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aña Bl^Móman^ÜT^Sl SÁBADO 3 Dtf AGOSTO DE 19!»
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BBDACCIOlf. ADSINlSTRACieN T TJtÚeSBSt PRECIOS D 9 S U S O U P t B l H
an Bernardo, núm. 78.-MAbRID KADRID.—Un DOM, {,08 fMWlMJ
Iré. 7; semeBire. U ; «fio. 17.
OIBBOOIÓN TBLEOBÁFIOA
PROVINCIAS.-Vríiúwtr*. I H t i W q
•EPOOAI tare, 18; a a o . M.
P'^rtugal, Gil>ralta« % 'MMirttk^iit U
APARTADO DE CORREOS 181 , preció,
l£ArRANJBR0.—TrTm«rtí1i •
Taiéfonofl 12832 y 12833 D«8tre, W; aflo, SO p u e t M
uiARiO FUNDADO EN í." DE ABRIL DE 184U
AL MARGiN DE L i REP3RUA CONSTlTUClt^NAL Nacido en Rusia, de padres franceses y natu- numerosas reproducciones de esculturas existen- DESDE RIBADESELLA
ralizado británico,-Barón e m i g r ó ' a ios Estados
Unidos sin ningún recurso. Aétualmente era uno Convivencia periodística tes en los Museos de diferentes países, h a sido
inaugairada hoy.
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ra,"50 y 73,75,"La (Exterior,'de 84,90 a 84,40 y Se trabaja con gran entusiasmo para*4que la iganice el recibimiento en ca.'^u de visita del
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LA SEÑORA
de la Union p a r a elegir eiúre ellos el lionihre
capaz do seguir sus huellas científicas.
' ' '—-^ ^-«fc ' ' — — El. ILUSTRISLMO SKNOB
IADRII^
Número corriente, 10 céntimos; atrasado^ 15.. SABADA i DE AGOSTO DE Id!»
PUNTOS DB VESNTA | ; N H A D B I D
PONTOS INB SÜSCBIFCiOa
Ba Londres: B. C. 4. J. Bosch. 11, Qa««B Ylcitoda Stnuí* -
fin la Administración y prüíelpaJeB llbrwíai.
LA BPOGATELEGRAMAS Y NOTICIAS DE LA TARDF
^ EP06A H Y*ai» an los slgolantes kioscos y pttaitOB, aatt
otros:
Calle á« AlealA; Kioscos franto al Fén^ yiranta al Banco 4«
Bío áe la Plata; Poerta del Sol puesto en la estación central do
Metro; plaza de Canalejas, pQesto Junto al Banco Hispano-Araa>
ricauo; plaza de Santo Domingo, paesto del bar Astrón.
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^ ü e - p a r a estos efectos tendrá la Cámara Pase- CONVOCATORIA DE PREMIOS de sobre la cantidad,de 500.000 pesetas d©dicada.s
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•'•V.Hl fíffÉkSOa
Excursio.nesi>, y del que se ha hecho, además,, quero, pasa a" ser prosa periodística; rápida, es- ¡Lástima grande no poder sáborí'ar la& alaban- clonal señalase la diferencia entre ©1 vuelo siii' ce simplemente: «¿Por qué no yo también?» Se
u n a tirada aparte. cueta, intensa y definidora. za', que las generaciones .sucesivtifi h a n de en- auxilio exteror, y el entonces puesto en práfcti- puede observarla todos los millonarios y multi-
.Pero, ¿y l a novela"? La nueva literatura, la tonar a los verflos del excelso poeta que nace in- ca, que, si iieii era correcto e indudablemente millonarios americanos... De cada veinte, diez y
vanguardia reveladora de poesía y de prosa, pa- \etosimilmente en u n ambiente de frivolidad y Pie ofrecía como- algo muy útil, aparecía como me- nueve empozaron p o r 'ser mozos de granja u
Kstudia l^ifuente fiu ,RU trabajo uo soiunieñte reclaj desdeñar la novela. Apenas sí algún cona- materialismo, que acongoja y asfixia. dio hasta entonces desúsaelo, y crease l o s , «re- obreros manuales. Esto crea u n a (mentalidad
las tablas, qdc oxuinJnu con acejtadó detentmien-'' to ais'ado y d e logro relativo demostraba into-, cords» de dis ancia y duración -de vuelo con abas- particular. Esto crea esa mentalidad que hace
t», sino la historia ^niisnia de Sopetfán- y el es- XAVIER CABELLO LAPIfiDRA
res y constituida promesa de novelista. Promesa, tecimlelito en el aire. que todos loB obreros manuales y todos los mo-
t a d o actual del viejo monasterio benedictino, que nada niás. ((Senthne.ntal dancing» (1925), de Va- - —- *>»••>
En 1928 los aviadores militares belgas Croo-y y zos de granja estén convencidos de que llcvaa
nuiestra al visitante sus juinab desnudas y aban- lentín Andrés Alvarez, que e^ quizá el mejor^ in- LA UIPORTANCIA Í2 LAS ULTIMAS EXPERU KhS AEfiEAS Gr-oonen, utilizando u n viejo aparato «D. H. 9», en su saco u n bastón de jefe de industria. E s t á n
donadas, apuntando, por cieTto, el d a t o ' intere- tento novelesco de estas generaciones, resultaba equipado con motor Siddeley 240 C. V., en ser- pormitidas tndaí las ambiciones porque allí to-
sante de que las pinturas del retablo de la igle- •harto supgrficial, con notoria influencia de P a u l vicio desde DJG, despegaron" en el aeródromo de das las anibiciones .se leaüzan.
sia del. monasterio- que sustituyerdp en el si-
íjlf) XVrr a otros prilnitivas—que tal vez i>udi«-
ran^ser LiSvlnn: ttcscubiertas en la.eT^nita—iuerQii
Morand. ¿Acaso i a novela no podía entrar en
los cauce's de-la nueva litci'atura^^
Pero he aquí que y a las juventudes do van-
El abastecimiento en vuelo Gossencourt 'pióximo a Tirlemont) y voiaron si-
guiendo repetidas veces el circuito jalonado- por
tiossencouit, Miei'set, Lieja, Bruselas y Ostende,
Ailadid, a esto que los sindicatos obreros no
tratan de limitar el trabajo o la (producción: tra-
t a n £Ólo -.de a u m e n t a r el salario y se ingenian
.encargadas, aLineuos en pa.rtc, a fray Juan Rizi. -tltirante rtiás de sersenta horas sin interrupción.
