moreno Flores
y Noé Castañón León. Ausente: Carlos de Silva Nava.

Nota: Esta tesis también aparece en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1995, Tomo VI,
Materia Común, Primera Parte, tesis 322, página 216.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

23. En un amparo indirecto la quejosa reclama el embargo trabado en un bien de su propiedad,


decretado en un juicio laboral respecto del cual tiene el carácter de tercera extraña. Se solicita la
suspensión provisional. El juez de distrito concede la medida cautelar y como requisito de efectividad
fija una caución determinada. A fin de que siga surtiendo efectos dicha medida, la impetrante exhibe
una póliza de fianza. Posteriormente, se concede la suspensión definitiva y también se le fija una
caución para que siga surtiendo efectos. La quejosa exhibe una nueva póliza de fianza para garantizar
los daños y perjuicios que pudieran ocasionarse con la medida. La peticionaria de amparo solicita la
devolución de la póliza de fianza que exhibió para que surtiera efectos la suspensión provisional. Esta
petición resulta:

A. Procedente, pues habiéndose dictado la resolución relativa a la suspensión definitiva ya no subsiste la


suspensión provisional y, por ende, la garantía dejó de surtir efectos.
B. Improcedente, pues aunque se haya exhibido la garantía de la suspensión definitiva, ésta no sirve para
garantizar los daños y perjuicios que pudieron ocasionarse con la suspensión provisional.
C. Procedente sólo si el juez autorizó la devolución de la garantía en la interlocutoria del incidente de
suspensión.

Justificación:

No. Registro: 176102. Novena Época. Instancia: Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta. XXIII, Enero de 2006. Página: 619. Tesis: 1a./J. 141/2005. Jurisprudencia. Materia(s): Común

SUSPENSIÓN PROVISIONAL. NO EXISTE IMPEDIMENTO LEGAL PARA LA DEVOLUCIÓN DE LA


GARANTÍA OTORGADA CON MOTIVO DE SU CONCESIÓN, UNA VEZ EXHIBIDA LA
CORRESPONDIENTE A LA DEFINITIVA. Al decretar la suspensión provisional de los actos reclamados
en un juicio de amparo, el Juez de Distrito está imposibilitado materialmente para determinar el monto de una
garantía que responda por los daños y perjuicios que pudieran ocasionarse al tercero perjudicado durante la
secuela procesal, por lo que únicamente lo hará de manera provisional, hasta en tanto se celebre la audiencia
incidental, momento procesal en el que, de concederse la suspensión, podrá fijar una garantía definitiva, y la
determinada provisionalmente perderá su fundamento de existencia y no podrá surtir efecto alguno,
independientemente de que haya regido la situación de los actos reclamados por lapso determinado. Por tanto,
al fijar el monto de la garantía definitiva, el juzgador deberá considerar que sea suficiente para responder por
los daños y perjuicios que pudieran ocasionarse al tercero perjudicado con motivo de la concesión de la
suspensión en cualquiera de los momentos procesales, siempre que tengan como antecedente aquélla. Así
ambas garantías (provisional y definitiva) cumplen con el artículo 125 de la Ley de Amparo, pero no se
justifica que subsistan simultáneamente, pues ello contravendría dicho precepto, porque al concederse
definitivamente la suspensión la determinación provisional se sustituye, sucediendo lo mismo con la
respectiva garantía, ya que la otorgada con motivo de la suspensión definitiva no sólo garantiza un periodo
determinado, sino que responde por los daños que pudieran ocasionarse al tercero perjudicado por la
suspensión en general, en virtud de que no se trata de dos suspensiones que requieran dos garantías diversas,
sino que la suspensión del acto reclamado en el juicio de amparo es una sola, aunque se resuelva en dos
momentos procesales diversos; de ahí que no exista impedimento legal para que una vez exhibida la garantía
decretada al conceder en definitiva la suspensión de los actos reclamados en un juicio de amparo, se devuelva
la otorgada con motivo de la concesión provisional, ya que los daños y perjuicios que pudieran haberse
ocasionado automáticamente quedan respaldados con la garantía que se exhiba con motivo de la suspensión
definitiva.

Contradicción de tesis 89/2005-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil
del Cuarto Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Noveno Circuito. 28 de septiembre de 2005.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Juan N. Silva Meza. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Secretaria: Irma Leticia Flores Díaz.

Tesis de jurisprudencia 141/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha
veintiocho de septiembre de dos mil cinco.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

24. En un amparo indirecto se reclama la falta de emplazamiento a un juicio laboral. La autoridad


responsable rinde su informe justificado dos días antes de la fecha señalada para la celebración de la
audiencia, por lo que el juzgador, de oficio, difiere la misma. Una vez que el quejoso se impuso del contenido
del informe, anunció una testimonial y agregó que hasta esa oportunidad la anunciaba, ya que de los anexos
que remitió la responsable con su informe, se advertía que existe una constancia de un supuesto
emplazamiento al quejoso, lo que era inexacto, pues en la fecha consignada en el acta correspondiente el
peticionario del amparo no se encontraba en el país, lo que pretendía acreditar con la testimonial. Cabe
hacer mención que el anuncio de la prueba se realizó con todas las formalidades de ley y se realizó cinco días
antes de la nueva fecha señalada para la audiencia constitucional, sin contar el del ofrecimiento ni el de la
audiencia. El juez de Distrito tiene por anunciada la prueba y ordena su preparación para ser desahogada
en la audiencia constitucional. Tal proceder del juez de Distrito es:

A. Incorrecto, pues era obligación del quejoso anunciar el desahogo de la prueba cinco días antes de la
primera fecha señalada para la celebración de la audiencia constitucional; y al no hacerlo, precluyó su
derecho.
B. Correcto, pues en el caso el quejoso conoció el contenido de la constancia cuyo contenido pretende
desvirtuar hasta que se rindió el informe justificado (dos días antes de la primera fecha señalada para la
celebración de la audiencia constitucional); por tanto, no le era exigible que anunciara la prueba cinco días
antes de esa primera fecha.
C. Correcto, porque el ofrecimiento de las pruebas que ameritan preparación en el juicio de amparo
solamente está sujeto a que dichas pruebas se anuncien con cinco días de anticipación a la celebración de
la audiencia constitucional, sin que importe si es la primera, segunda o ulterior fecha señalada para tal
efecto.

Justificación: No. Registro: 200200. Jurisprudencia. Materia(s): Común. Novena Época. Instancia: Pleno. Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. III, Febrero de 1996. Tesis: P./J. 7/96. Página: 53

PRUEBAS PERICIAL, TESTIMONIAL Y DE INSPECCIÓN JUDICIAL EN EL AMPARO. SU


OFRECIMIENTO DESPUÉS DEL DIFERIMIENTO DE LA AUDIENCIA. Este Pleno modifica la jurisprudencia
que en la compilación de 1988, Segunda Parte, página 2435, aparece con el número 1533 y que establece
"PRUEBAS TESTIMONIAL Y PERICIAL EN EL AMPARO, CUANDO SE DIFIERE LA AUDIENCIA.- Es
procedente admitir las pruebas testimonial y pericial para la audiencia en el amparo, cuando la inicialmente
señalada ha sido diferida de oficio por el Juez de Distrito, y no a petición de las partes"; y, asimismo, se aparta del
criterio contenido en la última tesis relacionada con dicha jurisprudencia, que establece, esencialmente, que es
inexacto que cuando la audiencia se difiere de oficio, se puedan ofrecer dichas pruebas para la audiencia diferida,
agregando que cuando no se anuncian oportunamente para la primera audiencia, no pueden ofrecerse para la
segunda, porque ya se perdió el derecho. Partiendo de la hipótesis de que las pruebas pericial, testimonial y de
inspección judicial no fueron ofrecidas antes de la audiencia inicial, que ésta se difirió y que en el nuevo
periodo sí se ofrecieron con la anticipación requerida por el artículo 151 de la Ley de Amparo, en relación
con la fecha de la segunda audiencia, el nuevo criterio sostenido por este Pleno se apoya en dos principios
básicos: En primer lugar, el de la expeditez del procedimiento de amparo que deriva de su naturaleza sumaria, de
acuerdo con el cual, si las mencionadas pruebas no se ofrecen con la anticipación exigida por el citado precepto, ya
no pueden ofrecerse con posterioridad por haber precluido ese derecho procesal; y en segundo, el cimentado en el
respeto a la garantía de defensa de la parte oferente, lo que significa que ésta, para gozar de la oportunidad de
ofrecer las pruebas aludidas, no sólo debe contar con el plazo de cinco días hábiles antes del señalado para la
audiencia constitucional, sin incluir el del ofrecimiento ni el señalado para la celebración de la audiencia, sino
además, que tal plazo se dé a partir de la fecha en que tenga conocimiento del hecho que trate de probar o
desvirtuar con dichas probanzas, conocimiento que puede inferirse de los datos y elementos objetivos de los autos.
Así, por ejemplo, cuando la parte oferente ya tenga conocimiento del hecho o situación cuya certeza trata de
probar o desvirtuar con tiempo anterior al término señalado en el citado artículo 151, tomando como
referencia la audiencia inicial, ya no podrá válidamente ofrecerlas en el período posterior, porque ha
precluido su derecho por su abandono; en cambio, si el oferente no conocía el hecho con la oportunidad legal
suficiente, como cuando el quejoso se entera de él con motivo del informe justificado rendido poco antes de
la audiencia, o como cuando el tercero perjudicado es llamado a juicio sin tiempo suficiente para ofrecer
esos elementos probatorios, entonces sí pueden proponerse legalmente con posterioridad a la primera fecha
de la audiencia, respetando siempre los términos del artículo 151, sólo que tomando como indicador la
segunda fecha, ejemplos que pueden multiplicarse teniendo en común, todos ellos, que desde el punto de vista
jurídico el oferente no debe quedar indefenso en la materia probatoria examinada, por causas ajenas a su descuido
o negligencia dentro del procedimiento. Conforme a este criterio, por tanto, carece de importancia el hecho de que
la audiencia se haya diferido de oficio o a petición de parte, debiendo atenderse a los principios expuestos, cuya
aplicación permite dar a cada parte el trato que amerita su propia situación procesal.

Contradicción de tesis 25/93. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Tercero y Segundo del Sexto
Circuito. 7 de noviembre de 1995. Unanimidad de once votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario:
Martín Alejandro Cañizalez E.- El Tribunal Pleno en su sesión privada celebrada el veintinueve de enero en curso,
por unanimidad de diez votos de los Ministros: presidente en funciones Juventino V. Castro y Castro, Sergio
Salvador Aguirre Anguiano, Mariano Azuela Güitrón, Juan Díaz Romero, Genaro David Góngora Pimentel, José
de Jesús Gudiño Pelayo, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Humberto Román Palacios, Olga María Sánchez Cordero
y Juan N. Silva Meza; aprobó, con el número 7/1996 la tesis que antecede. México, Distrito Federal, a veintinueve
de enero de mil novecientos noventa y seis.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

25. Durante el trámite de un juicio laboral, la junta dicta una interlocutoria en la que desestima la
excepción de incompetencia. Esta determinación es impugnable:

A. En el juicio de amparo directo que, en su caso, se promueva contra el laudo, por tratarse de una
violación de índole procesal.
B. En el juicio de amparo indirecto, al tratarse de un acto de ejecución irreparable.
C. En cualquiera de las dos vías, a elección del quejoso.

Justificación:

Registro No. 160845, Décima Época, Instancia: Segunda Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, Libro I, Octubre de 2011, Tomo 2, Página: 1395, Tesis: 2a./J. 156/2011 (9a.). Jurisprudencia,
Materia(s): Común

INCOMPETENCIA. PROCEDE EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO CONTRA LA


RESOLUCIÓN DE UNA JUNTA DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE QUE DESECHA O ESTIMA
INFUNDADA ESA EXCEPCIÓN. Con fundamento en el artículo 197 de la Ley de Amparo, la Segunda
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación modifica la jurisprudencia 2a./J. 19/99, de rubro:
"COMPETENCIA. LA RESOLUCIÓN DE UNA JUNTA FEDERAL O LOCAL DE CONCILIACIÓN Y
ARBITRAJE, QUE DECLARA IMPROCEDENTE ESA EXCEPCIÓN, SÓLO SE PUEDE IMPUGNAR EN
AMPARO DIRECTO Y NO EN EL INDIRECTO.", para sustentar que conforme a la regla de procedencia
del juicio de amparo indirecto establecida en el artículo 107, fracción III, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, en relación con el numeral 114, fracción IV, de la referida Ley, dicho juicio
procede, excepcionalmente y aun tratándose de violaciones formales, adjetivas o procesales, contra la
resolución que desecha o estima infundada la excepción de incompetencia en el juicio laboral, porque se
considera que en esta resolución se afecta a las partes en grado predominante o superior, ya que de ser
fundada dicha defensa, deberá reponerse el procedimiento, lo que trae como consecuencia retardar la
impartición de justicia, contrariando el espíritu del artículo 17 constitucional.

Precedentes: Solicitud de modificación de jurisprudencia 16/2011. Magistrada integrante del Décimo Tercer
Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 17 de agosto de 2011. Cinco votos; votó con
salvedad Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretaria: María Marcela
Ramírez Cerrillo.

Tesis de jurisprudencia 156/2011. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
veinticuatro de agosto de dos mil once.

Notas: La presente tesis deriva de la resolución dictada en la solicitud de modificación de jurisprudencia


16/2011, en la cual la Segunda Sala, por mayoría de cuatro votos, determinó modificar el criterio contenido en
la tesis 2a./J. 19/99, de rubro: "COMPETENCIA. LA RESOLUCIÓN DE UNA JUNTA FEDERAL O
LOCAL DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE, QUE DECLARA IMPROCEDENTE ESA EXCEPCIÓN,
SÓLO SE PUEDE IMPUGNAR EN AMPARO DIRECTO Y NO EN EL INDIRECTO." publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo IX, marzo de 1999, página 93.

La tesis 2a./J. 19/99 citada, aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, Tomo IX, marzo de 1999, página 93.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

26. En un juicio de amparo indirecto se reclama la resolución de no ejercicio de la acción penal dictada
por el agente del Ministerio Público, dependiente de la Procuraduría General de Justicia del Distrito
Federal. En este supuesto, ¿qué juez de Distrito será competente, por razón de la materia, para conocer
del juicio de garantías?

A. Únicamente un juez de Distrito en materia penal.


B. Únicamente un juez de Distrito en materia administrativa.
C. Cualquiera de los dos anteriores a prevención.

Justificación:

Registro No. 197249


Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VI, Diciembre de 1997
Página: 5. Tesis: P./J. 91/97
Jurisprudencia
Materia(s): Penal

ACCIÓN PENAL, RESOLUCIÓN DE NO EJERCICIO, EMANADA DE UNA AUTORIDAD


DEPENDIENTE DE LA PROCURADURÍA GENERAL DE JUSTICIA DEL DISTRITO FEDERAL,
ES UN ACTO MATERIALMENTE PENAL Y DEL JUICIO DE AMPARO QUE SE PROMUEVA EN
SU CONTRA DEBE CONOCER UN JUEZ DE DISTRITO EN MATERIA PENAL. El artículo 51 de la
Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en su fracción I, dispone, entre otros supuestos, que los Jueces
de Distrito de amparo en materia penal conocerán de los juicios de garantías que se promuevan "... contra actos
de cualquier autoridad que afecten la libertad personal ...". Ahora bien, como donde existe la misma razón debe
existir la misma disposición, es válido interpretar en forma extensiva la fracción de mérito y sostener que la
competencia también se surte cuando la sentencia que se dicte en el amparo pueda producir la consecuencia de
afectar la libertad personal del tercero perjudicado que, en el caso de un juicio promovido en contra de una
resolución de no ejercicio de la acción penal, lo sería, por supuesto, el indiciado o inculpado. Aun cuando no
todos los delitos se sancionan con la privación de la libertad, la afectación debe entenderse en sentido amplio,
pues aun tratándose de delitos que se sancionan con pena alternativa o con pena no privativa de la libertad, la
orden de comparecer al juicio y, en su caso, el auto de sujeción a proceso que pudiera dictarse en el supuesto de
que se ejerciera la acción penal por tales delitos con motivo de un juicio de amparo, de conformidad con el
artículo 304 bis del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal, afectan la libertad de la persona,
pues se le obliga a comparecer ante la autoridad que la requiere, aun cuando la restricción tenga el límite
precario indispensable para el desahogo de las diligencias respectivas, tales como la declaración preparatoria, la
identificación administrativa, entre otras. Por otro lado, interpretando en forma sistemática las fracciones del
artículo 51 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, con los artículos 19, 20, 21, primer párrafo,
constitucionales; 94 a 108, 111 a 114, 118 a 121, 122, 124, 135, 136, 139, 140, 141, 144, 147, 152, 189, 191,
262, 268 bis y 273, entre otros, del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal; 13 y 15 del
Código Penal para el Distrito Federal, se obtiene que si en el propio precepto 51 se contemplan las atribuciones
de los Jueces de Distrito en los juicios de amparo para conocer de actos materialmente penales, la competencia
de que se trata no sólo se actualiza con fundamento en la fracción I antes examinada, sino en dicho numeral. En
estas condiciones, si bien la naturaleza de la resolución de no ejercicio de la acción penal es, por el órgano que la
realiza, formalmente administrativa, por su naturaleza intrínseca es materialmente penal, por lo que la
competencia para el conocimiento del juicio de amparo en su contra le corresponde a un Juez de Distrito en
dicha materia, no sólo por la circunstancia de que la sentencia que llegara a dictarse pudiera afectar la libertad
del tercero perjudicado, sino también porque al tratarse de una resolución materialmente penal, la competencia
se ubica en el propio numeral interpretando sus fracciones sistemáticamente. La interpretación de mérito respeta
el principio de especialización que justifica la creación de tribunales especializados y, por ende, el artículo 17
constitucional, en cuanto garantiza la expeditez en el fallo.

Contradicción de tesis 9/96. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito. 26 de agosto
de 1997. Once votos. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretaria: María Guadalupe Saucedo
Zavala.- El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el once de noviembre en curso, aprobó, con el
número 91/1997, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a once de noviembre de mil
novecientos noventa y siete.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

27. ¿Cuál es la vía idónea para impugnar en amparo la legalidad de la condena en costas decretada
respecto de ambas instancias en una resolución de segundo grado que confirma otra que resuelve una
cuestión incidental durante el procedimiento de origen?

A. Para determinar la vía idónea (directa o indirecta) es necesario tomar en consideración la naturaleza
de la interlocutoria de que se trate, ya que la condena en costas es una cuestión accesoria a la
pretensión principal deducida en aquélla; por ende, sigue su suerte procesal. En ese sentido, si dicha
interlocutoria tiene una ejecución irreparable, la vía procedente para impugnar tal resolución, incluida
la condena en costas, será la indirecta; por el contrario, si no tiene una ejecución irreparable, la vía
será la directa, es decir, la ilegalidad de la interlocutoria deberá plantearse como concepto de
violación en el juicio de amparo directo que, en su caso, se promueva contra la sentencia definitiva.
B. En todos los casos la vía idónea para impugnar la legalidad de la condena en costas es la indirecta,
porque con independencia de la naturaleza de la interlocutoria de la cual derive, lo cierto es que
aquélla por sí misma tiene una ejecución irreparable.
C. En todos los casos la vía idónea para cuestionar la legalidad de la condena en costas es la directa. Esto
es, la ilegalidad de la interlocutoria que contiene la condena en costas deberá plantearse como
violación procesal en el juicio de amparo directo que, en su caso, se promueva contra la sentencia
definitiva.

Justificación: Registro No. 167130, Novena Época, Instancia: Primera Sala, Fuente: Semanario Judicial de
la Federación y su Gaceta, XXIX, Junio de 2009, Página: 77, Tesis: 1a./J. 29/2009, Jurisprudencia.
Materia(s): Civil

COSTAS. LAS DERIVADAS DE UN INCIDENTE EN EL PROCEDIMIENTO, NO PUEDEN


DESVINCULARSE DEL FONDO RESUELTO EN ÉL, POR LO QUE DEBEN IMPUGNARSE EN
LA VÍA QUE CORRESPONDA. La condena en costas es de naturaleza accesoria a la pretensión principal
en juicio, por lo que la decretada respecto de ambas instancias en una resolución de segundo grado que
confirma otra que resuelve una cuestión incidental de índole procesal es consecuencia del análisis de la
violación adjetiva materia del incidente relativo y, por tanto, debe seguir su misma suerte, en virtud de que la
condena en ese aspecto constituye la sanción impuesta a las partes en la incidencia como resultado de haberse
decidido el fondo de ésta. En ese sentido, es indudable que la impugnación en costas debe hacerse valer
atendiendo a la vía que corresponda, es decir, de acuerdo al tipo de incidente del que derive. De ahí que si por
su naturaleza este último se traduce en un acto de ejecución irreparable, procederá el juicio de amparo en la
vía indirecta, pues no puede desligarse el estudio de la legalidad de las costas del análisis del acto reclamado,
dada la accesoriedad de aquéllas con éste, pero si el incidente implica un acto intraprocesal que no sea de
imposible reparación, la legalidad de la condena en costas debe hacerse valer como violación adjetiva en el
amparo directo que en su caso se promueva contra la sentencia definitiva que llegue a dictarse en el juicio
correspondiente, es decir, en este último supuesto, el análisis de la legalidad de lo decidido sobre tal condena
debe reservarse para dicho momento, pues no puede desvincularse la condena en costas del fondo resuelto en
el incidente. Ello es así porque el amparo es un juicio extraordinario cuyo objetivo es proteger las garantías
individuales de los gobernados frente a las autoridades y procede en la vía directa contra sentencias
definitivas y resoluciones que ponen fin al juicio, ocasión en la que se pueden analizar las violaciones del
procedimiento que hubiesen afectado las defensas del quejoso, y sólo excepcionalmente se prevé la tutela,
mediante el amparo indirecto, contra actos dentro del juicio que, por su trascendencia grave, afecten de
manera directa los derechos sustantivos del quejoso; por lo que implica que el juicio de garantías no es una
instancia más para decidir las controversias, ni tiene como finalidad supervisar todos y cada uno de los actos
del proceso de forma aislada en el momento en que se van emitiendo, pues la marcha del procedimiento no
puede paralizarse sino en los casos previstos por el legislador o la jurisprudencia establecida. No es obstáculo
para estimar que la determinación incidental sobre costas puede impugnarse en amparo directo, el hecho de
que el condenado hubiese sido vencedor en cuanto al fondo del litigio, pues en ese supuesto conserva interés
jurídico para promover ese juicio, aunque sólo sea para reclamar la condena en costas en la resolución
intermedia de segunda instancia que trascendió a su esfera jurídica.

Contradicción de tesis 80/2008-PS. Entre los criterios sustentados por los Tribunales Colegiados Tercero y
Décimo Tercero, ambos en Materia Civil del Primer Circuito. 21 de enero de 2009. Cinco votos. Ponente:
Sergio A. Valls Hernández. Secretario: José Álvaro Vargas Ornelas.

Tesis de jurisprudencia 29/2009. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha once
de marzo de dos mil nueve.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

28. ¿En qué casos el juez de Distrito debe admitir la prueba testimonial que ofrezca el quejoso en el
juicio de amparo en el que se reclama una orden de aprehensión?

A. En todos los casos.


B. En ningún caso.
C. Sólo cuando el quejoso, en su carácter de indiciado, no haya tenido oportunidad de ofrecer y
desahogar la prueba testimonial en la averiguación previa.

Justificación:

No. Registro: 193891. Novena Época. Instancia: Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta. IX, Mayo de 1999. Página: 296. Tesis: 1a./J. 29/99. Jurisprudencia. Materia(s): Penal

ORDEN DE APREHENSIÓN, PRUEBAS ADMISIBLES EN EL AMPARO CONTRA LA. La reforma


al penúltimo párrafo de la fracción X, del artículo 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, que se vincula a la fracción V del mismo precepto, consagra entre las garantías del inculpado, que
se le reciban las pruebas que ofrezca durante la averiguación previa, en los términos establecidos en la ley. El
numeral 128, fracción III, inciso e), del Código Federal de Procedimientos Penales incluye ese mandamiento,
pero circunscribiéndolo a que no se entorpezca la averiguación y se encuentren en el lugar de la averiguación
las personas cuyos testimonios se ofrezcan, esto es, que no siempre se practican las probanzas; por ende, si de
esto existe constancia indubitable, y se recurriere al juicio de amparo en contra de la orden de aprehensión, el
Juez Federal habrá de recibir los elementos de convicción; en el caso contrario, si fueron ofrecidos y
desahogados en la averiguación, o bien, habiendo tenido oportunidad de ofrecerlos, no lo hizo el indiciado,
ya no se admitirán en el amparo. El criterio anterior surge a virtud de la actual redacción del invocado
precepto constitucional, reformado mediante decreto de 2 de julio de 1996, que viene a modificar en parte los
aspectos tomados en cuenta en la jurisprudencia 229 de la entonces Primera Sala, publicada en el Apéndice al
Semanario Judicial de la Federación 1917-1995, Tomo II, Materia Penal, página 130, cuyo texto es: "ORDEN
DE APREHENSIÓN, PRUEBAS EN EL AMPARO RESPECTO DE LA.-Cuando el amparo se promueve
contra una orden de aprehensión, el quejoso puede presentar, ante el Juez constitucional, las pruebas que
estime pertinentes para demostrar la inconstitucionalidad del acto reclamado, aun cuando no las haya tenido a
la vista la autoridad responsable, toda vez que no teniendo conocimiento el inculpado, en la generalidad de los
casos, del procedimiento que se sigue en su contra, sino al ser detenido, no tiene oportunidad ni medios de
defensa, si no es ante el Juez que conozca del juicio de garantías.". En efecto, esta jurisprudencia
correspondiente a la Quinta Época, parte del supuesto de que el indiciado no ha tenido oportunidad de
defensa, sino hasta que comparece ante el Juez Federal, que ya no priva en la actualidad a virtud de la reforma
de mérito, y constituye motivo suficiente para apartarse de la misma.

Contradicción de tesis 86/98. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero en Materia Penal
del Primer Circuito y Cuarto del Cuarto Circuito. 3 de marzo de 1999. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez
Cordero de García Villegas. Secretaria: Ma. Edith Ramírez de Vidal.-

Tesis de jurisprudencia 29/99. Aprobada por la Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación,
en sesión de doce de mayo de mil novecientos noventa y nueve, por unanimidad de cinco votos de los señores
Ministros: presidente Humberto Román Palacios, Juventino V. Castro y Castro, José de Jesús Gudiño Pelayo,
Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.-

Nota: Esta tesis se aparta del criterio contenido en la jurisprudencia 229 de la anterior Primera Sala, publicada
en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1995, Tomo II, Materia Penal, página 130, de
rubro: "ORDEN DE APREHENSIÓN, PRUEBAS EN EL AMPARO RESPECTO DE LA.".
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

29. Al ordenar la práctica del cotejo o compulsa de un documento objetado por alguna de las partes en
un procedimiento laboral, la Junta de Conciliación y Arbitraje formula un apercibimiento en el sentido
de tener por auténtico el documento en caso de no exhibirse en original. Este apercibimiento:

A. Constituye un acto de imposible reparación impugnable, desde luego, en amparo indirecto.


B. Se traduce en una violación procesal, que de trascender al resultado del laudo, debe plantearse como
concepto de violación en el juicio de amparo directo que se promueva en contra de ese fallo.
C. Es correcto, de modo que no es impugnable.

Justificación:

No. Registro: 185101


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVII, Enero de 2003
Tesis: 2a./J. 151/2002
Página: 495

PRUEBA DOCUMENTAL EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL. EL APERCIBIMIENTO QUE


REALICE LA JUNTA DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE AL ORDENAR LA PRÁCTICA DEL
COTEJO O COMPULSA, CONSISTENTE EN TENER COMO AUTÉNTICO EL DOCUMENTO
OBJETADO EN CASO DE NO EXHIBIRSE SU ORIGINAL, EN HIPÓTESIS DIVERSAS A LAS
PREVISTAS EN LOS ARTÍCULOS 784, 804 Y 805 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO,
CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN A LAS LEYES DEL PROCEDIMIENTO. Los citados preceptos
contemplan la obligación probatoria que en materia laboral se encuentra establecida para la parte patronal, en
relación con determinados aspectos de la controversia, así como los supuestos en los que tratándose de la no
exhibición de documentos en el juicio puede apercibirse a una de las partes en el procedimiento laboral y los
alcances de ese apercibimiento. En ese tenor, debe concluirse que fuera de las hipótesis previstas en los
invocados artículos, el apercibimiento que realice la Junta de Conciliación y Arbitraje al ordenar la práctica
del cotejo o compulsa, consistente en tener como auténtico el documento objetado en caso de no exhibirse su
original carece de fundamento jurídico y, por ende, constituye una violación a las leyes del procedimiento, en
la inteligencia de que dicha transgresión procesal sólo daría lugar al otorgamiento de la protección
constitucional en caso de que trascendiera al resultado del laudo y, además, afectara las defensas del quejoso.

Contradicción de tesis 128/2001-SS. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo
del Segundo Circuito, el Tercer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito y el Sexto
Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 22 de noviembre de 2002. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.
Secretario: Alberto Díaz Díaz.

Tesis de jurisprudencia 151/2002. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
nueve de diciembre de dos mil dos.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

30. Para conocer de un juicio de amparo promovido contra una ley fiscal federal, con motivo de su
primer acto de aplicación, cuando éste consiste en la declaración y pago de una contribución por
medios electrónicos, resulta competente:

A. El juez de distrito que ejerce jurisdicción en el lugar donde se encuentran las oficinas centrales del
Servicio de Administración Tributaria.
B. El juez de distrito que ejerce jurisdicción en el lugar del domicilio fiscal del contribuyente.
C. El juez de distrito que prevenga.

Justificación:

No. Registro: 185231


Jurisprudencia
Materia(s): Administrativa
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVII, Enero de 2003
Tesis: 2a./J. 146/2002
Página: 324

COMPETENCIA PARA CONOCER DE UN JUICIO DE AMPARO PROMOVIDO CONTRA UNA


LEY FISCAL FEDERAL CON MOTIVO DE SU PRIMER ACTO DE APLICACIÓN,
CONSISTENTE EN LA DECLARACIÓN Y PAGO DE LA CONTRIBUCIÓN POR MEDIOS
ELECTRÓNICOS. CORRESPONDE AL JUEZ DE DISTRITO QUE EJERCE JURISDICCIÓN EN
EL LUGAR DEL DOMICILIO FISCAL DEL CONTRIBUYENTE. Conforme al artículo 36 de la Ley de
Amparo si el acto reclamado en un juicio de garantías requiere ejecución material, será competente el Juez de
Distrito que ejerza jurisdicción en el lugar donde dicho acto deba tener ejecución, trate de ejecutarse, se
ejecute o se haya ejecutado. Ahora bien, si se reclama en un juicio de amparo indirecto una ley fiscal federal
con motivo de su primer acto de aplicación, consistente en la declaración y pago de la contribución en ella
establecida, efectuados a través de medios electrónicos, debe considerarse competente para conocer del juicio
el Juez de Distrito que ejerza jurisdicción en el lugar del domicilio fiscal del contribuyente, el cual coincide
con la circunscripción territorial de la unidad administrativa del Servicio de Administración Tributaria a la
que se entienden dirigidos la declaración y el pago relativos, por ser aquel en que tuvo ejecución el acto de
aplicación y producirá sus consecuencias de control y fiscalización autoritarios, pues el criterio general
establecido en la legislación fiscal para efectos de vinculación del contribuyente al cumplimiento de sus
obligaciones fiscales es el de su domicilio fiscal, que se precisa en el artículo 10 del Código Fiscal de la
Federación, y en relación con el cual se realiza su control por la unidad administrativa regional en cuya
circunscripción se ubica. Lo anterior es así, pues si bien es cierto que formalmente la declaración presentada
por medios electrónicos se dirige, en general, al Servicio de Administración Tributaria, el cual, conforme al
artículo 4o. de la Ley que lo regula tiene su domicilio en la Ciudad de México, donde se ubican sus oficinas
centrales, también lo es que la introducción de los medios electrónicos como vía para el cumplimiento de las
obligaciones fiscales sólo tuvo por finalidad el simplificar a los contribuyentes tal cumplimiento, pero no
modificar el criterio del domicilio fiscal como lugar de vinculación de los contribuyentes a dicho
cumplimiento, ni el régimen de distribución de facultades entre los órganos que conforman tal dependencia
bajo el criterio de desconcentración para el logro de una administración tributaria accesible, eficiente y
cercana a los contribuyentes, por lo que la declaración y el pago relativos deben entenderse dirigidos a la
unidad administrativa que ejerce el control sobre el contribuyente; además, considerar que la ejecución del
acto tuvo lugar en la Ciudad de México por encontrarse en ella el domicilio del Servicio de Administración
Tributaria sería sustentar un criterio contrario al principio de expeditez en la administración de justicia que
consagra el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, toda vez que llevaría a
concentrar en los Juzgados de Distrito que ejercen jurisdicción en tal entidad los juicios promovidos contra
leyes fiscales cuando el avance tecnológico computacional tiende a que la mayoría de los contribuyentes
cumpla sus obligaciones a través de medios electrónicos.

Contradicción de tesis 133/2002-SS. Entre las sustentadas por el Primer y Tercer Tribunales Colegiados en
Materia Administrativa del Segundo Circuito. 22 de noviembre de 2002. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Lourdes Ferrer
Mac Gregor Poisot.

