Vous êtes sur la page 1sur 3

ANDRES CAICEDO

PAOLA NASPIRAN PUERRES

11-4

INSTITUCIÓN EDUCATIVA MUNICIPAL MARÍA GORETTI

SAN JUAN DE PASTO

2010
Andres Caicedo

Luis Andrés Caicedo Estela  nace el 29 de septiembre de 1951 y muere el 4 de


marzo de 1977  en Cali, ciudad en la que pasó la mayor parte de su vida. 

Se trata de un escritor precoz que desde que descubrió su vocación por la


literatura no quiso perder ni un minuto de su vida, hasta el punto de convertir la
construcción de su obra en una obsesión. En 1964, cuando entró a cursar tercer
grado, escribió su primer cuento, El Silencio, pero es al parecer hasta 1969, año
en que gana el segundo premio del Concurso Latinoamericano de la Revista
Imagen de Caracas con el cuento Los dientes de Caperucita -del que había escrito
siete versiones-, que Caicedo logra consolidar una disciplina en la escritura.
Desde ese momento, Caicedo continuó escribiendo cuentos cortos y piezas
teatrales, y comenzó a escribir sus primeras novelas.  

En la época de los festivales teatrales de los setenta se conocieron sus primeras


obras teatrales Recibiendo al Nuevo Alumno y La Piel del otro héroe. Asistió a las
reuniones un grupo de escritores de la ciudad llamado Los dialogantes que
contaba con la participación de escritores y críticos como Carmiña Navia, Gustavo
Álvarez Gardeazábal, y Eduardo Serrano entre otros y a partir de la cuál inicia un
periodo de compulsividad en su consciente formación como escritor.  

A su vez, y sin detener su actividad literaria, trabaja con el Teatro Experimental de


Cali como actor. Allí funda el Cineclub de Cali, que inicialmente funcionaría en la
sala del TEC para posteriormente ser trasladado al desaparecido Teatro Alameda
y luego al Teatro San Fernando, cineclub que poco a poco se convierte en “una
actitud generacional” para los jóvenes de Cali, epicentro de una intensa actividad
cultural en la ciudad y que junto con Ciudad Solar –especie de posada - espacio
cultural- se convierten en centro de operaciones y disipaciones de Andrés y su
grupo de amigos. También es desde el cineclub que planea y ejecuta su folleto
Ojo al cine que hacia 1974 se convertiría en la revista especializada sobre cine
más importante de Colombia. Es también entre el cineclub y Ciudad Solar que
Caicedo iniciaría sus proyectos cinefílicos con sus “pocos buenos amigos” entre
los que sobresalen Hernando Guerrero, Luis Ospina, Carlos Mayolo y Sandro
Romero, con quienes intenta llevar al cine su guión Angelita y Miguelángel, de
cuyas grabaciones todavía se conservan algunos fragmentos.  

En 1973, Caicedo viajó a Estados Unidos, con cuatro guiones de largometrajes


escritos por él y que pretendía vender al cineasta Roger Corman. Fue allí donde
iniciaría la escritura de Que viva la música y la redacción de Pronto, memorias de
una cinesífilis, diario que pretendía convertir en novela. En 1974 escribió el cuento
corto Maternidad, que él mismo consideraba su obra maestra. En 1975 publicó
con el patrocinio de su madre en las Ediciones Pirata de Calidad su relato El
Atravesado que tuvo un éxito relativo a nivel local. También entregó ese mismo
año la versión final de ¡Que viva la música! a Colcultura para ser publicada. En
1976 la casa editora Crisis, de Buenos Aires, compró los derechos de impresión
de ¡Que viva la música! Caicedo intentaría por primera vez suicidarse ese año.  

Finalmente y cuando tenía tan sólo 25 años, el 4 de marzo de 1977, después de


recibir el primer original de la novela ¡Que viva la música! Publicado por
Colcultura, Andrés Caicedo muere de una sobredosis al ingerir intencionalmente
60 pastillas de Seconal, según él, porque "vivir más de veinticinco años era una
insensatez". Caicedo consideraba que debía dejar el mundo antes de pasar los
veinticinco años, pero habiendo dejado una prueba de su existencia como forma
de trascender.

A pesar de su temprana muerte, Caicedo dejó un gran legado a la literatura


colombiana, el cual se puede ver reflejado en la obra de autores como Manuel
Giraldo 'Magil', Octavio Escobar Giraldo, Rafael Chaparro Madiedo y más
recientemente Efraím Medina y Ricardo Abdahllah. El grupo de teatro
Matacandelas de Medellín ha presentado durante años la obra Angelitos
Empantanados, basada en los cuentos
homónimos del escritor.

Vous aimerez peut-être aussi