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INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 03
CURIA” ...................................................................................................................................... 08
2.1 Etimología...................................................................................................................... 08
1
3.3.2 Elemento objetivo de la profesión procesal ................................................................... 23
CONCLUSIONES ...................................................................................................................... 35
BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................................ 36
ANEXOS .................................................................................................................................... 37
2
INTRODUCCIÓN
La presente investigación está dentro del gran tema de los Principios Generales del Derecho
NOVIT CURIA”, por parte de los señores magistrados, por remediar las omisiones o reconducir
el proceso civil ante errores de precisión sobre la clase de acumulación de pretensiones objetivas,
nuestros códigos civil y procesal civil determinan como un deber del Juez el de aplicar el derecho
que corresponda al proceso, aunque haya sido invocado por las partes o la haya sido erróneamente.
En ese sentido, es importante la aplicación de este principio para dar solución al problema
planteado, más aún cuando luego de un arduo trámite judicial recién en la etapa de sentenciar se
advierte estos defectos, afectando los Principios de Celeridad y Economía Procesal y porque no
bibliográfica, la cual fue estudiada y luego resumida en el trabajo. La investigación comienza con
el aspecto histórico de principio general del derecho y luego estudia la aplicación del principio
CAPITULO I
3
ASPECTOS GENERALES
“fundamento” o “inicio”. En el ámbito filosófico, se afirma que es “un producto de partida, idea
rectora, regla fundamental de conducta”1. Otros observan que principio proviene de la voz griega
“arché”, que desde tiempos remotos era motivo de una incesante angustia existencial de los
Si bien desde el plano lógico toda forma de conocimiento filosófico y científico implica la
sino en el de la filosofía de la ciencia, por cuanto esta última analiza y cuestiona cada concepto
Existen tres grandes categorías que agrupan a los principios en relación con su espectro de
monovalentes. Dentro de los últimos, se encuentran los llamados principios generales del derecho.
2.2 Origen.
Para Díaz Couselo, la expresión misma Principios Generales del Derecho “PGD”, tiene su
origen en la Escuela Clásica del Derecho Natural de los siglos XVII y XVIII, que elaboró su
doctrina en base a dos supuestos: la validez ilimitada del conocimiento y el considerar al hombre
en el mismo plano que la naturaleza, afirmando que su esencia es la razón, de tal modo que los
1
ROSENTAL, M. M. y P.F. Ludin. Diccionario filosófico, Rosario: Universo, 1973, p. 374
2
DÍAZ COUSUELO, J. M. Los principios generales del Derecho, Plus Ultra, Argentina, 1971, p. 75.
4
Hasta la época moderna nadie pone en cuestión la existencia de principios jurídicos fuera
de la letra de las leyes, que se recogían del derecho romano o del derecho canónico. Por tanto,
hasta ese momento, no son objeto de discusión doctrinal. Será la dirección individualista del
Derecho la que ponga en tela de juicio los PGD. Primero los negará y condenará, con el fin de
lucha contra la autoridad del Derecho romano y canónico, para favorecer el arbitrio de los príncipes
protestantes en el período denominado de absolutismo legalista. Más tarde, por la razón práctica
del reconocimiento de la insuficiencia del texto de las leyes y también por un deseo de dotar de
mayor fuerza a las ideas propias del movimiento, se recuperará la figura de los PGD, intentando
dotarlos de un nuevo valor, inaugurando el período de depotismo ilustrado. Se piensa que cuando
en esa época se alude a los PGD como máximas del Derecho romano o de Derecho canónico, en
realidad no se los está aplicando en el sentido que ahora le damos, sino que se está aplicando
Derecho positivo. Que éste provenga del derecho romano o del derecho canónico es indiferente,
el caso es que se trata de normas expresamente formuladas. Precisamente por ello no se cuestiona
Cuando comienza el movimiento codificador surge la duda sobre si se deben incluir en los
códigos los “principios generales”, ya que desde el primer momento los legisladores fueron
conscientes de la insuficiencia del código para resolver cualquier caso que se plantease cuando,
además, se pretendía incluir en los mismos la obligación de los jueces de resolver en todo caso
ateniéndose al sistema de fuentes. En este contexto, y por acudir al Código civil por excelencia, en
el proceso de elaboración del Código Civil francés sus artífices propusieron incluir distintas
fuentes subsidiarias. Entre las propuestas cabe señalar las que se referían a la equidad natural, la
ley natural, el Derecho romano, las antiguas costumbres, los usos, las máximas, las decisiones de
los tribunales, la jurisprudencia, el derecho común, los ejemplos, la ciencia, la doctrina y los
5
principios generales. Así el proyecto de título preliminar del Código civil de Napoleón, disponía
que “en las materias civiles, el juez, a falta de ley, precisa, es un ministro de edad. La equidad es
la vuelta a la ley natural y a los usos aceptados en el silencio de la ley positiva” (art. 11), aludiendo
implícitamente a máximas de Derecho Natural, de la justicia natural o de la razón. Pero, ante las
se suprimió. Por tanto, el Código civil francés, a pesar del intento, no hace alusión a los PGD.
