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MODELACION EN 3D DE DATOS MAGNETICOS PARA CARACTERIZAR


ESTRUCTURAS ARQUEOLÓGICAS ESTRUCTURAS ARQUEOLOGICAS

Thesis · March 2008


DOI: 10.13140/RG.2.1.3970.7687

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1 author:

Denisse argote-espino
Instituto Nacional de Antropología e Historia
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UNIVERSIDAD NACIONAL
AUTÓNOMA DE MÉXICO

INSTITUTO DE GEOFÍSICA
POSGRADO EN CIENCIAS DE LA TIERRA

MODELACION EN 3D DE DATOS
MAGNETICOS PARA CARACTERIZAR
ESTRUCTURAS ARQUEOLOGICAS

TESIS PARA OBTENER EL GRADO DE


DOCTORA EN CIENCIAS
(EXPLORACIÓN)

PRESENTADA POR
DENISSE LORENIA ARGOTE ESPINO

DIRECTOR DE TESIS: DR. RENÉ E. CHÁVEZ SEGURA

Ciudad Universitaria, México D.F. Marzo 2008


Dedicada a
mi madre, mi esposo y mi hija;
mi pasado, mi presente y mi futuro
AGRADECIMIENTOS

Agradezco al Dr. René Chávez por haber creído en mí desde un inicio y por
haberme dado la oportunidad de entrar a un mundo diferente para mí. Su apoyo y su
confianza han sido inestimables para mí.

Al Dr. Andrés Tejero por haber tenido la paciencia de enseñarme tan valiosos
conocimientos y el sincero cariño para aguantar tanta obstinación. Sin su cerebro y su
corazón no hubiera logrado concluir tantos años de esfuerzo.

Al Dr. Luis Barba y la Dra. Leticia Flores que durante todo el trayecto de este
doctorado estuvieron atentos e interesados en su avance, y cuyos sabios consejos fueron
siempre tomados en cuenta. Al Dres. Avto Goguichaisvili y Jaime Herrera, por sus
comentarios y el tiempo dedicado a la revisión de este trabajo.

Al Dr. Alex Marcuello, de la Universidad de Barcelona, porque durante mi estancia


allá logró darme siempre la sensación de estar en casa. Su apoyo incondicional y los
conocimientos brindados siempre estarán en mi memoria.

A la Dra. Ma. Encarnación Cámara y su esposo que en todo momento mostraron su


cariño para conmigo y mi familia.

Al Instituto de Geofísica y la Facultad de Ingeniería de la UNAM por asistirme con


el uso de los equipos de prospección Geofísica. Especialmente a los ingenieros Gerardo
Sifuentes y Edgar Ángeles, por su apoyo desinteresado.

Agradezco los apoyos económicos del CONACYT, con no. de registro 159775, y de
la DGAPA (proyectos no. IN107400 y IN104006), así como a la beca parcial de la DGEP.
También agradezco la beca de intercambio académico concedida por la Universitat de
Barcelona en colaboración con la DGEP.

Agradezco a mi esposo por su insistencia y empuje, sus intereses convergieron con


los míos logrando un complemento perfecto. A mi hija, por su amor y su ternura. A mis
amigas y amigos, por su apoyo incondicional. A mi familia, padres y hermanos.
Especialmente a mi madre, que en vida quería ver terminada esta tesis; espero que desde el
cielo puedas estar presente.

-3-
RESUMEN

La aplicación de los métodos geofísicos para investigar sitios arqueológicos


comúnmente se ha realizado de forma cualitativa, aplicando sólo algunos filtros para el
realce de los datos desplegados. Esto sólo nos da una forma limitada de estudiar la
información obtenida. En este trabajo se propone utilizar métodos de modelación
matemática de datos obtenidos en levantamientos magnéticos para la reconstrucción de la
geometría y determinación de las profundidades de estructuras de interés arqueológico.
Esto se logra a partir de la estimación de los valores de los momentos magnéticos de los
materiales enterrados a través de una aproximación por medio de dipolos individuales
ponderados de acuerdo a su profundidad. Este cálculo se realiza a través de un proceso de
inversión por mínimos cuadrados para sistemas lineales resolviendo la matriz inversa
generalizada por medio de la descomposición de valor singular. Esto permite la
reproducción de la componente total del campo magnético utilizando una malla
tridimensional de dipolos magnéticos ubicada en el centro de la anomalía. De esta forma se
obtiene una mejor idea de la distribución y geometría de los cuerpos subyacentes, que en
este caso fueron restos arqueológicos.

Para la comprobación del método, se trabajó tanto con cuerpos sintéticos como con
ejemplos reales. El ejemplo estudiado para el caso real fue el de Los Teteles de Ocotitla,
sitio arqueológico compuesto en su mayoría por varias terrazas artificiales con evidencia
de ocupación humana, probablemente contemporáneo al período teotihuacano del clásico
temprano. Aquí se realizó un estudio de campo magnético de alta resolución en las terrazas
denominadas como M1, M3 y M5, modelándose una anomalía magnética predominante de
cada una de las terrazas estudiadas. La comprobación de los resultados obtenidos en la
inversión se obtuvo por medio de excavaciones arqueológicas, las cuales demostraron la
efectividad del método. La investigación aquí realizada demuestra la utilidad de los
métodos geofísicos para la identificación de estructuras arqueológicas; los ejemplos
trabajados nos ofrecen una amplia perspectiva de los alcances del método de inversión para
caracterizar adecuadamente los cuerpos que producen las anomalías magnéticas estudiadas,
tanto en extensión como a profundidad.

-4-
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ………………………………………………………..... 7

CAPITULO I. La Aplicación del Método Magnético en Investigaciones


Arqueológicas de México y el Mundo …………………………………….. 9

1.1 La magnetomería en la arqueología

CAPITULO II. Ecuaciones Fundamentales de la Prospección


Magnética………………………………………………………………….. 27

2.1 Conceptos Básicos


2.2 Teorema de Helmoltz
2.3 Ecuaciones del Campo Magnético
2.4 Postulados de la Prospección Magnética
2.5 Componente Total del Campo Magnético
2.6 Los Dipolos Magnéticos
2.7 Unidades de Medida

CAPÍTULO III. Modelación ……………………………………………. 55


3.1 Modelación de Datos Magnéticos
3.2. Descripción del Problema Directo
3.3. Descripción del Problema Inverso
3.3.1. Método de Mínimos Cuadrados
3.3.2. La Función de Peso
3.4. Especificaciones del programa
3.5. Ejemplos Sintéticos
3.5.1. Modelo I: Un cubo
3.5.2. Modelo II: Base de un muro
3.5.3. Modelo III: Cimiento de casa-habitación
3.5.4. Modelo IV: Muro en forma de “L”
3.5.5. Modelo V: Un cuarto
3.5.6. Modelo VI: Una caja

-5-
CAPÍTULO IV. Aplicación a datos reales ……………………………… 87

4.1. El Sitio Arqueológico de “Los Teteles de Ocotitla”, Tlaxcala


4.2. Enclave Geológico
4.3. Características Arqueológicas del Sitio
4.4. Estudio Geofísico
4.5. Resultados de la Inversión y Correlación con los Resultados de la
Excavación Arqueológica

CONCLUSIONES ……………………………………………………….. 102

BIBLIOGRAFÍA ………………………………………………………… 104

-6-
Introducción

INTRODUCCIÓN

Tradicionalmente, cuando un arqueólogo sospechaba que algún hallazgo importante


podía encontrarse bajo la superficie, de alguna manera definía el lugar donde comenzaría a
excavar guiado por la esperanza de un posible gran descubrimiento. Con el tiempo y el
avance tecnológico, han aparecido técnicas indirectas que permiten al especialista definir
con anticipación sus áreas de excavación. La prospección geofísica se apoya de técnicas
físicas y matemáticas para la exploración del subsuelo. Los métodos geofísicos nos ayudan
a localizar y delimitar objetos así como a conocer la distribución de las estructuras en el
subsuelo. Por lo tanto, su aplicación en la arqueología nos puede servir, entre otras cosas,
para ‘salvar’ lugares que pudieran ser destruidos con las técnicas tradicionales de
excavación. El rango de interés de la Arqueología se encuentra desde unos cuantos
centímetros hasta algunas pocas decenas de metros bajo la superficie del terreno. Por esto,
técnicas que estudian objetivos a profundidades someras han sido utilizadas recientemente
de forma extensa en las investigaciones arqueológicas en todo el mundo (Barba et al, 1990;
Clark, 1986; Chávez et al, 1988; Chávez et al, 1994; Gibson, 1986; Goodman, 1994;
Scollar et al, 1990; Weymouth, 1986; Wynn, 1986; entre otros).

Desafortunadamente, la aplicación que se le ha dado a estas técnicas en la


arqueología ha sido principalmente cualitativa. En el mejor de los casos, se ha dado la
aplicación de filtros en el dominio del espacio con el único objetivo de realzar la
visualización o despliegue de los datos adquiridos. No obstante, esto no resuelve la
problemática de la detección de estructuras arqueológicas y su caracterización, sobre todo
de aquellas que se encuentran dentro de zonas con mucho ruido cultural, como en las
ciudades. Generalmente, cuando el arqueólogo realiza prospecciones geofísicas en zonas
urbanas no suele filtrar los datos de ruido que pueda enmascarar su señal, así que supone
que los levantamientos de gradiente magnético están libres de ruido por las características
intrínsecas del método. El único afán, entonces, es el de presentar los datos de una forma
visualmente agradable. Esto no es suficiente ya que, como se mencionó antes, es un
tratamiento puramente cualitativo y no se obtiene mayor información que la distribución
espacial horizontal de las anomalías. Por lo tanto, los datos deben ser tratados de una forma
diferente a la que se ha hecho comúnmente en arqueología.

Por esto, aquí se propone utilizar métodos de modelación matemática de datos


obtenidos en levantamientos magnéticos, comúnmente utilizados en la prospección
geofísica, para la reconstrucción de la geometría y determinación de las profundidades de
estructuras de interés arqueológico. Esto se logra a partir de la estimación de los valores de
los momentos magnéticos de los materiales enterrados a través de una aproximación por
medio de dipolos individuales.

-7-
Introducción

Para la aplicación de esta teoría se contó con datos magnéticos provenientes del sitio
arqueológico de Los Teteles de Ocotitla, en el estado de Tlaxcala. Estos datos serán
tratados con un programa de computadora escrito expresamente para este trabajo de
investigación y que permitirá obtener los fines deseados: la caracterización horizontal y a
profundidad de las estructuras arqueológicas encontradas en el subsuelo. Afortunadamente,
se contó con datos arqueológicos fidedignos procedentes de la excavación del sitio, lo que
permitió la contrastación de los datos estimados con la realidad.

De esta forma, se da un giro a todos los trabajos de arqueogeofísica que se han


hecho hasta el momento en México y en muchas partes del mundo. Además que, gracias a
que la prospección geofísica no es destructiva y es relativamente ágil, la información
obtenida del sitio arqueológico permanece intacta para futuras investigaciones. Asimismo,
en las zonas donde se requiera una rápida caracterización o no puedan ser excavadas por
problemas de tipo patrimonial, pueden ser estudiadas y modeladas por los métodos
geofísicos, evitando así una posible pérdida de información importante y el deterioro de las
estructuras arqueológicas.

-8-
CAPÍTULO I:

LA APLICACIÓN DEL MÉTODO


MAGNÉTICO
EN INVESTIGACIONES
ARQUEOLÓGICAS
DE MÉXICO Y EL MUNDO
Capítulo I La aplicación del método magnético…

El método magnético es el método geofísico más ampliamente utilizado en la


Arqueología. Fue usado por primera vez en Inglaterra en 1948 (Aitken, 1975; Wynn, 1986)
y desde entonces ha seguido siendo considerablemente usado en las últimas décadas gracias
al desarrollo de nuevos magnetómetros portátiles basados en los fenómenos físicos de la
presesión protónica y el bombeo óptico. Algunas de sus mayores ventajas son que es un
método de naturaleza absolutamente no invasiva, de bajo costo, de operación rápida y
sencilla en campo. Los requerimientos para una investigación geofísica de este tipo están
basados en los atributos de los rasgos de interés arqueológico. El tamaño y la profundidad
de los rasgos son mucho menores que los objetivos comunes de la geofísica, ya que,
mientras en la segunda se trata con estructuras de hasta kilómetros de tamaño y
profundidad, en la Arqueología se buscan objetivos con un tamaño no mayor a algunos
pocos metros y una profundidad menor a los 10 m.

Aunque el estudio de la componente de campo total magnético ha sido bastante


utilizado, la técnica más aplicada por los arqueólogos es la de gradiente magnético,
manejando gradiómetros y microcomputadoras con sistemas de recolección de datos
automatizados con el fin de evitar los efectos temporales en el campo magnético (Argote,
2002; Chávez et al, 2005; Clark, 1986; Scollar et al, 1986). En general, la presentación de
los datos es en forma de gráficas o imágenes, de modo que estos puedan ser vistos e
interpretados por personas sin experiencia geofísica. Algunos experimentos se han llevado
a cabo para modelar físicamente los efectos de fogatas y ocupaciones humanas, lo que da
como resultado una mejor interpretación de los datos adquiridos en campo (Weymouth,
1986; Gibson, 1986). Anteriormente, esta presentación era en mapas de densidad variable,
densidad de puntos (fig. 1.1) y contornos de líneas. Actualmente, ya se han mejorado estas
técnicas interpolando los datos en forma de imágenes raster (fig. 1.2), a las cuáles se les
puede aplicar diferentes filtros o realces (i.e. filtros de convolución) que exalten los rasgos
de nuestro interés (componentes de altas o bajas frecuencias) y/o eliminen tendencias no
deseadas. El paso a seguir sería comparar los datos de campo con modelos calculados,
usando modelos que aproximen los rasgos arqueológicos esperados. Desafortunadamente,
son pocos los casos en los que este tipo de análisis se da.

Figura 1.1: Mapa magnético de los


puntos de la retícula en partes de las
cuatro hectáreas del sitio de Big Hidasa,
Villas Indias del sitio histórico del Río
Knife, cerca de Bismarck, Dakota del
Norte.
Cada carácter impreso está en un
punto de la retícula, y cada incremento en
la densidad del carácter representa un
incremento de 2 nT en el campo total
(Weymouth, 1986).

- 10 -
Capítulo I La aplicación del método magnético…

Paleoasentamiento en Ve- Horno romano, Oderzo al Templos romanos cerca Hornos romanos, Teor
necia NE de Italia de Venecia al NE de Italia

Figura 1.2: Ejemplos de datos magnéticos procedentes de sitios arqueológicos representados como
imágenes de computadora, encontrados en la página de internet
http://www.planetinternet.it/archaeosurvey.

También ha sido discutida por varios autores la problemática de estudiar restos


arqueológicos a poca profundidad con técnicas geofísicas debido a los bajos cocientes de
señal/ruido (Brizzolari etal., 1994; Piro, 1996; Cammarano et al., 1997). La presentación
de los datos magnéticos a modo de imagen es más apropiada cuando están en su forma
monopolar. Pero la interpretación de datos magnéticos se torna difícil si las anomalías
causadas por estructuras enterradas son débiles y superpuestas una encima de otra. En
muchas ocasiones, el campo magnético observado desde la superficie es la superposición
de los campos resultantes de todos los objetos circunvecinos con propiedades magnéticas.
Por lo tanto, esencialmente, ninguna información puede ser extraída de los datos en la
ausencia de un modelo.

Varias técnicas convencionales de realce de la señal, tales como el filtro de


inversión en 2D y las derivadas del perfil del campo potencial, han sido aplicadas con el fin
de corregir los datos magnéticos, y distintos autores han propuesto métodos de modelación
con el fin de acercarse a una representación más precisa de las estructuras arqueológicas.
Algunas de las técnicas automatizadas de inversión de datos magnéticos más populares son:
la deconvolución de Werner, la deconvolución tridimensional de Euler, la deconvolución
de fuentes múltiples de Werner y la técnica tridimensional de señal analítica (Reid et al,
1990; Hansen y Simmonds, 1993; Tsokas y Hansen, 1995). Pero algunas de ellas no son
usadas en arqueología debido a problemas especiales que pueden presentar los sitios.

A continuación se dará un panorama general, a nivel mundial y nacional, de las


investigaciones arqueológicas actuales cuya aplicación del método magnético ha sido
relevante. El enfoque de este trabajo está primordialmente dirigido hacia la metodología
utilizada en estas investigaciones y la forma en que el tratamiento y análisis de los datos se
ha llevado a cabo.

- 11 -
Capítulo I La aplicación del método magnético…

1.1. LA MAGNETOMETRÍA EN LA ARQUEOLOGÍA

Son pocos los ejemplos disponibles de investigaciones arqueológicas que combinan


levantamientos de datos geofísicos en nuestro país. Sin embargo, los más importantes han
sido realizados por el Instituto de Geofísica, el Instituto de Investigaciones Antropológicas
y la Facultad de Ingeniería de la UNAM. Uno de los primeros trabajos fue el realizado en el
sitio arqueológico de San José Ixtapa, Chiapas, a cargo del Dr. Luis Barba y Morrison
Limón (Limón y Barba, 1981; Barba y Herrera, 1988; Barba, 1994). Este sitio fue
localizado a través del análisis de fotografías aéreas. La actividad económica de este sitio
perteneciente al período Posclásico (1100-1200 d.C.) fue la producción de cerámica.

Realizaron un levantamiento magnético en una zona con alta concentración de


materiales arqueológicos de superficie (cerámica y materiales constructivos); debido a las
condiciones naturales del terreno (suelos arcillosos) sería fácil observar altos contrastes
entre los restos arqueológicos y el suelo encajonante. A partir de los datos de campo total
obtenidos se construyó un mapa de distribución de anomalías (fig. 1.3), el cual fue
interpretado de forma cualitativa, relacionando únicamente el valor en gamas de la
intensidad magnética de las anomalías con su probable rasgo arqueológico. Por ejemplo, los
valores altos (mayores a 525 gamas) eran asociados con el magnetismo remanente
producido por hogueras y hornos. De esta forma, las anomalías magnéticas indicaban la
ubicación aproximada de los lugares de calentamiento, es decir, donde se acomodaban los
hornillos para la cocción de la cerámica.

La magnetometría les permitió principalmente localizar las zonas más probables


donde se haya quemado cerámica, posibilidad reforzada por el hallazgo de bloques de
arcilla quemada en el lugar. Al mapa también se le añadió datos de la concentración de los
materiales de superficie así como del análisis de fosfatos del suelo. Asociando toda esta
información, pudieron realizar interpretaciones como la presencia de muros relacionados
con altos valores magnéticos y muy bajas concentraciones de fosfatos. Gracias a estas
investigaciones, lograron descubrir que la producción de cerámica del sitio estaba
relacionada con el procesamiento de mercurio y cinabrio.

Se encuentran también los trabajos de prospección realizados en la zona


arqueológica de La Venta, Tabasco (Barba, 1988), también realizados bajo el auspicio del
Laboratorio Móvil del IIA-UNAM. El objetivo principal en este sitio era la localización de
elementos escultóricos hechos a partir de roca basáltica y cubiertos por sedimentos de
origen no volcánico, por lo que su contraste magnético debería ser suficientemente alto para
ser detectadas. Se levantaron datos de campo total en diversas porciones del sitio,
construyendo así varios mapas magnéticos, de los cuales detectaron algunas grandes
anomalías cuya causa probable se relacionó con dos efectos: alineaciones de piedras y
magnetismo termoremanente (relacionado con la presencia de carbón y ceniza) que
indicaba restos de actividad humana relacionada con el fuego.

- 12 -
Capítulo I La aplicación del método magnético…

Figura 1.3: Distribución de materiales y anomalías en San José Ixtapa (Barba y Herrera, 1988).

Además, también observaron una anomalía magnética concentrada en el


denominado módulo 9, la cuál fue interpretada como la respuesta de un monumento
escultórico enterrado. Esto fue deducido a partir de un experimento realizado sobre un
monumento escultórico enterrado dentro de la misma zona arqueológica, cuya ubicación y
composición eran conocidas. Sobre este elemento se hizo un levantamiento magnético
utilizando una retícula similar a la usada en el resto de su investigación, con lecturas cada
cuatro metros. Las anomalías comparadas de ambos casos (fig. 1.4) mostraron una forma
muy similar, sólo variando los valores de la intensidad magnética por una diferencia de 100
gamas. En este caso, las interpretaciones también son cualitativas ya que se basan en la
distribución de las intensidades de campo total magnético. Desafortunadamente, no se
menciona el uso de una base magnética ni de una corrección de los datos por variación

- 13 -
Capítulo I La aplicación del método magnético…

diurna. Sus gráficas tampoco son muy claras y no muestran sus valores correspondientes.
Aún así, es uno de los primeros trabajos realizados en México y merecen mención.

Figura 1.4: La figura de la izquierda muestra una anomalía observada dentro del módulo 9 de la
prospección magnética realizada en la zona arqueológica de La Venta, Tabasco, interpretada como un
monumento escultórico. A la derecha, se muestra la respuesta magnética de un experimento realizado
sobre un monumento escultórico de ubicación conocida (Barba, 1988).

Otro trabajo fue el realizado en Temamatla (Barba y Serra, 1988), sitio arqueológico
del Formativo Medio-terminal ubicado al sur de la Cuenca de México. Este asentamiento se
encuentra enclavado en la parte más baja de un flujo de lava basáltica, llegando hasta las
riberas del antiguo lago. El espesor de la capa de suelo es muy reducido y con abundantes
afloramientos de la roca basáltica. En este sitio se realizaron prospecciones químicas y
geofísicas sobre una de las terrazas (zona nivelada) adjunta a dos estructuras arqueológicas
alargadas y con una gran cantidad de material cerámico de superficie. La metodología
consistió fundamentalmente en obtener los mapas topográfico, de campo total magnético y
eléctrico, los cuales fueron posteriormente comparados (fig. 1.5). A partir de ellos,
identificaron cinco posibles estructuras, así como algunos muros. La magnetometría les
permitió localizar una zona de alto magnetismo termoremanente asociado a actividades
humanas relacionadas con el fuego. Además, la prospección magnética sirvió para
identificar una posible zona de interés para futuras excavaciones hacia la parte central del
sitio.

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Capítulo I La aplicación del método magnético…

Figura 1.5: Figura superior muestra la interpretación hecha de los datos obtenidos a través de las
prospecciones apoyados por algunas excavaciones. La figura inferior muestra los mapas comparativos
de los datos topográficos y las anomalías magnéticas y eléctricas.

Los trabajos de prospección geofísica en el sitio arqueológico de Tlalpizahuac,


realizados durante 1989 y 1991, tenían el objetivo de complementar y ampliar la
información obtenida por excavaciones hechas en anteriores temporadas de campo, así
como también detectar posibles zonas de futuras excavaciones. Primeramente, levantaron 3
líneas de 80 m de longitud de campo total magnético (con una orientación aproximada NW-
SE) sobre las partes planas del terreno que presentaban posibilidad de ocupación (fig. 1.6a).
La gráfica comparativa (fig. 1.6b) obtenida a partir de los datos resultantes de estas tres
líneas muestran una tendencia regional de disminución del campo magnético hacia el
Norte, probablemente debido a la concentración del basalto que forma el cerro.
Desafortunadamente, no hay datos del tipo de magnetómetro utilizado, de la existencia de
una base magnética para realizar correcciones por variación diurna ni del tratamiento que se
le dio a los datos, por lo que la parte metodológica de este trabajo no es muy clara. Además,
la orientación de las líneas no es N-S, por lo que podría proporcionar datos incorrectos de
campo total.

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Capítulo I La aplicación del método magnético…

Figura 1.6: (a) Localización de las tres líneas de prospección magnética dentro de la retícula del sitio de
estudio, (b) Resultados de campo total magnético de las líneas.

Posteriormente, tendieron una retícula de 40 x 60 m2, cubriendo las tres primeras


líneas levantadas. Sobre el mapa magnético, realizaron líneas eléctricas de verificación,
aunque no se detalló el arreglo ni el trabajo de campo, excepto por la separación de los
electrodos (2 m). Al parecer, con base en los datos magnéticos y eléctricos obtenidos,
construyeron un mapa de distribución conjunto de las anomalías de ambos métodos, del
cual logran interpretar algunas zonas con distintas posibilidades de contener rasgos
arqueológicos enterrados (lineamientos de piedra que delimitan terrazas). Este tipo de
estructuras fueron contrastadas por medio de la excavación en el sector Norte de la zona de
prospección. Los mapas dentro del artículo no son muy claros, por lo que no se añadieron a
este trabajo de investigación.

