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Larrosa, J. y Rechia, K. (2018). P de Profe- Sé que no se estila, pero la repetición


sor. Buenos Aires: Noveduc. del Centro es esencial. La lectura y la escritura aún
de Publicaciones Educativas y Material permiten ese gesto pedagógico antiguo,
Didáctico S.R.L, 486 pp. el imperativo de la repetición: léalo otra
vez, escríbalo usted de nuevo, piénselo
otra vez. La importancia de la relectura,
Este nuevo libro de Jorge Larrosa,
de la reescritura, del pensar como repen-
escrito conjuntamente con Karen Rechia,
sar. Lo que pasa es que la repetición es
adopta la forma de un singularísimo percibida por los estudiantes como una
diccionario compuesto por unas 75 pala- cierta violencia, como un cierto castigo,
bras que van recorriendo las letras del acostumbrados como están a ir de una
alfabeto. Pero también es una interesan- cosa a otra, a la novedad permanente,
tísima conversación que nos da a pensar a entender la lectura como información,
muchas cosas sobre el oficio de profesor. como contenido, o como pretexto para la
Cualquier lector avisado percibirá, de opinión, para el juicio […] El estudiante
inmediato, que el Abécedéaire (2004) de o el estudioso, a diferencia del mero
Gilles Deleuze es una fuente principal lector, repite (pp. 352-353).
de inspiración aquí.
Richard Sennett, en su importante
Este conocido «Abecedario» deleu-
libro El artesano (2009), ya subrayó de
ziano fue, en su origen, un programa
forma inteligente la importancia crítica
de la televisión francesa producido
de los actos de repetición:
por Pierre-André Boutang en 1988-89,
y emitido en 1996. En él, una antigua Volver una y otra vez a una acción
discípula de Deleuze, Claire Parnet, permite la autocrítica. La educación
entrevista al filósofo haciéndole reco- moderna teme que el aprendizaje repe-
rrer las letras del alfabeto a través de titivo embote la mente. Temeroso de
una serie de palabras. En realidad, como aburrir a los niños, ansioso por presentar
estímulos siempre distintos, el maestro
dice Karen Rechia en algún momento de
ilustrado evitará la rutina; pero todo
este hermoso libro, «el papel de Claire
eso priva a los niños de la experiencia
Parnet (como el de la propia Karen) de estudiar según sus propias técnicas
es menos el de entrevistadora y más prácticas arraigadas modulándolas desde
el de quien posibilita este diálogo» (p. dentro (p. 53)
26). En la letra «P» del Abededario de
Deleuze encontramos la palabra «Profe- Puede decirse que este libro corona
sor», que le permite al filósofo francés una amplia una trayectoria de estudio
hacer un singular elogio de la repetición: e investigación sobre el oficio y las
horas y horas de preparación (de clases maneras de profesor en Jorge Larrosa.
y cursos), y de repetición, para quizá En el origen del libro hay un encuentro:
diez minutos de verdadera inspiración, la estancia que Karen Rechia (licenciada
dirá el propio Deleuze. Este motivo, la en Historia por la universidad federal
repetición, es un componente del oficio de Santa Catarina, Brasil, y doctora en
de profesor que se mencionará más de educación por la Universidad de Campi-
una vez en esta obra: nas) realizó entre febrero y junio de

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2015 en la Universidad de Barcelona, en Interesa destacar esas palabras que


la que Jorge Larrosa es profesor titular dan cuenta de un oficio, el de profesor,
de filosofía de la educación. Durante que pretende ser domesticado hoy, bajo
dicha estancia, la profesora Rechia asiste, la cobertura del discurso de la socie-
y participa activamente en ellas, a las dad de la información y del capitalismo
clases del profesor Larrosa para obser- cognitivo, hasta volver irreconocible, e
varle en su oficio de profesor, detectar impensable, su condición artesanal; entre
sus hábitos, sus maneras y sus modos de otras, por ejemplo, amor, ánimo, aten-
realizar su oficio, y también de teorizarlo. ción, aula, autoridad, curso, cuaderno
Poco a poco, y en sucesivos viajes, va (de notas), dietética, disciplina, disposi-
tomando forma la idea de esta obra que tivo, ejercicio, estudiante, experiencia,
comentamos, que trata de dar cuenta de exposición, generosidad, maneras, oficio,
la entraña misma de un oficio que tiene presencia, repetición, suspensión, tiempo,
que ver más con el arte y la artesanía transmisión. Un elemento central de este
que con la profesionalización. arte es la guía de la atención:
El lector encontrará aquí tres tipos El profesor –observa Karen Rechia en
de palabras o voces. En un primer grupo la palabra «Oficio»– es quien guía la
se encuentran lo que aquí se llaman atención, la mantiene, la comprueba. Eso
no-palabras, es decir, palabras que el parece remitirnos a una artesanía, a un
profesor no usa, o quizá no debería modo de hacer […] Ese modo, a su vez,
usar, para referirse a su oficio, pues se también nos remite a las condiciones
que caracterizan un oficio. ¿Cuál es la
trata de palabras que forman parte de
relación entre docencia y oficio? (p. 300).
cierta colonización de lenguaje peda-
gógico: alumno, aprendizaje, calidad, En su respuesta a esta pregunta,
comunicación, información, investiga- Jorge Larrosa destaca tres componen-
ción, metodología, objetivos, profesio- tes centrales. Primero, la autenticidad.
nalismo, utilidad. Estas palabras irán Como en todo «oficio» (opificium: trabajo
tachadas en el índice. En un segundo ejecutado por un artesano; opifex: en
grupo encontramos las palabras referi- su oficina; y efficere: la acción eficaz
das a los modos de hacer, a la entraña realizada por alguien en función de su
misma del oficio de profesor; y un tercer condición), hay una suerte de indistin-
grupo está compuesto por palabras refe- ción entre lo que se hace y lo que se es.
ridas a las asignaturas que, en aquel El oficio, en realidad, solo puede «falsi-
momento, el profesor Larrosa tenía a su ficarse», y por eso «lo que abunda son
cargo: «Arte y Cultura en la Educación falsos profesores o profesores de mentira
Social» (basura, barrenderos, espigado- o profesores que parecen profesores
res, distrito, común), «Sociología de la pero que no lo son» (p. 301). En segundo
educación» (pobreza, encargo, zombi, lugar, el oficio de profesor es un éthos,
shopping, ricos), «Antropología cultural» pues tiene que ver con la potencia, «y
(transmisión, estupidez, ogro, ruina, la puesta en obra de esa potencia, no
refugio). depende de otra cosa que del hábito,