La doctrina asigna al Código civil austriaco de 1811 el mérito de ser el primero que se
refiera a los principios generales, aunque no expresamente, sino bajo la fórmula “principios
por la doctrina del Derecho natural. Habrá que esperar hasta 1865 para ver reflejada expresamente
en un Código civil italiano, aunque según Arce y Flores –Valdés, ya el “código italiano Albertino
2.3 Concepto.
En sustitución de una definición lógica de los “principios generales del Derecho”, Mans
juridicidad. “la idea de principio implica las de fundamento, elemento, origen, comienzo, razón,
oposición a singularidad”5.
3
DE CASTRO Y BRAVO, F. Los principios generales del Derecho, En Derecho civil de España, cap. IV, Civitas,
Madrid, p. 407.
4 ARCE y FLORES-VALDÉS., Jr. Los principios generales del derecho y su formulación constitucional, Civitas,
y ss.
6
“Para nosotros los principios generales son aquellos juicios de valor, anteriores a la
formulación de la norma positiva, que se refieren a la conducta de los hombres en su
interferencia intersubjetiva, que fundamentan la creación normativa legislativa y
consuetudinaria. Como consecuencia de ello, sostenemos que tiene un doble papel, pues
son el fundamento del Derecho positivo y además, fuente en sentido técnico, pues
subsidiariamente en ellos deberá apoyarse el juez para resolver el caso ante la falta de
norma expresa, al comprobar la no aplicabilidad de las que integran el ordenamiento
positivo, tanto, cuando éste lo remite a los “principios generales” como cuando guarda
silencio sobre el problema. Podemos afirmar que son más radicalmente fuentes que las
consideradas tradicionalmente fuentes formales”6.
destacados filósofos del Derecho están de acuerdo en señalar que la remisión a los principios
generales lo es a un juicio de valor, a una estimativa jurídica, que es aquello que tradicionalmente
se denomina derecho natural, mientras que generalmente son los intérpretes de la ley positiva los
juristas que hacen ciencia del derecho únicamente, quienes sostienen que aquélla, al remitir a los
“principios generales del Derecho”, nos e refiere a un criterio ideal o de estimativa. Ello es una
consecuencia de las dos posiciones que informan toda la historia, la positivista y la iusnaturalista,
entre las cueles se presenta una lucha como dilema existencial para todos aquellos a quienes
preocupa la humanidad. Sin derecho positivo, no hay humanidad posible; pero el propio derecho
positivo puede encarnar lo inhumano. Por lo tanto el Derecho positivo debe tener un fundamento
que lo sustente y estar sujeto a una norma crítica. El mérito de los defensores del Derecho natural
7
Es que el Derecho no es sólo norma, sino que el mundo jurídico está formado por tres
aspectos: hecho, valor y norma, ya que todo fenómeno jurídico se reduce a un hecho ordenado
Recasens Siches, define al Derecho diciendo que “es un conjunto de normas humanas, es
decir elaboradas por los hombres en una situación histórica, apoyadas o impuestas por el poder
7 RECASENS SICHES, Luis. Tratado General de Filosofía del Derecho, México, 1965, p. 158.
8
CAPITULO II
CURIA”
2.1 Etimología.
derecho material y procesal. Por tanto resulta indispensable para su mejor estudio y análisis, partir
de sus raíces etimológicas, con esa razón el significado del aforismo debe desmenuzarse y luego
2.1.1 Curia.
que ejerce función jurisdiccional; esto es, encargados de resolver las controversias o los casos
2.1.2 Novit.
Verbo que significa “conocer”, “saber”; éste último en el sentido de no haber más que
2.1.3 Iura
Significa “derecho” entendiéndose todas las normas jurídicas aplicables al caso concreto.
A partir de esta estructura etimológica podemos determinar que el aforismo latino “IURA
9
Entonces el aforismo IURA NOVIT CURIA hace alusión tanto a la función del Tribunal –
que debe juzgar, sin que le sea permitido dejar de juzgar, incluso, en situaciones de laguna o vacíos
del derecho.
establecer si la palabra “IURA” debe ser considerada en su forma plural o singular; sin embargo,
al constituir la palabra “IURA” como el plural de la palabra latina IUS= DERECHO y atendiendo
el significado de los otros dos componentes que conforman el aforismo, IUS debe emplearse en su
acepción plural, es decir IURA que significa “derechos” alcanzando tanto a los derechos objetivos
y subjetivos, como hoy en día se viene acogiendo, y por esa razón tal polémica no ha requerido
No existe con exactitud la fecha probable en la que se haya dado origen el Principio “Iura
Novit Curia”, pero implícitamente se encuentra en casi todos los sistemas jurídicos.
Sentis Melendo, en su obra “El Juez y el Derecho (Iura Novit Curia)” precisa que el
aforismo ha de encontrarse en la frase de un juez, que fatigado por las disquisiciones jurídicas del
abogado, lo interrumpiría exclamando: “venire and factum. Curia novit ius” (“Vaya a los hechos.