Tesis de jurisprudencia 146/2002. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
nueve de diciembre de dos mil dos.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

31. En un amparo indirecto se señala como acto reclamado la orden de arresto decretada en contra del
quejoso en un juicio civil, quien se ostentó como tercero extraño al mismo. En la demanda se solicitó la
suspensión del acto. En principio, se concedió la suspensión provisional y, en su oportunidad, la
definitiva. Esta última quedó condicionada a que dejaría de surtir efectos si el quejoso no exhibía en el
término de cinco días una garantía por tres mil quinientos pesos. Tal garantía la fijó el juzgador de
Distrito como medida de aseguramiento, en términos de lo dispuesto en los artículos 130 y 136 de la Ley
de Amparo (que establecen las medidas de aseguramiento que debe tomar en cuenta el Juez de Distrito
al conceder la suspensión contra las órdenes de aprehensión, detención o retención emitidas por
autoridades judiciales del orden penal), aplicados analógicamente a la orden de arresto, por ser un acto
que afecta la libertad personal. En este supuesto, ¿fue correcto que el juzgador aplicara analógicamente
los artículos 130 y 136 de la Ley de Amparo para decretar la medida de aseguramiento?

A. Sí fue correcto, ya que la orden de arresto afecta la libertad personal del quejoso; en consecuencia, al
concederse la suspensión en contra de ese acto, el juez de Distrito debe dictar las medidas de
aseguramiento que juzgue convenientes para que el quejoso sea devuelto a la autoridad responsable
en caso de negarse el amparo.
B. No fue correcto, en virtud de que la orden de arresto se decretó en contra de una persona que no es
parte en el juicio del que deriva el acto reclamado; en consecuencia, no hay razón para asegurar su
devolución a la autoridad responsable en caso de que se niegue el amparo.
C. No fue correcto, porque la orden de arresto tiene características distintas a los actos derivados de los
asuntos del orden penal. Lo anterior, en virtud de que el arresto tiene como finalidad vencer la
resistencia de una persona a cumplir con los mandatos de la autoridad judicial; en tanto que en los
asuntos del orden penal se persigue que al responsable de la comisión de algún hecho delictuoso se le
imponga una pena y la compurgue; en consecuencia, no se pueden aplicar analógicamente a la
suspensión definitiva otorgada contra la orden de arresto las medidas de aseguramiento previstas para
la suspensión que se otorga en contra de actos que derivan de un asunto del orden penal.

Justificación: No. Registro: 191374. Jurisprudencia. Materia(s): Constitucional, Común. Novena Época.
Instancia: Pleno. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XII, Agosto de 2000. Tesis: P./J.
75/2000. Página: 18

ARRESTO COMO MEDIO DE APREMIO. A LA SUSPENSIÓN EN SU CONTRA NO LE SON


APLICABLES ANALÓGICAMENTE LAS MEDIDAS DE ASEGURAMIENTO DEL QUEJOSO
PREVISTAS POR LOS ARTÍCULOS 130 Y 136 DE LA LEY DE AMPARO. El arresto como medida de
apremio, que tiene su fundamento en el artículo 17 constitucional que exige como garantía individual la de
una administración de justicia pronta, completa e imparcial, persigue vencer la resistencia de quien se opone a
acatar un mandato judicial. En cambio, las órdenes de aprehensión, detención o retención dictadas por
autoridades judiciales del orden penal, por el Ministerio Público o por autoridades administrativas, se refieren
a un acto tipificado como delito por la ley y del que se presume probable responsable al quejoso. Las medidas
de aseguramiento a que aluden los artículos 130 y 136 de la Ley de Amparo, que debe tomar en cuenta el Juez
de Distrito al conceder la suspensión contra las órdenes de aprehensión, detención o retención aludidas, no
pueden exigirse al concederse la suspensión contra el arresto como medio de apremio en aplicación analógica
de los preceptos citados, en virtud de que el origen y los fines perseguidos en cada tipo de órdenes son
distintos y, además, en las segundas no están presentes las razones que justifican el dictado de esas medidas
respecto de las primeras porque en aquéllas no hay necesidad de devolver al quejoso a la autoridad
responsable en caso de que se niegue el amparo pues no hay hecho delictivo respecto del que deba purgarse
pena privativa de la libertad. Además, conforme a la jurisprudencia de la Suprema Corte el arresto como
medida de apremio no puede exceder del plazo de treinta y seis horas previsto por el artículo 21
constitucional, por lo que el dictado de medidas de aseguramiento en ese supuesto podría ocasionar la
consumación irreparable de los efectos del acto reclamado, tornándose nugatorios los fines de la suspensión al
agotarse la materia del amparo. Por último, frente al interés particular del quejoso de obtener su libertad en
ambos tipos de órdenes en las que derivan de un hecho delictivo, el interés social exige que quien resulte
responsable purgue la pena correspondiente, mientras que en las otras sólo exige el acatamiento al mandato
judicial, lo que puede hacer el quejoso en cualquier momento.

Contradicción de tesis 38/97. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Cuarto en Materia Civil del
Primer Circuito y Tercero del Sexto Circuito. 23 de mayo de 2000. Unanimidad de nueve votos. Ausentes:
Juan Díaz Romero y José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: María
Estela Ferrer Mac Gregor Poisot.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy once de julio en curso, aprobó, con el número 75/2000,
la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a once de julio de dos mil.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

32. En conformidad con el artículo 151, de la Ley de Amparo, las pruebas testimonial, pericial e
inspección ocular deben anunciarse con cinco días hábiles de anticipación al de la celebración de la
audiencia constitucional, sin contar el del ofrecimiento ni el señalado para la audiencia. En un juicio de
amparo indirecto el quejoso ofrece la prueba pericial. Para determinar si la prueba se anunció
oportunamente:

A. Sólo deben tenerse como inhábiles los establecidos en las disposiciones legales y no en los acuerdos
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, del Consejo de la Judicatura Federal y del propio
órgano jurisdiccional.
B. Deben considerarse como inhábiles los establecidos en las disposiciones legales y en cualquier
acuerdo del Consejo de la Judicatura Federal.
C. Únicamente deben considerarse como inhábiles los establecidos expresamente en la Ley Orgánica del
Poder Judicial de la Federación.

Justificación:

No. Registro: 183844. Jurisprudencia. Materia(s): Común. Novena Época. Instancia: Pleno. Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XVIII, Julio de 2003. Tesis: P./J. 19/2003. Página: 16

DÍAS INHÁBILES PARA EL ANUNCIO DE LAS PRUEBAS TESTIMONIAL, PERICIAL E


INSPECCIÓN OCULAR EN EL AMPARO. SÓLO TIENEN ESE CARÁCTER LOS ESTABLECIDOS EN
DISPOSICIONES GENERALES EXPEDIDAS POR EL ÓRGANO LEGISLATIVO, SIN INCLUIR LOS
DÍAS EN QUE SE SUSPENDAN LAS LABORES DEL ÓRGANO JURISDICCIONAL POR ACUERDO
DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN, DEL CONSEJO DE LA JUDICATURA
FEDERAL O DEL PROPIO TRIBUNAL O JUZGADO. Los artículos 23, 24, 26 y 151, párrafo segundo, de
la Ley de Amparo, el artículo 163 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, y los artículos 281,
282, 286 y 288 del Código Federal de Procedimientos Civiles, supletorio de la Ley de Amparo, establecen
cuáles son los días hábiles para la realización de las actuaciones judiciales, determinando asimismo cuáles son
los inhábiles y, por ende, en los que no deben realizarse tales actuaciones; estos preceptos dan certeza a los
litigantes para conocer de antemano cuáles son los días inhábiles que deben deducir del cómputo de los plazos
legales previstos para la realización de cualquier actuación procesal; además de esos días predeterminados,
hay otros que alteran esa previsión legal, en cuanto provocan modificaciones del plazo respectivo, que por
regla general, favorece a los gobernados dado que prolonga en su beneficio el plazo con que originalmente
contaban para efectuar determinado acto procesal, los cuales pueden provenir de un acuerdo de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, del Consejo de la Judicatura Federal o de los propios Tribunal Unitario de
Circuito o Juzgado de Distrito que conozca del juicio, originados por caso fortuito o fuerza mayor, supuestos
en los que el órgano jurisdiccional autoriza administrativamente la suspensión de labores, lo que trae como
consecuencia que ese día se considere inhábil conforme a lo previsto en el artículo 26 de la Ley de Amparo,
provocando casi siempre la prolongación del plazo respectivo; empero, para salvar cualquier eventual
confusión cuando la inhabilitación de un día provoca la reducción del plazo, como ocurre verbigracia,
respecto al anuncio de las pruebas testimonial, pericial e inspección ocular que habrán de rendirse en el
amparo, acto procesal que debe efectuarse cinco días hábiles antes de celebrarse la audiencia constitucional, la
autoridad que conozca del amparo no debe deducir del plazo los días en que se haya acordado la suspensión
laboral con motivo de los acuerdos referidos, puesto que en este caso la consecuencia que sufre el gobernado
le produce perjuicio, dado que ese hecho futuro, incierto e imprevisible puede provocar la deserción de tales
pruebas por el anuncio inoportuno, lo que evidentemente resulta injustificado; de ahí que los únicos días que
en todo momento pueden considerarse como inhábiles para el anuncio de dichos medios de prueba, son
aquellos que previenen las disposiciones legales, en la medida en que su inhabilitación es producto de una
decisión adoptada por el legislador, cuya observancia general deriva del conocimiento que tienen los
gobernados por haberse publicado en los medios de difusión autorizados, en este caso en el Diario Oficial de
la Federación.

Contradicción de tesis 14/2002-PL. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Tercero y Quinto en
Materia Administrativa del Primer Circuito, Tercero del Segundo Circuito, Tercero del Sexto Circuito y el
Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Tercer Circuito. 17 de junio de 2003. Unanimidad
de diez votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretaria: Sofía Verónica
Ávalos Díaz.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintitrés de junio en curso, aprobó, con el número
19/2003, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintitrés de junio de dos mil tres.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

33. El quejoso, como demandado en un juicio laboral, omite formular conceptos de violación en la
demanda de amparo que promueve en contra de una determinación dictada en ese procedimiento. Ante
esa omisión, en el auto inicial, el juez federal:

A. Debe prevenir al quejoso para que dentro del término de 3 días formule conceptos de violación, con el
apercibimiento que de no hacerlo, se tendrá por no interpuesta la demanda.
B. Debe desechar la demanda.
C. Debe decretar el sobreseimiento por falta de conceptos de violación.

Justificación:

Artículos 73 fracción XVIII y 116 fracción V de la Ley de Amparo.

ARTÍCULO 73.- El juicio de amparo es improcedente:

XVIII.- En los demás casos en que la improcedencia resulte de alguna disposición de la ley.

ARTÍCULO 116.- La demanda de amparo deberá formularse por escrito, en la que se expresarán:

V.- Los preceptos constitucionales que contengan las garantías individuales que el quejoso estime violadas,
así como el concepto o conceptos de las violaciones, si el amparo se pide con fundamento en la fracción I del
artículo 1° de esta ley;

No. Registro: 180159


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XX, Noviembre de 2004. Tesis: P./J. 111/2004. Página: 5

DEMANDA DE AMPARO. LA AUSENCIA TOTAL DE CONCEPTOS DE VIOLACIÓN NO


MOTIVA QUE EL JUZGADOR PREVENGA AL QUEJOSO. El artículo 146 de la Ley de Amparo
establece que cuando el Juez advierta que la demanda no cumple alguno de los requisitos señalados en el
artículo 116 de la propia Ley o que no se ha señalado con precisión el acto reclamado, o no se han exhibido
las copias exigidas por la ley, deberá ordenar que se cumplan los requisitos omitidos o se hagan las
aclaraciones correspondientes. Sin embargo, tomando en consideración que la finalidad del precepto
primeramente citado consiste en aclarar demandas que adolecen de irregularidades de carácter formal, es
indudable que se aplica exclusivamente cuando en la demanda ya existe un principio de señalamiento o
esbozo de los conceptos de violación, pero no cuando se omiten totalmente, ya que resultan indispensables
para conocer la pretensión del quejoso; admitir lo contrario implicaría que éste, por el solo hecho de haber
presentado un escrito con datos meramente identificatorios, pudiera plantear su pretensión constitucional
fuera del plazo previsto para tal efecto en los artículos 21 y 22 de la Ley de Amparo. Por lo tanto, se concluye
que la ausencia total de conceptos de violación en el escrito inicial de demanda no motiva que el juzgador
prevenga al quejoso.

Contradicción de tesis 34/2003-PL. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito, Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito y
Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito. 7 de septiembre de 2004.
Unanimidad de diez votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: José Alberto Tamayo
Valenzuela.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy dieciocho de octubre en curso, aprobó, con el número
111/2004, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a dieciocho de octubre de dos mil
cuatro.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

34. Una persona extraña a un juicio civil promueve un juicio de amparo indirecto contra el embargo de
un inmueble. Con la demanda acompaña una copia certificada notarialmente de un documento
privado, de fecha anterior al acto reclamado, que contiene un contrato de compraventa de ese bien,
donde el quejoso tiene el carácter de comprador.

¿Con ese documento se acredita el interés jurídico en el juicio de amparo?

A. Sí, porque se trata de un documento privado que adquirió fecha cierta, desde que fue presentado ante
el notario público para que, en uso de sus funciones, expidiera una copia certificada del mismo.
B. No, porque la copia certificada notarialmente no demuestra que el acto traslativo de dominio se
celebró en la fecha indicada en el contrato, sino que sólo acredita que el fedatario público cotejó el
original del contrato privado con la copia simple que certificó. Por tanto, no colma los requisitos de
certeza establecidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en cuanto a la fecha de
celebración del documento.
C. Sí, porque, al margen de que el documento no sea de fecha cierta, es suficiente para acreditar el
interés jurídico en el amparo, ya que conforme al artículo 203 del Código Federal de Procedimientos
Civiles, los documentos privados hacen prueba plena de los hechos mencionados en ellos, como lo es,
la celebración de un contrato de compraventa, que constituye un acto traslativo de dominio.

Justificación:

Registro No. 164792, Novena Época, Instancia: Primera Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, XXXI, Abril de 2010, Página: 259, Tesis: 1a./J. 21/2010, Jurisprudencia, Materia(s): Civil

DOCUMENTO PRIVADO QUE CONTIENE UN ACTO JURÍDICO TRASLATIVO DE DOMINIO.


SU COPIA CERTIFICADA POR UN FEDATARIO PÚBLICO DEBE CONSIDERARSE DE FECHA
CIERTA Y, POR ENDE, SUFICIENTE PARA ACREDITAR EL INTERÉS JURÍDICO EN EL
AMPARO. Si bien es cierto que conforme al artículo 203 del Código Federal de Procedimientos Civiles, los
documentos privados hacen prueba plena de los hechos mencionados en ellos, que pueden consistir, por
ejemplo, en la celebración de un acto jurídico válido de traslación de dominio, también lo es que ello no es
suficiente para tener por acreditado el interés jurídico en el juicio de amparo, acorde con los criterios emitidos
por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pues aquéllos además deben ser de fecha cierta, lo cual
acontece desde el día en que se incorporan o inscriben en un Registro Público, desde la muerte de cualquiera
de sus firmantes o desde la fecha en que son presentados ante algún funcionario público, por razón de su
oficio. Por tanto, si el documento privado que contiene un acto jurídico traslativo de dominio es presentado
ante un notario público, y en uso de sus funciones emite copia certificada de éste, constatando que en cierta
fecha tuvo a la vista el documento para su compulsa, dicha copia certificada es un documento de fecha cierta,
pues no deja duda de que el documento existía al momento en que el notario lo tuvo a la vista, de manera que
si dicha fecha es anterior al acto reclamado, la copia certificada puede demostrar el interés jurídico de quien la
presenta, siempre y cuando se acredite la afectación al derecho real de propiedad hecho valer, y sin perjuicio
de que el tribunal de amparo, valorando el documento con las reglas de las documentales privadas, pueda
determinar si en éste se contiene o no un acto jurídico válido y eficaz que produzca como consecuencia la
creación o traslación del derecho subjetivo que el quejoso señala como transgredido por el acto reclamado a la
autoridad responsable.

Contradicción de tesis 149/2009. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Tercer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Tercer Circuito. 27 de enero
de 2010. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Rodrigo de la Peza López Figueroa.

Tesis de jurisprudencia 21/2010. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha tres
de febrero de dos mil diez.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

35. Señale cuál de los siguientes enunciados es correcto: Las notas que distinguen a una autoridad para
los efectos del juicio de amparo son:

1) La existencia de una relación de supra a subordinación entre un ente de hecho o de derecho con un
particular; el nacimiento en la ley de esa relación; que con motivo de esa relación emita actos
unilaterales que afecten la esfera del particular, sin la necesidad de contar con su voluntad o acudir a
órganos judiciales.

2) La existencia de una relación de coordinación entre un ente de hecho o de derecho con un particular;
el nacimiento en la ley de esa relación; que con motivo de esa relación emita actos unilaterales que
afecten la esfera del particular, siempre que no pueda acudir a órganos judiciales.

3) La existencia de una relación de supraordinación entre entes de derecho y particulares, ligados por
una relación de hecho o de derecho que produce actos bilaterales, por lo que es necesario el
consentimiento del particular afectado.

A. Solamente el 1.
B. El 1 y 2.
C. Solamente el 3.

Justificación:

No. Registro: 161133. Jurisprudencia. Materia(s): Común. Novena Época. Instancia: Segunda Sala. Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo: XXXIV, Septiembre de 2011. Tesis: 2a./J. 164/2011.
Página: 1089

AUTORIDAD PARA LOS EFECTOS DEL JUICIO DE AMPARO. NOTAS DISTINTIVAS. Las notas
que distinguen a una autoridad para efectos del juicio de amparo son las siguientes: a) La existencia de un
ente de hecho o de derecho que establece una relación de supra a subordinación con un particular; b) Que esa
relación tenga su nacimiento en la ley, lo que dota al ente de una facultad administrativa, cuyo ejercicio es
irrenunciable, al ser pública la fuente de esa potestad; c) Que con motivo de esa relación emita actos
unilaterales a través de los cuales cree, modifique o extinga por sí o ante sí, situaciones jurídicas que afecten
la esfera legal del particular; y, d) Que para emitir esos actos no requiera acudir a los órganos judiciales ni
precise del consenso de la voluntad del afectado.

Contradicción de tesis 76/99-SS. Entre las sustentadas por el Séptimo Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, actualmente Segundo
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito. 28 de septiembre de 2001. Unanimidad de cuatro
votos. Ausente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: José Vicente Aguinaco Alemán. Secretaria:
Claudia Mendoza Polanco.- Contradicción de tesis 2/2005-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales
Colegiados Décimo y Segundo, ambos en Materia Administrativa del Primer Circuito. 18 de marzo de 2005.
Mayoría de cuatro votos. Disidente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario:
Israel Flores Rodríguez.- Contradicción de tesis 116/2005-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales
Colegiados Primero en Materias Penal y Administrativa del Vigésimo Primer Circuito (antes Tercer Tribunal
Colegiado del Vigésimo Primer Circuito) y Segundo en Materias Penal y Administrativa del Vigésimo Primer
Circuito (antes Cuarto Tribunal Colegiado del Vigésimo Primer Circuito). 24 de agosto de 2005. Cinco votos.
Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: Alberto Miguel Ruiz Matías.- Contradicción de tesis
212/2006-SS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en Materias Penal y de Trabajo del
Décimo Noveno Circuito y el entonces Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Noveno Circuito, actualmente
Primer Tribunal Colegiado en Materias Penal y de Trabajo del Décimo Noveno Circuito. 28 de febrero de
2007. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Genaro David Góngora Pimentel. Ponente: Mariano Azuela
Güitrón. Secretario: José Eduardo Alvarado Ramírez.- Contradicción de tesis 253/2011. Entre las sustentadas
por el Tercer Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la Tercera Región, con residencia en
Guadalajara, Jalisco (antes Primer Tribunal Colegiado Auxiliar de la misma región) y el Primer Tribunal
Colegiado en Materia de Trabajo del Tercer Circuito. 17 de agosto de 2011. Cinco votos. Ponente: Sergio
Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Amalia Tecona Silva.

Tesis de jurisprudencia 164/2011. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
siete de septiembre de dos mil once.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

36. El artículo 13 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece que nadie
puede ser juzgado por leyes privativas. Señale ¿cuál es el principio que contravienen dichas leyes?

A. El principio de igualdad jurídica.


B. El principio de seguridad jurídica.
C. El principio de tutela jurídica efectiva.

|Justificación:

No. Registro: 196732


Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VII, Marzo de 1998. Página: 7. Tesis: P./J. 18/98
Jurisprudencia. Materia(s): Constitucional

LEYES PRIVATIVAS. SU DIFERENCIA CON LAS LEYES ESPECIALES. Las leyes privativas se
caracterizan porque se refieren a personas nominalmente designadas, atendiendo a criterios subjetivos y por el
hecho de que después de aplicarse al caso previsto y determinado de antemano pierden su vigencia,
encontrándose prohibidas por el artículo 13 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
debido a que atentan contra el principio de igualdad jurídica; mientras que las leyes especiales, aun cuando se
aplican a una o a varias categorías de personas relacionadas con hechos, situaciones o actividades específicas,
sí se encuentran investidas de las características de generalidad, abstracción y permanencia, dado que se
aplican a todas las personas que se colocan dentro de las hipótesis que prevén y no están dirigidas a una
persona o grupo de ellas individualmente determinado, además de que su vigencia jurídica pervive después de
aplicarse a un caso concreto para regular los casos posteriores en que se actualicen los supuestos contenidos
en ellas, no transgrediendo, por tanto, el citado precepto constitucional.

Amparo en revisión 8981/84. Fábrica de Jabón La Corona, S.A. 4 de junio de 1985. Mayoría de dieciocho
votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: María del Carmen Sánchez Hidalgo.

Amparo en revisión 359/97. Felipe Tuz Cohuo. 25 de septiembre de 1997. Unanimidad de nueve votos.
Ausentes: Sergio Salvador Aguirre Anguiano y Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Ponente: Juan Díaz Romero.
Secretaria: Fortunata Florentina Silva Vásquez.

Amparo en revisión 262/97. Gabriel Neira Rodríguez y coag. 29 de septiembre de 1997. Unanimidad de diez
votos. Ausente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Alejandro
Villagómez Gordillo.

Amparo en revisión 568/97. Jaime Salvador Jury Estefan y coags. 9 de octubre de 1997. Unanimidad de diez
votos. Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Fortunata
Florentina Silva Vásquez.

Amparo en revisión 1819/96. Manuel Rodolfo Morales Martínez. 9 de octubre de 1997. Unanimidad de diez
votos. Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Alejandro
Villagómez Gordillo.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el veintiséis de febrero en curso, aprobó, con el número
18/1998, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintiséis de febrero de mil
novecientos noventa y ocho.

NOTA: La ley particular es aquella “que se refiere sólo a una clase de ciudadanos” (Palomar de Miguel,
Juan, Diccionario para juristas, 2ª ed., México, Porrúa, 2003, t. II, p. 913).
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

37. En un proceso penal, encontrándose la causa en la etapa de conclusiones, el inculpado (quien goza
de libertad bajo caución) promueve incidente de prescripción de la acción penal, por considerar que
ésta se encuentra extinta. El juez de la causa declara improcedente dicho incidente, bajo el argumento
de que no es el momento procesal oportuno para plantear lo relativo a la extinción de la acción
persecutoria. Inconforme, el procesado interpone recurso de apelación, y el tribunal de alzada confirma
la resolución apelada. Esta última resolución debe impugnarse:

A. En amparo indirecto, pudiéndose promover el juicio respectivo en cualquier tiempo, por tratarse de un
acto que incide en la libertad personal del inculpado.
B. En amparo indirecto, debiéndose promover el juicio respectivo dentro del término de quince días
posteriores a la notificación del acto reclamado, en términos de lo dispuesto en el artículo 21 de la
Ley de Amparo, dado que el inculpado se encuentra en libertad caucional.
C. Como una violación al procedimiento en el amparo directo que se promueva contra la sentencia
definitiva que se dicte en el proceso penal.

Justificación:

Registro No. 167424


Novena Época
Primera Sala
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIX, abril de 2009
Materia Penal
Tesis 1ª/.J. 25/2009
Página 450.

PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL. LA DETERMINACIÓN JURISDICCIONAL QUE


NIEGA DECLARARLA PUEDE IMPUGNARSE EN CUALQUIER TIEMPO A TRAVÉS DEL
JUICIO DE AMPARO, POR TRATARSE DE UN ACTO QUE INCIDE EN LA LIBERTAD
PERSONAL.- Si se toma en cuenta que la prescripción es una causa extintiva de la acción penal y que, por
ende, se constituye en el derecho individual subjetivo a gozar de libertad absoluta, resulta evidente que la
resolución que niega a declararla debe considerarse como un acto que incide en la libertad de la persona, aun
cuando sea ajena al auto de formal prisión o que el inculpado esté gozando de la libertad bajo caución, pues
sino obstante la extinción de un presupuesto necesario de la acción persecutoria para la instauración del
juicio, se sujeta al inculpado a un proceso penal, indudablemente se afecta el goce de su libertad absoluta. Por
tanto, la determinación jurisdiccional que niega declarar la prescripción de la acción penal puede impugnarse
en cualquier tiempo a través del juicio de garantías, ya que se trata de un acto que incide en la libertad
personal, se actualiza la hipótesis de excepción prevista en la fracción II del artículo 22 de la Ley de Amparo.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

38. Conforme a la Ley de Amparo, será competente para conocer de un juicio de garantías, el juez de
Distrito en cuya jurisdicción deba tener ejecución, trate de ejecutarse, se ejecute o se haya ejecutado el
acto reclamado. Si un acto reclamado ha comenzado a ejecutarse en un distrito y sigue ejecutándose en
otro: ¿Cuál de los jueces de esas jurisdicciones será competente para conocer del juicio de amparo que
contra dicho acto se promueva?

A. Sólo será competente el juez de Distrito en cuya jurisdicción se comenzó a ejecutar el acto reclamado.
B. Sólo será competente el juez de Distrito en cuya jurisdicción se siguió ejecutando el acto reclamado.
C. Cualquiera de los jueces de esas jurisdicciones, a prevención, será competente.

Justificación:

Artículo 36 de la Ley de Amparo: “Cuando conforme a las prescripciones de esta ley sean competentes los
jueces de Distrito para conocer de un juicio de amparo, lo será aquél en cuya jurisdicción deba tener
ejecución, trate de ejecutarse, se ejecute o se haya ejecutado el acto reclamado.- Si el acto ha comenzado a
ejecutarse en un Distrito y sigue ejecutándose en otro, cualquiera de los jueces de esas jurisdicciones, a
prevención, será competente.- Es competente el juez de Distrito en cuya jurisdicción resida la autoridad que
hubiese dictado la resolución reclamada, cuando ésta no requiera ejecución material”.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

39. La demandada en un juicio laboral presenta un escrito, ante la junta del conocimiento, en el que
ofrece el trabajo al actor en los mismos términos y condiciones en que se venía desempeñando hasta
antes del supuesto despido que alegó. La junta laboral omite acordar dicho ofrecimiento y, en
consecuencia, tampoco requiere al actor para que manifieste si lo acepta o lo rechaza. Dicha omisión:

A. Constituye un acto cuya ejecución es de imposible reparación y, por consiguiente, reclamable en


amparo indirecto.
B. Es impugnable como violación procesal en el juicio de amparo directo que, en su caso, se promueva
en contra del laudo que en su oportunidad se emita en el juicio laboral.
C. Debe combatirse mediante el recurso de revisión previsto en la Ley Federal del Trabajo, previamente
al ejercicio de la acción constitucional.

Justificación:

No. Registro: 181703


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIX, Abril de 2004
Tesis: 2a./J. 43/2004
Página: 431

OFRECIMIENTO DE TRABAJO. LA OMISIÓN DE LA JUNTA DE ACORDARLO O DE


REQUERIR AL TRABAJADOR PARA QUE MANIFIESTE SI LO ACEPTA O LO RECHAZA,
INCLUSO CUANDO ÉSTE NO COMPARECE A LA AUDIENCIA DE LEY, ES UNA VIOLACIÓN
PROCESAL QUE LLEVA A CONCEDER EL AMPARO PARA QUE SE REPONGA EL
PROCEDIMIENTO. La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que el ofrecimiento de trabajo,
cuando es de buena fe, tiene el efecto jurídico de revertir la carga de la prueba respecto de la existencia del
despido. Asimismo, ha considerado que la omisión de la Junta de acordar sobre el ofrecimiento y
requerimiento al trabajador para que manifieste si lo acepta o lo rechaza es una violación procesal análoga a
las previstas en el artículo 159 de la Ley de Amparo, en virtud de que afecta las defensas de las partes en el
juicio laboral y trasciende al resultado del fallo, por lo que debe concederse el amparo a fin de que se reponga
el procedimiento, ya que las partes en el juicio laboral no deben resentir la desatención de las Juntas. Este
criterio debe imperar incluso cuando el trabajador no comparece a la audiencia de ley, dado que con tal
omisión se deja de atender un aspecto procesal relevante, como es la determinación de la carga de la prueba,
pudiendo originar un laudo incongruente y dejar a las partes en estado de inseguridad al no conocer su
situación en el momento procesal oportuno, ya que con base en los artículos 685 y 771 de la Ley Federal del
Trabajo, una vez que se produce la instancia de parte, la Junta tiene la obligación de tomar las medidas
necesarias para lograr la mayor economía, concentración y sencillez del proceso, a fin de evitar prácticas
viciosas, como la de considerar que el trabajador rehusó cualquier arreglo conciliatorio y que puso de
manifiesto su falta de interés en el proceso al no comparecer a la audiencia respectiva, pues el interés de las
partes subsiste mientras no exista manifestación expresa o indubitable en contrario, sin que tampoco pueda
considerarse que se consintió tácitamente la violación procesal derivada de la citada omisión de la Junta,
habida cuenta que la Ley Federal del Trabajo no establece recursos ordinarios dentro del procedimiento para
subsanarla.

Contradicción de tesis 180/2003-SS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia de
Trabajo del Cuarto Circuito y el entonces Tribunal Colegiado del Vigésimo Segundo Circuito. 26 de marzo de
2004. Cinco votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretaria: Maura Angélica Sanabria Martínez.

Tesis de jurisprudencia 43/2004. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
dos de abril de dos mil cuatro.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

40. Se promueve amparo indirecto en contra del auto que declaró ejecutoriada la sentencia dictada en
un juicio ordinario mercantil. El juez de Distrito se declara incompetente para conocer del asunto, por
considerar que se trata de una resolución dictada dentro de juicio y que en realidad le pone fin, por lo
que en su contra procede el juicio de amparo directo. Tal determinación:

A. Es jurídicamente incorrecta, pues la resolución reclamada es un acto dictado después de concluido el


juicio y, en consecuencia, es impugnable en amparo indirecto.
B. Es jurídicamente correcta, ya que el acto reclamado fue dictado dentro de juicio y es, precisamente, el
que le pone fin, por lo que es impugnable en amparo directo.
C. Es jurídicamente correcta, dado que el acto reclamado dota a la sentencia de su carácter definitivo,
pues informa a las partes contendientes que el plazo para que interpongan los recursos ordinarios de
defensa previstos por la ley ha fenecido.

Justificación:

No. Registro: 188356


Jurisprudencia. Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIV, Noviembre de 2001
Tesis: 1a./J. 83/2001
Página: 21

SENTENCIA. EL AUTO QUE LA DECLARA EJECUTORIADA ES IMPUGNABLE A TRAVÉS DEL


JUICIO DE AMPARO INDIRECTO, POR TRATARSE DE UN ACTO DICTADO DESPUÉS DE
CONCLUIDO EL JUICIO. Si se toma en consideración que de conformidad con lo dispuesto en los artículos
44, 46 y 158 de la Ley de Amparo, un juicio puede terminar ya sea mediante sentencia definitiva, o bien,
mediante resolución que le ponga fin, entendiendo por la primera aquella que decide el juicio en lo principal y
respecto de la cual las leyes comunes no concedan recurso ordinario alguno por virtud del cual pueda ser
modificada o revocada y, por la segunda, aquella que sin decidir el juicio en lo principal, lo da por concluido
y respecto de la cual las leyes comunes tampoco conceden recurso ordinario alguno, y que contra tales
resoluciones procede el juicio de amparo directo, es inconcuso que el auto que declara ejecutoriada una
sentencia, al ser un acto que se dicta después de concluido el juicio, no es susceptible de impugnarse a través
de dicho medio de defensa extraordinario, sino por la vía de amparo indirecto, de conformidad con el artículo
114, fracción III, de la ley de la materia que dispone que esta vía procede contra actos de tribunales judiciales,
administrativos o del trabajo ejecutados fuera de juicio o después de concluido. Lo anterior es así, porque si
bien el citado auto dota a la sentencia de su carácter definitivo cuando informa a las partes contendientes que
su plazo para interponer los recursos ordinarios de defensa previstos por la ley ha fenecido, no constituye en
sí una sentencia definitiva y tampoco puede ser considerado como una resolución que ponga fin al juicio,
puesto que en dicho auto no se determina obstáculo alguno que haga imposible pronunciarse en cuanto al
fondo del asunto, esto es, se trata de un acto de naturaleza informativa que se dicta después de concluido el
juicio, lo que se confirma con el hecho de que la terminación de éste no depende de la declaración de que la
sentencia ha causado ejecutoria, sino de la circunstancia de que exista un pronunciamiento de fondo que haya
puesto fin al litigio planteado por las partes, o una imposibilidad para ello.

Contradicción de tesis 113/2000-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo del Décimo
Primer Circuito, Segundo del Décimo Séptimo Circuito, Tercero del Segundo Circuito y Primero en Materia
Civil del Primer Circuito, y el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito. 16 de mayo de
2001. Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Miguel Ángel Ramírez González.

