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Conferencia: “Demandas sociales e


identidades políticas”
Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social
Buenos Aires, 11 de abril de 2008

Ernesto Laclau*

I Mario Wainfeld 1: En una breve conversa- altamente positivo, invirtiendo su significado.


ción el Profesor Laclau me contaba que en De modo que lo que voy a intentar hacer en
Inglaterra lo llaman “profesor” y que en Argen- esta breve exposición es explicar de qué mane-
tina le dicen “doctor”. Parece entonces que, en ra yo veo la constitución de las identidades
nuestro país, es más sonoro ser “doctor” y que políticas populistas. Dado que es un público de
en Inglaterra tiene mejor reputación ser tipo general, voy a tratar de evitar en la medi-
“profesor”. No voy a hacer yo una opción; mejor da de lo posible todos los tecnicismos teóricos,
háganla ustedes. De momento yo le diría excepto en un par de casos en que tendré que
“Maestro” por dos motivos: uno, porque la pa- ineludiblemente apelar a ellos.
labra “maestro” en la Argentina tiene una Quisiera comenzar con un ejemplo muy tra-
serie de connotaciones positivas, valoradas, li- bajado en un ensayo mío (2004, 2005) acerca
gadas a un imaginario histórico respecto de la de cómo se empieza a constituir una identidad
transmisión; y otra menor, más porteña tal vez popular. Supongamos que tenemos un grupo
—porque uno es de donde es; yo hablo desde de vecinos que vive en una cierta localidad y
acá—, que es aquella por la cual uno también que piden a la municipalidad que se cree una
le dice “maestro” a la persona que interpela en línea de ómnibus para transportarlos desde el
la calle —uno dice “Maestro, ¿dónde queda la lugar en donde viven al lugar en donde la
calle Altolaguirre?”, “Maestro, ¿dónde hay un mayor parte de ellos trabajan. Esto es lo que yo
kiosco?”—. Y en ese doble sentido yo sencilla- llamo una demanda elemental presentada al
mente le pido al Profesor o Doctor o Maestro sistema político. Supongamos que la demanda
Laclau que empiece su exposición. Gracias. es aceptada; en ese caso, es el fin del problema:
la demanda aparece absorbida por el aparato
I Ernesto Laclau: Muchísimas gracias. Para institucional. Pero supongamos que la deman-
mí “populismo” no es un término peyorativo; al da no es aceptada. En ese caso lo que empeza-
contrario, yo creo que uno tiene que hacer con mos a tener es la frustración de una demanda;
el populismo lo mismo que los cristianos hicie- y si la gente ve que, junto con la demanda con-
ron con la cruz, que era un símbolo de ignomi- cerniente al transporte, hay otras demandas
nia y que lo transformaron en un símbolo referentes a la vivienda, salud, escolaridad y
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* Ernesto Laclau (Buenos Aires, 1935). Realizó estudios de historia en la Universidad de Buenos Aires y se doctoró en
Gran Bretaña en la Universidad de Essex. Desde 1973 es profesor de Teoría Política en la Universidad de Essex y a par-
tir de 2006 es Profesor Distinguido de Humanidades y Estudios Retóricos en la Universidad de Northwestern en los
Estados Unidos. Asimismo es el director honorífico del Centro de Estudios del Discurso y las Identidades Sociopolíticas
(CEDIS) de la Universidad Nacional de San Martín. Ha sido Profesor Invitado de las universidades de Toronto, Chicago,
San Pablo y Buenos Aires, entre otras.
1 Mario Wainfeld: abogado recibido en la Universidad de Buenos Aires. Actualmente se desempeña como periodista en el
diario Página 12.

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otros aspectos en el área donde viven, que tam- mente es percibida como un acto anti-sistema.