El tribunal conoce el Derecho”), opinión que coincide con la tan autorizada de Planiol, que se
refiere igualmente a la famosa advertencia que, en otro tiempo, interrumpió más de un informe
8 SENTIS MELENDO, Santiago. El Juez y el Derecho. Ediciones Jurídicas Europa – América. Buenos Aires, p. 14.
10
Este aforismo latino guarda estrecha relación con otro aforismo: “da mihi factum, dado tibi
acordada por un gran número de personas (foro); que pretende expresar un principio o la verdad
en una manera breve, pensativa y aparentemente cerrada y presenta gran importancia desde el
En el derecho romano el Principio “Iura Novit Curia” tiene fuertes cimientos en el proceso
Una de las primeras manifestaciones provendrían de los actos que al pretor se le asignada
en los edictos –disposiciones-, que en su conjunto formó el Derecho pretoriano cuyo triple objeto
era aplicar, completar y corregir el derecho, al suponerse que el pretor conocía el derecho de su
región así como la costumbre y la tradición lo que le permitía modificar y corregir ese derecho. E
Roma existieron tres sistemas procesales donde se tramitaron los pleitos privados, los que se fueron
sucediendo en el tiempo con largos períodos de coexistencia: El sistema de las “legis actiones”,
rige hasta el siglo XI a.C. cuando comienza a estructurarse el segundo sistema, el “formulario”,
con la lex aebutia, en coexistencia con el de las legis acciones, que fue oficialmente abolido, por
formularios de lex lulia indiciorum privatorum del año 17 a C. A partir del comienzo de nuestra
era, con el principado se generaliza un sistema que, por haber unificado las dos etapas de los
sistemas anteriores considerados variantes del ordo iudiciorum privatorum, fue llamado sistema
“extraordinem o extraordinario”
11
particular, designado específicamente para esa ocasión, emite la sentencia que resuelve el caso
“El sistema de las legis actiones, es el primer sistema procesal romano recogido en la Ley
de las XII tablas y las legis acciones eran cinco: legis actio sacramentum, legis actio per iudicis
postularionem y legis actio per condictionem, legis actio per iudicis postulationem y legis actio
per condictionem, legis actio per manus iniectionem y las legis actio per pignoris capionem, las
tres primeras eran consideradas como declarativas por cuanto la sentencia dice cual de las dos
partes es la beneficiada; y las otras dos eran consideradas como ejecutivas, para hacer cumplir la
sentencia y, aun sin sentencia, lograr el cobro de lo debido”9. Este procedimiento se distinguía
porque los ritos de cada acción se realizaban in jure delante del magistrado. Las partes cuya
presencia era necesaria procedían a sus riesgos y peligros, el error más pequeño traía consigo la
pérdida del proceso, este procedimiento era reservado para los ciudadanos romanos, en su origen
no podían usarlos los peregrinos. La ignorancia de las formalidades del procedimiento de las
acciones de ley por la plebe fue una de las grandes causas por la que la mantenían bajo la
dominación del patriciado. Solo se podía proceder a los ritos de las acciones de ley durante los
días fastos. Sin embargo la pignoris capio podía realizarse aun en un día nefasto, y fuera de la
presencia del magistrado; por eso se dudo que fuese una verdadera acción de ley.
El proceso empieza por el acto que tiene por objeto llevar a las partes delante del
magistrado: la in jus vocatio (era la intimidación verbal y en forma solemne del acto demandado),
se opera con sencillez, es el mismo demandante quien ordena a su adversario seguirle in jus te
voco (te conmino que comparezcas ante la justicia) o in ius ambula (marcha y ve ante la justicia),
el demandado debe obedecer y acudir a la reunión, o dar un vindex que garantice su presencia en
9 D’ORS Alvaro, Historia e instituciones del Derecho Privado Romano, Madrid, 1936, págs. 1-23.
12
el día fijado, de lo contrario el demandante toma testigos, antestatur, desde entonces puede
obligarle por vida fuerza y conducirle a pesar de su resistencia. El domicilio del demandado es
para él un asilo inviolable. Llegada las partes delante del magistrado y después de haber expuesto
el asunto, tienen que cumplir el rito de la acción de ley que se aplica al proceso, se designa un juez
y se comprometen a comparecer el tercer día delante de él, todo el procedimiento delante del
magistrado se hacía oralmente, se tomaban por testigos a las personas presentes con objeto de que
pudiesen suministrar ante el juez el testimonio de que había ocurrido delante del magistrado, (la
elección de testigos se llamaba litis contestatio), señalaba el fin de la primera parte de la instancia
y producía efectos importantes. Bajo las acciones de ley, el derecho del demandante se extingue
siempre ipso jure, por la litis contestatio, que crea un nuevo derecho a su beneficio. Delante del
juez, in juicio, se terminaba el proceso sin que hubiera que señalar nada de particular. Todo se
el demandado debían realizar ciertos actos ante el magistrado; hacer gestos, pronunciar palabras
conforme a un rito riguroso determinado por la ley, y de este formalismo dependía ganar o perder
el juicio, mientras que el Juez se apegaba a una investigación bastante simple, limitada a la
El sistema formulario, es el segundo sistema procesal romano, creada en el año 242 a C.,
estaba dirigida al conocimiento de asuntos entre peregrinos y de éstos con los romanos, sin
ajustarse al formalista sistema de las legis actiones, al que no accedían los no ciudadanos. El pretor
con toda libertad, desarrolló un tipo de proceso que, en lo general, seguía el esquema de arbitraje
obligatorio de las legis actiones, con sus dos etapas: la in iure y la apud iudicem. En lugar de
13
pretor peregrino plasmó por escrito con las partes la controversia deducida de la institución romana
y extendida a los peregrinos del principio de la bona fides, de aquí la expresión de “actuar per
concepto verbal”, es decir, dar lugar al iudicium con palabras adaptadas en cada caso, a la concreta
controversia; ello, en contraposición a las certa verba (palabras determinadas), siempre las mismas,
según la acción genérica que se ponía con el procedimiento de las legis aetioms. El pretor fue
el tribunal del pretor peregrino, fue imitando esas formas más libre, más funcionales, con que éste
en el ius civile, en estos casos no debía emplear el rígido y sistema de las legis actiones, sometiendo
a su imperium controversias sobre instituciones del ius gentium, pero en las que eran partes
pretor, en posesión de todos los recursos procesales y extra procesales, realizó una profunda
fuente más original del Derecho romano, el pretor es el que tiene la última palabra, redactando la
fórmula, un breve documento escrito donde se reseña la cuestión y como debe resolverse el pleito,
14
CAPITULO III
EN EL PROCESO CIVIL
El proceso civil tiene como finalidad la solución del conflicto de intereses al cual le sirve
de interés público. “Se distingue, a simple vista, del proceso penal, por su carácter negativo: no
hay de por medio un delito. Los procesos civiles se realizan inter cives, es decir, entre hombres
dotados de civilidad”10.
