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DIOS TODOPODEROSO

(Mateo 8:23-27)

Introducción:

- La estructura de este bloque es muy sencilla:

 Se compone tres milagros y una enseñanza sobre el costo de seguir a Cristo,


 Tres milagros y una enseñanza sobre el costo de seguir a Cristo,
 Tres milagros y una enseñanza sobre el costo de seguir a Cristo.

- Esa es la estructura de este bloque conformada por los capítulos ocho, nueve y diez.

 Hoy iniciamos la segunda parte de tres.


 Es decir, hoy iniciamos con un milagro llevado a cabo por Jesús,
 Y si todo sale como está planeado y Dios nos concede en su misericordia la vida, estaremos viendo
cada domingo un milagro durante tres domingos iniciando desde hoy,
 Y concluiremos esta segunda parte con la enseñanza sobre el costo de seguir a Cristo, que en este
caso es el llamamiento a Leví para seguir al Salvador.
 Leví, que es nada más ni nada menos que Mateo, el autor de este evangelio.

- Si recordamos, la naturaleza de los milagros de la primera sección fueron todos sanidades.

 El primero: la limpieza o sanidad del leproso;


 El segundo: la sanidad del siervo del centurión;
 El tercero: la sanidad de la suegra de Pedro.

- Esta segunda sección que empezaremos a estudiar hoy tiene dos características principales.

 Sobresalen la naturaleza de los milagros y la reacción de las personas.


 Aquí ya no vamos a encontrar sanidades sino milagros de otro orden
 Y si bien encontraremos que Jesús sana a un paralítico ese no es el punto principal de esa narración,
ya en su momento la estudiaremos.

El primer milagro muestra el poder de Jesús sobre la naturaleza.


El segundo milagro muestra el poder de Jesús sobre el mundo espiritual
El tercer milagro muestra el poder de Jesús para perdonar pecados.

 Y en cuanto a la reacción de las personas encontramos desde el asombrarse y maravillarse hasta


la indiferencia, el rechazo y el odio.

- Es interesante notar que conforme transcurren los eventos las expresiones de odio contra Jesús
también aumentan por parte de los líderes religiosos

 Sus expresiones se hacen cada vez más fuertes.


- Ahora, entendiendo el propósito de Mateo al escribir este evangelio que es el de mostrar que
Jesús es el Rey eterno, el Mesías prometido que vendría a salvar a su pueblo,

 Está llevando a sus lectores, judíos principalmente, a que crean en Jesús, y para eso suma milagro
tras milagro con un propósito definido.
 Si recordamos los milagros de las tres sanidades de la primera sección,
 Mateo termina con una cita de Isaías que identifica a Jesús con el Siervo sufriente,
 Aquel que llevaba la enfermedad de su pueblo, que, según el contexto de Isaías y el del Nuevo
Testamento, especialmente la primera carta de Pedro, Jesús es el que sana a su pueblo esa llaga
incurable que es su pecado, su rebelión.

- Por lo tanto, Mateo no solo muestra su poder para sanar, sino que lo hace con un propósito en
mente:

 Mostrar el poder de Jesús y mostrar también aspectos de su persona.


 Dicho de una mejor manera: intenta mostrar cómo sus hechos apuntan a quién es Él.

- Y en esta segunda sección, especialmente en este primer milagro, “el de calmar la tempestad”

 Mateo nos muestra cómo su poder señala quién es Jesús y además nos enseña en medio de esta
narración aspectos importantes de su Persona.

 En este caso, sus dos naturalezas: la humana y la divina.

- Cuando expuse la primera sección, específicamente cuando llegamos a la explicación de la cita


del Siervo Sufriente de Isaías.

 Comentaba que los judíos no vinculaban dentro de su teología, dentro de su explicación del texto
Sagrado, no vinculaban al Mesías con el Siervo Sufriente

 Y lo que hace Mateo allí es mostrar precisamente que el Mesías, el Rey de Israel, es también Aquel
que sufre por su pueblo.