Un estudio magnético y eléctrico fue realizado en el sitio arqueológico de Loma


Alta, en el estado de Michoacán (Carot y Berthelot, 1996; Hesse etal, 1997). Este sitio fue
ocupado en tres principales periodos que abarcan desde 100 a.C. hasta 850 d.C. Las
estructuras pertenecientes a este sitio se encontraban totalmente cubiertas por sedimentos
de ambiente lacustre, por lo que la implementación de métodos geofísicos resultaba viable
para la detección de su patrón de asentamiento y la localización de restos arquitectónicos.
Para el levantamiento magnético utilizaron un gradiómetro fluxgate con el cual se

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Capítulo I La aplicación del método magnético…

midieron datos del gradiente local de la componente vertical del campo magnético terrestre.
Los datos obtenidos fueron tratados en forma de una imagen raster, aplicándoles
primeramente una transformación no lineal por medio de una compresión de arcotangente.
Estos valores fueron interpolados por el método bicúbico para su visualización como
imagen. Posteriormente, fueron convertidos a valores absolutos, filtrados con una máscara
de convolución para pasa altas (de forma de acentuar las anomalías) y parcialmente
recombinados con una versión del filtro Gaussiano pasa bajas a modo de suprimir el ruido
en la imagen. Para su visualización final (fig. 1.7), los datos fueron presentados como un
mapa de relieve de sombras (shaded relief map) con una máscara de convolución
direccional orientada hacia el NW. El tratamiento de los datos geofísicos en esta forma es
común en muchos proyectos internacionales. Prácticamente, esta imagen proporcionó una
radiografía del sitio que posteriormente fue corroborada en campo por medio de
subsecuentes excavaciones.

Figura 1.7: Mapa en relieve


de sombras del gradiente
vertical del campo magnético,
Loma Alta, Michoacán (Hesse
et al, 1997)

Uno de los mejores ejemplos de una buena aplicación del método magnético en
México es el de la prospección geofísica realizada en Teotihuacan donde colaboraron los
Institutos de Investigaciones Antropológicas y Geofísica y la facultad de Ingeniería de la
UNAM (Arzate et al, 1990; Barba et al, 1990; Chávez et al, 1988; Chávez et al, 1994). Su
objetivo era la localización de cuevas, túneles y abrigos rocosos (ligados a la ideología
prehispánica en el México antiguo) cerca de las pirámides del Sol y de la Luna y en la zona
de Oztoyohualco (Barba et al, 1990). Entre la Pirámide del Sol y su adoratorio se realizó
una prospección de gradiente magnético a lo largo de 5 líneas de 30 m orientadas N-S.
Como resultado observaron el efecto de un túnel representado por una magnetización de

- 17 -
Capítulo I La aplicación del método magnético…

signo negativo; esto se debe a la presencia de túneles vacíos o parcialmente rellenos cuya
roca encajonante está formada de flujos basálticos.

A las anomalías resultantes se le aplicó la reducción al polo, transformación


efectuada mediante un filtraje en el dominio de las frecuencias con el fin de centrar las
anomalías sobre el cuerpo productor. Posteriormente, se interpretó la anomalía por medio
de un modelo de prismas poligonales ubicado a 3 m de profundidad y con un espesor de 3
m. De acuerdo con el modelo, el túnel parece seguir alrededor de 14 m dentro de la zona
de medición. Con un conocimiento a priori de la presencia de túneles rellenos de
sedimentos no consolidados, con un espesor de 2 m y un techo aproximadamente a los 3 m
de profundidad, se construyó un modelo tridimensional compuesto por una serie de prismas
poligonales (fig. 1.8). Este modelo se asoció a una estructura en forma de pilar rodeada de
una caverna de forma semilunar. La tendencia de las anomalías magnéticas mostraron la
presencia de diques basálticos rodeados por oquedades parcialmente rellenas, lo cual fue
posteriormente confirmado por barrenos exploratorios.

Figura 1.8: (A) Amplificación de anomalía reducida al polo asociado a pilares de basalto, (B) El modelo
magnético de la anomalía, en línea continua y con su respuesta superpuesta.

En consecuentes prospecciones (Chávez, 2001) realizadas en el flanco E de la


Pirámide del Sol, se obtuvieron nuevos datos de campo total y de gradiente vertical
magnético. De los datos de campo total se calculó su gradiente horizontal con el fin de
amplificar las características geométricas de las fuentes magnéticas y así poder delimitar los
bordes de los centros de emisión y los pilares magnéticos, diferenciándolos de las zonas de
bajos magnéticos (túneles). También estimaron profundidades de las fuentes magnéticas
mediante la técnicas de Deconvolución de Euler (Ángeles, 2001) aplicada a los datos de
campo total (fig. 1.9). Las profundidades oscilaron de los 2 a los 6 m, dependiendo de su
ubicación dentro del área investigada. Este es un buen ejemplo de trabajos de prospección
arqueológica donde se aplican técnicas cuantitativas para la caracterización de estructuras
de interés arqueológico. Prácticamente es el único de su clase a nivel nacional y un
estandarte de las futuras investigaciones que se deben llevar a cabo en México.

- 18 -
Capítulo I La aplicación del método magnético…

Figura 1.9: Profundidades de Euler sobrepuestas al mapa de campo total con gradiente horizontal. Las
profundidades de Euler se muestran en círculos de 3 a 6 m y fuero calculadas para un índice
estructural S = 0.

Uno de los trabajos más recientes fue el hecho en Santa Cruz Atizapan, Estado de
México (Chávez et al, 2008), sitio arqueológico del Epiclásico (700-900 a.C.) cuyos
antiguos moradores habitaban sobre montículos artificiales, construidos a base de múltiples
capas de tierra y grava compactada sobre pilotes de madera, que sobresalían de las aguas de
los márgenes del Lago Chignahuapan. Alineaciones de roca volcánica trabajada
conformando un patrón rectangular probablemente funcionaban como los cimientos sobre
los cuales se construían estas habitaciones. En la porción norte de este sitio (la parte más
alejada de las orillas del lago) se realizó una prospección geofísica, cubriendo un área de 55
x 60 m2, que incluyó los métodos de magnetometría en su modo de gradiente vertical,
tomografía eléctrica y el radar de penetración somera. A partir de la interpolación de los
datos magnéticos por medio del método de Kriging y el cálculo del gradiente horizontal, de
forma que realzara los contrastes de estos datos, se creó un mapa de distribución de las
anomalías.

El tratamiento que se le aplicó a los datos magnéticos consistió en: (1) un análisis
espectral para delimitar el intervalo de número de onda de interés y eliminar las porciones
más ruidosas del espectro, (2) un filtro pasa-bandas de Butterworth con el fin de aislar el
intervalo de interés (porción residual del espectro) y asociado a las anomalías de relevancia
arqueológica, (3) un filtro de gradiente horizontal aplicado al mapa filtrado anteriormente
para delimitar la extensión de los cuerpos magnetizados. Los datos filtrados de gradiente
vertical mostraron un patrón de anomalías magnéticas dipolares siguiendo un lineamiento
semicircular. Por medio aproximación del modela de un polígono rectangular utilizando el
programa 2.5D de MAGIX, 2002; estas anomalías dipolares se pudieron asociar a antiguos
cimientos de roca volcánica con un arreglo rectangular (figura 1.10) como los encontrados
en anteriores excavaciones arqueológicas (Sugiura, 2000)

- 19 -
Capítulo I La aplicación del método magnético…

Figura 1.10: Interpretación de la anomalía 1 aislada (figura superior). El perfil S-N se muestra a lo
largo de los datos magnéticos calculados (en medio). Cálculo de modelo magnético polygonal (abajo).
La interpretación ha sido corregida por topografía.

Es muy común que los resultados de una prospección arqueológica se presenten y


traten en forma de una imagen raster. Tal es el caso de las investigaciones magnéticas
realizadas en 1998 por Slater y un grupo de colaboradores en un sitio con ocupaciones
prehistóricas e históricas en Maine, EUA (Slater et al, 2000). Su objetivo era incrementar el
entendimiento de los rasgos culturales identificados en anteriores excavaciones, los cuales
detallaron características culturales en ubicaciones discretas, pero que fallaron en definir la
geometría y la extensión de los rasgos enterrados. Utilizaron retículas con intervalos de
muestreo de 1 m, realizando de 8 a 10 lecturas por minuto con un magnetómetro
Overhauser GSM19; se colocó el sensor cerca del suelo (a 0.3 m) de manera que se realzara
la respuesta de los rasgos superficiales. Para la presentación de los datos de campo total
resultantes, combina el uso de una interpolación cúbica y un filtro sigma con el fin de
realzar cualquier estructura con propiedades magnéticas presente (fig. 1.11). El trabajo
magnético se vio favorecido por factores ambientales y culturales, además que uno de los
objetivos del trabajo era definir la distribución espacial de los rasgos sin destruirlos con la
excavación.

- 20 -
Capítulo I La aplicación del método magnético…

La investigación logró detectar varios hogares y materiales culturales prehistóricos


como herramientas de piedra además de los que ya se habían descubierto en la excavación.
La geometría del fuerte histórico y de la casa central pudo ser inferida por medio de la
investigación, ampliando las dimensiones reales del fuerte consideradas menores por las
fuentes históricas. Un importante aspecto de la geofísica en este proyecto fue el promover
la confirmación y, más importante, la conservación de los recursos culturales en el sureste
de Maine, y la aplicación del método magnético demostró ser eficiente tanto para el caso
histórico como el prehistórico. Desafortunadamente, el tratamiento que se le da a los datos
es prácticamente cualitativo, ya que el procesamiento que se les dio fue principalmente para
realzar las anomalías en la imagen y mejorar su presentación visual. Esto no implica que la
investigación haya sido un fracaso, sólo que pudieron haber obtenido mayores resultados si
se les hubiera dado también un tratamiento cuantitativo. Así como este tipo de
investigaciones existen muchas en México y en el mundo, y son muchos los ejemplos que
se podrían dar al respecto (Ates, 2002; Ciminale, 2002; Ghazala et al 2003; Sarris et al,
2002; entre otros), es por ello que se dará más énfasis a los trabajos que utilicen análisis
cuantitativos a sus datos. Esto es con el fin de dar una idea del rumbo que llevan
actualmente las investigaciones geofísico-arqueológicas y de lo que se puede aprender de
ellas.

Figura 1.11: Gráfico de densidad de las estructuras de las anomalías magnéticas en el Fuerte Hill,
definiendo la geometría subsuperficial y la extensión del fuerte, entre otros elementos. Las letras (A, B,
C, D) en el mapa apuntan a las anomalías magnéticas más fuertes.

Tsokas y Hansen (2000) proponen un modelo del contacto o interface entre dos
dominios de diferente susceptibilidad. Para ello, hacen uso de la técnica de Señal Analítica
y sus atributos complejos (fase local y número de onda local), con una previa reducción al
polo de los datos magnéticos. La ventaja de la amplitud de la Señal Analítica es que
produce picos exactamente sobre los márgenes de los contactos enterrados que causan la
anomalía magnética, además de que es independiente de la inclinación, la declinación y la
magnetización remanente y la profundidad (si la fuente es bidimensional). Una desventaja

- 21 -
Capítulo I La aplicación del método magnético…

es que las anomalías resultantes son relativamente más gruesas que la extensión lateral del
objetivo enterrado. En casos en que las anomalías no interfieran unas con otras y el nivel de
ruido sea bajo, las estimaciones delinean los bordes de las estructuras enterradas. El nivel
de ruido y la interferencia con otras anomalías comprende el factor decisivo en el grado de
uso de las estimaciones locales. A través de la señal analítica y sus atributos complejos
también se tiene la posibilidad de estimar la profundidad de enterramiento de los objetivos,
así como su extensión lateral, su contraste de susceptibilidad, rumbo y echado.

Los autores utilizan esta técnica con datos de campo total magnético procedentes de
un sitio arqueológico en Makrygialos, al norte de Grecia, con el fin de comprobar la ventaja
de la misma. Los datos fueron registrados a un intervalo de 1 m y con el sensor del
magnetómetro colocado a 30 cm de la superficie. Del área explorada se obtuvo una imagen
con reducción al polo magnético que contenía la firma de dos diques de piedra paralelos,
siendo el del sur más ancho que el del norte. A estos diques los atraviesa
perpendicularmente otro rasgo lineal. El cálculo de la señal analítica y sus atributos
complejos se muestran en la figura 1.12. La fase local produce una imagen interpretable
mientras que, al parecer, las imágenes de los demás atributos son un tanto borrosas. Aún
así, consideran que estos parámetros pueden ser útiles para otras interpretaciones en
combinación con las imágenes de campo total o cualquier otra transformación viable o
esquema de inversión. Ellos concluyen que este método, así como muchos otros, provee
sólo valores aproximados de los parámetros de las fuentes sin necesidad de conocimientos
previos de las mismas, pero que el nivel de ruido y la interferencia de otras anomalías son
los factores decisivos en el grado de uso de las estimaciones locales.

Figura 1.12: Campo total magnético de un área del sitio arqueológico de Makrygialos, Grecia. Los
atributos complejos de este campo se muestran en (b), (c) y (d).

- 22 -
Capítulo I La aplicación del método magnético…

Jeng et al (2003) consideran que, si se utilizan apropiados procesos de medición y


métodos de filtrado, las técnicas más convencionales de prospección magnética pueden ser
exitosamente utilizadas en investigaciones superficiales de pequeña escala para la
localización de objetivos de interés arqueológico. Para demostrar lo anterior, realizan un
experimento enterrando un modelo de un cajón de ladrillos en depósitos aluviales (forma y
ambiente comunes de los sitios arqueológicos en Taiwán) y tomando medidas de campo
total y gradiente vertical sobre ésta, para posteriormente compararlas con los datos
procedentes de dos sitios arqueológicos reales en Taiwán. Las mediciones fueron realizadas
por medio de un magnetómetro de protones Scintrex Envi Mag y las lecturas de campo
total fueron corregidas por variación diurna por medio del uso de una base magnética. Los
datos fueron procesados utilizando métodos como el filtro digital en 2D, la curvatura de
intensidad total y la técnica de realce de la señal analítica en 3D. El objetivo de este trabajo
fue el buscar una forma adecuada de representar más detalladamente las estructuras y
realzar anomalías débiles. Esto también conllevaba realzar el ruido y los artefactos
existentes en los datos. Para remover estos efectos indeseables, los autores recomiendan un
filtro pasa bajas, aunque no para todos los casos.

En la práctica, sus aplicaciones de los métodos de prospección y de las técnicas de


procesamiento de datos demostraron que una combinación de diferentes métodos puede ser
más útil. Por ejemplo, las intensidades totales pueden dar una imagen magnética general del
área de estudio; un apropiado filtraje en 2D puede mejorar el cociente señal/ruido de los
datos antes de aplicar cualquier otro procesamiento y los datos de gradiente pueden realzar
las anomalías más superficiales y proporcionar un mayor detalle de la distribución de las
anomalías. Más aún, técnicas diferenciales (especialmente la señal analítica) pueden ser
usadas para delinear los bordes de los datos siempre y cuando sean de buena calidad. En el
caso del trabajo de campo, resultó ser muy importante la posición vertical de los sensores
del magnetómetro, ya que de esta depende la detección de los rasgos arqueológicos de
interés así como la cantidad de ruido presente en los datos. Por ejemplo, entre más cerca se
encuentra en sensor del piso, mayor su detección de objetos muy superficiales pero también
es mayor la presencia de ruido en forma de microrelieve, y viceversa. Es por ello que es
importante tener una estimación previa de las estructuras que se buscan y de la posible
profundidad a la que se pueden encontrar.

Los autores concluyen que, con un apropiado diseño de parámetros de campo y


procesos de filtrado, los métodos de la geofísica convencional pueden ser exitosamente
empleados en investigaciones arqueológicas a escala fina. Para mejorar la resolución de los
datos magnéticos, la integración de diferentes métodos puede revelar señales anómalas que
una técnica por sí sola no podría. Dentro de las técnicas que presentan, el gradiente vertical
resultó efectivo para delinear las fuentes causativas con un mínimo de post-procesamiento,
y la señal analítica en 3D tuvo una máxima ventaja en detectar los bordes de los objetivos
enterrados aunque el ruido también era realzado. Pero el empleo de filtros que remuevan el
ruido puede también atenuar la señal. Por lo tanto, los autores recomiendan finalmente que
los procesos de filtrado se apliquen con cuidado y que un acercamiento de prueba y error
sea implementado para definir un filtro adecuado para los datos.

- 23 -
Capítulo I La aplicación del método magnético…

En casos en los que se ha seleccionado visualizar los datos magnéticos en forma de


una imagen digital raster, al trabajar en modo de gradiente vertical, se ha tenido el
problema de la presencia de ruido y artefactos que pueden degradar la forma de la señal
arqueológica y enmascarar los objetivos de nuestro interés. Estos son principalmente de tres
tipos: picos, líneas o bandas y zig zags, y son comúnmente causados por errores
sistemáticos del aparato, la presencia de objetos metálicos dispersos así como por el diseño
del trabajo de campo. Ciminale y Loddo (2000) proponen una serie de criterios estadísticos
con el fin de eliminar estas contribuciones indeseadas en la imagen, mejorando la
resolución de la misma y la identificación de las estructuras arqueológicas

Los picos son valores extremos de la señal normal y/o revertida que en una imagen
raster se pueden observar como pixels blancos y/o negros localizados. Este efecto puede ser
removido a través de la técnica estadística iterativa de la Generalización Extrema de la
Desviación de Student (Generalized Extreme Studentized Deviate). Este método procesa a
los picos como puntos aberrantes, los cuales se definen como observaciones o conjuntos de
observaciones inconsistentes con respecto a todo el conjunto de datos o cuya desviación es
mucho más grande que la del resto de las observaciones. Es decir, después de cada
iteración, las observaciones que presentan un valor máximo de z se remueven del conjunto
de datos hasta un punto designado en el algoritmo. De esta forma los picos son eliminados
y el resto de la señal en la imagen es realzada.

Las líneas o bandas ocurren mayormente cuando los datos son recolectados en un
modo bi-direccional (los sensores son rotados al cambiar la dirección del recorrido a lo
largo de líneas paralelas vecinas). Las líneas aparecen como series alternadas de tonos
brillantes y oscuros siguiendo una tendencia lineal. Para corregirlo, los datos recolectados a
lo largo de cada línea simplemente se fijan a un valor promedio de cero. El efecto de zigzag
se puede deber al nivel de contaminación en el contenedor del sensor, los errores de
posicionamiento así como el hecho de que los perfiles paralelos a lo largo de los cuales los
datos son recolectados no siempre tiene la misma longitud; en adición, este efecto se ve
amplificado si los datos son levantados en un modo bi-direccional (es mejor levantar los
datos en un modo unidireccional, sin rotación de los sensores, aunque toma mayor tiempo
en campo).

Para corregir este error, los autores proponen un procedimiento estadístico usando
una función de correlación cruzada. Todos los perfiles paralelos son examinados tres a la
vez. Las líneas con numeración impar se mantienen fijas mientras que los perfiles
intermedios se cambian por su mejor valor de correlación cruzada con respecto a sus líneas
vecinas. Para probar la eficacia de sus procedimientos, los autores muestran un ejemplo de
un levantamiento bi-direccional de gradiente vertical magnético con un magnetómetro de
cesio, cuya imagen en tonos de gris presenta los tres tipos de ruido (fig. 1.13a). Los datos
fueron tomados en el sitio arqueológico romano de Metapontum, Italia. La imagen digital
raster obtenida después de la aplicación de estos tres procedimientos (fig. 1.13b) fue muy
satisfactoria en comparación con la imagen original. Su mayor calidad permite enfocar los
rasgos arqueológicos más importantes. Finalmente, a la imagen se le aplicó una elongación
lineal al histograma para mejorar su contraste.

- 24 -
Capítulo I La aplicación del método magnético…

Figura 1.13: Imagen raster a escala de grises de los datos de gradiente vertical levantados en modo bi-
direccional en el sitio arqueológico romano de Metapontum, Italia: (a) imagen presentado los tres tipos
principales de ruido, (b) imagen corregida.

En este trabajo se han mostrado varios ejemplos de investigaciones arqueológicas


nacionales e internacionales con la aplicación del método magnético, ya sea un su modo de
campo total o de gradiente vertical. En algunos casos se vio que los investigadores
procuraron obtener datos cuantitativos que les permitieran hacer una interpretación de las
estructuras arqueológicas detectadas, utilizando modelos directos que configuraran las
formas esperadas de las estructuras así como por medio de procesamientos como la señal
analítica. Aún así, lo más común es encontrar investigaciones en la que los datos son
procesados como imágenes digitales raster, obteniendo también buenos resultados. Pero, en
muchos de estos casos, no mencionan a detalle el tipo de procedimientos que se aplicaron
ni los parámetros que utilizaron, por lo que no se puede hacer un análisis detallado de la
aplicabilidad de sus métodos ni la certeza de sus resultados. Además, la deducción de las
formas y tamaños de las estructuras interpretadas a partir de estas imágenes se realiza
directamente realizando medidas sobre éstas, no tomando en cuenta que la respuesta
magnética de un elemento arqueológico no es igual al tamaño real de los mismos. Incluso,
en la mayoría de los casos, no se menciona una reducción al polo de los datos magnéticos,

- 25 -
Capítulo I La aplicación del método magnético…

por lo que la posición exacta ni su tamaño o geometría pueden ser las mismas que las que
se presentan en la imagen.

En México, la interpretación cuantitativa de los datos magnéticos procedentes de


sitios arqueológicos apenas está despegando. Como se vio, la mayoría de los trabajos se
presentan en forma de mapas de contornos o imágenes raster, obteniendo resultados muy
acertados en algunos casos o no muy claros en otros. Aún así, el esfuerzo que han realizado
los investigadores mexicanos es muy loable, ya que la introducción de estas técnicas en la
Arqueología todavía es un tanto incipiente y muchos arqueólogos aún desconfían de la
funcionalidad de éstos métodos. Por lo tanto, es necesario seguir apoyando este tipo de
investigaciones y continuar avanzando e implementando nuevas formas de procesamiento e
interpretación de los datos geofísicos procedentes de sitios arqueológicos.

- 26 -
Capítulo II:

ECUACIONES
FUNDAMENTALES DELA
PROSPECCIÓN MAGNÉTICA
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

2.1. CONCEPTOS BÁSICOS

Primeramente, es conveniente repasar los conceptos en los que se fundamenta la teoría del
potencial para poder comprender lo que es un campo magnético; para ello es necesario que
responder a algunas preguntas básicas: ¿qué es un campo escalar y un campo vectorial?,
¿qué es una superficie equipotencial de nivel? y ¿qué es una línea de campo? Estas
nociones son las que nos permiten una representación visual de lo que es un campo.

Un campo escalar (Blakely, 1995; Qui y Richmond, 1981), como la medición de la


temperatura, es un número o magnitud que indica el valor de la cantidad física en un punto
en el espacio; esta cantidad no tiene una dirección asociada a ella. Para poder visualizarlo,
hacemos uso de gráficas. En el caso del campo escalar, la gráfica de una superficie
equipotencial (de igual valor) nos permite representarlo (Figura 2.1).

* * *
* * * * Superficie equipotencial
* * * * * *
* * * *
* * *
* *

Figura 2.1: Superficie equipotencial conformada por la distribución del valor de la temperatura
en diferentes puntos en el espacio

Un campo vectorial (Blakely, 1995; Qui y Richmond, 1981), como por ejemplo el
campo de velocidades, implica que las cantidades sí tienen una dirección asociada a ellas.
Se puede representar a través de líneas de flujo o líneas de fuerza que nos dicen como se va
desplazando el campo en el espacio (Figura 2.2). Si lo pudiéramos graficar, entonces se
podría ver como se mueve o donde es más o menos intenso.

Figura 2.2: Las líneas de flujo del campo potencial se desplazan perpendicularmente
a través de un espacio delimitado por la superficie S.