Tesis de jurisprudencia 83/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de quince de
agosto de dos mil uno, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros: presidente en funciones
Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de
García Villegas. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

41. De conformidad con la jurisprudencia de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación, en materia mercantil, el embargo es un acto que:

A. Para su validez requiere que en el acta correspondiente obre destacadamente la declaratoria del
actuario de que se traba formal embargo sobre los bienes señalados para ese efecto, y que fueron
especificados en el acta, independientemente de que tal declaración se haga constar con posterioridad
a la designación del depositario.
B. No requiere para su validez que en el acta correspondiente obre destacadamente la declaratoria del
actuario de que se traba formal embargo sobre los bienes señalados para ese efecto, y que quedaron
especificados en la propia acta.
C. Para su validez requiere que se asiente en el acta correspondiente la declaratoria del actuario de que se
traba formal embargo sobre los bienes señalados para ese efecto (que quedaron especificados en la
propia acta), justo antes de que se designe al depositario y se asiente el emplazamiento al juicio.

Justificación:

No. Registro: 185772


Jurisprudencia. Materia(s): Civil
Novena Época. Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVI, Octubre de 2002. Tesis: 1a./J. 48/2002. Página: 42

DILIGENCIA DE EMBARGO EN JUICIO EJECUTIVO MERCANTIL. LA DECLARATORIA QUE


EN LA PRÁCTICA REALIZA EL ACTUARIO, RELATIVA A QUE SOBRE LOS BIENES
DESIGNADOS SE TRABA FORMAL EMBARGO U OTRA SIMILAR, NO CONSTITUYE UN
REQUISITO DE LOS EXIGIDOS POR LA LEGISLACIÓN MERCANTIL PARA LA VALIDEZ DE
AQUÉLLA. De lo dispuesto en los artículos 1392 a 1395 del Código de Comercio, se deduce que las
formalidades para el desahogo de la diligencia de embargo en un juicio ejecutivo mercantil, consisten en que
ésta deberá ser conducida por el actuario, en cumplimiento de un auto dictado por el Juez, en el que mande
requerir de pago al deudor, a su representante o a la persona con la que se entienda la diligencia, y que en caso
de no efectuarlo, también se le requiera para que señale bienes suficientes a fin de garantizar las prestaciones
reclamadas, con el apercibimiento que, de no hacerlo, aquel derecho para señalar bienes pasará al actor,
situación que lleva implícita la plena identificación del bien a embargar, mediante su individualización
concreta; además, la diligencia culminará con la designación por parte del ejecutante del depositario,
administrador o interventor de los bienes embargados, y con el levantamiento del acta respectiva. Atento lo
anterior, se concluye que la validez y eficacia de la referida diligencia de embargo únicamente depende de
que se lleve a cabo con estricto apego a lo previsto en los preceptos citados, por lo que la declaratoria expresa
en el acta respectiva, de que se traba formal embargo u otra similar, sobre los bienes designados, que
generalmente acostumbran asentar los actuarios judiciales, si bien se produce en una etapa muy importante de
la diligencia, esto es, entre el momento en que el actuario judicial describe los bienes señalados para la traba y
la designación del depositario, administrador o interventor respectivo, no constituye un requisito de forma de
los exigidos por la ley, para tener por realizado el embargo.

Contradicción de tesis 90/2001-PS. Entre las sustentadas por el Quinto y Décimo Tercer Tribunales
Colegiados en Materia Civil del Primer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer
Circuito. 19 de junio de 2002. Cinco votos. Ponente: Juventino V. Castro y Castro. Secretario: Javier Carreño
Caballero.

Tesis de jurisprudencia 48/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de tres de
julio de dos mil dos, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros: presidente Juan N. Silva Meza,
Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José de Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez
Cordero de García Villegas.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

42. Lea los artículos siguientes: Del Código de Comercio anterior a las reformas de 1996: “Artículo 1082. Cada
parte será inmediatamente responsable de las costas que originen las diligencias que promueva: en caso de condenación
en costas, la parte condenada indemnizará á la otra de todas las que hubiere anticipado. La condenación no comprenderá
la remuneración del procurador, sino cuando fuere agente de negocios titulado, ni la del patrono sino cuando fuese
abogado recibido; cuando un abogado fuere procurador, sólo comprenderá sus honorarios la condenación, cuando él
mismo se haya encargado de la dirección del juicio sin recurrir al patrocinio de otro abogado”.

Del Código Civil Federal: “Artículo 2588.- El procurador, aceptado el poder, está obligado: I.- A seguir el juicio por
todas sus instancias mientras no haya cesado en su encargo por alguna de las causas expresadas en el artículo 2,595; II.-
A pagar los gastos que se causen a su instancia, salvo el derecho que tiene de que el mandante se los reembolse; III.- A
practicar, bajo la responsabilidad que este Código impone al mandatario, cuanto sea necesario para la defensa de su
poderdante, arreglándose al efecto a las instrucciones que éste le hubiere dado, y si no las tuviere, a lo que exija la
naturaleza e índole del litigio”.

Del Código de Procedimientos Civiles de una entidad federativa: “Artículo 10. Cuando la autorización a que se
refiere el artículo anterior, se otorga a un abogado con título o cédula debidamente registrados en el Tribunal Superior de
Justicia, el autorizado podrá: I. Interponer recursos y promover incidentes; II. Ofrecer o rendir pruebas; III. Alegar y
seguir el juicio hasta ejecutar la sentencia”.

De la Ley para el Cobro de Honorarios Profesionales de la misma entidad federativa: “Artículo 6. Los abogados
tendrán derecho a percibir por sus trabajos: (…)”.

“Artículo 10. En todo negocio judicial cuyo interés no exceda de quinientos pesos por todos los trabajos desde la
demanda y sus preliminares, hasta la sentencia definitiva o convenio que ponga fin al juicio, podrán cobrar desde un 10%
hasta un 25% del valor fijado de dicha sentencia o convenio, según la importancia y dificultad técnica del juicio”.

“Artículo 20. Es requisito indispensable para cobrar los honorarios que fija este Arancel, que el abogado suscriba como
tal, promociones respectivas”.

“Artículo 33. Los mandatarios judiciales, abogados percibirán como retribución por sus servicios, salvo convenio en
contrario, el diez por ciento del importe del negocio de que se trate, además de los honorarios establecidos en el capítulo
anterior”.

Ahora bien, partiendo de la base de que los artículos citados son aplicables en un determinado juicio ejecutivo
mercantil, ¿considera que el abogado patrono tiene derecho a cobrar, por concepto de honorarios profesionales,
el mismo porcentaje al que tienen derecho los mandatarios judiciales, esto es, el 10% sobre el importe del negocio
de que se trate?

A. No, pues para efectos del cobro de honorarios profesionales, los abogados patrones y los mandatarios judiciales
son figuras jurídicas distintas, regulados de manera diversa. Esto es, en relación con los primeros, son aplicables
exclusivamente los citados artículos 6, 10 y 20.
B. No, ya que la intervención del abogado patrono no constituye una forma de representación en el proceso, como
sí sucede con el mandatario judicial, por lo que las reglas aplicables a éste, respecto del cobro de honorarios
profesionales, no comprenden al abogado patrono.
C. Sí, porque los abogados patronos y los mandatarios judiciales, para efectos del cobro de honorarios, son figuras
análogas, en tanto que las funciones que ambos realizan son equiparables.

Justificación: No. Registro: 168401. Jurisprudencia. Materia(s): Civil. Novena Época. Instancia: Primera Sala. Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo: XXVIII, Diciembre de 2008. Tesis: 1a./J. 92/2008. Página: 5

ABOGADOS PATRONOS Y MANDATARIOS JUDICIALES EN UN JUICIO EJECUTIVO MERCANTIL.


SON FIGURAS JURÍDICAS ANÁLOGAS PARA EL COBRO DE HONORARIOS PROFESIONALES
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA).- Si bien es cierto que el abogado patrono se diferencia del
mandatario judicial porque al primero basta con autorizarlo para oír notificaciones mediante escrito dirigido al juez para
que pueda actuar y defender los intereses de quien lo designa en un juicio, mientras que al segundo generalmente se le
nombra a través de escritura pública y sus facultades concernientes a la procuración contractual son prácticamente
ilimitadas; también lo es que de los artículos 42 y 43 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Puebla,
abrogado mediante decreto publicado en el Periódico Oficial de la entidad el 9 de agosto de 2004, así como 2588 del
Código Civil Federal, en relación con el numeral 1082 del Código de Comercio, se advierte que junto al procurador o
mandatario judicial coexiste la figura del abogado patrono como otra forma de representación en el proceso, pues su sola
designación le permite llevar a cabo directamente y en representación de la parte que lo designó, todos los actos
procesales que le corresponden a ésta -salvo las actuaciones reservadas personalmente a los interesados-. De manera que
si puede intervenir en el juicio a nombre de su autorizante no solamente dirigiendo el asunto o asesorándolo
técnicamente, sino que bajo su firma puede interponer recursos, promover incidentes, ofrecer y rendir pruebas, alegar e
intervenir en la sentencia, es evidente que sus atribuciones son equiparables a las del mandatario judicial y, por tanto, al
ser figuras jurídicas análogas, tratándose del cobro de honorarios profesionales en un juicio ejecutivo mercantil a ambos
les es aplicable el artículo 33 de la Ley para el Cobro de Honorarios Profesionales del Estado de Puebla, en tanto que
están facultados para representar los intereses y actuar en juicio a nombre de quien los nombró, ostentando la misma
calidad de abogados.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

43. Si al momento de resolverse en definitiva un juicio en el que se haya ejercido la acción de oposición
a los acuerdos tomados en una asamblea general de accionistas prevista en el artículo 201, fracción I, de
la Ley General de Sociedades Mercantiles, el juez se percata que la acción no se ejerció dentro de los
quince días que establece para ello el artículo invocado, sin que ello haya sido motivo de excepción,
deberá:

A. Resolver sin tomar en consideración esa circunstancia, pues constituye materia de excepción y el
proceso mercantil es de estricto derecho.
B. Absolver al demandado en virtud de no haberse ejercido oportunamente la acción, por ser de orden
público el cumplimiento de las condiciones requeridas para su procedencia.
C. Sobreseer en el juicio por ser de orden público el estudio de la prescripción.

Justificación:

Registro: 160479
Décima Época
Instancia: Primera Sala
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Libro III, Diciembre de 2011, Tomo 3
Materia(s): Civil
Tesis: 1a./J. 112/2011 (9a.)
Página: 2292

SOCIEDADES MERCANTILES. EL PLAZO PARA EL EJERCICIO DE LA ACCIÓN DE


OPOSICIÓN PREVISTO EN EL ARTÍCULO 201, FRACCIÓN I, DE LA LEY GENERAL
RELATIVA, DEBE ANALIZARSE POR EL JUZGADOR AL DICTAR SENTENCIA, AUN DE
OFICIO, POR SER UNA CONDICIÓN NECESARIA PARA SU PROCEDENCIA. El citado precepto
establece que la demanda de la acción de oposición judicial a las resoluciones de las asambleas generales debe
presentarse dentro de los quince días siguientes a la fecha de su clausura. Ahora, si bien lo referente al plazo
de las acciones se ha considerado como una excepción propiamente dicha, la cual sólo debe analizarse si se
hace valer por la demandada, esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación considera que tal
circunstancia, al ser una condición necesaria para la procedencia del ejercicio de las acciones, éstas deben
hacerse valer dentro de los plazos señalados por la ley, pues de lo contrario se produciría su prescripción. Por
tanto, el juzgador debe analizar el plazo para el ejercicio de la acción de oposición prevista en el artículo
201 de la Ley General de Sociedades Mercantiles al dictar sentencia, aun de oficio, por ser de orden
público el cumplimiento de las condiciones requeridas para su procedencia.

Contradicción de tesis 293/2010. Entre las sustentadas por la entonces Tercera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, los Tribunales Colegiados Décimo Primero y Cuarto, ambos en Materia Civil del
Primer Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito y el Segundo Tribunal
Colegiado del Décimo Quinto Circuito. 30 de marzo de 2011. Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío
Díaz. Secretario: Fernando A. Casasola Mendoza.

Tesis de jurisprudencia 112/2011. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha
cinco de octubre de dos mil once.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

44. En un juicio ejecutivo mercantil que fue promovido con base en un título de crédito que no ha
circulado y en el que no se anotó en el cuerpo de dicho documento un abono parcial, la excepción de
pago o compensación:

A. Es procedente oponerla en virtud que el pago constituye una excepción personal que puede extinguir
o impedir la obligación cambiaria.
B. No es procedente su oposición pues no encuadra en las contempladas por el artículo 8° de la Ley
General de Títulos y Operaciones de Crédito.
C. No es procedente su oposición en virtud que al no haber circulado el título de crédito no pueden
oponerse excepciones personales contra el actor.

Justificación:

Registro: 160159
Décima Época
Instancia: Primera Sala
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Libro VII, Abril de 2012, Tomo 1
Materia(s): Civil
Tesis: 1a./J. 69/2011
Página: 430

EXCEPCIÓN DE PAGO O COMPENSACIÓN. ES PROCEDENTE OPONERLA EN UN JUICIO


EJECUTIVO MERCANTIL FUNDADO EN UN TÍTULO DE CRÉDITO QUE NO HA
CIRCULADO, AUN CUANDO EL ABONO RESPECTIVO NO SE HAYA ANOTADO EN EL
CUERPO DEL PROPIO DOCUMENTO, YA QUE CONSTITUYE UNA EXCEPCIÓN PERSONAL
CONTRA EL ACTOR. Conforme a lo dispuesto en el artículo 1399 del Código de Comercio, cuando la
acción ejecutiva mercantil se funde en un título de crédito, sólo podrán oponerse las excepciones establecidas
en el artículo 8o. de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito. Por su parte, este precepto dispone
que dentro de las excepciones que se pueden oponer en contra de un título de crédito se encuentra la de quita
o pago parcial que consten en el texto mismo del documento. No obstante lo anterior, existen ocasiones en
que, por diversas circunstancias, los pagos parciales no se anotan en el texto del documento, lo cual no
significa que dichos pagos carezcan de valor o que no deban ser tomados en cuenta por el solo hecho de no
estar anotados en el título respectivo. En estos casos, los pagos hechos a cuenta o por la totalidad del adeudo
y que no se hayan anotado en el propio documento base de la acción, deben ser considerados como una
excepción personal prevista en la fracción XI, del artículo 8o. de la mencionada Ley General de Títulos y
Operaciones de Crédito, en función de la peculiar situación en que el deudor se encuentra frente al acreedor,
pues el acto del pago es una circunstancia que el demandado puede oponer al actor que se deduce de
determinados hechos que pueden extinguir o impedir la obligación cambiaria.

Contradicción de tesis 366/2010. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo
Segundo Circuito y el Quinto Tribunal Colegiado del Décimo Quinto Circuito. 6 de abril de 2011. Cinco
votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Fernando A. Casasola Mendoza.

Tesis de jurisprudencia 69/2011. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha
primero de junio de dos mil once.

Nota: El texto contenido en la presente tesis, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su


Gaceta, Tomo XXXIV, septiembre de 2011, Novena Época, página 443, con el rubro: "EXCEPCIÓN DE
PAGO O COMPENSACIÓN. ES PROCEDENTE OPONERLA EN UN JUICIO EJECUTIVO
MERCANTIL FUNDADO EN UN TÍTULO DE CRÉDITO QUE NO HA CIRCULADO, AUN CUANDO
EL ABONO RESPECTIVO NO SE HAYA ANOTADO EN EL CUERPO DEL PROPIO DOCUMENTO,
YA QUE CONSTITUYE UNA EXCEPCIÓN PERSONAL CONTRA EL ACTOR.", fue modificado para
que guardara fidelidad con el diverso de la ejecutoria emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, en la contradicción de tesis 366/2010, para quedar como aquí se establece.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

45. Lea el siguiente precepto legal del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco.

"Artículo 557. Antes de fincarse el remate o declararse la adjudicación, el deudor podrá librar sus bienes
pagando principal y costas. Después de fincado quedará irrevocable la venta."

Ahora bien, en un juicio ejecutivo mercantil, las prestaciones reclamadas son un millón de pesos, más
intereses ordinarios y moratorios, así como las costas que se generen. Previos los trámites de ley, el
juez que conoce del asunto condena (en sentencia ejecutoriada) a la parte demandada al pago de las
prestaciones reclamadas. Al respecto, en relación con el artículo trascrito, el deudor podrá liberar los
bienes embargados antes del fincamiento del remate, siempre que cubra:

A. La suerte principal, los intereses ordinarios y las costas.


B. La suerte principal y las costas.
C. La suerte principal, los intereses ordinarios y moratorios y las costas.

Justificación: No. Registro: 188116. Novena Época. Instancia: Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de
la Federación y su Gaceta. XIV, Diciembre de 2001. Página: 111. Tesis: 1a./J. 98/2001. Jurisprudencia.
Materia(s): Civil

REMATE DE BIENES EMBARGADOS. EL DEUDOR PODRÁ LIBERARLOS ANTES DEL


FINCAMIENTO DE AQUÉL, SIEMPRE QUE CUBRA LA SUERTE PRINCIPAL, LOS INTERESES Y
LAS COSTAS (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE JALISCO). El artículo 557 del Código de
Procedimientos Civiles para el Estado de Jalisco, vigente hasta antes de las reformas publicadas en el
Periódico Oficial de la entidad el treinta y uno de diciembre de mil novecientos noventa y cuatro, que
establece que antes de fincarse el remate o declararse la adjudicación, el deudor podrá liberar sus bienes
pagando principal y costas, debe interpretarse en el sentido de que dentro de ese pago también están
comprendidos los intereses causados por el incumplimiento de la obligación principal. Lo anterior es así,
porque por principal no debe entenderse exclusivamente la cantidad líquida pactada por las partes,
sino que a la suerte principal también deben integrarse los intereses, pues éstos se generan en el
supuesto de que se haya incumplido con la mencionada obligación. Además, si se toma en consideración
que conforme al contenido de los artículos 520, 523, 526 y 557 del propio código, el objeto del embargo es
satisfacer tanto la suerte principal, como los intereses y las costas, resulta inconcuso que para levantarlo, el
deudor también deberá cubrir el adeudo principal, los intereses y las costas, pues de lo contrario no se
cumpliría con la función que el legislador le ha dado a dicha medida.

En la ejecutoria que resolvió la contradicción de tesis se advierte lo siguiente: “En efecto, por principal
debe entenderse no exclusivamente la cantidad líquida pactada por las partes y que se reclame, sino que
deben integrarse los intereses a la suerte principal, tal y como se contempla en los preceptos del código
procesal en cuanto a que establecen que para el efecto de practicar el embargo debe ser suficiente para el
efecto de garantizar el adeudo del principal, intereses y costas. Si el embargo debe ser suficiente para
garantizar esto y esa es una medida para decretarlo, para levantar también el embargo debe ser lo mismo;
esto lleva a concluir que en el artículo 557 al mencionar la palabra principal, debe entenderse que también
incluye los intereses.

Entonces, si el embargo procede para cubrir suerte principal, costas y los nuevos vencimientos y los réditos,
para decretar el embargo podemos concluir también que los nuevos vencimientos, los réditos o intereses
también quedan incluidos en el principal.- Por ello, por principal debe entenderse lo condenado por el
Juez, esto es, que contiene la suerte principal, costas, réditos, dividendos, etc., por lo que al precisar que
antes de fincarse el remate, es decir, ya hay sentencia condenatoria, entonces el concepto de principal es a lo
que condenó la sentencia y, por tanto, deben incluirse los intereses”.

Nota. El nuevo texto del artículo en que se basa el ejemplo planteado no influye en la aplicación de la
jurisprudencia, pues dicho precepto legal es del siguiente tenor:

“ARTICULO 557.- Antes de aprobarse en definitiva el remate o declararse la adjudicación el deudor podrá
librar sus bienes pagando principal y costas. Después de fincado quedará irrevocable la venta, salvo pacto o
convenio en contrario de las partes y el adjudicatario, el cual en todo caso deberá constar por escrito y
ratificado ante la autoridad judicial”.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

46. Lea el siguiente artículo de la Ley Federal de Correduría Pública (anterior a la reforma publicada el 23
de mayo de 2006 en el Diario Oficial de la Federación): “Artículo 6. Al corredor público corresponde: (...) VI.-
Actuar como fedatario en la constitución, modificación, fusión, escisión, disolución, liquidación y extinción de
sociedades mercantiles y en los demás actos previstos en la Ley General de Sociedades Mercantiles; (...)”. Y los
siguientes artículos del reglamento de esa ley: “Artículo 38. El cotejo de un documento con su copia escrita,
fotográfica o fotostática o de cualquier otra clase, se llevará a cabo presentando el original y la copia respectiva al
corredor, el cual hará constar que la copia es fiel reproducción de su original. La copia se devolverá debidamente
certificada al interesado, y otra se archivará por el corredor”. “Artículo 39. Las copias certificadas o constancias
deberán expedirse utilizando cualquier medio de reproducción o impresión indeleble, asentándose en ellas la firma
y sello del corredor que las otorga”. “Artículo 53. El corredor, en el ejercicio de sus funciones como fedatario
público, podrá intervenir: (...) V.- En la constitución, modificación, transformación, fusión, escisión, disolución,
liquidación y extinción de sociedades mercantiles, así como en la designación de sus representantes legales y
facultades de que estén investidos; (...)”. Ahora bien, de la correcta interpretación de los preceptos
transcritos, se obtiene que los corredores públicos:

A. Tienen facultades para expedir copias certificadas de testimonios notariales relacionados con toda clase
de actos mercantiles y civiles.
B. No tienen facultades para expedir copias certificadas de testimonios notariales en los que se contengan
actos civiles, como es el otorgamiento de poderes.
C. Sólo tienen facultades para expedir copias certificadas de testimonios notariales, que contengan actos
civiles.

Justificación: No. Registro: 187264. Jurisprudencia. Materia(s): Civil. Novena Época. Instancia: Primera Sala.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XV, Abril de 2002. Tesis: 1a./J. 15/2002. Página: 98

CORREDORES PÚBLICOS. CARECEN DE FACULTADES PARA CERTIFICAR TESTIMONIOS


NOTARIALES EN LOS QUE SE OTORGAN PODERES. De conformidad con lo dispuesto en los artículos
6o., fracción VI, de la Ley Federal de Correduría Pública y 53, fracción V, de su reglamento, los corredores
públicos sólo están facultados para actuar, como fedatarios, en la constitución, modificación, fusión, escisión,
disolución, liquidación y extinción de sociedades mercantiles, designación de sus representantes legales y
facultades de que estén investidos, así como en los demás actos previstos en la Ley General de Sociedades
Mercantiles, pero no para certificar instrumentos públicos notariales en los que se contengan actos civiles; sin que
sea óbice a lo anterior, lo dispuesto en los artículos 38 y 39 del reglamento de la ley citada, que los habilita para
certificar documentos, toda vez que dicha función se les otorgó en relación, exclusivamente, con actos de
naturaleza mercantil, los cuales no incluyen la certificación de los testimonios notariales en los que se otorgan
poderes. De sostener lo contrario se llegaría al extremo de aceptar que la certificación de los testimonios que
hicieran respecto de los poderes con los que se pretende acreditar la personalidad, pudieran utilizarse válidamente
en cualquier otra materia que no fuera la mercantil, como por ejemplo: juicios laborales, civiles, administrativos,
etcétera, lo cual obviamente no es de su competencia; además, se provocaría falta de certeza y seguridad jurídicas,
porque las certificaciones que realizaran de testimonios notariales adolecerían de control, por tratarse de
documentos que no existen en su propio archivo, o bien conforme al artículo 20, fracción IV de la ley en comento
no se trata de documentos mercantiles cuyos originales se hayan presentado para su cotejo, lo que no sucede con
las certificaciones realizadas por los notarios públicos, ya que a éstos, para actuar la ley que los rige, les exige una
serie de requisitos para expedir los testimonios notariales y las certificaciones que se hagan a ellos, circunstancia
que el legislador tomó en cuenta para darles pleno valor probatorio por lo que las facultades para certificar
documentos, con que están investidos los corredores públicos, sólo pueden ser entendidas respecto de los actos o
pólizas en que hayan intervenido en materia mercantil.

NOTA: La Ley Federal de Correduría Pública fue reformada en la fracción trascrita el 23 de mayo de
2006. Sin embargo, dicha reforma no influye en la aplicación de la jurisprudencia. En efecto, el texto antes
y después de la reforma dice:

ANTES DE LA REFORMA: ARTICULO 6o.- Al corredor público corresponde: (…)

VI.- Actuar como fedatarios en la constitución, modificación, fusión, escisión, disolución, liquidación y extinción
de sociedades mercantiles y en los demás actos previstos en la Ley General de Sociedades Mercantiles; (…)

Las anteriores funciones se entenderán sin perjuicio de lo dispuesto en otras leyes y no se consideran exclusivas
de los corredores públicos.

DESPUÉS DE LA REFORMA: ARTICULO 6o.- Al corredor público corresponde: (…)


(REFORMADA, D.O.F. 23 DE MAYO DE 2006)
VI. Actuar como fedatario en la constitución y en los demás actos previstos por la Ley General de Sociedades
Mercantiles incluso aquellos en los que se haga constar la representación orgánica; (…)

Las anteriores funciones se entenderán sin perjuicio de lo dispuesto en otras leyes y no se consideran exclusivas
de los corredores públicos.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

47. Lea el siguiente precepto legal del Código de Comercio.- "Artículo 1348. Si la sentencia no contiene cantidad líquida, la parte
a cuyo favor se pronunció al promover la ejecución presentará su liquidación, de la cual se dará vista por tres días a la parte
condenada. Si ésta nada expusiere dentro del término fijado, se decretará la ejecución por la cantidad que importe la liquidación; mas
si expresare su inconformidad, se dará vista de las razones que alegue a la parte promovente, la cual contestará dentro de tres días,
fallando el Juez o tribunal dentro de igual término lo que estime justo. De esta resolución no habrá sino el recurso de
responsabilidad." Ahora bien, en la etapa de ejecución de sentencia de un juicio ordinario mercantil la parte condenada, en el
término de tres días que se le dio, guarda silencio y no desahoga la vista que se le dio con la planilla de liquidación presentada
por el actor. Cabe decir que el artículo trascrito ha sido reformado; sin embargo, conforme al criterio que la Suprema Corte
de Justicia de la Nación emitió sobre tal precepto legal, el silencio de la parte condenada:

A. Trae como consecuencia jurídica que se apruebe en sus términos la planilla de liquidación presentada por el actor, pues así
se advierte de la expresión “decretará ejecución por la cantidad que importe la liquidación”.
B. No trae como consecuencia jurídica que se apruebe ineludiblemente en sus términos la planilla de liquidación presentada
por el actor.
C. Trae como consecuencia jurídica que se apruebe en sus términos la planilla de liquidación presentada por el actor, ya que
precluyó su derecho para manifestar su inconformidad y, por ende, la admitió tácitamente.

Justificación: No. Registro: 197386. Novena Época. Instancia: Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta. VI, Noviembre de 1997. Página: 147. Tesis: 1a./J. 36/97. Jurisprudencia. Materia(s): Civil.- SILENCIO QUE SE GUARDA
EN RELACIÓN CON HECHOS QUE PERJUDICAN. PARA IDENTIFICARSE COMO UN ACTO JURÍDICO PROCESAL
OMISIVO, SE REQUIERE QUE ASÍ LO DISPONGA LA LEY. El silencio humano que se guarda en relación con hechos que
perjudican fuera de juicio es inexpresivo cuando surge aisladamente, porque por sí solo no forma un consentimiento tácito, pues éste
engendra una manifestación de voluntad y aquél no manifiesta nada; sin embargo, existen ocasiones en que la inacción del sujeto se
efectúa de tal manera que parece que el que guarda silencio acepta la proposición que se le hace; esto se configura cuando el
consentimiento resulta de hechos que acompañan al silencio y que le dan una significación que no tiene por sí mismo. En el contexto
de la actividad jurisdiccional, el silencio es elocuente y puede generar consecuencias que gravitan, de un modo diverso, sobre las
afirmaciones de los hechos formulados por el adversario, a las que se contraponga, en virtud que dentro de la dinámica jurisdiccional
de la justicia la inexpresividad es casi siempre imposible, porque el proceso constituye una unidad sistematizadora, además
correlacionada, que se regula y organiza sobre la base del conocimiento pleno de la actividad que antecede, lo que, al excluir la idea
de ignorancia, como sinónimo de información recibida, posibilita establecer una relación constante, así como necesaria entre el
momento de ese silencio, con las etapas procesales que le preceden y que están destinadas a recibirlo; empero, dicho silencio, para
poderlo identificar como un acto jurídico procesal omisivo, requiere que una norma lo establezca como tal y determine sus
consecuencias para el orden jurídico; es decir, la ley debe asignar una interpretación a la omisión, fijándole consecuencias a la
inactividad del interesado, que constriñen al juzgador a estimar admitido el hecho respecto del cual guardó silencio la parte a quien
perjudique la afirmación vertida por su contrario, no obstante que se le enteró formalmente para contradecirlo. Sin embargo, dichos
efectos no se desprenden como consecuencia necesaria ante el silencio de la parte condenada en la planilla de liquidación que
presentó la parte a cuyo favor se pronunció la sentencia, de conformidad al artículo 1348 del Código de Comercio, en cuanto dispone
que se le dé vista con la liquidación propuesta, por el término de tres días, y si nada expusiere, se decretará la ejecución por la
cantidad que importe la liquidación. En efecto, no se puede arribar a la conclusión de que si el condenado guarda silencio
respecto de la planilla que exhibió la parte que obtuvo, sufra como consecuencia jurídica la necesaria aprobación en sus
términos, porque ese apartado del precepto permite varias interpretaciones, como sería también, la de aprobar la liquidación
por la suma que arroje, ajustada a las partidas debidamente aprobadas y justificadas, de tal suerte que, si la disposición en
relación con el aspecto que se examina es ambigua, entonces opera el principio general de derecho que reza: "donde la ley no
distingue, al juzgador no le es dable distinguir".

Las reformas que se han realizado al precepto legal citado son, a saber: “Art. 1,348. Si la sentencia no contiene cantidad
líquida la parte a cuyo favor se pronunció al promover la ejecución presentará su liquidación, de la cual se dará vista por tres
días a la parte condenada y sea que la haya o no desahogado, el juez fallará dentro de igual plazo lo que en derecho
corresponda. Esta resolución será apelable en el efecto devolutivo”.
N. DE E. EN RELACIÓN CON LA ENTRADA EN VIGOR DEL PRESENTE ARTICULO, VER ARTICULO ÚNICO
TRANSITORIO DEL DECRETO QUE MODIFICA LA LEY. (REFORMADO, D.O.F. 17 DE ABRIL DE 2008).- Art. 1,348. Si la
sentencia no contiene cantidad líquida la parte a cuyo favor se pronunció al promover la ejecución presentará su liquidación, de la
cual se dará vista por tres días a la parte condenada y sea que la haya o no desahogado, el juez fallará dentro de igual plazo lo que en
derecho corresponda. Esta resolución será apelable en el efecto devolutivo, de tramitación inmediata.
Dichas reformas no influyen en la aplicación del criterio jurisprudencia. Por otro lado, en la ejecutoria que resolvió la contradicción de tesis
se advierte: “Precisado lo anterior, es conveniente traer a colación el artículo 1348 del Código de Comercio, para analizar si contempla una
"admisión legal" respecto al silencio de la parte condenada sobre la planilla de liquidación presentada por el actor; dicho numeral textualmente dice:
´Artículo 1348. Si la sentencia no contiene cantidad líquida, la parte a cuyo favor se pronunció al promover la ejecución presentará su liquidación, de
la cual se dará vista por tres días a la parte condenada. Si ésta nada expusiere dentro del término fijado, se decretará la ejecución por la cantidad que
importe la liquidación; mas si expresare su inconformidad, se dará vista de las razones que alegue a la parte promovente, la cual contestará dentro de
tres días, fallando el Juez o tribunal dentro de igual término lo que estime justo. De esta resolución no habrá sino el recurso de responsabilidad.´-
Como se puede observar, si bien es cierto que tal precepto prevé en contra de la parte condenada una carga procesal consistente en controvertir
oportunamente la liquidación que presente la parte a cuyo favor se pronunció una sentencia que no contiene cantidad líquida, también lo es que de lo
que dispone en cuanto a que "se le dé vista con la liquidación propuesta, por el término de tres días y, si nada expusiere, se decretará la ejecución por
la cantidad que importe la liquidación", no puede arribarse que ordene, como lo sustentó uno de los tribunales contendientes, que ante la falta de
objeción del condenado se aprobará la liquidación que obra en autos presentada por el actor, toda vez que ese apartado del precepto es ambiguo, desde
el momento que permite varias interpretaciones, como sería también la relativa a que el legislador quiso referirse a que se aprobara la liquidación por
la cantidad que arroje en cuanto a las partidas debidamente comprobadas y justificadas, de tal suerte que, ante la imprecisión de la norma, opera el
principio general de derecho que reza: "Donde la ley no distingue, al juzgador no le es dable distinguir."; lo que significa que la norma de que se trata
no establece una consecuencia jurídica a la conducta omisiva del condenado.
En consecuencia, al tomar en cuenta que los incidentes de liquidación tienen como objetivo primordial determinar con precisión la cuantía de ciertas
prestaciones a las que quedaron obligadas las partes en el juicio, para perfeccionar la sentencia en detalles relativos a esas prestaciones que no se
pudieron dilucidar en el fallo y que son indispensables para exigir su cumplimiento y efectuar su ejecución; luego, si la finalidad del incidente de
liquidación es que se determine concretamente la cantidad por la cual debe despacharse ejecución, resulta obvio que el Juez, como director del
proceso, es a quien corresponde precisarla, lo cual, al relacionarlo armónicamente con lo dispuesto por el artículo 1348 del Código de Comercio,
conduce a estimar que el juzgador no está impedido para examinar oficiosamente el que la planilla de liquidación presentada por la parte que obtuvo
se ajuste a la condena decretada, con independencia de la falta de oposición del perjudicado, pues tal conducta omisiva no puede suplir las
condiciones formales y sustantivas de que requiere el obsequio de la pretensión formulada en la planilla, lo que conlleva a que no es adecuado,
jurídicamente hablando, que se aprueben automáticamente los conceptos contenidos en ésta, sin el previo análisis de su procedencia, en razón de que
el juzgador, al emplear el arbitrio judicial, debe decidir en forma justa, con apoyo en los elementos allegados al juicio y al procedimiento incidental,
atendiendo primordialmente las bases que para ese fin se desprendan del fallo principal, sin modificarlas, anularlas o rebasarlas, para así respetar los
principios fundamentales del proceso, como el de la invariabilidad de la litis, una vez establecida, o el de congruencia, así como la inafectabilidad de
las bases de la cosa juzgada”.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

48. Lea el siguiente precepto legal del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal:
“Artículo 529. La acción para pedir la ejecución de una sentencia, transacción o convenio judiciales, durará
diez años contados desde el día en que se venció el término judicial para el cumplimiento voluntario de lo
juzgado y sentenciado”. Ahora bien, el 14 de febrero de 2001, el juez Primero de la Familiar del Distrito
Federal dictó sentencia en un juicio de alimentos. En dicha resolución fijó como pensión alimenticia
definitiva a favor de Adela Moneira Icazas la cantidad de cinco mil pesos mensuales. El 18 de enero de
2007, la parte actora promovió incidente de ejecución de sentencia a efecto de que se le pagaran las
pensiones vencidas y no cobradas desde junio de 2001. Esto porque afirmó que el demandado dejó de
cumplir con el pago de la pensión alimenticia desde dicho mes. Al respecto:

A. La parte actora no puede reclamar las pensiones vencidas y no cobradas desde el mes de junio de
2001, pues es obvio que la acreedora no necesitó alimentos durante el lapso transcurrido desde esa
fecha.
B. Se debe declarar sin materia la reclamación de las pensiones vencidas y no cobradas desde el mes de
junio de 2001, pues es obvio que al ser prestaciones de tracto sucesivo no pueden acumularse para
enriquecer a la acreedora.
C. La parte actora puede reclamar las pensiones vencidas y no cobradas desde el mes de junio de 2001.

