Vous êtes sur la page 1sur 9

LAS NECESIDADES DEL CREYENTE

(Mateo 6:11-15)

Repaso

Que hemos visto hasta ahora en la oración que Jesús le enseñó a sus discipulos:

 En primer lugar, la paternidad de Dios. Esto es que Dios es Padre.


Esta es la base, por cierto, de nuestro denuedo en la oración.

 En segundo lugar hablamos de reconocer a Dios por su nombre y santificarlo.

 En tercer lugar, la oración reconoce el programa de Dios.

 En Cuarto lugar veíamos “Hágase tu voluntad”

Y como muchos tenian una postura incorrecta con esta petición o postura en oración:

+ El primero es una especie de fatalismo filosófico.


+ El segundo es una especie de fatalismo de ‘pobre de mí’
+ El tercero es un tipo de fatalismo teológico.
+ ‘hágase Tu voluntad’ significa que simplemente nos damos por vencidos.

Entonces, el fin de la oración no es tanto así como respuestas tangibles.

+ El fin de la oración es una vida que va creciendo en su profundidad de dependencia;


+ Y el final de la oración es un sentido más grande de ser parte del Reino de Dios y de lo que Dios
estás haciendo.
+ La oración es cuando yo entro para alinearme en mi deber y a hacer lo que Dios quiera hacer
para Su propia gloria.
+ Ahora, cuando eso están en orden, entonces puedo decir

‘Señor, el pan nuestro de cada día dánoslo hoy’.


Entonces, puedo pedir por mis necesidades y nada más que necesidades están ahí.

Fundamento Bíblico

11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.


12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
13 Y no nos metas en tentación, más líbranos del mal;
14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro
Padre celestial;
15 más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará
vuestras ofensas.
Mateo 6:11-15
Desarrollo del Tema

El día de hoy abordaremos los versículos del 11 al 14 el cual comprende la segunda parte de
la oración de los discipulos,

 Esta parte está dedicada a las necesidades del creyente.


 Pero abordaremos también el versículo 15, que fue hasta donde leímos, no porque haga como tal
parte de la oración. La oración culmina en: “… más líbranos del mal.”
 Sin embargo, como nos daremos cuenta, hasta el versículo 15 hay una unidad de pensamiento
 La cual une la parte de la oración en la que se pide perdón y la parte en la que el Señor concluye
diciendo que si perdonamos a los hombres sus ofensas también nuestro Padre nos perdonará las
nuestras, pero si no lo hacemos con los otros, Dios tampoco lo hará con nosotros.

Como nos hemos dado cuenta la oración enseñada por nuestro Señor guarda una estructura
muy sencilla.

 Lo cual nos ayuda en el momento de llevarla a cabo.

Consta de seis peticiones,

 Las tres primeras respecto a Dios y su gloria


 Las tres restantes respecto a las necesidades del creyente,
 En las cuales Dios también es glorificado.

El Sermón estará divido en tres puntos principales los cuales abarcan cada uno las tres
peticiones restantes de la oración modelo.

1. La necesidad material.
2. La necesidad del perdón.
3. La necesidad de la protección.

 Como nos vamos a ir dando cuenta a medida que avancemos en el sermón,


 Estas tres peticiones enfocan al creyente en cuanto a las cosas de las que él tiene necesidad,
 Para que su mirada no se desvíe a cuestiones que no son necesarias en su vida,
 Las cuales tantas veces quitan su sueño y tranquilidad.

Iniciemos entonces con la primera necesidad del creyente según el orden de la oración modelo:

LA NECESIDAD MATERIAL

Mateo 6:11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

- Primero: la oración del Padre Nuestro, y específicamente esta cuarta petición, no está centrada en
enseñarnos en qué momento del día hemos de orar, ese no es el propósito del contexto de esta
enseñanza del Señor y tampoco es el propósito de la petición.