Se detiene Lafu-enle a estudiar, con "buen aoopio guardia tienen eu novelista, su verdadero nove- p a r a encontrar a aus adheri-do.s reiiiunoracio-
lista. • Que es, a la vez, la jEigTira m á s considera- P&ra ello, otio a\'ióii les abasteció de condiustí- ncs suplementarias. Testigo de ello es este a n u n -
de datos, l a fuiídación del 'monasterio y sus lo- Desde hace y a varios años está fijada en 5.000 ble u n a s c u a ro veces al día. Batieron así el «re-
yeudaSs' csaaniriando' muy especialmente" l a pro- ble- de todo el movimiento avanzado: Benjamír. kilómetros la "rifra alcanzada por el valor ine- cio, entre centenares" del mismo género, que sé
Jarnés. cord» fijado en poco m á s -de treinta y siete horas, puede vor en, el «Popular Méchanics), miuy' leíelo
teccitSu dispensada al mismo p o r dos grandes íi- dio del radio d e acción del avión, cargado sola- por los norteamericanos antes citados, en agos-
gara»} de nuestiNi histoiia, vinculadas aniJ)as al Lo han' bastado a Jarnés unos años—muy po- mente con tripulación y combustible. en el mundo de los trabajadores: «Podéis g a n a r
ces—para' ascender rápidamente de las revistas to de 1923.
esclarecido linaje de los Mendoza: el poeta de Naturahnente, esta cifra se reduce poderosa- La anterior proeza, precursora del «avión cis- mucho dinero limpiando -autos: 75 dólares por
las «serranillas», don Ifíigo, marqués de Santi- de minoría a las del f^rmí público y a los gran» semana. Aprenderéis .^ata oficio en vue.stra casa,
des diarios. Sus crónicas, sus cuentos, se leen, ments en el avión comercial, en que el peso muer- i&ina», h a s d o superada después por otros pi-
Jlaua, y el gran cardenal don Pedro "González de te alcanza considerable cuantía y el radio de lotos. sin descuidar vuestras ocupaciones cotidianas.
Meiidoía, el «re.K lertius» del reinado-do los Reyes se comentan, y, •ya el calificativo—califictivo al- 'Escribir a la Escuela americana do ipintura d e
gq terrible—de joven maestro empieza a promin- acción sólo cuenta entonces con u n valor relati- A principios del año actual, los aviadores nor-
Católicos. t)« la protección del primero de am- \ amenté exiguo, siendo esa l a principal dificul- teamericano-s Spatz, Eaker, Halverso-n, Quesada y auteimóviles...» Evidentemente, este género de pu-
bos, al monasterio puede obtenerse i m a couse- ciarse Junto a 6u nombre. Benjamín Jarnés.tie- blicidad en u n periódico obrero difiere algo de
ne, admirable temperamento de escritor, y sabe tad con q u e el avión tropieza p i r a utilizar en Hooe- realizaron u n interesantísimo vuela, de
Cjí^encia importatite cotilo liase •de cierta hipótesis piMvecho del viajero o del cdmerciante su ve- cieiit'o- cincuenta horas cuarenta minutos y cator- la q u e invita a los trabajadores a naítinee do
que tal vez logí-nra identificar al personaje oran- dar a su prosa valores insospecriados. Y l a cul- protesta política.
minación de su labor, de su arte literaria, está, .'oridad, uoiublemente superior a las de los de- ce .segundos do duración, en un -aparato militar
te que- aparece en una d e ' l a s tablas de Sopeírán. más medios de locomoción, operando u n cambio «Fokker F. Vil» trimotor, del Ejército norteame- Y se comprende l a conclusión de M. Marcel
'De las cuatro tablas primitiva^ déscubiértrus en la én la novela. ' .'
radical en la duración de los viajes. • ^ rioano, llamado ((-.'» (<(Signo do interrogación», o P a u l : (cNada elistingue en los Estados Unidos a
erniitíL cercaría ÍÜ monasterio h a y u n a en la que El feliz augurio novelesco de «El profesor (iqi;estion niiii-k»), abastecido- en el aii-e p o r dos un obrero de su patrón, yiste como él; tisnt!
ajparecc la figura orante del fundador, con uji inútil» ^/¡ los abundantísimos desteülos ,de «El -En recorridos cortos,-de longitud inferior at
pajecii>o en segundo término. U n a i'eferencia del convidado de papel» cristalizan ahora, én u n a radio • de acción del a p a r a t o comercial, el tiem- aparatos «Diuglas C-l-C» biplanos, de transporte ur, automóvil como, él; iiene s u casa propia; vivo
po de vuelo exigido es peqileño, el a p a r a t o no militar, y sirviendo pava él enlace dos «Bflening Cím.f-ortablemente, y d a la impresión de u n hom-
padre Ileredia permite suponer que el persont^je revelación perfecta y completqt, en su novela re- P. W. 9 D», pie presentaban escritas con tiza, en
lepr'esenfado en esta tabla no es otro que el pVo- cién publicada «Paula y Paulita» (Biblioteca de m^cesita llevar mucha' carga de combustible, pue- bre contento de su suerte. Como tehgo la deplo-
sus-icostados, las indicaciones que debían llegar, a rable costumbre de juzgar las cosas según los
•l«ü don Iñigo, inavqués Qo Santülana. Sin embar- la ^Revista de Occidente;,, Madrid). de prescindir de efectuar e-.scalas, la influencia conocimiento de lo-s tripulantes del «V»
go, el personaje que aparece en la tal)l'a, de Sope- (perjudicial de las causas- extettóíes -es niíi^ioia hechos,y no según l a teoría, debo sacar la con-
No es «Paula y Paulita» un esbozo novelesco Constituyó, sin duda alguna, esta h a z a ñ a u n clusión de que el sistema americano e.s bueno»,
arán ofrece diferencias de pcinil>kuite con el del más o menos acertado, sino u ñ a auténtica no-ve- y las-perturbaciones interiores, averías, etcéte-
•X'etíiblo de 'Buitrago, retrato aut.éntiic&. que, como ríj, "son casi nulas. L a aviación' comercial puede impuls-o enérgico y eficaz dado en favor del pro- STEPH.-VNE LAUZANNl':
la, que pertenece al tipo eterno de ^la novela visto cedimiento jiáctico de aumeritar sensiblemente
fee sabe,' .ienemés del autor de "La comedieta de a través de u n a sensmilidad de modetno escritor. entonces lograr velocidad m u y próxima a la má-
Ponza». Lafuente'piensa que t a l vez sea el de xima del aparato. el radio de Occióu ele la aviacit'm. (De cíActualités».)
