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En la alborada del nuevo milenio, un recuento cuidadoso de los más descollantes trabajos
realizados por los científicos contemporáneos de vanguardia en campos tales como la física
cuántica, la psicología cognoscitiva, la astrofísica y la inteligencia artificial, nos lleva a la
conclusión inevitable de que la ciencia experimental así como la teórica, están avanzando rápida
e inexorablemente hacia un revolucionario cambio de paradigma.
Esto quiere decir que nuestra visión del universo que habitamos, así como de la naturaleza de la
vida en todas sus manifestaciones y nuestra concepción del origen y propósito de las cosas,
están a punto de experimentar un giro fundamental.
Atrás ha quedado la visión mecanicista del universo newtoniano de tres únicas dimensiones para
dar paso a las nuevas concepciones del universo como un todo multidimensional, donde la
materia en apariencia "sólida" que forma el universo físico que podemos percibir, es apenas una
entre muchas modalidades de manifestación de la energía cósmica.
Einstein ya había ensanchado los horizontes del universo al sugerir que el Tiempo no es una
constante, sino una variable, es decir, que el flujo lineal del tiempo tal y como lo percibimos,
donde los eventos del pasado son irrescatables, el presente es un inaprensible tic del reloj, y el
futuro es el reino insondable del devenir, es, de igual manera, tan solo una modalidad de
percepción típica de nuestra 3ra. dimensión:
ahora se habla del "eterno presente" y de la "simultaneidad de todos los eventos", teorías que
explican el tiempo en función de la consciencia y de la densidad del medio dentro del que la
consciencia se encuentre operando.
Einstein también revolucionó nuestra antigua concepción newtoniana del Espacio como un vacío
absoluto, y lo conceptualizó más bien en términos de una malla elástica, que de alguna manera
retomaba y ampliaba el concepto de "éter" de los antiguos.
Posteriores observaciones de fenómenos paradójicos como el de que, cuando una estrella pasa
detrás de otra, la luz proveniente de la estrella posterior, lejos de quedar cubierta, es aún visible,
pudieron ser explicados satisfactoriamente gracias al modelo de Einstein: este ya había deducido
que el campo gravitacional de la estrella del frente es tan poderoso que inclusive "curvea" el
espacio que hay a su alrededor, obligando a cualquier cosa que viaje a través de ese espacio
(incluyendo a la luz) a trazar una trayectoria curva.
En conclusión, el espacio no es un vacío inerte, como se presumía, sino que está lleno de una
sustancia inconcebiblemente tenue (más tenue aún que el más tenue de los gases conocidos) y
que es susceptible de vibrar como cualquier otro medio, igual que se pliega el agua para propagar
una ola.
Posteriormente Kaluza y Klein introdujeron la teoría de que el universo podría tener más
dimensiones espaciales que las tres que nos son familiares (anchura, altura y profundidad), con lo
cual resultaría obvio pensar que nuestros sentidos de la percepción tienen alcances muy
limitados, de la misma manera que es un hecho científicamente comprobado que nuestros ojos
solo son capaces de percibir las ondas pertenecientes a un pequeñísimo rango del espectro de
las frecuencias.
La obra "Hiperespacio" del físico Michio Kaku suministra una elaborada prueba matemática que
sustenta la teoría de los superfilamentos, a la vez que expone la necesidad de que más
dimensiones coexistan con la familiar 3ra. dimensión que percibimos.
En última instancia, esta épica exploración de los confines de la realidad al filo del segundo
milenio ha llevado a los científicos a tres conclusiones generales:
I. primero, que el universo es enormemente más basto de lo que nuestros sentidos nos
sugieren y que comprende un número adicional de dimensiones que se interpenetran
unas a otras;
II. segundo, que los objetos sólidos que componen todo la realidad física son un
conglomerado de vórtices de energía enlazados unos a otros para formar la ilusión de la
solidez. La física atómica ya había revelado la paradójica naturaleza de la así llamada
"materia sólida" al indicar que los átomos son campos energéticos de forma más o menos
globular, compuestos en su mayor parte por espacio "vacío", nubes de electrones girando
a velocidades pasmosas alrededor de un diminuto núcleo de protones y neutrones, que
hasta hace algunos años se consideraba como compuesto de materia sólida puntual,
pero que ahora cada vez más se tiene la sospecha de que no es sino otro conglomerado
de vórtices de energía;
III. tercera conclusión, que la nueva visión de la realidad de las cosas guarda una curiosa y
desconcertante similitud con las crónicas relativas a las percepciones del cosmos y la
realidad subyacente contenidas dentro de las cosmogonías de las más diversas culturas
del orbe, registradas desde la más remota antigüedad.
Esta correspondencia ya había sido descubierta por el físico Fritjoff Capra en su obra de 1975
"El Tao de la Física", donde anuda el lazo que finalmente une en matrimonio indisoluble a la más
avanzada ciencia occidental con la más antigua mística oriental.
Entre los paralelos asombrosos entre ambos sistemas que observa Capra, están los "límites de la
objetividad", la ilusión de la materia, la unidad del universo, y la interrelación de todas las cosas
que existen. Así, cuando la física moderna habla de que el universo se expande por efecto de una
serie de pulsaciones centrífugas a partir de un punto infinitamente denso o "singularidad", los
antiguos Hindúes se refieren a esta pulsación como Brahman, el aliento creador del universo.
En los nodos, la energía se "encrespa" y gira en vórtices que Greene describe como "diminutos
bucles cerrados" que adoptan la apariencia, para todo efecto práctico, de una partícula
elemental.
