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Pregunta a JUANCALOCA.

C: Hemos visto que a largo de estas décadas la estética con contenido referentes a la patria, a lo
simbólico, al priismo se han ido desarrollando de cierta manera, hasta llegar a un punto en donde el
arte contemporáneo lo ha cooptado de cierta forma, como una estética muy persuasiva a ciertos
sistemas del arte. Sin embargo también está este otro lado, el campo simbólico de la crítica en donde
la producción del artista es siempre enriquecedora; también por otro lado tenemos esta especie de
incidencia, incidencia que el arte ha tomado también, como lo hemos visto recientemente en lo de Arte
Útil (Tania Bruguera) por ejemplo, que ha tratado de llevar las prácticas artísticas a un campo tangible
dentro de lo social. Entonces la pregunta es, ¿Cuál es tu postura como artista frente a estos
advenimientos que están dentro del arte.? y yo sé, por ejemplo que tu has tenido sentimientos
encontrados en cuanto esta impulsión del hacer, esta impotencia que te llevó tal vez a irrumpir en el
Museo del Eco, por ejemplo. Entonces, ¿Tu práctica la llevas a una incidencia desde tu postura, o
crees que estás más dentro de este campo simbólico y crítico.? ¿Realmente encuentras una diferencia
o para ti no la hay.?
J: Son muchas al mismo tiempo.
C: sí .
J: Yo me considero agitador cultural, es decir creo que mi práctica no solamente termina en una
exposición o en la creación de productos comerciables, objetos. Creo que la incidencia que podemos
tener como artistas, específicamente como ciudadanos es mucho más amplia y agitador en el sentido
en el que también me interesa lo social, no en el sentido mesiánico, no como un político, no me
interesa la política y ejercer política. Trabajar de una institución o para una institución, si no me
interesa afectar y remover los elementos sociales que son mi contexto. Las personas con las que me
relaciono, el propio ecosistema en donde inserto algunas de mis prácticas, pero en gran medida
también en la cultura. Tomo de la cultura y me interesa regresarlo a la cultura, es decir también he
hecho investigaciones, te conocí haciendo un libro de entrevistas de artistas de mi generación, me
interesó en no solamente conocer qué estaba pasando en ese momento, si no conocer a los actores
de primera mano. Generar vínculos, trazar redes, generar posibles colaboraciones entre esas
personas. Por otro lado yo entiendo que la política es una cosa, es un ejercer ciertos programas,
dentro de ciertas instituciones, que también se puede ejercer dentro de la vida cotidiana y otro lado
entiendo la práctica artística con temáticas políticas. Yo se que con mi obra no estoy haciendo política
en lo absoluto con estas esculturas, con un video juego en fin. Esas están dentro del campo simbólico
que es donde puedo afectar con estas proposiciones. Política hice cuando trabajé por ejemplo en un
colectivo, tal vez tampoco teníamos esta intención de ser mesiánicos y salvar ni siquiera nuestra
comunidad si no a nosotros mismos y entender cómo se puede ejercer la política en lo afecto y lo
personal. Ir dos veces por semana a sentarte en una asamblea, escuchar al otro, cambiar tus ideas
porque el otro dijo, son contrarias a las tuyas, discutir, eso me parece que fue mi ejercer político en
ese entonces, hoy en día yo trabajo con temáticas políticas, ni siquiera hago activismo, bueno en
change.org ahí le picas. Ni si quiera lo hago tampoco, sí, creo que eso. La parte de agitador cultural
también si viene mucho de este evento penoso del Eco, yo creo que fue importante en el sentido que
me hizo ver a mí que es posible accionar y que somos capaces de transgredir realmente y si parte de
un enojo legítimo, pero también honestamente sé que estuvo muy mal ejecutado, y que tampoco llegó
a nada y se quedó en el TVNOTAS del arte de ese mes.

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