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UNIVERSIDAD SEÑOR DE SIPAN

TÍTULO:

“LA EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA


FIGURA JURÍDICA DE SUCESIONES”

CURSO:

FUNDAMENTOS DEL DERECHO ROMANO

AUTOR:
CERCADO VILLANUEVA JOSE JUNIOR

PIMENTEL
JUNIO 2019
INDICE

INTRODUCCIÓN .............................................................................................................................. 3
DESARROLLO ................................................................................................................................. 4
1. CONSIDERACIONES PREVIAS ....................................................................................... 4
2. SISTEMAS SUCESORIOS ...................................................Error! Bookmark not defined.
3. EVOLUCIÓN HISTÓRICA .................................................................................................. 4
3.1. SUCESIÓN EN EL DERECHO ROMANO ............................................................... 4
3.2. SUCESIÓN EN EL DERECHO GERMÁNICO ...........Error! Bookmark not defined.
3.3. SUCESIÓN EN EL DERECHO JUSTINIANO............Error! Bookmark not defined.
3.4. SUCESIÓN EN LA ALTA EDAD MEDIA ....................Error! Bookmark not defined.
3.5. SUCESIÓN EN EL CÓDIGO NAPOLEONICO ..........Error! Bookmark not defined.
4. DERECHO DE SUCESIONES VIGENTE ..........................Error! Bookmark not defined.
4.1. DERECHO FRANCÉS ...................................................Error! Bookmark not defined.
4.2. DERECHO ESPAÑOL ...................................................Error! Bookmark not defined.
4.3. DERECHO PERUANO ..................................................Error! Bookmark not defined.
CONCLUSIONES............................................................................................................................. 9
BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................Error! Bookmark not defined.
INTRODUCCIÓN
Mediante este informe se podrá detallar y analizar la evolución histórica de la figura jurídica
de Sucesiones, esta es considerada una de las más antiguas y que sus orígenes se
remontan al Derecho Romano. La Sucesión o también llamada hereditario o sucesorio es
una rama del Derecho privado que se encarga de regular las consecuencias que se
producen con el acto natural de la muerte, además se encarga de la designación de
herederos, la transmisión del matrimonio y la manera en que esta puede hacerse.
El derecho es un fenómeno social, por lo tanto es dinámico y el derecho sucesorio o de
sucesiones no es la excepción ya que ha estado evolucionando a través de los tiempos.
Se ha integrado con diferentes corrientes para formar un derecho más completo, que se
ha ido transformando y adaptando conforme a las necesidades que van surgiendo con el
hombre, nos habla acerca del designio de transmisión que se da con la muerte del titular
de los bienes, ya que los derechos y las obligaciones no se extinguen con la muerte.
Habiendo surgido para favorecer los intereses, y satisfacer necesidades sucesorias,
conservar el linaje familiar, y como es claro convertirse hoy en día en una auténtica forma
de protección a la familia.
En la presente investigación revisaremos sus consideraciones previas, los sistemas
sucesorios que se han creado, además de analizar esta evolución histórica a través del
derecho comparado tanto el Romano, Germánico, Justiniano, Alta Edad Media y el Código
de Napoleón. También analizaremos el Derecho de Sucesiones Vigente de los principales
países donde nuestra legislación ha tomado como ejemplo para elaborar nuestro
ordenamiento jurídico.
DESARROLLO

1. CONSIDERACIONES PREVIAS

Nada ha generado más daño social entre familias, que la expresión "la herencia que nos
dejaron" partiendo que en Derecho la herencia es un proceso, ya desde ahí empieza la
cadena de mitos que en torno a la sucesión se han generado. La acción de heredar proviene
de un hecho lamentable: la muerte de un familiar o amigo. Así tenemos que el término "
muerte", epistemológicamente hablando, deriva del latín "mortis" y consiste en la cesación
o término de la vida, o como decían los romanos cuerpo muerte: cadáver. Aún este hecho
natural, el tener que dejar de existir, está regulado por el derecho toda vez que ha sido la
protección del bien lo que ha generado éste, luego entonces, al morir alguna persona el
estado vigila que el patrimonio, siga estando protegido, y continúe generado bienestar ya
sea mediante la herencia a los sucesores o en su defecto regresando al mismo estado.

