Acciones que fortalecen la aproximación al conocimiento de otras culturas
Es importante ser conscientes de nuestra propia cultura, de tener la
oportunidad de entender cómo nos ha afectado. Si no somos capaces, es más difícil entender cómo ésta podría afectar a cualquier otro o por qué podría ser importante para los demás. Si nos sentimos cómodos al hablar de nuestra propia cultura, entonces escucharemos mejor cuando los demás hablan de las suyas. O, si entendemos cómo nos ha afectado la discriminación, entonces estamos más conscientes de cómo puede afectar a otros. Tomar una decisión consciente de establecer relaciones interpersonales con gente de otras culturas. Ponernos en situaciones en las que nos encontremos y compartamos con gente de otras culturas, inmigrantes. Examinar nuestros prejuicios contra gente de otras culturas: tenemos estereotipos y desinformación acerca de la gente de culturas diferentes, especialmente cuando obtenemos esta información por medios de comunicación, de opiniones externas, etc. Preguntarles a otras personas sobre sus valores, creencias, costumbres y opiniones. Leer acerca de las culturas e historias de otras personas. Notar las diferencias en estilos de comunicación y valores Identifique la aceptación de los demás como forma adecuada de relación en igualdad La aceptación que tenemos hacia otra persona tiene que ver contrariamente, con las diferencias, que distinguen a las personas. Las diferencias llevan a conflictos, pero también pueden complementarse. De igual manera que los demás nos aceptan, nosotros estamos obligados a aceptarlos, aunque no nos gusten sus actitudes, opiniones, creencias, personalidad, etc. Es esencial para mantener una vida social normal aceptar la singularidad de los que nos rodean. Más allá de la empatía está la aceptación: aceptar al otro en su totalidad, lo que nos hace actuar de forma positiva ante una realidad que se repite. Es importante aceptarnos a nosotros mismos, para poder hacerlo con los demás. Por eso debemos hacer un esfuerzo diario por alcanzar un estado de aceptación global en donde aceptar a los demás será una parte (otra parte puede referirse al mundo laboral, a nuestras creencias, a expectativas, a inquietudes culturales o ideologías, etcétera). Aceptando a los demás, estaremos en una situación de igualdad, la cual es un derecho que todo ser humano posee, es disfrutar de todos los demás derechos otorgados de manera incondicional, es decir, sin discriminación por motivos de origen, etnia, color, género, idioma, religión y opinión política o cualquier otra condición.