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"El valor de educar".

Capítulo 5: ¿Hacia una


humanidad sin humanidades?
En este capítulo queda reflejada perfectamente la visión que tiene Savater sobre la educación,
y esta como ya ha defendido a lo largo del libro es la humanista. Comienza el capítulo
reflexionando sobre si las humanidades se hayan en crisis actualmente. Es cierto que vivimos
en una época en la cual prima los conocimientos técnicos. Cada vez se pide más una
especialización enfocada al trabajo laboral. Esto provoca que desde muchos puntos se piense
que las ciencias son más importantes que las humanidades. Yo que estudié el bachillerato de
ciencias sociales viví ese “desprestigio” que hay en la sociedad, por parte de los compañeros
de “ciencias”, los cuales se sentían por encima de nosotros. También ahora que estoy en la
universidad, vivo de vez en cuando situaciones en las que escucho comentarios sobre que si
nuestra carrera es muy fácil, y en cambio las del politécnico son muy difíciles. Por supuesto,
que yo no estoy de acuerdo con esto, no creo en una guerra entre ciencias y humanidades.
Para mí es tan importante una rama de conocimientos como la otra. Me encanta por ejemplo,
la biología y la astronomía, así como me encanta la historia o el periodismo… creo que ambas
posturas se necesitan unas a otras. Como dice Savater, las ciencias no son inhumanas, toda
enseñanza sea del tipo que sea, tiene un componente humanizador, que se da en todo
proceso educativo.

Como dice el autor, no es tan importante entrar en debates sobre si se deben dar más horas
de filosofía, latín, o matemáticas, como lo es el cómo se imparten esas asignaturas. Esto es lo
que realmente nos debería de preocupar al cuerpo docente y a la sociedad. No es cuestión del
qué sino del cómo. Hoy en día nos podemos encontrar con profesores que siguen la
pedantería pedagógica. El profesor como defiende Savater, no debe de mostrarse por encima
de los alumnos como un sabio, ni dar por hecho que sus alumnos están atraídos por la
asignatura que imparte. Lo que veo fundamental es crear en ellos el sentimiento de curiosidad
a partir del cual posteriormente éstos desarrollarán y ampliarán conceptos de la materia. El
autor cita ejemplos como El mundo de Sofía, de Jostein Gaarder, o la Ética a Amador (de
Savater), como adaptaciones divulgativas encaminadas hacia ese “despertar” de la curiosidad
del lector. Recuerdo que leí con mucho gusto y placer el libro de Jostein. Disfruté mucho
leyéndolo, la verdad es que es un libro que hace que pensar, y que te invita a profundizar por
tu cuenta en los distintos personajes filosóficos más importantes que ha habido a lo largo de la
historia. Es un libro que recomiendo leer y que creo que sigue las ideas que plantea Savater en
este capítulo.

Coincido con Savater en que los ordenadores, los vídeos, Internet… y en definitiva las últimas
tecnologías de la comunicación que han ido surgiendo en las últimas décadas no son inventos
maléficos que van en contra de lo humano. Lo importante realmente es el uso que se realiza
de ellos, creo que aportan posibilidades muy significativas para el aprendizaje, eso sí, hay que
cultivar el afán por leer y por escribir. Pero no como la mayoría de nosotros hemos vivido en
nuestras carnes: “Para la semana que viene leeros el Quijote y hacer un resumen”, así es muy
complicado que desarrollemos un gusto por la lectura, más bien ocurre un efecto contrario, se
llega a odiar la lectura. Por ello se debe de fomentar la lectura a través de otro tipo de
actividades. Por ejemplo, que cada uno escoja el libro que más desee entre un lista elaborada
por el maestro. En definitiva, se trata de crear el hábito, el interés por la lectura… con el
tiempo, cada lector irá profundizando en lecturas más complicadas, y más enriquecedoras.