La integral de flujo nos indica cuantas líneas de corriente pasan perpendicularmente


a través de una superficie. Entonces, la diferencial de flujo se define como ∆φ = No. de

- 28 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

líneas de fuerza x área. La integral del flujo también nos sirve para medir la intensidad de
los campos. Siendo el área de la superficie la misma, entre mayor sea la cantidad de líneas
de flujo por unidad de área, mayor es la intensidad del campo (Figura 2.3).

Menos intenso Más intenso


+ + + + + +
s
+ + + + +
+ + + + + +

Figura 2.3: La cantidad de líneas de flujo que cruzan una superficie indica la intensidad del campo

El gradiente (Mardsen y Tromba, 1998) es un operador vectorial. Es una derivada


direccional que nos dice cuál es la dirección de mayor cambio en el espacio de una función
escalar; el mayor cambio se obtiene cuando se mueve perpendicularmente al campo (Figura
2.4).
∇ϕ

ϕ3
ϕ2
ϕ1

Figura 2.4: El gradiente ∇ϕ nos señala la dirección de mayor cambio,


la cual es perpendicular al campo ϕ.

La divergencia de un campo (Mardsen y Tromba, 1998) nos dice el balance entre el


flujo o líneas de fuerza (el campo) y la fuente (que origina en su interior al campo), y se
define de la siguiente manera:

v
∇⋅F = s
v v
v ∫ F ⋅ ds Integral de flujo (2.1)
∇ ⋅ F = lim s
∆V → 0 ∆V Diferencial de volumen

r r r r
Si se tiene un campo vectorial F = P i + Q j + Rk , la divergencia de F va a ser
una función escalar:

r ∂P ∂Q ∂R
∇⋅F = + + (2.2)
∂x ∂y ∂z

- 29 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

v
La divergencia de F ( ∇ ⋅ F ) está relacionada con un de los tipos de fuente o
generador que producen el campo vectorial.

Rotacional (Mardsen y Tromba, 1998) viene del nombre rotor, es decir, algo que
puede girar o algo que produce un giro en otro objeto. Una forma de definirlo es a través de
la siguiente ecuación
r r
∇×F = c
v v
v ∫ F ⋅ dl (2.3)
∇ × F = lim l
∆s → 0 ∆s

r r r r
El rotacional del campo vectorial F = P i + Q j + Rk es un vector:

r ⎛ ∂R ∂Q ⎞ r ⎛ ∂P ∂R ⎞ r ⎛ ∂Q ∂P ⎞ r
∇×F = ⎜ − ⎟i + ⎜ − ⎟j + ⎜ − ⎟k (2.4)
⎝ ∂y ∂z ⎠ ⎝ ∂z ∂x ⎠ ⎝ ∂x ∂y ⎠

La importancia del rotacional radica en qué proporciona información sobre el tipo


de fuente que produce un campo. Por ejemplo, consideremos un elemento de cable con una
corriente de I ampers. Si realizamos el procedimiento descrito en la ecuación 2.3 donde el
límite de ∆s→0, la superficie se reduce de tal manera que poco a poco vaya encerrando al
elemento de corriente; en el punto donde esto fuera evaluado daría el valor de la fuente que
r
origina al campo, en este caso el magnético (Figura 2.5). De esta forma, ∇ × F se
relacionaría a la fuente.

Figura 2.5: A un elemento de corriente se le hace pasar una corriente I


que se topa con una superficie ∆s.

Con base en todo lo anterior, se pueden tener dos tipos de fuentes relacionadas a dos
valores vectoriales, la divergencia y el rotacional. Estas conforman lo que se conoce como
ecuaciones de campo (Kaufman, 1992). vEstas dos ecuaciones son las que originan un
campo vectorial. A la divergencia ( ∇ ⋅ F = s ) se le conoce como fuente o generador

- 30 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

v v
escalar y al rotacional ( ∇ × F = c ) se le conoce como fuente de vórtices. Estos
generadores pueden ser verdaderos o ficticios, es decir, pueden existir o no, desde un punto
de vista teórico.

Entre las fuentes verdaderas escalares se pueden citar (Qui y Richmond, 1981): (1)
la carga eléctrica y (2) la densidad de masa. Entre las fuentes verdaderas de vórtice están:
(1) elv vector de densidad de corrientes libres, y (2) el rotacional de la magnetización
∇ × M . Aunque las fuentes ficticias no existan físicamente, éstas nos ayudan a encontrar el
campo. Entre las fuentes ficticias escalares tenemos a: (i) la carga ligada o de polarización,
que es la carga que v sev origina cuando un cuerpo dieléctrico se polariza, (ii) la carga
magnética δ M = M ⋅ m . Las fuentes ficticias de vórtices son: (i) las corrientes de
polarización y (ii) las corrientes magnéticas. Lo anterior se puede ver esquemáticamente en
el siguiente diagrama (Figura 2.6):

FUENTE

VERDADERAS FICTICIAS

ESCALARES VÓRTICES ESCALARES VÓRTICES

*Carga eléctrica *vector de densidad *Carga ligada *Corrientes de


*Densidad de de corrientes *Carga Magnética polarización
masa *Rotacional de la *Corrientes
magnetización magnéticas
*Magnetización

Figura 2.6: Clasificación de los tipos de fuentes.

Para explicar las coordenadas de campo y las coordenadas de cuerpo, supongamos


que se tiene un sistema de ejes de referencia, una fuente cualquiera y un punto en el
espacio. Lo que se desea encontrar es el efecto de toda la fuente en algún punto
determinado, el cuál puede estar tanto en el exterior como en el interior de la región de
estudio (Figura 2.7).

- 31 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

z,z’
Fuente


r
R
r
r' • P
r
r
y,y’

x,x’

Figura 2.7: Se desea encontrar el efecto de toda la Fuente en un punto P determinado en el espacio.
r
Este punto se fija en el espacio junto con su vector de posición r (curso de Teoría
del Potencial 2003, Facult. de Ingeniería, UNAM). Pero cuando se observarel efecto de una
parte de la fuente que ocupa una región del espacio, interviene la distancia r' , que tiene una
r
posición relativa con respecto a una diferencial de volumen. Indudablemente, R se podría
expresar en forma vectorial con sus coordenadas cartesianas en forma de
r r r r
R = ( x − x' ) i + ( y − y' ) j + ( z − z' )k (2.5)

Si se deseara encontrar el efecto de toda la fuente en un punto en el interior de la


misma, habría una singularidad. Para evitar ésta, se utilizan los ejes x’y’z’, los cuales
representan a las coordenadas de cuerpo y se refieren exclusivamente a un punto particular
del cuerpo. El origen puede establecerse en cualquier lugar, pero, por facilidad, tanto a los
ejes de coordenadas de campo como a las de cuerpo se les asigna el mismo origen.
Entonces
r r r r
r = x i + y j + zk (2.6)
r r r r
r' = x' i + y' j + z' k (2.7)

r
De esta forma, el vector r se refiere a un punto de campo o a un punto donde r se
desea encontrar un efecto, sea este exterior o interior a la fuente. En cambio, el vector r' se
r
refiere a un punto de la fuente. R es el vector de posición relativa y, por ende, cambia
continuamente. De forma general, se puede expresar indistintamente como
r r r r r
R = ( x − x' , y − y' , z − z' ) = R( x, y , z , x' , y' , z' ) = R(r , r' ) (2.8)

siendo la última la más sencilla por su estructura compuesta. Con esto se quiere decir que
r
R es un vector que es función del vector de posición de coordenadas de campo y del vector
de posición de coordenadas de cuerpo. Entonces, ¿qué pasa con los operadores de campo
(gradiente, divergencia y rotacional) cuando se les desea aplicar a una función de ambos
sistemas coordenados? En estos casos, tales operadores se representarían también tanto en

- 32 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

función de coordenadas de campo como de cuerpo. Por ejemplo, considérese que R es una
función escalar de ambos sistemas coordenados; entonces, el gradiente de la función se
vería de la siguiente forma:
r r r r r r
r r ∂R ( r , r ' ) r ∂R ( r , r ' ) r ∂R ( r , r ' ) r
∇ R (r , r' ) = i+ j+ k (2.9)
∂x ∂y ∂z

donde cada una de las partes de la ecuación se vería individualmente:


r r
∂R ( r , r ' ) ∂R ∂ ( x − x' ) ∂R
= = (2.10)
∂x ∂ ( x − x' ) ∂x ∂ ( x − x' )

Si ahora se deseara encontrar la operación gradiente con respecto a coordenadas de


cuerpo, este se vería así:
r r ∂R r ∂R r ∂R r
∇' R ( r , r ' ) = i + j + k (2.11)
∂x' ∂y ' ∂z'

De igual forma que en el ejemplo anterior, si se toma la primera derivada con


respecto a x’, se obtiene:

∂R ∂R ∂ ( x − x' ) ∂R
= = − (2.12)
∂x' ∂ ( x − x' ) ∂x' ∂ ( x − x' )

Entonces, la derivada de una función escalar con respecto a coordenadas de cuerpo


es igual a la menos derivada de la misma función con respecto a sus coordenadas de campo:

∂R ∂R
= − (2.13)
∂x ∂x'
Esto significa que el gradiente de una función de ambos sistemas coordenados es
igual a menos la función de coordenadas de cuerpo. Realizando las operaciones
correspondientes, se pueden obtener los demás operadores:
r r r r
∇R(r , r' ) = −∇' R(r , r' )
r r r r r r
∇ ⋅ R(r , r' ) = −∇'⋅R(r , r' )
r r r r r r
∇ × R(r , r' ) = −∇'×R(r , r' )
r
Indudablemente, se pueden tener también vectores unitarios ru en función de
r r r
coordenadas de campo, de coordenadas de cuerpo o de ambas: ru(r , r' ) . Por ejemplo, el
vector R de posición relativa también se puede escribir como el módulo del vector R que es
función de ambos sistemas coordenados por un vector unitario que, indudablemente,
también es función de ambos sistemas coordenados:

- 33 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

r r r r r r r r
R (r , r') = R (r , r') ru ⎛⎜⎝ r , r' ⎞⎟⎠ (2.14)

2.2. TEOREMA DE HELMHOLTZ

El teorema de Helmholtz (Wangsness, 1979; O’Neil, 1998) es muy importante para


el estudio de los campos vectoriales. Este teorema enuncia que si se conocen la divergencia
r r r r r r r r
( ∇ ⋅ F(r ) = S(r ) ) y el rotacional ( ∇ × F(r ) = C(r ) ) de una función vectorial ( r ) en
cualquier punto del espacio, entonces la función vectorial se puede estudiar como la
contribución del menos gradiente de una función escalar más el rotacional de una función
vectorial:
r r r r r
F(r ) = −∇ ϕ(r ) + ∇ × A(r ) (2.15)

donde las funciones escalares están dadas por


r
r 1 S( r ' ) r
ϕ(r ) =
4π ∫V R(r , rr' ) dv(r' )
r (2.16)

r r
r r 1 C(r' ) r
A( r ) = ∫ r r dv(r' )
4π V R (r , r' )
(2.17)

Éstas son integradas en todo el espacio (el teorema de Helmholtz implica que se está
integrando en todo el universo donde exista fuente y campo) y tienen una diferencial de
volumen expresada en coordenadas de cuerpo. Las únicas restricciones que tiene este
teorema son que
r r r r r
∇ ⋅ C(r ) = 0, C(r ) y S(r ) ≠ 0 en v'

donde v’ es una región limitada en el espacio. Gráficamente se vería así:

s→∞
r
v' C ≠ 0
S ≠ 0
r
s'
C = 0

S = 0
vo
V = v' + vo

Figura 2.8: En la región V' se encuentra la fuente, Vo es la región del espacio donde no hay fuente pero
hay o puede haber campo. La integral se realiza sobre todo el espacio, representado por V.

- 34 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

V es un espacio abierto que puede tender al infinito y V' es una región limitada por
r
S', donde S ≠ 0 y C ≠ 0 . En esta otra región del espacio puede existir campo pero no
r
necesariamente fuente, por lo que tendríamos que S = 0 y C = 0 .

De este teorema se pueden clasificar cuatro tipos de campos, dependiendo del valor
que tomen las ecuaciones de campo. Por v ejemplo, podemos tener un campo que presente
v
una divergencia distinta de cero ( ∇ ⋅ F ≠ 0 ) y un rotacional igual a cero ( ∇ × F = 0 ).
Cuando un campo vectorial satisface estas ecuaciones en todo punto del espacio recibe el
nombre de un campo conservativo. Este campo sólo tiene fuentes de tipo escalar
(Kaufman, 1992). La característica de un campo conservativo es que la integral de línea es
cero; es decir, en cualquier trayectoria cerrada contenida en esa región del espacio se debe
satisfacer que su integral de línea sea cero
r v r
F = −∇ ϕ ∫ F ⋅ dc = 0
C
(2.18)

Por lo tanto, un campo


v conservativo proviene exclusivamente del menos gradiente
de una función escalar ( F = −∇ ϕ ). Un ejemplo clásico del campo conservativo es el
campo gravitacional. Si tenemos una masa, las líneas de fuerza en un campo gravitacional
(producidas por una distribución de masa) tenderían en dirección del cuerpo.

Figura 2.9: En el campo gravitacional, la dirección de las líneas de fuerza tiende hacia el cuerpo

v v
Puede presentarse otra situación en la que ∇ ⋅ F = 0 pero ∇ × F ≠ 0 . Cuando
tenemos un campo vectorial que satisface estas ecuaciones recibe el nombre de campo
solenoidal e implica que sólo existen fuentes de vórtices (Kaufman, 1992). Su característica
es que la integral de flujo a través de cualquier superficie cerrada dentro del volumen es
cero y, por lo tanto, un campo solenoidal proviene exclusivamente del rotacional de una
función vectorial A:
r r v r
F = ∇×A ∫ F ⋅ ds ≡ 0
S
(2.19)

Un ejemplo clásico es el de un campo magnético (Figura 2.10) invariable en el


tiempo, donde el balance de las líneas de fuerza que entran y salen siempre es cero debido a
que éstas empiezan y terminan en la fuente. Cualquier superficie que encierre a la fuente va
a dar un flujo cero. Otros ejemplos son el campo electromagnético debido sólo a corrientes
de inducción y desplazamiento, y el campo de ondas de cizalla.

- 35 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

Figura 2.10: En el campo magnético las líneas de fuerza empiezan y terminan en la fuente.

v v
Una tercera posibilidad se tiene cuando ∇ ⋅ F = 0 y ∇ × F = 0 . Esto implica que
no hay fuentes físicas en la región del espacio considerada para el estudio del campo, pero
si existe un campo. Cuando en esa región del espacio se cumplen estas funciones, se dice
que es un campo armónico (Kaufman, 1992). A este campo se le puede tratar tanto como
un campo conservativo o como un campo solenoidal, aunque usualmente se le trata
matemáticamente como un campo conservativo ya que es más fácil de resolver que si
tratamos de encontrar la solución de un potencial o función vectorial. Por lov tanto, un
campo armónico también provendrá del gradiente de una función escalar F = −∇ ϕ .
Cualquier campo físico que no considere a la fuente (o que ésta se encuentre fuera de la
superficie S que encierra el volumen) es un campo armónico.

El cuarto tipo de campo esv el campo complejo,


v que es aquel cuyas ecuaciones de
campo son distintas de cero ( ∇ ⋅ F ≠ 0 y ∇ × F ≠ 0 ). Éste se puede ver como la suma
de dos campos más simples (c. conservativo + c. solenoidal) y, por tanto, se puede separar
para su estudio.

El campo armónico es un campo que por su naturaleza permite ser tratado como
campo conservativo. A su vez, un campo que físicamente es conservativo, puede llegar a
ser un campo armónico. Un campo solenoidal también puede llegar a ser armónico. Por
ende, un campo complejo puede llegar a ser un campo solenoidal o puede ser un campo
conservativo. Hay que entender que es distinto hablar de la física del campo que de su
tratamiento. Por ejemplo, un campo gravitacional terrestre (de acuerdo a las ecuaciones que
lo rigen) es un campo físicamente conservativo y de tal manera se trata matemáticamente;
pero este campo también puede llegar a ser un campo armónico si tratáramos de estudiarlo
en la región del espacio que rodea a la Tierra sin tomarla en cuenta a ella, es decir, sin
contar a la fuente por lo que su divergencia y su rotacional serían cero. Aún así, uno tiene la
posibilidad de decidir como tratarlo, si como campo conservativo o campo solenoidal
debido a la dualidad de un campo armónico, aunque es más sencillo su tratamiento como
campo conservativo.

Todo lo anterior se puede resumir nomotécnicamente (curso Teoría del Potencial


aplicada a la Geofísica, Facult. de Ingeniería, UNAM) con el siguiente diagrama:

- 36 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

CAMPO
puede ser ARMÓNICO
v puede ser
∇⋅F = 0
v
tratamiento ∇×F = 0 tratamiento
CAMPO CAMPO
CONSERVATIVO SOLENOIDAL
v v
∇⋅F ≠ 0
v
⊕ ∇⋅F = 0
v
∇×F = 0 ∇×F ≠ 0

CAMPO
puede ser COMPLEJO
v puede ser
∇⋅F ≠ 0
v
∇×F ≠ 0
Figura 2.11: Clasificación de los campos según sus ecuaciones de campo (Teorema de Helmholtz).

El corolario del Teorema de Helmholtz diría que aquellos campos físicos que
satisfagan las mismas ecuaciones de campo o estructuras de las ecuaciones de campo
pueden tener el mismo tratamiento matemático, independientemente del carácter físico del
campo. Esto no significa que el campo pierda sus propiedades físicas, sino que sólo se
simplifica su tratamiento matemático: un campo que físicamente sea solenoidal seguirá
siendo solenoidal antes y después, aunque se le dé un tratamiento matemático de campo
conservativo.

2.3. ECUACIONES DEL CAMPO MAGNÉTICO

Uno de los temas a explicar es la existencia de un campo magnético, como el


producido por un mineral de magnetita o un imán, sin la existencia de corrientes
verdaderas. Por lo pronto, se conoce que sus ecuaciones de campo son:
r r
∇ × B = µoJf
r (2.20)
∇⋅B = 0

De acuerdo al teorema de Helmholtz,


r v
B=∇×A (2.21)
donde
r
r µo J f dv'
4π V∫' R(r , r' )
A= r r (2.22)

- 37 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

También se sabe que un campo magnético es producido por corrientes de


r
conducción verdadera o corrientes libres J f . Pero, primeramente, es fundamental que se
entiendan algunos de los conceptos de la teoría magnética.La forma más sencilla de crear
un campo de este tipo es por medio del dipolo magnético (Wangsness, 1979). El dipolo
magnético más simple de construir es el de una espira donde se hace circular una corriente
de I amperes (Figura 2.12).

Figura 2.12: Dipolo magnético producido por una espiral por la que circula una corriente
eléctrica de I amperes.

Si consideramos que el radio a de la espiral es despreciable con respecto v a la


distancia r de observación, se tiene que el dipolo magnético con potencial vectorial A es:

r r r
r µ o m × ru
A dip (r ) = (2.23)
4π r 2
r
donde m es el momento magnético cuya dirección siempre es perpendicular al plano de la
bobina. El módulo del momento magnético es igual al área A por la corriente I que
conduce:
r
m = AI = πa 2 I (2.24)

Un dipolo magnético, a la lejanía, se vería de la siguiente forma:

Figura 2.13: En el dipolo magnético visto desde la lejanía se observaría como las líneas de fuerza del
campo entran y salen del dipolo.

- 38 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

donde I es la corriente verdadera. Se sabe que si se hace circular una corriente de I amperes
sobre una bobina de radio a, se puede crear un campo magnético de ese tipo, en el cual sí se
tendrían corrientes de conducción distintas de cero ( J f ≠ 0)

Suponiendo ahora que se tiene un imán (con un polo norte y un polo sur). En una
piedra imán no existen corrientes de conducción ( J f = 0) , pero si se tiene un campo
magnético (Figura 2.14).

Figura 2.14: Campo magnético producido por un imán donde no existen corrientes de conducción.

Si se observa a distancia, el campo magnético creado por corrientes verdaderas es


similar al campo magnético creado por un imán donde no existen corrientes de conducción.
Para explicar este fenómeno en la naturaleza se ha propuesto que debe de haber un
mecanismo similar en ambos casos para que se produzca el campo. Se puede pensar que
hay un mecanismo de corriente distinta y desconocida, basándose en la idea de que los
fenómenos físicos deben de tener alguna estructura paralela en donde un fenómeno que se
ha reproducido debe de tener una base sustentable en la naturaleza. Se considera, pues, que
debe de haber un tipo de corrientes que producen el fenómeno a las cuales se les puede
denominar como corrientes magnéticas ( JM ). Su importancia no radica en su probable
existencia física, si no ayudar a explicar el fenómeno (Kaufman, 1992).

Ampere, quien fue el que las propuso, se hizo la pregunta de la proveniencia de


estas corrientes (Blakely, 1995). Él dijo que el dipolo más elemental que puede existir en la
naturaleza es el electrón dando vueltas en su orbital. Es decir, las corrientes de conducción
son los electrones moviéndose en una orbita cerrada similar al primer ejemplo del dipolo
magnético arriba mencionado.

En otras palabras, Ampere propuso que cada electrón en movimiento dentro de su


estructura produce un campo magnético, y que cada electrón dando vueltas dentro de su
trayectoria cerrada es un dipolo magnético. En honor a él, a estos circuitos se les denominó
circuitos amperianos. Lo que se tiene como un cuerpo sólido se puede pensar como
formado por una infinidad de dipolos magnéticos elementales (Figura 2.15).

- 39 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

Figura 2.15: Los circuitos amperianos consideran a un cuerpo sólido como formado por una
infinidad de dipolos magnéticos elementales.

Cada uno de estos dipolos magnéticos elementales produce un campo magnético.


Por ende, el campo magnético B que uno observa es el campo magnético producido por la
suma promedio de cada uno de estos dipolos elementales, y cada uno de estos dipolos
magnéticos es un circuito amperiano. A escala macro, lo que se observa es la suma de cada
uno de estos campos. Una pregunta sería ¿un trozo de madera entonces puede producir un
campo magnético? La respuesta sería: a nivel molecular, sí, a nivel macro no; esto es
debido a que los dipolos magnéticos están orientados de tal manera que el campo total
resultante es cero, pero si se aislara a uno de sus electrones, sí se produciría campo.
r
Cuando se tiene un cuerpo bajo la acción de un campo magnético exterior Bo , se
dice que se magnetiza. Se sabe que esta magnetización toma en cuenta los dipolos
magnéticos elementales, los cuales pueden darse de dos formas:

• por orientación
• permanente

Al proceso dado por cualquiera de estas dos formas se le llama magnetización y se


representa como M . Cuando los procesos de magnetización son por orientación, es decir
cuando los electrones libremente orientados cambian su alineación a una dirección
preferencial al sentir la acción de un campo B , se les denomina magnetización por
inducción (Wangsness, 1979). La magnetización por inducción es distinta de cero cuando
un campo exterior es distinto de cero, y va a ser igual a cero cuando el segundo también es
igual a cero:
r r
M ≠ 0 B ext ≠ 0
r r
M = 0 B ext = 0

En el caso de la magnetización permanente, como la presentada por las rocas con


minerales ferromagnéticos, va a ser diferente de cero independientemente del valor del
campo externo:

- 40 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

r
r B ext ≠ 0
M ≠ 0 r
B ext = 0

La magnetización, pues, está en función de los dipolos magnéticos por unidad de


volumen y se define como:

r r r r
momento magnético dm(r )
M (r ) = = (2.25)
Volumen dv

donde el momento magnético es:


r v v r
m(r ) = ∫ M(r )dv (2.26)
V

Explicando, el valor de la magnetización en un punto específico del cuerpo es igual


a la suma del momento magnético de todos los dipolos elementales existentes divididos por
el volumen que ocupan (Wangsness, 1979). La magnetización puede ser la misma en todo
el cuerpo o variar de punto a punto. Resumiendo, el campo magnético es creado por la
magnetización M que sufre el cuerpo, sea esta por inducción o permanente.

