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El impacto de los cambios ocupacionales

en la estructura social de la Argentina:


2003-2011

Héctor Palomino* y Pablo Dalle**

■ Introducción El panorama actual de las ocupaciones en la


Argentina muestra, en primer lugar, un creci-
El crecimiento del empleo y particularmente del miento notable de los asalariados, cuya partici-
empleo asalariado, articulado con la protección pación en la población económicamente activa
social, produjo en los últimos nueve años una supera los registros históricos más elevados.
reversión considerable y, sin duda, acelerada, Esta asalarización creciente de las ocupa-
de las tendencias que prevalecían a principios ciones es además particularmente homogénea,
de siglo. En 2003 efectivamente, la sociedad ya que se concentra en los grupos cuyos sala-
argentina presentaba signos elocuentes de rios se articulan con la protección social, mien-
un profundo deterioro que se reflejaba nítida- tras que los trabajadores precarizados, cuyos
mente en el perfil de las ocupaciones ya que, salarios no están registrados en el sistema de
considerados en conjunto, los desocupados jubilaciones pierden peso relativo y su número
sumados a los trabajadores cuyo salario estaba absoluto tiende a estancarse. Finalmente, la
desarticulado de la protección social y a los que disminución absoluta y relativa de los desocu-
percibían subsidios por desempleo, constituían pados y de la población que percibe subsidios
prácticamente la mitad de la población econó- por desempleo completan un panorama de
micamente activa. Aquella situación sustentó recomposición de la estructura ocupacional,
diagnósticos que coincidían en la idea que cuyos efectos son particularmente observables
nuestro país atravesaba una fase terminal en el plano organizativo y político-social, en
que dejaba atrás, irremediablemente, una la consolidación de las relaciones laborales y
sociedad vertebrada en torno al empleo indus- los procesos de determinación colectiva de los
trial y a extensas clases medias urbanas que salarios, el fortalecimiento de los sindicatos y
prevalecieron hasta mediados de los ’70 del el crecimiento del número de sus afiliados.
siglo pasado. Esa sociedad relativamente inte- La evolución de la Argentina en la última
grada fue paulatinamente erosionada por las década vuelve a colocar en primer plano la cons-
políticas económicas de la dictadura militar trucción de una sociedad vertebrada en torno
primero, y luego por las reformas neoliberales al trabajo, al crecimiento del empleo industrial
de los ’90. El saldo de esos procesos, obser- y los servicios básicos asociados a la industria,
vables en la estructura de las ocupaciones la consolidación de grupos socio ocupacionales 205
de principios de siglo, fue el de una sociedad que intervienen en la formación tanto de la
fragmentada, con asimetrías profundas y una clase obrera como de las clases medias. Estas
extrema polarización de los ingresos. tendencias locales son similares a las que

* Lic. en Sociología de la UBA. Director de Estudios de Relaciones del Trabajo, SSPTyEL, MTEySS.
** Dr. en Sociología de la UBA, Investigador del CONICET.
Agradecemos a Paula Vijoditz y David Trajtemberg su valiosa colaboración en el procesamiento de las bases de datos
de la Encuesta Permanente de Hogares.

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registran actualmente otras sociedades de la países limítrofes más tarde (Torre, 2004). La
región, donde al igual que en nuestro país se emergencia de elevadas tasas de desocupación
verifican también una serie de cambios ocupa- en la última década del siglo pasado y su culmi-
cionales y sociales impulsados por las nuevas nación en tasas récord a partir de la crisis de
políticas económicas implementadas luego 2001, testimonian así un fenómeno inédito.
del fracaso de las reformas neoliberales inspi- En segundo lugar, la estructura de la
radas en el Consenso de Washington. Por eso PEA de 2003 refleja parcialmente algunas de
el cambio de rumbo en relación con las tenden- las políticas estatales destinadas a resolver
cias precedentes suscita un interés a la vez los problemas sociales derivados de la crisis
político y teórico para repensar los enfoques económica. En particular, el dato referido a
analíticos vinculados con los procesos de movi- la “población que percibe subsidios” refleja el
lidad social que, mayormente inspirados en la peso relativo de los perceptores de los ingresos
experiencia de los países de capitalismo avan- provenientes del denominado “Programa
zado, no llegan a dar cuenta de las trayecto- Jefes de Hogar”, destinado a esa categoría de
rias divergentes de nuestro país y de la región, población que contaba con hijo/as menores
sobre todo en la última década. de 18 años. Enfatizamos la noción de “reflejo
parcial”, ya que sabemos por la información del
registro administrativo de ese Programa que
■ La situación de las categorías alcanzó una cobertura efectiva superior a los
ocupacionales en el 2003 2 millones de personas en 2003, mientras que
la cifra consignada en el cuadro no alcanza a
En el perfil de la población económicamente la mitad de esa cifra —diferencia que expresa
activa de la Argentina del año 2003 confluyeron simplemente el universo restringido sobre el
dos procesos singulares estrechamente vincu- que se establece la muestra de la encuesta de
lados entre sí. En primer lugar, el impacto de hogares, así como las dificultades de adaptar
la crisis económico-social y del colapso institu- las categorías de un registro administrativo
cional de 2001, que puso fin a un prolongado a los de una encuesta. Aún con estas restric-
período de estancamiento económico iniciado ciones, los perceptores de subsidios ascen-
en 1998, y que se reflejó particularmente en dían a 6,8% de la PEA ocupada en el tercer
la elevada tasa de desocupación abierta, que trimestre de 2003. La inclusión de los percep-
alcanzó 15,6% de la PEA en el tercer trimestre tores de subsidios dentro de la PEA se justifica
de 2003, luego de haber superado más del porque se trata de una categoría de población
20% el año anterior. Este récord contrasta “activada” por una política social, que percibía
agudamente con una tendencia secular de un ingreso condicionado a la realización de una
signo inverso: nuestro país registraba desde la contraprestación de trabajo2.
segunda mitad del siglo XIX hasta mediados Considerando la composición de la PEA
de la década del ’90 del siglo XX, un notorio ocupada en 2003, se observa que los asala-
equilibrio entre oferta y demanda de mano riados constituían dos tercios de los ocupados,
de obra, e incluso un cierto déficit de oferta de los cuales los asalariados registrados en la
que fue resuelto históricamente a través de la seguridad social constituían apenas 37,4% de
inmigración de ultramar hasta 1930 y de los los ocupados en 2003, una proporción exigua
206
1 La clasificación de estos perceptores de subsidios por desempleo nunca resultó del todo definida, ya que los responsa-
bles de la encuesta de hogares optaron por dos mecanismos de clasificación alternativos: por un lado buscaron reabsor-
berlos dentro de las clasificaciones previamente disponibles aún cuando estas no se pudieran adaptar plenamente –lo
que resulta evidente en el caso de los “asalariados no registrados" como receptáculo de los perceptores de subsidios
que realizaban una contraprestación de trabajo-, y por otro lado a mantenerlos diferenciados dentro del conjunto de
modo de facilitar la posibilidad de aislarlos estadísticamente. Esto es lo que hemos hecho efectivamente en el cuadro,
concientes de que los ingresos de los perceptores de subsidios no equivalen a un salario ni por su naturaleza ni por su
monto mucho más reducido que un salario-. Por otro lado, su obligación de realizar contraprestaciones en trabajo
inhibe de incorporarlos en la población no económicamente activa es decir, son activados por la política social.
El impacto de los cambios ocupacionales en la estructura social de la Argentina: 2003-2011

Cuadro 1
Evolución de la Población Económica Activa, la tasa de desempleo y la PEA ocupada según categoría
ocupacional, Argentina, total urbano (período 2003-2011)

3° Trim 03 3° Trim 11 Variación %


2003-2011
Población Económicamente Activa 15.316.899 17.062.559 11,4
Tasa de desempleo (% de la PEA) 15,6 7,1 -49,7
PEA ocupada 12.915.219 15.857.658 22,8
Categorías ocupacionales (en % de la PEA ocupada)
Asalariados (obreros o empleados) 66,4 75,5 39,5
Registrados 37,4 49,8 63,5
No registrados 29,0 25,7 8,6
Patrones 3,7 4,7 56,7
Trabajadores por cuenta propia 21,1 18,3 6,0
Trabajadores familiares sin remuneración 1,9 0,8 -47,2
Percibe un Plan Social 6,8 0,8 -86,5
Total 100,0 100,0