Opera para combatir la litis, que es, pues, un desacuerdo y el elemento esencial de ese
desacuerdo conlleva a un conflicto de intereses: si se satisface el interés del uno, queda sin
satisfacer el interés del otro, y viceversa. Sobre este elemento sustancial se implanta un elemento
formal, que consiste en un comportamiento correlativo de los dos interesados; uno de ellos exige
que tolere el otro, y la satisfacción de su interés, y a esa exigencia se le llama pretensión; pero el
otro, en vez de tolerarlo, se opone. No es posible que ambos litigantes tengan razón, esto es, que
tanto la pretensión como la oposición respondan a justicia: o es justa la una o es justa la otra, o una
El proceso civil, puede utilizarse, no solo para la represión, sino también para la prevención
civil se da en presencia de ciertas situaciones que pueden dar lugar a peligros de injusticia;
10 CARNEUTTI, Francesco. Como se hace un proceso. Ensayo preliminar de Marcelo Bazán Lazcano. P. 27.
15
manifieste. A estas dos formas de proceso civil, preventiva o represiva, se le asigna el nombre del
proceso civil con litis o sin litis; es decir, en el Código Procesal Civil peruano, proceso contencioso
Para muchos tratadistas, el proceso civil voluntario o no contencioso, que tiene carácter
preventivo, es la figura menos importante, ya que ellos aducen que es menos compleja que el
proceso civil represivo. Sin embargo, en la práctica judicial resulta lo contrario porque en muchos
casos se recurre al juez para que éste pueda adecuar la norma aplicable al caso concreto como son
solicitudes para obtener permisos, autorizaciones, convalidaciones de ciertos actos respecto de los
estamos desarrollando (principio iura novit curia), por ejemplo, en la práctica judicial, es frecuente
es, invocándose como fundamento de derecho el artículo 754º del Código Procesal Civil no
teniendo en cuenta la norma correcta que es el trámite especial previsto en el artículo 829º del
Código Procesal Civil, siendo así, cuando se advierte tal error es deber del Juez de acuerdo al
artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil, aplicar la norma correcta, esto es,
adecuar el trámite a lo previsto por el artículo 829º del código precitado, esas materias como bien
se han ejemplificado también son importantes porque se trata de un derecho peticionado ante el
órgano jurisdiccional, quien tiene la obligación de resolver y declarar el derecho de ser caso
Si bien es cierto que la figura del proceso civil que más llama la atención del público, es el
16
esto es, un juez, la parte demandante, la parte demandada y una controversia como por ejemplo
podemos citar los siguientes casos: será una persona que pretende ser hijo del otro, mientras ese
otro niega ser su padre; será uno que sostiene tener la propiedad de un poder que otro posee,
mientras ese tal no quiere reconocer su propiedad, serán dos vecinos que litigan acerca de una
servidumbre de paso, que el unjo reclama y que el otro discute, da dos socios que van de acuerdo
acerca de la parte de utilidades que a cada uno de ellos le responden; serán los herederos legítimos
que afirman l nulidad del testamento a favor de un extraño mientras este está convencido de su
validez; serán el vendedor de una mercadería que pide el pago del precio mientras el comprador
quiere restituírsele porque, según él, no responde a la calidad pactada; en todos estos casos, y en
miles más, en que el egoísmo o desconocimiento ponen en desacuerdo a los hombres que se
encuentran en conflicto de intereses vemos que estos se dirigen ante el juez para pedirle que a cada
cual se le dé la razón y/o negándole al otro litigante su pretensión, jugando aquí un papel primordial
los medios probatorios que las partes procesales aportaron en la estación procesal correspondiente.
3.2 Pretensión.
Windscheidt, en 1858, en Alemania, adoptó por primera vez el uso del término anprunch
(pretensión), para referirse al derecho subjetivo sustancial, al interés material reclamado por el
actos al emplazado y perseguido por aquel en el proceso. En el siglo XX el término pretensión fue
admitido progresivamente en las legislaciones del Derecho Procesal Civil, independizando los
términos de acción y pretensión, siendo esta ultima el elemento central de la demanda, el objetivo
del proceso y de la sentencia según la opinión de un sector de la doctrina procesal, de otro lado
procedibilidad.