La sensación de solidez que al tacto presentan los objetos en la 3ra. dimensión proviene del
efecto acumulado de los campos electromagnéticos generados por el torbellino de energía en
bucle cerrado, de manera que cuando tocamos un objeto sólido, como una piedra, por ejemplo,
nuestra mano es repelida por un conglomerado de campos electromagnéticos similares a los que
hay alrededor de un magneto de refrigeradora, para crear la ilusión de solidez y materia.
Huxley explica con enorme lucidez como en verdad somos una Inteligencia Libre, es decir,
cognoscitivamente ilimitada:
"...la función del cerebro, el sistema nervioso y los órganos sensoriales es principalmente
eliminativa, no productiva. Cada persona, en cada momento, es capaz de recordar cuanto le ha
sucedido y de percibir cuanto acontece en cualquier parte del universo. La función del cerebro y
del sistema nervioso es protegernos, impedir que quedemos abrumados y confundidos por esta
masa de conocimientos (...) admitiendo únicamente la muy reducida y especial selección que
tiene probabilidades de sernos prácticamente útiles. (...)
Para que la supervivencia biológica sea posible, la Inteligencia Libre tiene que ser regulada
mediante la válvula reductora del cerebro y el sistema nervioso. Lo que sale por el otro extremo
del conducto es un insignificante hilillo de esa clase de consciencia que nos ayudará a seguir con
vida en la superficie de este planeta determinado"
(Aldous Huxley, "Las Puertas de la Percepción", 1954).
Curiosamente vemos también como la ciencia está poco a poco reconociendo que las fuentes del
conocimiento no son exclusivamente accesibles por medio del método científico, y que las
percepciones de algunos llamados místicos y "canalizadores", como se les llama modernamente,
pueden resultar sorprendentes por el grado de lucidez que denotan, así como por las
descripciones de un universo multidimensional muy en consonancia con los modernos
descubrimientos en los campos de la física cuántica o la astrofísica.
A estas comunicaciones, que los antiguos griegos identificaban como provenientes de las
"Musas", hoy en día se les llama en el ámbito de la física, comunicaciones "superluminales", es
decir, que ocurren a velocidades superiores a las de la luz y en cierta manera tienden puentes
entre cuando menos dos dimensiones diferentes (es decir, son fenómenos hiperdimensionales).
Tal es el caso de Jane Roberts, una escritora de libros infantiles de Elmira, Nueva York, que en
1963 inicia una serie de experimentos para expandir la consciencia. El resultado de esto fue el
material de Seth, y en retrospectiva, es absolutamente sorprendente que 15 años antes de que se
formulara la teoría de los Superfilamentos, Roberts escribiera y publicara, entre otras cosas, una
descripción de la estructura subyacente del universo que en términos inequívocos corresponde a
la teoría de los Superfilamentos.
La gran mayoría de las religiones del mundo ni siquiera se cuestionan la factibilidad de las
comunicaciones interdimensionales y, en casi todos los casos, este fenómeno es tenido más bien
como un requisito sine qua non sobre el que se sustenta todo el cuerpo de las escrituras
canónicas.
La "Revelación" del mundo "superior" ante el mundo "inferior" es una dinámica que permea casi
todas las formas de conocimiento religioso. La tradición Vedanta de la antigua India, por ejemplo,
se sustenta sobre un cuerpo de "sutras" o textos llamados Vedas cuyos orígenes se pierden en
las brumas de la leyenda. Su carácter de texto "revelado" ha sido fuente de desconsuelos para
los estudiosos occidentales que tratan de encontrar explicaciones más mundanas y se afanan en
vano por esclarecer la verdadera identidad del sabio Vyasa, uno de esos "rishis" semi-legendarios
que la tradición tiene como el compilador original.
El problema radica en que el bagaje académico de los estudiosos occidentales los pone en
abierta contraposición a la mentalidad oriental.
En última instancia, semejante concepción del conocimiento está ligada a la sociedad que lo
posee: o bien los brahmanes son depositarios desde la eternidad de una ciencia que trasciende
los límites del conocimiento ordinario, o bien son los 'videntes'(...) quienes dotados de un poder
de visión extraordinario y animados de sentimientos benévolos para con la humanidad,
comunican lo que han visto".
El carácter trascendente, supramundano, o "superluminal" de semejantes visiones es evidenciado
por la naturaleza de su contenido, que no sugiere haber sido derivado de la "percepción"
mundana de la realidad de la tercera densidad, o del empleo de los protocolos de la ciencia
materialista, sino más bien de una modalidad cognoscitiva enteramente diferente, que recoge
atisbos de esos reinos hiperdimensionales curiosamente similares a los que nos presentan los
modernos "rishis" de la física cuántica.
Shankara (siglo VIII de la Era Común), uno de los estudiosos e intérpretes de los textos Védicos
y fundador de la llamada escuela Advaita o del no-dualismo, explica que el problema central de su
sistema de interpretación es la relación entre Brahman (el "ser puro" supremo universal) y atman,
el ser o alma individual.
Ambos son idénticos, con lo cual se sugiere la identidad e interrelación de todas las cosas y el
concepto de que todas las cosas que existen son intrínsecamente indivisibles y forman el Uno.
Esto tiene enorme relación con algunos de los más importantes descubrimientos de la física de
las partículas subatómicas.
En 1966 el físico teórico John Stewart Bell suministró pruebas de esta interrelación de todas las
cosas y formuló lo que desde entonces se conoce como el "Teorema de Bell", donde plantea que
la única manera de explicar la teoría cuántica es asumiendo que la realidad tiene una naturaleza
"no-local", es decir, que cualquier cosa que suceda en cualquier parte del universo, puede afectar
de manera instantánea todas las cosas que ocurran en cualquier otra parte del universo.