Recordemos que ya el Derecho en Roma, como estado, regulaba la muerte de un civis;


pero, debía de gozar de los tres estados, libertad ciudadanía y jefe de familia, es decir no
cualquiera podía legar o transmitir la propiedad de sus bienes, hoy en día también hay
requisitos para que una persona humana pueda hacerlo, dicho de otra manera la ley
establece quiénes sí y quiénes no pueden heredar. Y más aún qué sí y qué no. Dentro de
esa línea de posibles candidatos están los permitidos legalmente, también allá en Roma se
establecía quién sí y quién no, para los romanos el padre de familia sólo podía tener como
heredero a un civis que gozara de los tres status, y a la mujer romana libre y sui iuris, sólo
ellos podían sucederle.

2. EVOLUCIÓN HISTÓRICA

a. SUCESIÓN EN EL DERECHO ROMANO

Los romanos, prácticos para casi todo, concibieron un derecho sucesorio por causa de
muerte (successio mortis causa), como la sustitución de un sujeto por otro en la totalidad o
conjunto de derechos y obligaciones o sólo en una relación jurídica y determinada. En el
primer supuesto nos encontramos de cara con la sucesión a título universal, en el segundo,
con la sucesión a título singular o particular. Las sucesiones universales mortis causa,
reconocidas por el derecho romano fueron la herencia que tuvo su origen en el antiguo
derecho civil o quiritario, y la posesión de los bienes que tuvo regulación mediante los
edictos propios del derecho del pretor u honorario, nacido a posteriori de la creación misma
de esta magistratura romano republicana, en el año 367 a. C.
Viene a completar el sistema descripto el instituto del Legado, entendiéndose como tal, a la
disposición de bienes contenida en un testamento, constituyéndose entonces, la
denominada sucesión particular por causa de muerte. Si no atenemos a la forma de
transmisión, la sucesión universal por causa de muerte para los romanos podía ser a su
vez testamentaria o ab intestato. Resultaba ser testamentaria cuando el difunto había
otorgado testamento, designando las personas llamadas a sucederle; y ab intestato o
también intestada, cuando a falta de testamento, o en caso de invalidez del mismo, la ley
designaba a los herederos, fundándose en los primero tiempos en la organización de la
familia, y más tarde en los presuntos afectos del causante.
El Jefe de Familia tenía omnipotencia era dueño de elegir, con la aprobación de los
pontífices y de las curias el continuador de su culto y de su persona civil. Lo más deshonroso
era no dejar testamento alguno pues se consideraba que este había muerto en BONORUM
BENDITIO o la extinción de la SACRA PRIVATA, esto demuestra la preferencia de los
romanos por la sucesión testamentaria y el deseo conservar intacto su honor.
Bonfante (2002) sostiene que:
“considerando la naturaleza de la familia romana como grupo análogo al Estado,
y teniendo en cuenta que, según nuestros indicios, del primitivo grupo familiar y
de la evolución del dominio de la res mancipi, se deduce que en los primeros
tiempo romanos y pre - romanos el grupo agnaticio o la gens no se dividía a la
muerte del paterfamilia en otros grupos o familias, sometidas cada una a un
paterfamilias, sino que se conservaban unidos. El heredero era precisamente el
sucesor en la potestad soberana sobre el grupo agnaticio o sobre la gens, y, en
consecuencia, también en los bienes, o sea, que la herencia originaria servía
como medio de traspaso de la soberanía, en lugar del traspaso patrimonial” (pag.
161).
Es decir, este autor sostiene que las primeras manifestaciones sucesorias dentro del
derecho romano fueron intestadas y posteriormente evolucionaron hasta conformar la
testada.
b. SUCESIÓN EN EL DERECHO GERMÁNICO
Este derecho sucesorio romano, expuesto sucintamente en el acápite precedente, tuvo
solución de continuidad, y ello se debió fundamentalmente a las invasiones de los pueblos
de origen germano, que durante los primeros siglos de la era cristiana, asolaron las
fronteras naturales formadas por el Danubio y el Rin, minando la unidad y cohesión del
Imperio. Y producto de ello, el derecho se encontraba a punto de asistir a una singular
transformación, y veamos sencillamente cual fue.
Si para los romanos el padre concentraba bajo sus manos la propiedad, siendo el titular de
todos los derechos, el derecho germánico asistirá a copropiedad familiar (familia agnaticia)
y a las agrupaciones por razón del parentesco existente en el distrito. Me permito destacar
también que esta concepción fue similar al sistema de propiedad colectiva de las tierras en
el derecho indígena (ayllu), respetado y reconocido por los españoles mediante el derecho
indiano. Asimismo, y como lo expresa Zannoni (1999) : “Por ello, el derecho hereditario
germánico es un derecho de familia: la comunidad patrimonial que en vida del causante
existía entre él y los herederos reunidos en la comunidad de origen” (pág. 21) . A su muerte
la comunidad subsistía, continuaba, pero no, cual ficción, la persona del difunto; el mismo
sistema de la copropiedad fundo esta diversa concepción pues los herederos del causante,
dada la copropiedad, poseían ya esos bienes antes de su muerte, toda vez que los
cultivaban y explotaban ejerciendo una posesión pública que al fallecimiento continuaba
como conjunto de relaciones jurídicas afectadas a un mismo fin.

