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Investigar sobre la filosofía, sus efectos en lo político social, así como las corrientes y los
filósofos más destacados del siglo XX y sus legados.
OBJETIVOS ESPECIFICOS.
JUSTIFICACION.
La necesidad, la dificultad y la escasez de este tipo de textos los hace siempre merecedores del
estímulo del aplauso, ya antes de recibir la atención de una crítica detallada. La crítica desempeña
en estos casos un papel esencial porque los esfuerzos se quedan siempre cortos respecto a un
objetivo inalcanzable en la práctica; sólo a través de ella podremos acercarnos más, en esfuerzos
sucesivos, al escurridizo objetivo. Esta crítica también está condenada a quedarse corta, ya que,
dada la voluntad totalizadora de estas obras, cualquier crítico individual será incapaz de abarcar
el ámbito delimitado por el conjunto de temas y autores y, al no tener pleno acceso a éste, se verá
obligado a ejercer su función desde el punto de vista de los lectores más o menos cultos, más o
menos especializados.
Se denomina con acierto “el canto de cisne de la gran filosofía europea” en la primera mitad del
siglo XX, cuyas grandes líneas genealógicas, ordenadas en tres oleadas o flashes (1901-1917,
1918-1929, 1930-1945) se organizan de la siguiente forma: fenomenología-existencialismo;
pensamiento analítico-neopositivismo-lógica; historicismo-vitalismo- filosofía de la vida y de la
historia; pragmatismo; ontología; marxismo y anarquismo; pensamiento moral y político. Medio
siglo de pensamiento1 que todavía responde a la definición de filosofía. La segunda parte se
subdivide en dos tramos: el dedicado a “las tres filosofías”, la anglosajona, la marxista y la
continental europea2, y el dedicado al postmodernismo. En términos generales, el objetivo de
resumir el legado filosófico del pasado siglo queda bien servido en las dos partes aludidas, aunque
se echa de menos un mayor esfuerzo, por parte de la mayoría de los coautores, en acercar el
lenguaje especializado al de la mayoría de los lectores potencialmente interesados en la obra. En
1
Encarnado en medio centenar de pensadores.
2
Una clasificación en la que no está claro el criterio que la rige
este sentido, no hubiera estado de más un glosario. A pesar de que no cabe aquí entrar en detalles,
resulta imposible pasar por alto la forma autocomplaciente y nada autocrítica con que se nos
presenta el postmodernismo, como “activa defensa (entre el nihilismo y lo lúdico) de la
fragmentación y la pluralidad”, una descripción que no es otra cosa que la de una renuncia
expresa a los nobles objetivos tradicionales del pensamiento filosófico, a su misma justificación.
INTRODUCCIÓN.
Es un concepto que describe varios movimientos filosóficos de los siglos XIX y XX.
Tradicionalmente se ha incluido dentro de la filosofía continental el idealismo alemán, la
fenomenología, el existencialismo, el feminismo, la hermenéutica, así como algunas
corrientes del marxismo. Los personajes más importantes fueron Edmund Husserl, Martin
Heidegger, Maurice Merleau-Ponty, Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir.
Posiblemente el siglo XX sólo es posible después del siglo XX (lo que obliga a pensar,
primero, si, salvando la cronología, seguimos en él) y constantemente de manera literaria, lo
cual supone pensar, por un lado, metafórica, fabulística, aventurada y novelescamente (igual
que Kant pretendía pensar la historia universal: como si de una novela se tratara), por otro
lado, repleta de personajes, de hitos, de memorias.
Con este estilo predefinido, con esta trama, trataremos de pensar filosóficamente el siglo XX.
Un concepto resume el trazo del discurso general del siglo XX: “mundialización”. El siglo
XX ha supuesto la mundialización de la guerra3 y de la economía de mercado, la
globalización de la sociedad4, la totalización de la información5 y la universalización de la
moral6. Todo ello auspiciado por el torrente de progreso científico-tecnológico característico
del siglo XX: la física cambia de paradigma dando aforo a la teoría de la relatividad de
Einstein y la aparición de la física cuántica (Planck, Bohr) y el principio de incertidumbre7.
La biología, ya revolucionada por Darwin a finales del siglo XIX experimentaría un nuevo
avance: la biotecnología.
Ante este panorama totalizador, holístico por naturaleza, nada queda al margen: la economía,
la cultura, la ciencia, la política y la filosofía nos ofrecen un mismo y homogéneo discurso:
3
Dos grandes guerras mundiales mediaron en el siglo XX, y una tercera, la llamada “guerra fría” articuló el
mundo en dos mitades enfrentadas y no sólo a nivel militar, sino también económico, social e ideológico
4
“la sociedad red”
5
“la era de la información”
6
“los derechos humanos”
7
Heisenberg
el discurso de la Humanidad. Pensar el siglo XX es “pensar la Humanidad”. Pero, ¿con qué
categorías construir ese pensar? Lamentablemente con categorías antiguas o, en el mejor de
los casos, heredadas: el siglo XX heredó los conceptos de Razón, de Estado y de Sujeto,
ofrecidos por la Modernidad, y de Hombre y Ciudadanía, ofrecidos por el Clasicismo.
Y con estos mimbres ajenos, impropios, pretendió inventar (re-inventar, otra vez) el mundo.
Los totalitarismos de un lado y otro8 son ejemplos de postulación de un “nuevo mundo”,
también la noción de “derechos humanos” alumbra un discurso ideológico totalizante en cuya
cúspide reina la Idea platónica del Bien=Verdad=Belleza: la Humanidad o la Naturaleza
humana; por otra parte, la actual “sociedad red” es el experimento –no sólo conceptual, sino
principalmente tecnológico, económico y social- de una “nueva sociedad mundial”. La
ciencia y el arte han vivido muy especialmente episodios de mundialización: los avances
científico-tecnológicos han cambiado el mundo transformando no sólo la estructura
productiva de la sociedad sino también los hábitos y formas de vida, empezando por los
transportes y la comunicación; en el campo de las artes, las llamadas “Vanguardias”9. Pero
si algo ha cambiado el mundo llevando a cabo una nueva “revolución cultural” ha sido la
“revolución informática”: es difícil presentar un campo o estructura donde la informática no
esté presente a modo de eje vertebrador y de ariete. La informática ha revolucionado el uso,
adquisición y comunicación de la información: ha introducido la imprenta en casa, ha
expandido universalmente las posibilidades de comunicación (Internet y otras redes) y
actualmente reglamenta las redes mundiales de transportes, de transacciones económicas y
de ordenamiento social y cultural: bibliotecas, prensa, administración pública y privada, red
sanitaria, etc. son casos elocuentes de cómo el mundo está hoy administrado y reglamentado
informáticamente.
8
Fascismo, nazismo, comunismo
9
Protagonizaron el ejemplo de cómo la actividad cultural puede convertirse en un fenómeno de masas: la
aparición del cine, la fotografía y la expansión de los medios de comunicación de masas han servido de
soporte y canal de comunicación de esa experiencia
La primera guerra mundial (1914-1918), por un lado, y la revolución soviética de 1917, por
otro, marcaron el punto y final del siglo XIX, el cual, en sus últimas décadas, vivió un avance
científico y tecnológico sin precedentes y que caló socialmente en el progreso económico e
industrial de la sociedad europea de aquel momento. Pero la Gran Guerra, que cerraba el
siglo XIX y abría el siglo XX, trajo consigo inflación, endeudamiento y millones de muertos.
Europa se desintegraba como potencia mundial y el relevo lo tomaba EE.UU. Por otra parte,
la Revolución Soviética presentaba un nuevo ideario social: el socialismo, pero el siglo XX
ha sido finalmente testigo de que la esperanza en ese ideal fue truncada casi nada más nacer.
Por fin el muro de Berlín, que separaba a Europa -y también al mundo- en dos bloques
armados y seriamente enfrentados, cayó en 1989 y el llamado “socialismo real” caería con
él. Pero entre aquella Primera Guerra y la desintegración de la Unión Soviética hubo de
suceder la mayor tragedia del siglo XX y quizá de la historia de la humanidad: la Segunda
Guerra Mundial y el Holocausto Nazi. Quizá pueda evaluarse la historia política del siglo
XX como una serie de secuencias de ascenso y caída: ascenso del capitalismo industrial10 y
caída del mismo11, ascenso del fascismo12 y su caída13, ascenso del comunismo14 y su caída15,
ascenso del “Estado de Bienestar” y el modelo de democracia occidental impulsado desde la
década de los años sesenta en Europa y su actual y profunda crisis, que obliga a revisar no
sólo su actual fórmula sino sus fundamentos.
En medio de este contexto, ¿qué ha pasado con la filosofía del siglo XX? A continuación se
relatan de manera esquemática las ramas de las principales corrientes filosóficas del siglo
XX, exceptuando la filosofía analítica, que es objeto de estudio en otro
tema. Entre esas corrientes cabe mencionar: la fenomenología, el existencialismo, la
hermenéutica, la Escuela de Francfort, el estructuralismo y el pensamiento posmoderno.
Lo primero que hemos de advertir a modo de indicación de las señas conceptuales de
la filosofía del siglo XX es que, amén de la diversidad de corrientes y de la fecundidad de
autores y obras, resulta homogénea en los siguientes aspectos:
La filosofía del siglo XX es un esfuerzo por re-pensar categorías antiguas, como las
de Razón (Fenomenología, Filosofía Analítica, Hermenéutica, Existencialismo,
Escuela de Francfort, Estructuralismo y Posmodernismo), Estado (Escuela de
Francfort, Liberalismo y Republicanismo) Sujeto (todas ellas), Ciudadanía (Escuela
de Francfort, Liberalismo y Republicanismo) y Poder (Escuela de Francfort,
Existencialismo, Estructuralismo, Posmodernismo). Y se trata de re-pensarlas para
evaluar hasta qué punto podrían seguir valiendo y cuál ha sido su alcance.
10
La revolución industrial heredada del siglo XIX y espoleada en el siglo XX
11
El hundimiento de la Bolsa de New York en 1929
12
Sobre todo, con la llegada al poder de Mussolini en Italia y Hitler en Alemania
13
La Segunda Guerra mundial
14
La Revolución de octubre de 1917
15
La caída del Muro de Berlín y la subsiguiente desaparición del “Bloque del Este”
La supuesta “filosofía del siglo XX” también parece homogénea a la hora de dar
soluciones: entrados en crisis la Razón moderna, el Sujeto moderno, el Estado
moderno, etc. lo más conveniente resulta su liquidación. Y por liquidación cabe
entender aquí también su renovación.
DESARROLLO
HISTORIA.
En este período la mayoría de los filósofos más importantes trabajaron desde las
universidades, especialmente en la segunda mitad del siglo16. Algunos de los temas más
discutidos fueron la relación entre el lenguaje y la filosofía (este hecho a veces es llamado
«el giro lingüístico»). Los principales exponentes de este «giro» fueron Martin Heidegger en
la tradición continental y Ludwig Wittgenstein en la tradición analítica17.
El siglo XX se encarga de las agitaciones producidas por una serie de conflictos en el discurso
filosófico sobre las bases del conocimiento, con las certezas clásicas derrocadas, y con
nuevos problemas sociales, económicos, científicos y lógicos. La filosofía del siglo XX se
resolvió a intentar reformar y preservar, y a alterar o abolir, viejos sistemas de conocimiento.
Una de las primeras cosas que tenemos que tener en cuenta, es que la filosofía del siglo XX es
continua con al del siglo XIX. El siglo XX en filosofía se inicia con los intentos de probar la Tesis
Logicista, la cual fue propuesta por Gottfried Leibniz en el Siglo XVII.
16
von Fritz,Kurt; Rev. Maurer, Armand; Levi, Albert W.; Stroll, Avrum; Wolin, Richard (2009). «Western
philosophy». Encyclopædia Britannica Online (en inglés).
17
Rorty, Richard (1992). «Wittgenstein, Heidegger y la hipostaciación del lenguaje». Revista Nombres, 2(2).
Consultado el 10 de junio de 2019.
Figuras seminales incluyen a Søren Kierkegaard, Sigmund Freud, Friedrich Nietzsche, Ernst
Mach y John Dewey. La epistemología y su base era su preocupación central, como se puede
apreciar en el trabajo de Martin Heidegger, Karl Popper, Claude Lévi-Strauss, Bertrand
Russell y Ludwig Wittgenstein. La metafísica orientada fenomenológicamente apoyaba al
existencialismo (Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Karl Jaspers, Albert Camus) y
finalmente a la filosofía postestructuralista con Jean-François Lyotard, Michel Foucault,
Gilles Deleuze, Jacques Derrida. También fue notable el surgimiento de filósofos "pop" que
promulgaban sistemas para arreglárselas con el mundo. A la inversa, algunos filósofos han
intentado definir y rehabilitar viejas tradiciones filosóficas, como Hans-Georg Gadamer y
Alasdair MacIntyre que han revivido la tradición del aristotelismo.
El siglo XX, etiquetado por algunos como el “de la ciencia”, ha sido sobre todo el de una nueva
Babel, una era, en la que el considerable progreso colectivo en el conocimiento se ha conseguido
al precio de una inevitable babelización creciente de ideas, métodos y lenguas, lo que ha acabado
poniendo fuera del alcance del individuo ese bien común y dificultando el posible sinergismo
entre los fragmentados esfuerzos. Esta circunstancia supone una enorme brecha cuya sutura es
tan urgente como difícil de realizar, en especial porque todo parece indicar que, en el siglo que
ahora iniciamos, la situación se irá haciendo progresivamente más grave. De aquí la necesidad
de que las iniciativas integradoras deban ser cada vez más frecuentes e incisivas. La de resumir
el legado filosófico y científico del siglo XX es una de estas iniciativas y como tal responde a
una necesidad bien establecida.
El pensamiento filosófico es una vía hacia el conocimiento no contrastable cuya única validación
puede venir del reconocimiento entre los pares del pensador y del grado de convicción que
transmite a los que intenten acceder a su obra. No es que “el ámbito de las ciencias haya sido en
cambio más refractario a la entrada en él de la atmósfera postmoderna, como se probó en el caso
del profesor de física Alan Sokal, que envió una parodia de ensayo científico postmoderno”, es
que el ámbito de las ciencias ha sido por completo refractario a los dislates postmodernos. El
caso Sokal no es más que un botón de muestra, del rechazo frontal de la versión que el
postmodernismo ofrece de la ciencia natural, así como de la irrisión que causa entre los científicos
el uso “nihilista y lúdico”, deliberadamente confuso y fraudulento que han hecho los filósofos
postmodernos, de Jacques Derrida a Lacan, de los conceptos y términos de las ciencias de la
naturaleza.
18
De dónde venimos, quiénes somos, adónde vamos
así como la secuenciación de los genomas de varias decenas de organismos (además del humano),
han incidido no sólo en el pensamiento evolutivo sino también en la propia concepción filosófica
de nuestra especie. Sin embargo, estas joyas del legado no figuran apropiadamente ni en el
capítulo dedicado a “los caminos profundos de la biología”, bien escrito, pero parcial e
innecesariamente oscuro, ni en el dedicado al “proyecto del Genoma Humano”, en el que se notan
las limitaciones del conocimiento biológico de su autor. La presencia casi simbólica del
pensamiento oriental sirve, en cambio, para subrayar que el texto se restringe esencialmente al
legado occidental.
En resumen, estamos ante un bravo y necesario intento integrador que se queda a medio camino
entre el gran panorama y el tratamiento enciclopédico.