- No podemos perder de vista que cuando Mateo escribe su evangelio, aproximadamente entre los
años 63 y 66

 Pues obviamente ya ha trascurrido todo este tiempo desde los acontecimientos narrados y los
acontecimientos en el Calvario.

 Por lo tanto, aquellos que tenían el evangelio entre sus manos, y esta era la intención de Mateo,
leían el evangelio, y leían la vida de Jesús desde una perspectiva redentora siempre con el sustento
escritural del Antiguo Testamento.

- Así que, se encontraban ante esta disyuntiva:


+ Si Jesús es el Rey prometido en la Escritura, y todo lo que dijo e hizo apunta a que así es,
+ Entonces no nos queda otra opción sino humillarnos ante Él y seguirle incondicionalmente.

+ O Simplemente podían no creer y concluir que Jesús fue un impostor que quiso usurpar el papel del Mesías.
+ En este caso no solo no se verían obligados a seguirle sino incluso a menospreciarle por mentiro.

+ Esto último fue lo que hicieron la mayoría de judíos, principalmente los fariseos y demás líderes religiosos;
+ Ellos endurecieron su corazón ante todas las luces que apuntaban a Jesús como el Rey prometido.

- Mateo entonces escribe su evangelio, inspirado por Dios, y acomoda los hechos y los narra de
una manera tal que aquel que los lea se dé cuenta quién es Jesús y le siga hasta el fin de sus
días.
Fundamento Bíblico:

Mateo 8:23-27 Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. (24) Y he aquí que se
levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía. (25)
Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos! (26)
Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los
vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. (27) Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué
hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?

- El texto se puede dividir en cuatro partes:

(1) La situación
(2) El clamor
(3) La reprensión
(4) La conclusión.

Desarrollo del Tema:

1. LA SITUACIÓN.

Mateo 8:23-24 Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. (24) Y he aquí que se
levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía.

- El texto arranca diciéndonos que Jesús, entrando en la barca, sus discípulos le siguieron.

 Pero allí no inicia realmente el texto.


 Hemos de retroceder algunas líneas hasta el versículo 18 donde nos dice la Escritura:

“Viéndose Jesús rodeado de mucha gente, mandó pasar al otro lado”.

 El Señor da una orden, un mandamiento:

“Pasemos al otro lado”.

 Ya Jesús ha llevado a cabo los primeros tres milagros de toda esta sección
 Y ahora da una orden, e inmediatamente la Escritura nos habla de dos hombres que quieren seguirlo.
 Una vez dada la primera enseñanza sobre lo que cuesta seguir a Cristo,

- Mateo retoma aquí en el V.23 y nos dice que ante el mandamiento de pasar al otro lado Él sube a
la barca.

 En el V.18 Jesús da un mandamiento: pasar al otro lado.


 Del V.19 al V.22 explica que no le ofrece comodidades a aquellos que lo siguen.
 Y en el V.23 Él entra en la barca para pasar al otro lado y sus discípulos lo siguen.

- A Jesús lo seguimos por fe.

 Primeramente, venimos a Él confiando en quién es y en su obra.


 Descansamos para nuestra salvación en su obra perfecta y consumada.
 Confiamos solo en Él para el perdón de nuestros pecados.
 Y el resto de nuestra vida también la vivimos por fe,
 siguiéndole cada día hasta que nos llame a su presencia.
 Confiando siempre, de principio a fin para nuestra salvación en su perfección y no en nuestra
incapacidad.
- Cada día tomamos decisiones, y nosotros los cristianos las decisiones que tomamos las
tomamos teniendo en cuenta siempre si aquello agrada o no agrada a Dios.

 Y la manera en la que sabemos que algo agrada o no agrada a Dios es en lo que dice su Palabra,
 Especialmente en los mandamientos que nos ha dado para que los obedezcamos
 Porque somos su pueblo.
 Los mandamientos de Dios no son una lista para tachar.
 Los mandamientos de Dios están estrechamente relacionados con el seguirle a Él.
 Cuando obedecemos sus mandamientos lo que estamos haciendo es seguirlo por el camino
 Y por ese camino Él mismo nos dirige.