poco son satisfechas, en ese caso entre todas Es decir que el significado de la demanda
estas demandas comienza a constituirse una aparece desde el comienzo dividido entre la
solidaridad. Es decir, la gente comienza a frus- particularidad de la demanda y la significa-
trarse respecto a un poder que no responde a ción de la demanda en ese contexto histórico
sus requerimientos. Esta relación de solidari- más amplio, porque existe esta segunda signi-
dad entre distintas demandas es lo que yo lla- ficación de carácter más universal. Ahora,
mo en mi terminología una “relación de equi- digamos, en otra localidad cercana allí los
valencia”. Y la condición previa para la consti- estudiantes comienzan a hacer una serie de
tución del pueblo como agente colectivo es que manifestaciones respecto a la disciplina en los
haya una equivalencia entre una pluralidad de establecimientos educativos. Esta segunda de-
demandas insatisfechas. Entonces tenemos manda, desde el punto de vista de la particula-
aquí una cierta dualidad entre dos tipos de ridad, es completamente distinta de la prime-
construcción de las demandas sociales: por un ra de los metalúrgicos; aunque las dos son vis-
lado uno puede tener demandas que son absor- tas como una acción anti-sistema, entre ambas
bidas individualmente dentro del sistema; y en empieza a formarse una equivalencia. Y en
ese caso el sistema político tiene una caracte- una tercera localidad, por ejemplo, los políticos
rística mucho más institucional. O por el con- pueden iniciar una campaña por la libertad de
trario, podemos encontrar demandas que cons- prensa, y así se van añadiendo una serie de
tituyan a “los de abajo” como opuestos al po- eslabones que van constituyendo al pueblo
der; y en ese caso hay una dicotomía del espa- como actor colectivo. Y aquí es donde empieza
cio social; y cuando eso empieza a ocurrir es el problema al cual me refería antes: cómo se
cuando tenemos las condiciones previas nece- va a constituir ese actor colectivo alrededor de
sarias para armar el populismo. El populismo un símbolo central, cuáles son los medios de
es la constitución colectiva de los agentes so- representación de estos símbolos más univer-
bre la base de una división del espacio social sales, más centrales. Los únicos medios de
entre el poder y “los de abajo”. Sin eso simple- representación son las demandas particulares.
mente no hay populismo. Este es el primer te- Entonces, una demanda particular, en cierto
ma. momento, sin dejar de ser totalmente particu-
El segundo tema es que, una vez que todas lar, asume la representación de la totalidad de
esas demandas son adicionadas en una cadena la cadena, es decir, asume una representación
de equivalencias, se necesitan símbolos globa- más amplia. Por ejemplo, los símbolos del
les, en cierto momento, que expresen a la Movimiento Solidaridad en Polonia al princi-
cadena como un todo, porque de lo contrario pio eran los símbolos de un grupo particular de
habría una difusión muy vaga de temas popu- obreros en los astilleros Lenin de Gdansk; pero
lares, pero no habría la constitución del pueblo por el hecho de que esas demandas tenían
alrededor de ciertos símbolos y temas centra- lugar en un contexto histórico en que muchas
les. Y este es el segundo aspecto al que quisie- otras demandas sociales también fueron frus-
ra referirme, porque sin la constitución de una tradas, esas demandas particulares asumieron
unidad simbólica de la cadena de equivalen- la representación de la totalidad de la serie. Y
cias no hay populismo. Voy a darles un par de acá hay dos categorías que yo quisiera introdu-
ejemplos: supongamos que tenemos un régi- cir en el análisis: en primer lugar, estos símbo-
172 men altamente represivo y que en cierto los que asumen esa función de “representación
momento en una localidad particular —diga- universal”, significan una cierta particulari-
mos los obreros metalúrgicos, para dar un dad, asumen la representación de una univer-
ejemplo cualquiera— comienzan una huelga salidad que es inconmensurable consigo
por un aumento de salarios. Esa es una misma, que es mucho más amplia. Ahora, este
demanda particular, aumento de salarios, pero tipo de relación por la que lo particular asume
por el hecho de que tiene lugar en el contexto la representación de lo universal es lo que yo
de un régimen altamente represivo inmediata- llamo una “relación hegemónica”. Ahí tienen
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otra palabra de la que los políticos se defienden lítica en una sociedad sin que haya construc-
constantemente, pero sin razón, a mi ver; es ción del pueblo, es decir, actores colectivos que
otra palabra que hay que asumir como parte entren en relaciones de confrontación los unos
del propio vocabulario político. Es decir que con los otros. Lo que se opone al pueblo, al
siempre una relación que asume esta univer- populismo, a la política es de otro lado la pura
salidad va a ser una relación hegemónica. administración, la idea de que la gestión de la
Ustedes pueden ver esto en la significación de cosa pública es simplemente una cuestión de
la palabra “pueblo”: en latín “pueblo” en un expertos. Y entonces allí sí todo tipo de proble-
sentido es populus, que es la totalidad de la ma aparece reducido a su particularidad
comunidad; en otro sentido el pueblo es plebs, concreta; no hay construcción del pueblo como
es decir, “los de abajo”. Ahora, “los de abajo” agente colectivo.
