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Cinco conferencias.....

relatan la vida de Freud, en la primera cuenta sus primeras experiencias con


el psicoanálisis, la técnica catártica fue inventada por Breuer luego él desarrolló su método, lo
evolucionó hasta que se llamo asociación libre, dicho método consistía en que las personas
conversen acerca de las cosas que le sucedían, y las asocien a otros acontecimientos u objetos

Tres heridas narcicistas.

1) Galileo Galilei: La tierra como un planeta más y no como el centro del universo.
2) Darwin: El hombre como resultado de la evolución.
3) Psicoanálisis: El hombre que se creía absolutamente consciente tiene un inconsciente que
actúa más allá de su voluntad.

Concepción de Histeria según Charcot y Freud.

Charcot era médico del Hospital Salpetriere- Francia. Estudiaba las enfermedades
neuróticas y sostenía que la histeria se caracterizaba por la teatralidad (necesita ser publica),
aparatosidad, por presentar estigmas permanentes como son los trastornos sensitivos (dolores),
trastornos motrices (parálisis), y trastornos por ejemplo, en la alimentación.
Además sostenía que presentaba cierta crisis paradoxística caracterizada en 4 tiempos. 1) un
período de Aura o sensación rara; 2) Período convulsivo; 3) Período Payacesco y 4) Erótico.
Charcot utilizaba el método anatomo clínico, a través de él analizaba los cadáveres para verificar
sus lesiones. Decía que era un trastorno funcional más que uno estructural. Sostenía que la histeria
era una lesión dinámica porque aunque en el momento de la autopsia No fuera visible, ella
igualmente existía. La histeria era comparable a la anemia, un edema. Por lo tanto llegará a la
conclusión de que a igual lesión cerebral, igual parálisis, la histeria para Charcot, tenía origen
anatómico.
Era hereditaria y la hipnosis en su caso, solo era utilizada para quitar un síntoma. Podía curarla
o provocarla.

FREUD era alumno de Charcot y realizó una comparación entre Parálisis motrices y Parálisis
histérica, llegando a la conclusión de que su origen NO era anatómico.
Para Freud la parálisis histérica no es una enfermedad neurológica sino psíquica. Para Freud, las
parálisis podían ser ubicadas, teniendo origen en sucesos de la vida o experiencias infantiles.
Sostenía que las parálisis histéricas No conocen la distribución anatómica y la hipnosis solo
era utilizada como un método de investigación. La histeria no es hereditaria sino que depende
de cada individuo, podría ser el síntoma del efecto de una idea.
En la adquisición de una histeria siempre actúa una represión de la idea.

Qué es la disociación histérica y cómo actúa la defensa.

La disociación histérica es la existencia de distintos estados de conciencia, era considerada


como una reducción de la consciencia o doble consciencia. Al respecto existen 3 teorías.

1) Pierre Janet, sostenía que la disociación de la conciencia se producía porque era


congénita, hereditaria. Existía un debilitamiento de la estructura psíquica, que hacía que lo que
debía aparecer junto, se separara, psicostenia.

2) A la teoría de P. Janet se opone Breuer, éste sostenía que la disociación de la conciencia


característico en la histeria NO era congénito, sino adquirido, bajo lo que llamó estado hipnoideo.
3) Freud, por su parte, sostiene que la disociación de la consciencia es adquirida pero que
se produce por un mecanismo de defensa. Se disocia cuando la representación de un hecho
se desliga del afecto y es expulsada al inconsciente. Entonces el afecto queda liberado y
deviene en alguna patología según el camino que tome,

Así, en las histerias de Defensa, Freud observa que sus pacientes presentaban salud psiquica
normal hasta que un hecho o suceso que se presentaba como intolerable frente a su "yo", era
reprimido. Es decir, que la mente ante lo intolerable busca defenderse de él. Reprimiéndolo. El
concepto de Defensa es entonces lo que distingue a Freud de la teoría expuesta por P. Janet y
Breuer.

1º Nosografía Freudiana.

Freud la realizó basándose en según intervengan o no mecanismos psíquicos de defensa.


Ante un acontecimiento traumático que pone en riesgo la integridad y constancia psíquica del
individuo.

El criterio clasificador que toma Freud, es la defensa, de ésta manera distingue 2 grandes tipos
de neurosis (enfermedades mentales).

1º) Las Neuropsicosis de Defensa o psiconeurosis (mecanismos de defensa), que a su vez


comprende:

I ) Neurosis Histérica: Se produce por una facilitación somática. También llamada Histeria
de Conversión.

II ) Neurosis Obsesiva: En donde una idea que causa dolor o angustia es sustituida por otra
(cambió la idea).

III ) Neurosis Fóbica: Cuando el afecto penoso reposa en un objeto. Por ej; el caso Juanito.
Histeria de angustia.

IV ) Y dentro de este grupo, Freud también distinguía a la Neurosis Alucinatoria –crónicas-


(objeto distinto al real) o Paranoia.
Lo alucinatorio tenía que ver con el hecho de acentuar la representación, pero al hacerlo se
produce un despegue de la realidad.

2º El segundo grupo es el de las Neurosis Actuales –no se reprime, no hay psicoanálisis-, dentro
de ellas Freud incluye:

I) A la Neurastenia: Está relacionada con una descarga (satisfacción) sexual


insuficiente, generalmente se da en varones (exceso de masturbación), la acción específica es
descargada de manera inadecuada. Algunos síntomas son el estado de fatiga y las cefaléas.

II) A la Neurosis de Angustia. Espectativa angustiada. Trata de dirigir el cuantum de


energía a la representación. Se da en la sexualidad del adulto (Relaciones sexuales), y se
producen estados de angustia e irritabilidad general, sus síntomas se relacionan con los del complejo
de angustia.
Un hecho de este problema puede ser el ejemplo del coito interruptus. Hay un cuantum de líbido
(energía de las pulsiones sexuales),
La vía de descarga no existe entonces pero el cuantum de líbido puede ser descargado mediante
las crisis de angustia, tienen palpitaciones, sensaciones de despersonalización, sofocamiento.
Sostiene que en este grupo lo que genera conflicto es una mala práctica de la vida sexual. Y por esto
así y no producirse defensa alguna No puede aplicarse al método psicoanalítico.
Efecto tóxico por acumulación libidinal.

*Atención, el profesor da la clasificación de Neuropsicosis de defensa como: Histerias y fobias, la


histeria de conversión, Hist. de retención, hist. hipnoide, y las paranoias, que se originan en la
infancia.

2º Nosografía Freudiana

A las Neurosis de defensa las clasifica en: Histeria de Conversión; Histeria de Angustia y Neurosis
Fóbica.

Agrega las Neurosis Narcicistas (Psicosis):


I) Esquizofrenia
Parafrenia
II) Paranoia

III) Melancolía.

Y dentro de las Neurosis Actuales agrega a la Hipocondría


Hipocondría
Incapacidad del delirio. El paciente cree que padece alguna enfermedad grave.

Angustia
Un Quantum de líbido que es descargada levemente x angustia. Estado afectivo de carácter
penoso que aparece como reacción ante un peligro desconocido.

1º Teoría de la Angustia.

La idea de Freud, de un cuantum, cantidad de líbido libremente flotante es descargado


sin otra alternativa como angustia.

Freud sostiene que la angustia se produce porque la representación se separa del afecto.
Al producirse esto, la representación va al inconsciente y el afecto deviene en angustia. Pero la
angustia es síntoma de que hay algo que el sujeto está reprimiendo y quiere olvidar. Esta
angustia puede devenir en una neurosis histérica, si hay una facilitación somática, en cuyo caso
le provocaría más dolor del que la persona padece (Por ej; dolor en la pierna), o puede devenir en
una neurosis obsesiva, cuando se sustituye una idea por otra (por ej; obsesión al tocar el picaporte
de la puerta por temer al contagio o las cábalas en los deportes), puede devenir en una fobia por
ejemplo, en temor a tocar algún animal.
Entonces ante la angustia, el analista debe descubrir a través de la hipnosis, o comercio
asociativo cuál fué el acontecimiento que provocó la angustia y lograr de esta manera su
descarga motríz o verbal o congoja. Por lo tanto la angustia es la manifestación clínica de un
acontecimiento penoso que se quiere reprimir tornandose en una defensa anormal.

Hay ciertas lagunas del recuerdo


R R R /::::::/ R R R

R: Representación. Freud supone que cada R tiene un cierto monto de afecto, las R desagradables
también tienen uno importante. Lo que molesta es el afecto.

Situación traumática que conlleva el afecto

Angustia --------- Representación o idea / = / Afecto ------- Angustia


(recuerdo penoso)
Intolerable Mecanismo de defensa.
Inconsciente Síntoma.
La R se mantiene
y el afecto se
desplaza a una
inervación
corporal.
Se convierte en
un síntoma.

Evolución del método de Freud. ¿Por qué va cambiando de método?.

En un principio Freud utilizó el método aplicado por Breuer, llamado método hipnótico
o catarsis. Éste método consistía en hacer que la persona bajo hipnosis expresara sucesos que
consecuentemente no podían recordar. La hipnosis hace captar el concepto de CATARSIS en
Freud. ¿Qué obtenemos con la hipnosis? La catarsis, que es un mecanismo de descarga.

Pero Freud, en la clínica observa que hay pacientes, que no se dejan hipnotizar y, además
si bien, algunos síntomas desaparecían, podían sufrir recaídas.
Ante esto, Freud viaja a Nancy a observar o estudiar con los expertos en hipnosis, entre ellos,
Bertheim observa que bajo hipnosis, los sujetos eran encomendados a realizar una orden, pero que
una vez despiertos la realizan sin darse cuenta. Observó también que dichos pacientes podían seguir
realizandola hasta el momento de revelar el por qué de tal acto. Estos estudios fueron muy
importantes para Freud porque observó que las personas sufrían de reminiscencias y que aquella
orden que recibieron bajo hipnosis podía ser descubierta si el medico contaba con un método
adecuado.

Éste método no era ya la hipnosis para Freud y fue entonces, que decidió intentar con el Método
de presión en la frente, sin hipnosis, induciendo al paciente a decir todo lo que recordaba de
cierto tema determinado. Su mano en la frente parar que hable. Una palabra asociada al
episodio traumático
Éste método tampoco dió mayores resultados porque a través de él los pacientes No podían
expresar libremente sus pensamientos. Era arbitrario y autoritario.
Y así llega al método de asociación libre, por medio de este método la persona debe decir lo que
quiera sin censuras, porque a través de él deben tanto el médico como el paciente transitar hacia
aquel material psique que se encuentra reprimido. El inconsciente se revela en el habla distraída del
sujeto.
Para ello debe producirse lo que se llama "transferencia positiva", que genera cierta
confianza entre paciente- médico.

Transferencia
Los deseos inconscientes se actualizan sobre ciertos objetos, dentro de un determinado tipo
de relación establecida con ellas. Es una repetición de prototipos infantiles, vivida con un sentimiento
de actualidad. Implica un desplazamiento de valores, derechos, identidades. Desplazamiento del
afecto de una representación a otra. Contenidos del inconsciente se repiten en deseos reprimidos.

Puede ser de forma positiva o negativa

Contra- transferencia
Deseos inconscientes del analista que se actualizan con el paciente.

Teoría Traumática de la Neurosis (teoría de la seducción).

Ésta teoría fué elaborada por Freud entre 1895 - 1897 y luego fue abandonada. En ella
sostiene que en una primera "escena A" , un niño sufre seducción por parte de un adulto. Para el
adulto no se tratará de un juego por presentar connotaciones sexuales, pero para el niño solo
significará un juego.
Luego ya en la adolescencia, gracias al esclarecimiento sexual puede resignificar la "1º
escena infantil traumática". Ésta resiginificación de la "escena A" es la que genera el trauma en
el adolescente haciéndolo producir una defensa anormal.

Resignificación a posteriori.

Siguiendo lo expresado en la teoría traumática de la neurosis, se puede decir que


resignificación a posteriori, es la resignificación que una "escena B" da a una "escena A".

1º Tópica Freudiana. Antecedentes.

Freud, en su primera tópica hace la distinción de los componentes del aparato psiquico=
INCONSCIENTE, PRECONSCIENTE y CONSCIENTE.
En el inconsciente se ubicará lo reprimido. Esto es destacable porque en su segunda tópica
es lo que modificará.

