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LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Es posible definir la violencia contra las mujeres en la pareja como toda forma de

coacción, o imposición ilegitima por la que se intenta mantener la jerarquía impuesta

por la cultura sexista, forzando a que la mujer haga lo que no quiere, no haga lo que

quiere, o se convenza que lo que fija el varón es lo que se debe hace. Supone

multiplicidad de actos, de técnicas y procedimientos de ataques u omisiones materiales

o simbólicas, realizadas a través del uso injusto de diferentes fuerzas -física, psicológica,

moral, económica-, que buscan quitar poder, subordinar y anular a la mujer como

persona.

Tipos de violencia.

 Física. La violencia física es aquella que puede ser percibida objetivamente por

otros, que más habitualmente deja huellas externas. Se refiere a empujones,

mordiscos, patadas, puñetazos, etc, causados con las manos o algún objeto o

arma. Es la más visible, y por tanto facilita la toma de conciencia de la víctima,

pero también ha supuesto que sea la más comúnmente reconocida social y

jurídicamente, en relación fundamentalmente con la violencia psicológica.

 Psicológica. La violencia psíquica aparece inevitablemente siempre que hay otro

tipo de violencia. Supone amenazas, insultos, humillaciones, desprecio hacia la

propia mujer, desvalorizando su trabajo, sus opiniones

 económica, en la que el agresor hace lo posible por controlar el acceso de la

víctima al dinero, tanto por impedirla trabajar de forma remunerada, como por

obligarla a entregarle sus ingresos, haciendo él uso exclusivo de los mismos

(llegando en muchos casos a dejar el agresor su empleo y gastar el sueldo de la


víctima de forma irresponsable obligando a esta a solicitar ayuda económica a

familiares o servicios sociales).

 social, en la que el agresor limita los contactos sociales y familiares de su pareja,

aislándola de su entorno y limitando así un apoyo social importantísimo en

estos casos.

 Sexual. Se ejerce mediante presiones físicas o psíquicas que pretenden

imponer una relación sexual no deseada mediante coacción, intimidación

o indefensión” (Alberdi y Matas, 2002.

Mundialmente entre el 40 y el 70% de los homicidios de mujeres son

perpetrados por compañeros íntimos.

Entre el 4 y el 20% de las mujeres en los países en vías de desarrollo sufren

violencia durante el embarazo.

La violencia contra la mujer es una de las causas de muerte e incapacidad entre

las mujeres en edad reproductiva al igual que el cáncer.

Causas y circunstancias de la violencia contra la mujer

 En el plano individual,

 En el plano familiar,

 En el plano comunitario,

 En el plano social

 En el plano estatal

La violencia contra la mujer es cualquier acción o conducta, basada en el

género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a


la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado. Se trata de un

problema que afecta los derechos humanos de las mujeres y un importante

problema de salud pública en todo el mundo, según está reconocido en

diversos foros internacionales y en la Ley General de Salud vigente.

La evaluación forense de la violencia psicológica:

 Constatar la existencia de violencia psicológica. Ésta se ha de

verificar por la entrevista clínico-forense y la administración de

instrumentos de evaluación adecuados.

 Valoración de las secuelas. Se valorarán las secuelas y las

repercusiones que la víctima haya podido sufrir en diferentes niveles

(personal, familiar, laboral, etc.). La valoración de las secuelas

emocionales implica el uso de técnicas válidas y fiables, que han de

ser específicas o adaptadas al contexto forense

 El nexo causal. Tras constatar episodios de violencia psicológica y de

sintomatología compatible con las secuelas características de

maltrato, se procederá a establecer el nexo causal entre ambos.

 Credibilidad del testimonio. Dado que en muchos casos la violencia

psicológica hacia la pareja se produce en la esfera privada, a menudo

no hay testimonios ni otro tipo de pruebas salvo la declaración de la

propia víctima y el agresor.

CONSECUENCIAS PSICÓLOGICAS PARA LA MUJER


MALTRATADA.
El síndrome de la mujer maltratada, definido por Walker y Dutton se define como

una adaptación a la situación aversiva caracterizada por

el incremento de la habilidad de la persona para afrontar los estímulos adversos

y minimizar el dolor, además de presentar distorsiones cognitivas, como la

minimización, negación o disociación; por el cambio en la forma de verse a sí

mismas, a los demás y al mundo.

Enrique Echeburúa y Paz del Corral equiparan estos efectos al trastorno de

estrés postraumático, cuyos síntomas y características, sin duda, aparecen en

algunas de estas mujeres Además, el alto nivel de ansiedad genera problemas

de salud y alteraciones psicosomáticas, y pueden aparecer problemas

depresivos importantes.

Desarrollo del síndrome de la mujer maltratada

Marie-France Hirigoyen diferencia entre dos fases en las consecuencias, las que

se producen en la fase de dominio y a largo plazo.