- “Pastor, ¿no se ha desviado usted un poco del tema?”.

 Piensa en los lectores originales.


 Cuando Mateo escribe, los sucesos que narra, como he dicho, han sucedido ya varias décadas atrás.
 Cuando los lectores originales empiezan a leer todo este bloque de los capítulos 8 , 9 y 10,
 Con lo primero que se enfrentan es con la autoridad y el poder de Jesús para sanar enfermedades,
 Ademas Mateo espera que ellos reconozcan no solo su poder y autoridad para sanar
 Sino que al traerles la cita del Siervo Sufriente de Isaías 53 como conclusión a esas sanidades,
 Espera que se vean a ellos mismos como ese leproso, inmundos, con una enfermedad peor.

Su pecado, su propia maldad, ese pecado que les desfigura por dentro, que los hace
personas desagradables y repugnantes delante de Dios, y que vean a Jesús como el único
que les puede sanar, limpiar de su maldad y dejarlos aptos para Dios.

 A estas alturas los lectores originales ya debían comprender que su única esperanza era el que
hacía 63 años aproximadamente habían crucificado en el Calvario con la siguiente sentencia:

REY DE LOS JUDÍOS.

 Sus ojos ya tenían que haber sido iluminados y comprendido que ellos eran esos que necesitaban
ser sanados
 Y que solo Jesús tenía el poder para hacerlo,
 Porque Él era el Siervo Sufriente que según Isaías era herido y molido por nuestras enfermedades
que según el texto bíblico esa enfermedad es nuestro pecado.

“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos


por azotado, por herido de Dios y abatido. (5) Mas él herido fue por nuestras rebeliones,
molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos
nosotros curados”
(Isaías 53:4-5).

- Inmediatamente les trae la cita de Isaías, acto seguido les dice en el V.18 el mandamiento de
Jesús de pasar al otro lado.

 No podemos pasar de largo este mandamiento.


 Ningún mandamiento del Señor es opcional.

- Este mandato a pasar al otro lado, aunque nosotros lo veamos como una simple expresión sin
mucho significado, tiene una fuerza y un propósito enorme en este bloque.

 Tanto así, que es el mandamiento que une los tres milagros de las sanidades con la primera
enseñanza de lo que cuesta seguir a Cristo.
 Es este mandamiento del V.18 lo que nos ayuda a retomar y ademas une ambas secciones de
milagros.

“Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron”.

Hermanos, sería tan diferente, si al enfrentar cada día y las tentaciones diarias que se nos presentan, y ante los
embates y apetitos de nuestra carne, frente a lo que Dios demanda y exige de nosotros, vemos sus mandamientos
como su misma voz que nos dice:

“Ven, sígueme, camina conmigo, no huyas tras el mundo, el diablo y tu carne, sígueme a mí”.

- Obedecer sus mandamientos es seguirlo a Él, caminar tras Él.

Mateo 16:24-25 Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. (25) Porque
todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.

 Jesús da un mandato, pero es honesto en enseñar que no ofrecerá comodidades a aquellos que le
obedecen yendo en pos de Él.

 Y esta es la situación que nos describe Mateo: Sus discípulos le siguieron, y en este seguimiento,
en esta obediencia a su mandamiento, se encontraron al borde de morir ahogados.

“Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. Y he aquí que se levantó en el mar


una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca”.

- Los discípulos experimentaron que al seguir a Jesús, de un momento a otro, quizá cuando menos
lo esperaban, se encontraron en medio de una tempestad tan grande que pensaron que iban a
morir.

 Los lectores originales al leer esto se percataban de que seguir a Jesús podía incluir el encontrarse
en una situación angustiante.
 Lo mismo podemos esperar nosotros como cristianos.
 Nuestro Señor fue honesto,
 Él no prometió comodidad.
 La tempestad puede desatarse de un momento a otro.