Justificación:

No. Registro: 177087


Novena Época. Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Octubre de 2005. Página: 55. Tesis: 1a./J. 125/2005
Jurisprudencia. Materia(s): Civil

ALIMENTOS. LA PARTE QUE OBTUVO SENTENCIA FAVORABLE EN EL JUICIO PUEDE


RECLAMAR SU EJECUCIÓN Y EL PAGO DE LAS PENSIONES ATRASADAS, VENCIDAS Y NO
COBRADAS DENTRO DEL PLAZO DE DIEZ AÑOS, SIN QUE LA DEMORA EN DICHA SOLICITUD
IMPLIQUE QUE EL ACREEDOR ALIMENTARIO NO LOS NECESITÓ (LEGISLACIONES DEL
DISTRITO FEDERAL Y DEL ESTADO DE AGUASCALIENTES). Los artículos 529 del Código de
Procedimientos Civiles para el Distrito Federal y 428 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de
Aguascalientes establecen que la acción para solicitar la ejecución de una sentencia durará diez años,
contados desde el día en que venció el término judicial para su cumplimiento voluntario. Ahora bien, en
virtud de que la institución de los alimentos es de orden público, porque responde al interés de la sociedad en
que se respete la vida y dignidad humanas, debe tomarse en cuenta que si el reclamo de los alimentos fue
objeto de estudio en un juicio en el que se determinó, juzgó y estableció el derecho del acreedor alimentario
y la correlativa obligación del deudor alimentista, habiendo quedado determinados el monto y la
periodicidad de la obligación, ya no está a discusión ni puede ser materia de prueba la eventual circunstancia
relativa a si el acreedor alimentario pudo subsistir sin la pensión alimenticia durante el tiempo en que
demoró en solicitar la ejecución de la sentencia, pues en materia de alimentos, contra la ejecución de una
sentencia definitiva no se admite más excepción que la de pago, salvo las modalidades a que aluden los
artículos 531 y 429 de los Códigos de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal y del Estado de
Aguascalientes, respectivamente. En consecuencia, el acreedor alimentario, por sí o a través de su
representante legal, puede solicitar dentro del lapso mencionado la ejecución de la sentencia que condenó a
otorgarlos, con el consiguiente reclamo de las pensiones no cobradas.

Contradicción de tesis 72/2005-PS. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo
Tercer Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito. 17 de agosto de 2005.
Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Pedro Arroyo Soto.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

49. Suponga que el código de procedimientos civiles de una entidad federativa establece lo siguiente:
“Artículo 80. La primera notificación se hará en la casa designada al efecto y en la persona misma del
que deba de ser notificado, y no encontrándolo el notificador y cerciorado de que el notificado vive en
dicha casa y está en la población, le dejará citatorio para hora fija dentro de las veinticuatro horas
siguientes, y si no espera, se le hará la notificación por instructivo, en el que se expresará el nombre y
apellido del promovente, el tribunal o juez que mande practicar la diligencia la determinación que se
notifique, la fecha y la hora en que se deje y el nombre y apellido de la persona que lo reciba.- El
instructivo, lo mismo que el citatorio, se entregarán a la esposa, hijos, parientes, domésticos del
notificado o a cualquiera otra persona que viva en la casa y si se negaren a recibirlos o ésta se hallare
cerrada, el citatorio y el instructivo se fijarán en la forma que previene el artículo 85; de todo lo cual
se asentará razón en la diligencia. Si se trata de notificar la demanda, se entregarán además, las copias
del traslado, o en su caso, éstas quedarán en la secretaría a disposición del demandado”.

Ahora bien, si al constituirse en el domicilio del demandado a practicar el emplazamiento en forma


personal, el funcionario judicial designado para tal efecto no encuentra a la persona buscada, deberá
dejar citatorio para que lo espere:

A. A cualquier hora hábil fija dentro de las siguientes veinticuatro horas.


B. Necesariamente a las veinticuatro horas siguientes, es decir, una vez que éstas transcurran.
C. A una hora hábil fija dentro de las veinticuatro horas siguientes, para lo cual debe atenderse a las
reglas de la lógica y de la experiencia; a las circunstancias que le hayan sido manifestadas en la
primera búsqueda, o incluso al contexto del lugar o población.

Justificación:

Registro No. 175945


Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIII, Febrero de 2006
Página: 277
Tesis: 1a./J. 186/2005
Jurisprudencia
Materia(s): Civil

EMPLAZAMIENTO. PARA EL SEÑALAMIENTO DE LA HORA DE ESPERA EN EL


CITATORIO DEBE ATENDERSE A LAS REGLAS DE LA LÓGICA Y DE LA EXPERIENCIA, O
INCLUSO AL CONTEXTO DEL LUGAR O POBLACIÓN (INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO
80 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES DEL ESTADO DE MICHOACÁN). Las reglas
establecidas para la práctica del emplazamiento, como formalidad esencial del procedimiento que debe
cumplirse en respeto a la garantía de audiencia prevista en el artículo 14 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, tienen como fin último evitar que el demandado quede en estado de indefensión.
En congruencia con lo anterior y de conformidad con el artículo 80 del Código de Procedimientos Civiles
para el Estado de Michoacán, se concluye que en aquellos casos en que el actuario no encuentre al
demandado y deba dejarle citatorio para que lo espere a una hora hábil fija dentro de las 24 horas siguientes,
el funcionario que practica la diligencia no puede arbitrariamente fijar cualquiera que esté dentro de dicho
término, pues el ejercicio de la referida facultad no puede ser arbitrario o caprichoso, sino que, por el
contrario, para el señalamiento de la hora de espera en el citatorio debe atenderse a las reglas de la lógica y
de la experiencia; a las circunstancias que le hayan sido manifestadas en la primera búsqueda, o incluso al
contexto del lugar o población, a fin de que, en lo posible, se garantice que el interesado tenga conocimiento
del citatorio, ya que sólo así la diligencia cumplirá su cometido, el cual consiste en hacer del conocimiento
efectivo del buscado el inicio o trámite de un juicio instaurado en su contra, a fin de tener oportunidad real de
defenderse. Debiéndose además expresar en la razón actuarial, los motivos por los que el notificador señaló
determinada hora en el citatorio, ya que al tratarse de un acto de autoridad, debe gozar de la debida
fundamentación y motivación.

Contradicción de tesis 141/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y Segundo,
ambos del Décimo Primer Circuito. 23 de noviembre de 2005. Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño
Pelayo. Secretario: Miguel Bonilla López.

Tesis de jurisprudencia 186/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha
treinta de noviembre de dos mil cinco.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

50. El artículo 181, fracción I, de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, establece que los cheques
deben presentarse para su pago dentro de los quince días naturales que sigan al de su fecha, si fueron pagaderos
en el mismo lugar de su expedición. Por su parte, los artículos 191 y 192 de la misma ley disponen: “Artículo 191.-
Por no haberse presentado o protestado el cheque en la forma y plazos previstos en este capítulo, caducan: I.- Las
acciones de regreso del último tenedor contra los endosantes o avalistas; II.- Las acciones de regreso de los endosantes
o avalistas entre sí; y III.- La acción directa contra el librador y contra sus avalistas, si prueban que durante el término
de presentación tuvo aquél fondos suficientes en poder del librado y que el cheque dejó de pagarse por causa ajena al
librador sobrevenida con posterioridad a dicho término.”. “Artículo 192.- Las acciones a que se refiere el artículo
anterior prescriben en seis meses contados: I.- Desde que concluye el plazo de presentación, las del último tenedor del
documento; y II.- Desde el día siguiente a aquél en que paguen el cheque, las de los endosantes y las de los avalistas.”

Ahora bien, el quince de diciembre de dos mil nueve, Humberto García libró un cheque en la Ciudad de México,
por veinte mil pesos, a favor de Juan Esguerra, para ser pagado en la misma ciudad. Ocho meses después, Juan
Esguerra demandó al librador en la vía ejecutiva mercantil en ejercicio de la acción cambiaria directa el pago
del referido título de crédito, aduciendo que dentro del plazo de presentación no le fue pagado por la institución
librada, pues carecía de fondos suficientes del librador.

Humberto García opuso como excepción la prescripción de la acción cambiaria directa, señalando que
transcurrieron los seis meses que el beneficiario del cheque tenía para hacerla valer, ofreciendo como prueba el
propio cheque.

Al desahogar la vista que se le dio con tal excepción, Juan Esguerra adujo que la excepción es improcedente
porque el demandado no demostró en el juicio (como ciertamente no lo hizo), por una parte, la existencia de
fondos suficientes en poder de la institución librada para el cobro del título en el período de su presentación y,
por otra, que el cheque hubiera dejado de pagarse por causa ajena al librador sobrevenida con posterioridad a
dicho término.

¿Cómo calificaría dicha excepción?

A. Infundada, pues de acuerdo con la fracción III del artículo 191 de la Ley General de Títulos y Operaciones de
Crédito, se pierde la acción cambiaria directa contra el librador y contra sus avalistas solamente a condición de
que se demuestre que durante el término de presentación del cheque, aquél tuvo fondos suficientes en poder de
la institución librada y que el cheque dejó de pagarse por causa ajena al librador sobrevenida con posterioridad
a dicho término.
B. Fundada, pues para que se actualice la prescripción de la acción cambiaria directa a que se contrae la fracción I
del artículo 192 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, sólo es necesario acreditar que feneció
el plazo de seis meses exigido en dicho artículo, contado a partir del día siguiente de que vencieron los quince
días para la presentación del cheque para su pago.
C. Infundada, porque la prescripción de la acción cambiaria directa no puede operar contra el beneficiario
originario del cheque, sino sólo contra el último tenedor del documento cuando el título ha circulado conforme
a la fracción I del artículo 192 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito.

Justificación: No. Registro: 170375. Jurisprudencia Materia(s): Civil. Novena Época. Instancia: Primera Sala. Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XXVII, Febrero de 2008. Tesis: 1a./J. 174/2007. Página: 179.

CHEQUES. LA PRESCRIPCIÓN PREVISTA EN LA FRACCIÓN I DEL ARTÍCULO 192 DE LA LEY


GENERAL DE TÍTULOS Y OPERACIONES DE CRÉDITO OPERA UNA VEZ FENECIDO EL TÉRMINO
EXIGIDO, SIN NECESIDAD DE QUE EL LIBRADOR DEMUESTRE EN JUICIO LA EXISTENCIA DE
FONDOS SUFICIENTES PARA EL COBRO DEL TÍTULO. La caducidad y la prescripción son dos instituciones
jurídicas distintas; la primera, a que se refiere el artículo 191 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito,
sólo afecta a la acción cambiaria en sí misma, impidiendo la posibilidad de su ejercicio por el abandono del hacer
procesal y no afecta al derecho principal, sino únicamente a la acción que lo protege. En cambio, la prescripción de que
trata el artículo 192 de la Ley mencionada, es una excepción perentoria que supone exclusivamente el transcurso del
tiempo, que aunque afecta básicamente a la obligación cuando se actualiza, también impacta a la acción, es decir, es la
exoneración de un derecho y de una obligación de fondo que era exigible, y que supone no haberla ejercitado durante
cierto tiempo. Esta figura puede afectar tanto al derecho sustantivo principal como a la acción que lo protege, pero de
ser así, a ésta sólo la afecta como una consecuencia de la pérdida del principal. En consecuencia, no hay razón alguna
para pretender concatenar el requisito previsto en la fracción III del artículo 191 de la Ley General de Títulos y
Operaciones de Crédito, respecto a que el librador o sus avalistas demuestren que durante el término de presentación del
cheque se tuvieron fondos suficientes en poder del librado y se dejó de pagar por causa ajena al librador, sobrevenida
con posterioridad a dicho término, para que sea procedente la prescripción de la acción cambiaria directa a que se
contrae la fracción I del artículo 192 del propio ordenamiento, ya que para ello sólo es menester acreditar que feneció el
plazo de seis meses exigido en este último numeral, desde luego, contado a partir del día siguiente de que vencen los
quince días para la presentación del cheque para su pago, previstos en el artículo 181, fracción I, de la Ley mencionada.

Contradicción de tesis 102/2007-PS. Entre las sustentadas entre el entonces Tribunal Colegiado del Décimo Noveno
Circuito, actualmente Primer Tribunal Colegiado del Décimo Noveno Circuito y el entonces Primer Tribunal Colegiado
en Materias Civil y de Trabajo del Segundo Circuito, actualmente Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Segundo Circuito. 31 de octubre de 2007. Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Ivar Langle
Gómez.- Tesis de jurisprudencia 174/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha
veintiocho de noviembre de dos mil siete.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

51. El endosatario en procuración demanda el pago de un título de crédito mediante el ejercicio de la


acción causal en la vía ordinaria mercantil. El demandado promueve incidente de falta de
personalidad en el que hace valer que el endosatario en procuración carece de legitimación para
promover la acción causal, pues éste sólo es un representante cambiario y, por tanto, sólo puede
ejercitar las acciones cambiarias, mas no las causales. De conformidad con la jurisprudencia de la
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ese incidente resulta:

A. Fundado, en virtud de que el endosatario en procuración sólo es un mandatario que únicamente


puede ejercitar las acciones cambiarias para el cobro de los títulos de crédito.
B. Improcedente, porque tal cuestión no puede ser analizada en el incidente de falta de personalidad por
tratarse de un problema de legitimación en la causa.
C. Infundado, porque el endosatario en procuración también se encuentra facultado para ejercitar la
acción causal en nombre del beneficiario.

Justificación:

Registro No. 177614


Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Agosto de 2005
Página: 70
Tesis: 1a./J. 95/2005
Jurisprudencia
Materia(s): Civil

ENDOSATARIO EN PROCURACIÓN. TIENE LEGITIMACIÓN PARA EJERCER LA ACCIÓN


CAUSAL. La Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito faculta al endosatario en procuración para
lograr el cobro judicial del documento de crédito, sin hacer distinción alguna en atención a la naturaleza de
las acciones, por lo que éste, como representante del endosante, puede intentar la acción causal. Lo anterior
es así en tanto que con los endosos en procuración se busca facilitar la representación de los acreedores
cambiarios, de manera que estimar que aquéllos sólo facultan al endosatario para ejercer la acción cambiaria
directa sería tanto como obligar al endosante a celebrar otro contrato de mandato para ejercer la acción
causal, lo cual contravendría el espíritu del derecho cambiario; además, conforme a la ley citada y al Código
Civil Federal el mandato contenido en un endoso en procuración desaparece hasta su cancelación, la
renuncia del endosatario o la conclusión del negocio, por lo que dicho mandato no se extingue por la
caducidad de la acción cambiaria directa. Finalmente, si se atiende a que la ley considera al endosatario en
procuración como un tenedor del título valor y a que el artículo 168 de la ley citada establece que el tenedor
de un título de crédito puede ejercer la acción causal, se concluye que no necesariamente debe ser el
propietario del título quien ejerza dicha acción, sino que el tenedor puede hacerlo cuando se extingue la
acción cambiaria, aunque no sea el propietario.

Contradicción de tesis 55/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Tercero en Materia
Civil del Primer Circuito, Sexto del Décimo Sexto Circuito y Segundo del Décimo Segundo Circuito. 6 de
julio de 2005. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: José Ramón
Cossío Díaz. Secretario: Fernando A. Casasola Mendoza.

Tesis de jurisprudencia 95/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha seis
de julio de dos mil cinco.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

52. Lea el siguiente artículo transitorio del decreto de reformas al Código de Comercio publicado en el
Diario Oficial de la Federación el 24 de mayo de 1996: “PRIMERO. Las reformas previstas en los
artículos 1o. y 3o., del presente decreto, entrarán en vigor sesenta ías después de su publicación en el
Diario Oficial de la Federación y no serán aplicables a persona alguna que tenga contratados créditos
con anterioridad a la entrada en vigor del presente decreto. Tampoco serán aplicables tratándose de la
novación o reestructuración de créditos contraídos con anterioridad a la entrada en vigor de este
decreto”. Ahora bien, de conformidad con la interpretación realizada por la Primera Sala de la
Suprema Corte Justicia de la Nación, dicho transitorio:

A. Sólo se refiere a normas sustantivas.


B. Sólo se refiere a normas adjetivas, pues se trató de una reforma eminentemente procesal.
C. Se refiere tanto a normas sustantivas como adjetivas.

Justificación:

No. Registro: 174126


Jurisprudencia
Materia(s): Civil
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Octubre de 2006
Tesis: 1a./J. 54/2006
Página: 43

CÓDIGO DE COMERCIO, REFORMAS PUBLICADAS EN EL DIARIO OFICIAL DE LA


FEDERACIÓN EL 24 DE MAYO DE 1996. SON INAPLICABLES A LAS PERSONAS QUE
HAYAN CONTRATADO CRÉDITOS, NOVADO O REESTRUCTURADO, CON ANTERIORIDAD
A LA VIGENCIA DE LAS MISMAS, SIN IMPORTAR SI DICHAS REFORMAS SON DE
CARÁCTER PROCESAL O SUSTANTIVO. De conformidad con lo dispuesto por el artículo 14
constitucional que establece, en la parte que aquí interesa, que en los juicios del orden civil, -entendiéndose
como civil todo lo que no sea del orden penal-, las sentencias definitivas deberán ser conforme a la letra de la
ley o a la interpretación, se debe atender en el caso concreto a lo dispuesto en el artículo primero transitorio
del Decreto mediante el cual se reforman disposiciones del Código de Comercio publicado en el Diario
Oficial de la Federación, el 24 de mayo de 1996, que es claro en exceptuar la aplicación de las mencionadas
reformas sin hacer distinción alguna sobre la naturaleza adjetiva o sustantiva de las mismas, a persona alguna
que hubiera contratado, novado o reestructurado créditos, con anterioridad a la entrada en vigor de este
Decreto. Del contenido del mencionado Decreto, al comprender en su artículo tercero todas las reformas al
Código de Comercio, hace evidente que el propósito fue el exceptuar de la aplicación de la totalidad de las
reformas a algunas personas, para proteger la seguridad jurídica de un determinado sector de la población
entendiéndose a aquellas personas que como se dijo hayan contratado, novado o reestructurado créditos con
anterioridad a la entrada en vigor de las reformas.

Contradicción de tesis 44/2006-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y Segundo,
ambos en Materia Civil del Sexto Circuito. 9 de agosto de 2006. Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño
Pelayo. Secretario: Jesús Antonio Sepúlveda Castro.

Tesis de jurisprudencia 54/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha
dieciséis de agosto de dos mil seis.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

53. El artículo 10 de la Ley General de Sociedades Mercantiles dispone lo siguiente: "Artículo 10. La representación de
toda sociedad mercantil corresponderá a su administrador o administradores, quienes podrán realizar todas las
operaciones inherentes al objeto de la sociedad, salvo lo que expresamente establezcan la ley y el contrato social.- Para
que surtan efecto los poderes que otorgue la sociedad mediante acuerdo de la asamblea o del órgano colegiado de
administración, en su caso, bastará con la protocolización ante notario de la parte del acta en que conste el acuerdo
relativo a su otorgamiento, debidamente firmada por quienes actuaron como presidente o secretario de la asamblea o
del órgano de administración según corresponda, quienes deberán firmar el instrumento notarial, o en su defecto lo
podrá firmar el delegado especialmente designado para ello en sustitución de los anteriores.- El notario hará constar
en el instrumento correspondiente, mediante la relación, inserción o el agregado al apéndice de las certificaciones, en lo
conducente, de los documentos que al efecto se le exhiban, la denominación o razón social de la sociedad, su domicilio,
duración, importe del capital social y objeto de la misma, así como las facultades que conforme a sus estatutos le
correspondan al órgano que acordó el otorgamiento del poder y, en su caso, la designación de los miembros del órgano
de administración.- Si la sociedad otorgare el poder por conducto de una persona distinta a los órganos mencionados,
en adición a la relación o inserción indicadas en el párrafo anterior, se deberá dejar acreditado que dicha persona
tiene las facultades para ello."

Del contenido de una escritura pública en la que la sociedad mercantil Hermanos Corona, Sociedad Anónima de Capital
Variable, por conducto de su apoderado Luis Corona Villagómez otorgó poder general para pleitos y cobranzas, entre
otros, a Sonia Lara Cruz; exhibiendo para ello diversos documentos para comprobar las facultades que tenía para
conferir dicho mandato, entre los que se encuentra el acta que contiene la protocolización del acta de la asamblea general
ordinaria de accionistas de la empresa, de la que el notario insertó la parte conducente, advirtiéndose que se acordó el
otorgamiento de poderes a Luis Corona Villagómez y otras personas, pero sin que se hubiera insertado la parte relativa
en la que constara que quien compareció a protocolizar dicha acta fuera la delegada especialmente designada para ello.
Por tanto ¿con ello es suficiente para reconocer la personalidad de apoderado a Sonia Lara Cruz, o en términos del
artículo 10 de la Ley de Sociedades Mercantiles, el fedatario debió transcribir, relacionar o insertar la parte del acta de la
asamblea que se protocolizó, en la que constara que la delegada tenía el carácter con el que se ostentó, para poder
establecer la secuencia de las facultades de las personas que intervinieron?

A. Es suficiente, pues el hecho de que para el otorgamiento de un poder, el apoderado de la sociedad que comparece
ante el notario a otorgarlo, exhiba para acreditar sus facultades un testimonio notarial del instrumento de
protocolización de asamblea en la que ese órgano acordó otorgarle facultades de representación bastantes para
otorgar a su vez poderes en nombre de la sociedad, da lugar a que, en lo conducente, el notario deba hacer constar en
el nuevo instrumento (escritura del poder que otorga el apoderado) las partes del documento a partir de las cuales
tuvo por acreditadas las facultades del apoderado para otorgar poderes a nombre de la sociedad mercantil -
incluyendo toda la secuencia de transmisión correspondiente-. Sin embargo, tales facultades no derivan de la
designación que hizo la asamblea general de accionistas del delegado especial para gestionar la protocolización del
acta, por lo que el notario no tiene la obligación de relacionar, insertar o agregar en la escritura del poder que se
otorga ante él, la parte del acta de asamblea en la que conste la designación del delegado especial para gestionar la
protocolización del acta respectiva, pues éste no forma parte de la secuencia o cadena de transmisión de facultades
que precede al otorgamiento del poder.
B. Es insuficiente, ya que es necesario que el notario inserte, relacione o agregue al apéndice de certificaciones la parte
relativa en la que conste que la asamblea de accionistas hizo la designación a favor de cierta persona determinada
para llevar a cabo la protocolización, además de que debe cerciorarse de que quien comparece sea precisamente
aquélla, por ser quien, en su caso, firmará la escritura correspondiente.
C. Insuficiente, el fedatario debe cerciorarse de quién fue la persona designada como delegado, y de que sea dicha
persona quien se presenta ante él.

Justificación: J]; 10a. Época; 1a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; Libro VII, Abril de 2012, Tomo 1; Pág. 835.- REGISTRO:
2000675.- SOCIEDADES MERCANTILES. EN LA ESCRITURA DEL PODER OTORGADO POR UN
APODERADO, EL NOTARIO NO ESTÁ OBLIGADO A RELACIONAR, INSERTAR O AGREGAR LA PARTE
DEL ACTA DE ASAMBLEA EN LA QUE CONSTE LA DESIGNACIÓN DEL "DELEGADO ESPECIAL PARA
GESTIONAR LA PROTOCOLIZACIÓN DEL ACTA" EN LA QUE SE OTORGÓ PODER AL AHORA
OTORGANTE. El artículo 10 de la Ley General de Sociedades Mercantiles prevé tanto los requisitos para el caso de que el
poder se otorgue por la asamblea general o el órgano de administración colegiado, como los del poder que se otorga por
persona distinta de aquéllos (un apoderado). En este último caso el notario debe: 1. Hacer constar en el instrumento
correspondiente -mediante la relación, inserción o el agregado al apéndice de las certificaciones, en lo conducente, de los
documentos que al efecto se le exhiban-, la denominación o razón social de la sociedad, su domicilio, duración, importe del
capital social y objeto de la misma, así como las facultades que conforme a sus estatutos le correspondan al órgano que acordó
el otorgamiento del poder y, en su caso, la designación de los miembros del órgano de administración; y, 2. Dejar acreditado
que la persona que otorga el poder tiene facultades para ello -incluyendo toda la secuencia de transmisión de facultades
correspondiente-. En ese sentido, el hecho de que para el otorgamiento de un poder, el apoderado de la sociedad que
comparece ante el notario a otorgarlo, exhiba para acreditar sus facultades un testimonio notarial del instrumento de
protocolización de asamblea en la que ese órgano acordó otorgarle facultades de representación bastantes para otorgar a su vez
poderes en nombre de la sociedad, da lugar a que, en lo conducente, el notario deba hacer constar en el nuevo instrumento
(escritura del poder que otorga el apoderado) las partes del documento a partir de las cuales tuvo por acreditadas las facultades
del apoderado para otorgar poderes a nombre de la sociedad mercantil -incluyendo toda la secuencia de transmisión
correspondiente-. Sin embargo, tales facultades no derivan de la designación que hizo la asamblea general de accionistas del
delegado especial para gestionar la protocolización del acta, por lo que el notario no tiene la obligación de relacionar, insertar
o agregar en la escritura del poder que se otorga ante él, la parte del acta de asamblea en la que conste la designación del
delegado especial para gestionar la protocolización del acta respectiva, pues éste no forma parte de la secuencia o cadena de
transmisión de facultades que precede al otorgamiento del poder.

Contradicción de tesis 51/2011. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero del Centro Auxiliar de la Décima
Región y Quinto en Materia Civil del Tercer Circuito. 26 de octubre de 2011. La votación se dividió en dos partes: mayoría de
cuatro votos por lo que hace a la competencia. Disidente: José Ramón Cossío Díaz. Unanimidad de cinco votos respecto al
fondo. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Mario Gerardo Avante Juárez.- Tesis de jurisprudencia 15/2011
(10a.). Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha dieciséis de noviembre de dos mil once.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

54. Si en un juicio de alimentos finalmente se resuelve que quien se ostentó como acreedor alimentario
no tenía necesidad de recibirlos, ¿Qué sucede con las cantidades que fueron descontadas de su salario
al deudor alimentario con motivo de la pensión provisional fijada?

A. Deben ser devueltas al no haberse acreditado el derecho a recibirlas por el presunto acreedor.
B. Deben ser devueltas, más el interés legal respectivo, pues se equiparan a un enriquecimiento
ilegítimo para el presunto acreedor.
C. No deben ser reintegrados, pues se consumieron en satisfacer las necesidades del presunto acreedor.

Justificación:

Registro: 161140
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXXIV, Septiembre de 2011,
Materia(s): Civil
Tesis: 1a./J. 42/2011
Página: 33

ALIMENTOS PROVISIONALES. NO PROCEDE LA DEVOLUCIÓN DE LAS CANTIDADES


DESCONTADAS AL DEUDOR, AUN CUANDO EL ACREEDOR NO DEMOSTRÓ EN EL JUICIO
LA NECESIDAD DE RECIBIRLAS. Los alimentos decretados de manera provisional participan de
las características de orden público e interés social de la pensión alimenticia definitiva, por lo que no
deben ser reintegrados al deudor alimenticio aun cuando en el juicio el acreedor no haya probado la
necesidad de recibirlos o se haya disminuido el monto de la pensión alimenticia. Lo anterior se
robustece si consideramos que las cantidades entregadas han sido consumidas de manera irreparable
en satisfacer las necesidades del acreedor. Por mayoría de razón, no deben ser reintegrados los alimentos
decretados de manera provisional, si se reclama su devolución a través de la acción de enriquecimiento
ilegítimo pues para que éste se configure es imprescindible que no exista una causa jurídica, contractual o
extracontractual que lo justifique. Por lo que, si los alimentos fueron entregados en virtud de una
determinación judicial, la cual tiene como fundamento un deber legal, es innegable que existe una causa
jurídica que justifica dicho desplazamiento patrimonial.

Contradicción de tesis 452/2010. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil
del Séptimo Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito. 23 de marzo de
2011. Mayoría de tres votos. Ausente: José Ramón Cossío Díaz. Disidente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.
Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretaria: Ana María Ibarra Olguín.

Tesis de jurisprudencia 42/2011. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha seis
de abril de dos mil once.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

55. El artículo 294 del Código Federal de Procedimientos Penales, dispone que se tendrán como
conclusiones de no acusación aquellas en las que no se concretice la pretensión punitiva, o bien,
ejercitándose ésta, se omite acusar: a) Por algún delito expresado en el auto de formal prisión; o b) A
persona respecto de quien se abrió proceso. En ambos casos, el juez o tribunal las enviará con el
proceso al Procurador General de la República, para los efectos del artículo 295, esto es, para que
resuelva si son de confirmarse o modificarse las conclusiones.

Ahora bien, en una causa penal el Ministerio Público presentó conclusiones acusatorias por el delito
contra la salud en su modalidad de posesión de narcóticos, y sólo citó el artículo 194 del Código Penal
Federal, sin precisar la conducta a que se refiere alguna de sus fracciones. No obstante lo anterior, el
juez del proceso dictó sentencia condenatoria por el delito contra la salud en la modalidad de posesión
de narcótico con fines de comercio, ello al considerar que en esos términos se dictó el auto de formal
prisión, aun cuando de los hechos materia de la acusación no se desprendía la finalidad de la posesión
del estupefaciente, es decir, no existía certeza de cuál de las fracciones era aplicable a la conducta
desplegada por el acusado.

En ese supuesto, ¿en qué sentido debe hacer el juez de distrito?

A. Remitir las conclusiones del Ministerio Público de la Federación al Procurador General de la


República a fin de que éste manifieste sin son de confirmarse o modificarse.
B. Concluir que no se acredita la finalidad de la posesión del estupefaciente, quedando en libertad de
jurisdicción para establecer, con base en los hechos denunciados y de acuerdo al artículo 195 bis del
Código Penal Federal, cuál es el delito que se actualiza.
C. Dictar sentencia absolutoria, ya que de remitirse las conclusiones al Procurador General de la
República, se estaría dando una segunda oportunidad al órgano técnico para precisar la acusación, lo
cual contravendría el principio de igualdad procesal.

Justificación: Registro: 173057. Novena Época. Instancia: Primera Sala. Jurisprudencia. Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta. XXV, Marzo de 2007. Materia(s): Penal. Tesis: 1a./J. 3/2007. Página:
DELITO CONTRA LA SALUD EN SU MODALIDAD DE POSESIÓN DE NARCÓTICOS. ES
IMPROCEDENTE LA REPOSICIÓN DEL PROCEDIMIENTO CUANDO EN LAS
CONCLUSIONES ACUSATORIAS EL MINISTERIO PÚBLICO OMITE PRECISAR LA
FRACCIÓN APLICABLE DEL ARTÍCULO 194 DEL CÓDIGO PENAL FEDERAL, RELATIVA A
LA FINALIDAD. Cuando en la etapa de acusación por el delito contra la salud en su modalidad de posesión
de narcóticos, en las conclusiones formuladas por el Ministerio Público sólo se cita el artículo 194 del Código
Penal Federal, sin precisar la conducta a que se refiere alguna de sus fracciones, y de los hechos materia de la
acusación no se desprenda la finalidad de la posesión del estupefaciente, es decir, no existe certeza de cuál de
las fracciones es aplicable a la conducta desplegada por el acusado, se está en presencia de conclusiones
deficientes y, por lo tanto, ante una evidente violación al procedimiento. A causa de tal omisión el acusado no
ha tenido oportunidad de defenderse respecto de la conducta imputada, por lo que no es aplicable el artículo
388 del Código Federal de Procedimientos Penales, que prevé los supuestos en los que procede ordenar la
reposición del procedimiento. Lo procedente es que el Juez o tribunal, al dictar la sentencia correspondiente,
conceda el amparo y protección de la Justicia Federal para el efecto de que se revoque la sentencia de
primera instancia, y sin reponer el procedimiento, la autoridad responsable no tenga por acreditada la
finalidad de la posesión del estupefaciente, quedando en libertad de jurisdicción para que al momento
de dictar la nueva resolución, establezca cuál es el delito que se actualiza, con base en los hechos
denunciados y de acuerdo al artículo 195 bis, del Código Penal Federal. Lo anterior es así, porque además
de que no se da ninguno de los supuestos jurídicos que podrían dar lugar a la reposición del procedimiento, se
iría en contra del principio de igualdad procesal entre las partes, ya que se le estaría dando una segunda
oportunidad al órgano acusador, para que integrara adecuadamente su acusación, lo cual debió hacer
desde el primer momento en que consignó los hechos y formuló su acusación ante el Juez
correspondiente, por ser esa su facultad y obligación constitucional.