Bell demostró que a la luz de la teoría cuántica, todos los atributos susceptibles de medición de
un átomo son determinados no solamente por los eventos que tienen lugar en el sitio mismo de
manifestación de este átomo, sino además por todos los eventos que tienen lugar en el resto del
universo, y que este "feedback" o retroalimentación opera en forma instantánea y simultánea.
Como anotara Laura Knight-Jadczyck, autora de "La Onda", el concepto clave en este caso es
"instantánea", es decir, "superluminal".
Shankara además plantea que por efecto de adviya, es decir, la condición de ignorancia u
obnubilación de nuestras percepciones en la tercera densidad, el atman o alma individual se ve
impedida de entender la naturaleza no dual del ser puro universal (Brahman), de manera que solo
percibe el mundo material como compuesto por seres y cosas separadas, y no se da nunca
cuenta de que la existencia separada de todas las cosas no es real, sino más bien producto del
fenómeno que se identifica con el nombre de maya, una poderosa ilusión puesta en marcha de
manera "misteriosa" en el presente universo.
Shankara nos dice que mientras el ser individual no adquiera conocimiento de este estado de
cosas, seguirá en vano buscando su identidad y su verdadero ser en el mundo fenomenológico, y
permanecerá atrapado en este mundo, una y otra vez, experimentando el samsara, la rueda de
las existencias, muertes y renacimientos que son el destino del alma no iluminada y consecuencia
de su karma (entiéndase "karma" como el balance de sus buenas y malas acciones en
existencias pasadas que precondiciona la forma que toman sus futuras existencias).
A través del adecuado conocimiento del Vedanta, no obstante, el alma individual puede llegar a
reconocer la naturaleza ilimitada de la realidad que hay detrás del velo cósmico de maya y
entender que su propia naturaleza es una misma e idéntica a la de Brahman, y a través de este
conocimiento puede alcanzar finalmente el moksha o liberación del samsara y del karma, y tener
acceso al Nirvana, o estado de no-dualidad.
Recordemos que más atrás mencionábamos como Fritjoff Capra había observado que entre las
conclusiones más sorprendentes derivadas del estudio de la física moderna se contaban los
límites de la objetividad, es decir, que nuestras herramientas de percepción y de raciocinio
(sentidos físicos y mente) tienen alcances limitados; la ilusión de la materia (la materia no es sino
una manifestación local de algo infinitamente más sutil); la unidad del universo (el vacío separaba,
pero el "éter" unifica e interrelaciona todo en el gran "océano cósmico".
G.I. Gurdjieff, el notorio místico ruso de principios del siglo XX, señalaba que nuestra particular
percepción del planeta sobre el que vivimos, la Tierra, es totalmente imaginaria, según un
concepto que podría ser mejor entendido si hacemos una pequeña extrapolación y decimos que
considerar a nuestra Tierra tridimensional como un cuerpo completo es tan iluso como pensar que
una sección infinitamente delgada de una manzana (cortada, como si dijéramos, con un cuchillo
extraordinariamente afilado hasta formar una película del grueso de un átomo) es lo mismo que la
manzana completa.
Decía Gurdjieff:
"Solamente un cuerpo hexadimensional (de seis dimensiones) puede ser completamente real. Un
cuerpo pentadimensional (de cinco dimensiones) no es otra cosa más que una manifestación
incompleta o parcial de un cuerpo hexadimensional, así como un cuerpo tetradimensional es una
manifestación incompleta de un cuerpo pentadimensional, y un cuerpo tridimensional es una
manifestación incompleta de un cuerpo tetradimensional.
Y, por supuesto, podemos decir que un plano es una visión incompleta de un cuerpo
tridimensional, es decir, tan solo la apreciación de uno de sus lados. De la misma manera una
línea es una visión incompleta de un plano y un punto es una visión incompleta de una línea (...)
El 'globo terrestre' es un cuerpo imaginario. Es la sección de la sección de la sección de la Tierra
de seis dimensiones".
(De "En Búsqueda de lo Milagroso", 1949; Gurdieff citado por Ouspenski).
Esta cita de boca de Gurdjieff se remonta, según las estimaciones de Ouspenski, a una época
cercana al año 1916, cuando apenas un año antes Einstein publicaba su "Teoría General de la
Relatividad"; Planck recién postulaba su teoría de que la energía viaja en discretas unidades
llamadas "quanta", y Rutherford apenas en la década precedente había afirmado que el átomo
consistía en su mayor parte de espacios vacíos, con un núcleo eléctricamente positivo en el
centro y una nube de electrones eléctricamente negativos en la periferia.
Pero por otro lado, es la opinión de muchos exponentes de filosofías de tipo hermético que el
conocimiento más profundo de la realidad de las cosas ha sido trasmitido ininterrumpidamente
desde tiempos inmemoriales, pero que ha sido patrimonio de unos pocos seres, los así llamados
"iniciados", quienes por lo común han sido compelidos a preservarlo en su carácter de
conocimiento arcano y secreto.
"Platón también tenía una opinión similar acerca del presente estado del hombre, que explicaba
de manera bastante clara por medio de su alegoría de la "caverna de las sombras".
En el libro VII de su obra "La República", el filósofo griego compara a la humanidad presente con
un grupo de prisioneros confinados desde su nacimiento dentro de una caverna oscura y
encadenados por sus cuellos y piernas en una posición tal que les es imposible moverse o girar
sus cabezas.
Imagina que a sus espaldas, y por arriba de sus cabezas, hay una abertura en el techo de la
caverna como única fuente de luz, y que entre esta abertura y la fila de prisioneros, hay una
especie de tarima por la que pasa constantemente un desfile de hombres portando toda clase de
estatuillas de madera y piedra con diversas formas de animales y otros objetos variados, de forma
tal que los prisioneros encadenados solo alcanzan a ver la sombra de estos objetos proyectada
por la luz contra la pared de piedra que tienen frente a sus ojos, tomando estas proyecciones por
la suma total de los fenómenos de su mundo y permaneciendo en su gran mayoría ignorantes del
hecho de que solo se trata de imágenes distorsionadas de la realidad.