La conciencia (gobernado por los procesos secundarios) está asociada a la percepción y cumple
una función selectiva recibiendo y filtrando los estímulos provenientes tanto del mundo exterior como
interior. De toda la información que se ofrece a nuestra percepción, somos concientes
momentáneamente de ciertos elementos y de otros no. Se identifica en gran parte con el Yo y el
principio de realidad.

Pre consciente: es una instancia cuyos contenidos no están en la conciencia pero son susceptibles
de acceder a ella

Inconsciente: es un sistema psíquico cuyos contenidos no tienen acceso a la conciencia, al menos


no fácilmente, porque han sido reprimidos y encuentran una resistencia cada vez que intentan
acceder a la conciencia.
Estos contenidos inconcientes son representantes de las pulsiones que tienen vedado el acceso al
sistema preconciente.- conciente.
Se observa indirectamente por los sueños, actos fallidos y asociación libre.
Tiene un modo propio de actuar (el proceso primario) que se distingue por ausencia de cronología,
ausencia de contradicción, lenguaje simbólico, igualdad de valores para la realidad interna y externa
(con predominio de la interna) y por el predominio del principio del placer.
Los antecedentes son:

*CARTA 52, que Freud escribió a Fliess. En ésta sostiene que el aparato psiquico
presenta un polo perceptivo y un polo motor, y que el objeto percibido produce un registro que
es llamado signo perceptivo, éste signo perceptivo No es igual a las Huellas Mnémicas del
inconsciente, sino que se traducen en una Representación de cosas (polo motor). Se debe
destacar que el objeto percibido se irá modificando y No será el mismo que fue percibido en
un primer momento.

*Otro antecedente es el del Proyecto de Psicología Científica. En este, Freud también va


a sostener que en aparato psiquico existe un polo perceptivo y un polo motor, al principio, en este
aparato, existe cierta energía y cantidad de neuronas.
Estas primeras neuronas captarán la energía que será distribuida a las neuronas
pasajeras o PI. Estas neuronas pasajeras captan toda la energía que será nuevamente
distribuidas a las neuronas PSI. Las neuronas PSI registran los estímulos pero no los guardan
hasta que la energía llega a las neuronas omega, produciendo finalmente una descarga
motora. Este esquema es para dar cuenta la ramificación de energía que se va produciendo en el
aparato psiquico que funciona según Freud, igual que la distribución neuronal.

Polo perceptivo y---------------- o


Neurona pasajera y----------------- o ----------------- Se produce la descarga al Polo motor.
y----------------- o

*Otro antecedente es el esquema del Peine Invertido:


Es un modelo para pensar la psique. En el inconsciente se ubicarán las Huellas
Mnémicas (formas en que se repite la información en el inconsciente). A ésta le sigue el
preconsciente y finalmente el consciente. Freud explica cómo una excitación entra por el polo
perceptivo y debe ser descargada por el polo motor.

Si las representaciones alcanzan el preconsciente pueden ser susceptibles a la consciencia.

hm hm hm hm hm censura
I---I---I---I---I---I---I---II----------------------I

Polo perceptivo Inconsciente Preconsciente Consciente Polo motor

Formaciones Transaccionales. Qué es el sueño. Trabajo del Sueño.

Freud dice que el sueño puede ser el guardián del dormir, el dormir es un estado regresivo
que un sujeto puede dejar el interés del mundo y tener una regresión a él mismo.
Las formaciones transaccionales son las formas que adopta lo reprimido, que busca llegar a la
conciencia en forma disfrazada o simbólica, a través de un sueño, acto fallido, chiste.
Es decir, cuando lo inconsciente quiere salir, pero la consciencia No quiere que lo inconsciente
aflore, lo reprimido buscará hacerlo pero en forma disfrazada porque existe una barrera que
es la censura que impide que lo inconsciente aflore a la consciencia. -son formaciones
intermedias entre el inconsciente y el preconsciente, es decir, entre lo reprimido y el represor.-

El sueño es una formación transaccional. Para Freud el sueño es la realización de un


deseo que aparece disfrazado. -observa que ese deseo es un deseo reprimido que tiene que ver
con la sexualidad-. El sueño en la época de Freud, No era analizado científicamente, cayendo su
interpretación en manos de gente No científica. - pero Freud va a sostener que el sueño puede ser
interpretado y para ello propone lo siguiente-.

El sueño puede ser tomado en su totalidad y traducido en algo que presente menos complejidad. Es
decir que a través de asociaciones, un sueño puede ser analizado. Claro que éste método No
podrá aplicarse si el sueño se presente enrollado y confuso.
Otro procedimiento sería a través del Método Descifrador. En este caso, el sueño se presenta como
una escritura compleja que debe ser descifrada por el analista a través de una clave que solo posee
el paciente.
El paciente puede concurrir al analista suponiendo un saber en él, saber que en realidad no
posee porque solo el terapeuta contará con un método. Para descifrar el sueño debe establecerse
una transferencia (positiva) entre el analista y el paciente que permita descubrir la clave de ese
sueño.

El contenido latente del sueño son los pensamientos inconscientes mientras que el contenido
manifiesto es todo lo que uno recuerda del sueño.
El trabajo del sueño se basa en la producción del pensamiento del sueño, pero por
sobre todas las cosas en transformar el contenido de ese sueño. Esto se realiza a través de la
CONDENSACIÓN (cuando en el contenido del sueño aparecen dos ideas latentes y heterogéneas)
Unir elementos distintos en uno solo, por ej: el centauro (el Inconsciente trabaja formando unidades
con elementos de distintas representaciones); por medio del DESPLAZAMIENTO (cuando el interés
se desplaza a otro elemento del sueño que No lo era, pero al que puede llegarse por asociación) –
Desplazamiento psíquico, funciona la censura en relación al desplazamiento; y a través de la
ELABORACIÖN SECUNDARIA (sucede cuando el sueño se presenta con cierta coherencia y
ordenado, señal de la presencia de la censura).

Mecanismo y formación del sueño.

Elementos que participan:


El proceso primario; que se expresa por:
*La condensación
*Desplazamiento
*Miramiento por la figurabilidad (representación en imágenes visuales)

Contenido:
*Contenido Manifiesto: El relato del sueño. Se activa la censura y la represiónTiende a olvidarse
rápidamente a medida que el tiempo pasa se olvida. Se degrada, Freud dice que es porque la
represión actúa sobre el sueño.
*Contenido latente. Pensamientos a partir de los cuales de los mecanismos de la producción del
sueño se produce el sueño manifiesto.
*Simbolismo. Ciertos discursos de pacientes tenían elementos simbólicos. Por ej; animales
pequeños, son los hermanos representados. Padres: reyes, reinas, presidentes.

En la vida psíquica hay un deseo que cuando el sujeto duerme quiere ser complacido

Proceso Primario y Proceso Secundario


Proceso primario
Sistema inconsciente (los procesos son inconscientes). La energía psíquica fluye
libremente, pasando sin trabas de una representación a otra según mecanismos (de proceso
de elaboración onírica) de desplazamiento (de intensidad) y condensación (varios elementos
se representan). . Se manifiestan fundamentalmente en el sueño
Según Freud, gracias al proceso primario el Ello consigue la satisfacción con la
realización de los instintos y deseos.

Proceso Secundario.
Actividades y procesos del Yo gracias a los cuales el sujeto consigue integrarse y
adaptarse al medio. La percepción, el pensamiento, el recuerdo son ejemplos del proceso
secundario. Pensamiento, reflexión personal, la conciencia, trato de ser lógica- racional.

Abreacción Afectiva

Descarga emocional por medio de la cual el individuo se libera del afecto ligado al
recuerdo de un acontecimiento traumático. Dicha descarga puede ser inducida por el método
catártico o puede darse espontáneamente durante un tiempo más o menos prolongado.
Ésta descarga, lo que evita es que se convierta en patógeno o siga siendolo.

Represión Primaria- Represión Secundaria.


Represión, es el principal mecanismo de defensa del individuo.

La represión recae sobre una idea displaciente.

Para Freud, la represión primaria constituye una primera fase de la estructuración psíquica,
y consiste en la fijación de la pulsión a un representante representativo. Además divide al aparato
psiquico en consciente e inconsciente. Con la represión primaria se establece el primer nexo entre
la energía pulsional y la idea, que Freud denominó como representante- representativo Este
permanecerá inmutable, quedando la pulsión fijada a él. Dicho representante nunca fue consciente
y tampoco lo será, y ejercerá una fuerza de atracción hacia todas las representaciones que entren
en contacto con él, las cuales serán reprimidas secundariamente.

La represión secundaria es la represión propiamente dicha, es un mecanismo de defensa del yo,


tendiente a apartar de la consciencia todas aquellas representaciones que, por su carácter
displaciente, generen en el sujeto un estado de malestar. Para ello son necesarias dos condiciones:
la repulsa del yo hacia la idea intolerable, y la atracción que las ideas ya reprimidas ejercen sobre
esta representación.

Pulsión. Primer Dualismo Pulsional.

Pulsión: Es un proceso dinámico, que consiste en un empuje (una fuerza de empuje), que hace
tender al organismo hacia un fin. Según Freud, la pulsión tiene su fuente en una excitación
corporal (estado de tensión); su fin es suprimir el estado de tensión que reina en la fuente
pulsional; gracias al objeto, la pulsión puede alcanzar su fín. Sus elementos son Esfuerzo, Meta,
Fuente y Objeto.
Freud considera cuatro elementos que están asociados al concepto de pulsión: esfuerzo, meta,
objeto y fuente de la pulsión.

Esfuerzo: (Drang) fuerza o empuje, posee una fuerza constante, es su factor motor, la suma de
fuerza o la medida de la exigencia de trabajo que ella representa. Es la esencia de la pulsión. Es el
efecto de que el objeto de la pulsión es un objeto perdido, de no haber se perdido entonces existiría
satisfacción plena.

Fuente: es el proceso somático (interior de un órgano o parte del cuerpo) cuyo estimulo es
representado en la vida anímica por la pulsión. Punto de anclaje de la pulsión en el cuerpo (zona
erógena), proceso excitante de un órgano, no se trata de una geografía anatómica sino de una
geografía libidinal. El órgano existe luego de la erogeneización del mismo. Zona de intercambio de
los cuidados maternales, depende de un estado de estimulación que para Freud supone una medida
de exigencia de trabajo para el aparato psíquico (algo a resolver).

Meta (Ziel): es la satisfacción que sólo puede alcanzarse cancelando el estado de estimulación de
la fuente de la pulsión (la zona erògena). No existe una única vía de satisfacción. ¿Cómo?

Objeto: (Objekt) es aquello por lo cual se alcanza la meta. Aparece como perdido pero aparecen
objetos sustitutivos. (Por ejemplo, el pulgar en el niño ante la perdida de la teta, entonces chupetea
el pulgar), es de allí que Freud enuncia que es lo mas variable y contingente en la pulsión y se asocia
a la pulsión de acuerdo a su aptitud para posibilitar la satisfacción, no existe un único objeto sustituto,
ninguno alcanza a sustituir el objeto original. No necesariamente es un objeto ajeno, puede ser
también parte del cuerpo propio (autoerotismo) y también puede generar un lazo íntimo con la pulsión
(fijación)

* Los destinos de las pulsiones son formas de defensa contra las pulsiones, contra si misma,
existen dos destinos que son defensa de toda pulsión: sublimación y represión.

a) El trastorno hacia lo contrario: se da en dos procesos: 1) La vuelta de la pulsión de la


actividad a la pasividad (sadismo-masoquismo, ver-exhibir 2) trastorno en cuanto al
contenido (la mudanza del amor en odio).

b) La vuelta hacia la persona propia: el masoquismo es un sadismo vuelto hacia el propio yo


y la exhibición lleva a mirarse el propio cuerpo. Vemos que cambia el objeto pero se mantiene
inalterada la meta.

c) La represión (en capítulo aparte), Freud la ubica como parte del concepto del pulsión.

d) La sublimación (no la describe en este escrito): es un destino de pulsión sin represión.


Destino en el cual se adquieren los logros culturales. Es la capacidad de producir algo
diferente con la pulsión que no sea la represión y la consiguiente neurosis.

. En 1905, en los "Tres ensayos para una teoría sexual" Freud explica la diferencia entre función e
instinto.
En la teoría clásica freudiana, originalmente todas las pulsiones se concebían como derivadas de
una pulsión basal (casi totalmente instintiva): la pulsión de vida, cuyo objeto es la
autoconservación del individuo (luego se verá, que Freud evolucionó y modificó tal opinión).
Derivada de la pulsión de vida, es la pulsión por nutrirse, sin embargo las derivaciones más complejas
e interesantes son las siguientes:
Fase oral, fase fálica, período de latencia, fase genital.