Jarnés h a elegido u n tema sencillo y d e munda- Recientemente Mendell y Beínhart, a bordo del
Sopetrí'in u n retrato postumo del inarqués, eíi- nas realidades; lo h a situado en u n escenario Pero a medida que los recorridos son m á s lar-
cargado ^t u n pintor flamenca por alguno de sus «Angeleno», establecieron' l a m a r c a en diez días
propicio y justo, y lo h a desarrollado y resuelto gos, esas circunstancias que» tiend.en a amino- seis horas y cuarenta y cuatro minutos y, m á s
hijos. Como se ve la cuestión planteada por las
• tablas de So]>etrán,ost.á llena de interés, en cuan-
ío puede determinar la aparición Üe u n nuevo re-
conforme a lá m á s alta virtud del novelista: l a
humanidad. Si en las anteriores novelas de Jar-
nés podía advertirse quizás u n exceso de inte-
rar- la velocidad, se manifiestan con m á s fre-
cuencia y mayor intensidad. Siendo el recorrido
de longitud- s*Wcrior al radio de- aoción del, avi4n,
recientemente aún, tras el fracasado intento de
batir este «record», realizado por Cricliton y Hau-
ghland en el «Minnesota», quienes solamente lo-
La condesa de Doña Marina
t r a t o del i;ii:arqíiés de SantiUaná. lectualismo, que restaba emotividad a muchos
momentos dándoles frialdad d e puro cerebralis-
resulta, ineludñile r e c u r r i r . a las escalas, que su- graron realiiar u n \uelo de seis días diez horas (q. D. h.}
ponen u n a g r a n pérdida de tiempo debida a l y^ cuarenta minutos, sufriendo grave accidente,
mo, en «Paula y Paulita» se,Incorpora su aútx>r transbordo de u n avión a otro, si exi^ste relevo que costó 1.a \ ida al piiiiiero y g'raves lesiones a
I>as otras tres tal)las representan, rtspBctiva- a la falange de los verdaderos novelistas que ha- d'e: mg,tcrial y personal, .0 al abastecimiento, pre- su compañero, los norteamericanos Dale Jackson
meute, la Anunciación, la Nati\iijad y la muerte cen de la emoción un culto. paración y reparaciones del büsmo. L a s mevita- y Forest O'Bricn iiaii Tievado a efecto u n vuelo Únicamente quien dicta estas líneas, sólo Dios
« e c l a Virgen. Lomo .obsen-a con acierto Lafuen- Nada de cuanto pasa en l a nueva obra de Jar- hiee averías que se? presentan en los grandes re- de cerca de diez y ocho días de duración. sabe con qué a m a r g u r a , ptiode decir que conocii')
t e «en ellas pueden encontrarse influencias mar- nés resulta superfluo; educado a' la vez en rigu- corridos obligan a aterrizajes fortuitos, con los I-a operación del abastecimiento se reduce a íi la condesa ele Doña "Marina. -Sus. confosores y
cadas de varios grandes maestros del arte fla- rosas disciplinas enjillares y en n o menos rigu- cuales y los d e ' l a s escalas se a u m e n t a n l a s pro- lanzar desde el avión abastecedor u n tuho elás- ilirectores espirituales; su padre, que tanto ama-
menco». La prinxera está completa.mente en el rosas normas literarias, h a aprendido la g r a n tico-, que enlaza lo.s tanques de los dos aviones ba, a la última de sus hijas, inspiradora do sus
tipo' de las de Van der Weyden ; las otras dos babilidades de desperfectos, retrasos de nueva
conquista .de nuestra época, que es l a de l a sín- partida ocasionados por mal tiempo y dificulta- apenas su eitiemidad es introducida en el embu- mejores poesías, elogiadas por Menéndéz Pela-
evocan el recuerdo de dlstTnios maestros ñnnien- tesis. Tampoco define, sino que presenta. Ni des- do que llevan los del de abastecimiento. E n -ese yo; su hijo, merecedor de- ia confianza omniíuoda
cos. ¿Qué consecuencia ])0(lríamos obtener de es- cribe, sino que sugiere, la descri,pción. "Trata des de despegue en ciertos .•lugares, y se favore- que e n él depositara; sus familiares y. amigas eti-
•ce la presferteiá de wtras cauSás retardalrices. momento se actúa la llave que d a e n t r a d a a la
to? Lafuente resmn-e su Trabajo diciendo ((q'ue amoro.'-Q.mentfr a sus personajes, complacíéndosu esencia o arc-ite en .el tubo y el combustible des- salzaron y ensalzan las cualidades y excelencia;;-,
el pintor de Sopetrán h a tenido foiinación en ta- en acariciarlos, en profundizar hasta lo m á s hon- Resulta, pues, que la «velocidad de viaje», oh- físicas y morales que a t r a í a n y cautivaban, pero
tenida relacionando el espacio leccríido y ei .ciende por é y pasa de u n aparato al otro.
lleres de Flandes, y probablemente en Bruselas, do de sus psicologías. Son liombr.es v mujeres de No cabe í u d a r y a quo está prácticamente re- iio pen-étraron eh lo íntimo de aquella alrna, ver-
en el momenio en que el maduro y patético arte carne y h^eso, que sienten y que a'ñran, que su- tienípo que transcurre desde que el viajero entra daderamente regia, porque ,n,o fünnaron la per-
en el aeródromo de partida Mstii qjie'sale del suelto el interesante problema -de técnica aviato-
de Roger van dcr Weyden gomeñzaJaa a tomar fren" y que ríen. Huiíianídad, h o n r a d a humani- r i a que llevi consigo la m a n i o b r a aérea reque- sona, casi divina que es el niatrimoiiio cristiane),
u n matiz m á s íntimo en las obras de sus segui- dad producida por visión .directa y por taiíüza- de .llegada, lejos de oer sehsibiehi'ente igual a l a r i d a por* la, operación del abastecimiento en vue- el consorcio de tóela l a -vida, la comunicación del
dores; que presenta, sin embargo, notas arcaicas eión de espíritu artista. «velocidad del avión», resultante de relacionar lo, que se lethtce, en líneas generales, a elcter- derecho divino y humano.
