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Raúl Zaffaroni en este artículo realiza las respectivas reflexiones frente a las críticas
hechas por el jurista chileno Eduardo Novoa Monreal, críticas Direccionadas a la teoría
finalista del delito lo que a la vez implica un cuestionamiento a Raúl Zaffaroni por ser
considerado entre los tres máximos exponentes de esta teoría en Iberoamérica
(consideración hecha por el mismo Novoa Monreal).
El jurista chileno Afirma que el finalismo conduce a una etización del derecho penal
que elimina toda frontera entre moral y derecho, Asimismo entiende qué complica
innecesariamente la teoría, dificultando su exposición docente.
VIII. Novoa Monreal sostiene que hay conductas sin finalidad, por lo que cree
que esta no es un rquisito indispensable.
No se puede fraccionar la conducta como lo hace Novoa, sino que hay
una unidad típica de un conjunto de movimientos, y eso es voluntario –
final-, a la cual corresponde deberres de cuidado y específicos.
Sin la exigencia de la finalidad en la conducta lo único que se produce es
una ampliación excesiva del concepto de acción que provoca la
aceptación de delitos que no lo son.
IX. Afirma el jurista chileno que el finalismo se vincula con el deecho penal de
autor, afirmando que tiende a oscurecer los límites entre el derecho y la
moral y que realza en exceso. la importancia de los factores anímicos.
Lo que olvida Novoa es que el derecho penal de autor _violando el
principio de legalidad- fue un recurso inventado por causalistas
(Mezger, Sauer), aunque el derecho peal autoritario no es propio de
una estructura analítica del delito sino que puede tomar cualquiera
aunque históricamente se ha valido más de la estructura causalista.
“La ubicación sistemática del dolo nada tiene que ver con el respeto a la
dignidad humana”.