presentan sus reclamos como encarnando la En el siglo XIX, por ejemplo, Saint Simon
totalidad de una nación que es frustrada. Por decía que había que pasar del gobierno de los
eso entre los dos significados del término hay hombres –es decir, de los conflictos sociales– a
constantemente un juego dialéctico complejo. O la administración de las cosas, y daba una de
sea, la segunda condición es que los significantes las primeras fórmulas tecnocráticas; y no es
en los cuales se va a encarnar esta imagen del casual que esta fórmula de Saint Simon haya
pueblo van a ser “significantes hegemónicos”. sido adoptada por Marx cuando quería referir-
Y hay una tercera condición del populismo, se a la situación que existiría una sociedad sin
y es que estos significantes van a tender a ser clases, es decir, una sociedad en la cual lo polí-
significantes vacíos. ¿Qué significa esto? Si yo tico hubiera desaparecido. Por el contrario, si
tengo un cierto término que comienza a rom- hay política, siempre vamos a tener un ele-
per su ligazón con la demanda original de la mento de conflicto, de antagonismo, y esto va a
cual brotó y empieza a representar la totalidad significar la construcción de los actores colecti-
de una serie de equivalencias, obviamente vos en el sentido que me refiero. Las oligar-
tiene que irse desprendiendo de significados quías latinoamericanas (positivistas del siglo
particulares para representar esa totalidad; es XIX) tenían un discurso esencialmente admi-
decir que la tan mentada imprecisión y vague- nistrativista y antipolítico; la fórmula del
dad de los términos populistas es la expresión general Roca era “Paz y administración”, y
de su eficacia política. Un término no puede todavía ustedes pueden encontrar en la bande-
significar la totalidad de esta serie de equiva- ra brasileña “Orden y progreso”, que era el
lencias sin romper sus lazos particulares con lema de los positivistas latinoamericanos. Con
las demandas a partir de las cuales originaria- esto, entonces, llegamos a una primera aproxi-
mente surgió. O sea que ahí, entonces, tenemos mación de lo que una relación populista impli-
todos los elementos estructurales para enten- ca: implica esta división del espacio social y
der lo que es el populismo. Es, en primer lugar, estas tres características que acabo de definir.
el surgimiento de una cadena de equivalencias El problema es que un régimen –como vamos a
que divide a la sociedad con una dicotomía en- discutir en un momento dado– no puede ser
tre “los de arriba” y “los de abajo”; en segundo exclusivamente administrativo. Un régimen
lugar es la presencia de ciertos símbolos o sig- totalmente administrativo sería una sociedad
nificantes hegemónicos por los cuales una par- completamente anquilosada, en realidad,
ticularidad asume la representación de la tota- “esclerosada”, donde la posibilidad de la políti-
lidad –y ese es, por ejemplo, el significante ca habría sido eliminada. Pero un régimen
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“trabajadores” en el caso del peronismo–; y en totalmente populista basado en la moviliza-
tercer lugar, estos significantes tienden a ser ción sin ningún tipo de exigencia institucional
significantes vacíos porque la totalidad a la tampoco puede crear el marco estable en una
que se refieren no puede adicionarse a ningún sociedad; o sea que de alguna manera todo
significado preciso. Esto es lo que yo llamaría régimen político viable tiene que introducir la
el populismo, y yo creo que el populismo en un variable populista y también la variable insti-
sentido es la esencia de lo político. No hay po- tucional; y dependiendo de cómo se combinen

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estos dos factores vamos a tener contextos que ocurrió, el proceso de lo que se llamó
políticos de carácter distinto. Hoy día, por después “la nacionalización de las clases
ejemplo, en América Latina claramente tene- medias”. ¿Y cuáles eran los ejes alrededor de
mos regímenes que se han ido demasiado los que los significantes vacíos, hegemónicos,
hacia el lado institucional y que por consi- del peronismo se iban a estructurar? Fue la de-
guiente las demandas democráticas de las manda del retorno de Perón a la Argentina,
masas no las pueden representar bien –sería que ocupó un lugar creciente en el imaginario
el caso de los regímenes uruguayo o chileno–. político de las masas durante los años 60.