Como se vio al principio de este tema (ecuaciones 2.20), se sabe que el rotacional
de un campo verdadero lo producen las corrientes libres (Kaufman, 1992; Telford et al,
1990). Se propone ahora que el campo producido por la magnetización del cuerpo se debe a
las denominadas corrientes magnéticas o de magnetización:
r r
∇ ×B M = µ o J M
r (2.27)
∇ ⋅ BM = 0

Esto quiere decir que, si existe un campo exterior B o y el cuerpo produce una
magnetización debido a él, en un punto del espacio se va a tener que el campo total B t
observado es la suma del campo principal exterior más el campo secundario inducido.

- 41 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

Figura 2.16: El campo total observado es la suma del campo principal más el campo secundario.

De acuerdo con el teorema de Helmholtz, este campo magnético total tiene las
siguientes ecuaciones:
r r r
∇ ×B t = µ o J f + µ o J M
r (2.28)
∇ ⋅ Bt = 0

JM debe estar relacionada de alguna manera a la magnetización, ya que que la


magnetización es la responsable de producir el campo. Regresando al ejemplo del dipolo
elemental donde se tiene las corrientes de I amperes, las corrientes de conducción son
perpendiculares al momento magnético. Por lo tanto,

Figura 2.17: Las corrientes de conducción son perpendiculares al momento magnético, por lo que el
producto de su multiplicación es igual a cero.

La única forma de que estén relacionadas es que las corrientes magnéticas sean
también perpendiculares a la magnetización:
v v
JM = ∇ × M (2.29)

- 42 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

r
Relacionando a J M con el rotacional de M, se pueden modificar las ecuaciones de
campo y decir que:
r r r
∇ × Bt = µ o J f + µ o∇ × M
r (2.30)
∇ ⋅ Bt = 0
r
donde Bt es el campo de inducción magnética total y sus unidades se dan en [teslas]. De
esta forma se establece la relación con el campo magnético total. Entonces, si existe la
magnetización de un cuerpo, para conocer el campo magnético se necesitan conocer tanto
las corrientes libres (si existen) como las corrientes de magnetización.

La forma en que se han definido las ecuaciones todavía no es útil para establecer
una teoría para la prospección geofísica ya que implica un potencial vectorial, por lo que es
más difícil de trabajar que cuando se maneja un potencial escalar. Pero, a partir de esto, se
puede definir al campo H (Blakely, 1995; Scollar et al, 1990), el cual se conoce como el
campo de intensidad magnética. Para ello, se puede ver que
r
⎡B r⎤ r
∇×⎢ − M⎥ = J f (2.31)
⎣µo ⎦

De esta forma, se define a H como el campo que relaciona al campo de inducción


magnética en un punto del espacio menos la magnetización en el mismo punto:
r
r B r
H = −M (2.32)
µo

Entonces, se tiene que el rotacional de H está íntimamente ligado con las corrientes
de conducción
v r
∇ × H = Jf (2.33)

Sin embargo, de acuerdo con el teorema de Helmholtz, faltaría conocer la


divergencia de H , siendo:
r 1 r r
∇⋅H = ∇ ⋅ Bt − ∇ ⋅ M
µo (2.34)
r v
∇ ⋅ H = −∇ ⋅ M

ya que la divergencia del campo de inducción magnética siempre es cero. El campo de


intensidad magnética es un campo complejo debido a que tiene fuentes de vórtices y
fuentes escalares y del teorema de Helmholtz:
r v
H = −∇ ϕ H + ∇ × A H (2.35)

- 43 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

a diferencia de B que sólo proviene del rotacional de A (ecuación 2.21):


r r
r 1 − ∇'⋅M(r' )
4π ∫V R(r , r' )
ϕ H (r ) = r r dv (2.36)

r r
r r 1 J f (r' )
4π V∫' R(r , r' )
A H (r ) = r r dv (2.37)

También se puede expresar B en función de los potenciales definidos para H ; es decir,


aplicamos la ecuación 2.35 en la 2.32 y despejamos a B , se tendría que:
r v r
B = − µ o ∇ϕ H + µ o ∇ × A H + µ o M (2.38)

La importancia de la ecuación 2.36 será evidente más adelante. Estas ecuaciones se


pueden simplificar más si se considera una relación lineal, es decir, Medios Lineales
Homogéneos e Isótropos (M.L.H.I.). Para un medio lineal, se puede encontrar que la
magnetización que sufre un cuerpo es directamente proporcional a la intensidad de H :
v r
M = χMH (2.39)

donde χ M es la susceptibilidad magnética del cuerpo. Si esto es así, a B se le puede


considerar como (Kaufman, 1992):
v r r
B = µoH + µoχM H
v r
B = µ o (1 + χ M )H
v r
B = µH (2.40)

donde µ es la permeabilidad magnética. Cuando se usa esta relación, se asume que la


magnetización M es debida exclusivamente a procesos de inducción y no a una
magnetización de tipo permanente.

Para M. L. H. I., se acostumbra escribirlas de la siguiente manera:


r r
∇ × H = Jf
(2.41)
r
∇⋅H = 0

ya que si se obtiene la divergencia de B , ésta siempre debe de ser cero. Si µ es una


constante, resulta que cero es igual a µ por divergencia de H , lo que implica que la
divergencia de H debe de ser igual con cero. Si ésta es igual a cero implica que la
divergencia de M debe de ser igual a cero. En este punto uno podría confundirse y decir
que el potencial escalar no existe. Esto no es cierto, el potencial escalar sigue existiendo
porque la magnetización no es cero, sólo su divergencia.

- 44 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

Para el caso del Campo Magnético Terrestre no existen corrientes de conducción.


Éste, en general, es un campo que varía con el tiempo y teóricamente se tendrían
ecuaciones de este tipo:
v
r ∂H
∇ × E = −µ o
∂t (2.42)
v v ∂ r
∇ × H = Jf + εoE
∂t

Las variaciones temporales son muy lentas (alrededor de millones de años), por lo
que esta característica podría considerarse despreciable. Si existen corrientes verdaderas
dentro de la Tierra, pero dentro de los cálculos se consideran como cero. Resulta, pues, que
r
∇×E = 0
(2.43)
v
∇×H = 0

De esta forma, se puede estudiar al campo magnético terrestre como:


v
∇×H = 0
v v (2.44)
∇ ⋅ H = −∇ ⋅ M

y si estas son las ecuaciones que rigen el fenómeno, entonces H proviene de:
r
H = −∇ ϕ H (2.45)
v
donde el potencial satisface ∇ 2 ϕ H = ∇ ⋅ M . Así se tiene que un problema muy
complicado se ha llevado a una expresión muy sencilla, facilitando e igual forma el cálculo
de B :
r r
B = −µ o ∇ϕ H + µ o M (2.46)

que evita resolver un potencial vectorial (ecuación 2.27).

Para nuestro caso de estudio, el de cuerpos permeables bajo la acción del campo
magnético terrestre, se ve un campo magnetoestático. En otras palabras, el campo
producido por inducción del campo magnético terrestre es un campo magnetoestacionario.
El tratamiento matemático que se da al campo magnetoestático terrestre es idéntico al que
se le da al campo gravitacional terrestre, ya que ambas cumplen con el mismo tipo de
ecuaciones de campo (de campo conservativo). Sin embargo, los campos son físicamente
distintos; el campo magnético terrestre siempre será un campo dipolar (soleniodal) y el
campo gravitacional siempre será un campo monopolar (conservativo).

- 45 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

Para explicar el campo magnético terrestre se han manejado tres teorías (Garland,
1979; Telford et al, 1990):

(1) La Tierra tiene una magnetización permanente. Esto nos llevaría a pensar en una
magnetización en la superficie de la Tierra (en el núcleo no ya que, arriba de la
temperatura de Curie, las propiedades magnéticas desaparecen); pero una
magnetización tan superficial no explica un campo tan intenso (alrededor de 45 000
nT) como el de la Tierra.

(2) La Tierra es un conductor con cargas libres en su volumen; al estar la Tierra girando
con una velocidad angular, se tienen cargas en movimiento. Una carga en
movimiento es una corriente que, por lo tanto, produce un campo magnético. Esta
teoría tampoco es sostenible, debido a que la carga libre que tenga no puede ser de
mucha intensidad.

(3) La Tierra funciona como un dínamo autoinducido. En el núcleo metálico deben de


existir corrientes de conducción verdaderas las cuales producen el campo magnético
terrestre. Esta teoría es la más aceptada y es la que mejor explica la inversión del
campo magnético terrestre. Aún así, esta teoría todavía no está totalmente
comprobada.

Regresando a nuestras ecuaciones, el potencial de H implicaría todo el volumen, y


se puede escribir al transformar primeramente la ecuación 2.36 como (Wangsness, 1979):

1 1 r
ϕH = ∫ ∇' ⋅ M dv'
4π V ' R
(2.47)

donde v' es sólo la región ocupada por el cuerpo.

Figura 2.18: M en el volumen de la fuente es diferente de cero e igual a cero fuera de ella.

Cuando se usa esta representación, se dice que el cuerpo está constituido por dipolos
magnéticos escalares. Una segunda representación del potencial, utilizada para fines de
comprensión del campo, se escribe la siguiente manera (Wangness, 1979):

- 46 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

r r r r
r 1 − ∇'⋅M(r' ) 1 M⋅n
ϕ H (r ) =
4π ∫
V'
r
R ( r , r' )
dv' +
4π ∫
S'
r ds'
R ( r , r' )
(2.48)

En esta segunda representación se estudia al potencial como producido por cargas


magnéticas; siguiendo la ecuación 2.47, estas son de dos tipos:
r
(1) ρ M = −∇ ⋅ M se le llama densidad volumétrica de carga magnética
r r
(2) σ M = M ⋅ n se le conoce como densidad superficial de carga magnética

Si la magnetización es constante, la carga magnética volumétrica es cero más la


carga superficial no. Entonces, el hecho de que la divergencia de M pueda ser igual con
cero no implica que no exista el potencial escalar. Esta representación es, pues, más fácil de
manejar ya que permite visualizar de una forma más sencilla las líneas de fuerza. Aún así,
es importante hacer notar que las cargas magnéticas físicamente no existen, sólo son una
representación matemática debida a la estructura que tienen las ecuaciones. Por lo tanto, la
carga magnética inducida siempre es cero (ρ M + σ M = 0 ) , porque no hay una conducción
de electrones como en las corrientes verdaderas.

Por último, es bueno aclarar que el campo de intensidad magnética H y el campo


B de inducción magnética B son campos totalmente disímiles, porque sus fuentes son
distintas. El campo de inducción magnética tiene fuentes de vórtice, y el campo de
intensidad magnética puede tener fuentes de vórtices y fuentes escalares. Esto quiere decir
que se puede tener casos en los que H sea cero pero B sea diferente de cero, o al contrario
con B = 0 y H ≠ 0 . Por ejemplo, visualice una esfera que contiene una magnetización
radial, donde las corrientes libres son cero (Jf = 0).

Figura 2.19: Gráfica de una esfera con magnetización radial.


r r r
Para este caso particular, se tiene que ∇ × M = 0 y M × n = 0 . Si las corrientes
libres y las corrientes magnéticas son cero, implicaría que B = 0 en cualquier punto del

- 47 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

espacio. Pero dentro de la esfera H ≠ 0 y sólo es cero en el exterior. Esto se debe al tipo
de magnetización radial que se tiene de la esfera (tipo de fuente).

2.4. POSTULADOS DE LA PROSPECCIÓN MAGNÉTICA

Se tiene un campo inductor Ho (como el campo magnético terrestre) que va a


magnetizar a un cuerpo. Al momento de la magnetización se origina un campo HM que se
opone a Ho, pero igualmente se crea un campo Hint en el interior del cuerpo (Scollar et al,
1990). Obviamente, también se forma un campo exterior secundario HS. A este proceso se
le conoce como Inducción.

Figura 2.20: Proceso de inducción de un cuerpo.

Considérese ahora un Medio Lineal Homogéneo e Isótropo (curso de Teoría del


Potencial aplicado a la Geofísica, Fac. de Ingeniería, UNAM), donde la magnetización M
es constante. Si el medio es constante, sólo existe la carga magnética de superficie; pero
como σ M = M ⋅ n , entonces n es el vector normal exterior a la superficie del cuerpo. En
este caso, los vectores M y n forman un ángulo menor a 90 °, por lo que las cargas
magnéticas positivas y negativas van a estar en la superficie del cuerpo. El campo total va
en la misma dirección que la magnetización y ésta siempre va de cargas negativas a cargas
positivas. En el campo exterior secundario, sus líneas de fuerza van de cargas magnéticas
positivas a negativas.

Se sabe que H en el interior es la suma de dos campos (Kaufman, 1992):


v v v
H int = H M + H o (2.49)

Sustituyendo esta equivalencia en la ecuación 2.39, se tiene que:

- 48 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

v v v
M = χMH0 + χMHM (2.50)

Pero HM siempre se opone a la magnetización


v v
H M = − NM (2.51)
v
donde N es denominado el factor de demagnetización. Resulta, pues, que M puede
expresarse así: v v v
M = χ M H 0 + Nχ M M

χM v (2.52)
= H0
1 + Nχ M

Pero la susceptibilidad magnética aparente es igual a

χM
χa = (2.53)
1 + Nχ M
v
Por lo tanto, M se puede escribir de una forma más sencilla
v v
M = χa H0 (2.54)

La susceptibilidad magnética aparente depende de la susceptibilidad magnética del


cuerpo y del factor de demagnetización; este factor depende exclusivamente de la
geometría del cuerpo y no del campo. De aquí surge un problema ya que, para conocer la
magnetización verdadera de un cuerpo, se necesita conocer al cuerpo y lo que precisamente
se busca en la magnetometría es encontrar a éste. Por ende, es necesario manejar los
siguientes postulados:

a) La magnetización M es constante, lo que lleva a considerar medios lineales


homogéneos e isótropos.

b) M es exclusivamente debida a un proceso de inducción.

c) Los procesos de demagnetización son despreciables. Según la ecuación 2.51, para


conocer a M se necesita conocer a N, pero esto implica conocer al mismo cuerpo
que se está buscando. Se dice pues que Nx M << 1 y χa = χM. Por lo tanto,
HM ≅ 0 .

Supongamos ahora que se tiene dos cuerpos juntos con sus respectivas cargas
magnéticas (Figura 2.21). Cada uno de los cuerpos produce su propio campo secundario.
Cuando se tiene que M = χ a H 0 , entonces H0 representa al campo inductor.

- 49 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

Figura 2.21: Proceso de inducción de dos cuerpos con el campo magnético terrestre como inductor.

Para el cuerpo 1, H0 sería el campo de la tierra más el campo producido por el


cuerpo 2:
r v
H 0 = H earth + H S , 2 (2.55)

Si hubiera más cuerpos, sería la suma de tantos cuerpos como hubiera. De aquí
surge otro problema ya que, para estimar M, se necesita conocer ese campo secundario.
Para solucionar este inconveniente, se considera que el campo de la Tierra es mucho mayor
que la suma de todos los campos secundarios producidos por todos los cuerpos que se
encuentren en el lugar:

v M
H earth >>> ∑
=
H
i 1
S, i (2.56)

Dev ser así,


v entonces el campo exterior es aproximadamente igual al campo de la
Tierra ( H 0 ≅ H earth ). Esto implica una adición a los postulados primeramente propuestos:

d) No hay interacción de los cuerpos magnéticos entre sí. De esta manera, se


pueden sumar y restar cuerpos magnéticos sin importar la interacción.

e) El cuerpo magnético se considera suspendido en el vacío. Esto se sustenta en


que la roca sedimentaria no presenta características magnéticas apreciables,
por lo que las rocas de origen ígneo (incluyendo las metamórficas de origen
ígneo) tendrán propiedades magnéticas mucho mayores y más contrastantes.

- 50 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

Figura 2.22: No hay interacción de los cuerpos magnéticos entre sí y estos se consideran como
suspendidos en el vacío.

Estos cinco postulados son los que fundamentan la prospección magnetométrica.


Cualquier desviación apreciable de estos postulados se consideraría ruido y alteraría la
interpretación, lo que implica que deberían emplearse técnicas de interpretación que
considerasen dichos casos.

2.5. COMPONENTE TOTAL DEL CAMPO MAGNÉTICO


El campo total es igual a la suma del campo H0 más el campo secundario:
r r r
T = H0 + HS (2.57)

Al campo secundario se le puede dividir en dos: en una componente vertical a la


del campo magnético terrestre ( H V) y en una componente secundaria en la dirección del
campo magnético terrestre ( H S,0). Como Ho >> H S, entonces H V ≅ 0, es decir, que el
magnetómetro responde a la componente total ( T ), que es igual a la componente del
campo magnético terrestre ( Ho ) más la componente del campo secundario en la dirección
del campo magnético terrestre:
r
T = H0 + HS ⋅ nt (2.58)

r
donde n t es ell vector unitario en la dirección del campo Ho . También se puede expresar
como
T = T0 + ∆T (2.59)
r
donde se ha remplazado a Ho = To y H S ⋅ n t = ∆T .

Antiguamente (magnetómetros fluxgate) se medía la componente en una dirección


(vertical o componente horizontal, de flujo o de dirección). Vale la pena complementar que
el campo magnético terrestre puede tener una dirección cualesquiera en el plano, donde I es
el ángulo de inclinación con que llega el campo magnético terrestre a un lugar de la
superficie y D es el ángulo de declinación magnética (Figura 2.23) el cuál es el ángulo en
que el Norte magnético se desvía del Norte geográfico (Sharma, 1986).

- 51 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

Figura 2.23: Componentes del campo magnético terrestre.

2.6. LOS DIPOLOS MAGNÉTICOS

Las fuentes más elementales que representan a los campos magnéticos B y H son los
llamados dipolo vectorial y escalar magnéticos. Las expresiones de los potenciales para
dicho tipo de fuentes se deducen de los potenciales magnéticos cuando se expresan en una
serie de potencia (Wangness, 1979), siendo el dipolo el segundo término de la serie. Así se
tiene que:
r µ0 m r r
× ru
A= (2.60)
4π r 2
r r
1 m ⋅ ru
ϕ= (2.61)
4π r 2

donde la ecuación 2.60 es el potencial magnético vectorial, que representa a las fuentes de
vórtices, y la ecuación 2.61 es el potencial magnético escalar, que representa a fuentes
escalares. A la distancia, ambas fuentes muestran un patrón de líneas de fuerza semejantes,
como se muestra en las figuras 2.13 y 2.14. Para el caso del campo magnético terrestre y
de la prospección magnética no hay corrientes libres, aunque pueden existir las corrientes
magnéticas. Esto conduce a que A h ( r ) ≡ 0 por lo que, aunque exista A , el cálculo del
mismo se puede evitar al considerar la ecuación 2.40, lo que conduce a expresar los
campos por las ecuaciones 2.45, 2.46 y 2.47, que por comodidad se vuelven a escribir:
r
H = −∇ ϕ H
r r
B = −µ o ∇ϕ H + µ o M
r
1 − ∇'⋅M
4π ∫V R
ϕ= dv

- 52 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

Lo anterior conduce a la sola necesidad de estudiar el campo de un dipolo


magnético escalar:
r r r r
r ∂ ⎛ m ⋅ ru ⎞ r 1 ∂ ⎛ m ⋅ ru ⎞r
H = −∇ ϕ H = − ⎜ ⎟ru − ⎜ ⎟θ u (2.62)
∂r ⎝ 4πr 2 ⎠ r ∂ θ ⎝ 4 πr 2 ⎠

La magnetización es cero fuera del cuerpo magnetizado, por lo que:


r r
B = − µ o H = − µ o ∇ϕ H (2.63)

Considerando los postulados de la prospección magnética, es posible reconstruir el


efecto magnético de cualquier cuerpo complejo sumando efectos de cuerpos simples
representados por fuentes dipolares escalares. Este punto es estudiado con mayor
profundidad en el capítulo 3, donde se discute el problema directo y el esquema de
inversión.

2.7. UNIDADES DE MEDIDA

En Geofísica, tradicionalmente se ha considerado a H como el campo físico y no al


campo B ; sin embargo, se comete el error de asignarle a H unidades de nanotesla o
gamas, las cuales son realmente unidades de B . Este error proviene de una confusión
conceptual. Ambos campos se relacionan de acuerdo a la definición dada en la ecuación
r r
2.40 (Kaufman, 1992): B = µH , ya que en el sistema C.G.S. la permeabilidad magnética
en el vacío ( µ o ) es igual a 1.
r r
Esto conduce a que los campos sean iguales ( B = H ), donde el primer campo está
dado en gamas y el segundo en oersted. Es por esto que se pensaba que ambos campos eran
equivalentes y era igual manejarlos en una u otra unidad de medida. Matemáticamente,
ambos campos pueden considerarse iguales en el vacío; pero, físicamente, los campos B y
H no son iguales (curso de Teoría del Potencial, Facult. de Ingeniería, UNAM).
Desafortunadamente, su uso es actualmente tan difundido que sería difícil regresar a las
unidades correctas de medida (oesterd o amp/m).

A continuación se da una síntesis de las unidades de medida utilizadas en la


prospección magnética en los dos sistemas de medida:

- 53 -
Capítulo II Ecuaciones fundamentales

FACTORES DE
SÍMBOLO S.I. C.G.S.
CONVERSIÓN

Tesla Gauss 1 tesla = 104 gauss


r
B
1 nT = 1 gama = 10-9 teslas
GEOFÍSICA NanoTesla Gamas
1 gama = 10-5 gauss

general Amper / m Oersted


r 1 amp/m = 4π × 10-3
H oersted
GEOFÍSICA Amper / m Gamas

general 1 amp/m = 10-3 oersted


r
M Amper / m Oersted
GEOFÍSICA emu/cm3 = 103 amp/m

general
χM χ M (S.I .) = 4πχ *M (C.G .S.)
Adimensional Adimensional
GEOFÍSICA

general µ
µ Henrios / m Adimensional µo
= µ*
GEOFÍSICA

Tabla 2.1: Síntesis de las unidades de medida utilizadas en Teoría Magnética.

- 54 -
Capítulo III:

MODELACIÓN
Capítulo 3 Modelación

3.1. MODELACIÓN DE DATOS MAGNÉTICOS

La modelación numérica es un proceso que permite determinar la respuesta física de las


estructuras o los cuerpos encontrados en el subsuelo. Ésta es una técnica muy bien
establecida en la geofísica ya que permite realizar diferentes estudios gracias a la respuesta
teórica aportada por el problema directo.

El proceso de modelación geofísica requiere diferentes pasos (Johnson, 1970).


Primero se realiza una conceptualización de un problema concreto. Esta requiere de una
descripción del problema identificando los procesos físicos dominantes que lo envuelven, el
desarrollo de hipótesis que reduzcan el problema simplificándolo, así como la
determinación de las fronteras, los dominios y la geometría del problema. Una vez
realizado esto se procede al segundo paso, el cual implica la formulación del problema
matemático, es decir, la traducción del problema en un modelo matemático. Esto implica a
su vez la resolución de las ecuaciones matemáticas correspondientes (ecuaciones
diferenciales o integrales), a las cuales se les puede encontrar solución a través de
diferentes métodos matemáticos, ya sean analíticos o numéricos.

El tercer paso consiste en la validación del modelo por medio de nueva


experimentación y/o calibramiento. De este modo se comprueba el funcionamiento del
modelo. Si no validamos o calibramos el modelo corremos el riesgo de no darnos cuenta si
los resultados que estamos obteniendo son acertados o significativos. Una vez que se ha
comprobado que el modelo verdaderamente funciona, se procede al cuarto paso que es la
aplicación del mismo con el fin de obtener predicciones e interpretaciones de los datos de
nuestro interés, resultados que pueden a su vez incorporarse en el problema inverso.

En otras palabras, a través de la observación y experimentación podemos aproximar


un modelo matemático que nos permita entender y explicar los datos. Por ejemplo, el
modelo de la Tierra está caracterizado por ciertos parámetros que se desean calcular. Los
métodos geofísicos miden estos parámetros de forma indirecta; es decir, mide magnitudes
que se pueden relacionar a los parámetros buscados ( P1 , P2 , K , Pm ) por medio de funciones
matemáticas (ℑ) y a través de las observaciones hechas sobre el terreno ( Y1 , Y2 , K , Yn ) .
Refraseando, las fórmulas matemáticas nos permiten obtener los parámetros a través de las
observaciones hechas:

( Y1 , Y2 ,K , Yn ) = ℑ ( x 1 , P1 ,K , Pm ), ℑ ( x 2 , P1 , K , Pm ),K , ℑ ( x n , P1 , K , Pm )

donde x es la variable independiente y ℑ es la función que relaciona a las observaciones


Yn con los parámetros Pm.