y que en todo caso no podrían fecbarse» las ta- Benjamín Jarnés no-, h a olvidado en su novela el miemo espacio y el tieanpo en que el aparato m i n á r el régimen de vuelo m á s conveniente pa- «El bien no es bien si no- es comunicado.»
blas sino antes del Viltimo tercio del siglo XV». ninguno de los elementos del verdadero fabulador permanece en vuelo, lo que constituye el ideal r a que dos a^•iones de peso variable e n cada Y género de avaricia sería reservar p a r a el
De lo consignado rápidamente en este comen- que pudiesen acrecer ¿"u mérito. Limpiamente, -de la aviación comercial, es notoriamente infe- uno de ello-:, pero sienclo siempre constante la intenso e individual dolor el que se goce durante
tario podrá el lector con facilidad darse cuenta t r a t a pasajes ha,rto, escabrosos—de magnífico re- rior a ella apenas loé recorridos son superiores suma de anbos, vuelen con igual velocidad pro- cincuenta y cuatro años negando a l a admira-
do lív importancia indudable del halTazgo de So- flejo de vida—; y el enlace lógico de todos los mo- al radio de acción del aparato. pia y casi a igual altitud, y a que el tubo de abas- ción gener"al u n ejemplo quo recuerda los quo
petrán y del intei'és que o.rre;ce el trabajo de En- mentos de l a ficción es sencillo y grato-. Ni u n a El hecho de po-der lograr en corto recorrido tecijiúento josee u n a longitud de unos diez me- '<lieron Berenguelas e Isabeles y en general Ja
rique Lafuente., Me permito aconsejar su lectura brusquedad, n i u n a estridencia. Ptero sí u n fino velocidad m u y superior a la (posible de alcanzar tros y, por tanto, la difp-encia de las alturas a mujer -española do todos los tiempos y ele las re-
a qxiien hava interesado el torpísimo reflejo que himiorismo, que diulcificn las apariciones dra- en recorrido considerable con «el mismo aparato, • que h a n de volar los dos aviones es despreciable. giones todas, de este bendito .suelo.
del mismo he intentado d a r en esTe artículo, con máticas. Y belleza, armoniosa y admirable belle- que ee ofrece utilizando el avión como medio Y qne -el resultado ofrece u n a importancia
za, en las notas palsajisfas. en l a s evocaciones de «Que el m a r circunda y el Pireme cierra.» Por-
pluma apresurada. de locomoción, se presenta igualmente, aunque grandísima, desdo ol punto de vista de la avia- que la característica'de la condesa de Doria Ma-
LUIS G. DE V.\LDEAVELI-ANO fingida leyenda, en los retratos de héroes y he- en propo'rciones menores, cuando se emplean los ción comercial, es cosa que aparece y a bien
roínas. E ¿ u n momento de la novela, l a orquesta rina era su abnegación, su espíritu de sacrificio .
demás vehíciüos conocidos. ostensible. Hasta p a r a ponerla de manifiesto- la el darse totalmente a cuantos l a rodeaban.
de «jazz» del balneario de Aguas Vivas calla en sola consideración de qué la velocidad media lo-
sus charlestones p a r a dejar oír ' u n a fuga de Con el dirigible r,s ,ha llegado a alcanzar la Muy trabajaelora la condesa, como lo fueron
LITERATURA DE VANGUARDIA velocidad de 140 kilómetros-hora, y, sin em- grada en les recorridos hasta ho-y cubiertos en su madre, la marquesa de Heredia, y su abuela,
Bach; y tal es el símbolo de l a o b r a : las vocin- vuelo, u n ai)arato abasiecidv) .durante -el mismo,
glerías literarias de nuestra época quedan en si- bargo, el '«Z-íl-3»_ sólo ,logró la de, 98 en ,su viaje la duquesa de Rivas, r a r a vez jugaba al ajedr-ez
de Alemania a Norteamérica, y recientemente el oscila entre l.'iO a 170 kilómetros-hora, m u y supe- o al tresillo, desagradándole todos los otros jue-
lencio parn dejar naso a la serena, a la dulce v rior a la m.ivof de todas las que pueden lograrse
II
11
Pauia y Paulita bellísima historia de «Paula y Paulita».
La nueva literatura tiene v a su no-velista. Y
este novelista, cuyos inmediatos frutos rebosan-
«Conde Zeppelin» tardó 110 horas y 23 minutos
en efectuar el recorrido de Friedrichshaíen a
Lakehurst, y 95 horas y 10 minutos en sentido
contrario.
mediante la utilización de cualquiera otro de los
medios do bcomocion conocidos.
Ello, a peíi.r de que la v"e7o.cidad media de via-
gos, singulármente el elominó, al que, sin embar-
go, dedicaba horas y ' h o r a s , como si fuera el so-
l.'sí que m á s la entretuviera p a r a nacer la, parti-
da al señor cura, correspondiendo a sus penosas
• tes de plenitud aguardamos con imipaciencia, se jo oue con j n avión iniode lograrse por este pro-
La llamada literatura de vanguardia—mal lla- re^'ela cumplida, feliz, Imiiinosamente, en l a s Navegando por m a r es posible alcanzar velo- subidas a Mandicoechea.
cedimiento, ps siempre sensiblemente inferior a En octubre de 1890 ingresalia en el colegio de
m a d a así, sin duda, tanto por iu-vaguedad ex- páginas admirables de «Paula y Paylita». cidades próximas a cien kilómetro3-h,ora en los la que con el iñismo aparofo puede conseguir-
cesiva del calificativo cuanto por sui:ambigüedad cortos recorridos que pueden efectuarse en canoa Jesuítas de Ordufia el que había -de restaurar l a
CARLOS FERNANPIEZ CUENCA se en cortos trayectos, que n>í precisen de escala^. Apicultura española. Hijo únicei, cuyos padres,
considci-able—tiene en nuestro país dos etapas automóvil; pero los grandes recorridos, a u n con ni de aliastecimiento.
