Vous êtes sur la page 1sur 51

1

INTRODUCCION

El problema en torno al cual giran y es punto de inicio u origen de las teorías sobre
la autoría y participación es encontrar la manera de lograr, lo más exactamente
posible que se pueda, la distinción entre el autor y los colaboradores que hayan
participado en la realización de un hecho delictuoso, valorar cada conducta y de
acuerdo a esa distinción y participación penar dichas conductas.
Para resolver el problema que plantea la intervención de varias personas en la
realización de un delito, tradicionalmente la Dogmática jurídico penal distingue entre
autoría y participación. La distinción entre una y otra categoría se lleva a cabo
utilizando distintos criterios, entre los que predomina la teoría del dominio del hecho,
según, hasta el punto que sin su intervención y decisión el delito no se podría
cometer.
El partícipe, en cambio, es sólo, como su propio nombre indica, alguien que
favorece, ayuda, induce o coopera en la comisión de un delito, cuya realización, sin
embargo, depende la voluntad de otra persona que es el verdadero autor. Pero la
más importante consecuencia de la distinción dogmática entre autor y partícipe es
que la punibilidad del partícipe, aunque sea la misma que la del autor, depende o es
accesoria de la del autor, que es la figura en torno al cual gira la configuración del
tipo delictivo.
Las ventajas de este sistema se ven con especial claridad en la distribución de
responsabilidad que hay que hacer en los delitos especiales propios cuando en su
realización interviene alguien que no tiene las cualidades exigidas en el tipo delictivo
en cuestión para ser considerado autor en sentido estricto de dicho delito
Esta distinción se hace más difícil de realizar e incluso a veces puede quedar
gravemente comprometida, cuando el delito es cometido, no ya por varias personas
cada una con distinto grado de intervención o responsabilidad en su realización, sino
por esas mismas personas integradas en grupos u organizaciones en cuyo seno y
por otros miembros del grupo se ha diseñado un plan conjunto o decidido la
realización de esas acciones.
En estos casos, no se plantea sólo la necesidad de castigar a todos los miembros
del grupo por su pertenencia al mismo, cuando éste ya de por sí constituye una
asociación criminal, sino el problema de cómo hacer responsables a los miembros
de esos grupos que no intervienen directamente en la ejecución de los delitos
concretos que sólo llevan a cabo otros, sino que simplemente los diseñan, los
planifican asumen el control o dirección de su realización.
También se plantean problemas similares de difícil solución cuando se trata de
grandes delitos económicos y medioambientales, o de la responsabilidad por el
producto en el ámbito de grandes empresas, que si bien en algunos casos pueden
ser ya de por sí organizaciones criminales, no operan como éstas desde un principio
fuera de la ley o realizando actividades generalmente constitutivas de delitos.
1

En todo caso, para resolver el problema que aquí nos ocupa, hay que partir, del
delito de asociación ilícita, que se tipifica en el Art. 317 del Código Penal y que se
castiga de forma autónoma e independientemente del delito o delitos que a través de
la asociación ilegal se cometan, con los que en todo caso puede entrar en concurso
real o ideal.
Esta autonomía del delito de asociación ilícita puede ser muy importante para
castigar adecuadamente algunas formas de criminalidad organizada, ya que el
castigo de la pertenencia o la dirección de una asociación ilícita, tanto más cuando
se trata de las bandas armadas, organizaciones y grupos terroristas del Art. 317,
puede ya de por sí ser suficiente o servir de penalidad alternativa en los casos en los
que no se puede imputar, conforme a las reglas generales de imputación a título de
autoría o participación y a la valoración de la prueba que haga el Tribunal, a todos
los miembros de la organización los hechos concretos realizados sólo por algunos
miembros de la misma.
Esta distinción es puramente conceptual y no impide que, desde el punto de vista de
la gravedad de la pena, también el partícipe pueda ser condenado con la misma
pena que el autor en sentido estricto.
La búsqueda de un concepto de autor, útil para explicar las diferentes
manifestaciones de la autoría, ha avanzado mucho si se considera la forma distinta
de aproximación al hecho punible, desde la suficiencia de la causa o condición del
resultado hasta que finalmente se consolida en aquella de la intervención que
domina el acontecimiento delictivo.
1

LA AUTORÍA EN EL CÓDIGO PENAL PERUANO

LA PROBLEMÁTICA DE LA CONCURRENCIA DE PERSONAS

1. FORMULACIÓN Y PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA


Frecuentemente el delito no es obra de una sola persona. Se dan supuestos en
que concurren varias personas en un solo acontecimiento. Cabe distinguir entre
los que son autores y otras que participan pero no son autores.
A la concurrencia de personas en el delito se la llama "participación", pero, en un
sentido estricto, participación es sólo la concurrencia de quienes participan sin
ser autores.
En el sentido estricto, participación es "participación" en la conducta del autor,
que pueden tener la forma de instigación (cuando se decide a alguien a la
comisión de un injusto o de un delito) o de complicidad (cuando se coopera con
alguien en su conducta delictiva).
Mucho se ha debatido también sobre el lugar sistemático que corresponde al
análisis de la autoría y de la participación. En mi opinión, la autoría y la
participación es conveniente estudiarla como uno de los elementos del tipo
objetivo, pues ambas figuras se caracterizan por ser elementos que condicionan
y completan las características de la descripción objetiva del tipo.
Dependiendo del tipo de conducta realizada por un sujeto, se podrá considerar a
este autor o partícipe. En este sentido se debe distinguir entre los tipos de autoría
y los tipos de participación
1

2. MARCO TEÓRICO

I. EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL CONCEPTO DE AUTOR

El concepto de autor, en la doctrina penal de corte causalista, se configuró del


siguiente modo: es autor quien es causador de un delito. Posteriormente,
mediante la postura del finalismo, la calidad de autor se caracterizó en virtud
de la actuación final del sujeto perturbador del orden jurídico; más
recientemente, atendiendo a la denominada posición teleológico-racional del
Derecho penal, la autoría y la participación- han sido comprendidas
respondiendo a la pregunta de saber quién tuvo el dominio del hecho respecto
del ilícito cometido; de tal manera que los autores siempre tienen el dominio
del hecho, mientras que los partícipes por su arte nunca alcanzan tal dominio,
ya que su aporte es un tanto accesorio al comportamiento verdaderamente
delictivo.

Una corriente todavía más revolucionaria que la del dominio del hecho, ha
querido renovar los conceptos de autoría y de participación, por supuesto que
nos estamos refriendo al funcionalismo sistémico-normativo de Günther
Jakobs.

Dentro de ésta perspectiva, se han analizado diversos supuestos en los que


la participación delictiva puede revestir una configuración culposa, e incluso
se ha desarrollado una teoría respecto de la prohibición de sobrevaloración
del aporte en los casos de participación; y no obstante lo anterior, también se
han presentado ciertas tendencias que pretenden hacer de la -así
denominada- prohibición de regreso, una teoría general de la autoría y de la
participación.

Tal como se tiene oportunidad de verificar, la autoría y la partición representan


en nuestro campo, el basamento teórico sobre el cual es susceptible hacer
descansar todo principio de imputación jurídico-penal. Así, por ejemplo,
Günther Jakobs abre nuevas posibilidades de solución en la imputación penal
cuando, a partir del concepto "competencia del hecho", subdivide los niveles
de autoría y participación en competencia

II. CONCEPTO DE AUTOR.


El autor de un delito es aquél a quien un tipo penal del catálogo señala como
su realizador JIMENEZ DE ASUA define al autor como “aquel que ejecuta la
acción que forma el núcleo del tipo de cada delito en especies”. En los delitos
dolosos es autor solamente aquel que mediante una conducción consciente
del fin del acontecer causal en dirección al resultado típico es señor sobre la
realización del tipo.
La norma penal da un concepto de autor adelantando la idea general que
modelará la autoría, pues la expresión “el que realiza” es obvio que lo que se
ha requerido es individualizar al sujeto sobre quien recaerá el título de la
imputación. Esta condición significa, además, que el autor debe obrar con el
dominio de la realización del hecho, que supone una acción típica y
antijurídica como mínima: la sola realización de los elementos objetivos y
1

subjetivos de la descripción típica fundamentan únicamente el título de “sujeto


activo”.
Significa, que los criterios que nos permitirán saber quién es autor deberán
deducirse de cada tipo legal en la parte especial, del Código Penal,
complementado por las prescripciones contenidas en la Parte General. Autor
será, en ese sentido, el sujeto (“el que”) a quien se le imputa el hecho como
suyo, esto es: el que mató, robó, estafó, etc., con un dominio final sobre el
acontecer.
Al decir de JESCHECK, autor de “el que” anónimo con que empiezan la
mayoría de descripciones típicas; el legislador parte del presupuesto de que el
autor es quien realiza la totalidad de los elementos del tipo en su propia
persona

III. AUTOR Y SUJETO ACTIVO


Es importante destacar la diferencia entre el concepto de autor con la
expresión sujeto activo. No son conceptos del mismo nivel, ni iguales.
- Noción De Autor contiene la responsabilidad criminal por el hecho
cometido.
- El Sujeto Activo es exclusivamente la persona que realiza la conducta
típica, persona que, puede o no ser catalogada como autor en el sentido
indicado.
Es más el concepto de sujeto activo es la base objetiva sustentadora de la
noción de autor, porque alude a la persona que realiza el tipo, ya que
efectivamente la tipicidad excepcionalmente.

IV. AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN


Son autores quienes realizan el hecho por sí solos, conjuntamente o por
medio de otro que se sirven como instrumento. Es importante determinar el
concepto de autor porque es necesario distinguir la autoría de la
participación para saber qué tipo penal se debe aplicar en cada caso. Para
determinar este concepto debemos de partir de un concepto de autor en
sentido estricto. En torno a este concepto hay tres teorías que deciden
cuándo se produce una contribución de autor y cuando una de partícipe.
En primer lugar está la teoría objetivo-formal; para esta teoría autor es quien
ha realizado un acto ejecutivo típico, el partícipe será quien ha realizado
alguna contribución material.
La principal crítica que se hace a esta teoría es que da por supuesto que se
puede establecer, en todos los tipos, los actos ejecutivos. Cuando en
muchos casos los tipos solo mencionan el resultado y no como debe
producirse.
En segundo lugar está la teoría objetivo-material la cual para evitar la mera
descripción típica en la que se basaba la teoría objetivo-formal, tiene en
1

cuenta la importancia objetiva del autor. Es autor quien aporta la contribución


objetivamente más importante. Se critica a esta teoría porque no establece
de manera clara en qué modo se debe de entender la importancia de la
aportación.
Por último está la teoría del dominio del hecho, su origen lo encontramos en
la teoría finalista. Se basa en que en los delitos dolosos es autor quien
domina finalmente la realización del delito. El autor decide el sí y el cómo de
la realización del delito, es decir el autor dirige su acción hacia la realización
del tipo y tiene la posibilidad de realizar o no la acción típica.
El dominio del autor podemos observar que es manifestado de manera
subjetiva y objetiva:
De Forma Subjetiva porque el autor lo orienta a la lesión de un bien jurídico.
De Forma Objetiva porque tiene la capacidad de interrumpir el desarrollo
del hecho si lo desea.

V. FORMAS DE DELIMITACIÓN ENTRE AUTORÍA Y


PARTICIPACIÓN
Según el criterio subjetivo de distinción, sería autor el que quiere el hecho
como propio. Para saber cuándo se quiere el hecho como propio se suele
echar mano del interés que el autor tiene para obtener el resultado o de la
voluntad que tiene en dominar el hecho.
Ejemplo: Se ha afirmado que la hermana de la parturienta que por indicación
de ésta –postrada y carente de fuerzas- ahogó al recién nacido en la bañera,
no era autora, sino cómplice, porque no quería el hecho como suyo ni tenía
interés en el resultado por sí misma.
Los ensayos que se han hecho para establecer la línea divisoria entre autoría
y participación a partir de criterios eminentemente objetivos no han tenido
tampoco éxito.
Existen Teorías de criterio:

 Teoría "Formal Objetiva", según la cual solo puede ser autor el que
realiza personalmente toda la acción escrita en el tipo. Esta teoría resulta
también insostenible. Ejemplo: Porque si alguien encañona a un paseante
con un arma mientras otro se apodera de su billetera, en lugar de ser robo
con arma sería un delito de coacción cometido por el que encañona y un
hurto por el que se apodera.

 Teoría "Material Objetiva", que se funda en las teorías que pretendían


limitar la causalidad distinguiendo causas (determinantes y
coadyuvantes). El criterio del dominio del hecho como señalizador de la
autoría. Se basaba en la causalidad. Distinguía entre causa relevantes y
coadyuvantes

 Teoría Subjetiva: Autor es aquel que quiera el derecho como propio. No


sirve. Deja fuera de la autoría a personas que si lo son.
1

 Teoría Objetiva: Autor es el que ejecuta la acción. No sirve


En los últimos años se ha ido abriendo paso en la doctrina un criterio
distintivo que se conoce como del "dominio del hecho"; o sea el que
tiene el poder de decisión sobre la configuración central del hecho

 Teoría Del Dominio Del Hecho: Autor va a ser el que tenga el dominio
del hecho, el que maneje el curso causal
Puede suceder que en un delito concurran varios autores. Si los varios
autores concurren en forma que cada uno de ellos realiza la totalidad de
la conducta típica, habrá una co-autoría que no admite dudas. Pero
también puede acontecer que haya una división de tarea, lo que puede
provocar confusiones entre la co-autoría y la participación.
La explicación para estos casos se da por el llamado "dominio
funcional del hecho".
Cada uno debe dominar su rol, y ese rol debe ser indispensable para la
comisión del hecho, con relación al plan trazado, al hecho concreto.
Estamos entonces frente a un supuesto de co-autoría
Naturalmente que en la co-autoría cada uno de los co-autores debe reunir
los requisitos típicos exigidos para ser autor. Si estos requisitos no se dan,
NO hay co-autoría. Se trata de una limitación legal al principio del dominio
del hecho.
El criterio del dominio del hecho se rige por aspectos tanto objetivos como
subjetivos, puesto que el señorío del autor sobre el curso del hecho lo
proporciona tanto la forma en que se desarrolla en cada caso la
causalidad como la dirección que a la misma se le imprime, no debiendo
confundirse con el dolo, porque dolo hay también en la participación (el
cómplice y el instigador actúan con dolo), sin tener el dominio del hecho.
Normalmente los tipos contenidos en el derecho penal se refieren a la
realización del delito por persona única. Sin embargo, cada tipo de la
Parte Especial aparece complementado por las prescripciones contenidas
en la Parte General y que extienden la pena a casos en que el delito es
obra de más de una persona.
Se puede manejar un concepto amplio de participación, por el cual
participan o "toman parte" en el hecho los que son autores como los que
ayudan a los autores.
La teoría de la participación tiene dos posibilidades teóricas: o bien
diferencia distintas formas según la importancia de la participación, de tal
manera que distingue entre la realización del papel principal (autor) y
la ejecución de papeles accesorios (cómplices o cooperadores) o
bien renuncia a tales diferencias a favor de un concepto unificado de
autor.
1

 Autor Directo: Dominio del hecho. Es el que realiza personalmente el


delito, es decir, el que de un modo directo y personal realiza lo descrito
por el tipo penal.