Para el caso específico de datos magnéticos, dos de los acercamientos más


comúnmente practicados en la inversión son los siguientes (Li y Oldenburg, 1996):

- 56 -
Capítulo 3 Modelación

1) Se realiza una inversión paramétrica, donde los parámetros de algunos cuerpos


geométricos simples se usan en una inversión no-lineal y los valores se encuentran
al resolver el problema sobredeterminado.

2) La tierra es dividida en un gran número de celdas de tamaño fijo pero de


susceptibilidad desconocida y se aplica un algoritmo que minimiza una función
objetiva del modelo que mejor se ajusta a los datos.

Para cualquiera de estos casos, una de las formas geométricas más utilizadas son los
prismas rectangulares. Estos sirven como interpretación de modelos en el análisis de
anomalías magnéticas debidas a cuerpos tanto en dos como en tres dimensiones. Varios
autores han descrito métodos que utilizan esta forma geométrica para calcular el campo
magnético a partir de determinados puntos de observación, entre los cuales se encuentra
Sharma (1986). Él describe un método para calcular las anomalías con una dirección de
magnetización arbitraria y usando un sistema de coordenadas cartesianas en dirección del
norte, del este y de la profundidad (Figura 3.1).

Figura 3.1: Prisma rectangular con lados paralelos a los tres ejes ortogonales.

Sharma calcula el campo magnético en un punto P(x1,x2,x3) debido a un cuerpo de


volumen V y asumiendo una magnetización T uniforme en todo el cuerpo, aplicando la
siguiente ecuación escrita en términos de sus componentes:

µo N
Bi = ∑ J k Tik
4π k = 1
(3.1)

donde
∂2 ⎛1⎞
Tik = ∫ ⎜ ⎟dv
∂x i ∂x k V ⎝ r ⎠
(3.2)

El cálculo de las primeras componentes, necesarias para evaluar B1, para el caso de
un prisma rectangular con sus lados paralelos tres ejes ortogonales del sistema coordenado

- 57 -
Capítulo 3 Modelación

(x1, x2 y x3) y extendiéndose desde a1 a b1, a2 a b2 y a3 a b3, se obtiene mediante las


siguientes fórmulas analíticas cuya expresión final es:

⎛ v2w 2 ⎞ ⎛ v1w 2 ⎞ ⎛ v1w1 ⎞


T11 = arctan⎜ ⎟ − arctan⎜ ⎟ + arctan⎜ ⎟
⎜ u w2 + R ⎟ ⎜u w 22 + R 1 ⎟⎠ ⎜u w 1 + R 1 ⎟⎠
2
⎝ 1 2 2 ⎠ ⎝ 1 ⎝ 1
⎛ v 2w1 ⎞ ⎛ v1w 2 ⎞ ⎛ v 2w 2 ⎞
− arctan⎜ ⎟ + arctan⎜ ⎟ − arctan⎜ ⎟ (3.3a)
⎜u w 12 + R 2 ⎟⎠ ⎜u w 22 + R 3 ⎟⎠ ⎜u w 2 + R 4 ⎟⎠
2
⎝ 1 ⎝ 2 ⎝ 2
⎛ u2w1 ⎞ ⎛ u1w1 ⎞
+ arctan⎜ ⎟ − arctan⎜ ⎟
⎜u w 12 + R 4 ⎟⎠ ⎜u w 1 + R 3 ⎟⎠
2
⎝ 2 ⎝ 2

⎛ w + w2 + R ⎞ ⎛w + w 22 + R 2 ⎞⎟
T12 = log⎜
1 ⎟
− log⎜
2 2 2
⎜ w + w2 + R ⎟ ⎜w + w 12 + R 2 ⎟⎠
⎝ 1 1 1 ⎠ ⎝ 1
(3.3b)
⎛ w + w2 + R ⎞ ⎛w + w 22 + R 3 ⎞⎟
⎜ − log⎜
2 2 4 ⎟ 2
+ log
⎜ w + w2 + R ⎟ ⎜w + w 12 + R 3 ⎟⎠
⎝ 1 1 4 ⎠ ⎝ 1

donde u1, u2, v1, v2, w1, w2 representan x1 – b1, x1 – a1, x2 – b2, x2 – a2, x3 – b3, x3 – a3,
respectivamente, y R1, R2, R3, R4 representan (u12 + v12), (u12 + v22), (u22 + v12), (u22 + v22),
respectivamente. Las expresiones para las componentes restantes T22, T13 y T23 las obtiene
de las ecuaciones anteriores realizando la rotación del sistema coordenado apropiada para
cada caso.

Como se había mencionado, una forma de abordar el problema de la modelación de


un cuerpo heterogéneo es dividiendo a la región conteniendo las fuentes en una serie de
prismas mediante una malla ortogonal, que puede ser bi- o tridimensional según se desee
resolver el problema, asumiendo un valor de la magnetización M constante para cada una
de las celdas o cubos y valores distintos entre sí. Pero la resolución de estos prismas
rectangulares mediante las fórmulas de Sharma es muy demandante en tiempo de
computadora. Con respecto a esto, Li y Oldenburg (1996) mencionan que cualquier campo
medido en la superficie de la tierra puede ser reproducido por una infinitesimal zona
delgada de dipolos magnéticos debajo de la superficie, haciendo más fácil el cálculo de su
campo magnético.

Es por ello que, para reducir el tiempo computacional y aumentar la resolución a


profundidad, varios autores (Li y Oldemburg, 1996; Fedi y Rapolla, 1999; Portniaguine y
Zhdanov, 2002; Pignatelli, 2004) han reemplazado la expresión analítica de Sharma por el
campo producido por un dipolo magnético. Aunque sus métodos son diferentes, todos
concuerdan en usar una malla ortogonal tridimensional con un dipolo ubicado en el centro
de cada cubo (Figura 3.2), asumiendo un valor de susceptibilidad constante para cada uno

- 58 -
Capítulo 3 Modelación

y considerando que no existe magnetización remanente, es decir, que sólo la magnetización


por inducción (dada por el campo geomagnético) está presente.

Figura 3.2: Malla ortogonal tridimensional cuyas celdas elementales rectangulares contienen a las
fuentes magnéticas.

Con respecto al uso de dipolos, Ravat (1996) menciona que, de acuerdo con
resultados obtenidos en sus investigaciones, el modelo de una fuente equivalente (un
dipolo) representa mejor la anomalía observada que el modelado del volumen del cuerpo en
3D en términos del rango de decaimiento, su amplitud y la forma de la anomalía, además de
ser computacionalmente más eficiente. Es importante mencionar que esta aproximación
sólo es válida si la distancia entre el punto de observación y la fuente es mucho mayor que
el tamaño de la fuente, condición que se encontraría asegurada de cumplir si seleccionamos
un tamaño de celda relativamente pequeño.

Pero el sólo uso de la infinitesimal serie delgada de dipolos significaría que no


habría una resolución a profundidad inherente en los datos de campo magnético. Esta
tendencia tradicional de ubicar los cuerpos estudiados como si estuvieran a la altura de la
superficie puede ser evitada al introducir una ponderación de la profundidad que
contrarreste el decaimiento natural del campo magnético. De forma intuitiva, la
introducción de un peso que compense aproximadamente este decaimiento puede dar a las
celdas en diferentes profundidades la misma probabilidad de encontrar la solución con
susceptibilidades distintas de cero (Li y Oldenburg, 1996).

Li y Oldemburg (1996) proponen un método de inversión usando una función de


peso diseñada para distribuir la susceptibilidad magnética con la profundidad. Su problema
de inversión es formulado como una optimización del problema donde una función objetiva
del modelo es minimizada, produciendo un modelo geofísicamente interpretable. A la
función objetiva se le aplican unas funciones de peso (wx, wy y wz) diseñadas para realzar o

- 59 -
Capítulo 3 Modelación

atenuar estructuras en varias regiones en el dominio del modelo. Esta metodología es


aplicada a la inversión de datos magnéticos en superficie, encontrando la función de peso
apropiada que contrarreste el decaimiento con la profundidad de los kernels de datos. Para
ello, los autores consideran que la función que más se aproxima al decaimiento del kernel
ubicado directamente bajo el punto de observación es:

(z + z 0 )−3 (3.4)

Esto de acuerdo con el hecho de que una celda cúbica actúa como una fuente dipolar
cuyo campo magnético se puede ver como el inverso de la distancia al cubo (1 / r3). Para
contrarrestar el decaimiento geométrico de estos kernels y distribuir la susceptibilidad con
la profundidad, introducen la siguiente función de peso:

w ( z ) = (z + z 0 )
−β / 2
(3.5)

siendo su valor preferido para β es 3. Cabe mencionar que los autores prefieren invertir el
modelo para k (la susceptibilidad magnética), ya que el campo anómalo es directamente
proporcional a la susceptibilidad, la cual varía en una escala lineal.

Pignatelli (2004) propone una idea basada en el carácter observacional del campo: a
distancias grandes, el campo puede ser bien representado como un campo dipolar. Para tal
fin, en lugar de resolver la integral de volumen como Sharma, propone una serie de dipolos
con diferentes magnetizaciones. Inicialmente basa su desarrollo en el propuesto por Fedi y
Rapolla (1999), obteniendo el valor del campo magnético considerando un conjunto
discreto de datos en 3D en los puntos P(r'):

∂2 J (r )
∆T(r' ) = ∫
∂f ∂t V r − r '
dv (3.6)

donde ∆T es el campo magnético total resultante de la distribución de magnetización de


intensidad variable |J| en los puntos r dentro del volumen de la fuente V. La magnetización
se asume como uniforme a lo largo de la dirección t, mientras que f es el vector unitario a
lo largo de la dirección del campo inductor. Si V es dividido en un conjunto de
subvolúmenes prismáticos, donde N = Nx × Ny × Nz y de manera que ∑ Vi = V ,
entonces la ecuación puede rescribirse como:

N
∆T(r' ) = ∑ G' (r' ) J(ri ) (3.7)
i =1

∂2 1
donde G' (r' ) = ∫
∂f ∂t V r − r '
dv y J (ri ) es la magnetización del subvolumen homogéneo

Vi.

Pignatelli (2004), reescribe la misma ecuación de la siguiente manera:

- 60 -
Capítulo 3 Modelación

M
∆T(rj ) = ∑ x ij J i (3.8)
i =1

donde rj es el j-ésimo punto de observación, M es el número de bloques, Ji es el módulo


de la magnetización del i-ésimo paralelepipedo y x ij es el factor geométrico dependiente de
la geometría del bloque y la posición relativa entre la i-ésima celda y el j-ésimo punto de
observación.

Pignatelli retoma la idea de Li y Oldenburg (1996) de utilizar funciones de peso con


el fin de contrarrestar el decaimiento de los factores geométricos (llamados por los
segundos como kernels) con la profundidad. Consiguiendo la función de peso apropiada
que anule este decaimiento de la amplitud de la señal, un modelo construido a partir de un
conjunto de funciones básicas podría presentar una mejor oportunidad de obtener valores
significativamente más altos a profundidad. Para esto, Pignatelli (2004) introduce la
función de peso w(zi) en su proceso multiplicándola en cada lado de la ecuación 3.8:
M
Ji
∆T(rj ) = ∑ w( z i )x ij (3.9)
i =1 w( z i )

Para evitar la resolución de un sistema no lineal (ecuación 3.9), la linealiza


realizando las siguientes sustituciones:

X i , j = w ( z i )x i , j (3.10)

Ji
Ji = (3.11)
w( z i )

por lo que ahora la ecuación 3.9 la escribe así:


M
∆T(rj ) = ∑ X i , j J i (3.12)
i =1

Al invertir este nuevo sistema lineal, se obtiene un conjunto J i que minimiza el


error entre los datos observados y los calculados. Este cálculo lo realiza utilizando la
técnica iterativa de Levemberg y Martdquardt (Press et al, 1992), permitiendo sólo valores
positivos para J i . A través de este procedimiento obtiene una distribución geométrica con
resolución a profundidad de las magnetizaciones ponderadas para cada bloque. Así, los
valores de J i obtenidos al invertir la ecuación 3.12 serán los valores de los parámetros que
mejor se ajusten al campo anómalo después del proceso de iteración.

Pero con el procedimiento anterior sólo logra determinar las magnetizaciones de los
dipolos a profundidades fijadas por él mismo, es decir, obtiene la posición de un cuerpo
equivalente. Por lo tanto, de acuerdo con el autor, el producto J i w( z i ) no regresa el

- 61 -
Capítulo 3 Modelación

conjunto de valores de magnetización que generan al campo observado. Para poder obtener
las magnetizaciones reales Ji de vuelta, necesita reacomodar a las fuentes en su posición a
profundidad verdadera, por lo que realiza las siguientes acciones.

Debe encontrar dos parámetros a y b que, agregados a la ecuación 3.12, puedan


dar:
a i J fi
Ji = (3.13)
b i w( z i )

donde J fi son las magnetizaciones finales obtenidas para el i-ésimo bloque. Si reemplaza a
(b i a i ) para formar un solo parámetro Ai, tendría que la ecuación anterior se puede ver
como:
f
Ji
Ji = (3.14)
A i w ij

donde Ai = A(zi), es decir, depende sólo de la profundidad del dipolo y no de su posición


horizontal. Para obtener los parámetros Ah(zh), donde h es el número de capas a los largo
del eje z seleccionadas para realizar la inversión, primero se debe satisfacer la siguiente
ecuación:

∑ A( z )w ( z )x
i i ij Ji = y j j = 1,2,...N (3.15)

recordando que Xij = w(zi)xij y donde yi son las observaciones del campo magnético. Esta
ecuación proporciona un nuevo conjunto de datos que minimizan el error. Así, el número
de parámetros desconocidos A(zi) (datos) es menor al número de dipolos (celdas),
superando así la indeterminación del problema que mencionan Li y Oldenburg (1996) y
Portniaguine y Zhdanov (2002). Después de una segunda inversión, puede obtener el valor
de la magnetización del i-ésimo bloque al aplicar:

J fi = J i A i w ij (3.16)

Como puede observarse, Pignatelli (2004) retoma muchas de las propuestas


realizadas por los autores arriba mencionados, aunque su procedimiento no es muy claro ya
que un dipolo no depende de la magnetización sino de su momento magnético. También
propone una corrección de la magnetización que no es muy clara, ya que los datos ya se
encuentran ponderados desde el inicio de la inversión y el error obtenido en la primera
inversión ya es mínimo. Aún así, hay partes salvables y que son retomadas en el método de
inversión aquí propuesto.

A continuación se describe un método de modelación en el cual el campo magnético


de un paralelepípedo es aproximado por el campo de un dipolo magnético. Este
acercamiento hace posible la selección de una función de peso válida para todas las
geometrías de fuentes magnéticas al mismo tiempo que mejora los cálculos en términos de

- 62 -
Capítulo 3 Modelación

tiempo computacional. En este método se aborda tanto la resolución del problema directo
como la del inverso. Vale la pena recordar que en el problema directo se determina a la
función ℑ a partir de ciertos valores concretos dados a los parámetros. Cuando a partir de
las observaciones se desea determinar los valores de los parámetros se denomina el
problema inverso.

3.2. DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA DIRECTO

Retomando varios de los trabajos aquí descritos, se ha decidido ocupar una serie de dipolos
con momento magnético desconocido pero igual volumen. A diferencia de Pignatelli, el
cual habla de dos esquemas distintos de inversión para encontrar el vector de
magnetización, aquí la función de peso va a ser un parámetro que se invierte y se va
poniendo al día en cada momento del proceso de la inversión.

El valor del potencial del campo magnético en la dirección R, debido a un cuerpo de


volumen V y a una a magnetización M uniforme en todo el cuerpo, puede ser obtenido por
medio de la siguiente ecuación (Wangsness, 1979):
1 r 1
ϕ= ∫
4π V
M ⋅ ∇ dv'
R
(3.17)

Si en v' se toma un volumen elemental ve', entonces escribiendo dicha integral en


coordenadas de campo y de cuerpo, se vería así:

r r
1 M ⋅ ru '
ϕ= ∫ r r dv e
4π V r − r'
(3.18)

r r r
Si r es mucho mayor que r' (Figura 3.3), se tendrá que r − r' ≅ r = r , por lo que:

r r
1 Mdv ⋅ ru
4π ∫V r 2
ϕ=
r
1 ⎡ r ⎤ ru
4π ⎣ ∫V
ϕ= ⎢ Mdv ⎥ ⋅ 2 (3.19)
⎦ r
v r
Si m = ∫ Mdv' , entonces:
v'
v r
1 m ⋅ ru
ϕ= (3.20)
4π r 2

- 63 -
Capítulo 3 Modelación

Figura 3.3: Posición de los vectores con respecto a la fuente y al punto de observación y donde r >>> r'.

El campo magnético producido por un cuerpo magnético y observado desde una


distancia grande se puede representar por un dipolo (Wangness, 1979):

r v r v v
⎛ 1 m ⋅ ru ⎞ ⎛ 1 m⋅r⎞
H = −∇ ϕ = −∇ ⎜ 2
⎟ = −∇ ⎜ 3
⎟ (3.21)
⎝ 4π r ⎠ ⎝ 4π r ⎠
v
donde m es el vector momento magnético y el vector unitario es igual al vector de posición
relativa sobre su módulo (Figura 3.4):
v
v r
ru = .
r

Para evitar el cálculo de la integral de volumen (ecuación 3.17), en el presente


trabajo se considera que un cuerpo es subdividido en una serie de cubos elementales en
cuyo centro existe un dipolo magnético escalar, de tal manera que la distancia de
observación con respecto a las dimensiones del cuerpo son despreciables y el campo
externo puede ser bien representado por un campo dipolar. Además, se asume que no hay
magnetización remanente presente, siendo los datos magnéticos producidos sólo por
magnetización inducida y que no hay interacción de los cubos entre sí.

- 64 -
Capítulo 3 Modelación

Figura 3.4: Posición de los vectores con respecto del dipolo y el punto de observación, donde
r r r r
r ' = r ' ( x' , y ' , z' ) son coordenadas de fuente y r = r ( x , y , z ) son coordenadas de cuerpo.

Si separamos al vector de posición relativa y al momento magnético en sus


componentes: v v v v
R = ( x − x' ) i + ( y − y' ) j + ( z − z' )k
v v v r
m = m X i + m Y j + m Zk

donde (x',y',z') corresponden a la posición del dipolo y (x,y,z) al punto de observación,


entonces H puede ser expresada así:

r ⎛ 1 ⎡ m X (x − x') m Y (y − y') m Z (z − z') ⎤ ⎞


H = −∇ ⎜⎜ ⎢ + + ⎥ ⎟⎟
⎝ 4π ⎣ R3 R3 R3 ⎦⎠
(3.22)
1 ⎡ ⎛ m X (x − x') ⎞ ⎛ m (y − y') ⎞ ⎛ m (z − z') ⎞ ⎤
=− ⎢∇ ⎜ 3
⎟ + ∇⎜ Y 3 ⎟ + ∇⎜ Z 3 ⎟⎥
4π ⎣ ⎝ R ⎠ ⎝ R ⎠ ⎝ R ⎠⎦

A su vez, cada uno de los elementos puede desarrollarse de la siguiente forma:


v
⎛ m X (x − x') ⎞ ⎛ (x − x') ⎞ ⎡ i 1 ⎤
∇⎜ 3
⎟ = m X ∇⎜ 3
⎟ = m X ⎢ 3 + (x − x')∇ 3 ⎥
⎝ R ⎠ ⎝ R ⎠ ⎣R R ⎦
v
⎛ m (y − y') ⎞ ⎛ (y − y') ⎞ ⎡ j 1 ⎤
∇⎜ Y 3 ⎟ = m Y ∇⎜ 3
⎟ = m Y ⎢ 3 + (y − y')∇ 3 ⎥
⎝ R ⎠ ⎝ R ⎠ ⎣R R ⎦
v
⎛ m (z − z') ⎞ ⎛ (z − z') ⎞ ⎡ k 1 ⎤
∇⎜ Z 3 ⎟ = m Z ∇⎜ 3
⎟ = m Z ⎢ 3 + (z − z')∇ 3 ⎥
⎝ R ⎠ ⎝ R ⎠ ⎣R R ⎦

- 65 -
Capítulo 3 Modelación

por lo que H puede escribirse como:


v v v
r 1 ⎡mX i 1 mY j 1 m Zk 1 ⎤
H=− ⎢ 3 + m X (x − x')∇ 3 + 3 + m Y (y − y')∇ 3 + + m Z (z − z') ∇ ⎥
4π ⎣ R R R R R3 R3 ⎦

r r
1 ⎡m 1 ⎤
H=− ⎢ 3
+ [m X (x − x') + m Y (y − y') + m Z (z − z')]∇ 3 ⎥ (3.23)
4π ⎣ R R ⎦

1
El gradiente de es igual a:
R3
r
1 3ru
∇ 3 =− 4
R R
r v
pero, además, m X (x − x') + m Y (y − y') + m Z (z − z') = m ⋅ R ; por lo tanto, H será:

r v r
1 ⎡ m 3ru ⎤
H=− ⎢ 3
− 4 [m X (x − x') + m Y (y − y') + m Z (z − z')]⎥
4π ⎣ R R ⎦
v v
1 ⎡ m 3ru v v ⎤
=− − (m ⋅ R )⎥ (3.24)
4π ⎢⎣ R 3 R 4 ⎦
v v
1 ⎡ 3ru v v m⎤
= ⎢ (m ⋅ R ) − ⎥
4π ⎢⎣ R 4 R 3 ⎥⎦

v
La componente total de campo se define como la proyección del campo H en la
dirección del campo magnético terrestre, es decir:
v r r
∆T(R) = H ⋅ n t
r v
1 ⎡ ru v v m⎤ r
= 3 (m ⋅ R ) − 3 ⎥ ⋅ n t
4π ⎢⎣ R 4 R ⎦
v
1 ⎡ (m ⋅ R )(ru ⋅ n t ) m ⋅ n t ⎤
v r r v r (3.25)
= ⎢3 − ⎥
4π ⎣ R4 r3 ⎦
1
= 3
[3(mv ⋅ rru )(rru ⋅ nr t ) − mv ⋅ nr t ]
4π R

r
donde n t es el vector unitario en la dirección del campo magnético terrestre. Si
consideramos que sólo se toma en cuenta el magnetismo por inducción y en la dirección del
v v v r
campo terrestre ( m = mm u , siendo m u = n t ), entonces:

- 66 -
Capítulo 3 Modelación

1
∆T(rj ) = 3
[3(nr t ⋅ rru )(rru ⋅ nr t ) − nr t ⋅ nr t ] m
4π R

=
1
4π R 3
[
r r 2
3(n t ⋅ ru ) − 1 m ] (3.26)

r 2
1 ⎡ ⎛r r ⎞ ⎤
= ⎢ 3⎜ n t ⋅ ⎟ − 1⎥ m
4π R 3 ⎣⎢ ⎝ R⎠ ⎦⎥

La ecuación 3.26 representa a la componente total en la dirección del campo de la


tierra producido por un dipolo magnético. De acuerdo con lo anterior, el factor de
geometría puede definirse como:

⎡ ⎛r r 2 ⎤
1 ⎡ r ⎤⎞
F= ⎢ 3⎜⎜ n t ⋅ ⎢ ⎥ ⎟⎟ − 1⎥ (3.27)
4π R 3 ⎢⎣ ⎝ ⎣R⎦⎠ ⎥⎦

Es importante especificar que se le llama factor geométrico por que involucra puros
términos de geometría (posición del dipolo, dirección del momento magnético y el punto de
observación).

Finalmente, al igual que Fedi y Rapolla (1999), se divide a V en un conjunto de


subvolúmenes prismáticos (Figura 3.5), donde N = Nx × Ny × Nz, de manera que
∑ Vi = V .

Figura 3.5: El volumen se divide se cubos elementales en cuyo centro se encuentra un dipolo.

