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González, J., García, R., Ramírez, J., & Castañeda, T. (2013).

La territorialización de la política pública


en el proceso de gestión territorial como praxis para el desarrollo. Cuadernos de Desarrollo Rural, 10 (72),
243-265.
Por: Juan José Arizala Castaño 13/03/2019
Publicado en el año 2013 por la revista Cuadernos de Desarrollo Rural de la Pontificia Universidad Javeriana de
Bogotá, La territorialización de la política pública en el proceso de gestión territorial como praxis para el
desarrollo se presenta como un artículo derivado de un trabajo de investigación titulado La nueva ruralidad en
las actividades económicas de la región sur del estado de México: procesos y alternativas al desarrollo rural,
que tuvo como objetivos, en primera medida, sistematizar el proceso de gestión social de los Consejos
Distritales/Regionales de Desarrollo Rural Sustentable en el Estado de México, adscritos a la Ley de Desarrollo
Rural Sustentable y, en segunda medida, determinar la formación, estructura, operatividad y funcionamiento del
Consejo Distrital/Regional de Desarrollo Rural Sustentable de Ixtapan de la Sal, ubicado al sur del Estado de
México
Los autores del artículo son, en su mayoría, doctores en ciencias sociales o naturales e investigadores mexicanos
que buscan debatir la importancias gestión territorial en perspectiva de la territorialización de la política pública,
proponiendo que esa gestión territorial (o gestión del desarrollo a escala local) de la política pública requiere de
un encadenamiento de lo económico, lo político-administrativo, lo sociocultural, lo institucional y lo técnico-
productivo para la concertación de actores.
A la luz de los autores, para analizar la anterior visión de gestión territorial se debe tener en cuenta, al menos, dos
elementos importantes: el primero es el carácter endógeno del progreso social y el carácter exógeno del
crecimiento económico; el segundo es la concepción del territorio como factor de desarrollo que se explica a
partir de la política pública y la institucionalidad territorial. Respecto al primer elemento, se encuentra la cuestión
de la endogenización del crecimiento económico, es decir, la aplicación de las capacidades particulares del
territorio para generar desarrollo económico por sí mismo. Respecto al segundo elemento, se encuentra que el
punto de convergencia entre política pública e institucionalidad territorial se encuentra en la concertación de un
proceso político de cambio cultural que implica, de un lado, la acción del gobierno, y de otro lado, la participación
social.
La metodología de la investigación que los autores toman como ejemplo se basa en tres fases: la primera se basa
en la delimitación de los criterios de la gestión de desarrollo territorial en relación con el potencial endógeno, esto
es, la descentralización, la intersectorialidad, la participación y la diversidad regional; considerando al territorio
como eje transversal de la política pública y como unidad de gestión. La segunda fase evaluó la colectividad como
red social, porque lo que se gestiona son relaciones sociales. Y la tercera fase es una propuesta operativa sobre la
estructura de convergencia para la gestión del desarrollo a partir de diez elementos que se pueden clasificar de
acuerdo a tres agrupaciones: persistentes, reguladores y acopladores.
En cuanto a los resultados y discusiones, los autores proponen que la gestión del desarrollo territorial en lo local,
como un proceso, tiene dos acepciones: se asume como obstáculo para las técnicas del progreso material, y se
asume con el rescate de valores comunitarios asociados a la construcción democrática haciendo frente a
centralismos. De acuerdo a esas acepciones, se pueden distinguir dos instancias para el desarrollo local, lo
jurídico-político –relacionado con la participación, la descentralización y la participación- y lo económico –
relacionado con la transformación de la producción de las pequeñas y medianas empresas-.
Ahora bien, al hablar de la aplicación o de la gestión territorial de acuerdo al caso de estudio, a partir de los
autores, se puede decir que los Consejos Distritales/Regionales de Desarrollo Rural sustentable tenían las tareas
de: hacer un diagnóstico territorial, caracterizar las cadenas productivas, establecer una agenda territorial,
formular proyectos territoriales de acuerdo a cadenas productivas y gestionar proyectos estratégicos y de
desarrollo de capacidades locales. Sin embargo, grosso modo, se notó que hubo un sesgo en cuanto a los actores,
siendo los gubernamentales un 50% del total, además de que hubo centralización de las decisiones, lo que derivó
en una relación top-down cuando debería ser recíproca e igualitaria.
Esa gestión territorial debe ser entendida a partir de dos elementos básicos: el elemento regulador (que contiene
una dinámica colectiva y una dinámica de innovación) y el elemento acoplador que vincula la concertación,
participación, gobernanza institucional y capital social en un proceso de interacción social y territorial,
contextualizadas cultural e institucionalmente.
Los autores concluyen con algunas reflexiones en torno a la importancia del papel de los productores en la gestión
del desarrollo territorial, como participantes de las propuestas y como decisores en materia de política pública,
necesitando de una interacción de los actores sociales en el territorio que establezca, en el caso estudiado, por
ejemplo, el papel de los Consejos de Estado como receptores y portavoces, más que como tomadores de decisiones
respecto a problemas definidos por ellos mismos.
Además, de acuerdo al texto, la política pública debe responder a un proceso de concatenación de actores en los
territorios que permitan el desarrollo de acuerdo a sus necesidades y capacidades particulares, y que deben asumir
el reto de la descentralización de las decisiones, superando la participación técnica, operativa e intelectual de
instituciones sectorizadas de carácter público y/o privado.
A mi parecer, el artículo no muestra muy bien la dimensión social o comunitaria del carácter territorial en cuanto
al deber ser de la política pública relacionado con la participación de los actores concernidos por ella. En otras
palabras, la mayoría, sino todos, los actores que participan en la gestión del desarrollo territorial de la política
pública tienen un carácter meramente formal e inclusive gubernamental, siguiendo una lógica top-down.
Puede que exista multiplicidad de actores a quienes les importa en gran medida los cambios en la orientación
productiva en sus regiones. Si se me permite hacer esta comparación, en Colombia, por ejemplo, una política de
gestión de desarrollo en el territorio no solamente debe tener en cuenta a medianos y pequeños productores, pues
existen familias o núcleos productivos que no alcanzan siquiera a ser clasificados en tal o cual categoría y que,
sin embargo, se encuentran en una condición de dependencia del mercado.
Otro elemento a considerar es la noción de desarrollo de la que parten los autores. Esta noción, abordada en las
primeras páginas del artículo, puede ser tan amplia que puede considerar como desarrollo a casi cualquier
cooperación humana encaminada a un fin específico. Adicionalmente, el concepto de desarrollo, como pretenden
mostrarlo en este artículo, pareciera ser un concepto ligado a lo meramente económico teniendo en cuenta que, a
pesar de que los autores al principio del texto pretenden tener en cuenta aspectos culturales en la gestión territorial,
en realidad no se ven a lo largo del desarrollo argumentativo.
A pesar de todo, considero que se hace un ejercicio importante para entender o aportar a un debate sobre la política
pública en perspectiva territorial en el que no se ahondado lo necesario. Quienes estén pensando en estudiar o
saber un poco más sobre la territorialidad en la política pública deberían leer este artículo, pues, aunque desde
una perspectiva tal vez muy economicista, es importante estudiar debates nuevos y específicos (además con una
investigación aplicada como base de disertación) sobre el territorio, el desarrollo y el progreso social, temas que
implican un reto para la construcción de política pública en países como México o Colombia.

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