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Lima-Perú
2019
CASO CLÍNICO
FISIOPATOLOGÍA ENDOCRINA
Glándulas endocrinas
Las glándulas endocrinas se diferencian de las glándulas de secreción externa porque no tienen
conducto excretor. Vierten su producto de secreción, las hormonas, directamente en el medio
interno y son distribuidas por intermedio de los vasos sanguíneos o linfáticos que se encuentran
en ellas. Son órganos muy vascularizados. Las glándulas endocrinas se encuentran en diversas
regiones del cuerpo. En la cavidad craneal se hallan la hipófisis [glándula pituitaria] y la
glándula pineal. En el compartimiento visceral del cuello se localiza la glándula tiroides y las
glándulas paratiroides. En el abdomen, los islotes pancreáticos [de Langerhans] están formados
por el epitelio endocrino que se ubica dentro del páncreas, entre los acinos de la porción
exocrina de este órgano. En la región lumbar, en el retroperitoneo, se ubican las glándulas
suprarrenales, una derecha y otra izquierda, cada una en relación con la región superior del
riñón correspondiente. Cada glándula suprarrenal está formada por dos porciones diferentes, la
corteza suprarrenal, ubicada en la periferia y la médula suprarrenal, envuelta por la anterior.
El testículo es un órgano del sistema genital masculino que tiene células endocrinas
intersticiales [de Leydig] que producen la hormona andrógena (testosterona). El ovario es un
órgano del sistema genital femenino que tiene células endocrinas dispersas que producen las
hormonas sexuales femeninas.2
Cavidades corporales
Las cavidades corporales son espacios amplios ubicados dentro del cuerpo que contienen,
protegen, separan y sostienen los órganos internos. Ejemplos de estas cavidades son la cavidad
craneal, la cavidad torácica y la cavidad abdominopélvica. Esta última se subdivide en cavidad
abdominal y cavidad pélvica.2
Fig.1: Principales
2
glándulas endocrinas propiamente dichas.
Fig.2. Sistema endocrino integrado con los demás sistemas. 2
HIPÓFISIS: También conocida como glándula pituitaria, está fijada a la parte inferior del
cerebro por medio el tallo hipofisiario, se ubica en la silla turca, una cavidad en el hueso
esfenoides, mide en promedio 12 x 8 mm y pesa unos 0,5 g.4
Fig. 6: Partes del hipotalamo e hipofisis.4
Una hormona es una sustancia química que puede ser un péptido, un esteroide o una amina.
Las hormonas se secretan a la circulación en pequeñas cantidades y se liberan a los tejidos
diana, donde producen respuestas fisiológicas. Las hormonas son sintetizadas y secretadas por
las células endocrinas, que generalmente se encuentran en las glándulas endocrinas.
Las glándulas endocrinas clásicas son el hipotálamo, los lóbulos anterior y posterior de la
hipófisis, la tiroides, la paratiroides, la corteza suprarrenal, la médula suprarrenal, las gónadas,
la placenta y el páncreas. El riñón también se considera una glándula endocrina y además hay
células endocrinas por todo el tracto gastrointestinal.5
La adenohipófisis también es conocida con frecuencia como “glándula matriz ” pues es, junto
con el hipotálamo, la que organiza la compleja función reguladora de muchas otras glándulas
endocrinas. La adenohipófisis produce seis hormonas importantes: 1) prolactina (PRL,
prolactin), 2) hormona del crecimiento (GH, growth hormone), 3) hormona
adrenocorticotrópica (ACTH, adrenocorticotropic hormone), 4) hormona luteinizante (LH,
luteinizing hormone), 5) hormona folículo-estimulante (FSH, follicle-stimulating hormone) y
6) hormona estimulante de la tiroides (TSH, thyroid-stimulating hormone). La secreción de las
hormonas hipofisarias es pulsátil y refleja el estímulo ejercido por un conjunto de factores
liberadores hipotalámicos específicos. Cada una de estas hormonas hipofisarias provoca
respuestas específicas en otros tejidos glandulares periféricos. A su vez, las hormonas
secretadas por estas glándulas periféricas regulan la función de la hipófisis por
retroalimentación a nivel del hipotálamo y de la misma hipófisis.5
Tabla 1b. Resumen de las glándulas endocrinas y acciones de las hormonas (Continuación). 5
Fig 8. Fisiología del páncreas en el control de los niveles de glucemia. 5
Signos de infección
La observación de infección en una úlcera en pie diabético es difícil, ya que los signos
“clásicos” de infección (rubor, calor, tumor y dolor) se encuentran atenuados en la mayoría de
las ocasiones, por lo que la práctica habitual será observar la existencia de celulitis en la zona,
olor desagradable y/o exudado purulento. También es preciso observar la crepitación de bordes.