Freud fue siempre dualista; el primer dualismo invocado fue el de las pulsiones sexuales y pulsiones
del yo o autoconservación; por estos últimos Freud entiende las grandes necesidades o las grandes
funciones indispensables para la conservación del individuo, siendo su modelo el hambre y la función
de la alimentación, en estas pulsiones al principio se apoyaba, intenta explicar el conflicto psíquico
afirmando que el yo encuentra en la pulsión de autoconservación la mayor parte de la energía
necesaria para la defensa contra la sexualidad
El dualismo pulsional introducido en Mas allá del principio del placer opone pulsiones de vida y
pulsiones de muerte y modifica la función y la situación de las pulsiones en el conflicto.

Segundo Dualismo Pulsional

Pulsiones de vida: abarcan las pulsiones sexuales y de autoconservación. Tienden a


conservar las unidades vitales y a constituir unidades más amplias. Toma como objeto al yo de las
pulsiones.

Pulsiones de muerte: volver al ser vivo al estado inorgánico. Se dirigen al interior y tienden
a la autodestrucción, luego se dirigen al exterior, manifestandose de forma de pulsión agresiva o
destructiva. Toda la pulsión de muerte está sobre el sujeto y solo por un giro, debido al narcicismo
del yo, la pulsión de muerte se dirige al exterior.

Periodo de Latencia.

Cronológicamente se lo ubica entre el Complejo de Edipo (5 o seis años) y el comienzo


de la pubertad. En esta estapa se detiene la evolución de la sexualidad. Se inicia con el
sepultamiento del complejo de edipo, la constitución del superyó y la instalación de los diques
psíquicos; sentimiento de asco, pudor y barreras éticas y estéticas en el interior del yo. Se
extiende hasta la metamorfosis de la pubertad, en la cual niños y niñas se encuentran con un
nuevo cuerpo.
Descriptivamente existe una disminución del interés por las actividades sexuales y el
ocultamiento de aquellas que permanecen. El lenguaje se vuelve paulatinamente el principal
medio de expresión y comunicación, gracias a la estabilización del proceso secundario. Los niños/as
piensan, reflexionan se ponen en el lugar de los otros, ganan en autonomía, desarrollan su propia
moral.
En la latencia, el aparato psiquico sufre una transformación. Una nueva instancia, el Superyó
se incorpora con la internalización de figuras parentales, sus prohibiciones e ideales. El Yo
debe cumplir sus funciones respondiendo a ésta nueva organización.
En éste período se organiza definitivamente la heterogeneidad del Aparato Psíquico y la
consecuente dinámica entre el Yo y sus vasallajes respecto del Ello, el Superyo y la realidad
(2da tópica).
Considerado desde la primera tópica podría decirse que su comienzo está marcado por la
estabilización de la represión primaria y la divisoria intersistémica, es decir, la consolidación de la
diferencia entre el sistema Preconsciente- Consciente y el Sistema Inconsciente.
Fases de la Constitución del YO

Freud ha teorizado en diferentes momentos de su obra la constitución del Yo, podríamos


decir que es un concepto siempre presente aunque ha tenido profundas modificaciones. El Yo
involucrado en el narcisismo primario no es el mismo Yo que nos presenta en 1923, aunque
alrededor del concepto del narcisismo encontramos los fundamentos para lo que posteriormente será
una lectura estructural de las instancias.
El Yo no es una unidad que está dada de entrada, Freud considera que hay un momento
lógicamente anterior al narcisismo: el autoerotismo, para que opere el pasaje de una fase a
otra, es necesario “un nuevo acto psíquico”, siendo la identificación el operador conceptual
que permite dar cuenta del pasaje, de la transmutación del funcionamiento anárquico del
autoerotismo- indiferenciación entre el Yo y los objetos- a la formación del Yo como unidad –
representación de sí diferenciada de los objetos-. La génesis del Yo tiene su punto de apoyo en
la alteridad con quien se confunde y donde se produce la deflexión de la catexia libidinal. El
narcisismo primario nos conduce a la génesis del Yo, en tanto constituye una primitiva identificación
con la imagen idealizada que los otros brindan, el sujeto se toma por esa imagen: el Yo es
primeramente ajeno; y en este sentido la libido en el narcisismo primario le viene de afuera. Al poner
Freud el acento sobre la dinámica libidinal, la identificación cobra un papel capital en la unificación
del Yo y este camino lo conducirá a precisar metapsicológicamente la relación operante entre la
investidura de objeto y la libido del Yo. Freud se pregunta qué ocurre en la adultez con la libido propia
del narcisismo primario, ¿se resuelve toda en libido objetal?. En el intento de responder a este
interrogante introduce en el seno del Yo nuevas distinciones, la libido tendrá como destino constituir
las instancias del Yo ideal e Ideal del Yo.
Respuesta que nos conduce a profundizar la distinción entre la identificación primaria y la
identificación narcisista constitutiva del Yo y sus clivajes. En “Duelo y Melancolía”, la identificación –
que años más tarde llamará primaria- se confunde con la narcisista, nos la presenta como siendo el
mismo proceso, a punto tal de considerarla como aquella que posibilita la primera forma,
ambivalente, utilizada por el Yo –aún indiferenciado- para distinguir a un objeto. En la identificación
llamada primaria, en tanto primer enlace libidinal a un objeto, carga e identificación coinciden, ser y
tener el objeto se confunden; solo posteriormente –a partir de las frustraciones del objeto-
paulatinamente se genera una separación, desalojo de la carga de objeto que recae en el sujeto,
constituyendo un objeto inédito: el Yo. Así, la identificación primaria se erige como la matriz de las
identificaciones posteriores que operarían en el curso del transitar edípico y post-edípico.
Construcción teórica formulada por Freud a los efectos de poder dar cuenta del sujeto del
inconsciente, siendo ésta la única modalidad en la que no operaría una sustitución entre la elección
de objeto por una identificación. En otros términos, no operaría una desexualización, sin embargo,
sería una primera marca que separaría al ello –polo pulsional- del Yo aún indiferenciado-. La
identificación narcisista podríamos situarla como en un tiempo segundo, a partir de la cual se
acentuaría una diferenciación entre el Yo y los objetos, el mecanismo propio de esta modalidad
identificatoria consiste en desexualizar al objeto, desalojar la pulsión y transformarlo en un atributo
del Yo, transmutar una relación de tener en una relación de ser más originaria. Sin embargo esta
modalidad identificatoria nos autoriza a plantear distinciones, ya que no cobra el mismo estatuto
cuando opera como constitutiva del Yo y sus clivajes –posibilitadora del escalonamiento entre el Yo
y el ideal- que cuando es formulada como la propia de la melancolía. Podríamos plantear entonces
que la identificación propiamente narcisista corresponde a la primera acepción, siendo la
identificación de la melancolía un derivado de la particular constitución del Yo.

Concepción Freudiana de la sexualidad infantil.

Para abordar este vasto tema, debemos considerar, primero, que Freud afirmó que existen
tres grandes fuentes de donde proviene nuestro penar, y que debido a ellas tenemos que sacrificar
nuestra satisfacciones pulsionales, a saber: la hiperpotencia de la naturaleza, la fragilidad de nuestro
propio cuerpo y la insuficiencia de las normas que regulan los vínculos entre los seres humanos.
Desarrollare el tema viendo las distintas fases de la sexualidad desarrollados por Freud.

Fase Oral:
El ser humano llega a este mundo trayendo consigo simplemente pulsiones,
secuencias de comportamiento genéticos que le permiten sobrevivir. El bebé satisface su
primera necesidad, de alimentación, a través de la boca y el contacto con el pecho materno.
Está acción es en principio con fines de autoconservación; pero debido al contacto pecho-
boca, a la satisfacción producida por la alimentación y a la erogenización del epitelio bucal,
es que por anaclisis (apoyatura de la pulsión sobre el instinto) la pulsión (representación psíquica
de los estímulos, que provienen del interior del cuerpo, en la vida anímica) empieza a regir en el
individuo. La acción de mamar ahora se convierte en el chupeteo (acción de succionar que no
tiene por fin la nutrición) donde la acción se deslinda de la nutrición y busca la plena
satisfacción, mediante un circuito de autoerotismo (la fuente y el fin pulsional se encuentran en
el mismo objeto). La búsqueda de satisfacción se regirá hasta el fin de nuestros días.

Vemos aquí que la cultura y las propias limitaciones de nuestro cuerpo exigen que el pecho
materno se aleje del bebé; esta ausencia provoca ya nuestro primer sentimiento
displacentero. El YO que se empieza a constituir, gracias a la libido yoica (energía de la pulsión que
apega al Yo al mundo) comprende vagamente la existencia de un mundo exterior ajeno. En esta fase
sólo se entiende como exterior a la Madre o al Otro Simbólico.

El individuo nace en un medio cultural, en un patrimonio formado históricamente, al que no podrá


escapar; dicho medio (cultura) le impondrá normas para velar por la seguridad del sujeto y su
adaptación a una naturaleza despiadada, pero este tendrá que sacrificar algunas satisfacciones
plenas a cambio de esa seguridad. Esta relación es más explícita en las siguientes fases.

Fase Sádico Anal:


La limpieza, el orden y la belleza, claros productos culturales aunque aún no
comprendidos del todo, incidirán en la vida del sujeto de aquí en adelante; sobre todo la
limpieza en esta fase. Es en este sentido que la madre en el acto de limpiar al niño de las
respectivas necesidades que produce, erogenizará la zona anal; con la que el sujeto buscará
satisfacción autoerótica mediante la expulsión y retención de heces.

Se observa que el Yo está constituido y que, también, existe un Mundo Externo productor de
placer y displacer. El niño comprende esa división entre Yo y M.E. (mundo exterior) y se
manifiesta sobre él, con el único objeto que produce, las heces. Mediante la retención o
expulsión expresa su afecto u odio hacia la madre o M.E. Se ve claramente aquí el nacimiento
del odio hacia el M.E. en una forma de repulsa hacia él y lo que produce. Esta repulsa parece ser
fruto de la libido yoica, de carácter autoconservativa, que evita el contacto displacentero con
ese mundo proporcionador de estímulos de toda índole.

El niño comprende este M.E. y la existencia de los objetos presentes en él, mediante la investidura
(depositar carga) de su libido yoica en los objetos formando la libido objetal (fuerza pulsional de
variación cuantitativa, cuando la libido yoica catectiza a los objetos). También existe un afán de
dominio hacia el mundo exterior, apreciable en la aparición de los pares opuestos: sadismo-
masoquismo y exhibición-contemplación (el niño destruye, manipula objetos y observa a los objetos:
personas).

Esta fase es crucial en relación a la intervención de la cultura, esta impone ciertas reglas de conducta
frente a algunos sucesos: el niño debe ir al baño por sí solo, debe ser limpio y ordenado, debe
llevarse bien con otras personas, etc. Se empiezan a formar los diques psíquicos que impedirán a
las pulsiones exteriorizarse sino es por la vía de la sublimación, o reprimirán a las pulsiones. La
formación reactiva y las mociones reactivas (fuerzas anímicas contrarias) aparecen y se prolongarán
en el curso de la vida, colaborando en el desarrollo anímico del individuo, según las exigencias
culturales (así la cultura fabrica conceptos como: asco, vergüenza, etc.)

Fase Fálica:
En un principio llamada fase genital, pero que Freud entiende no puede ser así debido
a que el niño (hombre y mujer) no comprende la existencia, todavía, de dos genitales
específicos; sino al contrario de sólo uno: el genital masculino. Este hecho produce toda la
configuración de esta fase.

El objeto pulsional es el falo. Las zonas genitales se erogenizan vía limpieza, contacto con el
aire, ropa, masturbación, y otros. El niño es víctima de la influencia de la seducción (que trata
al niño como un objeto sexual), efectúa su primera elección de objeto basada en una corriente
sensual, que por la inaplicabilidad de los genitales por su desarrollo, esta primera
aproximación a su objeto sexual no puede efectuarse de manera efectiva, convirtiendo al
individuo en un perverso polimorfo (acudirá a todo tipo de transgresiones, no olvidemos que los
diques psíquicos están recién en formación). Esta exteriorización sexual se convierte en una
corriente tierna, por lo ya explicado anteriormente.

