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AUDIENCIA PARA DETERMINAR LA REVOCATORIA DE LA LIBERTAD EN CASO DE

DETENCIÓN DOMICILIARIA
1. CONCEPTO DE LA DETENCION DOMICILIARIA

Cubas Villanueva V. señala “que no es una medida sustitutiva de la prisión preventiva, esto
quiere decir que se impondrá cuando pese a corresponder prisión preventiva, el imputado se
encuentre en alguna de las circunstancias previstas en el artículo 290”. Sin embargo la medida
está condicionada a que el peligro de fuga de obstaculización pueda evitarse razonablemente
con su imposición”.

Víctor Jimmy Arbulú Martínez (respecto al arresto domiciliario) señala “que esta medida
cautelar es también considerada la comparecencia más restrictiva, porque hay limitación al
derecho de locomoción de una persona, ya que si bien no se encuentra dentro de un centro de
reclusión, lo está en el propio domicilio del que no puede salir”.

Gonzalo del Río Lambarthe (libro la prisión preventiva y medidas alternativas) señala que: “La
detención domiciliaria es una forma de privación de libertad y su ubicación corresponde en el
marco referido a aquella, como alternativa para casos predeterminados. En el mismo sentido se
pronunciaba Caro Coria, al señalar que pese a las ventajas objetivas del arresto domiciliario,
este no deja de ser arresto o detención, constituyendo así una forma cautelar de privación de
la libertad menos grave después de la prisión preventiva”.

2. EN EL DERECHO COMPARADO

En el código de procedimientos penales de Bolivia (Ley N°1970), en su artículo 240, se establece


que es una medida sustitutiva cuando sea improcedente la detención preventiva, pero exista
peligro de fuga u obstaculización del procedimiento. Esta detención puede ser en el propio
domicilio, o en el de otra, sin vigilancia o con la que el juez disponga. Esta línea de medida
sustitutiva a la prisión preventiva es seguida por el Código Orgánico Procesal Penal de
Venezuela del 23 de enero de 1998 artículo 265. (Víctor Jimmy Arbulú Martínez. Derecho
Procesal Penal. Gaceta Jurídica. TOMO II. ed. 2015).

En el Código Procesal Penal Argentino (Ley N°23.984) del 4 de setiembre de 1991 se prevé la
prisión domiciliaria artículo 314 cuando estás de acuerdo a los delitos del Código Penal
corresponda la prisión en domicilio. Aquí es una suerte de pena adelantada. (Víctor Jimmy
Arbulú Martínez. Derecho Procesal Penal. Gaceta Jurídica. TOMO II. ed. 2015).

En la legislación Colombiana en su Código de procedimiento penal (Ley N°600) del 24 de junio


de 2000, artículo 363 en el que se desarrollan supuestos que también ha seguido el modelo
peruano, como es que el sindicado fuere mayor de 65 años, siempre que su personalidad y la
naturaleza o la modalidad de la conducta punible hagan aconsejable la medida. A la sindicada
le falten menos de 2 meses para el parto o cuando no hayan transcurrido 6 meses desde la fecha
en que dio a luz, o si el sindicado estuviese en estado grave por enfermedad, previo dictamen
de los médicos oficiales. En estos casos el juez determinará si el imputado debe permanecer en
su domicilio, en clínica y hospital. El beneficiario debe suscribir un acta en la cual se compromete
a permanecer en el lugar, no cambiar sin previa autorización de domicilio y a presentarse ante
el juez cuando fuere requerido. Se fija además una caución. El Código de Procedimiento Penal
de Ecuador (Ley N°000.RO/Sup.360) del 13 de enero de 2000, también sigue este modelo en su
artículo 171. (Víctor Jimmy Arbulú Martínez. Derecho Procesal Penal. Gaceta Jurídica. TOMO
II. ed. 2015).

3. LA DETENCIÓN DOMICILIARIA EN EL PERU


En el NCPP la detención domiciliaria tiene como destinatarios a aquellas personas, a
quienes pese a corresponderle se le aplique la prisión preventiva están dentro de estas
situaciones: (presupuestos materiales)
 Tiene más de 65 años de edad;
 Adolecen de alguna enfermedad grave o incurable ;
 Sufren grave incapacidad física permanente que afecte sensiblemente su
capacidad de desplazamiento.
 Se encuentran en gestación (artículo 290).