17
Los tratadistas del Derecho Procesal, en el ámbito del derecho moderno diferencian dos
clases de pretensiones:
Juan Monroy, señala que “el acto de exigir algo a otro, antes del inicio de un proceso se
proceso; es factible que un sujeto interponga una demanda sin antes haber exigido a la persona que
ahora demanda, la satisfacción de la pretensión, por otro lado tampoco lo es porque puede ocurrir
que al ser exigida la satisfacción de una pretensión material, ésta sea cumplida por el requerido,
La pretensión material es conocida también como pretensión sustancial, que viene hacer la
un bien con exclusión o en participación con terceros. Se denomina pretensión material o sustancial
bien a un tercero o compartirlo con él; puede devenir de una incertidumbre, cuando el titular no
tiene seguridad jurídica o le falta reconocimiento social respecto a uno o más bienes, desde este
punto de vista las fuentes inmediatas de toda pretensión son los conflictos o las incertidumbres
humanas, la fuente formal está en el derecho material, en las normas jurídicas que regulan los
derechos de las personas individuales o socialmente consideradas, en las normas que regulan las
relaciones de las personas con los bienes y en sus relaciones inter – subjetivas de orden privado o
público. Para que una pretensión material con relevancia para el derecho tenga validez, se requiere
18
que la manifestación sea declarada por su titular o representante, quien debe reunir los requisitos
de capacidad.
alternativas extrajudiciales para exigir o lograr que tal hecho ocurra, entonces solo queda el camino
de la jurisdicción. Esto significa que el titular de una pretensión material, utilizando su derecho de
acción, puede convertirla en pretensión procesal, la que no es otra cosa que la manifestación de su
voluntad por la que un sujeto de derecho exige algo a otro a través del estado, concretamente
jurisdiccionales.
novit curia”, por cuanto no existe la participación del Tribunal o Juez al no haber el pretensor
19
La pretensión procesal difiere sustancialmente de la pretensión material, a pesar de la
órgano jurisdiccional, esta característica fija la diferencia entre pretensión material o procesal; la
primera supone una manifestación del pretensor (demandante o accionante), hecha directamente a
un emplazado u obligado a satisfacer una petición; mientras que la pretensión procesal supone la
misma manifestación, pero hecha ante un órgano jurisdiccional competente, tercero destinatario
imparcial, al que se le solicita inicie y dirija la composición de un proceso y emita a favor del
en un acto procesal, la demanda y constituye el objeto de aquel acto procesal postulatorio y según
un sector respetable de la doctrina, constituye el objeto del proceso y del acto jurisdiccional más
activo de la pretensión, pretensor; debiendo ser un sujeto de derecho, que actúe por derecho propio
o mediante representante. El actor al formalizar la pretensión procesal debe reunir los requisitos
emplazado con la misma es el demandado, ejecutado, entre otro, y de igual manera tiene que ser
un sujeto de derecho.
desarrollan al hablar de los elementos de la pretensión. La pretensión procesal tiene por finalidad
satisfacer derechos subjetivos del titular o lograr la imposición de sanciones a través de una
sentencia.
20
3.3 Elementos de la pretensión procesal
la conforman:
- Los sujetos,
- El objeto; y,
- La causa.
pretensión procesal a:
El objeto; y,
La causa.
pretensión.
tiene como estructura la fundamentación jurídica, es decir, atrás de la exigencia del demandante,
debe invocarse un derecho subjetivo que sustente el reclamo, además, la pretensión procesal debe
través de la actividad probatoria permitirá que la pretensión contenida en la demanda sea declarada
fundada. En este caso, se trata de loes fundamentos de hecho, y estos dos elementos de 1 pretensión
procesal (los fundamentos de derecho y de hecho), apreciados de manera conjunta, se conocen con
nombre genérico causa pretendi, iufis petitum o iurin petitio. Asimismo pretensión procesal tiene
un elemento central, este es el pedido concreto, es decir, aquello que en el campo de la realidad es
21
lo que el pretensor quiere sea una actuación del pretendido o, sea una declaración del órgano
jurisdiccional.
doctrina suela llamársele también petitum o petitorio con lo que se denomina el objeto de la
Del mismo modo el profesor Dante Ludwing Apolin Meza precisa que es cuestionable la
incorporación que hace un sector de la doctrina sobre el llamado elemento subjetivo (los sujetos),
como elemento constitutivo de la pretensión procesal, ya que a diferencia del objeto (petitum), de
procesal, en efecto, los únicos elementos constitutivos y que identifican a la pretensión procesal
son el objeto y la causa, los sujetos vienen a ser entidades externas a la pretensión ya que
únicamente éstos tienen la titularidad de algo que ya existe y que no se modifica por el cambio de
su titular. Por esta razón los sujetos de la pretensión no serían "elementos" de la pretensión, aunque
Sin embargo, resulta indispensable desarrollar la posición adoptada por el otro sector de la
procesal, que básicamente está referida a la presencia del sujeto procesal siendo importante porque
22
representación de aquel titular, el que pretende, afirma y exige la satisfacción de uno o más
denominación de partes; y,
Los sujetos son un elemento de la pretensión procesal, porque la pretensión exige como
condición necesaria para su existencia la identificación de los sujetos que la conciben, realizan o
ejecutan, este requisito tiene tanta importancia como sus homólogos que son el objeto y la causa,
porque es en este elemento donde se debe observar si los sujetos procesales tienen capacidad
Para algunos autores el objeto de la pretensión sería aquel “bien jurídico cuya protección o
concesión se solicita del Juzgador”13, para otros, seria “la prestación que se reclama o sea el
derecho, la medida, la ventaja o la situación jurídica que se demanda y no la cosa corporal sobre
13SERRA DOMINGUEZ, Manuel. Litispendencia. Revista de Derecho Procesal Iberoamericana. Numero 3. Madrid,