 Autor Mediato: Dominio de la voluntad. No realiza directa y


personalmente el delito, sino, se sirve de otra persona (instrumento), que
es quien lo realiza. La instrumentalización puede tener lugar sobre la
base del error o por el empleo de la violencia física o psicológica.

 Coautor: Condominio del hecho. Es la realización conjunta de un delito


por varias personas que colaboran consciente y voluntariamente. Existe
un reparto funcional de roles.
Requiere dos presupuestos: el objetivo (la coejecución) y el subjetivo (el
acuerdo de voluntades).

- Instigador: El instigador o inductor hace surgir en otra persona la idea de


cometer un delito, pero quien decide y domina la realización del mismo es
el inducido; esto lo diferencia del autor mediato.

 Cómplice Primario: Llamado también necesario, se da cuando la


participación del sujeto es indispensable para realizar el delito.

 Cómplice Secundario: La contribución del partícipe es indistinta, es


decir, no es indispensable, pues de faltar su aportación el delito se habría
cometido igualmente.i

VI. AUTOR Y PARTICIPE.


El problema en torno al cual giran y es punto de inicio u origen de las teorías
sobre la autoría y participación es encontrar la manera de lograr, lo más
exactamente posible que se pueda, la distinción entre el autor y los
colaboradores que hayan participado en la realización de un hecho
delictuoso, valorar cada conducta y de acuerdo a esa distinción y
participación penar dichas conductas.
La complejidad de esta separación, complejidad que resulta de la gran
variedad de formas del comportamiento humano y sus manifestaciones, fue
lo que dio base para que surgieran diversos sistemas:
Entre los criterios que se han sostenido para unos, los partícipes son autores
y las normas a su respecto son causas de atenuación de pena. Este es el
concepto extensivo de autor, que se funda en la causalidad y en la teoría de
la equivalencia de las condiciones. Todo el que aporta algo es autor y no hay
manera de distinguir entre autor y partícipe.
Esta teoría extensiva del autor debe ser rechazada, si la participación es una
forma de atenuar la pena de la autoría, no puede ser partícipe quien no tiene
los requisitos para ser autor.
Ejemplo: No podría ser cómplice de aborto el farmacéutico que proporciona
un abortivo a una mujer para que ésta lo aplique o ingiera, porque
1

tratándose de un aborto causado por la propia mujer encinta, no cabe duda


de que no es el farmacéutico que está encinto.

VII. EL AUTOR DE DETERMINACIÓN


Delitos de propia mano y "delicta propia".
Se llaman delitos de propia mano a los que solo puede cometer el autor
realizando personalmente la conducta típica. El más claro de estos delitos es
la violación: solo puede ser cometida por el que tiene acceso carnal.
El auto-aborto no puede ser cometido por otro que no sea la mujer
embarazada.
En los llamados "delicta propia" solo puede ser autor el que tiene los
caracteres que están exigidos al autor en el tipo objetivo (no puede ser autor
de cohecho pasivo el que no sea funcionario público).
Por ser delitos de "propia mano" quedaría impune la mujer que se vale de
otro que no realiza conducta, así como la que se vale de otro que realiza
conducta, pero cree que la mujer con que yace aparenta estar dormida
porque es "vergonzosa", cosa de que lo convenció la determinadora. Ni el
que no realiza conducta ni el que actúa creyendo en el consentimiento de la
mujer, cometen un injusto del que pueda ser accesoria la conducta de la
mujer, lo que excluye la participación, pero tampoco la mujer puede ser
autora, porque se trata de un delito de propia mano, en que el tipo requiere
la comisión directa y personal del autor.
Estos huecos que se producen entre la autoría y la participación, y que
nuestro Código Penal soluciona creando un tipo de determinación a cometer
delito y penando con la pena del delito, obedecen a que los delitos de propia
mano y los delicta propia son limitaciones de carácter legal al principio del
dominio del hecho como caracterización de la autoría.
El tipo especial de autor de determinación.
Tanto determina el que se vale de otro como autor, como el que se vale
como instigador, como el que lo hace sin ser autor ni instigador. Este último
puede ser penado como autor de la determinación misma y no del delito a
que ha determinado. .
Este artículo habla de autoría mediata (el que se vale de otro que no
comete injusto); los de autoría directa (del que se vale del que no realiza
conducta); los de instigación (que no es autoría sino participación) y los de
quienes determinan sin ser autores ni partícipes, a los que pena como
autores de la determinación de otro a cometer el delito y no como autores
del delito.

VIII. SISTEMA UNITARIO

El concepto unitario de autor considera a todos los intervinientes que prestan


una contribución causal a la realización del tipo como autores, con
independencia de la importancia que corresponda a su colaboración para el
conjunto del hecho.
1

El concepto unitario de autor niega en absoluto la trascendencia de la


accesoriedad: Todo aquel que toma parte ha de considerarse autor de un
hecho antijurídico y culpable, sin tener en cuenta las cualidades delictivas de
la contribución de los demás que toman parte (dolosa, imprudente,
inevitable, culpable inculpable) y sin más que un vínculo causal con el
estado de desarrollo de las aportaciones de los otros (preparación, tentativa,
consumación.
Respecto a este concepto unitario de autor, pese a que a primera vista
aparece como sencillo y práctico, se puede, sin embargo, plantear serias
objeciones. La primera de ellas se refiere al hecho de que si tratamos a
todas las contribuciones al hecho típico de igual manera, se desdibuja el
injusto específico de la acción prevista en cada tipo penal.
El principio de legalidad material podría entrar en crisis, en este contexto,
porque no quedaría en claro exactamente cuál es la conducta prohibida por
cada figura penal. Se podría preguntar, por ejemplo, si está alcanzada por
la prohibición de matar la acción de comprar un arma y entregársela a quien
se manifiesta dispuesto a privar de la vida a otra persona. Desde el uso
ordinario del propio lenguaje, parece claro que "no matar" o, mejor aún, que
"no es autor del homicidio", quien sólo entrega el arma a la persona que,
materialmente, causa la muerte. Es decir, el concepto unitario de autor
amplía la punibilidad por tentativa del fomento de un delito no realizado.
En segundo término, este concepto unitario de autor provoca objeciones
adicionales tanto en los delitos que sólo pueden ser cometidos de propia
mano como en los delitos especiales. Según el concepto unitario, en este
tipo de delitos, habría que considerar autores, también, a todos los que
intervengan en la comisión del hecho con algún aporte que contribuya
causalmente a la producción del resultado —por la pura causalidad de su
cooperación—, aun cuando estas personas no realicen la conducta típica de
propia mano ni posean la calificación especial que el tipo penal exige para
los autores.

Ante la concurrencia -y no precisamente concurso- de personas ante un


mismo hecho delictivo, el concepto unitario de autor no sabe distinguir entre
autoría y participación. Aquella falta de límite entre la autoría y la
participación que nos llega a propósito del concepto unitario de autor, tiene
lugar en virtud de considerar el aporte de cada una de las personas que
concurren ante un mismo hecho como causas equivalentes sin las cuales el
resultado no hubiera acontecido. Y si todos los aportes de las personas que
concurren para la comisión del hecho, son aportes o causas equivalentes,
entonces es esta equivalencia de contribuciones la que no permite
diferenciar entre quién es autor y quién es partícipe, dado que se califica a
todos los intervinientes como si tuvieran aportaciones causalmente
equivalentes. Una de las principales causas por las cuales no tuvo éxito esta
teoría, es la superación del dogma causal

IX. SISTEMA DIFERENCIADOR


Esta corriente realiza una diferenciación entre los autores y los partícipes de
un hecho punible, lo que implica estimar distintas consecuencias jurídicas
1

para cada intervención. Conforme este sistema son dos conceptos de autor
diferenciados:

 Concepto Extensivo De Autor


También presenta los defectos del concepto unitario de autor. Extensivo
quiere decir: Los tipos de la Parte Especial abarcan toda forma de tomar
parte; la regulación de la participación en la Parte General constituye una
limitación de la responsabilidad. Según aquél, toda causación fundamenta
autoría (en algunos tipos, toda causación por determinada vía) que luego.
El fundamento dogmático de esta teoría es -coincidiendo en este punto
con el concepto unitario de autor- la idea básica de la teoría de la
equivalencia de todas las condiciones del resultado. Según la misma, es
autor todo aquel que ha contribuido a causar el resultado típico, sin
necesidad de que su contribución al hecho consista en una acción típica.
Según ella, también el inductor y el cómplice son en sí autores.
Como todas las condiciones del resultado son de igual valor, no existe
una diferencia esencial entre los distintos participantes en la producción
del resultado, por tanto, su diferente penalidad sólo se justifica dentro de
la misma escala penal. De esta manera se concluye que es autor el que
aporta una condición del resultado.
El concepto extensivo de autor hace posible, que no pueda existir ninguna
aportación causal al hecho que, por lo menos en principio, no pueda ser
aprehendida por el Derecho Penal. Los militantes del concepto extensivo
de autor realmente practican una inaceptable ampliación de los tipos,
violando el principio garantista de la ley y que, con justicia, “procedimiento
desleal y de engaño de pueblo”.
Pero si autoría y participación no pueden distinguirse objetivamente,
porque ambas son equivalentes desde un prisma causal, solamente resta
la posibilidad de buscar la distinción en un criterio subjetivo. De ahí que el
concepto extensivo de autor vaya unido a la teoría subjetiva de la
participación. Según la misma, es autor quien realiza una aportación
causal al hecho, cualquiera que sea su contenido, con voluntad de autor,
mientras que es partícipe quien al hacerlo únicamente posee voluntad de
partícipe. Autor será quien actué con ánimo de autor (animus auctoris), y
partícipe quien obre con ánimo de partícipe (animus socii).
Para determinar en qué caso el sujeto ha actuado con animus auctoris o
animus socii, los subjetivistas han recurrido a diversas fórmulas: así hay
quienes consideran que autor es quien quiere el hecho como propio, y
partícipe el que lo quiere como ajeno; otros sostienen que autor es quien
tiene interés en la producción del resultado, y partícipe, quien no lo tiene;
por último, están quienes indican que partícipe es quien somete su
voluntad ala del autor, dejando al criterio de éste decidir sobre la
consumación del delito.
La distinción entre autoría y participación ha pasado a ser así en amplia
medida, en la aplicación práctica del Derecho, de ser una cuestión del tipo
a convertirse en un problema de fijación de la pena.
1

Contra el concepto unitario de autor, y contra los demás intentos de


fundamentación sin recurrir a la accesoriedad (es decir sin imputación de
la acción ejecutiva realizada por otro) la responsabilidad del que no
ejecuta por sí mismo o mediante un instrumento hable también que todos
estos esquemas se ven obligados a definir como ilícito un comportamiento
en el ámbito previo a la exteriorización (a la realización del tipo. El
acuerdo de varias personas que, sin posterior ejecución, no tiene efectos
exteriores algunos, debería estar libre de controles en un estado de
libertades; pero si se renuncia a la accesoriedad, sólo queda la vía de
caracterizar como perturbación social el acuerdo de cometer el delito o en
favorecimiento del delito psíquica o activamente, u otro comportamiento
interno; es decir, no se respeta el principio del hecho. La situación cambia
si se reconoce la accesoriedad: el comportamiento en el ámbito previo no
constituye entonces injusto, sino que forma la comunidad que permite
imputar a todos en común el comportamiento típico ejecutivo

 Concepto Restrictivo De Autor: llamando también “teoría subjetiva


restrictiva”, propugna que “no todo el que es causa del delito es autor,
porque no todo el que interpone una condición causal del hecho realiza el
tipo”
Según este concepto, autor es, sólo, quien comete por sí mismo la acción
típica, mientras que la sola contribución a la causación del resultado
mediante acción es no típicas no puede fundamentar autoría alguna.
Desde el prisma del concepto restrictivo de autor, la previsión de
especiales formas de participación, como la inducción y la complicidad,
significa que la punibilidad se amplía a acciones que quedan fuera del
tipo, pues con arreglo al propio tipo sólo podría castigarse al que por sí
mismo mata, hurta u ofrece resistencia.
Si la realización de la acción típica ya significa objetivamente algo distinto
a su favorecimiento, se deduce por sí solo que autoría y participación
también deben distinguirse con arreglo a criterios objetivos
- Teoría objetivo - formal.
- Teoría objetivo - material.
- Teoría del dominio del hecho

X.FORMAS DE AUTORÍA

a). AUTORIA MEDIATA


Es autor mediato quien causa un resultado sirviéndose de otra persona
como medio o instrumento para realizar la ejecución. El autor no realiza
directa y personalmente el delito, se sirve de otra persona inconsciente de
la trascendencia penal que tiene su acto. El criterio que se sigue en esta
figura es que se deja de imputar el hecho al que lo ejecuta materialmente
para pasar a la persona de atrás. Este criterio es el del domino del hecho,
1

ya que quién domina la acción es el autor mediato (persona de atrás),


quien domina la voluntad de quien actúa. Quien comete el resultado lesivo
realiza una conducta humana y nunca puede ser utilizado como mero
objeto porque sino estaríamos hablando de una vis absoluta.
En relación con los supuestos de autoría mediata podemos distinguir dos:

 Por una parte puede suceder que el autor inmediato actúe sin
antijuridicidad porque:
*Puede ocurrir que el instrumento actúe de manera atípica.
*Que el autor inmediato actúe sin dolo o que en él no concurran los
elementos subjetivos del injusto.
*Por último, puede concurrir alguna causa de justificación.