Fuente: EPH tercer trimestre de 2003 y tercer trimestre de 2011.

del empleo total. Una parte importante de los que registraba ocho años antes: bajó de 15,4%
asalariados no recibían las contribuciones y a 7,1% y, en términos absolutos, la cantidad
los aportes a la seguridad social por parte de de desocupados se redujo a la mitad. En el
sus empleadores; estos eran los denominados mismo sentido, los perceptores de subsidios
“asalariados no registrados”, equivalentes a por desempleo se redujeron a una expresión
29% de la PEA ocupada y a 43% del total de mínima por efecto de cambios progresivos en
asalariados. Finalmente, los no asalariados los esquemas de protección social, el último
constituían 27% de la PEA ocupada en 2003, y de los cuales correspondiente a la Asignación
entre ellos se destacaban en especial los cuen- Universal por Hijo terminó por desplazar
tapropistas —21,1%— y el resto se componía totalmente los subsidios del Programa Jefes de
de empleadores —3,7%— y trabajadores fami- Hogar2. En 2011, la proporción de perceptores
liares —1,9%. de subsidios era inferior a 1% de la PEA.
En síntesis, los rasgos salientes del perfil
ocupacional de 2003 reflejaban el impacto Un intenso proceso de asalarización
sobre el empleo de la crisis económica e institu-
cional de principios de siglo: elevadas tasas de Si consideramos la evolución de los ocupados
desocupación abierta, un peso significativo de según categoría ocupacional en el período
personas subsidiadas por el Estado, una propor- 2003-2011, sobresale la intensidad del proceso
ción importante de no asalariados en las ocupa- de asalarización reciente: el incremento del
ciones y, entre los asalariados, una porción empleo asalariado fue de nueve puntos porcen-
significativa de trabajadores cuyo salario estaba tuales (Cuadro 1).
desarticulado de la protección social. El crecimiento de 9 puntos porcentuales
En contraste con el perfil de principios de de la tasa de asalarización neta, que pasó de 207
siglo, la estructura de la PEA de 2011 muestra 66,4% a 75,5% de la PEA ocupada entre 2003
una reducción considerable de la tasa de y 2011 representó en términos absolutos la
desocupación abierta a menos de la mitad de la incorporación de alrededor de 3,4 millones

2 La Asignación Universal por Hijo –AUH- se aplicó a partir de 2009 y paulatinamente fue remplazando los subsidios
por desempleo, remplazo que actualmente es prácticamente definitivo, no obstante lo cual aún hoy subsiste la creencia
en la persistencia de este programa en una parte de la población que incluye no pocos analistas y políticos.

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de trabajadores asalariados a la población la seguridad social padecen una desvincula-


ocupada urbana (ver Gráfico 1 del anexo). En ción de las protecciones y garantías asociadas
perspectiva histórica, la proporción de asala- a la relación salarial. Entre 2003 y 2011 el
riados alcanzó un valor muy alto, superior empleo no registrado tuvo un crecimiento leve
incluso al que registraba hacia mediados de la en términos absolutos y perdió peso relativo
década de 1970, cuando a favor de un proceso de en el total de los asalariados. En cambio, los
crecimiento económico impulsado por la indus- asalariados registrados se incrementaron en
tria los asalariados habían llegado a constituir 3,1 millones lo que representa un crecimiento
74% de la PEA ocupada. A partir de entonces acumulado de casi dos tercios del volumen
se abrió un extenso interregno que perduró inicial. Esta evolución indica que mientras que
hasta la crisis de 2001, cuando la proporción en 2003 la brecha a favor del empleo registrado
de asalariados sobre la PEA en la Argentina era de alrededor de 1 millón de trabajadores,
fue disminuyendo sistemáticamente, afectada en 2011 esa diferencia creció a 4 millones de
por procesos diversos de desindustrialización, trabajadores.
crisis económicas cíclicas, políticas de apertura El crecimiento de los trabajadores asala-
y desregulación de la economía que erosionaron riados y el cambio de composición hacia un
el mercado de trabajo, estrechando sustancial- incremento del peso relativo del empleo regis-
mente las fronteras del trabajo asalariado. trado implican un quiebre con las tendencias
El intenso crecimiento reciente del empleo ocupacionales desde mediados de la década de
asalariado constituye un fenómeno novedoso en 1970, las cuales evidenciaron el incremento
la estructura ocupacional argentina, asociado sostenido del empleo no registrado de 22% a
con el importante ritmo de crecimiento econó- 43% entre los asalariados. ¿Cómo interpretar
mico y su característica intrínseca de incor- el proceso de asalarización en curso desde una
poración de fuerza de trabajo. Esta tendencia perspectiva que contemple su impacto en la
contrasta con los breves ciclos de crecimiento estructura social?
del producto de la década de 1990 que no Entre 2003 y 2011 el saldo neto del creci-
fueron acompañados por el crecimiento del miento del empleo fue de 20,9% y como vimos,
empleo, al menos no con la fuerza necesaria el incremento del empleo asalariado fue mayor,
para compensar el incremento del desempleo cerca del 40%. Ahora bien, ¿qué carácter social
y la precariedad laboral. Acompañando la tuvo el proceso de asalarización reciente? Para
tendencia de expansión del empleo asalariado ello, a continuación analizamos la evolución
se fue consolidando otra, de signo más posi- de los grupos ocupacionales asalariados en
tivo para la integración social: el incremento términos absolutos y su variación porcentual
sostenido del empleo registrado en el sistema entre 2003 y 2011 (Cuadro 2).
de seguridad social que desde fines de 2004 La clasificación de la población ocupada
absorbió prácticamente la totalidad del creci- según grupos ocupacionales en las encuestas
miento del empleo. de hogares combina tres criterios diferentes: i)
En contraste, se verificó un estancamiento la calificación de las tareas realizadas, vincu-
del empleo no registrado, lo que produjo un lada con los conocimientos y habilidades de los
paulatino cambio de composición de los asala- empleados que ocupan los diferentes puestos
riados: mientras que los trabajadores regis- de trabajo; ii) la jerarquía dentro de las orga-
208 trados en la seguridad social pasaron a cons- nizaciones, vinculada con la posición ocupada
tituir en 2011 prácticamente la mitad de la por los empleados en relación con el ejercicio de
PEA ocupada, los trabajadores no registrados autoridad (controla o es controlado en el puesto);
en la seguridad social redujeron su parti- iii) finalmente, una escala de prestigio de las
cipación a la cuarta parte de la PEA (equi- ocupaciones vinculada con la estratificación
valentes aproximadamente a un tercio del social. Mientras que los dos primeros criterios
total de asalariados). La noción de “empleo pueden ser deslindados a través de ítems de
no registrado” alude a los trabajadores que indagación relativamente “objetivos”, el tercer
al no ser registrados por sus empleadores en criterio aparece sujeto a la discrecionalidad
El impacto de los cambios ocupacionales en la estructura social de la Argentina: 2003-2011

Cuadro 2
Evolución de grupos ocupacionales asalariados en la Argentina entre 2003 y 2011 (PEA urbana)

Grupos ocupacionales 2003 2011 Variación %


Directivos y gerentes de nivel alto 80839 85585 5,9
Directivos de nivel medio y jefes de oficina 415064 395613 -4,7
Profesionales asalariados 538434 784315 45,7
Técnicos, docentes y trabajadores de la salud 1505458 2022343 34,3
Empleados administrativos de rutina 999693 1624361 62,5
Obreros calificados de la industria y servicios asociados 1600099 2639361 64,9
Trabajadores del comercio y los servicios personales calificados 1014345 1267905 25,0
Obreros no calificados de la industria manufacturera y servicios asociados 605311 554128 -8,5
Trabajadores del comercio y los servicios personales no calificados 1164690 1569874 34,8
Servicio doméstico 876016 1043562 19,1
Total de asalariados 8799949 11987047 36,2

Fuente: EPH tercer y cuarto trimestre de 2003 y 2011.