Debe tenerse en cuenta que la detención domiciliaria está condicionada a que el peligro
de fuga o de obstaculización pueda evitarse razonablemente con su imposición, puesto
que si ha existido ex ante fuga u obstaculización no se podría disponer dicha medida.
En la práctica la detención domiciliaria acarrea gastos, porque hay que ponerle
obligatoriamente custodia policial y en el inmueble muchas veces no es seguro para
evitar fuga, o de pronto no tienen residencia en el país por lo que esto conllevó a que
se ubicarán lugares como ficción de domicilio, creándose una suerte de análogos de
cárceles pero con menos rigor. Solo recordemos el caso Santa Bárbara en el Callao,
donde se hacinan, los internos con arresto domiciliario y la seguridad era muy difícil de
controlar, creándose condiciones para las fugas.

El arresto puede conllevar, que cuando el juez a pedido del fiscal lo considere necesario,
impondrá límites o prohibiciones a la facultad del imputado de comunicarse con
personas diversas de aquellas que habitan con él o que lo asisten (Víctor Jimmy Arbulú
Martínez. Derecho Procesal Penal. Gaceta Jurídica. TOMO II. ed. 2015).

4. PLAZO DE LA DETENCIÓN DOMICILIARIA

El plazo de la detención domiciliaria es el mismo que el fijado para la prisión preventiva

5. EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL RESPECTO DE ESTA MEDIDA

Respecto al tema, la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, considera que, “La obligación de
permanecer, en forma vigilada, dentro del domicilio, es sin duda, también una limitación seria
a libertad locomotora debe sujetarse a su conformidad con los principios de subsidiariedad,
provisionalidad, razonabilidad y proporcionalidad” [Exp. N°1565-2002-HC/TC, en caso de
Héctor Chumpitaz Gonzales, Fundamento 3].

6. RESPECTO AL COMPUTO DE LA PENA PRIVATIVA DE LIBERTAD

El artículo 490, apartado 2, del CPP adoptó el criterio que ambas formas de privación de la
libertad son equivalentes, por lo que debe descontarse cada día de detención domiciliaria por
un día de pena. La regla del uno por uno parece justificada en el marco del CPP que restringe
ampliamente el ámbito subjetivo del arresto domiciliario para aquellas personas que por su
edad , salud o estado de gestación , la prisión preventiva puede ser desproporcionada frente al
objetivo de controlar cautelarmente el peligro procesal (Víctor Cubas Villanueva, el nuevo
proceso penal peruano,2da edición) .

7. EL CONTROL DEL CUMPLIMIENTO

El control del cumplimiento de las obligaciones impuestas corresponde al Ministerio Público y a


la autoridad policial. Se admite la posibilidad de acumular a la detención domiciliaria una
caución.

8. LEGISLACION

El NCPP, dispone en su artículo 290 la detención domiciliaria la cual dispone lo siguiente:

ARTÍCULO 290.- Detención domiciliaria

1. Se impondrá detención domiciliaria cuando, pese a corresponder prisión preventiva,


el imputado:
a) Es mayor de 65 años de edad;
b) Adolece de una enfermedad grave o incurable;
c) Sufre grave incapacidad física permanente que afecte sensiblemente su
capacidad de desplazamiento;
d) Es una madre gestante.
2. En todos los motivos previstos en el numeral anterior, la medida de detención
domiciliaria está condiciona a que el peligro de fuga o de obstaculización pueda
evitarse razonablemente con su imposición.
3. La detención domiciliaria debe cumplirse en el domicilio del imputado o en otro que
el Juez designe y sea adecuado a estos efectos, bajo custodia de la autoridad policial
o de alguna institución -pública o privada- o de tercera persona designada para tal
efecto.
4. También podrá disponerse la detención domiciliaria del imputado bajo la utilización
de vigilancia electrónica personal, de conformidad con la ley de la materia y su
reglamento.
5. Cuando sea necesario, se impondrá límites o prohibiciones a la facultad del
imputado de comunicarse con personas diversas de aquellas que habitan con él o
que lo asisten.
6. El control de la observancia de las obligaciones impuestas corresponde al Ministerio
Publico y a la autoridad policial. Se podrá acumular a la detención domiciliaria una
caución.
7. El plazo de duración de detención domiciliaria es el mismo que el fijado para la
prisión preventiva. Rige, en lo pertinente, lo dispuesto en los artículos 273 al 277.
8. Si desaparecen los motivos de detención domiciliaria establecidos en los literales b)
al d) del numeral 1), el juez -previo informe pericial- dispondrá la inmediata prisión
preventiva del imputado. (*)
(*) Artículo modificado por Cuarta Disp. Comp. Modif. del Dec. Leg. 1229, pub.
25/09/2015, vigente a nivel nacional según la quinta disp. Comp. Modif. del Dec.
Leg. 1229.