Según el grado de infección el paciente puede presentar en su analítica: leucocitosis, anemia,
aumento de la velocidad de eritrosedimentación globular, alteraciones hidroelectrolítica y
descompensaciones metabólicas como la hiperglucemia. Además, son frecuentes la hipertermia
y la emesis. En caso de efectuar control radiológico se puede llegar a objetivar la existencia de
gas en fascias, proveniente del metabolismo anaerobio de agentes infecciosos y también puede
descartarse la existencia de osteomielitis.
Signos de isquemia
Los signos de isquemia que vamos a encontrar son: piel brillante, lecho necrótico, dolor
(incluso en reposo y sin presión sobre ella), eritema periférico y de localización habitual en
zonas acras (dedos) o maleolares.
Dolor neuropático
Se denomina neuropatía diabética a los signos y síntomas producidos por la afectación de los
nervios periféricos a consecuencia de la diabetes. La neuropatía diabética se clasifica en
diferentes síndromes según su distribución y la afectación neurológica.
No podemos olvidar que una de las complicaciones de la diabetes es que afecta al sistema
nervioso periférico en su totalidad (somático y autónomo), en el contexto de un cuadro
denominado neuropatía diabética. En este punto debemos diferenciar dolor nociceptivo y el
dolor neuropático. El dolor nociceptivo es aquel ocasionado por un estímulo externo
desagradable, que va a implicar una respuesta motora afectiva y vegetativa. El dolor
neuropático aparecerá como consecuencia directa de una lesión o enfermedad, que afecta al
sistema somatosensorial, provocando alteraciones fisiológicas, funcionales e histológicas en
las vías de conducción nerviosa. Además, se trata de un dolor crónico, que provoca alteración
del sueño, trastornos psicológicos, pérdida de la capacidad laboral, entre otros. El dolor
neuropático que se produce en paciente diabético se denomina “neuropatía diabética”. Se
estima que hasta el 50 % de los pacientes diabéticos la padecen.5
a) ¿Cuál es el diagnóstico?
Ulceración del pie diabético grado IV por neuropatía diabética.
Y finalmente la complejidad del diagnóstico de las úlceras e infecciones del pie son una una
fuente importante de morbilidad en pacientes con DM, entre las lesiones neuropatías que
tienden a sanar en un periodo de 20 semanas y las úlceras neuroisquemicas que toman más
tiempo (más a menudo terminan en amputación del miembro) en nuestro caso clínico esta
última presentó el paciente.10
c) Clasificación de Wagner.
Las úlceras del pie en personas con diabetes son uno de los precursores más comunes para una
posible amputación.
El sistema de clasificación de lesiones en pie diabético ideal debería estar diseñado para
cumplir las siguientes condiciones:
• Proporcionar una descripción exacta del estado de la lesión de las personas diabéticas,
disminuyendo en lo posible la variabilidad interobservadores.
• Ayudar a los clínicos en la elección del tratamiento adecuado según el estado de la lesión.
• Debería ser fácil de usar y con la capacidad de poder ser reproducido en los diferentes ámbitos
asistenciales.
• Ser lo más específico, aportando información relevante respecto a las lesiones de pie diabético
en comparación con otras heridas crónicas.
• Debe ser útil en el cálculo del pronóstico ante una posible amputación.
• Permitir una eficaz comunicación entre los diferentes profesionales implicados en el manejo
de estos pacientes mediante el uso de un mismo lenguaje.
• Proporcionar datos que aporten información fiable que pueda ser utilizada en el ámbito de la
organización y gestión de recursos así como en el ámbito de la investigación.
IV Gangrena limitada Necrosis de una parte del pie o de los dedos o planta.
