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Entendía el orden porque mandó a llamar un hombre como «Barac para que fuera cabeza del ejército, no tomó la autoridad y el
mando». Entendió en todo momento que ella era instrumento, más no la cabeza, se ajustó perfectamente al principio de la sujeción,
mujeres de hoy, ¿Entendemos este principio?.
Se sentaba o habitaba bajo una palmera. Tenía raíces profundas, agarrada de la roca que es Cristo, no la quebraba los problemas,
solo la doblaba y esto la llevaba a buscar de Dios, Tenía altura espiritual. Tenía fruto que era de bendición para otros, como lo que
tipifica el «Coco»
3.-Invitación.- (Jueces 4:6).- Dios mismo instruye a Débora para que esta de las estrategias de guerra a Barac para liberar a
Israel. Barac se convirtió en el líder que se suponía que debía ser, gracias en gran parte al rol que Débora jugó. Muchas veces cuando
un hombre se convierte en la clase de líder que Dios quiere que sea, hay una “Débora” cercana a él, quizás fuera de la luz pública,
pero muy cercana, detrás de él, alentándolo y fortaleciendo su fe en Dios. Muchos de los grandes testimonios dados por hombres
encuentran sus raíces en las acciones piadosas y oraciones de una mujer – una esposa, madre, hija, hermana en la fe.
4.-Dios Habla.- Débora le dio a Barac la palabra de ir a la guerra (Jueces 4:14), pero solamente estaba repitiendo lo que ya
había dicho (Jueces 4:6-7). Barac debió haber visto que era tiempo de pelear el solo, basado en la palabra que Dios ya había dado.
Débora jugó un papel crucial en esta batalla. Operó detrás de bastidores lo más que pudo. El hecho de que una mujer tomara la
gloria es visto como una reprimenda divina, no un halago
5.-Crisis de Fe.- Barac es retratado como un hombre de debilidades, cuya fe fortaleció Dios. Débora si fue líder, pero dentro de
ciertos límites. Ella guió pero en una manera que promovió el liderazgo masculino y de esta forma mantenerse ella en un rol
subordinado. Débora no buscó tener un rol de liderazgo prominente, de hecho, ella activamente lo evitó. Dejó en claro que Dios
había designado a Barac como el líder y que Dios lo estaba comandando a él a liderar. (Jueces 4:8) Barac le respondió: Si tú fueres
conmigo, yo iré; pero si no fueres conmigo, no iré. El quería que Débora fuera con él. El requerimiento de Barac muestra que su
corazón confiaba más en la fuerza humana que en las promesas de Dios. Una persona con una fe real marcha a las órdenes de Dios,
aun cuando tenga que hacerlo sola.
6.- Ajustes.-La promesa de Dios fue Yo los libraré. ¿Alguien habría escuchado? Ciertamente Débora escuchó. Ella le mencionó
las palabras a Barac, y podemos imaginárnosla repitiendo esas palabras a cualquiera que se acercaba: ¡El plan de Dios es liberarnos!
¡Aún hay esperanza! ¡Sean valientes! ¡Sigan adelante! La mayor esperanza de Débora en esos momentos debe haber sido que la
gente escucharía y le seguiría. ¡La esperanza de Débora se convirtió en la esperanza del pueblo de Israel porque ella creyó en la
palabra de Dios! .
Aunque no seas una juez, ni una profetiza, ni líder de una nación, si realmente crees la palabra de Dios, puedes influenciar
grandemente los corazones y las mentes de los que te rodean. ¡Tu esperanza inquebrantable puede inspirar a otras a levantarse,
llenarse de valor, y seguir adelante en Fe!.
7.-Obediencia y Experiencia- Jueces 4:15 Y Jehová quebrantó a Sísara, a todos sus carros y a todo su ejército, a filo de espada
delante de Barac; y Sísara descendió del carro, y huyó a pie.
El Señor confundió y perturbó a Sísara y a su ejército estorbando la movilidad de los carros de guerra por medio del
desbordamiento del río Cisón. A medida en que Débora y Barac fueron obedientes Dios fue haciendo su obra de rescatar a su pueblo
del sometimiento.
A través del ministerio de Débora, tanto los líderes como los seguidores emergieron y la batalla fue peleada y ganada. Hoy en
día, existe muy poca diferencia con los días de Débora. Hay una gran comisión que cumplir que nos fue encomendada por nuestro
Señor Jesucristo.
Hay discipulados que impartir, nuevos creyentes que discipular, almas perdidas que evangelizar y la lista sigue y sigue. Y aún
así, hay muy pocos dispuestos a dar un paso al frente y asumir las posiciones de liderazgo y existen aún mas pocos que están
dispuestos a seguirlos.
En nuestra iglesia, como en la gran mayoría, hay trabajo que necesita ser hecho y no hay suficientes personas dispuestas a
hacerlo. ¿ A qué te ha llamado Dios hacer? ¿Te ha llamado a servir? Entonces ofrécete y sé un seguidor confiable; ¡haz lo que
necesita ser hecho! ¿Estás llamado a liderar? Entonces hazlo, confiando en que Dios trabajará a través de tu debilidad para hacerte
fuerte.
Sísara que significa «orden de batalla». Habitaba en Jaroset Goim que significa «trabajo de hombre». Hoy en día el enemigo
nos muestra una gran mentira y es creer que las batallas solo las pelea el hombre por lo de la fuerza; pero la realidad es que la mujer
cristiana de hoy en día debe pelear las batallas igualmente de rodillas como el varón.
Débora tenía unidad con otras mujeres (Jael – Jueces 4:21). Para que las mujeres venzan a sus enemigos tienen que unirse a
través de la oración y búsqueda de Dios, ya que solo unidas vencerán.
Para concluir, la mujer de hoy para ganarse una posición de reconocimiento en su casa, en la Iglesia y en la sociedad tiene que
ser una mujer que como Débora este llena de Dios, sea trabajadora, sagaz, grande para el reino de los cielos. Solo en plena
comunión con el Espíritu Santo podrá la mujer vencer a sus adversarios, llevándola Dios ser bienaventurada.
Dios se mostró a Débora como : Jehová-Niss, El Señor es mi bandera, mi estandarte.- Jehová-Nakeh, El Señor que golpea,
Jehova-Tsebaoth, Jehová de los ejércitos, Jehova-Tsideqenu, Justicia nuestra