Por extrapolación podemos suponer que todos los objetos de tres dimensiones que vemos en
nuestro mundo (sillas, casas, animales, montañas, personas...) son en realidad proyecciones de
objetos que pertenecen, cuando menos, a un mundo "superior" de cuatro dimensiones, con lo
cual la sabia admonición de que el universo es totalmente simbólico cobra aun mayor
significación.
De la misma manera se infiere que todo proceso cognoscitivo real implica el trascender las
proyecciones distorsionadas del mundo, que tomamos como reales (las sombras de la caverna),
para leer de las fuentes mismas que originan todos los fenómenos, que se han denominado con
la palabra "arquetipos" (del Griego "arkhetupos" que significa "original").
Carl Gustav Jung decía que los arquetipos son las "imágenes primordiales" que residen en el
inconsciente colectivo (o el banco de datos que reúne todos los sentimientos, pensamientos y
memorias compartidas por los miembros de la raza humana) y que se manifiestan
simbólicamente con el ropaje de los mitos, las religiones, los cuentos de hadas y las fantasías
subconscientes.
Así, según las claves proporcionadas por hombres como Platón y Gurdjieff, podemos concluir
que el "grueso" de la realidad escapa a nuestros sentidos físicos y que solo alcanzaremos a
conocer la realidad de las cosas cuando hayamos hecho un esfuerzo por "despertar", por "romper
los muros de la prisión", percibir con sentidos diferentes a los que nos otorgan nuestras presentes
"percepciones degradadas", etc., etc.
El África interna
A propósito de las empresas contemporáneas puestas en marcha con la finalidad de rasgar el
"velo de maya" y tener un atisbo de la verdadera realidad de las cosas, el llamado "Material de
Ra" es el fruto de un equipo tripartito de trabajo (Elkins, Rueckert y McCarty), y al igual que el de
Seth mencionado anteriormente, ha sido objeto de un severo escrutinio por parte de numeroso de
escépticos.
Así, se inició el proceso de exploración de estos territorios ignotos, esta África de nuestra realidad
de intramuros, de igual manera que los primeros exploradores europeos se adentraron en el
llamado continente negro sin mayor conocimiento de la vastedad y maravilla del entorno virgen
que se abría ante ellos, para comenzar a trazar los primeros mapas que serían utilizados por
posteriores expedicionarios.
Parte II
Así pues, este osado funámbulo ve su acto complicado aún más por el hecho de que debe salvar
la cuerda en estado de completa "desnudez", es decir, en un estado similar al que los budistas
llaman de "non-attachment" o no-apego, predispuesto solamente a aceptar los resultados de su
proceso de verificación de hipótesis, sea que estos le resulten agradables o, por el contrario, le
resulten ingratos o difíciles de digerir en su fuero interno.
Esta estrategia se describe por el neologismo de "networking" o "trabajo en red", y supone una
variante sustancial con respecto al trabajo de investigación en equipo característico de la era pre-
Internet:
los investigadores que colaboran en un mismo proyecto pueden comunicarse a tiempo real,
charlar en un foro virtual con varios colegas, intercambiar material digital, presentar los resultados
de sus investigaciones individuales o de grupos específicos de trabajo, proponer nuevas
estrategias de acción, etc., todo esto sin tener que concurrir presencialmente dentro de los muros
de una Universidad o instituto cualquiera, y sin que enormes distancias geográficas signifiquen
una barrera logística en lo absoluto.
Estos equipos de trabajo, además, en virtud de su aprovechamiento de la tecnología de la
información, han visto incrementadas de manera exponencial sus capacidades de acopio, análisis
y flujo de la información, con lo que no es exagerado hablar de un "salto cuántico" a la hora de
referirse a su modus operandi.
Tal es el modelo de investigación adoptado por varios grupos multidisciplinarios, como por
ejemplo el "Leading Edge International Research Group", o la "Fundación Perseo", solo para
mencionar algunos de los que se enfocan hacia el entendimiento de la mecánica del universo
como un ente cognoscible y el esclarecimiento de las incógnitas existenciales más añejas.
El Experimento Casiopea
Entre todos estos experimentos de exploración de las últimas fronteras inéditas por medio de
equipos multidisciplinarios de trabajo, algunos de los más sobresalientes son el caso del llamada
"Material de Ra", mencionado anteriormente, y, en especial, el llamado "Experimento Casiopea".
En cuanto a la Visualización Remota, una técnica que fuera desarrollada por el aparato militar de
los Estados Unidos como un sistema de espionaje altamente clasificado y efectivo, el
doctor Courtney Brown (quien fuera entrenado en los protocolos SRV por un especialista militar
perteneciente a una unidad involucrada en las llamadas actividades de "guerra psíquica") la
define de manera sumaria como "una serie de protocolos o procedimientos que le permiten a lo
que comúnmente se denomina la 'mente inconsciente' comunicarse con la mente consciente,
para efectuar una transferencia de información desde un nivel de consciencia a otro" ("El Viaje
Cósmico", Dr. Courtney Brown).
Estos protocolos, según son descritos por el Dr. Brown, son estrictamente científicos e involucran
el uso de coordenadas espaciales para la ubicación del "blanco de exploración" así como
electrodos conectados al sujeto, y equipo electrónico de monitoreo para verificar que el sujeto ha
efectuado un cambio de 180° en la polaridad del voltaje corporal, como señal de haber alcanzado
un estado de consciencia alterada.