El comentarista bíblico William Barclay cita a otro autor que cuenta lo siguiente:
“Un grupo de visitantes se encontraba en la orilla del mar, en Tiberias, y, viendo la tranquilidad vidriosa de las
aguas y las reducidas dimensiones del lago, algunos expresaron dudas respecto a la fidelidad del relato
evangélico. Casi inmediatamente, el viento comenzó a soplar. En veinte minutos el mar se veía blanco por la
espuma de las olas. Grandes masas de agua rompían contra los muros de la ciudad”.

- Y esto es así por las características que rodean el mar de Galilea. Este mismo autor comenta:

“El mar de Galilea es pequeño. Mide solamente unos veintiún kilómetros de norte a sur, y trece de este a oeste en
su parte más ancha. El valle del Jordán sigue la línea de una profunda falla en la corteza terrestre, y el mar de
Galilea es parte de esa depresión. Está a unos 210 metros por debajo del nivel del mar. Esto hace que su clima sea
cálido y agradable, pero también que tenga sus peligros. Al oeste hay montañas con quebradas y valles. Cuando
soplan los vientos fríos del oeste, estos valles actúan como gigantescos ventiladores. En ellos el viento se
comprime, por así decirlo, y baja sobre el lago con una violencia inusitada, salvaje, haciéndolo, además,
repentinamente. En un instante, la calma puede convertirse en pavorosa tempestad. Las tormentas del mar de
Galilea combinan, como en ningún otro lugar, tanto la violencia como el carácter repentino”.

 Me gustan estas palabras: “En un instante, la calma puede convertirse en pavorosa tempestad”.
 Esta era la situación.

¿Sabías que seguir a Cristo puede implicar el encontrarnos en situaciones semejantes?


Evis Carballosa
“Estar con Jesús en una tormenta es mejor que estar sin Él en la calma”.

- En medio de esta situación hay un contraste abrumador:

Mateo 8:23-24 Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. (24) Y he aquí que se
levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía.

 En medio de una tempestad tan grande, que hacía que las olas cubrieran la barca, el Hijo de Dios
duerme.
 El mar está inquieto, encrespado, Jesús esta sereno, duerme.
 Todo alrededor está en conmoción, pero Él duerme.
 Jesús confiaba plenamente en su Padre Eterno sin titubear.

- Hay varias cosas que decir al respecto de Jesús durmiendo pero voy a dejarlo para el final, en la
conclusión.

 Por ahora me interesa el contraste que nos pinta Mateo.


 La tempestad, la profunda calma de Jesús y la angustia de los discípulos.
 Las circunstancias no lograron quitar el sueño del Señor.
 Pero las circunstancias sí lograron perturbar profundamente a los discípulos.

2. EL CLAMOR.
Mateo 8:25 RV60 Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que
perecemos!
- Estos discípulos eran unos pescadores experimentados, pero ahora la angustia y el temor les
consumía; el que dormía tranquilo era un carpintero.

 En el seguimiento a Cristo no es nuestra experiencia en los campos de esta vida lo que nos hace
aptos y valientes para seguirlo.
 Se necesita la capacitación divina.
 Nosotros no tenemos ningún control sobre nuestras circunstancias.
 Todos estamos a merced de la providencia de Dios
 Y Él es el único en quien podemos refugiarnos y encontrar un lugar seguro.

- Sin lugar a dudas ellos veían en Jesús a más que un carpintero, por eso acuden a Él en busca
de salvación, pero parece ser que nunca esperaron de Él lo que estaban a punto de presenciar.

 Pero miren esto, si bien la tormenta no pudo despertar a Jesús, sus discípulos, sus ovejas, sí lograron
despertarlo.
 El rugido del mar no inquietó al Señor, pero en el clamor angustiado de sus discípulos el Salvador
es condescendiente con ellos.
 ¿Cómo se hubiera expresado una fe normal en el Señor en medio de esta tormenta?

“Si Él está conmigo puedo estar tranquilo, Él tiene el control, puedo dormir sin temor”.

 ¡Cuántos quisiéramos que fuera así!, pero la verdad es que, como estos discípulos, las
circunstancias nos angustian, y clamamos al Señor, en busca de auxilio.