Microangiopatía
El endotelio controla el tono vascular a través de la síntesis y liberación de prostaciclinas,
endotelinas, tromboxanos y óxido nítrico, que actúan como reguladores de dicho y previenen
la trombosis. Sin embargo, en la diabetes, se observa disfunción endotelial por acción de la
hiperglucemia, la hiperinsulinemia y la generación de radicales libres de oxígeno que conllevan
a problemas en la permeabilidad, como consecuencia de la pérdida progresiva de la estructura
nativa de algunos componentes del endotelio y las fibras de la matriz extracelular alterando el
tamaño del poro y la densidad de carga. También pueden producirse cambios estructurales
como el engrosamiento de la membrana basal y la disminución de la luz del capilar. Estos
cambios son más pronunciados en las extremidades inferiores en donde existe una mayor
presión hidrostática. El grado de engrosamiento de la membrana se correlaciona de forma
inversamente proporcional con el nivel de control de la glucemia. De hecho, la mayoría de las
investigaciones han concluido que primariamente el desarrollo del engrosamiento de la
membrana basal es producto del incremento de la presión hidrostática y de las fuerzas opuestas
en la microcirculación. Se cree que estas presiones evocan una respuesta inflamatoria en el
endotelio microvascular con la consiguiente liberación de proteínas de la matriz extravascular
desencadenando edema intersticial que aumenta la presión externa al microcapilar, condición
que se agrava por complicaciones adicionales en el diabético -como la hipoproteinemia
inducida por insuficiencia renal crónica- que aumenta el edema intersticial en miembros
inferiores .El engrosamiento de la membrana basal puede afectar a la circulación normal de
los nutrientes, oxígeno, e incluso antibióticos, además de activar una reacción leucocitaria entre
el lumen capilar y el intersticio. Por otro lado, la elasticidad de la pared del capilar está reducida
debido la disminución en la concentración de óxido nítrico producto de la disfunción endotelial,
lo que limita su capacidad para dilatar los vasos sanguíneos, desarrollándose así isquemia
funcional. La alteración de la microcirculación del pie es un factor importante relacionado con
la pobre cicatrización de las heridas crónicas y con la poca efectividad de la antibioticoterapia
sistémica observadas en curso de la evolución de las ulceraciones del pie diabético.15
Ulceración
En relación a la fisiopatología del pie diabético las causas de ulceración son: la neuropatía, ya
sea autonómica o sensitiva ya descritas; la neuropatía motora que puede producir deformidades
en los pies por la pérdida de inervación de la musculatura intrínseca del miembro inferior,
conduciendo a deformidades de éste a lo que se le agrega la utilización de zapatos inapropiados
que pueden acentuar las deformidades digitales, creando puntos de presión que lesionan los
tejidos produciendo irritación, hiperqueratosis, escoriaciones y ulceraciones. Las zonas que se
encuentran bajo la cabeza metatarsiana y el talón son las más vulnerables para la aparición de
ulceraciones plantares. En pacientes diabéticos estas áreas se han identificado como zonas de
alta presión focal y junto a la presencia de hallux valgus u otras deformidades del pie
contribuyen a la aparición de úlceras. La enfermedad vascular periférica por sí misma es
responsable sólo de un pequeño porcentaje de úlceras. Se ha calculado que aproximadamente
el 15% de todas las úlceras de pies son por razones puramente isquémicas. Sin embargo, la
isquemia se considera un factor importante agravante de la úlcera que a la larga también influirá
en su curación15
Infección
La infección es un importante factor de complicación en la ulceración. El aumento del riesgo
infección en el pie diabético está relacionado con el deterioro de la inmunidad, ya que la
hiperglucemia crónica altera tanto la respuesta inmune humoral como el celular a los patógenos
causantes de infección, pues los anticuerpos pueden estar glicosilados y por ende mostrar una
función alterada, así como la ya bien conocida quimiotaxis y fagocitosis deficiente observada
en este grupo de pacientes. A pesar de todo esto, en la actualidad es claro que el factor de mayor
relevancia en este proceso es la pérdida de la barrera protectora cutánea al establecerse el
fenómeno ulceroso isquémico o neuropático. Los microorganismos implicados en la infección
proceden de la flora cutánea e intestinal del propio paciente, y su etiología variará según el tipo
de infección y de otros factores como el tratamiento antibiótico previo, manipulación y
hospitalizaciones previas.15
e) Diagnóstico diferencial 16
● Artritis reumatoide
- Fiebre y deterioro de estado general.
- Artropatìa con deformidad severa.
- Ardor.
● Insuficiencia renal
- Diabetes.
- Valor de creatinina elevado (5.2 mg/dl)
● Gastroparesia
- Vómitos de alimentos no digeridos.
- Náuseas.
- Sensación de saciedad prematura al comer.
- Reflujo gástrico.
