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Historia económica generalde México

De la Colonia a nuestros días

. EL COLEGIODE MÉXICO.
SECRE'IARÍA
DE ECoNoMÍA

col¡IsróN oRGANIZADORA
DE LAS CELEBRACIONES DEL BICENTENARIO
Historia económica generalde México
De 1aColonia a nuestrosdías

SandraKuntzFTcker
Coordinadora

Consejoasesor(por periodo):
Bernd Hausberger(151g-1760)
Carlos Marichal (1ZO0-1856)
SandraKuntz Ficker (1856-1929)
EnriqueCdrdenas(1929-2009)

OEL COLEGIODE iUÉXTCO.


SECRETARÍADE ECONOMÍA

coir,uslÓNORGANIZADORA
DE LAS CELEBRACIONES
DEL BICENTENARIO

rr¡Éxrco
2010
330.972
H67331
Historia económica generaTde México : de la Colonia a nuestros
dias / SandraKuntz Ficker, coordinadora. - ta. ed. - México,
D.F.: El Colegiode México : Secretaríade Economía: Comisión
Organizadorade las Celebracionesdel Bicentenario, 20L0.
834p. ; 23 crn.

"Consejoasesor(por periodo): Bernd Hausberger(1519-1760),


SandraKuntz Ficker (1856-1929),
CarlosMarichal (1760-1856),
Enrique Cárdenas(1929-2009)'i

rsBN 978-607-462-t3B-9

1. México -. Condiciones económicas - 1540-1810. 2. México


- Condiciones económicas - Siglo xIX. 3. México - Condiciones
económicas - Siglo xx. I. Kuntz Ficker, Sandra, coord.

Púmera edición,agostode 2010

DR @SEcRxrAnÍao¡ EconouÍ¿
Alfonso Reyes30
Condesa
06140México,D.F.
www.economia.gob.mx

DR @EL Comcro DEMÉxico,A.C.


Caminoal Ajusco 20
Pedregalde SantaTbresa
10740México,D.E
wwwcolmex.mx

rsBN 978-607-462-738-9

Estapublicaciónformaparte de las actividadesque el GobiernoFederalotganiza


en conmemoracióndel bicentenariodel inicio del movimiento de Independencia
nacionaly dei centenariodel inicio de la RevoluciónMexicana.

Impreso en México
INDICE GENERAL

Prólogo,BrunoFerrari GarcíadeAlba q
Agradecimíentos i r,
Introducción,Sandral(untzFicker 13

PRIMERA PARTE

A. La economía novohispana, lsJ.g-1760, BerndHausberger 4I


1. La sociedadindigenaenla épocacolonial,
FelipeCastroGuüénez g3
2.Laplatay la conformaciónde la economianovohispana,
BrígtdauonMentz 113
3. Las ciudadesnovohispanasy su función económica,
ManuelMiño Grijalua L4B

SEGUNDA PARIE

B. La economia dela épocaborbónica


al México independiente, 1760-1850,CarlosMarichal 772
4.La edadde plata:mercados,mineriay agriculturaen
el periodo colonial tardío,AntonioIbarra ZII
5, La economiadelagverrade Independenciayla fiscalidadde
las primeras décadasde1México independiente,Luisltiuregui 24s
6. El desempeñ,o delaeconomiamexicana,lg10-1860: de la Colonia
al Estado-nación,ErnestSdnchezSanüró ZTs

l7l
B H]STORIA ECONÓMICA GENERAL DE MÉXICO

TERCERA PARIE

C. De las reformas liberales aIa Gran Depresión, 7856'1929,


SandraKuntz Ficker 305

,¡7. La economia publica del liberalismo. Orígenes y consolidación de


Tahacienday de1 crédito público, 1857-1911,Marcello Carmagnani 353
B. México y la economia internacional, 1860-1930,PaoloRiguzzi 377
q9. Mercado interno, industriaTizacióny banca, 1890-1929, EtephenHaber 47I
10. Una visión del campo. Tierra, propiedad y tendencias de la
producción, 1850-1930,Daniela Mannoy María CeciliaZuleta 437
c11.La Revolución mexícana:su dimensióneconímica, 1900-1930,
Alan Knight 473

CUARIA PARIE

EnnqueCárd.enas 503
D. La econornia en el dilatado siglo xx, 7929-2009,
12.Evolucióny estructuradel nm, 1921.-2010,GracielaMdrquez 549
¡ 13. Las finanzaspúblicasen el México posrevolucionario,
I,AustuHernanaez lnLLo 573
14.Evoluciónde los gruposeconómicosduranteel periodo
1940-2008, GonzaloCastañeda 603
15.La paradojade1desarrollofinanciero,
GustauoA. delAngelMobarak 635
16. Energia, infraestructur a y crecimiento, 1930-2008
GuillermoGualardoEoto,FernandoSalasy Daniel Yeldzquez 667
17. Del proteccionismo a 7a7her alízaciónincompleta:
industria y mercados,
l. EmestoLópezCórdouaylaime Zabludouskg K, 705
18.Lastransformaciones del carnpoy el papelde las políticaspúblicas:
lg}g-2008,Antonio YúnezNaude 729
. .79.La dimensióninternacionalde la economiamexicana,
luan CarlosMoreno-Bndylaime Ros 757

GENERALES
CONCLUSIONES

La trayectoria delargo pTazode la economía mexicatta,


Eandra Kuntz Hcker 79r

Glosario 801
Los autores 821.
Índice de cuadros, figuras, gráficas y mapas 829
PROLOGO

La economia es una actividad en ),a que nos involucramos a diario


todos los
individuos. De manera cotidiana, enfrentamos el reto de satisfacer
nuestras
necesidadesy deseoscon recursos limitados. Entender cómo se
han asigna-
do y modificado esos recursos arorargo de nuestra historia es
un paso fun-
damentaTenlatarea de comprender y transformar erpresente
de México.
Hoy la obligación impostergable de superar diversos retos,
. -enfrentamos
algunos derivados de la coyuntura económica en una economía grobalizada,
y otros más que son estructurales y propios de nuestro país.
Recorrer los
pasos que ha dadola economia mexicana se vuelve fundamental
para enten-
der mejor cómo hemos llegado a dond,eestamosy cuáresson las
cravespara
trazar el futuro que queremos heredar a las próximas generaciones.
El
ño por recuperar la historia como brújula de nuestros días es "áp"-
especialmente
oportuno en este año en el que conmemoramos dos siglos del
inicio de la
Independencia y uno del estallido de la Revolución mexicana.
Por eso, celebro que la secretaría de Economía y E1 colegio de
México
hayamos sumado esfuerzosparu dar vida a estaHistona económicageneral
de
México que el lector tiene en sus manos. con esta publicación
continuamos
7a gran empresa que inició don Daniel cosío víllegas al dirigir
7a Historia
generulde México:encontrar en el pasado una guia para
nuestro pals y acer-
carlo con sencillez al público en generar,a todos ios mexicanos.
óomo aqué_
11a,esta obra fue pensada y rcarizad,apara que cuarquier
ciudadano, sin con-
tar con rrnapreparaciónparticulat, pueda leerla y apreciarla.
Esta obra es la primera que compiTaen un solo volumen 1a
historia de ra
economia nacionaTdesde la colonia hasta nuestros días. su rcalización
supuso
un ejercicio de periodización de la historia económica de México, que
desem-
bocó enla identificación de cuatro grandes etapas:la economianovohispana;
la
épocaborbónica y las primeras décad,asde vidaindependiente;
el liberalismo
mexicano que concluy e conla Gran Depres ión de rg2g y la econom
, ia mexica-
na de7siglo xx. Desde una perspectiva moderna, esta mirada
a la historia eco-
nómica de México incluye elementos que nos permiten una
comprensión más
completa de nuestro pasado.y, de formainversa, ei proceso histórico
de ra eco-
nomiamexicana nos ayuda a acTararerpanoramade nuestro presente.
En general, los expertos coinciden en explicar e1crecimiento
económico
como producto de un incremento en 1osfactores de 1aproducción,
e7 capital

tel
10 HISTORIA ECONÓMICA GENERAL DE MÉXICO

y el trabajo,o de una mejora enlaforma de utilizarlos,ya seapor un a:umen'


to en el capitalhumano o por innovacionesen la tecnología.Sin embargo,
éstasson sólofuentespotencialesde desarrolloque necesitanser aprovecha-
dasy promovidaspor la sociedad. Ademásde los aspectosestrictamenteeco-
nómicos, en estas páginas encontramos elementosútiles para identificar el
papel de factoresdemogtáfr,cos, culturales,políticose institucio-
geográficos,
nales que han definido el desempeñoeconómicode1país.La Historia econó'
micageneraldeMéxicoaportaun análisisintegral de la forma en la que esos
factoreshan sido aprovechados y contribuye ala reflexión del porqué no
hemos aTcanzado 1osniveles de bienestarque necesitamos.En estaobrahay
un ambiciosodiagnósticode nuestropasado,que es imprescindibleparaque
hoy tomemoslas mejoresdecisionesafinde impulsarel desarrolloeconómi-
co y socialde nuestranación.
El futuro de México demandaque todoslos actoreseconómicosy socia-
les trabajemosjuntos para elevarla productividadde nuestrasempresas,la
competitividad dela economíay el bienestarde los mexicanos.Paraconfti-
buir con eseobjetivo,en el gobiernofederalestamospromoviendoun con-
junto de reformasestructuralesque nos permitan superar1osobstáculosque
por muchos añosnos han impedido ctecer a tasasmás aceTetadas. Sabemos
qaela construcciónde un paísmás desarroiladoexigeel establecimientode
una economiarr'áscompetitiva.Por eso,a partir de nuestraexperienciahis-
tóica, los mexicanosestamosavanzandohacia la mo dernizacióndel país.