- 67 -
Capítulo 3 Modelación

De esta forma, al considerar cubos elementales con una dirección uniforme de la


magnetización, la ecuación que calcula el campo magnético de este conjunto dado de
bloques magnetizados puede escribirse así:

N
∆T(rj ) = ∑ Fi,j m i (3.28)
i =1

donde mi es el módulo del momento magnético del i-ésimo paralelepípedo, N es el número


de bloques, rj es el j-ésimo punto de observación, y Fi,j es el factor geométrico dependiente
del bloque y la posición relativa entre la i-ésima celda y el j-ésimo punto de observación.

3.3 DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA INVERSO

La meta de la exploración geofísica es entender la estructura de la Tierra a partir de datos


registrados sobre la superficie terrestre; pero al ser métodos de medición indirecta introduce
errores, ya sea porque los datos contengan ruido aditivo, estén incompletos o sean
insuficientes (Meju, 1994). Entre los errores que se agregan a los datos podemos encontrar
los siguientes: los errores debidos al cálculo de la respuesta de una figura geométrica
regular (como la de un cubo o una esfera) que en el mundo real es difícil de encontrar, lo
que produce un alejamiento del modelo con la realidad; los errores producidos por los
instrumentos; cuando se tienen más ecuaciones que parámetros a encontrar implica la
resolución de sistemas de ecuaciones no lineales complejos.

En resumen, tenemos tres tipos principales de problemas al querer obtener los


parámetros del modelo a partir de los datos:

1) un mayor número de parámetros definiendo el modelo que observaciones (n > m)


2) problema no lineal respecto de los parámetros
3) incompatibilidad ( Y ≠ ℑ ⇒ Y = ℑ + ε )

Las técnicas de modelación teórica son herramientas usadas para incrementar nuestra
comprensión de la relación entre los datos observados (por ejemplo, la respuesta de la
Tierra a ciertos estímulos naturales o artificiales) y los diversos cambios o discontinuidades
de las propiedades físicas del subsuelo que hubieran podido generarlas. La óptima
distribución de las propiedades físicas del subsuelo puede obtenerse a través de la Teoría
Inversa (Meju, 1994). Uno de los métodos más difundidos y aplicados para este efecto es el
Método de Mínimos Cuadrados.

3.3.1 Método de Mínimos Cuadrados para el problema Lineal

El Método de Mínimos Cuadrados, o OLS por sus siglas en inglés (Ordinary Least
Squares), dice que, de todos los valores posibles, no existen otros cuya solución S sea
menor a la obtenida por:

- 68 -
Capítulo 3 Modelación

( )
n n
S = ∑ e 2 = ∑ Yj − ℑ( x j , P1 , P2 ,..., Pm )
2
(3.29)
j=1 j=1

donde xj es la variable independiente y Yj son las observaciones. Es decir, se busca


minimizar el error e al determinar aquellos parametros ℑ (P1,…,Pm) cuya suma de los
errores al cuadrado proporcione un mínimo (Montgomery y Peck, 1992). La función ℑ
puede ser o no ser lineal con respecto a los parámetros Pm, por lo que la forma de obtener la
solución S puede variar. En esta investigación se trabajará con el problema lineal, por lo
que la solución de un problema no lineal se dejará para trabajos futuros.

Un problema es lineal cuando la función ℑ es una expresión lineal de los


parámetros; por ejemplo, para el caso magnético se tendría que

n
ℑ( x j , P1 , P2 ,..., Pm ) = ∑ Fijm i (3.30)
i =1

donde mi es el momento dipolar del i-ésimo dipolo, el cual se desconoce.

El método de mínimos cuadrados se fundamenta en que

∂S
=0 i = 1,2,..., N (3.31)
∂Pi

Entonces, si S se define como:

2
M
⎛ N

S = ∑ ⎜⎜ Tj − ∑ Fijm i ⎟⎟ (3.32)
j=1 ⎝ i =1 ⎠

donde Tj es la componente total observada en el j-ésimo punto de observación. Al derivar


la ecuación 3.32 y forzando a satisfacer la condición de la ecuación 3.31, se llega a expresar
las llamadas ecuaciones normales como
r r
(A A )P = A
T T
b (3.33)
r r
donde P es el vector incógnita de momentos magnéticos y b es el vector columna
componente total observado y A es una matriz cuyos elementos son dados por la función
Factor Geométrico Fij previamente definido.
r
La solución de P se encuentra al invertir la ecuación 3.33, es decir:
r r
P = ATA ( )
−1
A Tb (3.34)

- 69 -
Capítulo 3 Modelación

Existen muchos métodos para invertir y multiplicar matrices; sin embargo, en


ocasiones la condición de la matriz A se deteriora debido a problemas de mal
condicionamiento o de cálculo numérico. La manera de disminuir dichos problemas es
emplear lo que se conoce como Método de Descomposición Singular (o SVD por sus siglas
en inglés), donde A se expresa como (Meju, 1994):

A = VK Λ−K1 U TK (3.35)

La matriz Λ será una matriz diagonal cuyos números serán los valores propios (λ1,
…, λK, 0, 0, 0,…, 0m). Cada valor propio tendrá asignado un vector propio (V1,…, VK,
VK+1,…, Vn). De este modo, ΛK será una matriz de dimensiones k × k:

⎛ + λ2 ⎞
⎜ 1 ⎟
⎜ ⎟
ΛK =⎜ O ⎟
⎜ ⎟
⎜ + λ2K ⎟
⎝ ⎠

en la cual sólo se colocan los valores ≠ 0. La matriz VK será de dimensiones m × k:

⎛ V1 V2 K VK ⎞
VK = ⎜ ⎟
⎜ M M M ⎟⎠

1
donde Vim = A T u i , para i = 1,…,k, estando asociado al espacio de los parámetros.
+ λ 2
i

La matriz UK será de dimensión n × k compuesta por los vectores columna ui:

⎛ u1 u2 K uK ⎞
uK = ⎜ ⎟
⎜ M M M ⎟⎠

1
donde u i = A n×m Vi m×1 y están asociados al espacio de las observaciones.
n
+ λ2i

Cuando la matriz A es singular, el sistema es indeterminado y no existe una


solución única. Si el sistema fuera compatible, se tendría la solución donde el mínimo sería
cero. Si no fuese compatible, se tendría una solución según el criterio de mínimos
cuadrados. Si el sistema es indeterminado e incompatible, entonces no hay solución única y
pueden existir varios vectores del tipo P̂ .
r
( −1
)
La expresión A T A A T b en la ecuación 3.34 es la que define la llamada Inversa
Generalizada (G-1) que en SVD se define como:

- 70 -
Capítulo 3 Modelación

(
G −1 = A T A ) −1
A T = VΛ−1 U T (3.36)

Al sustituir la ecuación 3.36 en la 3.34 se obtiene que


r r r r
(
P = G −1 b = A T A )
−1
A T b = VΛ −1 U T b (3.37)
r
La ecuación 3.37 define la solución del vector incógnita P que, en este caso, es el
vector momento magnético; esto empleando el concepto de inversa generalizada bajo el
criterio de mínimos cuadrados.

3.3.2 La Función de Peso

Como se ha mencionado ya, cada cubo elemental actúa como una fuente dipolar
cuyo campo magnético decae como el inverso de la distancia al cubo: (zi + z0)-3. Para
compensar este decaimiento de los valores magnéticos con respecto a la profundidad, se
propone definir a la función de peso (para campo total) del siguiente modo:

w 1 ( z i ) = (z i + z 0 )
3
(3.38)

Como se puede ver, el rango de decaimiento del campo depende tanto de la


profundidad del dato como de la altura a la que se encuentra el punto de observación (z 0).
Pero si establecemos que la altura del punto de observación es cero (se encuentra justo en la
superficie), entonces la función de peso se puede definir simplemente como:

3
w 1 (z i ) = z i (3.39)

Para el caso de querer trabajar con el gradiente vertical del campo magnético, la
función de peso sería entonces:

4
w 2 (z i ) = z i (3.40)

De este modo se consigue la función de peso apropiada que contrarreste el


decaimiento de la amplitud de la señal en relación con la profundidad de los factores
geométricos Fi,j. Una vez libres de la influencia del factor de decaimiento, un modelo
construido a partir de un conjunto de funciones básicas puede presentar una mejor
oportunidad de obtener valores significativamente más altos a profundidad.

Así, continuando con la forma general de la ecuación 3.28 tenemos que, si


multiplicamos cada lado de la ecuación por una función de peso w(zi) y la despejamos,
podemos obtener el siguiente sistema:

N
mi
T(rj ) = ∑ w( z i )Fi,j (3.41)
i =1 w(z i )

- 71 -
Capítulo 3 Modelación

Definiendo un nuevo momento magnético como:

mi
mi = (3.42)
w(z i )

y sustituyendo la ecución 3.42 en la 3.41 se obtiene que:

M
T(rj ) = ∑ w(z i )Fi,j m i (3.43)
i =1

donde las incógnitas a determinar serían:


r
P = [m1 , m 2 , m 3 , K , m N ]

Propongamos el ejemplo de la figura 3.6 con tres cuerpos.

Z
Fig. 3.6: Cuerpo modelado por tres dipolos, uno superior y dos inferiores.

En este caso, el sistema lineal de ecuaciones a resolver sería el siguiente:

- 72 -
Capítulo 3 Modelación

T1obs = F1,1 z 13 m1 + F2 ,1 z 32 m 2 + F3 ,1 z 33 m 3
T2obs = F1, 2 z 13 m1 + F2 , 2 z 32 m 2 + F3 , 2 z 33 m 3
M M M M
T obs
M = F1,M z m1 + F2 ,M z m 2 + F3,M z 33 m 3
3
1
3
2

que en forma matricial se vería de la siguiente manera:

⎡T1obs ⎤ ⎡ F1,1 z 13 F2,1 z 32 F3 ,1 z 33 ⎤


⎢ obs ⎥ ⎢ 3 ⎥ ⎡ m1 ⎤
⎢T2 ⎥ = ⎢ F1, 2 z 2 F2, 2 z 32 F3 , 2 z 33 ⎥ ⎢ ⎥
m2
⎢ M ⎥ ⎢ M M M ⎥⎢ ⎥
⎢ obs ⎥ ⎢ 3 ⎥ ⎢⎣ m 3 ⎥⎦
⎢⎣TM ⎥⎦ ⎢⎣F1,M z 1 F2,M z 32 F3 ,M z 33 ⎥⎦

que en su forma general se vería como T = A m , donde A es la matriz Jacobiana y m es


el vector de las incógnitas. En el caso de la resolución de un problema lineal dentro de un
proceso no iterativo, se puede utilizar la Descomposición del valor Singular para estimar el
vector de parámetros final. Para ello multiplica a la Matriz jacobiana A calculada
anteriormente por sus componentes de la siguiente manera:

m = V*Λ'*UT* T (3.44)

Al invertir este sistema lineal m y multiplicar los valores del vector resultante por
la función de peso correspondiente a cada profundidad, se obtiene un conjunto m i que
minimiza el error entre los datos observados y los calculados. A través de este
procedimiento se obtendría una distribución geométrica con resolución a profundidad de las
magnetizaciones ponderadas para cada bloque (Pignatelli, 2004) donde los valores
obtenidos de los parámetros serán los que mejor se ajusten al campo anómalo.

Una de las ventajas del método aquí descrito es que es útil para la inversión en 3D
de anomalías magnéticas de las cuales no se tiene conocimiento a priori de las fuentes o
cuando un conjunto de datos a niveles multi-observacionales no está disponible. Además, el
uso de una función de peso analítica, no-dependiente de la geometría de los cubos
elementales, permite una buena resolución a profundidad de cualquier tipo de fuente
magnética. No está por demás decir que el modelo de fuente equivalente (Ravat, 1996),
colocado en una ubicación óptima, aproxima mejor las anomalías observadas que el
modelado en 3D de los cuerpos en la mayoría de las distancias prácticas fuente-punto-de-
observación encontradas en investigaciones ambientales. Una desventaja es que este
método es más efectivo cuando un número limitado de fuentes magnéticas está presente. En
el caso de que se requiera interpretar campos magnéticos complejos, se requieren filtros
adicionales previos a la inversión.

- 73 -
Capítulo 3 Modelación

3.4. ESPECIFICACIONES DEL PROGRAMA

Con el propósito de comprobar la metodología arriba propuesta, se desarrolló un algoritmo


de computadora que procesara todos los cálculos del problema inverso en su forma lineal.
La interfase fue creada con el programa comercial Matlab (The MathWorks, Inc.,
Copyright 1984-2004). A continuación se dará una descripción de las especificaciones del
programa, así como algunas recomendaciones para la aplicación eficiente del algoritmo de
cálculo.

El programa primeramente pide definir las variables que van a entrar en los cálculos
matemáticos, tales como el tamaño del área de estudio, los intervalos de muestreo, posición
de la malla tridimensional (Xo, Yo, Zo), el número y tamaño de los cubos a modelar, los
ángulos de Declinación e Inclinación magnéticas, así como el valor del Campo Magnético
Terrestre, estos últimos obtenidos a través del modelo IGRF calculado para la posición
geográfica y el año en que se realizó la prospección magnética. También se introduce en
formato de separación por comas (‘.csv’) el archivo que contiene el campo observado en la
prospección magnética, utilizando la primer columna para la coordenada X, la segunda
columna para la coordenada Y, y la tercer columna para los valores del campo ya corregido
por variación diurna y habiéndole restado el campo Ho. Es importante hacer notar que las
coordenadas deben variar primero en Y y luego en X (ejemplo: 1,1; 1,2; 1,3; 2,1; 2,2;…),
con el fin de que tengan el mismo formato de los datos estimados por el programa. De la
misma manera, es importante que el archivo .csv de datos observados no contenga títulos
en el primer renglón. Finalmente, el programa pedirá que nombres a tus dos archivos de
salida: uno que contenga las coordenadas de los dipolos (al centro de cada cubo elemental),
el módulo del momento magnético y las magnetizaciones para cada uno de los dipolos
invertidos, y un segundo archivo con los valores del campo magnético calculado a partir de
los momentos encontrados. Ambos archivos pueden tener un formato de texto (.txt) o de
separación por comas (.csv) según le convenga al usuario, especificándose los mismos al
momento de introducir los nombres. Todos los valores están definidos en Sistema
Internacional, lo ángulos deben darse en su notación decimal y las distancias en metros,
aunque podrían utilizarse otras unidades de distancia siempre y cuando se mantenga la
misma notación durante toda su aplicación.

Una vez que se tienen definidas todas las variables, se procede al cálculo de la
matriz jacobiana A, cuyas dimensiones serán iguales a N renglones igual al número de
estaciones de observación y M columnas igual al número de incógnitas. Es en este punto
donde se multiplica la función de peso correspondiente al Factor Geométrico en cada una
de las posiciones de la matriz. Esta matriz jacobiana resultante es entonces utilizada para
realizar la descomposición de valor singular , el cual es un método que trabaja a partir de la
obtención de la Matriz Inversa Generalizada, cuyo cálculo fue descrito anteriormente en
este capítulo. El vector de parámetros estimados no ponderados es obtenido a través de la
multiplicación de las matrices S, V y U, resultantes de la descomposición del valor
singular, y el vector b de valores del campo magnético observado, de la siguiente manera:

P= V*inv(S)* UT *b (3.45)

- 74 -
Capítulo 3 Modelación

El método de Descomposición del Valor Singular puede ser computacionalmente


más lento; sin embargo, sus resultados son más confiables. Para recuperar los valores del
módulo del momento magnético reales, de forma que no dependan de la profundidad, se
multiplican los valores de los parámetros obtenidos en la inversión por la posición en Z a la
que corresponden. A su vez, se puede recuperar las magnetizaciones al dividir los
momentos magnéticos entre el valor del campo magnético terrestre. No es recomendable
calcular los valores de susceptibilidad magnética, ya que estos dependen del volumen de los
cubos elementales por lo que, al variar el tamaño de los mismos para un mismo valor de
momento magnético, también variarán las susceptibilidades.

Con estos valores de momento magnético invertidos puede ser recalculada la


anomalía de campo magnético. Este vector de valores se resta al vector de datos observados
para obtenerse el error. Las gráficas desplegadas son dos: una que corresponde a la posición
y forma de la malla tridimensional que contiene a los dipolos, y otra que dibuja la anomalía
calculada a partir de los parámetros estimados. Esta última puede ser comparada con la
gráfica de datos observados y observar que una reproduce a la otra. Es una forma
cualitativa de ver el funcionamiento del algoritmo.

En las pruebas sintéticas realizadas con este programa (descritas abajo) se observó
que un cuerpo homogéneo, por más grande que sea, puede ser representado
satisfactoriamente mediante un cubo de menor tamaño, dando el mismo valor de momento
magnético, siempre y cuando el centro coincida con el dipolo de la anomalía a modelar.
Los cubos restantes que se encuentran en el modelado alrededor del cubo anterior tendrán
un valor cercano a cero, indicando que son despreciables por ser homogénea la región de
estudio. En el caso de que el cuerpo fuera heterogéneo, el resto de cubos calculados que no
coincidieran con el centro de la anomalía modelada darían también valores bastante
distintos de cero. Esto permite modelar cuerpos heterogéneos, situación que no se obtenía
al modelar los cuerpos a través de prismas de valor constante.

3.5. EJEMPLOS SINTÉTICOS

En este estudio se plantea la aplicación de técnicas de modelación a datos procedentes de


prospecciones geofísicas de sitios arqueológicos. Con el fin de comprobar la eficiencia del
algoritmo desarrollado, se realizaron algunas pruebas de validación del método a través del
empleo de modelos sintéticos que se aproximaran a la geometría de estructuras
arquitectónicas registradas en sitios arqueológicos reales. Estos modelos van de lo más
sencillo (un simple dipolo) a lo más complejo (una tumba en forma de caja). Los seis
modelos utilizados fueron además probados con diferentes valores de declinación e
inclinación magnéticas, con el fin de comprobar la eficacia del método a diferentes
latitudes, dando resultados muy favorables.

3.5.1. Modelo I: Un cubo

El primer modelo fue el de un cubo de 1m por lado con un valor de susceptibilidad


magnética de 0.2 (dado en valores del Sistema Internacional), ubicado en el centro de un

- 75 -
Capítulo 3 Modelación

área de 5 x 5 m2, con un intervalo de muestreo de 50 cm. Según los datos proporcionados,
el valor de módulo de momento magnético resultó ser de 8300, cifra que se utilizó para
comparar con los resultados de la inversiones realizadas.

Fig. 3.7: Modelo sintético de un cubo de 1x1x1.

La primera prueba de inversión fue utilizando la misma posición y tamaño del cubo
original. Una segunda prueba fue ampliando el tamaño del cubo modelado al doble
(2x2x2m3) pero centrándolo en la misma coordenada. La tercera prueba fue disminuir la
dimensión del cubo modelado a la mitad del original (siendo ahora de 50x50x50 cm3), pero
siguiendo centrado en el mismo sitio. En una cuarta prueba se trabajó con el modelo de un
cubo con una cuarta parte del tamaño del cubo original, o sea de 25x25x25 cm3. En los
primeros tres casos se obtuvo un valor idéntico al del momento magnético original (8300).
Pero, al disminuir las dimensiones del cubo a un tamaño por lado menor al intervalo de
muestreo, como en el cuarto caso, se empezaron a introducir errores que seguían
aumentando, aunque no muy significativamente, conforme el cubo iba disminuyendo más
de tamaño. Es decir, se obtuvo un de momento magnético de 8001 en lugar de 8300 del
modelo original.

Una última prueba fue modelar el cubo original con una malla de 3 x 3 x 3 cubos
elementales de 50cm de lado, donde el cubo central coincidía con el centro del dipolo del
cubo original. En este caso, en cubo central dio un valor de momento magnético de 8300,
mientras que los cubos circundantes dieron un valor cercano a cero. Esto nos habla de la
homogeneidad del cuerpo, por lo que un dipolo central es suficiente para representarlo
incluso aunque el cubo no sea del mismo tamaño que el original.

3.5.2. Modelo II: Base de un muro

En este caso se modeló una fila horizontal de 3 cubos elementales de 1m de largo


por cada lado en dirección al norte magnético; es decir, se colocaron 3 cubos en Y, un cubo
en X y uno en Z. Con esto se pretende escenificar el cimiento de un muro, como los
encontrados en muchos sitios arqueológicos. En este caso, se le asignó al dipolo central un

- 76 -
Capítulo 3 Modelación

valor de susceptibilidad magnética diferente que a los dos dipolos de los extremos. Es decir,
en Sistema Internacional, se le dio un valor de 0.2 a los cubos Norte y Sur, y de 0.5 al cubo
del centro. Esto con el fin de verificar si el algoritmo podía distinguir entre dipolos con
diferentes momentos magnéticos.

Fig. 3.8. Modelo sintético representando un cimiento conformado por 3 cubos alineados.

El modelo directo utilizó además los siguientes parámetros: Declinación = 5°,


Inclinación = 47°, Campo Magnético Terrestre = 41500. La prueba realizada utilizando los
mismos parámetros del modelo inicial regresó exactamente los mismo valores de los datos
originales, es decir, un valor de momento de 8300 para los dipolos exteriores y de 20750
para el dipolo central. Una segunda prueba fue extender la malla de los cubos de modo que
formaran una rejilla de 3 x 3 x 3 cubos y que incluyeran los 3 dipolos originales en su
centro; aquí se obtuvo la reproducción exacta de los valores de los dipolos originales en los
cubos cuyas coordenadas coincidían con estos, mientras que el resto de los dipolos
circundantes daba valores muy cercanos a cero.

Una tercera prueba fue tratar de reproducir el modelo original utilizando las mismas
posiciones pero dando valores de declinación e inclinación diferentes a los utilizados para
calcular el modelo directo. Es decir, en el modelo directo se usaron valores de D = 5° y de I
= 47°, y en la inversión se definieron valores de D = 8° y de I = 43°, esto con el fin de
determinar cuanto afecta a los datos el hecho de proporcionar estos valores de forma
errónea, como por ejemplo cuando no se conocen con exactitud o no se calculó el modelo
IGRF adecuadamente. Los valores de momento magnético sí variaron (cubo norte = 6890,
cubo central = 21030 y cubo sur = 11195), aunque en términos de los valores de
susceptibilidad magnética no se muestra una gran diferencia (cubo norte = 0.16, cubo
central = 0.5, cubo sur = 0.26), por lo que se puede decir que la afectación de la variación
en los ángulos de Declinación e Inclinación no producen un cambio muy significativo en
los resultados de la modelación.

También se realizó el mismo ejercicio pero ahora modificando el valor del Campo
Magnético Terrestre, empleando un valor de 45000 nT en vez de los 41500 nT originales.

- 77 -
Capítulo 3 Modelación

Los resultados demostraron que no existe afectación alguna por este tipo de modificación
(los valores de momento magnético fuero idénticos a los de los originales: 8300 para los
extremos y 20750 para el central). Estas pruebas nos indican que el método es
prácticamente invariable a los cambios en declinación, inclinación y campo terrestre,
siempre y cuando el error en la definición de estos no sea demasiado grande (i.e. valores de
450 000 nT en vez de 45000 nT en el campo terrestre, o una diferencia mayor de 15° para
los ángulos).

3.5.3. Modelo III: Cimiento de casa-habitación

En este ejemplo se usó un área de 10 x 10 m2 de extensión con un intervalo de


muestreo de 25 cm. Centrado en la región de estudio, se trató de recrear la presencia de un
piso de bloques de roca careada, como los encontrados en los cimientos de las casas-
habitación en muchos sitios arqueológicos mesoamericanos. En el modelo directo se
utilizaron 6 cubos en dirección E-W, 4 cubos en dirección N-S y 2 cubos a profundidad.
Todos los cubos elementales medían 50cm por lado, y la profundidad al techo de los cubos
era de 50cm. Aquí también se especificaron diferentes valores de susceptibilidad magnética
para los dipolos; es decir, se le asignó un valor de 0.2 a todos los cubos elementales
pertenecientes a las primeras dos y últimas dos filas N-S (filas 1, 2, 5 y 6 en el eje X),
mientras que a los cubos de las dos filas N-S centrales se les dio un valor de 0.5.

Fig. 3.9. Recreación de un piso de piedra o cimiento de una casa-habitación. En la gráfica de la derecha,
la dimensión a profundidad está exagerada para una mejor visualización de la posición de los dipolos.

