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El patrimonio en las cooperativas.

Como sabemos la cooperativa es una sociedad de capital variable, de tal modo

que las personas se asocian de forma libre y voluntaria y tienen intereses o

necesidades socioeconómicas comunes, por lo que se unen para desarrollar

una actividad empresarial

El patrimonio se va a ir modificando en función de que los resultados de los

ejercicios económicos sean favorables o desfavorables. El estado económico

de la cooperativa se ve reflejado en la relación entre el valor del capital y el

patrimonio. Cuanto mayor sea el valor de patrimonio en relación al capital

social más sólida será la situación de la cooperativa El proceso organizativo de

una cooperativa comienza cuando existe un grupo de personas que conciente

de sus necesidades comunes se plantean la posibilidad de resolverlas

mediante una forma legal y ordenada. Este grupo de personas debe establecer

claramente los objetivos a cumplir, es decir analizar, ¿Qué se quiere hacer?,

¿Cómo lo van a hacer?, ¿Quiénes lo van a hacer?, etc. y a través de las

respuestas a estos interrogantes irán definiendo el tipo de cooperativa a formar,

el objeto social, etc.

El patrimonio de las cooperativas está constituido por:

Los aportes de los asociados y los que la cooperativa adquiere.

Los fondos y reservas permanentes.

Las donaciones o auxilios que se reciban con destino al incremento del

patrimonio.

Los principales características de los aportes sociales


Los aportes son garantía para la cooperativa. Desde el momento en que se

hacen los aportes, constituyen garantía de las obligaciones que los asociados

adquieren con la empresa. Los aportes no pueden gravarse a favor de terceros,

son inembargables y sólo pueden cederse a otros asociados de acuerdo con lo

que disponga el estatuto de la cooperativa. Una persona natural no puede tener

más del 10% de los aportes de una cooperativa. Una persona jurídica no puede

tener más del 49% de dichos aportes.

las aportaciones de socios a la sociedad se considerarán patrimonio neto,

siempre y cuando la entidad tenga el derecho incondicional a rechazar el rescate

de las acciones o participaciones. Esto es, el Consejo Rector puede oponerse al

rescate de las aportaciones.

Por lo tanto, se tuvieron que modificar los Estatutos de las cooperativas

existentes, para que en caso de baja del socio la devolución pueda ser rehusado

incondicionalmente por el consejo rector.

También es importante señalar que si los socios tienen derecho a percibir

remuneración (intereses) por sus aportaciones, las mismas cumplirían las

condiciones de Pasivo, y no sería considerado patrimonio neto, ya que su

retribución sería considerada un gasto financiero para la entidad. Dicho de otra

forma, para que se considere Patrimonio neto, el capital no debe tener un

derecho de remuneración obligatoria.

De tal modo, que actualmente las aportaciones de los socios pueden ser

consideradas patrimonio neto o pasivo, en función de lo indicado en el cuadro

siguiente

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