Las tradiciones filosóficas más significativas y abarcadoras del siglo XX fueron la filosofía
analítica en el mundo anglosajón, y la filosofía continental en la Europa continental. El siglo
XX también vio el surgimiento de nuevas corrientes filosóficas, como el positivismo lógico,
la fenomenología, el existencialismo y el posestructuralismo.
FILOSOFÍA ANALÍTICA
La filosofía analítica es una rama de la filosofía desarrollada a principios del siglo XX a partir de
las obras de Bertrand Russell, George Edward Moore, Gottlob Frege, varios miembros del
Círculo de Viena y Ludwig Wittgenstein, entre otros. Por extensión, la filosofía analítica también
se refiere al desarrollo filosófico posterior influenciado por estos autores19, y que prevalece con
particular hegemonía dentro de la esfera académica anglosajona (sobre todo en Estados Unidos,
Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda) y los países escandinavos.
Muchos filósofos e historiadores han intentado definir o describir la filosofía analítica. Estas
definiciones a menudo incluyen un énfasis en el análisis conceptual: A.P. Martinich hace una
analogía entre el interés de la filosofía analítica en el análisis conceptual y la química analítica,
19
Ver Hans-Johann Glock, What Is Analitycs Philosophy (Cambridge University Press, 2008), p. 205: "La
respuesta a la pregunta del título es, entonces, que la filosofía analítica es una tradición que se mantiene
unida tanto por lazos de influencia mutua como por parecidos de familia”.
20
Véase la introducción a Preston, Aaron. «Analytic Philosophy». Internet Encyclopedia of Philosophy (en
inglés). Consultado el 17 de junio de 2009.
la cual analiza composiciones químicas21. Steven D. Hales describió la filosofía analítica como
uno de tres tipos de método filosófico practicado en occidente: "en un orden aproximadamente
inverso por su número de practicantes, la fenomenología, la filosofía ideológica y la filosofía
analítica"22.
Scott Soames está de acuerdo respecto a que la claridad es importante: la filosofía analítica, dice,
tiene "un compromiso implícito—aunque vacilante e imperfecto—con ideales de claridad, rigor
y argumentación" y que "apunta a la verdad y el conocimiento, y no a la mejora moral o espiritual
el objetivo en filosofía analítica es descubrir qué es cierto, no proporcionar una receta útil para
saber cómo vivir". Soames también menciona que la filosofía analítica está caracterizada por
"una aproximación más paulatina. Hay, pienso, una presunción extendida dentro de la tradición
de que es a menudo posible hacer progreso filosófico investigando de forma intensiva una gama
pequeña y circunscrita de asuntos filosóficos, mientras que dejamos en espera cuestiones más
amplias y sistemáticas"23.
Aunque difícil de determinar con exactitud2425, a grandes rasgos la filosofía analítica es una forma
de aproximarse a los problemas filosóficos caracterizada principalmente por:
Un especial interés en el estudio del lenguaje y el análisis lógico de los conceptos, considerando
tanto la lógica formal, como el lenguaje ordinario. Este rasgo se encuentra prácticamente en todas
las obras más representativas de la Filosofía Analítica desde sus orígenes, como en Principia
Mathematica (1910-1913) de Russell y Whitehead, o como en el Tractatus Logico-Philosophicus
(1921) de Wittgenstein.
Una posición más bien escéptica respecto de la tradición metafísica. Esta característica encontró
su punto más álgido en el neopositivismo del Círculo de Viena de Otto Neurath y Rudolf Carnap,
quienes llegaron a adoptar la posición fuerte de que los enunciados metafísicos carecen de
sentido, una vez sometidos al análisis lógico26.
21
A.P. Martinich, ed. (2001). A companion to analytic philosophy. Malden, MA: Blackwell. pp. 1-5. ISBN 978-
0-631-21415-1.
22
Hales, Steven D. (2002). Analytic philosophy : classic readings. Belmont, CA: Wadsworth/Thomson
Learning. pp. 1-10. ISBN 978-0-534-51277-4.
23
Soames, Scott (2003). The dawn of analysis (2nd print., 1st paperb. print. edición). Princeton, NJ:
Princeton Univ. Press. pp. xiii-xvii. ISBN 978-0-691-11573-3.
24
Ver, v.gr., Avrum Stroll, “La filosofía analítica del siglo XX” Siglo XXI, 2000): "[E]s difícil dar una definición
precisa de ‘filosofía analítica ya que no es una doctrina específica sino una débil concatenación de
aproximaciones a problemas”. “Pienso que Sluga tiene razón al decir que ‘tal vez no haya esperanza en
tratar de determinar la esencia de la filosofía analítica’. Prácticamente todas las definiciones propuestas han
sido cuestionadas por algún académico. […] Se trata de un concepto con parecido de familia”.
25
Colin McGinn, The Making of a Philosopher: My Journey through Twentieth-Century Philosophy
(HarperCollins, 2002), p. xi.: "la filosofía analítica [es] una etiqueta demasiado estrecha, pues por lo general
no es una cuestión de tomar una palabra o concepto y analizarlo (lo que sea que esto sea)
26
"Nuestra declaración de que las proposiciones de la metafísica carecen completamente de sentido, de que
no afirman nada, dejará, aun entre aquellos que concuerden intelectualmente con nuestros resultados, un
Una conexión con la tradición empirista, tanto en espíritu, estilo, foco y análisis filosófico (ver
Empirismo lógico).
Una autoproclamada afinidad con la investigación científica. En particular, con los conceptos de
la física como paradigma de comprensión de lo real. Esta cualidad encuentra su lugar más
evidente en el Fisicalismo, pero es un rasgo muy difundido dentro de la tradición analítica. Una
contraposición respecto a otras tradiciones filosóficas. Principalmente en relación a la llamada
Filosofía Continental, aunque también a las diferentes formas de Filosofía Oriental.
En la actualidad, junto con la Filosofía del lenguaje de los inicios, se han añadido nuevos temas
dentro de la Filosofía Analítica, como la Filosofía de la Mente, la Filosofía de las ciencias, la
Filosofía de las Matemáticas, la Epistemología y la Metafísica. Esto ha enriquecido enormemente
la tradición analítica iniciada a principios del siglo pasado, pero también ha desdibujado los
principios y límites característicos de esta corriente filosófica, razón por la cual resulta muy
polémico intentar trazar una definición precisa del término en el presente.
Algunos pensadores tempranos que se asocian a la tradición analítica son Gottlob Frege, G. E.
Moore, Bertrand Russell, Ludwig Wittgenstein, Karl Popper, Isaiah Berlin y los integrantes del
Círculo de Viena, y más adelante Willard van Orman Quine, Saul Kripke, John Searle y Donald
Davidson, entre muchos otros.
FILOSOFÍA CONTINENTAL
penoso sentimiento de disgusto: ¿cómo es posible que tantos hombres pertenecientes a los pueblos y
épocas más diversos, e incluyendo mentalidades eminentes entre ellos hubieran derrochado con tan
genuino fervor tanta energía en la metafísica para que ella finalmente no consistiera sino en meras
sucesiones verbales sin sentido?, y ¿cómo sería comprensible que estas obras ejerzan hasta el día de hoy
una influencia tan fuerte sobre lectores y oyentes si no contienen ya no digamos errores, sino que son
totalmente vacuas?" - Superación de la metafísica mediante el análisis lógico del lenguaje, en A.J. Ayer, El
positivismo lógico, FCE, México 1965, p. 84
la primera mitad del siglo, seguidos por Michel Foucault, Albert Camus, Jacques Derrida,
Hannah Arendt y Gilles Deleuze en la segunda. La Escuela de Frankfurt tuvo como exponentes
destacados a Theodor Adorno, Walter Benjamin, Max Horkheimer, Herbert Marcuse y Jürgen
Habermas.
Primero, los filósofos continentales generalmente rechazan la opinión de que las ciencias
naturales son la forma única o más precisa de entender los fenómenos naturales (véase
cientificismo). Esto contrasta con muchos filósofos analíticos que consideran sus investigaciones
como continuas o subordinadas a las de las ciencias naturales. Los filósofos continentales a
menudo argumentan que la ciencia depende de un "substrato pre-teórico de experiencia" (una
versión de las condiciones kantianas de la experiencia posible o del "mundo de la vida"
fenomenológico) y que los métodos científicos son inadecuados para comprender completamente
tales condiciones de inteligibilidad del mundo.
En tercer lugar, la filosofía continental generalmente sostiene que la agencia humana puede
cambiar estas condiciones de experiencia posible: "si la experiencia humana es una creación
contingente, entonces puede recrearse de otras maneras". Por lo tanto, los filósofos continentales
tienden a mostrar un gran interés en la unidad de la teoría y la praxis, ya menudo consideran que
sus investigaciones filosóficas están estrechamente relacionadas con la transformación personal,
moral o política. Esta tendencia es muy clara en la tradición marxista ("los Los filósofos no han
hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata; el punto, sin
embargo, es cambiarlo"), pero también es central en el existencialismo y el posestructuralismo.
En última instancia, las tesis anteriores se derivan de una amplia tesis kantiana de que el
conocimiento, la experiencia y la realidad están ligados y configurados por condiciones que se
entienden mejor a través de la reflexión filosófica en lugar de la investigación exclusivamente
empírica.
EL SIGLO DE EINSTEIN
Al siglo de Einstein se le suele adjudicar una imagen mucho más tétrica de la que le
corresponde en justicia. Cierto que nunca debe perderse de vista la magnitud sin precedentes
de los desmanes que en él se han producido -entre otros, el holocausto, dos guerras mundiales
y una fría- y sus ominosas sombras, pero conviene resaltar los logros, entre los que sin duda
se incluye su legado filosófico y científico. En el siglo XX, el cohete de la gran filosofía
europea fue perdiendo fuerza hasta detenerse y estallar en una plétora de postmodernas
luminarias de artificio: Heidegger, Husserl, Bergson, Russell y Wittgenstein, junto a algunos
otros, han representado el final de una estirpe. El ya mencionado Einstein, con Planck, Bohr,
Shrüdinger, Heisenberg y decenas de otros cambiaron nuestra concepción de la realidad física
y del cosmos. Cajal, Dobzhansky, Watson y Crick y cientos de otros hurgaron en el milagro
de la vida: origen, evolución, célula, consciencia. Personajes como Keynes, Lenin, Mao o
Gandhi, ese “sedicioso faquir”, como le llamó Churchill, vieron sus ideas sometidas al fuego
de “prueba y error” que supone su puesta en práctica, con los desiguales resultados que todos
conocemos. En suma, podemos ser severos con el siglo recién extinguido, pero no olvidemos
sus luces, ni tampoco a Atila y a la peste bubónica, entre una infinidad de tristes antecedentes.
En el siglo XX, la mayoría de los filósofos más importantes trabajaron desde dentro de las
universidades, especialmente a partir de la segunda mitad del siglo, durante el periodo
conocido como guerra fría. Algunos de los temas mas discutidos fueron la relación entre el
lenguaje y la filosofía, así como las importantes implicaciones filosóficas de los enormes
desarrollos en lógica a lo largo de todo el siglo. Las tradiciones filosóficas más significativas
y abarcadoras del siglo XX fueron dos:
b) Algunos desarrollos en la filosofía de inicio del siglo XX, tales como el trabajo de
Bertrand Russell y Gottlob Frege, aunados con el Positivismo Lógico. En este sentido, la
filosofía analítica tiene compromisos filosóficos específicos, algunos rechazados por
filósofos analíticos contemporáneos, en concreto:
La visión del positivista que considera que n hay verdades específicamente filosóficas, y que
el objeto de a filosofía es la clarificación lógica de los pensamientos. Esto se puede contrastar
con el fundacionismo tradicional, derivado de Aristóteles, que mira a la filosofía como un
tipo especial de ciencia, la más alta, que investiga las razones fundamentales y los principios
de todo. Como resultado, muchos filósofos analíticos han considerado a sus investigaciones
como continuas con, o subordinadas a, las de las ciencias naturales.
2) La visión de que la aclaración lógica de los pensamientos solo puede ser alcanzada a
través del análisis de la forma lógica de proposiciones filosóficas. La forma lógica de una
proposición, es una formas de representarla , normalmente usando la gramática formal y el
simbolismo de un sistema lógico, para mostrar su similaridad con todas las otras
proposiciones del mismo tipo. Sin embargo, los filósofos analíticos disienten ampliamente
sobre cuál es la lógica formal correcta del lenguaje ordinario.
Después de la Segunda Guerra Mundial, se inicia el período de la historia que también suele
llamarse Guerra Fría. Durante todo ese tiempo, entre 1945 y 1989 o durante la Guerra Fría,
la humanidad vivía con el temor de que en cualquier momento se desataría una conflagración
con el uso de las armas nucleares, por parte de cualquiera de las dos potencias: La Unión
Soviética o los Estados Unidos. Sin embargo, al mismo tiempo, se inicia una revolución
tecnológica en electrónica, física, y química, con una mayor disponibilidad de mano de obra,
producto de la paz y del aumento demográfico, ocasionando u incremento de la producción
industrial. Para mantener y aumentar el nivel de ganancias de los empresarios, fue necesario
elevar el consumo, para lo cual se incorporó a los asalariados medios y bajos, en el mercado
consumidor de productos antes reservados a las clases privilegiadas, tales como
electrodomésticos, automóviles, etc.
Además de aumentar el consumo, las mejoras en el nivel de vida de los asalariados hacían
disminuir los reclamos y los alejaban de los posibles conflictos sociales. A este modelo
basado en el consumo masivo se lo denominó, sociedad de consumo. Dos elementos
fundamentales ayudaron a instalar el consumismo: la publicidad y las ventas a crédito.
Se estimulaba a través del cine, la radio, la televisión, de los diarios y de las revistas, el deseo
de acceder a un mundo ideal y fantástico, al cual solo se ingresaba comprando determinadas
“marcas” de productos. Para triunfar en la vida, había que manejar tal automóvil, beber
determinada gaseosa o vestir la ropa de los famosos. Incluso, las manifestaciones artísticas,
como la música, el cine, el teatro, o la literatura, eran impuestas por la propaganda de las de
las empresas discográficas, las distribuidoras cinematográficas y por las empresas teatrales o
editoriales. Había nacido la cultura de masas, en la que era más importante la difusión que
la creación artística en sí misma. Tenía más valor lo más conocido que lo más creativo o
mejor producido. Prevalecía lo comercial sobre lo artístico.
Frente a esta influencia cultural, marcada y guiada por la sociedad de consumo, nacieron en
la posguerra pensamientos alternativos a los dominantes, es decir, verdaderos movimientos
contraculturales: Todos dieron muestras de inconformismo, rebeldía y resistencia a la
imposición cultural a la que se sentían sometidos.
La denominada cultura beat se originó en los Estados Unidos y fue la expresión de una
generación que no creía en los mitos de los adelantos científicos que habían producido la
automatización, ni en la elaboración del dinero como medio de satisfacción. Allen Gisnberg
y Jack Kerouac fueron, a través de poesías y cuentos que transitaban en revistas subterráneas,
underground, sin circulación comercial, típicos representantes de una búsqueda por separarse
de una sociedad que consideraban arbitraria y falsa. En ella los hombres, afirmaban ellos,
habían perdido la capacidad de comunicarse y vivir, producto todo ello de los bombardeos
publicitarios que alentaban únicamente la superficialidad del confort: el auto, la casa, el
televisor, etcétera. Para manifestar su disconformidad, alentaron la resistencia al consumo.