c. SUCESIÓN EN EL DERECHO JUSTINIANO

Producto del proceso de reconquista en España oportunamente mencionado en segundo


apartado, los reinos cristianos lograron recuperar bastas tierras, a costa del invasor árabe
y con ello, desterrar el rico y complejo derecho musulmán. Paralelamente, estos reinos
sintieron la influencia del derecho Romano Justinianeo, enseñado particularmente en
Bolonia, así como en otras universidades de Italia y Francia, el cual lentamente penetro
como nuevo viejo derecho europeo.
Es importante destacar que juntamente con la aparición de una burguesía poderosa,
también la iglesia acrecentó sus dominios. Considero que dicho acrecentamiento se debió
en gran medida a la naturaleza jurídica de las normas que componían el derecho sucesorio
Alto Medieval, ya sea o bien por sus vinculaciones en materia de inmuebles o por las
donaciones mortis causa. Lentamente se instaurarán monarquías poderosas, en detrimento
del poder que oportunamente detentó la alta nobleza, apoyados en esa burguesía
floreciente mencionada. Se producirán modificaciones en el plano netamente jurídico y en
particular en el derecho sucesorio aparecerán figuras nuevas como “el mayorazgo”. Y
España menos que nadie sería ajena a la recepción del derecho romano canónico, que a
la par del derecho Romano Justinianeo, colaboró para acrecentar el poder de los reyes.
A mi modesto entender, la síntesis del nuevo derecho lo encontramos en la Partidas, que
en particular establece una regulación integral del orden sucesorio y que para muchos,
incluso llegó a ser la propia base del derecho sucesorio del siglo diecinueve, con el cual el
mismo Vélez Sarsfield contó para su redacción. Complementan el sistema de derecho
sucesorio a la par de las Partidas, las Leyes de Toro de 1505, que están dedicadas a
cuestiones de derecho sucesorio o materias afines y la sanción y publicación de la Nueva
Recopilación de Castilla del año 1567, la cual reúne e incorpora las no muy abundantes
leyes reales vigentes entre las cuales, también se incluye a las de Toro.