- Segundo: aunque nosotros vemos el ejemplo del mismo Jesús haciendo sus oraciones temprano en la
mañana, también lo vemos a Él orando tarde en la noche y no encontramos que en sus enseñanzas Él
nos diga que la oración debe ser estrictamente en la madrugada y tampoco encontramos este impulso
en el resto del Nuevo Testamento.

 Lo que sí encontramos en Jesús y en la enseñanza de los apóstoles y en sus ejemplos, es que la


oración era parte fundamental de su existencia y se impulsa al creyente para que haga uso de este
medio de gracia.
 Descuidar la oración privada es exponerse como presa fácil ante la tentación.

- Tercero: Hemos de recordar que los judíos contaban el día desde caída la tarde del día anterior. Es
decir, ellos no iniciaban el día a las cinco o seis de la mañana hora nuestra sino que lo iniciaban y lo
terminaban al caer la tarde.

 Así que, si llegáramos a la conclusión que esta petición nos está enseñando además de pedir el pan,
la hora en que debemos orar,
 Entonces tendríamos que orar en lo que para nosotros es la noche o caída la tarde a eso de las 6 o
7 de la noche.

- Conclusión, independientemente de la hora, sea en la mañana o en la noche o incluso al mediodía, el


creyente ha de saber que, para su sustento, necesita de la provisión de Dios.

Y este es el punto de esta petición

 Todos los hombres deberían saber que si no es porque Dios provee para ellos el alimento diario
desfallecerían del hambre y morirían sedientos.

 Muchos no reconocen esto, pero un cristiano sabe que depende enteramente de Dios, incluso para
llevar a su paladar el bocado más pequeño.

 Piensen, por ejemplo, en lo que significa tener un desayuno sencillo: un huevo, un vaso de jugo de
naranja y un trozo de pan. Piensen el origen y el recorrido de cada uno de esos elementos para que
estén en nuestra mesa.

+ Para que hayan cosechas Dios ha de enviar el sol y la lluvia a su tiempo.


+ Para que haya alimento Dios debe preservar los frutos y los animales de plagas e insectos y
temperaturas inclementes.

 En esta cuarta petición nos humillamos delante de Dios reconociendo que a menos que Él lo quiera
nosotros tendremos sustento diario.
 Nos humillamos delante de Él reconociendo que si hay comida en la alacena y en la nevera es
porque solo Él nos la pudo haber provisto.
 Nos humillamos delante del Padre pidiendo por el sustento diario para que, al tener un plato en el
desayuno, almuerzo y comida, e incluso en los entredías, miremos al cielo en agradecimiento por su
sustento, proveyendo nuestros cuerpos de fuerza para seguir viviendo y que cada minuto de vida
que tenemos es una muestra de su misericordia y bondad inmerecida hacia nosotros.

- Pero esta petición del pan diario no se restringe tan solo al alimento sino a toda necesidad
material que tengamos para poder vivir en tranquilidad.

 Aquí rogamos a Dios que nos provea trabajo y fuerzas para trabajar.

 No pedimos por lujos o sueldos altos, con la excusa perversa de muchos cristianos que se dicen
hijos del Rey y como son hijos del Rey han de vivir como reyes, eso es simplemente una perversión
traída por el falso evangelio de la prosperidad.

 En esta petición no hay lugar para los lujos, ni tampoco para aquellas cosas que siendo legítimas no
son necesarias para nuestra subsistencia; hay lugar para lo necesario, vestido y alimento y con esto
hemos de vivir contentos y agradecidos con Dios.

Dice la Escritura:
1 Timoteo 6:6-10 Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; (7) porque nada hemos traído a
este mundo, y sin duda nada podremos sacar. (8) Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.
(9) Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que
hunden a los hombres en destrucción y perdición; (10) porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual
codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

Thomas Watson decía:


“Dame un viaticum –la porción suficiente para desempeñar mis funciones hasta llegar al cielo– y eso me bastará”.

Y la Escritura, en el libro de Proverbios nos dice:

Proverbios 30:8-9 Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; no me des pobreza ni riquezas; mantenme del pan
necesario; (9) No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, y blasfeme
el nombre de mi Dios.

