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Inflamación
Incitación a comprender algo y pretender, hacer visible un conflicto ignorado. Si no lo consigue, las
inflamaciones agudas (-itis) adquieren carácter crónico (“-osis”)
Ahora estoy abierto a mirar mis propios conflictos sin ningun temor, resolviendolos y viviendo feliz
y pleno.
Colitis Ulcerosa
Los problemas del intestino delgado son los TUMORES, el CÁNCER, la DIVERTICULITIS, la
ENFERMEDAD DE CROHN y, a veces, la DIARREA.
Los problemas del colon son el ESTREÑIMIENTO, la DIARREA, los CÓLICOS, la COLITIS, los
GASES INTESTINALES, los TUMORES, el CÁNCER, los CALAMBRES, la GASTROENTERITIS y los
PARÁSITOS. Ver el problema específico en este libro, además de la siguiente definición.
C Tu problema en los intestinos es un mensaje importante para que aprendas a nutrirte de buenos
pensamientos en lugar de temores y pensamientos desvalorizantes. En tu mundo material
tampoco necesitas creer en la escasez. Tienes que trabajar tu fe; tener fe en la presencia divina en
ti y en el Universo que existe para ocuparse de todo lo que vive en este planeta, incluido tú. Debes
dejar ir lo viejo que hay en ti para hacer lugar a lo nuevo. Ver también dolor de barriga.
El intestino es el centro de absorción e integración del alimento y de los alimentos como el de los
pensamientos, los sentimientos y de mi realidad actual. Todo lo que me causa tristeza, temor,
confusión, rebelión, vergüenza o cualquier otro pensamiento o sentimiento discordantes puede
encontrar una liberación y crear problemas intestinales. La digestión se hace a este nivel, por lo
tanto si tengo contrariedades y que me siento víctima de un “golpe bajo”, de una “mala jugada”, o
que tengo la sensación que alguien me ha hecho “una mala pasada”, ¡tendré malestar en los
intestinos porque no digeriré sencillamente! Estaré particularmente afectado si se trata de un
miembro de mi familia que es el “cerdo”. Al poder digerir esta situación, se manifestará por un
problema al nivel de mis intestinos. Si está afectado mi intestino delgado, puedo tener tendencia a
juzgar las situaciones que se presentan a mí teniendo opiniones muy marcadas con relación a mis
nociones de “bien” y “mal”. También tendré tendencia a tener la sensación de carecer de muchas
cosas en mi vida. Los intestinos (en particular el intestino gordo) también están vinculados con mi
habilidad a dejarme ir, a sentirme suficientemente en seguridad interiormente para ser
espontáneo. Mis intestinos simbolizan el hecho de dejar circular los acontecimientos en mi vida.
Puedo tener una necesidad muy fuerte de retener y controlar lo que me sucede. Me agarro a
ciertas cosas, a personas o situaciones, incluso hasta vivir celos y posesividad y mis intestinos
están congestionados por todo lo que retengo y que ya no es útil, pudiendo causar, entre otras
cosas, el estreñimiento. Aprendo a ser autónomo y a decirme que tengo todos los recursos
necesarios en el interior de mí para crear lo que quiero. ¡La única persona sobre quien puedo
tener control, soy yo – mismo!
El cólico es una contracción o contracciones resultantes de una gran tensión interior, una
situación que me hace perder seguridad y que me ponen tan nervioso que aparece la
congestión intestinal, los dolores del estómago, de los canales glandulares y de las vías
urinarias. Dudo de mis capacidades, carezco de confianza en mí, tengo miedo de no estar a la
altura, ignoro cómo hacer para resolver un problema. Un ejemplo típico que se refiere a
los cólicos del recién nacido, es el mío cuando, como madre, tengo miedo de no cuidar bien
de mi bebé correctamente, de no hacer suficientemente. El bebé siente interiormente mi
ansiedad y se vuelve, a su vez, inquieto (el niño que sufre de cólico debe estar rodeado de
calma, paciencia y amor). Acepto que en la vida, todo suceda para lo mejor. Por lo
tanto, suelto, hago todo mi posible con amor. Lo que veía como problemas e inseguridades se
vuelve sencillamente experiencias que me ayudan a proseguir mi evolución y a crecer.