 Por otra parte, puede ocurrir que el instrumento sea un inimputable


para la realización del hecho o que actúe por miedo insuperable o error
de prohibición.
Esta figura de la autoría se caracteriza porque quien realiza el hecho
utiliza a otro como instrumento, es decir, para realizar el tipo se sirve de
otra persona a quien utiliza como si fuera una máquina para realizar el
tipo. En la autoría mediata existe una relación entre el autor (mediato) y la
persona que utilizada. Al igual que la figura de la autoría supone en la
autoría mediata el control del hecho, es decir, el dominio del hecho lo tiene
la persona que utiliza a la otra.
La doctrina llama al autor mediato como el "hombre de atrás", y requiere
que en todo el proceso de la realización del hecho se presente como obra
de la voluntad rectora del hombre de atrás, es decir, que éste tenga en su
mano bajo su influjo al intermediario en el hecho. El papel fundamental, y
el que es precisamente castigado, es el que desempeña el hombre de
atrás (el autor mediato).
Autoría mediata es la que realiza quien se vale de otro que no comete
injusto, sea porque actúa sin dolo, atípicamente o justificadamente. El que
se vale del actor mediante el revolver cargado, asegurándole que contiene
balas de fogueo, indiscutiblemente que tiene en sus manos el dominio del
hecho, pues el actor "no sabe lo que hace", ya que cree que está
representando cuando en realidad está causando la muerte.

En otras palabras, tiene el dominio del hecho porque se está valiendo del
permiso legal que tiene el otro a raíz de la situación en la que él lo ha
colocado.

a.1. Límites de la autoría mediata: El principal límite de la autoría mediata


se establece cuando el autor material no haya perdido el dominio del
hecho. En el caso de los delitos especiales podemos hablar de autoría
mediata cuando el hombre de atrás es un sujeto cualificado que utiliza a
otro que no lo es como instrumento. En los delitos de propia mano nunca
puede darse.
1

a.2. Supuestos de autoría mediata:

 Cuando el autor utiliza a otra persona: Se da en los casos en que el


intermediario actúa sin libertad o sin conocimiento de la situación, de
tal manera que el hombre de atrás se aprovecha de esa falta de
libertad o de conocimiento para utilizarlo a aquél a realizar el hecho
típico.
Ejemplo: A vierte veneno en la taza de B, desconocedor de esto, B le
da de beber a C, en este caso A utiliza a B como instrumento
inconsciente; El servidor público hace que su secretaria destruya
documentos valiosos confiados a su cargo. En ambos caso se ve
claramente que el hombre de atrás tiene el dominio del hecho, y es al
único a quien se le puede imputar como propio la realización del tipo, a
pesar de que fue el autor mediato quien realizó materialmente el tipo.

 Cuando el instrumento actúa sin acción: Ejemplo: quien empuja a


otro para que caiga encima de un tercero. En este caso quien emplea
la fuerza irresistible es el autor mediato.

 Cuando el instrumento actúa sin antijuridicidad: es decir, cuando el


instrumento actúa por:
- Engaño

- Violencia

- Inidoneidad para ser autor de delito

- Falta de dolo

- Falta de elementos subjetivos del injusto

- Concurrencia de alguna causa de justificación.

Bajo estos supuestos se pueden presentar distintos ejemplos, en los


que únicamente se puede considerar al hombre de atrás como autor
mediato.
Ejemplo de engaño: A hace tocar a B un cable de alta tensión,
ocultándole esta circunstancia provocándole la muerte. En este caso B
es quien se acusa a sí mismo la muerte, lo que es un hecho que no es
típico.
Ejemplo de violencia: Quien obliga a otro a permanecer en el agua
fría, provocándole esta lesiones y finalmente la muerte.
Ejemplo de idoneidad del instrumento para ser autor: La secretaria
particular del servidor público que destruye a solicitud de éste
documentos que el mismo tiene confiados por razón de su cargo.
Ejemplo de falta de dolo, se dará en los casos en que el instrumento
actúa sin dolo, como cuando alguien introduce en el vehículo de un
tercero (quien desconoce) alguna sustancia enervante.
1

Ejemplo de ausencia de elementos subjetivos del injusto. Es el


ejemplo del criado que obedece a su amo, y toma los gansos del
vecino. En este caso el criado aunque sabe que los gansos son del
vecino, no los toma con ánimo de robárselos, sino para dárselos a su
amo. Aquí es discutible que el intermediario no sea responsable, pues
se puede sostener que en el robo es suficiente que el ánimo sea para
disponer de la cosa, y no solamente para quedarse con ella.
Ejemplo de concurrencia de una causa de justificación, sería el
caso de la persona que denuncia por hechos falsos a otra, y esta es
detenida por las autoridades. En este caso actúan justificadamente en
cumplimiento de su cargo, pero están siendo utilizadas como
instrumento por el denunciante, quien es autor mediato del delito de
detenciones ilegales..

 Cuando el Instrumento actúa sin culpabilidad: Se dan en aquellos


supuestos en el que el autor mediato se sirve para la comisión del
delito de un inimputable, o de alguien que se encuentra en una
situación de error de prohibición o de alguna causa de no exigibilidad.
Ejemplos: A emborracha a B para que en esta situación de trastorno
mental delinca. A utiliza a B menor de edad para que cause un
incendio. A utiliza a B extranjero para obtener algo que éste no sabe
que está prohibido.

a.3. Casos de Autoría Mediata


1. Caso de autoría mediata cuando el instrumento ejecutor carece
de capacidad de culpabilidad.
- En este caso la autoría del hombre de atrás se produce si éste ha
creado la situación de inimputabilidad (incapacidad de
culpabilidad del instrumento, el sujeto que embriaga a su amigo
para que éste golpee a un tercero; o si conocedor de la
incapacidad de culpabilidad de otro se sirve de su condición como
instrumento para la perpetración de hechos delictivos, el menor de
edad, que por encargo de un extraño, coloca una borraba en el
banco.
- Estos casos son discutidos por la doctrina en cuanto si quien
utiliza a un inimputable es autor mediato o inductor, ya que la
acción del ejecutor directo es típica y antijurídica, aunque no
culpable, y eso es precisamente lo que se exige para la inducción.
- La opción debe ejercerse a favor de la autoría mediata cuando el
hombre de atrás haya provocado la inimputabilidad, o el ejecutor
directo careciera de capacidad para adoptar una resolución
propia. En caso contrario, la calificación jurídica del "hombre de
atrás" es la de "inductor", porque éste se caracteriza por no
dominar el hecho mediante el dominio ele la voluntad del otro,
aunque sí hace nacer la voluntad delictiva en alguien.
1

- Generalmente la utilización de enfermos mentales, por ejemplo,


generará autoría mediata. Por el contrario, si el niño o el enfermo
mental se halla capacitado excepcionalmente para adoptar una
resolución propia concurre inducción, en especial, el ejemplo en
que el acusado utilizó a un niño de trece años para causar un
incendio. Como el joven poseía "un entendimiento no pleno pero
sí suficiente" para el hecho, debió admitirse inducción y no autoría
mediata.
- Nos inclinamos por la autoría mediata, en todo caso, nuestro
derecho positivo establece la misma pena tanto para el autor
mediato como para el inductor.
2. Caso de autoría mediata cuando el instrumento obra sin dolo
(error de tipo).
- Este es el caso más común en la autoría mediata, el autor
mediato introduce en el vehículo de un amigo una importante
cantidad de drogas, que lo desconoce, con objeto de aprovechar
el hecho de que el vehículo ha de pasarla frontera y proceder así
al tráfico ilícito, que es descubierto en el control de aduana. El
hombre de atrás domina la voluntad del ejecutor directo, faltando
el dolo en éste siempre que obre con error o ignorancia de los
elementos objetivos del tipo. En estos casos el dominio de la
voluntad se funda en el mayor conocimiento que tiene el autor
mediato de las circunstancias del tipo con respecto al
instrumento-.
- En caso que el ejecutor directo actué con culpa inconsciente, el
hombre de atrás también tendrá el dominio del hecho si conoce la
inobservancia del cuidado debido, y es el autor mediato de
homicidio quien proporciona un arma cargada a quien quiere
hacer gastar una broma con un fusil descargado. Sin embargo,
cuando ambos conocen las circunstancias en igual medida, no
hay posibilidad de dominio de la voluntad del otro (a no ser que
concurran otros factores que permitan establecerlo),. A incita a B
pruebe su habilidad; quitando un cigarrillo de la boca de C -quien
está de acuerdo en la prueba con un disparo de revólver. B acepta
con la idea de ganar la apuesta. Dispara y mata a C. Por lo menos
ha obrado con culpa y, en su caso, con dolo eventual. Pero, B, de
todos modos, ha tenido el dominio del hecho: Ano es autor
mediato.
3. Caso de autoría mediata cuando el instrumento actúa en causa
de justificación real
- Es una condición básica que en estos supuestos el instrumento
de la voluntad de otro actúe amparado por una causa de
justificación real y no sólo putativa. Este último pertenece a los
casos de error de tipo y, por tanto, será autor mediato quien lo
crea o aprovecha. Actúa en una causa de justificación real el
funcionario de policía que detiene, en perjuicio de otro', por orden
de su superior jerárquico . Es evidente que la orden de cometer
un delito no tiene que obedecerse, pero, si dicha orden viene
1

cubierta de todos los requisitos necesarios de tal forma que


genere la apariencia de que debe ser obedecida, entonces no
queda otra opción que ejecutarse. Los subordinados jerárquicos
sólo tienen reconocida una limitada capacidad de examinar la
legalidad de las órdenes que reciben, y más allá (le ese límite el
incumplimiento de la orden es delictivo. En tal sentido, el
instrumento actúa mediante obediencia debida, por tanto,
justificadamente ya que en caso
- Contrario cometería delito de desobediencia o resistencia
resultando autor mediato el superior que ordena la detención
arbitraria
- En estos casos resulta claro que quien hace actuar a otro en
causa de justificación responde como autor del delito
materialmente ejecutado por el instrumento de su voluntad que
queda impune por actuar amparado en una causa de justificación.
Es preciso reiterar, que la condición imprescindible para que esta
traslación de responsabilidad desde el ejecutor directo al "hombre
de atrás" tenga lugar, es que el ejecutor directo esté plenamente
amparado por una causa de justificación realmente concurrente .
- En los casos cuando no se dé una perfecta concurrencia de una
causa de justificación en el instrumento, por faltar algunos de los
requisitos necesarios para hacer desaparecer totalmente la
responsabilidad (eximente incompleta, la valoración es distinta. El
instrumento ejecutor directo actúa, entonces, típica, antijurídica y
culpablemente, por lo que ya no puede sostenerse que obre
subordinado al "hombre de atrás" sino, que al tener una mínima
posibilidad objetiva de dominar por sí mismo sus acción le hace
ser partícipe (cómplice o inductor), aunque con responsabilidad
atenuada.
4. Caso de autoría mediata cuando el instrumento obra
coaccionado
- Caso de la secretaria particular que, amenazada de muerte por
parte del gerente, destruye unos documentos reveladores de
fraude en la administración de las personas jurídicas.
- Se admite la autoría mediata cuando la intensidad del efecto de la
coacción que ejerce el autor mediato sobre el instrumento es
decisiva para reducir la libertad de éste hasta el extremo de
perder la posibilidad objetiva de dominar su propia acción; por el
contrario, cuando el efecto de la coacción no es decisiva
permitiendo entonces al coaccionado tener la "posibilidad de obrar
de otra manera", la acción del coaccionado será la de un
instigador. Otro caso, es el nieto que mediante amenazas de
muerte obliga a otro a disparar sobre su abuela, de la que se ha
cansado ya.
- Los efectos prácticos de la cuestión planteada se asemejan a los
del caso cuando el instrumento actúa dentro de una causa de
justificación.
1

5. Caso de autoría mediata cuando el instrumento obra mediante


error de prohibición
- Se presentan dos supuestos:

- Cuando el "hombre de atrás" se vale de un instrumento que obra


en error de prohibición invencible. Es autor mediato si crea o
aprovecha del estado de error invencible sobre la prohibición del
instrumento. Mientras este último, por carecer de una capacidad
de determinación para responder por su actuación resultaría
excluido de responsabilidad penal. Corno los efectos del error de
prohibición sólo excluyen la culpabilidad, admitiendo,
contrariamente, una actuación dolosa en el sujeto, podría
pensarse que el obrar del "hombre de atrás" es un acto de
inducción, en vez de autoría mediata. Sobre esto, al igual que en
los casos de utilización de inimputables nos inclinamos a favor de
la autoría mediata, pero sin excepciones, ya que el error
invencible del instrumento ejecutor directo concede siempre el
dominio de la voluntad al hombre de atrás que no sólo hace nacer
la voluntad delictiva en el ejecutor directo -lo que lo mantendría en
la calificación de partícipe inductor-, sino que domina el hecho
dominando la voluntad del ejecutor directo.
- Cuando el "hombre de atrás" se vale de un instrumento que obra
mediante error de prohibición vencible, se sostiene que sus actos
conforman los de un partícipe. En este caso será partícipe induc-
tor si creó el estado de error evitable, o partícipe cómplice si sólo
se aprovechó del mismo. No es autor mediato porque quien
realiza el dominio del hecho es precisamente el ejecutor directo
que es autor típico, antijurídico y culpable del hecho. Aunque, sin
duda, deberá atenuarse la pena en virtud de su culpabilidad
disminuida (vencibilidad del error de prohibición).
- Son ejemplos: A conocedor que B es deudor de C crea la idea en
éste que golpeando a B puede recuperar rápidamente su dinero.
Caso interesante es si se considera autor mediato el padre de un
escolar que presta su consentimiento al profesor para que ejerza
malos tratos sobre el menor como medida disciplinaria. conjetura
que desplazar en estos casos la responsabilidad por autoría a
quien crea o aprovecha el error (el padre) es extender el dominio
del hecho a quien no lo tiene, y negárselo, sin embargo, a quien
en realidad lo tiene (el maestro, por lo que el padre no resulta
autor mediato.
6. Casos de autoría mediata

- Cuando el instrumento obra con insuficiencia de cualificación e


insuficiencia de los elementos subjetivos del tipo
- Cuando el llamado "instrumento" realiza la acción del supuesto de
hecho careciendo de la calificación exigida por el tipo legal, a
pesar de dominar el suceso, no podría ser autor del delito, sino
solamente cómplice. Ejrn: el sujeto que sin ser juez, pero por
determinación de éste, firma una sentencia judicial para favorecer
1

a un amigo, es cómplice del delito de prevaricato, mientras es


autor mediato, propiamente el juez. En la doctrina se conocen a
quienes poseen la calificación especial como "intraneus" y
"extraneus" a quienes no la poseen.
- En principio, la cualificación especial contenida por el delito se
constituye por la violación del "deber" que se manifiesta cuando el
sujeto especial determina la voluntad típica.
- El dominio del hecho se presenta propiamente como el dominio
de la acción antes que dominio de la sola voluntad del otro. En
este orden BACIGALUPO, ha anotado que el dominio del hecho
de la infracción del deber sólo puede tenerlo el sujeto del deber y
no quien carece del deber.
- Discutible es el caso del instrumento que obra dolosamente pero
sin poseer el elemento subjetivo especial requerido por el tipo, por
ejemplo, ánimo de lucro en el hurto .
- Ejm: el sirviente que, por determinación de su amo lleva a su
corral gallinas del vecino. En este caso el sirviente domina el
hecho pero no posee el elemento subjetivo especial -"ánimo de
lucro"- que, caso contrario, sí lo tiene el amo, pero sin dominar el
hecho.
- Optamos por reconocer la autoría directa del sujeto que sustrae
las gallinas, para lo cual su amo actúa como instigador. Se
concreta el ánimo de lucro cuando el sujeto sustrae las gallinas
con la intención de incrementar el acervo patrimonial del otro,
siendo autor con mayor razón porque lo determinante para el es
apoderamiento del bien mueble.

b. AUTORÍA DIRECTA
Es autor directo "el que realiza por sí el hecho punible" vale decir, aquel
cuya acción se le va a imputar por referirse a la realización directa de los
elementos objetivos y subjetivos del tipo, es aquel que lo realiza en forma
final, en razón de su decisión volitiva. La conformación del hecho mediante
la voluntad de ejecución que dirige en forma planificada es lo que
transforma al autor en señor del hecho. Por esta razón, la voluntad final de
realización (el dolo de tipo) es el momento general del dominio sobre el
hecho. No debe confundirse "dolo" con "dominio del hecho". El dominio del
hecho es expresión de la finalidad dolosa del autor; por eso es sólo un
criterio de imputación objetiva al autor en los delitos dolosos, de allí que,
los participes, si bien actúan dolosamente, sin embargo, no alcanzan a
dominar el hecho

Hay dominio del hecho cuando un sujeto realiza personalmente la totalidad


de la conducta descripta en el tipo. El caso en que un sujeto llene
objetivamente y subjetivamente los requerimientos de la conducta típica en
forma personal y directa, tiene en sus manos el curso del devenir central
del hecho. Puede suceder que también lo haga valiéndose de alguien que
1

no realiza conducta, como cuando el que empuja a otro sobre una vidriera
lo hace para cometer el delito de daños contra el comerciante a quien odia.
En este caso, puesto que el empujado actúa como una masa mecánica, lo
mismo da que haya sido su cuerpo o una piedra, de manera que el que
actúa valiéndose de alguien que no realiza conducta también es autor
directo, porque realiza directamente la conducta típica.
b.1. Circunstancias especiales
Estas circunstancias no niegan, ni desplazan el criterio del dominio del
hecho, sino, únicamente lo complementan a nivel típico. La autoría de
los delitos especiales.- Reciben el nombre de delitos especiales, o de
delitos propios, aquellos, que solamente pueden ser cometidos por una
determinada categoría de personas que el tipo indica.
En tales casos se produce una limitación de la esfera de autores; por
ejemplo: funcionarios, jueces, depositarios, eclesiásticos, etc.,
Sobrevendrá el título de la imputación (autor en sentido estricto) en el
sujeto que practique finalmente el supuesto de hecho de la norma con
la calificación objetiva especial. Esto quiere decir que el solo dominio
del hecho no basta, siendo necesario que el autor reúna además todas
las condiciones exigidas por el tipo.

 La autoría en los delitos cuyo tipo exige un especial elemento


subjetivo (distinto al dolo). El autor deberá realizar un dominio
sobre el hecho más el elemento subjetivo especial.

 La autoría en los delitos de propia mano Es autor sólo si el sujeto


cumple personalmente la acción, Desde esta perspectiva, no es
suficiente la mera intervención en la ejecución del delito. Lo
importante es tener el dominio sobre la realización del mismo, que,
en determinadas circunstancias, además se exigen ciertas
calidades: posición del deber en los delitos especiales, testimonio en
la representación o el actuar por otro, el contador que elabora los
balances que van a perjudicar a los acreedores, ciertamente toma
parte en la ejecución del hecho defraudatorio, pero no es autor, pues
carece de la representación de la empresa, en suma, además el ser
autor ejecutivo, se necesita las cualidades inherentes a la autoría.

c. AUTORÍA Y COAUTORÍA
- Puede ser que en un delito concurran varios autores. Si los varios
autores concurren en forma que cada uno de ellos realiza la totalidad de
la conducta típica, como si cinco personas descargan puñetazos contra
una sexta causándole todas lesiones, habrá una co-autoría que no
admite dudas, pues cada uno tiene el dominio del hecho en cuanto al
delito de lesiones que le es propio. Pero también puede acontecer que
los hechos no se desarrollen de esta manera, sino que haya una división
de la tarea.

- La explicación para estos casos se da por el llamado "dominio


funcional del hecho", es decir, cuando el aporte al hecho que cada uno
1

hace es de naturaleza tal que, sin ese aporte el hecho no podría haberse
realizado.

- El chofer del automóvil será co-autor cuando se trate de un robo en que


se opera por sorpresa y es menester desaparecer antes de que la gente
reaccione.

- En cambio, el chofer será un mero partícipe si solo acude por comodidad


de los autores o del autor, si se limita a facilitarles la empresa delictiva
que bien podía desarrollarse sin su cooperación.

- En la co-autoría, cada uno de los co-autores debe reunir los requisitos


típicos exigidos para ser autor.

d. AUTORÍA DOLOSA
- Precisión de la diferente base conceptual.
- La autoría dolosa se basa en el dominio del hecho, la culposa lo hace
en la causación del resultado.

e. AUTORÍA CULPOSA
- La autoría culposa se basa exclusivamente en la causación:
recordemos que autor culposo es el que causa un resultado
(determinado por la violación de un deber de cuidado) no pudiéndose
hablar allí de dominio del hecho

- El autor culposo es básicamente el causante y el autor doloso es el que


tiene el dominio del hecho.
Consecuencias de la diferencia. La diferente fundamentación que tiene
la autoría dolosa (en el dominio del hecho) y la culposa (en la
causación del resultado) tienen consecuencias muy diferentes con
respecto a la participación: la participación sólo es concebible en la
autoría dolosa.

f. COAUTORÍA

Son autores quienes realizan el hecho conjunto. Podemos definir la


coautoría como la realización conjunta de un delito por varias personas que
colaboran consciente y voluntariamente. Los coautores son además de los
que ejecutan en sentido formal los elementos del tipo, los que aportan una
parte esencial de la realización del plan durante la fase ejecutiva. A
diferencia de la conspiración, en la coautoría el coautor interviene en la
ejecución del hecho delictivo. En la coautoría se aplica el principio de
imputación recíproca de las aportaciones ajenas del delito. Este principio
implica que los hechos realizados por cada coautor son imputables al resto,
de esta manera se considera a cada uno de los coautores como autor de la
totalidad.
1

La Coautoría se trata de la ejecución de un delito cometido conjuntamente


por varias personas que participan voluntaria y conscientemente de
acuerdo a una división de funciones de índole necesaria. Los coautores
deben observar los elementos siguientes.
- Ejecución del hecho común.

- Aportación esencial o necesaria.

- Común acuerdo.

La coautoría, no precisa de un reconocimiento legal expreso, pues,. Sin


embargo, no podemos negar la importancia de la fórmula, pues nos señala
el momento que va desde el comienzo de la ejecución hasta la
consumación, momento en el que prestar una colaboración sin la cual el
hecho no se habría podido cometer, implica un aporte que revela el co-
dominio del hecho.
En los llamados delitos "mano propia no es posible la coautoría, por cuando
en caso de existir dos agentes, ambos delinquen por igual.
Entonces, el coautor participa del delito interviniendo en igualdad de
condiciones al de otros sujetos, precisamente por la división de funciones.
Cuando no exista la intención común (le cometer el delito, pero existiendo
(los o más agentes, estaríamos frente a la llamada autoría concomitante.
Ejemplo: Juan y Pedro, ignorando cada uno la intención y situación del
otro, disparan al mismo tiempo sobre la víctima, quien muere. Debe
observarse minuciosamente, en este caso, el momento alcanzado en el
proceso ejecutivo. Si los dos disparan simultáneamente, será autoría
concomitante; si Juan lo alcanzó primero, responderá por el delito
consumado, y Pedro por tenta6va. Pero si Pedro disparó ya estando
muerta la víctima, entonces, estaremos ante un delito imposible por
inidoneidad del objeto.
Una hipótesis de coautoría requiere la presencia de dos condiciones:

 Los elementos subjetivos se basan en el acuerdo de voluntades que


convierte en partes de un plan global unitario las distintas aportaciones,
que se vinculan recíprocamente. Los requisitos son:
- El hecho que se realice conjuntamente ha de ser típico.

- Debe de estar prevista la colaboración entre los coautores para


alcanzar la finalidad.
- El hecho debe de ser recíproco.

El acuerdo puede ser previo, simultáneo, expreso o tácito. No puede


ser presunto. Cabe la coautoría adhesiva que es cuando el acuerdo
surge durante la ejecución. También cabe la coautoría sucesiva, que se
produce cuando alguien suma su comportamiento al ya realizado por
otro, a fin de lograr la conclusión de un delito cuyos actos ejecutivos ya
habían sido realizados parcialmente por éste. Hay un dolo común que
abarca el conocimiento y voluntad de realizar el tipo conjuntamente.
1

Subjetivamente coautor es el autor que tiene el poder y dominio de la


realización del hecho, pero conjuntamente con otros autores, con
quienes se ha establecido un acuerdo de voluntades. Asimismo, se
opera una distribución de funciones. Cada autores responsable por el
acuerdo común y, por tanto, responde por lo que salga del plan común

 El elemento objetivo está basado en el condominio funcional del


hecho que se subsume en la conducta típica. Asimismo, la conducta
del coautor se plasma en la última fase del iter criminis, es decir, en la
parte inmediatamente anterior a la consumación del delito. Muñoz
Conde diferencia entre coautoría ejecutiva y no ejecutiva. La ejecutiva
se divide en directa, en la cual realizan los actos ejecutivos todos los
coautores; y coautoría ejecutiva parcial en la que se reparten las tareas
ejecutivas.
Cabe precisar que es posible que en el momento de la ejecución del
hecho delictivo no estén todos los coautores presentes porque se ha
producido un reparto de papeles.
Es destacable comentar que el dominio del hecho lo tienen todos los
coautores. Y que el simple acuerdo de voluntades no basta, ya que se
debe de contribuir de alguna manera a la producción del hecho
delictivo.
Por último, hay que señalar que cada coautor solo responde del hecho
que previamente han acordado producir y no de lo que no hayan
consentido todos previamente.
En cuanto a la condición objetiva, es necesario que la ejecución del
hecho se realice conjuntamente, estructurándose en un todo. Los
coautores deben realizar los actos ejecutivos que le correspondan
funcionalmente. No interesa la distancia, ni tampoco la simultaneidad

f.1. Planteamiento General


Son coautores los que realizan conjuntamente y de mutuo acuerdo un
hecho. Se define a la coautoría como aquella figura en que diversas
personas toman parte en la ejecución del hecho. Normalmente los
Códigos Penales no dan una definición de la coautoría, esto es porque
desde el punto de vista de la técnica legislativa resulta innecesario, ya
que ésta figura se encuentra implícita en la noción que se tenga de
autor.
Se considera a los coautores como autores en virtud de cometen el
hecho típico entre todos. Ninguno realiza por sí solo completamente el
hecho, y a ninguno se le puede considerar partícipe sino que la
comisión del delito es repartida entre todos. En contra del principio de
la accesoriedad que rige para la participación, en la coautoría rige el
principio de imputación recíproca de las distintas contribuciones. Se
trata de un principio extensivo de la imputación, el cual señala que todo
lo que haga cada uno de los coautores, es imputable extensiblemente a
todos los demás.
1

El coautor responde como autor por todo el delito, al igual que el


cómplice responde como cómplice por todo el delito. De esta forma se
considera a cada autor como autor de la totalidad. En otras palabras,
este principio de la división del trabajo lo que hace es justificar porqué
se es coautor o cómplice del delito total.
En respecto a esta "decisión conjunta" de la división del trabajo, donde
surgen los problemas para distinguir la coautoría de la complicidad y de
la cooperación. Surgen para ello diversas teorías que intentan precisar
las diferencias:
1. Hay quien señala que lo importante es el distinguir si la división de
tareas acordada importa o no subordinación de unos respecto de
otros. Esta teoría atiende a la teoría subjetiva, si la voluntad de
quien contribuye queda sometida al influjo de uno de los autores
respecto a la decisión de la comisión del delito, éste no será
considerado co-autor, sino solamente partícipe. Para que haya
coautoría es necesario que no haya subordinación de la voluntad.
2. Si los contribuyentes realizan un aporte sin el cual el hecho no
hubiera podido cometerse, y esta contribución se hace previamente
a la ejecución del hecho, es decir, durante la preparación serán
cooperadores necesarios.
3. Si la contribución que realiza no se considera como una aportación
sin la cual no se hubiese cometido el hecho, entonces serán
considerados meramente cómplices simples.