9. PRESUPUESTOS DE LA DETENCIÓN DOMICILIARIA

Los presupuestos que deben cumplirse para la aplicar la detención domiciliaria regulada por el NCPP
del 2004 son los siguientes:

a) Deben existir fundados y graves elementos de convicción para estimar razonablemente la


comisión de un delito que vincule al imputado como autor o partícipe del mismo;
b) Que la sanción a imponerse sea superior a 4 años de pena privativa de libertad ;
c) Que el imputado, en razón de sus antecedentes y otras circunstancias del caso particular,
permita colegir razonablemente que tratará de eludir la acción de la justicia (peligro de fuga)
u obstaculizar la averiguación de la verdad (peligro de obstaculización);
d) El imputado debe ser mayor de 65 años; adolecer una enfermedad grave o incurable; sufrir
grave incapacidad física permanente que afecte sensiblemente su capacidad de
desplazamiento; o, ser una madre gestante.

ANALISIS DE LA REVOCATORIA DE LA DETENCIÓN DOMICILIARIA


Antes de adentrarnos al análisis, debemos tomar en cuenta que la detención domiciliaria no se
aplica de manera automática, quiero decir con esto que no por el solo hecho de ser mayor de 65
años de edad me corresponda la detención domiciliaria o solo por el hecho de ser un madre gestante
me corresponda automáticamente la detención domiciliaria (conforme a los 4 presupuestos del
artículo 290 del NCPP), debido a que, la medida de detención domiciliaria está condiciona a que
con tal medida (arresto domiciliario) se pueda evitar el peligro de fuga y obstaculización. Como
señala Ávalos Rodríguez al sostener que esta condicional, no debe entenderse en el sentido de
que las especiales condiciones de salud del imputado, hacen que merme el grado de peligro
procesal que hace legítima una detención, sino que a pesar de mantenerse dicho peligro, se otorga
la detención domiciliaria, cuidándose de establecer medidas que controlen el riesgo procesal
subsistente no llegue a materializase. Gonzalo del Río Labarthe, señala “que la presencia de una de
las causales no constituye una presunción de debilitamiento del peligro procesal en el artículo 290,
responde a otros criterios (humanitarios)”

Ahora, debemos entender que dicha medida es pasible de ser revocada si desaparecen los motivos
de detención domiciliaria establecidos en los literales b) al d) del numeral 1) los cuales son: b)
Adolece de una enfermedad grave o incurable; c) Sufre grave incapacidad física permanente que
afecte sensiblemente su capacidad de desplazamiento; d) Es una madre gestante. (Todo ellos
conforme al artículo 290 inciso 8).

Como podemos apreciar tenemos que verificar a que se refiere con adolecer una enfermedad grave
o incurable
Primero: respecto de la causal humanitaria (mayor de 65 años)

El NCPP permite aplicar la detención domiciliaria a cualquier persona mayor de 65 años, a diferencia
del CPP de 1991, no es necesario demostrar que además se trata de un enfermo o un incapaz físico.
Esta norma dispone que cuando desaparecen los motivos de detención domiciliaria establecidos en
los literales b al d) del numeral 1, el Juez deberá disponer la prisión preventiva. Si bien es cierto que
esta norma excluye la condición de un imputado mayor de 65 años [literal a] porque es una
condición que no puede desaparecer, lo cierto es que siguiendo su propia lógica –vinculada a la
variabilidad de las medidas cautelares del proceso penal-, también se debió establecer lo contrario

Se puede revocar, por supuesto que sí, cuando incumpla las medidas que el juez ha dictado
(infringe reglas de conducta), o cuando no haya recurrido a las citaciones del Ministerio Público
(el procesado no comparece a las diligencias del proceso sin excusa suficiente), o cuando ante las
visitas de la autoridad policial no se haya encontrado el procesado en su domicilio o realice
preparativos de fuga.

Segundo: enfermedad grave o incurable

El NCPP se limita a señalar como “causal humanitaria” la existencia de una enfermedad grave o
incurable. En el caso de la LECrim española, el artículo 508 indica que se aplicará la prisión
provisional atenuada cuando, por razón de enfermedad, el internamiento entrañe grave peligro
para la salud. Son supuestos distintos, en el caso español se debe justificar la atenuación de la
privación cautelar de libertad, se debe determinar que el ingreso de determinado imputado en un
centro penitenciario, puede agravar la condición del imputado-enfermo. Y es necesario identificar
un “grave peligro”, que evidentemente se vincula a una concepción que involucra riesgo para la vida
o que pueda agravar considerablemente la salud ya resquebrajada.

El juez debe limitarse a justificar por qué considera que la enfermedad es grave o incurable, por lo
que evidentemente podrá acudir a peritos en la materia.