BRUNoFERRARIG¡ncÍ¡ DEALBA
Secretariode Economía
AGRADECiMIENTOS

Esta obra ha sido posible gracias al patrocinio de la secretaria de Economiay


al cobiio y respaldo de El colegio de México. Deseo agrad.eceralas autorid.a-
des y funcionarios de ambas instituciones el apoyo irrestricto que nos
brin-
darcnpara su elaboración. En particulat, reconozco pítblicamente el interés
que por \a reaTizaciónde este proyecto manifestaron en todo
momento los
secretarios de Economía que oooparonla caftera durante 7a elabonción
del
libro, Eduardo Sojo, Gerardo Ruiz Mateos y Bruno Ferrari, así como el presi-
dente de Ei colegio, Javier Garciadiego. Agrad.ezcoasimismo la confr.anza
que depositaron en mi para fungir como su coordinadora general.
Para cump7fu7atarca encomendada dera mejor manera posibre,invité
a
tres distinguidos colegas,especialistasreconocidos en distinlos periodos
de
la historia económica de México, para participar en el proyecto .o-o
,r".o-
res de periodo. Fue así como el consejo asesor quedó integrado por
Bernd
Hausberger (a caryo del periodo rszr-77s9), carlos Marichal (it60-1856),
Enrique cárdenas (rg2g-2070),y la autora de estaslíneas, quien coordinó
ál
periodo comprendido entre 1856y rg2g ad.emásde la obra engeneral.
, sin el
apoyo y la colaboración de estosapreciadoscolegaseste trabajo hubiera
sido,
sin duda aTguna,mucho más arduo.Juntos tomamos decisionesimportantes
acerca de asuntos que fueron desde los autores participantes hasta los
temas
y esquemas de investigación, y llevamos ad.elantedos seminarios
de discu_
sión que nos permitieron mejorar en mucho las versiones originales
de los
trabajos. Los asesoresde cadaperiodo asumieron la responsabilidad
directa
sobre la estructura y ei contenido básico de los capítulos que conforman
la
parte correspondiente.No obstante,la revisión y armonizacrón
del conlunto
dela obra fue responsablTidadmia, por ro que asumo las fallas que
aún se
puedan detectar en el resultado final.
como mencioné antes,versionespreliminares de los trabajosfueron pre-
sentadasy discutidas en dos seminarios que se realizaron en El colegio
de
México en noviembre de 2008y mayo de 200g,respectivamente.En
el segun-
do de estosseminarios invitamos apafticipar como comentaristas prestisia-
a
dos expertos, a fin de beneficiarnos de opiniones a ia vez calificad,, y
,*i..-
nas. La lista de comentaristasinvitados habla por sí misma. Los cito
en orden
alfabético: c arlo s Bazdt esch,John c oatsworth, chantal cramaussel,
Eduardo
Flores clai1, Leonor Ludlow, Francisco suárez Dáv1la, GabrierTbrtella,
Kurt

[ 1 1]
72 HISTORIA ECONÓMICA GENERAL DE MÉXICO

Unger,Guillermina del Valley GustavoVega.A todosellos agradezco profun-


damentesu generosidady su buena disposiciónpara contribair a meiorar
nuestro trabajo.
A 1otrargode los dosañosen los que sellevó a caboesteprcyecto,vatios
asistentescolaboraronen tareasadministrativas,organizalivaso de apoyoen
la investigación.En una prirnera fase particip aron Halina Gatiérrezy Luis
Arturo de1Castillo;más adelantese incorporó por algún tiempo Saúl Bavi-
nes,y en la fase más arduade la revisión final recfuiTaayudainvaluable de
AdrianaLópez e Itzel Tbledo.Tbdoseltroshicieron mucho más que cumplir
con su úúa¡o, y merecenpor ello un amplioreconocimiento.
Otraspersonasen El Colegiorespaldaronnuestralabor, desde1abiblio-
teca hasta1aUnidad de Cómputo,desdeia dirección del Centro de Estudios
Históricoshastala Dirección de Publicaciones.En particular,deseomencio-
nar a Emelina Nava,del Departamentode Sistemasde Información Geográ-
fica, quien elaboróvarios de los mapasque se incluyen en esta obra.Parala
labor editorial, desdefuera de E1Cotrogio,e1apoyo de Antonio Bolívar y su
equipo de colaboradoresfue fundamental.A todos ellos manifiesto mi más
sincero agradecimiento.

SANDR.AKUNTZ FICKER
Coordinadora
INTRODUCCIÓN

Sandra Kuntz Ficker*


E1Colegiode México

La obra que el lector tiene en sus manos es el resultado de un provecto con-


certado entre la Secretaríade Economía, instancia que patrocin ó su reatiza-
ción, y El colegio de México, que asumió ra responsablrid.ad,acad,émica;
cuenta con la participación de 2g autorcs -historiadores, historiadores
eco_
nómicos y economistas- provenientes de distintas instituciones de México
y del extranjero. Su propósito es ofrecer una visión histórica
integral de la
evolución de la economia mexicana, desde la conquista hasta la acrualid.ad,
en un libro de lectura accesible, dirigido a estudiantes universitarios y
de
posgradoy profesores en el campo de 1asciencias sociales,así como
a lecto-
res informados e interesados en el tema.
Aun cuando esta es laprimera historia económica generaTde México
propiamente dicha, existen precedentes significativos para
un proyecto de
esta naturalezaque no pueden pasarsepor a1to.podemos p"ri,por recor_
dar los trabajos pioneros de Luis chávez orozco, Enrique" Florescáno y
Fer-
nando Rosenzweig,quienes en distintos momentos del siglo xx realizaron
grandes esfuerzos pata promover la p'bTicación de colecciones
documenta-
les y fuentes estadísticasquehan sido de gran utilidad para los historiadores
económicos, además de rcaTizaraportaciones sustantivas a la especiatidad.
Luego deben mencionarse los significativos avancesque se han práducido
en
el estudio de sectores,periodos o temas específicos,an aurnpoa
la his-
"omo
toria agraria, de Tabanca, Ta mineria,la fiscalidad, la histoiia regional y el
comercio exterior. La lista de investigadores que se han ocupado de
éstos para
los distintos periodos históricos es larga y siempre se corre el riesgo
d.e dejar
fuera a quienes de ninguna manera se hubiera querido ignorar, por
lo que
voy a omitirla en esta enarneración sin embargo, no quiero pasár por
alto
aigunos esfuerzosespecíficosde promoción y difusión de las investigaciones
en historia económica, que han derivado en publicaciones colectivas,
corec-
ciones o revistas de la especiaridad.En este teffeno merecen una
mención

* Agradezco los
comentarios de Enrique cárdenas, Bernd Hausberger, carlos
Marichal y
Paolo Riguzzi, tanto a esta introducción como a 1asconchlsiones generale"s
áe h obta.

[ 1 3]
T4 HISTORIA ECONÓMTCA GENERAL DE MÉXIco

especial Carlos Marichal, Leonor Ludlow, Mario Cerutti, Enrique Cárdenas,


María Eugenia Romero Sotelo y, en EstadosUnidos, Stephen Haber y John
Coatsworth. Tbdos ellos han estadoala cabezade grupos de investigación en
áreas como la historia empresarial, bancaiay ftnanciera, monetaria, indus-
trial, dei pensamiento económico, 1a historia regionai del norte de México,
así como dq estudios comparativos (sobre todo de México con otros países de
AméricaLüina) qaehan sido de granimportanciapara e7 avance de nuestro
conocimiento.
En el ámbito de ias publicaciones colectivas, quisiera mencionar algunas
que debido a este rasgo son claros antecedentesdel proyecto que nos ocupar
aunque a diferencia de é1,se trate en esos casos de antoTogiaso colecciones
seriales. Laprimera -en términos cronológicos- es 7a antoTogiade textos
compilada en cinco volúmenes por Enrique Cárdenas,quo con el título de
Histona económica de México publicó el Fondo de Cultura Económica en su
colección El Tlimestre Económico entre 1989 y 1994. La segunda es la serie
de nueve volúmenes coordinada por Leonor Ludlow y Carlos Marichal, resul-
tante de una colaboración entre varias instituciones y que vio TaTuz entre
1998 y 1999 con ei títu1o generul de Lectwrasde historia económicamexicana.
La más reciente son los trece tomos de 7a coTeccióndenominada Historia
económicade México que fueron publicados entre 2004 y 2006 bajoTa coordi-
nacióngeneral de Enrique Semo.No puede quedar aTmargende esta enume-
ración otro proyecto loable en este terreno, aunque más delimitado en sus
alcances temáticos, a saber,los siete volúmenes que publicaron en 1988 la
Semip y el ncn sobre la industria paraestatal en México. Resulta claro que, sin
todo el úabajo que nos precede y del cual he mencionado apenas algunos
ejemplos representativos,este libro no hubiera sido posible.

LOS RASGOS FORMALES

Una breve descripción de 7a obra ayadaráal lector a farniTiarizarsecon su


manejo.El volumen estádividido en cuatrograndespartes,cadauna de las
cualescorrespondea un periodode la historiaeconómicadel paísy fue ase-
soradapor un reconocidoespecialistaen el periodorespectivo.Cadaparte
úre conun capituTopanorámico,a catgodel asesordel periodo,en el que se
exponenlas tendenciasy los rasgosfundamentalesde esa fasehistórica, y
contigneun número variablede capítulostemáticos.Como su nombre 1o
indica,éstosabordanaspectosespecíficos que sehan considerado relevantes
paracaraclerizarel periodoen cuestión.Seobservaráque las partesiniciales
sonbreves,y se van engrosandoamedidaque se avanzaen el tiempo. Ello
se debea circunstancias diversas,entre las cualesdebedestacarse el estado
de nuestroconocimientosobrelos aspectoseconómicosde cadaperiodoy la
INTRODUCC]ON 15

crecientediversificacióny complejidad queha adquirid,ola economíaen el


último sigloy medio.se notará,asimismo,que los aspectostratadosen los
capítulostemáticosno necesariamente sonlos mismosde un periodoa otro.
Ello es así porquedecidimosno privilegiaruna perspectiva,,sectorial,,, qrJe
diseccionaríalaeconomíaen sussectoresprincipales(agricultura,industria,
etcétera) y haría luego un recorrido histórico para rastrearsu evolución. En
carrhio, optamos por un enfoque que en cada etapaotorga preferenciaa
aquellosaspectosdistintivosy fundamentales,sin los cualesno es posible
caructerizarlaapropiadamente.Dicho enfoquenos ha parecidomás flexible
y acordecon el objetode estudio.A partir áe estecriterio puedeexplicarse
que en Tapimerapartehaya un capítulosobreia historiaeconómicade la
sociedadindigena,y en la últimauno sobreel papel de ios gruposempresa-
riales,por dar sóloun ejemplo.
otro rasgo que salta a ia vista es que se trata d,euna obra de caracter
colectivo.En comparucióncon las síntesiselaboradas por una solapersona,
un trabajocolectivoposeealgunasventajasnotables.por ejemplo,graciasa
ello hemospodido invitar a destacados expertosen cad.a temá y periodoa
exponer1oque sin gran riesgopuedeconsiderarse el ,,estado
dei arte,,en su
campode especialidad.como es fácil entender,estoha permitido agtegar
una cantidadde conocimientosy un gradode profundid ad.analíticaquedifi-
cilmentepodriaencontrarseen un solo autorparatanlargoperiodode estu_
dio. No obstante,tal caracteristicaposeetarrtbiénalgunasdesventajas,o para
decirlo más benignamente,algunasconsecuencias que algún rector podría
considerarcomo limitaciones.una de ellas tiene que ver con el grad,o d,e
armoniay uniformidad en el coqiunto que es posible aTcanzarenuna obra
de estanatutaleza.,L7comenzarnuestroproyectoestablecimosalgunoslinea-
mientosbásicosque todoslos autoresdebiantomar en cuenta enla elabon-
ción de sustextos.se revisarony discutieronlos esquemaspropuestospor
los autorespata cadacapituTo,y se modific aron paraacercarlos1omás posi-
ble a los objetivosdeseados. Después,serlevarona cabodosseminariospara
discutir versionessucesivasde los trabajos,uno de ellos cerrad.o-restringi-
do a los autores- y otro abierto,es decir, conla participacilnde comentaris-
tas externosy la asistenciade púbricointeresado.En cad.a ocasiónse hizo
hincapié en la importancia de uniformar criterios, destacarciertos temas y
ofrecerlíneasinterpretativascTaras paralamejor comprensióny seguimien_
to de la obra.Esteesfuerzoprodujoresultadosnotablesen ciertosaspectos,
comoel trazadode aigunoshilos conductoresa 1olargode todala obta,perc
también mostró los límites de la uniformid.ad, posible.Esta fue, como se
expondráen seguida,una de variasrehunciasque debimoshacer en el oro-
cesode eTaboración del libro.
En efecto,Tapúmerarenunciaque impusorafuerzade roshechosfüe a
la uniformid adinterpretativadel conjunto.La aspitacióninicialde que \a
obra
16 HISTozuA ECONOMTCA GENERAL DE MÉXICO