Algún tiempo después de haber establecido el canal de comunicación, el equipo dio con una veta
de información inédita, en forma similar a lo que sucede cuando un sistema operativo localiza un
banco de datos de cuya presencia en los resquicios del disco duro no se tenía sospecha alguna, y
se estableció un canal de comunicación superluminal con un colectivo de energías auto-
identificado como "los Casiopeos", proveniente de esa dimensión que Platón y Jung habían
visualizado como originaria de los arquetipos.
Como resultado de esta línea de comunicación de doble vía, se ha recopilado un extenso cuerpo
de información que posteriormente ha sido sometido a un riguroso análisis por parte de grupos
subsidiarios establecidos con la finalidad expresa de cotejar, correlacionar y corroborar su
validez.
Los resultados han sido poco menos que sorprendentes por la consistencia de la información y su
susceptibilidad a la corroboración, por la verificación de la mecánica de los procesos de
recolección de información por parte de terceras personas ajenas al proyecto (incluidos
periodistas tales como Thomas French, ganador del premio Pulitzer, quien emprendiera una
investigación de 5 años y publicara sus resultados en el "Times" de Saint Petersburg, Florida), por
las múltiples ramificaciones hacia líneas paralelas de investigación científica que se han debido
explorar, y por su tendencia a conformar, como un todo congruente, un nuevo paradigma que
explica de manera satisfactoria el mecanismo del cosmos, de los procesos evolutivos de las
diferentes criaturas que lo pueblan, de los giros de la historia humana, etc.
El drama profundo del despertar a la realidad de las cosas, es uno de carácter iniciático,
secretamente explicado en términos alegóricos a través de múltiples gestas épicas, tales como la
del Ciclo Arturiano.
Es un drama intrincado que comienza a resolverse con las primeras intimaciones claras del
significado de la existencia, y que tiene algunos paralelos con la búsqueda de respuestas a los
enigmas de la existencia por parte de algunos investigadores contemporáneos. Hay ciertos
elementos claves que enlazan todas estas experiencias y las enmarcan dentro del modelo de la
búsqueda iniciática, y que podríamos denominar como: El cuestionamiento del paradigma
prevaleciente, el llamado del mundo oculto, el descubrimiento de una clave para la identificación
de los símbolos de la realidad, la aparición de ayuda "sobrenatural", el pasaje a través del umbral,
las pruebas iniciáticas y el fuego de las tribulaciones, el encuentro con la fuente del Poder
Cósmico, y el retorno al reino mundano.
A propósito de este drama iniciático, Joseph Campbell ya se había dado a la tarea de mapear la
ruta y elaborar aun más sobre los detalles de cada uno de los estadios de la aventura iniciática,
por lo que toda su obra, pero en especial su estudio de mitología comparativa titulado "El Héroe
de las Mil Caras", constituye una fuente invaluable de información referente a esta gesta heroica
que debe ser reeditada con toda la miríada de matices individuales en la vida de cada uno de los
seres del planeta.
Laura Knight-Jadczyck, al igual que Campbell, se percató del carácter simbólico pero
eminentemente práctico de los grandes mitos de la humanidad y, no pudiendo pasar por alto las
similitudes de fondo que comenzaban a aflorar entre el camino de exploración del Experimento
Casiopea y los mitos del ciclo Arturiano, realizó un análisis de la gesta por la Búsqueda del Santo
Grial, en un intento por esclarecer la mecánica del experimento, así como para poder ubicar toda
la empresa dentro del marco global de los proyectos para la reconquista del feudo
hiperdimensional largamente perdido, o de acceso a un conocimiento propio de eras arcaicas.
En su obra "El Grial" Knight-Jadczyck llega a un descubrimiento clave, que también tiene
paralelos en la búsqueda personal de Gurdjieff:
"Efectivamente existe un oponente, uno que engaña por medio del terror, por asalto frontal y por
estratagemas incomparablemente astutas. Ante el peso de las evidencias, es menester afirmar en
términos inequívocos que existen fuerzas resueltas a impedir que haya quien pueda descubrir
este secreto. Y estas fuerza son tan extraordinariamente antiguas, profundamente astutas y
conscientemente malévolas, que la mente humana difícilmente puede sondear las profundidades
y alcances de esta manipulación.
Aquellos que piensan que pueden conseguirlo por lo común terminan atrapados en el castillo de
Rey Pescador, quien reside dentro de un continuo circular; atrapados por las lianas de su propio
sentido de auto-importancia, en exclusión completa de toda posibilidad de llegar a beber de una
fuente de conocimientos más alta".
Conforme progresó en el camino de la búsqueda Arturiana, Knight-Jadczyck se dio cuenta de
como la historia del Santo Grial es la historia del potencial creativo de la raza humana en términos
inequívocos y reales, si bien referidos al ámbito esotérico: el potencial de re-crear la Época
Dorada.
Ella ha definido esta búsqueda como un camino hacia el conocimiento de una Tecnología
Ancestral que dio origen a los grandes monumentos megalíticos que desafían cualquier
explicación racional, y hacia la identificación de ese poder que se nos ha mantenido oculto
durante milenios.
Al develar los secretos del Santo Grial, ella ha podido anticipar el descubrimiento de la fuente del
sistema de control que ha estado operando en nuestro planeta en los últimos milenios,
manteniendo al ser humano en un estado de esclavitud y subyugado ante la tiranía del tiempo y
de sus propias percepciones ofuscadas.
Ya Gurdjieff, entre otros, había percibido la realidad de este sistema de control y lo había
identificado en términos de fuerzas cósmicas que se oponen al proceso evolutivo de la raza
humana.