En Europa, junto al desarrollo del estado de bienestar que daba lugar a la “sociedad del ocio,”
la resistencia cultural se expresó también en el terreno filosófico: Autores como Hebert
Marcuse o Jean Paul Sartre adquirieron notoriedad en los 50s, aunque sus libros y figuras
fueron celebres en los 60s. La búsqueda de lo auténticamente latinoamericano fue parte de
ese pensamiento alternativo, y la crítica apuntó a padecimientos de sus habitantes por parte
de dictaduras o regímenes que permitían y alentaban el despojo económico, acompañado de
la destrucción de la identidad cultural propia. Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa, Alejo
Carpentier, y José María Aguedas entre otros, fueron parte de esa generación que, en sus
novelas, expresaron la resistencia y alternativa cultural en Latinoamérica.
Adler, Mortimer Jerome (1902- ), filósofo estadounidense y autor de varias obras, nació en
Nueva York y se educó en la Universidad de Columbia. Adler enseñó psicología en Columbia
(1923-1929) y filosofía del Derecho en la Universidad de Chicago (1930-1952). En 1945 fue
editor asociado, junto al educador estadounidense Robert Hutchins, del Great Books of the
Western World (54 volúmenes, 1945-1952). Abandonó Chicago en 1952 para dirigir el recién
establecido Instituto de Investigaciones Filosóficas de San Francisco. Su obra The Conditions
of Philosophy (Las condiciones de la filosofía, 1965) trata sobre problemas de ética. Fue
redactor jefe de The Annals of America (20 volúmenes, 1969) y director de planificación de
la 15ª edición de la Encyclopaedia Britannica, que apareció en 1974.
Amor Ruibal, Ángel (c.1869-1930), filósofo y sacerdote español. Nacido en San Verísimo
de Barro (Pontevedra), sus investigaciones principales se centraron en el estudio de la
relación existente entre la filosofía y el dogma religioso. En su obra monumental Los
problemas fundamentales de la filosofía y del dogma (10 volúmenes, 1900-1945), analizó el
modo en que las ideas religiosas contribuyeron a la formación de los sistemas filosóficos,
con una referencia especial a los dogmas de la Iglesia católica. Sus trabajos influyeron en la
polémica del modernismo, en la que Amor Ruibal defendió el valor positivo de la relación
entre filosofía y dogma religioso.
Aranguren, José Luis L. (1909-1996), filósofo español. Nacido en Ávila en 1909, fue
profesor de ética en la Universidad Complutense de Madrid desde 1955. Ejerció una notable
influencia en la vida intelectual española e introdujo, desde su actividad profesoral, muchas
de las ideas filosóficas contemporáneas en la anquilosada universidad española de la década
de 1950. En sus investigaciones se ocupó de analizar las relaciones entre ética y religión.
Alcanzaron un especial relieve sus análisis de las éticas católica y protestante: Aranguren
criticó la separación que se observa en el protestantismo entre religión y ética. Pero pensaba
que también debe rechazarse la identificación entre lo ético y lo religioso, que a veces, se da
en el catolicismo. En todo caso, Aranguren creía que en su mismo origen, la ética se
encontraba abierta a la religión. Asimismo, se preocupó de enriquecer sus teorías éticas con
los conceptos de "aliedad" (ámbito de lo moral como fenómeno social) y de "alteridad"
(ámbito de lo moral como fenómeno interpersonal). Diseñó un particular concepto de "Estado
de justicia social", que se diferencia del mero Estado de bienestar y que es ajeno a toda
intervención totalitaria. Aun siendo católico creyente, sus visiones de la religión y de la ética
le llevaron a fundamentar una actitud de heterodoxia cristiana y a una exigencia de
compromiso moral e intelectual. Aranguren recibió múltiples homenajes durante los últimos
años de su vida y ejerció una notable influencia entre las jóvenes generaciones de estudiosos
de la ética. En el curso de la década de 1960 protagonizó numerosos enfrentamientos con las
autoridades académicas y políticas del régimen del general Francisco Franco, por lo que fue
expulsado de la universidad, junto con los profesores Tierno Galván y García Calvo.
Abandonó España y, durante algunos años se trasladó a Los Angeles, en Estados Unidos,
enseñando en las Universidades de Berkeley, México y otros centros académicos, en intensa
relación con ideas y corrientes de pensamiento progresistas e innovadores. Algunas de sus
obras principales son: Catolicismo y protestantismo como formas de existencia (1952);
Propuestas morales (1983); El buen talante (1985), así como sus estudios sobre Unamuno y
san Juan de la Cruz. Desde 1994 se están editando sus Obras completas, que constarán de 6
volúmenes.
Ardao, Arturo (1912- ), filósofo uruguayo. Nacido en Lavalleja (Uruguay), fue profesor en
varias universidades latinoamericanas. Pueden distinguirse dos vertientes esenciales en sus
obras: la atención dedicada a la historia del pensamiento latinoamericano, que Ardao analiza
desde su propia originalidad, y el planteamiento de una filosofía propia. Ha desarrollado una
peculiar perspectiva naturalista, así como una antropología filosófica. En su obra Espacio e
inteligencia (1976), relaciona los conceptos de "espacio" e "inteligencia", fundamentando la
idea de la "espacialidad de la psique", que es un elemento clave de su concepción
antropológica. Es autor, además, de Espiritualismo y positivismo en el Uruguay (1950), en
cuya obra hace un recorrido crítico de las tendencias filosóficas en su país.
Austin, John Langshaw (1911-1960), filósofo británico, uno de los mayores representantes
de la filosofía analítica del siglo XX. Nacido en Lancaster, Lancashire, estudió en la
Universidad de Oxford. Después de trabajar para el servicio de Inteligencia británico durante
la II Guerra Mundial, regresó a Oxford y enseñó filosofía moral hasta su muerte.Para Austin,
el cometido filosófico fundamental era el análisis y clarificación del lenguaje corriente.
Según él, la atención prestada a las distinciones establecidas en el lenguaje común constituía
el punto de partida más fructífero de la investigación filosófica. El trabajo lingüístico de
Austin aportó muchos conceptos influyentes, como la teoría del aspecto elocutivo del
lenguaje. Ésta nace de su observación de que muchas elocuciones no sólo describen la
realidad, sino que también tienen un efecto sobre la misma; son la realización de un acto en
vez de ser tan sólo un informe de su realización. Austin creía que todo el lenguaje es ejecutivo
y está hecho de actos de palabras. Durante su vida publicó siete ensayos y a su muerte se
publicaron Escritos filosóficos (1961), Sentido y percepción (1962) y Cómo hacer cosas con
palabras (1962).
Ayer, Alfred J. (1910-1989), filósofo británico que tuvo una gran importancia en el
desarrollo de la moderna filosofía analítica. Impartió clases en las universidades de Oxford
y Londres y en 1959 fue profesor de lógica en Oxford en 1959. Su libro Lenguaje, verdad y
lógica (1936) fue una manifestación influyente del positivismo lógico. Aunque más tarde
matizó sus ideas, al principio mantuvo que todas las proposiciones significativas son o bien
lógicas o bien empíricas. De acuerdo con su principio de la verificación, se considera que
una proposición es empírica sólo cuando alguna observación sensorial es relevante para
determinar su verdad o falsedad. Las aserciones que no son ni lógicas ni empíricas,
incluyendo las aserciones religiosas, metafísicas y éticas, son juicios carentes de sentido.
Otras obras incluyen El problema del conocimiento (1956), las conferencias de Gifford de
1972-1973 publicadas como Balance filosófico (1973) y Parte de mi vida: las memorias de
un filósofo (1977).
Bebel, August (1840-1913), escritor y dirigente político alemán. Nacido en Colonia, Bebel
se estableció en Leipzig en 1860, donde trabajó como oficial tornero. Se identificó casi
inmediatamente con el movimiento socialista extendido entre la clase obrera. En 1867 fue
elegido presidente de la comisión permanente del sindicato de trabajadores alemán. Poco
después, en ese mismo año, fue destinado a la Dieta del norte de Alemania en calidad de
miembro del Partido del Pueblo Sajón. En 1869, en Eisenach, participó en la fundación del
Partido Socialdemócrata, que estaba muy vinculado a la Asociación Internacional de
Trabajadores, la I Internacional fundada por Karl Marx en Londres. En 1871, Bebel pasó a
ser miembro del nuevo parlamento alemán, el Reichstag, cargo que desempeñó casi
ininterrumpidamente hasta su muerte. Fue encarcelado desde 1872 hasta 1874 y nuevamente
en 1886, condenado por traición al emperador alemán. Su rotundo antimilitarismo y su
defensa de medidas progresistas en materia social le hicieron enemistarse con el canciller
alemán, Otto von Bismarck. A partir de 1890, Bebel se trasladó a Berlín.Tenía ya fama de
convincente orador y era el miembro más influyente de su partido, cuyo ascenso prosiguió
hasta 1912, año en el que alcanzó la mayoría en el Reichstag. Fue el director de la publicación
socialista Vorwärts (Adelante). Entre sus obras se encuentran La guerra de los campesinos
en Alemania (1876), La mujer y el socialismo (1883), Charles Fourier (1888) y Mi vida
(1910).
Berdiáiev, Nicolai Alexandróvich (1874-1948), filósofo ruso, conocido por sus ideas
existencialistas, vinculadas al personalismo cristiano. Nacido en el seno de una familia
aristocrática el 19 de marzo de 1874, en Kiev, Ucrania, estudió en una academia militar y en
la Universidad de Kiev. En 1898 fue expulsado de la universidad, encarcelado durante dos
años, y hubo de exiliarse en el norte de Rusia por sus actividades marxistas. En 1904 se
estableció en San Petersburgo. Aunque al principio apoyó la Revolución Rusa, acabó
criticando al marxismo, tal vez porque había idealizado un sistema social cristiano en vez de
un sistema teórico. Durante un corto periodo fue profesor de filosofía occidental en la
universidad estatal de Moscú, pero sus críticas hacia los bolcheviques provocaron su
deportación de Rusia en 1922. En Berlín fundó la Academia de Filosofía y Religión, que
trasladó a París en 1924. En París también fundó y dirigió el influyente periódico Put (El
Camino, 1925-1940). Murió el 24 de marzo de 1948 en Clamart, Francia. Berdiaev describió
su método filosófico como "intuitivo y aforístico en vez de discursivo y sistemático". La idea
que tenía del mundo descansaba en su concepto del Ungrund, la misteriosa libertad
primordial de la que emerge Dios. Desde este Ungrund, o potencialidad no creada, Dios crea
a los humanos, seres espirituales cuya libertad y capacidad para crear eran para Berdiaev de
la mayor importancia. Ha sido llamado el filósofo de la libertad ya que se interesó por la
liberación de la personalidad de todo aquello que inhibe la libre creatividad. Esta
preocupación le llevó a luchar contra "una sociedad colectivizada y mecanizada" e ideó una
comunidad donde las relaciones religiosas, sociales y políticas realzaran la libertad personal.
Pensaba que la creatividad humana está destinada de forma trágica al fracaso en este mundo
perdido. Confiaba, sin embargo, en la llegada del reino de Dios, a la que aspira la actividad
creativa cristiana. Según el propio Berdiaev, sus obras más importantes son El significado
del acto creativo (1916), El destino del hombre (1931), Soledad y sociedad (1934), Espíritu
y realidad (1937), y Esclavitud y libertad del hombre (1939).
Bergson, Henri (1859-1941), filósofo francés y premio Nobel, elaboró una teoría de la
evolución basada en la dimensión espiritual de la vida humana que tuvo una gran influencia
en múltiples disciplinas. Nacido en París, el 18 de octubre de 1859, estudió en la École
Normale Supérieure y la Universidad de París. Enseñó en varias escuelas desde 1881 hasta
1898, año en que aceptó trabajar como profesor en la École Normale Supérieure. Dos años
después fue nombrado para la cátedra de filosofía occidental en el Collège de
France.Entretanto se publicó la disertación doctoral de Bergson Tiempo y libre albedrío
(1889) que produjo mucho interés entre los filósofos. En ella plantea sus teorías de la libertad
de la conciencia y del tiempo, al que consideró como una sucesión de instantes conscientes,
entremezclados e ilimitados. A esta obra le siguió Materia y memoria (1896), libro en el que
subraya la selectividad del cerebro humano; La risa (1900), ensayo sobre la base mecanicista
de la comedia, que tal vez sea su trabajo más citado, y La evolución creadora (1907), donde
explora el problema de la existencia humana y define la mente como energía pura, el élan
vital o ímpetu vital, responsable de toda la evolución orgánica. En 1914 fue elegido miembro
de la Academia Francesa. En 1921 Bergson dejó el Collège de France para dedicarse a los
asuntos internacionales, la política, los problemas morales y la religión; se había convertido
al catolicismo (sus padres eran judíos). En las dos últimas décadas de su vida sólo publicó un
libro Las dos fuentes de la moral y la religión (1932), donde relacionó su propia filosofía con
el pensamiento cristiano. En 1927 recibió el Premio Nobel de Literatura. Murió el 4 de enero
de 1941 en París. La influencia de sus primeras obras, sobre los filósofos, artistas y escritores
del siglo XX es muy amplia. Fue un maestro de la prosa y un brillante conferenciante, su
estilo místico aunque vital contrastaba con el materialismo formalista de sus semejantes. A
menudo asociado con la escuela intuitiva de filosofía, el bergsonianismo es demasiado
original y ecléctico para ser así conceptuado. Bergson, sin embargo, sí subrayó la importancia
de la intuición sobre el intelecto, al impulsar la idea de dos corrientes opuestas: la materia
inerte en conflicto con la vida orgánica, de modo semejante a como el impulso vital se
esfuerza por conseguir la acción libre creadora.
Bradley, Francis Herbert (1846-1924), filósofo inglés exponente del idealismo absoluto,
un sistema que concibe el conjunto de la realidad como producto de la mente y no como algo
percibido por los sentidos. Su filosofía deriva directamente de la obra del filósofo alemán
Georg Wilfhelm Friedrich Hegel.Nacido en Gales del Sur el 30 de enero de 1846, estudió en
la Universidad de Oxford. Al poco tiempo de ganar una cátedra en el Merton College en 1870
se vio afectado por una dolencia renal que lo dejó medio inválido. El resto de sus días los
dedicó por completo a la escritura. Poco antes de morir, en 1924, se le concedió la Orden del
Mérito; fue el primer filósofo en recibir esta distinción.Bradley se adhiere a la idea hegeliana
de que nada es real a no ser el "Absoluto", definido como la totalidad de lo existente, que
está incluso por encima de cualquier contradicción. Todas las demás cosas, incluyendo la
religión, la ciencia, los preceptos morales y hasta el sentido común son contradictorias. Una
de sus principales obras, Appearance and Reality (Apariencia y realidad, 1893), es
considerada como uno de los más originales trabajos de la metafísica británica del siglo XIX.