destacara 1osconsensos historiográficos fundamentales tuvo que ser abando-


nada tempranamente, debido a que en muchos ámbitos esos consensos sim-
plemente no existen o han sido puestos en cuestión por corrientes u opinio-
nes divergentes. No faeunarenuncia dolorosa, si se piensa que gracias a el1a
fue posible reflejar en toda su riqueza interpretaciones y debates que están
abiertos en nuestra disciplina y que no pueden darse por concluidos en forma
voluntarista, sólo porque hayamos decidido hacer un alto para ofrecer esta
síntesis general. Aunque más adeTanteme rcferiré a aigunos de estos debates,
por el momenlo cabe destacar qlu.e,a cambio de una interpretación única y
armoniosa que recorrien todala obra,decidimos solicitar a los autores hacer
explícitas, cuando las hubiera, las diferentes posturas acerca de algún fenóme-
no o periodo histórico y asenta4de ser el caso,su propia adscripción aalguna
de el1as.De esta manera, 1o que en un primer momento apareció como la
imposibilidad de conciliar todos los puntos de vista historiográficos, se convir-
tió en 1o que, creo, constituye una visión mucho más frescay dinámica de 1o
que sabemos acerca de la historia económica del país.
La segunda renuncia, menos placentera pero igualmente obligadq fue al
deseo de abarcartodos y cadauno de 1osaspectosrelacionadoscon el desen-
volvimiento económico de México. Algunos detalles se dejaron de lado sin
mucho dolor, a sabiendas de que su significación económica era pequeña,
indirecta o de corto pTazo:el establecimiento de dependencias de gobierno,
la expedición de leyes de vigencia breve,Ia actuación de ciertos personajeso
los pormenores de aigún evento particuTar.Muchos de ellos debieron omitir-
se por razones de espacio: de por sí iargo, este volumen no podía albergar
todo 7o que se rc7acionfua con la economia mexicana a7o Targode 500 años.
Otras renuncias dependleron estrictamente de los balances particulares que
los autores hicieron acercade la importancia de determinados eventos o pro-
cesos,y en este terreno se vislurnbra el límite nalulraTde las directivas que
los coordinadorespodían imprimir sobre cada uno de los capítulos. Vienen a
la mente temas como la expropiación petrolera yTareforma agraria de1perio-
do posrevolucionario, fenómenos que quizá podrian haberse tratado en
forma más amplia. En particular, se hizo evidente para quien esto escribe
que las prioridades de los especialistasdel periodo más reciente son, enten-
diblemente, distintas a las de los historiadores económicos propiamente
dichos, quienes abordamos el presente como e1resultado de un proceso his-
tórico de Targop7azo.
Mención aparte merecen las ausenciasque tienen que ver con baches, a
veces verdaderaslagunas, en nuestro conocimiento sobre algunos temas de
gran importancia. Uno de e11oses el de Ia educación, o 1o que con mayor
precisión ha recibido el nombre de "capital humano". En las décadasrecien-
tes, investigadoresde muchas partes del mundo han descubierto y reconoci-
do la importancia deTa educaciónen el crecimiento económico de las nacio-
INTRODUCCION 77

nes/ y han empezado aprofi)ndizar en este fenómeno


con el fin de dilucidar
qué niveles y tipos de educación resurtan
de particarar importanc ta paru
explicar e1crecimiento, y si sus efectosson perceptibles
en el corto, mediano
o largo pTazos(véase,por ejemplo, Núñez y Tbrterla,
1993). Desafo rtunada-
mente, detectamos un pronunciad.o rezago en el
estudio de este tema con
una pefspectiva de TargopTazopara e7caso de México. por
estatazón, aunque
el asunto se menciona en varios capíturos,no ha podido
ser abordado siste-
máticamente en este volumen. otra ausenciatemáticanotable
es ra de los
medios y tecnologíasde comuni cación,cuyo despliegue
en 1asúltimas déca-
das ha sido a todas luces un componente zun¿ameital
del proceso que ha
llevado a la economia mundial a un nivel de integracion
si' precedentes,
conocido como globalización. Pesea que existen
interesantes estudios sobre
eltema desde una perspectiva sociológica, cultural
o politica, no encontra-
mos un especialistaque ofrecieraun acercamiento problema
al desde el enfo_
que de la historia económica y con una perspectiva
d.e largo plazo. Entend.e_
mos que éstas y otras carencias abren una
agenda de investigación que
merece ser expl0rada por 10sinvestigadoresjóvenes,
y confiamos"en que en
una pr'xima edición de este volumen se hayan
superado 1aslagunas que
actualmente existen en la especialidad. En fin,
cabe hicer notarqul esta obra
terminó de escribirse a mediados de 200g,y que
en ciertos casosla infbrma_
ción disponible sólo rTegabahastaargúnmomento
anterior. Esto significa que
los autores deraúttimaparte no siempre hanpodid,ohacerse
d"ramás
reciente crisis económica que ha pad.cido nuestro
país, y "urgá
mucho menos
vaTorarsus alcancesy consecuenciasen el corto
y mediano plazos.
Antes de pasar a otro tipo de asuntos, quisiera
mencionar distintos ras-
gos formales dela obraque el lector puede
encontrar de interés. Uno de ellos
es que, para aTigerarTarectura,tomamos la decisión
de reduciral mínimo las
menciones de ias fuentes utilizadas, e introducirlas
en e1 texto en vez de
hacerlo en notas a pie de página.En cambio,
con er propósito de ofrecer una
guia para profundizar en los temas tratados,
a7 final de cad,acapitulohemos
incluido una lista de referencias y bibliografia, que
incluye táto tu, obru,
mencionadas por los autores en el texto como
algunasrecomendaciones de
lectura que han juzgado de interés. Finalmente,
consideramo s que pata un
lector informado pero no adiestradoen este
campo der conocim iinto,ra jerga
económica puede resurtar un obstáculo que
desali enre ra rectura. Hemos
tratado de sortear este escolro de dos *un.rur,
por un7ad,o, enel cuerpo de
los capítulos los autores han introdacido definiciones
(al pie de ra página)
sobre aque110stérminos propios de su tema y periodo
que se encuentran
estrechamente vinculados con el contexto
discursivo de cadacaprtuio en
particuTar. Por otro, hemos incluido ar finar
de ra obraun glosario
pora los conceptos empleados en el iibro y lr" ir..or-
Que,por ser de uso frecuente en
la historia económica, creemos de ut'idad g
áneral.confiamos en que, atma-
18 H ] S T O R I A E C O N O M ] C AC E N E R A LD E M É X I C O

da con estasherramientasbásicas,cualquierpersonainteresadapodrá seguir


el hilo de la lectura sin dificultad.

LA PERIODIZACION

Como todos sabemos, unapertodización consiste en una serie de cortes tem-


porales establecidos analiticamente para poder distinguir entre varias épocas
ot para usaf una expresión menos enfática, entre varias fases de la historia.
Las periodizaciones contienen elementos de significación histórica general,
otros asociados con cada disciplina y otros más relacionados con aquellos'
aspectos que se desea destacar en:un acercamiento o interpretación particu-
lar. No existe una regla que estipule cómo deben jeratqtizarce estos criterios,
y todas contienen por ello cierto grado de subjetividad o, si se quiere, de arbi-
traiedad, de modo que las líneas temporales suelen combinarlos de maneras
más o menos afortunadas.Ninguna eSSiemple consistente ni absolutamente
sólida, y por elio puede ser objeto de críticas de quienes sostienen cfiterios,
interpretaciones o preferencias historiográficas distintas. En mi opiniórr, una
perrodización es apropiada si permite caraoterizar mejor :una época a partir
de sus rasgos distintivos y originales o, más precisamente, si refleja de mane-
ra razonable las tendencias de largo plazo y establece cortes pertinentes en
la dimensión que constituye el objeto de estudio de su disciplina. Ni los cor-
tes ni las continuidades son absolutos, ni siquiera inmediatamente percepti-
bles: son un mero instrumento que permite al historiadot manejat en forma
más simple y coherente largos periodos. Así, por ejemplo, de ninguna mar.e-
ra debe entenderse que e1tránsito de un periodo a otfo repfesenta unarúp-
tura completa con el anterior y 1a implantación de un orden enteramente
nuevo, 1o cual seria prácticamente imposible si nos seguimos refiriendo a la
historia de un mismo país. Lejos de e77o,cada periodo gaarda elementos de
continuidad tespecto al que le precede, e introduce elementos de ruptuta
que 1o distinguen, en algún aspecto sustancial, del anterior.
La cronologíamás esperada enuna historia general de México habúa
sido aquella ql1e encontrara como hitos la Independenciay 7a Revolución
mexicana. No habría nada de erróneo en ello, pero tampoco nada de original,
ni siquiera un intento por adaptar 1oscortes temporales al objeto de estudio,
que no es la política o las instituciones, sino 1a economía mexicana. Por esta
raz6n,y a sabiendasde que puede haber desacuerdocon este cfitefio, nos ha
parecido pertinente proponef :urralinea temporal distinta, que atienda a los
procesosy ritmos propios del desenvolvimiento económi6o, que no son los
mismos que los políticos, y permita identificar tanto las grandes 1íneasde
continuidad como los puntos de ruptura más perceptibles en ese ámbito.
Debe tenerse en cuenta, en última instancia, que los pfo6esos econémicos
INTRODUCCIÓN 19