Por otro lado, hay regímenes que se basan mu- Perón estaba en una condición ideal para ser
cho más a fondo en una política de movilizacio- un “significante vacío”, en primer lugar, porque
nes –esto es lo que ocurre con Evo Morales y en él estaba exiliado en el exterior. Los gobiernos
mayor medida con Hugo Chávez–. Entonces, que lo acogían le ponían como condición que no
quiero darles dos ejemplos: primero el de una hiciera declaraciones políticas, y, como ustedes
política en la cual predomina el elemento ins- saben, en la Argentina las declaraciones de Pe-
titucional y, segundo, el de una política en que rón no podían circular públicamente; el gobier-
pasa a ser central el elemento de equivalencias no del 55 había transformado en un crimen
populista; voy a referirme a este segundo pronunciar la palabra “Perón”, y entonces los
aspecto –al populismo como política dicotómi- periódicos tenían que usar toda clase de sub-
ca– con el ejemplo del peronismo argentino en terfugios cuando tenían que hablar de él: le de-
los años 60 y voy a referirme al caso de una cían “El Tirano”, “El Cobarde”, “El Fugitivo”,
política institucional diferencial con un ejem- cosas de ese estilo. En esa situación, entonces,
plo de un área geográfica y temporal completa- los mensajes de Perón circularon en cassettes,
mente distinta, que es el caso del cartismo en cartas que enviaba a través de amigos, etc.,
inglés en el siglo XIX. que de alguna manera comenzaron a alimen-
Como ustedes saben, en 1955 hubo un golpe tar a todo el mundo de la resistencia peronista
oligárquico por el cual el régimen popular que se organizaba en esos años. Y precisamen-
peronista fue abatido. Esta oligarquía restau- te, lo que al principio era una desventaja, el ca-
rada y la nueva recomposición de fuerzas que rácter ambiguo de estos mensajes, pasó a
se dió a partir de 1955 tenía vagamente pensa- transformarse en una ventaja porque su mis-
do el siguiente proyecto: que la economía del ma ambigüedad los transformó en significan-
país se reestructurara sobre la base de las in- tes vacíos que reagregaban significados de
versiones extranjeras, que eso permitiría grupos completamente distintos. Recuerdo que
absorber diferencialmente, en el sentido que en el epistolario de John William Cook hay un
propongo, las demandas individuales, que las pasaje en el cual le escribe a Perón diciéndole:
equivalencias peronistas se romperían y que, “General, hay demasiadas directivas, y todas
como consecuencia, los símbolos del peronismo las directivas van en sentido contrario; o sea
irían a pasar simplemente al horizonte de lo que no sabemos exactamente cómo operar”; y
social y desaparecerían en última instancia. Perón le escribió “Pero, mire, usted tiene que
La apuesta era clara: o bien este proyecto de tener en cuenta que yo ahora soy como el Pa-
país tenía éxito, y en ese caso hubiéramos pa, y que el Papa tiene que ser infalible; de mo-
pasado a un régimen puramente institucional; do que si yo me comprometo totalmente con
o bien iban a fracasar, y en ese caso lo contra- una sola política y esa política fracasa, mi infa-
174 rio que se iba a producir sería una acumula- libilidad va a ser puesta en cuestión”. Enton-
ción, como dijimos antes, de demandas sociales ces empezó a desarrollar la teoría de las dos
frustradas, una incapacidad creciente del manos, esto es, que él tenía una mano izquier-
sistema institucional para absorberlas, la for- da, una mano derecha, y enviaba mensajes que
mación de cadenas de equivalencias, y los eran profundamente ambiguos; pero esa ambi-
símbolos centrales del peronismo tendrían una güedad iba creando la centralidad de Perón co-
centralidad cada vez mayor. Como ustedes mo figura política. Y a comienzos de los 70, lle-
saben, en los años 60 eso es exactamente lo gamos a una situación en la cual el significan-
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te “Perón” y el significante “justicia” pasaron a pero con la salvedad de decir “vea que esto se
ser prácticamente sinónimos. Yo siempre re- lo da la buena reina Victoria; esto no tiene
cuerdo haber leído en esos años en una de es- nada que ver con el republicanismo”. Enton-
tas revistas, Primera Plana o Confirmado ces, el ideal era un puro sistema de diferencias
–una de estas–, el caso de una muchacha que en las cuales las equivalencias populares se
había ido a un hospital para pedir que se le rompieran y entonces hubiera una sociedad
practicara un aborto y le había sido negado; prácticamente sin fisuras internas. Y esta fue