En la inversión realizada con la misma posición de los cubos del modelo directo,
pero variando el ángulo de Inclinación magnética, se obtuvo muy buenos resultados. Los
dipolos de las 4 filas de los extremos dieron valor de 1037.5 en momento magnético,
mientras que las dos del centro dieron 2593.75 comprobando que, incluso en modelos más
complejos, el algoritmo no depende de la latitud. Un segundo tipo de prueba fue invertir el
modelo aplicándolo a la misma área ocupada por el modelo inicial, pero reduciendo el
número de dipolos calculados a la mitad, siendo 3 cubos de 1m por lado en X, 2 en Y y 1
en Z. En otras palabras, se agrupan 8 dipolos vecinos observados (2 en X por 2 en Y por 2
en Z) y se calcula sólo el valor del momento en su centro. El valor del momento varió a los
iniciales, ya que este depende del volumen del cubo, pero las susceptibilidades regresadas
fueron muy exactas. Es decir, con un campo magnético terrestre de 41500 nT, el módulo

- 78 -
Capítulo 3 Modelación

del momento para cubos de 0.50x0.50x0.50m3 con una susceptibilidad de 0.2 es igual a
1037.5, mientras que para cubos de 1m3 es igual a 8300. En la inversión con los cubos de
1m3 resultaron valores de momento magnético de 8332 a 8355 que son muy cercanos a los
esperados para ese volumen. Al momento de convertir el valor de momento a
susceptibilidades magnéticas, resultó que estas coincidían con las originales: de 0.20 para
las hileras de los extremos y de 0.49 para la hilera central. Aún así, tanto las
susceptibilidades magnéticas como los momentos dependen del volumen, por lo que en la
aplicación a datos reales se considera más adecuado que el programa regrese valores de
magnetización para cada uno de los dipolos, ya que esta no depende del volumen.

3.5.4. Modelo IV: Muro en forma de “L”

Un cuarto modelo fue el de un muro en forma de “L”. Para ello se creó el modelo
directo de un bloque formado por 3 cubos de 1m por lado en X, 3 cubos en Y y 2 en Z. Para
recrear la presencia de un muro en L, se les asignó un valor de susceptibilidad magnética de
0.2 a todos los dipolos presentes en X1 y Y1, tanto en Z1 como en Z2. A los ocho dipolos
restantes (4 en Z1 y 4 en Z2), ubicados en la esquina superior derecha del plano XY, se les
asignó una susceptibilidad igual a cero.

MODELO DIRECTO

10 0
2
8
4
6 6
Norte ^ 8
4 10
Prof.

2
0

02
3

Fig. 3.10. Modelo de un muro formando una “L”. Los puntos más oscuros representan los dipolos cuyo
valor de susceptibilidad magnética fue de 0.2, mientras que los puntos más claros representan a los
dipolos cuya susceptibilidad fue igual a cero.

En las pruebas realizadas con diferentes ángulos de Inclinación (0°, 47° y 90°) y
Declinación Magnética (0° y 5°) no hubo problemas para regresar los valores
correspondientes de momento magnético (8300 para los cubos de susceptibilidad 0.2 y 0
para los cubos de susceptibilidad cero), demostrando otra vez que el algoritmo es aplicable
para cualquier latitud. Un segundo tipo de prueba fue ampliar la zona de la inversión,

- 79 -
Capítulo 3 Modelación

dejando al modelo original en el centro. Para ello se utilizaron 5 filas de cubos en X, 5 filas
en Y, y 4 filas en Z. Los resultados también fueron muy satisfactorios, obteniendo valores
de momento magnético de 8300 para los cubos dentro de la “L” y de 0 para aquellos
ubicados en la esquina superior derecha, valores iguales a los del modelo de inicio.

3.5.5. Modelo V: Un cuarto

El modelo de un cuarto se representó como dos capas de 4 x 4 cubos elementales de


50cm de largo por lado, en donde los cuatro cubos centrales tenían una susceptibilidad
igual a cero, mientras que los cubos de todo el rededor tenían una susceptibilidad igual a
0.2 en Sistema Internacional. El modelo se centró en un área de estudio de 10 x 10 m2 (con
coordenadas de origen de X = 4 y Y = 4) con un intervalo de separación entre
observaciones de 25 cm y una profundidad al techo del cuerpo de 50cm. Al igual que en los
casos anteriores, el campo magnético terrestre fue del orden de las 41 500 nT, con una
inclinación de 45° y una declinación de 5°.

10

9
600
8

7 400

6
Norte ->

200
5

4
0

-200
2

1
-400
0
0 2 4 6 8 10

Figura 3.11. Modelo de un cuarto de 4 x 4 en XY con dos niveles en Z (a los dipolos centrales se les
asignó una susceptilidad magnética igual a cero). Arriba: esquema del modelo; abajo: curvas de campo
magnético.

- 80 -
Capítulo 3 Modelación

El objetivo en este ejemplo era observar como se comportaba el programa al utilizar


mallas de diferentes tamaños. Es decir, como los momentos representaban al cuerpo
subyacente si se utilizaba una malla que no cubriera el total del volumen del cuerpo y con
otra malla que sobrepasara el tamaño del cuerpo. Esta prueba se pensó debido a que en la
mayoría de los casos no conocemos el tamaño real del cuerpo que produce la anomalía
magnética ni la complejidad del mismo, así como tampoco se sabe la posición exacta del
mismo. Es por ello que, como estrategia de inicio, primeramente se ubicó la coordenada del
centro de la anomalía (en este caso era de 5m en X y 5m en Y) sobre el mapa del campo
magnético observado. A partir de este punto, se hacía coincidir un dipolo (es decir, el
centro de un cubo elemental) con esta coordenada y a partir de ahí abrir el resto de la malla
tridimensional. La profundidad al cuerpo, en el caso de la arqueología en México,
generalmente no es menor a los 20 cm, ya que se considera que la primera capa de tierra
está muy alterada por rasgos modernos, por lo que para la modelación basta con definir la
coordenada Z de inicio a los 10 cm. En el caso de cuerpos geológicos, la profundidad al
techo del cuerpo puede ser mucho mayor y más variable, por lo que para calcularla se
pueden utilizar las conocidas reglas de Peters.

Primero, utilizando la figura 3.11 para ubicar el centro de la anomalía, se abrió una
malla de 5 x 5 x 5 cubos elementales de 25cm por lado, aprovechando el mínimo del
intervalo de muestreo, con una profundidad inicial de 10 cm. El resto de los parámetros
quedó igual (Declinación, Inclinación, Campo terrestre), ya que se asume que estos se
pueden obtener adecuadamente con el cálculo del IGRF para la región. Como se puede
observar en la figura 3.12 de la izquierda, la malla no cubría del todo al cuerpo original en
extensión aunque sí en profundidad. Aún así, la anomalía de campo magnético resultante
refleja muy bien a la anomalía original (el error es menor al 1%).

Datos Modelados
10

9
600
8

7 400

6
Norte ->

200
5

4
0
3

2 -200

1
-400
0
0 2 4 6 8 10

Fig. 3.12. Resultados de la primera inversión con una malla de 5x5x5 cubos de 25cm de largo. A la Izq.
se ve el esquema del modelo invertido con puntos azules en la posición de los dipolos enmarcados en un
cuadro verde, donde el tamaño real del cuerpo está enmarcado en línea negra punteada. A la Der. está
la reproducción de la anomalía utilizando los valores de momento encontrados.

- 81 -
Capítulo 3 Modelación

El mapa de las magnetizaciones encontradas durante la inversión para cada uno de


los dipolos en las diferentes profundidades se puede apreciar en la figura 3.13. Debido a
que el modelo invertido no abarcaba en su totalidad la zona donde se encontraban los
muros, estos no se ven bien reflejados en las figuras. Sin embargo, en la zona central
(donde las susceptibilidades eran igual a cero) si se puede apreciar una especie de vacío,
sobre todo en las profundidades que coinciden de forma más cercana con los centros de los
dipolos (como son Z = 0.725m y Z = 1.225m).

Z = 0.225 m Z = 0.475 m Z = 0.725 m


5.5 5.5 5.5

5.4 5.4 5.4

5.3 5.3 5.3

5.2 5.2 5.2

5.1 5.1 5.1

5 5 5

4.9 4.9 4.9

4.8 4.8 4.8

4.7 4.7 4.7

4.6 4.6 4.6

4.5 4.5 4.5


4.5 4.6 4.7 4.8 4.9 5 5.1 5.2 5.3 5.4 5.5 4.5 4.6 4.7 4.8 4.9 5 5.1 5.2 5.3 5.4 5.5 4.5 4.6 4.7 4.8 4.9 5 5.1 5.2 5.3 5.4 5.5

5.5 5.5 0
-20
5.4 5.4 -40
-60
5.3 5.3 -80
-100
5.2 5.2 -120
-140
5.1 5.1 -160
-180
5 5 -200
-220
4.9 4.9 -240
-260
4.8 4.8 -280
-300
4.7 4.7
-320
-340
4.6 4.6
-360
-380
4.5
-400
4.5
4.5 4.6 4.7 4.8 4.9 5 5.1 5.2 5.3 5.4 5.5 4.5 4.6 4.7 4.8 4.9 5 5.1 5.2 5.3 5.4 5.5 -420
-440
Z =0.975 m Z = 1.225 m -460 Amper/m

Fig. 3.13. Gráfico de las magnetizaciones resultantes de la inversión del modelo de un cuarto utilizando
una malla de 5x5x5 con cubos de 25cm.

Posteriormente, se realizó otra prueba abriendo una malla de 7x7x5 cubos


elementales de 50cm de largo por lado, utilizando el mismo centro que en el anterior (figura
3.14, izquierda). La profundidad inicial fue igual a 0, es decir, ubicado en la superficie. En
este caso, el área modelada era mayor a la ocupada por el cuerpo real tanto en extensión
como en profundidad. La anomalía calculada a partir de los valores de momento
encontrados también resultó muy similar a la de los datos observados, tanto en forma como
en escala de valores (figura 3.14, derecha). La figura 3.15 muestra la representación gráfica
de las magnetizaciones encontradas, en donde se puede apreciar como éstas forman la
figura de un cuarto, sobretodo en los primeros dos niveles. A pesar que en Z = 1.25m no se
dibujó tan bien la forma del cuarto, la zona anómala más importante sí abarca exactamente
el área ocupada por el cuerpo real. Esto nos habla de la importancia de abrir la malla lo
suficiente para abarcar lo más posible del cuerpo, de manera de poder definirlo mejor. Los

- 82 -
Capítulo 3 Modelación

resultados también nos dicen que, aunque el método es sensible a la posición de los dipolos,
sí se logra aproximar la geometría de los cuerpos que producen la anomalía magnética,
incluso aunque los centros de los cubos empleados en la inversión no coincidan con la
ubicación exacta de los dipolos reales.

Datos Modelados
POSICIÓN DE LOS DIPOLOS 10

Norte ^ 9
600
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
10 8
9
7 400
8
6

Norte ->
7
200
6 5

5 4
0
4
3
3
2 -200
2
1
1
-400
0 0
0 2 4 6 8 10
nT
Fig. 3.14. Resultados de la segunda inversión con una malla de 7x7x5 cubos de 50cm de largo.

Z = 0.25 m Z = 0.75 m Z = 1.25 m


6.5 6.5 6.5

6 6 6

5.5 5.5 5.5

5 5 5

4.5 4.5 4.5

4 4 4

3.5 3.5 3.5


3.5 4 4.5 5 5.5 6 6.5 3.5 4 4.5 5 5.5 6 6.5 3.5 4 4.5 5 5.5 6 6.5

6.5 6.5 450


400
350
6 6
300
250
5.5 5.5 200
150
100
5 5
50
0
4.5 4.5 -50
-100
4
-150
4
-200
-250
3.5 3.5
3.5 4 4.5 5 5.5 6 6.5
-300
3.5 4 4.5 5 5.5 6 6.5
-350 Amper/m
Z = 1.75 m Z = 2.25 m

Fig. 3.15. Gráfico de las magnetizaciones resultantes de la inversión del modelo de un cuarto utilizando
una malla de7x7x5 con cubos de 50cm por lado.

- 83 -
Capítulo 3 Modelación

3.5.6. Modelo VI: Una caja

El último modelo trabajado fue el de una caja hueca, forma geométrica que asemeja
a ciertas tumbas encontradas en la región de Tlaxcala (García Cook et al, 1997). Esto se
logró mediante la creación de un modelo directo utilizando 4 cubos de 50cm de largo por
cada lado en X, 4 cubos en Y y 4 en Z. El área de observación era de 10x10 m2 con un
intervalo de muestreo de 0.25m, y la profundidad al techo de la malla tridimensional era de
50 cm. De la misma forma que en el ejemplo anterior, a todos los cubos se les asignó un
valor de susceptibilidad magnética igual a 0.2, excepto a los 8 cubos que se encuentraban
en el centro de la caja, a los cuales se les dio un valor igual a cero.

Fig. 3.16. Modelo directo de una caja vacía al centro, simulando una tumba enterrada. Sus dimensiones
generales son de 2 x 2 x 2 m3, las cuales coinciden con los de tumbas registradas en sitios arqueológicos
del estado de Tlaxcala (García Cook et al, 1997).

La prueba utilizando las posiciones exactas dio valores exactos: momentos de


1037.5 para los cubos con susceptibilidades de 0.2 y 0 para los dipolos correspondientes al
centro. Incluso la representación tridimensional de los datos muestra la precisión de los
cálculos (figura 3.17). En un caso ideal, en donde el cuerpo estuviera perfectamente
definido, se supiera la exacta posición de los dipolos y estos estuvieran totalmente aislados
del medio, un gráfico tridimensional debería verse de esta manera. Desafortunadamente, en
la realidad los cuerpos son más complejos que este, por lo que su representación
tridimensional suele verse mucho más irregular y, en algunos casos, indefinible. Una
segunda prueba fue la de ampliar la zona de inversión, utilizando una malla de 6 x 6 x 6
cubos, dejando al modelo original al centro. Los momentos regresados tuvieron muy poca
variación con los esperados para el modelo original (igual a 1037.5), dando un rango de
valores de 1037.418 a 1037.518 para los dos primeros niveles de Z (Z igual a 0.75m y 1.25m) y

- 84 -
Capítulo 3 Modelación

de 1003.414 a 1260.576 para los dos últimos niveles (Z igual a 1.75m y 2.25m).
Obviamente, siempre existe más error a profundidad debido a la naturaleza de los datos
magnéticos y a su factor de decaimiento, aunque también se debe considerar el costo
matemático de la aproximación ya que, debido a la sensibilidad del método a la posición, la
estimación de un modelo equivalente conlleva también errores. Los dipolos en los que no
había valores de susceptibilidad dieron momentos cercanos a cero.

Fig. 3.17. Gráfico tridimensional de los momentos magnéticos procedentes de la inversión de una caja
hueca al centro. Para el gráfico se utilizó un programa comercial para representación en 3D de datos
volumétricos conocido como Slicer (Fortner Research LLC. Copyright 1990-1996)

Con el fin de observar el comportamiento del error en casos donde el tamaño por
lado de los cubos elementales sea menor que el del intervalo de muestreo, se realizó una
tercera prueba en la que el intervalo de muestreo fue de 50 cm mientras que la longitud de
cada lado de los cubos elementales fue de 25 cm, manteniendo el resto de los parámetros
iguales al modelo original. Se observó que el error se iba propagando conforme se bajaban
los niveles a profundidad. Por ejemplo, en Z1 el rango de valores del módulo del momento
iba de 937.8918 a 1055.757, dando susceptibilidades muy cercanas a las originales de 0.2
(0.18 a 0.20); en Z2 el rango iba de 572.755 a 2416.382; en Z3 iba de -4174.826 a 8892.269, ya
bastante más alejados de las originales. Pero en Z4, el rango ya tenía una variación muy
considerable que iba de -286275.90 a 27514.49 (correspondientes a susceptibilidades que
variaban de los -55.18 a los 105.34), lo que era muy distinto de las definidas inicialmente.
Esto marca una pauta para definir el tamaño de los cubos, tomando siempre en cuenta el
intervalo de muestreo de las observaciones. Tal vez en casos en los que no se requiera bajar
muchos niveles a profundidad (no más de 2), sí se podría utilizar la inversión definiendo
cubos menores al intervalo de muestreo, aunque sólo daría resultados aproximados.

- 85 -
Capítulo 3 Modelación

Aunque, en general, el número de cubos no debe sobrepasar la zona de la anomalía


(principalmente para los casos en que ésta se encuentre aislada del resto de su contexto), si
es recomendable abrir más la malla tridimensional para determinar mejor la región de
influencia cuando se observe que la anomalía magnética puede ser influenciada por
cuerpos más complejos, siempre y cuando el número de cubos sea menor a la mitad del
número de observaciones. De preferencia, se debe colocar un dipolo en el centro de la
anomalía magnética (es decir, que el centro de un cubo elemental coincida con el centro de
la anomalía magnética) y a partir de ahí abrir el resto de la malla de los dipolos.

- 86 -
Capítulo IV:

APLICACIÓN A

DATOS REALES
Capítulo IV Aplicación

4.1 EL SITIO ARQUEOLÓGICO DE “LOS TETELES DE


OCOTITLA”, TLAXCALA
El sitio de Los Teteles de Ocotitla es un sitio arqueológico ubicado en una zona de
labriego sobre la ladera norte de una cañada por donde fluye el río nombrado La Caldera
(García Cook et al, 1997a) hacia la porción central de la Sierra de Ocotitla, al noreste del
Volcán de la Malinche, estado de Tlaxcala (figura 4.1). Sus coordenadas geográficas
centrales son 97º 52’ 52.16 W y 19º 27´20.34’’N (UTM: 617439 E, 2151627 N). La sierra,
dentro de la cual está ubicado el sitio, constituía un paso obligado en épocas prehispánicas
entre el Valle de México y la zona del Golfo de México, por lo que poseía gran importancia
como centro regulador del tránsito comercial. En el sitio se observa la presencia de varios
montículos, los cuales corresponden a los restos de pequeñas pirámides. Un camino de
terracería que cruza por el centro de este sitio ha destruido parcialmente restos de
pirámides, por lo que se pueden ver expuestos algunos de los muros y los pisos.

Fig. 4.1. Localización del área de estudio. Modelo topográfico obtenido de INEGI (2006).

Este sitio está compuesto en su mayoría por varias terrazas artificiales con
evidencia de ocupación humana, probablemente contemporáneo al período teotihuacano del
clásico temprano. Una de las terrazas superiores fue excavada en la década de 1970,
encontrándose una tumba que contenía alrededor de 300 ofrendas (García Cook, 1996).
Actualmente, las terrazas aún se mantienen relativamente planas debido a que siguen
siendo usadas para la agricultura, por lo que presentan surcos ocasionados por el arado
tradicional; esto gracias a que la pendiente natural de las terrazas impiden el acceso a ellas
con maquinaria pesada o tractores. Este sitio cumple con todos los requisitos, tanto de

- 88 -
Capítulo IV Aplicación

importancia cultural como de accesibilidad, por lo que se logró llevar a cabo un estudio
geofísico con el fin de localizar estructuras arqueológicas enterradas, como tumbas,
habitaciones, etc. Aunque las características físicas de este sitio permitieron el diseño de
una rápida investigación aplicando los métodos de GPR y Magnetometría, en este trabajo
sólo se expondrán los resultados de la última técnica y su modelación con del programa de
inversión.

4.2. ENCLAVE GEOLÓGICO

En la región se encuentran rocas de origen volcánico y lacustre de edad Terciaria.


La figura 4.2 muestra una geología simplificada de la porción NE del estado de Tlaxcala
(INEGI, 2006). Las rocas volcánicas son basaltos y tobas de composición andesítica.
Extensiones reducidas de rocas sedimentarias se registran en las partes inferiores de las
laderas de la Sierra, constituidas principalmente por conglomerados y aluviones. La
estratigrafía de esta porción del estado esta conformada por depósitos del Terciario de rocas
andesíticas, los cuales están ampliamente distribuidos dentro del eje del Cinturón Volcánico
Transmexicano, el cuál corta por la mitad al territorio mexicano en dirección E-W. El
Cuaternario está representado por depósitos basálticos distribuidos como flujos volcánicos
y conos cineríticos. El Volcán La Malinche, que se encuentra localizado al S de la ciudad
de Huamantla, es un ejemplo de esto. La toba andesítica del período plesitocénico está
ampliamente distribuido y forma las tierras bajas que se extienden por la mayoría del estado
de Tlaxcala.

Fig. 4.2. Geología de la porción NE del estado de Tlaxcala. Los contornos del modelo topográfico han
sido sobrepuestos al mapa geológico.

- 89 -
Capítulo IV Aplicación

4.3. CARACTERÍSTICAS ARQUEOLÓGICAS DEL SITIO

Existe un interés particular en el sitio conocido como los Tetetles de Ocotitla debido
a que es uno de los pocos sitios arqueológicos al NE del estado de Tlaxcala que todavía se
encuentran en buen estado de conservación por lo que se mencionó antes. A los Tetetles de
Ocotitla se le considera un sitio con una fuerte influencia teotihuacana, pero con variantes
de cerámica local y cerámica del Golfo del área del Tajín. Cercano a este sitio se estableció
la existencia de un “corredor teotihuacano” el cual estuvo totalmente dominado por la élite
de la gran Ciudad de Teotihuacan (García Cook, 1997a; García Cook y Trejo, 1997). Por
este corredor circulaban gran cantidad de productos utilizados para satisfacer las crecientes
demandas de la gran urbe. Este sitio ha sido clasificado como una aldea concentrada grande
cuya función se cree que fue la de controlar el paso por el supuesto corredor, pero esta
suposición no está completamente establecida.

Durante los trabajos realizados por García Cook (1996) en 1974, se reporta la
existencia de una tumba bastante importante de la que se recuperó un total de 7 entierros
primarios y 7 secundarios, con un total de 304 ofrendas asociadas a los mismos de filiación
teotihuacana (Vega, 1997). Esta tenía una forma de cuarto rectangular con base y tapa
(figura 4.3), todo construido con lajas trabajadas de roca basáltica-andesítica, propia de la
región. Las dimensiones del interior de la tumba eran de 2.10 m en su longitud mayor por
1.45 m de ancho máximo y 1.50 m de altura media, y estaba enterrada entre 1m y 50 cm de
profundidad, dependiendo de la posición en la pendiente de la terraza. En total se
encontraron 320 objetos al interior de la tumba: 61 vasijas diferentes, dos vasijas zoomorfas
con “cola-vertedera-puente”, así como 257 objetos distintos y otros materiales no cerámicos
(García Cook et al, 1997a). La cronología asignada a estos materiales asociados es entre el
año 50 y 200 d.C. (Peña Gómez, 1997), lo que la colocaría dentro de las fases culturales de
Tezoquipan tardío y Tenanyecac temprano, fase local de la secuencia cultural establecida
por Garcia Cook (1997a) y que es contemporánea a Teotihuacan I y II (Patlachique,
Tzacualli y Miccaotli), que data alrededor del año de 200 a.C.- 200 d.C. La cerámica
hallada tanto al interior como al exterior de esta Tumba corresponde a algunos tipos
cerámicos importados de Teotihuacan, otras formas que son imitaciones de la
teotihuacanas, además de algunos tipos del Golfo y de Cholula.

Fig. 4.3. Dibujo de la tumba excavada por García Cook y su equipo en 1974, modificado del original en
(García Cook, 1997b).