dificilmentepueden"fecharse"con precisión, de
maneraque los añosque a
vecesse introducenen 10stítul0s debenconsiderarse
comoaproximaciones
al momentohistóricoen el que tuvieronlugar ciertos
fenómenoso procesos.
NuestraTineade tiempo contempla,así,un primer periodo
que abarcabuena
parte de 7aépocacolonial, desdeia conquista
hasta mediadosder sigroxvrrr;
un segundoperiodo que va de alrededorde 7760
a 1856,comprendiendo
desdelas reformasborbónicashastara vísperade
las reformasiiberales;un
tercerperiodoquea:rancacon éstasy concluye
conla grancrisisinternacio_
nal de 1929,y un último periodoque se ocupa
der sigloxx ,,dilatado,, , que
arranaaen 1929y desemboca en el comienzo del terceimilenio.
La primeru etapa,de,digamos,IS2I a 1760,es
aquéllaen la que se esta_
blecierony consolidaronlos rasgosproductivos,
las estructuraseconómicas
y muchos de 10sarregl0ssocialese institucionales
que rompieron con la
sociedadprehispánicay que habriande perd.ur
u, poi varios sigl0s.si bren
algunosde ellossetransformaron amediadosdel
sillo xvru, otrolsmostraron
una Targaresistencia,manteniéndosemucho después
de1corte temporal
introducidopor nuestrapropiaperiodización,pero
tarrhiéndel corte impues-
to por 7aguena o la consumaciónd.ela Independencia.
El u-piro predomi_
nio de 7a agricurtura,Ta centrarid,ad,
d,era mineria, ias basesinstitucionales
que determinaronúna desigualdistribución
de ra propiedad y d,era riqueza,
así comode los derechosy oportunidades; todo ello se establecióen los dos
siglosy medio que sucedieronalaconquista.
Dentrode estacontinuidadde laryi plazoen
ciertosrasgosestructurares
e institucionales,encontramosun elementod,e
rupturasignificativoa partir
de 1760,cuandocarrosIII llevó a susúltimas
consecuencias el reformismo
impuestodesdeprincipiosdel siglopor ra dinastíade
rosBorbonesen el impe_
rio español.Lasllamadasreformasborbónicas
buscabantransformarra orga_
nizaciónde las col0nias parabeneficiode la metróp
o7i,paral0 cuai se juzgó
necesariopromoveÍe1sectorminero,crearun
sistemamáseficiente de recau_
daciónfiscal,reducir el poder de ciertascorporaciones
e iniciar unapauratina
lfre*lización del comercio, marcandoel principio
del fin del mercantilismo
españolen estapartede su imperio.En algunos
casoslas reformasrefuncio-
nalizabanel orden coronialoriginal;.r. oá,
1omodificaban.pesea que su
efectopositivoo negativosobrela economíanovohispana
esmateriade deba-
te, muchoselementosdel orden resurtantesobrevivieron
u t, irra"f" ndencia
y pasarona formar parte de1marcoinstitucionar
que definiría el curso de la
economiamexicanahastamediadosdel sig10
xx. No era tanto que el recién
surgidoEstadonacionarse negara uro^pá,
con el pasado,siná que, en ras
dificiles circunstanciascreadaspor 1adetili dad
del nuevo'nstadoy la frag_
mentaciónterritorial, no eta capazde hacerlo.
otro eiementoque da cohe:encra al segundoperiodode la historiaque
aquí se naffa se reracionacon las tendenciásgenerales
de la economía.En
20 HISTozuA ECONÓM]CA GENERAL DE MÉXICO

efecto, pese ai auge minero de fines del siglo xvtIt, existe cierto consenso en
que sus últimas décadas atestiguaron e7 comienzo de una pronunciada ten-
dencia declinante en el ciclo económico, Ia cuaThabtia de extenderse hasta
la segunda mitad del siglo xu. Lapropiamineúa entró en una fase de rendi-
mientos decrecientes,mientras que e1resto de la economía, y en particular
ia agricultura, padecia por el atraso tecnológico y unabaja productividad que
condenaban a7a población a padecer crisis periódicas de subsistencia. La
gl;;erradeIndependenciay sus secuelasno hicieron sinorefotzar estosrasgos,
en virtud de1 severo debilitamienlo de7 apanto estatal y de la fragmentación
de1territorio, entte otros factoresque agudizaronlas tendencias recesivasdel
ciclo económico y contrarlestaron los impulsos favorables a7a tecupercciín
durante varias décadas.
El tercer periodo arÍanca con el ciclo de cambio institucional abierto por
la Constitución de 7857y 1asLeyes de Reforma, inaugurando un olden liberal
que, en el curso de 1assiguientes décadas,transformó de maneta desigual,
pero no por e11omenos visible, las condiciones institucionales de Ia organiza-
ción económica, 1adistribución de la propiedad y la definición de los agentes
económicos, privilegiando la iniciativa individual y la propiedad privada' En
forma no menos dramálica, estas leyes desafiaron muchos de los rasgos cor-
porativos quehabian caracterizado a la sociedad mexicana y, junto con otlas
promulgadas más tarde, aceleraron el tránsito de una economia de antiguo
régimen a una sustentadaen el crecimiento económico moderno' Aunque la
transformación no fue inmediata -debido a que las circunstancias políticas
impidieron temporalmenteira apTicacióndel nuevo marcoTegaT-, no cabe
dada de que se abrió entonces una nueva etapa en la historia económica del
país. 41 desembocar,confoÍme a sus propias tendencias, en 1)namayor inte-
gración con la economía internacional y en la adopción de un modelo de
crecimiento liderado por 1asexportaciones,se conform6 a partfu de entonces
un orden económico muy distinto al betedado de la Colonia, aunque con
algunos rasgos de continuidad que todavia no pudieron superarse.
No se puede negar que la Revolución mexicana y en particular la Cons-
titución de I9I7 sacudieron este orden en el terleno de las instituciones y
de las relaciones de poder (incluidas, en parte, las de poder económico). Sin
embargo, e1 hecho de que lamateúalizactón de los preceptos del nuevo
orden constitucionai se haya postergado -a veces por varios lustros-,
marcó una continu idad que se vio reforzada por el fenómeno, aún más sig-
nificativo, de que los rasgos estructurales de la economia y el modelo de
Crecimiento no se tlansformaron como lesultado de ese acontecimiento
social. Antes bien, podria decirse que la transición al crecimiento económi-
co moderno pudo completarse en pafie gracias a la eliminación de algunos
de 1oselementos más arcaicos de la economíamextcana -como el peonaje
por deudas- | quela Revolución hizo posible. En cambio, en términos del
INTRODUCCiÓN 21

desenvolvimiento de ésta, la ruptura con ei periodo anterior


fue más bien
impuesta, de manera abrupta y tajante, por ra Gran Depresión
de fines de
1929, qae no sólo produjo una transiciónhacia un modelo
de crecimiento
liderado por ia industria y orient ado ar mercado interno, sino que
aceleú la
materialización -y acaso promovió la radicalización- de los
cambios lega-
les previstos en la Constitución.
La crisis de 1929 abre er cuarto y úrtimo periodo considerad'
en esra
obra, que se ha designadocomo "el dlTatadosiglo xx,,, puesto que
comprende
el primer decenio del siglo xxr. se trata d.e una etapa caracterizad.a
por ra
consolidación del crecimiento económico moderno, que completó
en forma
definitiva los cambios estructurales iniciados en el periodo
anierior (como la
industrializació n y 7a urb anización). En el7a,7a economía
mexicana transitó
por dos modelos de crecimiento: uno, que prevaleció hasta
inicios dela d,éca_
da de 1980, de industrialización por sustitución de importaciones
(rsi) con
fuertes rasgosde proteccionismo e intervencionismo
el otro, despre-
gado a partir de mediados de esa d.écad.a "rtutul;
y vigente hasta el dia d,ehoy, de
liberalizaciín y desregulación econó mica y con una creciente
participación
en la economia global. De esta manetat tanto el lramado ,,crecimiento
hacia
dentro" como la ruptura con ese modelo y las reformas
estructurales de ros
años recientes se abordan en cadacapítulo d,e7a cuartaparte
con una pers-
pectiva deTargo p7azo,que permite estudiar ese proceso
tanto en su dimen-
sión históric a como en sus resultados e implicaciones actuales.

ALGUNOS HILOS CONDUCTORES


Y EL ENFOQUENEOINSTITUCIONAL

Entre las consecuencias de que ra obraestécompuestade capítuloselabora-


dospor autoresdistintosseencuentrala posibilidadde empalLes
temáticos,
asícomode equilibriosdiversosenrelacióncon los temasque
se consideran
relevantes.No obstante,comose r¡encionóya, hemosprocurado
estabrecer
ciertaslíneasy parámetrosde anáiisiscomunes,que, en medio
de ias dife-
renciasperceptibles,permiten rastrearalgunoshilos de continuidad
en la
lectura,de maneraque un rectorcon interesesespecíficospodráhacer
un
seguimientode estostemasen distintoscapítulosque abarcintodo
el perio_
do de estudio.Entre las preocupaciones reiteradasse encaentran,poreJem-
plo, las que nosllevan ainquitir acercadeldesempe ño d,elaeconomiamexi-
canav su crecimientoaTargop7azo,asicomosobreel papelde la
dotaciónde
recursosnaturales,enpafticaTat10smineraies,en ei desarroll0
del país,y de
los "ciclos"de productosQapTata, el petróreo)quehancondicionaáoru"r*
mente 7a oúenracióndel desarrolloy las políticaspúbiicas.
otros temas
comunesson el cambiodemográfico,las conexionesde México
con ei mun-
22 HISTORIA ECONOMICA GENERAL DE MEXICO

do exteriol, su comparación con otros países,y la evolución de los sectores


público y privado de la economia. IJn asunto importante y recurrente es el
del desarrollo de los mercados y su grado relativo de integración o fragmen-
tación en los distintos periodos históricos. Esta problemáticafue introducida
hace 30 años en eI debate latinoamericano por Carlos Sempat Assadourian
(véase Assadourian, 1979, 1982) al pTanteare1papel del sector minero colo-
niaT que,lejos de actúar sólo como proveedor de metales parala metrópoli,
cumplia una función económica dinamizadora enla articulación de circuitos
mercantiles internos. Su tratamiento se ha extendido al siglo xx, cuando el
país enfrentaba e\ reto de conformar un mercado interno de alcance nacio-
nai. E1problema se vincula, a su vezt con el de \a geografr.aeconómica y los
sistemas de transporte, de particuTar importancia en un país de orogtafra
compleja y ausencia virtual de ríos navegables. En fin, para cefiar esta breve
reseña de temas digamos que, aunque ésta no es una historia social y no
pretende por ello ahondar en esa dimensión del desarrollo, cuando es opor-
tuno se úordan cuestiones relativas a las relaciones de trabajo, los salarios,
1a desigualdad y la pobrezat así como al impacto social de los patrones de
crecimiento o de las políticas públicas.
Mención aparte merece un hilo conductor queha recibido especial aten-
ción en este volumen. Me refiero al marco institucional y, en generaT,al
problema de las instituciones, que constituye una dimensión de análisis
especialmente apropiada para un estudio de largo plazo y para economias
que no se ajustan plenamente a los patrones que han seguido los paíseslíde-
res en e1proceso de desarrollo económico. Debido a que ofrece un enfoque
teórico útilpara nuestro objeto de estudio, quisiera explicar brevemente en
qué consiste este acercamiento y por qué hemos considerado importante
destacarlo aToTargode esta obra.
En las décadas recientes, el desarrollo de una vertiente analitica deno'
minada nueva economía institucional (Nnr) ha obligado a 1osestudiosos en
el área de las ciencias sociales arevaTorarla importancia de las instituciones
para 7a orientación y e1 desempeño de las economías. La Nnl ha aportado
elementos fundamentales para entender un mundo real que claramente no
operabajo 1ossupuestosestilizadosde la teoría económica neoclásica (mer-
cadosperfectos, sujetos maximizadores del beneficio privado, etcétera),y su
capacidad explicativa se amplifica a medida que nos distanciamos de 1a
sociedad actual,es decir, cuando nos ocupamos de la historia. Estateoría nos
ayuda también a entender por qué arreglos institucionales, que son inefi-
cientes desde el punto de vista económico o que incluso empeoran enforma
considerable el funcionamiento de 7a economía, pueden persistir a 1o largo
de1tiempo. Larazón puede rudicar en el hecho de que esosarreglos favorez'
can aI grupo en el poder o aana coalición de intereses que se beneficia de
su mantenimiento. Así, la tarrhién7lamada nlJeva teoría institucional ofre-
INTRODUCCION 23