Buber, Martin (1878-1965), autor religioso judío que elaboró una filosofía del encuentro o
del diálogo. Nacido en Viena el 8 de febrero de 1878, Buber estudió en las universidades de
Viena y de Berlín. Sus primeros trabajos publicados, aquellos que le dieron su fama literaria,
fueron la recreación libre de leyendas y cuentos hasídicos recogidos en Los cuentos de Rabi
Nachman (1907) y La leyenda del Baal Shem (1908). En 1916 Buber fundó Der Jude, un
periódico que dirigió hasta 1924, que se convirtió en el órgano principal de los judíos de
habla germana. Sus obras más conocidas Yo y tú (1922), una concisa expresión poética de
su filosofía religiosa y Sobre el judaísmo (1923), que marcó su liderazgo intelectual sobre la
comunidad germano-judía, aparecieron en una recopilación en 1923.Buber fue profesor de
religión y ética hebrea desde 1923 hasta 1933, y más tarde de historia de las religiones desde
1933 hasta 1938 en la Universidad de Frankfurt, Alemania. En 1933, año en que los judíos
fueron expulsados de todas las escuelas alemanas como consecuencia de la llegada al poder
de Adolf Hitler, los dirigentes judíos en materia pedagógica nombraron a Buber director de
la Oficina Central para la Educación de Adultos Judíos en Alemania. En 1938 emigró a
Palestina (hoy Israel) y desde 1938 hasta 1951 fue profesor de filosofía social en la
Universidad Hebrea de Jerusalén. En 1949 fundó, y hasta 1953 dirigió, el Instituto Israelí
para la Educación de Adultos, que preparaba profesores para trabajar en el ámbito de la
inmigración. En 1958 fue el editor jefe de la Enciclopedia para la Educación israelí. También
fue un dirigente de la asociación Ichud (hebreo, "Unión"), grupo que pretendía la
reconciliación entre árabes y judíos.Buber es más conocido por su filosofía del diálogo, un
existencialismo religioso centrado en la distinción entre relaciones directas o mutuas (a las
que llamó "la relación Yo-tú" o diálogo) en las que cada persona confirma a la otra como
valor único y las relaciones indirectas o utilitarias, (a las que llamó "yo-él" o monólogo), en
las que cada persona conoce y utiliza a los demás pero no los ve ni los valora en realidad por
sí mismos. Al aplicar esta distinción entre "diálogo" y "monólogo" a la religión, Buber
insistió en que la religión significa hablar con Dios, no sobre Dios. Esto no es monoteísmo,
sino el diálogo entre el hombre y Dios que es la esencia del judaísmo bíblico. El hombre
adquiere conciencia de ser dirigido por Dios en cada encuentro si permanece abierto a esos
signos y dispuesto a responder con todo su ser. La filosofía del diálogo de Buber ha tenido
mucha influencia en pensadores de todos los credos religiosos, incluidos teólogos
protestantes de la categoría de Karl Barth, Emil Brunner, Paul Tillich y Reinhold Niebuhr.
Carnap, Rudolf (1891-1970), figura destacada del movimiento filosófico conocido como
positivismo o empirismo lógico. Nació el 18 de mayo de 1891 en Ronsdorf, Alemania.
Estudió en las universidades de Jena y de Friburgo y se especializó en matemáticas, física y
filosofía. Reconoció la influencia del matemático alemán Gottlob Frege en este campo, y en
las innovaciones del pensador británico Bertrand Russell y del filósofo germano Ludwig
Wittgenstein. Fue miembro destacado del Círculo de Viena, un grupo de científicos y
filósofos positivistas. En 1935 se trasladó a los Estados Unidos huyendo del nazismo y fue
profesor en la Universidad de Chicago. En 1954 aceptó un puesto en la Universidad de
California, en Los Angeles. Murió en Santa Mónica, California, el 14 de septiembre de
1970.Carnap interpretó la filosofía como un proceso de análisis lógico. Se interesó sobre todo
por el análisis del lenguaje de la ciencia ya que consideró que las afirmaciones empíricas de
la ciencia eran las únicas en verdad significativas. Son testimonio de su concepción global,
resumida en que los problemas de la filosofía se pueden reducir a los problemas del lenguaje,
sus libros La estructura lógica del mundo (1928) donde intenta reducir todas las demandas
del conocimiento al lenguaje de los datos; La sintaxis lógica del lenguaje (1934), donde
muestra su preferencia por el lenguaje que describe la conducta (lenguaje fisicalista) y su
trabajo sobre la sintaxis del lenguaje científico, así como sus estudios sobre la capacidad de
verificar, probar y confirmar las proposiciones empíricas. El principio de tolerancia de
Carnap, o la convencionalidad de las formas del lenguaje, afectó a la libertad y variedad en
la construcción del lenguaje. Estaba interesado de una forma muy acusada por las
construcciones de sistemas formales, lógicos. También llevó a cabo un trabajo significativo
en el campo de la probabilidad, distinguiendo entre estadística y lógica en su obra
Fundamentos lógicos de la probabilidad (1950). Carnap ayudó a fundar y participó en la
edición del diario Erkenntnis y la International Encyclopedia of Unified Science.
Caso, Antonio (1883-1946), filósofo y escritor mexicano. Fue una de las figuras más
importantes y activas de la intelectualidad de México en la primera mitad de siglo. Desde un
comienzo se opuso al positivismo imperante (introducido por Gabino Barreda), criticando lo
limitado de su concepto de experiencia. Introdujo en su país las más recientes tendencias
filosóficas, en especial la obra de Henri Bergson y Edmund Husserl. Su pensamiento, alejado
del discurso sistemático, tiene un marcado carácter pluralista y supone una confianza en el
valor de la intuición como forma de conocimiento. Le preocupaba la idea de "síntesis" como
meta del conocimiento filosófico, en la que debían converger la moral, el arte, las
aportaciones de la ciencia y de la cultura. Entre sus obras, Discursos a la nación mexicana
(1922), Doctrinas e ideas (1924) La filosofía de Husserl (1934) y El peligro del hombre
(1942).Ejerció una notable influencia en la renovación del pensamiento mexicano de su
tiempo. Formó parte del Ateneo de la Juventud, junto con José Vasconcelos, Alfonso Reyes
y otros jóvenes filósofos, que apoyaron sin la menor reserva el levantamiento revolucionario
de 1910.
Cassirer, Ernst (1874-1945), filósofo y pedagogo alemán, nacido en Breslau (hoy Wroclaw,
Polonia) formado en las universidades de Berlín, Leipzig, Munich, Heidelberg y Marburgo.
Fue profesor de filosofía en la universidad de Hamburgo desde 1919 y allí enseñó hasta que
fue expulsado en 1933, cuando Adolf Hitler llegó al poder. Enseñó después en las
Universidades de Oxford y Goteborg antes de ser profesor emérito en la Universidad de Yale
en 1941, para pasar luego a la Universidad de Columbia en 1944. Gran admirador de la
filosofía del pensador alemán Inmanuel Kant, fue uno de los líderes de la denominada escuela
neokantiana de filosofía de Marburgo. Sus obras versan sobre la teoría del conocimiento, la
historia de la epistemología, y la filosofía de la ciencia. También revisó y anotó diversos
escritos de Kant. Entre las obras de Cassirer cabe mencionar The Problem of Knowledge (El
problema del conocimiento, 3 volúmenes, 1906-1920) y The Philosophy of Symbolic Forms
(La filosofía de las formas simbólicas, 3 volúmenes, 1923-1929).
Derrida, Jacques (1930- ), filósofo francés cuya obra dio lugar a la escuela de la
deconstrucción, una metodología analítica que ha sido aplicada a la literatura, la lingüística,
la filosofía, el Derecho y la arquitectura. Derrida nació en El-Biar, Argelia. En 1952 empezó
a estudiar filosofía en la École Normale Supérieure en París, donde más tarde impartió clases
desde 1965 a 1984. Entre 1960 y 1964, enseñó en la Sorbona de París.La primera obra de
Derrida, Introducción a El origen de la geometría de Edmund Husserl (1962) fue un prólogo
a su traducción de algunos documentos de 1936 de Edmund Husserl, donde examinó los
principios de las tesis fenomenológicas de Husserl. En 1967 publicó tres libros —La Voix et
le phénomène (La voz y el fenómeno, 1973), De la Grammatologie (De la gramatología,
1977), y L'Éscriture et la différence (La escritura y la diferencia, 1978)— que introdujeron
el enfoque deconstructivo en la lectura de textos. Derrida se resiste a ser clasificado según
criterios culturalistas y sus últimas obras continúan redefiniendo su pensamiento.Desde
principios de la década de 1970, Derrida ha dividido su tiempo entre París y los Estados
Unidos, donde ha impartido clases en universidades como la John Hopkins, Yale y la
Universidad de California en Irvine. Otras obras suyas son Glas (1974) y La carta postal
(1980).El trabajo de Derrida se centra en el lenguaje. Afirma que el modo tradicional o
metafísico de lectura impone un número de falsas suposiciones sobre la naturaleza de los
textos. Un lector tradicional cree que el lenguaje es capaz de expresar ideas sin cambiarlas,
que en la jerarquía del lenguaje la escritura es secundaria respecto al discurso y que el autor
de un texto es el origen de su significado. El estilo de lectura deconstructivo de Derrida
invierte estas suposiciones y cuestiona la idea de que un texto tiene un único significado
inalterable.La persistencia del logocentrismo en la filosofía occidental, la importancia del
discurso sobre la escritura y el énfasis puesto sobre el significado en oposición al significante
están en el núcleo de la obra de Derrida. Recurriendo al psicoanálisis y la lingüística, Derrida
cuestiona este enfoque. Como resultado de todo ello, las intenciones del autor al hablar no
pueden ser aceptadas sin condiciones ni crítica. Esto multiplica el número de interpretaciones
legítimas de un texto.
Dilthey, Wilhelm (1833-1911), filósofo de la historia y la cultura alemán, cuyas teorías han
influido de forma notable en teología y sociología. Nacido en Biebrich, Renania, Dilthey
estudió en Heidelberg y Berlín. Como profesor de filosofía en las universidades de Basilea,
Kiel, Breslau y Berlín combatió la dominación del conocimiento por las ciencias naturales
'objetivas'; pretendía establecer una ciencia 'subjetiva' de las humanidades
(Geisteswissenschaften). Según Dilthey, estos estudios humanos subjetivos (que incluyen
derecho, religión, arte e historia) deberían centrarse en una "realidad histórica-social-
humana". Afirmaba que el estudio de las ciencias humanas supone la interacción de la
experiencia personal, el entendimiento reflexivo de la experiencia y una expresión del
espíritu en los gestos, palabras y arte. Dilthey razonó que todo saber debe analizarse a la luz
de la historia; sin esta perspectiva el conocimiento y el entendimiento sólo pueden ser
parciales.
Dühring, Karl Eugen (1833-1921), filósofo y teórico socialista alemán, nacido en Berlín.
La breve carrera jurídica de Dühring, desde 1856 a 1859, concluyó a causa de la ceguera.
Obtuvo un doctorado en filosofía por la Universidad de Berlín, donde desde 1864 a 1877
impartió clases.Dühring es conocido sobre todo por sus ideas sociales y políticas opuestas a
Friedrich Engels y otros marxistas. Concebía una sociedad en la que prevaleciera la igualdad.
A diferencia de los marxistas, sin embargo, Dühring consideraba que los intereses del capital
y el trabajo serían al fin compatibles. También defendía la propiedad privada si estaba
justificada por el trabajo. Sus ideas fueron atacadas con dureza por Engels en una obra
conocida como Anti-Dühring (1878). Los escritos de Dühring, a menudo caracterizados por
un fervor nacionalista y su antisemitismo, incluyen Curso de economía política y social
(1873), Curso de filosofía (1875), y su biografía, Cosas, vida y enemigos (1882).
Eucken, Rudolf (1846-1926), filósofo alemán galardonado con el premio nobel. Nació en
Aurich, en la Baja Sajonia, y se educó en Gotinga y en Berlín. Fue profesor de filosofía en
las universidades de Basilea (1871-1874) y Jena (1874-1920). En 1908 se le concedió el
Premio Nobel de Literatura. En sus obras, además de dedicarse a comentar a los antiguos
filósofos, Eucken va elaborando su propio sistema de pensamiento conocido como activismo
ético. Sostiene que la vida requiere un personal afán ético y que los individuos, una mezcla
de naturaleza y de espíritu, deben esforzarse por superar los instintos naturales y tender
siempre hacia lo espiritual. Considera la religión ortodoxa como un mero soporte protector
aunque incapaz de impulsar a las personas hacia la completa identidad con lo espiritual. Entre
sus obras destaca Die Methode der Aristotelischen Forschung (El método de la investigación
aristotélica, 1872) y algunas obras sobre filosofía de la religión.
Ferrater Mora, José (1912-1991), filósofo español. Nació en Barcelona. Se exilió de España
tras la Guerra Civil, enseñó en varias universidades latinoamericanas y desde 1949 fue
profesor de filosofía en el Bryn Mawr College (Pennsylvania). Muy conocido por ser el autor
del diccionario de filosofía más importante en lengua española, desarrolló un pensamiento
propio de carácter original, en el que aplicó instrumentos de la teoría analítica y cuestiones
clásicas de la tradición filosófica. Su pensamiento parte de la irreductibilidad de los diversos
sistemas y doctrinas filosóficas, a la que opone la necesidad de una perspectiva
"integracionista". Desde esta perspectiva desarrolló un pensamiento de carácter sistemático,
riguroso en su fundamentación y con una gran ambición teórica.Sus obras más originales
son: De la materia a la razón (1979) y El ser y la muerte: bosquejo de una filosofía
integracionista (1962). En la primera de ellas expone una aplicación de su "filosofía
integracionista" a la realidad esencial de la muerte. En la segunda plantea su sistema como
un problema de emergencia desde cuatro niveles fundamentales: el físico, el orgánico, el
social y el cultural. Ferrater Mora escribió numerosas obras de historia de la filosofía, y
dedicó una atención especial a la tradición filosófica española, así como a diversas novelas y
relatos literarios. Su influencia ha sido notable entre las generaciones de filósofos españoles
de la segunda mitad del siglo XX.
Foucault, Michel (1926-1984), filósofo francés que intentó mostrar que las ideas básicas
que la gente considera verdades permanentes sobre la naturaleza humana y la sociedad
cambian a lo largo de la historia. Sus estudios pusieron en tela de juicio la influencia del
filósofo político alemán Karl Marx y del psicoanalista austriaco Sigmund Freud. Foucault
aportó nuevos conceptos que desafiaron las convicciones de la gente sobre la cárcel, la
policía, la seguridad, el cuidado de los enfermos mentales, los derechos de los homosexuales
y el bienestar.Nacido en Poitiers, Foucault estudió filosofía occidental y psicología en la
École Normale Supérieure de París. Durante la década de 1960, encabezó los departamentos
de filosofía de las Universidades de Clermont-Ferrand y Vincennes (conocida de forma
oficial como Centro Universitario Experimental de Vincennes). En 1970 fue elegido para el
puesto académico más prestigioso en Francia, en el Collège de France, con el título de
profesor de Historia de los Sistemas de Pensamiento. Durante las décadas de 1970 y 1980,
su reputación internacional creció gracias a las numerosas conferencias y cursos que impartió
por todo el mundo.Las principales influencias en el pensamiento de Foucault fueron los
filósofos alemanes Friedrich Nietzsche y Martin Heidegger. Nietzsche mantenía que la
conducta humana está motivada por una voluntad de poder y que los valores tradicionales
habían perdido su antiguo dominio opresivo sobre la sociedad. Heidegger criticó lo que llamó
"nuestro actual entendimiento de ser tecnológico". El pensamiento de Foucault exploró los
modelos cambiantes de poder dentro de la sociedad y cómo el poder se relaciona con la
persona. Investigó las reglas cambiantes que gobiernan las afirmaciones que pueden ser
tomadas de forma seria como verdaderas o falsas en distintos momentos de la historia.
Estudió también cómo las prácticas diarias permiten a la gente definir sus identidades y
sistematizar el conocimiento; los hechos pueden ser entendidos como productos de la
naturaleza, del esfuerzo humano o de Dios. Foucault afirmaba que la concepción de las cosas
tiene sus ventajas y sus peligros. El pensamiento de Foucault se desarrolló en tres etapas. La
primera, en Locura y civilización (1960), que escribió mientras era lector en la Universidad
de Uppsala, en Suecia, reflejó cómo en el mundo occidental la locura —que alguna vez se
pensó infundida por inspiración divina— llegó a ser considerada como enfermedad mental.