 Mis hermanos, esta petición nos enseña nuestra dependencia total de Dios para poder alimentarnos
y vestirnos.
 Esta petición nos ayuda a reconocer que nuestras necesidades materiales no son las que hemos
pensado: viajes, vacaciones, una casa grande, una finca donde ir los fines de semana, un auto último
modelo, un sueldo alto.
 Más bien, esta petición nos ayuda a reconocer que para vivir y vivir bien y poder glorificar el nombre
de nuestro Dios todo lo que necesitamos es abrigo,
 Lo cual incluye un techo y vestido, y el alimento diario.

Con esto podemos vivir bien, vivir glorificando a Dios y vivir gozosos.

- La expresión griega que Mateo utiliza la cual traducimos como para cada día, es una expresión
muy extraña en el griego, la cual lo que se propone expresar es que

El sustento por el cual pedimos a Dios en esta oración es el sustento del día, no de los
próximos días.

 Lo que nos quiere decir, es que en esta oración estamos confiando en Dios para el día a día sin
preocuparnos o afanarnos por el sustento de los próximos días.

 Conozco muchos creyentes que sufren en su día a día y no son agradecidos con Dios por el sustento
diario porque mientras se están llevando a su paladar el bocado diario se lo tragan con amargura
porque están pensando en las necesidades de la otra semana o el otro mes o del día siguiente.

 Esta preocupación, que entre otras cosas es pecado y esto lo vamos a ver unos próximos sermones
porque el Señor va a tratar este tema ampliamente, esta preocupación hace que no veamos la
provisión de Dios diaria y por lo tanto no seamos agradecidos por todas las bondades de nuestro
Dios día a día.

 La verdad es que nosotros no sabemos qué va a ser del día de mañana. Si hoy tenemos abrigo y
sustento podemos estar contentos porque Dios nos ha sostenido y en su bondad nos ha alimentado
y vestido.

 Puede que el mañana nunca llegue, puede que muramos mientras dormimos, o incluso puede que
el Señor venga mañana o puede ser que hoy tengamos un accidente en el cual fallezcamos, o puede
venir un terremoto y acabar con nuestra ciudad.

 Nosotros no sabemos nada del mañana. Esta cuarta petición nos enseña que hemos de confiar en
Dios para el día a día y dejarle a Él el mañana.

- Hay algo más interesante en esta cuarta petición. La petición no es una petición que se haga en
singular. La petición no dice: “El pan mío de cada día dámelo hoy”.
 Si no que es una petición en plural: “El pan nuestro de cada día dánoslo hoy”.
 No pedimos solamente para que Dios nos provea solamente a nosotros,
 Sino que pedimos por las necesidades de nuestros hermanos en la fe, para que Dios les provea a
ellos del alimento, las fuerzas, y el abrigo diario.
 Pedir por ellos hace que si Dios nos ha provisto de más a nosotros, tengamos presentes a aquellos
que pasan necesidad para poder acercarnos a ellos con un poco de lo que Dios nos ha otorgado y
así proveerles.
 Y cuando hagamos esto hagámoslo sin tocar trompeta delante de los hombres, que se dé cuenta
solamente tú y el beneficiario, nadie más.
 Nosotros somos muy buenos para decir: Dios te bendiga, pero no somos tan buenos para proveer
con ayuda a nuestros hermanos y esta petición pone de manifiesto no solamente la necesidad diaria
nuestra sino la de quienes son peregrinos juntamente con nosotros.

Santiago 2:15-16 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada
día, (16) y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias
para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?

Y el apóstol Juan dice en su primera carta:

1 Juan 3:17-18 Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su
corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? (18) Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y
en verdad.