 Así como ellos, nuestra confianza está mezclada con desconfianza.


- Pero ¿acaso el Señor no es digno de nuestra entera confianza?

 Fue Él quien mando pasar al otro lado, ¿acaso no tendrá, pues, cuidado de los suyos?
 El clamor angustiado de sus ovejas hace que el Señor se despierte.
 Como Jesús, ellos debieron seguir durmiendo,
 Pero la circunstancia los atemorizó y claman a su Señor:

“¡Sálvanos que nos vamos a morir!”.

- Y ante este clamor el Señor calma inmediatamente la tormenta.

 NO. Eso no es lo que hace Jesús.


 Él está más interesado en la edificación de los suyos que en apaciguar las tormentas de la vida.

3. LA REPRENSIÓN.

Mateo 8:26 Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe?

- No es que ellos fueran faltos de fe, sino que su fe se mezclaba con temor.

 Gracias a Dios no es lo robusto de nuestra fe lo que hace que Él nos mire con compasión.
 Sino su gracia inmerecida.

Dice J.C. Ryle:


“Tenemos muchos motivos para dar gracias a Dios, por cuanto Jesús, nuestro gran Sumo Sacerdote, es muy
compasivo y bondadoso. Él conoce nuestra situación; Él tiene en cuenta nuestras debilidades. Él no rechaza a su
pueblo porque tenga defectos; Él tiene compasión aun de aquellos a quienes reprende. La oración, aun la de
“poca fe”, es escuchada, y obtiene una respuesta”.

- El Señor podía ante el clamor de ellos despertarse inmediatamente, levantarse y calmar la


tormenta. Eso es lo que muchos esperamos que suceda cuando las dificultades llegan a nuestra
vida en este peregrinaje en pos de Cristo, pero por lo general eso no es lo que sucede.

 En muchas ocasiones el Señor no aplaca las circunstancias,


 Antes en su providencia permite que continúen mientras nos enseña y nos disciplina en su gracia.

- ¿Por qué temen?

 La respuesta ellos la pudieran dar con otra pregunta:

“¿Cómo que por qué tememos? Mira, estamos al borde de la muerte”.

“Yo sé que están al borde de la muerte, pero yo estoy aquí, y no voy a calmar todavía la
tormenta, les pregunto: ¿por qué temen?”.

- No es que a Dios le guste vernos sufrir, pero en medio de los sufrimientos Él nos enseña.

 Esta pregunta de Jesús: “¿Por qué temen?”


 Tenía que hacerlos meditar acerca de en quién habían depositado su confianza.
 Esta pregunta tenía que hacerlos meditar acerca de Aquel que les había mandado pasar al otro lado.
 Esta pregunta: “¿Por qué temen?”, lleva todo el sabor de una meditación profunda en medio de la
angustia.
- “¿Por qué temen?”, es una enseñanza completa a modo de pregunta.

 Los discípulos querían que Jesús calmara la tormenta de inmediato, no esperaban que les enseñara
en medio de ella.

- ¿No es más apropiada la meditación en medio acerca de quién es Dios en medio de un mar
apaciguado, sereno?

 Bueno, muchas veces Dios nos lleva a meditar acerca de quién es Él en medio de las tormentas.
 Y muchas veces también es en medio de ellas que ejerce su disciplina sobre su pueblo.

- Primero les pregunta: “¿Por qué temen?”, pero ahora les reprende: “Hombres de poca fe”.

 ¿Acaso Dios no es digno de nuestra confianza?


 Son las circunstancias adversas, las tormentas de esta vida las que revelan nuestra poca confianza
en Dios.
 Y es por medio de ellas que tantas veces Dios nos muestra lo débiles y necesitados de su gracia a
cada instante.

- A veces tenemos un concepto tan alto de nosotros mismo y pensamos que somos unos hombres
de fe robusta, pero las adversidades nos ponen en nuestro lugar, las tormentas delatan lo que
hay realmente en nuestro corazón, nuestra poca confianza en el Señor.

 Y antes de calmar la tormenta, en medio de ella, el Señor nos enseña y disciplina.