Las pulsiones yoicas y sexuales depositadas en los objetos cambiarán de destino produciendo
distinto tipos de efectos. La pulsión de saber (que nace de ese afán de apoderamiento del M.E.)
incidirá en la investigación que el niño efectúa sobre aspectos como: el nacimiento, la posesión de
pene en el hombre, etc. Investigación, por cierto, siempre frustrada. A pesar del empeño e interés
del niño, este nunca comprenderá (hasta la pubertad) el funcionamiento de las zonas genitales de
ambos sexos.

Un hecho cultural importante, tal vez el más universal y fundamental de la sociedad humana,
es el del Tabú del Incesto. Relacionado con el Complejo de Edipo (el deseo por el progenitor del
sexo opuesto) producirá la Barrera del Incesto (la salida al triángulo edípico) gracias al Complejo
de Castración en el varón: el varoncito tiene el temor de ser castrado por el padre debido a su
deseo sexual hacia la madre, esto lo obligará a dejar de desear a la madre y se introducirá en
el período de latencia. En la mujer la salida del complejo de edipo es mucho más complicada
y tardía.

El complejo de Edipo produce, además, la máxima expresión del par amor-odio, (amar al padre
y odiar a la madre o viceversa) y conjugación de la fase anal para conformar el par amor odio.
Se podría decir que el amor (vínculo entre el varón y la mujer, que fundarán una familia sobre la
base de sus necesidades genitales) tiene su nacimiento en esta fase. El niño comprende que el
M.E. le produce placer y displacer al igual que él hacia el mundo. Su relación con el mundo
cambia y se resolverá de aquí en adelante por el camino de la ambivalencia.

El complejo de edipo y la represión impuesta, por necesidades culturales, tendrá un factor decisivo
en esta fase, dando lugar al ingreso al período de latencia. Es quizás, esta fase en la que la cultura
se hace sentir con más fuerza y obliga al sujeto a sacrificar sus deseos pulsionales; haciendo de él
un ser disconforme con el medio.

Período de Latencia:
Se conoce este período por ser de "relativa" suspensión en la investigación sexual infantil.

Fase Genital:
En esta, se producen crecimiento de los genitales externos y desarrollo de los
genitales internos (como productores y receptores de sustancias genésicas). Las zonas erógenas
predominantes en las anteriores fases producen ahora un placer previo que conlleva a una
acumulación de placer e incremento de la tensión suficiente para llevar a cabo el acto sexual,
obteniéndose así un placer final con la descarga de los productos genésicos, mucho mayor
en satisfacción al placer previo.
Las pulsiones parciales y las zonas erógenas se ponen al servicio de un nuevo fin: la
reproducción, se puede decir que la pulsión es "altruista", en este sentido. La libido "amortiguada"
hará escoger un nuevo objeto sexual que, por la barrera del incesto, se encontrará fuera del triángulo
familiar: padre-madre-niño. Este segundo hallazgo de objeto tendrá relación directa con el primero
(de la fase fálica), tiene connotaciones también con la pérdida del pecho materno; en sí se trata de
un reencuentro.
Se tenderá a buscar al nuevo objeto sexual según las características del ser amado
en la fase fálica. Para ello, el individuo empleará nuevamente una corriente sensual para
aproximarse al nuevo objeto, como lo hizo en un principio. Este vínculo entre el primer y
segundo hallazgo de objeto es esencial en la vida futura del sujeto por la elección de objeto.

No olvidemos que la cultura influye, también, en la búsqueda del objeto sexual: impide el
aproximamiento al primero mediante el complejo de edipo y la barrera del incesto, y al segundo
especificando inhibiciones autoritativas para elegir un objeto del sexo opuesto y cualquier
satisfacción extragenital prohibida como perversión. En fin, la cultura, producto humano, ha sido
configurado para evitar displaceres al ser humano provenientes de la naturaleza y las relaciones
recíprocas entre hombres, pero contradictoriamente no aporta muchas probabilidades de goce.

Fijación.

El concepto de fijación se halla marcado por experiencias infantiles, permanece ligado en


forma más o menos disfrazada a modos de satisfacción, tipos de objetos o de relación arcaicos.
Para el psicoanálisis la líbido se puede dirigir con fuerza a personas objetos e imágenes.
Esa proyección de la líbido puede provocar la fijación. La fijación consiste en la dependencia
emocional, generalmente con connotaciones erótico- sexuales, hacia un objeto de la infancia,
y que persiste en la vida posterior. La fijación hará que el sujeto tenga problemas para establecer
nuevos vínculos emocionales.
También se utiliza éste término para señalar el hecho de quedarse ligado a una de las
etapas de desarrollo psicosexual (oral, anal, fálica, latencia, genital) y no avanzar en su normal
desarrollo por las siguientes.

Narcicismo Primario y Secundario.


Freud distingue dos narcisismos, define el narcisismo primario como un estado
que no se puede observar de modo directo, pero cuya hipótesis hay que plantear por un
razonamiento deductivo.
En un principio no existe una unidad comparable al yo, éste se desarrolla de modo progresivo.
El primer modo de satisfacción de la libido sería el autoerotismo, es decir el placer que un
órgano obtiene de sí mismo; las pulsiones parciales buscan, independientemente una de la
otra, satisfacerse en el propio cuerpo. Este es, para Freud, el tipo de satisfacción que
caracteriza al narcisismo primario, cuando el Yo en tanto tal aún no se constituyó. En ese
entonces, los objetos investidos por las pulsiones son las propias partes del cuerpo
En 1914, Freud pone el acento en la posición de los padres en la constitución del narcisismo primario:
“El amor parental hacia su hijo (... ) no es más que una resurrección del narcisismo de los padres”.
Se produce una “reviviscencia”, una “reproducción” del narcisismo de los padres, quienes atribuyen
al niño todas las perfecciones, proyectan en él todos los sueños a los cuales ellos mismos hubieron
de renunciar. “Su Majestad el Bebé” realizará los sueños de deseo que los padres no realizaron,
asegurando de este modo la inmortalidad del yo de los padres. De alguna forma, el narcisismo
primario representa un espacio de omnipotencia que se crea en la confluencia del narcisismo
naciente del niño y el narcisismo renaciente de los padres. En este espacio vendrían a inscribirse
las imágenes y las palabras de los padres, a la manera de los votos que, siguiendo la imagen de
FranVois Perrier, pronuncian las buenas y las malas hadas sobre la cuna del niño.
El narcisismo secundario, que corresponde al narcisismo del Yo; para que se constituya el
narcisismo secundario es preciso que se produzca un movimiento por el cual el investimiento
de los objetos retorna e inviste al yo. Por lo tanto, el pasaje al narcisismo secundario supone
dos movimientos.
1º) Según Freud, el sujeto concentra sobre un objeto sus pasiones sexuales parciales “que hasta
entonces actuaban bajo el modo autoerótico”; la libido inviste el objeto, mientras la primacía de las
zonas genitales aún no se ha instaurado.
2º) Más tarde estos investimientos retornan sobre el yo. La libido, entonces, toma al yo como objeto.
¿Por qué sale el niño del narcisismo primario? El niño sale de ese estadio cuando su Yo se
encuentra confrontado a un ideal con el cual debe medirse, ideal que se formó en su exterior
y que desde allí le es impuesto.
En efecto, de a poco el niño va siendo sometido a las exigencias del mundo que lo rodea, exigencias
que se traducen simbólicamente a través del lenguaje. Su madre le habla, pero también se dirige a
otros. El niño comprende entonces que ella también desea fuera de él y que él no es todo para ella;
ésta es la herida infligida al narcisismo primario del niño. De allí en más el objetivo será hacerse
amar por el otro, complacerlo para reconquistar su amor, pero esto sólo se puede hacer satisfaciendo
ciertas exigencias, las del Ideal del Yo. En Freud este concepto designa las representaciones
culturales, sociales, los imperativos éticos, tal como son transmitidos por los padres.
Para Freud, el desarrollo del Yo consiste en alejarse del narcisismo primario. En realidad el
yo “aspira intensamente” a reencontrarlo y por eso, para volver a ganar el amor y la perfección
narcisista, pasará por la mediación del ideal del yo. Lo que se perdió es la inmediatez del
amor. Mientras que con el narcisismo primario el otro era uno mismo, ahora uno sólo se puede
experimentar a través del otro. Pero el elemento más importante que viene a perturbar el
narcisismo primario no es otro que el “complejo de castración”. Mediante este complejo se
opera el reconocimiento de una incompletud que va a suscitar el deseo de reencontrar la
perfección narcisista.

Principio de realidad.

La realización inmediata de todos los apetitos haría imposible la vida del sujeto. El
principio de realidad es un principio del Yo y permite al sujeto posponer o sustituir dichos
apetitos en función de las presiones de la realidad y con la finalidad de la adaptación y
supervivencia del sujeto. Este principio necesita de los llamados "procesos secundarios" o
procesos como la memoria, el razonamiento, el lenguaje, con los cuales el yo toma contacto con
la realidad, descubre sus mecanismos y las relaciones causales entre las cosas y puede hacer
más efectivo y menos peligroso la realización del deseo.
Principio de Placer- Displacer
Principio de placer: uno de los dos principios que, según Freud, rigen el funcionamiento
mental: el conjunto de la actividad psíquica tiene por finalidad evitar el displacer y procurar el
placer. Dado que el displacer va ligado al aumento de las cantidades de excitación, y el placer
a la disminución de las mismas, el principio de placer constituye un principio económico.
Es habitual en la psicología basada en el psicoanálisis comenzar con los procesos inconscientes que
luego, mediante el análisis, son explicados y revelados. En dichos procesos inconscientes
claramente observamos reflejos de nuestros procesos más primarios, los cuales antiguamente eran
los que regían nuestro comportamiento al ser los únicos procesos que conocíamos. Son fácilmente
reconocibles y obedecen a la tendencia denominada como Principio de Placer (antiguamente
nombrada por Freud como Principio de Displacer).
Estos procesos persiguen la consecución de placer y su actividad psíquica se retrae de aquellos
actos que puedan engendrar displacer (represión). Dentro del Principio de Placer debemos incluir
los sueños nocturnos y la tendencia humana de apartarse de las impresiones penosas, siendo
evidente que este principio se localiza dentro del Ello ya que nuestro estado de reposo
psíquico se ve perturbado por las exigencias internas, las más primitivas. En este caso lo que
deseamos queda reflejado en una alucinación, al igual que hoy sucede con nuestras ideas oníricas.

Síntoma. Proceso de formación del síntoma.


El síntoma es el indicador de un proceso patológico como también una satisfacción
sustitutiva.
. Ejemplifique.

Durante la fase fálica -Complejo de Edipo-, frente a la amenaza de castración, la satisfacción de la


exigencia pulsional se convierte en un peligro para el niño, puesto que conlleva un auténtico peligro
exterior, la castración. Se entabla entonces un conflicto entre el interés narcisista por el pene, y la
exigencia pulsional, del cual normalmente prevalece el primero. Frente a la angustia de castración,
se pone en marcha la defensa contra la exigencia pulsional. Esta es inconciliable para el yo por lo
tanto este la reprime para que no devenga consciente. El yo logra desviar la excitación desarrollada
en el ello. Esta representación libidinal reprimida retorna como síntoma. La moción pulsional
reprimida, cuya satisfacción se halló negada en la realidad, encuentra en él una satisfacción
sustitutiva. Cuando el yo recurriendo a la señal de displacer consigue sofocar la pulsion aparece el
síntoma como un sustituto de esa moción pero ahora desplazada descentrada, desfigurada.

El síntoma es entonces una formación de compromiso, que preserva del desarrollo de angustia, ya
que liga la magnitud de excitación proveniente de la moción pulsional, tramitándola por cadena
asociativa. Concluyendo, el síntoma es una formación sustitutiva, justamente por haber tramitado la
excitación mediante cadena asociativa, y es una satisfacción sustitutiva, ya que en él se satisface -
en parte o en su totalidad- la sexualidad infantil reprimida. Los síntomas son creados para evitar la
situación de peligro que es señalada por la angustia, si se obstaculiza la formación de síntoma el
peligro se presenta efectivamente.

Ejemplo: el caso del pequeño Hans. La incomprensible angustia por el caballo es el síntoma. La
moción pulsional que sufre la represión es un impulso hostil hacia el padre, el deseo de hacer a un
lado al padre (deseo que se da en el complejo de Edipo). Esta moción pulsional reprimida se sustituye
por la fobia a los caballos, sustituye al padre por el caballo (desplazamiento). Puede decirse que es
reprimida por el proceso de mudanza a lo contrario, en lugar de la agresión hacia el padre se presenta
la agresión hacia la persona propia.