A parte del punto del capítulo en el que se defiende la importancia del cómo enseñar, sobre
los contenidos, creo importante la parte en la que Savater habla sobre la razón. En definitiva la
capacidad de razonar es una de las características humanas que nos diferencian del resto de
animales. Por ello, la educación debe de seguir los principios racionales. Una educación
humanista debe de perseguir el fomento del uso de la razón, potenciar la capacidad
observadora, de abstraer, deducir, argumentar…y una de las formas idóneas para fomentar
esta racionalidad es la confrontación de conflictos, ideas… siendo uno de los pilares de la
educación humanística. Como defiende Savater, no se trata de crear ideas únicas que no
puedan ser debatidas y puestas patas arriba por los semejantes. Se trata de compartir las
opiniones para entre todos crear una serie de conocimiento que pertenezca a todos. Así es
como entre todos se puede seguir avanzando y a la vez crecer por dentro, desarrollándonos
como personas.

En el capítulo cinco del libro El Valor de Educar, Fernando Savater, en relación a la disputa de
la enseñanza de las ciencias en contraposición con las humanidades en la escuela, sostiene
que el problema no estriba en el título de las materias que se enseñan, ya que todas son útiles.
El problema es que constantemente se agregan nuevas asignaturas y no hay tiempo para
darlas todas ni personal que pueda hacerse cargo de su enseñanza. El autor está de acuerdo
con Closets en cuanto a que lo importante no es lo que se enseñe sino que el docente
despierte la curiosidad y el placer por aprender, y sentencia: no es cuestión del qué, sino del
cómo.

El Valor de Educar, Editorial Ariel

Uno de los obstáculos que afectan el modo de enseñar es la pedantería, sostiene Savater, que
consiste en tratar de confundir, deslumbrar o inspirar reverencia en lugar de ilustrar o de animar
al aprendizaje. Y agrega que todos los profesores son pedantes en algún momento. El
pedante, sostiene el autor, se dirige a sus alumnos como si estuviese presentando una
comunicación ante sus colegas. En lugar de esto, el profesor tiene que suscitar en el estudiante
el deseo de aprender.

El ser humano tiene una naturaleza histórica, por eso el docente debe destacar los aspectos
narrativos que engloban y totalizan los conocimientos. La enseñanza debe narrar cada una de
las asignaturas en relación con su pasado y los cambios sociales que acompañaron su
desarrollo. Todo conocimiento implica la transmisión de una tradición intelectual de modo que
la memorización de datos o fórmulas es inútil si el estudiante no dispone de las capacidades de
indagar y razonar.

El profesor, sostiene Savater, tiene que fomentar las pasiones intelectuales, pero esto no
implica el uso de un lenguaje afectado, ni el rechazo de lo popular y el humor. Antes de
aprender a disfrutar con los mejores logros intelectuales hay que aprender a disfrutar
intelectualmente. El ejercicio del intelecto implica el uso de la razón que es lo que hace
semejantes a los humanos. La educación humanista, agrega Savater, consiste ante todo en
fomentar e ilustrar el uso de la razón, que permite observar, abstraer, deducir, argumentar y
arribar a conclusiones lógicas. Según el autor, el estudiante debe adquirir herramientas para el
análisis del mundo social y las condiciones en la cuales se encuentra el ser humano y aprender
a respetar su propia capacidad mental y su confianza. También, aprenderá a respetar la
humanidad como especie y reconocer que la evolución humana es un proceso no acabado.

Otro de los obstáculos que describe Savater, consiste en la relativización posmoderna del
concepto de verdad ya que si no hay una verdad que transmitir, no puede haber educación. Si
todo es más o menos verdad, agrega el autor, si cada cual tiene su verdad igualmente
respetable es imposible una decisión racional. La metodología científica indica que las
verdades no son absolutas, pero esto no significa que dejen de ser verdades más sólidas que
otras creencias que se les oponen: si los principios de la aviación no ofrecieran veracidad nadie
subiría a un avión.

La búsqueda racional de la verdad, argumenta Savater, choca con dos obstáculos: las
opiniones sagradas y la incapacidad de abstracción. La noción de que todas las opiniones son
válidas, ya se trate de la opinión educada de un docente, como la opinión del estudiante que
parte de la ignorancia, es irracional, sostiene el autor. En la sociedad plural lo que se debe
respetar es a las personas y no sus opiniones, por lo tanto, el derecho de la opinión de
cualquier persona es de que ésta sea escuchada y discutida. Las opiniones, según Savater no
son sagradas y el estudiante debe aprender a discutir, a refutar y a justificar lo que se piensa.
Además de expresarse en forma clara y precisa, sostiene el autor, el estudiante debe
desarrollar la facultad de escuchar lo que se propone en la discusión. El ejemplo de esta actitud
de escucha y participación tiene provenir del maestro que debe potenciar en quienes aprenden
la capacidad de preguntar y preguntarse.