 Finalmente, esta cuarta petición no nos impulsa a lo que muchos vagos han confundido con un vivir
por fe.
 Pensando que vivir por fe implica pasarse la vida sin trabajar porque escrito está: “No he visto justo
desamparado ni su descendencia que mendigue pan”.
 Eso es como la Escritura que le citó el diablo a Jesús cuando nos cuenta la Escritura en Mateo:

“Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, (6) y le dijo: Si eres Hijo de
Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, en sus manos te sostendrán,
para que no tropieces con tu pie en piedra. (7) Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios”
(Mateo 4:5-7).

 Que el Señor prometa que “a sus ángeles mandará y en sus manos nos sostendrá” no significa que
vayamos por la vida tentando al Señor metiéndonos en peligros a propósito solamente para ver el
obrar de Dios.
 Así mismo, que el Señor nos diga que pidamos para el pan diario y prometa en las Escrituras
sustentarnos, no significa que tentemos al Señor quedándonos en la casa sin hacer nada y
esperando la provisión del Señor, antes bien, como dice la misma Escritura: el que no trabaje, que
no coma.
 Y esto lo dice la Biblia en el contexto donde muchos hermanos estaban metiéndose en lo ajeno y
viviendo a costa de los demás con la excusa de que el Señor venía pronto entonces para qué
trabajar.

2 Tesalonicenses 3:10-12 Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no
quiere trabajar, tampoco coma. (11) Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no
trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno. (12) A los tales mandamos y exhortamos por nuestro
Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan.

 Cuando uno ve hermanos que se meten en la vida de los demás, y andan cuestionando lo que los
otros tienen o no tienen, y andan muy pendientes de los detalles de los otros es porque tienen mucho
tiempo libre que están invirtiendo mal y en lo que no les compete.

 No nos hagamos ociosos mis hermanos, trabajemos y confiemos en la provisión diaria del Señor. Él
es nuestro Padre y tiene cuidado de cada uno de nosotros.

No lo deshonremos pidiéndole el pan diario para mantener el resto del día en angustia.
LA NECESIDAD DEL PERDÓN.

Mateo 6:12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros
deudores.

 ¿Por qué inmediatamente terminada la oración, el Señor Jesús les enseña a sus discípulos la
cuestión del perdón y la tragedia tan grande en negarse a perdonar?
 ¿El perdón de Dios hacia nosotros depende del nosotros perdonar a los otros o de la obra expiatoria
de Cristo?
 ¿Yo me gano el perdón de Dios por perdonar o Dios me perdona gratuitamente en Jesucristo y por
los méritos de Él?
- Fíjese que no he planteado esta primera pregunta así:

¿Por qué enseña el Señor la tragedia de la negativa a perdonar?,

- Sino que la pregunta se ha planteado de esta manera:

¿Por qué enseña la cuestión del perdonar inmediatamente terminada la oración?

- La razón es sencilla.

La quinta petición del Padre Nuestro es:

Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

- Detengámonos y analicemos por un momento el asunto.

 Muchos, en una lectura rápida, deducen que el penitente le está diciendo a Dios que lo perdone con
base en el perdón que este otorga a sus ofensores.
 Pues bien, mire que el penitente no dice eso, el penitente no dice:
Perdónanos nuestras deudas porque hemos perdonado a nuestros deudores.

 De ser así, encontraríamos que la base del perdón de Dios hacia el penitente depende o está basado
en el perdón del penitente a sus deudores.
 Lo cual sería un perdón por merecimiento. O un perdón por obras. Claramente algo que no se
encuentra en ningún lugar de la Biblia.

Perdónanos nuestras deudas como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores ,

- Nos enseña la naturaleza del penitente mostrándonos dos aspectos de este.

El primero: este penitente sabe que es un pecador y que requiere del perdón diario de Dios y de la
limpieza de sus pecados.

Esta primera característica apunta no a un incrédulo sino a un nacido de nuevo, a un


cristiano genuino.

1 Juan 1:8-10 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en
nosotros. (9) Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos
de toda maldad. (10) Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en
nosotros.