Con el síntoma se intenta escapar del peligro de castración, frente a este peligro el yo da la señal de
angustia y se produce la represión de esta moción pulsional. Cuando el yo discierne el peligro de
castración, da la señal de angustia e inhibe el proceso de investidura amenazador en el ello, por
medio de la instancia placer-displacer. La angustia de castración recibe otro objeto y una expresión
desfigurada, ahora pasa a ser el peligro de ser mordido por el caballo es vez de ser castrado por el
padre. Que el caballo le arranque los genitales de un mordisco.

El síntoma, como formación sustitutiva, tiene dos ventajas: esquiva el conflicto de ambivalencia, ya
que la madre es a la vez un objeto amado, y permite al yo suspender el desarrollo de angustia La
formación de la fobia sustituye una peligro pulsional interior (del cual no hay huida) en un peligro de
percepción exterior. Ya que la exigencia pulsional no es un peligro en sí misma, y sólo lo es porque
conlleva un peligro real exterior (la castración),

LACAN - Estadío del espejo.


En la teoría del psicoanálisis lacaniano, el estadio del espejo representa el momento en el que un
(o una) infante se 'reconoce' a sí mismo/a en la imagen del espejo o en un Otro semejante y
próximo que le re-presenta. Es descrito en el ensayo de Lacan "El estadio del espejo como
formador de función del yo", el primero de sus Écrits, considerado uno de sus trabajos más
importantes.
Con frecuencia se pasa por alto la base experimental del ensayo de Lacan. Como observó un
escritor: "Para evidenciar el papel del otro en la infancia —la situación conocida como "transitivismo"
en la que el niño le atribuye sus propias acciones a otros— Lacan agrega evidencia de la biología
animal, donde se ha probado experimentalmente que una relación perceptual a otro de la misma
especie es necesaria para el proceso de maduración normal. Sin la presencia visual de otros, el
proceso de maduración se retrasa, aunque puede ser restaurado a un ritmo casi normal colocando
un espejo en la jaula del animal

Explicación más sencilla.


Momento o estadio en el cual el infante se encuentra por vez primera capacitado para
percibirse, o más exactamente, percibir su imago corporal. Tal momento es llamado estadio del
espejo debido a que recién entonces el infante se reconoce ante un espejo, esto sucede
normalmente entre los seis y los 18 meses. Tal fenómeno parece haber sido estudiado
primeramente por Henri Wallon aunque no es sino Lacan quién, hacia 1935-36 nota las implicancias
fundamentales del estadio del espejo.
Dos procesos, como mínimo, deben converger para que se produzca el estadio del espejo: en primer
lugar la suficiente maduración de las áreas del cerebro especializadas en la percepción y
procesamiento de la información visual; pero esto no basta, otro requisito indispensable es que exista
un semejante que le sirva de estímulo, en este aspecto aquí existe algo del tipo imprinting; tal
semejante, tal Otro, es en principio la madre (o quien cumpla la función materna), ella no sólo será
el modelo visual y háptico en el cual se identifique corporalmente el niño ó la niña (según el caso),
la madre será configuradora de la imago corporal al "modelar" al niño (ó la niña) con sus caricias y
con sus expresiones verbales.
Al ocurrir el estadio del espejo el infante deja de angustiarse de sumo grado ante la ausencia de la
madre, pasando a poder regocijarse percibiendose reflejado, y...sobre todo, dotado de unidad
corporal, de propio cuerpo (al que identificara con "su" yo),...ya siente placer con su cuerpo sin la
directa asistencia de la madre.
Así el estadio del espejo revela la configuración del Ego del sujeto. Como para que tal haya ocurrido
ha sido menester el estímulo externo desde un semejante, queda desvelado que, en principio,
inicialmente, todo yo es un Otro.
Pero el estadio del espejo no se fija sólo con la función materna; tal cual lo dedujera Lacan se
requiere un tertium, un tercero; es la función paterna la que permitirá mantener la noción de unidad
corporal del sujeto y así luego el desarrollo psíquico a partir de esta percepción de unidad.
Lo previsto por Lacan ha sido observado por la investigadora Jane Gallup en los años 80 del s XX:
si ha sido insuficiente la función paterna -ó se ha provocado una forclusión- un infante puede alcanzar
el estadio del espejo... pero luego puede tener una grave regresión.
La relación potencial entre el estadio del espejo y formas arquetípicas (V.arquetipo) ha sido
explorada por teóricos de la literatura, de los mass media y los juegos (games) informáticos (Mathias
Fuchs), o investigadores del cine (Laura Mulvey); en 1971 Gordon G.Gallup -sin hacer muchas
menciones de los estudios precedentes realizados por Lacan- pudo comprobar, aún dentro del marco
conductista, al estadio del espejo mediante la Prueba del espejo.
La primera vez que Lacan hace público su descubrimiento es en 1937 con el informe que envió al
14º Congreso Psicoanalítico Mundial realizado en la ciudad entonces llamada Marienbad, el extenso
título de tal comunicado es: Le Stade du miroir. Théorie d'un moment structurant et génetique de la
constitution de la réalité, conçu en relation avec l'experience et la doctrine
psychanalitique.(...)International Journal of Psychoanalisis,1937.(El estadio del espejo. Teoría de un
momento estructurante y genético de la constitución de la realidad, concebido en relación con la
experiencia y la doctrina psicoanalítica).
Aunque recién en julio de 1949 explicitó Lacan que el estadio del espejo es el formador de la función
del yo o ego; llamando la atención que aún en ese año usara la palabra francesa je (yo deíctico) y
no, como luego lo hará, la palabra francesa moi (yo pronominal y substantivo) para referirse al ego.
Freud describe el complejo de Edipo, como una etapa del desarrollo del niño, y resulta fundamental
en la configuración psíquica del sujeto.
Freud se inspiró en el mito griego para la denominación de este concepto.
Bajo el mismo principio, Carl Jung, desarrolló el complejo de Electra, que es la contrapartida
femenina del de Edipo. Freud nunca aceptó la concepción de Jung, pues consideraba la sexualidad
femenina de otra forma, y aplicaba el complejo de Edipo también a la sexualidad de las niñas.
Varios fueron los científicos que se opusieron a la universalidad del complejo de Edipo, entre ellos,
la psicoanalista alemana Karen Horney, y el antropólogo británico Bronislaw Malinowski.
El complejo de Edipo:
El complejo de Edipo debe ser reprimido, para permitir el desarrollo de la sexualidad del niño, pero
cuando este conflicto se dirige al inconsciente, entra en acción el complejo de castración, donde se
atribuye el cercenamiento del pene a la niña.
El niño teme sufrir la castración, como castigo de su deseo sexual hacia la madre. En la niña, se da
un sufrimiento menor por la ausencia de pene, el cual negará psicológicamente.
La fase fálica, el interés del niño por los genitales, desaparece durante el período de latencia, para
retornar posteriormente en la adolescencia. Durante este período recibe la amenaza de castración
por parte de la madre.
El niño pasa diariamente por el retiro del pecho materno temporario primero (cuando no está
mamando), y la separación del contenido intestinal. Luego el retiro del pecho se hace definitivo.
Cuando ve la falta en una niña, advierte la posibilidad de la castración, y la amenaza adquiere su
efecto tiempo después.
El complejo de Edipo, presenta dos vías al niño:
Activa- tomar el lugar del padre con la madre.
Pasiva- hacerse amar por el padre.
La castración es requisito del Edipo, sea como castigo, o como obligación, se establece de este
modo, una lucha entre el narcisismo por una parte del cuerpo, y la investidura libidinosa del objeto.
El Yo del niño, se extraña del complejo.
Resolución:
La investidura de objeto es sustituida por la identificación, que es revertida a la autoridad del padre
y la madre, formándose el núcleo del superyo, que prohibirá el incesto, e impedirá que el objeto
retome sus investiduras.
Las aspiraciones libidinales son sublimadas en afecto desexualizado, y entonces comienza el
período de latencia. Freud describe a este proceso como represión, pero podría catalogarse de
cancelación y destrucción del complejo.
En la niña, freud describe que se da la percepción del clítoris como pequeño pene, con perspectivas
de que crezca, pero al asumir que las mujeres grandes lo poseen, cree que ha sido castrada. El
superyo se instaura como resultado de el amedrentamiento externo y la educación. Se acerca al
padre sustituyendo a la madre. Simbólicamente, su complejo culmina con el deseo de recibir un hijo
de su padre, estas nociones permanecen en el inconsciente como base para la futura función sexual.
La actitud comprensiva de los padres ayuda a superar el complejo de Edipo. En el mejor de los
casos, el niño trata de emular a su rival y superarlo, entonces el padre se vuelve un modelo para el
hijo. Lo mismo ocurre con la niña y su madre.

Complejo de Edipo.
En el psicoanálisis freudiano, el complejo de Edipo se refiere al conflicto emocional que se da en
la infancia de todo ser humano de sexo masculino cuando, por un lado, se siente una atracción
sexual inconsciente por la madre y, por el otro (simultáneamente), se percibe también un sentimiento
de odio (también inconsciente) hacia el padre. El periodo de manifestación del complejo abarca,
aproximadamente, los seis primeros años de vida del niño, como parte de la llamada etapa fálica
(pregenital) del desarrollo de la libido.

Historia del concepto.


El concepto fue desarrollado por Sigmund Freud, quien se inspiró para su denominación en el mito
de Edipo de la Grecia clásica.
Carl Jung desarrolló de forma similar el complejo de Electra, entendido como la atracción sexual
inconsciente que siente una niña hacia su padre. Freud nunca aceptó la idea de Jung, ya que
consideraba la sexualidad femenina dentro de un modelo más complejo de la vida. De hecho, Freud
aplicaba el complejo de Edipo también al desarrollo sexual de la niña.
Freud afirmó que el complejo de Edipo era universal: aparece en el desarrollo de todos los seres
humanos, tanto en el sexo masculino como en el femenino. Sin embargo, al igual que la psicoanalista
alemana Karen Horney, el antropólogo británico de origen polaco Bronislaw Malinowski refutó con
datos empíricos la universalidad del complejo de Edipo.

Implicaciones del complejo de Edipo.


Esta conflictiva edípica debe ser reprimida para favorecer el desarrollo natural de la sexualidad del
niño. Pero cuando la conflictiva edípica se dirige al inconsciente, entonces se pone en
funcionamiento el llamado complejo de castración, que aporta al niño una respuesta rudimentaria al
enigma que le plantea la diferencia anatómica de los dos sexos (posesión o privación del pene), que
el niño atribuye al cercenamiento del pene en la niña. El niño teme el cercenamiento del pene como
castigo de sus actividades sexuales, lo cual le provocará una intensa angustia de castración. En la
niña, la ausencia de pene es percibida por ella como un daño que, según el psicoanálisis, ella misma
intentará negar, compensar o reparar durante su desarrollo.
El interés del niño por los genitales desaparece durante el llamado periodo de latencia, pero
reaparece después. Durante este periodo le otorga especial atención y recibe entonces la amenaza
de castración de parte de la madre, que busca reforzar su autoridad con la ayuda del padre o del
médico.
Al principio no presta oídos a la amenaza, pasa por el retiro del pecho materno, temporario y definitivo
luego, y la separación del contenido de los intestinos, requerido diariamente. Cuando ve la falta en
una niña, advierte la posibilidad de la castración y la amenaza adquiere su efecto con posterioridad
(nachträglich, en el original en alemán). El complejo de Edipo ofrece al niño dos vías:
Activa, tomar a la madre y sustituir al padre.
Pasiva, hacerse amar por el padre.
La persecución del Edipo en cualquiera de los sentidos determina la castración (como castigo o como
requisito), aparece la lucha entre el narcisismo hacia una parte de su cuerpo, y la investidura
libidinosa de objeto. El Yo del niño se extraña del complejo.