ce, para los fenómenos económicos, elementos de explicacion


que se
encuentran fuera dei ámbito estrecho de la economia, y enesa
medida enri_
quecen nuestro horizonte interpretativo
fNorth, 1gB4).
De acuerdo con esta teoría,y enra definición qu. ofr"." Douglass
North,
las instituciones son las "reglasdel juego" que norman y
moldean el compor-
tamiento de los actores económicos (North, 1gg3: 14).i pueden
ser formales
(como las leyes, códigos y reglamentos) o informales
¡como las tradiciones,
los valores y los códigos de conducta). Tbdas eilas crean
un marco de incen-
tivos y oportunidades para ra acción,y condicionan ras decisiones
que toman
los individuos. En 7a medida en que estas decisiones se
relacionan con el
campo económico (como el uso del tiempo, la inversión,
e7 ahorro,el giro de
ocupación y un iargo etcétera),tienen consecuenciase implicaciones
econó_
micas. Algunas instituciones favorecen un buen desempeño
económico,
como aquellas que promueven la inversión o el uso productivo
del tiempo;
otras propicianunpobre desempeño, como las que fomentan
er gasto impro-
ductivo o la corrupción. Muchas reglas cambian continuamentá;
otras per-
manecen por largos periodos, pero ni el cambio niTa permanencia
garantizan
que el conjunto de reglas resultante sea convenie nte parael
crecimiento.
En el caso de México, argunasinstituciones han tenido
un impacto pro-
fundo sobre el desenvolvimiento económico secular.Sin
asumir grandesries-
gos' es posible mencionar al menos tres instituciones
de la épocacolonial
que tuvieron consecuencias profundas y de muy
largo plazo sobre ra organi_
zación de la economiamexicana: el puebro, lahac¡eÁd.iy
ertrabajo forzado.
ocupémonos brevemente de cad.aunade eras para acraiar
ra cuestrón.
como explica en su capítulo Hausberge4los pueblos de indios
surgieron
desde mediados del siglo xvr de ros señoríos indígenas preexistentes,
que
eran reubicados y congregados pata concentrar a los
sobrevivientes de la
despoblación y asegurarra custodia deracorona. como
aftrmaFelipe castro,
el pueblo constituía "erhofizonte de las actividades económrcas
de ramayor
parte de los indios". Los pueblos disponían de tierras
y gobierno propio, y de
formas peculiares de acceso a los recursos que reforzab
an su catácter comu-
nitario e inhibían 7a iniciativa autónoma de sus miembros.
Gran parte de la
supervivencia se garantizaba con ros recursos y 7a produccion
piara auto-
subsistenciadentro de ias propias comunidades.aun así,
desde Áuy t"^pru-
na fecha, éstas debieron mantener una relación más o
menos continua con
I como se
aprecia, esta definición de instituciones difiere del uso
habitual que se le da al
término, y que coüespondería más bien a ra noción
de,,organtzación,, u ,,organismo,,dentro de
la terminología neoinstitucional. De acuerdo con ésta,
mlenhas que las instituciones son las
reglas deljuego, 1os organismos u organizaciones
son el espacio de intencciónen e1cuat aqué-
llas adquieren vigencia. Así, por ejemplo, e1proceso
d,e enseñanza-aprendizalesería la regla del
juego de1 organismo que conocemos como
escuela. No debe pasarse por alto esta dif.erencia
incluso si, enlapráctica, suere designarsea ra institución
de 1amisma for-u qra u.o -u,"rrr_
lización en un organismo particular.
24 HISTORIA ECONÓMICA GENERAL DE MÉXICO

la economía de mercado , en 7a qtue vendian sus productos o su fuetza de


trúajo para obtener 1osingresos monetarios necesariosparc el pago del tri-
buto o de las aportaciones a las cajas de comunidad. Con modificaciones
derivadas de 1ascondiciones generales del país, y apafiir de cierto momento
bajo el asedio de la legislación impuesta por el orden liberal y 7a amenaza
que significaba la expansión de las haciendas, esta institución (es decir, el
conjunto de normas y derechos de propiedad materializado en los pueblosi
sobrevivió hasta el siglo xx.
Por otra parte,Tahacienda apateci1 desde fases temptanas delúgimen
colonial, y se consolidó a pafiir de la crisis y reestructurcción del reino que
tuvo lugar Ttaciamediados de1siglo xvlt. Se formó por \a ocapación de tierras
vacantes, partic;;latmente tras la crisis demográfica que siguió a la conquista,
o gracias a 1asventas o a 1asconcesiones (mercedes) qae realizabalaCorona.
Las haciendas consistían en vastosterrenos que con fiecuencia se uliTizaban
sólo parcialmente, y dentro de los cuales se cultivaba patala autosubsisten-
cia y en ocasiones-en medida vaúab|e según su ubicación y las circunstan-
cias de1 momento- para el mercado. Estas propiedades sobrevivieton, a
menudo en pugna por 1osrecursos con los pueblos y no pocas veces expan-
diéndose a expensasde ellos, aloTargo del siglo xtx y principios del xx, hasta
que fueron liquidadas por la Reforma Agraria enla décadade 1930.
Las coacciones extraeconómicas relacionadas con 1a fuetza de trabajo
también encuentran sus raíces en el periodo colonial. Los propietarios de
haciendas utllizat,an dos tipos de mano de obra: por un 7ado, trabajadores
temporales que perchian un salario (frecuentemente los mismos habitantes
de los pueblos) y por otro, trfuajadores fijos atraidos con adelantos de dinero
que luego eran retenidos por medio de las deudas.Independientemente de 1a
efectividad de este mecanismo extraeconómico de control sobre 7a fuerza de
trúajo o de 1a frecuencia con que en 1oshechos se hiciera cumplir, en é1se
encaentra ei origen de la institución del peonaje por deudas que, de una u
otraformay con distinta intensidad según las circunstancias y el lugar, sobre-
vivió en el medio rural mexicano hasta la Revolución. Asimismo, aun sin
considerar todauna serie de trabasTegalesque durante la Colonia actuaban
contralaplena incorporación de los indígenas a7a actividad económica, este
solo elemento constituía un pesadolastre que impedia el mejoramiento en las
condiciones de vida y fuenúa 1a movilidad social.
Para decirlo con mayor precisión, en e1lenguaje de 1aNnt la hacienda y
el pueblo eran organizaciones u organismos en 1os cuales se materializaba
una serie de instituciones formales e informales cuyos componentes podian
modificarse a7o Iargo dei tiempo. Involucraban leyes y derechos de propie-
dad [instituciones formales) tanto cgmg cgstumbles arraigadaq cÓdlgos
morales de comportamiento y tradiciones (instituciones infbrmales). Por su
parte,la coacciln extraeconómica deI trabajo o e1peonaje por deudas, arre-
INTRODUCCION 25

glos laborales que pueden definirse con toda propied,ad,como


instituciones
en términos de la nu, enn tantbién en sí mismos una conjunción de
reglas
formales e informales, pues en ciertos periodos se encontraban contempla_
dos en la legislación, al mismo tiempo que formabanparte de una ,,economia
mora7"(con normas no escritas)de reciprocidad subyacenteen las
reiaciones
entre patrones y trabajadores en el ámbito delahaciend.a.
Puede vislumbrarse de qué maneras este conjunto de instituciones
marcó la estructura y las característicasdel sector agrario,por mucho
e1prin-
cipal de 7a economia mexicana hasta mediados de1siglo xx, y en
esa medida
condicionó tarr'bién 7a orientación y el desempeño de ésta durante
varÍos
siglos. El binomio hacienda-pueblo obstaculizó la formación de un
mercado
de tierras, y sujetó e1principal recurso disponible
eatiena) a mecanrsmos
informales de posesióny a patrones dc concentr*ion iimoviridad que
inhibieron el desarrollo productivo, e\ avancetecnológico "
y la producción
para el mercado. Por su parte, 10smecanismos morales y
legales que sujeta-
ban 7a fuerza de trabajo por medios extraeconómicos frenaron la
formación
de un mercado Taboral,en el que er salario de 1ostrabajadores
se estableciera
conforme a su escasez reTativao a su productividad matginal. En
una suerte
de simbiosis perversa, ese binomio contribuyó a generarlos peores
resulta_
dos posibles, por 1o menos económicos -pero acaso también en
términos
sociales. Tbnto la hacienda como el pueblo disponían d,e una amplia
franja de
subsistencia que hacia superflua ra participacrón en 7a economiamercantil,
pero por lo mismo desalentabala producción con fines
comerciales. comne_
tianporlatierra y otros recursos,1o cual creabatensionesy contradicciones
que a veces estallaban en forma violenta, pero se
complementaban e4
muchos aspectos, faciTitando ra permanencia y desalentando
er canúio. La
hacienda podia recurrir a la reserv alaboraT que ofuecianlos pueblos
circun-
dantes para satisfacer sus necesidades extraordinarias de fuerza
de ffabajo
con un mínimo desembolsomonetario y un máximo de flexibilídad;
los habi_
tantes de los pueblos podian acudir esporádicam ente aTahaciend,a
para com_
pletar sus mínimas necesidadessin tener que al:and.onar
su comunidad en
busca de untrabajo asaTariad.o. por si fuera poco, los mecanismos
coercitivos
de atracción y rctención de 7a mano de obra',contaminúan,,
otros sectores
-avnqve a veces se encontrabanya
de úguna forma presentes en e110s-,de
manera que aun en las grandes empresasmineras del sigl0 xlx se
veían tien_
das de laya y ffabajadoresendeudados.
En este terreno, la dependen cia de ra trayectoúa (path dependence)
fue
más poderosa que cualquier cambio en ras instituciones formales,
y só1ola
ruptura violenta provocada por la revolu ción d,e1g10permitió
transfbrmar la
estructura de la propiedad y las condiciones raboraresen
el campo. A partff
de entoncesse inició la liquidación d,erahaciend,ay der peonaje por
aeudasy
otras formas coercitivas de control d,e la mano d,e obra.
No oüstante, aun
26 HISTozuA ECONOMICA GENERAL DE MEXICO