En la primera fase, la mujer está confusa y desorientada, llegando a renunciar a

su propia identidad y atribuyendo al agresor aspectos positivos que la ayudan a

negar la realidad. Se encuentran agotadas por la falta de sentido que el agresor

impone en su vida, sin poder comprender lo que sucede, solas y aisladas de su

entorno familiar y social y en constante tensión ante cualquier respuesta agresiva

de su pareja.

Marie-France Hirigoyen habla de consecuencias a largo plazo refiriéndose a las

etapas por las que pasan las víctimas a partir del momento en que se dan cuenta
del tipo de relación en la que están inmersas. Durante esta fase, las mujeres

pasan un choque inicial en el que se sienten heridas, estafadas y avergonzadas,

además de encontrarse apáticas, cansadas y sin interés por nada.

TRATAMIENTO

En muchas ocasiones es necesaria una intervención previa, que la mujer pase

por un período de reflexión y quizá varios intentos de salir de esa relación

violenta, con ayuda terapéutica o sin ella, hasta que tome la decisión definitiva.

A partir de entonces, el apoyo psicológico se centrará en varios aspectos,

valorando previamente las necesidades y demandas individuales de cada

paciente.

Deberemos evaluar cuáles han sido las secuelas concretas que ha dejado la

situación vivida en esa persona, y graduarlas para establecer un orden para el

tratamiento.

Algunas de las intervenciones más habituales y básicas para su recuperación

serían:

 Información sobre la violencia de género, causas y origen, mitos,

etc.

 Reducción de la activación y la ansiedad en las formas en que se

manifieste (insomnio, agorafobia, crisis de pánico, etc).

 Fomento de la autonomía, tanto a un nivel puramente psicológico,

a través de un cambio de ideas distorsionadas sobre sí misma y

el mundo, como a nivel social, económico, etc, orientándola en la

búsqueda de empleo, recuperando apoyos sociales y familiares.


LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Es posible definir la violencia contra las mujeres en la pareja


como toda forma de coacción, o imposición ilegitima por la
que se intenta mantener la jerarquía impuesta por la cultura
sexista, forzando a que la mujer haga lo que no quiere, no
haga lo que quiere, o se convenza que lo que fija el varón es
lo que se debe hace.

Tipos de violencia.

Física. Psicológica

Sexual
social
económica,

Causas y circunstancias de la

violencia contra la mujer

 En el plano individual,
La evaluación forense de la violencia psicológica:
 En el plano familiar,

 En el plano comunitario,  Constatar la existencia de violencia

 En el plano social psicológica.

 En el plano estatal  Valoración de las secuelas.

 El nexo causal.

 Credibilidad del testimonio.

 TRATAMIENTO: Información sobre la violencia de género, causas y origen, mitos, etc.

 Reducción de la activación y la ansiedad en las formas en que se manifieste (insomnio,

agorafobia, crisis de pánico, etc).

 Fomento de la autonomía, tanto a un nivel puramente psicológico, a través de un


cambio de ideas distorsionadas sobre sí misma y el mundo, como a nivel social,

económico, etc, orientándola en la búsqueda de empleo, recuperando apoyos sociales

y familiares.
VICTIMAS DE ABUSO SEXUAL EN LA INFANCIA

Los Abusos Sexuales Infantiles generalmente ocurren a lo lago de mucho

tiempo, meses o incluso años. Se producen en todas las clases sociales y en

muchas niñas y niños, entre un 20 y un 30% de niñas y en un 10% de niños.

Los ASI quedan grabados profundamente en el interior de estas niñas y niños,

pero, paradójicamente, en muchos casos los “olvidan”, como un mecanismo de

supervivencia y sólo lo vuelven a recordar en circunstancias muy específicas,

como a veces ocurre durante las sesiones terapéuticas.

El abuso sexual de menores se refiere a cualquier conducta sexual mantenida

entre un adulto y un menor. Más que la diferencia de edad.

factor, sin duda, fundamental que distorsiona toda posibilidad de relación

libremente consentida, lo que define el abuso es la asimetría entre los implicados

en la relación y la presencia de coacción explícita o implícita.

No deja, por ello, de ser significativo que el 20% del abuso sexual infantil está

provocado por otros menores.

Las víctimas suelen ser más frecuentemente mujeres (58,9%) que hombres

(40,1%) y situarse en una franja de edad entre los 6 y 12 años, si bien con una

mayor proximidad a la pubertad.

Agresores sexuales, tipos de abusos y víctimas de riesgo:

Los abusadores sexuales, que frecuentemente muestran un problema de

insatisfacción sexual, se ven tentados a buscar esporádicas satisfacciones

sexuales en los menores que tienen más a mano y que menos se pueden resistir.
En estos casos los agresores pueden mostrar distorsiones cognitivas para

justificarse ante ellos mismos por su conducta: "mi niña está entera", "la falta de

resistencia supone un deseo del contacto", "en realidad, es una forma de cariño",

etc.