Solución del conflicto


Se sustituye la investidura de objeto por la identificación, se introyecta a la autoridad del padre y de
la madre, y se forma el núcleo del Superyó, que severamente prohíbe el incesto y el retorno de las
investiduras de objeto. Las aspiraciones libidinales son desexualizadas y sublimadas por una parte,
e inhibidas en sus metas y mudadas en mociones tiernas. Se inicia el periodo de latencia. Describe
este proceso como represión, si bien a futuro requiere el Super Yo, que en este caso está en
formación. Más que represión, es cancelación y destrucción del complejo. Relación entre
organización fálica, complejo de Edipo, amenaza de castración y periodo de latencia.
La niña percibe que su clítoris es un pene pequeño, que ya crecerá pero, al asumir que las mujeres
grandes lo poseen, intuye que ha sido castrada. Si la angustia no existe, el Super Yo se instituye
como resultado de la educación y el amedrentamiento externo. Es unívoco, se acerca al padre y
sustituye la madre. Simbólicamente pasa del pene al hijo, su complejo culmina en el deseo del recibir
el regalo de un hijo de su padre, el cual permanece en lo inconsciente como el del pene y son la
base para su futura función sexual.
La finalidad terapéutica del análisis (la terapia) consiste en conseguir que el paciente renuncie al
fantaseo y a sus satisfacciones secretas para sustituirlas por otras formaciones imaginarias y otras
acciones en la vida, para alcanzar nuevas formas de satisfacción en la realidad. La curación pasa
por la reapropiación por parte del sujeto de sus potencialidades pulsionales, para que pueda hacer
con ellas algo en la realidad. Hay que liberar a la libido desligándola de las imagos parentales
sepultadas en el inconsciente, para devolverla a la influencia del yo y de la realidad.
La actitud comprensiva de los padres ayuda a solucionar este conflicto y el hijo puede salir del
complejo de Edipo. En el mejor de los casos, el niño trata, en su deseo, de superarlo, de parecerse
a su rival. Acaba entonces por identificarse con él, en una especie de solidaria convivencia, en la
que el padre se vuelve un modelo para el niño. Lo mismo ocurre entre la niña y su madre.
A pesar de que la mayor parte de los psicoanalistas freudianos no aceptan como complejo el de
Electra, es importante poder denominar y diferenciar el mismo del niño a la niña, ya que poseen
distintos rasgos y posesiones que deben ser tratadas de forma distinta entre uno y otra.
El niño siente un interés especial en su padre, quisiera ser como él y reemplazarlo en todo. Hace de
su padre, su ideal. Esto no implica una posición femenina o pasiva respecto al padre, sino que es
estrictamente masculina y se concilia muy bien con el Complejo de Edipo, a cuya preparación
contribuye.
Casi con estas palabras comienza Freud el capítulo 7 de Psicología de las masas y análisis del yo,
titulado La identificación.
Aproximadamente en el mismo tiempo de esta identificación con el padre, el niño comienza a tomar
a su madre como objeto de sus pulsiones. De esta manera, se observan dos enlaces diferentes. Con
la madre, de orden sexual y con el padre se juega una identificación, es el modelo al que imita.
Estos dos enlaces coexisten durante un tiempo sin dificultades. Pero a medida que la vida psíquica
tiende a unificación, van aproximándose hasta que terminan por encontrarse, y de esta confluencia
nace el Complejo de Edipo normal.
La identificación es ambivalente y así como se puede manifestarse por medio del cariño, también
puede hacerlo por medio de la supresión, una manifestación del odio. En ese último caso es como
una ramificación de la primera fase de la organización libidinal, la oral, en la cual el sujeto se
incorporaba al objeto estimado, comiéndoselo, y al hacerlo, lo destruía.
En el mito de Totem y tabú, había un padre dueño de todas las mujeres, accedía a todas. Los hijos
se unieron para matarlo y obtener ellos el acceso a las mujeres. Una vez realizada la matanza, hacen
la comida totémica, suponiendo que al incorporarlo iban a ser como el padre.
Sin embargo surgen sentimientos ambivalentes: el amor al padre y la culpa por el parricidio. Los hijos
no se permiten el acceso a las mujeres del padre. El padre muerto tiene eficacia, pues pasan de la
endogamia a la exogamia.
Es así como se instaura la ley de prohibición del incesto. Las mujeres de la tribu, a las que el Padre
accedía y a las cuales los hermanos querían acceder, esas mismas quedan prohibidas. La
identificación aspira a conformar el propio yo análogamente al otro tomado como modelo.
Puede suceder más adelante, que el complejo de Edipo experimente una inversión y el varoncito
adopte una posición femenina, se convierte al padre en el objeto del cual se espera satisfacer
directamente las pulsiones sexuales. En este caso, la identificación con el padre constituye la fase
previa a convertirlo en objeto sexual.
En la identificación con el padre, éste es lo que se quiere ser. En la elección del padre como objeto
sexual, es lo que se quiere tener. La diferencia está en que el factor interesado sea el sujeto o el
objeto del yo.
El complejo de Edipo es el fenómeno central del período sexual infantil. Luego sucede su
sepultamiento, ocaso o disolución. Es reprimido y viene el período de latencia.
La sexualidad infantil
El desarrollo sexual del niño avanza hasta la fase en que los genitales cumplen un papel
fundamental. Se la llama fase fálica, pues ese genital es sólo el miembro masculino. El genital
femenino resulta aun desconocido.
Cuando el niño siente interés sobre sus genitales se empieza a tocar. En cierto momento, Freud dice
que se inicia la masturbación, debido a la excitación que trae el complejo de Edipo al niño.
Advierte que los mayores no aprueban tales prácticas onanísticas y de alguna manera surge la
amenaza de cortarle esa parte privilegiada del cuerpo. Otras veces la amenaza recae sobre la mano.
Al principio el niño descree esta amenaza.
El complejo de Edipo ofrecía al niño dos posibilidades de satisfacción, una activa y otra pasiva. Se
podía ubicar en posición masculina, en el lugar del padre y tratar como él a su madre.
En esta actitud, el padre resulta un estorbo. La otra opción es querer reemplazar a la madre y dejarse
amar por el padre, resultando superflua la madre.
En el niño la aceptación de la posibilidad de castración y el descubrimiento de la mujer que aparece
castrada, puso fin a las dos posibilidades de satisfacción relacionadas con el complejo de Edipo.
Ambas implican la pérdida del pene, la femenina como premisa, la masculina como castigo. La
premisa fálica remite directamente a la castración. Así surge un conflicto entre el interés narcisista
por el pene y la carga libidinosa de los objetos parentales.
El periodo de latencia y el Superyo
En este conflicto, generalmente, el niño se aparta del complejo de Edipo. Si por desear a la madre,
el padre puede cortarle el pene, castrarlo, el miedo es mayor al deseo, y esos sentimientos
incestuosos se reprimen.
De esta manera entra en el período de latencia. Se constituye entonces el nódulo del superyo, que
toma del padre su rigor, perpetuando la prohibición del incesto.
El Edipo en las niñas
En el caso de la niña, las cosas son distintas. En principio el clítoris se comporta como un pequeño
pene, pero cuando la niña lo puede comparar con un pene real de un niño, encuentra al suyo muy
pequeño y siente desventaja y un motivo de inferioridad.
Por un tiempo cree que crecerá. Todavía no considera su falta de pene como un carácter sexual,
sino que supone que tuvo un órgano como el del niño pero que lo perdió por castración.
La niña acepta la castración como un hecho consumado, el niño teme el cumplimiento de una
amenaza.
En la mujer, sin miedo a la castración, es más atenuada la formación del superyó.
El complejo de Edipo de la niña es mucho más unívoco que en el niño. En general, dice Freud, pocas
veces la mujer va más allá de la sustitución de la madre y la actitud femenina con respecto al padre.
En las niñas, también es la madre el 1ª objeto de amor. Para el varón lo sigue siendo, pero la niña
debe hacer un cambio de zona y de objeto. Del clítoris a la vagina y de la madre al padre. La mujer
sólo alcanza el complejo de Edipo positivo, después de atravesar el complejo de Edipo negativo.
La función paterna
Recordemos que el complejo de Edipo normal, implica que los niños estén ligados afectivamente al
progenitor del sexo opuesto, y que se manifieste hostilidad hacia el de su mismo sexo. Habíamos
dicho que en el varón, la madre es su primer objeto amoroso y continúa siéndolo.
El padre queda en lugar de rival. Pero para la niña, en un primer tiempo, el padre también es un
molesto rival.
Como consecuencia de su renuncia al pene, espera una compensación. Simbólicamente, la niña
pasa de la idea de tener un pene a la idea de tener un hijo. Su complejo de Edipo culmina en el
deseo, retenido por mucho tiempo, de recibir un hijo del padre, como regalo.
Ese deseo jamás se cumple. Los dos deseos, el de poseer un pene y el de tener un hijo del padre,
perduran en lo inconsciente, intensamente cargados y ayuda a la niña para su futuro papel sexual.
El complejo de Edipo se desarrolla entre el niño y la madre. La cuestión transcurre desde el niño a
la madre y desde la madre al niño. Pero no debemos olvidarnos de alguien fundamental en esa
relación : el padre. Lacan dice que los que intervienen en el complejo de Edipo, son 4: niño, madre,
padre y el falo.
En un primer momento el niño ocupa el lugar del falo de la madre. En un segundo momento, hay un
corte que genera una separación entre la madre y el niño. A ese corte, Lacan lo llamará función de
padre. Cuando se habla de función paterna, hablamos de la ley, hablamos de un corte. Y eso está
más allá de la persona del padre. Se trata de una función.
De ese modo ejerce una doble prohibición: al niño, no te acostarás con tu madre, y a la madre, no
reintegrarás tu producto. En esa instancia, es un padre terrible, que dice que no, que prohibe.
Del efecto de esa función de corte y las fallas de esa función, dependerán las estructuras subjetivas.
En un tercer tiempo, es el de un padre permisivo, pues si bien le dice con mamá no, lo habilita para
acceder al resto de las mujeres. La ley prohíbe y permite a la vez. Esto es lo que llamamos prohibición
del incesto.
Lo que Freud aclara, es que, en los neuróticos, se da casi siempre el complejo de Edipo completo.
Esto implica que es doble, positivo y negativo, debido a la bisexualidad constitutiva en el niño. Así,
lo que se juega es una doble identificación, tanto al padre como a la madre, lo mismo que en la
elección de objeto sexual.

Complejo de castración

El niño percibe las diferencias externas entre hombres y mujeres, pero en principio no asocia tales
diferencias a los distintos órganos genitales. Por eso atribuye a los demás seres animados, órganos
genitales similares al suyo.

Ese órgano despierta un especial interés en el niño. Trata de investigar y comparar el suyo con el de
otras personas.
Al avanzar en sus investigaciones descubre que el pene no es un atributo común a todos los seres
semejantes a él. En algún momento ve los genitales de una niña. La primera reacción del pequeño
es negar la falta de pene en las niñas.
Niegan la falta y creen que todavía es muy pequeño y que más adelante le va a crecer, cuando la
niña sea mayor. Luego llega a la conclusión de que la niña tuvo pene pero se lo cortaron.
La carencia de pene es interpretada como el resultado de una castración, surgiendo así, el temor
ante la posibilidad de que lo mismo le suceda a él. Aún así, el niño cree que sólo algunas mujeres
indignas, culpables de pensamientos malos, ilícitos han sido despojadas de su pene.
Las mujeres respetables como su madre conservan el pene. La femineidad no coincide aún para el
niño con la falta del miembro viril.
Freud dice que el desarrollo de la sexualidad femenina es un poco más complicado. Tiene otros
avatares: cambio de objeto y de zona.
Las niñas también le suponen un pene a todo el mundo. Lo que en el niño es temor a la castración,
en la niña es envidia del pene, a esto es a lo que Freud llamó complejo de castración.

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Complejo de Electra
Concepto psicoanalítico. Amor de la niña hacia su padre acompañado de hostilidad y celos hacia la
madre. Versión femenina del complejo de Edipo. Esta expresión la utilizó Jung; Freud, sin embargo,
prefirió hablar del "complejo de Edipo femenino". El complejo de Electra tiene su origen, según Freud,
en la inevitable experiencia que toda niña sufre de la llamada "envidia del pene", y es preciso que se
supere para que, en la etapa genital y ya adulta, la mujer pueda dirigir adecuadamente su libido hacia
los varones.

Complejo de Electra es el término propuesto por Jung para designar la contrapartida femenina del
complejo de Edipo. Consiste en una fijación afectiva de la niña en la figura del padre. El complejo de
Electra es un concepto psiquiátrico ambiguo que procura explicar la maduración de la hembra
humana.
Según la leyenda griega, Electra, hija de Agamenón y Clitemnestra, vengó a su padre, quien fuera
asesinado por Egisto, amante de Clitemnestra. Azuzó a su hermano Orestes para que diera muerte
a su madre y a Egisto, asesinos del padre de ambos.