En lugar de luchar contra fuerzas mecánicas, en algunos momentos esta lucha se da en contra de
una oposición intencional de parte de fuerzas sumamente poderosas que sin embargo no son
equiparables con aquellas que dirigen el proceso evolutivo. (No obstante) estas fuerzas de
oposición en ciertas ocasiones consiguen alzarse como conquistadores victoriosos".
Porque una vez que hayamos caído en la cuenta de que somos las víctimas de un sistema de
control a escala planetaria, las preguntas lógicas son: ¿quién o qué opera detrás de este
sistema? ¿Quién puede tener tanto interés en convertirnos en seres indefensos? ¿Cual facción o
grupo desea o necesita controlar a la humanidad, y con qué propósito? ¿Cual es este aciago
secreto que yace escondido y que se supone no debemos descubrir?
Uno de los resultados concretos del Experimento Casiopea ha sido la identificación de estas
fuerzas opositoras en términos que solo podían llegar a ser comprensibles una vez que la
humanidad saliera de su estado de lactancia en cuanto a su nivel de entendimiento de la
naturaleza del cosmos.
Podría decirse que este estado fue finalmente superado en la segunda mitad del siglo XX con los
avances científicos en los campos de la física y la psicología cognoscitiva mencionados en la
parte inicial de este artículo, de manera que las anónimas "fuerzas cósmicas" de Gurdjieff
pudieron ser identificadas más bien en términos de una raza de seres propios de la 4ta. densidad,
con capacidades,
para viajar a voluntad en el tiempo (puesto que el "tiempo lineal" es solo una modalidad de
percepción propia de la 3ra. densidad);
de manifestarse, en algunas ocasiones, dentro de la 3ra. densidad en formas corpóreas o
semi-corpóreas (en virtud de la condición de "variabilidad de la densidad corpórea" propia
de la dimensión superior)
de operar según una agenda particular dentro de la cual, la motivación primordial consiste
en preservar un estado de cosas que les resulta particularmente provechoso por cuanto,
en virtud de su polaridad energética, se nutren del tipo de energía emocional que es
radiada por los seres humanos hacia la esfera de la 4ta. densidad en las situaciones
particulares en las que prevalecen emociones tales como el miedo, la angustia, la
depresión emocional, la violencia, etc.
Esto explicaría también la enigmática afirmación de Gurdjieff, que muchos habrán tomado como
la visión de un enajenado, de que la Tierra y todos su seres son alimento para la Luna.
Evidentemente Gurdjieff empleaba el término "Luna" en sentido figurativo, como ese mundo
diferente del nuestro cuya órbita se encuentra más próxima a la Tierra que la de cualquier otro
mundo o esfera de influencia planetaria (los Teósofos se referían a esta esfera como el "plano
astral inferior").
Las referencias,
a los Hombres-Serpiente, a los formidables adversarios del héroe caballeresco en forma
de dragón,
a la Serpiente del Edén,
al Tifón de la mitología griega en la forma de un dragón de múltiples cabezas que
escenificara una épica batalla contra Zeus,
a las Serpientes emplumadas de Mesoamérica (Quetzalcoatl, dios azteca del viento y del
conocimiento),
a Nidhogg, la malvada serpiente del mito creacionista escandinavo,
a la diosa Tiamat en forma de dragón, uno de los protagonistas del Enuma Elish, el relato
épico mesopotámico de la creación,
a Set, hermano y asesino de Osiris que Manly P. Hall describiera como "el Demonio o
Espíritu del Adversario egipcio (...) comúnmente simbolizado por un cocodrilo" (Hall, "Las
Enseñanzas Secretas de todos los Tiempos"),
...y tantas otras referencias más, finalmente pueden ser interpretadas dentro del contexto de esta
raza hiperdimensional a la que los Casiopeos se refieren con el nombre de "Lizzies" (diminutivo
de "Lizard" o lagarto).
Pero indudablemente el llamado Material Casiopeo atrae por sus propuestas relacionadas con la
solución del dilema humano, sus claves para la liberación del estado de esclavitud, su intimación
de que el proceso evolutivo sufre tropiezos (como indicara Gurdjieff) pero que, inevitablemente,
las fuerzas que lo guían prevalecen sobre las ancestrales fuerzas antagónicas.
Como resultado del análisis de la información recopilada a través el Experimento, Laura Knight-
Jadczyck sintetizó los hallazgos derivados y los formuló a manera de una serie de hipótesis de
trabajo. La labor posterior de correlación, cotejado y corroboración, en virtud de su magnitud, ha
involucrado otros equipos de trabajo tales como el llamado Grupo Casiopea y la Fundación
Perseo.
Una relación sumaria de esa hipótesis de trabajo corresponde a los siguientes aspectos:
Que los mitos religiosos que se han transmitido de generación en generación son
"narrativas" de una o más civilizaciones avanzadas que existieron en la Tierra en el
pasado remoto (ver correspondencia con la teoría de Graham Hancock expuesta en su
obra "Las Huellas de los Dioses")
Que es posible que los habitantes de dichas civilizaciones hayan tenido una percepción
diferente de su entorno físico, derivada de una predisposición fisiológica diferente. Esta
experiencia diferente del medio ambiente podría más bien haber sido un estado real de
existencia en la 4ta. densidad (dimensión) comunicado a las futuras generaciones en la
forma del mito del "Edén".
Que esta relación diferente podría haber capacitado a esos pueblos para desarrollar una
tecnología que no solamente era superior a la nuestra, sino fundamentalmente diferente.
Que esta diferencia en términos de relación con el medio ambiente puede haberse debido
al hecho de que el ambiente mismo era diferente; es decir, que exhibía una mayor
similitud con las condiciones propias de la 4ta. densidad.