- 90 -
Capítulo IV Aplicación

En recorridos realizados actualmente por el sitio se pueden apreciar estructuras


piramidales con dimensiones variables. Montículos que miden desde un metro hasta ocho o
diez metros de altura. Un poco más al norte del área central del sitio, cruzando el río de la
Caldera que lleva agua todo el año, se encuentra otro conjunto de terrazas con una gran
cantidad de materiales de tipo cerámico y lítico. Con el transcurso de los años, este lugar ha
sufrido varios incendios y ha estado expuesto a un fuerte grado de erosión, sin olvidar
mencionar que varias estructuras fueron arrasadas por la construcción de un camino de
terrecería (ver figura 4.4) que rebanó literalmente varias estructuras de las cuales hoy en día
sólo se pueden apreciar los cimientos en los cortes. El saqueo también ha estado presente ya
que los pobladores han excavado con frecuencia dejando a la vista pisos de estuco color
café-rojizo. Es por esto que se vio en la necesidad de volver a estudiar este sitio utilizando
para ello técnicas de alta tecnología que permitan rescatar el máximo de información de una
forma rápida y eficiente. El objetivo era el de aportar y ampliar tanto como sea posible los
datos específicos sobre este sitio, sobre todo en cuanto se refiere a sistemas constructivos,
estudios de población, el tipo rasgos arquitectónicos así como estudios cronológicos, ya que
no se tiene mucha información sobre estos. Es por ello que se pensó en la aplicación de
métodos geofísicos con el fin de obtener una visión amplia del sitio de forma rápida y
eficaz, y que sirviera para planear estrategias de excavación para futuras investigaciones
arqueológicas.

4.4. ESTUDIO GEOFÍSICO

El campo magnético terrestre puede estar ligeramente perturbado por algunas


estructuras magnéticas relacionadas a la arqueología, tales como la arcilla cocida o
cerámica, hornos, hogares, así como cimientos, muros y otros elementos arquitectónicos
construidos con rocas con altos contenidos de minerales ferromagnéticos. Los suelos
compactados por las ocupaciones humanas o alterados por algún enterramiento funerario
también muestran cierta variación en los valores de fondo de la susceptibilidad magnética.
Es por ello que se consideró interesante aplicar este método sobre el sitio arqueológico de
los Teteles; así mismo, la modelación de los datos resultantes podría servir para darnos una
mejor idea de la distribución y geometría de los restos arqueológicos subyacentes. En este
sitio arqueológico se realizó un estudio de campo magnético de alta resolución en las
terrazas denominadas como M1, M2, M3, M4 y M5 (figura 4.4).

- 91 -
Capítulo IV Aplicación

Fig. 4.4. El área de estudio se encuentra en una serie de terrazas artificiales (M1 a M5). Los triángulos
muestran la ubicación de los restos de las pirámides. En la terraza M5 fue donde García Cook realizó
en 1974 el hallazgo de la tumba antigua. Imagen generada por Google-Earth (2006).

Para ello fue empleado un magnetómetro GEM-GSM19W con una resolución de


0.0015 nT. Se llevaron a cabo observaciones continuas a lo largo de transectos en dirección
N-S. Se registraron medidas cada 0.5seg y la posición de cada estación fue obtenida por
medio de un GPS integrado a la consola del magnetómetro. Los datos se corrigieron por
variación diurna utilizando los datos de la base magnética de Teoloyucan y el modelo
IGRF para la región geográfica y la fecha en que se realizó la prospección. Este mismo
modelo nos proporciona los ángulos de Inclinación y Declinación Magnéticas, datos que
también son necesarios introducir al programa de inversión.

Debido a que las áreas estudiadas de las terrazas no tenían una forma rectangular, se
decidió hacer un recorte de las zonas donde se presentaban las anomalías más resaltadas,
con el fin de poder introducir mallas regulares al programa de inversión, realizando al
mismo tiempo un remuestreo de los puntos de observación con el fin de evitar la resolución
de un problema sobredeterminado. Haciendo un análisis de las anomalías más prominentes
en el área de estudio, se seleccionaron tres procedentes de las terrazas M1, M3 y M5; el
resto se excluyeron pues no iban a ser excavadas. Para poder determinar el arranque de la
malla tridimensional, se estimaron las coordenadas correspondientes al centro de las
anomalías. Estas mismas coordenadas centrales sirvieron, a su vez, para determinar en el
sitio los puntos en donde se debían realizar las excavaciones arqueológicas.

- 92 -
Capítulo IV Aplicación

4.5. RESULTADOS DE LA INVERSIÓN Y CORRELACIÓN CON


LOS RESULTADOS DE LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA

La primera anomalía invertida fue la procedente de la terraza M3 (figura 4.6), dando


como origen de la malla las coordenadas UTM de 617329 E y 2151551 N. En este caso se
tenía un área de estudio de 5m por 9.5m, con una separación entre muestras de 25cm, lo
cual daba una buena densidad de puntos (siendo de 819 el número de observaciones). Esta
malla se renumeró utilizando su posición en metros del área recortada con origen en (0,0).
A partir del centro de la anomalía se abrió una malla de 9 x 9 x 4 cubos elementales de
25cm de largo por lado, ocupando un área de 2.25m x 2.25m, definiendo una profundidad
al techo de 50cm y abarcando hasta los 1.50m. Como se puede observar en la figura 4.6, la
anomalía calculada a partir de los valores de momento magnético obtenidos a partir de la
inversión representa muy bien la anomalía de datos magnéticos observados. También se
puede apreciar que se trata de una anomalía invertida (con su polo positivo al norte y su
negativo al sur), lo cual en términos generales se debe a la presencia de un cuerpo con alto
contenido de magnetización remanente o de una oquedad dentro de un cuerpo altamente
magnético.

2151575 380
360
340
320
2151570 300
280
260
240
2151565 220
200
180
Norte 14Q [m]

160
2151560 140
120
100
80
2151555 60
40
20
0
2151550 -20
-40
-60
-80
-100
2151545 -120
-140
-160 nT
2151540

617310 617315 617320 617325 617330 617335 617340 617345 617350 617355 617360
Este 14Q [m]

0 10 20 30 40 50 m

Fig. 4.5: Mapa de anomalías magnéticas de la terraza M3. La anomalía aislada para su inversión está
encerrada en líneas discontinuas.

- 93 -
Capítulo IV Aplicación

Datos observados Datos invertidos

2151560

nT
2151559
nT
180

2151558 140
100
60
2151557
20
-20
2151556 -60
-100
-140
2151555
-180
-220
2151554
-260
-300

2151553 -340
-380

2151552

2151551
617329 617330 617331 617332 617333 617334

Fig. 4.6. Mapas de anomalías magnéticas: (izq) mapa de datos observados; (der): mapa resultante de la
inversión.

Las magnetizaciones resultantes de la inversión de esta anomalía magnética pueden


verse en la figura 4.7. La anomalía representada en el gráfico muestra una forma
rectangular de esquinas redondeadas con un centro muy poco magnético, lo que indicaría la
presencia de una oquedad o de la disminución en la cantidad de material magnético en
comparación con el que lo rodea. La zona de influencia abarca un área estimada de 1.2m x
1m, y aparentemente tiene una dimensión a profundidad que va desde los 70cm hasta los
1.20m, aproximadamente. A partir de las coordenadas UTM correspondientes al centro de
la anomalía, se trazó un cuadrante en el sitio arqueológico para su excavación. Conforme se
iba excavando más, alrededor de los 73cm de profundidad fue apareciendo la base de un
horno rectangular de bordes redondeados construido a base de arcilla quemada y cal que
recubría sus paredes (figura 4.8), con unas dimensiones horizontales de 110cm x 80cm.
Este horno tenía un espesor de 30 cm, por lo que su base se hallaba alrededor del metro de
profundidad a partir de la superficie. Esto comprueba que los resultados obtenidos en su
extensión XY son bastante acertados con la realidad. Aparentemente a profundidad muestra
mayor error, debido a que sigue apareciendo la silueta del horno en una Z mayor a la real.
Esto puede explicarse debido al efecto de fondo que permanece en el suelo que se
encuentra por debajo de objetos que se han mantenido en constante e intenso calentamiento,
provocando un efecto de magnetización remanente.

- 94 -
Capítulo IV Aplicación

Z = 0.70 m Z = 0.95 m
5.4 5.4

5.2 5.2
1.4E+009
5 5
1.3E+009
4.8 4.8

4.6
1.2E+009
4.6

4.4 4.4
1.1E+009
4.2 4.2 1E+009
4 4 9E+008
3.8 3.8
8E+008
3.6 3.6
7E+008
1.4 1.6 1.8 2 2.2 2.4 2.6 2.8 3 3.2 1.4 1.6 1.8 2 2.2 2.4 2.6 2.8 3 3.2
6E+008
Z = 1.20 m Z = 1.45 m
5E+008
5.4 5.4

5.2
4E+008
5.2

5 5
3E+008
4.8 4.8 2E+008
4.6 4.6 1E+008
4.4 4.4
0
4.2 4.2
-1E+008 Amper/m
4 4

3.8 3.8

3.6 3.6

1.4 1.6 1.8 2 2.2 2.4 2.6 2.8 3 3.2 1.4 1.6 1.8 2 2.2 2.4 2.6 2.8 3 3.2

Fig. 4.7: Gráfica de la distribución espacial de las magnetizaciones obtenidas a partir de la inversión de
la anomalía de la terraza M3.

Fig. 4.8: Fotografías del horno encontrado durante la excavación arqueológica, terraza M3.

- 95 -
Capítulo IV Aplicación

La segunda anomalía invertida fue la procedente de la esquina superior derecha de


la terraza M1 (Figura 4.9). Partiendo de las coordenadas UTM de 617399 E, 2151573 N, se
recortó un área de 15m en X por 16m en Y con una separación entre muestras de 25cm, lo
cual produjo una densidad de 3965 puntos de observación. Las coordenadas de la malla se
renumeraron ahora de acuerdo a los metros que abarcaba en extensión XY, esto con el fin
de tener un mejor control a la hora de definir las coordenadas para la inversión y
correlacionar las posiciones con los resultados. Por ejemplo, la coordenada (617399E,
2151573N) se designaría como la coordenada (0,0), etc. A partir del centro de la anomalía,
se abrió una malla de11 x 15 x 6 cubos elementales de 50cm de largo por lado, ocupando
un área de 5.5m x 7.5m, definiendo una profundidad al techo de 5cm y abarcando hasta los
2.80m. Como se puede observar en la figura 4.10, la anomalía calculada a partir de los
valores de momento magnético obtenidos a partir de la inversión representa muy bien la
anomalía de datos magnéticos observados.

2151595

280
2151590 260
240
220
2151585 200
180
160
2151580 140
120
100
NORTE 14Q [m]

2151575 80
60
40
20
2151570 0
-20
-40
2151565 -60
-80
-100
2151560 -120
-140
-160
2151555 -180
-200
-220 nT
2151550
617370 617375 617380 617385 617390 617395 617400 617405 617410 617415 617420 617425 617430
ESTE 14Q [m]

0 10 20 30 40 50 m

Fig. 4.9: Mapa de anomalías magnéticas de la terraza M1. La anomalía aislada en invertida se encierra
en líneas discontinuas

- 96 -
Capítulo IV Aplicación

Datos Observados Datos Invertidos


16
2151588

14
2151586
20
20
0 12
2151584 0
-20
-20
-40
-40
-60 10
2151582 -60
-80
-80
-100
8 -100
2151580 -120
-120
-140
-140
-160 6 -160
2151578 -180 -180
-200 -200
-220 4 -220
2151576
-240 -240
-260 -260 nT
2
2151574

0
617400 617402 617404 617406 617408 617410 617412 617414 0 2 4 6 8 10 12 14

Fig. 4.10: Comparación entre el mapa de campo magnético de los datos observados y de los momentos
invertidos.

Las magnetizaciones resultantes de la inversión para cada dipolo de esta anomalía


magnética pueden verse en la figura 4.11. Se puede ver en las primeras tres capas
(profundidades de Z = 30 cm hasta 1.30m) la presencia de varios muros adosados que van
en dirección inclinada hacia en NW. Conforme se va bajando a profundidad, estos muros
empiezan a desaparecer. Se abrió en campo un pozo de excavación de 6m por 4m, llegando
a una profundidad máxima de 1.50m. Se encontró parte de una pirámide prehispánica con
varias etapas de construcción (figura 4.12). La profundidad de la base de esta pirámide no
se pudo identificar ya que, debido a la magnitud del tamaño del hallazgo, no convenía en
ese momento abrirla en su totalidad (falta de tiempo y recursos). Por lo tanto, no se sabe si
la profundidad que marca el programa de inversión para el fin del cuerpo, que es
aproximadamente a los 2.30m, sea correcta. En una futura excavación lo sabremos.

- 97 -
Capítulo IV Aplicación

Z = 0.30 m Z = 0.80 m Z = 1.30 m


13 13 13

50000 Amper/m
12 12 12 45000
40000
35000
11 11 11 30000
25000
20000
15000
10 10 10 10000
5000
0
9 9 9 -5000
-10000
-15000
8 8 -20000
8
-25000
-30000
-35000
7 7 7 -40000
-45000
-50000
6 6 6 -55000
5 6 7 8 9 5 6 7 8 9 5 6 7 8 9
13 13 13
240000000
220000000
12 12 200000000
12
180000000
160000000
140000000
11 11 11 120000000
100000000
80000000
10 10 10 60000000
40000000
20000000
0 Amper/m
9 9 9 -20000000
-40000000
-60000000
8 8 8 -80000000
-100000000
-120000000
-140000000
7 7 7
-160000000
-180000000
-200000000
6 6 6
5 6 7 8 9 5 6 7 8 9 5 6 7 8 9

Z = 1.80 m Z = 2.30 m Z = 2.80 m

Fig. 4.11: Mapa de las magnetizaciones invertidas para la caracterización del cuerpo anómalo de la
terraza M1.

Fig. 4.12: Mapa del cuerpo


de la pirámide con varias
etapas de construcción
procedente de la terraza
M1, los Teteles de Ocotitla,
Tlaxcala.

- 98 -
Capítulo IV Aplicación

Para la última prueba, de la terraza M5 (figura 4.13) se seleccionó la anomalía que


correspondía con la posición en la que García Cook y su equipo excavaron la tumba en
1974. Esta terraza no se excavó en la temporada arqueológica del 2007, ya que se tenían
todos los registros de la excavación de 1974 para su contrastación. Ubicando la anomalía
aproximadamente en el centro, se partió de las coordenadas UTM de 617531 E y 2151689 N
para recortar un área de 7.5m en X por 6m en Y con una separación entre muestras de
10cm, lo cual daba una densidad de 4636 puntos de observación. De la misma forma y por
los mismos motivos que en los casos anteriores, se renumeraron las coordenadas de la
malla. Así mismo, a partir del centro de la anomalía, se abrió una malla de 13 x 11 x 6
cubos elementales de 50cm de largo por lado, ocupando un área de 6 x 5m2 en total,
iniciando desde la superficie y abarcando hasta los 3m. En la figura 4.14 se puede observar
la correlación entre las coordenadas UTM y las utilizadas en la inversión, así como la buena
reproducción de la anomalía observada a partir de los valores de momento magnético
obtenidos a partir de la inversión.

Fig. 4.13: Mapa de anomalías magnéticas de la terraza M5. El mapa topográfico sobrepuesto, extraído
de García Cook (1996), muestra la posición de la tumba, correlacionándola con la anomalía magnética.

- 99 -
Capítulo IV Aplicación

Datos Observados Datos Invertidos


2151695 6

2151694 0 5 0 nT
-10 -10
-20 -20
-30 -30
-40 -40
2151693 -50 4
-50
-60 -60
-70 -70
-80 -80
-90 3 -90
2151692 -100 -100
-110 -110
-120 -120
-130 -130
2151691 -140 2 -140
-150 -150
-160 -160
-170 -170
-180 -180
2151690 -190 1 -190
-200 -200
-210 -210
-220 -220
-230 -230
2151689 0
617531 617532 617533 617534 617535 617536 617537 617538 0 1 2 3 4 5 6 7

Fig. 4.14: Comparación entre el mapa de campo magnético de los datos observados y de los momentos
invertidos.

Las magnetizaciones resultantes de la inversión pueden verse en la figura 4.15.


García Cook describe en sus artículos (1997b; García Cook et al, 1997) haber encontrado
una tumba en forma de cuarto rectangular construido a base de lajas trabajadas de roca
volcánica (toba andesítica, propia de la región), cuyas dimensiones promedio eran de 2.10m
por 1.45m, y cuya base se localizaba a unos 2m de profundidad desde la superficie
aproximadamente (referirse a figura 4.3). Alrededor de la tumba había restos de piso así
como la presencia de más entierros humanos. Una vez que su equipo excavó, registró y
extrajo todo el material cultural prehispánico, procedieron a cubrir la tumba con la piedra y
la tierra que se había desenterrado en un principio.

Si vemos el mapa de magnetizaciones calculadas para esta anomalía magnética


(figura 4.15), observamos como se va conformando la figura de un cuadrado. Obviamente
las dimensiones de esta forma de cuarto son mayores a las descritas por G. Cook para su
tumba, pero esto se podría explicar por la presencia de toda la roca también volcánica que
fue utilizada para volver a enterrar el hallazgo siguiendo las trincheras que rodeaban la
tumba. Es a partir de la profundidad de 1.25m que este cuadrado está mejor definido y
aproximadamente a partir de los 2 metros se empieza a difuminar. Hay que tomar en cuenta
los cambios en el relieve topográfico, por lo que los valores a profundidad podrían variar en
el terreno.

- 100 -
Capítulo IV Aplicación

Z = 0.25 m Z = 0.75 m Z = 1.25 m


5 5 5

4.5 4.5 4.5

4 4 4

3.5 3.5 3.5

3 3 3

2.5 2.5 2.5

2 2 2

1.5 1.5 1.5

1 1 1

0.5 0.5 0.5

0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5 4 4.5 5 5.5 6 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5 4 4.5 5 5.5 6 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5 4 4.5 5 5.5 6

5 5 5

4.5 4.5 4.5

4 4 4

3.5 3.5 3.5

3 3 3

2.5 2.5 2.5

2 2 2

1.5 1.5 1.5

1 1 1

0.5 0.5 0.5

0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5 4 4.5 5 5.5 6 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5 4 4.5 5 5.5 6 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5 4 4.5 5 5.5 6

Z = 1.75 m Z = 2.25 m Z = 2.75 m


-20000
-18000
-16000
-14000
-12000
-10000
-8000
-6000
-4000
-2000
0
2000
4000
6000
8000
10000
12000
14000
16000
18000
20000
22000
24000
Fig. 4.15: Mapa de las magnetizaciones invertidas para la caracterización de la tumba descubierta por
García Cook en 1974 en la terraza M5.

La investigación aquí realizada demuestra la utilidad de los métodos geofísicos para


la identificación de estructuras arqueológicas, no sólo a nivel de representación gráfica de
las anomalías de campo total magnético o gradiente (herramientas útiles para el mapeo de
la distribución de elementos de interés en un área extensa de estudio), sino también de la
modelación a través de métodos numéricos de las anomalías a nivel individual. Esto nos
permite caracterizar la geometría y la profundidad de los rasgos en sí. Todos los ejemplos
aquí trabajados nos ofrecen una amplia perspectiva de los alcances del método y del
programa de inversión, ya que este logra caracterizar adecuadamente los cuerpos que
producen las anomalías magnéticas estudiadas.

En este sitio, el método magnético fue eficiente debido a que contaba con los
elementos adecuados. Es decir, estructuras compuestas por material altamente magnetizable
(roca volcánica) dentro de un contexto de enterramiento no magnético (sedimentos).
Además, la estrategia de trabajo fue adecuada para el sitio. Sería conveniente que en este
sitio se pudieran hacer más excavaciones tomando como base el mapa de anomalías
magnéticas que ya se tiene así como la modelación de anomalías individuales, esto con el
fin de que se tenga una expectativa de lo que se puede encontrar y a que profundidades,
aumentando la acertividad en la selección de las estrategias de trabajo. Así mismo, sería
adecuado ampliar este mapa realizando prospecciones geofísicas en otras de las terrazas
que componen el sitio para tener una mayor comprensión del mismo.

- 101 -
Conclusiones

CONCLUSIONES

El método propuesto para caracterizar anomalías magnéticas por medio del uso de
dipolos en vez de la modelación tradicional a base de prismas es novedoso y sus resultados
pueden ser equivalentes aunque, a diferencia del uso de prismas, el uso de los dipolos
permite caracterizar mejor a cuerpos heterogéneos. Para la aplicación de la metodología
propuesta, se desarrolló un programa de computadora cuyo código fue escrito en Matlab
versión 7 (The MathWorks, Inc., Copyright 1984-2004). Las pruebas hechas en el
programa en el estado en el que está actualmente demuestran que todavía no se puede
obtener la geometría exacta de una estructura como tal, sobretodo en el caso de cuerpos
complejos, aunque esta sí resulta muy aproximada. Aún así, se pueden determinar las zonas
donde las magnetizaciones tienen mayor importancia; es decir, la zona de influencia del
cuerpo que causa la anomalía.

En el caso del uso del programa es necesario señalar algunos puntos que pueden hacer más
efectiva su aplicación si se toman en cuenta, de manera que se produzca un mínimo de
errores y sean más exactos sus resultados. Por ejemplo, es importante abrir la malla lo
suficiente para abarcar lo más posible del cuerpo de manera de poder definirlo, sin perder
de vista el hecho de que el número de dipolos calculados no debe ser mayor a la mitad de
los puntos de observación. En el caso de no tener un área de estudio lo suficientemente
grande, se puede solucionar al realizar un remuestreo de los puntos de observación
reduciendo el tamaño del intervalo de separación entre ellos. Es mejor sacrificar resolución
por área. Es decir, en los ejemplos, tanto sintéticos como reales, se pudo observar que un
cuerpo anómalo es caracterizado mejor cuando se abarca un área mayor de la anomalía
aunque se usen cubos elementales de mayor tamaño.

Otros puntos importantes son:

• El área de estudio siempre debe tener una forma cuadrada o rectangular, ya que el
programa siempre asume que la región es de medidas regulares.
• La malla 3D que contiene a todos los cubos elementales también tendrá la forma de un
prisma cuadrangular o rectangular regular.
• El eje Y siempre irá en dirección de Sur a Norte y el eje X en dirección de Oeste a Este.
• El intervalo de muestreo del área de estudio va a determinar el tamaño mínimo por lado
de los cubos elementales.
• El número de observaciones en el área de estudio debe ser por lo menos del doble del
número de cubos elementales para evitar una subdeterminación del problema.
• El método es sensible a la posición de los dipolos debido a las aproximaciones
matemáticas que realiza, por lo que no en todos los casos se va a mostrar la forma o los
valores de magnetización exactos del cuerpo subyacente, sino que dará la región de
interés donde las magnetizaciones tienen más importancia.

- 102 -
Conclusiones

Como se mencionó antes, los ejemplos trabajados, tanto sintéticos como reales, nos ofrecen
una amplia perspectiva de los alcances del método y del programa de inversión, ya que este
logra caracterizar adecuadamente los cuerpos que producen las anomalías magnéticas
estudiadas. Debido al enfoque de la tesis, los experimentos numéricos están básicamente
orientados a escenarios comúnmente registrados en sitios arqueológicos, dejándose de lado
muchos otros modelos sintéticos relacionados a estructuras de otro tipo de interés, como
por ejemplo cuerpos geológicos, etcétera; por lo tanto, no se pueden generar criterios de
validez y/o acotamiento del método tocante a muchas otras diversas variables que
intervendrían en muchos otros contextos.

Los ejemplos reales, como fue el caso de las anomalías procedentes del sitio arqueológico
de los Teteles de Ocotitla, refuerzan que el esquema de inversión propuesto funciona; sin
embargo, todavía quedan algunos aspectos que hay que perfeccionar para poder tener un
mejor programa de inversión. Por ejemplo, en el caso de la determinación de las
profundidades todavía no está totalmente resuelto el problema, ya que en algunos casos la
inversión da profundidades mayores a las reales, como lo muestra el ejemplo del horno.
Aunque en este caso del horno también hay que tomar en cuenta el efecto el calor intenso
por debajo del mismo, lo que causa procesos de magnetización remanente ensobre los
minerales contenidos en los sedimentos subyacentes. Igualmente, nos puede indicar la
necesidad de condicionar más los resultados del programa de inversión así como de revisar
los problemas inherentes del método ocasionados tanto por sus limitaciones de origen, la
forma como realiza sus aproximaciones como de los supuestos teóricos que maneja. Así
mismo, se plantea seguir trabajando sobre el mismo esquema de inversión pero ahora para
resolver el problema no lineal. Aún así, este trabajo marca un paso importante dentro de la
investigación de los métodos potenciales, ya que pocos son los estudios que han logrado
caracterizar las fuentes (cuerpos enterrados) de forma tridimensional (determinando sus
profundidades).

- 103 -
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