entonces hubo reminiscencias de las atcaicas instituciones coloniales, de


manera que la reforma agraia contempló, particularmente en su fase carde-
nista, una forma de propiedad colectiva, el ejido, que volvió a colocar lecursos
productivos a7 margen del mercado y de los derechos de propiedad privada,
poniendo a sus usufructuarios en estrecha dependencia respecto al Estado.
En este sentido, 1asreglas de1juego impuestas en el medio raral darante la
época coionial só1odesaparecieronpor completo enTa décadade 1990,cuan-
do se establecieron plenos derechos de propiedadprivada sobre la tierra.
He mencionado estos casos debido a sa caráctet patadigmático y a su
ptolongada presencia en la economia mexicana, pero es preciso reiterar que
muchos otros factores institucionales han condicionado el desempeño de
aqué77a,incluso si no han sido tan visibles o tan perdurables. Ofrezco sola-
mente aigunos ejemplos para estimularTaimaginación del lector. La defini-
ción de 1a religión cató7icacomo oficial en 1a Constitución de IB24 y Ia pto'
hibición explícita de cualquier otro credo configuró un grave obstáculo para
1a inmigración de ciudadanos europeos o estadounidenses no católicos al
menos hasta 1857, apartando a México de la úayectotia de otros países del
continente en este aspecto. Una legislaciónbancaria restrictiva expedida a
fines del siglo xix inhibió la multiplicación de organismos financieros y pro-
pició la concentración del crédito en un pequeño grupo de empresarios-fi-
nancieros que se benefició directamente de esta circunstancia, rcducíendo
en forma drástica la disponibiltdad de leculsos parala inversión en el resto
de la sociedad.El fuerte intervencionismo estatal que emergió de la Consti-
tución de I9I7 desernbocóen la creación de un amplio sector público de Ia
actividad económica que dio lugar a monopolios que no requetian ser com-
petitivos o eficientes para obtener rentas. En la medida en que éstasse repar-
tian entre las partes involucradas (la alta butoctacia de las empresas, los
sindicatos y el Estado), se produjo un interés por reproducir una situación
dañina para el desempeño de 1a economía. En fin, incluso en épocasen que
se han perfeccionado los derechosde propiedad,la corcupcióny 1asfallas en
e1 funcionamiento del aparalojudicial, enlre mtchas otlas, hacen que los
riesgos de ciertas inversiones sean en extfemo elevadosy que esosderechos
no se encuentren plenamente garantizadospara todos los individuos.
Como se ha podido observar,lidiar con instituciones formales, es decir,
aquellas que se han codificado en leyes y normas escritas, y sus posibles
efectos sobre e1desempeño económico, es mucho más sencillo que abotdat
las instituciones informales, como los valores y 1ascostumbres, cuya impor-
tanoia no puede pasalse por alto, pelo cuya incidencia sobre la actividad
económica es dificil de sopesar.Lo que es más, muchas instituciones impor-
tantesparael desempeño sonen Tealidad
dela economía dereglas
cgniuntos
formales e informales, es decir, de aspectoslegisladosy otros resultantes de
la tradición o de 1osusos imperantes. Cualquier agendade investigaciónpara
INTRODUCC]ÓN 27

e1futuro deberiainciuir esta dimensión del problema,que involucra un


mayor desarrollodel trabajointerdisciplinarioy la confluenciade camposde
investigación aparentementetan distantescomo la historia econórnicav la
historiacultural.

EL CoNTENIDo DE LA oBRA

como se ha dicho antes,cadaunade las cuatropartesque componeneste


volumen se abre con un capitalointroductorio panorámico,que inrenra cap-
turarTaevoluciónbásicay 1osaspectos másimportantesdel periodoen cues-
tión. Así, en el primero de ellos (capítuloA), Bernd.Hausbergerofreceuna
caracterización generaTdel periodocolonialdesdela conquistahastamedia_
dosdel sigloxvnr. Explicacómo,a pesarde que los conquistadores buscaron
reproducirla sociedadseñorialdela queprovenian,susnecesidades de abas-
tecimientoy sobrevivencialos obligarontanlo apreservarciertosaspectosde
7a economia indigena que los proveia de alimentos, como a organizarun
sector exportadorque les permitiera encavzatrecursosparala corona e
importar todo 1oque no habia en el espacionovohispano.por cuantoeste
sectorgirabaen torno a 7aproducciónde plata, ello condujo a la formación
de circuitos mercantilesinternos y promovió una dinámica econlmica pro-
pia. Tbdoesto ocurrió en el marco de un orden monárquicoque buscabala
centralizaciónde su poder,con unapolitica que seha catacterizadocomo un
absolutismotempranoy que colocabaa NuevaEspañaen el contextode un
imperio y de un sistemaeconómicoque rebasaba suspropiasfronteras.Este
orden inicial se vio sacudidopor la crisisdel sigloxvrr,y su resultadofue la
reestructuraciónde los términos del vínculo colonialen ei sentidode una
mayor autonomiay más accesoa posicionesde mando para los gruposloca-
les, fenómenosque encontrarianun límite v serían enparle revertidoscon
las reformasborbónicasde mediadosdel sigioxvur.
Los otrostres capítulosque componenestaparteprofundtzan endistin-
tos aspectosde la sociedadcolonial.En el primero,Felipecastro recuperala
diversidadde 1oque, con afánde simplificación, hemos llamadola -econo-
mia indigena",y busca introducir matices enTa petcepciónuniform ad.oray
reduccionistaque de el1ase suele tener. Destacala vaúedad.regionalque
existíaen los patronesde asentamiento,organizacióny especialización pro-
ductiva, así como 1oscambiosque se produjeron a lo rargodel tiempo como
resultado,entre otros factores,de la caidad.emográficaen la segunda mitad.
del siglo xvr y la recuperaciónque comenzóa mediadosdel xvr. Junto a la
institución predominantede los pueblos,el autor rastreala presenciad,eindi-
genasen TavidamercantiT,enTamineria,en las actividadesurbanasy en los
oficios,que tuvo lugarpesea las restriccionesque les imponían1ascondicio-
28 HISTOzuA ECONÓM]CA GENERAL DE MÉXICO

nes de una sociedad estamental y al mismo tiempo colonial. Yalora la contri-


bución fiscal de ia pobiación indigenay el deterioro económico qluepadeció a
partir de mediados del siglo xvlli, como consecuencia dela expansión de las
haciendas, la confiscación, pot las autoridades virreinales, de los bienes de
comunidad y Ia acentuación de la desigualdad. En el capítuio 2, Btígida von
Menlz profundiza en e1 estudio de1 sector que actuó como motor de creci-
miento de la economia co7onia7,eje dela economía monetaria y enlace fun-
damental con el exterior: 1aminería dela plata. Muestra cómo el papel dina-
mizador de este sector se extendió a las actividades agroganaderasy al
cometcio, e incluso a algunas actividades de carácter artesanal, pero no favo-
reció e1 despliegue de otros procesosproductivos que hubieran implicado el
desarrollo de capacidadesy tecnologías propias en Nueva España, pues ello
conlrarial:a los intereses metropolitanos. Finalmente, Ta aulora analizalos
efectos que sobre 1a salud de los trabajadores y el medio ambiente tuvo la
producción rnrnera. El capítulo 3, a cargo de Manuel Miño, cierra esta parte.
En é1 se aborda el estudio de 1as concentraciones poblacionales urbanas y
semiurbanas durante \a época colonial, y particularmente su papel económi-
co en el contexto deuna sociedad preindustrial, que consisti1 endar abúgo a
actividades artesanales,comercialesy de servicio, y asiento a 1asdependen-
cias de administración y gobierno. AnaTizaTaconformación del ámbtIo utl:a'
no, su dinámica demográficay ocupacional, así como e1proceso mediante el
cual 1asciudadesy pueblos actuaron como ejes articuladores del espacioeco-
nómico novohispano, tanto en su calidad de mercados como de centros de
concentración y redistribución de la producción agropecuaria.
La segunda parte al:re con una visión panorámica a cargo de Carlos
Marichal (capítu1o B). En é1se plantean 1osagudos contrastes que caracteri-
zabanla economia colonial en 1asegundamitad de1siglo xvIII: una economía
de antiguo régimenen 1aque 1aopulencia ueadapotTariqueza minera ocul-
tabalaprofunda desigualdad,e1atrasotecnológico, el estancamientosalalial,
e1 declive económico y las devastadorascrisis agrarias que agobiaban ala
población. En seguida abordael proceso de Independencia y sus secuelas,y
sugiere que junto a los cambios drásticos que ésta trajo consigo, hubo claras
continuidades lespecto al periodo colonial tardío. Las principales rupturas se
produjeron en las esferas fiscal y financiera, que se vieron dislocadas en
forma severay duradera por efecto dela separución, en tanto las mayores
1íneasde continuidad se manifestaron en 7a economia teal, con 7a agticultura
como actividad predominante y la minetia como e1sector estratégico parala
economía monetaria y para el contacto con el exterior.
A continuación siguen tres capítulos que se entrelazan a pattit de 7a
combinación de criterios temáticos y cronológicos,pala abotdar,respectiva-
mente, aspectosde la economia real enla :,l,ltimaparte del periodo colonial,
escrito por Antonio fbarca;la situación general de la economia a ftnes de Ia
INTRODUCCION 29

colonia y el impacto fiscal de ra Independencia, por Luis Jáuregui, y


e1des-
empeño económico de México en las primeras d.écad.as como nación inde_
pendiente, por Ernest sánchez santiró. En el capítulo 4, Antonio
rbarca
sugiere que la economía novohispana creciódurante el siglo xvrrr gracias
a ia
expansión de 7a mineria y sus fuertes efectos de arrastre sobre la agrogana-
deriay de dinamización sobre el comercio. En la segund amitaddel siglo,
los
rendimientos de aquélla para el orden imperial aumentaron
considerable_
mente, gracias a una serie de camaios institucionales que conjugaron
medi-
das de fomento minero y una mayor captación fiscal de sus utilidades.
En
cambio, sus beneficios socialesen el espacio novohispano fueron
reducidos
y muy desigualmente distribuidos, io cual creabauna escasez
endémica d,e
moneda para 7a circulación interna, una economia monetaria
estrecha y
poco profunda y una insuficiencia uónica de crédito para inveftft
en activi_
dades productivas, además d,e agudizar la desigualdad social.
Luis Jáuregui, en el capítulo 5, coincide y ptofundizaen esta apreciación
general a7 aftrmar que Nueva España erauna economía
rica pero poco desa-
rtollada, con escasatecnología, transportes ineficientes e inJituciones
poco
proclives a7 avanceeconómico. Había escasaproducción para
er mercad.oy
mecanismos compulsivos para control ar la faerza d,e trabajo.
concluye que
ei predominio del autoconsumo, el trueque y los mercadosiestrineidos ,,Der-
miten caracteñzar a la economía novohispana como predominÁtemánte
'nat1rra7'."Las políticas
del Estado español tendian a concentrar el ingreso y,
a partir de cierto momento, intensificaro nla exacción de recursos
mediante
préstamos y donativos, dejando ara coToniasin liquidez y
sin crédito. El
autor reseña el profundo impacto dela guercade Independencia
sobre las
actividades económicas. una herenci a directa dela gueriafue
la descentrali_
zación de 7a acuñ.aciónen casasde moneda establecidasen 1asprincinales
regiones mineras del país, ro que contribuyó a la posterior
fragmentáción
económica deTanación otra consecuenciafue el desmoronamiento
del apa.
rato fisca1 delrégimen colonial tardio, que se tradujo en la profunda
debili-
dad del Estado nacionar y en una muy escasa capacid.ad.para
fávorecer,
mediante el gasto público, la activid.adeconómica.
Por último, Ernest sánchez santiró, en el capítulo 6, revisa la
evidencia
disponible acerca del desenvolvimiento dela economiamexicana
apaftir de
la Independencia, y cuestiona la idea generalmente aceptada
de que tras ra
severa caida provocada por 7a gaerta sobrevino una época
de estancamiento
combinado con recesión que se prolongó hasta fines ieladécad.ade
1860. El
autor introduce matices temporales en la cronología convencional
al distin_
guir una fase de crisis (1810-i830), otra d.e recuperución
económica (1835-
1855)y u*aterceta de estancamiento y depresión (entre 1855 y
i867), todas
ellas en estrecha relación con los eventos políticos dela época.
Entre los sig-
nos de mejotia, destaca un modesto crecimiento poblacional,
la ampTiación
30 HISTozuA ECONÓMICA GENERAL DE MÉXICO

