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IMAGEN DE LO URBANO EN AMERICA LATINA

En relación con la imagen y la forma urbana, las ciudades latinoamericanas


fueron desde su fundación hasta mediados del siglo XX, bien estructuradas y
legibles por sus criterios normativos bien definidos.
Con la llegada del movimiento moderno se opuso la ciudad tradicional,
caracterizada por la mezcla y la indiferenciación de usos urbanos, esta carece de
criterios de intervención, especialmente cuando se trata de aportar espacios
públicos humanizados desde el diseño urbano y arquitectónico. Donde antes
prevalecía el interés por la creación de espacios para el intercambio colectivo. Hoy
en día el arquitecto parece más preocupado por aportar habitáculos cerrados sin
ninguna relación con la ciudad.
“Nuestros más agobiantes problemas urbanos tuvieron justamente su origen en el
abandono de estas normativas comunes en el continente alrededor de 1930,
sustituyéndolas por otras ideas urbanísticas importadas sin la debida reflexión y
por el poco apego hacia la propia historia urbana. Las ciudades latinoamericanas
crecieron en el siglo XX, y en las áreas que lo hicieron, desafortunadamente
fueron desfigurando el modelo urbano que les era propio a su identidad más
legítima.” (Gómez de Llarena. En Brewer-Carías. 2006:40)
El impacto urbano supuso una ruptura con la arquitectura clásica creando un
nuevo lenguaje arquitectónico. Posiblemente, el funcionalismo, donde la forma
queda al servicio de la función, fue el eje del movimiento moderno.
El movimiento moderno no actúa como otros estilos o corrientes arquitectónicas,
ya que no ofrece soluciones pensadas a priori, sino indicaciones en cuanto a la
metodología para la búsqueda de soluciones siempre distintas, consistiendo
fundamentalmente en realizar valoraciones de grado. Además supone un
concepto que abarca más que el racionalismo o el estilo internacional, quedando
ambos bajo el común denominador del movimiento moderno.
Por otro lado, la imagen y la forma urbana es entendida “como un territorio
edificado compuesto de imágenes provenientes de innumerables percepciones
humanas. La información obtenida a través de la percepción constituye la materia
prima para la elaboración de tales imágenes” (Briceño A. 2002:86).

La ciudad moderna, racional y funcional que se rige por un principio fundamental:


la zonificación. Concepto central del urbanismo moderno e idea clave de la
planificación urbana actual. Frente a la mezcla de usos de la ciudad tradicional con
el urbanismo moderno plantea que hay que construir ciudades en que los

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diferentes usos, las diferentes funciones urbanas, estén separadas en espacios
distintos. Cada función urbana diferente debe corresponder un espacio distinto.
De los nuevos postulados surge “un método racional” para las ciudades; se
propuso una ciudad funcional, donde existiera una clara zonificación y el
emplazamiento consecuentemente racionalizado en ella de las cuatro funciones
colectivas.

Es conveniente conocer cómo se introduce la arquitectura moderna en América


Latina.
Hacia fines de la segunda década de este siglo algunos hechos de importancia
habían removido la región. En general, se empezaban a percibir las tendencias a
la urbanización, el resurgimiento del proletariado y de sectores medios, junto con
otros cambios sociales.
Sin embargo, América Latina distaba mucho del hervidero europeo donde habían
surgido las modernas vanguardias culturales. Las sociedades eran
predominantemente tradicionales.
La crisis de 1930 desbarató la pretensión de un indefinido crecimiento "hacia
afuera". Empezaron a insinuarse alternativas de desarrollo "hacia adentro",
incluyendo la industrialización nacional y otros temas. Sin embargo, estos nuevos
modelos no adquirieron plena vigencia hasta después de la Segunda Guerra
Mundial. Por lo mismo, difícilmente explican la prematura aparición de la nueva
arquitectura en América Latina.
Todo estos Impacto en Latinoamérica, la arquitectura moderna se introduce en
América Latina como "un estilo más", representando un compromiso más estético
que ideológico. No significa esto que desconocieran las condiciones de su
entorno. Querían participar en la aventura de una época sin el objetivo de No
querían ser europeos. Querían ser modernos. Al hacerlo, abrieron las ventanas al
aire fresco, dando un impulso a la evolución posterior de la arquitectura
latinoamericana.
Esta nueva condición de lo urbano en América Latina produce una mutación
importante en el concepto de ciudad: de la tradicional ciudad frontera nacida en el
contexto de la primera modernidad, al de ciudad en red propio de la post
modernidad, en la que mucho tienen que ver los procesos concurrentes de
globalización que conducen a una nueva coyuntura urbana en América Latina.
El movimiento moderno supuso una ruptura con la arquitectura clásica creando un
nuevo lenguaje arquitectónico. Posiblemente, el funcionalismo, donde la forma
queda al servicio de la función, fue el eje del movimiento moderno

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Se va a suponer el nacimiento de una nueva forma de hacer arquitectura. Además
supone un concepto que abarca más que el racionalismo o el estilo internacional,
quedando ambos bajo el común denominador del movimiento moderno. os países
americanos no siempre resultan de planos o proyectos urbanos capaces de
direccionar el crecimiento o desarrollo de las ciudades. Así y todo, siendo un
continente nuevo, algunas ciudades han alcanzado ya medio siglo de existencia y
necesitan, cada vez más, de estrategias urbanas que garanticen su
sustentabilidad y desarrollo urbano compatibles con las actuales tecnologías.