Diferencie principio de constancia, principio de placer y principio de realidad.


Describa el Dualismo Pulsional, pulsión de vida y pulsión de muerte.

¿Cuáles son las experiencias que llevan a Freud a pensar un más allá del principio de placer
y por qué?
Principio de placer: uno de los dos principios que, según Freud, rigen el funcionamiento mental: el
conjunto de la actividad psíquica tiene por finalidad evitar el displacer y procurar el placer. Dado que
el displacer va ligado al aumento de las cantidades de excitación, y el placer a la disminución de las
mismas, el principio de placer constituye un principio económico.

Si bien Freud postuló, en su momento, el imperio del principio de placer sobre los procesos psíquicos,
el contraste que oponía su propia experiencia al mismo lo llevó a indicar un más allá de él, al que se
refiere en su conocido artículo Más allá del principio de placer. No obstante, ya en publicaciones
anteriores había puesto reparos a la postulación de la universalidad de este principio, por ejemplo
en sus Tres ensayos de teoría sexual, donde se refiere al placer preliminar como uno cuyo
mecanismo coincidiera con un aumento de tensión (en lugar de su disminución).
En Más allá... menciona una serie de experiencias que se oponen al principio en cuestión. Entre ellas
se incluye una observación realizada en un sujeto de edad infantil en el momento en que desarrollaba
un juego con un carretel que era arrojado reiteradamente (movimiento acopañado con la
pronunciación de "o-o-o"). Como se trataba de la escenificación de la partida de su propia madre
(hecho que en sí le resultaba desagradable y no placentero) llamó la atención de Freud, quien supuso
que allí tenía lugar una "ganancia de placer de otra índole" (a la deductible a partir del principio de
placer).
Otro hecho de la experiencia (en este caso, estrictamente psicoanalítica, de la que puede suponerse
que extrae la conjetura de este 'más allá') que contradice este principio es el llamado compulsión de
repetición. Dice al respecto que esta compulsion devuelve, en la transferencia del análisis:
"vivencias pasadas que no contienen posibilidad alguna de placer, que tampoco en aquel momento
pudieron ser satisfacciones, ni siquiera las mociones pulsionales reprimidas desde entonces"
Asimismo, hace extensiva esta compulsión -que encuentra en las personas en psicoanalisis- a la
vida de algunas personas no neuróticas:
"Se conocen individuos en quienes toda relación humana lleva a idéntico descenlace: benefactores
cuyos protegidos (...) se muestran ingratos pasado cierto tiempo, y entonces parecen destinados a
apurar entera la amargura de la ingratitud; hombres en quienes toda amistad termina con la traición
del amigo; otros que en su vida repiten incontables veces el acto de elevar a una persona a la
condición de eminente autoridad para sí mismos o aun para el público, y tras el lapso señalado la
destronan para sustituirla por una nueva; amantes cuya relación tierna con la mujer recorre siempre
las mismas fases y desemboca en idéntico final, etc."

¿Por qué se produce una neurosis traumática?


Para describir a la Neurosis Traumática, actualmente conocida como stress Post traumático, esta
vez no haré un abordaje descriptivo, si no más bien desde la dinámica psíquica del sujeto, hablaré
de la formación del trauma y la búsqueda espontánea del aparato psíquico para elaborar el mismo y
sobre todo, hablaremos de uno de los conceptos clave en la psicología de las neurosis: LA
REPRESIÓN.
Freud en su Obra “Más allá del Principio del Placer”, describe a la etiología (origen) de este cuadro
tomando como PARADIGMA del mismo al factor sorpresa. Imaginemos que nos encontramos en un
aula tomando una clase interesante, el profesor en el pizarrón explica un concepto, de pronto a lo
lejos se escuchan gritos ensordecedores, suena el celular del profesor a quien vemos atenderlo,
escuchar a su interlocutor, colgar la comunicación, con rostro pálido nos mira y nos dice: “Alumnos:
hay un león suelto en este piso del edificio, guardemos la calma, puede q los rasguños que
escuchamos en la puerta provengan del animal q quiere entrar”.
Este aviso, esta señal de alarma ante el peligro, prepara al aparato psíquico para ACTUAR en una
posible defensa, es decir nuestro instinto de autoconservación actuará en consecuencia previniendo
la posible conducta del animal de presentarse en el aula.
Algunos alumnos entrarán en pánico gritando, es decir descargando el pánico q los invade, otros
tendrán calma pues confían q alguien vendrá a resolver la situación, otros se desmayarán, otros se
petrificarán, otros alumnos con total frialdad tendrán manejo de la situación y lideraran un plan en
caso de entrar el león, es decir el alerta ha permitido manejar la angustia.
¿Pero que pasa cuando no hemos sido avisados de este peligro? ¿qué ocurre cuando una situación
límite, inmanejable irrumpe ante nosotros sin permitirnos preparar la angustia ante el peligro?.
Freud pone de ejemplo a las personas que han padecido guerras (neurosis de guerra), incluye a los
soldados (algunos de sus pacientes), quienes nunca pensaron encontrarse con una situación aún
más impresionantemente desgarradora de lo que imaginaron, o a quienes sufrieron accidentes
súbitos, o atentados contra su integridad ¿por qué siempre esos episodios irrumpen en sus sueños
de una manera tan vívida, tan actual?.
Durante la vigilia los pensamientos concientes, es decir los que ocupan nuestra atención en
determinado momento no son los únicos que ocupan nuestra mente, me refiero a que existen los
pensamientos paralelos no concientes ó preconcientes (recuerdos, preocupaciones, planes, etc.)
que se encuentran en nuestra memoria inmediata pero que no irrumpen en nuestra conciencia
porque en ese momento nosotros vehiculizamos nuestro pensamiento hacia lo que nos interesa.
Ya localizados los pensamientos paralelos podemos también localizar a la situación traumática
formando parte de ellos, es decir son pensamientos latentes, ante los cuales un mecanismo
defensivo propio de nuestro aparato psíquico llamado represión, ha colocado un muro, impidiéndoles
el paso, impidiéndoles formar parte de los pensamientos concientes ya que de ser así, el costo sería
muy grande: llantos, sentimientos de angustia infinitos, es decir un enjambre de sensaciones
displacenteras e indescriptibles, imposibles de poner en palabras por lo tanto inmanejables debido a
que la angustia no preparó a nuestro aparato psíquico para afrontar aquella situación, si no que
primero vino la situación y después la angustia, y es por eso que la angustia queda así anexada,
encadenada a este recuerdo, por tal motivo LA REPRESIÓN impide su paso a la conciencia.
Pero esto no termina allí, que el recuerdo haya sido reprimido (conciente o inconcientemente) no
quiere decir que no exista una lucha, es decir que el stress, la angustia de ese recuerdo no pugne
por una descarga, en algunos casos la descarga se realizará “camuflada” en forma de sueños,
lapsus, actos fallidos, acciones sintomáticas, síntomas (fobias, panick attack, etc.).
Recuerdo el caso de una amiga muy mayor Holandesa que ocupaba un alto cargo en la embajada
de su país, ella había vivido la segunda guerra mundial y al escuchar el sonido de un helicóptero se
escondía debajo de la mesa sin importar en donde se encontrara en ese momento: una reunión en
su casa o en la Embajada.
Contaba que siendo ella pequeña en su escuela sufrió un bombardeo y vió morir a sus amigos y
profesores ante sus ojos estando ella escondida y protegida debajo de la mesa.
Aquí en este caso puntual observamos como el PENSAMIENTO PARALELO NO CONCIENTE, que
pugna por una descarga conciente, la logra, cuando un estímulo externo encadenado a este recuerdo
(sonido de helicóptero) actúa como disparador y sitúa al sujeto en la situación traumática, así ella la
reactualiza una y otra vez reviviéndola, buscando elaborarla, es decir dándole un sentido, pero no
siempre lo consigue porque el trauma y lo que éste significa difícilmente encuentre las palabras
adecuadas para ser recordado, repetido y elaborado, pasando así solo a ser un recuerdo doloroso.
…..Mas la “expresión traumática” no tiene otro sentido que ese, el económico. La aplicamos a una
vivencia que en un breve lapso provoca en la vida anímica un exceso tal en la intensidad (factor
económico) de estímulo que su tramitación o finiquitación por las vías habituales y normales fracasa,
de donde por fuerza resultan trastornos duraderos para la economía energética. (definición de
trauma)
La fijación al Trauma, Lo Inconsciente
Sigmund Freud (1915-1918)
"... cosas terribles, muchas hay, pero
ninguna más terrible que el Hombre..."
("Antígona" de Sófocles.)

Con este fragmento literario acerca de la condición humana y la aseveración de su "terribilidad",


quisiera comenzar el presente ensayo, con el cual pretendo contestarme el autocuestionamiento
atormentador acerca de la existencia de la Pulsión de Muerte, inherente al Sujeto del psicoanálisis,
tanto en su vertiente ontológica como cultural. Este cuestionamiento surge de la pregunta por el
orden de la civilización y la continuidad de la Historia de ésta; esta pulsión supondría un constante
aniquilamiento de la cultura a través de la exteriorización de la agresividad, por ejemplo, en la
violencia interindividual e intergrupal.

En vista de lo anterior enunciaré algunos supuestos explicándolos brevemente y así vislumbrar


alguna respuesta. Sin embargo, estas explicaciones estarán algo perjudicadas por mi ignorancia en
cuanto a algunos puntos del tema que aún no logro cuajar, pero como dice Freud " si no se puede
avanzar volando, bueno es progresar cojeando pues está escrito que no es pecado el cojear".

Para comenzar, definiré a grandes rasgos el significado e importancia de la pulsión dentro de la


dinámica psicoanalítica. Para comprender de dónde surge el concepto de pulsión, se debe
considerar que existen dos tipos de excitación a las que se somete el organismo, las cuales se rigen
bajo el "principio de la constancia". Estas excitaciones son: excitaciones externas (de las que el
individuo puede protegerse) y excitaciones internas (de las que el individuo no puede escapar),
gracias a las cuales se constituye el funcionamiento del aparato psíquico. Estas excitaciones internas
constituyen la "pulsión".