1969. En: Excepciones Procesales: fundamento doctrinario. Lima: Palestra 1997, Pág. 326.
23
la cual puede recaer la pretensión”14, de igual manera señala que el objeto consistía en el pedido
concreto, es decir, aquello que en el campo de la realidad el pretensor quiere que sea una actuación
de lo pretendido.
La nominación de la pretensión;
material que se reclama en el proceso; por ejemplo filiación paterna, alimentos, reivindicación,
exposición, delimitación y comprensión del petitorio. Además, en los casos donde se formaliza
varias pretensiones en uno solo acto postulatorio - en la demanda o reconvención -, debe indicarse
El objeto inmediato de la pretensión procesal (objeto jurídico), está constituido por el tipo
14 DORANTES TAMAYO, Luis. Elementos de teoría general del proceso, 2da. Edición México: Porrúa, 1986, pp.
278-279.
24
c) En los procesos cautelares, el objeto inmediato es una imposición de una medida de
pretendido y que quiere obtener el actor del emplazado en las pretensiones derivadas de un
relevancia jurídica.
Juan Monroy Gálvez, indica que algunos estudiosos incluyen en el objeto de la pretensión
a su causa, pero esto no hace más que sembrar mayor incertidumbre. De esta manera se desemboca
en tres corrientes; la primera asevera que la pretensión es petición exclusivamente, la segunda que
Sin embargo, el objeto de la pretensión procesal esta dado por la petición (“petitum") del
actor o reconveniente y ello reviste importancia capital desde que dicha deprecación determina ni
más ni menos que el objeto mismo del proceso civil. Asimismo los únicos habilitados para aportar
hechos (y sus medios de confirmación) al proceso son las partes. El juez nunca puede sustituirlas
en tal función, ya que solo debe pronunciarse sobre lo que se le pide, so pena de violar garantías
constitucionales.
25
Montero Aroca, “señala que la causa de pedir es un elemento identificador del objeto del
proceso, porque una misma petición (peticiones iguales y aparentemente idénticas), pueden estar
fundada en diferentes causas de pedir, de modo que, si nos limitaremos a considerar el elemento
"petición" no resultaría una pie identificación de la pretensión procesal objeto del proceso, ni sería
posible distinguirla las pretensiones que, fundadas en causas distintas, contengan una misma
petición”15.
calificaciones jurídicas, La razón es que éstas entendidas por sí misma una abstracción referible a
la vida social, quedan excluidos en consecuencia, que formen parte de la causa de pedir los
argumentos y los medios de prueba (que son instrumentos para demostrar los hechos), la identidad
Lo anotado en el acápite anterior coincide con la exposición del profesor Dante Apolin, al
tratar el tema de la causa o causa petendi señala la causa como elemento de la pretensión procesal
ha sido materia de profundos estudios por parte de la doctrina y en los últimos tiempos por la
doctrina brasilera, toda vez que es considerada como un elemento fundamental dentro de la
estructura de la pretensión.
niega que los fundamentos de hecho (conjunto de proposiciones fácticas referidas a los hechos o
acontecimientos que dan lugar a la relación jurídica material inicial de la cual se derivo la
15 MONTERO AROCA, Juan. Derecho jurisdiccional. Tomo II. Proceso Civil. Pág. 89.
26
pretensión) y los fundamentos de derecho (conjunto de argumentos jurídicos al cual, se integran o
con el que coinciden los fundamentos de hechos o fácticos de la pretensión; es pues, en esta parte
donde operaria según lo tratado, el Principio "iura novit curia" como una medida de previsión ante
las omisiones o errores que se podrían presentar), constituyan los sub elementos de la pretensión
procesal.
En efecto, la causa petendi es en esencia, la razón que motiva solicitud de una consecuencia
“Jurídica” concreta, por lo que será necesario que la causa de dicho pedido sea también "jurídica".
En realidad los denominados fundamentos de hecho y los de derecho son requisitos formales de la
demanda como se tiene estipulado en el artículo 424º del Código Procesal Civil, cuya finalidad es
De esta manera, de conformidad con la doctrina mas calificada considera que la causa
petendi se encuentra conformada por supuestos de hecho a partir de los cuales, se podrá derivar
lógicamente la consecuencia jurídica solicitada, es por ello, que los denominados fundamentos de
Al respecto, ya Chiovenda sostenía que "no cualquier hecho deducido en juicio puede tener
importancia para la determinación de la causa. Entran en juego aquí únicamente los hechos
jurídicos, decir, aquellos que son los únicos que pueden tener influencia en la formación de la
voluntad concreta de la ley. Cuando se cambia el simple hecho o motivo pero para deducir de él
16CHIOVENDA, Giuseppe. Principios del derecho procesal civil. Traducción española de la 3era. Edición italiana
por José Casáis y Santalo. Volumen I. Madrid: Reus, p. 371.