En esta obra intentó exponer la fuerza creativa de la locura que había sido reprimida
tradicionalmente por las sociedades occidentales. En su segunda etapa escribió Las palabras
y las cosas (1966), una de sus obras más importantes.La última etapa de Foucault empezó
con la publicación de Vigilar y castigar, en 1975. Se preguntaba en este ensayo si el
encarcelamiento es un castigo más humano que la tortura, pero se ocupa más de la forma en
que la sociedad ordena y controla a los individuos adiestrando sus cuerpos; por ejemplo, un
entrenamiento básico puede disciplinar y preparar a una persona para ser un soldado. Los
últimos tres libros de Foucault —Historia de la sexualidad, Volumen I: Introducción (1976),
El uso del placer (1984) y La preocupación de sí mismo (1984)— son parte de una truncada
historia de la sexualidad. En estos libros, Foucault rastrea las etapas por las que la gente ha
llegado a comprenderse a sí misma en las sociedades occidentales como seres sexuales, y
relaciona el concepto sexual que cada uno tiene de sí mismo con la vida moral y ética del
individuo.En todos los libros de este último periodo, Foucault intenta mostrar que la sociedad
occidental ha desarrollado un nuevo tipo de poder, al que llamó bio-poder, es decir, un nuevo
sistema de control que los conceptos tradicionales de autoridad son incapaces de entender y
criticar. En vez de ser represivo, este nuevo poder realza la vida. Foucault anima a la gente a
resistir ante el Estado del bienestar desarrollando una ética individual en la que cada uno
lleve su vida de tal forma que los demás puedan respetarla y admirarla.
Gaos, José (1900-1969), filósofo español. Nacido en Ablaña (Asturias). Estudió en las
Universidades de Valencia, Madrid y Montpellier, fue discípulo de José Ortega y Gasset,
militante del Partido Socialista, profesor y catedrático de filosofía en la Universidad Central
de Madrid y rector de esta misma universidad, de 1936 a 1938. Desde 1938, tras su exilio de
España enseñó en numerosos centros de estudio y universidades de Guatemala, Cuba,
Venezuela y México. Fue miembro fundador de La Casa de España, transformada más tarde
en El Colegio de México. Acuñó el término de transterrados, para identificar a los españoles
en el exilio americano y fue hasta su muerte profesor en la Universidad de México, donde
realizó una importante labor pedagógica y ejerció una notable influencia sobre las nuevas
generaciones de filósofos mexicanos. Su preocupación principal estribaba en el análisis del
pensamiento como actividad, al que consideraba una verdadera vocación dotada de un
carácter personal. Era necesario, sin embargo, que la filosofía se atuviera a los fenómenos,
defendiendo una particular postura fenomenológica (De la filosofía, 1962). Influido por el
existencialismo (fue el traductor al español de la obra de los grandes filósofos alemanes de
esta tendencia), Gaos diseñó también una teoría del sujeto humano (Del hombre, 1970), en
la que destaca la relevancia de la expresión humana. Desempeñó también una importante
labor de historiador de las ideas. Entre sus numerosas obras se pueden destacar, Pensamiento
de lengua española (1945), Confesiones profesionales (1958), Filosofía mexicana de nuestros
días (1954), Orígenes de la filosofía y su historia (1960). Su influencia ha sido decisiva en la
formación de una escuela de historiadores y filósofos mexicanos y españoles, a los que
caracteriza un acento propio, entre los que destacan Leopoldo Zea, Luis Villoro, José Luis
Abellán.
García Bacca, Juan David (1901-1992), filósofo español. Nacido en Pamplona. Profesor de
filosofía y lógica matemática en la Universidad de Barcelona, se exilió de España tras la
Guerra Civil, se instaló en Ecuador, siendo profesor de filosofía en la Universidad de Quito
(1939-1942). Posteriormente y hasta su jubilación ejerció la docencia en la Universidad de
Caracas (Venezuela). García Bacca escribió una obra muy amplia de carácter variado, que
incluye traducciones al castellano de autores clásicos de la filosofía, obras de historia de las
ideas y una serie de originales ensayos filosóficos en los que expuso su pensamiento. Fue
uno de los primeros intelectuales españoles en introducir el rigor del análisis de la lógica
formal en sus ensayos y autor del primer tratado de lógica simbólica publicado por un filósofo
español (Introducción a la lógica moderna, 1936). Su original pensamiento se encuentra
atravesado por tres influencias fundamentales: la tradición de la filosofía clásica (en especial,
Platón), la filosofía de la ciencia y el marxismo. En una de sus obras fundamentales (Curso
sistemático de filosofía, 1969), García Bacca expone algunos rasgos de su concepción de la
filosofía, que debe ser 'transustanciadora' y no sólo 'interpretativa'. Para ello, debe aplicar el
modelo de la física y de la matemática contemporáneas, así como el de la poesía y de la
música. Sus últimas obras versan sobre teoría de la música, la tradición literaria española y
la filosofía de la religión. Con un estilo expresivo muy complejo, una gran erudición y una
extremada originalidad, García Bacca es uno de los más originales y notables pensadores
españoles del siglo XX. Entre sus obras se deben destacar Siete modelos de filósofos (1950),
Metáfisica natural, estabilizada y problemática (1963), Lecciones de historia de la filosofía
(2 volúmenes, 1972-1973), Filosofía y teoría de la relatividad (1978).
García Calvo, Agustín (1926- ), clasicista español. Nacido en Zamora, ha sido profesor de
filología clásica de las universidades de Sevilla y Madrid. Aun cuando su principal interés ha
sido el estudio del griego y haya publicado traducciones de Heráclito y Aristófanes, García
Calvo ha prestado una atención especial al análisis filosófico del lenguaje. De gran relevancia
son sus contribuciones al estudio del ritmo lingüístico, así como al análisis de las rupturas en
las secuencias lógicas del lenguaje, que se abren a mitos y estructuras imaginativas (Del
lenguaje, 1979). Asimismo, ha realizado sugerentes aportaciones al análisis del concepto de
posibilidad, que no considera subordinado a la realidad. En toda la obra de García Calvo hay
un ataque constante al poder, de marcado contenido anarquista, muy sugerente e imaginativo.
García Morente, Manuel (1888-1942), filósofo español. Nacido en Arjonilla (Jaén), fue
profesor de la Universidad Central de Madrid. Tras haber estudiado en Alemania y haberse
formado en el neokantismo de la escuela de Marburgo, estuvo muy influido por José Ortega
y Gasset, de quien fue colega de enseñanza. En su obra se planteó la diferencia entre la idea
de proceso y la de progreso. Pretendió además superar las diferencias entre realismo e
idealismo, proponiendo una nueva síntesis de amplio alcance metafísico. Sus cursos de
filosofía, así como su conocimiento de la tradición alemana, ejercieron una notable influencia
en la España de la II República. Algunas de sus traducciones y estudios, como los dedicados
a Immanuel Kant y a Henri Bergson, abrieron el panorama de la filosofía española de la
época a las más importantes corrientes europeas.
Gilson, Étienne (1884-1978), filósofo y profesor francés que influyó en varias generaciones
de alumnos, y cuya investigación sobre la filosofía medieval contribuyó al resurgimiento en
el siglo XX del tomismo, el método filosófico basado en las doctrinas de santo Tomás de
Aquino. Nacido en París, estudió en la Sorbona y allí fue profesor de historia de la filosofía
medieval (1921-1932), pasando luego al Colegio de Francia. En 1929 ayudó a fundar el
Instituto Pontificio de Estudios Medievales en la Universidad de Toronto. Fue admitido en
la Academia Francesa en 1947.Además de estudios sobre la historia de la filosofía, Gilson
escribió sobre san Agustín, Pedro Abelardo, san Buenaventura, Juan Duns Escoto, Dante
Alighieri, y en especial sobre Tomás de Aquino. Insistía en que la revelación judeo-cristiana
de Dios como creador y ser en sí mismo afectó en profundidad al carácter de la filosofía
cristiana. Entre sus obras mayores se encuentran La filosofía de santo Tomás de Aquino
(1924), El espíritu de la filosofía medieval (1936), La unidad de la experiencia filosófica
(1937), Dios y filosofía (1941), El ser y algunos filósofos (1949), Pintura y realidad (1957),
y la obra autobiográfica El filósofo y la teología (1962).
Giner de los Ríos, Francisco (1839-1915), pedagogo, escritor y filósofo krausista español
que nació en Ronda. Catedrático de Filosofía del Derecho en la Universidad de Madrid, en
1866, renunció a su cargo en 1867 en solidaridad con Julián Sanz del Río, Fernando de Castro
y Nicolás Salmerón, inhabilitados por su ideología liberal y progresista. Repuesto en 1868,
al triunfar la revolución que derrocó a Isabel II, participó intensamente en el esfuerzo
modernizador de la educación y la enseñanza, que impulsaron los discípulos krausistas de
Sanz del Río. Con la caída de la República y la restauración monárquica, y por permanecer
fiel a sus convicciones, fue destituido en 1875 y confinado en Cádiz. Al regresar a Madrid
fundó, en 1876, con el grupo de profesores represaliados, la Institución Libre de Enseñanza.
En 1881 fue repuesto en su cátedra.Giner concibe la educación como el único camino para
formar al hombre nuevo que requiere la sociedad de su época. Una educación con sentido
integrador de la personalidad, guiada por normas éticas y animada por un permanente
activismo del alumno en una escuela neutra, tolerante y abierta, en régimen de
coeducación.Dejó su pensamiento educativo reflejado en Estudios sobre Educación (1886),
Educación y Enseñanza (1889) y en el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza. El influjo
de su obra pedagógica se mantuvo presente en el estilo educativo de otras instituciones
escolares que él mismo impulsó y en el ordenamiento académico español, especialmente en
las épocas de gobiernos más progresistas y durante los años de reformas laicas y
reformadoras de la República y los años de predominio liberal durante la monarquía.
Gramsci, Antonio (1891-1937), pensador y político italiano y uno de los fundadores del
Partido Comunista Italiano.Gramsci nació en Cerdeña en el seno de una familia muy humilde.
Inició sus estudios superiores en la Universidad de Turín en 1911, pero la abandonó en 1914
debido a un problema crónico de salud. Comenzó a trabajar como periodista en Avanti!
(¡Adelante!), un periódico del partido socialista, en 1916, y poco después fundó otro diario,
en colaboración con Palmiro Togliatti y otros compañeros, llamado Ordine Nuovo (Órden
Nuevo) en 1919. Tomó parte en el movimiento de Consejos de Fábricas que intentó sin éxito
desafiar a Fiat y otras compañías de Turín y sus alrededores durante 1920. Fue uno de los
fundadores del Partido Comunista Italiano (PCI), formado en enero de 1921 en el Congreso
de Livorno, y trabajó para la Komintern (la III Internacional comunista) en Moscú y Viena,
pero regresó a Italia en 1924 para unirse a la oposición parlamentaria enfrentada a la dictadura
de Benito Mussolini. Fue arrestado en 1926 y encarcelado en 1928. Falleció el 27 de abril de
1937 en el hospital de una prisión de Roma.La influencia del pensamiento de Gramsci ha
continuado gracias a obras como Cuadernos de la prisión, publicada por primera vez entre
1948 y 1951. Su análisis de las dificultades que se plantean en las sociedades avanzadas y
cambiantes, en las que la clase gobernante ejerce no sólo el poder militar y político sino
también la hegemonía intelectual y cultural, atrajo la atención de Jean Paul Sartre, Louis
Althusser y otros pensadores marxistas, algunos de los cuales criticaron su actitud
revolucionaria.
Green, Thomas Hill (1836-1882), filósofo y educador británico, que encabezó la respuesta
crítica contra el empirismo, la filosofía dominante en el Reino Unido durante el final del siglo
XIX. Nacido en Birkin, Yorkshire, y educado en Rugby y la Universidad de Oxford, Green
enseñó en Oxford desde 1860 hasta su muerte, primero como lector y desde 1878 como
profesor de filosofía moral.Discípulo del pensador alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel,
Green insistió en que la conciencia proporciona la base necesaria para el conocimiento y la
moral. Mantenía que el bien más elevado de una persona es la autorrealización y que el
individuo sólo puede alcanzarla en sociedad, la cual tiene, a su vez, una obligación para el
individuo: mantener el bien de todos sus miembros. Las implicaciones políticas de su
filosofía sentaron las bases de la amplia legislación sobre aspectos sociales en el Reino
Unido. Además de ser el filósofo británico más influyente de su tiempo, Green fue un
vigoroso defensor de la educación popular, la moderación y el liberalismo político. Entre sus
escritos destacan Prolegómenos a la Ética (1883) y Lecturas sobre los principios de la
obligación política (1895), ambos publicados después de su muerte.
Gurméndez, Carlos (1917- ), filósofo español. Nacido en Madrid, tras cursar estudios de
derecho y filosofía en la Universidad de Madrid, completó su formación en Berlín y París,
donde conoció a Jean-Paul Sartre. Exiliado después de la Guerra Civil, vivió en varios países
de América Latina y en Dinamarca. Su variada y amplia obra filosófica ha estado influida
por el marxismo, la psicología y el existencialismo. Pero su empeño más relevante ha sido
elaborar una filosofía de los sentimientos y de las pasiones, de un carácter marcadamente
original. Gurméndez destaca el carácter materialista de toda forma de pasión y distingue entre
formas puras e impuras (Crítica de la pasión pura, 1989), hasta llegar a la pasión absoluta,
que es una fuerza liberadora de toda forma de alienación, constitutiva de una antropología de
carácter radicalmente crítico.
Hartmann, Nicolai (1882-1950), filósofo idealista alemán y una de las figuras centrales del
pensamiento de principios del siglo XX. Nacido en Riga, Lituania, y educado en San
Petersburgo, Dorpat (en Estonia) y Marburgo, Hartmann enseñó más tarde en Marburgo,
Berlín, Colonia y Göttingen. Sus obras incluyen Plato's Logik des Seins (La lógica del ser de
Platón, 1909), Ética (1926), Nuevos caminos de ontología (1943), y Asthetik (1953).Ya en
las primeras etapas de su carrera, Hartmann se interesó profundamente por las teorías de
Platón sobre la realidad, como la interpretaba la filosofía neo-kantiana. Más tarde, sin
embargo, al reaccionar contra la opinión neo-kantiana de que la mente construye la realidad
a través de las formas inherentes del pensamiento, Hartmann mantuvo que la realidad es
anterior al proceso reflexivo. Posteriores investigaciones sobre el idealismo y la historia de
la filosofía occidental le llevaron a adoptar el método crítico de considerar los problemas
desde puntos de vista divergentes y siempre incompatibles antes de intentar una solución. Al
igual que el pensador Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Hartmann concebía la historia de la
filosofía no como un museo de sistemas muertos, aislados, sino como una acumulación
siempre cambiante de ideas relacionadas. Para Hartmann, el conocimiento humano no
constituye o refleja por entero la naturaleza total del ser, pero en sí mismo es sólo una parte
de la realidad. Los humanos deben, por lo tanto, tratar de conocer y actuar lo mejor que
puedan en un mundo a la postre indiferente.
Hartshorne, Charles (1897- ), filósofo y teólogo estadounidense que enseñó en las
universidades de Chicago, Emory y Texas. Hartshorne es uno de los principales defensores
de la filosofía del proceso, una propuesta que subraya la naturaleza progresiva o evolutiva de
la realidad. Se considera que incluso Dios está sometido a dicho proceso dada su asociación
con el mundo cambiante. Entre las principales obras de Hartshorne están La relatividad
divina (1948) y La lógica de la perfección (1962).