Que un cambio drástico de las condiciones ambientales entendidas como la suma de los
elementos que definen, no solamente la frecuencia vibratoria de las partículas que
conforman la llamada "tela del espacio", sino además otros elementos concomitantes
tales como los rayos cósmicos, la atmósfera planetaria, la gravedad, la radiación solar,
etc., puede alterar de manera significativa la composición del ADN.
(Es importante hacer notar que en el momento presente se estima que solamente el 2%
del ADN humano es utilizado mientras que el restante 98% se considera "basura". Si se
compara esta cifra con la correspondiente al porcentaje del cerebro humano que está en
uso, el 5% según las últimas estimaciones, se verá que son sospechosamente similares y
que podrían denotar una relación de tipo causal. Numerosos estudios científicos han
demostrado que rasgos tales como la personalidad están directamente relacionadas con
factores genéticos, de igual manera que lo están las habilidades llamadas paranormales.
No se pretende inferir que la mente del hombre es un subproducto de la evolución, sino
más bien que el espíritu y la materia tienen una relación balanceada y simbiótica a través
de la interfase del ADN).
Que entre las habilidades propias de un estado alterado de consciencia típico del medio
ambiente de la 4ta. densidad estarían la de poder percibir los arquetipos que son
proyectados sobre la 3ra. densidad, así como la naturaleza esencial (ordinariamente
oculta para la mayoría) tanto de la 4ta. densidad como de la 3ra. Este estado de
percepciones refinadas incluiría el conocimiento completo de la así llamada "realidad
alienígena", y el entendimiento de como las historias de estos seres y sus habilidades nos
han sido transmitidas a lo largo de los milenios en la forma de mitologías, cuentos de
hadas, demonios, vampiros y ángeles.
Y más aun, que un terrible destino acaeció a nuestros ancestros y que significó el que
fueran "desheredados" de su feudo en la 4ta. densidad, en lo que ha sido transmitido en
forma alegórica como la "Caída".
Y finalmente que nuestros mitos religiosos y ritos son los remanentes de las narrativas
diseñadas para explicar el camino de regreso a este estado Edénico, incluyendo las
potenciales trampas tendidas a lo largo del camino, las admoniciones y la posibilidad
latente del fracaso, cuyas consecuencias podrían alterar para bien o para mal toda la
naturaleza del cosmos.
El Salto Evolutivo
El destino de la raza humana, según se deriva de un estudio exhaustivo del material Casiopeo, es
el de revertir la condición que tornó el feudo edénico original en la Tierra Yerma (Wasteland) de la
mitología arturiana, lo cual lleva implícito el concepto del "salto evolutivo" hacia lo que se ha
identificado consistentemente como la 4ta. densidad, donde,
las modificaciones "fisiológicas",
la reactivación del ADN pasivo,
el fin de la tiranía de la percepción lineal del tiempo,
el dominio de la condición de "variabilidad de la densidad corpórea" (los cuerpos como
vehículos maleables),
la inoperancia de los sistemas de control de la 3ra. densidad,
la percepción directa de los arquetipos, etc.,
...todo, implicará una cristalización de los más grandes anhelos de la humanidad y la derrota
última de todas las condiciones que han subyugado al hombre: la restitución del estado originario
de la raza como parte de un proceso macrocósmico de aprendizaje y graduación hacia
densidades aún más altas.
Y una de las claves importantes a considerar dentro de este salto evolutivo es justamente su
carácter de proceso macrocósmico, es decir, con implicaciones que trascienden la esfera
individual de los seres involucrados: de hecho, se trata de un proceso cíclico que afecta cuando
menos a nuestra vecindad galáctica, por lo que se deriva no solamente del material Casiopeo,
sino también de la lectura de las más importantes cosmogonías del mundo.
Los hindúes pensaban que la evolución del universo era cíclica y transcurría a lo largo de varias
etapas o "Eras" ("yugas", según la terminología sánscrita), y que al final de la última era del ciclo
("Kali Yuga") el universo era recreado. Los antiguos Mayas, por su parte, elaboraron un
calendario absolutamente sorprendente por su precisión y sofisticación, y por el grado de
conocimiento astronómico que denota.
Ellos también enmarcaron la evolución de todas las cosas dentro de un proceso cíclico o "Gran
Ciclo" compuesto por 13 "Baktuns" o ciclos menores de 144,000 días de duración, para un gran
total de 5125 años por cada Gran Ciclo, y desarrollaron la ciencia de la astronomía hasta
extremos que resultan sorprendentes, bajo el precepto de que ciertos eventos astronómicos
marcaban el fin y principio tanto de los ciclos menores como de los mayores.
Es interesante observar como el presente Gran Ciclo estará llegando a su fin en el año 2012,
según anota el experto en el calendario Maya John Major Jenkins, para dar inicio a un nuevo
ciclo:
"La fecha terminal en el año 2012 es designada según la modalidad de Conteo Largo como
13.0.0.0.0, lo cual significa que un total de 13 baktuns, es decir, 1,872,000 días han pasado desde
la fecha de inicio del Gran Ciclo"
("Introduction to the Mayan Calendar")
La idea de que el inicio del nuevo ciclo es marcado por un evento de carácter astronómico tiene
precedentes sumamente antiguos: la mitología babilonia giraba alrededor de la noción de que la
historia humana transcurría a lo largo de 3 grandes Eras, cada una de las cuales duraba 8600
años, es decir, el lapso en que el equinoccio de otoño realizaba su movimiento de precesión a lo
largo de 4 signos del zodíaco.
Como señala Wilcock en "The Shift of Ages", astrónomos franceses han realizado las más
recientes estimaciones del momento en que estaremos ingresando en la Era de Acuario: el año
2011.