Contradicción de tesis 100/2006-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo
Tercer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Noveno Circuito. 29 de noviembre de 2006. Cinco votos.
Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Mariana Mureddu Gilabert.

Tesis de jurisprudencia 3/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha diez
de enero de dos mil siete.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

56. Un juez de Distrito libra orden de aprehensión en contra de Jesús Pacheco Flores por el delito de
robo calificado (ilícito por el que no se alcanza libertad provisional). Una vez que Pacheco Flores es
detenido y puesto a disposición, previos los trámites legales, el juzgador federal, reclasificando los
hechos, dicta en su contra auto de formal prisión por el delito de abuso de confianza (ilícito por el que
se alcanza libertad provisional). Durante el trámite del proceso penal, Pacheco Flores se evade de la
acción de la justicia. En este caso, diga con base en qué delito debe computarse la prescripción de la
acción penal.

A. Robo, sin incluir en dicho ilícito la calificativa por la que se le dictó orden de aprehensión.
B. Abuso de confianza.
C. Robo calificado.

Justificación:

168291

TESIS JURISPRUDENCIAL 65/2008

PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL. PARA SU CÓMPUTO DEBE ATENDERSE A LA


PENALIDAD APLICABLE AL DELITO ESTABLECIDO EN CADA FASE QUE INTEGRA EL
PROCEDIMIENTO PENAL. La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido
que tanto al obsequiarse la orden de aprehensión como al dictar el auto de formal prisión, debe fijarse el
delito, ya sea en forma simple o con sus respectivas calificativas, modalidades o modificativas; de ahí que en
cualquier fase del procedimiento penal, el plazo para que opere la prescripción debe computarse a partir del
establecimiento del delito que se le atribuye al probable responsable. Así, la prescripción se actualiza en cada
etapa procesal, tomando en cuenta el delito por el cual se emite la determinación respectiva, atendiendo a si
existen o no calificativas sobre el ilícito establecido y conforme a la legislación correspondiente. Esto es, debe
considerarse la pena del delito configurado atribuido al responsable, ya sea básico o con todas sus
modalidades o circunstancias modificativas o calificativas, lo cual deriva en la obligación constitucional y
legal de todo juzgador consistente en que al emitir una orden de aprehensión, auto de formal prisión,
apelación o cualquier otro acto durante el proceso determine, según el delito de que se trate, los datos que
acrediten los elementos del tipo penal, no sólo para precisar la figura delictiva básica, sino también para que,
de ser el caso, se configure su específica referencia a un tipo complementado, subordinado o cualificado, pues
no debe perderse de vista que durante el proceso penal pueden actualizarse diferentes fases, por lo que deben
determinarse con precisión sus elementos constitutivos, incluyendo las modificativas o calificativas que, en su
caso, surjan de los hechos materia de la etapa procesal de que se trate. Por tanto, debe tomarse en cuenta el
delito determinado por el cual se sigue el procedimiento, en cualquiera de sus fases, de manera que la
prescripción quedará condicionada al transcurso del término establecido para la sanción que corresponda al
delito concreto señalado en cada etapa procesal. Lo anterior es así, porque conforme al principio de seguridad
jurídica, en cada una de ellas puede modificarse el delito, por lo que si al obsequiar la orden de
aprehensión se le atribuye al probable responsable determinado ilícito, el término para que opere la
prescripción se computará de acuerdo a los plazos previstos en la legislación correspondiente, y si al
dictado del auto de formal prisión se le ubica en uno diverso, ya sea básico o con calificativas, el
indicado término se computará de acuerdo a la penalidad aplicable a esta nueva valoración del delito, y
de igual forma tendrá que hacerse en cada una de las fases que integran el procedimiento penal.

Contradicción de tesis 46/2007-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Tercer Circuito y el Cuarto Tribunal Colegiado del Décimo Quinto Circuito. 04 de junio de 2008.
Cinco votos. Ponente: Sergio A. Valls Hernández. Secretario: Antonio Espinosa Rangel.

LICENCIADO HERIBERTO PÉREZ REYES, SECRETARIO DE ACUERDOS DE LA PRIMERA


SALA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN, C E R T I F I C A: Que el rubro y
texto de la anterior tesis jurisprudencial fueron aprobados por la Primera Sala de este Alto Tribunal,
en sesión de fecha veinticinco de junio de dos mil ocho.- México, Distrito Federal, veintiséis de junio de
dos mil ocho.- Doy fe.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

57. Las modalidades del delito contra la salud tienen como elemento común que el objeto material sea
un narcótico. Ahora bien, al tratarse de un elemento normativo, ¿qué sustancias se consideran como
narcótico para efectos de dicho delito?

A. Únicamente las sustancias que determine la Ley General de Salud.


B. Las sustancias que determine la Ley General de Salud, o bien las que disponga la Secretaría de Salud
en normas oficiales mexicanas.
C. Las sustancias que dispongan la Ley General de Salud, los convenios y tratados internacionales de
observancia obligatoria en México y los que señalen las demás disposiciones legales aplicables en la
materia.

Justificación:

Código Penal Federal:

Artículo 193. Se consideran narcóticos a los estupefacientes, psicotrópicos y demás sustancias o vegetales que
determinen la Ley General de Salud, los convenios y tratados internacionales de observancia obligatoria en
México y los que señalen las demás disposiciones legales aplicables en la materia.

(…)
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

58. Los artículos 6 y 10, tercer párrafo (este último previo a la reforma de veintitrés de enero de dos mil nueve),
del Código Federal de Procedimientos Penales, establecen:

"Artículo 6. Es tribunal competente para conocer de un delito, el del lugar en que se comete, salvo lo previsto en los
párrafos segundo y tercero del artículo 10. - - - - - - - Si el delito produce efectos en dos o más entidades federativas,
será competente el Juez de cualquiera de éstas o el que hubiera prevenido (…)."

"Artículo 10. (…) También será competente para conocer de un asunto, un Juez de Distrito distinto al del lugar de
comisión del delito, si por razones de seguridad en las prisiones, atendiendo a las características del hecho imputado, a
las circunstancias personales del inculpado y a otras que impidan garantizar el desarrollo adecuado del proceso, el
Ministerio Público Federal considera necesario llevar el ejercicio de la acción penal ante otro Juez. Lo anterior es
igualmente aplicable para los casos en que, por las mismas razones, la autoridad judicial, de oficio o a petición de
parte, estime necesario trasladar a un procesado a algún centro de reclusión de máxima seguridad, en los que será
competente el tribunal del lugar en que se ubica dicho centro."

Con base en dichas normas, el Ministerio Público de la Federación pretende consignar la averiguación previa
correspondiente ante un juez distinto al del lugar de comisión del delito, pues refiere que con ello se garantiza el
desarrollo adecuado del proceso. En ese caso, para que tal actuación sea jurídicamente válida, el consignador
debe:

A. Ejercer la acción penal ante un juez con jurisdicción en uno de los centros de reclusión de máxima seguridad.
B. Únicamente expresar el por qué considera necesario llevar el ejercicio de la acción penal ante ese juez diverso,
sin que sea necesario que demuestre sus afirmaciones.
C. Exponer los motivos y razonamientos lógicos que acrediten la necesidad de la medida por razones de seguridad
en las prisiones, atendiendo a las características del hecho imputado, a las circunstancias personales del
inculpado y a otras que impidan garantizar el desarrollo adecuado del proceso y aportar las pruebas que así lo
demuestren.

Justificación: No. Registro: 192417. Jurisprudencia. Materia(s): Penal. Novena Época. Instancia: Primera Sala. Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XI, Febrero de 2000. Tesis: 1a./J. 2/2000. Página: 15

COMPETENCIA TERRITORIAL DE EXCEPCIÓN CONTENIDA EN EL ARTÍCULO 10, PÁRRAFO


TERCERO, DEL CÓDIGO FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES, DEBE RAZONARSE Y
ACREDITARSE FUNDADAMENTE. Si bien el tercer párrafo mencionado establece que: "También será competente
para conocer de un asunto, un Juez de Distrito distinto al del lugar de comisión del delito, si por razones de seguridad en
las prisiones, atendiendo a las características del hecho imputado, a las circunstancias personales del inculpado y a otras
que impidan garantizar el desarrollo adecuado del proceso, el Ministerio Público Federal considera necesario llevar el
ejercicio de la acción penal ante otro Juez.", ello no debe entenderse en el sentido de que baste y sea suficiente para
fincar la competencia por excepción ahí establecida el que el Ministerio Público estime necesario llevar el ejercicio
de la acción penal ante otro Juez de Distrito distinto al del lugar en que se cometió el delito, ya que al tratarse de
una hipótesis de competencia por excepción deben exponerse los motivos y razonamientos lógicos que acrediten
los supuestos exigidos por dicho numeral, debiendo aportar las pruebas conducentes de sus afirmaciones, en
virtud de que la actualización de la competencia por excepción de que se trata no puede derivar de una potestad
indiscriminada, arbitraria, o meramente subjetiva por parte del consignador, lo que no sería lógico ni jurídico.
Por el contrario, el ejercicio de esa potestad debe implementarse con estricto apego a las normas de orden legal
establecidas, así como a los parámetros de la lógica y racionalidad a efecto de concluir en forma razonada, lógica y
congruente la necesidad de fincar competencia a un Juzgado de Distrito distinto al del lugar de comisión del delito. En
consecuencia, la sola pretensión del Ministerio Público de llevar el ejercicio de la acción penal ante un Juez de Distrito
distinto al del lugar en que se cometió el delito, sin razonar en forma suficiente y adecuada dicha solicitud, no basta para
surtir el supuesto de competencia por excepción establecido en el tercer párrafo del artículo 10 del Código Federal de
Procedimientos Penales.

Competencia 95/98. Suscitada entre el Juez Primero de Distrito en Materia de Procesos Penales Federales en el Estado
de México, con residencia en Toluca y el Juez Décimo de Distrito en Materia Penal en el Distrito Federal. 6 de mayo de
1998. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Humberto Román Palacios.
Secretario: Álvaro Tovilla León.- Competencia 124/98. Suscitada entre el Juez Primero de Distrito en el Estado de
Sinaloa y el Juez Tercero de Distrito en Materia Penal en el Distrito Federal. 14 de octubre de 1998. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Juan N. Silva Meza. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretario: Jorge
Carreón Hurtado.- Competencia 234/98. Suscitada entre el Juez Quinto de Distrito en el Estado de Oaxaca, Oaxaca y el
Juez Segundo de Distrito en Materia de Procesos Penales Federales en el Estado de México. 21 de octubre de 1998.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Juan N. Silva Meza. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Ismael
Mancera Patiño.- Competencia 476/98. Suscitada entre la Juez Sexto de Distrito en el Estado de Tamaulipas y el Juez
Noveno de Distrito en Materia Penal en el Distrito Federal. 13 de enero de 1999. Cinco votos. Ponente: Juventino V.
Castro y Castro. Secretaria: María Elena Leguízamo Ferrer.- Competencia 32/99. Suscitada entre el Juez Quinto de
Distrito en el Estado de Oaxaca y el Juez Tercero de Distrito en Materia de Procesos Penales Federales en el Estado de
México. 14 de abril de 1999. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Germán Martínez Hernández.

Tesis de jurisprudencia 2/2000. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de dos de febrero de dos
mil, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros: presidente en funciones Juventino V. Castro y Castro,
Humberto Román Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: Ministro José de
Jesús Gudiño Pelayo.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

59. Lea los siguientes artículos del Código de Defensa Social de una entidad federativa.

Artículo 373.- Comete el delito de robo, quien se apodere de un bien ajeno mueble, sin derecho o sin
consentimiento de la persona que puede disponer de él con arreglo a la ley.

Artículo 374.- El robo se sancionará: (…)

(ADICIONADA, P.O. 2 DE SEPTIEMBRE DE 1998)


V.- Si el objeto del robo es un vehículo de motor, como motocicletas, automóviles, camiones, tractores u otros
semejantes, se impondrá prisión de cinco a doce años y multa de quinientos a mil días de salario.

(REFORMADO PRIMER PARRAFO, P.O. 13 DE DICIEMBRE DE 2004)


Artículo 380.- Además de la sanción que le corresponda al delincuente, conforme a los artículos 374 y 378, se
le impondrán de seis meses a seis años de prisión, en los casos siguientes:

I.- Si el robo se ejecuta con violencia contra la víctima de aquél o contra otra u otras personas que se
encuentren en el lugar de los hechos; (…)

XI.- Cuando sean los ladrones dos o más, o se fingieren servidores públicos o supusieren una orden de alguna
autoridad; (…)

Ahora bien, sustancialmente, los hechos acreditados hasta el dictado de un auto de término
constitucional son los siguientes: mediante la violencia, varios sujetos se robaron, simultáneamente, un
camión y toda la mercancía que éste contenía. De ahí que el juzgador dictó auto de formal prisión en
contra de los inculpados, por los delitos previstos en los artículos 373 y 374, fracción V, del Código de
Defensa Social de que se trata y, además, precisó que en cada uno de dichos delitos se actualizaban las
calificativas previstas en las fracciones I y XI del citado código punitivo. En este caso, diga si fue
correcto el proceder del juzgador.

A. Fue correcto dicho proceder, porque ambos delitos se actualizan y, por ende, las calificativas también.
B. Fue incorrecto dicho proceder, ya que si bien ambos delitos se actualizan, no pueden recalificarse las
agravantes de los delitos.
C. Fue incorrecto dicho proceder, pues sólo se actualiza el delito de robo de vehículo previsto en el
artículo 374, fracción V, del Código de Defensa Social, y por ende, sólo se actualizan respecto de
dicho delito las calificativas establecidas en las fracciones I y XI del artículo 380 del citado código
punitivo.

Justificación: Registro No. 167836, Localización: Novena Época, Instancia: Primera Sala, Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XXIX, Febrero de 2009, Página: 380, Tesis: 1a./J.
116/2008, Jurisprudencia, Materia(s): Penal.

ROBO DE VEHÍCULO Y DE LA MERCANCÍA CONTENIDA EN ÉL, SE SUBSUMEN CUANDO


AMBOS DELITOS SE COMETEN SIMULTÁNEAMENTE; POR TANTO, LAS CIRCUNSTANCIAS
AGRAVANTES CONTENIDAS EN LAS FRACCIONES I Y XI DEL ARTÍCULO 380 DEL CÓDIGO DE
DEFENSA SOCIAL PARA EL ESTADO DE PUEBLA, SE ACTUALIZAN RESPECTO DEL DELITO DE
ROBO DE VEHÍCULO CON MERCANCÍA. Cuando los delitos de robo de vehículo y robo de la mercancía
contenida en aquél se cometen simultáneamente, se actualiza la figura de la subsunción, pues atento a la
mayor entidad jurídica de protección, el primer tipo penal absorbe al segundo, es decir, en el robo de vehículo
previsto en el artículo 374, fracción V, del Código de Defensa Social del Estado de Puebla -por estar más
penado- se subsume el de robo simple contenido en el numeral 373 de dicho Código. Por tanto, las
circunstancias agravantes del delito previstas en las fracciones I y XI del artículo 380 citado, relativas al uso
de violencia y a la participación de dos o más sujetos activos, respectivamente, se actualizan en el delito de
robo de vehículo con mercancía en tanto ambos delitos ocurren en el mismo hecho, ya que el
desapoderamiento de la mercancía sucede como consecuencia inmediata del que se hizo del vehículo que la
contenía. Estimar lo contrario implicaría recalificar una misma conducta, lo cual es contrario al artículo 23 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pues si bien es cierto que al tratarse de objetos
materiales distintos se actualizan dos figuras delictivas, también lo es que una se subsume en la otra por haber
unidad de acción y de propósito delictivo.

Contradicción de tesis 166/2007-PS. Entre los criterios sustentados por los Tribunales Colegiados Primero y
Segundo, ambos en Materia Penal del Sexto Circuito. 29 de octubre de 2008. Mayoría de cuatro votos.
Disidente: Olga Sánchez Cordero. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Nínive Ileana Penagos
Robles.- Tesis de jurisprudencia 116/2008. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
fecha cinco de noviembre de dos mil ocho.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

60. En el caso de que en el proceso penal federal 100/2007 que se sigue en contra de Jorge López, al
momento de dictar sentencia, el juez del conocimiento advierta que existe una sentencia ejecutoriada
condenatoria anterior, dictada por la comisión de un delito doloso, perseguible de oficio y perpetrado
por la misma persona, pero el delito materia del proceso 100/2007 se cometió con anterioridad al
dictado de la referida sentencia ejecutoriada, diga si es o no correcto que en el multicitado proceso
100/2007, la autoridad judicial niegue el beneficio de sustitución de la pena de prisión, por dicha
circunstancia.

A. Es correcto, pues independientemente de que la sentencia ejecutoriada se haya dictado con


anterioridad o no a la comisión del delito por el que se siguió el proceso 100/2007, el juez no puede
pasar por alto lo resuelto en ella.
B. Es correcto, siempre y cuando el delito doloso por el cual se le procesó en ambos juicios sea el
mismo.
C. No es correcto, pues nuestro Máximo Tribunal ha sostenido que cuando el ilícito por el que se
sanciona se cometió antes de la existencia de una sentencia ejecutoriada por delito doloso perseguible
de oficio, no debe negarse el beneficio de sustitución de la pena de prisión, ya que dicho fallo no
puede considerarse como antecedente para negar la sustitución de la pena de prisión.

Justificación: No. Registro: 172298. Jurisprudencia. Materia(s): Penal. Novena Época. Instancia: Primera
Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XXV, Mayo de 2007. Tesis: 1a./J. 32/2007.
Página: 753

SUSTITUCIÓN DE LA PENA DE PRISIÓN. ES PROCEDENTE AUN CUANDO CONTRA EL


MISMO REO EXISTA SENTENCIA EJECUTORIADA POR DELITO DOLOSO PERSEGUIBLE
DE OFICIO, SI ÉSTA SE DICTÓ CON POSTERIORIDAD A LA COMISIÓN DEL DELITO POR
EL QUE SE LE JUZGA (INTERPRETACIÓN DEL ÚLTIMO PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 70 DEL
CÓDIGO PENAL FEDERAL). La determinación de sanciones y el otorgamiento de los sustitutivos penales
se sustentan tanto en el Código Penal Federal como en el Código Federal de Procedimientos Penales, los
cuales no deben estudiarse aisladamente, pues constituyen un sistema normativo que permite y obliga al
juzgador, además de sancionar al responsable de un delito, a garantizarle un debido proceso y el respeto de
otros derechos fundamentales. Así, para determinar el alcance y la procedencia de la sustitución de la pena de
prisión prevista en el artículo 70 del Código Penal Federal, debe analizarse dicha institución a la luz del fin de
la sanción penal que se sustituye y del sistema que al respecto prevén los ordenamientos legales citados.
Ahora bien, del análisis de los artículos 24, 42 y 70 del Código Penal Federal, se advierte que la pena de
prisión no es el único medio para resocializar al condenado y reincorporarlo en el seno común del Estado,
sino que es posible acudir a otros medios sancionatorios que además de propiciar la prevención especial,
motivan al reo para adaptarse nuevamente a la sociedad, esto es, tienen como fin prevenir y evitar que el
sentenciado vuelva a cometer un ilícito, lo cual es acorde con el artículo 528 del Código Federal de
Procedimientos Penales, que dispone que en toda sentencia condenatoria deberá ordenarse la amonestación
del sentenciado para que no reincida, advirtiéndole de las sanciones a que se expone, entre las cuales está la
consistente en que en caso de cometer un nuevo delito no se le podrán conceder los sustitutivos penales a que
se refiere el artículo 70 aludido. En ese orden de ideas, de la interpretación teleológica del artículo 70 del
Código Penal Federal, se concluye que tal precepto obedece al comportamiento del reo frente a la pena; de ahí
que si bien no es posible conceder el beneficio de la sustitución de la pena a quienes insisten en reiterar una
conducta antisocial reprochable, tampoco puede negarse dicho sustitutivo a quienes no han delinquido o
cuando el ilícito por el que se les sanciona se cometió antes de la existencia de una sentencia
ejecutoriada, pues ésta no debe considerarse como antecedente para negar la sustitución de la pena de
prisión, ya que no es razonable ni proporcional que a una persona se le niegue la sustitución de la pena
por un hecho o acto que cometió antes de que por primera vez un juzgador le señalara las
consecuencias de su responsabilidad penal y le advirtiera las consecuencias de un acto delictivo
posterior. Lo anterior, no implica que el acceso a los sustitutivos penales se constituya en un derecho del
sentenciado, ya que el criterio que ahora se establece únicamente se traduce en que la autoridad judicial no
podrá negar los mismos, por el hecho de que exista una sentencia condenatoria ejecutoriada por delito doloso
que se persiga de oficio, sino que deberá verificar que el dictado de la misma es anterior a la fecha en que se
cometió el delito por el que en ese momento se juzga; ello, con independencia de que aun cuando no se
actualice tal circunstancia, esté en aptitud de negar los citados sustitutivos por razones diversas en ejercicio de
su arbitrio judicial.

Contradicción de tesis 147/2006-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Tercer Circuito y el Cuarto Tribunal Colegiado del Décimo Quinto Circuito. 24 de enero de 2007.
Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.

Tesis de jurisprudencia 32/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha
veintiocho de febrero de dos mil siete.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

61. Los artículos 194, fracción I, y 195 Bis, párrafo primero, del Código Penal Federal estatuyen:

ARTÍCULO 194.- Se impondrá prisión de diez a veinticinco años y de cien hasta quinientos días multa al
que:

I.- Produzca, transporte, trafique, comercie, suministre aun gratuitamente o prescriba alguno de los narcóticos
señalados en el artículo anterior, sin la autorización correspondiente a que se refiere la Ley General de Salud.

Para los efectos de esta fracción, por producir se entiende: manufacturar, fabricar, elaborar, preparar o
acondicionar algún narcótico, y por comerciar: vender, comprar, adquirir o enajenar algún narcótico.

(REFORMADO, D.O.F. 20 DE AGOSTO DE 2009)


ARTÍCULO 195 bis.- Cuando por las circunstancias del hecho la posesión de alguno de los narcóticos
señalados en el artículo 193, sin la autorización a que se refiere la Ley General de Salud, no pueda
considerarse destinada a realizar alguna de las conductas a que se refiere el artículo 194, se aplicará pena de
cuatro a siete años seis meses de prisión y de cincuenta a ciento cincuenta días multa.

Ahora bien, diga usted qué debe entenderse por la posesión a que se refiere el párrafo primero del
artículo 195 bis del Código Penal Federal.

A. Sólo la tenencia material de narcóticos por parte del sujeto activo.


B. Únicamente cuando los narcóticos estén dentro del radio de acción y disponibilidad del sujeto activo,
pues la tenencia material del narcótico actualiza diverso tipo penal.
C. La tenencia material de narcóticos o cuando éstos están dentro del radio de acción y disponibilidad
del sujeto activo.

Justificación:

CÓDIGO PENAL FEDERAL


(REFORMADO, D.O.F. 20 DE AGOSTO DE 2009)
ARTÍCULO 195 bis.- Cuando por las circunstancias del hecho la posesión de alguno de los narcóticos
señalados en el artículo 193, sin la autorización a que se refiere la Ley General de Salud, no pueda
considerarse destinada a realizar alguna de las conductas a que se refiere el artículo 194, se aplicará pena de
cuatro a siete años seis meses de prisión y de cincuenta a ciento cincuenta días multa.

El Ministerio Público Federal no procederá penalmente por este delito en contra de la persona que posea:

I. Medicamentos que contengan narcóticos, cuya venta al público se encuentre supeditada a requisitos
especiales de adquisición, cuando por su naturaleza y cantidad dichos medicamentos sean los necesarios para
el tratamiento de la persona que los posea o de otras personas sujetas a la custodia o asistencia de quien los
tiene en su poder.

II. Peyote u hongos alucinógenos, cuando por la cantidad y circunstancias del caso pueda presumirse que
serán utilizados en las ceremonias, usos y costumbres de los pueblos y comunidades indígenas, así
reconocidos por sus autoridades propias.

Para efectos de este capítulo se entiende por posesión: la tenencia material de narcóticos o cuando éstos
están dentro del radio de acción y disponibilidad de la persona.

La posesión de narcóticos podrá ser investigada, perseguida y, en su caso sancionada por las autoridades del
fuero común en los términos de la Ley General de Salud, cuando se colmen los supuestos del artículo 474 de
dicho ordenamiento.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

62. El artículo 70 del Código Penal Federal establece que la pena de prisión podrá ser sustituida, a
juicio del juzgador, apreciando lo dispuesto en los artículo 51 y 52 del mismo ordenamiento. Ahora
bien, tomado en consideración que el último de los artículos señalados establece: Artículo 52.- El juez
fijará las penas y medidas de seguridad que estime justas y procedentes dentro de los límites señalados para
cada delito, con base en la gravedad del ilícito y el grado de culpabilidad del agente, teniendo en cuenta:

I.- La magnitud del daño causado al bien jurídico o del peligro a que hubiere sido expuesto;
II.- La naturaleza de la acción u omisión y de los medios empleados para ejecutarla;
III.- Las circunstancias de tiempo, lugar, modo u ocasión del hecho realizado;
IV.- La forma y grado de intervención del agente en la comisión del delito, así como su calidad y la de la
víctima u ofendido;
V.- La edad, la educación, la ilustración, las costumbres, las condiciones sociales y económicas del sujeto, así
como los motivos que lo impulsaron o determinaron a delinquir. Cuando el procesado perteneciere a algún
pueblo o comunidad indígena, se tomarán en cuenta, además, sus usos y costumbres;
VI.- El comportamiento posterior del acusado con relación al delito cometido; y
VII.- Las demás condiciones especiales y personales en que se encontraba el agente en el momento de la
comisión del delito, siempre y cuando sean relevantes para determinar la posibilidad de haber ajustado su
conducta a las exigencias de la norma.

Determine si los supuestos previstos en el artículo 52 del ordenamiento legal citado, a los cuales remite
el diverso artículo 70 para la procedencia de la sustitución de la pena de prisión, constituyen requisitos
fijos y específicos que tengan que ser satisfechos por el sentenciado para la procedencia de la referida
sustitución.

A. Sí constituyen requisitos fijos y específicos para la procedencia de la sustitución.


B. Únicamente constituyen requisitos fijos y específicos para la procedencia de la sustitución cuando en
la sentencia se haya impuesto la pena mínima de prisión.
C. No constituyen requisitos fijos y específicos para la procedencia de la sustitución, sino que se refieren
a situaciones o características que de manera general deberá considerar el juzgador,
particularizándolas en cada caso concreto, con el fin de normar su criterio para la procedencia de la
sustitución de la pena de prisión impuesta.

Justificación: No. Registro: 198,219. Jurisprudencia. Materia(s): Penal. Novena Época. Instancia: Primera
Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. VI, Julio de 1997. Tesis: 1a./J. 30/97. Página:
98

SUSTITUCIÓN DE LA PENA PRIVATIVA DE LIBERTAD. SU CONCESIÓN CONSTITUYE UNA


FACULTAD DISCRECIONAL DEL JUZGADOR. De conformidad con el artículo 70 del Código Penal
Federal, la pena de prisión podrá ser sustituida a juicio del juzgador, apreciando para ello diversas
circunstancias que atienden tanto a la ejecución de la conducta ilícita como a las características propias del
sujeto activo. Dicha concesión constituye una facultad discrecional, porque la actualización de la
consecuencia legal prevista en la norma no requiere la satisfacción de requisitos legales fijos y específicos,
sino que está en función de un juicio de valoración realizado por el juzgador en el que, apreciando las
peculiaridades y condiciones del caso en concreto, determinará la procedencia de la medida citada dentro del
marco de referencia previsto por la ley, el cual únicamente alude a la cuantía de la pena de prisión impuesta y
al carácter primodelincuente del sentenciado tratándose de delitos dolosos perseguibles de oficio. En este
sentido, su ejercicio, como acto de autoridad, únicamente deberá cumplir con las garantías de fundamentación
y motivación, consagradas constitucionalmente, pero su otorgamiento no constituye un derecho exigible por
el sentenciado, ya que ello dependerá del juicio realizado por el juzgador, en el que concluya que en el caso
concreto la pena sustitutiva puede cumplir con la finalidad buscada por la pena privativa de libertad, en
términos del artículo 18 de nuestra Carta Magna, sin que sea óbice para lo anterior el supuesto previsto en el
artículo 74 del Código Penal Federal, en virtud de que tal numeral se refiere al caso en el que, actualizándose
el marco de referencia aludido, el juzgador omitió realizar el juicio valorativo mencionado, lo que conllevará,
mediante la interposición del incidente relativo, que dicho juzgador considere si procede o no el otorgamiento
de la sustitución, pero no tendrá como consecuencia necesaria la concesión del beneficio solicitado.

El artículo 52 del Código Penal Federal se reformó mediante decreto publicado en el Diario Oficial de
la Federación el 19 de agosto de 2010, sin embargo, dicha reforma no afecta el sentido de la
jurisprudencia. Dicho precepto en su texto actual dice:

(REFORMADO PRIMER PÁRRAFO, D.O.F. 19 DE AGOSTO DE 2010)


ARTÍCULO 52.- El juez fijará las penas y medidas de seguridad que estime justas y procedentes dentro de
los límites señalados para cada delito, con base en la gravedad del ilícito, la calidad y condición específica
de la víctima u ofendido y el grado de culpabilidad del agente, teniendo en cuenta:
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

63. En materia procesal penal federal, la prisión preventiva se computa (se descuenta) al imponerse una
pena de prisión. Para ese efecto, ¿cuál es el lapso de privación temporal de libertad que se toma en
cuenta?

A. Desde la detención hasta que se dicta sentencia en primera instancia.


B. Desde la detención hasta que se dicta sentencia en segunda instancia o causa estado la de primera
instancia.
C. Desde la detención hasta la sentencia de apelación que confirma la condena, e incluso el lapso que
trascurra con motivo de una reposición del procedimiento.

Justificación: No. Registro: 2000631. Décima Época. Instancia: Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de
la Federación y su Gaceta. Tomo: Libro VII, Abril de 2012, Tomo 1. Tesis: 1a./J. 35/2012 (10a.). Página:
720.

PRISIÓN PREVENTIVA. COMPRENDE EL TIEMPO EN QUE LA PERSONA SUJETA AL


PROCEDIMIENTO PENAL PERMANECE PRIVADA DE SU LIBERTAD, DESDE SU DETENCIÓN
HASTA QUE LA SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA CAUSE ESTADO O SE DICTE LA
RESOLUCIÓN DE SEGUNDO GRADO. Conforme al artículo 20, apartado A, fracción X, tercer párrafo, de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su texto anterior a la reforma publicada en el
Diario Oficial de la Federación el 18 de junio de 2008, la prisión preventiva no podrá exceder del tiempo que
como máximo de pena fije la ley al delito que motivare el proceso, además de que en toda pena de prisión que
imponga una sentencia se computará el tiempo de la detención. En ese sentido, la prisión preventiva
comprende el lapso efectivo de privación de la libertad -en cualquiera de los casos que prevé la constitución-
desde la detención -con motivo de los hechos- de la persona sujeta al procedimiento penal, hasta que la
sentencia de primera instancia cause estado o se dicte la resolución de segundo grado que dirima en definitiva
su situación, sin que deba sumarse a ese lapso el periodo en que se resuelve el juicio de amparo que, en su
caso, se promueva; no obstante lo anterior, si se concede la protección constitucional para que se deje sin
efectos la sentencia y se reponga el procedimiento, en ese supuesto también debe considerarse como prisión
preventiva el tiempo en que esté privado de su libertad para llevar a cabo las actuaciones que correspondan a
la fase del proceso repuesto y hasta que se dicte de nuevo resolución definitiva y firme.

Contradicción de tesis 393/2011. Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales Colegiados, ambos
en Materia Penal del Sexto Circuito. 1 de febrero de 2012. La votación se dividió en dos partes: mayoría de
tres votos por lo que hace a la competencia. Disidente: José Ramón Cossío Díaz. Unanimidad de cuatro votos
respecto del fondo. Ausente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.
Secretario: Horacio Nicolás Ruiz Palma.

Tesis de jurisprudencia 35/2012 (10a.). Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
fecha ocho de febrero de dos mil doce.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

64. Al momento de determinar el grado de culpabilidad del acusado en la sentencia que se dicte en un
proceso penal federal, ¿el juez de Distrito debe tomar en cuenta los antecedentes penales del procesado?

A. Sí, porque revelan circunstancias peculiares de quien haya cometido un delito.


B. No, ya que las circunstancias personales que se ponderan deben relacionarse únicamente con el hecho
cometido.
C. Puede hacerlo, discrecionalmente, si relevan en particular por qué decidió cometer el delito.

Justificación: No. Registro: 160320. Décima Época. Instancia: Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta. Tomo: Libro V, Febrero de 2012, Tomo 1. Tesis: 1a./J. 110/2011 (9a.). Página: 643.

