Procesos Electorales nido de corrupción

Los procesos electorales son un suceso social, económico, cultural que se divide en etapas
y como todo es algo de lo que no se le puede hacer el de la vista gorda, pues de ahí es donde
a futuro se ven reflejado nuestras acciones como miembro de esa comunidad u/o gobierno.
Un proceso electoral tiene como fin buscar líderes que puedan ayudar a una comunidad o
toda la nación a mejorar su calidad de vida, pero últimamente los líderes políticos son los
únicos que se están beneficiando cuando son elegidos por el pueblo.

Un proceso electoral bien sea para asamblea, consejo, alcaldía, gobernación, presidencial o
senador inicia con una etapa pre-electoral la cual comprende de las actividades previas al
proceso electoral. Cuando finaliza esta etapa pre-electoral e inicia la etapa de inscripción
de cedula es notorio ver en Colombia como los partidos políticos inician su corrupción con
el trasteo de votantes de una ciudad a otra y más que todo se ven en las zonas rurales las
cuales están fuera de la lupa del ente regulador de estas. Una vez pasada la fechas de
inscripción de cedulas inicia la conformación del censo electoral el cual indica la cantidad
de cedulas aptas, correspondientes a electores que pueden votar en determinado lugar.
También tenemos la etapa de inscripción de candidatos que es cuando los grupos políticos
elijen quien será su representante para que el pueblo lo elija de los demás partidos políticos,
una vez elegido el representante político es cuando más tenebrosamente se ve como la
corrupción en Colombia se apodera de las calles, barrios, comunidades y hasta el país
entero y es porque se ve la compra de votos como sucedió y se presenció en la Guajira con
el Gobernador en ese entonces Wilmer González Brito, que fue acusado de haber realizado
maniobras fraudulentas para ganar las elecciones, a través de concejales de varios
municipios que le compraron los votos con dinero en efectivo, materiales de construcción,
mercados, artesanías y hasta chivos. El ente acusador reveló audios de una conversación
entre el mandatario y la concejal de Maicao Silbelly Solano, la cual deja en evidencia esa
estrategia: “En logística me estoy gastando, sin exagerar, $10 millones, porque necesito
contratar carros (…) lo que más me preocupa son los mercados. Darle a la gente para que
compren su chivo, hagan su comida y vengan desayunados, porque usted sabe cómo se
maneja eso”, se escucha. Pero para no ir tan afondo de cómo es que descaradamente se es
corrupto en Colombia tenemos que hacernos una pregunta y es que esto es ¿Cuestión
cultural? En el documento Mapas y factores de riesgo electoral, sobre las elecciones de
autoridades locales de 2015, la Misión de Observación Electoral (MOE) concluyó que uno
de los puntos débiles de la democracia colombiana tiene que ver con lo susceptibles,
aquiescentes y a menudo cómplices que son los ciudadanos frente a las prácticas
fraudulentas de candidatos y políticos, ya que permitimos vender nuestra conciencia
muchas veces por necesidad como muchas veces porque creemos que el voto de uno no
puede hacer la diferencia pero aun así mientras sean los mismos de siempre los que se
postulen para ser nuestros líderes este país no cambiara para bien sino para mal porque no
habrá un progreso significativo que ayude a las comunidades de escasos recursos a
superarse y a contribuir de manera eficiente a la sociedad que la sostiene.

Para concluir se tiene que, mientras las prácticas corruptas electorales como el soborno de
votantes, la obtención de fondos de campaña mediante promesas de beneficios ilegales
(tales como contratos favorables con el gobierno) como recompensa a los donadores,
sobornar a los candidatos opositores para que se retiren de la contienda y (donde existen
límites legales a los gastos de campaña) un manejo encubierto de los gastos de campaña
para poder exceder los límites podremos ultimar que no hay futuro en esa sociedad y que
estará expuesta a caer en un precipicio sin fin donde los políticos se llenan los bolsillos con
el dinero del pueblo hasta no poder más.

Autor: Aura Carolina Argel Peña

Universidad de Córdoba
Facultad de Ciencias Humanas
Lic. En Ingles
Sem III