formativas, dos grupos sucesivos y bien diferen- tiasatlánticos rápidos, no pueden salvarse a m á s ' p a r a levantar el ánimo, abatido por la separa-
ciados,, pese a.ciertas coincidencias característi- de 35 kilómetros-hora de velocidlad media. ANTONIO GARCÍA VALLEJG ción, pioyectaron u n viaje circular ))oi Italia
cas: el que germinó al calor d« ios primeros .«i^- ,
mqs»' franceses de ,1a J)pstguerra, bajo I9S estan-
dartes hermanos ."de dos publlcácidnfes éstridente's •
La rosa de madera En grandes líneas de ferrocaiiil, como la de
Nueva York a San Francisco, en que se h a lo-
grado reducir a u n mínimo el retraso q u e origi-
CRÓNICAS EXTRANJERAS
Alma t a n piadosa y t a n de artista como la de l.i
condesa, entusiasmóse con l a idea de recibir l a
Sagrada Comunión ele m a n o del Papa, aplican
dold por el amadísimo hijo Fernández June
'^<(Graííia» y AÜlfra»—, y-el que.'-ipfiuí'do por l a " n a n la g r a n longitud del recorrido, las curvas y
Un broto nuevo de vida es siempre causa de pendientesí la carga útil y de combustible, las ncz, el IBÓN de la Cuerda granadina, conocedor
cultura gerinánica y a u n por la gala deriv^"da'
de aquélla, nació al amparo intelectual de l a
«Revista de Uccidente» y de «La Gaceta Litera-
ria»
alegría p a r a quieá lo ob.serva. E s u n a esperan-
za, y con eso está dicho todo. Cuando u n ser se
manifiesta,
nparta u n
el cuidado
instante de
del
él, y
contemplador
con su crecimiento
no se
p a r a d a s , l^s aceleraciones de la partida y los
retardos del frenado, se h a llegado a u n a velo-
cidad meflia de 60 kilómetros-hora, .empleando
81 airicü como riadie.de museos, simpático jefe carlista v
ie~>pcíable viuda con su luja de veinte años, agre-
gáronse al matiimoiuü Oosequiados en Pai is poi
C'^'.albr, salieron por l a línea de San Gotaidi»,
Estos dos núcleos de joven.es «pioneers» del oro locomotoras con las ciiales, en trayectos cortos y Mi An y -el Cuadrilátero, p a r a Venecia, detenién-
nuevo del arte, ávidos de l a fórinula inédita y, de y desarrollo va también en aumento el .deseo de rectilíneos, sin p a r a d a s ni carga" y en .buenas ¿Es mejo- el obrero americano q u e el europeo?
admirar a aquello que nace y que sólo Dios dose en Bélgica, con objeto de saludar a la sue-
l a n o r m a deBlumbradora, se resumen sintética- , circunstaiicias atmosféricas, pueden obtenerse ve- „l'rcduce más? ¿Atiende m á s a su patrón? ¿Es gra de IBÓN
mente,^ en dos géneros—una palabra p a r a expre- sabe, pero a veces el hombre adivina, en qué va locidades "'hasta de'200 kilómetros-hora. más apto para comprender la solidaridad estre-
•sar cada "uno—bien significatiyoa de -ia prepon a terminar. cha que une los intereses del amo a los del enYi- Fatal fué la travesía del lago Mayeir. El frío
Por lo que al eutomóvil respecta, harto sabi- quo sintiera la joven fuéteiTiblc tifus, según de- .
'deránciaS,respectivas: poesía en el primero, en- Un JQven, ca^i u n niño, que vio l a vida en do es que p a r a lograr u n a inedia estimable en pleado?
Cádiz, y hoy, por casualidad, vive en S a n Lo- Preguntas apasionantes a las cuales todavía claró el doctor Cini, reputado médico ele Don
sayo e n el segundo. El grupo de 1921 es pródigo trayecto relativamente largo, precisa llevar ol Carlos. El sorládo viaje convirtióse en la triste
cu poetas, e n excelentes poetas muchos de^ejlos;, renzo de 'El -Escorial, tuvo la suerte de que en vehículo lanzado eñ cuantos trozos sea posible, no se h a contestado de uria m a n e r a satisfactoria. realidad del cuarto, de u n a f-,onda, en el que res-
el de 1925 abunda en bonísimos'prosistas, que s e ' su alma pusiera el Divino Creador l a esencia de d e p e n d i e ^ ^ el valor de dicha velocidad, m á s Quizás sea porque sólo se les dirigen a los perio- petajile anciana hubiera vi'Jto morirse ,a su hi-
manifiestan las m á s de las ¿veces como ensayis- ífie supremo, don que se llama Poesía. Ya está que de la que el coche es capaz de desarrollar en- distas, a los economistas, a los viajeros. ¿Cuán-
dicho. Es u n a l m a poeta la de F e r n a n d o Her- ja sin el acto 'heroico -de cuien n, loe. treinta,
tas. corio .'íspacio y 'Cij-cunstanciais favorables, del tos patron:)s, grandes (patronos, h a n ido a ver años durante m á s do cien días lucha con Ja te-
Nunca ei segundo de tales grupQS h a tenido nández Esposité, que comienza a -aletear y y a c i t a d o del -ctniino, condiciones del conductor, por sí misinos?
oíilva la c u m ^ e de las montañas del talento, rrible enfermedael hasta a r r a n c a r l a su p.re.sa.