XI. TEORÍAS SOBRE EL CONCEPTO DE AUTOR

1. Teoría unitaria del concepto de autor


Esta teoría surgió de los mismos postulados de la teoría de la
equivalencia de las condiciones para determinar la causalidad. Según
el criterio causa lista, todas las personas que intervienen en el hecho
son responsables. Según este criterio, para la teoría unitaria no hay
razón para distinguir entre autores y partícipes, pues es autor todo
aquel que contribuye causalmente a la realización del hecho típico. Si
toda condición del hecho, es causante del mismo, todo aquel que
contribuya, deberá considerarse como causa del mismo, y por lo tanto
autor del mismo. Se considerará autor a todo aquel que haya
intervenido en el hecho, no importando el grado de su aportación.
Los elementos del tipo objetivo son: la conducta, el objeto de la
acción, el bien jurídico, el resultado (en los delitos de resultado) y los
sujetos (activo y pasivo). Los autores y partícipes corresponderían a los
sujetos activos.
Mucho se ha criticado el concepto unitario de autor, siendo que la
crítica principal se centra en que no es posible determinar las
diferencias de las graduaciones de la pena entre los autores y los
1

partícipes, pues al ser la intervención de todo equivalente, no cabe


establecer diferencia alguna, y esto conduce a una ilimitada ampliación
de la punibilidad. Además se pierde lo injusto específico de la acción de
cada tipo.

2. Teoría extensiva del concepto de autor. (Teoría subjetiva). Esta


teoría parte al igual que la anterior, de la teoría de la equivalencia de
las condiciones, pues entiende que todos los sujetos que contribuyen a
la realización del hecho son por igual autores, y por lo tanto debe ser
responsable del mismo. Sin embargo, reconoce que se debe de
distinguir los grados de la contribución a la realización del hecho, pues
de lo contrario a todos habría que sancionar con la misma pena, es
decir, como autores. Para distinguir los grados de contribución a la
realización del hecho, esta teoría distingue a los autores y partícipes de
acuerdo a un plano subjetivo, pues desde un plano meramente
objetivo-causal como lo hace la teoría de la equivalencia de las
condiciones, no es posible diferenciar el grado de contribución por los
distintos contribuyentes, pues todas las condiciones para esta teoría
son equivalentes. Se le conoce a esta teoría como teoría subjetiva de
la participación. .

 Los elementos subjetivos son: el ánimo con el que el autor y el


partícipe hayan obrado: de esta forma, será autor aquel que haya
obrado con ánimo de autor "animus auctoris", y será partícipe quien
haya obrado con ánimo de partícipe "animus socii". La aportación de
la contribución del autor tendrá una voluntad de autor, querrá el
hecho como propio, en cambio la del partícipe será una voluntad de
partícipe querrá el hecho como ajeno.

 El Animus Auctoris: se ha intentado caracterizar mediante dos


fórmulas diversas:

- Mediante la teoría del dolo, que afirma que todo depende de si el


partícipe ha subordinado su voluntad a la del autor y si ha dejado
a este decidir sobre la ejecución del hecho.

- La teoría del interés según la cual el animus auctoris coincide con


el sujeto que tiene un interés en la causación del hecho. Según
esta teoría
Para distinguir entre autor y partícipe, señala que se debe precisar la
contribución al hecho. Dependiendo de la forma de intervención y de
la importancia al hecho delictivo, habrá autoría o participación.

Esta teoría postula dos criterios para determinar la importancia de la


contribución y de esta forma para determinar si se imputa el hecho
cometido como autor o como partícipe:

3. Teoría restrictiva del concepto de autor. (teoría objetiva). Esta teoría


abandona totalmente la teoría de la equivalencia de las condiciones
1

como fundamento de la autoría y de la participación. No todo el que es


causa del delito es autor, porque no todo el que interviene con una
condición causal realiza el hecho típico. Para esta teoría, causación no
es igual a realización del delito, sino que es necesario algo más.
Señala esta dirección que solamente se podrá considerar como autor a
quien cometa por sí mismo la acción típica, se le conoce como teoría
restrictiva porque restringe la acción a la realización de la conducta
típica. Si la sola contribución a la causación del resultado no es típica,
no podrá considerarse como autor.

Sin embargo tampoco resuelve los casos de la autoría mediata, figura


en que lo decisivo es si el autor mediato sabe o no que está realizando
el hecho típico.

 El criterio objetivo formal; para ésta teoría lo importante es la


realización de los actos ejecutivos que se encuentran previstos en el
tipo penal. Atiende literalmente a las descripciones de la acción
hecha por el tipo. Para él será autor todo aquel que cometa por sí
mismo la acción típica. Si la acción realizada no es típica, no se
podrá fundamentar la autoría. Ahora bien, será partícipe quien aporte
cualquier otra contribución causal del hecho.
Esta teoría sirvió para construir un concepto restrictivo de autoría,
concepto que distingue entre quién es autor y quién es partícipe;
para ello, hubo de allegarse, primeramente, al principio de legalidad,
en el sentido de que, por disposición constitucional, todo
comportamiento debe coincidir con la acción descrita en el tipo; de
ahí que será autor la persona que realice la conducta subsumible en
el tipo de la parte especial; en cambio, se considerará partícipe, el
sujeto que realice alguna aportación en el hecho que no pueda
subsumirse al tipo de la parte especial.

Las críticas que se le formulan a esta teoría, es que no es posible


diferenciar en los delitos de resultado entre la contribución y la
realización del tipo, pues ya sea el realizar o contribuir auxiliando a
causar el resultado, en ambos casos se podrá considerar autores.
Ejemplo. A ayuda sujetando a B a matar a C. A será co-autor y no
partícipe, puesto que contribuye a lograr la muerte de C.; otro
ejemplo: A se sube en los hombros de B para alcanzar la fruta del
árbol. En este caso B no realiza ninguna conducta típica, y sin
embargo le podría considerar co- autor; también fracasa en los
casos de la autoría mediata, pues quien utiliza a otro puede no
realizar ninguna conducta típica.

 El criterio objetivo-material: Quiso salvar los obstáculos de la


teoría objetivo-formal, siguiendo los mismos presupuestos,
señalando que sería autor quien aportase en el hecho la contribución
objetiva más importante, desde el punto de vista de la peligrosidad
objetiva
1

La teoría objetivo-material que más sobresale, es la teoría del


dominio del hecho. Esta teoría alcanza aplicaciones válidas incluso
frente a la cuestión de determinar los casos de autoría y
participación en los delitos cometidos por personas jurídico-
colectivas; lo cual quiere decir que, tratándose de especificar quién
es autor y quién es partícipe, en los casos en que concurren
personas físicas, la teoría del dominio del hecho es sobradamente
minuciosa.

4. La Teoría Del Dominio Del Hecho. No resultan apropiadas, para dar


un concepto de autor que sirva para diferenciarlo del concepto de
partícipe, tomar teorías puramente objetivas ni subjetivas, sino que es
necesario buscar una síntesis de ambas para lograr una correcta
delimitación de la autoría y participación. Esta ha sido la meta de la
teoría del dominio del hecho, la que cada día se va imponiendo en la
dogmática y en la jurisprudencia penal.

La teoría del dominio del hecho pertenece a la clase de posturas que


distinguen entre autoría y participación, y en este sentido la teoría del
dominio del hecho puede ser calificada como una teoría restrictiva;
pero además, la teoría del dominio del hecho es una teoría objetivo-
material, pues ella trata de localizar los elementos objetivo-materiales
de dominio (funcional) del hecho, conforme a los cuales pueda
acreditar la autoría o la participación de alguna persona concurrente en
la comisión de algún ilícito. De conformidad con la teoría del dominio
del hecho, es autor el sujeto que tenga el control directo sobre el
acaecimiento del ilícito; es coautor la persona que posea el dominio
funcional del hecho; y es autor mediato el que, teniendo el dominio de
la voluntad de otro sujeto, ocupe a este último como instrumento para
la comisión de un delito.

Por otra parte, la persona que no obstante de concurrir en la


realización del hecho, es ajena tanto al control de la acción causante
del resultado, así como al dominio funcional del mismo, y que ni
siquiera -en un momento dado- tiene el dominio sobre la voluntad de
quien o quienes lo causaron, es considerada partícipe, en tanto que su
aporte fue concurrente para el alcance del delito; en menos palabras, el
sujeto que habiendo concurrido a la realización del hecho no lo hizo
con algún tipo de dominio funcional.

Parte esta teoría de que es necesario tomar en cuenta tanto la voluntad


de quien actúa, (el ánimo que lo impulsa a realizar la acción, propio o
ajeno), como el tomar en cuenta la importancia material de la parte que
cada interviniente asume en el hecho. Solamente será autor quien
contribuya a dominar el curso del hecho.
Esta teoría surgió del finalismo en cuanto a que en los delitos dolosos
es autor quien domina finalmente la ejecución del hecho. Lo decisivo
para ser considerado autor es el control final del hecho.
De este modo, será autor quien tenga alguna o todas de las siguientes
características,:
1

- Quien ejecuta por su propia mano todos los elementos del tipo.

- Quien ejecuta el hecho utilizando a otro como instrumento. Es


decir, quien tiene dominio final del hecho, y este dominio lo tiene
quien concretamente dirige la totalidad del suceso.
- Quien realiza una parte necesaria de la ejecución del plan global,
aunque no sea un acto típico en sentido estricto, pero participando
de la común resolución delictiva. Esta es la llamada figura de la Co-
autoria.
- En los delitos especiales, en que el tipo sólo puede ser realizado
como autor por quien tiene una determinada calificación objetiva,
como sucede en los delitos de los servidores públicos. En estos
casos, el sólo dominio del hecho no puede ser suficiente para
caracterizar al autor.
Es necesario referirse a lo que la doctrina ha entendido por dominio del
hecho, pues hay quienes señalan que carece de un contenido preciso
que sirva para resolver nítidamente la cuestión de la delimitación entre
autoría y participación. Se dice que por dominio del hecho debe
entenderse que en el sujeto a quien se le considera autor, debe tener el
poder de interrumpir la realización del tipo. En este sentido por ejemplo
el ejecutor material tiene el dominio del hecho, y es autor porque
dependen de él que culmine la ejecución del hecho, pues con esta idea
del dominio del hecho, no queda totalmente clara la diferencia del autor
mediato con el inductor, cuando en ellos se da ese poder de interrumpir
la realización del tipo.
La teoría del dominio del hecho no permite resolver todos los
problemas de la distinción entre autor y partícipe, si bien es cierto
permite distinguir entre el dominio de la acción, que es el dominio sobre
la realización de la acción típica; el dominio sobre la voluntad, que es
propiamente la llamada autoría mediata; y sobre el dominio funcional
del hecho, que está basado en la división del trabajo, que es
propiamente la llamada coautoría.
Esta teoría del dominio del hecho sólo es aplicable para los delitos
dolosos, puesto que en los imprudentes falta el control sobre el
resultado.

5. Teoría Del Dolo: Esta teoría hace depender de los intervinientes las
calidades de autoría y participación; en otras palabras, dependerá del
dolo del sujeto actuante para decidir si estamos en presencia de un
autor o de un partícipe. Desde luego, una teoría subjetiva como la que
se expone, no puede ser aplicada en la práctica, pues, a decir verdad,
muy poco nos debe interesar si una persona quería ser autor de un
delito, o simplemente tenía el propósito de cooperar en el mismo
-realizando buena parte de los hechos delictivos-, y en atención a ese
mero dicho atribuirle responsabilidad corno autor o partícipe. La
responsabilidad penal no puede estar sujeta a la libre interpretación del
interviniente.
1

6. Teoría Del Interés Esta teoría sostiene que es autor quien tiene un
interés propio en que el hecho delictivo se produzca, mientras que es
partícipe aquel sujeto que interviene en los hechos delictivos sin un
interés propio, es decir, a favor de un interés ajeno. La teoría del
interés, al igual que la teoría del dolo, son teorías subjetivas, que no
pueden ser aceptadas, pues al depender de lo subjetivo no son
demostrables en un proceso penal.

XII. AUTORES Y COAUTORES

1. AUTOR: En general los delitos son llevados a cabo en una sola


persona, pero también es frecuente que en los hechos de ejecución
tomen parte diferentes personas, en calidad de autores, ya sea
realizando en forma conjunta y simultanea el tipo penal o
distribuyéndose entre ellos las tareas que imponen la realización total
del tipo.