En otros casos los agresores son desconocidos. Este tipo de abuso se limita a

ocasiones aisladas, pero, sin embargo, puede estar ligado a conductas violentas

o a amenazas de ellas. No obstante, la violencia es menos frecuente que en el

caso de las relaciones no consentidas entre adultos porque los niños no ofrecen

resistencia habitualmente.

Por otra parte, los niños con mayor riesgo de victimización son aquellos con una

capacidad reducida para resistirse o revelarlo, como son los que todavía no

hablan y los que muestran retrasos del desarrollo y discapacidades físicas y

psíquicas.

- ¿Tenemos que alarmarnos con el Abuso Sexual Infantil (ASI)?

El Abuso Sexual Infantil (ASI) es un grave problema social que debemos

reconocer para darle la debida importancia. Esta es una cuestión que se ha

mantenido oculta a lo largo de los tiempos, sujeta al «ámbito privado». Todos

debemos contribuir a la sensibilización y concienciación acerca de la extensión,

gravedad y costos que la violencia familiar ocasiona a toda la sociedad y sus

instituciones. Porque afecta a un alto porcentaje de familias de cualquier

comunidad, en todos los niveles económicos, culturales y religiosos.


Detección del abuso sexual:

Existen diferentes factores que pueden explicar los motivos de esta ocultación:

por parte de la víctima, el hecho de obtener ciertas ventajas adicionales, como

regalos, o el temor a no ser creída, junto con el miedo a destrozar la familia o a

las represalias del agresor; y por parte del abusador, la posible ruptura de la

pareja y de la familia y el rechazo social acompañado de posibles sanciones

legales.

Lo que le puede llevar al silencio, en algunos casos, es el pánico a la pareja o el

miedo a desestructurar la familia; en otros, el estigma social negativo generado

por el abuso sexual o el temor de no ser capaz de sacar adelante por sí sola la

familia.

De ahí que el abuso sexual pueda salir a la luz de una forma accidental cuando

la víctima decide revelar lo ocurrido -a veces a otros niños o a un profesor- o

cuando se descubre una conducta sexual casualmente por un familiar, vecino o

amigo. Los menores muy pequeños pueden no ser conscientes del alcance del

abuso sexual en las primeras fases, lo que puede explicar la compatibilidad de

estas conductas con el cariño mostrado al adulto por el menor.

a) Consecuencias a corto plazo: Al menos un 80% de las víctimas sufren

consecuencias psicológicas negativas. El alcance del impacto psicológico va a

depender del grado de culpabilizarían del niño por parte de los padres, así como

de las estrategias de afrontamiento de que disponga la víctima.


b) Consecuencias a largo plazo: Los efectos a largo plazo son menos frecuentes

y más difusos que las secuelas iniciales, pero pueden afectar, al menos, al 30%

de las víctimas

Desde el punto de vista del trauma en sí mismo, lo que predice una peor

evolución a largo plazo es la presencia de sucesos traumáticos diversos en la

víctima, la frecuencia y la duración de los abusos, la posible existencia de una

violación y la vinculación familiar con el agresor, así como las consecuencias

negativas derivadas de la revelación del abuso (por ejemplo, romperse la familia,

poner en duda el testimonio del menor, etc.).

Factores mediadores del abuso sexual infantil:

No todas las personas reaccionan de la misma manera frente a la

experiencia de victimización, ni todas las experiencias comparten las mismas

características. El impacto emocional de una agresión sexual está modulado por

cuatro variables: el perfil individual de la víctima (estabilidad psicológica, edad,

sexo y contexto familiar); las características del acto abusivo (frecuencia,

severidad, existencia de violencia o de amenazas, cronicidad, etc.); la relación

existente con el abusador; y, por último, las consecuencias asociadas al

descubrimiento del abuso. En general, la gravedad de las secuelas está en

función de la frecuencia y duración de la experiencia, así como del empleo de

fuerza y de amenazas o de la existencia de una violación propiamente dicha

(penetración vaginal, anal o bucal). De este modo, cuanto más crónico e intenso

es el abuso, mayor es el desarrollo de un sentimiento de indefensión y de

vulnerabilidad y más probable resulta la aparición de síntomas.


VICTIMAS DE ABUSO SEXUAL

EN LA INFANCIA

El abuso sexual de menores se refiere a


Los Abusos Sexuales Infantiles
generalmente ocurren a lo lago cualquier conducta sexual mantenida
de mucho tiempo, meses o
incluso años. Se producen en entre un adulto y un menor. Más que la
todas las clases sociales y en
muchas niñas y niños, entre un 20 diferencia de edad.
y un 30% de niñas y en un 10%
de niños.

Los abusadores sexuales, que


Agresores sexuales, tipos de frecuentemente muestran un problema de
insatisfacción sexual, se ven tentados a
abusos y víctimas de riesgo: buscar esporádicas satisfacciones
sexuales en los menores que tienen más
a mano y que menos se pueden resistir.

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