de la frontera agricoTa,la pauTatinarecuperación,desdeniveles muy bajos,


de la produc ci6n minera (graciasen parteal ingresode una decenade empte-
sasextranjeras)y ia apariciln de un brote industrial en el sectortextil.
Interesantesdebatesacadémicos se traslucenen los capítulosque con-
forman estassecciones.Por un lado estála controversiaentre dos visiones
disparesde 7a naturalezay las característicasde la economíacolonial: una
que la catacterizaesencialmentecomo una economiade antiguo régimery
agrariay con un amplio predominio de la autosubsistencia(Romano,1998),
y otra que pone énfasisen su originalidadysusaspectosdistintivos,relacio-
nados con e1papel del sector minero como eje de un sistema atttcuTadoy
dinámico capazde estimularla producciór paruel mercado,Ia formaciónde
circuitosmercantilesy el crecimientourbano (Assadourian,1982).Ambas
percepcionesaparecen-algunas vecescontrapuestas, otrascomplementa-
rias- en variosde los capítulospresentados hastaaquí.Otro debatese rela-
ciona con 7a interpretacióndel desempeñode la economia mexicanaenlas
décadasque siguieron alalndependencia. En estecasoes másbien uno de
los autores,SánchezSantiró, quien desafiala interpretación más aceptada,
sugiriendoque entre 1810y 1870hubo un periodode 20 o 25 años(1830o
1835-1855) en los cualesla economia,de hecho,creció.Existenvariosproble-
mas para probat una hipótesisrevisionistacomo ésta:algunosse relacionan
con la escasezde fuentesestadísticas que permitan valorar el desempeño
y
macroeconómico conTafrag:Jidad de las cifras disponibles.Otrossurgende
la exigenciametodológicade concebirla economiacomoun coqjuntocohe-
rente,en e1cual seríade esperarque,de haberrecupetacióneconómicaen
algunossectores,éstase reflejaraen e1conjunto, estimulandoia formación
de mercadosde capitalese institucionesfinancieras,meiorasen los medios
de transporteo un aumento en el comercioexterior.Nadade esose observa
en esteperiodo.
Lalercerapafie abretaml:iéncon un capítulo panotámico(capítuloC) a
cargode SandraKuntz Ficker,que se ocupa del periodo 1856-1929. Éste
arrancade un punto bajo en Tavidaeconómicadel país,en el que todoslos
indicadores húIan de :una economia pequeia, escasamenteintegtada y
certadafrente al mundo exterior. En ese contexto se produjo un ciclo de
cambiosinstitucionalesde carácterliberal que comenzócon 1aLey de Des-
amortización(1856)y la Constituciónde 1857y concluyó con la Ley,Banca'
ria de lB97, y que contribuyó a ueat una esferade acci|n pata el individuo
y la propiedadprivada, auniftcar el territorio y a perfeccionarlos derechos
de propiedad.La progresiva,aunqueincompletay desigual,materialización
de este nuevo orden y 7a aperttxa a la economíainternacional, medianle
inversionesde capitaly el comercio exterioq coadyuvaronalareactivación'
de la economíay al inicio de la transición al uecimiento económicomoder-
no en el marco de un modelo de crecimientoexportador.La Revolución
INTRODUCCION 31

mexicana provocó perturbaciones transitorias en estos procesosr pero no


modificó ni ei patrón de crecimiento ni el curso de la transición. Fue, en
cambio,la crisis internacional de rg2g 7a que produjo una clara ruptura, al
liquidar ese modelo de desarrollo y acelerar el tránsito a uno que petmititia
completar el establecimiento de una economia mod.erna.
cinco capítulos temáticos integran esta parte. En el capítu7o 7, primero
de elios, Marcello carmagnani muestra la significación de1orden liberal ins-
taurado a partir de 18s7 y vigente hasta 1910 en el terreno de 1a haciend.a
pública, adoptandoun enfoque que permite destacar sus conexiones con la
dimensíón estatal, el crédito púb1ico y 7as ftnanzas internacionaies. Explica
cómo la divergencia que se habia producido entre México y la economia
internacional entre 1820y 1850 se revirtió apartir de las últimas décadasdel
siglo xrx gracias a la interconexión de las esferaspública y privad,adela eco-
nomia, que permitió invertir en bienes públicos para reactivar el crecimien-
to económico; ala convergenciaen los parámetros que normabanlas finan-
zas internacionales (búsqueda del equilibrio presupuestario, patrón de
cambio oro), y ara rcgulaúzación del crédito público, tanto interno como
externo. Por su parte, Paolo Ftiguzzi,en el capítulo g, ahonda en la dimensión
internacional de la economia mexicana durante la llamada,'primeraglobali-
zación" (1860-1929),a partir de tres vectores principales: comercio exteriol,
inversión extranjera y ftnanzas. Busca evaluar las condiciones y efectos de la
inserción de México en la economiarnundial, considerandola vulnerabilidad
externa que es intrínseca a estosprocesos.Desde un nivel muy bajo en todas
las conexiones externas, se transitó a una apertura qlu,ealcanzó su punto
máximo hacia 1910y se debilitó apartir de entonces,en virtud de fenómenos
internos (la Revolución) y externos (la primera GueruaMundial), para colap-
sar como resultado deTa Gran Depresión. su argumento central es que la
interacción con Ia eaonomia internacional no fue perjudicial, ni la desco_
nexión posterior particularmente benéfica parala economía mexicana. un
tercer capitulo temático, a cargo de stephen Haber (capítulo g), se ocupa de
1o que podríamos l7amar la dimensión interna del proceso de mod,ernización
económica. Sostienela hipótesis de que la industrialización fue un producto
endógeno de7auge exportado4 en parte como resultado de políticas públicas
de corte proteccionista y en parte de las derramas y externalidades positivas
derivadas de ese auge. sin erhargo, considera que aquéllaencontró su lími-
te en la eTevada concentració n de la riqueza y la estrechez d.el mer c adointer_
no, en un ambiente que desembocó en 1a Revolución mexicana. Tfas un
breve tropiezo, el procesode industrializaciónse reanudó enlos años siguien-
tes, lo que anuncia -y matca unaTinea de continuidad con- el modelo de
crecimiento que se consolidó tras la rccupención de la crisis de r92g.
El capítulo 10, de Daniela Marino y cecilia zureta, se ocupa del sector
agraÁo de la economia, tantromás importante por cuanto 7a aportación dela
32 HISTOzuA ECONÓMICA GENERAL DE MÉXICO

agricultrlra a1 tre siguió siendo fundamenlal hasta mediados de1 siglo xx' E1
estudio comprende la dimensión institucional y juridica, el aspecto agtario
(las formas y distribución dela propiedad) y eI agricola Qa producción). Las
autoras ofrecen un análisis de los cambios institucionales que se produjeron
en este ámbito apafiir de 1856,fundamentalespara entender el vasto proceso
de redistríbución de Iapropiedad que tuvo lugar enla segunda mitad de1siglo
xIX. Como se sabe,aquéllos fueron impugnados por el movimiento revolucio-
nario dela década de 1910, dandoTugar a una nueva normatividad jatidica
que a mediano pTazovoTveriaa transformar e7 panorama agrarto. Asimismo,
estudian los rasgosy las tendenciasbásicasen 1aproducción, condicionados
en parte por ese proceso y marcados por una importante diversificación
poductiva y especiaTizaciónrcgiona7,pero tarrúiénpor una notoria disparidad
entre una ftarr1a,pequeña aunque creciente, de producción comercial pata e\
mercado interno o para 1a exportación, que experimentaba cierto grado de
modernización, y otra, dominante aunque decreciente, de producción de cul-
tivos básicos que permanecil rezagada y constituyó un lastre paru e\ ueci-
miento. Esta parte concluye con el capítulo II, acargo de Alan Knight, que
úordadistintos aspectosde 1aeconomía del Porfiriato asociadosde una u otra
forma con la Revoluciónmexicana Qo que podemos denominar los "eslabones
débiles" delamodernizaciónporfiriana), así como 1asrelaciones, múltiples y
variadas, entfe economía y revolución. Destaca la diversidad regional de1país
-incluyendo la diversidaden términos de desarrolloeconómico-, y la coexis-
tencia, e incluso complementariedad, de estructuras arcaicas con aspectos
modernos en 1aeconomia:\a ampTiación dela esfera comercial frente a vastos
sectores de subsistencia que permanecian en haciendas y pueblos; e1mante-
nimiento de patrones coercitivos en las relaciones laborales que existían al
mismo tiempo que sectores asalariados y glupos sociales urbanos en expan-
sión, y la persistencia deTadesigualdad.Concibe 1aRevolución como un pro-
ducto del resentimiento acumulado pol grupos agrarios afectados por 7a
modernización económica y su carga de transformación social y cultural,
aunado a factores coyunturales y ala incapacidad del tégimen político para
encavzar la oposición. Según e1 autor, el impacto directo de la Revolución
sobre la economia fue severo pero breve; en cambio, fue duradero en térmi-
nos de la coalición económico-social que accedil aTpodet político y del marco
institucional -incluidos los derechos de propiedad-, que se concretÓ en
forma incrementai en los siguientes 20 años.
En esta parte se detectan varias novedades interpretativas que parecen
apuntar a un nuevo consenso frente a las explicaciones que convencional-
mente se han ofrecido Sobfe este periodo. Por un 1ado, urra revaloración
positiva de 7a primera era exportadota, en la medida en que permitió teacli-
var el crecimiento económico y estimular urla aceleración sustancial en
todos los indicadores mauoeconómicos, tras el prolongado estancamiento
INTRODUCCION 33