Teoría del autor mediato: esta teoría fue construida por los autores
alemanes. Soler define el autor mediato como "el que ejecuta la acción
por medio de otro sujeto que no es culpable o no es imputable, por ese
autor".
Nuestra ley equipara al instigado con el autor y adopta una
accesoriedad limitada ya que basta con que el accionar del autor haya
sido antijurídico, sin necesidad también de que sea culpable. Porque se
puede ser instigador de un inimputable o de un ininculpable y sin
embargo ser responsable.
Por consiguiente Cabral considera que la figura de autor mediato, es
una institución propia de otras legislaciones y que no tiene cabida en la
nuestra. Y siguiendo al mismo Soler que dice "frente a nuestra ley, la
cuestión tiene mas bien un interés teórico dada la equiparación entre el
autor y el instigador".
Nuestra ley prevé y define con claridad y amplitud la situación de las
diversas personas que pueden participar en un delito, por eso parece
innecesario hablar de autor mediato, sino que solo se habla de "autor"
a secas.

La Participación en sentido estricto: La participación es de


naturaleza accesoria, de un modo general se dice que hay participación
cuando varias personas intervienen en la realización de un mismo
delito.
1

Pero en un sentido más estricto la participación solo comprende dos


formas: 1) La Instigación y 2) La Complicidad, y ambas son accesoria
por naturaleza. Esto quiere decir que la responsabilidad del instigador o
del cómplice depende de la del autor porque solo existirá la
responsabilidad si alguien ha ejecutado o ha comenzado a ejecutar la
acción descripta en el tipo penal. Como la accesoriedad es limitada
puede existir participación sin culpabilidad del autor.
“En la participación lo principal es la autoría” y lo accesorio la
complicidad y la instigación que como lo principal sigue a lo accesorio,
el que instiga sin éxito queda impune, tampoco es punible el que
intenta colaborar o ayudar a la comisión de un delito que ni siquiera
comenzó a ejecutarse.
Por consiguiente puede existir participación en la tentativa pero no
tentativa de participación. La participación es por naturaleza accesoria
de la autoría.

XIII. CLASES DE DOMINIOS

1. Dominio de la acción (autoría directa).


En el entendido de que es autor directo sólo quien tiene el dominio de
la acción típica, cabe argumentar que la autoría directa es siempre
unipersonal y material - según creemos nosotros-, dado que el sujeto
que tiene el dominio del hecho en virtud del dominio, es porque, afirma,
no es cierto que el injusto propio sólo pueda ser injusto realizado de
propia mano", sino que, concluye: "algo es propio cuando exista alguna
razón para imputar lo sucedido". acción, será evaluado como autor
principal que (de propia mano), materializó el hecho antijurídico, con los
medios comisivos que al efecto fueran suficientes.

2. Dominio de la voluntad (autoría mediata)


Quien para cometer un delito tiene el dominio sobre la voluntad de
alguien, llevándose acabo tal ilícito, aquel que tuvo el dominio sobre la
voluntad del otro es apreciado como autor mediato, atendiendo a que
ocupó al otro para la comisión de hecho prohibido. La autoría mediata,
en tratándose de aparatos organizados de poder o de delincuencia
organizada por ejemplo, adquiere particularidades muy concretas, pues
al decir de la doctrina, el instrumento del que se vale el hombre de
atrás es el sistema mismo que maneja discrecionalmente, sistema que
está integrado por hombres fungibles. De esta suerte se corrobora que
el dominio de la voluntad dentro de aparatos organizados de poder, no
es particularmente la voluntad de un sujeto, sino que el dominio se
tiene sobre una voluntad indeterminada, pues cualquiera que fuera el
ejecutor, el hecho igualmente acontecería.

3. Dominio funcional del hecho (coautoría).


Las personas que concurren para la realización de un injusto penal,
acordando previamente la comisión del mismo, y aportando los
1

comportamientos individualmente necesarios para la ejecución del


ilícito, son personas sobre las que se subdivide en partes iguales el
control o dominio del hecho causante del resultado delictivo.

Tal como se tiene oportunidad de observar, el dominio funcional del


hecho que sustenta la Coautoría de las personas concurrentes en un
mismo delito, requiere de los intervinientes delictivos un acuerdo
previo, así como un aporte al que nosotros hemos querido denominar
"individualmente necesario" para lograr la comisión del delito de que se
trate; de tal forma si se diera el supuesto en que dos o más personas
acordaran previamente la materialización de un injusto, teniendo para
ello el mismo fin delictivo, pero, que si la división de tareas no fuera lo
suficientemente equitativa en importancia, y sólo una de las personas
tuviere el dominio material de la acción prohibida, entonces, en ese
caso, no se estará en el campo de la coautoría, en el que se pueda
afirmar válidamente que todos los intervinientes comparten en iguales
proporciones el dominio del hecho.

XIV. ALGUNOS AUTORES DICEN

Dr. Raúl González-Salas Campos 1994 ii- El tema de la autoría y


participación, es uno de los más polémicos que existen en la Ciencia
del Derecho Penal, pues sus delimitaciones no han quedado
plenamente delimitadas para la mayoría de la doctrina, y ha causado
por ello grandes dificultades para la jurisprudencia y para la ciencia. De
ahí que desde 1910 la frase histórica que señala que la teoría de la
participación es el capítulo más oscuro y confuso de la Ciencia
Derecho Penal
La ciencia del Derecho Penal, ha partido de la distinción de que el autor
realiza un rol distinto al del participe; que el rol del autor es un "rol
principal", y en cambio, el del partícipe uno "accesorio"; el autor es
quien realiza la conducta típica, y en cambio el participe solamente
presta ayuda a que se realice dicha conducta típica. Sobre las
diferencias entre el rol del autor y el del partícipe se ha centrado la
mayor parte de las discusiones dogmáticas de la teoría de la autoría y
de la participación
Welzel- iiiquien definió al autor en frase que se ha hecho famosa,
decía: "Autor es todo aquel que ejecuta la acción: el anónimo; él quien
de la acción de los tipos legales". Welzel aludió a hablar de tipos de
autor, ya que al autor es a quien se le puede atribuir (imputar) los
hechos (el injusto) como suyos. El autor es quien realiza los tipos de la
Parte Especial del Código Penal
Roxin, Claus. en Política Criminal y Sistema del Derecho Penal,
señala en la teoría jurídico penal de la participación, el desarrollo de la
jurisprudencia ha conducido a que la delimitación entre autoría y
1

participación sea llevado a cabo arbitrariamente sin un orientación en


las categorías sistemáticas.
Jescheck, señala que la distinción entre autoría y participación se ha
dejado en la aplicación práctica del Derecho al buen criterio del juez del
hecho.
Welzel, Hans. "El injusto es un injusto personal, es decir, le es esencial
la relación el autor. Así como el autor contribuye a acuñar el injusto, así
pertenece también a la teoría del injusto, como éste llega a ser autor.
La teoría del autor tiene por objeto establecer el centro personal de
acción del injusto"

XV. TEORÍAS NEGATIVAS

1. La Teoría De La Asociación Criminal


Dentro del carácter unitario del concurso de delincuentes ("societas
sceleris") rechaza la distinción entre las aportaciones principales y
accesorias. Si las distintas acciones de los concurrentes no pueden
contemplarse aisladamente en cuanto no son sino parte de una
operación única; si tales acciones no pertenecen sólo a los que
inmediatamente las han realizado sino a todos y cada uno de ellos,
debe deducirse que no sólo el que ejecuta la acción que parece
principal, sino todo "socius sceleris”, es autor del delito.
Un Derecho penal de hecho apunta a que cada sujeto responda por lo
que hace y realmente contribuye. Una cooperación diluida en todo el
grupo no permite una exacta valoración del injusto personal.

2. La Doctrina Del Acuerdo Previo


Entiende esta teoría que solamente el previo concierto de los
participantes convierten a todos en autores, sin interesar el quantum de
la aportación. La doctrina del acuerdo previo representa un
posicionamiento ilegal e incluso, inconstitucional, pues dogmática y
objetivamente importa más la realización del hecho que el acuerdo
antelado.

3. Teorías Positivas
Dentro (le las teorías que admiten la existencia de una diferencia real
entre autores y participes se dividen, según la distinción del injusto, la
culpabilidad, o la mixtura de ambos -obteniéndose, así, un concepto
restringido de autor-, en objetivas, subjetivas y mixtas.
1

4. Teorías Subjetivas
Parte de aceptar la equivalencia de las condiciones en el plano
meramente causasivo. La teoría subjetiva sólo atiende a la intención
del sujeto, a su ánimo. Autor será quien actué con ánimo de autor
(ánimus auctoris), y partícipe quien obre con ánimo de participe
(ánimas socii). Para determinar en qué caso el sujeto ha actuado con
animus auctoris o animus socii los subjetivistas han recurrido a
diversas fórmulas: así, hay quienes consideran que autor es quien
quiere el hecho como propio, y partícipe, el que lo quiere como ajeno;
otros sostienen que autores quien tiene interés en la producción del
resultado, y participe, quien no lo tiene; por último, están quienes
indican que partícipe es quien somete su voluntad a la del autor,
dejando al criterio de éste decidir sobre la consumación del delito.
Esta teoría también encierra inconvenientes político criminales, por
ejemplo, los tribunales alemanes castigaron como meros partícipes a
sujetos que habían realizado por sí mismos todos los elementos del
tipo, mientras que consideraron autores a quienes no habían tenido
intervención material en el hecho,
El hecho de penar como cómplice a quien verdaderamente es autor
extiende el concepto de autor hasta un punto que afecta la función de
garantía de la ley penal. Además, al relevarse la actitud interna de los
intervinientes como criterio diferenciador entre autoría y participación
conduciría a entender este problema equivocadamente fuera del tipo,
como una problemática de culpabilidad.

5. Teorías Mixtas
Se destacan por la importancia que confiere al aspecto objetivo o al
aspecto subjetivo: subjetivo-objetivas y objetivo-subjetivas. Para la
teoría subjetivo-objetiva, autor es el que actúa con voluntad autorial. En
cambio la teoría objetivo-subjetiva indica que autor es el que ejecuta
potencial o totalmente el tipo legal.

6. Teorías Objetivas
Las teorías objetivas distinguen la diversa contribución al injusto y se
dividen en objetivo-materiales y en objetivo-formales.
Las teorías objetivo-formales, parten de la descripción típica para
distinguir al autor del participe. Autor viene a ser aquél cuyo
comportamiento puede ser apreciado como clara verificación del tipo.
Lo importante es la realización de todos o parte de los actos ejecutivos
establecidos expresamente en el tipo legal.
Esta teoría es fascinante, pero, no supera importantes dificultades:
1

No distingue entre autoría y la mera causación, extendiendo


peligrosamente el concepto de autor, quien dispara y el que presta la
pistola resultarían autores de homicidio, pues ambos contribuyen a la
realización de la descripción típica.
No resuelve el fenómeno de la autoría mediata.
En la coautoría, cuando alguno de los intervinientes no llega a realizar
ningún acto típico. En resumen, opina el mismo autor, la teoría
objetivo-formal. resulta ilimitada en los delitos meramente resultativos y
excesivamente limitada, en cambio, en los delitos de medios
determinados.
Las teorías objetivo-materiales.- Se sustentan en las distintas
concepciones singularizadas de la causalidad, propugnando, ge-
neralmente, que es autor el que coloca una causa de la producción del
resultado, en tanto, es participe el que pone únicamente una condición.
En esta perspectiva se buscó establecer que el autor es la causa,
mientras que el cómplice es la condición del resultado típico. Pero se
ha establecido que una distinción precisa entre "causa" y "condición" no
es factible de ejecutar en el mero terreno objetivo de la causalidad.
Además, se connota que las diversas postulaciones de la teoría
materia-objetiva (que distinguen en causa condición, causa adecuada-
causa inadecuada, causa necesaria-causa innecesaria, causa positiva,
etc) han sido desechadas porque la distinción limitativa de la
causalidad en el plano pretípico ha fracasado.
La teoría del dominio del hecho. La teoría del dominio del hecho es
la posición prevalente, en particular dentro de la doctrina alemana de
estos días. Su origen pertenece a quien indicó que el autor en los
delitos dolosos es quien domina finalmente la realización del hecho.
Por su parte CEREZO MIR afirma que quien tenga el dominio del
hecho será autor, aunque no realice un elemento del tipo (autor
mediato, o coautor), si el código estuviese inspirado en una concepción
personal del injusto.

XVI. LA TEORIA DEL DOMINIO DEL HECHO


La Teoría del dominio del hecho distingue tres tipos de autoría que
corresponden a tres situaciones diferentes:
1. Autoría Directa Unipersonal
2. Autoría Mediata
3. Coautora

 Autoría Directa: El autor principal o directo es el sujeto que domina la


acción, realizando personalmente el comportamiento descrito en el
tipo.
1

En los delitos comunes el autor principal será "el que " o "quien", en
cuanto tengan dominio del hecho, manifestado en el dominio de la
acción.
En los delitos especiales, donde se limita el numero de autores
exigiendo cualidades especiales en los tipos, solo podrá ser autor
principal el sujeto que pertenezca al círculo definido por el tipo penal, y
además tenga el dominio de la acción. Al no existir otros sujetos que
intervengan simplemente habrá que comprobar si la acción que domina
este sujeto es conforme con el tipo penal correspondiente.

 Autoría Mediata: Es autor mediato quien no realiza el hecho


directamente y personalmente, sino que se vale de una tercera
persona, quien actúa como instrumento, y que es quien realiza el
delito.
La autoría mediata se basa en el "dominio de la voluntad". Este
dominio de la voluntad se consigue con:
- Engaño
- Violencia
- Intimidación
Es autor aquel que realiza el hecho por medio de otro del que se sirve
como instrumento.
En el caso de dominio de la voluntad" cuando dicho dominio se realiza
a través de un aparato organizativo de poder, se responsabilizará a
quien dirija esa organización y controle el aparato de poder.