d. SUCESIÓN EN LA ALTA EDAD MEDIA


El concepto de sucesión en la época alto medieval tenía en España un uso más restringido
que en la actualidad, pues sólo se refería a la “sucesión legítima” y no comprendía los actos
de disposición voluntaria. “Lo que caracteriza a la reconquista española es el
desplazamiento y olvido de la adquisición testamentaria a título universal, debido a la
difusión y arraigo de la comunidad familiar, que estimulo e impuso la sucesión del grupo
familiar. Esta circunstancia no impidió que a la par de la sucesión legítima se desarrollara
un conjunto de disposiciones mortis causa, a título singular.
Este sistema era aplicado para los bienes domésticos, pero existió otra categoría de bienes
denominada de abolengo, comprendida por inmuebles que habían sido recibidos a su vez
mediante sucesión, respecto de los cuales existían un origen del bien y también un destino
familiar para los mismos, entiendo que nos encontraríamos frente a un tipo de vinculación
o afectación, muy característica también de la Baja Edad Media, que propendería al estado
de indivisión de la propiedad, a fin de impedir una perjudicial división de la tierra dedicada
a tareas agrícolas. Como la tierra era considerada la parte más característica de la
sucesión, traducida a la lengua romance, el sinónimo de la misma terminó siendo heredad.
Como lo señala Tau Anzoátegui (1982): “Tampoco la sucesión familiar era absoluta, pues
permitía al titular disponer libremente de una cuota de su patrimonio” (pág. 43), refiriéndose
a los bienes ganados o adquiridos por vía distinta de la sucesoria, llamado también bienes
de ganancia, aunque es preciso señalarse que cierta parte debía reservarse para los
herederos legítimos.
En consecuencia, si como se ha dicho, el haber del difunto lo integraban bienes que tenía
una diferente condición jurídica, la sucesión no se defería exclusivamente en forma unitaria
atendiendo a la circunstancia de constituir un solo patrimonio, sino que se tenía en cuenta
la condición que tenía cada uno de esos bienes. También en la época se conoció el
prestimonio, conformado por bienes respecto de los cuales el poseedor ejercía solamente
un derecho de usufructo, pero no de propiedad, y es de destacar que dichos bienes seguían
un orden sucesorio distinto, que dependía de la concesión señorial, a los efectos de
proceder a su transmisión a hijos y descendientes.

e. SUCESIÓN EN EL CÓDIGO DE NAPOLEÓN


Distinguía a los herederos legítimos, que eran los hijos legítimos y los ascendientes, para
diferenciarlos de los sucesores irregulares o imperfectos, comprendiendo en esta categoría
a los hijos naturales, al cónyuge supérstite, al Estado y a todas las personas llamadas a
recibir la sucesión por un concepto distinto del de un título legítimo, como parientes del de
cujus. Los sucesores irregulares, debían ser puestos en posesión por el juez, a efecto de
adquirir la propiedad de los bienes hereditarios.
¿Qué características particulares tuvo este código y cuál es su influencia en el Derecho
sucesorio actual? Primero: Concluyó con los privilegios por razón del sexo, admite la
sucesión testamentaria; pero, al establecer la institución de la legítima, que a su tiempo
estudiaremos, hizo ilusoria la libertad del testador, abolió la vinculación de la propiedad y
prefirió la sucesión testamentaria
Distinguía a los herederos legítimos, que eran los hijos legítimos y los ascendientes, para
diferenciarlos de los sucesores irregulares o imperfectos, comprendiendo en esta categoría
a los hijos naturales, al cónyuge supérstite, al Estado y a todas las personas llamadas a
recibir la sucesión por un concepto distinto del de un título legítimo, como parientes del de
cujus. Los sucesores irregulares, debían ser puestos en posesión por el juez, a efecto de
adquirir la propiedad de los bienes hereditarios.

3. DERECHO HEREDITARIO VIGENTE

3.1. DERECHO FRANCÉS


De acuerdo con los que nos dice Arce y Cervantes (2003) Las personas pueden disponer
de sus bienes pero esta libertad no es completa: Los ascendiente y descendientes tienen
derecho a una parte llamada reserva hereditaria. La parte de que puede disponer el
testador se llama cuota disponible que varía de por lo menos una cuarta parte y a lo más
de las tres cuartas partes. Cuando no hay herederos reservatorios, todos los bienes son
disponibles libremente. Esta es una solución entre el derecho individual para disponer y el
derecho familiar.