Ingenieros, José (1877-1925), filósofo argentino. Nació en Buenos Aires y ejerció una gran
influencia en el pensamiento de su tiempo. Tras haber estudiado medicina, fue uno de los
introductores de la psicología en su país, participando del positivismo imperante en la época
quizá como la última gran figura de ese pensamiento tan enraizado en el siglo XIX. Escribió,
entre otras muchas obras, La simulación en la lucha por la vida (1903), su tesis doctoral,
adscrita a la intensa corriente darwinista en la Argentina de aquella época, Psicología
genética (1911) y El hombre mediocre (1913), su obra más importante de psicología social,
en la que describía al hombre moldeado por el medio, sin ideales ni individualidad. En una
de sus obras más originales (Proposiciones relativas al porvenir de la filosofía, 1918)
Ingenieros desarrolló una versión particular del positivismo que hacía posible la metafísica.
Afirmaba que es posible reconocer, en toda forma de experiencia, un "residuo experiencial"
que no es incognoscible, aunque no tenga un carácter trascendental. Este residuo, que resulta
accesible al conocimiento y la experiencia humana, es el objeto de una nueva metafísica,
distinta a la ciencia positiva. Fue miembro del Partido Socialista, fundado por Juan B. Justo,
y defendía la idea de que la lucha de clases era una de las manifestaciones de la lucha por la
vida. Durante algún tiempo defendió cierto tipo de biologismo social.
Jaspers, Karl (1883-1969), filósofo alemán que fue uno de los fundadores del
existencialismo. Su obra, compuesta por más de treinta libros, influyó en la teología, la
psiquiatría y la filosofía del siglo XX. Nacido en Oldenburg el 23 de febrero de 1883, Jaspers
estudió derecho y medicina y recibió su doctorado en la Universidad de Heidelberg. Enseñó
psiquiatría en la Universidad de Heidelberg desde 1916. Adentrándose en el campo de la
filosofía, ocupó la cátedra de filosofía desde 1937. Jaspers, cuya mujer era judía y que
rechazó sin paliativos a las autoridades hitlerianas, no pudo enseñar durante la mayor parte
del periodo en el que Hitler estuvo en el poder. En 1948 aceptó una cátedra de filosofía en
Basilea, Suiza.En su primera obra mayor, Psicopatología general (1913), Jaspers denunció
las pretensiones científicas de la psicoterapia tachándolas de engañosas y deterministas. Más
tarde publicó Psychologie der Weltanschauungen (Psicología de las concepciones del
mundo, 1919), un trabajo muy importante para catalogar las diferentes actitudes ante la
vida.En su principal obra, Filosofía (tres volúmenes, 1932), Jaspers da su visión de la historia
de la filosofía y aborda sus principales temas. Identificó la filosofía con el pensamiento
filosófico en sí mismo, no con las conclusiones a las que puede llevar. Su ideario nace de un
esfuerzo por explorar y describir los márgenes y los límites de la experiencia. Empleó el
término das Umgreifende (lo abarcable) para referirse a los límites últimos del ser, el
horizonte indefinido en el cual puede desarrollarse cualquier experiencia objetiva o subjetiva
y que no puede comprenderse por vías racionales. Otra obra importante es
Existenzphilosophie (1938; Filosofía de la existencia). El término éxistenz se refiere a la
experiencia indefinible de la libertad y la posibilidad que constituye la verdadera esencia del
ser para quienes son conscientes de lo abarcable al enfrentarse a situaciones límite como el
azar, el sufrimiento, el conflicto, la culpabilidad y la muerte. Jaspers también escribió con
frecuencia sobre la amenaza que la ciencia moderna y las instituciones políticas y económicas
modernas plantean para la consecución de la libertad humana. Entre sus escritos políticos
está La cuestión de la culpabilidad alemana (1946).Jaspers murió el 20 de febrero de 1969
en Basilea.
Kautsky, Karl Johann (1854-1938), teórico marxista alemán y uno de los primeros líderes
del Partido Socialdemócrata de su país. Kautsky nació en Praga y estudió en la Universidad
de Viena. Fue amigo y discípulo de los líderes comunistas Karl Marx y Friedrich Engels.
Fundó en 1883 el periódico Die Neue Zeit, que se convirtió en una de las principales
publicaciones socialistas de Europa bajo su dirección, y en órgano teórico del Partido
Socialdemócrata, al que Kautsky se unió. Kautsky fue reconocido como uno de los teóricos
del marxismo más destacados de su tiempo, estimado por su defensa de las doctrinas
revolucionarias, opuestas al revisionismo, concepción más liberal del líder socialdemócrata
Eduard Bernstein, con el que mantuvo una enconada disputa ideológica en el Congreso de
Erfurt (1891) cuando redactó el programa del Partido Socialdemócrata. Posteriormente, el
propio Kautsky adoptó una perspectiva menos radical.Se adhirió al pacifismo durante la I
Guerra Mundial, a la que calificó como una aventura imperialista. Fue uno de los dirigentes
de la facción izquierdista que se separó de los socialdemócratas en 1917 para formar el
Partido Socialdemócrata Independiente. Se opuso a la Revolución Rusa de noviembre de
1917, y se negó a seguir a un sector de su partido que en 1922 se unió al Partido Comunista
Unificado, que apoyaba al régimen soviético. Después de la I Guerra Mundial, residió la
mayor parte del tiempo en Viena, desde donde dirigió las actividades de los socialistas
austriacos.La mayor aportación de Kautsky al marxismo se encuentra en su obra Teorías
sobre la plusvalía (4 volúmenes, 1905-1910), basada en manuscritos y notas de Marx que
originalmente iban a ser la base de su cuarto volumen de El capital (3 volúmenes, 1867-
1894).
Korn, Alejandro (1860-1936), filósofo y médico argentino. Nació en San Vicente (Buenos
Aires) y ejerció un gran ascendiente en el pensamiento de su país. Pretendió superar cuanto
de dogmático mantenía el positivismo imperante en su tiempo y asimiló la influencia de
Immanuel Kant y Wilhelm Dilthey respecto a la posibilidad de la metafísica. En sus obras
hay una continua reflexión sobre el valor y el sentido de la libertad. Según Korn, el problema
filosófico fundamental es (influido por Dilthey) la distinción entre el mundo de la necesidad
y el mundo de la libertad, entre el mundo de la ciencia positiva y el mundo de la conciencia.
La libertad es el rasgo supremo del ser humano, que nunca es dada, sino que debe ser
conquistada continuamente, como afirma en su obra La libertad creadora (1922), y debe
desembocar en una teoría de los valores.
Lukács, György (1885-1971), filosófo marxista húngaro, político y crítico literario. Lukács
nació en Budapest, el 13 de abril de 1885. Estudió en las universidades de Budapest, Berlín
y Heidelberg, y sus primeros escritos literarios y filosóficos muestran la influencia del
idealismo neokantiano y del sociólogo alemán Max Weber. Hacia 1918, se identificó con el
marxismo y se afilió al Partido Comunista Húngaro. En 1919 participó en la República
Húngara de los Consejos. Tras el derrocamiento del gobierno, Lukács escapó a Viena. Allí
escribió Geschichte und Klassenbewusstsein: Studien über Marxistischen Dialektik (Historia
y conciencia de clase, 1923), una obra que influyó enormemente en muchos marxistas
posteriores, por su reflexión sobre la alienación, pero que el propio Lukács repudió en 1928.
Otras obras suyas de gran importancia y repercusión posterior son Estética y Sociología de
la novela.Entre 1930 y 1945 Lukács vivió en Moscú, donde fue editor del diario Literaturnyi
kritik y escribió libros en defensa del realismo decimonónico frente al modernismo de su
propia época, representado por sus correligionarios Walter Benjamin y Bertolt Brecht. En
1945 regresó a Hungría, donde fue profesor de Estética y Filosofía de la Cultura en la
Universidad de Budapest hasta 1958. Fue también parlamentario de 1949 a 1956 y ministro
en el gobierno reformista durante la revolución húngara de 1956. Murió en Budapest el 4 de
junio de 1971.
Marcel, Gabriel (1889-1973), filósofo católico, dramaturgo y crítico francés que mantenía
que los individuos tan sólo pueden ser comprendidos en las situaciones específicas en que se
ven implicados y comprometidos. Esta afirmación constituye el eje de su pensamiento,
calificado como existencialismo cristiano. Nacido el 7 de diciembre de 1889 en París, Marcel
perdió a su madre a una edad muy temprana lo que le dejó un profundo sentimiento de
pérdida. Fue educado en un ambiente de cariño, aunque sofocante, por su abuela y tía,
convirtiéndose esta última en su madrastra.En su primer libro, Diario metafísico, Marcel
abogaba por una filosofía de lo concreto que reconociera que la encarnación del sujeto en un
cuerpo y la situación histórica del individuo condicionan en esencia lo que se es en realidad.
Marcel distinguió la reflexión primaria, que tiene que ver con los objetos y las abstracciones
y alcanza su forma más elevada en la ciencia y la tecnología, de su propio método, la reflexión
secundaria que se ocupa de aquellos aspectos de la existencia humana, como el cuerpo y la
situación de cada persona, en los que se participa de forma tan completa que el individuo no
puede abstraerse de los mismos. La reflexión secundaria contempla los misterios y
proporciona una especie de verdad (filosófica, moral y religiosa) que no puede ser verificada
mediante procedimientos científicos, pero que es confirmada en tanto ilumina la vida de cada
uno. Marcel, al contrario que otros seguidores del existencialismo, hizo hincapié en la
participación en una comunidad en vez de denunciar el ontológico aislamiento humano. No
sólo expresó estas ideas en sus libros, sino también en sus obras de teatro, que presentaban
situaciones complejas donde las personas se veían atrapadas y conducidas hacia la soledad y
la desesperación, o bien establecían una relación satisfactoria con las demás personas y con
Dios. Defensor de los sublevados durante la Guerra Civil española, Albert Camus polemizó
con él en varias cartas públicas donde denunció las contradicciones éticas de su reflexión
filosófica humanista. Entre sus obras destacan Diario metafísico (1923), Ser y tener (1933),
Del rechazo a la invocación (1940) y Homo viator (1944).
Marcuse, Herbert (1898-1979), filósofo estadounidense de origen germano, uno de los
principales teóricos de la izquierda radical y del movimiento denominado Nueva Izquierda,
y un crítico insumiso del orden establecido y de la cultura y las costumbres convencionales.
Nacido en Berlín y educado en las universidades de esta ciudad y Friburgo, formó parte del
Instituto para la Investigación Social de Frankfurt, sustrato de la escuela filosófica del mismo
nombre, junto a Theodor Adorno y Max Horkheimer, hasta 1933, en que el Partido
Nacionalsocialista (nazi) conquista el poder y se clausura el centro. Marcuse emigró a
Estados Unidos donde trabajó en el Instituto para la Investigación Social de la Universidad
de Columbia en 1934. Durante la década de 1940 trabajó para distintas agencias de
información del Gobierno federal. Después de 1950 enseñó sucesivamente en las
universidades de Columbia, Harvard y Brandeis y en la Universidad de California, en San
Diego.Pese a que su principal interés teórico tendía a una síntesis entre la lógica de Hegel y
la ontología de Heidegger, la influencia de Marcuse en los líderes estudiantiles fue evidente
durante las revueltas universitarias en Europa y Estados Unidos a finales de la década de
1960. Se le considera el padre espiritual de los levantamientos de mayo de 1968 en París y
diversas capitales de Alemania. Su influencia en jóvenes teóricos del moderno pensamiento
político, como el francés Daniel Cohn-Bendit, el gemano-oriental Rudi Dutschke, los
españoles Manuel Sacristán y Jacobo Muñoz, o el griego Nicos Poulantzas, ha sido decisiva
para desprender las doctrinas filosóficas críticas de su ortodoxa vinculación a los conflictos
ideológicos y estratégicos de la guerra fría. En sus escritos, afirmaba que los males sociales
sólo pueden superarse si se renuncia al proceso democrático liberal. Marcuse mantenía que
los mayores desafíos al orden establecido vendrían de los estudiantes y los grupos
minoritarios y no de los trabajadores, que, según él, están comprometidos con el statu quo.
Su filosofía social está enunciada en Razón y revolución (1941), Eros y civilización (1955),
El marxismo soviético (1958) y El hombre unidimensional (1964).
Mariátegui, José Carlos (1894-1930), es el ideólogo peruano más importante del siglo XX
y posiblemente el pensador marxista latinoamericano más influyente de su época. Aparte de
sus libros, hay que destacar su acción personal en la vida política peruana, y su admirable
labor como periodista, especialmente a través de las páginas de Amauta, revista fundada por
él en 1926, que se convirtió en uno de los grandes órganos de difusión del pensamiento, la
crítica y la creación en América. Esa labor es todavía más notable si se considera que la
cumplió confinado en una silla de ruedas durante los años decisivos de su vida.Su primera
etapa de formación intelectual —lo que él llamará "mi edad de piedra"— llega hasta 1919 y
se distingue por su actividad periodística. Escribe artículos y crónicas sobre los más variados
temas, con un cierto tono frívolo, mundano y elegantes rasgos posmodernistas; luego, hay un
claro giro hacia el socialismo y el activismo político. Fundó la revista Nuestra Época y el
diario La Razón; frecuentó la lectura de España, de Manuel Azaña y los textos de Araguistain
y Unamuno; siguió muy de cerca la Reforma Universitaria, iniciada en la Universidad
argentina de Córdoba en 1918; fue elegido vicepresidente del Círculo de Periodistas y apoyó
las reivindicaciones obreras y el Comité de Propaganda Socialista. Para alejar del país a este
incómodo crítico, el presidente Augusto B. Leguía lo envió a Italia, donde pasó unos tres
años (1920-23) que fueron cruciales en su maduración intelectual. Visitó París, Berlín, Viena
y Budapest, conoció a Gramsci, siguió de cerca el proceso de renovación de la izquierda
europea y muy influido por Spengler llegó a pensar en la inevitable decadencia de Occidente.
Cuando vuelve al Perú, Mariátegui es otro hombre: un marxista convencido, un crítico bien
informado sobre la situación mundial y los grandes cambios que se producían en la literatura
y las artes, y un revolucionario dispuesto a servir la causa de los movimientos obreros y
agrarios en toda América. En 1926 fundó Amauta (el nombre en quechua significa 'maestro,
filósofo' y fue aplicado después a él mismo), que se publicó hasta 1930; colaboró con distintas
revistas literarias como Mundial y Variedades; organizó el Partido Socialista (1928), que
luego se convirtió en el Partido Comunista Peruano, y la Confederación General de
Trabajadores (1929). Tras un encuentro con Victor Raúl Haya de la Torre, dirigió una cátedra
en la Universidad Popular Manuel González Prada, se hizo cargo de la revista Claridad y en
1924 sufrió la amputación de la pierna enferma. Su primer libro, La Escena Contemporánea
(1925), compilación de crónicas y artículos provoca un gran escándalo, y en palabras de
Waldo Frank, "su sillón rueda hacia la cárcel".Su ruptura con Haya de la Torre le llevó a la
fundación de un partido marxista-leninista, del que fue elegido Secretario General, pero sus
posiciones heterodoxas respecto del comunismo internacional, provocaron el
distanciamiento y la crítica de los dirigentes de la Internacional comunista.Entregado a todas
estas tareas, Mariátegui publicó pocos libros en vida, pero su obra, recopilada póstumamente,
llena numerosos volúmenes. Del conjunto, nada supera en importancia y difusión a sus
célebres Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana (1928), que han sido
reeditados incontables veces. Es el primer examen integral de la problemática política, social,
económica y cultural del país desde un punto de vista marxista. Hoy se pueden señalar
algunos errores en sus análisis específicos, pero no cabe duda de la oportunidad histórica de
su estudio, su precisión para detectar la raíz de los grandes males nacionales, y sobre todo de
su capacidad para aplicar el método marxista con flexibilidad y lucidez, evitando las
estrecheces ideológicas que abundan en los estudios de ese tipo. Su lenguaje apasionado,
comunicativo y convincente confirman las dotes de gran periodista que había en él. Entre sus
ensayos póstumos se encuentran: El artista y la época, Defensa del marxismo y Signos y
obras, todos publicados en 1959 como parte de sus Obras completas. Su muerte, a la edad de
35 años, interrumpió una trayectoria político-intelectual fecunda y cargada de enorme
proyección latinoamericana y mundial. Se considera que Defensa del Marxismo, obra que
preparaba con gran interés, es el mejor exponente de sus ideas y un excelente punto de
referencia para conocer su evolución ideológica, frente al dogmatismo de la época.