Otra tarea importante de la educación consiste en fomentar la lectura y la escritura, enuncia


Savater, y esto no es tan fácil de llevar a la práctica. Después de la palabra hablada, el texto
escrito es el más poderoso incentivo para el crecimiento intelectual que se ha inventado,
sostiene el autor. El placer de la lectura se puede transmitir si se produce en una situación
creativa, donde se privilegian las vivencias y no la mera ejercitación, en cambio, si se produce
en una situación burocrática, podrá lograrse transmitir la técnica de la lectura, pero no el gusto
por ella.

"El valor de educar". Capítulo 6: Educar es


universalizar:
En este último capítulo, Savater defiende que la educación debe de ser universal, es decir,
que todos y cada uno de los seres humanos tengan acceso a una educación desde la infancia.
Sean de la raza que sean, sean del sexo que sean, con el nivel socioeconómico que sea etc.
De tal forma que esta universalización de la educación permita una mayor movilidad social, y
que los ricos sigan siendo ricos y los pobres, pobres (o que cada vez esta brecha se abra más.

También vuelve a hablar del componente histórico y de su última finalidad. Que sería el de
perpetuar la continuidad de la sociedad en la cual se educa. Por tanto, es lógico que por
ejemplo, la jerarquía de valores que se transmite a la hora de educar, sea distinta en cada una
de las sociedades, y dentro de una misma sociedad, sea distinta en función del periodo
histórico. De esta forma, la educación tiene un componente conservador, ya que se trata de
perpetuar un ideal, de transmitir aquello” que quien ha de transmitirlo considera digno de ser
conservado” (Savater). Sin embargo, no se trata de que con el pasos de los años se repita una
y otra vez la enseñanza de los mismos conocimientos, valores, ideales…debe de transmitirse
a los educandos tanto aquellos ideales que la sociedad no ha alcanzado, como los temores,
creando una insatisfacción que no los haga conformarse en repetir lo que se les ha enseñado.

Otro punto que quiero destacar es la neutralidad relativa que debe tener la educación, tal y
como señala Savater. Cuando los alumnos soliciten a los profesores una respuesta ante las
distintas problemáticas que se den, este ha de proporcionarles las distintas opciones de forma
razonada, pero sin imponer su visión. De tal forma que sean los alumnos quienes escojan en
última instancia su postura. Pero tal y como dice Savater, hay momentos en los cuales la
escuela sí que debe de posicionarse, y estos momentos son toda aquellas posturas que
atenten contra la libertad y ante la figura del ser humano.

Por último, quiero destacar que me ha gustado mucho la metáfora que ha utilizado Savater
para explicar lo que tenemos en común todos los seres humanos (las raíces), y lo que nos
diferencia (las ramas). Estoy de acuerdo con él en que cuanta más diversidad de ramas y
frutos haya mejor, y en los casos en los que surjan problemas de convivencia, debemos de
mirar hacia atrás y buscar aquello que es c omún de todos los seres humanos, el lenguaje, el
uso de los símbolos, la disposición racional, la conciencia de la muerte…

La idea de que todos los seres humanos deben de recibir una educación desde la infancia,
me ha suscitado la duda de si esta edcuación debe de aportarsele desde la escuela, o sin
embargo, si hay otras alternativas. A continuación, inserto un vídeo que plantea una alternativa:

CAPÍTULO 6. Educar es Universalizar.


Este capítulo se refiere especialmente al ideal básico de la educación
actual, siendo éste la “universalización democrática”. Este término se
refiere a que nadie debe quedar excluido del sistema educativo,universalizar la
educación es acabar con la discriminación. Launiversalización de la educación
democrática comienza intentandoauxiliar las deficiencias del medio familiar y social
que cada personaexperimenta. Otra de ellas consiste en volver a cada persona a sus raíces,es decir
que cada cual dentro de sí mismo debe buscar aquella raíz propiae intransferible que le
identifica con su familia. Según esta visión laeducación consistiría en reforzar nuestras
raíces haciéndonos másnacionales, más étnicos, más ideológicamente puros, más
idénticos anosotros mismos y por lo tanto inconfundibles y diferentes a los demás.
EPÍLOGO. Carta a la Ministra.
El autor termina su ensayo dirigiendo una carta a todos aquellos ministros o ministras
que tienen a su cargo la educación en sus países. En la carta se refiere a varios puntos,
analizados en los capítulos anteriormente expuestos.