la "impetuosidad destíuctora .y, pretendidameiite' etcétera. • He aquí uno -de regreso de los Estados Unidos. En u n a -de esas larguísimas noches, l a ele Na-
recreadora del primero. Formado acaso m á s sóli- del sentimiento de lo grande y de lo bello, y co- No hace mucho tiempo, uno de los técnicos m á s Nadié^podría <ludar de su conocimiento del tra- ^•idad o fin de atío agr-ávacio l a t-ííica: No ha.y
damente »ár calor de u n a cultirra vigorosa, -a p e - mo árbol crecedero, busca la luz y el .aire p a r a iliwtrps de • nuestra Aeronáutica presentaba en bajo y de los hraubres. Se llama Marcel P a u l y quien va-ya a buscar al méellco y la coiuJesa ba-
nudo tmiversiiaria, hecha de especializaciones en de arrollar todo su bienhechor y portentoso ra- u n a prestigiosa revista técnica española u n cu- efi presidente de la -Sociedad do Altos Hornos y ja apresuradamente, sube a u n a góndola y trae
severa.s disciplinas del arle o de las letras,, el liiaje en otro ambiente superior al del terrenal ilüso estudio .comparativo de los re.sultHdos ob- Fundicionf:, de Pont-á-Mousson. Ct.-mo Miguel al doctor Cini. «Brava condesa», solían llamarla
clasicismo do la preparación—^cla.sicismo que só-' vivir. tenidos al efectuar largos viajes en diversos ve- Strogoff, ha mirado con sus propios ojos. Sus désele entonces a lo que contestal)a la inteligen-
lo aparecía superficial y esporádicamente en el Fernando' h a escrito y a muelles versos, y eso, hículos y condiciones. De él se deducía q u e el ojos saben ver. Y lie aquí, en u n a comunicación te e intrépida eiifeimerá, con su natural gra-
sector uttrt\ista—dióles a estos nuevos ena'mora- con ser ba'Stante, es lo de menos p a r a que se le avión, pese a su velocidad de. marcha, conside- qué él mis.no "na hecho a la Cámara de Comercio cejo: «En mi ti(!rra'se llama así a las roses».
dfts de la pluma u n a serenidad, u n eqriilibrio 'de llame poeta. K s poeta jioixjiie en el pardo de la rablemente s'uiterior a l a d« los demás vehícu- de- Nancy, lo que h a n visto sus ojos...
juicio y de pensamiento que, a l a vez. que les Én 'Oti'a o(;asión la, marquesa de Valbuena,
vitla vislumbra antes el azul de lo, sublune, ^ el los,' resulta en ese caso el úiás lento-de los me- El obrero americano trabaja con alegría. «Se acude a su paño de lágrimas como llamaiía a
impregnaba del 'noble sentido de amor a las co- brillo de lo intangible, l a d o r a d a luz que d a a dios de locomoción, hoy puestos en Juego, jxies, entrega». «Se entrega» quizás demasiado. Si tra-
sas, ..'restéhales \el .íleisenfado ipreciso p a r a l a s su h e r m a n a p a r a ejuo asista a sus hijas en tre-
In-. facetas del rígido vivir resplandores dulces teniendo en cuenta las pérdidas de tiempo ocasio- bajare poi su cuenta y riesgo, no po.idría m á s menda y cruel difteria.
grandes estridencias de sus predecesores en ge- do melancólica atracción, de romántico ensueño, • nada.s por las escalas y causas- de ellas dimanan- interés. N.mca se -distrae de su trabajo. E n el
neración. Viviendo en Santurce invaele el cólera la jiin-
de fel-iéidad espiritual. tes, la velocidad meelia bbtenida en los viajes lar- curso d e j i - s 7.Ó00 kilón-ietros que -ha recorrieio toresca villa Cuantos pueelen abandónanla, yen-
- Y lo qué los líltimos llegados tenían de venta ¿.Quién es el nuevo y y a extraordinario poeta gos hasta entonces efectuados, había sido m u y po- en ferrocarril, en diez líneas diferentes, M. Mar- do a perecer muchos en l a catáslrofe del T e a -
j a en preparación, aseguróles a buena parte d*i que con ojos de admiración y entusiasmo p o r <'0 superior a 11 kileSmetrcis hora, desde Juego de cel P a u l se h a sorprendido del pequeño número tro de • I?lar-.colona. Re;querida, u n a y otra vez,
ellos el riguroso afincamiento, iniciador de feliz su. obra. hemos vieto nacer y hoy se encarama menor cuantía que la conseguida por el automó- de' emple.ados quo veía ep las estaciones. "\' .^e para que abaiietonara -aquel foco de infección,
^ perdua-abilidad, que muy c o n t a d o s - d e ' l o s otros)¡ cóVi a|a>s de .fortuna a l ventanal de l a gloria? vil, vapor, feírocarril y dirigible. h a sorpre-idido m á s todavía dé no verlos des- niégase a hacerlo por n o desanimar a aquella
'plid'íetHin cofiB-éguir, p'ordi'éudose,'en su mayoría." Oídlo, él mismo nos lo djce en el umbral de s u Aparece, pues; como cosa cierta, que la obliga- ocupados, con los brazos caídos y la nariz ol- gente y prestarla los servicios que fuersin nece-
en u n paso efímero por la repúbUca de l a s ' le- pre.cioso-libro d<? poesías, que acaba de publicar ción de efectuar escalas,. Ilu|puesta-por l a cir- fateando e-T aire. sarios. Y asiste a coléricos...
tras. - - • ' *,*"-' " • ' - ccn el titulo qu? encabeza • este artículo. cunstancia de no pasar actualmente d e 5.000 ki- —Voy a contaros—dice—un pequeño suceso de Recién casada, entérase de que en u n a ele las
Cop m á s intensidad los. del priiiier--grupo que.j. lómetros el radio medio de acción de l a Aviación, que he sido testigo, y que 0.3 dirá m á s sobre habitaciones de la. casa en que vivía hallábase,
l o s - d e l . según do, desdeñaron l£¡,s ¿^scucla^Jitirsíí'; En este', m a n u a l lírico .quisiera cifra que disminuyo a ú n notablemente en los apa- - l a ment"alidad. del obrero americano que todos u n joven, esiudiante que temían fuese tiiberculo
r i ^ ' ' .eoiiáttCuldas, y abogaron, por^ la^ ,íoi'mación •j^ué, rompiendo-el desfile d e ' l a s páginas vivas ratos» de transporte, e s . l a razó^i principal de Jas fSo, vivienelo -en inalas condiciones liigiénicas.
