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La depresión en Adolescentes

Arturo Lozano Liza – 20171488


Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades
H5 Música
Universidad Nacional Enrique Guzmán y Valle “La cantuta”

En los adolescentes se ha observado que los sucesos de vida estresantes pueden tener
una influencia en el inicio y desarrollo de los síntomas de depresión; éstos se originan de
situaciones familiares, personales y económicas que alteran las actividades normales de los
individuos. Pero, ¿qué es la depresión? Al respecto, Retamal (1999) sostiene que:
“La depresión puede ser definida como uno de los tipos de alteración del ánimo,
consistente en su disminución, con un grado variable de pérdida de interés o
dificultad para experimentar placer en las actividades habituales y acompañado de
diversos síntomas psíquicos (tristeza, alteraciones de la concentración, memoria,
etc.) y físicos (disminución de la libido, anorexia-hiperfagia, etc.)” (p.9).
Sin embargo, surgen otras interrogantes en cuanto al tema: ¿cuáles son los tipos de
depresión?, ¿cuáles son los síntomas de la depresión? y la prevención, en los siguientes
párrafos se responderá a dichas incógnitas.
Algunas personas no saben que es un problema de salud y ha adquirido gran
importancia en los últimos años, existiendo tipos de depresión. La monopolar y bipolar, alude
a la presencia del polo de tristeza patológica y de euforia patológica y cuando ha padecido
ambas se denomina bipolar. También está el tipo primario y secundario, sería aquella que
no tiene como posible factor causal ninguna enfermedad somática o psiquiátrica, es una
alteración del estado de ánimo (depresión habitual o común). A la vez esta el tipo endógeno
y reactivo, el endógeno se distingue por sus características sintomáticas (insomnio,
lentificación psicomotora, tristeza intensa, pérdida de peso); las reactivas, siendo biológicas
o genéticas (duelo, separación, pérdida, fracaso, sobre carga laboral). Por último la depresión
mayor y distimia, caracterizado por personas de baja autoestima, irritables, tristes, con
síntomas somáticos suaves. Para la depresión mayor, Retamal (1999) afirma que “El episodio
de depresión mayor es de diagnóstico más fácil porque se diferencia del estilo caracterológico
y es un cuadro con un comienzo claro, que interfiere en medida variable con las actividades
que el sujeto desarrolla en su vida cotidiana” (p.23)
Almudena (2009) afirma que:
“La mayoría de los especialistas en el tema, están de acuerdo a la hora de escribir los
síntomas de la depresión propios de los adolescentes: Aumento o descenso de peso,
hipo o hipersomnia, disminución del rendimiento académico, problemas de atención
y dificultad de concentración, anergia (pérdida o ausencia de energía), agitación
motora o enlentecimiento, ausencia de motivación, estado de ánimo deprimido, baja
autoestima, evitación e actividades lúdicas, interacción social y familiar disminuidas,
deseo continuo de estar sólo y no ser molestado, pensamientos recurrentes de muerte,
actividades destructivas.” (p.89).
La depresión adolescente es una cuestión de salud preocupante, que provoca un
sentimiento de tristeza continuo y la perdida de interés en las actividades. Pero algunas
estrategias pueden ayudar como: brindarle apoyo incondicional, fomentar la amistad y el
apoyo social, fomentar actividad física, estimular el descanso reparador, controlar el tiempo
que pasa mirando televisión. A esto Redondo, Galdó, García (2008) agregan que:
“En un abordaje esencial y se sitúa a nivel tanto de la primera infancia, como se ve
con claridad en la forma depresiva de abandono, como en la propia adolescencia en
donde, sea cual sea el tipo de depresión, el entorno tendrá tendencia a no reconocer
este estado en el adolescente, atribuyendo a cualquier conducta un carácter benigno y
provisional que desaparecerá por sí solo.”(p.291).
Según Almudena (2009) observa que:
“El sistema de valores que hemos creado es afectivamente deficitario. Los padres
trabajan demasiado y la culpa de no poder estar más tiempo con sus hijos, se suple
con frases como “es mejor calidad que cantidad”. La pregunta es ¿Cuánto tiempo
diario es “calidad”? En la misma línea, los padres justifican la falta de dedicación
maximizando la formación académica y deportiva sin preguntarse si sus hijos son
capaces de seguirla. Nos encontramos con adolescentes sometidos a jornadas
interminables de colegio- extraescolares, con poco tiempo para los amigos y para no
hacer nada.” (p.100).
Por lo tanto necesitamos más apoyo de los padres, tanto como la sociedad para poder
prevenir tales como una buena comunicación afectiva diaria con el adolescente, tiempos
compartidos por ejemplo durante las comidas (es fundamental comer y/o cenar juntos y sin
televisión), tiempos fuera de casa juntos, incluso compartiendo alguna afición con uno u otro
progenitor (esto facilita conversaciones diferentes a las domésticas con claras connotaciones
de obligatoriedad) y supervisión de hábitos de alimentación y auto cuidado así como de
rendimiento académico e integración social, facilitan el detectar problemas en fase inicial y
el poder abordarlos desde un principio, porque existe un clima de comunicación y afecto de
base.

Referencia Bibliográfica
Alonso Almudena García. (2009). La depresión en adolescentes. Estudios de Juventud, 84,
1065.
Carlos G. Redondo Figuero, Gabriel Galdó Muñoz, Miguel García Fuentes. (2008). Atención
al adolescente. España: Universidad de Cantabria.
Retamal, C. (1999). Depresión. Chile: Editorial Universitaria, S.A..

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