La pulsión supone un proceso dinámico, consistente en un movimiento de una carga


energética que hace tender al organismo hacia un fin. La pulsión tiene su fuente (estado de tensión
interno), su fin (terminar esta tensión) y, un objeto (gracias al que puede alcanzar su fin).
El término pulsión se caracteriza por la idea de "movilidad energética" algo así como un
"empuje". En cuanto al objeto de la pulsión, éste es variable y depende de las contingencias, pero
su elección está en relación con la historia de vida del sujeto que lo elige. Por otra parte, los fines de
esta pulsión pueden ser múltiples y parciales, y dependen de fuentes somáticas, las que, a su vez ,
son múltiples y susceptibles de adquirir y de mantener una función prevalente (por ejemplo, las zonas
erógenas). Por último, cuando se habla de empuje se hace referencia a la "exigencia de trabajo
impuesta al aparato psíquico" (ver en "Pulsión y destino de pulsión").
Freud empieza a analizar el problema de la pulsión en sus estudios acerca de la sexualidad,
descubriendo que la pulsión sexual se diferencia de otras pulsiones. Así entonces, en una primera
teoría de la pulsión, se diferencian las siguientes: las pulsiones sexuales y las pulsiones de
autoconservación (funciones para la conservación del yo, por ejemplo el hambre). Luego este
dualismo se modifica, y se oponen pulsión de muerte y pulsión de vida, modificándose la función y
la situación de las pulsiones en el conflicto. Ahora ambas se conciben como residentes en el Ello, y
como principios fundamentales que presiden la actividad del funcionamiento del organismo, y se
concebirá a la "pulsión como la fuerza cuya existencia se postula en el trasfondo de las tensiones
generadoras de las necesidades del Ello" ( ver en "Esquema del Psicoanálisis"). Por lo tanto,
considerando esta dualidad en la segunda teoría de las pulsiones explicitada en "Más allá del
principio del placer", mencionaré los supuestos en cuanto a la pulsión de vida (Eros) y a la pulsión
de muerte (luego llamada Tánatos):
La pulsión de vida consiste en la conservación de las unidades vitales existentes y en la
constitución de unidades más amplias. Existiría una tendencia a producir y mantener la cohesión de
las partes de la sustancia viva y el organismo individual aspira a mantener su unidad y su existencia.
El principio subyacente a esta pulsión es el de ligazón de unidades orgánicas de organización cada
vez más complejas. Dentro de esta pulsión se encuentran la pulsión sexual (constitución de unidades
vitales más complejas) y la pulsión del yo (conservación de las unidades simples).
En cuanto a su contraparte, la Pulsión de muerte tiende a la reducción completa de las
tensiones, o sea, a disolver al ser vivo al estado de materia inorgánica, tendencia a la destrucción
de las unidades vitales, a la nivelación de las tensiones y al retorno al estado inorgánico, considerado
como el estado de reposo absoluto. Las pulsiones se dirigen primariamente hacia el interior,
tendiendo a la autodestrucción (pulsión de destrucción), y en un segundo momento se dirigirían hacia
el exterior (pulsión agresiva). Esta idea de que la pulsión de muerte es el empuje por el retorno a la
materia inorgánica supone la concepción de que todo ser vivo fue en un "antes" un "ser no vivo"; por
lo tanto, la satisfacción de la pulsión sería un retorno a un estado anterior. La pulsión, destructora
del organismo hacia sí mismo, hace tender al deseo de desintegrarse y de conducirse hacia un
estado de inorganicidad, pero este deseo se convierte en inofensivo cuando pasa de la pulsión
destructiva hacia la pulsión agresiva, o sea, hacia un objeto externo, misión facilitada por la
constitución del sistema orgánico vinculado a la musculatura. Para Freud, parte de esta pulsión
agresiva se pone al servicio de la sexualidad, por ejemplo en el sadismo. Cuando la pulsión
destructiva se convierte en pulsión agresiva, parte de ella permanece en el organismo
evidenciándose en el proceso del masoquismo primario. Las pulsiones de muerte se contraponen a
las de vida en esta nueva concepción teórica, ya que las anteriores pulsiones esbozadas por él
(autoconservación y sexuales) constituyen en esta nueva visión de la pulsión, las pulsiones de vida.
El principio que rige directamente esta pulsión es el de "Nirvana", ya que éste es el principio
económico de la reducción de las tensiones a cero, en tanto el principio del placer representa la
exigencia de la libido.
Ahora bien, considerando el cuestionamiento que hago en la introducción del presente
ensayo, veo la relevancia de definir el concepto de "agresividad", concebida como la tendencia o
conjunto de tendencias evidenciadas en conductas reales o fantasmáticas dirigidas a dañar a otro,
a destruirlo. Esta agresividad puede adoptar modalidades distintas de la acción motriz, ya que no
hay conducta que no pueda funcionar como agresión; actúa precozmente en el desarrollo del sujeto,
subrayando el complejo juego de su unión y desunión con la sexualidad. Dentro de la teoría
psicoanalítica, se considera a la agresión con un sustrato pulsional único en el concepto de pulsión
de muerte. La agresividad es descubierta en el trabajo terapéutico a través de la resistencia de los
pacientes a la cura, la clínica del duelo y melancolía, el sentimiento de culpabilidad inconsciente, etc.
Los sentimientos hostiles expresados en el odio, Freud no los concibe como surgidos desde un amor
negativo, sino que tienen su propio origen, el de la lucha del yo por su conservación y afirmación, y
en esta esfera de la autoconservación relacionada con el peligro ante un objeto externo, la pulsión
se expresa a través del deseo de apoderamiento del objeto, que en su primer momento sucede como
indiferente para el sujeto, pero luego aparece como acontecido cuando se hace la vuelta hacia la
persona (masoquismo).
Por otra parte, un extracto de la pulsión de muerte se pone al servicio de la pulsión sexual,
y hallamos aquí el sadismo como tal, y otra parte de la pulsión de muerte no se dirige al exterior,
permaneciendo en el organismo reconociéndose aquí el masoquismo originario. Esta idea luego es
transformada explicándose así: Freud ve en las formas de masoquismo, un fenómeno derivado, en
cuanto que sólo indicarían, la regresión a un masoquismo primario. La noción de agresión que Freud
desarrolla, es distinta al clásico concepto de agresión descrita como un modo de relación con otro a
través de la violencia, ya que para Freud la pulsión de muerte al tener su origen en el propio sujeto,
supone que la autoagresión es el principio mismo de la agresividad.
Considerando las nociones conceptuales expuestas anteriormente, desarrollaré dentro de lo
posible, o mejor dicho dentro de los límites reales, las interrogantes que me surgen a partir de esta
noción de pulsión de muerte. Antes de esto quisiera advertir que las siguientes interrogantes y sus
argumentos explicativos, las haré desde un punto de vista más ligado a la dinámica cultural que a la
individual (aun cuando se supone una a partir de la otra).
Ante la afirmación planteada por Freud en "Más allá del principio del placer" de que "toda
vidatiene como meta la muerte", ya que todas las motivaciones de la vida sólo son rodeos hacia la
muerte, la pregunta más evidente que podría surgir del argumento pulsional de Freud es la siguiente:
¿cómo se explica que en la historia de la cultura, la destrucción de la vida humana y animal ha
progresado, en medios y fines, junto con el progreso de la civilización?, ¿cómo es posible que la
crueldad y el odio que hoy son actualizados a través de mediaciones materiales cada vez más
refinadas, cada vez más invisibles y cada vez más espantosas, (como por ejemplo en la
exterminación científica de los hombres), han aumentado a la par con la posibilidad de eliminar esta
opresión, a través por ejemplo, en los avances de la salud, de la educación, el acceso cada vez más
masivo a producciones artísticas, etc.?.
Una explicación posible a esta dolorosa interrogante es la de que a lo largo de la historia de
la civilización, de la productividad en el trabajo y el progreso de la técnica surge el deseo de
apoderamiento y de control sobre la naturaleza, de la agresión hacia un objeto externo (ya que la
naturaleza es dada al yo como un objeto contra el que tiene que luchar aun cuando esta lucha por
el control comienza por el control de las pulsiones yoicas y sexuales). En esta lucha contra la
naturaleza como un otro, se obtiene el control sobre ella. A partir de este control sobre la naturaleza
se tiene la ilusa esperanza de poder satisfacer todas las necesidades individuales tanto de
conservación como las sexuales, pero ante la argumentación de que la naturaleza no tiene los
suficientes medios como para satisfacer a todos los individuos, surge la destructividad hacia los
demás individuos en esta lucha por la existencia.
La lucha primigenia por los medios de subsistencia, es observable en el mito de la horda
primitiva, en la que el padre es el monopolizador de los objetos de satisfacción: él controla la vida de
sus hijos a través de la violencia ejercida a través de la prohibición simbolizada en su autoridad de
padre. Entonces, ante esta permanente prohibición y frustración por no poder satisfacer sus
pulsiones de vida, los hijos matan al padre y lo devoran satisfaciendo así, su pulsión agresiva. Pero
luego, considerando la introyección de las prohibiciones del padre en los propios hijos a través de
una conciencia moral, estos hijos sin padre, sienten un gran remordimiento por el amor que le tenían
a este padre coartador, creándose así el superyo por identificación. Por lo tanto para Freud el tema
de la culpa es fundamental en el desarrollo de la civilización. Esta culpa es manifestada a través de
la restricción autoimpuesta por el grupo de hijos para evitar la repetición del acto. Por esta razón, el
hombre reprime este acto, pero de generación en generación esta pulsión revive, en forma de
rebelión ante el orden establecido de injusticia y miserias, o bien ante el deseo inherente del ser
humano de un poder sobre otro. Sin embargo esta pulsión es reprimida a beneficio de la continuidad
de la civilización ya que al ser actualizada la pulsión agresiva hacia la autoridad (el padre) se
atentaría contra las bases mismas del progreso de la cultura (su autoconservación). Entonces a
través de la presencia de culpa dentro de la conciencia moral el superyo castiga tanto el acto, como
el deseo de actualizar el acto que atenta contra la autoconservación de la civilización.
De lo anterior, se podría concluir que Eros, sobre la base de la renunciación a la agresión,
placer excesivo y sin límites, empieza su trabajo cultural de combinar la vida en unidades cada vez
más amplias, o bien de conservar las unidades ya existentes.

En síntesis este punto se puede resumir a partir de dos preguntas con sus respectivas respuestas:
considerando que para Freud la civilización está fundada en la supresión de las pulsiones: ¿Por qué
el exceso de Eros no es permitido, tanto como pulsión de conservación como pulsión sexual? ¿Por
que el exceso de Tánatos la civilización no lo permite?. La respuesta a la primera interrogante es
que, considerando que Eros tiende a la expansión, a la autosublimación a través de relaciones
duraderas, a la lucha por eternizarse en el tiempo, esta tendencia encuentra su resistencia en el
campo de la necesidad, o sea, en la no existencia de los medios materiales suficientes para
satisfacer a este Eros en su totalidad. En tanto, la respuesta a la segunda pregunta es que el Tánatos,
al ser su tendencia el lograr el final del tiempo, o sea la inexistencia de la eternidad, atentaría contra
la continuidad de la civilización.

Volviendo al tema de la introyección de la culpa en beneficio de la civilización, esta culpa opera como
medio autorrepresivo ya que cada individuo contribuye a la civilización a partir de sus propias
renuncias de deseo, y estas renuncias varían con el grado de madurez que alcanza en cada etapa
la historia de la civilización a través del dominio racional alcanzado sobre la naturaleza y la sociedad,
sobre la base de nuevos medios cada vez más sofisticados o mejor dicho tecnológicos (eficaces,
rápidos, anónimos, impersonales) sobre la naturaleza y sobre los demás individuos para la
dominación de las pulsiones. Estos medios eficaces de dominación sobre la naturaleza ya no los
percibe el individuo o el grupo social como impuesto por un Padre, ya que la imagen paterna va
sustituyéndose por figuras cada vez más lejanas y más impersonales, hasta llegar a este sombrío
poder de un Destino, no cognocible y, menos increpable. Por esta razón, burdamente argumentado,
podríamos decir que existe una relación directa entre el crecimiento en la manifestación de Eros con
relación al Tánatos y viceversa, o sea mientras más Eros, más Tánatos y mientras más Tánatos,
más Eros. De esta manera "tenemos a la cultura como la gran empresa de hacer que la vida
prevalezca sobre la muerte, teniendo como arma suprema el usar la violencia interiorizada contra la
violencia exteriorizada; suprema astucia ésta de hacer que la muerte trabaje contra la muerte"(ver
en "Freud: una interpretación de la cultura"). Así entonces, Eros se impone a Tánatos en el control
de la agresión a través de la ley y el orden, de la necesidad de la productividad en el trabajo para el
progreso de la civilización, de la necesidad, también, de evitar los horrores de la guerra, del
genocidio, de los fanatismos, de las crecientes "ilusiones" por las cuales los hombres intentan
explicarse su existencia, etc.; y a su vez el mismo progreso de esta civilización que controla por todos
los medios que puede a la pulsión destructiva y agresiva, agrede el exceso de Eros (como pulsión
sexual, por ejemplo) aumentando la magnitud de la sublimación de la sexualidad, en el trabajo
productivo, en la actividad artística y primariamente, en el interés de que los infantes dejen atrás esa
etapa de la perversión polimorfa en la cual el Eros se deposita en varias zonas corporales, para que
el individuo, si es que puede, se convierta en un individuo maduro sexualmente a través de la
heterosexualidad monogámica.

Si bien muchas nociones me son inexplicables dentro de mis primeros pasos en el conocimiento de
la teoría psicodinámica (y obviamente muchas consideraciones dejo en el camino), sólo a través de
este "burdo" argumento puedo explicarme, a grandes rasgos, la noción de Pulsiones contrapuestas
luchando eternamente a lo largo de la historia, tanto del individuo como de la cultura, y como para
Freud la especulación no es impedimento en el "intento de perseguir y agotar una idea" en el
desarrollo del conocimiento, como bien lo expresa en "Más allá del principio del placer", me permito
a mí misma tomar ese sendero de llegada a la verdad del problema.

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Bibliografía:

-Freud, Sigmund.(1954). Pulsión y destino de pulsión. En Obras Completas. Ed. Amorrortu.

-Freud Sigmund. (1954). Más allá del principio del placer. En Obras Completas. Ed. Amorrortu.

-Freud Sigmund. (1954) Esquema del Psicoanálisis. En Obras Completas. Ed. Amorrortu.

-Freud Sigmund. (1954) El problema económico del masoquismo. En Obras Completas. Ed.
Amorrortu.

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