Muguerza, Javier (1939- ), filósofo español. Nació en Coín, Málaga, en 1939. Fue profesor
en las universidades de La Laguna (Tenerife) y Autónoma (Barcelona). Destacado discípulo
de José Luis L. Aranguren y José Ferrater Mora, emprende un camino propio al publicar La
razón sin esperanza (1978). Fue también director del Instituto de Filosofía del Centro
Superior de Investigaciones Científicas. Catedrático de Ética por la Universidad Nacional de
Educación a Distancia (UNED) de Madrid, compaginó la enseñanza con la dirección de la
revista de filosofía moral y política, Isegoría. Muguerza, que inscribe su trabajo en el ámbito
del pensamiento analítico, como demuestran sus traducciones de Bertrand Russell (La
filosofía del atomismo lógico, Ensayos sobre lógica y conocimiento) y su compilación La
concepción analítica de la filosofía (1974), elaboró una crítica de la 'razón práctica' defendida
por George E. Moore y John Rawls, donde propone una contraposición entre la razón y la
ética en el mundo moderno. Esta visión escéptica sobre el papel de la razón respecto a lo
cotidiano, donde se refleja la crisis de los ideales ilustrados que evidenciaría la dimensión
filosófica del marxismo, cristalizaría en el ensayo La alternativa del disenso (1988), incluido
en El fundamento de los derechos humanos, volumen colectivo coordinado por Gregorio
Peces-Barba, y de un modo más extenso y detallado en Desde la perplejidad. Ensayos sobre
la ética, la razón y el diálogo (1990) y Ética de la incertidumbre (1990). El distanciamiento
de la 'razón cerrada sobre sí' lleva a Muguerza, a través de la 'razón comunicativa' de Jürgen
Habermas, a componer una 'guía de perplejos' que define la perplejidad como una opción
disidente existencial no exenta de orientaciones utópicas.
Ortega y Gasset, José (1883-1955), filósofo y ensayista español, famoso por su crítica
humanista de la civilización moderna. Nació en Madrid, en cuya universidad se doctoró en
filosofía y amplió estudios en las universidades de Leipzig, Berlín y Marburgo. Ortega
consiguió el cargo de catedrático de metafísica en la universidad de Madrid (1910-1936). Sus
artículos, conferencias y ensayos sobre temas filosóficos y políticos contribuyeron al renacer
intelectual español de las primeras décadas del siglo XX y a la caída de la monarquía española
en 1931. Su filosofía se popularizó en torno a la expresión "yo soy yo y mi circunstancia, y
si no la salvo a ella no me salvo a mí". En 1914 publica Las meditaciones del Quijote, donde
plasma su pensamiento filosófico de clara influencia kantiana y sus reflexiones sobre el hecho
artístico (ampliadas en 1925 con la publicación de La deshumanización del arte).A
comienzos de la década de 1920 sus escritos tienen una óptica menos subjetivista y están más
orientados a analizar los comportamientos sociales de las masas que conforman la sociedad
contemporánea (es la etapa conocida como perspectivista). Sus obras más destacadas en esta
línea son España invertebrada (1921), El tema de nuestro tiempo (1923) y su título más
destacado y de mayor trascendencia, La rebelión de las masas (1930). En ella critica la
influencia destructiva de la mentalidad general, y por lo tanto de la gente mediocre, que de
no ser dirigida por una minoría intelectual y moralmente superior alienta el ascenso del
autoritarismo. A finales de la década de 1920 inicia una nueva profundización filosófica: es
la etapa llamada raciovitalista, reflejada en obras como Kant. Reflexiones en torno a un
centenario (1929), En torno a Galileo (1933), Ideas y creencias (1940) e Historia como
sistema (1941) entre otras.Publicó numerosos comentarios y artículos en periódicos a los que
se sintió muy ligado: El Imparcial (creado por su abuelo) y posteriormente El Sol, que fundó
él mismo. Fue asimismo fundador de las revistas España (1915) y La Revista de Occidente
(1923), que sirvieron para difundir hasta 1936, las tendencias filosóficas y culturales de moda
en el primer cuarto del siglo XX, principalmente las de procedencia germánica y las obras de
españoles, como los hermanos Manuel y Antonio Machado, o jóvenes poetas que formarían
la Generación del 27. Sus comentarios en periódicos o revistas se recopilaron en los ocho
tomos de El espectador (1916-1935).Opuesto a la dictadura del general Miguel Primo de
Rivera (1923-1930), colaboró en la caída de la monarquía de Alfonso XIII y el advenimiento
de la II República. Con este fin creó la Agrupación al Servicio de la República, grupo político
en el que participaron otros intelectuales como Gregorio Marañón o Ramón Pérez de Ayala,
y en nombre del cual fue elegido diputado a las Cortes constituyentes de 1931. Descontento
con la orientación radical de la Constitución de 1931 (en especial por la aprobación del
Estatuto de Autonomía de Cataluña) abandonó su puesto de diputado.Con el estallido de la
Guerra Civil española (1936), Ortega abandonó el país y residió en Francia, Holanda,
Argentina y Portugal antes de su regreso en 1945. Entre las obras de esta última etapa hay
que destacar ¿Qué es filosofía? (1950) y, publicadas póstumamente, Meditaciones sobre
Europa (1957) y El hombre y la gente (1958). Igualmente hay que mencionar sus estudios
sobre pintores españoles, en especial, Papales sobre Velázquez y Goya (1950) y Velázquez
(1954).
Quine, Willard Van Orman (1908- ), filósofo estadounidense, conocido por su trabajo en
lógica matemática y sus contribuciones al pragmatismo como una teoría del conocimiento.
Nacido en Akron, Ohio, fue educado en el Oberlin College y en la Universidad de Harvard,
donde llegó a ser profesor en 1936.Quine es conocido por su afirmación de que el modo en
que el individuo usa el lenguaje determina qué clase de cosas está comprometido a decir que
existen. Además, la justificación para hablar de una manera en lugar de otra, al igual que la
justificación de adoptar un sistema conceptual y no otro, es para Quine una manifestación
absolutamente pragmática. También es conocido por su crítica de la distinción tradicional
entre afirmaciones sintéticas (proposiciones empíricas o basadas en hechos) y afirmaciones
analíticas (proposiciones necesariamente verdaderas). Quine ha realizado sus principales
contribuciones a la teoría de conjuntos, una rama de la lógica matemática que tiene que ver
con la relación entre las clases. Sus obras publicadas incluyen Lógica matemática (1940),
Desde un punto de vista lógico (1953), Palabra y objeto (1960), Teoría de los conjuntos y su
lógica (1963) y Esencias: un diccionario filosófico a intervalos (1987).
Sacristán, Manuel (1923-1985), filósofo español. Nacido en Madrid, manifestó una pronta
vocación por el estudio de la teoría política que le llevaría a la elaboración de un pensamiento
crítico muy original en el contexto de las tradiciones culturales de España. Profesor de
filosofía en la Universidad de Barcelona, su pensamiento evolucionó en los años sesenta
desde posiciones próximas al denominado 'falangismo de izquierdas' —expresión por la que
se aludía a intelectuales seguidores de las tesis de José Antonio Primo de Rivera y enfrentados
a los doctrinarios falangistas integrados en el régimen de Franco— hacia el marxismo
crítico.En 1964, prueba de su desengaño político o del interés por hallar una vía teórica
radical, y quizá también influido por las tesis de Herbert Marcuse, publicó Introducción a la
lógica y al análisis formal, obra considerada como pieza esencial en la introducción de la
lógica matemática en el ámbito universitario y a la que seguirían numerosos ensayos que le
convertirían en verdadero introductor en España del pensamiento de György Lukács y de
Antonio Gramsci, prefigurador de la 'revolución de Occidente', que acabaría conociéndose
como 'eurocomunismo', sustrato ideológico en el que los partidos comunistas europeos
plantearían el alejamiento de la disciplina soviética.No obstante, Manuel Sacristán se
manifestó receloso hacia esta tendencia en los años setenta, cuando desempeñaba algunas
responsabilidades en el seno del PCE, aún en la clandestinidad, emprendía la publicación de
las obras completas de Karl Marx y Friedrich Engels y dirigía las publicaciones Mientras
tanto y, en colaboración con el filósofo Jacobo Muñoz, Materiales. En 1983 publicó Marx y
el marxismo, compendiando sus ideas sobre la necesidad de una renovación ideológica en el
seno del comunismo, obra a la que siguió en 1984 Papeles de filosofía. Falleció en 1985 en
Barcelona. Numerosos intelectuales críticos que han reivindicado su figura afirman que el
grueso de su producción se halla inédita en la práctica.
Scheler, Max (1874-1928), filósofo social y religioso alemán, inspirador de la teoría de los
valores, cuyo trabajo reflejaba la influencia de la fenomenología de su compatriota Edmund
Husserl. Nacido en Munich, Scheler enseñó en las universidades de Jena, Munich, y
Colonia.En La naturaleza de la simpatía (1913), Scheler aplicó el método de Husserl de la
descripción fenomenológica detallada a las emociones sociales que relacionan a los seres
humanos unos con otros, especialmente el amor y el odio. Partiendo del concepto husserliano
de reducción fenomenolífica, Scheler distinguió las esencias de lo intangible, lo que llevó a
la afirmación de la independencia de los valores eternos e inmortales. A este libro le siguió
su obra más famosa El formalismo en la ética y teoría material de los valores (1913), un
estudio en dos volúmenes de ética en el que criticaba el enfoque ético formal del filósofo
alemán Immanuel Kant y lo sustituía por un estudio de los valores específicos como se
presentan de un modo directo a la conciencia.Después de su conversión al catolicismo en
1920, Scheler escribió De lo eterno en el hombre (1921) para justificar su conversión —fue
llamado el Nietzsche católico—, seguido por un importante estudio de la sociología del
conocimiento, Die Wissensformen und die Gesellschaft (Formas de conocimiento y
sociedad, 1926). Más tarde rechazó el catolicismo y desarrolló una filosofía, basada en la
ciencia, en la que todo conocimiento abstracto y valores religiosos son considerados
sublimaciones de los instintos básicos humanos, que expone en su último libro, El puesto del
hombre en el cosmos (1928).
Trotski (Liev Davídovich Bronstein) (1879-1940), teórico del marxismo y uno de los
principales dirigentes del gobierno soviético hasta que fue expulsado y forzado al exilio por
su rival, Iósiv Stalin.Trotski nació en Yákovka (Ucrania) el 7 de noviembre de 1879 en el
seno de una familia de judíos rusos. Estudió en Odesa y Mykolayiv, en donde destacó por
sus aptitudes intelectuales.La primera etapa de su carrera política Trotski se inició en la
política en 1896 integrándose en los círculos del populismo (movimiento ideológico ruso
partidario del socialismo agrario) de Mykolayiv, pero no tardó en adherirse al marxismo.
Tras una breve estancia en la Universidad de Odesa, regresó a Mykolayiv en 1897 para fundar
la Unión de Obreros del Sur de Rusia. Debido a su pertenencia a esta organización, fue
detenido, encarcelado y condenado al exilio.Consiguió escapar de su destierro en Siberia en
1902, se trasladó a Europa y adoptó el seudónimo de Trotski (nombre de un carcelero que le
había custodiado). Durante su estancia en el extranjero, se unió a Lenin, L. Mártov, Georgui
Plejánov y otros miembros del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR) que editaban
el periódico Iskra (La Chispa). No tardó en ascender en el seno del partido gracias a sus dotes
dialécticas y a su brillante oratoria.Durante el segundo congreso del POSDR, celebrado en
Londres en 1903, Trotski se opuso a las teorías de Lenin y los bolcheviques y se unió a los
mencheviques, grupo moderado del POSDR. Sin embargo, no estableció fuertes vínculos con
esta facción dado su talante independiente. Apartado de los principales dirigentes del partido,
se apresuró a regresar a Rusia para participar en la revolución de 1905, en la que adquirió
experiencia política gracias a su actuación como presidente del Sóviet de San Petesburgo.
Fue encarcelado en diciembre de 1905 y deportado a Siberia posteriormente; durante esta
época, reconsideró las paradojas que representaba la revolución en un país tan atrasado como
Rusia y manifestó sus reflexiones en dos obras, 1905 y Balance y perspectivas.Su energía
ayudó a construir y, sobre todo, a salvar a la Unión Soviética durante la Guerra Civil. Sin
embargo, carecía de habilidades como político por lo que perdió en su enfrentamiento con
Stalin. Los eruditos soviéticos antes de la desaparición de la URSS seguían considerando que
Trotski fue un traidor al pensamiento estalinista y que había intentado hundir a la Unión
Soviética, tesis que la historiografía más reciente ha demostrado ser falsa.
Virasoro, Miguel Ángel (1900-1966), filósofo argentino. Nacido en Santa Fe, fue profesor
de distintas universidades de su país. En su obra se advierte la influencia de la fenomenología
y del existencialismo, a las que considera de un modo particular. Uno de sus conceptos
fundamentales es la experiencia radical de la existencia como realidad finita (La libertad, la
existencia y el ser, 1942). Esta experiencia radical de la finitud trasciende en forma dialéctica,
lo que permitió a Virasoro plantear una peculiar "dialéctica existencial", apoyada en
originales categorías como la ansiedad, la angustia, la tensión del ser, entre otras. La
existencia es, en realidad, una ansiedad constante y se considera como tensión, mientras que
lo que entendemos por ser es saciedad y completitud.
Weil, Simone (1909-1943), filósofa social francesa, mística y activista política, cuyos
escritos influyeron en el pensamiento social europeo. Nacida en París en el seno de una
familia de clase media, Weil fue una niña precoz. En 1928 entró en la prestigiosa École
Normale Supérieure, graduándose en 1931. Durante el periodo en que impartió clases en
escuelas secundarias se convirtió en una ardiente activista social y desarrolló una importante
actividad sindical. En 1936 se unió a los anarquistas españoles durante la Guerra Civil en
España, y trabajó como cocinera de campo.Poco tiempo después, Weil tuvo una experiencia
mística mientras escuchaba canto gregoriano. Abandonó su tradición religiosa por el
cristianismo, pero no se unió a ninguna Iglesia organizada.Durante la II Guerra Mundial, el
origen judío de Weil le impidió enseñar en la Francia ocupada. Viajó con sus padres a Estados
Unidos, pero pronto se trasladó a Inglaterra para colaborar con la Resistencia francesa. Murió
allí intentando subsistir con las mismas raciones que tenían sus compatriotas franceses bajo
la ocupación alemana. Los escritos principales de Weil, publicados después de su muerte,
muestran su oposición al concepto de progreso desarrollista que había en la época y, como
cristiana platónica, hacía hincapié en la condición absoluta de Dios. Así lo expuso en textos
ensayísticos como La gravedad y la gracia (1947), La conciencia sobrenatural (1950) y La
raíz primera (1949).