CULPABILIDAD. PARA DETERMINAR SU GRADO NO DEBEN TOMARSE EN CUENTA LOS


ANTECEDENTES PENALES DEL PROCESADO. A través de la reforma publicada en el Diario Oficial de la
Federación el 10 de enero de 1994, al artículo 52 del entonces Código Penal para el Distrito Federal en Materia de
Fuero Común y para toda la República en Materia de Fuero Federal, para efectos de la individualización de la
pena, se abandonó el criterio de peligrosidad adoptándose el de determinación del grado de culpabilidad, acorde
con el cual la pena debe imponerse por lo que el delincuente ha hecho y no por lo que es o por lo que se crea que
va a hacer, pues se trata de un derecho penal de hecho y no de autor. Por otra parte, el artículo 51 del Código Penal
Federal (vigente) establece la regla general para la aplicación de sanciones, al prever que los juzgadores deben
tener en cuenta las circunstancias exteriores de ejecución y las peculiares del procesado; en tanto que el numeral 52
del mismo ordenamiento prevé la regla específica para la individualización de sanciones, señalando los elementos
que los juzgadores deben considerar para realizarla, esto es, la gravedad del ilícito y el grado de culpabilidad, así
como los factores que deben tener en cuenta a fin de individualizar las penas y medidas de seguridad con base en
dichos elementos. Ahora bien, las circunstancias exteriores de ejecución, referidas en la regla general de aplicación
de sanciones corresponde, en la regla específica de individualización de penas y medidas de seguridad, a los
factores por los que se precisa la gravedad del ilícito, los cuales se contienen en las fracciones I a IV de dicho
artículo 52, y las circunstancias peculiares del delincuente, también señaladas en la mencionada regla general, en la
individualización de penas y medidas de seguridad, se observan al verificarse los factores contenidos en sus
fracciones V a VII, y así fijar el grado de culpabilidad del agente. Así, son circunstancias peculiares del procesado,
su edad, educación, ilustración, costumbres, condiciones sociales y económicas (fracción V); y si bien es cierto que
los motivos que lo impulsaron a delinquir (fracción V), su comportamiento posterior al hecho ilícito (fracción VI) y
las demás condiciones en que se encontraba en el momento de cometer el delito (fracción VII), pueden ser
circunstancias peculiares reveladoras de su personalidad -que pudieran conducir a establecer que la
individualización de las penas y medidas de seguridad atiende a un derecho penal de autor-, también lo es que tal
revelación de la personalidad únicamente puede considerarse en relación con el hecho cometido, ya que la
individualización de las penas y medidas de seguridad, con base en el grado de culpabilidad, implica la relación del
autor del hecho ilícito con éste, lo cual conduce a establecer dicho grado de culpabilidad con base en aspectos
objetivos que concurrieron al hecho delictuoso, sin que deban considerarse circunstancias ajenas a ello. Por tanto,
los antecedentes penales no pueden incluirse entre los factores que los juzgadores deben atender para determinar el
grado de culpabilidad, pues no tienen la naturaleza de circunstancias peculiares del delincuente, ya que no
corresponden a una característica propia de él, además de que entre esos factores no se hace alusión a conductas
anteriores al hecho delictivo.

Solicitud de modificación de jurisprudencia 9/2011. Magistrados del Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Penal
del Segundo Circuito. 6 de julio de 2011. Mayoría de tres votos. Disidentes: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia y
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Ana Carolina
Cienfuegos Posada.

Tesis de jurisprudencia 110/2011 (9a.). Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha
veinticuatro de agosto de dos mil once.

Nota: La anterior tesis constituye jurisprudencia, toda vez que en términos de lo establecido en el último párrafo
del artículo 197 de la Ley de Amparo, modifica una tesis de jurisprudencia derivada de una contradicción de tesis
resuelta por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

La presente tesis deriva de la resolución dictada en la solicitud de modificación de jurisprudencia relativa al


expediente 9/2011, en la cual la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por mayoría de tres
votos de los señores Ministros Olga Sánchez Cordero de García Villegas (ponente), José Ramón Cossío Díaz y
Jorge Mario Pardo Rebolledo, disidentes los señores Ministros Guillermo I. Ortiz Mayagoitia y Arturo Zaldívar
Lelo de Larrea, determinó modificar el criterio contenido en la tesis 1a./J. 76/2001, de rubro: "CULPABILIDAD.
PARA DETERMINAR SU GRADO, DEBEN TOMARSE EN CUENTA LOS ANTECEDENTES PENALES
DEL PROCESADO, EN TÉRMINOS DE LA REFORMA AL ARTÍCULO 52 DEL CÓDIGO PENAL
FEDERAL, DE DIEZ DE ENERO DE 1994.", derivado de la contradicción de tesis 16/2000, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIV, octubre de 2001, página 79.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

65. En un proceso penal federal se dictó auto de formal prisión en contra de Oscar Alvarado Medina
por su probable participación en la comisión del delito contra la salud en su modalidad de
transportación de droga. En las constancias de autos está plenamente acreditado que el inculpado fue
detenido un kilómetro después de que inició el desplazamiento de la droga de Zapopan, Jalisco, con
rumbo a Tijuana, Baja California. Alvarado Medina promueve juicio de amparo indirecto contra el
auto de término constitucional, haciendo valer como único concepto de violación, sustancialmente, que
para acreditarse la citada modalidad del delito contra la salud era necesario que hubiera sido detenido
después de recorrer una distancia considerable a partir de que inició el traslado de la droga. En este
caso, partiendo de la base de que debe analizarse la cuestión de fondo planteada, ¿cómo debe calificarse
dicho concepto de violación?

A. Infundado, ya que para configurarse el delito contra la salud, en su modalidad de transportación, sólo
se requiere acreditar que la droga o narcótico se trasladó de un lugar a otro, sin importar la distancia
recorrida.
B. Fundado, pues en el caso planteado se configura la modalidad de transportación del delito contra la
salud, pero en grado de tentativa.
C. Fundado, porque los actos ejecutivos del caso planteado actualizan invariablemente el delito contra la
salud, en su modalidad de posesión de droga.

Justificación:

No. Registro: 177998. Jurisprudencia. Materia(s): Penal. Novena Época. Instancia: Primera Sala. Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XXII, Julio de 2005. Tesis: 1a./J. 63/2005. Página: 107

DELITO CONTRA LA SALUD. CUÁNDO DEBE TENERSE POR CONFIGURADA LA


MODALIDAD DE TRANSPORTACIÓN. El artículo 194, fracción I, del Código Penal Federal vigente,
establece como modalidad del delito contra la salud la "transportación" del narcótico o droga. Esta Primera
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tomando en consideración los diversos criterios emitidos
desde la Séptima Época en relación con dicha modalidad, y considerando que la acción de transportar
necesariamente implica llevar uno o más objetos de un lugar a otro, considera que el sentido jurídico de la
modalidad de "transportación" se configura cuando se acredite que la droga o narcótico se trasladó de
un lugar a otro, sin la autorización correspondiente a que se refiere la Ley General de Salud, por lo
cual no se requiere que el traslado se realice hasta el destino que se tenía previsto.

Contradicción de tesis 165/2004-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Tercer Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, actualmente en Materia Civil y
el Primer Tribunal Colegiado del Octavo Circuito. 13 de abril de 2005. Cinco votos. Ponente: José Ramón
Cossío Díaz. Secretaria: Rosalba Rodríguez Mireles.

Tesis de jurisprudencia 63/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha
veinticinco de mayo de dos mil cinco.

APOYA LA JUSTIFICACIÓN, EN LO CONDUCENTE, LA EJECUTORIA QUE DIO ORIGEN A


LA ANTERIOR JURISPRUDENCIA.

“…De conformidad con lo que la propia legislación penal establece respecto a la tentativa, se llega a la
conclusión de que la configuración de la tentativa, tratándose del delito contra la salud en su modalidad de
transportación, depende precisamente, de la intención del sujeto activo de llevar el narcótico a un lugar
distinto al en que se encuentra (elemento subjetivo), así como de una correcta concepción en cuanto a la
idoneidad de los actos que haya efectuado el mismo, para transportar el estupefaciente o narcótico, para con
ello, estar en la posibilidad de considerarlos, o no, como actos encaminados directa e inmediatamente a la
comisión del ilícito de que se trata.- En este orden de ideas, es incuestionable que si la modalidad de
transportación del delito contra la salud se configura una vez que se inicie el desplazamiento del lugar en que
se encontraba a otro, únicamente podría estarse en el supuesto de tentativa de la modalidad de transportación,
cuando se acredite que el sujeto activo llevó a cabo los actos idóneos con la finalidad de transportar el
narcótico o droga a otro lugar, y no logre esto por causas ajenas a su voluntad, esto es, sea descubierta la
droga.- Por tanto, es inconcuso que en las anteriores circunstancias sólo podrá considerarse que la modalidad
de transportación del delito contra la salud se cometió en grado de tentativa, no así cuando el sujeto activo es
detenido con el narcótico antes de que llegue al lugar que tenía como destino, pues como ya se dijo, dicha
modalidad se configura desde que inicia el desplazamiento de la droga de un lugar a otro, sin que
importe la distancia entre uno y otro, pues la conducta se actualiza de momento a momento, mientras
sea trasladada”.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

66. Para que el juez de Distrito de la causa penal, al dictar sentencia en la que impone una pena de
prisión al reo, decrete la suspensión de los derechos políticos de éste, ¿es requisito sine quo non que el
Ministerio Público solicite dicha suspensión al formular sus conclusiones?

A. Sí es requisito sine quo non, que el Ministerio Público solicite dicha suspensión al formular sus
conclusiones.
B. No es requisito sine quo non, que en sus conclusiones la representación social solicite al juez que al
dictar sentencia, decrete la suspensión de los derechos políticos del reo.
C. En unos casos es requisito sine qua non que en sus conclusiones la representación social solicite al
juez dicha suspensión y en otros no; ello dependiendo del delito materia de la acusación.

Justificación:

No. Registro: 177988


Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Julio de 2005
Tesis: 1a./J. 67/2005
Página: 128

DERECHOS POLÍTICOS. PARA QUE SE SUSPENDAN CON MOTIVO DEL DICTADO DE UNA
SENTENCIA QUE IMPONGA UNA SANCIÓN O LA PENA DE PRISIÓN, NO ES NECESARIO
QUE ASÍ LO HAYA SOLICITADO EL MINISTERIO PÚBLICO. Los derechos políticos del ciudadano
señalados en el artículo 35 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, encuentran su
limitación en las hipótesis suspensivas contempladas en las fracciones II, III y VI del artículo 38
constitucional, de manera que cuando se suspenden los derechos políticos durante la extinción de una pena
privativa de libertad en términos de la citada fracción III, se está en presencia de una pena regulada en los
artículos 24, inciso 12, 45, fracción I y 46 del Código Penal Federal, así como en los diversos 30, 56, 57,
fracción I y 58 del Nuevo Código Penal para el Distrito Federal, al prever, como una de las clases de
suspensión de derechos, la que se establece por ministerio de ley como consecuencia necesaria de la
imposición de una sanción o de la pena de prisión. Ahora bien, la circunstancia de que la suspensión de
derechos políticos, se imponga por ministerio de ley como consecuencia necesaria de la citada imposición,
implica que una vez que el gobernado se ubica en la hipótesis constitucional -como cuando se extingue una
pena privativa de libertad-, no se requiere un acto voluntario diverso para que se produzcan sus
consecuencias, sino que operan de manera inmediata. De esta forma, la suspensión de derechos por ministerio
de ley, es la que de manera intrínseca se produce como consecuencia necesaria de la imposición de una
sanción o de la pena de prisión, que el Juez debe tomar en cuenta ineludiblemente al dictar sentencia; por lo
que es innecesario que en estos casos el Ministerio Público (del fuero común o del fuero federal) solicite la
indicada suspensión en la etapa procedimental en la que formula sus conclusiones acusatorias. En
consecuencia, si el órgano jurisdiccional, al momento de dictar la sentencia respectiva y en ejercicio de sus
facultades, suspende los derechos políticos del sentenciado, no rebasa la acusación, ya que dicha suspensión
no está supeditada a la solicitud del Ministerio Público, sino a lo dispuesto por una norma constitucional, la
cual se desarrolla por otra de carácter secundario en los términos apuntados.

Contradicción de tesis 89/2004-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Noveno y Décimo,
ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 4 de mayo de 2005. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José
de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.

Tesis de jurisprudencia 67/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha
primero de junio de dos mil cinco.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

67. Durante la averiguación previa por un delito contra la salud, el Ministerio Público dio fe de la
existencia de un narcótico. En esa inspección el fiscal asentó que tuvo a la vista un polvo blanco con las
características propias de la cocaína. Ahora bien, en términos del Código Federal de Procedimientos
Penales, ¿qué alcance demostrativo tiene dicha inspección ministerial en cuanto a que la sustancia
observada es cocaína?

A. Ninguno, ya que si bien la inspección se rige por el sistema tasado de valor probatorio pleno, su
alcance demostrativo es sólo en cuanto a lo que puede ser objeto de la prueba: describir objetos,
lugares o cosas mediante los sentidos; de modo que el alcance demostrativo de la prueba no puede
abarcar la cualidad del narcótico.
B. Tiene valor probatorio de indicio, ya que si bien determinar la cualidad de narcótico de una sustancia
no puede ser objeto de una inspección, ello no implica que no pueda tener valor de indicio y que se
pueda ponderar en conjunto con otra prueba para sustentar que la sustancia es un narcótico.
C. Tiene valor probatorio pleno, ya que la inspección se rige por el sistema tasado de valor probatorio
pleno.

Justificación:

Código Federal de Procedimientos Penales:

Artículo 208. Es materia de la inspección todo aquello que pueda ser directamente apreciado por la autoridad
que la realice. …

Artículo 284. La inspección, así como el resultado de los cateos, harán prueba plena siempre que se
practiquen con los requisitos legales.

Artículo 285. Todos los demás medios de prueba o de investigación y la confesión, salvo lo previsto en el
segundo párrafo del artículo 279, constituyen meros indicios.

Artículo 220. Siempre que para el examen de personas, hechos u objetos, se requieran conocimientos
especiales se procederá con intervención de peritos.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

68. En una sentencia dictada en un proceso penal federal seguido en contra de Juan P., se le impuso
como sanción una pena privativa de libertad y, como consecuencia de ésta, la suspensión de sus
derechos políticos. En el caso planteado, ¿cuándo iniciará la ejecución de la suspensión de los derechos
políticos y cuál será su duración?

A. La ejecución de la suspensión de derechos políticos comenzará desde que cause ejecutoria la


sentencia respectiva y durará todo el tiempo que subsista la ejecución de la pena de prisión.
B. La ejecución de la suspensión de derechos políticos comenzará desde que cause ejecutoria la
sentencia respectiva y su duración deberá especificarse en dicha sentencia, de manera independiente a
la pena de prisión.
C. La ejecución de la suspensión de derechos políticos comenzará al terminar la pena de prisión y su
duración será la especificada en la propia sentencia.

Justificación:

El Código Penal Federal establece:

Artículo 45. La suspensión de derechos es de dos clases:

I. La que por ministerio de la ley resulta de una sanción como consecuencia necesaria de ésta, y

II. La que por sentencia formal se impone como sanción.

En el primer caso, la suspensión comienza y concluye con la sanción de que es consecuencia.

En el segundo caso, si la suspensión se impone con otra sanción privativa de libertad, comenzará al terminar
ésta y su duración será la señalada en la sentencia.

Artículo 46. La pena de prisión produce la suspensión de los derechos políticos y los de tutela, curatela, ser
apoderado, defensor, albacea, perito, depositario o interventor judicial, síndico o interventor en quiebras,
árbitro, arbitrador o representante de ausentes. La suspensión comenzará desde que cause ejecutoria la
sentencia respectiva y durará todo el tiempo de la condena.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

69. Las actas de visita domiciliaria, para que cumplan con el requisito de legalidad establecido en el
artículo 16 constitucional, deben circunstanciarse. Precise dos hechos que deban circunstanciarse en el
acta de visita domiciliaria que tenga por objeto verificar la expedición de comprobantes fiscales:

A. Las características físicas del lugar visitado, así como los medios que utilizó el visitador para
constatarlo
B. Que el lugar visitado se encuentra abierto al público en general, así como los medios que utilizó el
visitador para constatarlo.
C. Las características físicas de quien lo atendió en el lugar visitado, así como los medios que utilizó el
visitador para constatarlo

Justificación:

Registro: 167585
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIX, Abril de 2009,
Materia(s): Administrativa
Tesis: 2a./J. 35/2009
Página: 599

ACTA DE VISITA DOMICILIARIA. CUANDO SE VERIFIQUE EL EXACTO CUMPLIMIENTO


DE LA EXPEDICIÓN DE COMPROBANTES FISCALES, DEBE CIRCUNSTANCIARSE QUE EL
LUGAR VISITADO SE ENCUENTRA ABIERTO AL PÚBLICO EN GENERAL, ASÍ COMO LOS
MEDIOS QUE UTILIZÓ EL VISITADOR PARA CONSTATARLO. La Suprema Corte de Justicia de la
Nación ha sostenido que las actas de visita domiciliaria, para que cumplan con el requisito de legalidad
establecido en el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, deben
circunstanciarse. Por otra parte, del artículo 49, fracción I, del Código Fiscal Federal, que prevé: "Para los
efectos de lo dispuesto por la fracción V del artículo 42 de este Código, las visitas domiciliarias se realizarán
conforme a lo siguiente: I. Se llevará a cabo en el domicilio fiscal, establecimientos, sucursales, locales,
puestos fijos y semifijos en la vía pública, de los contribuyentes, siempre que se encuentren abiertos al
público en general ...", se advierten dos supuestos normativos: el primero faculta a la autoridad a llevar a cabo
visitas domiciliarias en el domicilio fiscal del contribuyente, establecimientos, sucursales, locales, puestos
fijos y semifijos en la vía pública, y el segundo prevé la obligación del visitador de circunstanciar que el lugar
visitado se encuentra abierto al público en general. Lo anterior es así, ya que la expresión lingüística "siempre
que" establece una condición para efectuar la visita válidamente, sin que este requisito pueda asentarse con
posterioridad, como tampoco inferirse de su contenido, porque ello implicaría violar el principio de legalidad
que, para la validez de los actos, exige expresamente la fracción I del artículo 49 del Código Fiscal de la
Federación. Por tanto, acorde con el principio de legalidad de los actos de autoridad, se concluye que en el
acta de visita domiciliaria que tenga por objeto verificar la expedición de comprobantes fiscales, debe
circunstanciarse el hecho de que el lugar visitado se encuentra abierto al público en general, así como los
medios que utilizó el visitador para constatarlo, pues de no hacerlo, dicha omisión traería como consecuencia
la invalidez del acta de visita, así como de los demás actos que de ésta se deriven.

Contradicción de tesis 31/2009. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y Segundo,
ambos del Vigésimo Circuito. 18 de marzo de 2009. Cinco votos. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel.
Secretario: Bertín Vázquez González.

Tesis de jurisprudencia 35/2009. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
veinticinco de marzo de dos mil nueve.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

70. El principio de tipicidad, que junto con el de reserva de ley integran el núcleo duro del principio de
legalidad en materia de sanciones, se manifiesta como una exigencia de predeterminación normativa
clara y precisa de las conductas ilícitas y de las sanciones correspondientes. Por tanto, dicho principio
se cumple cuando:

A. La descripción legislativa de las conductas ilícitas goza de claridad, permitiéndose para su


interpretación recurrir a complementaciones legales
B. La descripción legislativa se redacta en términos que logran que se conozca con mediana claridad
alcance y significado al realizar el proceso mental de adecuación típica
C. Consta en la norma una predeterminación inteligible de la infracción y de la sanción; que permita
predecir con suficiente grado de seguridad las conductas infractoras y las sanciones.

Justificación

Registro: 174326
Novena Época
Instancia: Pleno
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Agosto de 2006,
Materia(s): Constitucional, Administrativa
Tesis: P./J. 100/2006
Página: 1667

TIPICIDAD. EL PRINCIPIO RELATIVO, NORMALMENTE REFERIDO A LA MATERIA PENAL,


ES APLICABLE A LAS INFRACCIONES Y SANCIONES ADMINISTRATIVAS. El principio de
tipicidad, que junto con el de reserva de ley integran el núcleo duro del principio de legalidad en materia de
sanciones, se manifiesta como una exigencia de predeterminación normativa clara y precisa de las conductas
ilícitas y de las sanciones correspondientes. En otras palabras, dicho principio se cumple cuando consta en la
norma una predeterminación inteligible de la infracción y de la sanción; supone en todo caso la presencia de
una lex certa que permita predecir con suficiente grado de seguridad las conductas infractoras y las sanciones.
En este orden de ideas, debe afirmarse que la descripción legislativa de las conductas ilícitas debe gozar de tal
claridad y univocidad que el juzgador pueda conocer su alcance y significado al realizar el proceso mental de
adecuación típica, sin necesidad de recurrir a complementaciones legales que superen la interpretación y que
lo llevarían al terreno de la creación legal para suplir las imprecisiones de la norma. Ahora bien, toda vez que
el derecho administrativo sancionador y el derecho penal son manifestaciones de la potestad punitiva del
Estado y dada la unidad de ésta, en la interpretación constitucional de los principios del derecho
administrativo sancionador debe acudirse al aducido principio de tipicidad, normalmente referido a la materia
penal, haciéndolo extensivo a las infracciones y sanciones administrativas, de modo tal que si cierta
disposición administrativa establece una sanción por alguna infracción, la conducta realizada por el afectado
debe encuadrar exactamente en la hipótesis normativa previamente establecida, sin que sea lícito ampliar ésta
por analogía o por mayoría de razón.

Acción de inconstitucionalidad 4/2006. Procurador General de la República. 25 de mayo de 2006.


Unanimidad de ocho votos. Ausentes: Mariano Azuela Güitrón, Sergio Salvador Aguirre Anguiano y José
Ramón Cossío Díaz. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretarios: Makawi Staines Díaz y Marat
Paredes Montiel.

El Tribunal Pleno, el quince de agosto en curso, aprobó, con el número 100/2006, la tesis jurisprudencial que
antecede. México, Distrito Federal, a quince de agosto de dos mil seis.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

71. Conforme a la jurisprudencia de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los
dictámenes financieros permiten tanto al contribuyente como a la autoridad fiscal conocer la situación
contable y fiscal del primero y que los hechos expuestos en ellos gozan de presunción. Con forme a ello,
al momento de imponer un crédito fiscal, la autoridad hacendaria:

A. Esta eximida de colmar la garantía de legalidad prevista en el artículo 16 de la Constitución Política


de los Estados Unidos Mexicanos.
B. Esta eximida de colmar la garantía de legalidad prevista en el artículo 16 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos; únicamente debe citar el dictamen financiero.
C. Debe fundar y motivar el acto apoyándose en el dictamen financiero.

Justificación:

Registro No. 162157


Localización:
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXXIII, Mayo de 2011
Página: 314
Tesis: 2a./J. 38/2011
Jurisprudencia
Materia(s): Administrativa

DICTAMEN DE ESTADOS FINANCIEROS. LA RESOLUCIÓN DETERMINANTE DE UN


CRÉDITO FISCAL APOYADA EN ÉL, CUMPLE CON LA GARANTÍA DE LEGALIDAD
CUANDO FUNDA Y MOTIVA EL MÉTODO EMPLEADO, SIN QUE BASTE QUE LA
AUTORIDAD SE REMITA A CANTIDADES PRECISADAS POR EL CONTADOR EN EL
DICTAMEN O QUE TRANSCRIBA PARTE DE ÉSTE. Si de los artículos 32-A, 42, fracción IV, 52 y
52-A del Código Fiscal de la Federación, se advierte que las personas físicas con actividades empresariales y
ciertas personas morales, deben dictaminar sus estados financieros por contador público autorizado; que las
autoridades fiscales a fin de comprobar el debido cumplimiento de las disposiciones de esa materia y, en su
caso, determinar las contribuciones omitidas o los créditos fiscales, están facultadas para revisar los
dictámenes contables; que éstos gozan de la presunción de veracidad siempre y cuando en su emisión se
satisfagan los requisitos formales previstos en la legislación de la materia, y que las opiniones o
interpretaciones contenidas en ellos, por no emanar de un órgano de la administración pública federal, no
obligan a dichas autoridades, ni las sustituyen en sus atribuciones; ello significa que las resoluciones
determinantes de créditos fiscales emitidas con apoyo en dichos dictámenes constituyen actos de molestia
cuya validez está condicionada a respetar la garantía de legalidad consagrada en el artículo 16 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Sobre tales premisas, si bien es verdad que dichos
dictámenes permiten tanto al contribuyente como a la autoridad fiscal conocer la situación contable y fiscal
del primero y que los hechos expuestos en ellos gozan de la referida presunción, eso no significa que la
autoridad hacendaria esté eximida de colmar dicha garantía ni facultada para imponer créditos fiscales por
omisiones advertidas en los dictámenes, señalando únicamente cantidades omitidas conforme a lo
dictaminado por el contador público autorizado o transcribiendo parte de sus opiniones, sin explicar en las
resoluciones que emitan de dónde derivaron los montos, aludiendo al método o fórmula utilizado y, sobre
todo, sin constatar si las opiniones satisfacen o no los referidos requisitos formales cuya observancia es
condición para que opere la presunción de veracidad, pues los requisitos esenciales de fundamentación y
motivación que forman parte de la garantía de legalidad debe colmarlos la autoridad exactora en el acto de
molestia, a efecto de que el contribuyente, en ese caso, pueda conocer el método utilizado para obtener el
numerario exacto adeudado y pueda, por consiguiente, combatirlo.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

72. Las autoridades fiscales a fin de comprobar que los contribuyentes, los responsables solidarios o los
terceros con ellos relacionados han cumplido con las disposiciones fiscales y, en su caso, determinar las
contribuciones omitidas o los créditos fiscales, así como para comprobar la comisión de delitos fiscales y
para proporcionar información a otras autoridades fiscales, estarán facultadas para requerir a los
contribuyentes, responsables solidarios o terceros con ellos relacionados, para que exhiban en su
domicilio, establecimientos o en las oficinas de las propias autoridades, a efecto de llevar a cabo su
revisión:

A. La contabilidad y los papeles de trabajo con ella relacionados


B. La contabilidad, así como que proporcionen los datos, otros documentos o informes que se les
requieran.
C. Las declaraciones, solicitudes o avisos

Justificación:

CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN.

Artículo 42.- Las autoridades fiscales a fin de comprobar que los contribuyentes, los responsables solidarios o
los terceros con ellos relacionados han cumplido con las disposiciones fiscales y, en su caso, determinar las
contribuciones omitidas o los créditos fiscales, así como para comprobar la comisión de delitos fiscales y para
proporcionar información a otras autoridades fiscales, estarán facultadas para:

II. Requerir a los contribuyentes, responsables solidarios o terceros con ellos relacionados, para que exhiban
en su domicilio, establecimientos o en las oficinas de las propias autoridades, a efecto de llevar a cabo su
revisión, la contabilidad, así como que proporcionen los datos, otros documentos o informes que se les
requieran.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

73. De acuerdo con el Código Fiscal de la Federación, durante el procedimiento administrativo de


ejecución, la autoridad fiscal puede decretar la intervención de una negociación. Según dicho
ordenamiento, ¿en cuál de los siguientes supuestos procede que se levante la intervención?

A. Cuando el contribuyente lo solicite por escrito, de manera fundada y motivada.


B. Cuando el crédito fiscal se haya satisfecho.
C. Cuando haya transcurrido el plazo de tres meses a partir de que se intervino la negociación.

Justificación:

Código Fiscal de la Federación:

“Artículo 164. Cuando las autoridades fiscales embarguen negociaciones, el depositario designado tendrá el
carácter de interventor con cargo a la caja o de administrador.
En la intervención de negociaciones será aplicable, en lo conducente, las secciones de este capítulo.”

“Artículo 171. La intervención se levantará cuando el crédito fiscal se hubiera satisfecho o cuando de
conformidad con este Código se haya enajenado la negociación. En estos casos la oficina ejecutora
comunicará el hecho al registro público que corresponda para que se cancele la inscripción respectiva.”
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

74. Tratándose de leyes que prevén la imposición de multas de carácter fiscal:

A. No rige la excepción contenida en el artículo 14 Constitucional, relativa a la aplicación retroactiva de


la ley en beneficio de particulares, puesto que tal excepción sólo opera en materia penal.
B. Rige la excepción contenida en el artículo 14 Constitucional, relativa a la aplicación retroactiva de la
ley cuando ésta resulte benéfica para el particular.
C. Rige la excepción contenida en el artículo 14 Constitucional, relativa a la aplicación retroactiva de la
ley en beneficio de particulares, sólo si se trata de multas fijas que no establecen un mínimo y un
máximo.

Justificación:

No. Registro: 196642


Jurisprudencia
Materia(s): Administrativa
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VII, Marzo de 1998
Tesis: 2a./J. 8/98
Página: 333

MULTAS FISCALES. DEBEN APLICARSE EN FORMA RETROACTIVA LAS NORMAS QUE


RESULTEN BENÉFICAS AL PARTICULAR. Si la imposición de las sanciones (penales o fiscales)
tienen como finalidad mantener el orden público a través del castigo que, en mayor o menor grado, impone el
Estado al que incurre en una infracción, debe considerarse que las multas fiscales tienen una naturaleza
similar a las sanciones penales y, por tanto, la aplicación en forma retroactiva de las normas que
beneficien al particular, se apega a lo dispuesto por el artículo 14 constitucional y al principio de
retroactividad en materia penal aceptado por la jurisprudencia, la ley y la doctrina, en tanto que, por
tratarse de castigos que el Estado impone, debe procurarse la mayor equidad en su imposición, en atención a
lo dispuesto por el artículo 1o. de la Carta Magna.

Contradicción de tesis 26/97. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del Quinto Circuito y
el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito. 23 de enero de 1998. Mayoría de
cuatro votos. Disidente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, quien emitió voto particular. Ponente: Sergio Salvador
Aguirre Anguiano. Secretaria: Adela Domínguez Salazar.

Tesis de jurisprudencia 8/98. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión pública del
veintitrés de enero de mil novecientos noventa y ocho, por mayoría de cuatro votos de los Ministros Juan
Díaz Romero, Mariano Azuela Güitrón, Genaro David Góngora Pimentel y presidente Sergio Salvador
Aguirre Anguiano. Disidente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, quien emitió voto particular.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

75. En conformidad con la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores


Públicos, una vez iniciados los procedimientos seguidos para determinar la responsabilidad
administrativa de los servidores públicos:

A. No pueden practicarse diligencias tendientes a investigar la presunta responsabilidad del servidor


público denunciado.
B. Sólo pueden formularse requerimientos de información a las dependencias o entidades involucradas.
C. Pueden practicarse todas las diligencias tendientes a investigar la presunta responsabilidad del
servidor público denunciado.

Justificación:

Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos

“Artículo 21. La Secretaría, el contralor interno o el titular del área de responsabilidades impondrán las
sanciones administrativas a que se refiere este Capítulo mediante el siguiente procedimiento:

(…)

IV. Durante la sustanciación del procedimiento la Secretaría, el contralor interno o el titular del área de
responsabilidades, podrán practicar todas las diligencias tendientes a investigar la presunta responsabilidad
del servidor público denunciado, así como requerir a éste y a las dependencias o entidades involucradas la
información y documentación que se relacione con la presunta responsabilidad, estando obligadas éstas a
proporcionarlas de manera oportuna. (…)”
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

76. El artículo 113, primer párrafo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
dispone:

“Artículo 113. Las leyes sobre responsabilidades administrativas de los servidores públicos, determinarán sus
obligaciones a fin de salvaguardar la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad, y eficiencia en el desempeño
de sus funciones, empleos, cargos y comisiones; las sanciones aplicables por los actos u omisiones en que
incurran, así como los procedimientos y las autoridades para aplicarlas. Dichas sanciones, además de las que
señalen las leyes, consistirán en suspensión, destitución e inhabilitación, así como en sanciones económicas, y
deberán establecerse de acuerdo con los beneficios económicos obtenidos por el responsable y con los daños
y perjuicios patrimoniales causados por sus actos u omisiones a que se refiere la fracción III del artículo 109,
pero que no podrán exceder de tres tantos de los beneficios obtenidos o de los daños y perjuicios causados…”

Un servidor público federal es considerado responsable administrativamente por no cumplir con sus
obligaciones de legalidad, honradez, lealtad y eficiencia en el desempeño de sus funciones, lo que
ocasionó al erario público, un daño económico por dos millones de pesos. La autoridad condenó a dicho
servidor público al pago de cuatro millones de pesos, que equivalen a dos tantos de los daños causados,
para lo cual citó como único fundamento legal el artículo 113 constitucional transcrito, sin hacer
alusión a disposiciones secundarias.

En conformidad con la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ¿se encuentra


suficientemente fundada la resolución de la autoridad administrativa?

A. No, porque el artículo 113 constitucional constituye una norma de eficacia indirecta, que requiere de
la intervención normativa de una fuente subordinada para ser operativa.
B. Sí, porque no existe disposición legal alguna que establezca prohibición para fundar los actos
administrativos, como lo es la sanción económica, únicamente en preceptos de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos.
C. Sí, porque las disposiciones constitucionales deben predominar sobre las de carácter secundario, de
ahí que la cita de estas últimas resulte innecesaria.