 Este penitente del Padre Nuestro es un cristiano que si bien sabe es un hijo de Dios por la gracia de
Dios mediante la fe en Jesucristo, sabe que a diario ensucia sus pies en su caminar y necesita y
requiere del perdón de su Padre.
 Este perdón del que nos habla el Padre Nuestro es el mismo perdón de la primera carta del apóstol
Juan.

 No es el perdón recibido cuando venimos por primera vez a Dios en arrepentimiento y fe, sino que
es el perdón que el creyente necesita diariamente en su peregrinar.

 Hay una enseñanza errónea en algunos círculos cristianos que enseña que el creyente al haber sido
perdonado en Jesucristo y al estar todos los pecados de este, tanto los pasados como los presentes
y futuros ya resueltos (cosa que es cierta), entonces razonan anti bíblicamente y concluyen que al
estar la situación legal resuelta delante de Dios sería erróneo admitir o pedir perdón a diario por
nuestros pecados.

 Cuando nosotros como creyentes venimos delante de Dios a pedir perdón no estamos solucionando
nuestra situación legal, esa ya quedó resuelta cuando se nos aplicó la obra redentora de Cristo, sino
que venimos pidiendo perdón a Dios para que nuestra comunión con Él se restaure, pues le hemos
contristado con nuestros pecados, le hemos ofendido y necesitamos su perdón y su limpieza.

 Igual de erróneo a la conclusión anterior, es aquella que piensa que necesitamos pedir perdón a
Dios a diario por nuestros pecados pues si se nos quedan pecados por los cuales no pedimos perdón
entonces nos condenaremos eternamente.

 Mi hermano, ¿está usted seguro que ha confesado todos y cada uno de sus pecados? Si el perdón
y la salvación dependieran de la confesión suya por cada uno de ellos todos nos condenaríamos.
Hay pecados de los cuales no somos conscientes. Siempre hay intenciones oscuras incluso en las
mejores obras.
El segundo aspecto de la naturaleza del penitente del Padre Nuestro nos enseña que este penitente
es una persona que al reconocer la misericordia de Dios mostrada en Jesucristo no puede negar el
perdón a otros y por eso perdona las ofensas que comenten contra él y puede decir: Padre, perdónanos
como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

 Este hecho es importantísimo. Porque todos aquellos que se acercan a Dios en esta oración son
hijos de Dios, y los hijos de Dios no niegan el perdón a nadie pues ellos mismos se saben receptores
un perdón inmerecido cometidos contra un Dios eterno y santo y benigno como ninguno.

 Por lo tanto, que Jesús inmediatamente terminada la oración concluya diciendo que si perdonamos
a los hombres sus ofensas nuestro Padre celestial también nos perdonará, pero si no perdonamos
a los hombres sus ofensas tampoco nuestro Padre celestial nos perdonará a nosotros, no es muestra
de un perdón que recibimos o nos es denegado con base en nuestro perdón hacia otros, sino que
es el resultado o la muestra si hay o no hay una obra de gracia de Dios realizada en nosotros.

Dice Samuel Pérez Millos:


“La disposición al perdón evidencia la realidad de haber sido perdonado. El que realmente es consciente de lo
que supone el perdón de sus pecados otorgado por gracia, está dispuesto a perdonar cualquier ofensa que
pueda recibir, porque todas ellas, aún la más grande, es infinitamente menor que la ofensa que le fue
perdonada por Dios con base en la obra de Cristo”.

 Pensar que podemos tener comunión con Dios en oración mientras nuestro corazón está cargado
de resentimiento hacia otros es engañarnos a nosotros mismos.

 En esta petición nos humillamos delante de Dios reconociendo que necesitamos su perdón a diario
y también es un buen momento para pensar en las ofensas que otros han cometido hacia nosotros
y decidir en nuestro corazón no tomarles en cuenta esa ofensa a ellos, sino que delante de Dios
determinamos perdonarles y tener misericordia, así como nuestro Padre nos ha perdonado en
Jesucristo.
 Una negativa a este perdón o una persistencia a guardar rencor automáticamente nos priva de poder
seguir realizando este medio de gracia de la oración.