del observador, lo que requiere cierto consenso obrera, como de los cuadros administrativos y
“subjetivo” de validación. los profesionales en relación de dependencia,
Como puede observarse en el Cuadro 2, estos últimos tradicionalmente asociados con
el grupo ocupacional que más creció entre las clases medias.
2003 y 2011 fue el de obreros calificados de Además de la revitalización del sector
la industria y de servicios básicos asociados, productivo, se produjo una expansión de los
que incluyen las actividades vinculadas con técnicos, docentes y trabajadores calificados de
la industria manufacturera, la construcción, la salud, sobre todo estos últimos, más ligados
transporte, almacenamiento, comunicaciones, al empleo estatal. Aunque este grupo creció
electricidad, gas y agua. Este grupo ocupa- igual que el nivel general de empleo asalariado,
cional, el más numeroso entre los asalariados, se expandió en relación con el total ya que el
se expandió 65%, lo que equivale a 1 millón de medio millón de nuevos efectivos incorporados
nuevos efectivos en el período pasando de 1,6 a por el grupo en el período incrementaron su
2,6 millones de trabajadores, lo que representa peso relativo entre los asalariados. Otros
un tercio del incremento total de asalariados. grupos ocupacionales que se expandieron en
La expansión de este grupo ocupacional histó- torno al promedio son los obreros del comercio
ricamente asociado al núcleo de la clase obrera y de los servicios, tanto calificados como no
había sido el más afectado por la recesión de calificados.
1998-2002. Los dos grupos ocupacionales cuyo En contraste con la evolución descripta,
crecimiento sigue en importancia en el período los grupos ocupacionales que menos se expan-
fueron el de empleados administrativos —que dieron o que incluso retrocedieron en el período
aquí se denominan “de rutina”— que crecieron reflejan procesos diferentes. En primer lugar,
62% en el período, y el de profesionales asala- disminuyó —8,5%— la presencia de obreros no
riados cuyo número se incrementó 46%. En calificados de la industria y servicios básicos, 209
conjunto estos tres grupos ocupacionales, el de que contrasta fuertemente con la evolución de
obreros calificados de la industria y servicios los obreros calificados de esos mismos sectores,
básicos, empleados administrativos y profe- lo que habilita la caracterización de una expan-
sionales, cubren más de la mitad de la expan- sión “calificante” del empleo en el período.
sión asalariada en el período. Esta evolución En segundo lugar, los directivos y gerentes
permite afirmar que desde 2003 el crecimiento asalariados de nivel alto crecieron muy poco y
económico impulsó la expansión del empleo perdieron peso relativo, al igual que los direc-
vinculado tanto con el núcleo de la clase tivos de nivel medio y jefes de oficina cuyo

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número disminuyó alrededor de un 5% entre pueden diferenciarse según sus credenciales


2003 y 2011. Esta evolución tan contrastante educativas o profesionales, la posesión de
con la expansión de profesionales y técnicos equipos o local propios así como de califica-
asalariados confirma la caracterización de ciones u oficios.
una expansión “calificante” del empleo en el Estas características posibilitan diferen-
período, a la que se puede agregar la carac- ciar a los no asalariados según gradientes que
terística de “no jerárquica” habida cuenta del evocan las diferencias respecto de la propiedad
menor peso relativo de gerentes y directivos de capital o educación, lo que posibilita adscri-
entre los asalariados. birlos a distintos grupos que van desde las
Finalmente, la evolución de las trabaja- clases medias hasta sectores populares e,
doras del servicio doméstico en el período fue incluso, relativamente marginales de la estruc-
más lenta que la de los asalariados pero acom- tura social. Precisamente el estudio clásico de
pañó el crecimiento del empleo: entre 2003 y Germani (Germani, 1955) sobre la estructura
2011 crecieron 19,1%, muy cerca del promedio social de la Argentina adscribía una parte de los
general del empleo. Este comportamiento empleadores y cuentapropistas (profesionales
pro-cíclico —el número de estas trabajadoras independientes y pequeños comerciantes) a
aumenta en los períodos de auge económico— los grupos de clase media, para diferenciarlos
se relaciona, en general, con los cambios en de los trabajadores manuales autónomos
la participación económica y el incremento de más ligados a la clase trabajadora integrada.
la tasa de empleo femenina. En líneas gene- Posteriormente, otros autores mostraron
rales, estas trabajadoras son demandadas por que una parte creciente del cuentapropismo
hogares donde las mujeres trabajan fuera del urbano, particularmente en la década del ’80
hogar, y su multiplicación en el largo plazo fue convirtiéndose paulatinamente en “ocupa-
refleja a la vez las carencias de equipamiento ciones refugio” de los trabajadores desplazados
colectivo (guarderías) así como los desplaza- del mercado de trabajo formal (Palomino,
mientos de mano de obra regionales y la incor- 1987; Torrado, 1994), tendencias que se acen-
poración de trabajadores migrantes de países tuaron en la última década del siglo pasado en
limítrofes. paralelo con la reducción de las fronteras del
trabajo asalariado protegido.
La evolución de los no asalariados. Los clasificados como “empleadores”, que
refieren a los propietarios de capital, crecieron
La evolución de las categorías ocupacionales casi 60% desde la crisis de 2001-2002 incre-
no asalariadas muestra una reducción de su mentando su participación en más de un punto
participación relativa de 27% a 24% de la PEA porcentual entre los ocupados. Se trata en su
ocupada entre 2003 y 2011. Este indicador mayoría de dueños de medianas y pequeñas
cobra relevancia si tomamos en cuenta que fue empresas industriales, de comercio y de servi-
uno de los rasgos distintivos de la estructura cios que se expandieron a favor de los estímulos
ocupacional argentina durante la segunda generados por el crecimiento económico y de
mitad del siglo XX (y aún sigue siendo), posi- la demanda interna de bienes de consumo. En
blemente inferior al de otras sociedades lati- contraste, los trabajadores por cuenta propia se
noamericanas pero superior al que registra esa mantuvieron constantes en términos absolutos
210 categoría en los países de capitalismo avanzado desde 2003 en adelante, pero disminuyeron su
de Europa y del Norte de América. Dentro de participación relativa entre los ocupados.
los no asalariados se distinguen a los emplea- Entre los grupos ocupacionales autónomos,
dores de los trabajadores por cuenta propia, los que más crecieron fueron un sector de
que no emplean ni son empleados como asala- microempresarios compuesto por dueños de
riados. Comúnmente es posible diferenciar a comercios, locales de servicios o talleres con
los empleadores de acuerdo con la cantidad locales establecidos y algunos pocos empleados
de asalariados que trabajan en sus estable- (45,4%), seguido por los pequeños empresarios,
cimientos, mientras que los cuentapropistas dueños de establecimientos que emplean entre
El impacto de los cambios ocupacionales en la estructura social de la Argentina: 2003-2011

Cuadro 3
Evolución de grupos ocupacionales autónomos, la Argentina 2003 y 2011 (PEA urbana)

Grupos ocupacionales 2003 2011 Variación %


Empresarios grandes y medianos (+ de 40 empleados) 33891 45628 34,6
Profesionales autónomos 232501 269371 15,9
Empresarios pequeños (de 6 a 40 empleados) 122754 170938 39,3
Micro-empresarios (1 a 5 empleados) 352589 512532 45,4
Cuenta propia con equipo propio 1425839 1513063 6,1
Trabajadores manuales cuenta propia con oficio 850996 928826 9,1
Vend. ambulantes y otros trabaj. cuenta propia no calificados 294576 188556 -36
Total 3313146 3628914 9,5

