MODERNIDAD, POSMODERNIDAD Y
DERECHOS HUMANOS EN AMERICA LATINA
Felipe GONZALEZ ... 1.00000
I. Introduccion... 6... eee eee
II. El debate modernidad/posmodernidad .............
lll. El debate modernidad/posmodernidad en
América Latina 2.0... 6. eee
A. {MODERNIDAD EN AMERICA LATINA?
B. {POSMODERNIDAD EN AMERICA LATINA? .
IV. Situando los derechos humanos en el debate ..........
V. Conclusion... .. 0.52.65 6 cee eee eee eee aeMODERNIDAD, POSMODERNIDAD Y
DERECHOS HUMANOS EN AMERICA LATINA
Felipe GONZALEZ”
I. Introduccién
Jean-Francois Lyotard inicia la introduccién a su libro "La Condicién
Posmoderna" con las siguientes proposiciones: "Este estudio tiene por objeto
la condicién del saber en las sociedades mas desarrolladas. Se ha decidido
llamar a esta condicién *posmoderna’™"!, Sin embargo, y al igual como ha
ocurrido en el pasado con tantos otros esquemas de analisis europeos, la
tentacién de adoptar estos nuevos conceptos en América Latina parece irresis-
tible.
La pregunta acerca de si las nuevas condiciones en las sociedades desarro-
lladas representan efectivamente una "superacion de la modernidad" o, si se
prefiere, un dejar atras la modernidad, continua vigente en Ja discusién en esas
sociedades (v.gr. Habermas’).
Dicha pregunta cabe formularsela por otras razones en el caso de so-
ciedades subdesarrolladas como las latinoamericanas, donde un contexto
* Profesor y miembro del Departamento de Investigaci6n, Facultad de Derecho, Universidad Diego
Portales.
1 Lyotard J.F., La Condicién Posmodera, Editorial REI Argentina, Buenos Aires, 1987, pag. 9.
2 Habermas J., el Discurso Filoséfico de la Modernidad, Taurus, Buenos Aires, 1989.224 Estudios Especializados [ HDH ]
histérico diferente al de la tradicin europea podria conducir también a una
respuesta distinta respecto de la discusién sobre modernidad y posmodernidad.
También es importante preguntarse por la relevancia que la concepcién de
los derechos humanos podria desempefiar en las culturas y sociedades lati-
noamericanas. Dado que los derechos humanos parecieran ser uno de los
aspectos insuficientemente explorados del ideario ilustrado, es de interés anali-
zar su posible papel en el contexto de la polémica sobre modemidad y posmo-
dernidad en las sociedades latinoamericanas.
Tales son los propésitos de este trabajo.
II. El debate modernidad/posmodernidad
La idea de “posmodernidad” se fue incubando en las tiltimas décadas en
ciertos circulos artisticos y también en algunos ambientes en las ciencias
sociales.’ No obstante, puede decirse que es recién con "La Condicién Posmo-
derma" de Jean Frangois Lyotard que adquiere carta de ciudadania. Ello no
quiere decir, por cierto, que los autores posmodernos den por acabada la
modernidad en estas dltimas décadas. La Filosofia usualmente tarda mucho en
situar épocas histéricas. Por ejemplo, puede decirse que recién con Hegel, en
los finales del siglo XVIII, se pasé a tomar conciencia cabal del hito histérico
que representé el siglo XVI, con el Renacimiento, la Reforma Protestante y
René Descartes en la Filosofia. De alli que "la entrada en la posmodernidad"
se situe mucho antes de 1950, a veces incluso en el sigto pasado.
Los filésofos posmodernos plantean que no nos hallamos frente a una crisis
mas de la modernidad, sino que es el paradigma mismo de ésta el que se
encuentra en crisis. El paradigma de la modernidad seria el ideal racional, que
persigue la explicacion de la realidad sin el recurso al mero argumento de
tradicién. La modernidad, en consecuencia, no pretende extraer sus criterios de
modelos de épocas anteriores y abomina de la “tradici6n por la tradicin." Esto
sin perjuicio de que Ja tradicién pueda ocupar un lugar dentro del! andlisis
3 Para J. Habermas (cit), fue “la investigacién que sobre provesos de modemnizacién se hizo en los aftos
ccincuenta y sesenta fue la que creé las condiciones para que la expresién ‘postmodemidad’ se pusicra en
circulacién también entre los cientificos sociales. Pues en vista de una modemizacién evolutivamente
autonomizada, de una modernizacién que discurre desprendida de sus origenes, tanto mAs ficilmente puede
cl observador cientifico decir adiés a aquel horizonte conceptual del racionalismo occidental, en que surgié
la modemizacién.” (pg, 13).