 La calma llegará cuando Dios lo decida.

- Después de estas palabras a ellos, ahora el Señor se dirige a la Creación:

“Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza”.

- Este es el punto al que quería llegar Mateo con esta narración:

 Mostrarle a sus lectores originales que Jesús tenía el poder de hacer algo que solo Dios puede hacer,
 Calmar la tormenta y darle órdenes a su Creación.

Salmo 89:8-9 Oh Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Quién como tú? Poderoso eres, Jehová, Y tu fidelidad te rodea.
(9) Tú tienes dominio sobre la braveza del mar; Cuando se levantan sus ondas, tú las sosiegas.

- Lo más interesante de este Salmo es que es un salmo mesiánico, que habla del Rey prometido y
de su trono eterno.

 Lo más importante de esta narración, y el motivo por el cual se escribió, es generar la pregunta que
concluye esta enseñanza. Punto número cuatro.

4. CONCLUSIÓN: “¿QUÉ HOMBRE ES ESTE?”

Mateo 8:27 Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos
y el mar le obedecen?

- Aquí quería llegar Mateo, y la única respuesta que podían dar los lectores originales, judíos
principalmente, conocedores de las Escrituras, era el Salmo 89 que acabamos de leer.

 ¿Quién es este hombre?


 ¿Quién es este carpintero que aun los vientos y el mar le obedecen?
 Es Jesús, el Dios eterno, el Rey prometido, Él es el Todopoderoso.
- Quiero concluir con los aspectos que Mateo lleva a meditar a sus lectores respecto a Jesús y su
persona.

 Este es el único texto, en toda la Biblia, que nos dice que Jesús dormía.
 En el evangelio de Juan se nos cuenta que Jesús estaba cansado de caminar.
 La carta a los Hebreos nos cuenta que padeció siendo tentado.

Jesús se cansaba y dormía y fue tentado, porque Él es Dios, no simplemente en una apariencia
de hombre, sino que es hombre completamente, en todo el sentido de la palabra.

- Hablando de Dios, el SALMO 121:4 nos enseña que Dios no duerme.

 (Reina Valera): “He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel”.


 (NVI): “Jamás duerme ni se adormece el que cuida de Israel”.
 (PDT): “El protector de Israel nunca duerme”.

- Así mismo, la Palabra de Dios nos enseña que Dios ni se cansa ni puede ser tentado.

Isaías 40:28 “¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No
desfallece, ni se fatiga con cansancio”

Santiago 1:13 “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser
tentado por el mal, ni él tienta a nadie”

- Sin lugar a dudas Mateo contrasta la profunda serenidad de Cristo mientras duerme con la
terrible tempestad y con la angustia de sus discípulos porque quiere resaltar la profunda y
absoluta confianza del Hijo de Dios en su Padre eterno independientemente de las circunstancias
y a diferencia de los discípulos.

 Pero el lector atento se percatará, y sobre todo los judíos que conocían bien las Escrituras, que esta
referencia a Jesús durmiendo es un testimonio de lo especial de su persona.
 Ellos saben por la Escritura que Dios no duerme, pero Jesús duerme.
 También saben, por la Escritura, que solo Dios puede calmar la tormenta, y Jesús calmó la tormenta.

- Por la tanto, ya que les ha enseñado, que Jesús es tanto el Rey, como el Siervo sufriente, cosa
que ellos no cuadraban en su cabeza; ahora les enseña otro aspecto que probablemente también
les costará cuadrar en su cerebro:

 Que Jesús es completamente hombre y también completamente Dios.


 Y lo que ellos aprenderán a medida que avancen en la lectura del evangelio de Mateo, es lo que
nosotros aprendemos en la carta a los Hebreos:

Hebreos 2:17 Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo
sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.

Filipenses 2:6-8 El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, (7) sino
que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; (8) y estando en la condición
de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

- ¿Quién es este hombre?

 Este hombre es Dios.

- ¿Y por qué, siendo Dios se humilló y se hizo hombre y murió en la cruz?

 Para salvar a su pueblo de sus pecados.

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