Fuente: EPH tercer trimestre de 2003 y tercer trimestre de 2011

6 a 40 trabajadores (39,3%) y los empresarios de esa evolución. Se trata del crecimiento de las
grandes y medianos que resurgieron después denominadas “nuevas clases medias” formadas
de la crisis y ampliaron sus plantas con la reac- por directivos, profesionales y empleados de
tivación económica (34,6%). la administración, que ganaron peso absoluto
Las diversas categorías de cuentapropistas y relativo frente a las viejas clases medias
evolucionaron mucho más lentamente que el de agricultores, comerciantes, profesionales
resto de las categorías ocupacionales. Los autónomos y artesanos, cuya presencia en la
profesionales autónomos crecieron 15,9% en el estructura ocupacional registró un paulatino
período, aproximadamente en el mismo nivel declive.
del promedio general y mantuvieron constante Detrás de la preocupación teórica sobre
su peso relativo. En cambio, los trabajadores los mecanismos objetivos de inserción de esta
por cuenta propia con equipo propio (un local, nueva clase media, las posiciones ocupacionales
auto o maquinaria) crecieron muy por debajo en las que se localizan y el tipo de relaciones de
del promedio del empleo (6,1%) y perdieron clase que las constituyen, era posible reconocer
peso relativo (Cuadro 3), al igual que los cuenta- una inquietud política sobre su identidad ideo-
propistas que cuentan con algún oficio manual lógica, sus formas de organización y su papel
que apenas crecieron 9,1% en el período. como actor del cambio social. Entre los enfo-
Finalmente los trabajadores por cuenta propia ques más utilizados en la investigación empí-
sin calificación, que incluyen a los vendedores rica sobre la estructura social desde la década
ambulantes, disminuyeron 36% sus efectivos, de 1970, se destaca el de John Goldthorpe y la
constituyéndose en la categoría ocupacional escuela de Nuffield College, asociado con una
que más se redujo en el período. corriente teórico sociológica neoweberiana.
Para Goldthorpe el criterio central para
Los enfoques actuales de la estructura reconstruir la estructura de clases de la
social sociedad es el tipo de relaciones de empleo,
dentro de las cuales diferencia dos situaciones
¿Cómo interpretar la evolución reciente de típicas netamente diferenciadas. Goldthorpe 211
los grupos ocupacionales en la Argentina que enfatiza la idea de una “clase de servicios”,
acabamos de describir? Los enfoques que reno- formada por directivos, profesionales y admi-
varon el análisis de las sociedades contemporá- nistradores de empresas privadas y del sector
neas se interrogaron acerca de la expansión del público. Lo que caracteriza a la relación de
empleo asalariado desde la segunda posguerra servicios es una cuota delegada de confianza
en los países de capitalismo avanzado de en quienes reciben autoridad o ponen en juego
Europa y el Norte de América, vinculándola su expertisse en nombre de la organización
con una de las consecuencias más destacadas empleadora, a cambio de lo cual cuentan con

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mayor autonomía en el desempeño de sus de cuadros técnicos, empleados de la adminis-


tareas y salarios u honorarios más elevados. tración y del comercio que están en la base de
Un elemento distintivo que caracteriza a la la jerarquía burocrática e, incluso, un sector
relación de servicios es “el papel desempeñado importante suele percibir ingresos por debajo
por las recompensas de carácter esencialmente del estrato más alto de la clase obrera.
prospectivo” tales como: aumentos salariales, La clase obrera está compuesta por dos
oportunidades de hacer carrera laboral, de grandes estratos según el grado de califica-
incrementar el prestigio social y mayor segu- ción de las tareas. Por un lado, la clase obrera
ridad en el empleo y luego de la jubilación calificada está integrada por los supervisores
(Goldthorpe, 1992: 239). de trabajadores manuales, técnicos de nivel
En contraste con la relación de servicios, bajo y los obreros calificados. Esta clase suele
los obreros asalariados establecen contratos de denominarse la “elite de trabajadores de cuello
trabajo a través de los cuales se intercambian azul” por sus condiciones de trabajo y altos
cantidades más o menos discretas de trabajo ingresos relativos. Asimismo, con frecuencia
por salario y el trabajador es supervisado de sus miembros poseen niveles de autonomía y
forma relativamente cercana en su puesto estabilidad laboral similares al estrato bajo de
y controlado en su desempeño (Goldthorpe, la clase de servicios. Por el otro, la clase obrera
1992). Según esta visión, el mundo asalariado no calificada está compuesta por trabajadores
aparece fuertemente escindido en dos partes, manuales semi y no calificados de las distintas
según prevalezca la relación de servicio o el ramas de actividad (industria, construcción y
contrato de trabajo, pero se trata de una visión servicios). Si bien en sus estudios empíricos
expuesta a la crítica porque la idea de una Goldthorphe distingue dos segmentos en la
“clase de servicios” no da cuenta de su amplia clase obrera urbana, en la práctica, dicha dife-
heterogeneidad. En algunas versiones de su renciación no es sencilla ya que sus miembros
esquema, Goldthorpe incorpora en la clase de en general comparten varias condiciones simi-
servicios a un estrato integrado por técnicos lares: ambos grupos venden su fuerza de trabajo
de nivel alto, gerentes de pequeños estable- en cantidades discretas, reciben a cambio un
cimientos y supervisores de empleados no salario, y por su relación laboral de contrato
manuales, que poseen cierta autoridad y auto- están sujetos a la autoridad de supervisores y
nomía aunque están sujetos a control desde empleadores. Asimismo, suelen habitar en los
posiciones directivas. Es decir que el criterio mismos barrios, compartir pautas de sociabi-
de control/autonomía también opera dentro de lidad y ámbitos de esparcimiento (Goldthorpe,
la clase de servicios. 2010). Finalmente, otra frontera de clase
Una segunda crítica del enfoque de una presente en el esquema de Goldthorpe es la
clase de servicios es que Goldthorpe no división urbano/rural por medio de la cual
sólo integra en ella a asalariados sino que identifica una clase compuesta por pequeños
también incorpora a propietarios de capital propietarios rurales o trabajadores por cuenta
que emplean trabajo, lo cual implica unir propia de la producción primaria, y otra de
bajo una misma categoría personas ubicadas trabajadores asalariados agrícolas, peones de
en posiciones opuestas en las relaciones de la ganadería y otras actividades primarias.
producción (Wright, 1997). Finalmente, el La tesis central de los trabajos de
212 esquema de clases de Goldthorpe presenta Goldthorpe es que la clase de servicios es una
también una división ocupacional no manual/ clase social en formación que se ha expandido
manual que utiliza para diferenciar la clase desde la segunda posguerra hasta la actua-
de los empleados de rutina de “cuello blanco” lidad, abriendo espacios ocupacionales para
de los trabajadores de la clase obrera. Los que accedan personas provenientes de otras
grupos ocupacionales que conforman la clase clases, lo que generó altas tasas de movilidad
de empleados no manuales de rutina pueden social ascendente (Goldthorpe, 1992). Si bien
o no incorporar credenciales educativas pero su reclutamiento es heterogéneo, en la medida
no ejerce autoridad ni supervisión. Se trata en que acceden a ella personas provenientes
El impacto de los cambios ocupacionales en la estructura social de la Argentina: 2003-2011