27
3.4.1 Oportunidad
El haber incorporado a la norma procesal vigente el aforismo iura novit curia, impone al
Juez el deber de su aplicación, entonces surgen las siguientes interrogantes ¿En qué momento debe
el Juez corregir el derecho mal invocado?, ¿En qué momento el Juez puede solicitar la precisión
del objeto de la pretensión?, ¿Es posible que el Juez para reconducir un proceso en trámite, corrija
actos procesales invocados en forma errónea u omitidos por las partes procesales amparado en el
principio “iura novit curia”? para dar respuesta a dichas interrogante debe tenerse en cuenta el de
no afectar uno de los derechos que contempla la garantía fundamental del Debido Proceso; esto
es, el derecho de defensa, así como el de expedir una decisión justa solucionando el conflicto
Siendo el Juez, director del proceso y habiéndosele conferido para el ejercicio de sus
considerando el principio lura Novit Curia, una de esas herramientas al haberle otorgado los
ordenamientos citados en el acápite anterior el rango de principios generales, deberá aplicar este
principio a lo largo del proceso y no únicamente al pronunciar sentencia, como muchas veces ha
señalado la doctrina.
En dicho contexto se debe tener en cuenta que al calificarse la demanda, se debe revisar sí
la relación procesal se encuentra debidamente establecida, si los hechos narrados concuerdan con
petitorio y con la fundamentación jurídica, es el primer momento para determinar si existe error
inadmisibilidad de la demanda, sin perjuicio de que sea el Juez quien en definitiva precise cual es
la norma correcta aplicable al caso concreto; lo expuesto importa que desde un inicio la parte
demandada tenga conocimiento de cuáles son las reglas establecidas en la litis entablada, y si pueda
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ejercitar su derecho de defensa cabalmente, nótese que muchas veces de ello dependerá la
estrategia que utilice para efectos de su defensa, corno sería la carga de la prueba por ejemplo.
Otra oportunidad para aplicar el aforismo, es al momento de sanear el proceso, dado que el Juez
vuelve a revisar, a reexaminar la relación instaurada, de advertir que de los hechos emana un
Es común que se haga uso de Iura Novit Curia, al momento de expedir sentencia, toda vez
que es en dicho momento en que el Juez deberá subsumir los hechos expuestos a una norma
jurídica determinada; sin embargo, cabe la posibilidad que no obstante las herramientas procesales
que tiene a su alcance, corrobore recién en ese momento la existencia de error en la alegación del
derecho.
Entonces, el Juez deberá hacer uso del aforismo, siempre y cuando aplicar la norma
correcta, no afecte el objeto de la pretensión demandada, debiendo además verificar si los techos
de cual emana el derecho correcto, han sido materia de debate y de prueba (en las etapas
3.4.2 Limites
El poder jurisdiccional del Juez aplicando al caso concreto el aforismo lura Novit Curia,
El profesor Francisco Ezquiaga Ganuzas, ha señalado que “la actividad del Juez quien
posee el control para la selección de las normas jurídicas que van a ser utilizadas para resolver el
litigio, su actividad está limitada por ajunos principios procesales de inexcusable cumplimiento
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para que sea respetado el derecho de defensa de las partes, sustentado en el equilibrio que en todo
Por su parte el profesor Lorenzo Zolezzi señala la atribución contenida en el artículo VII
del Título Preliminar del Código Procesal Civil peruano, sólo puede ejercitarse cuando no afecta
pretensiones planteadas por las partes no los hechos alegados y sometidos a probanza De la
principio de contradicción al Iura Novít Curia, pues debe señalarse que dicha limitación no implica
siempre una reformulación o reconducción de! criterio jurídico adoptado por las partes al criterio
propuesto por el juzgador, sino que la operatividad del principio de contradicción en el proceso
conlleva a que la calificación jurídica que proponga y adopte el juez al final del proceso deba haber
sido objeto de audiencia - incluso si adopta la formulada por una de las partes.
los procesos donde existe un demandante y un demandado, es decir en tipo contencioso. Este
los recursos que la ley contempla, sino a la bilateralidad, para que las partes puedan hacer valer
17EZQUIAGA GANUZAS, Francisco J. Iura Novit Curia y Aplicación Judicial del Derecho. Editorial IEX NOVA.
Págs. 31-32.
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La doctrina señala que la finalidad que se persigue con el principio es evitar suspicacias
sobre las proposiciones de las partes La contradicción no requiere que la parte en cuyo favor se
surte realice los actos que con tal efecto consagra la ley, sino basta que se le haga conocer las
respectivas providencias (aspectos de hecho y derecho respecto de los cuales gira el litigio), puesto
esto le da la posibilidad de llevarlos a cabo. De ahí que el éste principio tenga una íntima relación
El principio del contradictorio como límite al principio Iura Novit Curia, ha sido
reconocido por la doctrina, como uno que identifica al proceso mismo, teniendo en consideración
(tesis), una negación (antítesis), y una síntesis que parte necesariamente de los expresado por las
partes. De esta manera, no cabe duda que la colaboración de las partes en el proceso resulta
indispensable para el desenvolvimiento del mismo, ya que solo con ello se podrá contar con una
decisión justa.
que incluye la necesidad de que los actos judiciales y su formación dependan de la efectiva
participación de las partes, debiendo tener conocimiento oportuno de todas las alegaciones o
posición jurídica sumida por las partes no puede simplemente dejar de pronunciarse sobre el fondo
del conflicto; esto es, que si a lo largo de un proceso surgiera una tercera opinión - por parte del
Juez-, variándose de alguna manera las consideraciones jurídicas del caso, la solución no sería
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quitar esta opinión - y que con ello impedir la aplicación del aforismo iura novit curia -, sino dar
la oportunidad a las partes para que puedan pronunciarse sobre el nuevo aspecto jurídico.