● Osteomielitis
- Signos de osteomielitis en el primer dedo del pie izquierdo evidenciado por
RMN.
● Anemia discreta
f) Tratamiento (medicamentos)
Los objetivos del tratamiento para el PIE DIABÉTICO son:
1) Eliminar los síntomas relacionados con la hiperglucemia.
2) Eliminar o reducir las complicaciones de microangiopatía o macroangiopatía a largo plazo.
3) Permitir al paciente un estilo de vida tan normal como sea posible.
Para lograr estos objetivos, el médico debe identificar una meta de control glucémico en cada
paciente, proporcionarle los recursos de educación y fármacos para lograr este nivel, y vigilar
y tratar las complicaciones relacionadas con el pie diabético.
Los síntomas del pie diabético suelen resolverse cuando la glucosa plasmática es <11.1 mmol/L
(200 mg/100 mL), y por tanto la mayor parte del tratamiento de la enfermedad se centra en
lograr el segundo y tercer objetivos. La atención del paciente con pie diabético requiere un
equipo interdisciplinario.
Para el éxito de este equipo es fundamental la participación del paciente, de sus aportaciones y
de su entusiasmo, todos ellos esenciales para un tratamiento óptimo de la diabetes. Los
miembros del equipo de salud incluyen el médico de atención primaria, el endocrinólogo o
diabetólogo, o ambos, un educador en diabetes certificado, un especialista en nutrición y un
psicólogo. Además, cuando surgen las complicaciones de pie diabético son fundamentales
subespecialistas con experiencia en las complicaciones de la enfermedad (como neurólogos,
nefrólogos, cirujanos vasculares, cardiólogos, oftalmólogos y podólogos).
CONCLUSIÓN
Por la clínica y el examen de exploración física, se concluye como diagnóstico final que el
paciente presenta una ulceración del pie diabético grado IV por neuropatía diabética. Con
diversos diagnósticos diferenciales debido a las complicaciones del paciente.
Parenterales
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ANEXOS:
DIABETES MELLITUS
Definición
• Trastorno metabólico caracterizado por
hiperglucemia crónica debida a falta de insulina.
Datos epidemiológicos
• Es muy común; afecta aproximadamente al 2%
de la población.
• La incidencia está creciendo.
Clasificación
Causas
• La diabetes tipo 1 se debe a destrucción autoinmunitaria de células β productoras de
insulina por linfocitos T CD4+ y CD8+. Los anticuerpos contra células β e insulina también
pueden ser importantes.
• La diabetes tipo 2 se relaciona fuertemente con obesidad y resistencia a la insulina. De
inicio, el páncreas compensa la resistencia a la insulina al aumentar la secreción de esta
última, pero al final las células β sufren “agotamiento secretorio” y entonces la concentración
de insulina se hace inapropiadamente baja.
Patogenia
• La falta de insulina impulsa la movilización de reservas de energía desde músculo, grasa e
hígado.
• Se acumula glucosa en la sangre, lo que causa hiperglucemia.
• En los riñones, el mecanismo de resorción de glucosa queda saturado y aparece glucosa en
la orina.
• La glucosa dentro de los túbulos renales atrae agua mediante ósmosis, lo que da pie a
diuresis osmótica.
• La osmolalidad plasmática elevada estimula el centro de la sed.
• Con el tiempo, la diabetes daña capilares y acelera de manera notoria la aterosclerosis.
Patología
Dado el predominante papel de la insulina en el metabolismo de los hidratos de carbono, no
resulta sorprendente que su disponibilidad y eficacia influyan en todos los tipos de diabetes.
Sin embargo, dado que otros muchos factores diabetógenos pueden estar implicados y existe
interdependencia entre los mecanismos homeostáticos, resulta virtualmente imposible
determinar la participación individual de cada uno en un paciente determinado.
La fisiología normal de la insulina se organiza en una dinámica compleja que implica a los
combustibles metabólicos, los neurotransmisores y otras hormonas. La insulina se sintetiza
como preproinsulina en los ribosomas del retículo endoplásmico rugoso de las células β de
los islotes pancreáticos y posteriormente se convierte en (la llamada secreción de insulina de
segunda fase). El indicador fisiopatológico más precoz del defecto de la función de las
células β puede ser la pérdida de la secreción de primera fase de insulina, que antecede años
a la reducción de la reserva de insulina secretora en magnitud suficiente como para producir
una intolerancia franca a la glucosa o una diabetes.