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Se sabe, por estudios in vitro, que el DNA de la célula tumoral posee la capacidad de
transformar células normales en otras permanentemente malignas. Las secuencias
transformantes y dominantes que causan la transformación cancerosa y recibe el nombre
de oncogenes. Un análisis de secuencia de bases detecto homología entre: 1) genes
transformadores dominantes de la célula (oncogenes c) y 2) genes transformadores
dominantes en virus (oncogenes v).
Tejido muscular. Las células musculares derivan casi todas del mesodermo y se
denominan también fibras musculares debido a su forma alargada. Cada fibra muscular está
rodeada por
una delgada capa de tejido conectivo con muchos capilares. En los músculos más grandes,
los haces de fibras musculares están rodeados por capas de tejido conectivo más gruesas,
por las que transcurren vasos y nervios mayores hacia el músculo, y todo el músculo se
rodea de una membrana de tejido conectivo.
Tejido nervioso. Casi todo el tejido nervioso es de origen ectodérmico, tanto las propias
células nerviosas (neuronas) como las de sostén (células neuróglicas). Al principio de la
evolución fetal, a partir del ectodermo y a lo largo de la parte media de la porción dorsal del
feto se forma un engrosamiento extendido del ectodermo (la placa neural), que se invagina
y forma el denominado tubo neural. Este tubo se desarrolla en la región cefálica para
formar el encéfalo, mientras que el resto del tubo da lugar a la formación de la médula
espinal. Mientras se genera el tubo, por el lado dorsal se aísla una banda de células neuro
ectodérmica, de las cuales se desarrollan los ganglios espinales y los ganglios autónomos
periféricos. A partir de los cuerpos de las células nerviosas del tubo neural y de los ganghos
crecen prolongaciones citoplasmáticas, las fibras nerviosas, hacia el mesodermo. Tejido
conectivo originado en el mesodermo rodea grupos de fibras nerviosas, que se desarrollan a
nervios.
Diferenciación celular
Puede definirse la diferenciación celular como el proceso por el cual se generan diferencias
entre las células de un individuo. Este proceso tiene lugar durante toda la vida del
organismo,
pero es más notoria en el período embrionario. Como se mencionó, los múltiples tipos
celulares que aparecen en el individuo adulto se desarrollan a partir de las tres capas
germinativas. La especialización gradual en estructura y función que sufren las células
durante la histogénesis es expresión de la diferenciación celular. Son ejemplos de Las
diferencias que de esta manera aparecen entre los distintos tipos celulares los linfocitos y
las células nerviosas, que expresan diferencias tanto estructurales como funcionales.
Los linfocitos son pequeños y redondeados, mientras que las neuronas suelen ser grandes y
tener numerosas prolongaciones, de las cuales el axón puede alcanzar más de un mctro de
longitud. Los linfocitos producen anticuerpos e intervienen en las funciones del sistema
inmunitario, mientras que las neuronas producen neurotransmisores e intervienen en la
comunicación y la integración. Por lo general, la diferenciación de una célula implica la
pérdida simultánea de otras posibilidades de desarrollo. Por potencia de una célula se
entiende la capacidad de diferenciarse en distintos tipos celulares. La célula huevo
fecundada o cigoto tiene posibilidades máximas de desarrollo, es totipotencial, dado que
origina todos los tipos celulares del organismo. En cuanto los sucesores del cigoto
comienzan a diferenciarse, se crea una limitación que se hace más notoria por cada
diferenciación ulterior. En los mamíferos, la diferenciación de los sucesores del cigoto
comienza ya en la etapa de 8 células de la mórula, dado que allí las células ya no son
totipotentes.
Como ejemplo de la modificación gradual de la potencia durante la diferenciación de una
célula en el desarrollo embrionario, puede tomarse una célula del blastocisto, que recién
sufre modificación de su potencia cuando se desarrolla a una célula
de una de las capas germinativas, por ejemplo, el que se considera que todos los sucesores
del cigoto poseen su misma conformación genética debido a la naturaleza de la mitosis (hay
una excepción esencial de esta regla; son los linfocitos del sistema inmunológico, donde en
parte del genoma ocurrió una recombinación de las secuencias del DNA que se mantiene en
las células formadas por mitosis de las células recombinantes. Son la base de la singular
diversidad del sistema inmunológico respecto del reconocimiento de moléculas extrañas al
hospedador. En otras palabras, la especialización como consecuencia de la diferenciación
no se basa en diferencias genéticas, sino en los distintos genes que se expresan. Para
establecer la síntesis de proteínas específicas, deben activarse ciertos genes en determinado
momento y en células específicas o, lo que es lo mismo, cuando la célula se diferencia
deben activarse determinadas regiones del genoma (denominación que incluye el conjunto
de genes) y desactivarse otras regiones. Estas variaciones de la actividad de los genes
durante el desarrollo embrionario no están codificadas de antemano en todos sus detalles en
la célula, sino que se producen en parte por la interacción con otras células en el transcurso
de la diferenciación
Que los genes no se pierden ni se inactivan en forma permanente durante el proceso de
Las modificaciones de la expresión del gen que tienen lugar durante la diferenciación
celular son controladas por una serie de mecanismos moleculares. El control puede ser
ejercido desde la transcripción inicial del mRNA hasta la proteína terminada y su
degradación en la célula. La mayor parte del control se ejerce a nivel de la transcripción.
Por lo general, el conjunto de genes del organismo se clasifica en genes de mantenimiento
(ing. Housekeeping genes), que representan cerca del 20% de los
genes y se expresan en prácticamente todos los tipos celulares, dado que codifican las
proteínas necesarias para las funciones estructurales y metabólicas básicas de la célula; y
genes específicos de tejido, que representan alrededor del 80% del genoma y sólo se
expresan en determinados momentos y en ciertos tipos celulares, dado que codifican
proteínas con funciones especializadas (p. ej., insulina en las células B de los islotes de
Langerhans del páncreas). En una célula de un tipo determinado, más del 90% de los genes
que se expresan son de mantenimiento, dado que la estructura y la función especializadas
de la célula se relacionan con una cantidad menor de genes específicos de tejido. La
expresión de estos genes se activa durante la diferenciación celular, y tiene
lugar a nivel de la transcripción. Por ejemplo, el gen de la globina, que codifica la porción
globina de la hemoglobina de los eritrocitos (véase con mayor detalle en el Capítulo 10)
únicamente se activa durante el desarrollo de los glóbulos rojos que ocurre durante toda la
vida, como requisito para su reemplazo constante. endodermo. Después de una serie de
mitosis, se produce una nueva modificación, tras la cual las células del grupo celular
formado pueden, por ejemplo, pasar a formar parte de la pared intestinal. Una tercera
modificación determinará más tarde si la célula será absortiva o secretora.
La diferenciación celular se basa en variaciones de la actividad del material genético. La
diferenciación implica una preferencia por la síntesis de determinadas proteínas, por
ejemplo
hemoglobina en los precursores de los eritrocitos, actina y miosina en las células
musculares,
etcétera. En cambio, el material genético no se modifica durante el desarrollo embrionario,
dado.