de distintos orígenes de clase; una vez en ella A diferencia de Goldthorpe, Wright no plantea
tienden a retener la posición ocupacional para una frontera de clase en base al trabajo no
sus hijos a través de la transmisión de recursos manual/manual al interior de la clase obrera.
materiales y culturales, lo que se refleja en las Desde esta perspectiva, la expansión de ocupa-
altas tasas de herencia ocupacional interge- ciones no calificadas de cuello blanco en el
neracional. El nivel alto de intercambio inter- sector servicios ha sido conceptualizada más
generacional y de homogamia ocupacional que la expansión de las clases medias como
y educativa entre sus miembros asegura su el desarrollo de un nuevo “proletariado” de
reproducción y continuidad en el tiempo, y servicios.
en virtud de compartir ámbitos de sociabi- Más allá de sus diferencias, los enfoques
lidad sus miembros van adquiriendo estilos de reseñados sobre la estructura de clases de las
vida compartidos y distintivos de otras clases sociedades contemporáneas de Europa y Norte
sociales. América, coinciden en identificar dos grandes
Goldthorpe buscó explorar si la movilidad etapas que envuelven transformaciones de
social ascendente creciente implicaba una distinta direccionalidad. La primera corres-
apertura de la estratificación social, esto es ponde al desarrollo del modelo industrial
una mayor igualdad de oportunidades entre fordista —desde la posguerra hasta mediados
las clases, medido a través de las probabi- de la década de 1970— que favoreció el creci-
lidades de personas con distintos orígenes miento tanto de la clase obrera como de los
sociales de acceder a la clase de servicios, ya empleados jerárquicos de la burocracia admi-
que se trata de las ocupaciones mejor recom- nistrativa. En la posguerra, la emergencia de
pensadas. Para ello, realizó un análisis de la una clase trabajadora con altos salarios rela-
movilidad relativa, lo que denominó análisis tivos se basó en políticas públicas y el forta-
de la fluidez social. Sus estudios muestran lecimiento de los sindicatos para proteger el
que desde la posguerra hasta fines del siglo nivel de empleo y los salarios. De esta manera
XX la desigualdad de las chances de acceder se eliminó el círculo de la pobreza tradicional-
a la clase de servicios se mantiene constante mente asociado al ciclo de vida de las clases
en el tiempo, incluso entre países, mostrando trabajadoras (Miles y Turegun, 1996).
la estabilidad y rigideces de la estructura de El segundo período se inicia a mediados de
clases (Ericsson y Goldthorpe, 1992). los ‘70 pero adquiere mayor intensidad tras la
En contraste con el enfoque descripto, el caída del bloque socialista y la globalización
sociólogo norteamericano Erik Olin Wright económica en la década de 1990, donde el motor
(1995, 1997) buscó analizar el crecimiento de del crecimiento depende de la economía global,
las clases medias y establecer su posición en del cambio técnico y del dinamismo del sector
la estructura de clases según su ubicación en de servicios (Filgueira, 2007). En términos del
las relaciones de explotación. Además de la análisis de la estratificación social, la expan-
propiedad de capital incorpora otras fuentes sión de los servicios abre interrogantes puesto
de explotación como fuentes de diferenciación que su composición es altamente heterogénea
entre las clases, como el poder de dirección del en términos de actividades y ocupaciones.
trabajo de terceros y la posesión de creden- La vertiente liberal de Lipset y Clark (1996)
ciales educativas. De esta manera, los cuadros asocian el advenimiento de la sociedad postin-
gerenciales, directivos, supervisores, profesio- dustrial con el desarrollo de sociedades post- 213
nales y técnicos formarían parte de las clases clasistas, en las cuales el crecimiento sostenido
medias en tanto ocupan una posición contra- de profesionales y técnicos iba a ir reempla-
dictoria en la estructura de clases. Si bien no zando el conflicto de clases por una compe-
son propietarios de capital y, por ende, tienen tencia meritocrática por ocupar las posiciones
que vender su fuerza de trabajo, en virtud de más prestigiosas. En contraste, Wright (1997)
su contribución en el proceso de organización y Esping Andersen (1999) aportaron eviden-
del trabajo o su expertisse se apropian de parte cias sobre la persistencia de las desigualdades
del plus-valor social en forma de ingresos altos. de clase y el advenimiento de una etapa de

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mayor polarización y procesos de exclusión en términos de marginalidad, exclusión e


social. Desde su visión, el desarrollo del sector informalidad fueron reflejadas con elocuencia
de servicios generó una estratatificación social en la situación de 2003 evocada en el Cuadro 1.
más polarizada: por un lado, el crecimiento de Pero entre 2003 y 2011 se observa un
un núcleo dinámico de trabajadores altamente notorio cambio de trayectoria de las tenden-
especializados y por otro trabajadores no cali- cias ocupacionales en la Argentina. ¿Cómo
ficados, con bajos ingresos y desprovistos de afectan estas tendencias las de la estratifi-
protección social. cación social? Para captar las consecuencias
de este cambio de trayectoria en la evolución
reciente de nuestro país, hemos utilizado una
■ Una interpretación sobre la clasificación socio-ocupacional3 inspirada en el
evolución reciente de los grupos estudio clásico de Germani Estructura social
socio-ocupacionales en la de la Argentina (1955), adaptándola a las
Argentina características de la estructura ocupacional
actual. Esta clasificación incorpora dimen-
¿En qué medida los enfoques reseñados posi- siones afines a los esquemas descriptos: la posi-
bilitan una aproximación sobre la evolución ción ocupada en las relaciones de producción,
reciente en nuestro país? Puede señalarse que el nivel de autoridad, el tipo de calificaciones
la Argentina atravesó tendencias similares a y la rama de actividad. La clasificación parte
las descriptas pero con una intensidad mayor, de identificar grupos ocupacionales, los cuales
en particular relacionadas con los procesos de constituyen una plataforma sobre la que se
base que determinaron el declive industrial y desarrollan las clases sociales en tanto definen
el incremento del empleo en el sector de servi- condiciones similares de existencia, incluidos
cios desde mediados de la década de 1970. La ciertos niveles de ingreso, niveles educativos
desindustrialización y contracción del mercado y prestigio social. Desde una perspectiva de
de trabajo formal generaron transformaciones estratificación social, estos grupos estructu-
regresivas de la estructura social, entre las que rados jerárquicamente contribuyen a definir
se destacaron el aumento de la desigualdad de accesos diferenciales a recursos económicos,
ingresos entre la clase alta y las clases popu- oportunidades de vida y poder. En el anexo,
lares, la disminución de canales de movilidad se describe con mayor detalle la operacionali-
ascendente para las clases populares, la movi- zación del esquema de grupos ocupacionales y
lidad descendente de amplias fracciones de las posiciones de clase.
clases medias y el crecimiento de un estrato La formación de las clases sociales y su
marginal al interior de las clases populares. reproducción en el tiempo requiere que los
Estas transformaciones pusieron en evidencia miembros de los grupos ocupacionales esta-
una dinámica estructural del funcionamiento blezcan formas de sociabilidad entre sí, como
de la economía que afectaba considerablemente formación de parejas, círculos de amistad, comu-
el mercado de trabajo, y cuyas consecuencias nidades residenciales y otras prácticas sociales

3 Tanto los esquemas de clases de Wright como de Goldthorpe han mostrado limitaciones de aplicación a otros contextos
214 diferentes de las sociedades postindustriales en donde las relaciones asalariadas están menos extendidas. Ambos
enfoque conceptualizan a la pequeña burguesía como trabajadores que no venden su fuerza de trabajo y tampoco
emplean a otros trabajadores. En la práctica está formada por pequeños propietarios, artesanos y trabajadores por
cuenta propia no profesionales que disponen de un pequeño capital para trabajar por su cuenta lo que les permite cierta
discreción y autonomía en el desarrollo de las tareas laborales. Por el tamaño de su capital combinan el desarrollo
pleno de la actividad laboral y las tareas de administración.
La sociedad argentina históricamente se ha diferenciado de las sociedades europeas más desarrolladas por un mayor
volumen de empleo por cuenta propia. Uno de los problemas que surge al aplicar los esquemas de clases de Wright y
Goldthorpe es que los trabajadores por cuenta propia son clasificados como pequeña burguesía englobando situaciones
ocupacionales muy diversas como por ejemplo pequeños propietarios, trabajadores manuales con oficio y trabajadores
no calificados ubicados en la economía informal.
El impacto de los cambios ocupacionales en la estructura social de la Argentina: 2003-2011