postedor alarndependencia. por otro, y en consonancia conlo anterior,


la
tesis de que el despegue de 1a industriaTizacióny, entonces, de los cambios
estructurales que iniciaron la transición al crecimiento económico moderno,
tuvo lugar en el seno de un modelo de desarrollo liderado por las exportacio-
nes, contra la visión de corte dependentista que considerabaa ambos fenó-
menos excluyentes.En tercer lugar, que todo ello, aanado aunanuevaforma
de relación entre los sectorespúblico y privado de la econornía,posibilitó 1a
convergencia conTa economía internacional durante varias décadas.Tbdos
estos elementos revisionistas no impiden a 1osautores reconocer los agudos
contrastesy desigualdadesregionales, sectorialesy socialesde este proceso,
y la medida en que su continuidadfue sacudidapor la Revolu ciónmexicana,
que le imprimió cambios que garantizaronTasustentabilidad del crecimiento
en eTlargo plazo.
El capítulo genenT que abrela cuarta parte está a cargo de Enrique cár-
denas (capítulo D). El autor reconoce tres etapas en el',dllatado,, siglo xx
(1929-2009):una de crecimiento económico sostenido,basado en dn modelo
de sustitución de importaciones, que va desde la recuperación de la crisis de
1929 hasta 7a década de rg70; otra de crisis económica (tras una décad.ad.e
estancamiento que constituía una clara señal de agotamiento dei modelo de
desarrollo), que representó al mismo tiempo la transición a un nuevo mode-
1o,y una letcera, que arrancóen el segundolustro de 1gB0y no ha concluido,
car acterizada p or 7a r e alización de reformas econó micas estru cturales, qu
e
sin embargo han sido incompletas, y la incorporación de México ala globali-
zación, y cuyo saldo ha sido un lento crecimiento económico. con distintos
matices temporales, esta pauta general de análisis de dos modelos de creci-
miento separados por un periodo de crisis y transición se sostiene en los
distintos capítulos que conforman esta parte. cárdenas d.estacael papel de
las
políticas públicas en las distintas fases y coyunturas, así como la influencia
de factores políticos en el desempeño de la economia mexicana. para con-
clui4 revisa 7a faTsadisyuntiva entre opciones de crecimiento, inscrib iéndola
en un debate actual que se aviva alaluz de una nueva crisis económrca.
En el primer capituTo temático deTa cuartaparte, el capituro 7'2, Gracie-
laMárquez analiza las cifras disponibles acereade1producto interno bruto
(rtn), entendido como indicador de1desempeño ylas transformaciones que
ha experimentadola economía mexicana aToTatgo del siglo, pararo
cual
repara tanto en sus tendencias de largo plazo como en sus fases coyuntura-
les. Estudia los componentes sectoriales del prB y sus disparidades
en el
ámbito de los estados,y ofrece una comparación con otros páísesque permi-
te colocar a México en e1contexto internacional y mostrar si hubo o no
con-
vergencia con otras economías durante el siglo xx. Fausto Hernández, autor
del capítulo 13, ofrece por su parte ún acercamiento a la historia de las finan-
zas públicas en este periodo, incluídas tantola fiscalidad como la deuda.
se
34 H]STORIA ECONÓMICA GENERAL DE MÉXICO

pregunta cómo liegó México a una situación como la acltaT, en la que exhibe
una recaudación muy baja respecto al pts comparada con los parámetros
internacionales y, consecuentemente,un gasto tarnbién reducido y de pobre
calidad. YaIora estas deficiencias en términos de 7a capacidad delr Estado
para resolver los problemas que enfrenta el país, tanto en el terreno del desa-
rrol1o económico como del bienestar social, e incorpora en su análisis los
problemas de 7a pobreza y la desigu aldad. En el capítulo 74, Gonzalo Casta-
ñeda se ocupa del otro lado deTa actividad económica, a sat)er,el del sector
privado, y más precisamente,de los grupos empresarialesque 1o conforman,
su evolución y su efecto en el desarroilo económico aparlft de 1940. Inquie-
re acetca de 1as consecuencias de que, en México, las redes de negocios
hayan surgido y deban operar en un entorno institucional deficienteI y ana-
IizatamltiénTarnanera en que los propios grupos han sido capacesde incidir
sobre ese ambiente institucional y sobre el desempeño económico . Plantea
los retos que estos grupos han debido enfrentar en las distintas fases por las
que ha atravesado Ia economia mexicana, desde una caracterizada por el
nacionalismo y el proteccionismo hasta otra marcada por la competencia y
la gTobalización.
Después siguen dos capítulos que se ocupan de sectores económicos
que, ademásde poseer importancia en sí mismos, constituyen apoyos fanda-
mentales para e7 desenvolvimiento general de la economía. En el capítulo
15, Gustavo del Ángel explica la importancia del sistema financiero y estudia
su desarroilo en México durante el siglo xx, que é1 concibe en términos de
unaparadoja: la conformación de un sistema b ancario sofisticado y eficiente,
con un desempeño positivo duranle largos periodos (particularmente entre
1940 y 1982), que sin embargo ha tenido severaslimitaciones en la penetra-
ción económica y en la accesibilidadrespecto al conjunto de la sociedad.El
autor considera que nila creación de bancos de desarrollo niTa apatición de
otros intermediarios financieros a partir de 7982, ni la extranjetización de Ia
banca han resuelto estas limitaciones en e1 pasado, aunque de evolucionar
en forma sustentable pueden representar una salida viable parala economia
mexicana. El capítulo 76, a cargo de tres autores, Salas,Yelázquez y Guajar-
do, aborda apretadamente los sectores energético (petróleo y electricidad) y
del transporte (ferrocarriles, carreteras, aviación, puertos) y su papel en el
desarrolio económico del país.Además de describir su evolución y su desem-
peño, los autores valoran las consecuencias de 7a participación estatal en
cadauno de ellos. Consideran que e1 control del Estado ha tenido grandes
desventajas,desde e1rezagotecnológico y la ausencia de políticas de eficien-
cia, pasando por la influencia del sindicalismo corporativo, hasta la corlup-
ción y 7a opacidaden el manejo de los recursos.
El capítulo 17 abordaalgunos de 1oscontrastesentre los dos modelos de
crecimiento qte ha experimentado México a pafiir de 1930, alahtz de Ia
INTRoDUcCioN 35

política comercial y de sus efectos sobre la industria y los mercados. Sus


autores, Jaime Zabludovsky y Ernesto López córdova, sostienen que fue
sobre todo a pafiir de rg43 cuando esa política desempeñó un papel fanda-
mental en la definición del modelo de crecimiento, convirtiéndose en un
poderoso instrumento de ia industrializaciln. Aftrmanque pese a su éxito, el
proteccionismo imprimió fuertes distorsiones en el uso y asignación de los
recursos, afectandolabalanza de pagos y el potencial de crecimiento de largo
pTazo.Destacanlos efectos positivos deTaliberalización económica y dela
apertura comercial, que han redundado en aamentos en la productividad y
en una disminución de la desigu aldad, y concluyen que las limitaciones
observablesen estos ámbitos se deben a que las reformas han sido parciales
e incompletas. En el capituTo18, Antonio yúnez se ocupa de 1aevolución del
agro apart¡ de 1930. T?asdestacar algunas continuidades que marcan todo
el periodo, como la desigualdad entre regiones y formas d,e propied,ad, y la
heterogeneldadproductiva, ponderalos factoresque han significado diferen-
cias, principalmente las políticas públicas, el contexto internacional y las
respuestasde los agentes del campo. A partir de esto, distingue dos grandes
etapas en el desarrollo del sector agropecuario: una, entre 1930y 1960,en la
que creció y contribuyó al desarrollo económico nacional, y otra, a pafifu
de
entonces, enla que dejó de crecert sin que las cambiantes posturas gubetna-
mentales (primero de intervención, luego de lheralización), hayan podido
modificar esa situación.
En el último capituTo,el número 19, Jaime Ros y Juan carlos Moreno-
Brid abordan la dimensión internacional de la economía mexicana, cor par-
ticular énfasis en el desempeño económico a lo largo de los dos modelos que
han caraclerizado su desarrollo a partir de la década de 1930. Los autores
}racen una v aToración po sitiva de la etapa de cre cimie n to hacia adentro, con-
siderando la experienciamexicanacomo una de las más exitosas en América
Latina. AnaTizanel origen de los desequilibrios económicos que aparecieron
enTa década de 7970, 7a petrolización de 7a economia y la crisis d,ela deuda,
componentes de un periodo transicional que desembocó en las reformas
estructurales a partir de mediados de los años ochenta. Aun cuando esas
reformas ejercieron un impacto positivo a corto plazo y promovieron un auge
exportador sin precedentes, afirman que no han cumplido su propósito de
encaminar a7a economiamexicanapor una senda de crecimiento eievado y
sostenido.Atribuyen esta falta de dinamismo a los escasosefectosde arrastre
del sector exportador y a Dn encogimiento del sector público que no ha sido
compensado por unamayor formación de capital del sector privado, y desta-
can los impactos socialesde esta evolución.
vistos en conjunto, 1oscapítulos que conforman esta parte ofrecen una
interesante mirada a las percepciones distintas, a veces encontradas acerca
I
de los caminos que ha seguido 7a economia mexicana en e1 curso del siglo
36 HISTORIA ECONOMICA GENERAL DE MEXICO

xx y 10 que va de éste, y de 1asopciones que se presentan para e7 futuro.


Lejos de ser privativas de 1a discusión académica, estas visiones permean
los discursos de los partidos políticos y 1osdebates en ia opinión pública, y
en el seno del gobierno y de la sociedad.Se trata de dos modelos de organi-
zación económica, que en parte han coincidido con dos patrones de creci-
miento y de los cuales se derivan distintas políticas públicas, formas de
organización de 7a actividad productiva, así como posturas acerca de las
prioridades y dela orientación fundamental que debe tener el desarrollo. El
delsateincluye de manera central el lugar y el papei del Estado en la vida
económica y Ia valoración acerca de los modelos de crecimiento que han
marcado en forma sucesiva ia evolución del siglo xx hasta 7a actualidad. El
problema, como bien sugiere Enrique Cárdenas al final de su capítulo, es
que los términos del debate suelen sintetizarse en posturas extremas e irre-
conciliables: o Estado o mercado; o proteccionismo extremo ollberulización
absoluta; o defensa a a\úanza de la soberania o virtual desaparición en el
mundo global. Como enseña7a experiencia de machos países que en algún
momento fueron similares a México, esta disyuntiva es falsa. Lo más ptoba-
ble es que 7a"fórmuTa" paraeldesarrollo económico radiqae enuna combi-
nación específica de ingredientes que tome rasgos de las varias opciones
disponibles, y a Ia que sólo se puede |legar mediante el debate sereno e
informado, abierto y participativo, en el marco de una sociedad plenamente
democrática.

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