Sin duda la prisión atenuada protegerá su salud (los efectos de la cárcel en un enfermo pueden ser
devastadores), pero también protege su desenvolvimiento como persona, dignidad etc. En lo que
sucede con enfermedades incurables que, por su propia condición, no representan una situación
muy distinta en libertad que en reclusión. Un claro ejemplo de ella es la situación del imputado
enfermo de SIDA que no se encuentre en una fase avanzada, incluso piénsese en el caso de
portadores de virus. De hecho, no existe ninguna razón para descartar la utilización del arresto
domiciliario por una prevención vinculada a los demás internos, el caso de las enfermedades graves
que involucran además, un grave riesgo de contagio.

El artículo 290.8, como ya se dijo, permite aplicar la prisión preventiva si durante el cumplimiento
de la detención domiciliaria desaparecen los motivos previstos en el artículo 290.1 [literales b al
d]. Quiere decir que incluye la posibilidad -remota- de que desaparezca la condición de enfermo
grave.
Tercero: Respecto a incapacidad física permanente

El NCPP insiste en la posibilidad de atenuar los efectos de la privación cautelar de libertad cuando
el imputado sufre una incapacidad física. Solo que a diferencia del CPP del 1991, exige que esta una
de carácter permanente y que afecte su capacidad de desplazamiento.

Podría alegarse que la mención a la capacidad de desplazamiento involucra una disminución del
riesgo de fuga, pero como se ha dicho, no considero que el artículo 290.1 regule aspectos vinculados
al peligro procesal, son causales esencialmente humanitarias. Actualmente, los medios de
transporte son capaces de facilitar la huida de cualquier persona, incluso de una que sufra
incapacidad física permanente y tenga problemas para desplazarse por su propia cuenta.

La intención del legislador es restringir el ámbito de aplicación de la detención domiciliaria, a


aquellas personas para las cuales el ingreso a un centro penitenciario antes de la condena, sería
insoportable. Y sin duda Perú es dramático ingresar a prisión a una persona que al sufrir incapacidad
física permanente, ve seriamente afectada su capacidad de desplazarse. En un país que -
lamentablemente- carece de infraestructura para minusválidos e incapaces físicos en libertad
(hospitales, organismos públicos, centros de entretenimiento, etc.); por lo que es difícil advertir que
la situación de las cárceles es mucho peor.

Finalmente, el artículo 290.8 también incluye este supuesto dentro de la posibilidad de aplicar
prisión preventiva cuando desaparece el motivo que la justificó la detención domiciliaria. Sin
embargo, ello parece imposible en la medida que se está frente a una incapacidad física
permanente, que por su propia naturaleza, irreversible.

Cuarto: Madre gestante

El NCPP se limita a regular el supuesto de madre gestante, incluye a todas las mujeres embarazadas,
desde el primer día de gestación hasta el momento del parto. Es una causal humanitaria clara. Lo
que se pretende, sencillamente, es que una mujer en ese estado no sufra los rigores de la prisión, al
menos, no antes de la condena.

Los centros penitenciarios en el Perú carecen de medios para asistir un embarazo y las condiciones
carcelarias, sin duda ponen en riesgo la vida del feto, que también debe ser protegido de acuerdo a
nuestro ordenamiento constitucional. Naturalmente, la detención domiciliaria permite evitar ese
riesgo y evitar que la madre gestante sufra prisión en esas condiciones, con todo lo que ello acarrea,
no solo para la salud.

Sin embargo, el NCPP no atiende a las diferencias entre una mujer que se encuentra en los primeros
meses de embarazo y otra que está en un proceso avanzado del mismo. El nuevo Código de
Procedimiento Penal Colombiano es mucho más específico cuando establece que la detención
preventiva en establecimiento carcelario podrá sustituirse por la del lugar de residencia cuando
a la imputada o acusada le falten 2 meses o menos para el parto. Igual derecho tendrá durante
los 6 meses siguientes a la fecha de nacimiento.

El Decreto Legislativo no unificó criterios en relación a la madre gestante; situación que es


especialmente conflictiva si se tiene en cuenta que el artículo 290.8, también incluye al supuesto
de madre gestante dentro de la posibilidad de aplicar prisión preventiva cuando desaparezca el
motivo que justificó la aplicación de la detención domiciliaria. Dista mucho de un entendimiento
real de la justicia y de un trato humanitario, que el motivo para aplicar la prisión preventiva sea el
nacimiento de un niño, porque con él, desaparece la condición de madre gestante. Sería saludable
modificar este extremo de la norma, y siguiendo el ejemplo del ordenamiento procesal colombiano
y el artículo 288.5, por lo menos incluir un tiempo posterior al parto.

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