Zubiri, Xavier (1898-1983), filósofo español. Nacido en San Sebastián (Guipúzcoa), estudio
en Alemania y fue profesor de las universidades de Madrid y Barcelona, pero en 1941 se
retiró de la enseñanza oficial, llevando una alejada vida de estudio, con el apoyo económico
de ciertas instituciones financieras españolas. Con una notable incidencia de la tradición
escolástica, así como un detallado conocimiento de las aportaciones de la lógica y de la
filosofía de las ciencias contemporáneas, Zubiri desarrolló una amplia obra filosófica, en la
que destacan sus investigaciones ontológicas. Sus primeras obras poseen especial interés y
en ellas trata temas históricos, analiza ciertos aspectos de la física contemporánea y plantea
algunos rasgos de lo que será su filosofía madura, centrados en el estudio de la esencia
(Naturaleza, historia, Dios, 1944; Sobre la esencia, 1962). Según Zubiri, es posible distinguir
entre una "filosofía primera", que se ocupa de la realidad, de lo que "es de suyo", anterior a
toda forma de ser. La realidad es, pues, fundamental: es el primer inteligible y se da como
"realidad sentida". Tras analizar el carácter de la realidad, Zubiri se embarca en temas de
segundo orden. Así, estudia los ámbitos de la antropología, la libertad, la voluntad, etc. El
ser humano puede definirse como "animal de realidades" que posee una "inteligencia
sentiente" (Inteligencia sentiente, 1980): su función primera estriba en enfrentarse de un
modo sentiente con la realidad de las cosas. Para Zubiri será, pues, necesario abordar el
análisis de la intelección humana, que es uno de los modos más eficaces que el hombre tiene
de afrontar el mundo. A este estudio se han dedicado los tres volúmenes de la gran trilogía
de Zubiri (Inteligencia sentiente, 1980; Inteligencia y logos, 1982; Inteligencia y razón,
1983). La inteligencia permite que el ser humano realice la aprehensión primera de las cosas
como reales. Esta aprehensión se expresa mediante el logos, que sólo supone una
manifestación lógica de las cosas reales, pero no equivale a su conocimiento. El nivel de la
razón es el nivel más importante de apertura a la realidad: permite superar el mero
entendimiento racional y llegar al conocimiento. Mediante la razón se conoce de verdad lo
que es la realidad y se alcanza el sentido de la existencia humana como religada y abierta a
la trascendencia. La obra de Zubiri ha influido en algunos ámbitos de la filosofía española
contemporánea, gracias a las actividades de una fundación dedicada a la difusión de su obra.
LOS 14 PENSADORES PRINCIPALES DEL SIGLO XX
En 1944 volvió a Inglaterra donde fue restituido en su puesto del Trinity College. Tuvo que
dejar el pacifismo para apoyar la causa aliada en la II Guerra Mundial, pero fue un ardiente
y activo detractor de las armas nucleares. En 1949 el rey Jorge VI le concedió la Orden al
Mérito. En 1950 consiguió el Premio Nobel de Literatura y fue calificado como "un campeón
de la humanidad y de la libertad de pensamiento". Falleció el 2 de febrero de 1970.
MICHEL FOUCAULT, filósofo francés que intentó mostrar que las ideas básicas que la
gente considera verdades permanentes sobre la naturaleza humana y la sociedad cambian a
lo largo de la historia. Sus estudios pusieron en tela de juicio la influencia del filósofo político
alemán Karl Marx y del psicoanalista austriaco Sigmund Freud. Foucault aportó nuevos
conceptos que desafiaron las convicciones de la gente sobre la cárcel, la policía, la seguridad,
el cuidado de los enfermos mentales, los derechos de los homosexuales y el bienestar.
HANNA ARENDT, Nació en Hannover el 14 de octubre de 1906. Tras ampliar sus estudios
en tres universidades, obtuvo su doctorado con 22 años en humanidades en la Universidad
de Heidelberg. En 1933 se exilio en Francia durante el movimiento nazis y en 1941 huyó a
Estados Unidos, cuya nacionalidad adoptó en 1951. Trabajó en una editorial neoyorquina y
ocupó altos cargos en varias organizaciones judías. Después de la publicación de Orígenes
del totalitarismo (1951), Arendt impartió clases en las universidades de California (en
Berkeley), Princeton y Chicago. Se puede destacar entre sus obras La condición humana
(1958), Entre el pasado y el futuro (1961), Sobre la revolución (1963) y la polémica
Eichmann en Jerusalén (1963), basada en su informe sobre los juicios de los criminales de
guerra nazis en 1961. Sus memorias, Correspondencia, 1926-1969, se publicaron en 1992.
Sus obras siguen siendo muy leídas, sobre todo por quienes luchan bajo regímenes
totalitarios. Ejercieron una gran influencia entre los signatarios de Carta 77, movimiento a
favor de los derechos humanos en la Checoslovaquia posestalinista. Falleció el 4 de
diciembre de 1975.
Lo que Husserl comprobó cuando analizaba los contenidos de la mente fue una serie de actos
como el recordar, desear y percibir, e incluso el contenido abstracto de esos actos, a los que
Husserl llamó `significados'. Esos significados, proclamó, permitían a un acto ser dirigido
hacia un objeto bajo una apariencia concreta, y afirmó que la direccionalidad, que él llamaba
“intencionalidad”, era la esencia del conocimiento. La fenomenología trascendental, según
Husserl, era el estudio de los componentes básicos de los significados que hacen posible la
intencionalidad. Posteriormente, en Meditaciones cartesianas (1931), introdujo la
fenomenología genética, a la que definió como el estudio de la formación de esos significados
en el curso de la experiencia.
Para Heidegger, el individuo, y, por extensión el ser humano, es lo que uno hace en el mundo,
pues una reducción fenomenológica a la experiencia privada es imposible, y como la acción
humana se compone de un dominio directo de los objetos, no es necesario situar una entidad
especial mental, llamada significado, para explicar la intencionalidad. Para Heidegger, la
situación dentro del mundo entre las cosas en el momento de realizar proyectos es un tipo de
intencionalidad más trascendente y fundamentadora que el manifestando sólo con mirar o
pensar sobre los objetos, y es esta intencionalidad más fundamental la que hace posible la
direccionalidad analizada por Husserl desde el saber científico.
La fenomenología ha tenido una influencia creciente sobre el pensamiento del siglo XX. Se
han desarrollado interpretaciones fenomenológicas de teología, sociología, psicología,
psiquiatría y crítica literaria, y la fenomenología sigue siendo una de las escuelas más
importantes de la filosofía actual.
Una suposición esencial de la teoría freudiana es que los conflictos inconscientes involucran
deseos y pulsiones (instintos), originadas en las primeras etapas del desarrollo. Al serle
desvelados al paciente los conflictos inconscientes mediante el psicoanálisis, su mente adulta
puede encontrar soluciones inaccesibles a la mente inmadura del niño que fue. Esta
descripción de la función que cumplen las pulsiones básicas en la vida humana es otra de las
aportaciones cruciales de la teoría freudiana. El esfuerzo por clarificar el desconcertante
número de observaciones interrelacionadas puestas a la luz por la exploración psicoanalítica,
condujo al desarrollo de un modelo de estructura del sistema psíquico. Tres sistemas
funcionales, o instancias, se distinguen en este modelo: el ello, el yo y el superyó.
La primera instancia se refiere a las tendencias impulsivas (entre ellas, las sexuales y las
agresivas) que parten del cuerpo y tienen que ver con el deseo en un sentido primario,
contrarias a los frutos de la educación y la cultura. Freud llamó a estas tendencias triebe, que
literalmente significa `pulsión' pero que a menudo se traduce con impropiedad como
`instinto'. Estas pulsiones exigen su inmediata satisfacción, y son experimentadas de forma
placentera por el individuo, pero desconocen el principio de realidad y se atienen sólo al
principio del placer (egoísta, acrítico e irracional).
Cómo conseguir en el mundo real las condiciones de satisfacción de esas pulsiones básicas
es tarea de la segunda instancia, el yo, que domina funciones como la percepción, el
pensamiento y el control motor, para adaptarse a las condiciones exteriores reales del mundo
social y objetivo. Para desempeñar esta función adaptativa, de conservación del individuo, el
yo debe ser capaz de posponer la satisfacción de las pulsiones del ello que presionan para su
inmediata satisfacción, con lo que se origina la primera tensión. Para defenderse de las
pulsiones inaceptables del ello, el yo desarrolla mecanismos psíquicos específicos llamados
mecanismos de defensa. Los principales son: la represión —exclusión de las pulsiones de la
consciencia, para arrojarlas a lo inconsciente—, la proyección —proceso de adscribir a otros
los deseos que no se quieren reconocer en uno mismo— y la formación reactiva —
establecimiento de un patrón o pauta de conducta contraria a una fuerte necesidad
inconsciente. Tales mecanismos de defensa se disparan en cuanto la ansiedad señala el
peligro de que las pulsiones inaceptables originales puedan reaparecer en la conciencia.
Una pulsión del ello llega a hacerse inadmisible, no sólo como resultado de una necesidad
temporal de posponer su satisfacción hasta que las condiciones de la realidad sean más
favorables, sino, sobre todo, debido a la prohibición que los otros (originalmente los padres)
imponen al individuo. El conjunto de estas demandas y prohibiciones constituye el contenido
principal de la tercera instancia, el superyó, cuya función es controlar al yo según las pautas
morales impuestas por los padres. Si las demandas del superyó no son atendidas, la persona
se sentirá culpable, culpabilidad que también se manifiesta como ansiedad y/o vergüenza.
Movimiento teórico aparecido en el siglo XX, dominante en Gran Bretaña y Estados Unidos
desde la II Guerra Mundial, que trata de aclarar el lenguaje y analizar los conceptos
expresados en él. Este movimiento ha recibido diversas designaciones, como análisis
lingüístico, empirismo lógico, positivismo lógico, análisis de Cambridge y filosofía de
Oxford. Las dos últimas clasificaciones se derivan de las universidades inglesas donde este
método filosófico ha sido influyente de una forma especial. Aunque ninguna doctrina
específica o dogma son aceptados por el movimiento como un todo, los filósofos analíticos
y lingüistas están de acuerdo que la actividad propia de la filosofía es aclarar el lenguaje o,
como algunos prefieren, esclarecer conceptos. El objeto de esta actividad es solucionar las
disputas filosóficas y resolver los problemas filosóficos, los cuales, afirman, se originan en
la confusión lingüística.
Una considerable diversidad de opiniones existe entre los filósofos analíticos y lingüistas en
cuanto a la naturaleza del análisis conceptual o lingüístico. Algunos están interesados sobre
todo en aclarar el significado de palabras específicas o frases como un paso esencial para
hacer afirmaciones filosóficas claras y precisas. Otros están más ocupados en determinar las
condiciones generales que deben darse para que una declaración lingüística tenga sentido; su
propósito es establecer un criterio que diferencie entre las oraciones significativas y las
absurdas. Otros analistas se interesan en crear lenguajes formales, simbólicos, que responden
en su origen a una estructura matemática. Su afirmación es que la solución a los problemas
filosóficos puede hacerse con mayor eficacia si son formulados en un lenguaje lógico
riguroso. Por contraste, muchos filósofos asociados al movimiento han enfocado el análisis
del lenguaje común o natural. Las dificultades surgen cuando conceptos como tiempo y
libertad, por ejemplo, son considerados al margen del contexto lingüístico en que suelen
aparecer. La atención al lenguaje utilizado de una forma común es la clave, razonan, para
resolver numerosos problemas filosóficos.
Para Moore, la filosofía fue el primer y principal campo de análisis. La labor del filósofo
implica aclarar proposiciones complejas o conceptos por indicación de proposiciones menos
complejas o conceptos, los cuales se tienen por equivalencia lógica con los originales. Una
vez que esta labor ha sido completada, la verdad o falsedad de afirmaciones sobre problemas
filosóficos puede ser determinada de modo más adecuado. Moore fue célebre por sus
minuciosos análisis de proposiciones filosóficas enigmáticas como "el tiempo es irreal",
estudios que entonces le ayudaron a determinar la verdad contenida en dichas afirmaciones.
Russell, muy influido por la precisión de las matemáticas, se interesó por el desarrollo de un
lenguaje lógico ideal que reflejara de forma fiel la naturaleza del mundo. Proposiciones
complejas, mantenía Russell, pueden ser resueltas gracias a sus componentes simples, que
llamaba "proposiciones atómicas", últimos constituyentes del universo. El enfoque
metafísico basado sobre este análisis lógico del lenguaje y la insistencia en que las
proposiciones significativas deben corresponderse con hechos constituye lo que Russell
llamaba "atomismo lógico". Su interés en la estructura del lenguaje también le llevó a
diferenciar entre la forma gramatical de una proposición y su forma lógica. Las afirmaciones,
Juan es bueno y Juan es alto tienen la misma forma gramatical pero diferente forma lógica.
El fallo para reconocer esto llevaría a uno a tratar la propiedad de la bondad como si fuera
una característica de Juan en el mismo modo que la propiedad altura es una característica de
Juan. Tal fallo motiva la confusión filosófica.
EL NEOPOSITIVISMO VIENES
Si bien deja de lado la aplicación estricta de los criterios de las ciencias físicas, el
"fisicalismo" (que caracteriza al positivismo clásico), considera que el procedimiento lógico
de la explicación causal debe ser el mismo en todas las ciencias.
Otra crítica es formulada por Kon (p.72): Como la tarea de la ciencia se reduce a un análisis
de las "manifestaciones", que siempre están en un sólo plano, desaparece así el problema del
deslinde entre lo casual y lo necesario, el fenómeno y la esencia, los procesos profundos y
los superficiales, etc., reduciendo la tarea de la sociología a una simple descripción del
fenómeno.
En el marco de este estudio se puede agregar que el positivismo implica una marcada
separación entre el sujeto (investigador) y el objeto (la realidad investigada, inclusive las
personas investigadas). Por otra parte, la filosofía del positivismo induce al mantenimiento
del status y a la monopolización del conocimiento por parte de una élite intelectual,
mayormente al servicio de la clase dominante.
Mansilla (p. 80) dice: "Comte se interesaba por la investigación de los hechos en lugar de
ilusiones trascendentes, por la certeza en lugar de la duda, por la organización en lugar de la
negación y la destrucción. La teoría de Comte fue una apología ideológica de la sociedad
burguesa. Aparte de ello, llevaba el germen para la justificación de un sistema autoritario. El
irracionalismo que contenía y que caracterizó la posterior ideología autoritaria, inició el ocaso
del liberalismo".
Esta influencia se refleja todavía en la preponderancia del empleo del método de la encuesta
a través de un cuestionario. El empleo de este método (sobre todo en combinación con esa
técnica) tiene como una de sus características más sobresalientes: la investigación de una
realidad social por medio de la obtención de información verbal de sujetos, a quienes se les
trata como individuos fuera de su contexto social y de su realidad histórica.
Es evidente que en la filosofía de las ciencias se encuentra una gran variedad de enfoques.
Se le puede ilustrar a través de un representante del positivismo estricto, como Mario Bunge,
quien expresa en toda su obra una fuerte preferencia por el método experimental: "El método
científico, aplicado a la comprobación de afirmaciones informativas, se reduce al método
experimental" (Bunge, 1977, p. 52).