Ejercicios de respiración, relajación y meditación pueden ayudarme a tomar contacto con mí
ser interior, a realizar todas las fuerzas que están en mí y hacer desaparecer mi impaciencia
frente a una persona o una situación que me irrita.
La colitis (itis = ira) es una inflamación a veces ulcerosa del colón, el intestino gordo. El papel
del colón puede compararse a mi modo de comportarme, de tratar con mi propio universo.
Cuando soy incapaz de ser yo – mismo frente a la autoridad y frente a mis relaciones
personales (cónyuge, padres, profesores, jefes, etc.) controlo mis gestos y mis acciones porque
temo la reacción de la persona de quien puedo recibir la aprobación y el amor.
Las colitis frecuentemente se presentan en los niños que temen las reacciones de sus padres
que manifiestan mucha severidad y que son muy exigentes hacía ellos. Necesito tanto afecto,
amor y valorización que quiero complacer a toda costa (incluso hasta ahogar mi
personalidad y mis necesidades fundamentales). No soy yo – mismo y no me atrevo a expresar
mis emociones; las inhibo. Reprimo varias veces cosas que encuentro indigestas.
Esta dependencia afectiva me lleva a vivir ira que me roe interiormente, frustración y
humillación. Si vivo estos sentimientos en sumo grado, brotará una úlcera. Mis reacciones
emocionales me advirtieron que debía cambiar mi actitud pero no he comprendido. Ahora es
la señal física. ¿Cómo actuar? Acepto que venga la felicidad de lo que siento en el
interior. Aprendo a amarme, a ser yo – mismo y tomo mi lugar. Adquiero independencia y
autonomía y comprendo que soy cada vez más feliz y que actúo ahora en conformidad con mi
propia naturaleza.
La ileitis se define como una inflamación de la última parte del intestino delgado, el íleon,
caracterizada por fuertes dolores. En el caso de enfermedades bacterianas o virales, puede
tomar el aspecto de una crisis de apendicitis. Las infecciones consecutivas al SIDA, y a la
tuberculosis pueden provocar una inflamación del íleon pero los casos crónicos agudos se
refieren a la enfermedad de Crohn. Puede tratarse de una forma de auto – castigo después
de un sentimiento intenso de culpabilidad. Esto se refiere a mi estima personal; no me siento
“a la altura”, me siento “no correcto”, “no sirvo para nada”, “soy menos que nada”. Me
desprecio tanto que vengo a pensar que nadie me quiere y que quieren que siento inferior.
Estos sentimientos se añadirán a una situación en la cual vivo una carencia, bien al nivel
material o afectivo. Tengo la sensación de que el objeto de esta carencia me ha sido usurpado
de un modo despreciable, repugnante. A esto puede sumarse el miedo a morir. Entonces, ruge
la rebelión muy profundamente adentro mío. Esto sólo permite aumentar mi temor a ser
rechazado por los demás. Al tener la sensación de no valer nada, esta enfermedad me puede
ayudar a recibir la atención que necesito y que no tengo la sensación de recibir. Mi estima
personal es baja y soy demasiado abierto energéticamente, al nivel del abdomen, y recibo
cualquier cosa incluido lo negativo de mi entorno y que me puede afectar. Me rechazo al punto
que es como si, energéticamente, mi abdomen se volviera una basura y como si permitiera que
la gente de mi entorno vertiera en mí su energía negativa. Me dejo invadir porque no ocupo
suficientemente mi lugar y rechazo las situaciones, lo cual me hace vivir diarreas. Estoy en
profunda investigación de mi identidad personal o espiritual y la gravedad de la enfermedad
me indica hasta qué punto esto toca a un aspecto de mi vida que es fundamental, incluso
esencial. Los medios que podría tomar para aumentar mi estima personal y permitir hallar
verdaderamente mi identidad, el lugar que ocupo en mi familia o en la sociedad, me ayudarían
a recobrar la calma y la armonía en mi vida. El hecho de encontrar verdaderamente el lugar
que me corresponde me dará una protección natural frente a mi entorno. La vida es bella, yo
también tengo derecho a vivir!