Justificación:

Registro No. 168427. Localización: Novena Época. Instancia: Segunda Sala. Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta. XXVIII, Noviembre de 2008. Página: 232. Tesis: 2a./J. 154/2008. Jurisprudencia.
Materia(s): Constitucional, Administrativa

RESPONSABILIDADES ADMINISTRATIVAS DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS. EL ARTÍCULO


113 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, ES UNA
NORMA DE EFICACIA INDIRECTA, QUE RESERVA AL LEGISLADOR ORDINARIO LA
FACULTAD PARA SU REGULACIÓN E IMPOSICIÓN EN LAS LEYES SECUNDARIAS. El citado
precepto, al prever que las leyes sobre responsabilidades administrativas de los servidores públicos
determinarán las sanciones aplicables por los actos u omisiones en que incurran y que, tratándose de las
sanciones económicas deberán establecerse de acuerdo con los beneficios económicos obtenidos por el
responsable y con los daños y perjuicios patrimoniales, sin que puedan exceder de tres tantos de ellos,
constituye una norma de eficacia indirecta, que requiere de la intervención normativa de una fuente
subordinada para ser operativa, ya que en ella únicamente se establecen las bases para sancionar en la vía
administrativa el incumplimiento de las obligaciones de los servidores públicos, en el desempeño de su
empleo, cargo o comisión, con el fin de salvaguardar la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficacia
que deben observarse, reservando así al legislador ordinario la facultad para establecer de manera específica,
en la ley secundaria, las sanciones económicas aplicables por las faltas en que incurran, debiéndolas ajustar
necesariamente a las bases establecidas en el precepto constitucional. Conforme a ello, para considerar
debidamente fundada una resolución, en la que se imponga a un servidor público una sanción de naturaleza
administrativa, con motivo de una infracción cometida en el desempeño de sus funciones, encargo o
comisiones, se deberán señalar necesariamente los artículos de la ley o leyes secundarias que de manera
específica establezcan la sanción correspondiente, independientemente de que también se invoque como
fundamento el propio precepto constitucional.

Contradicción de tesis 108/2008-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Quinto, Décimo
Primero, Cuarto y Décimo Quinto, todos en Materia Administrativa del Primer Circuito. 1o. de octubre de
2008. Mayoría de tres votos. Ausente: Mariano Azuela Güitrón. Disidente: Genaro David Góngora Pimentel.
Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: Arnulfo Moreno Flores.

Tesis de jurisprudencia 154/2008. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
veintidós de octubre de dos mil ocho.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

77. El artículo 42, fracción V, del Código Fiscal de la Federación prevé que las autoridades fiscales, en
ejercicio de sus facultades de comprobación, pueden practicar visitas domiciliarias a los contribuyentes,
a fin de verificar el cumplimiento de las obligaciones fiscales en materia de la expedición de comprobantes
fiscales. En otros preceptos de ese mismo ordenamiento se establece:

“Artículo 49. Para los efectos de lo dispuesto por la fracción V del artículo 42 de este Código, las visitas
domiciliarias se realizarán conforme a lo siguiente:
(...) VI. Si con motivo de la visita domiciliaria a que se refiere este artículo, las autoridades conocieron
incumplimientos a las disposiciones fiscales, se procederá a la formulación de la resolución
correspondiente. Previamente se deberá conceder al contribuyente un plazo de tres días hábiles para
desvirtuar la comisión de la infracción presentando las pruebas y formulando los alegatos
correspondientes…”
“Artículo 50. Las autoridades fiscales que al practicar visitas a los contribuyentes o al ejercer las
facultades de comprobación a que se refiere el artículo 48 de este Código, conozcan de hechos u omisiones
que entrañen incumplimiento de las disposiciones fiscales, determinarán las contribuciones omitidas
mediante resolución que se notificará personalmente al contribuyente, dentro de un plazo máximo de seis
meses contado a partir de la fecha en que se levante el acta final de la visita...”.

En conformidad con la interpretación de estos artículos sustentada por la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, la regla general de que la resolución correspondiente a la visita domiciliaria debe notificarse al
contribuyente antes de seis meses contados a partir de que se levante el acta final:

A. No rige en el caso de las visitas para comprobar la expedición de comprobantes fiscales, dado que
éstas sólo se encuentran reguladas por las reglas especiales del artículo 49 del Código Fiscal de la
Federación y en ellas no se prevé término alguno para su emisión.
B. Sólo rige para dichas visitas cuando el contribuyente no ofrezca pruebas o formule alegatos en los
términos de la fracción VI del artículo 49 del Código Fiscal de la Federación.
C. Rige también a la visita que tenga por objeto verificar la expedición de comprobantes fiscales,
prevista en el artículo 42, fracción V, del Código Fiscal de la Federación.

Justificación:

Registro No. 173811. Novena Época. Instancia: Segunda Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta. XXIV, Diciembre de 2006. Página: 197. Tesis: 2a./J. 180/2006. Jurisprudencia. Materia(s):
Administrativa

COMPROBANTES FISCALES. VERIFICACIÓN DE SU EXPEDICIÓN. LA RESOLUCIÓN DEBE


EMITIRSE Y NOTIFICARSE DENTRO DEL PLAZO DE 6 MESES. De los trabajos legislativos que
dieron origen a la adición del artículo 50 del Código Fiscal de la Federación, contenida en el decreto publicado
el 31 de diciembre de 2000, se advierte que tuvo como objetivo avanzar en el fortalecimiento de la seguridad
jurídica de los contribuyentes, lo que dio lugar al establecimiento del plazo de 6 meses, contados a partir del
cierre del acta final o del oficio de observaciones, para que las autoridades fiscales que practiquen visitas a los
contribuyentes emitan la resolución que determine el crédito fiscal y se les notifique. Conforme a lo anterior se
concluye que la señalada adición es aplicable también para las visitas domiciliarias en la verificación del
cumplimiento de obligaciones en materia de expedición de comprobantes fiscales, pues aquella reforma no
tuvo como propósito hacer diferencia alguna en relación con el tipo de visita domiciliaria que las autoridades
fiscales pudieran practicar, para establecer que la determinación del crédito fiscal derivado del incumplimiento a
las disposiciones fiscales debe dictarse y notificarse en el plazo citado.

Contradicción de tesis 146/2006-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Tercero y Segundo,
ambos en Materia Administrativa del Tercer Circuito. 10 de noviembre de 2006. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: Óscar
Zamudio Pérez.

Tesis de jurisprudencia 180/2006. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
veintidós de noviembre de dos mil seis.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

78. Los artículos 134 a 137 del Código Fiscal de la Federación establecen los requisitos que deben
reunir las notificaciones personales de los actos administrativos. Además de esos requisitos, para que
una notificación personal de un acto administrativo fiscal tenga validez:

A. Se necesita que el notificador se identifique ante la persona con quien va a entender la diligencia y que
deje constancia de ello.
B. Se necesita que el notificador se identifique ante la persona con quien va a entender la diligencia y que
deje constancia de ello, sólo si el acto a notificar se emitió dentro del procedimiento administrativo de
ejecución.
C. No se necesita que el notificador se identifique ante la persona con quien va a entender la diligencia,
pues basta con que asiente que la notificación fue realizada por el funcionario designado para ese
efecto.

Justificación:

No. Registro: 179849


Jurisprudencia
Materia(s): Administrativa
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XX, Diciembre de 2004
Tesis: 2a./J. 187/2004
Página: 423

NOTIFICACIÓN DE ACTOS ADMINISTRATIVOS. PARA SU VALIDEZ NO ES NECESARIO


QUE LOS NOTIFICADORES SE IDENTIFIQUEN ANTE LA PERSONA CON QUIEN VAN A
ENTENDER LA DILIGENCIA RELATIVA. Los artículos 134 a 137 del Código Fiscal de la Federación
establecen la forma en que deben practicarse las notificaciones; sin embargo, ninguno de ellos señala que la
persona que lleve a cabo la diligencia deba identificarse ante el notificado, pues la notificación no constituye
una resolución administrativa, sino la comunicación de ésta, por lo que no tiene contenido particular, sino que
transmite el del acto que la antecede, además de que constituye la actuación que complementa una decisión de
la autoridad administrativa. Ahora bien, en el procedimiento administrativo en materia fiscal es necesario que
los actos de autoridad sean notificados a las partes, pues ello constituye un derecho de los particulares y una
garantía de seguridad jurídica frente a la actividad de la administración tributaria; sin embargo, el hecho de
que el notificador no se identifique ante la persona con quien entienda la diligencia, no implica que tal
actuación carezca de validez, si la formalidad esencial del procedimiento de comunicar a los particulares las
decisiones de la autoridad administrativa consiste en hacerlas de su conocimiento. Lo anterior es así, porque
lo que resulta trascendente es la observancia de una serie de requisitos para garantizar tal conocimiento, pero
no así de la persona del notificador, quien aunque figura como el ejecutor del acto de autoridad, juega un
papel secundario en la finalidad de éste; de ahí que su identificación constituya una formalidad accidental,
pues lo que tiene relevancia es su actuación. En consecuencia, basta con que se mencione que la diligencia de
notificación fue realizada por la persona señalada para ese efecto, para que aquélla tenga validez.

Contradicción de tesis 142/2004-SS. Entre las sustentadas por el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Cuarto
Circuito. 2 de octubre de 2004. Cinco votos. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretaria: Hilda
Marcela Arceo Zarza.

Tesis de jurisprudencia 187/2004. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
diecinueve de noviembre de dos mil cuatro.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

79. Elija cuál de los siguientes asertos es correcto:

A. Las multas administrativas constituyen aprovechamientos en términos de lo dispuesto en el artículo


3º. del Código Fiscal de la Federación.
B. Las multas administrativas constituyen créditos fiscales en términos de lo dispuesto en el artículo 146
del Código Fiscal de la Federación.
C. Las multas administrativas constituyen la indemnización al fisco federal por falta de pago oportuno
de las contribuciones en términos de lo dispuesto en el artículo 21 del Código Fiscal de la
Federación.

Justificación: CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN: “Artículo 3o.- Son aprovechamientos los


ingresos que percibe el Estado por funciones de derecho público distintos de las contribuciones, de los
ingresos derivados de financiamientos y de los que obtengan los organismos descentralizados y las empresas
de participación estatal.

Los recargos, las sanciones, los gastos de ejecución y la indemnización a que se refiere el séptimo párrafo del
artículo 21 de este Código, que se apliquen en relación con aprovechamientos, son accesorios de éstos y
participan de su naturaleza.

Los aprovechamientos por concepto de multas impuestas por infracciones a las disposiciones legales o
reglamentarias que no sean de carácter fiscal, podrán ser destinados a cubrir los gastos de operación e
inversión de las dependencias encargadas de aplicar o vigilar el cumplimiento de las disposiciones cuya
infracción dio lugar a la imposición de la multa, cuando dicho destino específico así lo establezcan las
disposiciones jurídicas aplicables.

Son productos las contraprestaciones por los servicios que preste el Estado en sus funciones de derecho
privado, así como por el uso, aprovechamiento o enajenación de bienes del dominio privado.

Registro: 168607
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVIII, Octubre de 2008,
Materia(s): Administrativa
Tesis: 2a./J. 138/2008
Página: 445

MULTAS ADMINISTRATIVAS, SON APROVECHAMIENTOS Y LA SUSPENSIÓN CONTRA SU


COBRO DEBE GARANTIZARSE CONFORME AL ARTÍCULO 135 DE LA LEY DE AMPARO. El
precepto en cita dispone que cuando se pida amparo contra el cobro de contribuciones y aprovechamientos,
podrá concederse discrecionalmente la suspensión del acto reclamado, la cual surtirá sus efectos previo
depósito del total en efectivo de la cantidad a nombre de la Tesorería de la Federación o de la Entidad
Federativa o Municipio correspondiente, debiendo cubrir el monto de las contribuciones, aprovechamientos,
multas y accesorios que se lleguen a causar, a fin de asegurar el interés fiscal. Ahora bien, no obstante que las
multas administrativas constituyen aprovechamientos, en términos de lo dispuesto en el artículo 3o. del
Código Fiscal de la Federación, lo cierto es que adquieren la naturaleza de créditos fiscales, exigibles por
ende mediante el procedimiento administrativo de ejecución, conforme a los artículos 4o. y 145 del indicado
Código, a modo tal que al solicitarse la suspensión al promoverse el juicio de amparo contra su cobro, el
interés fiscal debe garantizarse como lo señala el artículo 135 de la Ley de Amparo, con excepción de los
recargos que, en términos del artículo 21, párrafo noveno del Código Fiscal de la Federación, no se generan.
Esta regla es la aplicable en estos casos, con independencia de lo dispuesto por otros preceptos de la Ley de
Amparo que regulan formas distintas de garantía.

Contradicción de tesis 115/2008-SS. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo
Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Cuarto Circuito. 17 de septiembre de
2008. Cinco votos. Ponente: José Fernando Franco González Salas. Secretario: Roberto Rodríguez
Maldonado.

Tesis de jurisprudencia 138/2008. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
veinticuatro de septiembre de dos mil ocho.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

80. Los dos primeros párrafos del artículo 137 del Código Fiscal de la Federación dicen:

“Cuando la notificación se efectúe personalmente y el notificador no encuentre a quien deba notificar,


le dejará citatorio en el domicilio, sea para que espere a una hora fija del día hábil siguiente o para que
acuda a notificarse, dentro del plazo de seis días, a las oficinas de las autoridades fiscales.

“Tratándose de actos relativos al procedimiento administrativo de ejecución, el citatorio será siempre


para la espera antes señalada y, si la persona citada o su representante legal no esperaren, se practicará
la diligencia con quien se encuentre en el domicilio o en su defecto con un vecino. En caso de que estos
últimos se negasen a recibir la notificación, ésta se hará por medio de instructivo que se fijará en lugar
visible de dicho domicilio, debiendo el notificador asentar razón de tal circunstancia para dar cuenta al
jefe de la oficina exactora”.

Tratándose de actos emitidos dentro del procedimiento administrativo de ejecución, el segundo párrafo
establece una serie de reglas a las que deberá ajustarse la notificación personal, entre ellas, que se
asiente razón circunstanciada cuando se realice por instructivo. Ahora bien, conforme a la
interpretación de esos dos párrafos, ¿puede sostenerse que tal requisito de levantar un acta
circunstanciada debe observarse cuando se deje citatorio en términos del primer párrafo, aunque la
notificación personal no se realice dentro del procedimiento administrativo de ejecución?

A. No, porque conforme a la interpretación del segundo párrafo únicamente existe obligación de levantar
el acta circunstanciada cuando la notificación deba realizarse mediante instructivo ante la negativa a
recibirla de la persona con quien se entiende la diligencia. Esto es, con posterioridad a que se dejó el
citatorio. Lo anterior, con independencia de que la misma deba practicarse dentro del procedimiento
administrativo de ejecución.
B. Sí, porque se trata de un requisito que puede advertirse de la lectura de estos dos párrafos y de una
interpretación lógica de ese precepto.
C. No, pues sólo puede sostenerse que debe levantarse el acta circunstanciada cuando la notificación se
refiere a un acto emitido dentro del procedimiento administrativo de ejecución, pues así lo establece
claramente el segundo párrafo del artículo 137 del Código Fiscal de la Federación.

Justificación: No. Registro: 169260. Novena Época. Instancia: Primera Sala. Jurisprudencia. Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XXVIII, Julio de 2008. Materia(s): Constitucional,
Administrativa. Tesis: 1a./J. 57/2008. Página: 310.- NOTIFICACIÓN PERSONAL EN MATERIA
FISCAL. EL ARTÍCULO 137 DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN, AL CONTENER
TODOS LOS ELEMENTOS NECESARIOS PARA REALIZARLA, NO VIOLA LA GARANTÍA DE
SEGURIDAD JURÍDICA PREVISTA EN LOS ARTÍCULOS 14 Y 16 DE LA CONSTITUCIÓN
FEDERAL. Del contenido íntegro del citado precepto, se advierte que las formalidades de la notificación
personal a que alude su primer párrafo, se encuentran en cada uno de sus párrafos, complementados entre sí,
de ahí que sea inexacto considerar que aquellas previstas en su párrafo segundo sean exclusivas del
procedimiento administrativo de ejecución, ya que al no existir disposición en contrario, rige en general a
todo tipo de notificación. De esta manera, aun cuando el referido primer párrafo no aluda al levantamiento de
un acta circunstanciada donde se acrediten los hechos respectivos, ello se desprende tácita y lógicamente del
propio numeral, ya que tratándose de la notificación personal en el domicilio, es evidente que en la constancia
se asentará quién es la persona buscada y cuál es su domicilio; en su caso, por qué no pudo practicarla; con
quién la entendió y a quién le dejó citatorio, datos ineludibles que permiten establecer la certeza de que se
satisfacen las formalidades que para este tipo de actos exige la Norma Fundamental. Más aún, el párrafo
segundo señala que si la persona citada no espera, se practicará la diligencia con quien se encuentre en el
domicilio o, en su defecto, con algún vecino, y si estos últimos se niegan a recibir la notificación, se hará por
medio de instructivo que se fijará en lugar visible del domicilio. En consecuencia, el artículo 137 del Código
Fiscal de la Federación contiene los elementos necesarios para efectuar la notificación personal en el
domicilio y, por ende, no viola la garantía de seguridad jurídica prevista en los artículos 14 y 16 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Amparo directo en revisión 1065/2004. Kalahary, S.A. de C.V. 8 de septiembre de 2004. Unanimidad de
cuatro votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Francisco Octavio Escudero Contreras.- Amparo
directo en revisión 16/2008. Spintex, S.A. de C.V. 6 de febrero de 2008. Cinco votos. Ponente: Sergio A.
Valls Hernández. Secretario: Miguel Ángel Antemate Chigo.- Amparo directo en revisión 2203/2007. Grupo
Cosmos 500, S.A. de C.V. 13 de febrero de 2008. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Juan N. Silva Meza.
Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Rogelio Alberto Montoya Rodríguez.- Amparo directo en
revisión 23/2008. Arrendadora Mercantil Poblana, S.A. de C.V. 13 de febrero de 2008. Mayoría de cuatro
votos. Disidente: Juan N. Silva Meza. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Rogelio Alberto
Montoya Rodríguez.- Amparo directo en revisión 44/2008. García Heres, S.C. 13 de febrero de 2008. Cinco
votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretaria: Dolores Rueda Aguilar.- Tesis de jurisprudencia
57/2008. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de cuatro de junio de dos mil ocho.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

81. Como consecuencia de la revisión de los informes, datos, documentos o contabilidad requeridos a los
contribuyentes, responsables solidarios o terceros, las autoridades fiscales formularán oficio de observaciones, en
el cual harán constar en forma circunstanciada los hechos u omisiones que se hubiesen conocido y entrañen
incumplimiento de las disposiciones fiscales del contribuyente o responsable solidario. En qué caso se tendrán por
consentidos los hechos u omisiones consignados en el oficio de observaciones,

A. Si dentro de los 10 días siguientes a que se haga del conocimiento del contribuyente no presenta
documentación comprobatoria que los desvirtúe
B. Si en el plazo probatorio el contribuyente no presenta documentación comprobatoria que los desvirtúe.
C. Si dentro de los 5 días siguientes a que se haga del conocimiento del contribuyente no presenta documentación
comprobatoria que los desvirtúe

Justificación

CODIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN

Artículo 48.- Cuando las autoridades fiscales soliciten de los contribuyentes, responsables solidarios o terceros,
informes, datos o documentos o pidan la presentación de la contabilidad o parte de ella, para el ejercicio de sus
facultades de comprobación, fuera de una visita domiciliaria, se estará a lo siguiente:

I. La solicitud se notificará al contribuyente de conformidad con lo establecido en el artículo 136 del presente
ordenamiento, tratándose de personas físicas, también podrá notificarse en el lugar donde éstas se encuentren.

II. En la solicitud se indicará el lugar y el plazo en el cual se debe proporcionar los informes o documentos.

III. Los informes, libros o documentos requeridos deberán ser proporcionados por la persona a quien se dirigió la
solicitud o por su representante.

IV. Como consecuencia de la revisión de los informes, datos, documentos o contabilidad requeridos a los contribuyentes,
responsables solidarios o terceros, las autoridades fiscales formularán oficio de observaciones, en el cual harán constar
en forma circunstanciada los hechos u omisiones que se hubiesen conocido y entrañen incumplimiento de las
disposiciones fiscales del contribuyente o responsable solidario.

V. Cuando no hubiera observaciones, la autoridad fiscalizadora comunicará al contribuyente o responsable solidario,


mediante oficio, la conclusión de la revisión de gabinete de los documentos presentados.

VI. El oficio de observaciones a que se refiere la fracción IV de este artículo se notificará cumpliendo con lo señalado en
la fracción I de este artículo y en el lugar especificado en esta última fracción citada. El contribuyente o el responsable
solidario, contará con un plazo de veinte días, contados a partir del día siguiente al en que surta efectos la notificación
del oficio de observaciones, para presentar los documentos, libros o registros que desvirtúen los hechos u omisiones
asentados en el mismo, así como para optar por corregir su situación fiscal. Cuando se trate de más de un ejercicio
revisado o cuando la revisión abarque además de uno o varios ejercicios revisados, fracciones de otro ejercicio, se
ampliará el plazo por quince días más, siempre que el contribuyente presente aviso dentro del plazo inicial de veinte días.

Se tendrán por consentidos los hechos u omisiones consignados en el oficio de observaciones, si en el plazo probatorio el
contribuyente no presenta documentación comprobatoria que los desvirtúe.

El plazo que se señala en el primero y segundo párrafos de esta fracción es independiente del que se establece en el
artículo 46-A de este Código.

VII. Tratándose de la revisión a que se refiere la fracción IV de este artículo, cuando ésta se relacione con el ejercicio de
las facultades a que se refieren los artículos 215 y 216 de la Ley del Impuesto sobre la Renta, el plazo a que se refiere la
fracción anterior, será de dos meses, pudiendo ampliarse por una sola vez por un plazo de un mes a solicitud del
contribuyente.

En los casos a que se refiere el párrafo anterior, el contribuyente directamente o los representantes que designe, en los
términos de la fracción IV del artículo 46 de este Código, tendrán acceso a la información confidencial proporcionada u
obtenida de terceros independientes, sujetándose a los términos y responsabilidades a que se refiere dicha fracción.

VIII. Dentro del plazo para desvirtuar los hechos u omisiones asentados en el oficio de observaciones, a que se refieren
las fracciones VI y VII, el contribuyente podrá optar por corregir su situación fiscal en las distintas contribuciones objeto
de la revisión, mediante la presentación de la forma de corrección de su situación fiscal, de la que proporcionará copia a
la autoridad revisora.

IX. Cuando el contribuyente no corrija totalmente su situación fiscal conforme al oficio de observaciones o no desvirtúe
los hechos u omisiones consignados en dicho documento, se emitirá la resolución que determine las contribuciones o
aprovechamientos omitidos, la cual se notificará al contribuyente cumpliendo con lo señalado en la fracción I de este
artículo y en el lugar especificado en dicha fracción.

Para los efectos del primer párrafo de este artículo, se considera como parte de la documentación o información que
pueden solicitar las autoridades fiscales, la relativa a las cuentas bancarias del contribuyente.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

82. Las autoridades fiscales que al ejercer las facultades de comprobación a que se refiere el artículo 48
de Código Fiscal de la Federación, conozcan de hechos u omisiones que entrañen incumplimiento de las
disposiciones fiscales, deben proceder a:

A. Determinar las contribuciones o aprovechamientos omitidos mediante resolución.


B. Dar vista al contribuyente para que manifieste lo que a su derecho proceda
C. Turnar el asunto al Servicio de Administración Tributaria para que determine lo correspondiente

Justificación:

CODIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN

Artículo 51. Las autoridades fiscales que al ejercer las facultades de comprobación a que se refiere el artículo
48 de este Código, conozcan de hechos u omisiones que entrañen incumplimiento de las disposiciones
fiscales, determinarán las contribuciones o aprovechamientos omitidos mediante resolución.

Cuando las autoridades fiscales conozcan de terceros, hechos u omisiones que puedan entrañar
incumplimiento de las obligaciones fiscales de un contribuyente o responsable solidario sujeto a las facultades
de comprobación a que se refiere el artículo 48, le darán a conocer a éste el resultado de aquella actuación
mediante oficio de observaciones, para que pueda presentar documentación a fin de desvirtuar los hechos
consignados en el mismo, dentro de los plazos a que se refiere la fracción VI del citado artículo 48.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

83. Un sindicato de trabajadores presenta ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Estado de
Jalisco, solicitud de emplazamiento a huelga a una empresa constructora. En el pliego petitorio expresa
que el único motivo de la huelga es la celebración de un contrato colectivo de trabajo.

El presidente de la junta laboral admite a trámite la referida solicitud. Seguidos los trámites legales, se
lleva a cabo la audiencia de conciliación, sin que se logre el avenimiento de las partes en ésta. En la
etapa siguiente, el apoderado de la empresa emplazada solicita a la junta del trabajo que dé por
terminado el procedimiento de huelga, al manifestar que ante esa misma autoridad ya existe depositado
un contrato colectivo de trabajo celebrado entre la empresa y el sindicato; petición que es acordada
favorablemente por la junta laboral, al constatar que es acertada la aseveración de la existencia del
contrato colectivo, ya depositado ante la junta.

En este caso, ¿es correcto el proceder de la junta?

A. Sí, pues si el único motivo de la huelga era lograr la firma de un contrato colectivo de trabajo y se
demostró que éste ya se encuentra depositado ante la junta, el procedimiento de huelga ya no tiene
justificación legal alguna, al haber quedado sin materia la pretensión del sindicato obrero.
B. No, pues una vez iniciado el procedimiento de huelga éste sólo puede concluir en la audiencia de
conciliación, o bien, con el allanamiento del patrón al pliego de peticiones, pero no por una causa que
impedía dar trámite a dicho procedimiento.
C. No, porque el derecho del patrón para pedir que se diera por terminado el procedimiento de huelga
precluyó al haberse celebrado la audiencia de conciliación.

Justificación:

No. Registro: 195401. Jurisprudencia. Materia(s): Laboral. Novena Época. Instancia: Segunda Sala. Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta VIII, Octubre de 1998. Tesis: 2a./J. 80/98. Página: 409

HUELGA. DEBE DARSE POR CONCLUIDO EL PROCEDIMIENTO RELATIVO, EN


CUALQUIER ETAPA EN QUE SE ENCUENTRE, CUANDO SE ACREDITE LA CELEBRACIÓN
DEL CONTRATO COLECTIVO DE TRABAJO POR EL PATRÓN, SI ÉSTA ES LA ÚNICA
FINALIDAD DE LA SUSPENSIÓN DE LABORES. El artículo 923 de la Ley Federal del Trabajo
consagra la obligación del presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje de que, previamente a la
admisión a tramite de la solicitud de emplazamiento a huelga al patrón, debe verificar los requisitos de
procedibilidad relativos, entre los que se encuentra el cerciorarse de la inexistencia de algún contrato
colectivo celebrado por el patrón que esté depositado en dicho órgano jurisdiccional, cuando el motivo de la
huelga se haga consistir únicamente en el otorgamiento y firma del referido pacto, ante lo cual debe negar el
trámite al escrito de emplazamiento relativo. La razón jurídica de tal decisión radica en que si conforme a lo
dispuesto en el artículo 451, fracción I, del aludido ordenamiento, para suspender las labores se requiere que
la huelga tenga por objeto alguno de los descritos en el numeral 450, cuya fracción II establece el de obtener
del patrón la celebración del contrato colectivo de trabajo, la demostración de su existencia provocará que el
motivo del emplazamiento, al haberse alcanzado, quede sin materia, incumpliéndose con uno de los requisitos
de procedencia para efectuar el paro. Por tanto, aun cuando la constatación de tal circunstancia se realice con
posterioridad a la admisión a trámite del emplazamiento a huelga, la autoridad laboral debe dar por concluido
el procedimiento, sin importar la etapa en que éste se halle, porque, además de que resultaría improcedente y
ocioso seguirlo si el motivo que le dio origen aparece satisfecho, su continuación, además de ser contraria a la
intención del legislador, podría provocar graves afectaciones a las partes y terceros, consistentes en la
imposibilidad jurídica de que los huelguistas puedan obtener el pago de los salarios caídos durante el periodo
que dure el paro de labores, por resolución que declare su inexistencia o falta de justificación, así como la
afectación a la producción y disposición de bienes en perjuicio del patrón y la imposibilidad de terceros de
ejecutar fallos judiciales sobre el patrimonio que conforma a la empresa.

Contradicción de tesis 38/97. Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales Colegiados en Materia
de Trabajo del Primer Circuito. 26 de junio de 1998. Cinco votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón.
Secretario: Humberto Suárez Camacho.

Tesis de jurisprudencia 80/98. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión pública del día
veintiséis de junio de mil novecientos noventa y ocho.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

84. En un juicio laboral el actor demanda a la empresa en la que laboraba su reinstalación, así como el
pago de salarios caídos, vacaciones, prima vacacional, aguinaldo y horas extras. En la audiencia
trifásica el patrón promueve incidente de insumisión al arbitraje.

En tal caso, considerando que la insumisión al arbitraje es procedente, la junta laboral debe:

A. Resolver sobre la procedencia de todas las prestaciones reclamadas y dar por concluida la contienda
laboral.
B. Resolver únicamente lo relativo a las prestaciones derivadas de la acción de reinstalación y ordenar
que el juicio se siga tramitando por el resto de las prestaciones.
C. Resolver únicamente lo relativo a las prestaciones derivadas de la acción de reinstalación, vacaciones
y prima vacacional y ordenar que el juicio se siga tramitando por el resto de las prestaciones.

Justificación: No. Registro: 181541. Jurisprudencia. Materia(s): Laboral. Novena Época. Instancia: Segunda
Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta XIX, Mayo de 2004. Tesis: 2a./J. 61/2004.
Página: 559

INSUMISIÓN AL ARBITRAJE. SÓLO PROCEDE, DE MANERA EXCEPCIONAL, RESPECTO DE LA


ACCIÓN DE REINSTALACIÓN POR DESPIDO INJUSTIFICADO, SIEMPRE QUE SE SURTA
ALGUNO DE LOS SUPUESTOS QUE ESTABLECE EL ARTÍCULO 49 DE LA LEY FEDERAL DEL
TRABAJO Y NO RESPECTO DE OTRAS ACCIONES. El artículo 123, apartado A, fracción XXI, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece la "insumisión al arbitraje", consistente en la
negativa del patrón a someter sus diferencias al arbitraje de la Junta, y aunque en aquél no se especifican las
acciones respecto de las que opera, las consecuencias que resultan de su ejercicio conducen a concluir que
dicha institución sólo procede respecto de la reinstalación al demandarse el cumplimiento del contrato de
trabajo, pues el legislador ordinario, en el artículo 947 de la Ley Federal del Trabajo, dispuso que ante su
procedencia la Junta dará por terminado el contrato de trabajo y el patrón estará obligado a pagar al obrero, a
título de indemnización, el importe de tres meses de salario y la responsabilidad que le resulte del conflicto,
que se refiere al originado por el cumplimiento del contrato laboral y no del que pudiera surgir de las demás
acciones que integren la litis natural, responsabilidad que se fija en atención al tiempo de duración de la
relación laboral en términos de las fracciones I y II del artículo 50 de la ley citada, al que remite el referido
artículo 947. En esa medida, es claro que las indemnizaciones que el patrón está obligado a cubrir al
trabajador con motivo de la insumisión al arbitraje, no pueden ser aplicables a acciones diversas a la de
reinstalación por despido injustificado, como son las relativas a vacaciones, prima vacacional, aguinaldo y
horas extras, entre otras, puesto que aquéllas se fijaron como una retribución a la consecuente declaración de
terminación del contrato de trabajo en lugar de su cumplimiento mediante la reinstalación demandada, tan es
así que la finalidad primordial de las reformas a las fracciones XXI y XXII del artículo 123, apartado A,
constitucional, fue impedir que el patrón opusiera su negativa a someter sus diferencias al arbitraje o a acatar
el laudo pronunciado por la Junta, cuando el trabajador despedido injustificadamente hiciera uso del derecho a
la permanencia en el empleo demandando el cumplimiento del contrato mediante su reinstalación, pero
también se consideró la necesidad de establecer algunas excepciones a esa regla general al contemplar en la
propia fracción XXII, la posibilidad de que el patrón quede eximido "de la obligación de cumplir el contrato"
en los casos que determine la ley secundaria, lo que implica que sólo respecto de la reinstalación proceda la
excepción de referencia, ya que si el trabajador opta por la indemnización constitucional ello denota su
voluntad de dar por terminada la relación laboral. Por tanto, de acuerdo con la naturaleza jurídica de la
insumisión al arbitraje, ésta solamente procede, de manera excepcional, respecto de la acción de reinstalación
por despido injustificado, cuando se actualiza alguno de los casos que limitativamente reglamenta la Ley
Federal del Trabajo en su artículo 49, lo que por disposición del propio Constituyente Permanente se traduce
en una excepción a la estabilidad en el empleo y, por lo mismo, no es oponible respecto de otras acciones
aunque se ejerzan en la misma demanda.

Contradicción de tesis 128/2003-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Sexto y Noveno,
ambos en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 23 de abril de 2004. Cinco votos. Ponente: Guillermo I.
Ortiz Mayagoitia. Secretaria: Aída García Franco.

Tesis de jurisprudencia 61/2004. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
treinta de abril de dos mil cuatro.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

85. ¿Cómo debe proceder la Junta Especial de Conciliación y Arbitraje que resulta competente para
conocer de un asunto que le remitió una diversa Junta Especial perteneciente al mismo tribunal de
trabajo, que se declaró incompetente a petición de parte?

A. Debe declarar nulo todo lo actuado, con excepción del auto admisorio.
B. Debe declarar que no deben afectarse las actuaciones y continuar con el procedimiento.
C. Debe declarar nulo todo lo actuado, sin excepción alguna.

Justificación:

No. Registro: 167112 Jurisprudencia. Materia(s): Laboral Novena Época. Instancia: Segunda Sala Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta XXIX, Junio de 2009. Tesis: 2a./J. 76/2009. Página: 297

INCOMPETENCIA DE LA JUNTA ESPECIAL DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE. CUANDO ES


A PETICIÓN DE PARTE ES NULO TODO LO ACTUADO, AUN CUANDO LA DECLARADA
COMPETENTE PERTENEZCA AL MISMO TRIBUNAL DE TRABAJO. La declaración de
incompetencia del tribunal de trabajo puede generarse de oficio o a petición de parte, de donde resulta
importante distinguir la circunstancia que dé lugar a tal declaración, y así estar en aptitud de determinar la
nulidad respectiva; en consecuencia, si la Junta se declara incompetente a petición de parte, aunque a la que se
remita el asunto pertenezca al mismo tribunal de trabajo, todo lo actuado ante aquélla, con excepción del auto
admisorio, será nulo; y, contrariamente, en caso de la declaratoria de oficio, ya no regirá el principio genérico
previsto en el artículo 706 de la Ley Federal del Trabajo en virtud de que en esa situación se estaría en el
supuesto de excepción señalado en el artículo 704 del mismo ordenamiento.