de'ótj-as, nuevas,-salvadoras,' segúta ellos, del-ver- los discursos. Iba yó a visitar a mi amigo mís-
en. la etapa inicial'mi retVa.to-e'stuviera que ocasionan que él avión comercial no rinda el ter Farre'l, en el (magnífico (cbuilding» que al- Salva la clistancia que. separa ambos pisos, dis-
dadero" arte, t e n í a n rkzón^.-ía-íit^ra^u-ra, d(/i|atiia'; c'tímo uno de esos roatr0-3'que dejó'-en' la madera provecho que, a 'primera "vista, parece que d e él pónelo todo convenientemente y tal vez -a este
•flJTKÍjii&sábase ' é ñ largo 'peritódó* d«-^quiietud', «de berga la Steel Corporation. Subía en el ascen-
l.a píiíita.de las toscas'navaj'as-primitivas.. debiera obtenerse. ' • sor. Era-Tiediodía. Había también otro viajero. estupendo acto de carid-dd d e b a el benemérito ,
I)obré|a de .iníencióiíep, dé íalísí'tdéfj acicates*qte En .,los OJOS,^ el a l m a romancera. " , -Cierto que esa cifra h a podido ser rebasada cuerpo de ingenieros poder contar entro sus
lefdi.eífen-impulso Rara 'correr'haic|ia-ñtíév4s ca-' En u n piso, el «'wattman» que nos conduela silbó
-sonsildemente en "algunos casos,-consiguiéndose niiem'bros a u n o d e los jefes de los que m á s le
rijiriqjs, "'felices' o -iñíeliqes, .ba.én<iS''o|nMos,; .Eeroí'- |}fccirte''algo'dé .nií, qxiieii soy,/darte u n concapto
así batir el-record de <listanicia en línea recta.
metiénelose los dedos,en la boca. Otro «-wattman»
honran.
distintos de'aquellos >éli los que', atoaiidónados y_^' dft' lo^.q-fte oti...realidad es mi -fj^^ohomía... 'Pero en los.felices resultados obtenidos lian ejer-
estaba e n el piso; -de u n salto entró en la cabina.
pisoteados, sólo se veían rastrojo^ y,' Uojorasgfi" Muy al uso de siempre, eso -seria * cido "decisiva influencia factores'como Ja habili-
El prianeio salió con igual rapidez, gritando a El doctor Huertas puede d a r testimonio do lo
Todo innovador, todo perseguidar de ideaJes, por (lestniit- con la vulgar- semblanza de mi aspecto S'i compañero: «¡16! ¡18!» Lo cual quería decir: que hizo la que desde entonces es llamada por
?l oli\ar de 'plata de mi .melancolía, d.ad de los pilotos, las condiciones favorables del «TI-- eletendrá.s en el piso 16 y en el 18, donde uno el eminento maestro su comprofesoi-a elurante l a
inconcretos que éstos sean a veces., mertce aten- \ l e n t o , la disminución ÍIPI peso 'muerto, a u n a
Clon. Quizás el pecado cometido por mucho» fué nejemos la franqueza por el amable enredo y otro de estos señorsis deben quedarse». No •pleuresía de .'-u madre en la que t a n aelmii'ados
ilr uno.'' .salmos biográíico-i que al ajidar te dípé. costa de la rf>duccióii del coeficiente de se,guridad, liubo re-spuesta: e l ' n u e v o ¡(wattman» había em- dejó a les doctores Marques de Busto, Cervern,
no eSfuchar las voces que 'cantaban el liimnc> y oti'os que, n o sólo no derivan do mejora en la
de las nuevas auroráis, quiméricamente bellas, V si parto en filencio, no e-j por miedo. puñado la manivela y subíanio-s hacia el 16 y el Sánchez de Castro y Hauser.
Es que intento decírtelo, caminante... y no puedo técnica y constiucción de aparatos, sino que la Cerca de cuarenta y nueve años h a sido cris-
aunque apenas entrevistas. Mas l a violencia de mayoría están en abierta p u g n a con cuanto pue- 18... Todo ocurrió en el espacio de u n quinto de
u n a crispación deja siempre u n perfil in-sospe- porque yo mismo no lo sé. Segundo. tiana a m a de su casa y j a m á s consintió saliera
de significar perfeccionamiento de l a aviación. elo ella ninguno ele sus servidores enferino;j aun-
chado; la vibración de u n fuerte ciaiíioreo puede •\Kdaluz, mi salina de S a n F e m a n d o brilla Por ejjo, esos lirillanTes «raids» Tían causado no- Evidentemente, en ciertos países que conocemos
descubrir nuevas tonalidades... Y del iiíovimiento al otro lado de l a siera austera. bien, las cosas no suceden con t a n t a rapidez. Se que fuesen de viruelas, tisis -o cualquiera o t r a
toria sensación y despertado el- entusiasmo de las elolencia. . , ,
de v&ngiiardia, inconcreto en ocasiones, lialbu- V en éste voluntario destierro de Castilla, multitudes, pero n o h a n aportado n a d a en favor puede im'i^^inar el dialogo; «—Qué, ¿vamos a co-
ciente, m á s lleno de dudas, que,^.de,J"eal)<io.dSs,' nu" mayor gloria fuera (le Ja Aviación desde el punto "d'e vista utilitario, mer? —^S:, v a va siendo liora. —jOuieres u n ci- Con cuanta tazón escribe Jorli Rubio q u e . el
había ,^de brotar—todo espíritu á^ído á e horteoñ-^ traer el barco salado de u n alba m a r i n e r a único que requiere la futura atención, y a que los garrillo? —-No, no fumo; ¡ah!, ¡qué oficio del de- nombre y l a figura d-e l a condesa de D-oña, 'Ma-
títe lti-. esperaba—el fulgor-'dg u n a radiación v partir la m o n t a ñ a con su quilla. medios y procedimientos
"«•'^""'i;-"!"--*— de •- vuelo
---- < h ' a n llegado
. . . a monio! —Hay que aguantarse... —^Oye, h a y -dos rina aparecerá, a la meinoria d e ios que li.'va,n-
imeva: personas: u n a p a r a el 16; otra p a r a el 18. —Bue- ten los ojos ele-la cara y del pensamiento a, latí
logiar gi-ado de péfíección suficiente p a r a que alturas de Miendiccechoa, con los resplandores
El'-poeta y a está retratado, mejor que nadie hoy pueda considerarse al avióii ccinio vehículo no, bueno», etc., e t c . .