vinculantes. Conforman al mismo tiempo bases nos separan de la aguda crisis de 1998-2002
frecuentes de organización y acciones polí- (Cuadro 4). Para ello, hemos insertado a los
ticas. Las clases, en suma, expresan y movi- grupos ocupacionales en la clasificación de uso
lizan relaciones sociales, creando experiencias corriente: “clase alta”, “clases medias” y “clases
comunes y campos de interacción que condi- populares”. Dada la limitación de los datos de
cionan la vida las personas y sus descendientes encuesta de captar a los grupos del vértice más
(Germani, 1955; Sautu, 2011). El análisis de alto de la estratificación social, haremos sobre
estos procesos excede ampliamente los límites todo hincapié en los cambios en los grupos
de este trabajo; aquí abordamos los cambios ocupacionales que componen las clases medias
recientes en la estructura socio-ocupacional y y populares. En relación con las clases medias
algunas dinámicas en la estratificación social hemos distinguido dos niveles en su interior:
que emergieron acompañándolos. superior e inferior según criterios de prestigio
Tomando una visión de conjunto, se observa social y niveles de ingresos.
que el epicentro de la transformación de la Las clases medias ampliaron sus fronteras
estructura ocupacional en los últimos años en la estratificación social, los grupos ocupa-
fue el crecimiento de los estratos asalariados cionales que integran esta heterogénea clase
de clase media y la clase obrera calificada. La social pasaron de 43,0% a 46,4%. Un hecho
intensidad de este proceso se observa si anali- destacable es que dicha expansión se debió
zamos la contribución relativa de las categorías fundamentalmente al crecimiento del estrato
socio-ocupacionales descriptas al incremento inferior que se incrementó 3,2 puntos porcen-
total del empleo. Los obreros calificados repre- tuales. Los grupos ocupacionales que más
sentaron un 47,6% del saldo neto de empleo, crecieron en este estrato fueron los empleados
los que comúnmente se denominan empleados administrativos y los técnicos, docentes y
de cuello de blanco de tipo técnico y adminis- trabajadores calificados de la salud. También lo
trativos de rutina un 42%, y los profesionales hizo parte de la pequeña burguesía compuesta
asalariados 9%. Estos grupos, tanto por el por dueños de comercios, locales de servicios o
porcentaje de crecimiento acumulado como por talleres con local establecido y algunos pocos
el volumen de empleo que concentran abrieron empleados. Este grupo pasó del 2,7% en 2003
amplios espacios de inserción ocupacional. al 3,3% en 2011. En cambio, los trabajadores
La inflexión de las tendencias ocupacio- por cuenta propia con equipo propio (un local,
nales respecto de la década de 1990 abre auto o maquinaria) disminuyeron su peso rela-
interrogantes sobre los efectos en la estruc- tivo del 11,0% al 9,6%.
tura social y las pautas de movilidad. ¿Cómo La clase media superior se mantuvo casi
impactó la recuperación del empleo en el perfil en el mismo nivel relativo, sin embargo, uno de
de la estratificación social? ¿Qué canales de los grupos que la componen: los profesionales
movilidad social se abrieron en el período, en asalariados, incrementaron su peso relativo en
especial aquellos que implican posibilidades el total de la población del 4,1% al 5,0%.
de ascenso sociales para las clases populares? Las clases populares disminuyeron su
¿Qué grupos o fracciones de clase han mejo- participación relativa del 56,1% al 52,8%
rado su posición relativa en términos de parti- pero el hecho más destacable es que se produ-
cipación en la distribución del ingreso en la jeron cambios significativos en su composición
estructura social? interna. Los trabajadores manuales por cuenta 215
propia con oficio, los obreros no calificados, y
los trabajadores por cuenta propia que realizan
■ Cambios en el perfil de la actividades en condiciones de precariedad (y en
estratificación social algunos casos de marginalidad) disminuyeron
su peso relativo. Gran parte de estos estratos
Consideremos las transformaciones que por lo general conforman el universo de traba-
se produjeron en el perfil de la estratifica- jadores bajo la línea de pobreza. En total, estos
ción social durante los casi diez años que estratos se redujeron alrededor de 8 puntos

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Cuadro 4
Distribución porcentual de la población ocupada según grupos ocupacionales y posiciones de clase
en la Argentina urbana en 2003 y 2011

Posición de clase y grupos socio-ocupacionales 2003 2011


Clase Alta
Empresarios grandes y medianos (+ de 40 empleados) 0,3 0,3
Directivos y gerentes de nivel alto 0,6 0,5
Subtotal clase alta 0,9 0,8
Clases Medias
- Superior 10,1 10,3
Profesionales autónomos 1,8 1,7
Empresarios pequeños (de 6 a 40 empleados) 0,9 1,1
Directivos de nivel medio y jefes de oficina 3,2 2,5
Profesionales asalariados 4,1 5,0
- Inferior 32,9 36,1
Micro-empresarios (1 a 5 empleados) 2,7 3,3
Cuenta propia con equipo propio 11,0 9,6
Técnicos, docentes y trabajadores de la salud 11,6 12,9
Empleados administrativos de rutina 7,7 10,3
Subtotal clases medias 43,0 46,4
Clases Populares
- Obreros calificados 20,1 24,8
Obreros calificados de la industria manufacturera 5,1 6,7
Obreros calificados de los servicios asociados a la industria 4,9 6,3
Trabajadores del comercio y los servicios personales calificados 7,8 8,1
Obreros calificados de la construcción 2,3 3,8
-Trabajadores manuales cuenta propia con oficio 6,5 5,9
- Obreros no calificados 13,6 13,5
Obreros no calificados de la industria 1,1 0,6
Obreros no calificados de los servicios asociados a la industria 2,0 1,1
Obreros no calificados de la construcción 1,6 1,8
Trabajadores del comercio y los servicios personales no calificados 8,9 10,0
- Trabajadores manuales no calificados 15,9 8,6
Servicio doméstico 6,7 6,6
Vend. ambulantes y otros trabaj. cuenta propia no calificados 2,3 1,2
Perceptores de un Plan Social 6,9 0,7
Subtotal Clases populares 56,1 52,8
Total 100,0 100,0
-PEA ocupada 13014105 15732529

Fuente: EPH tercer y cuarto trimestre de 2003 y tercer y cuarto trimestre de 2011.

216 porcentuales. En contraste, la clase obrera Con todo, el perfil de la estratificación social ha
calificada creció casi 5 puntos porcentuales. En cambiado hacia una mayor integración en los
su interior, lo hicieron todos los grupos ocupa- últimos años, en la medida en que han crecido
cionales. A la cabeza de esta expansión estu- los estratos ubicados en la zona media de
vieron los obreros de la construcción, seguidos ingresos, y el saldo neto de dicho crecimiento
por los obreros fabriles, luego los trabajadores se debió a la reducción de la desocupación y
de los servicios asociados a la industria manu- la incorporación de trabajadores que anterior-
facturera y, por último, los trabajadores de los mente se ubicaban en los estratos ocupacio-
servicios personales. nales más bajos.
El impacto de los cambios ocupacionales en la estructura social de la Argentina: 2003-2011

■ Tendencias emergentes de el traspaso de una considerable porción de la


movilidad social fuerza de trabajo del sector industrial a ocupa-
ciones de servicios de baja calificación. Si bien
La estratificación de clases cambia en el tiempo en principio la movilidad desde ocupaciones
influida por distintos procesos de tipo macro manuales hacia ocupaciones no manuales pare-
social y económico que afectan la estructura cería ser de carácter ascendente, en la medida
productiva y ocupacional, así como las polí- en que se ha devaluado el tipo de condiciones
ticas públicas de redistribución de ingresos de existencia que caracteriza a estas últimas
y derechos que catalizan transformaciones y su prestigio social, la movilidad manual-no
en el volumen y composición de las clases, manual no tiene el mismo significado que hace
y contribuyen a modificar su poder relativo medio siglo atrás. En gran medida el pasaje de
según sus capacidades de apropiación del hijos de obreros calificados a ocupaciones en el
ingreso (Germani, 1966; Torrado, 1992, 2007; comercio y los servicios personales implicó la
Filgueira, 2007). caída en el sector informal (Kessler y Espinosa,
Un fenómeno relacionado con el devenir 2007; Dalle, 2011).
histórico de la estratificación social es el de la Otro tipo de movilidad social es la consi-
apertura o cierre de oportunidades de movi- derada neta, la cual tiene lugar con indepen-
lidad social ascendente, en especial, las de dencia del cambio estructural. Anteriormente
ascenso desde las clases populares a las clases se la denominaba circulatoria o de reemplazo,
medias o, en el interior de las clases populares, la cual se pensaba que estaba relacionada
desde una fracción inserta en el sector informal con la movilización de recursos (capacidades,
hacia otra integrada al trabajo formal. Estas educación, etcétera) en la competencia por
trayectorias que implican el mejoramiento de las ocupaciones de mayor estatus y, por ello,
las condiciones de vida de la población fueron más asociada al carácter abierto o cerrado de
conceptualizadas por la literatura socioló- un sistema de estratificación social (Germani,
gica según distintos tipos de movilidad social, 1963). Este tipo de movilidad social tiene
que nos sirven de guía aquí para comprender lugar en el marco de sociedades en las cuales
algunos de los procesos en curso de la sociedad la estructura social no experimenta grandes
argentina contemporánea. transformaciones. El proceso consiste en
En primer lugar, la movilidad estruc- escalar posiciones en una estructura ocupa-
tural de dirección ascendente es un proceso cional más consolidada, donde ascender una
catalizado por la expansión de oportunidades posición es más costoso en tiempo y recursos
ocupacionales en los estratos medios y altos movilizados (Torre, 2010).
que acompañan el desarrollo económico el En la actualidad, dicha conceptualiza-
cual, al promover la expansión de ocupaciones ción ha sido reemplazada por la de “fluidez”
más calificadas, abre espacios para el ingreso de la estructura de clases, haciendo alusión
de personas provenientes de las clases popu- al nivel de desigualdad entre las clases en la
lares. Este tipo de movilidad ascendente con competencia por el acceso a las posiciones más
frecuencia tiene lugar cuando la estratifica- deseables y mejor remuneradas. En la medida
ción social de un país no está muy consolidada. en que la desigualdad de oportunidades es
Así el ascenso consiste más en ocupar nuevas menor, será mayor el nivel de apertura de las
vacantes que en reemplazar a quienes habían fronteras de clase. Los resultados de inves- 217
accedido previamente a los estratos de clase tigaciones realizadas con diversos enfoques
media por movilizar mayores competencias coincidieron en la constatación acerca de que
(Germani, 1961, 1963). el desarrollo de políticas activas de redistri-
La movilidad estructural puede ser bución del ingreso, ampliación de derechos
también de carácter descendente. El cambio sociales y equiparación del nivel de vida
en el patrón de acumulación de la industria a entre distintas clases favorecían la fluidez
los servicios en el último cuarto del siglo XX, en (Erickson y Goldthorpe, 1992; Wright, 1997;
particular hacia el sector financiero, produjo Breen, 2004).