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la héxis, de la costumbre, el éthos, de profesores a su vez, y que fueron impor-


lo que podríamos llamar un saber y un tantes en su vida, y que también lo han
saber hacer incorporado, encarnado» sido para algunos de nosotros; personas
(p. 301). Por último, ese oficio es una a las que conocemos hace mucho, con
especie de devoción y una vocación, quienes hemos conversado intensamente,
y tiene que ver con un respeto y un a quienes hemos leído y con quienes
deber que constituyen una condición hemos compartido encuentros y fasci-
existencial, más que deontológica: «El naciones intelectuales. Alguien que aquí
respeto al oficio, por tanto, no tiene una aparece, y tiene su propia palabra, es,
definición normativa sino existencial. por supuesto, Jan Masschelein (profesor
[…] esos deberes son internos al oficio, de filosofía de la educación, Laboratory
constitutivos del oficio, y no exteriores for Education and Society - KU Leuven).
a él. Son deberes, podríamos decir, De él, dice Jorge:
existenciales y, por tanto, no coactivos» Jan fue y es para mí uno de esos profe-
(p. 302). sores que ejercen su oficio poniendo
Este libro nace no solamente del permanentemente en cuestión qué
encuentro ya mencionado entre Jorge quiere decir ser profesor. Y dando a
y Karen, de su trabajo y de sus conver- eso una respuesta práctica, concreta: en
saciones, de sus lecturas y anotaciones, sus propias maneras de serlo, siempre
examinadas y, sobre todo, compartidas.
sino que emerge de la propia experiencia
Digamos que Jan es, para mí, uno de esos
que Jorge Larrosa (escritor y profesor)
profesores con los que es un privilegio y
ha venido acumulando a lo largo de una una alegría y un aprendizaje darle vueltas
dilatada vida dedicada a leer, escribir, a lo que somos, a lo que hacemos y a lo
pensar y transmitir, o sea, una vida de que nos pasa cuando tratamos de habitar
profesor y estudioso de su oficio, vida con cierta honestidad ese espacio tan
empeñada en tratar de ser un profesor interesante y ya tan devastado que se
que estudia, un profesor que visita cada llama universidad […] Jan está presente,
año el aula donde va a transmitir cosas implícita o explícitamente, en la conver-
a sus estudiantes (ser estudiante es una sación que llevo conmigo mismo sobre
qué significa ser profesor (p. 243).
categoría existencial, dice con frecuencia;
ser alumno es una categoría administra- ¿Con qué tiene que ver, en fin, ese
tiva); un profesor, en fin, que imagina oficio de ser profesor? En una de las
un aula pegada a una biblioteca repleta voces de este diccionario –«Amor»–,
de libros, y probablemente de cuadernos encontramos la clave:
donde tomar notas de lo leído y pensado,
El oficio de profesor tiene que ver con
o sea, estudiado.
el amor. Con el amor al mundo y con
Cuando Jorge Larrosa «profesor» el amor a la infancia, entendiendo esta
habla de este oficio, tiene en mente, última como ‘novedad (en el mundo)’
por supuesto, sus propias lecturas, cierta y como ‘capacidad de comenzar’. Tiene
idea de la universidad, hoy degradada, que ver con el modo como nosotros, que
pero también a evoca a algunas personas, habitamos el mundo, recibimos a los

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nuevos, a los que vienen al mundo por Creemos sinceramente que la lectura
nacimiento, a los que (precisamente por de este libro será muy provechosa y fruc-
su condición de natales) tienen tanto la tífera no solo para maestros y maestras o
capacidad de empezar algo nuevo como estudiantes de pedagogía, sino para estu-
la capacidad de renovar lo viejo (p. 37). diosos de filosofía y de las humanidades;
Esta tesis es netamente arendtiana, en general, para quienes estén interesa-
como sabemos. Y entiéndase bien que dos en pensar con rigor los procesos de
colocar en medio del oficio de profe- transmisión educativa. Un libro para ser
leído, estudiado y conversado en la sala
sor la palabra «amor» no es incurrir en
de aula. De ahí nació.
ningún tipo de fácil sentimentalismo,
pues se trata del Amor Mundi, del «amor
al mundo» del que Arendt habló insisten- Referencias bibliográficas
temente; una clase de amor que, en el Deleuze, G. (2004). L’Abécédaire (avec Claire
caso que nos ocupa, se concentra en la Parnet). Paris: Editions Montparnasse-
materia a ser transmitida y estudiada con DVD. Producido y dirigido por Pierre-
disciplina, o sea: en silencio, en soledad, André Boutang.
en libertad, repetidamente y aprendiendo Sennett, R. (2009). El artesano. Barcelona:
a demorarse largamente en una sola cosa, Anagrama.
sea leer algo, sea hacer alguna cosa. Es
decir: estudiando, estudiosamente, ejer- Fernando Bárcena
citadamente. Universidad Complutense de Madrid

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