 Coautoría: La Coautoría también, consiste en: La disposición de dos o


más personas para realizar un hecho conjuntamente. La Teoría del
dominio del hecho nos sirve para determinar los elementos
interesantes de la coautoría

XVII. LA PARTICIPACIÓN

1. Naturaleza Jurídica
Si son varios los que intervienen en la comisión de un delito, realiza
el tipo en sentido estricto tan sólo quien domina formalmente la
conducta típica, así, por ejemplo: quien dispara y causa la muerte de
otro. No puede invocarse lo mismo si la otra persona se limita tan
solo a inmovilizar a la víctima, o quien suministra al autor el arena
homicida, o simplemente induce a otro a que le dé muerte.
1

Realmente, si el legislador no hubiera extendido la punibilidad a estas


situaciones periféricas, los comportamientos serían impunes.
El castigo a la autoría ha sido ampliado más allá de la conducta de
quien realiza por sí mismo el hecho, hasta la autoría mediata y la
coautoría. La ley señala que también son susceptibles de represión
aquellas personas que intervienen sin tener relación directa con la
ejecución del hecho en sí mismo: el instigador, pues debido a éste el
autor decide la comisión del delito, y también los cómplices, aquellas
personas que colaboran de alguna manera, intelectual o
materialmente, con el autor.
De este modo la participación en sentido estricto sólo comprende a la
instigación y la complicidad. Se presenta además como la
colaboración dolosa en un delito ajeno, por lo que no es admisible
una participación culposa en un delito doloso, ni una participación
dolosa en un delito culposo. La dependencia de la participación del
hecho principal obedece a una necesidad conceptual, pues no se
puede hablar de participación sin referirse al mismo tiempo a aquello
en lo que se participa.
Cuando sostenemos que la participación es accesoria de un hecho
principal, negamos la posibilidad de una tipicidad independiente de la
participación. El partícipe es punible por colaborar en la realización
de lo ilícito cometido por otro, por violar la prohibición de impulsar o
apoyar un hecho prohibido

2. Participación:
La participación Se entiende por participación el hecho delictivo
realizado por un conjunto de personas a las cuales se les impondrá la
pena en función del modo de intervención en la comisión del delito. El
comportamiento del partícipe depende del hecho principal el cual
pertenece al autor, y por lo tanto su infracción no es autónoma. El
tipo del partícipe depende del tipo principal que se le atribuye al
autor.

3. Principio de accesoriedad
Por su importancia, creernos conveniente estudiar el problema de la
accesoriedad en un apartado especial. La participación en
intervención en un hecho ajeno, el partícipe no realiza un tipo
delictivo autónomo, sino realiza una actividad accesoria de un hecho
principal ajeno.
Accesoriedad significa que la participación requiere para su
existencia de un hecho principal que es realizado por el autor. La
accesoriedad implica un problema que puede ser planteado en (los
sentidos diferentes).
1

- En primer lugar, cabe interrogar sobre la etapa delictiva que debe


alcanzar el hecho principal para someter también a los participes a
una determinada pena, en cuyo caso podemos hablar de
accesoriedad cuantitativa.
- En segundo lugar, tenernos que analizar la cuestión referente a los
elementos del delito que deben concurrir en la conducta del autor, a
fin de que los participes puedan ser sancionados, accesoriedad
cualitativa de la participación
Al respecto, la doctrina ha planteado cuatro posiciones diferentes:
a. La accesoriedad mínima, plantea que el hecho principal sólo
requiere ser típicamente adecuado.
b. La accesoriedad ilimitada, para la cual el hecho principal debe
ser típico y antijurídico
c. La accesoriedad extrema, que sostiene que el hecho principal
debe ser típico, antijurídico y culpable
d. La híper accesoriedad, que establece que la punibilidad de los
participes dependen también de que en el hecho concurran las
condiciones objetivas de punibilidad, o no esté presente una
excusa legal absolutoria.
De todas éstas, nos inclinamos por la accesoriedad limitada, según
ella, basta que el hecho principal sea típico y antijurídico, no siendo
necesario que sea culpable. La culpabilidad es de carácter personal e
individual, por lo que cada interviniente en el delito debe ser
sancionado según su culpabilidad, sin tomar en cuenta la culpabilidad
de los demás. Debe quedar claro que la accesoriedad ilimitada no
exime de la exigencia que el hecho principal deba haberse cometido
dolosamente. Nuestro Código recoge el principió de la accesoriedad
limitada.

4. Accesoriedad cuantitativa de la participación


De acuerdo a ello, la participación requiere para ser punible que el
hecho principal haya alcanzado, al menos, la etapa de la tentativa, es
decir, que el autor haya dado principio a la ejecución del hecho.
Esto se desprende de que el hecho principal debe ser típico y
antijurídico, comenzando a ser típica la participación cuando comienza
a ser típico el hecho principal, esto es, cuando el autor da inicio a la
ejecución. Es por ello que la participación en la tentativa es típica,
mientras que la tentativa de participación es atípica.

5. Formas de Participación
1

a) INSTIGACIÓN
Instigador es el que determina dolosamente a otro a la comisión de un
injusto doloso. Consecuentemente, el hecho del instigado (autor)
debe ser una conducta típica y antijurídica. Debe cometerse
mediante un medio psíquico.
Hay determinación directa cuando el que determina es autor, pero
también la hay cuando el que determina es instigador; pero no hay
determinación directa cuando un sujeto se limita a hacer sutiles
sugerencias, sugerimientos ambiguos o medias palabras.
Por medio psíquico directo no debe entenderse solo la palabra clara y
determinante, sino que puede ser cualquier otro medio simbólico:
gestos, actitudes, palabra escrita, claves, etc.
Es una forma de participación, pero por su entidad cualitativa, a
efectos de la dosimetría penal, la ley la considerable equiparable a la
autoría.
La instigación estriba en que el instigador hace surgir en otra persona
-llamado instigado- la idea de perpetrar un delito, aún más y esto es lo
relevante- quien decide y domina la realización del hecho es
precisamente el instigado y, por tanto, éste es verdaderamente el
autor Esta caracterización es notable, porque de lo contrario, el
instigador aparecería como autor mediato. El autor en este caso el
instigado es el responsable de la realización típica del hecho, tanto es
así, que si no se da inicio a la ejecución del delito, no se daría el
comienzo de la ejecución típica
En síntesis, el protagonista principal es el instigado -autor-, y al
instigador le alcanza el castigo en tanto que la conducta del instigado
se subsuma en cualquiera de los tipos legales.
Ejemplo: Evidentemente, el inductor debe actuar intencionalmente, a
fin de lograr el hecho delictivo.. En efecto, A es instigador tácito al
entregar a B el pañuelo que C había obsequiado a D para que crea
que lo engaña con B y, consecuencialmente, resuelva dar muerte al
traidor

a.1. Formas de Instigación: la instigación puede asumir diferentes


formas pero en principio es un despliegue psicológico que se hace a
través de mandatos, consejos, sociedades, pero puede asumir otras
formas, inducción en error, coacción, orden jerárquico, entre otras.
Mas fácil será instigar cuanto menor sea la capacidad intelectiva o la
libertad de elección del autor.

 Exceso: la culpabilidad es personal, y si hubiera un exceso del


autor en la comisión del delito ya sea porque lo cambia o porque
lo intensifica. Rige lo expuesto en el punto de culpabilidad
personal.
1

 Comunicabilidad: el código ha adoptado el sistema de la


accesoriedad limitada; por lo tanto se puede ser participe de un
inimputable o de un inculpable; si es que este ha actuado en
forma típica y antijurídica.

 Penalidad: la ley equipara la situación de los coautores, de los


instigadores, y de los cómplices primarios con la del autor del
hecho. A todos ellos se le aplica la escala penal con la que se
reprime el hecho principal.

a.2. El resultado de la instigación.


- La instigación debe tener como resultado haber decidido al autor
a realizar el hecho. Cuando el autor ya está decidido a realizarlo
no hay instigación.
- Es que determina dolosamente a otro a la comisión de un injusto
doloso. La instigación debe cometerse mediante un "medio
psíquico".
- La instigación no es aun punible cuando ha decidido al autor a
cometer el injusto, sino que requiere que el autor lo haya
intentado, como consecuencia de la accesoriedad de la
participación. Si la instigación no ha dado por resultado decidir al
autor a la ejecución y que la misma tenga un comienzo efectivo, la
instigación quedara atípica.
- La instigación es dolosa, pero como se trata de una tipicidad
accesoria, el dolo del instigador esta necesariamente referido al
dolo del autor. El dolo de instigación es querer que otro realice
dolosamente el tipo.

b. LA COOPERACIÓN
Distinguen entre cooperación necesaria y complicidad, se centra en
la cooperación necesaria, y establece como cooperador necesario el
que coopera en la ejecución del hecho con un acto sin el cual no se
habría efectuado. El cooperador necesario es aquel que interviene en
la comisión del delito a través de una aportación determinante para
que sea posible la realización del hecho.
En la cooperación necesaria distinguimos entre un elemento subjetivo
y otro objetivo:

 Elemento subjetivo debe de haber un acuerdo previo para


delinquir.

 El elemento objetivo se basa en la aportación eficaz, necesaria y


trascendente en el resultado producido. La aportación basta con
que sea difícilmente reemplazable.
1

El cómplice es aquella persona que auxilia, contribuyendo o


favoreciendo, eficazmente al ejecutor o ejecutores del delito
colaborando voluntariamente sin incidir en la realización del hecho.
Su actuación es importante para la consecución del hecho, pero no
es esencial.

b.1. Requisitos:
1. Debe de haber un acuerdo de voluntades previo.
2. El cómplice debe de conocer el plan del autor.
3. Conocimiento de que se está cooperando en el plan.
4. La contribución debe de ser secundaria.
Es relevante la distinción entre el cooperador necesario y el
cómplice porque de ella depende que al sujeto activo se le castigue
como si fuera el autor del hecho o con la pena inferior en grado.
Para diferenciar estas dos figuras debemos de preguntarnos si es
necesaria la cooperación para la producción del resultado.
Asimismo, hay que acudir a la teoría de los bienes escasos, según la
cual lo importante de la aportación es que sea complicado su
reemplazo. Para saber si específicamente la aportación es
determinante, es necesario el estudio de las circunstancias de cada
caso.

c. COMPLICIDAD
Debe entenderse como la actividad por la cual se presta cooperación,
auxilio o ayuda para que otro ejecute el hecho. Esto puede realizar
por actos de comisión o por actos de omisión, y puede darse en dos
formas que se denominan complicidad primaria y complicidad
secundaria.
La complicidad es una forma de participación, en principio, la
contribución anterior o simultánea a la realización del delito es común
en toda clase de complicidad; lo que destaca es su mínimo soporte
material, permitiendo que la pena sea inevitablemente inferior a la
que merezcan los autores del delito. En consecuencia, el cómplice
ayuda o coopera, en forma auxiliar o secundaria a la ejecución, a
diferencia de los coautores que ejecutan directamente el delito.
Estos actos de cooperación son variados: pueden ser materiales o
intelectuales, entre ellos encontramos por ejemplo:

 Materiales: facilitar medios, vigilancia, supresión de la


capacidad defensiva de la víctima;

 Intelectuales: informales o consejos sobre disposiciones,


personas, momentos favorables, etc.
1

En consecuencia, sólo será cómplice el que ayuda o coopera en la


ejecución delictiva en forma consciente y voluntaria. Por ejemplo, si
Juan presta a Pedro su revólver sin saber que con él matará a otra
persona, Juan no podrá ser penado como cómplice.
Conforme a los principios generales, es admisible la complicidad por
dolo eventual. Un problema que con frecuencia se discute en la
doctrina se encuentra en saber si es posible una complicidad
intencional para un delito por negligencia. La respuesta más
frecuente prefiere ubicar con mayor exactitud este caso, como
autoría mediata, de esto se desprende que la complicidad sólo es
posible en la comisión de un delito intencional.
Por otro lado, es sumamente confusa la clasificación de cómplice
primario y secundario. Sin embargo, debido a la estructuración de
nuestro Código penal, puede servirnos para explicar la penalidad
aplicable a la complicidad.
Quien auxilia o coopera dolosamente al injusto doloso de otro. La
contribución del cómplice puede ser de cualquier naturaleza, incluso
intelectual

c.1. Complicidad Primaria Y Secundaria


Trazar los límites entre cómplices primarios y secundarios es una
tarea que ofrece serias dificultades. Para distinguir entre actos
primarios y no primarios, (necesarios o no necesarios), ha de partirse
del grado de eficacia de los mismos apuntando al resultado concreto
pero vinculado a los realizados por el autor.
Si la necesidad se mide en abstracto, ningún cooperador es
necesario y, si se mide en concreto, prácticamente todos lo son. Es
por ello que sugerimos un criterio intermedio entre lo abstracto y lo
concreto la actividad desplegada por un cooperador en el delito, será
necesaria (imprescindible) cuando ninguno de los que interviene
hubiera podido evitarla. Si el acto realizado hubiera podido verificarse
por cualquiera de los demás que intervienen, su cooperación habría
de calificarse de complicidad.
Ejemplo: El médico miembro (de un grupo criminal que extiende una
receta para comprar el veneno conociendo que ha de emplearse para
matar; obrará con participación necesaria en razón de que ésta no
puede ser sustituida; en cambio, el que se desplaza a la farmacia
llevando la receta del veneno que sabe que está destinada a matar,
cumple un rol secundario.
En tanto, el caso de campana o vigilante o la persona que vigila
mientras los otros roban, son las circunstancias del hecho las que
discernirán su necesidad o no necesidad. Así, si son dos los que
roban, el campana o el segundo que vigila, su cooperación será
necesaria, pero no así si fueran varios en razón de la índole
permutable de sus roles. Será entonces, un cómplice secundario.
1

Ejemplo: El técnico en desconectar sistemas de alarmas o el experto


en la conducción del vehículo que deberá recoger y llevar a los que
han de tomar parte en el robo, generalmente se les reputa
auxiliadores o cooperadores necesarios.
La tesis de la necesidad es matizada en relación a las circunstancias
que rodean al sujeto; un arma o una abortadora profesional, son
"escasas en algunos ambientes sociales pero no lo son en los
ambientes populares.