entonces, salió del hospital, tiró una piedra con la ideología que más tarde, fue más allá del
la que rompió los vidrios del hospital y gritó partido conservador y pasó al partido laboris-
“¡Viva Perón!”. O sea que finalmente todo tipo ta, y que está en la base de la experiencia del
de demanda social se vehiculizaba a través de estado de bienestar en la forma en que fue
este tipo de significación. El drama, por su- concebido en los años 30 y 40. Aquí, entonces,
puesto, fue que después, cuando volvió a la Ar- ustedes tienen el otro modelo de la política:
gentina, ya no era un significante vacío: era el una política que es exclusivamente institucio-
presidente de la República y tenía que tomar nal y evita el momento radical de la confronta-
medidas concretas. Pero la lógica salvaje de los ción. Esta política institucional podría también
significantes vacíos había avanzado en formas operar de otras maneras; por ejemplo, podría
tan heteróclitas las unas de las otras que era operar sobre una base clientelista. Y en el caso
incluso para Perón mismo imposible unificar de la Argentina –como en el caso de la mayor
su movimiento de una manera coherente, y las parte de los sistemas latinoamericanos ante-
cosas terminaron como ustedes saben. riores a la crisis del 30– este modelo clientelis-
Ahora les voy a dar el otro ejemplo, que es ta era diferencial. ¿Cómo operaba un sistema
un caso extremo opuesto, que es el caso de una político acá en la Argentina? Tenía tres nive-
lógica de la pura diferencia. A mediados del les: el nivel más bajo era el de los punteros; en-
siglo XIX en Inglaterra, había un sistema polí- tonces, si usted le había dado una puñalada a
tico profundamente dividido: por un lado esta- alguien en un baile y estaba en la comisaría, el
ba lo que era el poder, lo que se llamaba old puntero era amigo del comisario y lo sacaba;
corruption, vieja corrupción; por el otro lado es- en una época en que el estado asistencial era
taba el pueblo, que en la época cartista había mínimo y se necesitaba una cama de hospital,
logrado cierta cristalización en su objetivo el puntero conseguía la cama de hospital; si su
importante, que era una pluralidad de deman- hija se había recibido de maestra y necesitaba
das ligadas de manera equivalente: demandas un cargo, el puntero tenía contactos en la mu-
sociales por alojamientos, salarios, etc. distin- nicipalidad y le conseguía un cargo, y a cambio
tos tipos de estas demandas. Había también de eso la gente daba el voto. Entonces, los pun-
demandas políticas que iban desde la libertad teros controlaban tres o cuatro manzanas en
de prensa hasta el republicanismo; había de- una localidad. Por encima de los punteros esta-
mandas económicas, etcétera. En ese momento ban los caudillos, que controlaban una cierta
fue cuando comenzó la experiencia política de área y después estaban los que se llamaban los
Disraeli, el líder del partido conservador en In- doctores, que eran los que eran diputados o se-
glaterra y también novelista, quien acuñó la nadores que tenían que negociar con los caudi-
expresión one nation. Disraeli decía algo así: llos para ser elegidos. Los caudillos jamás se
“Inglaterra está dividida en dos naciones irre- presentaban a elecciones. Incluso, por ejemplo,
conciliables, y si seguimos así todos vamos a un caudillo histórico como Giménez una sola
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acabar como Luis XVI”. Entonces, el objetivo vez se presentó a una elección de diputados y
era lograr one nation. ¿Cómo hacerlo? Simple- lo que decía era “Adelante los señores y monse-
mente rompiendo la equivalencia entre las ñores”. Bueno, este sistema funcionaba relati-
distintas demandas que en el período cartista vamente bien hasta 1930. Debajo de la pirámi-
se habían conjugado. Por ejemplo, frente a la de social estaban las demandas que se presen-
demanda de vivienda, la solución fue vehiculi- taban al sistema, y estas demandas que se pre-
zarla a través de una institución del Estado sentaban al sistema iban siendo vehiculizadas;

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cada año cuando se cerraban las sesiones del cierta medida, a apelar a los símbolos de los
Congreso había una racha de pedidos –de dar migrantes internos porque eran las únicas ma-
un subsidio al club de fútbol de tal lugar y tal terias primas ideológicas que en esa sociedad
otro lugar– y, bueno, eran todas estas deman- expresaban un status quo radical. Había otros
das que estaban operando de esta manera. que procedían de élites marginales, como FOR-