Las investigaciones del grupo Casiopea sugieren que la designación del año 2012 o sus
alrededores como inicio del nuevo ciclo evolutivo no es fortuita, por cuanto se ha sugerido
repetidamente que corresponde al punto en el que se incrementará la frecuencia vibratoria de la
materia que compone el planeta como consecuencia de la intensificación máxima del efecto de lo
que se ha llamado eufemísticamente como "La Onda", para producir un fenómeno de cambio
dimensional.
Las enigmáticas culturas megalíticas diseminadas por diversas áreas geográficas del planeta,
indefectiblemente se describen como poseedoras de una avanzada tecnología que les capacitó
para la construcción de estructuras imposibles, verdaderos portentos de ingeniería difíciles de
emular aun con nuestra tecnología del siglo XXI, a base de gigantescos bloques de piedra o
"megalitos" cuyo emplazamiento además da evidencia de sofisticados conocimientos
astronómicos.
El enigma se ensancha por cuanto la historia no ha sabido dar respuesta al hecho de que, en
todos los casos, los constructores de estos portentos, sin importar si se trata de los antiguos
pobladores de las Islas Británicas, o los de la isla de Malta, o de las antiguas ciudades Mayas,
han desaparecido de la faz de la Tierra sin dejar rastro alguno.
¿Podría ser que hayan sido depositarios de conocimientos que les capacitó para realizar con
éxito la transformación alquímica por excelencia, la "sublimación de lo grosero", el secreto de la
Piedra Filosofal?
El material Casiopeo apunta al fenómeno de "La Onda" como catalizador de esta transformación
y la define como un fenómeno hiperdimensional de transmisión masiva de energía, de carácter
fundamentalmente cíclico, que ocurre aproximadamente cada 309,000 años, y cuyo efecto
máximo en nuestra vecindad galáctica se estima tendrá lugar, nuevamente, alrededor del año
2012.
Su relación con el "Cinturón de Fotones" descubierto por el matemático alemán Paul Otto
Hesse no ha sido suficientemente investigada, pero la intimación más importante dentro de las
investigaciones del Grupo Casiopea corresponde al hecho de que se estaría presentando una
oportunidad de asimilar la frecuencia vibratoria de esta onda, según el principio físico de
"resonancia", para producir, como se sabe, un fenómeno de amplificación de onda cuyo resultado
sería la apertura de una ventana interdimensional para el tránsito entre la 3ra. y la 4ta. densidad,
es decir, la culminación de la experiencia existencial en la presente densidad y la graduación
hacia un nivel más alto de la existencia humana y planetaria.
En la emblemática obra "2001 - Una Odisea Espacial" el escritor inglés propone que los más
importantes cambios evolutivos en la raza humana, comenzando con el salto del ancestro primate
al Australopithecus, del Australopithecus al Homo Erectus y de este al Homo Sapiens, han sido
orquestados según un plan maestro y detonados a lo largo de la historia humana a través de la
activación de un misterioso monolito situado en la Luna.
Nunca más será prisionero de un cuerpo físico amarrado al tiempo y las contingencias, y en
"2010", la metáfora adquiere visos épicos cuando Bowman retorna como un ser multi-dimensional
para anunciarnos la inminencia de una transformación masiva.
Al emprender el viaje inicial, Ellie Arroway, la radioastrónoma, que bien podría ser el alter-ego del
mismo Sagan, llega a un mundo de increíble belleza y paz para encontrar que los seres
luminosos que la contactan son los miembros de nuestra misma familia terrestre evolucionados
en poderosas entidades de luz.
En "The Matrix", un hombre descubre que el mundo contemporáneo en que vive es una compleja
ilusión tridimensional que forma parte de un sistema de control implantado por seres cuya
finalidad es mantener al ser humano en un estado de sueño para poder alimentarse de la energía
natural de sus cuerpos.
Morpheus, uno de los pocos seres humanos que ha despertado de ese estado, le enseña al
protagonista como, al desconectarse de la Matriz, el hombre puede reclamar su estado original de
ser multi-dimensional y trascender las barreras del espacio y del tiempo.
El Material Casiopeo se ha convertido en uno de los más esclarecidos portadores de las claves
que explican todo este proceso evolutivo. Al identificar el origen del sistema de control
hiperdimensional y a sus agentes humanos acreditados (el "Mago de Oz", "El Consorcio"), nos ha
dado las pautas para despertar y reclamar nuestro estado original previo a la Caída.
Al explicar la naturaleza del universo multi-dimensional en términos de una gran escuela para la
expansión de nuestra consciencia, ha delineado el propósito último de la existencia del hombre
contemporáneo.
Referencias
Greene, Brian; "Superstring Theory", http://www.lassp.cornell.edu
Kaku, Michio; "Hyperspace: a Scientific Odyssey through Parallel Universes, Time Warps,
and Tenth Dimension", 1994.
Capra, Fritjoff; "The Tao of Physics", 1975.
Wilcock, David; "Convergence", Ascension2000.com.
Huxley, Aldous; "The doors of Perception of Heaven and Hell", 1954.
Biardeau, Madeleine et al; "Histoire de la Philisophie 1. Encyclopédie de la Pléiade", 1969.
Knight-Jadczyck, Laura; "The Wave", Cassiopaea.org
Ouspensky, P.D.; "In Search of the Miraculous", 1949.
Brown, Courtney Ph.D.; "Cosmic Voyage", 1996.
Campbell, Joseph; "The Hero with a Thousand Faces", 1949.
Hall, Manley Palmer, "The Secret Teachings of all Ages", 1901
Knight-Jadczyck, Laura; "The Grail Quest", Cassiopaea.org
Major Jenkins, John; "Introduction to the Mayan Calendar", www.resonate.com