 El creyente genuino sabe que no puede seguir así sin más, con la negación a perdonar o con el
rencor guardado y decir que tiene comunión con Dios.

 Si la ofensa ha sido mucha, ha de pensar en lo que le ha costado a Dios perdonarle sus pecados. Y
todo aquel que ha realmente disfrutado del perdón de Dios en Jesucristo no podrá negarse a
perdonar a otros.

 Esta negación es evidencia de que no goza de vida eterna. Porque el perdón no es algo que surge
de nuestro corazón caído, sino que es una capacitación que nos es dada cuando el Espíritu Santo
nos viene a habitar en la conversión.

- Estas palabras del Señor son una advertencia para muchos que piensan que son cristianos y no
lo son.

 Son palabras que deben generar un temor genuino en aquellos que saben que guardan rencor hacia
otras personas. Si es así, y te has negado a tratar con misericordia a aquellos que tal vez no
merezcan que tú les trates así, puede que estés viniendo a una iglesia bíblica, pero tu indisposición
hacia el perdón es una evidencia muy diciente respecto a tu condición espiritual. Puede ser una
muestra de que tú estás muerto espiritualmente. Y que necesitas desesperadamente conocer el
perdón de Dios en Jesucristo.

1 Juan 3:14-15 Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que
no ama a su hermano, permanece en muerte. (15) Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis
que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él.

- Muchos se excusan diciendo: “Ah, pero es que yo a mis hermanos en la fe sí los amo, pero a ese
otro que es un incrédulo no”.

 Piensan que con esa excusa pueden escapar de la fuerza de este pasaje, pero te tengo una noticia
que a lo mejor no te va a gustar mucho, en el texto griego no aparece la palabra hermano.
Simplemente dice: El que no ama, permanece en muerte.

 Pero es que me hicieron mucho daño, dices tú. Eso puede ser cierto, y el dolor que te causaron
puede ser terrible, pero si has gozado del perdón de Dios tú estás capacitado para perdonar cualquier
ofensa.

Hechos 7: 54-60 Oyendo estas cosas, se enfurecían en sus corazones, y crujían los dientes contra él. (55) Pero
Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la
diestra de Dios, (56) y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios.
(57) Entonces ellos, dando grandes voces, se taparon los oídos, y arremetieron a una contra él. (58) Y echándole
fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo.
(59) Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. (60) Y puesto de
rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.

- ¿Guardas rencor hacia alguien? ¿No tratas con amor a tus semejantes? No te engañes.
- ¿Acaso no has gozado del perdón de Dios en Jesucristo? Eso es suficiente para perdonar.
- ¿Te estás negando al perdón? Te pregunto: ¿realmente eres cristiano, eres cristiana? La Escritura dice
que no.

Si eres cristiano, estás capacitado para perdonar y tratar con amor y misericordia a quienes les
ofendieron. No tienes otra opción.
LA NECESIDAD DE LA PROTECCIÓN.

Mateo 6:13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.

- Me gusta mucho cómo el Catecismo de Heidelberg pregunta y responde ante esta petición. Dice así el
Catecismo:

Pregunta: ¿Cuál es la sexta súplica?


Respuesta: No nos metas en tentación, mas líbranos del mal; es decir, dado que nosotros somos tan débiles que por
nosotros mismos no podríamos subsistir un solo instante, y dado que, nuestros enemigos mortales como son: Satanás, el
mundo y nuestra propia carne, nos hacen continua guerra; dígnate sostenernos y fortificarnos por la potencia de tu Espíritu
Santo, para que podamos resistirles valerosamente, y no sucumbamos en este combate espiritual, hasta que logremos
finalmente la victoria.

 Mis amados hermanos, he decidido, por cuestiones de tiempo y por la importancia del tema, dejar
para el próximo sermón el desarrollo y explicación de esta última petición.
 Que el Señor nos ayude a hacer de la oración modelo parte de nuestra vida diaria.

Vous aimerez peut-être aussi