Se destacan cada vez más ciudades latinas, de América Central o del Norte que
están desarrollando un conjunto de grandes proyectos urbanos en un intento por
regenerar partes de su tejido urbano degradado a lo largo de los años.

Como respuesta a esto, los grandes proyectos urbanos en América se volvieron


piezas fundamentales de transformación del escenario urbano existente y, en
algunos casos, de una nueva imagen para la ciudad.

"Con esto, asistimos un 'cambio de paradigma' en las intervenciones urbanas


realizadas a partir de la década de 1970, teniendo como estrategia la renovación
del tejido urbano y la reconstrucción de las secciones de esta ciudad ahora ociosa,
destruida o abandonada en la búsqueda ahora, de una ciudad continua y
contemporánea, atendiendo a las necesidades tecnológicas del último siglo y a las
nuevas condiciones de las recientes ciudades globales" (Vieira, 2012).
Hoy en día, se reconoce que el urbanismo de América Latina más que pasar por
una situación de uniformidad ofrece una perspectiva de “ciudades fracturadas” en
sus diferentes manifestaciones y tendencias del desarrollo urbano. Se percibe que
la predominante concepción de la ciudad latinoamericana se ha desplazado de
una noción de unidad a una percepción de fragmentación, con realidades e
imaginarios urbanos desiguales y contrastantes, con espacios fragmentados en
vez de sistemas urbanos unitarios
Estas circunstancias junto con el impacto de las propias ciudades sobre el medio
ambiente, derivan en su conjunto hacia una importante reflexión acerca de los
conceptos de desarrollo urbano y sustentabilidad, al mismo tiempo que define otro
tipo de función e intervención del Estado como regulador de la sociedad (IISD,
2011). En este sentido, se estima que la aceleración del crecimiento urbano en
esta macroregión ha creado una serie de retos interrelacionados que las ciudades
deben enfrentar para asegurar la sustentabilidad en los próximos años, tales como
los siguientes:
1) manejo de riesgos de desastres y vulnerabilidad al cambio climático;
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3) manejo fiscal, gobernanza y transparencia (IDB, 2011). Debido a la alta
complejidad, que en diferentes momentos históricos han mostrado los centros
urbanos de Latinoamérica, se identifican diversos estudios integrales, los cuales
han emergido de la investigación académica e institucional o bien de trabajos
específicos que refieren a algunos aspectos claves y patrones del desarrollo
urbano de la región (Hauser, 1961; Morse, 1974; Hardoy, 1975; Cornelius y
Kemper, 1978; Wal
El ambiente construido de América Latina es complejo y representativo al mismo
tiempo de varias culturas: Hoy conviven en espacios yuxtapuestos o superpuestos
las poblaciones indígenas, comunidades que justamente protestaron por la
celebración del ʺdescubrimiento de Américaʺ, como si antes su ascendencia no
hubiese alcanzado un desarrollo cultural que causó sorpresa a los conquistadores;
los habitantes negros o mestizos que han trasmitido al resto de la población sus
ritmos y prácticas culturales de origen africano; las múltiples razas cuyas
costumbres, mantenidas o diluidas en un mestizaje único son parte inconsútil de
Nuestra América; los campesinos, sosteniendo una economía agrícola cuyo valor
se deprecia por día; las clases trabajadoras y medias, cuyas identidades ven
peligrar, en tanto con corren el riesgo de perder sus fuentes de sustento
económico; y también los que sienten como suyos los edificios portadores de una
imagen de alta tecnología, mimetizada de los centros metropolitanos. La
arquitectura y la ciudad participan de esos extremos entre los cuales se debate
la ʺlatinoamericanidadʺ.Los problemas a los que se enfrenta la antropología
urbana, reseña varios de los conflictos territoriales y urbanos y su paralelo en el
orden socioeconómico y cultural: en primer lugar, el hecho de que América Latina
“...un setenta por ciento de las personas reside en conglomerados
urbanos...”,expansión causada en gran medida por la migración de campesinos e
indígenas hacia las urbes, donde “...se reproducen y cambian sus tradiciones, se
desenvuelven los intercambios más complejos de la multietnicidad y la multicul‐
turalidad” y una heterogeneidad multitemporal por la superposición de distintas
etapas de desarrollo, por la contigüidad de construcciones y modos de organizar el
espacio iniciados en distintas etapas históricas

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Conclusión Final:

Nuestra primer definición acerca de lo urbano decía que era todo aquello que tenia
que ver con la urbe o con la ciudad y todo lo que la conformaba,sin tener en
cuenta las continuas tranformaciones que van exhibiendo como lo urbano cambia
sin desechar la conformación anterior de la ciudad y como ambos conceptos
acerca se van entrelazando y generan un nuevo paisaje urbano.
En cuanto a lo urbano en Latinoamérica es aquello que se va modificando o
mutando constantemente, debido a los cambios sociales, culturales, económicos
demográficos ,etc. Es decir se encuentra en constante movimiento en el que se
van superponiendo diferentes estilos urbanos a medida que avanza la historia.
Se genera “una imagen urbana “en la que se muestra una combinación de
diferentes periodos bien definidos pero con un tejido urbano muy diferente una
ciudad de la otra.

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