Después de la crisis del '30, sin embargo, el sis- JA. Yo me acuerdo que Arturo Jauretche me
tema empezó a restringirse, es decir hasbía contaba que él estaba completamente asom-
menos “torta” para repartir y el resultado fue brado, en el 45, cuando veía las manifestacio-
que muchas demandas que eran puestas en la nes peronistas incipientes que usaban toda la
base no podían ser absorbidas sistémicamente. terminología –“vendepatria”, etcétera– que ha-
Entonces, ahí ustedes tienen ya una situación bía sido concebida por las élites forjistas en los
pre-populista, es decir, lo que hemos llamado la años anteriores. Es decir que hay un proceso
acumulación de demandas insatisfechas entre de largo aliento de expansión de las equivalen-
las cuales las equivalencias empiezan a produ- cias, un proceso de centralización simbólica. Y
cirse y también una incapacidad institucional aquí yo lo que quisiera agregar es algo impor-
de absorberlas, hasta que en cierto momento tante, y es lo siguiente: hemos dicho que estos
alguien, totalmente por afuera del sistema po- símbolos, estos significantes vacíos, estos sig-
lítico tradicional, empieza a interpelar a estas nificantes hegemónicos tienden a perder ca-
masas y las lanza a un proyecto político de ti- racterísticas definitorias a medida que la serie
po nuevo. Y es interesante ver en este proceso es cada vez más larga. Usando una distinción
la circulación simbólica a través de la cual es- que se hace en lógica, podríamos decir que ex-
te proceso operaba. tensivamente éstos significantes son cada vez
Como ustedes saben, en los años 30, con el más ricos porque absorben cada vez más de-
deterioro en términos del intercambio, hubo una mandas; pero intencionalmente, es decir, res-
crisis general de la economía agraria; entonces, pecto a su contenido interno, son cada vez más
muchos sectores del interior del país comenza- pobres porque si tienen que representar toda
ron a trasladarse a las grandes ciudades indus- la serie tienen que perder rasgos específicos de
triales emergentes donde había una industria un elemento o de otro; y entonces empiezan a
sustitutiva de importaciones –Rosario, Córdoba, hacer nombres cuyo contenido conceptual es
Buenos Aires– y se transformaron en obreros cada vez más pobre, y la lógica del proceso con-
industriales. Ahora, esta gente que comenzó a duce a una situación en la cual finalmente es-
vivir en las “villas miserias”, alrededor de los te puro nombre es el nombre de una persona.
centros urbanos, tenía todo tipo de problemas: Es decir, en todo populismo existe también la
problemas de habitación, problemas de violen- tendencia a constituir la centralidad del nom-
cia policial, problemas de adaptación a la nue- bre de un líder, mientras que en una política
va disciplina de la fábrica, salud, etcétera. institucional hay una inmanentización de las
Entonces, una reacción de estos sectores fue relaciones políticas que impide esta unión
reforzar los símbolos culturales que provenían trascendente alrededor del nombre individua-
de sus zonas originarias agrarias y transfor- lizado. O sea que esta dimensión del líder me
marlos en un nuevo universo simbólico. Ahora, parece que es decisiva. En este caso hay que
hay generaciones de investigadores funciona- recurrir a Freud en Psicología de las Masas y
listas tontos que han dicho que estos son reza- Análisis del Yo. El argumento de Freud es el si-
176 gos culturales. En realidad, no eran rezagos guiente: que todo depende del grado de separa-
culturales porque a través del desarrollo y la ción entre el yo y el yo ideal. El yo es la rela-
reafirmación de estos símbolos ellos iban ción que se da entre lo que se llama “los her-
creando una nueva cultura de la resistencia, y manos”: las personas están en una relación de
esa nueva cultura de la resistencia iba a tener identificación los unos con los otros, y aquello
efectos de una enorme importancia más tarde. con lo que se identifican es la figura del líder
Cuando la protesta de la clase media que es el yo ideal. Ahora, Freud dice: “Todo de-
comienza a principios de los años 40 va, en una pende del grado de separación entre el yo y el
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Conferencia: “Demandas sociales e identidades políticas”

yo ideal”. Si tenemos una sociedad –esto ya no res. Es decir que con esto yo creo que he defini-
lo dice Freud, lo digo yo– muy estructurada en do una serie de primeras dimensiones que se
la que la distancia entre el yo y el yo ideal no vinculan a la noción de populismo, hegemonía
ha avanzado demasiado, en este caso el yo y significantes vacíos.