Contradicción de tesis 187/2008-SS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materia de
Trabajo del Tercer Circuito y el entonces Tribunal Colegiado del Vigésimo Séptimo Circuito, ahora Primer
Tribunal Colegiado del Vigésimo Séptimo Circuito. 25 de febrero de 2009. Mayoría de cuatro votos. Ponente
y Disidente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretario: Alfredo Aragón Jiménez Castro.

Tesis de jurisprudencia 76/2009. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
veinte de mayo de dos mil nueve.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

86. ¿Cuál es el órgano competente para conocer de los conflictos laborales en los que la parte patronal
sea la Comisión Nacional del Agua, órgano desconcentrado de la Secretaría del Medio Ambiente y
Recursos Naturales?

A. El Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje


B. La Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.
C. La Junta Local de conciliación y Arbitraje.

Justificación:

ARTÍCULO 124.- El Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje será competente para:

(REFORMADA, D.O.F. 12 DE ENERO DE 1984)


I.- Conocer de los conflictos individuales que se susciten entre titulares de una dependencia o entidad y sus
trabajadores.

II.- Conocer de los conflictos colectivos que surjan entre el Estado y las organizaciones de trabajadores a su
servicio;

III.- Conceder el registro de los sindicatos o, en su caso, dictar la cancelación del mismo;

IV.- Conocer de los conflictos sindicales e intersindicales, y

(REFORMADA, D.O.F. 12 DE ENERO DE 1984)


V.- Efectuar el registro de las Condiciones Generales de Trabajo, Reglamentos de Escalafón, Reglamentos de
las Comisiones Mixtas de Seguridad e Higiene y de los Estatutos de los Sindicatos.

Registro No. 200527 Localización: Novena Época Instancia: Segunda Sala Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta IV, Octubre de 1996 Página: 315 Tesis: 2a. L/96 Tesis Aislada Materia(s): laboral

COMPETENCIA LABORAL. DE LOS CONFLICTOS SUSCITADOS ENTRE EL ORGANO


DESCONCENTRADO DE UNA SECRETARIA DE ESTADO, CON SUS TRABAJADORES,
CORRESPONDE CONOCER AL TRIBUNAL FEDERAL DE CONCILIACION Y ARBITRAJE. De
lo dispuesto por los artículos 123, apartado "B", parte inicial, de la Constitución, 1o., 2o. y 17 de la Ley
Orgánica de la Administración Pública Federal, 1o., 2o. y 124 de la Ley Federal de los Trabajadores al
Servicio del Estado, se desprende que si los organismos federales no son descentralizados, sino
desconcentrados y, por tanto, quedan comprendidos dentro de una Secretaría de Estado del Ejecutivo Federal,
ha de considerarse que conforme al último de los preceptos invocados, corresponde al Tribunal Federal de
Conciliación y Arbitraje conocer de los conflictos laborales en que sea parte alguno de dichos organismos
desconcentrados.

Competencia 250/95. Suscitada entre la Junta Especial Número Catorce de la Federal de Conciliación y
Arbitraje y la Primera Sala del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje. 7 de junio de 1996. Cinco votos.
Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretario: Ariel Alberto Rojas Caballero.

Nota: Esta tesis fue publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Epoca, Tomo
III, junio de 1996, pág. 369; se publica nuevamente por instrucción de la Sala, con la corrección que ordena
sobre la tesis originalmente enviada consistente en el cambio del año en el número de asunto.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

87. ¿En qué hipótesis se puede solicitar la modificación de las condiciones laborales contenidas en un
contrato colectivo de trabajo, fuera de los supuestos de revisión que establece la Ley?

A. Cuando se trate de la modificación de salarios en efectivo por cuota diaria.


B. Cuando existan circunstancias económicas que la justifiquen y cuando el aumento del costo de vida
origine un desequilibrio entre el capital y el trabajo.
C. Cuando los trabajadores de común acuerdo decidan cambiar de sindicato o se cambie al comité
Directivo de éste.

Justificación:

Artículo 399. La solicitud de revisión deberá hacerse, por lo menos, sesenta días antes:

I. Del vencimiento del contrato colectivo por tiempo determinado, si éste no es mayor de dos años;

II. Del transcurso de dos años, si el contrato por tiempo determinado tiene una duración mayor; y

III. Del transcurso de dos años, en los casos de contrato por tiempo indeterminado o por obra determinada.

Para el cómputo de este término se atenderá a lo establecido en el contrato y, en su defecto, a la fecha del
depósito.

(ADICIONADO, D.O.F. 30 DE SEPTIEMBRE DE 1974)


Artículo 399 bis. Sin perjuicio de lo que establece el Artículo 399, los contratos colectivos serán revisables
cada año en lo que se refiere a los salarios en efectivo por cuota diaria.

La solicitud de esta revisión deberá hacerse por lo menos treinta días antes del cumplimiento de un año
transcurrido desde la celebración, revisión o prórroga del contrato colectivo.
Artículo 426. Los sindicatos de trabajadores o los patrones podrán solicitar de las Juntas de Conciliación y
Arbitraje la modificación de las condiciones de trabajo contenidas en los contratos colectivos o en los
contratos-ley:

I. Cuando existan circunstancias económicas que la justifiquen; y

II. Cuando el aumento del costo de la vida origine un desequilibrio entre el capital y el trabajo.

La solicitud se ajustará a lo dispuesto en los artículos 398 y 419, fracción I, y se tramitará de conformidad con
las disposiciones para conflictos colectivos de naturaleza económica.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

88. En la etapa de demanda y excepciones de la audiencia inicial del juicio el actor modifica su
demanda, aduciendo nuevos hechos y adicionando otras acciones. Ante ello, el demandado solicita a la
Junta que suspenda la audiencia y fije nueva fecha para contestar tanto la modificación realizada como
el escrito inicial de demanda.

La Junta que conoce del juicio determina que no procede suspender la audiencia y que el demandado
debe dar contestación en ese momento.

En este caso ¿es correcto el proceder de la junta?

A. Sí, porque el demandado está obligado a dar contestación, al menos al escrito inicial, que conocía
plenamente, aun cuando el actor lo haya modificado, por lo que solamente procede fijar nueva fecha
para constestar la modificación.
B. No, en virtud de que el demandado no está obligado a dar contestación, pues ante la modificación
efectuada no tiene la oportunidad de preparar sus excepciones y defensas, ni las pruebas que ofrecerá.
C. Sí, porque la Ley Federal del Trabajo no prevé que la audiencia inicial del juicio pueda suspenderse.

Justificación:

Registro No. 196704. Localización: Novena Época. Instancia: Segunda Sala. Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta Libro VII, Marzo de 1998. Página: 257 Tesis: 2a. J. 11/98 (9a.) Jurisprudencia.
Materia(s): Laboral

AUDIENCIA LABORAL. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA CUANDO EL ACTOR MODIFICA


SUSTANCIALMENTE SU ESCRITO INICIAL. Del análisis relacionado de los artículos 871, 873, 875,
878 y 879 de la Ley Federal del Trabajo, se desprende, en términos generales, que en la etapa de demanda y
excepciones el actor puede ratificar o modificar su escrito inicial de demanda. En el primer supuesto debe
estimarse que el demandado está en aptitud de responder a las pretensiones del actor y, por ello, debe
proceder a dar contestación a todos y cada uno de los hechos aducidos por éste, oponiendo, además, sus
excepciones y defensas, y aun reconvenir al demandante. En cambio, cuando el actor modifica
sustancialmente su escrito inicial de demanda (lo cual ocurrirá cuando aduzca hechos nuevos, desvirtúe los
alegados para introducir otros que contradigan los que originalmente narró, o bien ejercite acciones nuevas o
distintas de las inicialmente planteadas), el demandado no se encuentra obligado a producir la contestación al
escrito inicial de demanda en el momento en que se realiza esa modificación porque no tendría oportunidad
para preparar sus excepciones y defensas, ni las pruebas respectivas, atendiendo a los cambios efectuados por
el demandante. En este orden de ideas, debe concluirse que si en la audiencia se introducen modificaciones al
escrito inicial de demanda que no son fundamentales, el demandado está obligado a producir en ese acto su
contestación a la demanda, pero si se introducen modificaciones sustanciales, la Junta deberá suspender la
audiencia y señalar nueva fecha para su realización, en la cual podrá aquél contestar la demanda en su
totalidad.

Contradicción de tesis 14/97. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito y el
Quinto Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 23 de enero de 1998. Cinco votos.
Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Luz Cueto Martínez.

Tesis de jurisprudencia 11/98. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión pública de
veintitrés de enero de mil novecientos noventa y ocho.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

89. ¿Cuáles son las obligaciones prioritarias de los Estados miembros que ratificaron el Convenio 182
de la OIT- “Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil”?

A. Deberán de manera inmediata adoptar medidas eficaces para conseguir la prohibición y eliminación
de las peores formas de trabajo infantil, así como elaborar y poner en práctica programas de acción
para eliminarlas.
B. Adoptar medidas que a largo plazo puedan conseguir disminuir de manera gradual algunas de las
formas de trabajo infantil.
C. Llevar a cabo un censo dentro de su Estado, para evaluar si efectivamente en él se llevan a cabo las
peores formas de trabajo infantil.

Justificación:

“Artículo 1.Todo miembro que ratifique el presente Convenio deberá adoptar medidas inmediatas para
conseguir la prohibición y la eliminación de las peores formas de trabajo infantil con carácter de urgencia”

Artículo 6. Todo miembro deberá elaborar y poner en práctica programas de acción para eliminar, como
medida prioritaria, las peores formas de trabajo infantil”
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

90. El patrón puede solicitar a la junta la declaración de inexistencia de una huelga por no reunir los
requisitos de procedencia y objetivos previstos en la ley, a fin de quedar libre de responsabilidad y de
que se fije a los trabajadores un plazo de veinticuatro horas para regresar a laborar, apercibiéndoles
que de no acatar lo anterior se darán por terminadas las relaciones de trabajo.

De acuerdo a la jurisprudencia de la Segunda Sala de la suprema Corte de Justicia de la Nación ¿en


qué momento puede solicitarse la declaración de inexistencia de la huelga?:

A. Sólo antes de que se decrete la suspensión de labores aun cuando no haya sido emplazado el patrón.
B. Dentro de las setenta y dos horas siguientes al inicio de la huelga.
C. Sólo en la etapa de prehuelga.

Justificación:

No. Registro: 195400. Jurisprudencia. Materia(s): Laboral. Novena Época. Instancia: Segunda Sala. Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. VIII, Octubre de 1998. Tesis: 2a./J. 79/98. Página: 445

HUELGA. SUS ETAPAS PROCEDIMENTALES. El análisis de las disposiciones contenidas en el título


octavo, capítulos I y II, y título decimocuarto, capítulo XX, de la Ley Federal del Trabajo, permite distinguir,
con base en los efectos jurídicos que se producen para las partes y terceros, tres principales etapas dentro del
procedimiento de huelga, cuyas características esenciales son las siguientes: a) La primera, que comprende
desde la presentación del pliego petitorio por la coalición de trabajadores hasta la orden de emplazamiento al
patrón. En esta fase se precisa el motivo, objeto, fecha y hora de la suspensión de labores, se verifica el
cumplimiento de los requisitos de procedibilidad por la autoridad y, en caso de quedar satisfechos, se
ordenará su notificación al patrón o, de no ser procedente la petición, se negará el trámite correspondiente,
dando por concluido el procedimiento; b) La segunda etapa, conocida también como de pre-huelga, abarca
desde el emplazamiento al patrón hasta antes de la suspensión de labores. La notificación del pliego petitorio
produce el efecto jurídico de constituir al patrón en depositario de la empresa afectada por la huelga, lo que le
impide realizar actos de disposición sobre los bienes del establecimiento, asimismo, se genera la suspensión
de la ejecución de las sentencias y diligencias de aseguramiento que recaigan sobre los tales bienes, distintas
de fallos laborales y cobro de créditos fiscales, en los términos previstos en la ley. También en esta etapa se
celebra la audiencia de conciliación ante la Junta de Conciliación y Arbitraje, en que se procurará el
avenimiento de las partes, sin prejuzgar sobre la existencia o justificación del movimiento y, de no llegar a
una solución, previamente al estallamiento de la huelga, se fijará el número de trabajadores que deberán
continuar laborando, en los casos en que pueda verse afectada la seguridad de la empresa, los bienes de
producción o la reanudación de los trabajos y; c) La última etapa se circunscribirse del momento de
suspensión de labores hasta la resolución de fondo del conflicto. El estallamiento de la huelga suspende los
efectos de las relaciones de trabajo y la tramitación de las solicitudes y conflictos de naturaleza económica,
durante el periodo de paro de labores. Dentro de las setenta y dos horas siguientes al inicio de la huelga, se
podrá solicitar la declaración de su inexistencia por no reunir los requisitos de procedencia y objetivos
previstos en la ley, con lo que el patrón quedaría libre de responsabilidad y se fijaría a los trabajadores un
plazo de veinticuatro horas para regresar a laborar, apercibiéndoles que de no acatar lo anterior se darán por
terminadas las relaciones de trabajo. De lo contrario, la huelga se considerará legalmente existente, por lo que
su conclusión, en el fondo, sólo podría darse por acuerdo entre las partes, allanamiento del patrón a las
peticiones o laudo arbitral a cargo de quien elijan las partes o de la Junta en mención, si los trabajadores
sometieron a ella la decisión, fallo que resolvería en definitiva sobre la justificación o injustificación de la
suspensión de labores.

Contradicción de tesis 38/97. Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales Colegiados en Materia
de Trabajo del Primer Circuito. 26 de junio de 1998. Cinco votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón.
Secretario: Humberto Suárez Camacho.

Tesis de jurisprudencia 79/98. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión pública del día
veintiséis de junio de mil novecientos noventa y ocho.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

91. La titularidad de un contrato colectivo, conforme a la prueba de recuento, se debe otorgar:

A. Al sindicato que obtuvo la mayoría de votos de los trabajadores que estuvieron presentes en el
recuento.
B. Al sindicato que tenía la titularidad porque se le deben adicionar los votos de los trabajadores que no
estuvieron presentes.
C. Se debe reponer la prueba de recuento para que estén todos los trabajadores.

Justificación:

Registro No. 167197. Novena Época. Instancia: Segunda Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta XXIX, Mayo de 2009. Página: 259. Tesis: 2a./J. 61/2009. Jurisprudencia. Materia(s): laboral.

RECUENTO. VALORACIÓN DE LA PRUEBA RELATIVA, PREVISTA EN EL ARTÍCULO 931 DE


LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO, PARA DETERMINAR LA TITULARIDAD DEL CONTRATO
COLECTIVO DE TRABAJO. Conforme a la fracción II del indicado precepto, únicamente tendrán derecho
a votar los trabajadores de la empresa que concurran al recuento, razón por la cual el hecho de que un
sindicato haya obtenido la mayoría de los votos de quienes así lo hicieron, demuestra que a éste corresponde
representar el mayor interés profesional en la negociación, partiendo de la base de que con el recuento puede
constatarse la voluntad de los trabajadores a favor del sindicato al que pertenecen, o al que estiman debe ser el
titular y administrador del contrato colectivo de trabajo. En ese sentido, si como quedó asentado en la
diligencia de recuento, y siempre que la prueba se haya desahogado conforme con lo señalado en la
jurisprudencia 2a./J. 150/2008 cuyo rubro es: "RECUENTO PARA DETERMINAR LA TITULARIDAD
DEL CONTRATO COLECTIVO DE TRABAJO PREVISTO EN EL ARTÍCULO 931 DE LA LEY
FEDERAL DEL TRABAJO. LAS JUNTAS DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE DEBEN ORDENAR Y
GARANTIZAR QUE EN SU DESAHOGO LOS TRABAJADORES EMITAN VOTO PERSONAL, LIBRE,
DIRECTO Y SECRETO.", la mayoría de los trabajadores que asistieron votó por el sindicato de su
preferencia, es a quien corresponde la titularidad del contrato colectivo que rige las relaciones obrero
patronales en la fuente de trabajo, sin que sea obstáculo que la mayoría de los votos de los trabajadores
presentes en la diligencia de recuento no corresponda a la generalidad de los trabajadores de la
empresa, pues de esa mayoría de quienes ejercieron el derecho al voto, emerge la decisión sobre quién
tiene la titularidad, y no del universo de trabajadores que laboran en la empresa, muchos de los cuales
decidieron no votar, pues sería absurdo que del no ejercicio de un derecho (votar), surja otro derecho
(titularidad) por encima de los que participaron.

Solicitud de modificación de jurisprudencia 5/2009. Magistrados integrantes del Tercer Tribunal Colegiado
en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 29 de abril de 2009. Cinco votos. Ponente: Genaro David Góngora
Pimentel. Secretario: Alfredo Aragón Jiménez Castro.

Tesis de jurisprudencia 61/2009. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
trece de mayo de dos mil nueve.

Notas:

Al resolver la solicitud de modificación de jurisprudencia 5/2009, la Segunda Sala determinó apartarse del
criterio contenido en la tesis 4a./J. 24/93, de rubro: "RECUENTO. VALORACIÓN DE LA PRUEBA DE,
PARA OTORGAR LA TITULARIDAD Y ADMINISTRACIÓN DE UN CONTRATO COLECTIVO.",
publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Número 65, mayo de 1993, Octava Época,
página 22.

La tesis 2a./J. 150/2008 citada, aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo XXVIII, octubre de 2008, página 451.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

92. El artículo 827 de la Ley Federal del Trabajo estatuye: “La parte que ofrezca la inspección deberá
precisar el objeto materia de la misma; el lugar donde debe practicarse; los períodos que abarcará y los
objetos y documentos que deben ser examinados. Al ofrecerse la prueba, deberá hacerse en sentido
afirmativo, fijando los hechos o cuestiones que se pretenden acreditar con la misma”.

Ahora bien, si en un juicio laboral se ofrece la prueba de inspección respecto de documentos que debe
conservar el patrón, dicha prueba:

A. Debe desahogarse necesariamente en el domicilio del patrón.


B. Sólo puede desahogarse en el local de la junta cuando no se trate de la contabilidad del patrón.
C. Además de poderse desahogar en el domicilio del patrón, también puede señalarse para su desahogo
el local de la junta. En este último caso, el patrón tendría que exhibir los documentos para llevar a
cabo la inspección.

Justificación:

No. Registro: 188770. Novena Época. Instancia: Segunda Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta XIV, Septiembre de 2001. Página: 495. Tesis: 2a./J. 39/2001. Jurisprudencia. Materia(s): laboral

PRUEBA DE INSPECCIÓN EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL. SI SE OFRECE PARA


EXAMINAR LOS DOCUMENTOS QUE EL PATRÓN TIENE OBLIGACIÓN DE CONSERVAR Y
EXHIBIR EN JUICIO, PUEDE SEÑALARSE VÁLIDAMENTE PARA SU DESAHOGO EL LOCAL
DE LA JUNTA DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE. Si se toma en consideración que conforme a lo
dispuesto en los artículos 784 y 804 de la Ley Federal del Trabajo, es obligación de la parte patronal
conservar y exhibir en juicio los documentos que en el numeral últimamente citado se precisan, bajo el
apercibimiento de que de no presentarlos se presumirán ciertos los hechos alegados por el trabajador y,
asimismo, que el artículo 827 de la propia ley únicamente establece que la parte que ofrezca la prueba de
inspección debe señalar, entre otros requisitos, el lugar donde deba practicarse, resulta inconcuso que si dicha
prueba se ofrece para examinar los aludidos documentos, puede señalarse válidamente para su desahogo el
local de la Junta de Conciliación y Arbitraje. Lo anterior es así, porque con ello se colma la intención del
legislador, en el sentido de que, por una parte, se exhiban en juicio los documentos que establece el referido
artículo 804 y, por otra, se cumplan los requisitos para ofrecer la prueba de inspección, entre ellos, el señalar
el lugar donde ha de practicarse. Además, ningún precepto de la Ley Federal del Trabajo prevé que la
indicada probanza deba desahogarse, necesariamente en el domicilio donde se encuentren los documentos
materia de la misma, por lo que si el legislador no distinguió, el juzgador tampoco puede hacerlo. Lo anterior
no descarta la posibilidad de que la Junta designe como lugar de desahogo el domicilio del patrón cuando
exista causa justificada.

Contradicción de tesis 46/2001-SS. Entre las sustentadas por el Séptimo y Noveno Tribunales Colegiados en
Materia de Trabajo del Primer Circuito. 22 de agosto de 2001. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Mariano
Azuela Güitrón. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: Guillermo Becerra Castellanos.

Tesis de jurisprudencia 39/2001. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
siete de septiembre de dos mil uno.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

93. En un juicio laboral, ¿la junta está facultada para requerir a quien se ostenta como apoderado de
una persona moral para que, además de exhibir el poder notarial o la carta poder firmada ante dos
testigos, se identifique a satisfacción de dicha junta?

A. No, porque tal facultad no está prevista expresamente en la Ley Federal del Trabajo.
B. Sí.
C. Estará facultada únicamente cuando la contraparte de la persona moral solicite que se haga el
mencionado requerimiento.

Justificación:

Registro No. 175678. Localización: Novena Época Instancia: Segunda Sala Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta XXIII, Marzo de 2006. Página: 217 Tesis: 2a./J. 21/2006. Jurisprudencia. Materia(s):
laboral

APODERADO O REPRESENTANTE DE PERSONA MORAL. DEBE IDENTIFICARSE ANTE LA


JUNTA DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE SI SE LE REQUIERE. Conforme a las fracciones II y III
del artículo 692 de la Ley Federal del Trabajo, el apoderado o representante de una persona moral, para
acreditar su personalidad, debe exhibir testimonio notarial o carta poder otorgada ante dos testigos, previa
comprobación de que quien otorga el poder está legalmente facultado para ello; además, también es necesario
que al comparecer ante la autoridad laboral, si se le requiere, se identifique a satisfacción de la Junta, a fin de
tener la certeza de que quien comparece sea la persona a favor de quien otorgó el poder la persona moral. Ello
es así, porque aun cuando no se establezca expresamente tal requisito en el indicado precepto, no puede
perderse de vista que si bien es cierto que el testimonio notarial o la carta poder correspondiente pueden
acreditar que una persona física es representante o apoderado legal de una determinada persona moral,
también lo es que dichas documentales son insuficientes para demostrar que la persona que llegue a
presentarlas ante la autoridad del trabajo sea la misma que tiene esa calidad de representante o apoderado, lo
anterior a fin de evitar la posible suplantación de persona.

Contradicción de tesis 202/2005-SS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del Vigésimo
Noveno Circuito y Segundo Tribunal Colegiado del Noveno Circuito. 17 de febrero de 2006. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Óscar
Rodríguez Álvarez.

Tesis de jurisprudencia 21/2006. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
veinticuatro de febrero de dos mil seis.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

94. En un procedimiento laboral, el trabajador ofrece la prueba pericial, sin embargo, hace saber a la
Junta que carece de recursos para cubrir los honorarios de un perito, y le solicita su nombramiento.

En este supuesto, la Junta debe:

A. Apercibirlo que de no designar perito se declarará desierta la prueba.


B. Nombrar al perito que corresponda al trabajador.
C. Reservar su acuerdo, para el caso de que el dictamen del perito del patrón, sea adverso a los intereses
del trabajador.

Justificación:

Artículo 824, fracción III, de la Ley Federal del Trabajo.

La Junta nombrará los peritos que correspondan al trabajador, en cualquiera de los siguientes casos:

III. Cuando el trabajador lo solicite, por no estar en posibilidad de cubrir los honorarios correspondientes.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

95. En los juicios laborales, ¿en qué casos puede acreditarse la personalidad con documentos distintos
del poder notarial y de la carta poder?

A. En todos los casos, sin importar si se trata del apoderado de la parte patronal o de la parte trabajadora.
B. En ningún caso.
C. Solamente cuando se trate del apoderado del trabajador o de un sindicato de trabajadores.

Justificación:

Registro No. 177887. Localización: Novena Época Instancia: Segunda Sala Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta XXII, Julio de 2005 Página: 481 Tesis: 2a./J. 81/2005 Jurisprudencia Materia(s):
laboral

PERSONALIDAD EN EL JUICIO LABORAL. PUEDE ACREDITARSE CON DOCUMENTO


DISTINTO DE PODER NOTARIAL O CARTA PODER CUANDO SE TRATE DEL APODERADO
DEL TRABAJADOR. El artículo 692, fracción I, de la Ley Federal del Trabajo dispone que cuando el
compareciente actúe como apoderado de una persona física, podrá hacerlo mediante poder notarial o carta
poder; correlativamente, el numeral 693 establece que las Juntas podrán tener por acreditada la personalidad
de los representantes de los trabajadores o sindicatos sin sujetarse a las reglas de aquel precepto, de lo que
deriva que el trabajador puede otorgar el mandato en forma distinta a las mencionadas, como podría ser en el
escrito de demanda laboral, que puede surtir plenos efectos, si a juicio de la Junta quien comparece en nombre
del trabajador realmente lo representa, siempre y cuando la conclusión sea fundada y motivada, y en su actuar
no alteren los hechos ni incurran en defectos de lógica en su raciocinio.

Contradicción de tesis 49/2005-SS. Entre las sustentadas por el Primer y Sexto Tribunales Colegiados, ambos
en Materia de Trabajo del Primer Circuito, Primer Tribunal Colegiado del Décimo Circuito y el Primer
Tribunal Colegiado del Noveno Circuito. 10 de junio de 2005. Cinco votos. Ponente: Genaro David Góngora
Pimentel. Secretaria: María Marcela Ramírez Cerrillo.

Tesis de jurisprudencia 81/2005. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
diecisiete de junio de dos mil cinco.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

96. Al dictar laudo dentro de un juicio laboral, la junta de trabajo condena a la empresa “Camiones de
lujo, S.A. de C.V.” a pagar a favor del trabajador José Romo diversas prestaciones. El mencionado
laudo queda firme ante la falta de impugnación de las partes. Durante la etapa de ejecución del laudo,
el trabajador alega que el cumplimiento de las prestaciones respectivas debe exigirse a Luis Báez
Andrade, en virtud de que esta persona física es el nuevo patrón, pues sustituyó a la persona moral que
fue condenada en el juicio.
Al comparecer ante la autoridad laboral, Luis Báez afirma que no existe la sustitución patronal alegada
por el obrero y que por ello no puede exigírsele el pago de las prestaciones a que resultó condenada la
persona moral “Camiones de lujo, S.A. de C.V.”.

En ese caso, ¿a quién corresponde la carga de probar la existencia o inexistencia de la sustitución


patronal?

A. Corresponde a la persona física a la que se le atribuye ser el patrón sustituto.


B. Corresponde al trabajador, pues en todos los casos en que éste afirme que existe una sustitución
patronal corresponderá a él demostrar su afirmación.
C. Corresponde al trabajador. Lo anterior, en virtud de que la única hipótesis en la que el trabajador se
encuentra exento de probar que existió la sustitución patronal que alega es cuando la persona a la que
le atribuye ser el patrón sustituto es una persona moral, lo que no ocurre en el presente caso.

Justificación: Registro No. 170002 Localización: Novena Época Instancia: Segunda Sala Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta XXVII, Marzo de 2008 Página: 261 Tesis: 2a./J. 28/2008 Jurisprudencia
Materia(s): laboral

SUSTITUCIÓN PATRONAL. SI LA DEMANDADA SUSTITUTA NIEGA TENER TAL


CARÁCTER, A ELLA LE CORRESPONDE LA CARGA DE LA PRUEBA. De la interpretación
sistémica de la Ley Federal del Trabajo, y en especial de sus artículos 41 y 784, se concluye que cuando el
trabajador alegue en cualquier etapa del procedimiento de trabajo la existencia de una sustitución patronal y la
persona física o moral en su calidad de patrono sustituto niegue tal carácter, a éste corresponderá la carga de
la prueba, en virtud de que la sustitución patronal es una figura jurídica en la cual participan únicamente la
parte patronal sustituta y la patronal sustituida, es decir, se realiza solamente entre el transmisor y el
adquirente de la unidad económico-jurídica, sin que los trabajadores tengan participación alguna en su
realización, de ahí que le corresponda a la parte patronal la carga de la prueba cuando se alegue la sustitución
patronal y éste la niegue, en cualquier plazo, en el entendido de que el patrón sustituido será solidariamente
responsable con el sustituto por las obligaciones derivadas de las relaciones de trabajo y de la legislación
laboral, nacidas antes de la fecha de la sustitución y hasta por el término de seis meses, por lo que concluido
este lapso, subsistirá hacia el futuro únicamente la responsabilidad del patrón sustituto.

Contradicción de tesis 7/2008-SS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materia de
Trabajo del Primer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y de Trabajo del
Décimo Sexto Circuito. 13 de febrero de 2008. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Sergio Salvador
Aguirre Anguiano. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretario: Alfredo Aragón Jiménez Castro.

Tesis de jurisprudencia 28/2008. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
veinte de febrero de dos mil ocho.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

97. Un extranjero pretende afiliarse a un partido político con base en que un tratado internacional le
reconoce ese derecho político como derecho humano. ¿Es procedente esa petición?

A. Sí, porque el artículo 1º de la Constitución exige que los derechos humanos se les dé la protección
más amplia.
B. No, porque los derechos políticos no son considerados como derechos humanos.
C. No, porque en el artículo 33 constitucional se niega expresamente a los extranjeros el derecho a
afiliarse en un partido político.

Justificación:

Decreto que reforma diversas disposiciones constitucionales publicado el 10 de junio de 2011 en el Diario
Oficial de la Federación.

Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos
reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte,
así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los
casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece.

Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta Constitución y con los
tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más amplia.

Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger
y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia,
indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar
las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley.

(…)

Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las
discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias
sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o
menoscabar los derechos y libertades de las personas.

[Texto anterior a la reforma constitucional, el cual resulta aplicable en octubre de 2011]

Art. 33.- Son extranjeros los que no posean las calidades determinadas en el artículo 30. Tienen derecho a las
garantías que otorga el Capítulo I, Título Primero, de la presente Constitución; pero el Ejecutivo de la Unión
tendrá la facultad exclusiva de hacer abandonar el territorio nacional, inmediatamente y sin necesidad de
juicio previo, a todo extranjero cuya permanencia juzgue inconveniente.

Los extranjeros no podrán de ninguna manera inmiscuirse en los asuntos políticos del país.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

98. Al resolver el caso Radilla Pacheco v. Estados Unidos Mexicanos, la Corte Interamericana de
Derechos Humanos reiteró:

A. La obligación de todos los jueces mexicanos ejercer un control de convencionalidad ex officio.


B. La obligación del Estado de establecer un sistema de control de convencionalidad, sea difuso o
concentrado.
C. La obligación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de adecuar la jurisprudencia interna a los
criterios de la Corte Interamericana, sin que se hiciera un pronunciamiento específico sobre el
control de convencionalidad a cargo de los demás juzgadores.

Justificación:

Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Radilla Pacheco vs. Estados Unidos
Mexicanos

339. En relación con las prácticas judiciales, este Tribunal ha establecido en su jurisprudencia que es
consciente de que los jueces y tribunales internos están sujetos al imperio de la ley y, por ello, están
obligados a aplicar las disposiciones vigentes en el ordenamiento jurídico. Pero cuando un Estado ha
ratificado un tratado internacional como la Convención Americana, sus jueces, como parte del aparato del
Estado, también están sometidos a ella, lo que les obliga a velar porque los efectos de las disposiciones de la
Convención no se vean mermados por la aplicación de leyes contrarias a su objeto y fin, que desde un inicio
carecen de efectos jurídicos. En otras palabras, el Poder Judicial debe ejercer un “control de
convencionalidad” ex officio entre las normas internas y la Convención Americana, evidentemente en el
marco de sus respectivas competencias y de las regulaciones procesales correspondientes. En esta tarea, el
Poder Judicial debe tener en cuenta no solamente el tratado, sino también la interpretación que del mismo ha
hecho la Corte Interamericana, intérprete última de la Convención Americana.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

99. De acuerdo con la reforma al artículo 1º constitucional publicada el 10 de junio de 2011 en el


Diario Oficial de la Federación, en el Estado Mexicano todos los individuos gozarán de los derechos
humanos reconocidos en la propia Constitución y en:

A. Los tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea parte.


B. Los tratados internacionales sobre derechos humanos en los que el Estado mexicano sea parte.
C. Los instrumentos internacionales sobre derechos humanos que vinculen al Estado Mexicano.

Justificación:

Decreto que reforma diversas disposiciones constitucionales publicado el 10 de junio de 2011 en el Diario
Oficial de la Federación.

Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos
reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea
parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo
en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece.

Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta Constitución y con los
tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más amplia.

Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger
y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia,
indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar
las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley.

(…)

Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las
discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias
sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o
menoscabar los derechos y libertades de las personas.
JUSTIFICACIÓN JUECES DECIMOSEXTO INTERNO

100. En conformidad con la Convención Americana sobre Derechos Humanos, ¿cuál es el ámbito de
protección del derecho a la integridad personal?

A. Sólo protege la integridad física.


B. Protege tanto la integridad física como moral, pero no la psíquica.
C. Protege la integridad física, psíquica y moral.

Justificación:

Convención Americana sobre Derechos Humanos

Artículo 5. Derecho a la Integridad Personal


1. Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral.

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