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Flujos de movilidad social individual planteado que los altos niveles de desocupa-
ción y el fuerte deterioro del salario real y de
Los distintos tipos de movilidad social las condiciones laborales de amplias fracciones
descriptos se relacionan con distintos tipos de de las clases populares durante la reconversión
cambio en la estructura social, según el ritmo neoliberal de la década de 1990, impactaron
y la intensidad del proceso. Por lo general, el negativamente sobre sus posibilidades de
cambio gradual de la estructura de clases se enviar a sus hijos a las clases medias y, en gran
relaciona más con la movilidad de tipo indivi- medida tampoco garantizaron la reproducción
dual al interior de un sistema productivo como en una posición integrada de clase obrera, con
resultado de la apertura paulatina de oportu- un trabajo estable y acceso a derechos sociales
nidades ocupacionales y educativas, sumado (Dalle, 2010).
a las vacantes que se abren porque otros Apoyados en el análisis de las tendencias
descienden y a las capacidades de las personas socio-ocupacionales del período 2003-2011,
y el esfuerzo de sus familias para ocuparlas intuimos que la estructura de clases no está
(Filgueira, 2007). segmentada sino que existen oportunidades de
¿Cómo caracterizar los flujos de movilidad movilidad ascendente de tramos cortos, desde
social y su dirección en el período reciente? el estrato informal de la clase trabajadora
La expansión de ocupaciones manuales cali- al estrato formal y de esta al estrato técnico
ficadas en el sector industrial y de servicios administrativo de las clases medias; en otros
sugiere que se abrieron canales de movilidad términos, se trataría de una movilidad escalo-
social ascendente de corta distancia al interior nada. En primer lugar, debido a la expansión
de las clases populares, desde un estrato no económica que se inicia en 2003 se reinsertan
calificado y precario a otro de mayor estatus laboralmente obreros calificados que habían
en términos de calificación laboral, ingreso y quedado desocupados durante la década de
estabilidad laboral. Asimismo, los estratos de 1990. Segundo, por la incorporación al empleo
clase media conformados por profesionales, formal en el sector industrial y de servicios de
docentes, empleados públicos, empleados nuevas generaciones, muchos de ellos hijos
de oficina de grandes y medianas empresas, de trabajadores que habían sido desplazados
ampliaron sus fronteras contribuyendo a abrir forzosamente hacia actividades del sector
vías de ascenso desde las clases populares, informal a partir del desarrollo de actividades
sobre todo para los hijos/as del sector más cali- por cuenta propia o el empleo asalariado de
ficado e integrado. tipo precario.
Varios estudios que analizan cambios en el Un punto a tener en cuenta es que la movi-
mediano o largo plazo en el régimen de movi- lidad desde ocupaciones manuales a la jerar-
lidad social intergeneracional muestran una quía más baja de empleados no manuales e
disminución progresiva del nivel de apertura incluso algunas de tipo técnico no tiene el
de la estructura social. Utilizando datos del mismo significado que en las décadas de 1950-
área metropolitana de Buenos Aires, compa- 1960 porque disminuyó su nivel de retribución
rando con la investigación de Germani (1963) salarial; incluso son superadas por las capas
sobre movilidad social en el Gran Buenos más calificadas de la clase obrera. Sin embargo,
Aires, estos estudios muestran que la movi- desde la clase trabajadora calificada, especial-
218 lidad ascendente de larga distancia desde mente entre las hijas de obreros, aumentó una
las clases populares hacia la clase media de movilidad ascendente de corta distancia hacia
mayor estatus (profesionales, cuadros direc- ocupaciones técnicas tales como maestras,
tivos y gerenciales y propietarios de capital de enfermeras, profesoras secundarias y admi-
nivel medio) fue disminuyendo en las últimas nistrativas, que implican mejoras en términos
décadas del siglo XX (Jorrat, 2000; Benza, de prestigio social y, en ocasiones, de estatus
2010; Dalle, 2010). En un trabajo previo hemos socio-económico (Dalle, 2011).
El impacto de los cambios ocupacionales en la estructura social de la Argentina: 2003-2011

■ Reflexiones finales: movilización registradas constituyeron una base fértil


social y mejoras colectivas sobre la cual se desarrolló un proceso intenso
de movilización y mejoras colectivas obtenidas
Si bien la movilidad individual ascendente de por la clase obrera calificada y un sector de la
corta distancia debe haber sido importante en clase media asalariada. El efecto combinado
el período reciente, la intensidad del cambio del crecimiento del empleo asalariado y del
estructural en un lapso de tiempo breve nos cambio de composición hacia un incremento de
inclina a plantear que el carácter distintivo del la participación de trabajadores registrados ha
ciclo reciente ha sido otro tipo de movilidad. impulsado un fortalecimiento del sistema de
Nos referimos a una movilidad de carácter relaciones laborales. El núcleo de dicho sistema
colectivo en la estructura social, cuyo epicentro es la relación salarial que vincula a los trabaja-
fueron la clase obrera calificada y fracciones de dores con un sistema de garantías tales como el
clase media asalariada. sistema de jubilaciones y pensiones, la protec-
La movilidad colectiva puede entenderse ción de la salud para el grupo familiar a través
como un tipo particular de movilidad estruc- de las obras sociales y negociación colectiva de
tural. La misma no implica un pasaje de clase los salarios y las condiciones de trabajo. En
social a otra sino un proceso de cambio genera- este sentido, el flujo de movilidad ascendente
lizado de una clase en sentido ascendente por desde un estrato precario de la clase trabaja-
participación creciente en la sociedad. Este tipo dora a otro integrado formalmente implicó un
de movilidad fue conceptualizada en la socio- proceso de recolectivización, que se reflejó en
logía latinoamericana de las décadas de 1950 el fortalecimiento de los sindicatos tanto en su
y 1960 para describir el proceso acelerado de densidad como en su capacidad para negociar
incorporación de las clases populares urbanas los salarios (Palomino, 2010).
a la sociedad en términos económicos, políticos En los últimos años al ritmo de la incorpora-
y sociales durante los comienzos de la indus- ción de los asalariados registrados en el empleo,
trialización sustitutiva de importaciones. Se los sindicatos se fueron fortaleciendo, tanto por
trata de un proceso en el que la clase en su el incremento paulatino en la cantidad de sus
conjunto (o alguna fracción de ella) mejora su afiliados como en su densidad, esto es el peso
posición en la estructura social. relativo de los trabajadores sindicalizados sobre
Según Germani (1969:66) la movilidad el total de la población activa. En este marco, el
colectiva implica “…un proceso de cambio intra- movimiento sindical dejó atrás la política defen-
generacional rápido y no esperado ni previsto siva de la década de 1990 contra los despidos,
por la estructura normativa de la sociedad ni el desempleo y la flexibilización laboral, y desa-
por las actitudes internalizadas de los otros rrolló una política ofensiva orientada hacia
grupos, particularmente de los grupos hegemó- el aumento de salarios, la disminución de las
nicos”. Esto suele ocurrir cuando la movilidad condiciones de explotación y la ampliación de la
colectiva es consecuencia de un proceso previo cobertura laboral junto a la sindicalización de
o simultáneo de movilización de una clase, la los trabajadores (Etchemendy y Collier, 2007;
cual toma un papel activo en el despliegue Rebón et al., 2010).
de mecanismos de apropiación de oportuni- La determinación de los salarios a través
dades. Con frecuencia, la movilidad colectiva de la negociación colectiva fue extendiéndose
cataliza procesos de inconsistencia de estatus a partir de 2004 y alcanzó en 2011 los 1600 219
económicos y sociales que abren tensiones por convenios y acuerdos entre empleadores y
reposicionamientos de distintos grupos en la trabajadores (Palomino y Trajtemberg, 2012).
estratificación social. Este proceso se diferencia netamente de la
En realidad, en los últimos años en la individualización de la relación salarial que
Argentina ambos tipos de movilidad social, prevalecía en los ’90 cuando, en el marco de
individual y colectiva, estuvieron asociados. Los una escasa cantidad de negociaciones —que
flujos de movilidad individual de trabajadores apenas alcanzaba los 200 acuerdos y conve-
desde el sector informal hacia ocupaciones nios anuales promedio—el comportamiento de