ideal –esto sí lo dice Freud– va a ser simple- Ahora, hay dos especificaciones que quisie-
mente aquel que representa, el líder que repre- ra hacer –y esto va a ser la parte final de mi
senta, de una manera particularmente acen- presentación– y es la siguiente: hasta ahora,
tuada, rasgos que pertenecen al común de los en todo lo que he escrito, he supuesto que la
hombres. Si por el contrario, hay una desinte- frontera que separa al poder de “los de abajo”,
gración social por la que la distancia entre el y que es la base de la constitución de las equi-
yo y el yo ideal se acrecienta, en ese caso el rol valencias y de los significantes vacíos, que esa
del líder en la constitución de las identidades frontera es estable; pero esto es un supuesto
colectivas va a ser mayor. Esto, por ejemplo, se claramente irrealista porque presupondría
puede tener en cuenta en la diferencia entre el que los que están del otro lado de la frontera,
populismo boliviano actual y el populismo ve- del “lado del poder”, son completamente estú-
nezolano. En el caso de Bolivia ustedes tienen pidos, y evidentemente no tienen nada de estú-
comunidades muy preconstituidas, comunida- pidos. O sea que la frontera también puede
des campesinas, comunidades indígenas, co- desplazarse, y eso obliga a modificar el esque-
munidades de varios tipos, a lo que se añade el ma al que nos estamos refiriendo. Por ejemplo,
regionalismo; es decir que el papel del líder en puede haber por el lado del poder el intento de
la constitución de una totalidad política signi- crear cadenas de equivalencias distintas que
ficativa tiene que pasar por una negociación absorban algunas de las demandas individua-
con identidades comunitarias que son suma- les que estaban originariamente en la cadena
mente fuertes; entonces, el papel de Evo Mora- popular. Esto es lo que, por ejemplo, ocurre con
les es mucho más, es una articulación de una el populismo norteamericano: a fines del siglo
vida comunitaria que lo precede... no puede ser XIX había un movimiento populista fuerte que
simplemente un líder carismático constitutivo. tenía una orientación globalmente de izquier-
En el caso de Venezuela hay menos comunida- da, la ideología del pequeño productor frente a
des constituidas de esta manera; entonces la la gran riqueza, frente al sistema de los ferro-
sociedad es mucho más proteica y gelatinosa, carriles, de los bancos, etcétera; este tipo de
como diría Gramsci, y a consecuencia de esto ideología fracasó en las elecciones de 1895, pe-
se necesita que el rol del líder en la constitu- ro los temas siguieron flotando en la imagina-
ción de las identidades colectivas, desde el co- ción de las masas; y esos temas populistas,
mienzo, tenga una fuerza mucho mayor. En el siempre ligados a una ideología globalmente
populismo venezolano todo depende más de la de izquierda, fueron los que alimentaron la
centralidad del líder que lo que depende en ideología del new deal de los años '30. Pero a
Bolivia. Y si ustedes van al populismo clásico partir de los años '50 empieza a modificarse el
pueden encontrar casos similares. Perón, final- proceso porque se mantiene la interpelación al
mente, era un líder con un enorme poder por- pequeño hombre frente al poder, pero el poder
que era el líder de una masa popular homogé- ya no va a ser la gran riqueza monopólica sino
nea concentrada en tres grandes centros, Cór- que van a ser las élites liberales del este. En-
doba, Rosario y Buenos Aires, que constituían tonces se da la reversión, sin modificar dema-
el centro del país y lo que ocurría ahí se refle- siado el guión, de un populismo de izquierda a
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jaba casi automáticamente en el resto del país. un populismo de derecha. Esto es lo que ocurre
En el caso de Vargas no; Vargas tenía un país en primer término con las campañas de Mc
desde el comienzo con un extremo regionalis- Carthy en los años '50, es lo que va a ocurrir
mo, y este extremo regionalismo hacía muy di- después en las campañas de George Wallace,
fícil la constitución de un Estado nacional uni- racistas, en los años '60, y después van a
ficado, o sea que él a lo largo de toda su carre- entrar en el discurso de la gran política y van
ra tuvo que ser el articulador de fuerzas dispa- a estar en la base de las campañas electorales

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de Nixon y de Reagan y van a ser una de las todos los sectores estaban en contra de cual-
matrices importantes de George W. Bush. quier incorporación; se decía que los asiáticos
Entonces, este tipo de situación nos obliga a in- aceptaban bajo nivel de salarios y de esa ma-
troducir en el análisis una segunda dimensión: nera deprimían el nivel de salario de los ame-
ciertas demandas van a estar sometidas a la ricanos. Y había otro tipo de conflicto, tam-
presión estructural de lógicas articulatorias de bién, entre los sectores obreros y entre los sec-
equivalencias hegemónicas de tipo distinto. Y tores agrarios, que, bueno, no les puedo contar
cuando estos elementos están sometidos a esta toda la historia ahora. El resultado es que se
competencia hegemónica ya tenemos que ha- llega a la gran confrontación con la que se va
blar no de significantes vacíos sino de signifi- a decidir el futuro de los Estados Unidos en
cantes flotantes. ¿Flotantes por qué? Porque su los 50 años siguientes, que fueron las eleccio-
significación es todo el tiempo el campo de una nes de 1897. Y ahí se confrontan el líder del
competencia. De todos modos, en la práctica no partido demócrata, William Bryan, en alianza
es tan importante la distinción pero teórica- con el Partido Populista, con la América corpo-
mente sí es importante. Aunque en la práctica rativa, que eran los republicanos, ayer como
nunca vamos a tener una frontera tan estable hoy, que estaban representados por William
de modo que tengamos sólo significantes va- McKinley. Pero, por el hecho mismo que la ca-
cíos y no significantes flotantes, ni tampoco va- dena de equivalencias era muy débil, el siste-
mos a tener una sociedad tan loca en la cual no ma de alianzas realmente no funcionó, y el
haya ningún tipo de fijación, por lo que todo es- resultado fue que los republicanos ganaron las
taría en estado de flotamiento, en un análisis elecciones. Si ustedes piensan en varias situa-
político, sí es importante tener en cuenta estas ciones latinoamericanas –la situación bolivia-
dos dimensiones. na, por ejemplo, hoy– ustedes ven lo difícil que
Y el último punto al que me quiero referir es a veces recomponer fuerzas de distinto tipo.
