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Ética, sociedad y derechos humanos

La historia de la humanidad es la historia de la moral. Desde siempre, los seres


humanos han hecho actos buenos y actos malos. Cuando un individuo ejecuta una
buena acción puede, desde su interior, preguntarse si lo que ha hecho es bueno o es
malo, pero quien ejecuta una mala acción inconscientemente, puede también
considerar que el acto que ha realizado es bueno porque se adapta a las costumbres
del resto de la sociedad donde se desenvuelve.

Estudios realizados sobre el tema, concluyen en que, desde la prehistoria, los humanos
se unieron como especie con el fin de sobrevivir y protegerse de las amenazas de la
naturaleza. Los primeros hombres y mujeres cazaban o recolectaban, unidos en
grupos, pero el hecho de compartir estrechaba aún más los lazos de hermandad y
compañerismo que los unía como familia humana. Todo acto que hicieron, en favor
de ellos mismos, era bueno aunque mataran para sobrevivir. Pero la historia de la vida
en el planeta ha sido la historia de una lucha a muerte entre las diferentes especies por
la supervivencia, donde cada individuo, o ser vivo, actúan según sus reglas o leyes
biológicas, establecidas internamente en su código genético según sea su especie.

Los fenómenos naturales como el rayo, relámpagos, lluvias y truenos, llamaron la


atención del hombre. Pues si en la naturaleza los objetos, como las piedras,
permanecen estables hasta que una fuerza exterior los mueva, ¿Quién puede hacer
bulla y mover cosas allá arriba, además de prender y apagar las luces todos los días?
Los humanos creyeron que seres sobrenaturales, que no habitaban la tierra, sino más
allá, eran los responsables de tales fenómenos. El hombre primitivo sintió respeto por
ellos y los adoró. Con el nacimiento de los dioses, surge un conjunto de normas o
reglas morales recogidas en un Código Religioso, que anexado al Código Biológico,
rige también el comportamiento humano. Así que por violación a la moral religiosa,
se apedreaban a las mujeres, se quemaba a la gente en una hoguera, o simplemente se
les crucificaba.

En el siguiente paso de la evolución humana, se impuso la voluntad del más fuerte y


surgió un nuevo sistema que esclavizó al hombre, que lo maltrató y lo llenó de rabia.
Se conoce como el Sistema Esclavista, donde el hombre llegó a odiar, a muerte, al
mismo hombre o al compañero de su misma especie. La esclavitud contradecía el
código religioso, pero la clase dominante de esclavistas la impuso como moral o reglas
a seguir. Dentro de la moral romana, por ejemplo, ver a los cristianos devorados por
fieras era bueno, y recibían ese castigo, por no aceptar a los dioses, que les imponía
Roma, o por actuar contrarios a las reglas imperiales.

La Moral se convirtió así en un conjunto de normas, o reglas impuestas por la clase


social dominante, transmitidas como costumbre, de generación en generación, entre
la misma clase social dominada. Pero la Moral ha cambiado según los modos de
producción de la sociedad. La clase social que ha dominado sobre los medios de
producción, como fuente de vida para el sustento social, ha impuesto su moral y ha
logrado que la clase dominada, con su carga de necesidades, piense y actúe según los
deseos de la clase social que los domina.

Así, a través de las siguientes relaciones de producción o sistemas sociales, las


costumbres morales han atravesado la historia perdurando en el tiempo. Es por eso
que la filosofía de la moral dominante, en la sociedad actual, basada en las relaciones
de explotación de millones de seres humanos, para beneficio de un puñado de
capitalistas, tiene mucho en común o ha cambiado muy poco, con relación a los
anteriores sistemas de similar forma de producción y explotación humana.

Es por eso que la moral es clasista, tal como la definieron los creadores del Socialismo
Científico, porque se relaciona con la forma de producción de la sociedad. La moral
propagada, en estas condiciones, no es la más justa, ni es la más correcta, sino que
sirve para resguardar, proteger y garantizar, en el poder, a la clase social dominante.
De allí que los sistemas de explotación, al apropiarse de la fuerza del trabajo social,
establecen las normas de los actos humanos, que aunque sean realizados por los
mismos individuos, no son propios del individuo mismo sino que le son impuestos,
desde afuera, por la clase que los domina y explota.

Así que en el transcurso de la historia, quienes han controlado el poder, en los


diferentes sistemas sociales, se han aprovechado de la ignorancia, de los pueblos
dominados, y los han explotado imponiendo la moral dominante. Con este fin ha
predominado la moral religiosa, como moral que ha dominado en los anteriores
Sistemas Sociales (Esclavismo, Feudalismo, Capitalismo); impuesta para defender
los sagrados intereses de quienes se han apropiado, y se siguen apropiando, de los
bienes sociales y del trabajo de todos, logrando transformar, a los seres humanos, en
una sociedad de esclavos psicológicos desadaptados, de las buenas acciones humanas,
y adaptados a la sumisión de una moral contraria, llena de malas acciones, y de
ejemplos que contradicen lo que predican, pero que beneficia al pequeño grupo social
que controla el poder.

Muchos enredos se han tejido sobre este tema, y los explotadores lo han presentado,
más confuso aún, al imprimirle un origen religioso. Descifrar la moral de los
diferentes pueblos, a través de la historia, solo es posible con la ciencia que estudia la
Moral conocida como Ética, y los estudia como actos, buenos o malos, del
comportamiento humano según la costumbre, transmitidos en el tiempo, de
generación en generación a través de los diferentes sistemas sociales.

Contraria a la moral, como conducta impuesta desde afuera que hace que el individuo
actúe de manera inconsciente, la Ética se considera como el conjunto de valores
internos que adquiere el ser humano cuando se eleva estudiando y analizando, los
diferentes tipos de moral y reflexionando sobre ellas, tomando para sí, de manera
consciente, las normas a seguir, ya esclarecidas por la ciencia, bajo la óptica de la
lógica y la razón. Las sociedades han colapsado porque no son los valores éticos los
que prevalecen. Desde este punto de vista, la Ética es un conocimiento que se
preocupa por construir ciudadanos de ambos géneros. Su objetivo final, es lograr la
mayor suma de felicidad para la especie humana.

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