, Y se remozó la poesía. Gallaron los «klaxons» nucda hacqrlo. Adentrándose ,en l a s páginas del de la leyeri.da.
delirantes, las .vocinglerías iiicoaesas,. los Juegos seguro de transporte dé pasajéróis y mercancías, P e r o el obrero americano tiene la no'íión del
liliro, que ed el a h n a de Fernando Hernández Es- V que la pericia y resistencia físicá's de los •pilo- valor del tiempo. La tiene en la fábrica y la •Compréndese la admiración que despertó siem-
en que se <'onfiaba a u n a a r b i t r a d a tipografía lo pre en cuantos la trataron, consigna/da- rnuclias
que faltaba de inspiración, los ritmos inverosímil J- po.sitg, se adVjSrte en «El silencio violaelo», «Tres tos h a n superadei en demasía''Cl límite, máximo tiene en su casa. ífíl tiempo no es sólo el dinero. veces en sentid.'is dedicatorias. Lamento no te-
les y absurdos, y IQS contornos .fueron Toncre» psirellag de..papel», «Archivo de espejos», «La lu- que puede imponerles el m a y o r de los viajes aé- sino también el esfuerzo. Desperdiciar el tiem- ner a mano aigun.á de las elocuentlsiiiUis de Mo-
tándose, tomando formas bHlamente definidas d* ' na en la es^yela», «Fechas en marfil» y ((Pleamar reos comerciales que se proponga. po es desperdiciar el -dinero y ol estuerzo—^in- lla, pero baste por todas la que copio del ejem-
las qye por fin fluyó el éaudal de u n a poesía no^ (Jé mfeet^Si), bellas carpetas que g u a r d a n admi- . Son los técnicos y los coneffuctores quienes cluso ciiiindo sólo se t r a t a de hablar—. ¿Signi-
fel'lgs composj-aionfes y bellas rimas, la aroma han de dar, p a r a erporvenir, ablución al proble- plar que tonía entre iSus libros que m<4,s aprocia-
ble, í-.Mética, iioíidamon te • lírica, én ,!a que el fica esto que el obrero americano s e a u n a má- lia de l a piicciosa conferencia q u e a -Beatriz Ga-
clasicismo má.i admirable se-moderniza, agigan- iiOétVca, el arrullo sentimental, la romántica me- m a planteado, que casi puede rfecirse se reduce quina aniomática? M. Marcel P a u l no lo c>:oe
lancolía y el annonioso cantar de u n aelmirablo a lograr" u n aumento considerable del radio de lindo consagra.ra Llanos y Torriglia: «A la, con-
tándose, con el perfpnie—especie de.uúova sabi- así Porcne, incluso en los actog m á s mecánicos, desa de Dofia Marina, selecto ejemplar nnti'o la
duría poptilar—d.e nuestra época. espíritu soñador.; ¿Algo de Bécquer, -de Selgas, do acción del avión.'
piensa en lo que hace y procura hacerlo lo me- descendencia de t a n singular abolengo y ventu-
Se remozó tamliién la prqsa. Pero este remoza Grilo, de Zorrilla, de Campoamor, de Ga;briel Poro hasta tanto que l a técnica y la indus- J<5r posible con el mínimum de tiempo y de es-
V Galán, de Machado, de S'andoval...? Nada de tria proporcionen esa solución, puede intentarse roso tronco a la vez de m u y dignos retoños del
miento i--ólo atañía a las formas exteriores, a fuerzo. tNo se t r a t a ele pruebas de inteligencia. saber y virtudes de l a Latina».
las piu-as combinaciones gramaticales y estilis- nadie, y todo, solo, exclusivo d e , n u e s t r o -nuevo esc aumento del r.adio de acción, por -procedi- Sin dufhi, tendrá menos imaginación que su ca-
tas. El to.ndo, el contenido de l a prosa nueva poeta. El tiene s u personalidad, s u troquel, su mientos auxiliare's Uno de ellos, sin dUclá el de m a r a d a francés en cuyos trabajos originales in- MIGUEL DE MADRID
era nuevo también, m a s su -novedad resultaba crisol..., su ' a l m a . I^o q\ie p a s a es que, donde aplicación práctica niái=; factible, hoy por hoy, tervienen l,a fantasía y el gusto .personal; per,,
h;-iva poesía, er^tán aquellos nombres. os ol de abastecimi^ñtp del avión ep vuelo por Mendicoechea, Julio 1929.
necesaria y lógica: la novedad de loe temas míe. no caree era de ella cuanelo se t r a t e -de mecáni-
por, ser exclusivos del momento actual; hispirá" Luis Fernández Ardavln, el ínclito vate, es otro avión; .ea o de perfeccionamientos que ^tengan por ob-
dor'"dc todo el arte d^^l moderno ensayo, nuncí anien, en bellas estrofas, d a «el' espaldarazo» a l Hace próxim.imente seis años,' cuando el «re-' jeto suprimir esfuerzos inútiles. Y, ¿no es lioy l a
a,ntes de aliora pudieron tener ut'ilización El liliro de Jlernández SEsposité, escrito, como su cord)f de dur.aciónde vuelo alcanzaba escaso valor, m.ecánica l a dtieña del mundo? SIDRA OHAMPAGNl
ensayismo, aisladamente cultivado p o r algunos autor die'e, en s u retii-o de El Escorial, cartuja los pilotos am^iricanos Lowell iSmith y R-icher, em-
grandes ingenios de siglos a.nteriores. forma aho-
ra-.fscuela íXbtmdántn en nonábres y noseeaorá
y a -de muy estimables piuestras. Y "el ensavo^
de oioirras, y termiiiado entre nievo y álamos
una tarde-'del-mes d e la Navidad, viendo las
toíres del Monasteri(> desde l a estrecha ventana
plearon esto •sist-ei'na de Abastecüniento, logran-
do fliar el «record» en cifra sensiblemente m á s
elevada a la del entonces establecido. Elle) dio
P o r encima d e todo, el obrero
llene envidia. No l a tiene porxjue, si ve a u n
camara-da ascender rápidamente a contramaes-
tre o a jefe de servicio o incluso .a patrón, se-di-
"ZARRACINA"
americano no
I
l u g a r - a que l a ' F e d e r a c i ó n Aeronáutica.Interna-