es: ¿qué es lo que ocurre si ciertas demandas Y este problema, que no es simplemente un
no pueden ser incorporadas a la cadena de problema de alianzas, porque no es que cada
equivalencias no porque no estén en oposición uno vaya a ir con sus propios objetivos, sino
al mismo sistema del poder, sino porque que muchas veces hay sectores marginales
chocan con los intereses particulares que son que no tienen objetivos perfectamente delimi-
parte de la cadena? Es decir, que puede haber tados, pero que pueden ser interpelados por
otro tipo de exclusión por la cual la cadena de discursos completamente diferentes. Eso, por
equivalencias no logre consolidarse y deje un ejemplo, se ve en Europa hoy mismo: ustedes
resabio afuera que no puede ser incorporado a encuentran que había un voto protesta en
la esfera pública. Volviendo al ejemplo nortea- Francia, tradicionalmente era un voto que iba
mericano, para simplificar las cosas: en la últi- al partido comunista; se disuelve todo ese
ma década del siglo XIX el movimiento popu- mundo social alrededor del cual ese voto
lista trataba de organizar a todos los peque- protesta se estructuraba, se crea una unidad,
ños productores frente a la gran riqueza; el partido comunista es incorporado dentro de
entonces, allí el problema era que había resis- una coalición gubernamental; al mismo tiem-
tencias; por ejemplo, los farmers (chacareros) po hay una tercerización de la economía por la
blancos y los farmers negros tenían los mis- que los cinturones rojos desaparecen; y el
mo intereses en su oposición a los bancos y a resultado es que no hay voto protesta, y enton-
178 las compañías ferroviarias; pero a los far- ces una buena parte del electorado comunista
mers blancos les costaba enormemente esta- empieza a votar por Le Pen. Hay varios estu-
blecer una alianza con los farmers negros; dios que muestran que entre un radicalismo
entonces, el discurso de ellos era un discurso de izquierda y un radicalismo de derecha,
muy dubitativo y los farmers negros muchas eligieron simplemente un radicalismo, sin
veces no se sentían interpelados por ese tipo importarles tanto que fuera de izquierda o de
de discurso. Y ni qué decir si hablamos de los derecha. Bueno, con esto les he querido
inmigrantes del sudeste asiático, porque allí describir ciertas dimensiones alrededor de
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Conferencia: “Demandas sociales e identidades políticas”

estos fenómenos de lo que llamamos populis- Laclau, Ernesto, Misticismo, retórica y política. Bue-
mo y espero haberles transmitido el mensaje nos Aires, FCE de Argentina, 2002.
de que la política es algo realmente complica- Laclau, Ernesto; Butler, Judith y Slavoj, Contingen-
cia, hegemonía, universalidad. Diálogos contem-
do. Gracias.
poráneos en la izquierda. Buenos Aires, FCE de
Argentina, 2003.
I Bibliografía Laclau, Ernesto, “Populism: What is in the name?”
en F. Panizza (comp.), Populism and the Shadow
Laclau, Ernesto, “Hacia una teoría del populismo”, of Democracy. Londres: Verso, 2004.
en Política e ideología en la teoría marxista. Capi- Laclau, Ernesto, La razón populista. Buenos Aires,
talismo, fascismo, populismo. Madrid, Siglo FCE de Argentina, 2005.
Veintiuno, 1978.
Laclau, Ernesto, Debates y combates. Por un nuevo
Laclau, Ernesto y Mouffe, Chantal, Hegemonía y horizonte de la política. Buenos Aires, FCE de
estrategia socialista. Hacia una radicalización de Argentina, 2008.
la democracia. Madrid, Siglo XXI, 1987.
Laclau, Ernesto, Nuevas reflexiones sobre la revolución
en nuestro tiempo. Buenos Aires, Nueva Visión, 1993.
Laclau, Ernesto, Emancipación y diferencia. Buenos
Aires, Ariel, 1996.

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REVISTA DE TRABAJO • AÑO 4 • NÚMERO 5 • ENERO - JULIO 2008

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