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pales del siglo xx (detall DERECHA ay beh Deandemes x Vodevil Novela coscubrita Novela poplar Novela rr WZQUIERDA jo vl de conser LL ARTE ¥ EL, DINERO Asi las cosas, el campo literario unificado tiende a organi- zarse en funcién de dos principios de diferenciacién indepen- dientes y jerarquizados: la oposicién principal entre la produccién pura, destinada a un mercado restringido a los productores, y Ia gran produccién, orientada a la satisfaccién de las expecta tivas del gran puiblico, reproduce la ruptura fundadora con el orden econdmico, que esti en la base del campo de produccién restringida; se solapa con una oposicién secundaria que se ¢s- tablece, en ef interior mismo del subcampo de produccién pura, entre la vanguardia y la vanguardia consagrada. Es, por ¢jem- plo, para el perfodo considerado, la oposicién entre los parna- sianos y aquellos a los que se llama los «decadentes», ellos mis- ‘mos a su vez virtualmente divididos, en una tercera dimensién, segtin las diferencias de estilo y de propésito literarios que co- rresponden a diferencias de procedencia social y de estilo de vida. Considerados durante mucho tiempo los hijos perdidos del Parnaso (presentes entre los treinta y siete poetas publicados cn las dos primeras ediciones de la antologfa ticulada Le Parnasse contem: orain, estan excluidos en la tercera, lo que les ovorga un estatuto de mértires), Verlaine y Mallarmé empiezan a llamar la atencién hacia mediados de la década de 1880, y reciben su nombre de gue- rra de una parodia polémica, Les Déliquescences d’Adoré Floupette, potte décadent, opiisculo de versos satiricos de Gabriel Vicaire y Henri Beauclair, publicado en 1885, que ridiculiza la poesia de Verlaine, de Mallarmé y de sus imitadores. En un primer tiempo objetivamente unidos (y agrupados en orden de batalla por Ver- laine, que en Les Poétes maudits presenta a Mallarmé, a Rimbaud ya Tristan Corbiére) por su oposicién comin a los parnasianos, sus hermanos mayores, ambos poetas Mallarmé y sus simbolistas, Verlaine y sus decadentes~ van distanciéndose poco a poco hasta llegar al enfrentamiento en torno a una serie de oposiciones esti- Uisticas o tematicas (las de una y otra orilla del Sena, del salén y el café, del radicalismo pesimista y el reformismo prudente, de la es- tctica explicita, basada en el hermetismo y en el esoterismo, y la estética de la claridad y la sencillez, la ingenuidad y la emocién) que corresponden a diferencias sociales (la mayoria de los simbo- listas son hijos de la burguesfa media o de la gran burguesia o de la nobleza y han cursado sus estudios, 2 menudo de derecho, en Paris, mientras que los decadentes proceden de las clases popula- res 0 de la pequefia burguesfa y cuentan con un capital culeural escaso).! liane en France de 1865p 1905, Pais, ess EHESS, vy reacion de Fuerzas. El compo poeticn dela décads dels 80s, Cuore Critiques, vol. Xv 2 1987, pigs 19-33. 187 Las diferencias en funcién del nivel de consagracién separan de hecho a generaciones artisticas, definidas por el intervalo, @ :0, apenas de $ a veces, entre unos es unos estilos de vida que se oponen como lo «nuevo» ¥ pos designados —mejor ‘o de producir famosos de las veladas de Médan, Alexis, nacido en 1847, mans, en 1848, Mirbeau, en 1848, Maupassant, en 1850, Céard, Huys- Perdiendo el tiem cataratas del Ni sq gigantesca y vacia pretensié: ios de més edad (biolégica) era, presentar .cimiento que, a la larga, algunos escritores, lo como efecto del aban- Vanes, Thor, 1982, pig 158. oO el poder cio vocal (nacional) ce cc sexing plen ia func I fabri s, a los geupos ya los pi © que proponen, A los recién llegados no les queda otro recurso que remitir continuamente al pasado ~aprovechando el movimiento mismo a través del cual acceden a la existencia, es decir a la diferencia legitima o incluso, durance un tiempo més 0 menos largo, a la legitimidad exclusiva— a los productores consagrados a los que se enfrentan y, consecuentemente, también sus obras y la afi- Sn de los que permanecen fieles a ellas. Debido a ello, las ga- icrias o las edicoriales, como los pintores o los escritores, se re- parten en todo momento en funcidn de su edad artistica, es antigiiedad de su modo de produccién artistica quema generador que al mismo tiempo también es esquema de percepcién y de valoracién. El campo de las galerias reproduce a sincronia la historia de los movimientos artisticos desde del siglo xux: cada una de las galerias importantes ha sido lcria de vanguardia en un época més 0 menos remota y estat is consagrada, como las obras que consagra (y que puede por lo tanto vender més caras), cuanto que su apogeo es mds remoto en el tiempo y que su «sefa» (el «abstracto geo trico» o el «pop american») goza de un conocimiento y de un reconocimiento mas amplio, pero permanece encerrada en esa wsefia» («Durand-Ruel, el marchante de los impresionistas»), que es también un destino. ecieran muchas diss dd ate de Hera ‘exposicon sefalada on 1 escrors pub ismo edivo efecast En cada nomento del tiempo, en el campo de luchas que sea (campo social en su conjunto, campo del poder, campo de pro- duccién cultural, campo literario, ete.), los agentes y las institu- ciones que intervienen en el juego son a la ver contemporineos y discordantes. El campo del pre del campo de las luchas (ci autor del pasado contintie presente en la medida exacta en que todavia siga resultando un ¢ prescncia en el mismo presente sdlo existe practicamente en la lucha que sincroniza unos tiempos discordantes 0, mejor dicho no es mas que ocro nombre » de que cada ire). La contemporaneidad como 239

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