Vous êtes sur la page 1sur 3

AREQUIPA Y EL SUR ANDINO

A lo largo de las dos últimas décadas, el Perú ha experimentado, como durante los años veinte y
treinta de nuestro siglo, el desarrollo de una historiografía revisionista que abandona el énfasis en
las actividades políticas de las élites capitalinas en la explicación del proceso histórico y social del
país.

El que un autor como Baltazar Caravedo postule que no es más la cuestión agraria, sino aquella del
centralismo la que define hoy el problema nacional, informa del potencial impacto de estos estudios
en el pensamiento social peruano.

Los estudios sobre el Sur se pueden agrupar alrededor de tres grandes vertientes. La primera se ha
centrado en las áreas andinas de la región, ha tenido como tema fundamental la articulación del
espacio regional por el circuito comercial lanero y· ha privilegiado la perspectiva de la larga duración
y el estudio de estructuras. La segunda se ha centrado más bien en los conflictos económicos y
políticos entre las élites arequipeñas y el Estado peruano y ha sido, además, una línea de análisis
más de coyuntura. La tercera ha sido una suerte de respuesta "desde el Cusco" a la visión
predominantemente arequipeña del Sur.

EL SUR ANDINO

Heraclio Bonilla produjo el que podría


considerarse el primer estudio basado en un
enfoque claramente regional y sentó las
premisas básicas que han dominado - desde esa
fecha en adelante- nuestra visión sobre el Sur.

A los trabajos de Bonilla y Flores Galindo se han


añadido, en años más recientes, un número de
estudios que buscan dar cuenta del mismo
fenómeno.
AREQUIPA Y LA POLITICA NACIONAL

Estos estudios de Baltazar Caravedo en torno a los conflictos


entre las élites arequipeñas y el Estado central parten de una
comprensión general sobre la región similar aquélla
introducida por Bonilla y Flores Galindo, inauguran una línea
de análisis político ausente tanto en los trabajos sobre el área
propiamente andina del Sur como sobre las otras regiones del
país.

EL SUR DESDE EL CUSCO

La tercera corriente de estudios sobre el Sur es aquella que


ha buscado entender el proceso regional desde la
perspectiva del Cusco. Metodológicamente, ésta es una
alternativa importante que cuestiona la visión básicamente
"arequipeña" del Sur. El primer esfuerzo nacional
contemporáneo en esta línea de análisis fue el de Tamayo
Herrera en su Historia social del Cusco republicano.

En 1979, el Centro Las Casas inició una investigación


colectiva que pretendía dar cuenta de los problemas
económicos y sociales de la región del Cusco entre 1950 y
1980. Los resultados figuran en una serie de informes temáticos bajo el título de Investigación sobre
desarrollo regional, que forma parte de los "Cuadernos para el debate regional".

ALGUNOS COMENTARIOS INICIALES

Como respuesta a una visión del Sur signada por la dominación de los capitales comerciales
arequipeños, los estudios regionales realizados desde la perspectiva cusqueña han abierto una línea
de investigación alternativa.

Los trabajos de Brisseau y Glave son los que mejor ilustran las potencialidades de esta línea de
análisis en relación al Cusco del siglo pasado e inicios del presente; los restantes trabajos del Centro
Las Casas, aunque dedicados algunos a análisis más sectoriales, cumplen el mismo cometido para
tiempos y fenómenos más contemporáneos.

Sin embargo, estos trabajos "desde el Cusco" comparten con la variante "arequipeña" la ausencia
del campesinado como actor social fundamental de las articulaciones regionales.
REGIONES, REGIONALIZACION Y MOVIMIENTOS REGIONALES

Unos pocos autores han discutido, desde un punto de vista teórico y metodológico, la naturaleza
misma de las regiones. Entre éstos destaca el trabajo de Efraín Gonzales de Ólarte Economías
regionales del Perú, en el que se discute, desde la economía política, el concepto de la región.

En los últimos años ha aparecido también un conjunto de trabajos que buscan dar cuenta del debate
histórico y contemporáneo sobre la descentralización del país.

Resulta interesante anotar que, aunque los movimientos regionales (frentes de defensa, asambleas,
cabildos, etc.) se encuentran en la base del surgimiento y desarrollo de los estudios regionales como
tales, no existen muchos trabajos en que se discuta, de manera seria y consistente, la naturaleza
misma de estos movimientos.

CONCLUSION

A lo largo de la última década, el desarrollo de los estudios regionales ha venido a llenar un


importante vacío en el conocimiento de nuestro pasado histórico y en nuestro entendimiento de las
implicancias regionales de la necesaria democratización de la economía y el poder en el Perú.

Entendemos que la democratización ha de ser no sólo vertical, sino también. horizontal; que la
apropiación del poder ha de ser por parte de los trabajadores, pero también desde los pueblos y las
provincias. Sin embargo, logrados estos avances, comienzan a manifestarse las limitaciones de una
aproximación empírica al debate sobre las regiones.

Creo que, para seguir avanzando, es necesario detenerse a revisar lo hecho y, pese a la premura del
tiempo y a las demandas de coyuntura que urgen planteamientos de solución a los problemas del
presente, habrá que volver la cara a los debates de fondo, a los temas sustantivos. A la larga, ésta
puede resultar la mejor contribución del mundo académico a la solidez y consistencia programática
de los movimientos regionales populares en el Perú.

Vous aimerez peut-être aussi