Este principio tiene sus orígenes en la Ley 16 Titulo 22 de la Partida III "non debe valer el
juicio" que da el Juzgador sobre cosa que fue demandada ante él, y ha sido recogido por la Ley de
enjuiciamiento civil de España de 1881 en su artículo 359 “las sentencias deben ser claras, precisas
Este principio ha sido entendido a través del aforismo “ne eat judex ultra petita partium” que
significa que "El Juez no puede dar a las partes más de lo que piden".
El poder del justiciable de fijar el thema decidendum impide que el mismo exceda los
límites fijados a la controversia por la voluntad de las parten Se ha destacado que la congruencia
se concreta en definitiva en una comparación entre dos vértices: las pretensiones de las partes y la
resolución M Juzgador, es decir, que debe existir una identidad entre lo resuelto y las pretensiones
La congruencia exige solamente correlación entre la decisión y los ¡nos en que queda,
deducidas.
Pronunciamiento nada más que de las pretensiones ejercitadas o sea prohibido resolver
han hecho valer sus derechos e intereses o se les ha dada la oportunidad de ejercer el
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Aplicando de estas regias a las cuestiones introducidas al debate por el demandado, ósea
resolución de todas las cuestiones planteadas por el mismo y nada más que ellos18.
18 RICER, Abraham, La Congruencia en el proceso civil, Revista de Estudios procesales. Nº 5, pág. 15.
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OPINIÓN PERSONAL
Creo que el desestimar la demanda, por la sola invocación errónea de la causal en que se
los fines del proceso, teniendo en consideración que el fin supremo del proceso es la justicia.
Cuando la parte ha probado su derecho con los medios probatorios que incorporó al proceso
en los actos postulatorios, no debe rechazarse su demanda, aún cuando los fundamentos de derecho
que exprese en la demanda se hayan invocado de forma deficiente o no hayan sido invocados.
Muchos siguen manteniendo la postura, que aplicándose este principio se afecta el derecho de
defensa de la contraparte al no haber podido defenderse de los alcances de la causal invocada por
el Órgano jurisdiccional; debido a eso es que algunos colegas con una postura interesante, han
optado previamente a la aplicación del iura novit curia, por citar a las partes a una audiencia
especial, a fin de que oralmente puedan ejercer su derecho de defensa; nosotros creemos que no
debe ser necesariamente indispensable que cuando se vislumbre la concurrencia de una causal
distinta a la invocada en la demanda, y se pretenda aplicar el iura novit curia, el juez deba correr
traslado a la parte o deba citarla a fin de hacerle saber su posición, teniendo en consideración que
la aplicación de este principio es la facultad del juez, las partes únicamente son dueñas del petitorio
de demanda, de reconvención y del escrito que absuelve la reconvención, más aún no son dueños
Juez, dado su posición expectante como conocedor del derecho, como técnico del derecho.
CONCLUSIONES
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El principio “Iura novit curia” es un principio jurídico que indica que el Juez es conocedor
del Derecho, y lo obliga a decidir de acuerdo a las normas legales, aún cuando las partes
no hayan expresado las leyes en que fundan sus derechos subjetivos, o hayan invocado
normas jurídicas distintas a las que el Juez considera aplicables al caso concreto, de acuerdo
a los hechos relatados y a las pruebas ofrecidas, cuyo cargo, sí está en manos de los
litigantes, siempre sin dictar sentencia sobre hechos no peticionados por las partes.
El Juez debe aplicar el derecho, haciendo la calificación jurídica adecuada de los hechos.
El Juez es servidor de la ley y su fiel intérprete, por supuesto inspirado por otros principios
como el de la equidad, pues las leyes son abstractas, y el Juez debe aplicarlas adecuándolas
a la situación fáctica a resolver y eligiendo entre ellas, si hay varias, la más adecuada a
resolver la cuestión.
La función del Juez Civil en la actualidad es aplicar la justicia en el caso concreto (equidad)
BIBLIOGRAFÍA
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RECASENS SICHES, Luis. (1965) Tratado General de Filosofía del Derecho, México.
ANEXOS
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Aplicación - Jurisprudencia Tribunal Constitucional
como hábeas corpus, cuando lo debió ser por vía del amparo, bien podría este Colegiado disponer
urgencia de restituir los derechos reclamados, ii) la correlativa necesidad de que el presente
proceso se resuelva de forma oportuna y efectiva y, iii) lo inoficioso que resultaría rehacer un
procedimiento cuando existen suficientes elementos para merituar su legitimidad, este Tribunal
estima pertinente proceder a la inmediata reconversión del proceso planteado en uno de amparo y
sustentada en el principio iura novit curia, reconocido en el artículo VIII del Código Procesal
Constitucional ”.
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