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las firmas era determinante para establecer en particular en el ámbito público. El impulso
los niveles de salarios. En aquella época los de la economía y de la inflación le otorga un
convenios colectivos explicaban poco más de carácter conflictivo al período en la carrera
la mitad de los salarios efectivamente pagados por la distribución del ingreso. En un trámite
por las empresas. Actualmente, en cambio, acelerado, los obreros y parte de los trabaja-
más del 80% del monto de las remuneraciones dores de cuello blanco fueron experimentando
abonadas por las firmas a sus empleados mejoras, obteniendo incrementos salariales
reflejan las escalas de los convenios colectivos, por encima del aumento de precios, al tiempo
reduciendo considerablemente el margen de que mejoró el perfil distributivo.
decisión individual de las empresas para fijar El progresivo incremento de los salarios
salarios (Palomino, 2010). a través de la negociación colectiva, acompa-
La fijación de los salarios a través de la ñado por un proceso de disminución de las
negociación colectiva produjo una atenuación desigualdades salariales tendió a mejorar la
considerable de las desigualdades de ingreso posición relativa de los obreros calificados y
debido a dos factores. Por un lado, el relati- algunos sectores asalariados de clase media en
vamente bajo grado de diferenciación de los la estructura social, obteniendo en ocasiones
niveles de las escalas salariales dentro de cada mejoras salariales más altas que sectores de
convenio, acentuado además desde 2004 por la las clases medias “fuera de convenio”, técnicos
política de aumento del salario mínimo, que o profesionales cuenta propia o pequeños
incrementó el “piso” de las escalas y simultá- propietarios de capital.
neamente por la elevación lenta de los “techos” En síntesis, las tendencias convergentes
impositivos para los salarios más altos. Por de los ingresos en el período reciente en
otro lado, los mecanismos de coordinación de nuestro país reflejan el predominio de pautas
los incrementos salariales entre sindicatos y igualitarias que divergen notoriamente tanto
su competencia por emular los porcentajes de de las tendencias de polarización y acentua-
aumento de las entidades con mayor capacidad ción de las asimetrías sociales que prevale-
de negociación, han tendido a reducir las dife- cieron en la Argentina entre 1975 y 2001,
rencias de salarios entre convenios. como de las trayectorias observables actual-
También se incrementaron los conflictos mente en varios países europeos y del Norte
laborales con paro y la cantidad de huelguistas, de América.

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REVISTA DE TRABAJO ● AÑO 8 ● NÚMERO 10 ● JULIO / DICIEMBRE 2012


HÉCTOR PALOMINO Y PABLO DALLE

■ Anexo viii. propiedad o no de un local y/o equipo (auto,


maquinaria, etc.).
La fuente de datos utilizada es la Encuesta De la combinación de dichos indicadores
Permanente de Hogares (EPH), elaborada por se arribó a la clasificación que se presenta en
el Instituto Nacional de Estadística y Censos la Figura 1. En este esquema se hicieron tres
(INDEC). Dicha encuesta se aplica a las princi- modificaciones relevantes en relación con el
pales ciudades de la Argentina cubriendo alre- esquema de clases de Germani (1955): a) los
dedor del 70% de la población urbana; utilizando trabajadores del comercio fueron incluidos
un factor de expansión hemos extrapolado las en la clase obrera; b) se distinguió un estrato
estimaciones al total de la población urbana. de trabajadores cuenta propia manuales en
Para construir el esquema de posiciones las clases populares que, en términos de su
de clase hemos trabajado con el Clasificador condición socio-económica, se encuentra en
Nacional de Ocupaciones (CNO). El mismo una posición intermedia entre los obreros cali-
se encuentra estructurado en cuatro dimen- ficados y los no calificados; y c) se distinguió
siones que refieren al tipo de trabajo realizado: en la base del sistema de estratificación un
carácter ocupacional (primeros dos dígitos), estrato de trabajadores que desarrollan ocupa-
jerarquía (3), tecnología (4) y calificación de ciones manuales no calificadas, con frecuencia
la tarea (5). En un primer paso se separaron en condiciones de marginalidad.
cada uno de los dígitos y posteriormente fueron En este artículo hemos trabajado con las
combinados con la categoría ocupacional, la bases de microdatos del segundo semestre
cual define el lugar ocupado en las relaciones correspondientes a 2003 y 2011. La elec-
de producción: propietarios de capital, asala- ción de dichos años se debe a que buscamos
riados o trabajadores por cuenta propia. Al comparar dos imágenes de la estratificación
interior de estas tres grandes categorías ocupa- social, una cuando comienza la salida de la
cionales se utilizaron los indicadores del CNO crisis de 1998-2002 y otra correspondiente a
y otros para definir grupos socio-ocupacionales un momento reciente cuando el ciclo de creci-
y posiciones de clase. miento económico a tasas elevadas iniciado en
Entre los Propietarios de capital: 2003 llevaba casi una década —sólo interrum-
i. se consideró el tamaño a través del indi- pido en 2009 por los efectos de la crisis interna-
cador proxy de cantidad de empleados del cional—. Asimismo, para estos años contamos
establecimiento con ondas de la EPH que relevan los mismos
Entre los Asalariados: indicadores socio-ocupacionales. A partir de
ii. el nivel de autoridad en la organización del 2003 se introdujeron modificaciones en la
trabajo (jerarquía); EPH, se agregaron nuevas áreas geográficas,
iii. la calificación de la tarea ocupacional; se pasó de dos relevamientos puntuales (mayo
v. el producto del trabajo: “bienes” o “servicios”; y octubre) a cuatro ondas continuas trimes-
y trales y cambió la medición de indicadores
vi. la rama de actividad socio-ocupacionales: por ejemplo se modificó
Entre los Trabajadores cuenta propia: el Clasificador Nacional de Ocupaciones de
vii. calificación de la tarea; y tres a cinco dígitos.

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El impacto de los cambios ocupacionales en la estructura social de la Argentina: 2003-2011

Gráfico 1
Participación de las categorías ocupacionales en el crecimiento de la PEA ocupada
(en miles de personas)

-1.000 -500 - 500 1.000 1.500 2.000 2.500 3.000 3.500 4.000

PEA ocupada

Asalariados (obreros
o empleados)

Patrón

Cuenta Propia

Trabajador familiar
sin remuneración

Percibe un Plan Social

Fuente: EPH 2003 y 2011, segundo trimestre.

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