Hace referencia a la democracia, más allá del respeto de losderechos de los ciudadanos.
Se refiere a la democracia en la que elEstado tiene la obligación de proveer una
educación pública.

La enseñanza debe ser tan pluralista como la sociedad misma. Queel sentido de la educación es
conservar y transmitir el amor a lointelectual y a lo humano.

Finaliza diciendo que el efecto más notable de la educación es eldespertar el apetito de


más educación y de nuevos aprendizajes,que la educación se da en el momento que los
alumnos estándeseosos de descubrir más.
El enfoque humanista es una faceta de preocupaciones de la realidad humanística que advierte la desaparición de ideas
fundamentales acerca de la estructura esencial y destino del hombre, esto ha sido sustituido por especialidades técnicas de la
visión histórica, literaria y filosófica. Hoy en día vemos como existen personas que menosprecian la educación moderna y
aspectos importantes como lo son los sentimientos, la imaginación, la intuición y la cultura. La educación humanista busca
fomentar el uso de la razón, la cual nos ayuda a conocer nuestros límites y nos permite tener una capacidad de observación
objetiva.

Actualmente la educación ha sufrido varios cambios debido a la creación de la diversidad; las verdades no son absolutas,
están sujetas a cambio, son frágiles, perecederas, y en muchas ocaciones crean controversias. Es por ello que los maestros
deben enseñar a discutir, refutar, a justificar lo que se piensa si de verdad se quiere lograr una educación "humanista".
también cabe destacar la importancia de laconservación de la historia de nuestros aprendizajes básicos, aunque comprender
la historia sea mucho mas difícil que memorizarla.

Para concluir podemos decir que la educación debe estar dirigida hacia un cambio mas humanista, sino buscar la mente y su
pensamiento, la intuición y sus sentimientos, ya que estos son igual de importantes, que la adquisición de conocimientos
científicos. se debe incluir muchos mas aspectos humanistas dentro de la educación, la incursión de nuevos aprendizajes puede
implementar la información que se adquiere por los alumnos. además no podemos dejar a un lado la actividad intelectual,
fomentando la lectura y la escritura. todos estos aspectos se deben tener en cuenta en la educación actual para realizar los
cambios que corresponden para no seguir este camino que solo nos llevara hacia una humanidad sin humanidades.
Como conclusión general del libro podemos destacar una serie de ideas principales: La necesaria
humanización del ser humano, para enseñar, primero hay que haber vivido, los temas educación e
instrucción, no pueden ir nunca separados, el papel imprescindible de la familia en la educación, La
televisión como educador no es positivo, el sexo ya no es algo obsceno como antes, pero ahora se
ha tornado en carácter demasiado explícito, demasiado comercial y se presenta como algo
superficial, egoísta y ante lo que hay poca información, los maestros deben esforzarse por que sus
alumnos encuentren interés en la asignatura y así sean estos mismo los que sigan formándose por
su cuenta, la educación debe ser universal.

La mejor parte de éste ensayo, ha sido sin duda la carta a la ministra, en la que Savater pone en evidencia todas las
decadencias del sistema educativo español. En esta carta afirma que el hecho de ser ministra y no ministro no ha
influido en escribir dicha carta, y afirma que la enseñanza debe ser pluralista como la sociedad.

Nelson Mandela
La democracia y la educación democrática se fundan en la creencia del hombre, en la creencia de que ellas no sólo pueden sino que
deben discutir sus problemas, el problema de su país, de su continente, del mundo; los problemas de su trabajo; los problemas de la
propia democracia.

Paulo Freire
Si se hubiera de definir la democracia podría hacerse diciendo que es la sociedad en la cual no sólo es permitido, sino exigido, el ser
persona.

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