Cómplice primario: Prestar al autor o autores un auxilio o


cooperación sin los cuales no habría podido cometerse. A raíz de su
participación necesaria la ley equipara en cuanto a la pena a los
autores. Es la que resulta de limitaciones legales al principio del
dominio del hecho.
La participación necesaria no puede configurar en estos casos co-
autoría, porque no puede ser autor, por no reunir los caracteres
típicos del autor (delictiva propia), o no cumple el verbo típico en
forma directa y personal (delitos de mano propia).

Cómplice secundario: Es cualquier clase de cooperación a la


ejecución del hecho, desde la preparación hasta el agotamiento. No
es esencial. Promesa de ayuda posterior al agotamiento que se
realiza con anterioridad al hecho, antes que el autor haya realizado
actos ejecutivos.

c.2. Penalidad
En definitiva, la difícil labor de establecer los aportes necesarios
corresponde al juez que deberá valorar prudentemente todas las
circunstancias concurrentes, tratando de soslayar la lógica de los
acontecimientos parciales concretos o abstractos con criterios
inapelables y firmes. Lo que importa es detectar si la aportación al
hecho pudo ser o no insustituible para el autor.
En principio, sólo para efectos represivos, los instigadores y los
cómplices primarios, son equiparados a los autores. La
incomunicabilidad de las circunstancias y calidades personales
Bajo el título de incomunicabilidad se tratan, muchas veces,
cuestiones relativas a la accesoriedad y al principio de
individualización de la pena. En los casos de coautoría, la cuestión
no importa problema alguno pues al verificarse la comisión de un
delito, al juzgador sólo le queda determinar el quantum de la pena a
imponerse de acuerdo con su culpabilidad.
De otro lado, creemos que las distinciones legislativas respecto a las
circunstancias y cualidades personales resultan, hoy en día,
1

superfluas. Ambos aspectos son indesligables en razón de la


correspondencia que debe mediar entre culpabilidad y pena
Sujeto pasivo, sujeto sobre el que recae la acción típica y perjudicado
Sujeto pasivo es el titular del bien jurídico lesionado. Sujeto sobre el
que recae la acción típica no es necesariamente el titular del bien
jurídico, pero, sin embargo, es el afectado "directamente" por el
comportamiento del sujeto activo. Perjudicado es un término más
amplio, que comprende no sólo al sujeto pasivo sino a terceras
personas que sufren la consecuencia de la lesión del bien jurídico.

C.3. Planteamiento general


Frecuentemente el delito no es obra de una sola persona. Se dan
supuestos en que concurren varias personas en un solo
acontecimiento. Cabe distinguir entre los que son autores y otras que
participan pero no son autores.
A la concurrencia de personas en el delito se la llama "participación",
pero, en un sentido estricto, participación es sólo la concurrencia de
quienes participan sin ser autores.
En el sentido estricto, participación es "participación" en la conducta
del autor, que pueden tener la forma de instigación (cuando se decide
a alguien a la comisión de un injusto o de un delito) o de complicidad
(cuando se coopera con alguien en su conducta delictiva).

d. LA INDUCCIÓN
La inducción se caracteriza por ser una forma de participación
parecida a la autoría que consiste en que una persona hace nacer en
otra la decisión de delinquir a través de la persuasión. A diferencia de
la autoría mediata, quien decide y domina la realización del delito es
el inducido. Al inductor se le castiga con la misma pena que al autor
porque aunque sea una forma típica de participación, el legislador por
su entidad cualitativa la asimila a la autoría.
d.1. Requisitos:
4. La inducción se debe de realizar con anterioridad a la ejecución del
delito. Asimismo puede ser concomitante, por ejemplo cuando una
discusión se incita a uno de los que discute a agredir a la parte
contraria.
5. Tiene que ser directa, es decir, entre el autor y el inducido debe de
existir una relación personal e inmediata, a través de la cual se
induzca de manera concreta a la realización de un delito.
6. Ha de ser eficaz. Tiene que tener la suficiente entidad para que el
inducido decida cometer el delito y que al menos inicie su ejecución.
1

7. El autor material debe de tener en todo momento la capacidad para


poder decidir si comete el hecho delictivo.
8. Tiene que ser dolosa, concurriendo un doble dolo: el de la acción
inductora y el que abarca el delito a cometer.
9. El inducido tiene que comenzar la ejecución y sino la consuma se le
debe poder castigar, al menos por tentativa.
10. Con respecto al exceso del inducido, el inductor solo se debe de
hacer responsable del hecho inducido y no del resto de delitos que
haya podido cometer el inducido.

d.2. Inducción a un hecho doloso:

 Tipo objetivo El inductor debe provocar que otra persona realice


la producción del resultado criminal. La conducta del inducido debe
subsumirse en un tipo doloso de autoría.

 Tipo subjetivo Hay un dolo en el inductor según el cual el inductor


quiere que se produzca el hecho delictivo y que se realice
efectivamente el hecho.

d.3. Inducción a un hecho imprudente


 Tipo objetivo La decisión del autor ha de ser de realizar una
conducta imprudente. La conducta del inducido debe subsumirse
en un tipo imprudente.
 Tipo subjetivo En el inductor debe concurrir la voluntad de inducir
a realizar la conducta

5. La accesoriedad de la participación
La punición de la participación se debe a que se ha extendido el
ámbito de personas responsables. Esta extensión se basa en el
principio de accesoriedad. La accesoriedad significa que la
incriminación de la participación depende de la conducta que tiene el
partícipe respecto de la conducta del autor.
Hay tres tipos de accesoriedad:
La accesoriedad máxima, según la cual solo es punible si el autor
actuó típica, antijurídica y culpablemente.
La accesoriedad mínima según la cual es punible la participación
en el caso en que el autor haya actuado típicamente y a pesar de
que su conducta esté amparada por una causa de justificación.
El principio de accesoriedad limitada. Es el que mayor acogida
tiene entre la doctrina y la jurisprudencia. Establece que la
1

participación es accesoria respecto del hecho del autor el cual basta


con que sea antijurídico.

6. Principios de la Participación
Es un instituto que cumple una función similar a la de la tentativa, ya
que amplia el radio de acción de los tipos penales. Extiende la punicion
de personas que no revisten la calidad de autores del delito debido a
que intervienen en calidad de instigadores o cómplices. Entre sus
principios tenemos los siguientes:

 Unidad de Hecho: esto quiere decir que todos los participes


deben tender a la realización del mismo hecho. La acción de cada
uno de los participes debe ser distinta pero todas deben formar
parte de un mismo hecho, tanto objetivamente como
subjetivamente. Se rige por el principio de identidad del hecho.

 Convergencia Intencional: para que haya participación es


preciso que las voluntades de las diversas personas concuerden
en la realización de un hecho dado los participes tienen que tener
conciencia de que están cooperando en la consecución de un
mismo objetivo. No es necesario acuerdo alguno basta con que el
participe sepa que esta colaborando en la realización de un delito.
La convergencia intencional implica el propósito de lograr una
meta en común. Supone la concordancia subjetiva hacia una meta
común.

 La Culpabilidad Personal: la culpabilidad y la responsabilidad


son personales. El participe solo responde en razón del hecho
que prometió ejecutar. Así la ley plantea el supuesto de que el
autor cometa un hecho mas grave que aquel en el que el cómplice
entendió colaborar y lo responsabiliza exclusivamente por el
hecho que prometió realizar. El participe solo responde si el
hecho en el cual entendió colaborar tiene principio de ejecución.
Pueden ocurrir dos cosas:
Que el participe creyó colaborar. Para este caso el delito en el
que creyó colaborar ni siquiera tuvo principio de ejecución y por lo
tanto objetivamente no cabria responsabilizarlo; sin embargo si en
la actividad desarrollada por el participe se da una identidad de
acción y una convergencia intencional, puede considerarse que
ayudo a la comisión del delito y así responsabilizarlo.
Que el autor sin cambiar, sin desviar el delito originalmente
pensado, lo intensifica de tal forma que los resultados son
cualitativamente mas graves. En este caso el participe responde
por lo que haya hecho el autor (este es el principio). Es importante
determinar si el autor actuó o no con dolo eventual.
 Principio de Exterioridad: la punicion del participe requiere que
su obra acceda al de un autor de tentativa. Si el agente principal
solo ha realizado actos preparatorios, la ayuda del participe no
1

pasara de ser una tentativa de complicidad impune. O sea que


para aplicar la pena se rige por la tentativa y es necesario que
haya comienzo de ejecución.
1

CONCLUSIONES

 Hemos observado, ya desde diferentes puntos de vista, que la diferencia


entre autoría y participación, viene argumentada a partir del concepto
restrictivo de autor, concepto que a su vez ha dado paso a la formulación
de la teoría del dominio del hecho, misma teoría que por cierto se
presenta mayoritariamente aceptada por la doctrina; sin embargo, en
atención a que el concepto restrictivo de autor estima la existencia de la
autoría ahí cuando el activo del delito ha cometido la realización propia
del tipo penal, en ese caso, se estaría admitiendo de modo implícito que
la participación -a la inversa consistiría en la no ejecución propia del
hecho típico, y, tratándose particularmente de la coautoría, ésta debería
exigir que cada coautor, por separado, cumpliera con la realización típica
del hecho, aspecto este último que desde luego no aceptamos.

 Las teorías unitarias no han sido aceptadas debido a la superación de las


teorías que se basan en el dogma causal. Además, no es adecuado
considerar autores a quienes realizan solamente aportaciones al hecho
del que no son relevantes.

 El problema del concepto extensivo de autor, consistente en dejar impune


la autoría mediata, y por ello, resulta inadecuado.

 Dentro de las teorías restrictivas, la teoría objetivo-formal no explica


satisfactoriamente la autoría mediata e igual sucede con la coautoría.

 La teoría del dominio del hecho distingue tres tipos de autoría: autoría
directa, autoría mediata y coautoría.

 Desde nuestra perspectiva, es partícipe aquel que contribuye a la


realización del hecho de otro.

 Otro inconveniente que tenemos para el concepto restrictivo de autor es el


difícil tratamiento de la tentativa, pues, de ser consecuentes con el
concepto restrictivo, y reconociendo que la tentativa no colma por entero
la descripción típica, entonces, y por lo tanto no se podría hablar
coherentemente del autor tentado, por no haberse integrado en modo
completo a la realización del tipo, precisamente.

 Tocante a la teoría del dominio del hecho, y particularmente atendiendo al


dominio funcional, es decir, a la coautoría, criticamos que el coautor se
defina como tal en virtud del aporte alcanzado dentro de fase ejecutora
del delito. Ello es así porque compartimos el criterio en el sentido de que
en la coautoría no hay un hecho propio de cada interviniente, sino que
más bien persiste un hecho conjunto de los intervinientes.
1

 Debemos ser conscientes de las dificultades prácticas que trae consigo la


línea que divide entre autoría y participación, ya que si -como
mayoritariamente se sostiene- la frontera entre autoría y participación
depende de la cuestión acerca de quién tenga el dominio del hecho,
entonces cabe reflexionar si en los casos de participación (en que no se
tiene propiamente el dominio del hecho) el instigador, cooperador
necesario, o bien el cómplice, (que en todos los casos actúan de manera
dolosa), deben responder por el abuso que el autor haga respeto del
aporte de los partícipes; nuestra postura al respecto, niega tal posibilidad,
a excepción de cuando se demuestre que el partícipe tenía cierto dominio
potencial del hecho.

 En cuanto al principio de accesoriedad limitada, para que la conducta del


partícipe pueda ser punible, sostenemos que debe existir, por parte del
autor, un injusto típico y antijurídico, pero no necesariamente culposo,
requiriéndose en todo caso que el autor haya dado comienzo a su actuar
delictivo, ocupando en ello el aporte del partícipe.

 Por lo que respecta a los delitos culposos, éstos no distinguen entre autor
y partícipe: sólo existe autoría. Sobre este punto no profundizo, por el
momento, pero considero que no existe impedimento para que existan
autoría y participación en los delitos culposos.
1

BIBLIOGRAFIA

 apuntes.rincondelvago.com/.../derecho/derecho_penal/

 http://www.mariocafiero.com.ar/lesa/Art.Dr.CarlosDazaGomez.pdf
 http://es.wikipedia.org/wiki/Autor%C3%ADa_y_participaci%C3%B3n

 http://www.altillo.com/examenes/uba/derecho/derepenal/derepenal2009cua
droautoria.asp

 www.monografias.com- Dr. Raúl González-Salas Campos 1994, Welzel-

 PEÑA CABRERA, Raúl (1992), Tratado de Derecho penal, Parte especial,


t. I, Ediciones Jurídicas, Lima.

 QUINTERO OLIVARES, Gonzalo (1992), Derecho penal, Parte General,


Reedición de la segunda edición, Marcial Pons Ediciones Jurídicas, Madrid.

 RUIZ ANTON, L. F. (1992), El agente provocador en Derecho penal, Madrid

 BIBLIOGRAFÍA QUINTERO OLIVARES, G. Parte General del Derecho


Penal, 1ª ed.octubre 2005.

 MUÑOZ CONDE,F. Derecho Penal Parte General, 6ª ed., 2004

 ÁLVAREZ GARCÍA, FCO. JAVIER Doctrina penal de los tribunales


españoles, 2ª ed., 2007

 MIR PUIG, S. Derecho Penal parte general, 7ªed., 2006


1
i

ii

iii

Vous aimerez peut-être aussi