3.2. DERECHO ESPAÑOL


De acuerdo del Código Civil Español nos dice el artículo,
808°. Constituyen la legítima de los hijos y descendientes las dos terceras partes del haber
hereditario del padre y de la madre. Sin embargo, podrán éstos disponer de una parte de
las dos que forman la legítima para aplicarla como mejora a sus hijos o descendientes.
Cuando alguno de los hijos o descendientes haya sido judicialmente incapacitado, el
testador podrá establecer una sustitución fideicomisaria sobre el tercio de legítima estricta,
siendo fiduciarios los hijos o descendientes judicialmente incapacitados y fideicomisarios
los coherederos forzosos. La tercera parte restante será de libre disposición.

3.3. DERECHO PERUANO

La sucesión se encuentra regulada a lo largo del libro IV del Código Civil. Se trata de una
regulación relativamente basta y también compleja. Los legisladores de nuestro país
tomaron como referencia el derecho español , italiano y francés e incluso en ciertas figuras
jurídicas o en determinado artículo no tomaron una posición sobre cual legislación
extranjera inclinarse, es por eso que optaron por teorías mixtas.

Nuestro código no nos brinda una definición o concepto de sucesión, quien ha desarrollado
ello ha sido básicamente la doctrina. Se hace una distinción importante entre las clases de
sucesión que existe. Siendo así, el código distingue la sucesión testamentaria de la
sucesión intestada
CONCLUSIONES

La larga evolución del derecho sucesorio nos dejó como saldo una concepción innegable
final, la cual ha sido recepcionada por nuestro derecho. Pero resulta importante destacar
que los fundamentos del derecho hereditario no pueden analizarse en abstracto, sin
confrontarlos con toda la realidad que en un momento histórico determinado les otorgan la
validez axiológica correspondiente. Cuando por estos días hablamos de transmisión de
bienes mortis causa, respecto de determinados individuos, también lo hacemos atendiendo
al reconocimiento de ciertas relaciones socioeconómicas que protagonizan los distintos
actores sociales. Como dice Zannoni, al respecto, la historia se encarga de demostrar el
fenómeno. Sin lugar a dudas nuestro Código Civil, ha organizado la sucesión hereditaria,
durante todo el siglo XIX y buena parte del XX, dentro de lo que podríamos llamar derecho
sucesorio burgués y liberal, pero como se ha manifestado en el presente escrito, también
se ha producido un acarreo histórico, cuyo origen debe buscarse probablemente en los
siglos XV y XVI, e incluso antes también. Finalmente, la expresión de nuestro derecho
sucesorio, constituye la racionalización de un determinado régimen de relaciones
socioeconómicas -y políticas- que también lo predeterminan y lo condicionan.
En el derecho romano se protegía la continuidad del nombre, de la sangre, así como el
patrimonio estaba sujeto a la persona, existía hermetismo en el destino que sus
componentes (bienes, derechos y obligaciones), y se aseguraba que este se conservara
dentro de la misma familia, en esta época se ignoró la sucesión entre cónyuges, y la mujer
no era tomada en cuenta, quedaba bajo la potestad paterna, manteniendo una situación
casi similar a la esclavitud; situación que colocaba en desventaja, en especial en la época
patriarcal, sistema inspirado en el Código de Hammurabi, este ordenamiento dominó
Babilonia y Mesopotamia; bajo este ordenamiento las hijas eran excluidas de la herencia
paterna, aunque existía una excepción, y era que a falta de varones, ellas podían heredar,
siempre y cuando se casaran con un varón de su tribu.
Los romanos mantenían un principio, este era el de la continuación de la persona, de la
trascendencia de la personalidad, para asegurar y conservar el honor, el prestigio y las
castidades.
Bibliografía
Anzoategui, V. T. (1982). Esquema Histórico del Derecho Sucesorio. Buenos Aires: Machi.

Bonfante, P. (2002). Instituciones del Derecho Romano. Roma: Reus.

Cervantes, J. A. (2003). Las Sucesiones. Ciudad de México: Porrua.

Zannoni, E. (1999). Manual del Derecho de Sucesiones. Buenos Aires: Astrea.

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